LOS SINDICATOS REGULADORES DE LA PRODUCCION

II LOS SINDICATOS REGULADORES DE LA PRODUCCION La Ordenación de la Economía Nacional se ha de realizar por intermedio de los Sindicatos Reguladores d...
0 downloads 0 Views 429KB Size
II

LOS SINDICATOS REGULADORES DE LA PRODUCCION La Ordenación de la Economía Nacional se ha de realizar por intermedio de los Sindicatos Reguladores de la Producción y de los organismos que los integran, dependientes de aquéllos, y que constituyen Cuerpos activos de carócter económico creados para establecer el enlace indispensable entre la Administración del Estado y la actividad privada nacional.

Sus funciones han de diferenciarse de las que corresponden ^a la administración pública por su carácter exclusivo de informe, propuesta y estfmulo y consejo que revestirá su acción colabo^adora en sus relaciones con las funciones directivas y ejecutivas de la Administración del Estado. Deben, sin embargo, asumir funciones ejecutivas en cuanto a la administración de los productos y bienes privados de su respectiva competsncia se refiere, así a la organización de las ventas, a la distribución de productos y a su comercio, a propuesta de los interesados y con arreglo a ias normas que para cada caso se aprueben por el Poder público y de •modo obligatorio cuando la producción o los intereses económicos de carácter público se hallan afectados en el ciclo económico de que se trate. Los Sindicatos de la Producción se organizarón por grandes sectores de la misma y abarcarón el proceso económico completo de una producción o de un grupo de productos.

Cuando una determinada modalidad de la producción presente deritro de un Sindicato suficiente importancia para iniciar un desenvolvimiento propio, se formaró una Sección o Subsección dentro de aquél y abarcará también el ciclo completo económico. -23-

^

En todo caso, el desarrollo económico adquirido por un sector cualquiera de la producción o de sus elementos integrantes, señalar6 en cada momento, a juicio del Gobierno, la oportunidad y la fndole de los Organismos que deban constitufrse. las funciones fundamentales de los Sindicatos deben ser:

la coordinación de los diversos factores económicos que abarca un ciclo determinado de la producción. EI estudio de las normas que deben seguirse en el desarrollo de la polftica económica nacional en cuanto a su especial cometido afecta, Ilevando la estadística ordenada y cientffica de la producción y, en su caso, de la importación y exportación de la misma, estímulando y creando Centros de investigación y experimentación científica. EI conocimiento exacto de los costos y la propuesta de cuantas medidas se estimen necesarias para la mejora y el abaratamiento de la producción y de su transformación y consumó y, en general, de una buena organización económica de la riqueza de que se trate. La regufación y clasificación de los productos estableciendo tipos patrones basados en calidades científicamente establecidas, su distribución y venta previa, la correspondiente propuesta de fijación de precios basada en los costos y autorizada por el Gobierno, así como el equitativo reparto de beneficios entre los diversos elementos que contribuyan a ia producción, una vez fijada y aprobada por el Ministerío correspondiente la proporción que a cada sector del cicfo corresponde. La colaboración en la obra de reconstrucción económica de la Patria eFl la medida que el Gobierno señale, inspeccionando y vigilando el cumplimiento de las medidas adoptadas con taf fin, y sancionando, bajo normas aprobadas por los Ministerios correspóndientes, las transgresiones y abusos que se cometan. Pero estas organizaciones traen a la vez un nuevo concepto del desarrollo práctico en las disposiciones ministeriales. la decisión adoptada por un Ministerio es frecuente que quede incumplida, porque carece de servicios o de organismos adecuadas para implantarla, unas veces por falta de medios presupuestarios y otras porque realmente no encarnan las dísposiciones que han de adoptarse en el espfritu y funciones de las Cuerpos técnicos y administrativos del Estado, carentes casí -24-

siempre de sentido económico; el hecho es que se pierden en el vacío muchos buenos intentos. Se trata de desarrollar, por ejemplo, determinada pol(tica c;e precios o de superficies de cultivos o de ordenación industrial; pues como el Estado no tiene a su servicio sino la Gaceta y unos tácnicos a sueldo fijo y mezquino, no logra desarrollar su intento. La tasa de la madera no hay modo de implantarla desde el Ministerio. En cambio, ha sido bien sencillo regular el mercado de la resina, utilizando el Sindicato ya formado. En suma: las organizaciones ministeriales futuras han de tener como organismos encargados del desarrollo y cumplimiento de las decisiones del Gobierno y de sus departamentos ministeriales a los Sindicatos Reguladores de la Producción, sin perjuicio de la misión técnica que compete a la Administración pública. Pero aun ésta hallará seguramente un gran apoyo o una gran fuente de enseñanza económíca en las organizaciones técnicas particulares de los Sindicatos. . La Organización ministerial de Agricultura ha de poseer, no sólo el desarrollo técnico que hoy tiene repartido en sus diversas Direcciones, sino que debe basarse en la Organización económica de los Sindicatos correspondientes a las producciones que le afectan. Es la única manera de que se vea palpable y prácticamente la eficacia de la función ministerial.

Dos cometidos muy esenciales deseo destacar de la misión que se atribuye a los Sindicatos Reguladores,•que son: la formación de la Estadfstica y la regulación o fijación de los precios_ ESTADISTICA: --1.° No se puede, en lo sucesivo, seguir improvisando sobre materia tan compleja como es hoy la econorctía en general, y lo mismo ocurre a la economfa agraria ®n pdrticular. , - ^5 ^-

Porque si es cierto que en los siglos anteriores a) XIX, por lo mismo que la mente del hombre abarca las fases lentas del progreso cient(fico y de la economía, podfa ésta desenvolverse libremente, ál margen de las acciones políticas y sin preocupación para los Gobiernos, en cambio, desde fines del siglo anterior y en el presente, los descubrimíentos científicos se multiplican de ta1 modo, que desbordari la ir^te{igencia de los hombres mós sabios y no hay modo de recoger en un solo campo visual las orientaciones del mundo económico. Por ello las naciones se aprestan a la defensa con afirmaciones autórquicas, de positivo nacionalismo económico y conjugando su producción con los aranceles y los permisos de importación y exportación con sus diversas modalidades de clearing, en compensación, en método geométrico o en divisa libre, haciendo uso también de la polftica en los tratados comerciales, después de haber dado a) traste con la tradicional economfa liberal, tratan de establecer un orden económico al día y piden a(os expertos y con urgencia datos que proceden de improvisaciones, estadisticas que .sólo sirven, en el mejor de los casos, para satisfacer parcialmente el fin pretendido y la mayor parte de las veces para falsear la situación económica o para decretar orientaciones erróneas e inútiles, que es preciso rectificar al poco tiempo, dando la sensación de inexperiencia que resta autoridad y disminuye la confianza en quien gobierna. EI esfuerzo de reconstrucción exige el profundo conocimiento de la estructura económica de los pafses para poder apoyarse e iniciar la acción renovadora, y este esfuerzo alcanza a aquella amplia porción del área económica que es la agricultura.

Hoy, los estudios económicos han dado un avance extraordinario, logrando una gran perfección en sus métodos y descubriendo nuevas vías de investigación, que se anuncian muy fecundas. Caracteriza a esta labor un rigor científico y una objetividad que no eran tan frecuentes en las épocas anteriores de la ciencia económica. ° No he de insistir sobre este tema que es sobradamente conocido, pero sf ine importa señalar que, si la investigación es indispensable en todos los órdenes de la vida económica, lo es quiz6 mós para la producción agraria, sujeta a variaciones dependientes de la climatologfa, a trastornos de orden social, T26-

y en la producción de los montes, a largos plazos de investigación. Esta investigación económicoagraria es preciso implantarla y desarrollarla; yo vengo propugnándolo hace años, desde el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias y en el fenecido Observatorio de Economía Agraria. Basta ver el desarrollo pujante que en el extranjero han adquirido esta clase de estudios. Y la fuente primaria de la investigación económicoagraria es la estadfstica; pero no ya la estadística ordinaria (de los precios de la producción, etc.l, sino la observación económicoagraria basada en el resultado del conocimiento de la vida del campo, de su contabilidad, estudiando las perspectivas y previsiones económicas y la coyuntura. La estadística, basada en las informaciones, ha fracasado siempre y sólo puede servir de avance de conocimientos en casos urgentes. En fbdo tratado de Estadística y de economía se admite el hecho de que por haberse planteado las. Cuestiones en forma inadecuada o porque las respuestas casi siempre son escasas, son inexactas e insuficientes, ocurre que una gran parte de los datos y material recogido no se pueden utilizar y se Ilega a conclusiones erróneas. Es cierto que la estadfstica con garantfas de veracidad absoluta y de acierto, basada en el conocimiento total de la vida social y económica del ramo de producción a que se dirige, ha prosperado, en general, con ritmo lento, debido casi siempre a(os gastos crecientes que requiere su empleo, pero en países como el nuestro, en que no se ha hecho ningún estudio profurido de la vida agraria y en cuestiones tan poco investigadas como la forestal, en que hasta los mismos propietarios de las fincas arboladas carecen de los datos indispensables sobre las existencias arboladas y su posibili^dad, cuando no, hasta de la superficie det predio que les pertenece, no debe ni puede establecerse un servicio de estadística a sabiendas de su ineficacia y de la pérdida en e) vacfo, de las consignaci,ones que se les asignan y que aun en naciones mejor organizadas y con mayor experiencia que la nuestra ha fracasado y de nada han servido cuantos intentos se han realizado, basóndose en informaciones (enquetes, statistiques) sobre la producción, la distribución y e! consumo. - 27 -

Puedo señalar, singularmente, el último intento hecho por ef Instituto Internacional de Selvicultura, en su información practicada sobre la necesidad de Ilevar la unificación en la medida de la madera y de sus diferentes modos de venta (11. EI establecimiento del peso y del valor, en cuanto al comercio exterior se refiere, no cabe duda que ha hecho progresar la estadfstica de las mercancías exportadas e importvdas, alcanzando, en parte, cierto grado de veracidad, pero es evidente que sólo el hecho de que unos países hayan adoptado el sistema métrico y otros no, produce en algunos casos singulares, como en la cubicación de la madera, perturbaciones de importancia, aumentadas por !os márgenes en las fórmulas prácticas de cubicación que en el monte y en e) comercio se toleran, impidiencio que fa estadística mejore y afiance en caso de que no se Ileve un estudio y una ínvestigación que hace que en muchos casos linde el trabajo estadístico ^on una verdadera experimentación eientffica., Del mismo modo, la estadística agrícola que no esté basada en un profundo estudio de la vida del campo y de la montaña y en fos nuevos métodos ya iniciados en el extranjero con la creación del servicio de contabilidad agrícola encargada de recoger y elaborar los materiales que ésta ofrece, adolecerá de los defectos ya apuntados a las estadísticas basadas en la informacfón o en observaciones incompletas y no sirven, por tanto, para fundamentar en estos tiempos los estudios económicos con fa garantfa y el acierto necesarios. Dice Marenghi, refiriéndose a este género de estudios, que "marcan una nueva fase en la historia de la economfa rural, lo mismo qúe la aplicoción de ia bafanza o del método pondera! abrió un nuevo.y glorioso período a la qufmica". Este género de investigación económicoagraria no es sencillo; requiere preparación y, sobre todo, especialización muy marcada. Ello conduce a la necesidad-satisfecha en formas distintas y con diversos grados de perfección en numerosos pafsesde crear Centros de investigación adecuados. Estrechamente unidas a la economfa se desarrollan {as neceEll Enquete internotiono^ie sur la standardisotion de la mesura du bois ^t sur les diferents modes de vente du bois. Roma, 1930. -- 28 --

sidades de orden técnico, no sólo por el adelanto cientifico que Ias investigaciones y experiencias reportan, sino por la garantía técnica que tienen los Centros cientificos para establecer y medir en cada caso las calidades de los productos y la constante comprobación de los tipos, patrones o muestras que sirvan de base a unr^ seria y garantizada fijacián de precios, sin (a qua no es posible un comercio formal y acreditado. Los Sindicatos, ya lo establece el Fuero del Trabajo en su Titulo XIII, apartado^á y 8, son los encargados de proporcionar estas bases de la economia, y si no de realizarlas totalmente, deben ser los órganos impulsores y los que han de contribuir con servicios propios y en forma financiera al desenvolvimiento de estos Centros de investigación cientifica y económica, tanto como por lo que a ellos mismos les importa para su mejor desenvo ^vimiento, cuanto por ser el medio menos costoso de lograr estos servicios que cargan de un modo muy considerable los presupuestos de algunos Estados.

^

.

POLITICA DE PRECIOS.-Una de las consecuencias económicas de mayor transcendencia, que Ileva (a creación de los Sindicatos de la Producción, es, sin duda, la fijación de precios, regulada por el conocimiento exacto del valor del trabajo y del capital empleados en la producción, transporte y transformación de los productos, logrando que.desaparezcan las causas de su alteración constante, que sólo favorece a los especuladores y obliga a una absoluta sumisión a la Ley de la Oferta y la Detnanda, totalmente injusta, y razón esencial de todo desequilibrio económico y de la lucha de intereses. Esta es la misión mós fundamental y la más fecunda de los Sindicatos: la fijación de los costos, y. con el beneficio legitimo én cada caso, la del precio en cada uno de los sectores de la producción. He podido comprobar que, una vez desaparecida la pugna entre los industriales, por la competencía en la venta, no sólo -29-

disminuye su antagonismo entre ellos, sino que facilita su relación con los sectores de la producción de matería prima, ya que !a obtencián del beneficio final interesa a todos los sectores del ciclo de producción y armoniza sus aspiraciones. ^ A la vez, se evitaró el reparto injusto de los beneficios en favor de) capital, con perjuício evídente de fa producción, del trabajo y dei cOnsumidor. (Título VlII, apartado 4.°) La estabilidad de los precios sólo puede obtenerse del conocimiento profundo de los factores que iñtervienen en la producción. La remuneracián justa de! trabajo y la de! capital empleados, cualquiera que sea su forma Icapital ^irculante, propiedad, etc.), después de cubiertos los gastos de administración e impuestos, Ilevar6 e) precio justo y estable, haciendo desaparecer !a especulación que recarga e) precio del producto para el consumidor.

Pero no debe perderse de vista que la clasificación de los productos, el establecimiento de tipos y calidades, es índíspensable para el conocimiento de los valores exactas de cada uno ^ y para evitar el fraude y el desprestigio de la Organización reguladora. Por esv, las adulteraciones y falsificación de productos han de evitarse con el conocimiento exacto y ordenado de las calidades, a la vez que eon la aplicación de sanciones que inexorablemente ^leben imponerse para la ejemplaridad indi ^pensable y e^l castigo de los que ataquen y traten de oponerse a la ordenación económica. Ello me hace repetir la idea de la necesidad imprescindible que han de cumplir los Sindioatos de estimular y fomentar, por todos los medios, !a creación y fóci! desenvolvimiento de los Institutos y Centros de investigación y experimentación. Se me puede argúir que en la exposición de mis ideas sobre la política de precios, peco de teórico. Yo opongo el hecho de haber realizado la supresión de la oferta y la demanda de toda España con la desaparición total de las subastas en !os montes resineros, que eran _ el ejemplo mós acentuado de la espe^ulación, de los industriales, y a la postre, del consumidor, y a ella se ha vuelto otra vez, por haber prescindido de la conexión de4 monte con el industrial.

Es claro que para obtener la total regulación de los precios se hace índispensable, en la mayor parte de los casos, intervenir en

la pofítica total de cada ciclo económico, regulando el comercio internacional para evitar que la importación o la exportación de productos obtenida sin conocimiento del estado del mercado interior, de los stocks o de la fase productiva de momento, desequilibre la estabilidad lograda.

Ello obliga a que la politica y el estudio de los precios se 11eve en cada sector económico bajo una misma mano, y desde los tratados comerciales hasta el más insignificante permiso de importación, sean informados por el Organismo regulador correspondiente, y ello hace pensar en que cada uno de éstos, según su condición, debieran depender en su totafidad del De: partamento ministeria! más competente en la fase de mayor importancia del ciclo económico de que se trate. NOTA. - No hay que olvidar que para fundamentar la economía nacional, deben hallarse bien (ogradas y estudiadas las economtas parciales de tan diversos aspectos y con caracteristicas tan distintas que cada una representa o^encierra un ^pequ^eño ciclo económico completo y cuyo enlace con los démás debe estudiarse, con el fin de formar el sístema integrol económico de la Nación. No hoy o no existe una economía nacional en el sentido estricto de la palabra; existe un sistema, un orden de enlace, que lubrifica el contacto entre las varias economías parciales, entre las diversas producciones y el estudio de cada una debe hacerse sin preocupaaión de su dependencia de uno u otro Departamento ministerial. Me parece muy complejo y artificioso el Departomento único de Economía. las diversas Ramas económicas deberán nevnirse en un Organismo superior de economía, formado par ^ los Jefes o Presidentes de ellas, constituyendo vn Consejo que informe a los diversos Ministerios y al Gobierno.