Los signos del Zodiaco DRAMA EN TRES ACTOS, EL ULT IMO DIVIDfDo~' EN. ~;1:.=:· ;-::!".·:.. ..... ~

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Dos

'CUADl\OS

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Al mae1tro Salvador ... Novo . ..• ~.~. ~~ . •

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PERSONAJES

Porte ria ANA RoMANA, Ia portera DANIEL BORJA, su mariJo SoFIA, hifa de Ana ANDRES, su hermano

Vivienda

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LoLA CASARfN AUGUSTO SoBEROS

Azotea A MAR lA w AL TF.R ESTELA wALTER

RosA, .f

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111

LAI.o, m

tia herma11o

Azotea B PEDRO ROJO

Otros vecinos OFELIA L IRA, "Polita, JuSTINA L EDESMA

Sus hijos: ELOiNA AsDRUBAL CHAYO

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jUAN MARGARITA MONTI E L GuDELJA

P.

DE SAMANO

SuSA~A TR UJILLo

LA

MECATONA

G ENOVE\'O P o P OCA

Frcnte D~ FRANCIS·CA BETAN COURT,

La dtteiia de la vecindad . Los extra nos SABINO

vAZQUEZ

EL Ltc.

MANUEL

CIRo

PALMA

M aromeros y musicos -pre goneros-, los invitados a Itt posad,J. La acci(m en Ia ciutlad de M hico; entre septiembre y di· ciembre de 194 4.

ACTO PRIMERO E SCENOGRAFiJ\

Patio de vecindad en forma de "T". A l centro untJ pi/eta dd cementa much.o mas largo que ancha en torno a Ia cual estatt dispuestos citzco lavaderos, tambihz de cemettto. Dentro deJ patio hay un arbol de generOJtJ altura. El fondo queda definido por un muro, y el tosco marco del zaguJn Je pierde caJi cuando en los tetzdederOJ Je tJJOleo la ropa. Arriba de todo hay ut: fo'luillo que ilumino el patio al llegar Ia t~oche. Abajo, en primer tirmitto derecha, utt bitoque para dar ugua, aparte de otro ttl la pileta de lo1 lavarleros. Las viviendas st alitzeatt a derecha e ixquierda del ptltio.

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· Gada vivienda consi1te en un cuartr; y Utta c&vacha interior a mantra de cocina. Una estrecha escalera de hierro arranca desde el Juelo y sube h.aJta Ia azotea de las viviettdtJJ del ala izquierda. En esta aiotea existen dos cuartos m4s: uno al frtttte y otro al fondo. No estan pegados al fi/o de Ia azotea y dejan asi libre un estrecho pasillo para el transito. El cuarto del frente debera tombiin mostrar su interior. El del fondo no. Estos dos cuartos carecen de covacha o cocina. En La az.otea del lado derecho n o hay construcci6n. Solo estatt tres titzacoJ abollados y oxidados por el tiempo; ademas z.a'f>atos, pedazns de cama y cajom:s mutilados y yerbas . Las tres /uJbitaciones cuyo interior tlebera verse tietten una dimensiott similar. 1 a Izquier-do: casa de A n.a Roma-na, /.a portera. La atmOsfera es agobiante. Hay un catre de ltierro mal cubierto con un sarape; un petate de palmas enrrollado e11 tm rincon, ademas canastos llenos de ropa, botes de hojalata en el piso y dos sillas de madera corriettte y t~na mesa. De las pat·edes cacarizaJ cuelgan oestidos y trapos de aspecto miserable; tambien un almanaque y ute espejo estrellado, ambos etmegrecidos, como el foco del cuarto, por el holUtz y las moscai. Al fonda izquierda, el marco de utta etttrada sin puerta qtte seiiala Ia coCitta. La puerta principal da al patio, frente a los laoaderoJ. 2~ Derecha: casa de L ola Casaritt y AugUJto Sober6n. El piano vertical ocupa casi el cuarto; tm desh.ilachado sofa estilo Luis XV y utza mesita decorada COtt flores de papel. En el suelo una piel de tigre y cojittes, viejos retratoJ de la Casarini, tarfe~as con vistaJ de /talia; pero sobre todo utt anttncio desplegado de papel, deJcolorido ')'a por ~I tiempo, CU)'O ~e:rto dice: "iEstreno! iEstret~o! Quetzalcoatl. Opera mex1cana en tres actos. Origittal de I gtzacio R omero. Libreto en franceJ, Francois Moret. Soprano, Lola Casarini." Cub;-e el piano urta carpeta de cncajes, figuritas de porcelana y una Umpara de catzutillos de vidrio. La puert~ principal da a/. patio, frettte a los lavtJderos . AI foodo tt:me el mm·co de la cocina. 3"' Arriba izquierda: Casa de las muchachas Walter. Una

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cama 'mch.a y utt tocador y cosmeticos; tambie11 una mesa, una siUa y utta mecedora. lutzto a Ia cabecera de La cama, un bur6: sobre el bur6 el pequeiio aparato de radio. Esparcidos pvr cu.alquier parte pedazos de peri6dicos y trapos. Ett las paredes fotografias de artistas de cine y, sobre todas, las de Maria y Estela t1J marcos dorados. Junto a elias esta Ia de su tia R osa. Utt foco apantallado &Ott papel crepe cuelga del tech.o. El cuarto tlO tiuze cocina y recibe Ia luz por un ventanillo que mira al patio del vecitrdario. Dismitwirla Ia luz en Ia fala irrumpe e·n el aire el tema musical de "EL laoadero" cuyo cabal sentido se verifica en ia escetta; de modo que.td levatrtarse el teL6tt aparece utr- patio de "rlecindad" con sus Lavaderos empotrados en medio y donde las mujeres restriegatt Ia ropa, rien y hablan, h.acie11do burbujear el agua. A parte del tmterior grupo cetttral, el violinisla Augusto Sober6tt, en patttal6tt y camiseta, realiza m propio meo contra el bitoque gt·ande. (Primer termino derech.a.) En segundo tirmino derecha, se rasuro Rafael Popoca, ohrero. Ho clavado utt espejo contra el muro y va y vien~ para humedecer Ia brocha ttt el bitoque. Etl primer lermi11o izquierda, sentados en un battco, Chayo )'Juan, hijos rle Jwtino Ledesma, de diez. )' nueve aiios resp~ctit•amettte. Estdn emmeltos ett JettdoJ trapos J' saboreatt el sol, pues acaba1t de baiiarlos. Por ultimo, setttada bajo el arbol del patio y ataaada ett memoriz.ar sus leccio1les, esta Ofelia Lira, jovencita alumno del lmtituto Politecnico N acional. La casa uttera vive sus mejores horas de la maiiatta y esto se nota incluso en los tres t'it:~ienrlas del primer plrmo que presetttan al espectador sus interiores ilrmtitzados. Ett Ia habitaci6n de A Ita Romtl'na no kay perso11a algtma; sobre Ia mua estrht dos pequeiio1 mvoltorios de papel y una olla y do1 jarro1 de barro usados recienteffUnte en el destJ)•uno. E tt el cuarto de las seiiorita1 Walter reina el des orden. Morio y Estela se retocan ante el espejo antes de salir rumbo a la oficitza. Roso su tia plancha tm list6tt que d~be llevar Estela. Lalo duerme todat:Jia ett el suelo emmelto ett su cobertor. Se levmtto de pronto

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nzrJrado y ocupa Ia coma. En casa de D olores Casarin se le ve a ella; tiute amarrado u11 trapo en Ia cabeza abr1ltada por los pasadores, y se dedica a sacudir y limpiar el polvo de sus mrtebles. Sobre todo, del piano. H ace viajes a la cocina para vigilar La espuma de la leche. NoTA: Las acciones incidentaln y los ruidos y las /rases de lotios loJ perso11la. (Se a;oma c011 /a; pim;as eu ltJ

1fl4t10.)

LoLA.-~Te disgusta que llorc? AucuSTo.-No. Es que no dcbes llorar. LoLA.-~ Por que no? (Mira Ia cartelef'a. ) Est a espera me angustia. Es que son cinco anos. Anda, acaba pronto y vente a desayunar. ( De;aparece otra t~ez. Augtuto.) Cierto, tu me conociste en el coro; pero no olvides que soy Lola Casarln. i La Casarini !· No puedes apreciarlo. Tu ercs un violinista de orquesta y yo una cantante. Si viviera Romero. . . ( Va leyendo los r6tulos de Ia Ct11'telera.) "Gran Temporada . de 6pcra. j Quetz.a/.c6atl! 6pera Mexicana en trcs actos ... original de Ignacio Romero. Libreto en frances... Ffjate , en frances --de Francois Moret-. Soprano, Lo Ia Casarini." jLa Casarini! No tienes idea cuanto se gasto en la propaganda·. Anuncios como .este, en todas las pare des, en los diarios; m i fotografia , esa, ocupaba un cuarto de plana. lntervius, recepciones, telegramas, flores, hasta orquideas... Lastima que no llego a estrenarse nunca. Romero llor6 en mis brazos como un nino. AucusTo. -La rcsistencia es Ia que no· sin·e, e) alambrc cs malo. Lou.--Conste que yo fui Ia mas _fuerte. jAh, si hubic ra habido cstreno! Si hubiera habido est reno, yo no estaria aqui. . . j O no, Augusto?

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...

AuGuno.-( Dese~JtentliJo.) Si, claro. iSacatelas! Me pellizquc. LoLA.-Tu supiste c6mo estuvo todo. Fue casi mi consagracion. jQuetzalc6atll (Cierra los ojrJJ, ut~ce las mflflos y los lt:bios cerraJos .utu mewdia.) Mi aria ... 'J:'u no entona sabes lo que era mi aria principal. SoJa, en el templo, mientraa Pedro de Alvarado mataba a mis hijos. . . El recitado es dramatico, hondo, divino... Por cierto que tu nunca me has podido acompanar bien en el piano, Augusto. ~Augusto? Aucurro.-Espera, ya voy. LoLA.-Tc decia que tu nunca has podido seguirme en Ja partitura de Quetzalcoatl. Aucus-ro.-No, nunca. LoLA.-jSi hubicra habido astn:no! Claro, despues de bo, tu comprendes que yo no podia vo)vcr al coro. Lola Casarln en el coro... jOh! Entonces nos casamos, ~te acuerdas? Aucurro.-( Entrantlo.) Ya esta. Tendras que 'esperar a que se tueste e) pan. ( Va a setJiarse.) LoLA.-~Sin lavarte las manos? AucuSTo.-(Sonriente.) Es que tengo hambre, Lola. LoLA.-Por favor, Augusto. Hay agua en la cocina. Aucurro.- Bucno, tu mandas. LoLA.-Y tr:ieme mi pan, tu; anda. AucusTo.- Est3 bien. (Va de nuevo ala cocina.) LoLA.- Me acuerdo y me rio. Tu llevabas un traje prestado. Te veias tan nino. Y yo, Lola Casarini . .. Nadie Jo hubiera creido. Pobre Augusto, tu no eras mas que un violinista de Ia orquesta. AucusTo.-~Lo . quicrcs muy dorado? LoLA.- No, no mucho. AucusTo.-Entonces ya. Lot.A.- Eras tlmido como una mujercita. Te pusiste rojo cuando te bcse. Aucurro.- ( Entra con los pfltles calientes en Ia mano.) j Uf, me quemo! ( Casi los tira sobre la mesa.) LoLA.-Augusto. ~No h:~y pbtos, servilletas? jComo en

Aucurro.-(lnelinJnJos6 " e/U y tlhrtu:JnJoltl.) No te enojes, no. LoLA.-jQue tienes, Augusto, por qu~ te riea? AucuSTO.--Se me olvila un momenta. 14 a&tituJ abatiJtJ Je Augusto. Lo besa, y il pef'1nlmece lriste.) Pobre bambino, tienea una carita de nino Iindo. (V" hacia ltJ cocina., Se asomt~.) ~Quieres 'ir a la

(TransiciOn luminostJ aJ. patio, aJon.le irrumpen unos ma-romeros. Los sigue un f"'JtlSO y un gracioso /1 pkrr.uelll que toean -t~~mbortJ y cornetin- una rtieja canci6n popular.)

grandes artistas van a ofreccr su trabajo. i A vcr. Ch icharrln magn !fico! jA vcr, maromeros grandcs! iA vcr, cl tamhor prollfico ! jA vcr .... !

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ca/le tlllrtl Ana Rr~11/.UIItl y queda inm6r•il ai recohijo A tttlris.)

ANnKES.-jOiga, don Chicharrin! ::"Ail.INo.- CRo.- (Abatitlo, sin comprenJer, mbe a m cuurto.)

Esd bien, est:\ bien. F.n Ia Uni\"ersid:1d sed otra cosa .•.

(A utlris rletiene eu el patio por el !mJ:::.o al gracioso que intellltl irJe. Quedmt solos en el patio: A11a, Andres y Sabino.) ANDREs.-{ Acercandose a su mudre.) lei

M:~m ;\,

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(A tra lo rechazu r•ir•tlmente ~· hu,-e h11citl m ClltlrlrJ. El/r,s siguen.) SABINO.-

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Dtulandu ante la puerta.) :\nJrcs...

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ANDREs.-( Al gracioso.) Sientate. SABlNo.-Mejor me voy. · ANDREs.-Esper.ate. Nos iremos luego. Ya ves, :aqu1 no se puede ensayar. ~Que tal nos sa1i6? Yo creo que muy bien. Con otro ensayo... ~No crees? SABlNo.--Oye, mejor me voy. ANDR:Es.-Esperate. ANA.-~Quien es.•• quien .• .? ( Entrando.) ANDREs.-5oy yo, mama. Es mi madre. ANA.-( Fijando sus ojos sombr!os en el oestiJo del hijo.) Tenia que suceder••. si, claro.•• ANDREs.-Este es Sabino v azquez, mama . ANA.-Mucho gusto..• mucho gusto. . • ( Rudamente.) (Y ei trabajo de la fabrica vas 3 dejarlo? ( Al otteio.) No, no es po~ible. (A Sabino.) Mucho gusto.•• Sientese usted. (Toma un banquillo y Jo limpia con un lrapo.) Todo esto••• la casa esta desarreglada. • • ( Su uoz se hace energica.) No esperaba visitas. Hoy es martes, lno? j Sientese usted, ]e digo! ANDRES.-lQue le pasa, mama? ANA.-jCallate el hocico! Ahora que pensaba comprar tela para e1 vestirlo de Sofia. No es justo, no es justo. (A Sabino) ~Usted cree que es justo? Y ahora si este deja el trabajo, no le pagaran horas extras. Y otra vez lo mismo, Io mismo. No oye, no. Hoy mismo vas, tienes que regresar. (HumilJe a Sabino.) lVerdad que tiene que regresar? Usted no sabe, no comprende, es que yo pensaba comprar ]a · tela para el vestido de Sofia. Un vestido tan bonito. lConoce a Sofia? No, claro, como va a conocerla. Soy una tonta, tonta .• , ay, Dios mio... (Se aprieta las sienes.) Es ]a jaqueca. ANDREs.. -l Quicre una pastilla? ANA.-No, hijo, gracias, te lo agradezco mucho, pero no. ( M uy dulcemente.) ~ Y que haces para do ah i? Por favor

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sientate, platica con tu amigo. Conversar es un arte, jeh? ( Altiva.) Eso debieran saberlo Susana y Gudelia. ~Con~ce a Susana? Es gorda, vulgarona. Cuando lava bufa como ballena. (Celebra su broma ruidouJ1ftenle.) Es usted muy serio, jo. ven... iCOmo dijiste que se Jlam.aba? · SABINo.--Sabino. ANA.-Bonito nombre, bonito nombre, muy bonito nombre. . Hasta se parece un poco al de. . . ( N 4 gligentemente.) Bueno, no ticne importancia. • . un pariente. Ya Je habr:i platicado mi hijo Andres. N060tros, pues. • . (Con im61ita altivez.) j El hecho de estar fungiendo en la porte ria de una vecindad no quiere decir que desconozcamos las reglas elemen tales de Ia educaci6n! Esto lo habra notado us ted sm duda. Una vez... (Se toea las sienes.) ANDRES.-tPor que no quiere Ja pastilla, mama? ANA.--Se pasa, se pasa. Padezco jaquecas, lsabe? Le advierto que no es nada, no vaya a creer. Se lo advierto porque esas mujeres de ]a vecindad creen que es anemia, como soy delgada... Tontas, ~usted cree que· una mujer como yo iba a dejarse engordar como una puerca? Yo me callo, nunca lea digo nada. ( Muy enfatictJ.) El hecho de fungir como portera me obliga a usar el guante mas blanco para las inquilinas; usted sabe. Dona· Francisca, ]a duena, me ·estima sobremanera r con frecuencia me hace obj eto de atenciones que estrechan a~n mas ~uestra vieja amistad. Andres, no me mires asi, tque t1enes, htjo? Yen. ( Le abrazo la cabeza sonriendo. Luego insinuante.) Anda, anda. T6mense Ia mano, ~no? ~Por que no? ANDREs.-No entiendo..• ANA.-. jDasela, te digo, r ustcd tambien, Vamos! (Se retiro un po10 y Jos cotstempla.) Eso es ... magnifico..• No hay nada mas hermosa que la amistad. SABINO.--Senora ... ANA.-jC6mo! jSi tiene usted los ojos claros! Eso cambia por completo Ia opinion que tenia de usted. Con toda seguridad en su familia hay personas rubias, digamclo. SADINO.-No se, senora.

ANA.-F.s natur:tl que no lo scpa, ustcd cs mu)· jo,·cn, pero :~dvi~.:rto en scguida su magnifica cducacion.

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ANoRis.-Mama, Sabino cs cl director de la compania. SOlo ha ,·cnido a decide a usted que nos dejara ensayar en el p;~tio.

ANA.-~Ensapr... cns:1pr,

que? (Mira a Andt·is de

'f'~J

a cabeu.) Si, luego cs cicrto. F.l· hijo de ]a portera. . . ( Su se ahoga.) Un pay:tso de plazuc.:la. Un payaso de plazu~:1:1 ••• jNo me toques, h:1s perdido toda dignidad! Un paofJ:::.

yaso...

~Sabcs una cosa?

Me da vcrgiicnza ser tu madre. lc hago dano a nadic. ANA.-A ml si, a ml sl. Es una crueldad monstruosa ..• ANDR~s.-Tiene que oi nne. ANA.-H ijo, hijo, y el trabajo de la Hbrica ~vas a dejarlo? Digale usted que no. ~Usted no conoce a Sofia, mi hijita. ( Dr~lcisima.) Es tan rubia. . . Oiga usted csto: ( m .. fJtictJ) Sofia cs un:t jt;LIA.-( E11 ·igttEJ.IA.-Avc Maria Purisima. . . Ahora 1·cr:i ustcd. (} en ' ''JZ ,,fta.) j Quicn \'iYc! PEI)RO.....::.F.l diablo, senoras. . ( l'l!ciJ tlcJI/ Ill/ 1.·-:·r

/'•lfitJ .l' tiel cuf,,, tiel de

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Amb,u,

grift, ,. sr .:hcl:::.cl/1,- . •

:Sci,I!Jtcill

c·er t: I:1J ti'1J 11111 jn·t'J ciC'ei'J!/IIIZntltu, y .. .. Las monjas italian :~s, tu sabes, de ben ser estrictas co n las n iihs pobres. Ellas explican esto de un modo. . . Una t iene que atender a las alumnas de paga. El lavado de su ropa, sus camas. Lavar, planchar. A ml me llevaron a la cocina. . . Cuando llueve, en las tardes, . una sicnte ·tristcza. Me gustaba ir al mercado con la senorita Antonia, mientras regateaba, yo vela a las gentes. .. (Sonrie.) Y a uno que otro muchacho... Yo le d ije :1 Ia director:~ que me dejara venir; no quiso. F.ntonces me escape. TinS las canast:ls en la calle ~· corrl. Y coino llevaba la dirccci6n en un papel, todas me dij eron dbndc cr:~, y b Mecatona tambien, y me trajo. ( Pawa.) Poi.JTA.-No te pongas triste. Dime que te pasa. SoFIA.-Es que ... me siento ta'n mal, tan mal. PoLI1'A.-No volveremos a tocar eso. SoFiA.-Tal \'CZ tiene raz,)n. PoLJ TA.-~Quie n ?

SoFiA.-Pedro. Esta casa, las gentes. • • Nada es como yo creia. Yo no pedia mucho, te Jo ase~uro, nunca he sabido pedir mucho. · P ero aqui hay una cquivocaci6n que nadie me explica y yo no mc atrcvo :1 preguntar. Algo se ha quebrado dentro de m l , sabes. . . Siento que he sid.o engafiada. Y no por quicn, no se por quien. (Se levanta.) PoLJTA.-Oyeme. SoFiA.--Como si todos vivieramos en cl infierno. Condc'nados a un dla mas y a otro dla y otro. tYcrdad que hemos sido engaiiadas?. • . Es por alguien, es. por algo que yo no alcanzo a comprcndcr. ~ Que sera? {Quien sera? Ay, no me mires. ( Se arroj a en sus brazos.) Me siento tan desgraciada. PoLITA.-Vamos por eJ pan, {quieres? Te voy a acompaiiar.

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SoFiA.- No, dejame, · no me veas. Me da verguenza llo-

RosA.-La que se acaba soy yo. LALo.- Por tus "ninas". jTus "muchachas"! ESTELA.-Que tc mantienen. LALO.- ( A Maria.) Ve a ver como deje al desgraciado

rar. ( Y escapa hacia l.z col/e.) (Quedt1 Polito. oocer y ruidor.)

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Va

iJ .. retirarse

cua11do de afuera /Jegan ese.

LALO.-jYo no quiero oir nada!

jSe acabo!

· ( Entra Lalo con el cabetlo rec•uelto y muestras seguras de una recienle Jificultad. La mango de su camisa. esta desgarrada.)

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('fransici6n Juminosa o/.. cuarto Je los W o/..ter. Rosa y M aria ertJn sentaJas sobre Ia coma coriendo. Estela Jocalixa una musica con los botoner Jel raJio y elige una ruiJosa piexa de baile, Lalo 'termina al mismo tiempo de atravesar el patio; sube Ia escalera, sigr1e Je prisa por e/ pasillo Je la axolea y entra.) MARiA.-( AJ r:erlo.) jTia! ROSA.- jMuchacho! LALO.- .( Avanxa contra Mc1ria.)

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jTu ticncs Ia culpa!

MuiA.- ~Yo?

Luo.-Tu y el idiota de tu Cecilio. MARiA. -j Cecilio! ~o&A.-. j Lalo! ErrEu.-Vaya, vaya. LALo.-jSi, Cecilio! (Do un f!lsO haci11 Maria. R osa lodetune.) Dej ame, · tia. Si tam bien a esia le qutero romper la

cara. ROSA. -jY yo, _estoy pintada o que cosa! MuiA.-(Que le hiciste? (Ve de nuevo _venir a Lalo. ) . jTia! · LALo.-jTe lo voy a dccir! ROSA.- ( Sujetandolo.) j Lalo! j O igan · por Dios! MuiA.-Pues, este; que viene hecho un demonio. LALO.-jVerguenza deber~an terier! ROSA;-( A Estela.) ji\paga ese radio! . ErrELA.-jA mi que importan sus Hos! LALO.-jPues a mi si los de ustedes! jSe acab6, 6iganlo!

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MARIA.- ; Que Je hiciste? ~Dondc est:\? ( H ace un movimiento.) LALo.-(Cemindole el paso.) ~Adonde ,·:~s? Me das Hstima. Si yo qujsier:1 te rompia tod:~ la cara, 6ye1o. ESTELA.-Muy macho, ~ no? RosA.-Es tu hermana, Lalo. LALo.-(De Maria.) Es una ... RosA.-j Lalo! LALo.-( A RoJa.) No tc pong:~s contr:t mi. Yo tengo raz6n. EsTEJ:A.- Vendd borracho. LALo.- BorrJcho de tr:mcazos. (A Mariu.) Mira, con cstas manos lc rcvente la jeta a tu Cecilio. MARlA.- No tenias derccho ... LALO.-iVc :1 \'crlo! RosA.- ~Sigues entonces con esc joven, Maria? MARfA.-Estc ... iDcjcnmc, dej enme! RosA.-No, no tc dcjo. Yo te he prohibido que s1gas con el. MARIA.-( A Lclo.) No p-areces mi hermano. Pareccs un cafre . LALo.-Porquc no me de jo emborucctr. (A R oJa. ) ;Sabcs lo que hizo? Se me cruz6 en ]a. calle s61o para decirmc que nunca dejaria a M:~ria, y que yo habl:lra con e11a. jQue sc crcy6! Y nos pegamos. RosA.-{ Ya Yes, M-:~ria?

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(En ei radio suena olra piex.a musical con igual ritmo.) MARJA.- iYo nose nada, nada! · LALo.-Si lo sabes. No te hagas. Me dijo que habia cs· tado platic:mdo contigo toda Ia tarde. (A Rosa.) Mira, tla ... RosA.-.- No gu icro tus consejos. Yo se lo que hago. Maria, les c1crto eso? lConque lo volviste :1 ver ... ?

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MufA.-sr: RosA.- Ya te he dicho que Cecilio no puede ofrcccrt.: nada. ESTELA.--Su amor. ( Retoca .ru irot1ia de pie ante el espejo.) MARIA.-Pero... ESTELA.- ( A Maria.) Todavia les contcstas. jComo s1 una tuviera que dar cuentas de . . . ! LALo.- ( A Estela.) Tu te callas. ESTELA.-Yo no soy Maria. jYo no me trago tus payaS:ldas! LALO.- jNo me gritcs! A ti te las estoy guardando, veras. ESTELA.- ( Cruxandose de brazos.) Mira como estoy de miedo, tu. RosA.--Callatc ya, Estcla. LALo.-( A Estela. ) Cccilio cs un pobre imbecil ... Pcro lo tuyo, hermanita, cs otra cosa. Cuidate. La proxima vez que te vea con el tipo ese del autom6vil, te meto a puras patadas. EsTELA.- Nos mctemos, dijo el otro tQue querlan; que yo anduviera con un pobre agcnte via jero como Cecilio? Sf, chucha. L.u..o.-Desgraciada · esta . .. RosA.- j Muchachos ! LAw.-Tu tienes Ia culpa, tia Ro~a. Tu y nadie mas que tu. RoSA.- lluminame, Senor. L!\LO. - tSabes Jo. que dicen las vccinas? Que ercs una infeliz vieja alcahueta. Y que estas, "las Walter", son unas cuzcas que se acuest:ln con los much:1chos que tu les consigues. MARtA.- j Lalo! LALo.- j Y a m i me da vergiienza, me da vergiicnza! Si yo pudiera trabajar, 'irme. Ustedcs me acostumbraron a ser un pobre mandadero, sin saber que uno n creciendo y que cs hombre y que tiene que vivir de algun modo y no pegado a las faldas de las mujeres como un aten ido. y crezco r no se hacer nada, y quiero vestirme y ando con unos pantaloncs ro· tos y puercos, causando Jastima y agachando Ia cabcza cuando

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los de mas hablan de nosotros de 'estas. y 0 no quJero ya nada con ustedcs. N unca lcs he pedido nada. Pero ahora quiero que me echen a Ia calle y que no se vuelvan a acordar de mi. EsTELA.- j Pues largate! RoSA,-No, Estela, no. Lalo. . . LALO.- ( Abatido.) 1Sueltame, tia ! tTu crees que puedo irme? (Se deja cur en el banco del tocador.) Para irme necesitaba ser hombre, tener valor .. , ( se mira al espejo la1 mancluu tie sangre) . .• y creo que hasta eso he perdido ya. MARiA.- Dispensame, Eduardo. No sigas diciendo tonteri'as. ESTELA.- A mi que no me dispense. Que se Jargue. RosA.-iAy, Dios mio! jAy, Dios m io! ESTELA,- Esto faltaba. jA chillar! MARJA,- j Estel a! ESTELA.- Pues para que llora, vieja idiota. Lo haec par~ provocarse un ataque de diabetes y luego echarnos Ia culpa. RoSA.--51. . . sl. . . ( H uye hacia la puerta.) MARiA.- No, tia Rosa.. . ( En vt:no la quiere Jetener.) LALo.- ( A EJtela.) Eres una perra.

(Sale Ro1a buscando Ia sombra de Ia azotea p11ra Jlor11r.) ESTELA.- ( A Lalo que se eJtti quitando la camisa.) Anda, por ella. Debe de haber corrido a la botica y estara cont:indole a Rafacla que: "nosotr.as", que "sus sacrificios. , ." MARJA.- jAldnzala, Lalo!

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( El ha encontrado una agujo y procura recoser la rolura Je su manga.) LALo.-Ya para que ... ErrELA.-Dejala. Que sc vaya al diablo. MARiA.-iNo lo repitas! (Se acerca a Esteia.) ErrELA.-~Quien eres tu para impedirmelo? MARiA.--Callate, Estela. Te va a pesar. EsTELA.-~De veras! MuiA.-Anda, d ilo.

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ESTEl..A.-No. AI diablo no. Tu r e11a vayanse mucho al ca ..• MARlA.-( Abofeteandola.) j Bruta! (Silencio. La musica cesa. Estela mira a Maria cdn rmcor . y sale rapidamente de la habitaci6n, baja corriendo la e-scalera y se precipita a Ia calle. Maria, de pie, queda un momento alurdida.) Voz DEl. l..OCUTOR.-Los productos Samsa, siempre al servicio de ]a humanidad, ofrecen a ustedes ·sus nuevos j abones al precio popular de cincuenta centavos ]a pasti1la: ( lrrompe en el aire La musica de El minueto antiguo de

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MARiA.-(Mira a Lal.o que cose su camisa. Se acerca a fl.) Pres tala. Yo te la voy a coser. ( Se sienta y toma Ia camisa. Empiez.a a coserla.) iTe ]astimaste mucho? LAt.o.-No, s6lo esta mano. Un poco. MARIA.-Hiciste mal. LAt.O.--'No se. MARiA.-~Por que te peleaste? No me vengas a decir que e) te busc6 para insultarte. Dame un boton. Habra ClUC lavarla. Las gentes debian portarse como personas, o es que ... ~Lo odias, realmente? LALO.- (Piema.) Creo que ya no. (Sonrie.) Ya nos pe· leamos. MARiA.- No es una gracia. No sabes cuanto me han lastimado esos golpes. LALO.-iY por que queria usarme a mi de su cacahuate ? MARiA.-Porque esta loco, porque me quiere. LALo.- Mira, Maria ..• MARiA.-Espcrate; no mas pleitos. ( Pausa.) Lalo, no es posible que tu no te des cuenta exacta de todo cuanto te pasa a ti y a nosotros. Vivimos perfectamente mal y todo .]o que hoy le dijiste a mi tia es cierto. No es posible cerrar los ojos. El dinero alcanz.a cada vez menos. El mio, porque e1 de Estela no llega aqui nunca. Poco es para ella, y todavla esta cubierta de deudas. Hay miles de usureros en la oficina que prestm a cien anos de plazo.

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LALO.-~Y que tiene que vcr t~do · eso con Cecilior MARiA.-.-All a voy, cspcr:ltc. Yo no se si no soy una rom:intica 0 si, como cl dice, no tengo corazon. Lo c i~.:rto qct: mi problema no es de amor, es cosa de esto, de dinero }' apreturas.. Yo no puedo ser como Estd a, que prdcura siempre aparentar ser una chica de buena familia vcnidJ a mcnos o de ci~rta Clasc. T odo eso sigriifica vestidos c:u os, perfuml.:s Y. algo m;is que es imposibk tcner. La tia Ros:t sc ha pas:tdo ]a vida cosiendo para mantcnernos, cu:tndo n i yo ni Este\:1 pcnsabamos trabajar, en primer lug:1r porguc no sabcmos ha· ccr ·nada. El empleo que tc nemos es un favor, ~c nti(.'ndcs? Y una se ve obligada a mante ncrlo con la man g:~ anch-a par:t ciert:ts cosas. A Estela le cncantan. A m i no. Y entonccs vi no Cecilio y lo ace pte, porguc con el no he tcn ido ncccsidad de enganos. :f:J s:1be como, d6nde )' de que \'j\·imos, ientien· des: Yo lo quiero mucho ~· el me quicrc ... cntonccs habbmos J e obr:~r corrcctamen tc: Jc osunos. LAw.- ( Ext.ra?iadu.) ~De n:r:-~s? Yo ... )'O no sabi:t. M ARiA.- No son mentir :~s , mir:1. ( De Ia /Jr,Js.i tie m tlelantal saca un ligero anillo y se lo mueJtra. Su r•r,z. Je quiebra.) No tuvc valor para regres5 rselo. No \'ale n:-~da, ~ vcrd a d ? Pcro ~s un compromiso ... Y no cuaj6 a p~sar de su volutad. Yo no puedo dejarlos ;1 ustedcs , :t ti sobrc todo, y el no pu·~ d c.: mantencrnos a todos... H ubo ta n t:~s pal;~bras. Discutimos. El estaba dispuesto a llevar h ca rga se:t como fuere, incl uso doctorcs para la c nfc rmed;~d de mi tia. Yo no quisc. No hubi,:ra sido justo. ( Puwa.) Ldo, haec un:t hora qu c Cecilia y yo t c rmin:~m os todo. Y ahora, pues, ya ... !Tc s1guc dolicndo h m:mo? LA 1.0.- ( M irtlnrlo.ce Ia 71/ ara que compro ese billcte? Dfgamelo. A poco cree que no lo vi. ·• Aucurro.-( Esquiva11Jola con Jelicader.a.) Ya ves: lo com pre. ELOiNA.-Y estuvo escogiendo el ntimero, ~eh? AucusTo.-Algun:~s vcces compro un billcte. Dejamc pasar. ELoiNA.:_(Aferrada a su brazo.) ~Se va :1 s.t·car mucho con el? Au.GUSTo.-No se. ELOiNA.-( Restregandosele.) ~Y:a nose :acuerd:a de lo que le dij e? Aucurro.-No esta bien eso, Eloina. Eres muy chica. ELOiNA.-Lo que pasa es que usted no quiere solurme esos veinte pesos que yo digo. AucusTo.-Dejame. ELOiNA.-lMe da quince? Yo lo haria por qumce.

(Tramici611 luminosa al cuarto de Lola Casarin. Lola e1ta Je11tada, hojeando uno1 cuadernos.) A ucusTo.-j Por favor! ( Rechaza, a Eloina.) ELOiNA.-( Lo mira partir y siente oJio.) Tacafio, t:acano, tacano ... (Augusto enlra m ru casa. Eloina encoge los hom'bros y se mete en Ia ruya. Lalo ha regresado, sube /tJr ercaleras rum~o

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a Ia habitdci6tz. Pedro decide tamb.iln entrar e11 su cuarto. La ,J&ci6n qu~Ja concentrada en la oic•ienda de la Casarin. Au· gusto ha que.Jado mirando los cuademos que. Lola reoisa. Avanza. E),·p~rimenta u11a frenhica ami~dad: son su composici6n. Lola levanta la cara y le sonrie ir6nictimente. Augusto intu1ta tomarlos. Lola pone su mano sabre ellos.) LoLA.-(Cou 10110 amargo.) jPor Dios! Como si yo no cstuvicra aqui o no valiera nada mi presencia. AucusTo.-Pcrd6namc. Buenas noches. (La b~sa. En seguida quiere apoderarse de sus plugos. Ella augura JU mano encimt!.) · LoLA.-jVamos! (Con ofu:dida dignidad.) No veo por que la emoci6n dcba sobreponersc a bs buenas mancras. Pon el violln en su Iugar, jquiercs? (Augusto mira con ami-~ JtJ manuscrito. Duda. Por fin obedece. Lola prosigue con sutil puya.) Supongo que estuviste en el Conscrvatorio. jC6mo no me habLt usted dicho... ? AucusTo.-(Cotzturbado.) No ticnc importancia. Un cmso breve. Unas horas a Ia scmana ... LoLA.- · Pero yo rio lo sabla. (Otra r1ez ir6nica.) Es 'raro. N unca antes me ocultopoca?, me maravilla saberlo a usted · duefio de tan singular fortuna. PoPocA.-lOue pasa agui? ANA.-~No lo cree? Le estoy concediendo a usted la mano de mi hija. PoPOCA.- jAh!, ~con que eso era? DANIEL.-Te dije que no iba a querer. ANA.-Te equivocas. Esta solo maravillado. Es natural. •• PoPocA.-Miren, eso si no se va a poder. ANA.-Repi talo. PoPOCA.-No se va a poder. ANA.- · (Deja correr utJ silencio.) ~Eso significa que rehusa usted? PoPOCA.--Claro. No se enoje usted. · Sucede esto: yo ten· go ya una novia, ~sabe? . ANA.-Novia... (A Daniel.) Me imagino que clase de

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novia puede tener este. Una novia como Eloina, como Estela Walter, jcomo la Mecatona! DANIEL.-Te lo dije. ANA.-( A Popoca.) No confunda uste~, ?o· Su noyia no se puede comparar con Sofia, que es una senonta. Sofia puede leer un libro entero en italiano. Sofia •.. PoPOCA.-Oigan, ustedes estan queriendo que yo acepte y diga sl. Pero no. Ramona ?o sera como Eloina ni ,sofia, porque es obrera: t~abajamos JUntos. Cre~, que ella esta queriendo casarse conm1go. Y yo, pues, tamb1en. ANA.-~Es que; no acepta? DANJEL.-Te lo dije. ANA.--Comprendo que no ha querido usted lastimarme, Genove\'O Popoca; mas, si asi fuera, sepa usted que me estoy humillando para conoccr su ultima palabra. ~Rehusa ustcd? PoPocA.-Pues... de plano, si. ANA.-Perfectamente. Eso es todo, senor Popoca. Daniel, dame la pastilla. PoPOCA.-No me mire asi. Yo.•. este .•. puede se.r que luego tratemos mas el asunto. DANJEL.-Hoy va a pensarlo. ANA.-( Muy contenta.) Es natural. El hecho es delicado. jAh, Popoca, ya sabia que podia contar con usted! PoPOCA.- Yo no he dicho que . • . ANA.-No diga mas. Gracias, gracias. Sofia sera dichosa. DANtEL.-El no ha dicho que acepta, Anita. PoPOCA.-Ya me voy, con permiso..• ANA.-Sofia lo esperara. No Jo olvide.

5oFIA.-~Hab16

usted con ella? PoPocA.-(Turbado.) Si. Adi6e. (Se retira a su casa.) SoFiA. -Adi6s•. . ( ExtranaJa, entra en /a suya.)

(Solo, 4poyado aun contr.a el Jrbol, esta Augusto Sober6tt qu1 tJuelrle Ia cara aJ ofr un alegre s;Jbido. Es AtJdris. Llega 1; , peoeupaei6n metiJo en su traje Je vivos co/ores.) .,

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AucuSTo.-Clntilan. Por Ia disunda, creo. ANoRis.-De chico pen~ba que donde un~ se cayera .. • AucuSTO.-j Push! Como honnigas todos. ANott£$.-jSera cierto que dependemos de los astros?

AucuSTo.-Dicen. ANods.-Yo tengo un libro que dice que dependcmos de los Jttroc. Si uno aprende algun:ts C'06aS sabe Jo que va a pa· sarle• . Cada mea tiene au signo. Yo roy Acuario.

Aucurro.-jSi? ANoR.::s.-Por febrcro,

DANJEL.-Anita . ..

(Ana mira a su marido con desden. Se incUna y Je escupe Ia cara. El se Jimpia el insulto con el dorso de Ia mano y e/14 se yergue y queda frente a sus ojos con los brazos cruzad~s mientras cesa Ia luz en el ·int"rior. Popoca ha quedado CIICJI· klndo un momento junto a Ia puerta de Ana·. Sof1a regresa de kJ ca/.l.e.)

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padean?

(Pop;ca se mcoge de hombros y se marcha.) ' ..

ANDREs.-Buenas noches, senor Sober6n. Aucurro.-Bucnas. lDel trabajo? ANoRis.-81. AucuSTO.- tMarcha? ANDRis.-Si, bien. ( Eleca Ia c•isla aJ cklo.) Bonita, tno? AucuSTo. - ~COmo? ANDREs.-Le digo de Lt noche, cJ ciclo, mire. jComo hav cstrellts! Despues aaldri b luna. · Aucurro.-( Mirando tamoiln a/ cieb>.) Realmcnte si. No me hahia fijado. Un poco frfa, pero bonit:l, ~se es Orion, suponJO. . .. y Sirio esa, la mas grande. ANDJU~s.-No le atino, hay unus. 10ue sera que par•

[.

~ube?

Pcro son doce.

1Los co-

noce? AucuSTO.--Si. AHods.-(Cualle toea?

Aucurro.-No .e. AHDREs.-jNo cree en e10? Acuno.-Pu~;. .. · (Se intHNim-pen, Soflt~ sale ""lustiaJa Je su caso.) ·

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ANoRis.-~Que te pasa? SoFiA.-j Andres! ( S1 cohijt~ en il.) ANoais.-