OTRA DIMENSIÓN DE LA COLECCIÓN GAVIOTAS DE AZOGUE CÁTEDRA IBEROAMERICANA ITINERANTE DE NARRACIÓN ORAL ESCÉNICA COMUNICACIÓN, ORALIDAD Y ARTES Número 21 / Teatro / Madrid / México D. F. / 2013

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LOS LIBROS DE LAS GAVIOTAS © Antonia Bueno / De esta edición: Comunicación, Oralidad y Artes (COMOARTES)

Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE) Director General: Francisco Garzón Céspedes Asesora General: María Amada Heras Herrera Director Ejecutivo: José Víctor Martínez Gil Directora de Relaciones Internacionales: Mayda Bustamante Fontes Directora de Extensión Cultural: Concha de la Casa Madrid / México D. F., 2013 / [email protected] Derechos reservados. Se autoriza el reenvío sólo por correo electrónico como archivo adjunto PDF. No se autoriza edición o impresión alguna sin permiso previo de la Editorial. Se autoriza a las bibliotecas a catalogarlo para el público.

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Monólogo inédito de Antonia Bueno (España) escrito a petición de Francisco Garzón Céspedes y para Ediciones COMOARTES. La historia de solicitar monólogos a dramaturgos y dramaturgas de prestigio comenzó hace mucho… A fines de los años setenta y desde la profunda admiración de muchos años de Garzón Céspedes por la obra dramatúrgica de Nicolás Dorr y por este creador, así como desde la amistad que los ha unido, y luego del impacto y extraordinario éxito de La chacota en el Teatro Martí, Garzón Céspedes propuso a Nicolás si desearía escribir el monólogo del personaje de Lolita para dirigírselo y estrenarlo en La Peña de Los Juglares en La Habana (con la misma intérprete original: la actriz Margot de Armas) e incluirlo en una antología que preparaba (y para la que fue una de las piedras de toque: Monólogos teatrales cubanos, Editorial Letras Cubanas, 1989, una de las más importantes del mundo en su género). Así nació, y desde La chacota, el renombrado (y primer) monólogo de Nicolás Dorr, Yo tengo un brillante, dedicado por el autor a Garzón Céspedes y a Margot de Armas al ser posteriormente editado. A continuación Garzón Céspedes solicitó lo mismo a otro creador que admiraba y admira: Eugenio Hernández Espinosa y respecto a un personaje secundario de su premiada obra La Simona, y así nació La Machuca (dirigida por Garzón igualmente a Margot de Armas para La Peña de Los Juglares y teatros). A partir de ese momento y para que la Antología en preparación pudiera ser realidad, Garzón solicitó monólogos expresamente a decenas de dramaturgos y escritores de narrativa con cuentos en primera persona. Más de treinta años después, el ahora Director General de la CIINOE y de Ediciones COMOARTES y el ahora condecorado con la Orden por la Cultura Nacional y la Medalla “Alejo Carpentier”, Nicolás Dorr, volvieron a unir sus nombres en una edición que respondió a la petición de Garzón Céspedes de un monólogo inédito para publicarlo junto a la entrevista realizada al dramaturgo en el 2010 y entonces difundida. La petición de Garzón expresaba la posibilidad de que se tratara no sólo de un inédito sino de un texto no creado aún o de uno sustancialmente nuevo, uno vuelto a ser creado en relación a alguno ya existente, y Dorr decidió, para Garzón y Ediciones COMOARTES, volver a dar vida al texto que se publicó, modificando el original y destruyéndolo –según sus propias palabras–. Esa ha sido la historia de la reciente edición de: Desde el sótano en Los Libros de las Gaviotas 16, 2012. Ahora Bel La Bella, de la reconocida mujer de la escena Antonia Bueno, a quien Garzón Céspedes ha entrevistado y COMOARTES ha editado, texto que constituye a la vez, la arriesgada y exitosa inmersión de una dramaturga española en el tan singular y rico lenguaje popular de Cuba, y del que ella ha escrito: “En gran medida es un homenaje a ti (Garzón Céspedes) y al pueblo cubano por extensión, con todo mi cariño”, y que entrega como cumbre el dramático delirio de una artista en su vejez cubana, se inserta en esta historia para sumarle una nueva y deslumbrante columna dramatúrgica.

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BEL LA BELLA

Se escucha el bayón de la película Ana: “Tengo ganas de bailar el negro compás…”. Pero no aparece Silvana Mangano contoneando su cuerpo escultural, seguida por una legión de mulatos tocando las maracas, sino una vieja enlutada, sentada en un silla de ruedas que empuja con desgana… tal vez con amargura… o quizá con resignación, hasta llegar al proscenio. Una potente sirena en do menor se lleva el bayón.

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¡El barco está a punto de zarpar! (Se levanta con agilidad y habla a la silla de ruedas.) ¡Ñame con corbata! Marrullero. Enseñas a mentir hasta al barro. Tremendo artista… ¡Del fango! Qué lindas tus palomicas… Tan lindas como aquellas del niño Jesús. Yo, que siempre fui una jiribilla, quiero echarlas a volar… Y ¡Zas! Al suelo. Paliza bárbara. Y luego otras cosas… que no quiero decir. Me hago grande el día que comprendo que no me dejarás en paz… y que esos pájaros tuyos nunca volarán... ¡Yo lo haré en su lugar! Yo no soy de barro, papi, sino de puritica y prieta carne. (Empuja la silla al fondo.) Adiós, padre. Conmigo no te empatas más. Se te acabó el manichearme. ¿Me oíste? Zangüango, guanajo, pipisagayo. ¡Que te den candela!

(Orgullosa, al público.) Menor de edad me largué. Y mil veces me volvería a largar. Hasta echaron por mí a los guardias. Pero… ¡Ahí yo iba a estar aguardándoles!… Yo ya surcaba los océanos, gozando de esta sabrosura de libertad. (Tocándose los brazos.) ¿Colgajos?... (Con picardía despliega unas preciosas mangas que semejan alas.) ¡Alas! Hay que mirar bien, caballeros. El ojo, como el hombre, es tramposo. Se la pasa jugando malas pasadas, burlándose de nosotros, dándonos cuero. Es preciso estar alerta, ver más allá de las apariencias, no apichinarse. (Se ríe y danza por la escena.) Volé tanto y tan alto… Tan bella, tan elegante, tan divina… ¡El mundo entero a mis pies! (Se detiene confusa, mirando alrededor.) Y ya ven, acabé cayendo y haciéndome pedazos. Como aquellas palomicas. (Suena un timbre. Se le ilumina el rostro.) Disculpen, me llaman para salir a escena. Debo apurarme. (Llama apresurada.) ¡Anacaona! ¡La ropa y las joyas de este número!... ¡Vamos, apúrate, chica! Al final tendré que hacerlo yo… Como siempre. (Saca de bambalinas un perchero con ropa elegante y joyas, que va colocándose.) Nunca me gustó el nombre que me pusieron. Nombre de reina española: Isabel. ¡Lo mío habría sido llamarme Anacaona! ¡Flor de oro!… Anacaona la brava, la cacique que se enfrentó a los conquistadores y les dio candela. ¡Ño! Va más con mi idiosincrasia… Y ahí ven, cosas del destino, así acabó llamándose

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ella, mi mano derecha. Sin Anacaona, la taína, qué habría sido de Bel La Bella… A veces pienso que ella fue mi verdadero amor. Los hombres… Muñecotes de feria con billetes para comprarnos. Aunque a mí nunca nadie me compró. ¡Libre como el viento siempre fui!… (Baja del telar una media luna. Suenan los primeros compases de la habanera “Veinte años”.) Mi número especial. Con el que coseché mis mayores triunfos acá y allá. ¡El bolero más viejo y la artista más joven! La pareja más bella del mundo mundial. (Bel canta meciéndose en el columpio de la luna.) Qué te importa que te ame, si tú no me quieres ya. El amor que ya ha pasado no se debe recordar. Fui la ilusión de tu vida un día lejano ya. Hoy represento al pasado, no me puedo conformar… (Confusa de nuevo.) ¿El pasado?... ¿Hoy?... (Feliz.) Hoy es Santa Inés, patrona de las jóvenes no desposadas y de los jardineros… ¡Adoro esa historia! Obligada al prostíbulo, mientras caminaba el pelo le creció tan exageradamente, que acabó cubriéndola. Nadie la vio entrar… y ella no vio donde entraba. (Guarda silencio, mientras se mece. Se detiene con determinación.)

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Yo sí. Yo sí lo vi. ¡Hay que ser valiente, carajo! Para la virtud y para el pecado. Y yo lo he sido mi vida toditica. (Baja de la luna.) Me vine para acá como Caperucita Roja, en busca de mi abuela patria... Y en cuantico que llegué, me esperaban los lobos. (Se acerca al proscenio. Escucha el silencio. Al público, en susurros.) ¿No los oyen? Aúllan día y noche… Tengo miedo… No encuentro la senda. (Corre sin rumbo, con desasosiego.) Corro y corro… Sola… Perdida en este bosque de donde huyeron hasta los pájaros… ¿O fue que los rompí todos? (Se detiene. Mira al público con terror.) ¡Son ustedes!... Ustedes son los lobos… ¡Ahora me desayuno! Claro, se disfrazaron de corderos para engañarme y poderme atrapar. ¡Pero no me tendrán entre sus bembas babosas! Hice un pacto con Eshu. Aprendí a caminar sus doscientos y un caminos. Él me mostrará la salida de este laberinto… (Saca un papel del pecho.) Además… ¡Tengo que asistir a la fiesta! Aquí está la invitación. ¿Quieren que se la lea? (Lee.) Informe médico: Confusión mental. En fase primera de… (Confusa, deja de leer.) ¿Qué sabrá ese pendejo?... ¿Yo desconchinflada? ¡Cosa absurda! A mí no me la dan. De sobra sé que esto no es un informe… ¡Es una invitación! Eso es. ¡El título de una nueva comedia!… No me habían invitado al estreno. ¿Saben? Debió olvidárseles. Pobres, tan ocupados… Por eso tuve que robarla. Tremendo

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título: “Confusión mental”. Debe ser un drama de esos modernos que hablan de las cosas de la cabeza. Después, seguro que han organizado tremendo bacilón. (Se mueve agitada buscando,) Tengo que pensar qué ponerme. No puedo ir así. (Llama.) ¡Anacaona!... ¿Dónde se habrá metido esta mucama? Siempre que la necesito está Dios sabe dónde. (Coge del perchero joyas, que se pone añadiendo a las que ya tiene.) ¡Qué tonta!... Necesitaré un acompañante… (Se detiene. Dirigiéndose a un espectador.) Miren el canoso de la última fila… Colirio de hombre, refresca la vista. Tímido él. Me adora, nunca falta a mis shows. Vean como tengo al tipo, loco lo tengo. ¡Te quiero, mi amor! (Le lanza un beso con picardía y le tiende la mano.) ¿Me haría el honor de ser mi pareja? (Mira su mano arrugada y rompe a llorar desconsoladamente.) ¡Fui la más grande artista! ¡Bel, La Bella! El mundo se arrodillaba a mi paso. ¡Tremenda rebambaramba!… Y ya ven, acabé quedándome en la calle y sin llavín. Según este informe, a mí no me salva ni el médico chino. (Mira el papel y sonríe.) Dicen que en unos meses acaba todo. No…, no me refiero a lo mío. A lo de toditicos ustedes. Que llegan los angelotes con sus trompetas y toda esa parafernalia… A mí ya me la trae al pairo. Pero no se preocupen, he vivido ya no sé cuantos Apocalipsis de fiasco. ¿Acaso son las mismas nuestras matemáticas que las de Dios… o las del Demonio?

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(Vuelve a mirar el papel.) Mundo éste de despelote. Nadie sabe adónde va… ni mucho menos de dónde viene. Las sendas son muchas… y están oscuras. ¡Mamita, cuánta bifurcación plagaíta de ofrendas a los Orishas!... Ya oscureció. Debo apresurarme. Es la hora de los Echú… Y sus siete encrucijadas… (Llegan los tambores de Santería con sus toques llamando a los Orishas. El cuerpo de Bel se estremece y comienza a agitarse al ritmo sensual de la percusión. Mientras danza mira desvalida al público.) Perdí la senda. ¿Ustedes saben cuál es mi camino?... Cómo van a saberlo. Desventurados. Andan tan perdidos como yo. No hace falta más que ver sus caras… ¡Podemos caminar juntos! Tal vez los ojos de este joven… el olfato de la señora… Yo aún tengo bríos. ¿Ven qué reyoya? Muslos de mármol, sí señor… (La música se aleja. Bel se detiene confusa. Se toca la cara.) La otra mañana me acerqué al espejo a darme coba y... ¡Allá no estaba yo! Habían colocado una vieja que me miraba con jeta de pocas amigas. Alguien me hizo magia. ¡Seguro que fue la Yadira! Siempre me envidió… Ella me echó polvos en el café… Y luego me puso a la vieja esa desdentada y fea como demonio. Pero esto no queda así, no señor. Cualquier día le preparo una de caerse de ese culo de mona pelada que tiene. Que se joda su poco. ¡Qué mala es la envidia! Y la Yadira siempre me envidió… Venga darse vitíti. Chancletera... Una bicha. Ni a puta llega. (Animada.) El arte no se estudia. El artista es un sentimiento que no brota en cualquier mata. Se lleva en la sangre. Y yo… Aquel cafre era un quimbao, un baboso, un comemierda… Pero, al pan pan y al vino vino. Esas mismiticas manos sucias

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que buscaban mi carne… ¡Dos miguelángeles para el barro!… De tal palo, tal astilla. Mi arte se vino conmigo. El pueblo me adora, yo no puedo caminar las calles. ¡De la pista a mí nadie me bota!... ¿Saben qué edad tengo?... ¡La que represento!... No está en mis planes espicharla. ¡Yo soy eterna! ¿Oyeron?... Y todo, toditico lo hice con esta cabeza, a la que debo tanto… (Aspira con deleite.) Las mañanas huelen a azahar, paladeo las noches como dulce daiquiri. Todo está por hacer. Soy bella. ¡Joven!... Llegó la primavera. ¡Qué preciosura! La siento florecer, aletear… Y me nace aquí dentro una emoción que no se atreve a decir su nombre. ¿Por pudor?... ¡Ay, chica! Ese siempre me fue un sentimiento ajeno. ¡Carajo! Estoy preñada de emoción... Eso sí que tiene chiste. ¡A la vejez viruelas! No me para de bailar aquí dentro. Es una tirana esta emoción… Hay que hacer al momento lo que ella ordene. ¡Y ahora quiere cantar! (Canta “La vida es un carnaval”.) Todo aquel que piense que la vida es desigual, Tiene que saber que no es así, que la vida es una hermosura. ¡Hay que vivirla!... (Se detiene y queda callada.) Pero siempre acaba llegando la noche… con su frío… y su silencio. (Al público, tanteando.) Entre ustedes y yo están estas tinieblas… Y sin embargo, un pálpito me dice que el cielo es hoy tan azul… Sí. Esta mañana amaneció radiante. El mar está en calma y el barco a punto de partir.

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(Suena un timbre.) Si alguien toca, Anacaona, no estoy. Ando ocupada con el viaje. (Suena la sirena del barco, ahora distorsionada. Escucha feliz.) ¿Oyen?... ¡Vamos, no se entretengan o nos quedaremos en tierra! Estos barcos no esperan. Voy a viajar el mundo entero. A conquistar los públicos del planeta. ¡Agárrense a los asientos! ¡Que tiemble la pista!... ¡Llega la inimitable, la irrepetible Bel, La Bella!

Se oye una voz de mujer llena de vida y juventud, como las que una vez tuvo Bel. Una voz que también un día se volverá áspera y cansada… Sólo es cuestión de tiempo. A su ritmo, la luna sube hasta desaparecer. 12 VOZ MUJER:

Se comunica a los familiares y amigos de Isabel Belmonte, que ha finalizado la hora de visita. Se ruega abandonen la sala. Las emociones han sido muchas y la anciana se encuentra profundamente alterada. Necesita regresar a su cuarto para descansar. Quizás mañana les esté permitido volver. Ya les avisaremos. Gracias a todos por su comprensión. Buenas tardes.

(Bel escucha confundida. A medida que se desgrana la voz, el espléndido cuerpo se va encogiendo, hasta retornar a su achicada senectud. Con ojos ausentes, tal vez no percibe más que los latidos de su viejo corazón. Mira al público.)

BEL:

¿Se van? ¿Tan pronto?... Aún no acabó el show. Aguarden, quedan piezas lindísimas, valses, guarachas, congas, guaguancós… Caballero, tengo la señorita que usted busca. (Mira a su alrededor. Llama.) ¡María Elena, Dulce, Rosina…! ¡Vamos! ¿Qué hacéis, gandulas? Venid a atender vuestras tareas. Estos señores se van aburridos. Nos dejan solas… Me dejáis sola… todos. ¿Dónde vais?... Tengo frío. ¡Anacaona, mis pieles! (Ve la silla de ruedas. Se acerca y le habla.) Por tu culpa se fueron. Viniste de nuevo a joderme la juventud. ¡Bisnero de mierda! Oliste el juaniquiqui… Quieres hacer bisnes conmigo, ahora que triunfé… Pues entérate, que en esta bodega no vas a encontrar abastecimiento. Así que, agarra tu pinga y vuélvete por donde viniste. Viejo del carajo… (Acaricia la silla.) ¡Ay, papirriqui!... Tan viejo te volviste… No te reconozco. Ya ni la mano alargas… ¿Cómo tú estás?... (Se encara con él.) Me dejaste bien embarcada. Ya tú sabes de qué hablo… Vergüenza debió darte… Me partiste la vida, papi. Pero qué importa ya… Ahora no somos más que un par de estafermos. Antiguallas tú y yo… y el fruto de nuestra deshonra. Igualitico a ti. Sólo alargó la mano para pedir. A la hora del cuajo me botó en este bochinche apestoso. Ahora ya ni viene a verme… Pensé que hoy… tal vez… aquel caballero de los espejuelos… Puras ganas nada más. ¡Yo a mi hijo lo venero!... Me dijo que volvería en diciembre… Pero diciembre nunca llega.

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(Se tapa de nuevo con su negra ropa, como cáscara oscura y amarga, mientras se desgrana la habanera “La Bella Cubana”.) ¿Creen que no lo sé?… No soy más que un bulto rancio del que todos retiran la vista. Una vieja. Una sombra que pronto no será nada. Todo, toditico lo perdí. Mi juventud, mi piel tersa, mis muslos de mármol, mi risa cantarina… (Se desploma sobre la silla de ruedas.) Mis huesos rancios dejaron de bailar hace siglos. Ya sólo son cenizas… Apenas cenizas que descansan en el fondo del mar… Junto a los corales que adoré lucir alrededor de mi suave cuello… Cenizas entre atunes, chernas, caballitos de mar, esponjas, camarones y peces de ojos noctámbulos… Cenizas bajo estelas de barcos que van y vienen… Ya no cargados de pasajeros y música, como el que a mí me trajo… Apenas de hombres callados y cámaras frigoríficas… (Señala a la intraescena. Confidencialmente al público.) ¡Shhh! Desde que caí en este agujero, ellos me han robado todo… Mis trajes, mis alhajas… la juventud, la belleza, el amor, el mes de diciembre… Hasta mi dulce acento me robaron… ¡Mi hermoso acento cubano!... Me lo cambiaron por este chapurreo rasposo y seco… (Busca a su alrededor.) Y ahora me quieren a mí. ¡No me dejaré! Quieren volverme tarumba… Pero mientras consiga tener bien ésta de aquí… ¡Ja! No podrán conmigo. (Señala su cabeza.) Hay días en que aquí dentro se forma un río repletico de recovecos… Vueltas y vueltas… ¿Hasta cuando ese balanceo?... ¿O son olas marinas?... Me volví una jabada. Ya no sé si estoy dentro… o fuera… Si soy de Ochún o de Yemayá… ¡Pero, qué carajo, basta de conversadera!

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(La habanera se aleja. Bel calla y mira alrededor con temor.) No me gusta este silencio… Nunca me gustó el silencio… ¿Dónde está mi música? ¿Quién me robó el bayón?... ¿Cuánto demorará el descanso de la orquesta?... ¿Cuándo comenzará de nuevo el baile?... (Suena “Yesterday” en la versión sabrosa de Cheo Feliciano. Feliz.) ¿Qué ustedes piensan? No. No voy a retirarme… ¡Yo nunca me retiro!... Ustedes son mi pueblo querido… Y mientras me sigan queriendo, aquí estará con ustedes… para ustedes… ¡La inimitable, la irrepetible… Bel, La Bella! (Con sus brazos sarmentosos les hace señas para que se levanten.) ¡Vamos, párense! ¡Párense y aplaudan!... El show terminó… Por hoy. Mañana les espero de nuevo para hacerles gozar… ¿Mañana?… Ahora, de repente, olvidé qué es mañana… ¿Quién me robó el mañana?... Ayúdenme a buscarlo, seguro que está por ahí… ¡Anacaona! ¡Anacaona! El mañana… ¡Tráeme el mañana!... Ahora creo que lo perdí. ¡Qué pena! Me gustaba tanto… tanto… tanto…

El círculo se cierra. La mujer es de nuevo eternamente vieja, aguardando eternamente el recomienzo de su pesadilla circular y húmeda. La oscuridad la acoge suavemente en su seno.

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I / RESPONDE A FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES ANTONIA BUENO (ESPAÑA)

“EL MONÓLOGO DESPOJA AL HECHO ESCÉNICO DE ADORNOS Y OROPELES1

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Esta entrevista es inédita y ha sido realizada especialmente para esta edición.

¿Qué es para usted el monoteatro (término por aproximación: monólogo, soliloquio...), sus significaciones?

Cuando dejé Teatro Guirigai en 1998, compañía que había codirigido durante casi veinte años, estaba llena de voces interiores que pedían ser sacadas a la luz. Eran voces de mujeres diversas que se me imponían con sus deseos, sus miedos, sus esperanzas. Yo me convertí en una “médium” que transcribía lo que cada una de aquellas mujeres me transmitía. Una me lo susurraba al oído, otra me lo gritaba... Alguna simplemente me miraba desvalida, pidiéndole que le otorgara voz. Empecé a escribir y a escenificar múltiples monólogos cuya protagonista era una mujer que sacaba fuera sus conflictos y pedía del público comprensión o ayuda. Debo decir que la mayoría de mis piezas de monoteatro en realidad no son monólogos sino diálogos. La reflexión en voz alta y sin interlocutor del soliloquio se abre en casi todas mis obras unipersonales a una conexión con el público, ya que el personaje, rompiendo la cuarta pared, introduce a los espectadores en su nivel de ficción. Considero que de este modo se alcanza una mayor contundencia en la comunicación. Así ocurre en 7 minutos nada menos, Anatomía de un conejo hembra, Aulidi, Daño colateral, El otro, La 3 Madrastras (Cenicienta, Blancanieves y Hansel y Gretel), Malos días, María y Sí… pero no se calienta. En todas ellas, el personaje interpela al público directamente, con expresiones tales como: “¿Se puede saber qué miran? ¿Tengo monos en la cara o qué?”... “¿Acaso no habríais hecho lo mismo vosotros?... “Salam Aleikum, hermanos...” “¿Por qué les cuento todo es-

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to?... Ustedes no conocen mi lengua.” “La función ha terminado, pueden volver a sus rutinas cotidianas e intentar olvidar que existen abismos insondables…” Quien fue a Sevilla… es un caso especial, ya que el personaje llega por el patio de butacas y de allí sube al escenario. La niña tumbada es otro caso diferenciado, ya que el personaje comparte el nivel de ficción con los espectadores. Sabe que hay alguien ahí fuera, pero no consigue contactar con ellos y acaba dirigiéndose a su muñeca, con la que dialoga. Algunas pocas obras de mi monoteatro son soliloquios, como: En capilla, Manolita en la frontera, Todo por un duro (versión actualizada: Todo por un euro), Tras los cristales, Yo Itziar tengo sida y Zorionak.

¿Cuáles serían las características de un monólogo de excelencias?

El monólogo, como fórmula teatral minimalista, despoja al hecho escénico de adornos y oropeles, trabajando desde la austeridad de un ser humano que habla a otro ser humano. En ese sentido, podemos hablar de la forma teatral más pura, a la vez que más antigua. Partiendo de ahí, un monólogo de excelencia es el que en primer lugar consigue conectar con el público, haciéndole interesarse por el tema expuesto; después, le va atrayendo hasta hacerle vibrar en la misma onda de comunicación, es decir crea con el espectador una profunda empatía mental y sensorial. En definitiva, le conmueve con la historia. Creo que esto rige no sólo para los dramas sino también para las piezas cómicas. Se trata en cada caso de saber utilizar con sabiduría las herramientas dramatúrgicas apropiadas.

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Un monólogo de excelencia es el que imprime una impronta en nuestra alma, que ayuda a enriquecer nuestra percepción de la realidad, de los demás y de nosotros mismos.

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II / RESPONDE A FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES ANTONIA BUENO (ESPAÑA)

“EL TEATRO NOS HACE MÁS HUMANOS”2

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Ediciones COMOARTES, Contemporáneos del Mundo 5, Indagación sobre la dramaturgia, Madrid/México D. F., 2010. Aunque aparece como II por su lugar en este Cuaderno, esta entrevista es anterior a la titulada “El monólogo despoja al hecho escénico de adornos y oropeles.”

–¿Cuál es su personal definición del teatro como arte? No de la escena en general, sino del teatro en específico. Del teatro en tanto que representación, espectáculo…

Concibo el Teatro como el primer y último gran ritual, donde los hombres y mujeres nos atrevemos a despojarnos de nuestras máscaras cotidianas y nos confrontamos con nuestros miedos, nuestros deseos, nuestras dudas, nuestras esperanzas… El Teatro como hecho artístico supone siempre cuestionamiento, una pasión que remueve los músculos del cuerpo, las neuronas de la mente y las estructuras del alma. A diferencia con el cine u otros medios diferidos, que trabajan con repeticiones inertes, cada representación teatral es un acto único, irrepetible, efímero. El Teatro es “recreación” no “repetición”. En este sentido, el acto teatral es la forma artística más parecida a la vida. Pero, al mismo tiempo, el Teatro no es una mera copia de la realidad. El Teatro es una metáfora escénica sobre la Vida. Ése es su gran valor artístico y ahí está su capacidad transformadora del individuo y de la sociedad.

–¿Por qué escribe dramaturgia?

Como dramaturga, el motor que me empuja a ponerme en movimiento generalmente es un fuerte impuso, que puede venir de mi interior o ser propiciado por los acontecimientos externos.

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Dentro de mi dramaturgia coexisten dos líneas: Una intimista, donde me adentro en los recovecos del alma humana, visitando de la mano de mis personajes sus contradicciones, sus conflictos, su drama humano en definitiva. Aquí pueden encuadrarse obras como Tránsito, El otro y Arcángeles, mis tres primeras obras cortas después de salir de la compañía Guirigai y emprender mi camino en solitario, en gran manera centrado en la dramaturgia. Mi otra línea es social. En ella intento ahondar en las miserias y las injusticias producidas en el mundo, a veces al otro lado del planeta, a menudo justo a nuestro lado, siempre desde una elaboración teatral, con la poética que el tema me sugiera. El resultado han sido obras breves como La niña tumbada, sobre la violación; Aulidi (Hijo mío), sobre la inmigración magrebí; Zorionak (Felicidades), sobre la inmigración interior resultado del terrorismo etarra; o sobre los estragos de la guerra como Daño colateral y Malos días. En general suele tratarse de un impulso irresistible que me hace sentir como un vehículo para canalizar esas historias que laten dentro de mí o me golpean desde el exterior pidiéndome ser contadas. De todos modos, supongo que en cada una de mis creaciones, aunque sea más fuerte una u otra línea, ambas aparecen imbricadas, como no puede ser de otro modo, ya que “yo soy yo y mis circunstancias”, así como “escribir es siempre un verbo reflexivo: escribirse”. Eso ocurre con mi Trilogía de mujeres medievales, donde en cada obra la protagonista es una mujer perteneciente a una de las tres culturas “del Libro”: cristiana, musulmana y judía. Cada uno de los textos desarrolla la historia de una de esas mujeres: Sancha, Zahra y Raquel; pero en definitiva, según

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han apuntado algunos estudiosos de mis obras, se trata de un mosaico tridimensional de mí misma ubicada en distintas circunstancias. Aunque, debo decir que no todas mis obras han nacido del impulso de un personaje o de una situación que piden ser contados. A veces ha sido un título el que me ha asaltado, pidiendo su historia. Eso me sucedió con Todo por un duro, Anatomía de un conejo hembra y El negro que tenía la pluma blanca. Otras veces han sido las condiciones de una solicitud, como un maratón de monólogos, donde cada uno de ellos no debía sobrepasar los 10 minutos. De ahí surgió 7 minutos nada menos. También ha habido encargos, como la petición de una obra de tres personajes masculinos de diferentes edades, que me llevó a escribir Tres hombres limpios; o un unipersonal solicitado por un actor croata, que en este caso dio lugar no a una sino a dos obras: Helicobacter Pilarín y El enigma de la Dama de Elche (resuelto).

–¿Cuándo vio una representación teatral profesional por primera vez? ¿Dónde, cuál? ¿Para adultos o para niñas y niños? ¿Por qué asistió? ¿Tuvo una relevancia especial para usted?

Aunque parezca paradójico, fue en la televisión. Es cierto que había visto teatro de títeres, de aquellos de cachiporra que se instalaban en las plazas, pero para mí la relación con el “Teatro” comenzó a través de la televisión. De pequeña, durante los años 60 tuve la posibilidad de ver numerosas veces aquel legendario programa Estudio 1, donde se escenificaban obras de

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todo tipo, tanto clásicas como contemporáneas. Eran obras para adultos, interpretadas por los grandes actores del momento. No puedo recordar cuál fue la primera. Al teatro como lugar de exhibición asistí más tarde. Una de mis primeras obras como espectadora fue Castañuela 70, del grupo Tábano y Las Madres del Cordero, que vi ese año en el Teatro de la Comedia de Madrid. Recuerdo el contraste entre el desenfado crítico de la escena y los abrigos de piel de las señoras que asistían a la representación e incluso aplaudían divertidas, sin parecer darse cuenta de que era de ellas de las que se mofaban en el escenario. Eran momentos de cambio en España y por tanto de desconcierto. Descubrí una manera de hacer teatro social a través del humor. Otra obra que me marcó fue Historias del Zoo de Edgar Albee, puesta en escena por el TEI en el Pequeño Teatro Estudio Magallanes en 1971. La sabiduría dramatúrgica de Albee unida a la batuta maestra de William Layton plasmada en dos espléndidos actores: Antonio Llopis y José Carlos Plaza constituyó uno de los primeros empujones que me llevaron a dedicar mi vida al teatro. Otra de las primeras obras que recuerdo con interés fue Canta gallo acorralado, de O´Cassey en versión de Antonio Gala, en 1973, también en el Teatro de la Comedia de Madrid. En este caso me impactó el tratamiento circense de la escenografía y el vestuario en colores estridentes, que plasmaban muy acertadamente el clima de la obra. Ahí descubrí que el teatro es algo más que una copia de los aspectos externos de las cosas. Me abrió las puertas de una poética.

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–¿Cuál es la obra de teatro cuya lectura más le ha impresionado? ¿Por qué? ¿Cuándo leyó teatro por primera vez y que recuerda al respecto?

Una de las primeras obras de teatro que leí fue Romeo y Julieta. Es también una de las que más me han impresionado. Los personajes palpitan a través de las páginas del libro. La obra es tan viva que, aunque yo conocía el final, parecía que en cualquier momento los acontecimientos podrían adquirir cualquier cariz y cambiar el curso de la historia, como ocurre en la vida. De todos modos, mi primera memoria está plagada de cuentos, que son una forma de acercamiento al teatro muy interesante para un niño. Siempre que yo leía un cuento me imaginaba los personajes, el vestuario, la escenografía, los sonidos, incluso los olores. Quizá es que de modo embrionario yo ya era una teatrera.

–¿Cuál es la representación específicamente teatral (no escénica en general, no de pantomima o danza o…) que más le ha fascinado? ¿Por qué?

No podría hablar de una sola. La primera vez que asistí a la ópera fue a ver Sansón y Dalila, con Plácido Domingo, dirigida por Lluís Pascual en el Teatro de la Zarzuela en 1981. Era su primera dirección operística. Me impactó el tratamiento teatral de los personajes. Los actores no sólo cantaban con la boca, sino con todo el cuerpo. También me llamó la atención el tratamiento escenográfico, que rompía con los aparatajes de cartón piedra, usando elementos minimalistas, como las

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dos grandes telas rojas que en un momento cumbre se precipitaban desde los telares, formando las cabeceras del lecho de los amantes y anunciando la tragedia final. De mis primeros espectáculos teatrales tengo dos recuerdos muy impactantes: Por supuesto, el Mahabharata de Peter Brook en 1985, en los antiguos Estudios Samuel Broston. Antropología y minimalismo hábilmente conjugados por un creador genial. Agua, tierra, música, danza… Pero no una amalgama de técnicas superpuestas. No. Un espectáculo total. De nuevo los hombres hablando con los dioses. La magia era posible. ¡Qué maravilla, yo quería hacer algo así! El otro espectáculo impactante fue La historia terrible pero inacabada de Norodom Sihanouk, rey de Camboya, de Heléne Cixous, dramaturga que luego he seguido con mucho interés, dirigida por Ariane Mnouchkine, representada en la estación de Delicias de Madrid en 1985. Como Brook, Mnouchkine sabe imprimir a sus espectáculos una frescura y vitalidad arrolladora y sus elencos son un ejemplo de energía grupal en la búsqueda de una meta común, aunando tradición y vanguardia. Años después tuve ocasión de visitar “La Cartoucherie” en Paris, y me dije que yo algún día tendría un espacio de trabajo así en Madrid. De hecho lo tuve en mi última etapa en Teatro Guirigai, una gran nave industrial en Arganda, que convertimos en nave teatral, donde invitamos a varios miembros del Théâtre du Soleil a impartir un Curso.

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–Si tuviera que indicar siete puntos indispensables a los que debe responder como arte una obra dramatúrgica, ¿cuáles señalaría?

1.

Una Poética.

2.

Sentido del Humor.

3.

Planteamiento de Conflictos.

4.

Fusión entre Tradición y Vanguardia.

5.

Cuestionamiento de formas de comportamiento y modos de expresión obsoletos.

6.

Signos-puentes de comunicación con el público.

7.

Honestidad. 28

–¿Cómo describiría los pasos más presentes en su proceso creador de una obra dramatúrgica? ¿Método de creación?

Mi método de creación no siempre sigue las mismas pautas. Depende del tipo de texto, de su contenido, duración, estilo… Las obras breves suelen surgir de golpe, como una bocanada. Las obras largas suponen un proceso más complejo. Me gusta combinar la elaboración de una estructura en la que ir cimentando la obra, con los chispazos inmediatos que surgen caminando, cocinando, en el metro, en la duermevela… Y sobre todo, intento, como decía uno de mis maestros, que el texto se parezca más a una planta que a un mecanismo. Si vas por buen camino, los propios personajes te llevan, no necesitas forzar. Eso es fantástico. Llega un momento en que ellos saben más que tú y la historia se va desenvo l-

viendo como un ser vivo, sorprendiéndote resoluciones que nunca habrías imaginado. A nivel estilístico cuido mucho los elementos formales como la condensación, el equilibrio, el contraste, el lenguaje, el ritmo, la musicalidad. E intento descubrir la forma que se encierra en el contenido del texto que estoy abordando. Cuando trabajé mi Trilogía de mujeres medievales era consciente de que cada una de las tres obras tenía que tener una estructura diferente. En Sancha, reina de la Hispania me basé en las epopeyas castellano-leonesas. En Zahra, favorita de Ál-Ándalus en los cuentos mágicos árabes. En Raquel, hija de Sefarad en la mística hebrea y la cábala. 29 –En cuanto a su trabajo dramatúrgico: ¿Privilegia la categoría dramática o la humorística? Y de los géneros teatrales: ¿Cuál prefiere? En los dos casos: ¿Por qué? ¿Cree que su obra se enmarca en un estilo o en varios estilos determinados?

Dependiendo de la propuesta, la propia historia suele conducirme a un tratamiento estilístico del tema. Mis textos de tema histórico están en clave de drama, aunque de una u otra forma, a partir de personajes o situaciones, siempre aparecen los contrapuntos cómicos. En mis textos de tema actual, sobre todo en los breves, hay tragedias y comedias, aunque los contrapuntos del humor y la desdicha siempre están latentes.

En mi trayectoria como dramaturga he intentado acercarme a los diferentes estilos, cosa lógica ya que las historias y las temáticas han sido muy diversas. En todo caso, mi estilo preferido es la tragicomedia. Considero que los grandes temas están compuestos por situaciones dulces y agrias, melancólicas y eufóricas, lentas y rápidas, tristes y alegres, violentas y pacíficas, risibles y espantosas. Cuanto más variadas sean estas situaciones, tendremos un prisma más completo (o al menos más complejo) para contemplar esa realidad, lo cual enriquecerá la capacidad de los espectadores para comprender y disfrutar de la propuesta. Soy consciente de que uno de mis objetivos es reivindicar el papel de la Mujer como protagonista de la Historia, de la suya personal y de la colectiva. Eso guía en gran medida el tratamiento de mis textos y me sitúa, según dicen los estudiosos de mi obra, como dramaturga “de género”. Es interesante un comentario recibido hace un par de años sobre el diferente tratamiento de mis obras cuando el protagonista era femenino o masculino: Cuando se trataba de una mujer, yo utilizaba la sensibilidad, la piedad, hablaba de sus contradicciones, de las violencias a que era sometida… Cuando era un hombre, sacaba punta a la ironía, al sarcasmo, a la mordacidad… Eso me hizo reflexionar profundamente. Tenía que aprender también a burlarme de las mujeres, es decir, de mí misma, no situar siempre al “otro” ahí enfrente para convertirlo en diana de mis dardos dramatúrgicos. De ahí surgió el monólogo La madrastra de Cenicienta, una revisitación del cuento a través de la ironía “políticamente incorrecta”. De alguna forma, esto ha marcado una toma de conciencia sobre mis inclinaciones, evitando maniqueísmos.

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–¿Cuál es su postura frente a un director que desea dirigir una de sus obras? ¿Espera que el texto de principio a fin, sus características esenciales y sus intenciones más expresas sean respetados en su totalidad?

Deseo, claro, que se respete el espíritu de mi texto. Supongo que es una actitud muy lógica. Para un director, eso es lo bueno y lo malo de que el dramaturgo esté vivo. Si hay cambios en el texto, me gusta que me los consulten. Y lo cierto es que siempre llegan a convencerme si la propuesta de cambio es atractiva. Algunos directores confunden la creatividad con el capricho. Yo no creo, como está muy de moda últimamente, que el texto sea un mero “pretexto”. Cuando dirijo textos de otro/a dramaturgo/a intento en primer lugar entender qué es lo que quiere transmitir. Se supone que por eso lo elijo para ponerlo en escena. Hay muchas formas de conseguir plasmar creativamente el espíritu de un texto, aún cambiando el contexto en que se desenvuelve. Como ejemplo, puedo citar un montaje de Romeo y Julieta que vi en Río de Janeiro, en que el conflicto entre montescos y capuletos se había trasladado al enfrentamiento entre familias de dos favelas cariocas. En este caso la analogía funcionaba perfectamente y daba como resultado una aproximación muy acertada del tema shakesperiano al público brasileño. Respecto a mis textos, la mayor parte han sido dirigidos por mí. En este caso, intento ser lo más honesta conmigo misma. Cuando me coloco en el rol de directora procuro entender a la dramaturga, pero cuestionándola desde el lenguaje de la escena cuando haga falta. Yo misma me he metido tijera y he reformado escenas para el montaje cuando lo he considerado necesario.

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Recientemente he trabajado junto con Olga Peris, la directora de mi última obra Waltzing Tirisiti, formando parte del equipo en un doble papel: como actriz y creando conjuntamente con ella una nueva dramaturgia, reelaborada a partir del texto primigenio. En otros casos no he participado en el proceso, y he visto la obra como espectadora en el estreno, tal como ocurrió con Sancha, reina de la Hispania en Ciudad-Real, con Zahra, favorita de Ál-Ándalus en Toulouse, o con muchas de mis obras breves en Lecturas Dramatizadas. Y debo decir que, salvando un par de casos, por lo general ha sido una grata experiencia. De todos modos, no nos engañemos, a los autores nos encanta que pongan nuestros textos en escena, y no siempre podemos exigir un rigor extremo si queremos ver nuestras obras representadas.

–¿Qué clase de crítica desearía recibir respecto a su creación dramatúrgica? ¿Considera que es la que usted en lo fundamental ejerce, en público o con usted a solas, al valorar la obra de otro? ¿Qué le gustaría expresar del público? ¿Qué le gustaría expresarle al público teatral? ¿Y a los lectores de dramaturgia?

Mi mayor objetivo siempre es llegar a los espectadores, “conmoverlos” en el sentido más global del término. Cuando las críticas me dicen que lo he conseguido, es fantástico, claro. En caso contrario, intento reflexionar, en un ejercicio lo más desapasionado posible, sobre los errores que me señalan, para corregirlos. Hasta ahora este ejercicio de humildad me ha servido mucho para

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seguir creando honestamente. Aunque resulte duro, se aprende más, o al menos a mí así me ha sucedido, de los errores que de los aciertos. Eso me ocurrió con Sancha, reina de la Hispania en su estreno en Cáceres en el 2000. Me embarqué en la producción del primer texto de mi Trilogía de mujeres medievales, con una treintena de personajes, llevándolo a escena con ocho actores que se multiplicaban en un arduo ejercicio de bolillos. Era mi primera dirección en solitario después de salir de Guirigai. La crítica fue bastante demoledora, hablaba de errores y carencias. Aunque al releerla años después no me ha parecido tan terrible, en aquel momento mi reacción fue de profundo desconsuelo. Pero algo me dijo que no podía regodearme en mi infortunio ni odiar eternamente al crítico ni vituperarle como injusto e ignorante. Así que intenté escuchar lo que me decía. Me tragué mi orgullo herido, me arremangué los refajos y me puse a revisar el texto con ojos nuevos, corté dos escenas largas que demoraban el ritmo, creé otra nueva muy breve que enlazaba bien un momento dado, volví a ensayar con los actores… Felizmente, el tiempo dio la razón a mi actitud. Meses después recibí el premio del Jurado del Certamen Internacional de Directoras. Y en el fondo se lo debí a mi primer fracaso en el estreno. Al valorar las obras de otro/as dramaturgo/as, intento conectarme con los mínimos prejuicios posibles, ejercicio no siempre fácil, ya que como lectora o espectadora no soy “inocente”. A veces, esta dificultad proviene de la estructura de algunos textos, que enmascaran sus contenidos con un gran aparato de camuflaje, resultando difícil de desentrañar, más allá de las apariencias, el mensaje profundo, a veces inane o frívolo.

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Otras veces, mi dificultad de conexión se debe a la excesiva ideologización de algunas obras, que te plantean como dilema: “Comulgas conmigo o si no lo haces eres un proscrito o un vil gusano”. Estas obras, que en el fondo son tesis filosóficas maniqueas no me interesan, coincidan o no con mis propias tendencias. Al lector o espectador de mis obras deseo transmitirle un poco de luz en el camino de estos tiempos turbulentos. Pero, por supuesto, nunca desde una prepotencia de gurú salvadora. Yo me limito a sacar a la luz los conflictos para que los observemos y nos observemos juntos. No pretendo en absoluto que mi mensaje sea banderín de enganche ni arma arrojadiza contra los que opinan de diferentes modos. A los lectores de textos dramáticos en primer lugar busco apasionarles, entusiasmarles, hacerles reflexionar sobre aspectos inusitados, imaginar situaciones, escenarios, colores, sonidos… En segundo lugar, deseo que la lectura de mis textos les decida a ir al Teatro y verlo puesto en pie. Ahí podrán cotejar sus propias imágenes con las del director y el equipo creativo. Se darán cuenta de que las cosas no son unívocas, que tienen varias formas de resolverse en la práctica y que muchas de ellas pueden convivir en armonía. El Teatro enseña a vivir y a convivir.

–Si tuviera que formular un reclamo para argumentar la necesidad del teatro en la vida humana, ¿qué sería lo esencial que expresaría?

Como en muchas de mis obras circulares, una estructura muy querida por mí por lo que tiene de tiempo mítico, vuelvo a la primera parte de esta entrevista:

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“El teatro es el primer y último gran ritual, donde los hombres y mujeres nos atrevemos a despojarnos de nuestras máscaras cotidianas y nos confrontamos con nuestros miedos, nuestros deseos, nuestras dudas, nuestras esperanzas… El teatro nos hace más humanos.” ¿Qué mejor reclamo?

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Bueno Mingallón, Antonia

(España). Dramaturga, directora, profesora y actriz ([email protected]; www.mujerdeteatro.blogspot.com; datos completos en www.aat.es). Síntesis biográfica: Realiza estudios y participa en proyectos teatrales desde hace 35 años. En 1979 creó, en Madrid, Teatro Guirigai, codirigiendo por 20 años su gestión artística en 17 espectáculos presentados en los circuitos españoles y Festivales Internacionales. Como actriz participó en todos sus espectáculos, recibiendo elogiosas críticas, como en el papel de La Celestina. Autora de textos, y guiones de espectáculos de calle, traducciones y versiones de teatro musical, como El Conde de Montecristo. La mayor parte, editados. De los últimos La niña tumbada en tomo bilingüe español/inglés Mujeres sobre mujeres en los albores del siglo XXI: Teatro breve español, de Patricia O´Connor, editado por Fundamentos. Como directora, ha puesto en escena múltiples montajes. Uno de los primeros La Parranda de Eduardo Blanco-Amor, representado en Rusia, Brasil y Estados Unidos de N. De los últimos Jornada de reflexión, Métele caña, España, de Fernando Bellón, estrenado en Madrid. Ha creado proyectos de coproducción internacional con Portugal y Brasil. Imparte talleres teatrales y conferencias. En el 2000 crea su propia Compañía, con la que produce y dirige el texto de su autoría Sancha, reina de la Hispania, Premio Especial del Jurado en el IV Certamen Nacional de Directoras de Escena 2001, 1ª parte de una Trilogía de mujeres medievales, publicado por la Revista ADE en 2003 y por la Asociación de Estudios Onienses en 2007. Estrenó con su dirección en el Festival de Otoño de Madrid 2002 la 2ª parte: Zahra, favorita de Al-Andalus, Beca de la Comunidad de Madrid 2001, publicado por la C. de Madrid en 2002 y por Presses Universitaires du Mirail-Toulouse en 2007. En 2004 escribió Raquel, hija de Sefarad, 3ª parte de la Trilogía…, para la que obtuvo una segunda Beca de la Comunidad de Madrid 2004, también publicado por la Comunidad en 2005. En ese año escribió Las mil y una muertes de Sarah Bernhardt, con una Ayuda a la Creación de Teatres de la Generalitat Valenciana, papel que interpretará. La compañía francesa Les Anachroniques estrenó en Toulouse en 2007 Zahra, favorita de Al-Andalus. El texto se ha publicado en edición bilingüe español/francés. Como actriz, una de sus últimas interpretaciones ha sido Mina en Estrellas del Orinoco de Emilio Carballido, dirigida por Jorge Cassino, estrenado en Madrid, 2007. En 2007 la Universidad de Murcia publicó Éramos tan jóvenes, tercer texto de la Trilogía de la transición. En 2008 estrenó en el MUVIM de Valencia El enigma de la Dama de Elche (resuelto), de la que es coautora, directora y actriz. En 2009 la Universidad de Extremadura publicó Sancha, Zahra y Raquel (Trilogía de…) con edición y estudio de la profesora, del Austin College de Texas, Lourdes Bueno Pérez. Desde hace 5 años reside en Valencia. Es Presidenta de DONESenART, Dones de l´Escena Valenciana Associades, que en el 2009 ha celebrado su IV Aniversario con un Ciclo de Dramaturgas Republicanas, creado y coordinado por ella. Ha recibido una nueva Ayuda a la Creación de Teatres de la Generalitat Valenciana en 2009 para Waltzing Tirisiti, escrito con Fernando Bellón, espectáculo escénicoaudiovisual que ha producido y protagonizado en 2010. Estreno en la XX Mostra de Teatre D´Alcoi. Acaba de recibir por su obra Ópera de los residuos el XVI Premio ASSITEJ-España de Teatro para la Infancia y la Juventud 2009. Resumen de sus obras publicadas (además se han publicado textos suyos en otros géneros): · Arcángeles, Revista Art Teatral, Minipiezas ilustradas, nº 17, pp. 23-27, Valencia, 2002. · Aulidi (Hijo mío), Alhucema, nº 8, pp. 9 y 10, Albolote, Granada, 2002. · Zahra, favorita de Al-Andalus, Asociación de Autores de Teatro (AAT) y Comunidad de Madrid, Colección Damos la palabra, nº 22, Madrid, 2002. · Sancha, reina de la Hispania, Revista ADE TEATRO, Asociación de Directores de Escena de España, nº 94, pp. 85105. Madrid, 2003.· La niña tumbada, Maratón de Monólogos, 2003, AAT, nº 6, pp. 37-40, Madrid, 2003. · Malos días, Teatro contra la Guerra, AAT, nº 7. pp. 39-41, Madrid, 2003. · María, pieza del texto Tras las tocas, I Ciclo de las Marías Guerreras, Casa de América, Colección Teoría Escénica nº 2. pp. 226-230, Teatro del Astillero, Madrid, 2004. · Todo por un duro y Tras los cristales, Revista Estreno, Cuadernos de Teatro Español Contemporáneo, Volumen XXX nº 1, pp. 15-18, Ohio Wesleyan University, EE UU, 2004. · Tránsito, Revista Art Teatral, Minipiezas ilustradas, nº 19, pp. 19-22, Valencia, 2004. · En capilla, Maratón de Monólogos 2005. AAT, nº 12. pp. 13-16, Madrid, 2005. · Raquel, hija de Sefarad, Comunidad de Madrid y AAT, Colección "Damos la Palabra" nº 32. Madrid, 2005. · La niña tumbada, en Mujeres sobre Mujeres en los Albores del Siglo XXI: Teatro Breve Español, Patricia W. O´Connor, edición bilingüe inglés/español, Editorial Fundamentos, Colección Espiral Teatro, nº 314, pp. 267-285, Madrid, 2006. · Yo, Itziar, incluido en ¡Grita: tengo sida! Dante presenta una acción teatral en Madrid, 1 de Diciembre de 2005, Publicaciones Universidad Complutense de Madrid, pp. 88-90, Madrid, 2006. · Sancha, reina de la Hispania, edición y prólogo de Lourdes Bueno Pérez, Asociación de Estudios Onienses, Colección Literaria del Milenario del Monasterio de Oña, nº Burgos, 2007. · Zahra, favorita de Al-Andalus/Zahra, favorite d´Al-Andalus, traduction Bruno Péran et Agnès Surbezy, Presses Universitaires du Mirail-Toulouse, Théâtre de la Digue, Collection Nouvelles Scènes Hispaniques. Toulouse, 2007. · Éramos tan jóvenes, Universidad de Murcia, Antología Teatral Española, nº 45, 2007. · 7 minutos nada menos, Maratón de Monólogos 2007, AAT, nº 16, pp. 39-43. Madrid, 2008. · Aulidi (hijo mío) y Zorionak, en Matrias, Patrias, Identidades Genéricas Traspasando Fronteras, pp. 13-16 y pp. 19-21, Editorial Entinema, Madrid, 2009. · Aulidi (hijo mío), Revista de las Fronteras, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Año. 4, nº 11, pp. 10-11, México, 2009. · Sí… pero no se calienta, Maratón de Monólogos, Madrid, 2008, AAT, nº 17. pp. 17-24. Madrid, 2009. · El negro que tenía la pluma blanca, En Sentido Figurado (digital), año 2, nº 8, 2009. · Sancha, Zahra y Raquel (Trilogía de…), edición, estudio y notas de Lourdes Bueno Pérez, Universidad de Extremadura, Colección Textos UEX, nº 16, Cáceres, 2009. · Diàlec de dos Dames, Biblioteca Virtual, Taula Valenciana D´Autors Teatrals, XX Aniversari, Valencia, 2010. · Ópera de los residuos, Teatro ASSITEJ España, nº 14. Premio ASSITEJ-España de Teatro para la Infancia y la Juventud 2010, Madrid, 2010. Coautora con Moncho Rodríguez de la obra Teresa, Rainha de Portugal, estrenada en Póvoa de Lanhoso en junio 2011. Creadora del proyecto escénico-plástico Manolita en la frontera, sobre la pintora Manuela Ballester, estrenado en el Festival Russafa Escènica en Septiembre 2012. Prepara el espectáculo Tres Madras Tras, de su autoría, en el que dirige a la actriz Claudia Verdecchia. La primera parte: La madrastra de Cenicienta se ha estrenado en Valencia en Octubre 2012. Acaba de recibir el Primer Premio del XI Certamen de Narrativa Breve 2012 del Ayuntamiento de Valencia, por su relato sobre Clara Campoamor Yo, Clarita.

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GARZÓN CÉSPEDES, Francisco

(Cuba, 1947 / España). Licenciado en Periodismo, es poeta, escritor, director escénico, comunicólogo, profesor, investigador, teórico de la oralidad y artista oral, y, con doble nacionalidad, tiene residencia en Madrid y en el mundo. Es uno de los escritores que más ha trabajado la hiperbrevedad, desde los sesenta, la poesía, y desde los setenta, la narrativa, lo que puede encontrarse ya en sus primeros libros reconocidos y editados; aunque la hiperbrevedad es sólo una parte de su creación. Llegó al teatro en 1962 y es un hombre de la escena, sólo de su dramaturgia se han hecho más de sesenta estrenos profesionales en más de doce países. Dirige la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE) para extender su propuesta hecha realidad de la narración oral escénica, que desde la oralidad es la renovación del antiguo arte de contar cuentos, y, desde la escena es un nuevo arte oral escénico; es el hombre que transformó la historia de la oralidad artística en el mundo, y dirige eventos internacionales de este arte en seis países (fundó los primeros a partir de 1980, unos, y 1985, otros; en la actualidad en: España, Cuba, Estonia, Finlandia, Suiza, Uruguay); en España, dirige eventos en instituciones que van del Teatro Fernán Gómez / Centro de Arte y otros centros culturales de Madrid a la Universidad Complutense de Madrid y al Teatro “Calderón de la Barca” de Valladolid, entre otros. Es, absolutamente sin discusión, el más famoso de los narradores orales artísticos, como lo ha proclamado la prensa y la crítica durante décadas de país en país. Una acción que se inscribe en la cultura y no en el simple entretenimiento: Los narradores orales escénicos son los artistas contemporáneos por excelencia de la oralidad artística y este arte tiene con ellos una dimensión de “concierto” desde la excepcionalidad y la maestría. Desde los años sesenta nunca ha dejado de decir la poesía sobre los escenarios. E igual desde los años sesenta son publicados sus textos. Desde esos años su obra poético gráfica ha sido expuesta en galerías profesionales, e incluida en antologías, libros, revistas y carpetas de arte de: Bélgica, Cuba, España, Francia, Italia, México, Uruguay, Venezuela, Yugoslavia, entre otros. Su libro Desde los órganos de puntería demuestra que fue el primer poeta en Cuba que escribió sistemáticamente poesía experimental y que comenzó a hacerlo en 1966, si no antes. Este libro de poesía visual y sonora es el primero en el mundo que, cuando menos de modo sistemático, unió dos mundos entonces irreconciliables: el de la poesía (poesía de verso libre) y el de la poesía experimental, en una apuesta por la poesía toda. De sus treinta y siete libros editados impresos, los más recientes en el 2012, en países de tres continentes se han vendido más de medio millón de ejemplares; y tiene varios inéditos. Cinco de sus libros editados son de poesía y de poesía visual. Fue uno de los dos fundadores y directores de la famosa “Peña de los Juglares”. Desde el año 2000 creó en Madrid el Taller de Escritura Creativa del Cuento Hiperbreve especializado en los textos de entre una letra y cincuenta palabras, el primero en el planeta en su género. Y poco después el Taller Práctico de Decir la Poesía, que ha hecho diversos recitales. Es además el Director General de Comunicación, Oralidad y Artes (España), como, por muchos años en México, de Oralidad Escénica y Desarrollo Modular. Ha sido, del 2000 al 2007, el Director del Curso de Comunicación y Oralidad “Cuentos Orales en la Universidad Complutense de Madrid” con el Vicerrectorado de Cultura y Deporte y desde 1998 hasta la fecha de la Muestra Iberoamericana de Narración Oral Escénica “Contar con la Universidad Complutense de Madrid”. Ha impartido cursos, talleres, clases magistrales, conferencias en numerosas universidades y Ministerios de Iberoamérica, muchos de utilidad para el trabajo de comunicación, oralidad y cultura; y, en general, sus cursos, clases magistrales y otros suman más de mil en dieciséis países de tres continentes. Ha estado oficialmente como invitado o participante especial en muchos de los principales festivales de las artes o de teatro del mundo: del Festival de Otoño de Madrid al Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, del Festival Cervantino de México al Festival Internacional de Teatro Experimental de El Cairo, incluido ya en este siglo Teatralia / Festival Escénico para Niños de la Comunidad de Madrid donde dirigió una Muestra Iberoamericana de NOE y espectáculos. Y en el 2009 en el Festival Internacional de Títeres de Bilbao donde recibió un homenaje y la primera medalla concedida por el CELCIT. Ha participado en la organización, o como ponente o invitado especial, como profesor o conferenciante, en numerosos Encuentros de Escritores o Investigadores, así como en Congresos literarios, nacionales o internacionales, en Colombia, Costa Rica, Cuba, España, México, Uruguay y Venezuela, convocados por instituciones como COLCULTURA/Colombia, la Casa de las Américas/Cuba, el Ministerio de Cultura de Costa Rica, las Universidades Centroamericanas, o el Ministerio de Asuntos Exteriores de Uruguay, entre otros, en los que ha dictado clases magistrales y cursos, y ofrecido conferencias. Ha participado oficialmente en la Feria del Libro de Madrid 2009 y 2010. En el 2010 en la II Convención Gobernanza de Ciudades por el Mediterráneo de la Fundación Baile de Civilizaciones y la Comuna (Gobierno) de Cagliari (Cerdeña, Italia); y en el Festival Berliner Märchentage y en su Simposio. En el 2011 en el III Aniversario de la Fundación Baile de Civilizaciones en el Auditorio de Caixa Forum, Madrid; en el Día Cervantino de la Literatura Infantil y Juvenil del Instituto Cervantes (I. C. El Cairo) y en el Festival Mediterráneo de Literatura de El Cairo. Y en el 2012 celebró sus cincuenta años con la cultura sobre escenario en la UCM. Ha sido asesor de diferentes instituciones y personalidades, incluidos Ministros, y Presidentes y Directores Generales de instituciones internacionales. En los últimos años ha desarrollado campañas internacionales, compuestas por numerosas acciones, para renovar géneros literarios como el del cuento de nunca acabar, el del dicho… y otras relacionados con, por ejemplo, la microficción dramatúrgica y con la experimentación literaria hiperbreve e hiperhiperbreve… Ha sido Jurado de numerosos y diversos Premios y Concursos Nacionales e Internacionales. Maestro en el arte de comunicar y de narrar oralmente por sus cursos han pasado más de cuarenta y cinco mil participantes, entre otros: empresarios y profesores universitarios; escritores y filólogos, dirigentes de distintas esferas y niveles, desde los más altos, y expertos en cooperación internacional, economistas y estudiantes de ciencias y tecnología; directivos y ejecutivos de finanzas a escala mundial. Por más de tres décadas sus teorías, conferencias, cursos, seminarios y libros han cambiado en positivo la calidad de vida de innumerables seres humanos en el mundo. Ha sido condecorado, premiado y reconocido nacional e internacionalmente. Desde el 2006/2007, Garzón Céspedes ha emprendido una nueva campaña en pos del auténtico monólogo, el teatral, y del soliloquio y del monoteatro sin palabras hiperbreves, esta vez conjuntamente con la Cátedra (CIINOE), y, mucho, a partir de la publicación, para el espectáculo unipersonal de una actriz, de su guión “Una gata única en el mundo”, dentro de su libro impreso Una historia improbable y otros textos, Editorial Ciudad Gótica, Argentina, 2006; y de los Concursos Internacionales de Microficción “Garzón Céspedes” 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, que convocan estos géneros, y de la publicación y difusión de los textos reconocidos en dichos certámenes.

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ÍNDICE LOS LIBROS DE LAS GAVIOTAS BEL LA BELLA / ANTONIA BUENO I / “EL MONÓLOGO DESPOJA AL HECHO ESCÉNICO DE ADORNOS Y OROPELES” Responde Antonia Bueno a Francisco Garzón Céspedes II / “EL TEATRO NOS HACE MÁS HUMANOS” Responde Antonia Bueno a Francisco Garzón Céspedes en “Contemporáneos del Mundo” DATOS DE ANTONIA BUENO Y FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES

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OTRA DIMENSIÓN DE LA COLECCIÓN GAVIOTAS DE AZOGUE BEL LA BELLA Antonia Bueno

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