LOS CONFLICTOS Y SU INCIDENCIA EN LA POBREZA Y EN EL PROBLEMA DEL HAMBRE

LOS CONFLICTOS Y SU INCIDENCIA EN LA POBREZA Y EN EL PROBLEMA DEL HAMBRE Alfredo Langa Herrero∗ Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla “El hambre...
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LOS CONFLICTOS Y SU INCIDENCIA EN LA POBREZA Y EN EL PROBLEMA DEL HAMBRE Alfredo Langa Herrero∗ Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla

“El hambre es en verdad la peor de todas las armas de destrucción masiva, pues causa millones de víctimas al año. Luchar contra el hambre y la pobreza y promover el desarrollo son las verdaderas vías sostenibles para alcanzar la paz mundial… No habrá paz sin desarrollo y no habrá paz ni desarrollo sin justicia social”. Luiz Ignacio Lula da Silva. Presidente de Brasil. SUMARIO: I.- Introducción. II.- Aproximación a los conceptos de pobreza y hambre. III. Aproximación al concepto de conflicto armado. IV. Hambre, pobreza y conflictos armados. V.- Las crisis alimentarias. VI.- Conceptos y modelos de hambruna. VII.- El hambre como arma de guerra. VIII.Conclusiones. I.- Introducción El hambre y la pobreza siguen siendo problemas que atenazan a gran parte de la población en cualquiera de sus formas. Comenzando el siglo XXI, aún queda lejos el día en que palabras tales como desnutrición, inanición o hambruna, sean acepciones pertenecientes a un pasado lejano, tales y como lo son para la mayoría de países pertenecientes a la OCDE. Más aún, los objetivos marcados por la Comunidad Internacional en la denominada Declaración del Milenio y sobre todo, los últimos informes de seguimiento de los mismos, nos llevan a pensar que está todavía lejos el día en que pobreza y hambre queden relegados como problemas de la agenda mundial. 159

Por otro lado, estamos en una época en la que los países más desarrollados, o enriquecidos, dominantes en el concierto internacional económica y políticamente, parece que han desbancado a la pobreza y al hambre como problemas prioritarios, entronando a la seguridad y al terrorismo como principales amenazas. En este texto se pretende hacer una breve reflexión sobre los conceptos de pobreza y hambre poniéndolos en contacto con el escenario de conflictos armados que vive el planeta, tratando de encontrar relaciones entre los mismos. Se trata de una toma de contacto con esta temática, utilizando algunas aproximaciones que se han hecho diversos autores y organismos internacionales en los últimos años. II.- Aproximación a los conceptos de pobreza y hambre Según las acepciones más adecuadas para el tema que nos ocupa, el diccionario de la Real Academia de la Lengua define pobreza como “la cualidad de pobre”, además de “la falta y la escasez”, así como “la dejación voluntaria de todo lo que se posee, y de todo lo que el amor propio puede juzgar necesario, de la cual hacen voto público los religiosos el día de su profesión”. Respecto del hambre nos dice que se trata de la “gana y necesidad de comer”, así como de la “escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada”1. comprobamos, así la dificultad que entrañan estos conceptos para ser definidos, especialmente por cuanto uno, el hambre, parece ser la consecuencia extrema y más dramática del otro, la pobreza. Tradicionalmente el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en sus distintos estudios e Informes de Desarrollo Humano2 ha presentado dos conceptos amplios de pobreza. Estos conceptos ∗Profesor Asociado de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y colaborador del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y de la Fundación EOI. 1 Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua 2005. 2 El Desarrollo Humano constituye un concepto nacido del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y concebido como aquel que pone al hombre en el centro del mismo, como protagonista principal del proceso de desarrollo y hacia quien tienen que ir encaminados los esfuerzos. Se define como un proceso de ampliación de las opciones de las personas. En principio, estas opciones pueden ser infinitas y pueden cambiar en el tiempo. Sin embargo, en todos los niveles de desarrollo, las tres opciones esenciales son: llevar una vida saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para 160

han sido la denominada Pobreza Relativa donde “se toma como referencia, para identificar a un pobre, el nivel de bienestar de los otros miembros o del conjunto de la sociedad”, y la Pobreza Absoluta, tomando “como referencia, para identificar a los pobres, un nivel de bienestar mínimo considerado necesario para la supervivencia humana”. También en el seno del PNUD, teniendo al economista Amartya Sen como parte destacada, surgieron las perspectivas de la pobreza que se consideraron muy importantes para la delimitación del concepto y que comprendían: • La Perspectiva del ingreso. Una persona es pobre sólo cuando su nivel de ingreso es inferior a la línea de pobreza que se ha definido. Muchos países han adoptado líneas de pobreza de ingreso para vigilar los progresos hechos en la reducción de la incidencia de la pobreza. Con frecuencia se define la línea de pobreza en términos de tener ingreso suficiente para comprar una cantidad determinada de alimentos. • La Perspectiva de las necesidades básicas. La pobreza es la privación de los medios materiales para satisfacer en medida mínimamente aceptable las necesidades humanas, incluidos los alimentos. Este concepto de privación va mucho más allá de la falta de ingreso privado: incluye la necesidad de servicios básicos de salud y educación y otros servicios esenciales que la comunidad tiene que prestar para

mantener un nivel de vida decente. Si estas opciones esenciales no están a la mano, muchas otras oportunidades serán inaccesibles, según el concepto. Se puede medir este desarrollo humano mediante un indicador que el PNUD introdujo en sus informes sobre Desarrollo Humano: el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que ofrece un contrapunto al PIB o Renta per cápita, que constituía el indicador por excelencia del “desarrollo”. El IDH es un agregado de tres elementos considerados como críticos para determinar el nivel de desarrollo humano. Estos elementos son los denominados “indicadores básicos”, y se definen como: el Conocimiento representado por el nivel de alfabetización adulta, y el número promedio de años de escolaridad; la Longevidad representada por el promedio de esperanza de vida; el Nivel de Vida, representado por el PIB real per cápita. A efectos de su interpretación, el IDH puede oscilar entre los valores 0 y 1, de manera que, cuanto más se acerca un país a la unidad, quiere decir que muestra un mejor desempeño en los resultados de desarrollo humano. El PNUD ofrece todos los años el valor del IDH conseguido por cada país, lo que permite comparar la evolución de un país a lo largo del tiempo, así como establecer comparaciones entre los países en cuanto a sus comportamientos en materia de desarrollo humano. 161



impedir que la gente caiga en la pobreza. Reconoce además la necesidad de empleo y participación. Perspectiva de capacidad. La pobreza representa la ausencia de ciertas capacidades básicas para funcionar, una persona que carece de la oportunidad para lograr algunos niveles mínimamente aceptables de esos funcionamientos. Los funcionamientos pertinentes a este análisis pueden variar de los físicos, como estar bien nutrido, estar vestido y vivir en forma adecuada, evitar la morosidad prevenible, hasta logros sociales más complejos, como participar en la vida de la comunidad. El criterio de la capacidad concilia los conceptos de pobreza absoluta y relativa, ya que la privación relativa de ingreso y productos puede provocar una privación absoluta de capacidad mínima.

Según estas aproximaciones podríamos, también, definir pobreza como la ausencia de desarrollo humano tal y como lo presenta el PNUD, y el hambre como su última consecuencia. No obstante, y dada la multiplicidad de enfoques y conceptos, para concretar los conceptos de pobreza y hambre vamos a remitirnos a indicadores realizados por organismos internacionales que nos delimiten dichos conceptos, específicamente, los emanados de la denominada la Declaración del Milenio. La Declaración del Milenio se constituye en un compromiso consecuencia de la Cumbre del Milenio celebrada en el año 2000 por el cual, 189 países se comprometen a unir sus fuerzas para lograr que, para el año 2015, o incluso antes, se cumplan 8 objetivos y 18 metas concretas que permitan el avance del desarrollo y la reducción de la pobreza en el mundo. Estos objetivos “se dirigen a todos los miembros de la comunidad internacional, desafiando las múltiples dimensiones de la pobreza y su efecto sobre la vida y la dignidad de las personas, teniendo como meta temporal el año 2015”. Los objetivos, enumerados en la siguiente tabla, parecen innegables, concretos e increíbles de plantear en el siglo XXI, aunque, desafortunadamente, aún de difícil cumplimiento. Además, en la Declaración del Milenio, la comunidad internacional se compromete a conseguir avances en temas tan importantes como la paz, la seguridad y el desarme; el desarrollo y la erradicación de la pobreza; el medio ambiente; la democracia, los derechos humanos y la buena gestión de los asuntos públicos; la protección de las personas vulnerables, la atención a las necesidades especiales de África y el fortalecimiento de la Organización de las Naciones Unidas.

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Objetivos y metas contenidas en la Declaración del Milenio de 2000. Objetivo 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Meta 1. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día. Meta 2. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padezcan hambre. Objetivo 2. Lograr la enseñanza primaria universal. Objetivo 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer. Objetivo 4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años. Objetivo 5. Mejorar la salud materna. Objetivo 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. Objetivo 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Objetivo 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Fuente: Naciones Unidas. Utilizando estos Objetivos, para delimitar pobreza y hambre podemos servirnos del Objetivo 1 que plantea erradicar la pobreza extrema y el hambre con sus respectivas metas e indicadores: Meta 1. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día. Indicadores de la meta 1: 1. Porcentaje de la población con ingresos inferiores a 1 dólar por día a paridad del poder adquisitivo (1993 PPA) (Banco Mundial). 2. Coeficiente de la brecha de pobreza (la incidencia de la pobreza multiplicada por la gravedad de la pobreza) (Banco Mundial). 3. Proporción del consumo nacional que corresponde al quintilo más pobre de la población (Banco Mundial). Meta 2. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padezcan hambre3. Indicadores de la meta 2: 3

“Si se mantiene el ritmo actual de reducción de la pobreza en las distintas regiones en desarrollo, únicamente América del Sur y el Caribe alcanzarán el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre. Ninguna de ellas conseguirá el objetivo, más ambicioso, de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre” (prólogo del Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo FAO, 2005). 163

1. 2.

Porcentaje de menores de 5 años con insuficiencia ponderal4 (según criterios de UNICEF y la OMS). Porcentaje de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria (según criterios de la FAO).

De esta manera, podemos delimitar la pobreza mediante la meta 1 y sus indicadores, y el concepto de hambre5 mediante la meta 2 y sus indicadores, teniendo en cuenta que ésta es una aproximación más para acotar dos conceptos de difícil definición y delimitación. III. Aproximación al concepto de conflicto armado Partiendo, al igual que en el apartado anterior, de la definición del diccionario de la Real Academia Española, el conflicto se define como “combate, lucha, pelea” además de como “enfrentamiento armado”, incluyendo, curiosamente, en una de sus definiciones la condición de armado. Volvemos pues a percatarnos de la dificultad de delimitar el conflicto armado, concepto que según el contexto en que se defina puede tener diversos significados. Para Kenneth Boulding “el conflicto es una forma de conducta competitiva entre personas o grupos. Ocurre cuando dos o más personas compiten sobre objetivos o recursos limitados percibidos como 4

Al respecto se suelen utilizar los siguientes índices. Desnutrición aguda: Deficiencia de peso para altura (P/A). Delgadez extrema o emaciación. Resulta de una pérdida de peso asociada con periodos recientes de hambruna o enfermedad que se desarrolla muy rápidamente y es limitada en el tiempo. Desnutrición crónica: Retardo de altura para la edad (A/E); Asociada normalmente a situaciones de pobreza, y relacionada con dificultades de aprendizaje y menor desempeño económico. Desnutrición global: Deficiencia de peso para la edad. Insuficiencia ponderal. Es un índice compuesto de los dos anteriores (P/A x A/E = P/E) adecuado para seguir la evolución nutricional de niños y niñas. Este es el indicador usado para dar seguimiento a los Objetivos del Milenio. 5 Relacionados con el concepto del hambre estarían el concepto de Subnutrición como la inseguridad alimentaria crónica, en que la ingestión de alimentos no cubre las necesidades energéticas básicas de forma continua, así como la Malnutrición: estado patológico resultante, por lo general, de la insuficiencia o el exceso de uno o varios nutrientes o de una mala asimilación de los alimentos, y por último, el concepto de Desnutrición como el estado patológico resultante de una dieta deficiente en uno o varios nutrientes esenciales o de una mala asimilación de los alimentos. 164

incompatibles o realmente incompatibles”. En este mismo sentido se concibe como “situación social en la cual un mínimo de dos partes pugna al mismo tiempo para obtener el mismo conjunto de recursos escasos” (Peter Wallensteen). También se presenta como "lucha expresada entre, al menos, dos personas o grupos interdependientes, que perciben objetivos incompatibles, recompensas escasas, e interferencias del otro en realizar sus metas" (Joice Hocker y William Wilmot). Igualmente como "oposición entre grupos e individuos por la posesión de bienes escasos o la realización de valores mutuamente incompatibles" (Raymond Aron). Por último, Vicenç Fisas director de la Escola de Cultura de Pau define conflicto como la “situación en la que un actor (una persona, una comunidad, un estado, etc.) se encuentra en oposición consciente con otro actor (del mismo o diferente rango), a partir del momento en que persiguen objetivos incompatibles (o estos son percibidos como tales), lo que les conduce a una oposición, enfrentamiento o lucha”. De esta manera, el conflicto armado es definido en el Informe sobre Conflictos, Derechos Humanos y Construcción de Paz de la Escola de Cultura de Pau como “todo enfrentamiento protagonizado por grupos de diversa índole, tales como las fuerzas militares regulares o irregulares, guerrillas, grupos de oposición, grupos paramilitares o comunidades étnicas o religiosas que, usando armas u otros medios de destrucción, provocan más de 100 víctimas en un año”. Así se delimita, en un difícil ejercicio de concreción, el conflicto armado diferenciándolo de las revueltas o de la guerra tradicional entre estados. Además los conflictos armados, según Fisas, se caracterizan por ser mayoritariamente de carácter interno. La mayoría cuenta con una importante dimensión e influencia regional o internacional, debido, entre otras cosas, a los flujos de personas refugiadas, al comercio de armas, a los intereses económicos o políticos que los países vecinos tienen en el conflicto, o bien porque los grupos armados de oposición buscan refugio o tienen sus bases en los países vecinos. En gran parte de los mismos, una de las partes enfrentadas suele ser el propio gobierno o sus fuerzas armadas, contra uno o varios grupos amados de oposición o insurgencia. En otros casos, los enfrentamientos pueden ser entre clanes, grupos armados opuestos entre sí, o entre comunidades étnicas o religiosas.

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Desde el punto de vista del denominado Derecho Internacional Humanitario6 (DIH), también llamado "derecho de la guerra" y "derecho de los conflictos armados", se distinguen cuatro situaciones en el ámbito de aplicación del DIH, que son: el conflicto armado internacional, conflicto armado no internacional, los disturbios internos, así como las tensiones internas. • El conflicto armado internacional7 que se verifica entre, por lo menos, dos Estados. • El conflicto armado no internacional8 que tiene lugar en el “territorio de un Estado de una alta parte contratante donde se oponen las fuerzas armadas de este Estado a fuerzas armadas o a grupos armados que no reconocen su autoridad. Estas fuerzas y estos grupos armados deben estar bajo el mando de una autoridad responsable. Además deben ejercer un dominio o control sobre una parte del territorio de dicho Estado, que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas”.

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El Derecho Internacional Humanitario (DIH) constituye un conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que ya no participan en los combates y limita los medios y métodos de hacer la guerra. El DIH es parte del derecho internacional, que regula las relaciones entre los Estados. Está integrado por acuerdos firmados entre Estados –denominados tratados o convenios–, por el derecho consuetudinario internacional que se compone a su vez de la práctica de los Estados que éstos reconocen como obligatoria, así como por principios generales del derecho. El DIH se aplica en situaciones de conflicto armado. No determina si un Estado tiene o no tiene derecho a recurrir a la fuerza. Esta cuestión está regulada por una importante parte – pero distinta– del DIH, que figura en la Carta de las Naciones Unidas. El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las victimas de los conflictos armados. (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2004). 7 De acuerdo al artículo 2 común a los Convenios de Ginebra de 1949 y el artículo 1 del Protocolo Adicional I de 1977. El artículo 2 común a los convenios de Ginebra establece que "…se aplicará en caso de guerra declarada o de cualquier otro conflicto armado que surja entre dos o varias Altas Partes Contratantes, aunque una de ellas no haya reconocido el estado de guerra". 8 Artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949. 166





Los disturbios internos se definen en el DIH9 como la situación en la que “sin que haya conflicto armado no internacional propiamente dicho, hay dentro de un Estado, un enfrentamiento que presente cierta gravedad o duración e implique actos de violencia. Estos actos pueden ser de formas variables, desde actos espontáneos de rebelión hasta la lucha entre sí de grupos más o menos organizados, o contra las autoridades que están en el poder. En tales situaciones, que no necesariamente degeneran en una lucha abierta en la que se enfrentan dos partes bien identificadas (conflicto armado no internacional), las autoridades en el poder recurren a cuantiosas fuerzas policiales incluso a las fuerzas armadas para restablecer el orden, ocasionando con ello muchas víctimas y haciendo necesaria la aplicación de un mínimo de reglas humanitarias” (CICR, 2004). Por último, las tensiones internas las diferencia de los disturbios internos, en que las primeras no se registran enfrentamientos armados. Según el CICR constituye una situación de tensión interna, “toda situación de grave tensión en un Estado, de origen político, religioso, racial, social, económico, etc.; las secuelas de un conflicto armado o de disturbios interiores que afectan al territorio de un Estado”.

IV.- Hambre, pobreza y conflictos armados. Como referencias para encontrar una relación entre pobreza y hambre vamos a remitirnos a varios documentos de organismos internacionales pertenecientes al Sistema de Naciones Unidas como son el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el PNUD, que ya hemos citado. Para el Informe de Desarrollo Humano del PNUD del año 2005 “el conflicto armado es una de las rutas más seguras y rápidas para llegar al nivel más bajo del Índice de Desarrollo Humano (IDH) y es uno de los indicadores más potentes de una permanencia prolongada en esa situación”. Este informe dedica uno de sus cinco capítulos a los conflictos violentos 9

El Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (CICR) es el promotor del DIH, contribuye fundamentalmente a su desarrollo. Además desempeña el rol de guardián de este derecho ya que vela para que las partes en un conflicto armado lo apliquen y respeten, en caso de violación les recuerda a los beligerantes sus obligaciones convencionales. 167

argumentando que “si el desarrollo humano consiste en incrementar tanto las oportunidades como los derechos, entonces el conflicto violento es la supresión más brutal del desarrollo humano”. En este caso, la situación de pobreza vendría como consecuencia de la ausencia de desarrollo humano provocada por los efectos directos del conflicto violento. De esta manera en el Informe se concluyen una serie de vinculaciones10 entre desarrollo y conflicto que se resumen a continuación: • 22 de los 32 países con menor IDH han sufrido algún conflicto armado durante los años 90. • Nueve de los diez países con el IDH más bajo experimentaron conflictos armados durante algún momento en la década de los 90. • Siete de los 10 con menor PIB per cápita han sufrido conflictos armados en los últimos años. • Cinco de los 10 países con menor esperanza de vida sufrieron conflictos armados en los últimos 15 años. • Ocho de los 10 países con la tasas de escolaridad primaria más baja experimentaron conflictos armados durante algún momento durante la década de los 90. • Nueve de los 18 países cuyo IDH disminuyó durante la década de los 90 experimentaron conflictos armados en el mismo periodo. De esta manera, parece que el IDH y la situación de conflictos presentan cierta relación, sobre todo en el caso del continente africano, el cual presenta una serie de singularidades por cuanto que la consecuencia extrema de la pobreza, como es el hambre, se da en él de una manera más trágica, en forma de lo que se denomina hambruna, tema al que nos remitiremos posteriormente.

10

Sintetizadas en el Barómetro 9 (julio-septiembre 2005). Sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz” de la Escola de Cultura de Pau. 168

Países con menor IDH año 2003. País 146. Madagascar 147. Suazilandia

Valor del IDH 200311 0,499 0,498

148. Camerún 149. Lesotho 150. Yibuti

0,497 0,497 0,495

151. Yemen 152. Mauritania 154. Kenia 155. Gambia

0,489 0,477 0,474 0,470

País 163. Costa de Marfil 164. Tanzania, Rep. Unida de 165. Malaui 166. Zambia 167. Congo. Rep. Dem. del 168. Mozambique 169. Burundi 170. Etiopía 171. República Centroafricana 172. Guinea-Bissau

156. Guinea0,466 Conakry 157. Senegal 0,458 173. Chad 158. Nigeria 0,453 174. Malí 159. Ruanda 0,450 175. Burkina Faso 160. Angola 0,445 176. Sierra Leona 161. Eritrea 0,444 177. Níger 162. Benin 0,431 Fuente: Informe de Desarrollo Humano 2005.

Valor del IDH 20035 0,420 0,418 0,404 0,394 0,385 0,379 0,378 0,367 0,355 0,348 0,341 0,333 0,317 0,298 0,281

Respecto a otros documentos a los que nos referimos, el Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2005 y la Evaluación de la Situación de la Seguridad Alimentaria Mundial del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de mayo de 2005, ambos de la FAO nos van a servir de marco contextual. Respecto al concepto de seguridad alimentaria, en la Cumbre Mundial de Alimentación de 1996 se establece que “la seguridad alimentaria, a nivel de individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas en todo momento tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus 11

Indice de Desarrollo Humano según datos del último Informe de Desarrollo Humano del PNUD de 2005. 169

necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana” 12. El segundo documento concluyó que los conflictos son la causa más común de la inseguridad alimentaria13 en la actualidad. Por encima de las otras causas que define el informe como las catástrofes naturales, plagas y enfermedades, el VIH-SIDA y el cambio climático, la FAO posiciona a los conflictos armados como principal causa del hambre definida en términos de emergencia alimentaria, aunque también de lo que define como hambre crónica o estructural. Porcentaje de la población subnutrida en las regiones en desarrollo Región Porcentaje de población subnutrida14 1969-71 1979- 1990-92 1996-98 200281 02 África subsahariana 34 37 35 34 33 Cercano Oriente y África 25 9 8 10 10 del Norte Asia oriental y sudoriental 43 29 17 13 13 Asia meridional 38 38 26 23 22 América Latina y el 19 13 13 11 10 Caribe Todas las regiones en 37 29 20 18 17 desarrollo Fuente: FAO, 2004. Así, según el informe, “el número y la magnitud de las emergencias alimentarias ligadas a conflictos van en aumento y en el último decenio ha crecido en importancia el papel de las catástrofes de origen humano en la 12

FAO, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, SOFI 2002. El concepto de Seguridad Alimentaria se articula entonces en función de cuatro componentes básicos: la disponibilidad de alimentos, la estabilidad, el acceso, así como el consumo y la utilización biológica. La inseguridad alimentaria estructural o crónica supone por parte de los hogares una incapacidad persistente para procurarse los alimentos necesarios (FAO). Puede consultarse la página http://www.fao.org/es/ess/faostat/foodsecurity/index_es.htm. 14 Según criterios de la FAO y de la OMS que se pueden consultar en http://www.fao.org o en http://www.who.org. 170 13

transformación de las crisis naturales, como la sequía, en situaciones de urgencia alimentaria”. Según los datos que manejan la FAO, UNICEF y la OMS, principalmente, “los conflictos y los problemas económicos fueron la principal causa de más del 35 % de las emergencias alimentarias entre 1992 y 2003, frente a cerca del 15 % durante el período de 1986 a 1991”. Además, “más de la mitad de los países en que la subnutrición está más extendida (más del 35 %) sufrió conflictos en los años noventa. Hoy en día, las guerras civiles en muchos países en desarrollo, en particular en el África subsahariana, representan la mayor amenaza a la seguridad alimentaria y el progreso económico a largo plazo”. Por último, la mayor parte de las emergencias alimentarias periódicas tienen lugar en el África subsahariana, donde la mayoría de los países afectados (el 61 %) sufre algún tipo de conflictividad de las definidas por el DIH en el apartado anterior. Por esto pasaremos en los apartados siguientes a remitirnos principalmente a las denominadas situaciones de emergencias o crisis alimentarias del continente africano.

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V.- Las crisis alimentarias Respecto al concepto de crisis alimentaria o inseguridad alimentaria grave no existe una definición universalmente aceptada, pero la ONG Oxfam Internacional utiliza lo que denominan una definición de trabajo, siendo ésta: “una situación excepcionalmente grave de inseguridad alimentaria que amenaza la vida de las personas y/o sus medios de vida. Esto ocurre cuando las personas experimentan: una gran reducción en su principal fuente de alimentos debido a impactos externos y son incapaces de compensar la diferencia mediante nuevas estrategias; la prevalencia de la desnutrición es anormalmente alta para esa época del año, factor que no se explica ni por cuestiones de salud ni por otras cuestiones; las personas están utilizando estrategias de afrontamiento que están perjudicando sus medios de vida a la larga, o se están implicando en actividades ilegales o inmorales para conseguir alimentos”15. Según el informe del la FAO, que ya hemos mencionado, Evaluación de la Situación de la Seguridad Alimentaria Mundial del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, las principales causas del hambre son: los conflictos, las catástrofes naturales, las plagas y enfermedades, el VIH/ SIDA, así como el denominado cambio climático. Por otro lado, otros autores llegar a caracterizar dos grandes tipologías para buscar el origen de estas crisis: por un lado estarían todas aquellas crisis provocadas por desastres medioambientales o económicos que tienen un carácter fortuito o sin intencionalidad aparente. Por otro lado, nos encontraríamos con las emergencias que han sido provocadas intencionadamente y que de un tiempo a esta parte han sido denominadas emergencias complejas16. Las emergencias complejas se definen como situaciones causadas por el hombre, en las que existen víctimas por efecto de la guerra, los desplazamientos y las hambrunas, y donde la guerra (generalmente civil y no entre estados) se combina con un debilitamiento o colapso total de las estructuras económicas y estatales, a veces empeorado todo esto con una catástrofe de componente natural. Estas crisis de producen no por causas medioambientales o por falta de recursos (que los suele haber y muchos) 15

Las causas del hambre: una perspectiva de la crisis alimentaria en África. Oxfam Internacional (julio 2006). 16 REY, F./GONZÁLEZ, M. “Las crisis humanitarias del nuevo siglo: aprender de la experiencia”, en Mariano Aguirre, Teresa Filesi y Mabel González (eds.), Globalización y sistema internacional. Anuario CIP 2000, Barcelona, Centro de Investigación para la Paz, 2000. 172

sino por la forma de distribución de dichos recursos17. En estas situaciones, por tanto, encontramos una serie de elementos comunes como son: el colapso del estado o la existencia de estados frágiles o fallidos, el hundimiento de la economía formal y el auge de una economía de depredación muchas veces relacionada con nuevas formas de violencia18, guerra o desórdenes internos, hambrunas, éxodo forzoso y, en definitiva, violación masiva de los derechos humanos. De esta manera las crisis alimentarias19 provocadas por las emergencias complejas son las que más fácilmente podrían llevarnos a una situación de hambruna, que como última consecuencia, puede tener a la inanición como verdugo, o a diversas enfermedades como veremos en el siguiente apartado. VI.- Conceptos y modelos de hambruna. Según el documento de Oxfam Internacional, mencionado en el apartado anterior, “la hambruna es el deterioro acelerado en las vidas de las personas, que se da cuando son incapaces de satisfacer sus necesidades a través de estrategias de supervivencia o se ven obligadas a desplazarse a campos de refugiados o similares, y la desnutrición y las muertes aumentan”20. Según varios autores la definición generalmente aceptada sería la de Bolton y Nichols de 1994: “la hambruna es el resultado de una secuencia de procesos y sucesos que reduce la disponibilidad de alimentos o el derecho al alimento, causando un aumento notable y propagado de la morbilidad y mortalidad”21. Según este concepto, es importante cómo se dan y trasmiten esa secuencia de procesos y sucesos que desencadenan la mortalidad o 17

REY, F./DE CURREA–LUGO, V., El debate humanitario, Barcelona: Editorial Icaria, 2002. 18 Mary Kaldor define claramente y con múltiples ejemplos en los continentes africano, europeo y asiático, esta situación en su obra la Violencia Organizada en la Era de la Globalización, 2001. 19 Para hacer un seguimiento de las mismas se puede acudir a http://www.oxfam.org/es/programs/emergencies/ a http://www.reliefweb.int/ o a http://www.icrc.org/ entre otras páginas de alerta de emergencias. 20 Las causas del hambre: una perspectiva de la crisis alimentaria en África. Oxfam Internacional (julio 2006). 21 DE LOMA-OSSORIO, E., “Estrategia de Soberanía Alimentaria y Lucha contra el Hambre. (Borrador para la discusión). Dirección General de Planificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo (DGPOLDE) mayo 2006. 173

morbilidad. Así, se han identificado tres modelos distintos que nos explicarían porqué una situación determinada, en un contexto geográfico, puede derivar en una situación de hambruna22. •

El Modelo convencional o de disminución de suministros (enfoque demográfico).

Este modelo es el que tradicionalmente ha explicado las situación de hambruna desde la época del “Ensayo sobre el principio de la población” de Malthus hasta los años 80. En el mismo se presenta el denominado enfoque del descenso de la disponibilidad de alimentos por lo que las hambrunas estarían provocadas por factores que afectan a la producción de alimentos, presentados como inevitables y naturales y, por tanto, sólo el aumento en la producción de alimentos puede hacer que la hambruna no se llegue a dar. En esta aproximación no se tienen en cuenta la necesidad de distribución de los alimentos, ya que sólo tiene en cuenta el total de los suministros en relación a la población. Este enfoque, además, derivó en la acuñación del concepto de Seguridad Alimentaria Nacional, que se pretendía alcanzar mediante aumentos de la producción, reservas de alimentos e importaciones.23 Es por tanto, un enfoque de corte demográfico que tiene en el aumento de la población a distinto ritmo que el de la producción de alimentos la causa principal del hambre, teniendo en cuenta que serán factores climatológicos y naturales los que permitan el desequilibrio. •

El Modelo de pérdida de titularidades (enfoque económico).

De la crítica al modelo de distribución de suministros, viendo que en muchos casos no bastaba aumentar la producción para disminuir la situación de hambre, surgió este modelo basado en la teoría de las titularidades24 (entitlements) formulada por Amartya Sen25. Esas 22

PÉREZ DE ARMIÑO, K., Guerra y Hambruna en Africa. Consideraciones sobre la Ayuda Humanitaria. Cuadernos de trabajo de Hegoa, Bilbao, 1996. 23 PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 24 El enfoque de las titularidades “se concentra en la habilidad de las personas para comandar alimentos [y otros bienes] a través de los medios legales disponibles en una sociedad''. Sen atacó la idea que el hambre se produce por la escasez absoluta de alimentos: ”El hambre caracteriza a personas que no tienen 174

titularidades se definen como “las capacidades que una familia tiene para acceder al alimento, por cauces legales, produciéndolo, comprándolo o percibiéndolo como donación del Estado o la comunidad”26. La pérdida de estas titularidades, según Sen, es lo que puede provocar una situación de hambruna más que la falta de suministro de alimentos en sí. De esta manera, el concepto de Seguridad Alimentaria Nacional del enfoque demográfico del modelo de suministro, daría paso al denominado Seguridad Alimentaria Familiar definido por Sen como “acceso de todas las personas, en todo tiempo, a cantidades de alimentos suficientes para una vida activa y saludable”27. Este modelo de enfoque económico no ve, por tanto, en la producción agroalimentaria la causa y la solución al fenómeno del hambre o de una situación de hambruna, sino que ve en las desigualdades económicas y sociales la causa de la misma, y en las políticas de distribución de la riqueza la posible solución. Por otro lado, la hambruna se diferencia del hambre, por cuanto marca el inicio del aumento de la mortalidad que, precisamente, caracteriza al concepto de hambruna. •

Modelo de hambruna como proceso de transferencia de recursos28 (enfoque político).

Es éste un modelo desarrollado por politólogos y antropólogos, principalmente, que ve en causas políticas más que en las puramente económicas las causas del hambre y de la hambruna. Para estos autores29 la pérdida del papel de prestador de servicios del estado y la ruptura del “contrato social” entre ciudadanos y gobierno-estado, sería la causa de la situación de hambruna, evidenciando que es precisamente en el contexto de

suficiente alimento para comer, y no a una situación en la que no hay suficiente alimento disponible”. En “A. Sen y la teoría de la pobreza” de Julio Boltvinik, publicado en el periódico mexicano La Jornada en octubre de 1998. 25 Aparecida en su obra Pobreza y hambrunas (1981). 26 Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo dirigido por Karlos Perez de Armiño (2000). 27 PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 28 Este modelo ha sido desarrollado por Alexander de Waal y Amrita Rangasami. 29 Alexander de Waal, David Keen, Mark Duffield y Amrita Rangasami, principalmente. 175

regímenes dictatoriales o donde el poder del estado30 es muy débil, donde la aparición de hambrunas tiene más presencia. Por otro lado, Amatya Sen31 señala que “las hambrunas son inexistentes en democracias estables, con prensa libre y partidos de oposición, pues éstos suelen denunciar todo brote inicial que pueda gestarse y obligar al gobierno a tomar medidas preventivas”32. Además, cuando la situación de hambruna se da en un contexto de conflicto armado interno (ya sea guerra civil o guerras tribales o étnicas), ésta suele acelerarse y en muchos casos ser producto de la propia planificación militar de las partes beligerantes ya sean estas estatales o no. Así, como veremos en el apartado siguiente, el hambre y la hambruna pueden ser aceleradas a modo de arma de guerra para apropiarse de los recursos de los más vulnerables. En este modelo, efectivamente, la hambruna es la consecuencia directa de una situación de hambre a la que se ha llegado por un escenario de degradación económica y social que ha sentado las bases para que ésta aparezca. Así la hambruna constituiría una fase última del hambre que puede matar más por epidemias que por inanición, por lo que los autores defensores de este modelo, no ven tan claramente diferenciados los conceptos de hambre y hambruna como en el modelo de las titularidades33. Asimismo, la situación de hambruna tendría dos tipos de pilares que servirían de caldo de cultivo para el desencadenamiento de la misma: una situación de vulnerabilidad preexistente, así como la existencia de unos denominados factores “detonantes” tales como sequías, guerras o convulsiones económicas. De esta manera el impacto del proceso de hambruna depende del grado de vulnerabilidad de las poblaciones afectadas. En este sentido, el grado de vulnerabilidad de una población determinada dependería, a su vez, de la pobreza de la población y del nivel de indefensión que tengan34. 30

Buenos ejemplos de situaciones de hambruna en un contexto dictatorial serían las aparecidas en la URSS de Stalin, la Uganda de Didi Amín o la Etiopía de Mengistu. Así también en los denominados estados débiles o fallidos, donde la estructura del estado es casi inexistente se han dado hambrunas importantes, ejemplo de ello sería el las hambrunas de Somalia. 31 SEN, A. 1981, Poverty and Famines. An Essay on Entitlement and Deprivation, Oxford University Press, Oxford. 32 PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 33 Vid idem. 34 Está claro que si en la región sudanesa de Darfur la población civil de los poblados fronterizos se encuentran indefensos ante los ataques de grupos 176

En esta línea, Alex de Waal, dentro del modelo de hambruna como proceso de transferencia de recursos, hace una clara diferenciación de dos tipos de hambruna, sobre todo para el caso del Africa Subsahariana: las hambrunas en tiempo de paz y las hambrunas en conflicto o con una situación de violencia generalizada. - Hambrunas en tiempo de paz. Según este modelo una convulsión o desencadenante externo, ya sea natural (como una sequía o una plaga) o económico (una crisis a nivel nacional) provoca una pérdida de las denominadas titularidades, lo que haría peligra el acceso al alimento de los más vulnerables. Esto podría llegar a provocar una situación de perturbación social a no ser que se pongan en marcha las denominadas estrategias de afrontamiento (echar mano de reservas de alimento, recibir ayuda de familiares o vecinos o de organismos de asistencia, emigración de parte de la población). Si estas estrategias no son suficientes para compensar la pérdida de titularidades, la situación podría derivar en revueltas sociales y posiblemente en una crisis sanitaria generalizada y un exceso de muertes. Sin embargo, si las estrategias de afrontamiento han funcionado puede que se termine produciendo un empobrecimiento de la población debido a que se llegaron a utilizar recursos en reserva o los familiares o vecinos tuvieron que ceder recursos, o que debido a la emigración se han dejado de realizar ciertas actividades agrícolas o comerciales fundamentales en la comunidad35.

armados, la posibilidad de desencadenamiento de una hambruna se acrecenta en gran medida. 35 PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 177

Hambrunas en tiempo de paz MODELO INTEGRADO DE HAMBRUNA Convulsión Shock externo Amenaza económica Pérdida de titularidades

Amenaza a propiedades y a derechos

Estrategias de afrontamiento

Empobrecimiento

Perturbación social

Crisis sanitaria, exceso de muertes

- Hambrunas en conflicto o con violencia generalizada. Partiendo del modelo anterior, en una situación de violencia generalizada o conflicto armado, éste es un agravante en la situación, por cuanto que mina las oportunidades que las estrategias de afrontamiento puedan presentar para equilibrar la crisis. De esta manera, la violencia hace que dichas estrategias sean anuladas y se pueda dar una situación de miseria generalizada que se unirá a la situación de desestructuración social que provoca el conflicto armado36. Así, la crisis sanitaria generalizada incrementada por la falta de asistencia de servicios del estado puede llegar 36

En este sentido, es interesante la reflexión que hace … sobre la hambruna de Etiopía de 1984.”La sequía y las cosechas malogradas contribuyeron a la hambruna, pero no la provocaron. Las políticas económicas y agrarias del gobierno [de Etiopía] también contribuyeron a ella, pero no fueron fundamentales. La principal causa de la hambruna fue la campaña de contrainsurgencia que llevaron a cabo el ejército y la fuerza aérea etíopes en Tigré y Wollo durante 19801985 [...] [que incluyó] tácticas de tierra quemada, la requisa de alimentos por los ejércitos, bloqueos de alimentos y de personas en asedios [...] y la imposición del racionamiento de alimentos”. 178

a provocas un exceso de muertes y, directamente, procesos de inanición en la población más vulnerable37. Por todo esto, y según el modelo, el conflicto armado incrementa y agrava, siempre, el proceso de hambruna y es más fácil que sea en dicha situación en la que se puedan dar escenarios de inanición aguda38 Hambrunas en conflicto MODELO INTEGRADO DE HAMBRUNA CON VIOLENCIA

Violencia

Amenaza económica Pérdida de titularidades

Amenaza a propiedades y a derechos

No estrategias de afrontamiento

MISERIA

COLAPSO SOCIAL Crisis sanitaria, exceso de muertes INANICIÓN

VII.- El hambre como arma de guerra. Según el DIH, queda prohibido, como método de guerra, hacer padecer hambre a las personas civiles. Además, se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego, con la intención deliberada de privar de esos bienes, por su valor como medios para asegurar la subsistencia, a la 37 38

PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. Imagen ésta que todos tenemos en mente para Sudán, Etiopía o

Somalia. 179

población civil o a la Parte adversa, sea cual fuere el motivo, ya sea para hacer padecer hambre a las personas civiles, para provocar su desplazamiento, o con cualquier otro propósito39. A pesar de esto, desgraciadamente, la tácticas y estrategias militares han experimentado un cambio en los últimos años. La guerra ya no está consittuida, principalmente, por conflictos interestatales entre ejércitos regulares que luchan en un campo de batalla que pretenden la rendición u destrucción del enemigo, sino que ahora la mayoría de los conflictos tienen un base étnica o tribal y con frecuencia es difícil diferenciar entre las nociones de “soldado” y “civil”40. Por esto, sobre todo “en los conflictos armados más graves, el objetivo militar es la población civil misma: consiste en la ruptura de la cohesión socioeconómica del grupo étnico enemigo, mediante su desplazamiento forzoso, o mediante el control o destrucción de sus sistemas de sustento (cultivos, ganado, circuitos comerciales, etc.), para sojuzgarle políticamente”. Para conseguir estos objetivos se llevan a cabo “tácticas y métodos como el hambre como arma de guerra, la tierra quemada, las incursiones de pillaje y destrucción de los recursos productivos, la obstaculización del reparto de ayuda, las violaciones de mujeres, el éxodo forzoso, la limpieza étnica, e incluso el genocidio”41. Dichas estrategias militares, para el caso de África, han experimentado una progresiva degradación, siendo de tres tipos: • Estrategia de contrainsurgencia convencional. Basada en ejércitos regulares (guerra entre Etiopía y Eritrea). • Estrategia de contrainsurgencia irregular. Caracterizada por el uso de milicias o paramilitares al servicio del ejército, coordinados por el gobierno, a veces armados por él, pero no retribuidos, por lo que recurren al saqueo (conflicto sudanés). •

Anarquía o caos.

39

Protocolo adicional I, artículo 54 de los Convenios de Ginebra. Mary Kaldor define claramente y con múltiples ejemplos en los continentes africano, europeo y asiático, estas nuevas guerras en su obra la Violencia Organizada en la Era de la Globalización, 2001. 41 PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 180 40

Caracterizada por la lucha de diferentes grupos armados que no llegan a ejercer ninguna forma reconocible de control gubernamental sobre el territorio o la población. Pueden tener aspiraciones de gobernar, pero carecen de control central, sus acciones son indisciplinadas y viven del saqueo, incrementando las perturbaciones del conflicto42 (Sierra Leona y Somalia). VIII.- Conclusiones En los últimos 11 años, sólo en el continente africano, se registraron más de veinte golpes de estado. Esto, unido a la inestabilidad política y social generalizada en el continente constituyen el caldo de cultivo para las situación de hambruna o de crisis alimentaria prolongadas. Según Oxfam, en cada uno de los países que han padecido una emergencia alimentaria prolongada, la guerra o las luchas internas han jugado un papel fundamental. Además, los datos constatan que cada vez más las víctimas de los conflictos armados lo constituyen población civil y no como, tradicionalmente, militares que participan directamente del conflicto. La proporción de víctimas civiles y militares se ha invertido en el último siglo y en los albores del nuevo. Mientras que a principios del siglo XX la mayor parte de las víctimas eran soldados, a lo largo de los años esta proporción se ha ido transformando y hoy día, la mayor parte de las víctimas de los conflictos son civiles que no participan directamente en las hostilidades, pero que se han convertido en objetivo de la violencia. Por ello, es importante reflexionar en esta relación conflictopobreza- hambre, por cuanto está constituyendo, según muchos puntos de vista, una correspondencia muy directa ante la cual, la respuesta de comunidad internacional parece ser, de momento, pasiva, dada las prioridades que, en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo, se han marcado las grandes potencias.

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PÉREZ DE ARMIÑO, K., op. cit. 181

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