Liturgia con la corona Celebración de la Corona de Adviento siguiendo la Historia de la Salvación Celebración de la Corona analizando la Presencia de Jesús y sus Enseñanzas en la Vida Familiar Buscando Posada para Santa María y San José

Primera liturgia semanal con la corona de Adviento INDICACIONES La corona sin ninguna vela encendida. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor. TODOS: Que hizo el cielo la tierra. MONITOR: Comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser un reflejo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las tinieblas. El color verde de la corona simboliza la vida y la esperanza que Él nos ha venido a traer. LECTOR: Lectura tomada del libro del profeta Isaías: "Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti. Pues mira como la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece". MONITOR: Quien dirige la oración, con las manos juntas, dice: Nos recogemos unos instantes en silencio, e inclinando nuestras cabezas, vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento.

Oremos. La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas, de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en su venida,

tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos de los siglos. TODOS: Amén. MONITOR: Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos OS ANUNCIAMOS (u otro canto apropiado). (Una persona encienda la primera vela mientras se entona un canto de Adviento, por ejemplo) CANTAD CON GOZO, CON ILUSIÓN, YA SE ACERCA EL SEÑOR. 1. Os anunciamos el gozo de Adviento con la primera llama ardiendo; se acerca ya el tiempo de salvación, disponed, pues, la senda al Señor. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Segunda liturgia semanal con la corona de Adviento INDICACIONES La corona al inciar la liturgia debe estar encendida la primera vela. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "En el año quince del imperio de Tiberio César,siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios". MONITOR: Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar

preparados interiormente para la venida del Señor Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto para esta semana que nos ayude a disponenrnos cada vez mejor para su venida. (Se deja un momento de silencio) MONITOR: Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos: OS ANUNCIAMOS (u otro canto apropiado). (Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la segunda estrofa) CANTAD CON GOZO, CON ILUSIÓN YA SE ACERCA EL SEÑOR. 1. Os anunciamos el gozo de Adviento con la primera llama ardiendo; se acerca ya el tiempo de salvación, disponed, pues, la senda al Señor. 2. Os anunciamos el gozo de Adviento con la segunda llama ardiendo; el primer ejemplo Cristo nos dio, vivid unidos en el amor. MONITOR: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ella: VEN SEÑOR JESÚS. LECTOR: Te pedimos, Padre, por nuestra Santa Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación. VEN SEÑOR JESÚS Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad. VEN SEÑOR JESÚS Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo". VEN SEÑOR JESÚS Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivimos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo. VEN SEÑOR JESÚS Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Reconciliador. VEN SEÑOR JESÚS (se pueden añadir otras peticiones) MONITOR: Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga abundantes gracias que nos ayuden a prepararnos, de la misma manera como Ella lo hizo, para recibir al Señor Jesús. Recemos junto un Ave María. Terminemos este momento de oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA. LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN, MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN. 1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel. 2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer. 3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz. MONITOR: Madre de la Esperanza…

TODOS: Ruega por nosotros. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Tercera liturgia semanal con la corona de Adviento INDICACIONES La corona al inciar la liturgia deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la tercera vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro jubilo por la venida del Señor Jesús, que estpa cada vez más cerca de nosotros. Empecemos nuestra oración cantando VEN PRONTO SEÑOR (u otro canto apropiado). 1. ¡Oh Pastor de la Casa de Israel!, trae a tu pueblo la ansiada salvación. Verbo Eterno de la boca del Padre, fuiste anunciado por labios de profeta. ¡VEN PRONTO, SEÑOR! ¡LLEGA, OH SALVADOR! (2v) ¡VEN, SEÑOR JESÚS! ¡VEN, LIBERADOR! ¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA! ¡ÁBRETE, TIERRA, HAZ GERMINAR AL SALVADOR! (2v) 2. El clamor de los pueblos se levanta. Hijo de David, las naciones te esperan. Queremos la llegada de tu Reino. Ven a liberar del pecado a los pueblos. 3. Emmanuel, Salvador de las naciones, eres esperanza del pueblo peregrino. Sol naciente, esplendor de la justicia, Tú nos salvarás con tu brazo poderoso. 4. Esperanza de una Mujer humilde: Ella es la Virgen que pronto dará a luz. Silenciosa, espera al Salvador: llega ya la hora de la liberación. MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona de Adviento. El Señor está más cerca de nosotro sy nos ilumina cada vez más. Abramos nuestro corazón, que muchas veces está en tinieblas, a la luz admirable de su amor. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "La gente le preguntaba: "Pues ¿qué debemos hacer?" Y él les respondía: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, haga lo mismo". Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?" Él les dijo: "No exijáis más de lo que os está fijado". Preguntáronle también unos soldados: "Y nosotros ¿qué debemos hacer?" Él les dijo: "No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada". Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones

acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos diciendo: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con guego que no se apaga". Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva". MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona. Cantemos OS ANUNCIAMOS (u otro canto apropiado) CANTAD CON GOZO, CON ILUSIÓN YA SE ACERCA EL SEÑOR. 1. Os anunciamos el gozo de Adviento con la primera llama ardiendo; se acerca ya el tiempo de salvación, disponed, pues, la senda al Señor. 2. Os anunciamos el gozo de Adviento con la segunda llama ardiendo; el primer ejemplo Cristo nos dio, vivid unidos en el amor. 3. Os anunciamos el gozo de Adviento con la tercera llama ardiendo; el mundo que vive en la oscuridad brille con esta gran claridad. MONITOR: Acudamos ahora a Santa María, que colaborando con el Plan del Padre permitió que la luz del Señor ilumine a la humanidad, y pidámosle que siga intercediendo por nosotros en este tiempo de preparación. Recemos juntos la oración. Brillante Luna de la Nueva Evangelización, que con tu fulgor iluminas la noche por la que tantos deambulan sin rumbo en el rumbo de la "cultura de muerte" alumbra todo humano caminar con la luz del Señor Jesús que sin igual sabes reflejar. Que así sea. Amén. MONITOR: Terminemos nuestra oración cantando MADRE NUESTRA (u otro canto apropiado). MADRE NUESTRA, QUE EN MEDIO DE LA NOCHE DISTE AL MUNDO LA LUZ DEL REDENTOR, DANOS HOY OTRA VEZ AL ESPERADO, QUE ANDAMOS COMO OVEJAS SIN PASTOR. (2v) 1. María se llamaba la Virgen que ante el Ángel, aceptando el llamado un "Sí" rotundo dio. En esa Madre nuestra el que hizo tierra y cielo, Dios Todopoderoso, un día se encarnó. 2. Aquel a quien adoran el sol y las estrellas, el que viste las flores y amansa el fiero mar, Dios que a todos ama, con toda su grandeza del seno de María muy pronto nacerá. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuarta liturgia semanal con la corona de Adviento INDICACIONES La corona al inciar la liturgia deben estar encendidas las anteriores velas de la corona. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la tercera vela de la corona.

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Monitor: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la reconciliación. Encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús, que viene a traernos alegría y esperanza. Iniciemos la oración de esta semana cantando MORADA DE LA LUZ (u otro canto apropiado) CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA, PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA, PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA. 1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol, recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador. 2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió, Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador. 3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz, la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque , apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!" Y dijo María: "Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su sierva, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada." MONITOR: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano, quien permite que esa Luz llegue a nosotros e ilumine nuestra vida. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos OS ANUNCIAMOS (u otro canto apropiado). (Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la cuarta estrofa) CANTAD CON GOZO, CON ILUSIÓN, YA SE ACERCA EL SEÑOR. 1. Os anunciamos el gozo de Adviento con la primera llama ardiendo; se acerca ya el tiempo de salvación, disponed, pues, la senda al Señor. 2. Os anunciamos el gozo de Adviento con la segunda llama ardiendo; el primer ejemplo Cristo nos dió, vivid unidos en el amor. 3. Os anunciamos el gozo de Adviento con la tercera llama ardiendo; el muro que vive en la oscuridad brille con esta claridad. 4. Os anunciamos el gozo de Adviento mirad la cuarta llama ardiendo; el Señor está cerca, fuera el temor, estar a punto es lo mejor. (Se pueden hacer alguna peticiones acudiendo a la intercesión de la Virgen María respondiendo después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.) MONITOR:

Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de

Santa María Virgen, escucha nuestra súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. TODOS: Amén. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MÁS CELEBRACIONES CON LA CORONA DE ADVIENTO a) Celebración de la Corona de Adviento siguiendo la Historia de la Salvación.

Primer Domingo de Adviento La promesa de salvación. Para empezar: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el Génesis, capítulo 3: Adán y Eva se dejaron engañar por el demonio al pensar que podían saber más que Dios y hacer lo que Él había prohibido. Así comenzó el pecado en el mundo y todo se volvió obscuridad para el hombre, pues el pecado nos aleja de Dios. Pero Dios prometió enviarnos a un Salvador. Vela: Se enciende la primera vela, que es la vela del arrepentimiento. El color de la vela nos recuerda que es un tiempo de penitencia, de conversión. Oración: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad. Te lo pedimos, Señor. Para terminar: Te damos gracias, Señor, por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón a la venida de Cristo. Amén. Cantar: Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Ven, ven, Señor, no tardes". Ven, Ven Señor, no tardes Ven, ven que te esperamos Ven, ven Señor, no tardes Ven, pronto Señor. El mundo muere de frío, el alma perdió el calor; los hombres no son hermanos el mundo no tiene amor. Envuelto en sombría noche,

el mundo sin paz no ve, buscando va una esperanza, buscando, Señor, tu fe. Al mundo le falta vida, al mundo le falta luz, al mundo le falta el cielo, al mundo le faltas Tú.

Segundo Domingo de Adviento La alianza con Noé. Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se enciende la vela del domingo anterior, recordando que existía un poco de luz por la promesa del Salvador a pesar del pecado de Adán y Eva. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el Génesis, capítulo 7 y 8: En la historia de Noé, se ve como el pecado se fue extendiendo en el mundo y los hombres cada vez más se olvidaban de su amor y mandamientos. El arca de Noé nos recuerda el deseo de Dios de salvar a los hombres. El arco iris es el símbolo que nos recuerda el amor de Dios hacia los hombres. Vela: Se enciende la segunda vela, que es la vela de la promesa de Navidad, de la promesa de la venida del Salvador. Oración: Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos de Ti por las cosas materiales, las prisas, los regalos. Te pedimos nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre. Reflexión: Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura del Génesis del Arca de Noé: En la familia ¿qué nos está alejando de Ti en estos momentos? ¿A qué le estamos dando mayor importancia en nuestra vida? Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana. Para terminar: Te damos gracias Señor por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón para su venida. Amén. Cantar: "Levántate, pueblo mío" Levántate pueblo mío; pueblo mío levántate, viene el Señor. Brilla ya en tus calles, en tus plazas y en los hombres donde hay amor. Levántate pueblo mío,

despierta porque sale el sol, su fuego brilla en la mañana, el viento canta su voz. Alégrate pueblo mío, ya llega nuestro Salvador Su luz nos llena de esperanza su fuego alegra el corazón. Su reino es de justicia, de esperanza, su reino es de salvación.

Tercer Domingo de Adviento: Los Mandamientos Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se encienden las dos velas de los domingos anteriores recordando cómo la luz fue regresando para el hombre con la promesa de salvación y con la alianza de Noé. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el libro del Éxodo : Moisés fue escogido por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Este es un símbolo de la liberación del pecado por la venida de Jesús al mundo. Más adelante, Dios le da los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí, con los que nos muestra el camino para la salvación y se abre una luz en la vida de los hombres. Vela: Se enciende la tercera vela, que representa al amor de Jesús por los hombres. Oración: Te pedimos Señor nos ayudes a cumplir con tus mandamientos para poder acercarnos a Ti durante toda nuestra vida. Reflexión: Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura anterior: En la familia: ¿cómo estamos cumpliendo los mandamientos de Dios? ¿Qué mandamiento nos está costando más trabajo cumplir? Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para mejorar esta semana. Para terminar: Te damos gracias Señor por dejarnos un camino a seguir con tus mandamientos y te pedimos nos ayudes a cumplirlos para preparar nuestro corazón a tu venida. Amén. Cantar: "Allanad los caminos" Hay que allanar las sendas de la vida, porque el Señor está cerca. (bis) Los ojos de los ciegos se han despegado. Las lenguas de los mudos cantan tu gloria, los cojos han saltado como los ciervos:

todo quiere hacerse vida. Estad siempre alegres en el Señor. Sed fieles y constantes en el orar. Guardaos de maldades y desprecios: Dios cumple sus promesas. Si quieres que cumpla las profecías; si quieres la gloria de tu Señor; si quieres que tu Dios venga a visitarte: Cuida y limpia sus caminos.

Cuarto Domingo de Adviento La Anunciación Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se encienden las tres velas de los domingos anteriores recordando cómo se fue haciendo la luz para los hombres en la promesa de salvación, en la alianza con Noé y la alianza con Moisés. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el pasaje de La anunciación de San Lucas 1, 26-38: Con el mensaje que el ángel lleva a María se hace realidad la promesa de salvación a los hombres. Gracias a su "sí" se pudieron llevar a cabo los planes de dios para el mundo. Vela: Se enciende la cuarta vela que representa la llegada de Cristo a los corazones. Oración: Señor, te pedimos nos ayudes a estar siempre dispuestos a dar un "sí" a lo que nos pidas en nuestras vidas. Reflexión: Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura anterior: ¿Cómo hemos cumplido con lo que Dios nos ha mandando en nuestras vidas? ¿Qué tanto hemos aceptado la voluntad de Dios en nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a dar un sí a lo que Dios nos pida? Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana. Para terminar: Te damos gracias, Señor, por haber enviado a tu Hijo a salvarnos y por darnos una Madre en el Cielo. Amén. Cantar: "Dijo que sí María" Dijo que sí María, cuando al amanecer pudo ofrecer su casa al Santo de Israel. Era un jardín la Virgen, Dios quiso ser clavel, nunca mi pobre tierra, fuera tan buen vergel. Dijo que sí María y al recibirle a Él en su morada humilde nos acogió también,

Madre de Dios y nuestra, Virgen de Nazaret, En tu jardín de amores yo quiero florecer. Dijo que sí María cuando al amanecer, supo Dios quería en su jardín nacer. nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel Dijo que sí María cuando al amanecer, Dios la envolvió en su sombra.

B) Celebración de la Corona de Adviento analizando la presencia de Jesucristo y sus enseñanzas en la vida familiar.

Primer Domingo de Adviento El amor familiar. Para comenzar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se apagan las luces y se lee el texto de San Juan 3, 7-11: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros. -Esta es palabra de Dios. -Te alabamos Señor. Oración: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad. Vela: Encender la primera vela recordando qué significa penitencia, conversión de corazón. Para reflexionar: Hacer la siguiente pregunta ¿Cómo hemos amado este año en nuestra familia? El que desee responder en alto, lo puede hacer. Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana. Oración: Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el adviento, en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor divino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción. Para cantar: "Ven, Ven, Señor, no tardes"

Ven, ven Señor no tardes; Ven, ven Señor que te esperamos: Ven, ven Señor no tardes; Ven pronto Señor. El mundo muere de frío, el alma perdió el calor; los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor. Envuelto en sombría noche, el mundo sin paz no ve, buscando va una esperanza, buscando, Señor, tu fe. Al mundo le falta vida, al mundo le falta luz, al mundo le falta el cielo, al mundo le faltas Tú.

Segundo domingo de adviento La servicialidad en la familia. Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el Evangelio de san Marcos 10, 43.45: No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos. -Esta es palabra de Dios. -Te alabamos, Señor. Vela: Se enciende la segunda vela de Adviento. Para reflexionar: Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder en voz alta la respuesta. Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cual será su propósito a cumplir en la semana. Para orar: Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de esta familia en nuestro hogar. Amén. Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de las manos y rezan juntos un padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción. Para cantar: Cantar la canción "Amar es entregarse" Amar es entregarse olvidándose de sí buscando lo que al otro pueda hacer feliz. Qué lindo es vivir para amar

Qué grande es tener para dar Dar alegría, felicidad Darse uno mismo, eso es amar. Si te amas como a ti mismo y te entregas a los demás, verás que no hay egoísmo que no puedas superar. Qué lindo es vivir para amar Qué grande es tener para dar dar alegría y felicidad darse uno mismo eso es amar.

Tercer domingo de adviento Ser mejor en familia. Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se encienden las dos velas de los domingos anteriores, se apagan las luces y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 5, 13-16: Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. -Esta es palabra de Dios. -Gloria a ti, Señor Jesús. Vela: Se enciende la tercera vela de Adviento. Para reflexionar: Después de la lectura anterior, se guardan unos minutos en silencio y se hace la siguiente pregunta: ¿qué hago yo para que mi familia sea mejor? Cada miembro de la familia puede responder en voz alta si desea. Propósitos: Cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito durante la semana y se comprometerá a cumplirlo. Para orar: Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean, Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor cada día. Amén. Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción. Para cantar: "Jesús ¿quién eres Tú? Jesús ¿quién eres Tu? tan pobre al nacer, que mueres en cruz. Tú das paz al ladrón, inquietas al fiel, prodigas perdón.

Tú, siendo creador, me quieres a mí, que soy pecador. Tú dueño y Señor me pides a mí, salvar la Creación. Jesús ¿quién eres Tú? tan pobre al nacer, que mueres en cruz. Tú das paz al ladrón inquietas al fiel, prodigas perdón. Tú, dueño y Señor me pides a mi salvar la creación Jesús ¿quién eres Tú?

Cuarto domingo de adviento La presencia de Dios en nuestra familia Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Se encienden las tres velas de los domingos anteriores y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 7, 24-25: Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca. -Esta es palabra de Dios. -Gloria a Ti Señor Jesús. Vela: Encender la última vela del Adviento. Para reflexionar: Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: ¿De qué manera se ha manifestado la presencia de Dios en nuestra familia durante el año? ¿Lo hemos dejado actuar o le hemos estorbado? Cada uno podrá responder si desea. Propósitos: Después de la lectura anterior, cada uno de los miembros de la familia, dirá cuál es su propósito para la semana y se comprometerá a cumplirlo. Para orar: Padre, que nos has dado una familia en la cuál te hemos conocido y amado, ayúdanos a vivir teniéndote siempre presente en nuestras vidas. Te pedimos que en esta Navidad nos regales el quedarte con nosotros en nuestros corazones y sentir que vives en nuestro hogar, en nuestras familias. Amén. Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de las manos para rezar juntos un Padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción. Para cantar: "El camino que lleva a Belén". El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón. Ropo pom pom, ropo pom pom. Ha nacido en un portal de Belén el Niño Dios.

Yo quisiera traer a tus pies algún presente que te alabe Señor más Tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor, ropo pom, pom, ropo pom, pom