ESCULTURA Representación en tres dimensiones de objetos, figuras o formas, reales o imaginarios, figurativos o abstractos. En la escultura los materiales y las técnicas con que se trabajan están interrelacionados íntimamente, condicionando el resultado final, que pueden ser esculturas de bulto redondo (visibles desde cualquier ángulo, por lo tanto exentas), o relieves (unidas a un plano, en sus variantes de huecorrelieve, cuando están rehundidas en el plano; bajo, medio y altorrelieve). Los dos procedimientos escultóricos básicos consisten en añadir materia, con la mano o útiles apropiados, y en quitarla, con la ayuda de herramientas específicas. Tradicionalmente el primero ha consistido en modelar un material plástico (arcilla, plastilina, cera, etc.) y el segundo en tallar un material de una dureza variable (madera, escayola, hueso, piedra, mármol, etc.). Lo obtenido con el modelado puede ser, previa transformación, la obra final (como es el caso de la terracota), o un paso intermedio, como modelo para la talla, o para su reproducción en otro material fundible (metal o sustancia plástica) lo que requiere la obtención de un molde mediante un vaciado. El acabado es muy diverso (policromía, bruñido, etc.) y depende de la combinación de varios factores: las propiedades de los materiales, las necesidades de conservación y exposición, unidas a las intenciones expresivas de la escultura.

Las técnicas artísticas / Libro de alumno I.3

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ANÓNIMO SIENÉS Nuestra Señora de la Anunciación, c. 1360-1380 Madera de frutal y estuco pintado y parcialmente dorado, 68,5x28x32 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

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La talla, de bulto redondo, representa a la Virgen arrodillada, en actitud de recogimiento, con las manos cruzadas sobre el pecho y la cabeza inclinada., ataviada con camisa, vestido largo y capa que le oculta los pies. La obra posiblemente formaría parte de un conjunto de la Anunciación, del que falta el arcángel Gabriel. A diferencia de muchas de las representaciones de la Virgen en el arte europeo en el siglo XIV, ésta no presenta la característica curva del gótico. El bajo o nulo reconocimiento del trabajo del escultor como actividad artística durante la Edad Media explica que, salvo excepciones, no se conozca al autor de las obras, como en este caso. El imaginero -es decir, el escultor que talla la madera-, por la reglamentación del gremio al que necesariamente debía pertenecer, tenía la obligación de tallar la obra en un solo bloque, al que no podía añadir piezas, con las excepciones de las coronas y las bases de los crucifijos. Pero también se hicieron en imágenes de varias piezas, como es el caso de esta Virgen. La madera debía estar bien seca y carecer de nudos, lo cual no siempre era posible. Tras desbastar el bloque, se tallaba con gubias de modo que los cortes siguiesen la dirección de la veta. Para guiarse en el trabajo se dibujaba sobre el bloque a medida que se tallaba. Para evitar lo más posible el agrietado las tallas se ahuecaban. Una vez hecha la talla se aplicaba una capa de cola protectora y se recubría de una tela fina, siguiendo las formas de la imagen, sobre la que otra capa de creta, yeso o estuco permitía corregir errores y servía de superficie para la policromía hecha al temple, como en los frontales de altar y en los retablos. En Italia esta capa era relativamente espesa y no se utilizaba la tela. La policromía de esta obra es resultado de una restauración en la que posiblemente se imitase el estofado original del vestido. La obra ha sufrido mucho por la acción de la termita y por una conservación inadecuada. Ángel Llorente

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ANDREA DELLA ROBBIA San Agustí, c. 1490 Terracota vidriada con policromía, 76 x 76 x 13 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

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Esta obra representa a san Agustín como santo obispo, con nimbo y mitra, sentado y en actitud de leer un libro que sujeta con sus manos. El borde externo del tondo es una guirnalda de frutos, flores y hojas variados atados con cintas azules. El borde interno es una moldura de ovas y flechas. La postura de la figura de San Agustín es además de verosímil (en cuanto una persona que lee sentada) una «adaptación al marco», es decir a la forma circular. La imagen de un blanco lechoso, que destaca sobre el fondo azul neutro, como en la práctica totalidad de la producción de Andrea, se inscribe en un triángulo. Presenta un volumen escaso, en el que la parte más saliente corresponde al libro que es el centro de la composición. La levísima inclinación de la cabeza, marcada también por la mitra episcopal, en el sentido opuesto al del torso, seguido de la dirección contraria marcada por los brazos y piernas otorga movimiento y vida a la imagen del santo. Andrea (1435-1525) fue sobrino de Luca della Robbia (1400-1482), inventor de la técnica de colorear con barnices vidriados la escultura en terracota, para sí hacerla impermeable, con lo que podía situarse al aire libre, a lo que se añadía un costo muy inferior al de la obra en mármol y mayor aun en bronce. Andrea asumió la dirección del taller de su tío, y a él le sucedería uno de sus hijos. Esta obra participa tanto de la escultura (en tanto que hay modelado) como de la cerámica (por materiales, procedimientos y resultado). Para modelar la arcilla se utilizaban, al igual que actualmente, palillos y palustres. Una vez completamente seca la pieza, se esmaltaba con barnices de base de estaño, que solo permiten utilizar pocos colores (verde y azul sobre blanco), ya que un número mayor lo dificulta la resistencia a la cocción de los componentes empleados. Así se lograba la impermeabilización de la pieza, a la vez que su policromía con el brillo característico de este tipo de cerámica esmaltada. A. Ll.

ACTIVIDADES Modelado y cerámica Con el ejercicio que te proponemos puedes formarte una idea de la técnica del modelado y de la cerámica. Haz un círculo de un diámetro de unos 20 cm y de un grosor de 4 cm. en arcilla y una vez que consigas una superficie plana modela sobre él, añadiendo arcilla, una o dos Las técnicas artísticas / Libro de alumno I.3

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hojas sencillas, tomando como modelo una hoja de una planta o árbol. Utiliza como base para la arcilla una tabla de mayor tamaño que el círculo. Para modelar debes servirte inicialmente de tus manos, y después de dos o tres palillos de modelar preferentemente de madera, ya que los de plástico no son idóneos. Procura apretar la arcilla de modo que no queden burbujas de aire. Para que el barro no se seque entre una y otra sesión de trabajo debes cubrirlo con un trapo húmedo y cerrarlo con una bolsa de plástico. Aunque el tondo que has modelado no vaya a cocerse, es conveniente que lo ahueques de modo que el grosor sea uniforme, (de unos 2,5 cm.) ya que se reducirán las posibilidades de que se agriete al secarse. Para ello, una vez que haya comenzado a perder humedad sepáralo de su base y ahuécalo controlando que no pierda su forma. Para hacerlo te servirás de una herramienta sencilla que puedes fabricar tu mismo con un palo corto y un alambre. Ata con fuerza el alambre doblado a modo de lazo en uno de sus extremos y usa el bucle formado para sacar la arcilla. Si se agrieta o rompe debes reparar las grietas humedeciéndolas y añadiendo barro. Una vez bien seco puedes hacer una semicocción en el horno de la cocina de tu casa, cuya temperatura máxima oscilará entre los 200 º C y los 250 º C, (una cocción es imposible, pues los hornos de cocina no alcanzan la temperatura necesaria para transformar la arcilla en terracota [alrededor de1000 º C]). Con ello conseguirás que se endurezca más que con el simple secado. Pasamos ahora a la fase de la decoración en frío, llamada así por que se hace sin empleo del horno. En este ejercicio vas a emplear pintura de esmalte al agua. Para que la arcilla absorba la pintura, aplica una película tapaporos, hecha con cola blanca diluida en agua -o alkil- con un pincel. Pinta el fondo de un color diferente a las hojas. Para acabar, aplica un barniz brillante, cuando la pintura esté bien seca. Habrás conseguido una falsa cerámica esmaltada Si lo prefieres puedes utilizar pasta de modelar en lugar de arcilla (elige pasta blanca o roja, más parecida a la arcilla. No será necesaria la semicocción, ya que suele estar preparada para que al secarse se endurezca mucho. También podrás pintar directamente sin necesidad de tapar los poros.