LAS ORACIONES DEL PAPA FRANCISCO

LAS ORACIONES DEL PAPA FRANCISCO PRESENTACIÓN En diversas ocasiones y por diferentes motivos, el Papa Francisco, igual que sus predecesores, escribe...
2 downloads 0 Views 1MB Size
LAS ORACIONES DEL PAPA FRANCISCO

PRESENTACIÓN En diversas ocasiones y por diferentes motivos, el Papa Francisco, igual que sus predecesores, escribe y publica algunas oraciones especiales, que bien podemos tener en cuenta para nuestra oración personal y comunitaria. Son oraciones especialmente ricas en su contenido, que nos ayudan no sólo a profundizar nuestra relación con Dios, sino también, a asumir como propias las necesidades más urgentes de la Iglesia y del mundo. He aquí algunas de estas oraciones, que todos podemos anexar, total o parcialmente, al conjunto de nuestras oraciones preferidas.

CONTENIDO ORACIONES A DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO 1. Oración cristiana por la creación 2. Oración por nuestra tierra 3. Oración en el Museo del Holocausto judío 4. Oración por la paz 5. Oración a la Santísima Trinidad 6. Oración en la apertura de la Puerta Santa del Año de la Misericordia. 7. Oración ante el altar de la Confesión de San Pedro 8. Oración en la Zona Cero de Nueva York 9. Oración por los inmigrantes en Lesbos (Grecia) ORACIONES A JESÚS, EL SEÑOR

1. Oración al Señor, con los jóvenes argentinos 2. Oración al Señor con los trabajadores de Cagliari 3. Oración al terminar el Viacrucis el Viernes Santo 4. Oración al Señor Resucitado 5. Oración por el Jubileo de la Misericordia 6. Oración a Jesús, con los jóvenes de Paraguay 7. Oración a la Cruz de Cristo ORACIONES A LA VIRGEN 1. Oración a María, Madre del silencio 2. Oración a María, mujer de la escucha, la decisión y de la acción 3. Oración a María, Madre de la Iglesia y Madre de nuestra fe 4. Acto de consagración a Nuestra Señora de Aparecida

5. Oración a la Virgen de Fátima 6. Oración a la Santísima Virgen María 7. Oración a la Virgen Inmaculada 8. Oración a la Virgen Inmaculada (otra) 9. Oración a la Virgen en el Santuario mariano del Quinche - Ecuador 10. Oración a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia 11. Oración de Consagración de Paraguay a la Virgen de Caacupé 12. Oración a la Virgen de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA 1. Oración por las familias

ORACIONES A DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO 1.

1. ORACIÓN CRISTIANA POR LA CREACIÓN (Encíclica LAUDATO SI Sobre el cuidado de la casa común Pentecostés de 2015)

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas.

Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe. Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este

mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén.

2. ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA (Encíclica LAUDATO SI Sobre el cuidado de la casa común Pentecostés de 2015)

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas. Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos

protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. Amén.

3. ORACIÓN EN EL MUSEO DEL HOLOCAUSTO JUDÍO (Jerusalén, mayo de 2014)

De la tierra se levanta un tímido gemido: Ten piedad de nosotros, Señor. A ti, Señor Dios nuestro, la justicia; nosotros llevamos la deshonra en el

rostro, la vergüenza. Se nos ha venido encima un mal como jamás sucedió bajo el cielo. Señor, escucha nuestra oración, escucha nuestra súplica, sálvanos por tu misericordia. Sálvanos de esta monstruosidad. Señor omnipotente, un alma afligida clama a ti. Escucha, Señor, ten piedad. Hemos pecado contra ti. Tú reinas por siempre. Acuérdate de nosotros en tu misericordia. Danos la gracia de avergonzarnos de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer, de avergonzarnos de esta máxima idolatría, de haber despreciado y destruido nuestra carne, esa carne que tú modelaste del barro, que tú vivificaste con

tu aliento de vida. ¡Nunca más, Señor, nunca más! “Adán, ¿dónde estás?”. Aquí estoy, Señor, con la vergüenza de lo que el hombre, creado a tu imagen y semejanza, ha sido capaz de hacer. Acuérdate de nosotros en tu misericordia.

4. ORACIÓN POR LA PAZ (Jardines Vaticanos, 08/06/2014)

Señor, Dios de paz, escucha nuestra súplica. Hemos intentado muchas veces, y durante muchos años, resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de

hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: "¡Nunca más la guerra!"; "con la guerra, todo queda destruido". Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la

fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia, opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro

sea siempre "hermano", y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.

5. ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

(Encuentro con los carismáticos 03/07/2015)

Te adoramos Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Padre, enviamos al Espíritu Santo que Jesús nos ha prometido. Él nos guiará hacia la unidad. Él es aquel que da los carismas, que hace las diferencias en la Iglesia y también Él hace la unidad. Envíanos al Espíritu Santo, que nos enseñe todo aquello que Jesús nos ha enseñad,o y que nos de la memoria de aquello que Jesús ha dicho. Jesús, Señor, tú has pedido por todos nosotros la gracia de la unidad en esta Iglesia que es Tuya, no es nuestra.

La historia nos ha dividido.Jesús, ayúdanos a ir hacia el camino de la unidad o de esta diversidad reconciliada. Señor, tú siempre haces aquello que has prometido, danos la unidad de todos los cristianos. Amén.

6. ORACIÓN ANTE LA PUERTA SANTA DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO, EN LA APERTURA DEL AÑO DE LA MISERICORDIA (08/12/2015)

Oh Dios, que revelas tu omnipotencia sobre todo con la misericordia y el perdón,

dónanos vivir un año de gracia, tiempo propicio para amarte a Ti y a los hermanos en la alegría del Evangelio. Sigue efundiendo sobre nosotros tu Santo Espíritu, para que no nos cansemos de dirigir con confianza la mirada a aquel que hemos traspasado, a tu Hijo hecho hombre, rostro resplandeciente de tu infinita misericordia, refugio seguro para todos nosotros pecadores, necesitados de perdón y de paz, de la verdad que libera y salva. Él es la Puerta, a través de la cual venimos a ti, manantial inextinguible de consolación para todos, belleza que no conoce ocaso,

alegría perfecta en la vida sin fin. Interceda por nosotros la Virgen Inmaculada, primer y resplandeciente fruto de la victoria pascual, aurora luminosa de los cielos nuevos y de la tierra nueva, puerto feliz de nuestra peregrinación terrenal. A ti, Padre Santo, a tu Hijo, nuestro Redentor, al Espíritu Santo, el Consolador, todo honor y gloria en los siglos de los siglos.

7. ORACIÓN ANTE EL ALTAR DE LA CONFESIÓN EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO (08/12/2015)

Padre Santo, rico en misericordia y grande en el amor, te alabamos con todo el corazón y te damos gracias por la sobreabundancia de tus dones.

Míranos a nosotros, que en este día hemos abierto la Puerta Santa y con alegría hemos dado comienzo al tiempo jubilar. Concede, te rogamos, a todos los que cruzamos la Puerta de la Misericordia con el corazón arrepentido, renovado empeño y filial confianza, que hagan experiencia viva de tu ternura paternal y que reciban la gracia del perdón para testimoniar, con palabras y obras, el rostro de la misericordia, Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.

8. ORACIÓN EN EL MONUMENTO A LA MEMORIA EN LA ZONA CERO DE NUEVA YORK (25/09/2015)

¡Oh Dios de amor, compasión y salvación! ¡Míranos, gente de diferentes creencias y tradiciones, reunidos hoy en este lugar, escenario de violencia y dolor increíbles. Te pedimos que por tu bondad concedas la luz y la paz eternas

a todos los que murieron aquí— a los que heroicamente acudieron los primeros, nuestros bomberos, policías, servicios de emergencia y las autoridades del puerto, y a todos los hombres y mujeres inocentes que fueron víctimas de esta tragedia simplemente porque vinieron aquí para cumplir con su deber el 11 de septiembre de 2001. Te pedimos que tengas compasión y alivies las penas de aquellos que, por estar presentes aquí ese día, hoy están heridos o enfermos. Alivia también el dolor de las familias que todavía sufren y de todos los que han perdido a sus seres queridos en esta tragedia. Dales fortaleza para seguir viviendo con valentía y esperanza.

También tenemos presentes a cuantos murieron, resultaron heridos o sufrieron pérdidas ese mismo día en el Pentágono y en Shanskville, Pennsylvania. Nuestros corazones se unen a los suyos, mientras nuestras oraciones abrazan su dolor y sufrimiento. Dios de la paz, concede tu paz a nuestro violento mundo: paz en los corazones de todos los hombres y mujeres y paz entre las naciones de la tierra. Lleva por tu senda del amor a aquellos cuyas mentes y corazones están nublados por el odio.Dios de comprensión, abrumados por la magnitud de esta tragedia, buscamos tu luz y tu guía

cuando nos enfrentamos con hechos tan terribles como éste. Haz que aquellos cuyas vidas fueron salvadas vivan de manera que las vidas perdidas aquí no lo hayan sido en vano. Confórtanos y consuélanos, fortalécenos en la esperanza, y danos la sabiduría y el coraje para trabajar incansablemente por un mundo en el que la verdadera paz y el amor reinen entre las naciones y en los corazones de todos.

9. ORACIÓN POR LOS INMIGRANTES (Visita apostólica a la Isla de Lesbos -Grecia 16/04/2016)

Dios de Misericordia, te pedimos por todos los hombres, mujeres y niños que han muerto después de haber dejado su tierra, buscando una vida mejor. Aunque muchas de sus tumbas no tienen nombre,para ti cada uno es conocido, amado y predilecto. Que jamás los olvidemos, sino que honremos su

sacrificio con palabras.

obras

más

que

con

Te confiamos a quienes han realizado este viaje, afrontando el miedo, la incertidumbre y la humillación, para alcanzar un lugar de seguridad y de esperanza. Así como tú no abandonaste a tu Hijo cuando José y María lo llevaron a un lugar seguro, muéstrate cercano a estos hijos tuyos a través de nuestra ternura y protección. Haz que, con nuestra atención hacia ellos, promovamos un mundo en el que nadie se vea forzado a dejar su propia casa y todos puedan vivir en libertad, dignidad y paz. Dios de misericordia y Padre de todos, despiértanos del sopor de la indiferencia, abre nuestros ojos a sus sufrimientos y líbranos de la insensibilidad, fruto del bienestar mundano y del encerrarnos en

nosotros mismos. Ilumina a todos, a las naciones, comunidades y a cada uno de nosotros, para que reconozcamos como nuestros hermanos y hermanas a quienes llegan a nuestras costas. Ayúdanos a compartir con ellos las bendiciones que hemos recibido de tus manos y a reconocer que juntos, como una única familia humana, somos todos emigrantes, viajeros de esperanza hacia ti, que eres nuestra verdadera casa, allí donde toda lágrima será enjugada, donde estaremos en la paz y seguros en tu abrazo.

ORACIONES A JESÚS, EL SEÑOR

1. ORACIÓN AL SEÑOR

(Con los jóvenes argentinos en la Catedral de San Sebastián - Río de Janeiro JMJ 25/07/2013)

Señor, Tú dejaste en medio de nosotros a tu Madre, para que nos acompañara. Que Ella nos cuide, nos proteja en nuestro camino, en nuestro corazón, en nuestra fe. Que Ella nos haga discípulos, como lo fue Ella, y misioneros, como también lo fue Ella. Que nos enseñe a salir a la calle, que nos enseñe a salir de nosotros mismos. Bendecimos esta imagen, Señor, que va a recorrer el País. Que Ella con su mansedumbre, con su paz, nos indique el camino. Señor,

Vos

sos

un

escándalo,

el

escándalo de la Cruz. Una Cruz que es humildad, mansedumbre; una Cruz que nos habla de la cercanía de Dios. Bendecimos también esta imagen de la Cruz, que recorrerá el país.

2. ORACIÓN AL SEÑOR

(Al final del encuentro con los trabajadores Cagliari 22/09/2013)

Señor Dios, míranos. Mira esta ciudad, esta isla. Mira a nuestras familias. Señor, a Ti no te faltó el trabajo, fuiste carpintero, eras feliz. Señor, nos falta el trabajo. Los ídolos quieren robarnos la dignidad.

Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza. Señor, no nos dejes solos. Ayúdanos a ayudarnos entre nosotros; que olvidemos un poco el egoísmo y sintamos en el corazón el “nosotros”, nosotros pueblo que quiere ir adelante. Señor Jesús, a Ti no te faltó el trabajo, danos trabajo y enséñanos a luchar por el trabajo y bendícenos a todos nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

3. ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO AL TERMINAR EL VÍA CRUCIS (Viernes Santo 03/04/2015)

Oh Cristo, crucificado y victorioso. Tu Vía Crucis es el resumen de tu vida. Es el icono de tu obediencia a la voluntad del Padre. Es la realización de tu infinito amor por nosotros, pecadores. Es la prueba de tu misión. Es el cumplimento definitivo de la revelación y la historia de la Salvación. El peso de tu Cruz nos libra de todas nuestras cargas.

En tu obediencia a la voluntad del Padre, nosotros nos damos cuenta de nuestra rebelión y desobediencia. En tí, vendido, traicionado y crucificado por tu gente, tus seres queridos, nosotros vemos nuestras habituales traiciones y nuestra usual infidelidad. En tu inocencia, Cordero Inmaculado, vemos nuestra culpabilidad, en tu rostro lleno de cicatrices, escupido, deformado, vemos la brutalidad de nuestros pecados. En la crueldad de tu Pasión, vemos la crueldad de nuestro corazón y nuestras acciones. En tu sentirte abandonado, vemos a todos los abandonados por los familiares, la sociedad, la atención y la solidaridad. En

tu

cuerpo

sacrificado,

perforado,

desgarrado, vemos los cuerpos de nuestros hermanos abandonados en la calle, desfigurados por nuestra negligencia y nuestra indiferencia. En tu sed Señor, vemos la sed de tu Padre misericordioso, que en ti ha querido abrazar, perdonar y salvar a toda la humanidad. En ti, Divino Amor, vemos aún hoy a nuestros hermanos perseguidos, decapitados y crucificados por su fe en ti, bajo nuestros ojos, o a menudo con nuestro silencio cómplice. Imprime, Señor, en nuestros corazones sentimientos de fe, de esperanza, de caridad, de dolor por nuestros pecados. Y llévanos a arrepentirnos de nuestros pecados que te han crucificado.

Llévanos a transformar nuestra conversión hecha de palabras, en conversión de vida y de obras. Llévanos a mantener en nosotros un recuerdo vivo de tu rostro desfigurado, para no olvidar nunca el alto precio que has pagado para liberarnos. Jesús crucificado, refuerza en nosotros la fe; que no caiga frente a la tentación. Reviva en nosotros la esperanza; que no se desvanezca siguiendo las seducciones del mundo. Cuida en nosotros la caridad; que no se deje engañar por la corrupción y la mundanidad. Enséñanos que la cruz es vía a la Resurrección.

Enséñanos que el Viernes Santo es camino hacia la Pascua de la luz. Enséñanos que Dios no olvida nunca a ninguno de sus hijos, y no se cansa nunca de perdonarnos y abrazarnos con su infinita misericordia. Y enséñanos también a no cansarnos nunca de pedir perdón y creer en la misericordia sin límites del Padre. Amén.

4. ORACIÓN AL SEÑOR RESUCITADO (Bendición Urbi et Orbi, Pascua de 2014)

Nos dirigimos hoy a ti, Señor resucitado. Ayúdanos a buscarte para que todos podamos encontrarte, saber que tenemos un Padre y no nos sentimos huérfanos; que podemos amarte y adorarte. Ayúdanos a derrotar el flagelo del hambre, agravada por los conflictos y los inmensos derroches de los que a menudo somos cómplices. Haznos disponibles para proteger a los indefensos, especialmente a los niños, a las mujeres y a los ancianos, a veces sometidos a la explotación y al abandono. Haz que podamos curar a los hermanos afectados por la epidemia de Ébola en

Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, y a aquellos que padecen tantas otras enfermedades, que también se difunden a causa de la incuria y de la extrema pobreza. Consuela a todos los que hoy no pueden celebrar la Pascua con sus seres queridos, por haber sido injustamente arrancados de su afecto, como tantas personas, sacerdotes y laicos, secuestradas en diferentes partes del mundo. Conforta a quienes han dejado su propia tierra para emigrar a lugares donde poder esperar en un futuro mejor, vivir su vida con dignidad y, muchas veces, profesar libremente su fe. Te rogamos, Jesús glorioso, que cesen todas las guerras, toda hostilidad

pequeña o grande, antigua oriente. Te pedimos por Siria: la amada Siria, que cuantos sufren las consecuencias del conflicto puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, sobre todo entre la población inerme, y tengan la audacia de negociar la paz, tan anhelada desde hace tanto tiempo. Jesús glorioso, te rogamos que consueles a las víctimas de la violencia fratricida en Irak y sostengas las esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos. Te invocamos para enfrentamientos Centroafricana, se ataques terroristas

que se ponga fin a los en la República detengan los atroces en algunas partes de

Nigeria y la violencia en Sudán del Sur. Y te pedimos por Venezuela, para que los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna. Que por tu resurrección, que este año celebramos junto con las iglesias que siguen el calendario juliano, te pedimos que ilumines e inspires iniciativas de paz en Ucrania, para que todas las partes implicadas, apoyadas por la Comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con un espíritu de unidad y diálogo, el futuro del País. Te rogamos, Señor, por todos los pueblos de la Tierra: Tú, que has vencido a la muerte, concédenos tu vida, danos tu paz. Amén.

5. ORACIÓN POR EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y

a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos

se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

6. ORACIÓN A JESÚS

(Con los jóvenes en Asunción, Paraguay /1207/2015)

Señor Jesús, dame un corazón libre, que no sea esclavo de todas las trampas del mundo; que no sea esclavo de la comodidad, del engaño; que no sea esclavo de la buena vida; que no sea esclavo de los vicios; que no sea esclavo de una falsa libertad de hacer lo que me gusta

en cada momento. Amén. Señor Jesús, te doy gracias por estar aquí. Te doy gracias porque nos diste hermanos como Liz, Manuel y Orlando. Te doy gracias porque nos diste muchos hermanos que son como ellos, que te encontraron, Jesús; que te conocen Jesús; que saben que Tú, su Dios, eres su fortaleza. Jesús, te pido por los chicos y chicas que no saben que Tú eres su fortaleza, y que tienen miedo de vivir; miedo de ser felices, miedo de soñar. Jesús, enséñanos a soñar; a soñar cosas grandes, cosas lindas, cosas que aunque parezcan cotidianas son cosas que engrandecen el corazón.

Señor Jesús, danos fortaleza; danos un corazón libre; danos esperanza; danos amor y enséñanos a servir. Amén

7. ORACIÓN A LA CRUZ DE CRISTO (Al terminar el Vía Crucis en el Coliseo Romano Viernes Santo 25/03/2016)

Oh Cruz de Cristo, símbolo del amor divino y de la injusticia humana, icono del supremo sacrificio por amor y del extremo egoísmo por necedad, instrumento de muerte y vía de resurrección, signo de la obediencia y emblema de la traición, patíbulo de la persecución y estandarte de la victoria.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo alzada en nuestras hermanas y hermanos asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras espadas y el silencio infame. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los rostros de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras y de la violencia, y que con frecuencia sólo encuentran la muerte y a tantos Pilatos que se lavan las manos. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los doctores de la letra y no del espíritu, de la muerte y no de la vida, que en vez de enseñar la misericordia y la vida, amenazan con el castigo y la muerte y condenan al justo.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros infieles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan incluso a los inocentes de su propia dignidad. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los corazones endurecidos de los que juzgan cómodamente a los demás, corazones dispuestos a condenarlos incluso a la lapidación, sin fijarse nunca en sus propios pecados y culpas. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los fundamentalismos y en el terrorismo de los seguidores de cierta religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su inaudita violencia. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos

viendo en los que quieren quitarte de los lugares públicos y excluirte de la vida pública, en el nombre de un cierto paganismo laicista o incluso en el nombre de la igualdad que tú mismo nos has enseñado. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los poderosos y en los vendedores de armas que alimentan los hornos de la guerra con la sangre inocente de los hermanos. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los traidores que por treinta denarios entregan a la muerte a cualquier persona. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ladrones y en los corruptos que en vez de salvaguardar el bien común y la ética se venden en el

miserable mercado de la inmoralidad. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los necios que construyen depósitos para conservar tesoros que perecen, dejando que Lázaro muera de hambre a sus puertas. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los destructores de nuestra «casa común» que con egoísmo arruinan el futuro de las generaciones futuras. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ancianos abandonados por sus propios familiares, en los discapacitados, en los niños desnutridos y descartados por nuestra sociedad egoísta e hipócrita. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro mediterráneo y en el

Mar Egeo convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada. Oh Cruz de Cristo, imagen del amor sin límite y vía de la Resurrección, aún hoy te seguimos viendo en las personas buenas y justas que hacen el bien sin buscar el aplauso o la admiración de los demás. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros fieles y humildes que alumbran la oscuridad de nuestra vida, como candelas que se consumen gratuitamente para iluminar la vida de los últimos. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en el rostro de las religiosas y consagrados –los buenos samaritanos– que lo dejan todo para vendar, en el silencio evangélico, las llagas de la

pobreza y de la injusticia. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los misericordiosos que encuentran en la misericordia la expresión más alta de la justicia y de la fe. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las personas sencillas que viven con gozo su fe en las cosas ordinarias y en el fiel cumplimiento de los mandamientos. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los arrepentidos que, desde la profundidad de la miseria de sus pecados, saben gritar: Señor acuérdate de mí cuando estés en tu reino. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los beatos y en los santos que saben atravesar la oscuridad de la noche

de la fe sin perder la confianza en ti y sin pretender entender tu silencio misterioso. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las familias que viven con fidelidad y fecundidad su vocación matrimonial. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los voluntarios que socorren generosamente a los necesitados y maltratados. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los perseguidos por su fe que con su sufrimiento siguen dando testimonio auténtico de Jesús y del Evangelio. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los soñadores que viven con un corazón de niños y trabajan cada día para

hacer que el mundo sea un lugar mejor, más humano y más justo. En ti, Cruz Santa, vemos a Dios que ama hasta el extremo, y vemos el odio que domina y ciega el corazón y la mente de los que prefieren las tinieblas a la luz. Oh Cruz de Cristo, Arca de Noé que salvó a la humanidad del diluvio del pecado, líbranos del mal y del maligno. Oh Trono de David y sello de la Alianza divina y eterna, despiértanos de las seducciones de la vanidad. Oh grito de amor, suscita en nosotros el deseo de Dios, del bien y de la luz. Oh Cruz de Cristo, enséñanos que el alba del sol es más fuerte que la oscuridad de la noche. Oh Cruz de Cristo, enséñanos que la aparente victoria del mal se desvanece ante la tumba vacía y frente a la certeza de la Resurrección y del amor

de Dios, que nada lo podrá derrotar u oscurecer o debilitar. Amén.

ORACIONES A LA VIRGEN

1. ORACIÓN A MARÍA MADRE DEL SILENCIO

(Profesión de fe con los Obispos de la Conferencia Episcopal Italiana, 23/05/2013)

Madre del silencio, que custodia el misterio de Dios, líbranos de la idolatría del presente, a la que se condena quien olvida. Purifica los ojos de los Pastores con el colirio de la memoria: volveremos a la lozanía de los orígenes, por una Iglesia orante y penitente. Madre de la belleza, que florece, de la fidelidad al trabajo cotidiano, despiértanos del sopor de la pereza, de la mezquindad y del derrotismo. Reviste a los Pastores de esa compasión que unifica e integra: descubriremos la alegría de una Iglesia sierva, humilde y

fraterna. Madre de la ternura, que envuelve de paciencia y de misericordia, ayúdanos a quemar las tristezas, impaciencias y rigidez de quien no conoce pertenencia. Intercede ante tu Hijo para que sean ágiles nuestras manos, nuestros pies y nuestro corazón: Edificaremos la Iglesia con la verdad en la caridad. Madre, seremos el Pueblo de Dios, peregrino hacia el Reino. Amén.

2. ORACIÓN A MARÍA, LA MUJER DE LA ESCUCHA, DE LA DECISIÓN, DE LA ACCIÓN (Al final del rezo del Rosario, 31/05/2013)

María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos; que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos, especialmente a quien es pobre, necesitado, o tiene dificultades.

María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida. María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan «deprisa» hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, la luz del Evangelio al mundo. Amén

3. ORACION A MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA Y MADRE DE NUESTRA FE

(Al final de la Encíclica LUMEN FIDEI – La luz de la fe, 29/06/2013)

Madre, ¡ayuda nuestra fe! Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada. Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe. Ayúdanos a fiarnos plenamente de Él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar.

Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Recuérdanos que quien cree no está nunca solo. Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que Él sea luz en nuestro camino. Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén

4. ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA (Santuario de Aparecida, Brasil 24/06/2013)

María Santísima, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, en tu amada imagen de Aparecida, difundes innumerables beneficios por todo Brasil. Yo, aun indigno de formar parte del número de vuestros hijos e hijas, pero lleno del deseo de participar en los beneficios de tu misericordia, postrado a

tus pies, te consagro mi entendimiento, para que pueda siempre pensar en el amor que mereces; te consagro mi lengua para que siempre te pueda alabar y difundir tu devoción; te consagro mi corazón, para que, después de Dios, te ame sobre todas las cosas. Recíbeme, Reina incomparable, Tú, a quien Cristo crucificado nos dio por Madre, en el número bendito de tus hijos e hijas; acógeme bajo tu protección; socórreme en todas mis necesidades, espirituales y temporales, sobre todo en la hora de mi muerte. Bendíceme, celestial cooperadora, y a través de tu poderosa intercesión, fortaléceme en mi debilidad, a fin de que, sirviéndote fielmente en esta vida, pueda alabarte, amarte y darte gracias en los cielos, por toda la eternidad. ¡Así sea!

5. ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA (Jornada Mariana, 13/10/ 2013)

Bienaventurada María, Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman

bienaventurada. Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y salvarla. Acoge con benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza, ante esta imagen tuya tan querida por nosotros. Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti. Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos: bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad; guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad. Enséñanos tu mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón: congrega a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo, el Señor nuestro Jesús. Amén.

6. ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (Al final de la Exhortación Evangelii Gaudium La alegría del Evangelio)

Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro "sí" ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. Tú, que llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú, que estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable, recibiste el

alegre consuelo de la resurrección, y recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, esposa de las bodas eternas, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres,para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya.

7. ORACIÓN A LA VIRGEN INMACULADA

(En la Plaza España, Roma, 08/12/2013)

Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo y el amparo maternal de nuestra ciudad, nos acogemos con confianza y amor. Eres toda belleza, María. En Ti no hay mancha de pecado. Renueva en nosotros el deseo de ser santos: que en nuestras palabras resplandezca la verdad, que nuestras obras sean un canto a la caridad, que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad, que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio. Eres toda belleza, María. En Ti se hizo

carne la Palabra de Dios. Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres; que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos;que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes; queamemos y respetemos siempre la vida humana. Eres toda belleza, María. En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios. Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo: que la luz de la fe ilumine nuestra vida, que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos, que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón, que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera

alegría. Eres toda belleza, María. Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica: que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca, que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra ciudad y al mundo entero. Amén.

8. ORACIÓN A LA VIRGEN INMACULADA (Roma, 08/12/ 2014)

Oh María, Madre nuestra. Hoy el pueblo de Dios en fiesta, te venera Inmaculada, preservada desde siempre del contagio del pecado. Acoge el homenaje que te ofrezco, en nombre de la Iglesia que está en Roma y en el mundo entero. Saber que Tú, que eres nuestra Madre, estás totalmente liberada del pecado, nos llena de esperanza y de fortaleza en la lucha diaria que debemos realizar, en contra de las amenazas del maligno. Pero en esta lucha no estamos solos, no somos huérfanos, porque Jesús, antes de morir en la cruz, nos ha dado a Ti como Madre.

Nosotros, por lo tanto, a pesar de ser pecadores, somos tus hijos, hijos de la Inmaculada, llamada a aquella santidad que en Ti resplandece, para gracia de Dios desde el inicio. Animados de esta esperanza, nosotros hoy, invocamos tu materna protección para nosotros, para nuestras familias, para esta ciudad, para el mundo entero. Que el poder del amor de Dios, que te ha preservado del pecado original, por tu intercesión, libere a la humanidad de toda esclavitud espiritual y material, y haga vencer en los corazones y en los eventos, el plan de salvación de Dios. Haz que también en nosotros, tus hijos, la gracia prevalezca sobre el orgullo, y podamos llegar a ser misericordiosos, como es misericordioso nuestro Padre

celestial. En este tiempo que conduce a la fiesta de la Natividad de Jesús, enséñanos a andar a contracorriente: a despojarnos, a abajarnos, a escuchar, a hacer silencio, a descentrarnos de nosotros mismos, para dejar espacio a la belleza de Dios, fuente de la verdadera alegría. ¡Oh Madre nosotros!

Inmaculada,

reza

por

9. ORACIÓN A LA VIRGEN EN EL SANTUARIO MARIANO DEL QUINCHE (Viaje apostólico a Ecuador, 07/2015)

Virgen María, Madre de El Quinche, escogida por Dios para darme a su Hijo y mostrarme el verdadero camino, atiende amorosa mi humilde oración. Enséñame a amar, como lo hiciste tú, para vivir en paz y con serenidad. Enséñame a esforzarme, como tú, Madre,

para cumplir las metas señaladas por Dios. Enséñame a entregarme, y ser para los demás, las manos de Dios. Enséñame a vivir con respeto a los hermanos ya que en ellos está la persona de Jesús. Enséñame a orar para mantener el contacto con tu Hijo Divino. Enséñame a descubrir y cumplir la voluntad de Dios, ser feliz y llegar a mi plenitud. Enséñame, en fin, a ser buena persona, para estar contigo, María, con Jesús, con el Espíritu Santo y con mi Padre Dios en la eternidad.

10. ORACIÓN A LA VIRGEN DE COPACABANA, PATRONA DE BOLIVIA,

(Al dejarle las condecoraciones dadas por el Presidente Evo Morales)

Madre del Salvador y Madre nuestra, tú Reina de Bolivia, desde la altura de tu Santuario en Copacabana atiendes a las súplicas y a las necesidades de tus hijos, especialmente de los más pobres y abandonados, y los proteges. Recibe como obsequio del corazón de Bolivia y de mi afecto filial los símbolos del cariño y de la cercanía que –en nombre del Pueblo boliviano– me ha entregado con afecto cordial y generoso el Señor Presidente Evo Morales Ayma, en ocasión de este Viaje Apostólico, que he confiado a tu solicita intercesión. Te ruego que estos reconocimientos, que

dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Cóndor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luis Espinal, S.I. sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solicita y fuerte ternura. En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días, tantas Madre: te suplico que les escuches. Concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

11. ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DE PARAGUAY A LA VIRGEN DE CAACUPÉ (Viaje apostólico a Paraguay, 11/07/2015)

¡Oh! Señora y Madre Nuestra, Virgen de tantos rostros y tantos nombres, que aquí eres infinitamente amada como Tupasý Caacupé. Te consagramos el Paraguay, Corazón de

América, con todos sus habitantes. Ten bajo tu amparo constante a la Iglesia de Cristo aquí presente, a los gobernantes y a todas las familias. Protege también a todos los paraguayos y paraguayas que tuvieron que migrar y aún en la distancia y con tantas pruebas no se olvidan de ti. Ayuda virgencita serrana a que todos podamos experimentar la infinita misericordia de Dios, para que como discípulos misioneros de tu hijo Jesucristo, podamos construir una nación santa, inspirados en el evangelio donde reinen la solidaridad, la justicia, la verdad, la alegría y la paz y logremos la Reconciliación tan anhelada para todos los hijos de esta bendita tierra guaraní. Amén.

12. ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE (Santiago de Cuba 21/09/2016)

¡Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba! ¡Dios te salve, María, llena de gracia! Tú eres la Hija amada del Padre, la Madre de Cristo, nuestro Dios, el Templo vivo del Espíritu Santo.

Llevas en tu nombre, Virgen de la Caridad, la memoria del Dios que es Amor, el recuerdo del mandamiento nuevo de Jesús, la evocación del Espíritu Santo: amor derramado en nuestros corazones, fuego de caridad enviado en Pentecostés sobre la Iglesia, don de la plena libertad de los hijos de Dios. ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús! Has venido a visitar nuestro pueblo y has querido quedarte con nosotros como Madre y Señora de Cuba, a lo largo de su peregrinar por los caminos de la historia. Tu nombre y tu imagen están esculpidos en la mente y en el corazón de todos los cubanos,

dentro y fuera de la Patria, como signo de esperanza y centro de comunión fraterna. ¡Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra! Ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo, intercede por nosotros con tu corazón maternal, inundado de la caridad del Espíritu. Acrecienta nuestra fe, aviva la esperanza, aumenta y fortalece en nosotros el amor. Ampara nuestras familias, protege a los jóvenes y a los niños, consuela a los que sufren. Sé Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia, modelo y estrella de la nueva evangelización. ¡Madre de la reconciliación!

Reúne a tu pueblo disperso por el mundo. Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas para que este pueblo abra de par en par su mente, su corazón y su vida a Cristo, único Salvador y Redentor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

4. ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA

1. ORACIÓN POR LAS FAMILIAS

(Al terminar la Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laettitia – La alegría del amor, sobre El Amor en la familia 19/03/2016)

Jesús, María y José: en vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor; a vosotros, confiados, nos dirigimos, Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias, lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas. Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y José, escuchad, y acoged nuestra súplica. Amén.