LAS FOTOGRAFIAS MURALES

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LAS FOTOGRAFIAS MURALES AS fotografías grandes son un recurso vaL lioso para exposiciones y para decoración. En las exposiciones sirven para mostrar a los visitantes realidades que expuestas de otro modo implicarían dificultades con frecuencia insuperables. Las fotografías sustituyen así al objeto real o a una maqueta que sería difícil o costoso llevar a la exposición. Las fotografías murales se utilizan también en las exposiciones como elemento decorativo que complementa otros aspectos de la exhibición. Por otra parte, estas fotografías se utilizan cada vez con mayor frecuencia sólo desde el punto de vista decorativo. Son empleadas en viviendas, locales comerciales o instalaciones educativas. Y se colocan en habitaciones como despachos, salas de espera o cuartos de estar. Casi en todas partes tienen cabida. Pero hay que tener en cuenta que una ampliación buena sólo puede lograrse a partir de un buen negativo. Es decir, un negativo constrastado, sin raspaduras y que corresponda a una fotografía bien tomada. Una foto desenfocada, con tonos grises o falta de calidad

en cualquier aspecto, por muy afectiva que resulte, no debe ser utilizada para hacer una ampliación grande. Para las fotografías murales, en ampliaciones grandes, deben utilizarse negativos que tengan 6x6 centímetros de tamaño como mínimo. Con los negativos de paso universal, de 35 milímetros, raramente se obtienen ampliaciones de calidad, con tamaño mayor de 30 x 40 centímetros. Los negativos de 6x6 centímetros sin embargo, proporcionan buenas ampliaciones de más de un metro de lado. Es aconsejable realizarlas sobre papel mate para evitar reflejos.

EL MONTAJE Generalmente, las fotografías murales se montan sobre madera. Lo mejor es pegarlas sobre madera contrachapada unida a un bastidor. Los bastidores tienen la superficie de la madera contrachapada encolada al bastidor y no se abarquillan. También se montan las fotografías pegándolas a tableros de viruta de madera prensada. El grosor de esta madera ha de ser de unos 10 milímetros por lo menos.

Con frecuencia, las fotografías constituyen una parte muy importante de las exposiciones. Se consideran fotos murales a las ampliaciones que tienen dimensiones superiores a 50 cetunnetros. Apréciese la forma variada de los bastidores. 115

Dos tipos de bastidor: el de la derecha, de tres centímetros de grosor; y los de la izquierda, de 10 centímetros de grueso.

COMO SE PEGAN LAS FOTOGRAFIAS

Cuanto más gruesos son los tableros menos se abarquillan, pero quizá tienen el inconveniente de tener un peso excesivo. Además, cuanto más grueso sea el bastidor o el tablero más destacará la fotografía sobre la pared o el panel general en que se coloque. Las fotografías pueden pegarse directamente sobre las paredes, siempre que la superficie del paramento esté lisa y sin grietas ni abultamientos que exigirían una preparación especial. Este procedimiento está justificado cuando la fotografía ha de cubrir todo un paño, de esquina a esquina, de modo que carezca de interés el resalte que pudiera ofrecer al pegarla sobre un bastidor más o menos grueso. Por otra parte, quizá interese pegarla directamente a la pared para ahorrar el costo del bastidor, pero hay que pensar que no se podrá sustituir cómodamente. Una foto pegada sobre un bastidor se coloca donde se desea, se cambia de lugar sin dificultad o se sustituye por otra foto fácilmente. Las fotos se fijan directamente sobre los paramentos siguiendo la técnica del empapelado de paredes. Sin embargo, no es aconsejable abordar esta tarea con fotografías sin tener la experiencia de haber empapelado alguna habitación con éxito. 116

Cuanto más fino es el papel en que están hechas las ampliaciones con menos dificultad se pegan. Para pegarlas sobre un bastidor contrachapado o sobre un tablero de madera prensada se procede de la siguiente manera. La fotografía se moja totalmente en agua limpia y a temperatura normal. Hay que cuidar que al ablandarse el papel no se formen arrugas porque después es difícil eliminarlas. También conviene humedecer someramente la madera con una esponja. En esta operación se ha de observar bien la superficie, al tiempo que con la esponja húmeda se elimina el polvo. Si hubiese irregularidades de pegotes o briznas que sobresalen a veces, se han de eliminar con lija fina. En cualquier caso, es conveniente pasar la lija fina por los bordes del contorno, porque es donde más firmemente debe fijarse la foto, y en esos extremos conviene trabajar sobre madera bien firme. Después se reparte el pegamento. Hay que esparcirlo por toda la superficie de la madera con brocha ancha, excepto en una franja de dos o tres centímetros junto a los bordes. En esta franja se distribuye un pegamento más enérgico, de contacto. En la parte de dentro se distribuye pegamento diluído al 50 por 100 en agua para que al secar, y encogerse el papel como consecuencia, no se rompa la foto y no se abarquille la madera excesivamente. Por ejemplo, la cola «Rakoll " blanca u otra marca similar, usada con agua, mitad y mitad, sirve para este propósito. En la franja del contorno se utiliza cola de contacto; por ejemplo “ Bunitex», «Novopren» o «Superestraticol». No conviene aplicar la fotografía inmediatamente después de distribuir los pegamentos. Mientras se orea el pegamento se procede a secar la fotografía quitándole con una

esponja escurrida toda el agua que sea posible. Seguidamente se pone la fotografía sobre la madera, cuidando que no se formen arrugas, ni queden burbujas de aire. Esto se consigue aplicando suavemente un rodillo o un trozo de madera plano cubierto con una esponja. Se ha de estirar la foto de este modo. sin apretar mucho, para no desplazar el pegamento. Basta observar la foto a contraluz para apreciar que está unida a la madera en toda su superficie. Los bordes sobrantes de la foto, deben recortarse inmediatamente con cuchilla o con una escofina porque, si no se recortan, dificultan el pegado en los bordes. Otro procedimiento, cuando sobra papel, es doblar la foto para que el canto de la madera quede cubierto por la fotografía y se sujeta en el dorso del soporte aplicando pegamento de contacto y clavando grapas o chinchetas. Con la esponja limpia y humedecida en agua se repasa la foto frotando del centro a los extremos, asegurando que no se queden bolsas de aire. Se deja secar colocándola horizontalmente. A veces, cuando está casi seca, se aprecia que algún borde se despega o que no está firmemente adherido; entonces se puede aplicar de nuevo pegamento de contacto y sujetarlo con unas pinzas, o con peso.

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RETOQUE DE LAS AMPLIACIONES Los defectos del negativo se aprecian en la ampliación de manera escandalosa. Los arañazos y la suciedad propios de negativos mal cuidados se manifiestan en la ampliación. Incluso con negativos que han sido esmeradamente manejados se aprecian defectos en las grandes ampliaciones. En uno y otro caso es necesario un meticuloso retoque que permita obtener el máximo provecho de la foto.

.kplicación del pegamento. Arriba, diluido en agua; abajo, pegamento de contacto en los bordes del tablero de viruta prensada.

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Es muy importante que no quede aire entre la foto y el soporte. Se miles!~ dos modos de unir la foto a la madera sin dejar burbujas.

En las zonas grises y negras de las grandes ampliaciones se suelen apreciar puntos y rayitas blancos que proceden de motas de polvo o arañazos que tiene el negativo. Hay que pintarlos de gris o negro de manera fija y sin que se aprecien brillos o huellas que desentonen en la superficie de la foto. En las fotos de superficie mate se tapan las manchas blancas con lapicero blando. Después se aplica un fijado transparente finamente pulverizado; el comercio lo vende en forma de «spray». En las fotografías con brillo el lapicero agarra mal y es mejor tapar los puntos blancos con tinta china más o menos aguada según se necesite más o menos gris. Lo importante es aplicarla con pincel fino, poco empapado, de pelo de marta y del número doble cero. Es trabajo que requiere cuidado y paciencia. Los rotuladores de punta de fieltro también sirven para tapar puntos blancos. Los tonos grises se consiguen absorbiendo la tinta del punto negro recién aplicado con un algodón o con la yema del dedo. Cuando se trata de eliminar puntos o rayas negros que manchan las superficies blancas de las fotos, lo mejor es raspar con una hoja de afeitar de buen filo. Para retocar fotografías en color se utili118

za tinta china de colores, usando pincel fino y sin empapar.

COLOCACION Cuando las fotografías van a ser observadas de lejos conviene elegir temas con motivos grandes, bien definidos y contrastados. Deben colocarse frente a las posiciones habituales en que las personas están o pasan por los lugares donde van a ponerse. Frente a puertas de entrada, al final de pasillos, ante asientos de espera o como fondo de detalles cuando tienen el propósito de ambientar. Parece elemental aludir a la necesidad de que se vean bien. Sin embargo, lo mencionamos para referirnos no sólo a su situación,

Inmediatamente después de pegar la foto conviene separar el papel sobrante cortándole con cuchilla o como muestra la fotografía.

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Si no quedo itire entre la forografia y el soporte al irse secando, la foto queda perfectamente pegada a la madera. Conviene comprobarlo, especialmente en los laterales.

Cuando por cualquier imprevisto quede dgún extremo de la foto mal pegado, se añade más pegamento de contacto y se somete a presión con unas pinzas.

sino también a la iluminación que deben recibir. Las fotos murales más utilizadas son las quo re7resentan vistas al aire libre. Como en la mayoría de los casos se utilizan colocadas entre paredes interiores, la luz que tenga la fotografía debe ser superior a la luz más o menos difusa que recibe la pared donde está colocada, para que de efectivamente la impresión de aire libre. Cuando la fotografía se coloca junto a una ventana por la que entra mucha luz, si la foto no tiene iluminación especial quedará en penumbra, perdiendo cualidades para ganar la atención. La luz destaca no sólo las partes luminosas de la foto sino los detalles de sombras y contrastes. Se deben ver bien para sacar el máximo partido de su propia elocuencia. Las fotos son imágenes que, a diferencia de otros medios de expresión, no requieren entrenamiento especial para ser entendidas. José Mas Candela

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