LanzaDigital, Martes 23 de Febrero de 2010

Opinión LanzaDigital, Martes 23 de Febrero de 2010 Eduardo Jiménez López-Cano La Novena de Mahler - 23/02/2010 A D. Otiló Sánchez Franco, director...
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Opinión

LanzaDigital, Martes 23 de Febrero de 2010

Eduardo Jiménez López-Cano

La Novena de Mahler - 23/02/2010

A D. Otiló Sánchez Franco, director que fue de la Banda Municipal de Malagon, y a todos los músicos que con él, duermen el sueño de la eternidad. Es un estudio sui géneris de la humanidad que encierra la vida de Gustav Mahler, y la trascendencia de su obra para la música moderna. Pongo como ejemplo vivo de la divinidad musical, su NOVENA SINFONÍA. La Novena es una obra de amor y muerte Ya en los albores del s. XX sus sinfonías recorren el mundo. Su originalidad musical en su ritmo posromántico y su juego de atonalidades(!el maestro Wagner ya jugaba como los niños en parterre, con atonalidades de “corte y casta”!)menguaron su autentica personalidad. Su camino musical, a trancas y barrancas, va dejando un aroma de genialidad. El gran maestro, maneja un pentagrama, hasta entonces clásico, muy clásico, de forma antojadiza, aún siguiendo las normas del Romanticismo Clásico...!quien lo duda!. El genio de Mahler, su Sinfonía de la Muerte, es el pentagrama de diez lineas. Un Re Mayor con...bemoles. Son las trompetas de Jericó. Las Siete plagas de Egipto. Lo irreal. Lo in alcanzable. El infinito. La fuerza asesina del huracán. Y, sin embargo, es dulce como melaza; generoso como franciscano; como noche primaveral del trópico...!Como su“dios”: Wagner!. Armonías disonantes, melodías populares, marchas,... ligadas al proceso mediante un uso del acorde entrecortando y las desmesuradas proporciones de sus obras sinfónicas, retrasaron la incorporación de sus creaciones a la música post 2ª Guerra Mundial. Su música sinfónica, decía Bruckner, “es un agrio néctar de orquídea”. Todo en el apátrida, es humanidad, misterio y, sobre todo, tragedia. Igual que Wagner y su maestro Bruckner, sigue la técnica del contrapunto y se inicia en las atonalidades que más tarde solo tendrían respaldo en la Segunda Escuela de Viena(Schonberg, Antón Weber, Alban Berg, Hanns Eisler,...). Schönberg aseguró que Mahler fue el precursor de sus raras técnicas: atonalidad, dodecafonismo, serialismo,... Las siluetas del lento caminar de las anacrusa del maestro conductor, quedan dibujadas en el aire. No se deshacen, lo ves durante toda la Sinfonía. Te intranquilizan. Sientes el fervor de un alma que quiere

resurrección, sin haberse producido transito. Su música es la fiel fotografía de su existencia. Vida cruel en un cúmulo de contradicciones que terminaran en una enfermiza pugna de conciencia; todo producto de sus dudas teológicas, de sus no claras doctrinas egocéntricas(impenitente seguidor de Nietzche)y un terror patológico a la muerte. Espíritus, que en noches de aquelarres juegan con su alma haciendole ver su propio cadáver(Novena Sinfonía), nos hacen palpar su música genuina, su versatilidad y su prodigiosa contradicción; por eso, su dificultad interpretativa y su poca clientela auditiva. Nació en Kalichst(Bohemia-hoy Chequia): “Soy tres veces extranjero: un bohemio entre austriacos; un austriaco entre alemanes, y un judío ante el mundo”, solía decir el genial compositor. Como buen nacionalista, arremetió en constantes diatribas contra la orgullosa sociedad del, entonces, floreciente Imperio austro-húngaro. Mahler es la sonora tempestad. Es el cielo de mil colores. Es el infierno, la gloria y el purgatorio. Es la serpiente paradisiaca que conduce a la dulce muerte. Es el fin de la racionalidad y el principio de la sinrazón Su vida es una circunstancia negativa para el músico bohemio. La muerte de su padre y madre. El suicidio de su hermano. La muerte de su hija Anna. Su desastroso matrimonio con Alma María Schindler y los devaneos amorosos de esta con el arquitecto Walter Gropius...!son muchas la circunstancias! Los Cellos atacan al maligno con esas escalas que propicia el mágico Re Mayor. Te llevan al túmulo donde reposa la negra mortaja del compositor. Está dispuesta para el trance final. Es cruel; disparatado; inhumano. Como él. Como su Séptima.Mas, la Novena es la sinfonía de la muerte. De su muerte. Sin embargo te llena de placer. El verdadero auge de Mahler como compositor fue muy lenta por lo inusual de sus “hazañas” musicales en el pentagrama. Por otro lado su calidad de judío aminoro el tremendo valor de su obra calificandola de suversiva, moderna,...Después de la Guerra Mundial y gracias a directores como Otto Klepperer Bruno Walter, Bernard Haitink, Dimitri Mitropoulos,... su música empezó a extenderse por el mundo entero. La banda de pueblo de la “Titan”(Primera Sinfonía) ya es un orfeón celestial. Penetra en los sentidos de los más ácratas. De los que no creen en nadie. De los dioses. De Dios. Las Sinfonías de Mahler representan un genero único en la transición del Romántico del Sturm und Drang al Romántico Rezagado. Aun entendiendo su espiritual comunión a las formas sinfónicas clásicas(Beethoven, Brahms, Schubert...!Bruckner!); llega un momento en que rompe ciertas normas asimiladas por todo el mundo y le da otro “aire” a su producción musical; a sus sinfonías. Hasta el mismísimo Wagner, enemigo de los elogios, se pronuncia a favor del compositor bohemio...!ya es garantía!. Esa luciérnaga que ves en la lejanía; casi no brilla, pero existe. Si te vas acercando a ella te deslumbra con sus siniestros destellos. Se mete en el alma. Acercate y verás su mágica luz. Te devora. La aceptas porque es divina. La Novena empieza donde “Das Lied von der Erde”(La Canción de la Tierra) termina. Las cuatro notas que el arpa entona al principio de la Sinfonía se encuentra en las voces del oboe y la flauta que acompañan los “Ewig” finales de la Canción de la Tierra. La Novena y “Das lied...” son una triste preocupación por la muerte. Música tonal y armónica complicada. “Das lied...” está considerada como otra sinfonía más. En fin, todas son contradictorias y complicadas, pero de una belleza y técnica que desde Beethoven, creo, son insuperables. La Novena Sinfonía es una de las joyas del arte musical. Es muy triste pero muy acogedora . Escuchala muchas veces; ya verás como le coges cariño. Es el homenaje a una niña que murió de difteria. Es el ultimo adiós a su hija del alma y...de Alma. Es como una reliquia de su autor: buena, generosa, plena de sentimentalismo,... Es el paso obligado a su difícil producción sinfónica.“Das lied...”, Sexta, Séptima y Novena, considero lo más difícil y sano de su repertorio. En sus lieders, siempre empleó poetas orientales, alemanes del momento y propias creaciones. Ya ves que su grado poético alcanza cotas de excelsitud. La “Residencia de Estudiantes” fue el lugar donde más y mejores canciones escuche de Gustav Mahler.

Su Novena Sinfonía, es como el firmamento. Es el eco interminable de la Creación. Es una fuerza arrolladora que todo lo mueve. Su penetrante motiv, es el acicate de neuronas añejas. Es huracán que rompe clasicismos al uso. Es fuego que funde cristales de colores que la humanidad utiliza para sus caprichos. Tu la palpas pero no la entiendes. Solo la sientes. Mahler jamás escuchó su Novena Sinfonía. Tal como temía ante la experiencia de sus ilustres predecesores, verdaderamente iba a ser la ultima concluida. Fue en Nueva York, el primero de abrir de 19140, cuando comunicó a Bruno Walter la finalización de la misma. 13 meses después, el 18 de mayo de 1911, se hacia realidad en Viena lo que de manera tan clarividente había expresado a través de la música. Contaba 50 años, pero llevaba ya muchos pensando en la muerte. Probablemente nunca llegó a ser un hombre joven. Le sepultaron en Viena, en el cementerio de Grinzing, junto a su hija María Anna. !Llevaban separados solo cuatro años!. “Como un naufrago que trata hasta el ultimo momento de mantenerse a flote, Mahler se resiste una y otra vez a desprenderse de la vida, a la que repasa desde muy diferentes ángulos. Los motivos populares(Ländlers) del reminiscente 2º movimiento, o el tumultuoso y decidido Rondo-Burleske son solo evocaciones de mundos definitivamente zozobrados; distantes puntos suspensivos enmarcados por los dos excelsos momentos de esta sinfonía: el prodigioso Andante cómodo que la abre(“Lo más extraordinario que ha escrito Mahler”, según Alban Berg) y el Adagio final, culminado por esos sublimes e infinitos 27 compases(!una simple pagina de partitura!) que configuran el adagissimo en el que Mahler, a través de la cuerda, desvanece la materia sonora en un ultimo e imposible intento de soslayar, de impedir el ineludible punto de inflexión entre vida y muerte, entre sonido y silencio”(Bellísima narración de Justo Romero) 1º Movimiento-Cuarta descendente, su intervalo predilecto[..]El Movimiento, tras esa secuencia de voces que no se encuentran ni se escuchan(cadencia de trompa, flauta y cellos), termina como no queriendo molestar, buscando el silencio como reposo. Si la Sinfonía terminara en este punto, estaríamos ante una “muerte sin esperanza”[...]Este movimiento representa el grado de pesimismo mas hondo de Mahler hasta ese instante. 2º Movimiento-La secuencia de 2ª persiste, ahora en escalas ascendentes(1º tema del Movimiento)[...]Nada lejos queda este Movimiento en su aspecto funcional de Vals que Tchaikovky imponía como segundo tiempo de su Sinfonía Patética, cuyas concomitancias con la Novena son enormes[...] Los Länders vitales y fogosos ha pasado definitivamente. 3º Movimiento-Rodo-Burleske, propone otra alternativa, que en el fondo es otra huida: la ironía, el sarcasmo[...]El Länders previo se trasforma en una grotesca pirotecnia contrapuntistica[...] 4º Movimiento-[...]Mahler cierra su sinfonía con un Adagio, largo y calido, de voz grave y tono tranquilo[...]Federico Sopeña: “Es ahora, al final de estos tiempos lentos, cuando Mahler, mucho más que en los bancos de la Universidad, se siente discípulo de Bruckner”[...]sean los pentagramas de esta Novena Sinfonía los que asuman la muerte de Anna María Mahler[...](J. Luis Pérez de Arteaga) "No hay hombre joven que crea que se morirá alguna vez". La cita es de William Hazlitt y refleja con precisión el ánimo de Gustav Mahler cuando, en el verano de 1909, se sumerge en la creación de la Novena sinfonía. A pesar de contar únicamente 49 años, Mahler es cualquier cosa menos un "hombre joven".El prematuro fallecimiento en 1907 de su hija María Anna, la dolencia cardiaca, su dimisión como director de la Ópera de Viena... Un mundo que se derrumba y que le hunde cada vez con mayor intensidad en angustiosos estados depresivos. Se cumple algo más de medio siglo de mi contacto real con el compositor de Kalisch. Ya en el año 60 un desarrapado “comerciante” del Rastro madrileño, me vendió por 10 pts, dos discos de pizarra con las Sinfonías Sexta y Novena de un tal Mahler. Fue en ese preciso momento cuando empezó mi comunión con el desconocido autor musical, y el menguado conocimiento de esa música rara y complicada. Cuando empecé con mis aficiones malherianas, las sospechas sobre mi normalidad empezaron a crecer en demasía. Con mucha dificultad fui haciendome con la denostada producción Mahler, hasta completar su discografía. Habían de pasar 10 años para presentar oficialmente la puesta de largo del genio. Fue en los años 70-72, D. Rafael Frübek de Burgos tuvo la valentía de presentar una Integral de Gustav Mahler en Madrid.

“!De aquellos días la historia, a relataros...!”... Pateos, silbidos, malas formas,...Entre la critica-parte- y los convidados de piedra... Solo un grupito de “locos” nos personábamos a esos eventos con devoción carmelitana. Eso si, sin levantar la voz. Creo recordar que, hasta Brahms, fue pateado sin el mas mínimo sonrojo. La críptica “música moderna”es acogida como algo procedente de los infiernos: serialismo, dodecafonismo,...Fernández Cid empieza una campaña de exaltación del dodecafonismo, donde los Halffter y Conrado del Campo son los auténticos protagonistas. Agradecimiento a quien, por aquellas calendas, era Comisario Nacional de Música, P. Federico Sopeña, gran mahleriano, excelente periodista y pedagogo de relumbrón. Recuerdo sus sabrosa charlas en la sala Turina del Teatro Real. No quiero dejar de citar a otro grupo de la critica que mantuvieron firme su figura ante el fenómeno Mahler. Respecto a la fabulación Mahler y su conexión con un político de la época es... eso; una fabula. Cuando, a dicho político, se le atribuyó “eso”, “mi menda” llevaba más de 2 décadas confesandose con Gustav Mahler. Es cierto que, al popular político, siempre le gustó el compositor de Kalichst; pero de ahí a lo otro....Conste, que admiro “mazo” a D. Alfonso y no le daría un mal rato...! ¿Quien ha sido capaz de dirigir a Mahler..?...!no todos, no todos! Bruno Walter, Hans Knaperbuch, Hascha Horenstein, Dimitri Mitropoulos, John Barbirolli, George Zcell, Otto Klepperer, Karl Böm, Vaclac Newmann, Fritz Reiner, Karl Schuritz-dirigió mucho en Madrid y fue un gran impulsor de la Orquesta Nacional de España-...Giuseppe Sinopoli, Simon Ratle, Seji Ozawa, Bernard Haitink, Klaus Tensted, Rafael Kubelik, Georg Solti, Leonard Berstein, Claudio Abbado, Carlo María Giullini, Guennadi Rozhdestvensky, Libor Pesek, Gary Bertini, Kurt Sanderling, Etc...y algunos más jovencitos que están empezando y aún no han salido del cascarón. Bruno Walter fue el discípulo y protegido de Gustav Mahler que logro conservar su cercanía personal hasta el último día, acompañándolo en su lecho de muerte. Él fue quien estreno la obra inédita de Mahler. La Canción de la Tierra y la Novena Sinfonía fueron conducidas bajo su batuta por primera ocasión. Directores magníficos como Karajan(cuando quiso lo hizo bien), y Sergiu Celibidache(el mejor director de todos los tiempos y un gran bruknenriano)no se distinguían precisamente por su amor a Mahler; el maestro rumano le tenia verdadera fobia y jamás lo dirigió. Carlos Kleiber, Fürtwangler,... lo dirigieron poco y... no muy bien. !Y pensar que el maestro rumano pudo ser el titular de la Nacional para toda la vida!. Sus últimos conciertos en Madrid los dirigía sentado y...!que gloria y parsimonia ponía en su batuta; él si que dibujaba anacrusas que jamás se borrarán!. No hace muchos días y estando en la confección del articulo que tienes en tus manos, asistí aun concierto magnífico: “Concierto para piano y orq. nº 1" en Mi bemol mayor de Chopin (puro néctar), y la Cuarta Sinfonía de Nielsen. !Que casualidad!: 50 años antes de Mahler, en el caso del autor polaco, y en la misma parva cronológica el indómito danés, tuvieron que andar y superar los mismos andurriales que su colega bohemio. Me explico. En el programa de dicho concierto, Pablo Larrañeta explica con atinada opinión: En el caso de Chopin: [...]un pianista casi autodidacta que no llego a dominar los formas clásicas[...]se planteó no continuar la linea evolutiva de los maestros clásicos y románticos[...]que lejos está en ese sentido el concierto de Chopin de los últimos de Mozart o de cualquiera de los cinco de Beethoven[...]”¿Porque he de tener vergüenza de escribir fuera de las reglas?. Solo el resultado nos dirá si estamos equivocados o tenemos razón[...] En el de Nielsen:[...]autor de unas sinfonías tardorromanticas en la estela de Brahms[...]La Cuarta fue recibida como una contribución eficaz a la renovación de un genero que parecía anclado en el S. XIX. Nielsen como Sibelius, iba a demostrar que después de la Gran Guerra era posible componer ambiciosas obras tonales sin necesidad de recurrir al neoclasicismo como Stravinsky. Los públicos más conservadores, ingleses y americanos, creyeron ver en Nielsen y en Sibelius la penúltimas esperanza de frenar la plaga dodecafónica [...]”(!Escuela de Viena: Schönberg, Berg,...!!Mahler!!). “!En todos los sitios cuecen habas querido Gustav!”. La historia vital y musical del genio de Kalichst tiene muchos precedentes que avalan su magnifica trayectoria.

Otra coincidencia de Mahler con el compositor danés es la novedosa y versátil técnica del cambio de tono en la misma sinfonía. Nielsen en su Primera, cambia de Sol menor a Do mayor; Cuarta, de Re menor a Sol mayor,...Mahler en esta Novena, de Re mayor a Re bemol mayor; Segunda, de Do menor a Mi bemol mayor;... Aun pareciendo un galimatías, es una técnica que refuerza el encanto de sus composiciones. Mi admiración y agradecimiento a D. José Luis Pérez de Arteaga y M. Henry-Louis De La Grange que tanto me han enseñada de la vida del compositor bohemio

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