La Vida de las colonias Capítulo 4

4.1 Introducción

En 1723, un adolescente cansado se desembarcó de un barco en el muelle de la calle Market de Filadelfia. Tenía un aspecto algo extraño. No cargaba equipaje porque había llenado sus bolsillos de ropa extra. El joven siguió a un grupo de gente bien vestida a una casa de reuniones de los cuáqueros, en la que pronto se durmió. El adolescente dormido de la ropa abultada era Benjamín Franklin. Apenas acababa de huir de la imprenta de su hermano James en Boston. Cuando tenía 12 años, Franklin había firmado un contrato para trabajar para su hermano durante nueve años. Pero después de pasar cinco años tratando de aguantar el mal carácter de James, Benjamín se llenó sus bolsillos y se fue. En Filadelfia, Franklin no tardó en encontrar trabajo como asistente de impresor. En pocos años, había ahorrado lo suficiente para abrir su propia imprenta. Su primer éxito fue un periódico llamado Pennsylvania Gazette. En 1732, los lectores de la Gazette vieron un anuncio del Almanaque del Pobre Richard. Un almanaque es un libro, publicado anualmente, que contiene información sobre predicciones del clima, las horas de salida y puesta del sol, consejos de siembra para granjeros y otras consejos útiles. De acuerdo con el anuncio, el Almanaque del Pobre Richard era escrito por “Richard Saunders” e impreso por “B. Franklin”. En ese entonces nadie sabía que el autor y el impresor eran la misma persona. Además de la información usual que contenían los almanaques, Franklin mezclaba algunos proverbios, o dichos sabios. Varios de ellos se recuerdan hoy. Entre los más conocidos están estos tres:

Arte ¿Qué clases diferentes de personas ves? ¿Qué tendrían estos hombres en su carreta y a dónde podrían estar viajando?

“Un centavo ahorrado es un centavo ganado”. “Acostarse temprano y levantarse temprano le rinde al hombre saludable, rico y sabio”. “A los tres días apestan tanto los pescados como los arrimados”.

El Almanaque del Pobre Richard se vendía tan bien que Franklin pudo jubilarse a los 42 años. Hombre de muchos talentos, pasó el © Teachers’ Curriculum Institute

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resto de su larga vida como científico, inventor, líder político, diplomático y el administrador nacional de correos. La vida de Franklin que empezó como la de un fugitivo sin un centavo y pasó a la de un impresor rico fue una de muchas historias de éxito de las colonias. En este capítulo, aprenderás cómo era la vida de los habitantes de las colonias a principios de los años 1700. Usarás un diario para organizar datos acerca de varios aspectos de la vida colonial. Organizador gráfico: Diario

4.2 La Vida de la granja

Los colonos desarrollaron una economía basada en la agricultura, el comercio (el comprar y vender bienes) y las artesanías. En las colonias, de cada diez personas, nueve vivían en pequeñas granjas familiares. La mayoría de las granjas familiares hacía o criaba casi todo lo que necesitaban. Un granjero escribió con orgullo acerca de un año típico, “No compramos nada de usar, comer o tomar, porque mi granja lo proporcionó todo”. La primera tarea además de la más dura a la que tenían que encarar las familias granjeras era la de limpiar la tierra de árboles. Los colonos contaban solamente con herramientas simples y básicas. Cortaban árboles con hachas y sierras. Luego usaban las mismas herramientas para cortar vigas cuadradas y planchas planas para construir sus casas, graneros y cercos. Imagínate vivir en una granja colonial. Tu casa es un solo cuarto grande con una chimenea en un extremo. Tus padres duermen en una cama grande que forma parte de una de las paredes. Tus hermanos más pequeños duermen en una cama tipo “carriola” más pequeña, una que se puede deslizar debajo de la cama grande durante el día. A la hora de acostarse, subes una escalera junto a la chimenea para dormir en el ático o desván. A medida que tu familia crece, ayudas a construir otro cuarto al otro lado de la chimenea. La chimenea es la única fuente de calor, tanto para dar calefacción como para poder cocinar, así que es importante mantener una reserva de leña. Se mantiene el fuego ardiendo todo el tiempo porque sin cerillos es muy difícil prender otro fuego. Cocinar es una de las tareas más peligrosas de la granja. La comida se cocina en ollas pesadas de hierro que cuelgan encima de un fuego abierto. Mientras ella levanta o revuelve estas ollas, puede que tu madre se queme las manos o la ropa o se lastime la espalda. 48

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Arte A pesar de que la mayoría de los granjeros vivían en casas de una sola habitación, ellos tenían la esperanza de alcanzar la riqueza como la que se muestra en la pintura de arriba.

economía la manera en la que la sociedad organiza la fabricación y el intercambio de objetos de valor, como el dinero, la comida, los productos y los servicios

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La vida de la granja empieza antes del amanecer. Todos se levantan temprano para compartir el trabajo. Las tareas incluyen cortar madera, alimentar a los animales, limpiar la tierra de malas hierbas y piedras, atender a los cultivos, construir cercos, hacer muebles y herramientas, recoger huevos, hilar, tejer ropa, coser prendas de vestir, hacer velas y jabón, cocinar, limpiar y cuidar a los bebés. ¿Cómo se compara esta vida con la tuya de hoy día en tu hogar?

4.3 La Vida de las ciudades

En 1750, de cada 20 colonos, uno vivía en una ciudad. Al contrario de la vida tranquila de la granja, las ciudades eran lugares emocionantes. El corazón de la ciudad era el muelle. Ahí, los barcos llegaban tanto con noticias de Inglaterra como con artículos mucho muy deseados como pintura, alfombras, muebles y libros. Más allá de los muelles, el mercado bullía con el movimiento de los pescadores que vendían su mercancía y los granjeros que vendían huevos frescos, leche y queso. Cerca de ahí estaban las tabernas, donde se servían alimentos y bebidas. La gente se reunía ahí para intercambiar chismes y noticias de las otras colonias. Las calles cercanas estaban llenas de tiendas. Volaban chispas del bloque del herrero cuando éste golpeaba el fierro con sus herramientas. Zapateros, relojeros, plateros, sastres y otros artesanos hacían sus productos a base de los últimos diseños de Inglaterra. Había barberos para cortarles el cabello a los colonos y artesanos que hacían pelucas para que ese cabello pareciera largo otra vez. Las ciudades eran sitios ruidosos que olían mal. Las campanas de la iglesia sonaban a diario. Las carretas traqueteaban ruidosamente por las calles pavimentadas de piedras redondas. El aire estaba lleno de la hediondez de basura que se pudría y de cloacas abiertas, pero los colonos estaban acostumbrados a todo. Los animales andaban sueltos por las calles. Durante la temporada de calor zumbaban y pululaban las moscas y los mosquitos. Las casas de la ciudad se quedaban a poca distancia las unas de las otras en calles retorcidas. La mayoría de ellas estaban construídas de madera con techo de paja, como las que los colonos habían dejado en Europa. Sus ventanas eran pequeñas porque el vidrio era caro. Para iluminar sus casas y calles, los colonos usaban antorchas hechas de pino que se quemaban produciendo mucho brillo cuando se metían entre las piedras apretadas que formaban la chimenea. Los colonos también quemaban grasa en recipientes de metal llamados “lámparas Betty” y hacían velas con aroma de arrayán. © Teachers’ Curriculum Institute

Arte Las ciudades coloniales eran muy pequeñas según los estándares de hoy. Para 1700, Boston y Filadelphia, las dos ciudades más grandes, contaban con una población de menos de 20,000 habitantes.

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Ya que se iluminaban las casas a base de antorchas y velas, había un peligro constante de incendios. Cada colono colgaba cubetas desde la puerta principal de su casa. Cada vez que brotaba un incendio, todo el pueblo ayudaba a apagarlo. Agarrando sus cubetas, los colonos se formaban en una cola doble desde el fuego hasta un río, lago o pozo. Se pasaban las cubetas llenas de agua de un colono en otro a lo largo de una de las colas hasta llegar al sitio del fuego. Entonces las cubetas vacías pasaban de un colono en otro a lo largo de la otra cola para que se volvieran a llenar.

4.4 Los Derechos de los colonos

Los colonos en América se consideraban ciudadanos ingleses. Ellos esperaban los mismos derechos que los ciudadanos disfrutaban en Inglaterra. El más importante de éstos era el derecho de tener una voz en el gobierno.

La Carta Magna Los ingleses se habían ganado el derecho de partici-

par en su gobierno sólo después de una larga lucha. Una victoria clave de esta lucha llegó en 1215, cuando el Rey Juan aceptó firmar la Carta Magna, o “Gran Carta” (Cédula). Ese acuerdo estableció el concepto de que el poder del monarca (el gobernante) era limitado. Ni el rey estaba por encima de la ley. La siguiente victoria de importancia fue la fundación del Parlamento en 1265. El Parlamento estaba formado de representantes de toda Inglaterra. Con el paso del tiempo, llegó a ser un cuerpo legislador (que hace leyes) con el poder de aprobar las leyes y los impuestos propuestos por el rey o la reina. En 1685, James, el Duque de York, llegó a ser el Rey James II. Como leíste en el Capítulo 3, el Rey James no quería compartir su poder con una asamblea electa de Nueva York. Tampoco quería compartirlo con el Parlamento electo de Inglaterra. Cuando trató de gobernar sin la aprobación del Parlamento, a James se le obligó a renunciar a su trono. Este evento, que ocurrió sin derramar una sola gota de sangre, se conoce como la Revolución Gloriosa.

Arte Los colonos establecieron asambleas para promover los derechos de los ciudadanos. La tradición inglesa de auto-gobierno prosperó en las 13 colonias. Aquí vemos una representación de la primera asamblea colonial de Virginia de 1619.

derechos: los poderes o privilegios que le pertenecen a la gente como ciudadanos y que el gobierno ni puede ni debe quitar Parlamento: el cuerpo legislador de Inglaterra, que consiste en representantes de todas partes del reino

La Declaración de Derechos Inglesa En 1689, el Parlamento le ofre-

ció la corona al Príncipe William de Orange y su esposa, Mary. A cambio, tenían que aceptar un acta, o ley, conocida como la Declaración de Derechos Inglesa. Esta acta declaraba que el poder de hacer leyes y establecer impuestos eran propios de los representantes en el Parlamento electos por el pueblo y de nadie más. También 50

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incluía una declaración, o lista, de derechos que eran propios de los ciudadanos. Entre éstos estaba el derecho de peticionar al rey y el derecho de contar con un juicio con jurado. Los colonos ingleses consideraron la Revolución Gloriosa como una victoria, no sólo para el Parlamento, sino también para sus asambleas coloniales. Ellos querían elegir a sus propios representantes que hicieran sus leyes y fijaran sus impuestos. Después de todo, éste era un derecho mucho muy valorado por todo ciudadano inglés.

4.5 Crimen y castigo

Cada asamblea colonial aprobaba sus propias leyes que definían los crímenes y sus castigos. Sin embargo, a la mayoría de los crímenes se le acordaba un tratamiento similar en todas las colonias. Ciertos crímenes muy graves podían ser castigados con la muerte. Éstos incluían el asesinato, la traición (actos de deslealtad hacia el gobierno) y la piratería (robos cometidos en el mar). Los puritanos de Nueva Inglaterra le agregaron a esta lista otros crímenes en base a su entendimiento de la ley de Dios de la Biblia. En Nueva Inglaterra, los colonos podían ser ejecutados por “negar al verdadero Dios” o por golpear o maldecir a sus padres. Los crímenes como el robo, la falsificación y el asalto en un camino llevaban castigos fuertes en todas las colonias. Por haber cometido estos crímenes, la gente podía ser encarcelada, azotada o marcada con un hierro candente (mucho muy caliente). Los crímenes menores, como la borrachera y la violación del día de reposo (trabajar o viajar en domingo), eran castigados con multas, estancias breves en la cárcel o la humillación pública. Un colono al que lo descubrieron en el acto de violar el día de reposo, por ejemplo, podía recibir el castigo de estar encerrado en los cepos del pueblo. Los cepos eran unos marcos pesados de madera con agujeros hechos para el cuello, las muñecas y los tobillos de la persona. Los que desobedecían a la ley quedaban atrapados en estos aparatos durante horas en un lugar público donde los demás podían burlarse de ellos. Ningún grupo tenía ideas más firmes sobre bien y mal que los Puritanos de Nueva Inglaterra. Los Puritanos requerían que todos fueran a la iglesia los domingos. También prohibían que se trabajara o jugara ese día. Los Puritanos escribieron sus leyes para el domingo en libros de cubiertas de papel azules. Por consiguiente, estos reglamentos llegaron a conocerse como las reglas azules. Algunas reglas azules persisten hasta hoy día. En Massachusetts, por ejemplo, todavía es ilegal vender bebidas alcohólicas los domingos. © Teachers’ Curriculum Institute

peticionar: hacer una exigencia (demanda) formal o pedirle algo a alguien de manera formal

Arte Los tribunales, como el representado aquí arriba, eran importantes en la vida social de las colonias. Esta pintura representa a una mujer en el proceso de ser juzgada por brujería en Salem, Massachusetts, en 1692.

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Los Puritanos nunca dejaban de buscar señales de Satanás (un angel malévolo que se rebeló contra Dios). Se pensaba que Satanás trabajaba a través de las brujas. En 1691, el miedo a la brujería explotó en Salem, Massachusetts, cuando varias niñas empezaron a portarse de una manera extraña en la iglesia. Cuando fueron interrogadas, las niñas les acusaron a sus vecinos de ser brujas y de haberlas hechizada. Veinte brujas y brujos acusados fueron ejecutados durante los Juicios contra las Brujas de Salem antes de que se restaurara la calma y los habitantes del pueblo se dieran cuenta de que las acusaciones de las niñas no tenían nada de verdad.

4.6 Las Diferencias de clase

Como muchas personas de hoy día, aquellas que vivían en la época colonial estaban ansiosas de “avanzar en el mundo”. En Inglaterra, eso de “avanzar” era difícil. La clase de una persona, o su sitio dentro de la sociedad, estaba determinado en gran parte por su familia, sus títulos heredados (como “duque” o “barón”) y su riqueza. Sin embargo, en la América colonial, los títulos y la familia significaban poco. La mayoría de los colonos empezaron como pobres. Aquellos con ambición podían aprovecharse de su inteligencia y sus talentos para subir en la escala social. Por ejemplo, un muchacho pobre podía convertirse en un caballero de clase alta por tener éxito como agricultor, mercader o abogado. Una muchacha pobre podía avanzar al casarse con un hombre de una clase social más alta. En América, lo que separaba a las clases no era la historia familiar, sino el dinero. “¡La ropa hace al hombre!” Este dicho viejo describe muy bien la sociedad colonial. En las colonias, la ropa de una persona señalaba su posición social. Sólo los burgueses, o la clase rica, usaban joyas de oro o plata, encajes de colores, botones, botas y pelucas. Algunas colonias prohibían que los ciudadanos ordinarios se pusieran tal “vestimenta excesiva” (ropa demasiado lujosa) y hasta multaban a aquellos que desobedecían esa ley. La clase media estaba formada de granjeros y artesanos. Éstas eran las personas dueñas de sus propias tierras o negocios. Muchos tenían la suficiente propiedad para calificar como votantes. Durante la semana, la gente de la clase media usaba ropa sencilla pero de colores brillantes. En domingo se ponía ropa obscura y sombría. La clase baja estaba formada principalmente de trabajadores de las granjas y otros trabajadores. Los miembros de esta clase dependían de otros para sus salarios. Con poca o ninguna propiedad suya, a ellos no 52

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Arte En esta pintura son aparentes las divisiones de clase. Los ricos están sentados en la parte superior de una carreta, rodeados por montones de baúles que contienen sus grandes cantidades de posesiones. Los hijos de los trabajadores de la granja y de los sirvientes se despiden de los viajeros.

clase: Una parte de la sociedad que se define por cualidades como riqueza, ocupación y títulos u honores heredados. Una sociedad podría tener una clase alta, una clase media y una clase baja.

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se les permitía votar. Algunos eran capaces de ahorrar suficiente dinero para comprar terrenos o comenzar un negocio y subir a la clase media. Otros seguían como asalariados toda su vida. En la parte inferior de la sociedad colonial estaban los sirvientes contratados y los esclavos. Los sirvientes contratados constituían un tercio de los colonos de Nueva Inglaterra y casi la mitad de los pobladores de las Colonias del Medio. Algunos ahorraron suficiente dinero para comprar terrenos y subir a la clase media. Otros se convirtieron en asalariados. Pero aún los trabajadores blancos más pobres vivían en mejores condiciones que la mayoría de los afro-americanos.

4.7 La Vida de los afro-americanos

Leíste en el Capítulo 3 cómo la esclavitud llegó primero a Virginia. De ahí, se extendió tanto al norte como al sur. Para el comienzo de los años 1700, los esclavos africanos habitaban todas las colonias. Aún Benjamín Franklin tuvo esclavos durante una temporada. Pero como la mayoría de los pobladores de las colonias del norte, Franklin descubrió que contratar a trabajadores cuando los necesitara le costaba menos que tener sus propios esclavos. En las colonias del Sur, sin embargo, la esclavitud se extendió rápidamente. De Virginia a Georgia, los esclavos ayudaron a cultivar el tabaco, el arroz, el añil y otros cultivos comerciales. El Comercio de esclavos del Atlántico La mayoría de los esclavos

Arte Los primeros esclavos llegaron a los Estados Unidos en 1619 para ayudar a producir tabaco en la colonia de Virginia. En esta pintura vemos a esclavos que cuidan los campos de tabaco mientras su amo descansa, con los pies para arriba, fumando su pipa.

transportados a las colonias eran de África occidental. Año tras año, los barcos de esclavos llenos de ropa, pistolas y ron navegaban de las colonias a la costa del oeste de Africa. Ahí se cambiaban estos productos por africanos. Los barcos entonces regresaban a las Américas con sus cargas humanas. Para los africanos atiborrados en los barcos, cruzar el océano— conocido como el Pasaje Medio—era una pesadilla. Olaudah Equiano tenía sólo 10 años cuando lo subieron a un barco de esclavos. Él nunca olvidó “lo atiborrado del lugar... que estaba tan amontonado del gentío que cada uno dificilmente tenía suficiente lugar para darse la vuelta”. Tampoco olvidó “los gritos de las mujeres y los gemidos de los moribundos”. El niño aterrorizado rehusaba comer, esperando que “el último amigo, la Muerte, me rescatara”. A pesar de que Equiano sobrevivió el viaje, muchos africanos se morían de enfermedades o de desesperación. Aún así, el comercio de esclavos del Atlántico fue muy redituable. Muchos colonos mercantes hicieron sus fortunas gracias al comercio de seres humanos. © Teachers’ Curriculum Institute

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Trabajo sin esperanza Los amos de los esclavos en América les

exigían un trabajo agobiador. Ponían a trabajar a la mayoría de los esclavos americanos en los campos cuidando los cultivos. Otros trabajaban como enfermeras, carpinteros, herreros, choferes, sirvientes, jardineros y comadronas (mujeres que ayudan a otras a dar a luz). A diferencia de los otros colonos, los esclavos tenían pocas esperanzas de lograr una vida mejor. Su posición estaba fija al fondo de la sociedad colonial. Algunos africanos se rebelaron contra la esclavitud, negándose a trabajar o huyéndo. Pero la mayoría se adaptó lo mejor que se pudo a su condición infeliz. Lenta y dolorosamente, comenzaron a crear una nueva manera de vivir propiamente afro-americana.

4.8 La Religión

La religión formaba una parte importante de la vida colonial. La mayoría de los colonos trataban de llevar una buena vida que se basaba en su fe. Los niños crecían leyendo muy seguido la Biblia de la primera a la última página.

Servicios de la iglesia puritana En Nueva Inglaterra, el sonido de un

tambor o cuerno llamaba a los puritanos al servicio la mañana del domingo. Los “Capitanes de la Guardia” se aseguraban de que todos fueran “observadores del día de reposo”. Algunas veces entraban en las casas a investigar para verificar que todos se encontraran en la iglesia. Se llevaban a cabo los servicios de la iglesia en una casa de reuniones. Éste era el edificio más importante e la comunidad y el que se dedicaba a reuniones públicas. Adentro había filas de bancas de madera y un púlpito (una plataforma donde se paraba el predicador). Un “Comité de Acomodamiento” les asignaba cuidadosamente los mejores asientos a las personas mayores de edad y a las ricas. Los servicios podían durar hasta cinco horas. Al mediodía, la gente solía ir a “casas de mediodía” cerca de la iglesia para calentarse junto a la chimenea, comer y socializar. Luego volvían a la iglesia por el largo sermón de la tarde.

Arte La sociedad colonial tenía un fuerte sabor religioso. En esta pintura vemos a ciudadanos coloniales reunidos alrededor de una iglesia en domingo.

Primer Gran Despertar: un renacimiento de sentimientos y creencias religiosas que comenzó en las colonias americanas en la década de 1730

El Primer Gran Despertar A principios de la década de 1730, un

movimiento religioso conocido como el Primer Gran Despertar se extendió por las colonias. Este movimiento fue incitado por un sentimiento de que la gente había perdido su fe religiosa. “Se mantenían

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las formas externas de la religión”, observó un Puritano, pero faltaba el “poder de la piedad”. Para reavivar el espíritu religioso, los predicadores viajaban de pueblo en pueblo organizando reuniones de “renacimiento” al aire libre. Ahí les pronunciaban sermones exaltados a las grandes multitudes. Sus palabras llegaron al corazón y al alma de muchos colonos. Benjamín Franklin escribió acerca de los cambios que él observaba en Filadelfia: “Parecía que todo el mundo se pusiera religioso, de manera que uno no podía caminar por el pueblo por la tarde sin escuchar salmos cantados entre las diferentes familias de cada calle”. El Gran Despertar tuvo un efecto poderoso en las colonias. Ayudó a difundir la idea de que todos son iguales ante los ojos de Dios. La gente ordinaria era capaz de comprender la voluntad de Dios si tenían el corazón abierto y el deseo de conocer la verdad de Dios. A través de promover las ideas de libertad, igualdad y la resistencia contra la autoridad, el Gran Despertar ayudó a encaminar a las colonias hacia la Revolución Americana.

4.9 Educación

Excepto por Nueva Inglaterra, la mayoría de los niños de las colonias recibían poca educación formal. Ni las Colonias del Medio ni las del Sur contaban con escuelas públicas. En las Colonias del Sur, la mayoría de las familias estaban dispersas en las riberas a lo largo de los ríos. Algunos vecinos podrían juntarse para contratar a un maestro para sus niños. A menudo, las familias ricas contrataban a tutores para educar a los niños pequeños en casa. A los niños mayores se les enviaban a escuelas en ciudades distantes, o aún en Inglaterra, para que se terminara su educación. En las Colonias del Medio, las diferencias religiosas entre cuáqueros, católicos, judíos, bautistas y otros grupos religiosos hicieron que se atrasara el crecimiento de la educación pública. Cada grupo religioso o familia tenía que decidir por su propia cuenta cómo debía educar a sus niños. Algunos grupos construían escuelas religiosas. Otros se contentaban con que los padres enseñaran a sus hijos en casa. Sólo en Nueva Inglaterra era requisito que los pueblos tuvieran escuelas públicas. El apoyo de los Puritanos a la educación se inspiraba en su fe. Ellos querían que sus hijos fueran capaces de leer la palabra de Dios en la Biblia. Con el motivo de promover la educación, en 1647 Massachussets aprobó una ley que requería que cada pueblo de 50 familias o más © Teachers’ Curriculum Institute

Arte Los niños se reúnen con su maestro en una escuela colonial. Estos niños se encontraban entre la minoría que recibía una educación formal. La mayoría de los niños no asistían a la escuela después de la primaria.

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contratara a un instructor para enseñar a los niños a leer y escribir. Los pueblos de más de 100 familias tenían que construir una escuela. Se aprobaron leyes semejantes en otras colonias de Nueva Inglaterra. Se les pidió a los colonos que le contribuyeran lo que pudieran a la escuela del pueblo. Esta contribución podía consistir en dinero, vegetales, leña o cualquier cosa que la escuela necesitara. Con frecuencia se apartaba un terreno para que fuera “la pradera de la escuela” o “el campo de la escuela”. Entonces se alquilaba ese terreno para juntar dinero para los salarios de los maestros. Las escuelas eran edificios de un solo cuarto con una chimenea y una estufa en el centro. No había mapas ni pizarrones en que escribir. Los lápices y el papel eran escasos. Los estudiantes deletreaba las palabras en voz alta y escribían sus sumas con tinta en pedazos de corteza. Generalmente había un solo libro, El Abecedario de Nueva Inglaterra, el cual se usaba para enseñar el alfabeto, las sílabas y los rezos. La mayoría de los colonos creían que los niños necesitaban más educación que las niñas. “La educación femenina, en las mejores familias”, escribió Elizabeth Adams, “no iba más allá de escribir y hacer aritmética; en pocas y raras instancias, incluía la música y la danza”.

El concepto de la familia ha cambiado muchas veces a través de la historia. Hoy día, la mayoría de la gente piensa que una familia está formada por los padres y sus hijos. Sin embargo, en la época colonial, las familias podían incluír a los abuelos, los tíos, los primos y los hijastros.

Arte

casaban entre los 20 y 25 años. Aquellos que llegaban a América como sirvientes contratados no se podían casar hasta después de haber ganado su libertad. Los hombres eran más numerosos que las mujeres en las colonias. Por eso, casi todas las mujeres estaban seguras de recibir una propuesta de matrimonio. “Las doncellas de buena casta [familia]”, escribió un colono, [podían] “escoger a sus esposos entre los de la mejor clase de gente”. Para una joven, la vida como esposa y madre a menudo resultaba ser una vida más dura que la de una sirvienta contratada.

jan mientras el padre des-

4.10 Familias coloniales

El Matrimonio Los hombres y mujeres coloniales generalmente se

La vida familiar era el centro de la sociedad colonial. Aquí está reunida una familia junto a la chimenea una tarde fría invernal. Una madre y una abuela trabacansa y los hijos juegan.

Familias grandes Las familias coloniales por lo general eran grandes.

La mayoría de las familias tenían entre siete y diez niños. (¡Benjamín

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Franklin tenía 17 hermanos y hermanas!) Las familias de las granjas, en particular, necesitaban todas las personas posibles para ayudar en las tareas. Los antecedentes religiosos y culturales influenciaban las ideas de los colonos con respecto a la crianza de los niños. Pero en casi todas partes de las colonias, se esperaba que los niños fueran miembros productivos de la familia. Las mujeres casadas daban a luz muchas veces, pero cerca de la mitad de los niños moría antes de llegar a una edad adulta. Las muertes infantiles eran especialmente pronunciadas en las Colonias del Medio y del Sur, donde abundaba la malaria, que era una enfermedad mortal. Los adultos también morían a una edad joven con mucha frecuencia. Después de la muerte de un esposo o esposa, los hombres y mujeres no tardaron mucho en volver a casarse. De esta manera, los hogares estaban llenos de hermanastros, así como de huérfanos adoptados (niños cuyos padres se habían muerto). Ya fuera que los colonos vivieran en ciudades, pueblos o granjas aisladas, el enfoque de su vida era la familia. Los miembros de la familia se cuidaban unos a otros porque no había nadie más que lo hiciera. Las familias jóvenes a menudo les daban la bienvenida a los abuelos, tías, tíos y primos para que vivieran con ellos en sus casas cuando éstos ya no podían cuidarse a sí mismos. No importaba que apenas hubiera lugar para todos. Nadie era capaz de rechazar a un pariente necesitado.

4.11 Tiempo libre

Aunque la mayoría de los colonos trabajaban duro, no dejaban de disfrutabar de sus momentos de tiempo libre (tiempo en el que no se trabajaba). También se aprovechaban de de las reuniones, como las del pueblo y los servicios dominicales, para platicar con los vecinos y hacer amigos. “Círculos” y “juegos” Cuando era posible, los colonos combinaban

Arte Vemos aquí a colonos holandeses de Nueva Amsterdam jugando al boliche. Abajo, los colonos disfrutan de una forma de billar llamada “trock”.

el trabajo y las distracciones, organizando “círculos” y “juegos”. Los nuevos colonos podían tener una “círculo de cortar árboles” en la cual los vecinos ayudaban a limpiar de árboles la tierra. Otros juegos incluían “círculos de pelar maíz” para los hombres y “círculos de hacer colchas” para las mujeres. Compartir el trabajo lo rendía más rápido y divertido. Los alemanes introdujeron las actividades de “levantar la casa” y “levantar el granero” a las colonias. En estos eventos, los vecinos se © Teachers’ Curriculum Institute

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unían para construir el armazón de casa o granero en un solo día. Los hombres ensamblaban las cuatro paredes planas en el suelo y entonces las levantaban para que estuvieran en su lugar. Mientras tanto, las mujeres preparaban un gran festín. Al final del día, todos bailaban en el piso del nuevo granero. Juguetes y deportes Los niños coloniales tenían unos cuantos

juguetes sencillos, como muñecas, canicas y trompos. Jugaban a la roña, a la gallinita ciega y a un juego parecido al críquet inglés. A los niños de Nueva Inglaterra también les gustaba deslizarse cuesta abajo en trineos. Los adultos debieron pensar que deslizarse era peligroso, porque varias comunidades lo prohibieron. Los adultos disfrutaban de varios deportes. Casi todos los pueblos contaban con un campo de boliche. Ahí los hombres rodaban pelotas en ovaladas en un carril de pasto hacia una bola blanca que llamaban el “jack”. Los colonos también jugaban a un juego similar al backgamon llamado “tick-tack” y a una forma de billar llamado “trock”. En las Colonias del sur, la cacería de zorras con caballos y sabuesos era un deporte popular. Otro pasatiempo favorito era jugar a las barajas, uno sobre el que los Puritanos de Nueva Inglaterra expresaban en forma marcada su desaprobación. También eran populares las carreras de caballos, las peleas de gallos y el acoso de los toros. Había ferias en todas las colonias. En estos eventos, los colonos concursaban en eventos de destreza y de artesanías. Había carreras a pie, competencias de lucha libre, concursos de baile y otras actividades como atrapar a un cerdito engrasado o trepar a un poste encebado.

4.12 La Comida

Los primeros colonos en Norteamérica comerciaban con los indios por la comida. Los indios les enseñaron a cultivar y cocinar el maíz, el cual se convirtió en una parte principal de la dieta de los colonos. Los niños coloniales sabían que las comidas de la mañana y la tarde a la mejor consistirían en un plato a base del maíz. La mayoría de los colonos comían maíz molido en un atole o pan todos los días. Las mujeres molían el maíz por horas en tazones de madera llamados morteros. Se dice que los pescadores perdidos en la niebla sabían que se acercaban a la tierra cuando escuchaban el golpeteo de los morteros. La carne era la comida favorita de muchos colonos. Los colonos cazaban venados, conejos y aves. También criaban cerdos, vacas y

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Arte En las colonias se pasaba mucho tiempo en la preparación de la comida. Aquí vemos a una mujer que está formando la masa de maíz mientras otra cocina sobre la estufa. La mujer en la puerta está usando una mantequera.

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gallinas. El problema principal de la carne era cómo evitar que se descompusiera. Los colonos a menudo usaban pimienta y otras especias para ocultar el mal sabor de la carne vieja. La fruta era otro alimento de importancia. Los árboles de manzanas crecían bien en las Colonias del Medio y de Nueva Inglaterra. Un visitante en Delaware escribió en 1758: “Se comen tartas de manzana durante todo el año. Y cuando ya no hay manzanas frescas, se usan las secas. Es la cena de los niños”. En la primavera y el verano, los niños recogían arándanos, zarzamoras, moras azules, uvas y fresas. En las Colonias del Sur, los colonos contaban con más duraznos de los que podían comer. Muchos colonos creían que los vegetales no eran saludables, particularmente si se comían crudos. Aún así, aprendieron a estar agradecidos por las calabazas, frijoles, calabacitas, chícharos y camotes. También sembraron vegetales de raíz, como chirivías, nabos, zanahorias y cebollas. En la tradición inglesa, preparaban estos vegetales en cocidos sazonados de carne y hierbas de los jardines. Grandes ollas de hierro llenas de cocidos hervían las 24 horas en las estufas coloniales. Mantener la comida caliente reducía la posibilidad de que se echara a perder. Cada día, se servían tazones de cocido en la comida principal, la cual se comía entre mediodía y las tres de la tarde. En el desayuno y la cena, el plato principal de los colonos consistía en un tipo de atole de maíz endulzada con leche, fruta, miel, melaza o miel de maple.

4.13 Resumen del capítulo

En este capítulo leíste acerca la vida en las colonias americanas durante el principio de los años 1700. Usaste un diario para organizar la información acerca de varios aspectos de la vida colonial. Los colonos desarrollaron una economía basada en la agricultura, el comercio y las artesanías. Las familias de las granjas producían la mayor parte de lo que necesitaban para sí mismos. En las ciudades se desarrollaban muchos oficios y trabajos de artesanías. Los colonos americanos esperaban disfrutar de todos los derechos de los ciudadanos ingleses, especialmente el de tener una voz en su propio gobierno. Los crímenes y castigos estaban definidos en las asambleas coloniales. A menudo, los castigos eran duros. Las diferencias de clases en las colonias estaban basadas principalmente en los niveles de riqueza. La mayoría de las personas de las clases más bajas tenían la esperanza de avanzar por medio del trabajo © Teachers’ Curriculum Institute

Arte Este panorama de la Filadelfia de 1702 revela una amplia cantidad de aspectos de la vida colonial. Torres de iglesias, edificios del gobierno, hogares coloniales, barcos y ciudadanos marchando por caminos coloniales sin pavimento—todos estos aspectos son evidentes en esta pintura.

Capítulo 4

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duro. Los esclavos afro-americanos no tenían esa esperanza. Después de haber sido transportados encadenados a América, tenían que encarar a una vida de obediencia y trabajo forzados. La religión era muy importante para los colonos. El Primer Gran Despertar reavivó el sentimiento religioso y ayudó a difundir la idea que todos somos iguales. Con excepción de los de Nueva Inglaterra, la mayoría de los niños coloniales recibían poca educación formal. Más bien, se esperaba que ellos contribuyeran al trabajo de la granja o del hogar. La mayoría de las familias coloniales eran grandes. A menudo incluían a muchos parientes además de los padres y sus hijos. Gran parte de la vida colonial consistía en el trabajo duro, aún el de preparar la comida. Pero los colonos inventaron maneras de mezclar el trabajo con el juego. También disfrutaron de deportes y juegos. Durante la mayor parte de los años 1700, los colonos estuvieron contentos de ser gobernados bajo leyes inglesas. Sin embargo, en el siguiente capítulo aprenderás cómo crecieron las tensiones entre los colonos y el gobierno de la lejana Inglaterra.

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