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LA POESIA EN LA BIBLIA Introducción

En las traducciones modernas de la Biblia más de un tercio del ATAT Antiguo Testamento aparece como poesía. Los Sal., la literatura sapiencial (Job, Prov. y Ecl.) y buena par te de los profetas son poesía. También hay algunos poemas en el Pentateuco y en los libros históricos. El poder y la popularidad de muchos de estos pasajes sugieren que la poesía tiene la habilidad de llegar al corazón de nuestra relación con Dios. Entender la poesía bíblica es, por lo tanto, no un mero ejercicio técnico, sino una manera de comprender el significado espiritual de pasajes que significan más para nosotros que lo que podría expresar una prosa común. La poesía bíblica es distinta de la mayoría de las formas poéticas occidentales, pero se han encontrado composiciones poéticas similares en las culturas que rodeaban a Israel, como son Ugarit y Mesopotamia. Los escritos judíos posteriores siguen esta tradición, según lo demuestran los himnos de los Rollos del Mar Muerto (el Hodayot, 1 QH). Veremos principalmente la poesía del ATAT Antiguo Testamento, ya que la del NTNT Nuevo Testamento (p. ej.p. ej. Por ejemplo Luc. 1:46–55, 68–79) es infrecuente y sigue mayormente las modalidades del ATAT Antiguo Testamento.

¿En qué consiste la poesía bíblica? Existen tres características comunes de la poesía en las Escrituras: ritmo (o métrica), paralelismo y concentración de significado. No necesariamente apa recen juntas, aunque así sucede con frecuencia, y ocasionalmente hay pasajes donde no estamos seguros de si estamos leyendo prosa poética o poesía prosaica. Puede que pasajes como Fil. 2:5–11 y Col. 1:15–20 reflejen poesías cristianas más primitivas, pero es también posible que la majestad del tema impulsara al escritor a usar un lenguaje poético para expresarlo. No obstante, en la mayoría de los casos es bastante fácil determinar si un pasaje es poesía, aun en su traducción castellana.

RITMO Y METRICA

Ya que no contamos con una grabación del rey David recitando los salmos, cualquier observación sobre el sonido y el ritmo de la poesía bíblica obligadamente tendrá que incluir algunas suposicio nes. Algunos eruditos piensan que la cantidad de sílabas en una línea de poesía tiene significado; la mayoría considera que una pauta más apropiada es el patrón de sílabas acentuadas en una línea, reflejando los acentos de la voz oral en lugar de la mera cantidad de sonido. En cualquiera de los dos casos, la poesía bíblica tiende a estar compuesta de frases distintivas de más o menos el mismo largo. Esto pue de observarse en las traducciones que se apegan a la forma original. En lo que a la teoría de las acentuaciones se refiere, por lo

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general las líneas de la poesía tienen dos frases balanceadas, con dos o tres acentos en cada una (2 + 2, cf.cf. Confer (lat.), compare Sal. 29; o 3 + 3, cf.cf. Confer (lat.), compare Isa. 40–55; Job; Prov.). De cuando en cuando aparecen excepciones a esta regla del balance. Varios lamentos presentan un ritmo desequilibrado llamado metro quinah (de la palabra heb. que significa “lamentación”). Una frase con tres énfasis es seguida por otra con dos (3 + 2), como si la desesperación del escritor hubiera consumido tanto sus fuerzas que ya no tiene la energía para repetir la línea entera.

Ha-extendido una-red a-mis-pies y me hizo-volver atrás (Lam. 1:13).

Pero ésta no es una regla rígida (las otras líneas de este versículo no siguen este patrón), y es difícil estar seguros de la base psicológica de los patrones de palabras. En el pasado, los eruditos a veces sugerían que el texto debía cambiarse para caber en el metro cuando la frase o línea parecía muy corta o demasiado larga. En la actualidad, la importancia de la métrica como un aspecto de la poesía bíblica ha disminuido. Tenemos mayor percepción de nuestra ignorancia de los convencionalismos del pasado y la libertad que los poetas tienen para variar su estilo.

PARALELISMO

La segunda característica mayor de la poesía bíblica es el paralelismo, donde dos frases breves (A, B) son de alguna manera similares o paralelas. Ha sido sólo en la época moderna que los eruditos han rescatado la importancia del paralelismo. James Kugel (The Idea of Biblical Poetry: Parallelism and its History [Yale University Press, 1981]) toca el tema del paralelismo, “olvidado” por los rabíes, que no reconocían la importancia de la repetición. Tendían a hacer que cada palabra y frase fuera claramente marcada, como en Deut. 33:10:

Ellos-enseñarán tus-juicios a-Jacob y tu-ley a-Israel

Los “juicios” y la “ley” eran considerados cuerpos totalmente diferentes (La Torah escrita y la oral). A decir verdad, los rabíes no estaban del todo equivocados, dado que las frases raramente son exactamente sinónimas. A pesar de ello, el volver a recordar el paralelismo generalmente se atribuye a obras de Robert Lowth, publicadas originalmente en latín en 1753 y 1778 (traducidas como Lectures on the Sacred Poetry of the Hebrews [Bucking ham, 1815]) y Isaiah: A New Translation with a Preliminary Dissertation and Notes [Wm. Tegg, 1848]). Son de ayuda para describir la línea básica de dos frases como: A/ B//, con una leve

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pausa (/) al final de la primera frase y una pausa total al final de la línea completa (//). Así, el Sal. 2:3 sería así:

¡Rom-pa-mos

sus-ataduras! A/

¡E-che-mos-de-noso-tros sus-cuerdas! B//

Las frases también pueden dividirse en elementos más pequeños, con frecuencia en palabras solas en heb. (o con guiones). Estas pueden ser representadas por letras minúsculas a, b, c, etc., teniendo a’, b’, c’, etc. como su paralelo; p. ej.p. ej. Por ejemplo el Sal. 147:8:

El es que cubre los cielos de nubes (a, b, c) el que prepara la lluvia para la tierra (a’, b’, c’)

Lowth describe los tipos principales de paralelismo. El Sal. 2:3 ilustra el paralelismo sinónimo, en el cual la primera frase es repetida en términos similares en la segunda (a b/ a’ b’//). Un desarrollo de esto, paralelismo externo (A/ B// A’/ B’//) ocurre en, p. ej.p. ej. Por ejemplo el Sal. 27:1:

Jehovah es mi luz y mi salvación; A ¿de quién temeré? B Jehovah es la fortaleza de mi vida, A’ ¿de quién me he de atemorizar? B’

Si en lugar de que dos frases digan algo similar, ellas tienen un significado opuesto, tenemos entonces un paralelismo antitético. Así en Prov. 10:1:

El hijo sabio alegra a su padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre

Lowth define un tercer tipo, paralelismo sintético, como sigue: “El paralelismo consiste sólo en la forma de su construcción, en que palabra no corresponde a palabra ni oración a oración, como equivalente (paralelismo sinónimo) u opuesto (paralelismo antitético), pero contiene una correspondencia e igualdad

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entre diferentes proposiciones, con respecto a la forma de la oración entera, y de las partes que la construyen … ” El Sal. 2:6, p. ej.p. ej. Por ejemplo demuestra un paralelismo que no es sinónimo ni antitético:

¡Yo he instalado a mi rey en Sion, mi monte santo!

La clasificación de Lowth puede pulirse y aumentarse de diversas maneras: (i) Paralelismo complementario: Las dos frases expresan verdades que se complementan:

Jehovah es mi pastor; nada me faltará (Sal. 23:1)

Jehovah y el salmista son los compañeros complementarios en la relación de fe. El resultado de tener un pastor es la ausencia de carencias. (ii) Paralelismo en escalera: La segunda frase repite sólo una de las unidades básicas de la primera línea logrando así una progresión de pensamiento (a b/ a’ c//):

Dad al Señor, oh hijo de los fuertes; dad al Señor la gloria y el poder (Sal. 29:1)

Otra manera de considerarlo es en términos “elípticos” (dejando afuera un elemento). Los seres celestiales aparecen en la segunda línea tanto como en la primera, pero no son mencionados explícitamente. El paralelismo en escalera es un efecto especial, ocurriendo con frecuencia por una razón particular. Se usa para iniciar poemas (Sal. 29:1; Ecl. 1:1) y para finalizarlos (Ecl. 12:8) y pueden aparecer como un estribillo (Sal. 67:3, 5). (iii) Quiasmo: La secuencia de los elementos paralelos en una línea se invierten (a b/ b’ a’//). Esto produce un efecto “cruzado” (la palabra se deriva de la letra gr. “ji” que tiene la forma de cruz).

Porque Jehovah conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos perecerá (Sal. 1:6)

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En su nivel más bajo, esta técnica agrega variedad e interés, pero también puede contribuir a su significado. El contraste entre los caminos del justo y del impío se enfatiza claramente como resultado de la forma “quiasmática” del versículo precedente. A veces se usa para enfatizar el elemento central. También es posible encontrar quiasmos extendidos (p. ej.p. ej. Por ejemplo a b c c’ b’ a’ en Amós 6:4b–6a; a b c b’ a’ en Isa. 55:8, 9). (iv) Merismo: La expresión de totalidad usando dos extremos (que pueden describirse como a- a+):

En su mano están las profundidades de la tierra; suyas son las alturas de los montes (Sal. 95:4)

La totalidad del mundo es representado por dos extremos verticales (a b+/ b- a’// - nótese el quiasmo). El siguiente versículo del Salmo agrega una dimensión horizontal, abarcando el mar y la tierra seca. Otro merismo que representa a todo el universo es “los cielos y la tierra” (Gén. 1:1), usado en la línea inicial del poema babilónico sobre la creación (Enuma Elish I,1):

Cuando arriba (+) los cielos (+) no tenían nombre, y abajo (-) a la tierra (-) no le había sido dado un nombre

DESARROLLOS RECIENTES

El tercer tipo de paralelismo (“sintético”) de Lowth ha causado mucho debate. ¿Qué significa “correspondencia” e “igualdad”? ¿Es el “paralelismo sinté tico” meramente una red en la cual poner todos los casos que no cubren los otros dos? La obra de Adele Berlin (The Dynamics of Biblical Parallelism [Indiana University Press, 1985]) ofrece aclaraciones que son de ayuda. Sugiere que hay no menos de cuatro distintos niveles de escritos por medio de los cuales el poeta puede crear paralelismo. Estos niveles son los de sonido (“paralelismo fonético”), de palabras (“paralelismo léxico”), de la estructura de la oración (“paralelismo gramatical”) y de significado (“paralelismo semántico”). El juego que se da entre estos niveles es lo que da a la poesía bíblica su enorme flexibilidad y potencia sin abandonar la forma y la estabilidad. (i) Sonido. La poesía de la Biblia hebrea, y de cuando en cuando la prosa también, contiene regularmente sonidos similares entre palabras que están cerca unas de las otras. Esto contribuye a la unidad de la poesía y puede adquirir una forma que enfatiza otros niveles de significado. La repetición de un sonido puede ser al principio de las palabras (aliteración), entre palabras (asonancia) o entre las terminaciones de palabras o líneas (rima). Este elemento de juego de sonidos por lo general se pierde en la traducción, una pérdida particularmente triste para los proverbios, que con frecuencia dependen de la brevedad y el juego de

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sonidos para su efecto. En heb., Prov. 13:24 consta de sólo siete palabras con asonancia y ritmo. La RVARVA Reina-Valera Actualizada utiliza no me nos de 18 palabras y carece de efectos de sonido:

El-que-detiene-el-castigo-aborrece-a-su-hijo, pero-el-que-lo-ama-se-esmera-en-corregirlo

Afortunadamente, los patrones de sonido con frecuencia enfatizan puntos que se destacan también de otras maneras pero, ¡poder apreciar el sonido de la poesía bíblica es una razón importante para aprender hebreo! Los profetas usan con frecuencia similitud de sonidos entre palabras para subrayar su mensaje (p. ej.p. ej. Por ejemplo Isa. 5:7; 7:9). (ii) Palabras. Un ejemplo del “paralelismo léxico” en el Sal. 2:3 lo vemos en la manera como “rompamos” y “echemos”, “ataduras” y “cuerdas” tie nen un significado similar. Las palabras de significado parecido que con frecuencia se encuentran en líneas paralelas se denominan parejas de palabras. A veces su significado es tan igual que no tiene diferencias (sinónimos), pero hay pocos —o quizá ninguno— sinónimos absolutos en un idioma, y tenemos que buscar la diferencia tanto como la coincidencia de significado. (iii) Estructura de la oración. Es evidente el paralelismo gramatical exacto en las dos frases del Sal. 2:3 (verbo-pronombre-sustantivo). Otros versículos muchas veces tienen leves variaciones en la gramática (p. ej.p. ej. Por ejemplo singular/plural, masculino/femenino, forma perfecta/imperfecta del verbo), para dar variedad y a veces contribuir al significado. En Prov. 10:1 (citado anteriormente) la única diferencia gramatical es la del sustantivo (“es tristeza de”) reemplaza al verbo (“alegra”) en la segunda frase. Las palabras y la estructura de la oración son simi lares en este caso, lo cual subraya el contraste en el significado de lo que cambia, lo sabio a lo necio. (iv) Significado. El paralelismo a nivel de palabra y estructura de la oración lleva inevitablemente en el Sal. 2:3 al “paralelismo semántico”, el nivel más elevado y más complejo. Ambas frases son si milares en su significado, expresando cómo los reyes de las naciones planean rebelarse contra el Dios de Israel y su Mesías. Sin embargo, veremos en la próxima sección que el paralelismo semántico rara vez sucede. El análisis cuádruple de Berlin puede ayudarnos a ver el valor y las limitaciones de la obra de Lowth. La dificultad principal de la clasificación de Lowth es que muchísimos versículos no parecen caber dentro de su esquema. Kugel enfatiza la gran cantidad de excepciones y sugiere que, en su lugar, tendríamos que entender la relación entre las dos frases como: B, por conectarse con A —haciéndola avanzar, siendo su eco, repitiéndola, siendo su contraste, no importa cual— tiene un carácter de énfasis, “secundante” y que es esto, más que cualquier valor estético de la simetría en el parale lismo, lo que constituye el corazón del paralelismo bíblico. Podríamos resumirlo sugiriendo que el concepto primitivo judío era que “A no es igual a B”, el estilo tradicional es que “A es igual a B”, y la teoría de Kugel es “A y, además, B”. Kugel considera el paralelismo como un concepto que no ayuda, y en realidad cuestiona si hay alguna diferencia de tipo entre poesía y prosa. Pero se ocupa principalmente del “paralelismo semántico”, y el paralelismo a otros niveles y las otras características de la poesía son con frecuencia más evidentes.

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Robert Alter propone algo similar a lo que sugiere Kugel (The Art of Biblical Poetry [Basic Books, 1985], p. 19): “(Donde) ocurre el paralelismo semántico en una línea, el movimiento característico del significado es uno de realce o intensificación (como el caso del paradigma de los números), de enfoque, especificación, concretización y aun lo que podríamos llamar dramatización.” Siguiendo un criterio similar, David Clines sugiere que la frase A tiende a ser general o ambigua pero que B especifica el poder particular de una palabra o símbolo o declaración en la frase A (“The Parallelism of Greater Precision: Notes from Isaiah 40 for a Theory of Hebrew Poetry”, en Directions in Biblical Hebrew Poetry [JSOT Press, 198], pp. 77–100). Isa. 40:3 dice así:

¡En el desierto preparad el camino de Jehovah; enderezad calzada en la soledad para nuestro Dios!

La segunda frase aclara que el “camino” es un camino literal, no una metáfora de una manera de vivir, y que es para Dios mismo. Lo que resulta claro es que un autor puede pasar de A a B en varias maneras. Algunas de las sugerencias son:

¡Saúl derrotó a sus miles! ¡Y David a sus diez miles! (1 Sam. 18:7)

A Saúl no le gustó esta intensificación de la cantidad. Un sustantivo y adjetivo puestos después de un sustantivo ilustran la intensificación gramatical (Prov. 4:3):

Pues yo también fui hijo de mi padre, tierno y singular delante de mi madre

En Jer. 7:34 la segunda frase especifica con mayor precisión dónde está el pueblo y quiénes lo constituyen:

Haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén la voz de gozo y la voz de alegría,

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la voz del novio y la voz de la novia

La dramatización se da cuando una frase lit.lit. Literalmente culmina en una hipérbole:

Con el rostro a tierra se postrarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies (Isa. 49:23)

Puede usarse una metáfora o un símil obteniendo el mismo efecto:

Tú los quebrantarás con vara de hierro; como a vasija de alfarero los desmenuzarás (Sal. 2:9)

Un tipo de movimiento más es de particular significado. Alter destaca que, aunque los escritores bíblicos eran expertos en contar historias en prosa, no existen poemas épicos como la Ilíada o la Epica de Gilgamesh. La solución de Alter a este desconcertante vacío es que “lo que los poetas nos dan no es narración sino ’narratividad’, o sea, el desarrollo narrativo de la metáfora” (ibíd., p. 39). Las frases del versículo no son tanto paralelas como en desa rrollo, haciendo un relato que no es una experiencia lit.lit. Literalmente del poeta, pero que, a pesar de ello, interpreta realmente su experiencia:

He aquí que gesta maldad, concibe afanes y da a luz mentira (Sal. 7:14)

Aquí la lenta pero segura producción de mal es entendida grotescamente en términos del proceso que culmina en el nacimiento (ver ejemplos similares en Sal. 7:5, 14; 18:7–15; 23).

CONCENTRACION DE SIGNIFICADO

La poesía puede expresar muchas cosas en un breve compás. El paralelismo contiene de por sí infinidad de posibilidades, pero la poesía bíblica es también abundante en metáforas. Las imágenes y metáforas se desplazan con rapidez, corrigiendo, reforzando y complementándose una a otra. A veces las metáforas son el elemento básico que refuerza creencias fundamentales acerca de Dios (p. ej.p. ej. Por ejemplo el Señor es

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mi pastor). En otros pasajes el desarrollo puede sorprendernos (p. ej.p. ej. Por ejemplo Sal. 39:11; Dios como polilla) o ser extraordinariamente detallado (p. ej.p. ej. Por ejemplo Job 14; Ose. 14:4–18). Es imposible sobrestimar el valor práctico y teológico de las metáforas. Son el medio por el cual podemos interpretar nuestra experiencia y los mapas con los cuales podemos dar dirección a nuestras vidas. Por ello, vale la pena que los lectores de la Biblia hagan el esfuerzo de aprender algo de la cultura del antiguo Cercano Oriente, para que sientan la fuerza de las verdades que tantas veces son presentadas en un vívido len guaje pictórico. El uso de las metáforas en la poesía bíblica ayuda a que ésta sea un poderoso vínculo de comunicación con creyentes de todos los tiempos. El proverbio o el salmo están diseñados para aplicarse a todo tipo de personas en muchas circunstancias. La enfermedad, los enemigos y la ausencia de Dios pueden representar las potencias que acosan al pueblo de Dios (p. ej.p. ej. Por ejemplo Sal. 6). Puede que no se tenga a ma no un palo (Prov. 13:24), pero la palabra severa o una penitencia pueden igualmente dar resultado. Arribamos a principios generales con naturalidad partiendo de un ejemplo particular, y luego encontramos una aplicación particular de lo general. En los profetas hallamos con frecuencia que los oráculos son adaptados o “reciclados” para ser aplicados a diferentes ocasiones históricas (p. ej.p. ej. Por ejemplo Isa. 13 y Apoc. 18). Existe una apertura en la poesía que estimula al lector a ampliar su entendimiento por medio de encontrar muchas interpretaciones. Por otro lado, en la ley o doctrina, muchas veces es importante decidirse por un solo significado. Esta apertura es una razón por la cual leer poesía es más trabajoso que leer narración. Tenemos que llenar los espacios en blanco y darle, nosotros mismos, sentido al poema. Tenemos que hacer un esfuerzo por relacionar la poesía con nuestras propias vidas al explorar su misterio, complejidad y vívidas imágenes. Esto aumenta nuestro involucramiento y nos desafía a que hagamos nuestro el concepto que el poeta tiene del mundo. No significa esto que leer poesía es puramente subjetivo y arbitrario. El análisis cuidadoso de una poesía debe enriquecer y disciplinar nuestra exploración del significado que el texto tenía para su autor y sus primeros oyentes y, ahora, para nosotros.

LA COMPOSICION DE UNA POESIA

Hasta aquí hemos enfocado el carácter poético de la línea o pequeña sección. Esto basta para entender muchos de los proverbios y fragmentos poéticos aislados, pero en composiciones más extensas se puede notar que la poesía está organizada en una forma coherente y satisfactoria. En términos de su estructura podemos detectar con frecuencia varias secciones en una poesía que muestran unidad de significado y de gramática. Puede ser también que una o más secciones se unan de alguna manera como estrofas. Cada poesía tiene su propia unión, pero las características comunes de su composición incluyen: (i) Uso de líneas más largas y más cortas. La mayoría de los versículos poéticos contienen dos frases. Pero de cuando en cuando aparece una frase aislada, o una línea con tres frases. Estas a menudo dan inicio (p. ej.p. ej. Por ejemplo Cant. 6:19; Jer. 10:12) o concluyen una sección (p. ej.p. ej. Por ejemplo Jer. 14:9; Gén. 49:27) y un versículo de tres frases con frecuencia lleva una sección o poesía a su clímax (p. ej.p. ej. Por ejemplo Sal. 16:11).

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(ii) “Anacrusis”. A veces el elemento de una línea (una conjunción o una frase) queda fuera del patrón regular de las frases. Los “anacrusis” se usan con frecuencia para enlazar las líneas (p. ej.p. ej. Por ejemplo por, ahora, maldito) o para presentar una declaración importante. El Sal. 1:1 tiene tres frases con quiasmos parciales parafraseados por un “anacrusis” (a). Es un comienzo de peso, importante para el Salterio.

Bienaventurado el hombre (a) que no anda según el consejo de los impíos, (b c) ni se detiene en el camino de los pecadores, (c’ b’) ni se sienta en la silla de los burladores. (c’’ b’’)

(iii) Refrán. Esta es una repetición periódica de un verso, como el coro que se canta entre las estrofas de un himno. En los Sal. 42:5, 11 y 43:5, el refrán aparece tres veces y da un resumen del tema:

¿Por qué te abates, oh alma mía y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún lo he de alabar, ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!

Esta es una de las razones por las cuales los eruditos están seguros de que estos dos salmos fueron originalmente uno solo y que deben leerse juntos. (iv) Palabra clave. Una poesía, o una sección, a veces es unificada por la repetición de palabras significativas, como “voz” en el Sal. 29 o diversas pa labras para significar “tiempo” en el Sal. 90. (v) Inclusivo. Esto se refiere a una palabra o frase que ocurre tanto al principio como al final de una unidad de prosa o poesía (p. ej.p. ej. Por ejemplo “Bendice alma mía al Señor”, Sal. 103:1, 22). El “inclusivo” man tiene unido al pasaje e indica a los oyentes el final de una sección. El significado de la frase que se repite con frecuencia se enriquece por lo que aparece entremedio. (vi) Acróstico. Cada elemento del acróstico comienza con una letra diferente del alfabeto heb. en orden alfabético. Los acrósticos aparecen a nivel de frase (Sal. 111; 112), un versículo (Sal. 25), dos versículos (Sal. 37) o tres versículos (Lam. 2). La culminación de los acrósticos es el Sal. 119, donde las ocho líneas de cada una de las 22 secciones empieza con la misma letra. Las limitaciones impuestas por este estilo explican por qué los versículos muchas veces apenas parecen conectarse.

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(vii) Variedad en el estilo poético. El paralelismo sinónimo es una forma equilibrada y apropiada de la expresión objetiva y reflexiva. La variación y narración proveen interés y nuevas percepciones, pero, si son demasiadas, pueden resultar superficiales y no darnos tiempo para absorber el significado de una afirmación acerca de Dios o de nosotros mismos. En general, la poesía de la Biblia es una sana combinación de historia e interpretación, acción y reflexión.

CONCLUSION

David es llamado “el dulce salmista de Israel” (2 Sam. 23:1) y, gracias a él y a otros, tenemos en la Biblia algunas de las poesías más grandiosas que jamás hayan sido escritas. La poesía del ATAT Antiguo Testamento encuentra muchas veces eco o es citada en las palabras de Jesús. Ignorarla sería ignorar su contribución específica a la humanidad inspirada de las Escrituras. El propósito de este artículo ha sido presentar el arte y la sutileza con que los poetas bíblicos comunicaron su porción del mensaje total de Dios. Hemos de admitir que un enfoque en la técnica y hermosura puede cegarnos a las realidades finales (1 Cor. 13:1). Por otra parte, las Escrituras dan amplio testimonio de que el pueblo de Dios, a través de las edades, ha considerado que únicamente la poesía pue de expresar adecuadamente nuestras experiencias más elevadas y profundas de Dios y del mundo que su pueblo habita (cf.cf. Confer (lat.), compare Ecl. 12:10; Col. 3:16).

Philip Jenson e-Sword

Comentario Bíblico Siglo XXI

CANTAR DE LOS CANTARES Introducción

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¿QUIEN FUE EL AUTOR? El libro reclama ser de Salomón, y no hay razón suficiente para creer que no es así. El es mencionado varias veces (1:1, 5; 3:7, 9, 11; 8:11, 12), y la re ferencia a “mi yegua” en 1:9 es interesante porque fue Salomón el que introdujo caballos de Egipto. Algunos eruditos, sin embargo, sugieren un autor distinto, sobre bases linguísticas y personales. Ellos cuestionan si Salomón, con las 1000 mujeres en su vida, habría escrito acerca de un amor exclusivo. Dios puede, no obstante, usar la gente más improbable para su obra. Si Salomón escribió el libro, la fecha sería hacia 965 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo

¿CUANTOS PERSONAJES PRINCIPALES HAY? La opinión en este comentario es que hay dos personajes principales: Salomón y la joven Sulamita. Esto parece ser más correcto que la opinión de que hay tres: Salomón, la joven Sulamita y su marido, al que ella permanece fiel a pesar de los requerimientos del rey.

¿CUAL ES LA FORMA DEL LIBRO? Algunos piensan que el libro está hecho de una colección fortuita de cantos de amor, originalmente independientes y después reunidos. Esto no es pro bable, porque parece haber una secuencia genuina en el libro. Comienza con los primeros días de la joven en el palacio del rey (1:1–14), luego hay una escena campestre deleitosa (1:15–2:17). Esta es se guida por la joven meditando sobre su amado (3:1–5), el día de la boda (3:6–11) y la noche de bodas (4:1–5:1). Sigue un lapso en la relación (5:2–6:3), pero finalmente se reconcilian (6:4–13). Se describe luego una bella escena en el dormitorio del rey (7:1–10) y otras escenas campestres (7:11–8:14). Verlo como una historia con una secuencia da mucho más significado que verlo co mo un conjunto de cantos de amor aislados. Es importante notar que no hay relación sexual antes del matrimonio; un hecho significativo a la luz del comportamiento moderno.

¿QUE ENSEÑA EL LIBRO?

1. El Cantar de los Cantares, como su título sugiere (1:1), reclama ser el mejor canto sobre el amor nupcial jamás escrito. Es superior a todos los otros poemas de amor, de modo que debemos darle plena atención. 2. Describe el amor en términos poéticos antes que prosaicos. Esto contrasta con el énfasis actual sobre la mecánica y técnicas de hacer el amor, que tan fácilmente rebajan la relación. 3. A Dios le importa lo físico. Después de todo, él nos hizo, y nos hizo para hacer el amor. Como es una parte tan importante en la vida de las personas, él ha provisto todo un libro sobre el tema. Pero, para mantenerlo en equilibrio, éste es sólo un libro entre los sesenta y seis de la Biblia.

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4. No es incorrecto hablar acerca del cuerpo humano (ver 4:1–5; 5:10–16; 6:5–7; 7:1–5). Hoy probablemente no utilizaríamos exactamente el mismo lenguaje de este libro, por cuanto fue escrito en un marco cultural particular. Además, algunas de las descripciones nos parecerían extrañas, pero se refieren tanto al sentir como a la forma física real. 5. Al hacer el amor, debemos conocer el momento oportuno de Dios. El amor no debe despertarse hasta que esté listo (2:7; 3:5; 8:4). El mundo dice: cualquier tiempo, cualquier lugar. Dios dice: mi tiempo, mi lugar. 6. La preparación familiar es totalmente importante (8:3–10). Los hermanos de la joven, especialmente, la prepararon para ser “una muralla” para mantener lejos intrusos indeseables, antes que “una puerta” que dejaría entrar a cualquiera, y así dañarles en su vida. Esa clase de preparación probó ser exitosa. 7. Hay un peligro en darse mutuamente por sentado (5:2–8). Estos versículos constituyen una advertencia oportuna a los que no responden a los requerimientos amorosos de su cónyugue, y describen el remordimiento que sigue. 8. El amor conyugal es exclusivo (4:12). En términos del amor físico cada consorte debe permanecer como un jardín cerrado y un manantial sellado. Cada vida es una viña privada para el otro (8:12). Ninguno está en el mercado público. 9. La cosa más pequeña puede echar a perder una relación sana (2:15). Ambos consortes deben cuidarse de “las zorras pequeñas” que echan a perder las flores de esos días tempranos del matrimonio. El verdadero amor es a la vez inapagable y sin precio (8:6–8). Nadie es inmune a aquellas cosas que buscan apagar los fuegos del amor, pero el amor verdadero, porque su fuente está en el corazón de Dios, nunca puede ser apagado. En manera semejante, ninguna cosa material puede jamás comprar el amor. 10. Usado ilustrativamente, el cantar dice algunas cosas hermosas acerca de la relación de Cristo con su amada iglesia. Se nos recuerda, entre otras cosas, el poder del amor de Cristo (8:7); su deleite es escuchar las oraciones de la iglesia (8:13); el sentido del deseo vivo de su presencia (8:14); la invitación de Cristo a participar de su compañía (2:13); los peligros de no responder a su llamado (5:2–8); comp. Apoc. 3:20). Necesitamos este libro, especialmente en una edad de “amor libre”. Permitamos que nos recuerde que Dios está profundamente preocupado acerca de nuestras relaciones amorosas, no sólo hacia él sino del uno al otro.

BOSQUEJO DEL CONTENIDO

1:1—2:7 1:1

El rey se encuentra con la Sulamita en su palacio

El título

1:2-8 Las hijas de Jerusalén y la Sulamita 1:9—2:7

El rey habla con la Sulamita

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2:8—3:5

La visita del amado y la búsqueda nocturna de la Sulamita

2:8-17 La visita del amado 3:1-5 La búsqueda nocturna

3:6—5:1

El cortejo del rey y cánticos

3:6-11 Una clase distinta de cortejo nupcial 4:5—5:1

El canto de amor del rey en la noche nupcial

5:2—6:3

Oportunidad desaprovechada

5:2-8 Dado por supuesto 5:9—6:3

La Sulamita describe a su amado a las mujeres de Jerusalén

6:4—8:14

Amor en aumento

6:4—8:4

El fin de la estadía de la Sulamita en la corte

8:5-14 La naturaleza del amor verdadero Comentario 1:1-2:7 EL REY SE ENCUENTRA CON LA SULAMITA EN SU PALACIO

1:1 El título El título dice dos cosas: una, que Salomón compuso el libro; y dos, que en el mundo no hay un canto de amor como éste. Es importante entonces que nosotros lo amemos, atesoremos y vivamos por él.

1:2-8 Las hijas de Jerusalén y la Sulamita

2-4 El lado físico del amor es presentado inmediatamente. La joven anhela los besos del rey. Besar es una expresión de amor dada por Dios. Para eso son los labios, entre otras cosas. El vino da placer físico, pero no puede ser comparado con esos besos que son la expresión de la entrega total del amado. De igual modo, el perfume puede despertar los sentimientos, pero no hay perfume que se parezca al nombre de su cónyugue.

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El perfume puede también tener asociaciones; le puede recordar a usted a una persona en particular. A las otrasjóvenes en el palacio también les gustaba el rey, porque él tenía una personalidad tan magnética. (Es un buen testimonio cuando otras personas reconocen las buenas cualidades de su compañero.) Atráeme en pos de ti es otra expresión de verdadero amor. Su deseo es estar a solas con él. ¿Cómo puede ella gozar plenamente de él con todas las otras jóvenes alrededor? Y mira a dónde quiere ella que él la lleve: a un lugar muy privado, es decir, a sus habitaciones. Allí ellos pueden hacer el amor sin molestias y gozarse el uno del otro al máximo. Las damas del palacio dicen nos gozaremos y nos alegraremos contigo, es decir, el rey. Es casi como una multitud de chicas con un cantante popular famoso. Ellas están locas por él, pero no del mismo modo que la Sulamita. Ella y su amado tienen una relación única, exclusiva; es sólo para ellos. Nadie puede besar a dos personas al mismo tiempo, y así debiera ser con el amor entre un hombre y su esposa. Otros pueden reconocerlo y admirarlo, pero no pueden y no deben compartirlo. Así también los verdaderos creyentes son atraídos a Cristo por la hermosura de su carácter y amor que se entrega en sacrificio. 5-8 ¡Cuán consciente está la Sulamita de su tez bronceada por el sol comparada con las damas delpalacio! Es como las tiendas de pelo de cabras negras de los nómadas de Quedar (Kadai), o los os curos pabellones en la tienda del rey. Su piel oscura se destaca tanto que despierta curiosidad de las otras jóvenes; pide que no se fijen en ella. Pero en realidad su tez oscura es una señal de su buen carácter, porque ha trabajado arduamente bajo los ardientes rayos del sol día tras día sin protección. Amedrentada por sus hermanos (o hermanastros) se había esclavizado en las viñas de la familia descuidando la “viña” de su pro pia piel. Ella pide que no la juzguen por su tez, porque la belleza es más profunda que la piel. Debajo de toda aquella piel curtida por el sol, ella tiene un encanto que es un ejemplo para cualquier joven moderna. 7 Sus pensamientos se vuelven ahora de ella misma a su amado. Hay una cosa que desea por encima de todo: estar con él. Lo describe en términos sencillos, hermosos: oh amado de mi alma. Más tarde lo describe en detalle, pero por ahora esto es suficiente y lo dice todo. Es una descripción de relación. Así el cristiano puede decir de Cristo: “Tú eres el que yo amo.” Ella pregunta: “¿Por qué he de andar como con velo?” (Ver la nota de la RVARVA Reina-Valera Actualizada.) Una mujer con velo era una mujer relajada, tal vez aun una prostituta. Así que ella está diciendo que no quiere parecerse a una de estas mujeres, vagando en derredor en busca del próximo cliente. Por eso pide un lugar y hora (mediodía) particular para que se encuentren. 8 Las mujeres del palacio, en respuesta a su pregunta, parecen decir que ella debe simplemente ir y buscarlo: sigue a las ovejas y hallarás al pastor. La fuerza principal de todo el párrafo habla de carácter y deseo a la vez. Ella es una persona totalmente hermosa en que no teme el trabajo arduo aun si estropea su cuerpo. Y su único deseo es estar con su amado real.

1:9-2:7 EL REY HABLA CON LA SULAMITA

1:9–11 El rey habla. 9 Salomón sabía todo acerca de caballos, ¡él tenía bastantes (1 Rey. 4:16; 10:26)! Aunque las mujeres de algunas culturas no hallarían muy halagador ser comparadas a un caballo, para la Sulamita significaría muchísimo. En todas estas comparaciones, que provienen de una cultura oriental, debemos darnos cuenta de que no es siempre la apariencia física que se compara, sino el sentimiento y el

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espíritu. Aquí la yegua representa gracia, hermosura y nobleza. En el equipo de caballos tirando la carroza, la yegua sobresalía singularmente. El rey también llama a la joven amada mía, que tiene el sentido de “mi amante amiga”. Es una palabra que se presenta frecuentemente en el libro (1:15; 2:2, 10, 13; 4:1, 17; 5:2; 6:4). 10 El rey pasa de considerar las decoraciones sobre la yegua a los adornos de su amante. Habiendo sido una pobre chica campesina, no sólo es cons ciente de su piel tostada por el sol sino también de su carencia de joyas. Pero el rey rectificará ésto. De su gran riqueza él la adornará de joyas apropiadas para tal esposa. De igual modo Cristo, el rico esposo del cielo, adornará a su esposa la iglesia con las joyas de gracia y verdad. El está aún ahora preparándola para la gran cena de bodas del Cordero. 1:12–14 La Sulamita responde. La esposa habla nuevamente, esta vez de su atractiva fragancia. El perfume puede jugar un papel significativo en la relación sexual, aun en el mundo animal. Puede estimular otros sentidos físicos además de los del olfato, pero el pensamiento aquí va más allá de eso. Fragancia es un símbolo de la fuerte atracción que el rey tiene por ella. Así como nos gusta oler un aroma delicioso, así ella respira en su amor y fuer za. El es irresistible. Los cristianos somos llamados a ser olor fragante de Cristo (2 Cor. 2:14–16). 1:15 El rey habla. El rey no puede evitar repetir cuán hermosa es ella. Además, la pareja está ahora mirándose mutuamente a los ojos, una parte importante de hacer el amor. El contacto íntimo de los ojos puede dar entrada a la vida del uno en el otro. Palomas sugiere ternura, pureza y sencillez. 1:16-2:2 Rosa de Sarón. 16, 17 La esposa responde al rey con más palabras íntimas. Usa primero su palabra bello (apuesto) y luego agrega dulce o “hermoso”. Además, yacen juntos sobre la hierba en anticipación a la consumación del matrimonio. Entre la naturaleza se sienten en su casa. Nuestra cama es frondosa significa que ellos usan la hierba como su cama. 2:1 La joven ahora se ha apartado de su timidez anterior. El amor del rey hacia ella le hace tener una nueva estima propia. Se ve a sí misma como una hermosa flor. Es algo muy hermoso cómo el ser verdaderamente amado puede llevar a cabo una transformación en el concepto que uno tiene de uno mismo. Como creyentes, somos objeto del amor inagotable de Cristo, y somos hermosos a sus ojos. 2 El responde y agrega a los pensamientos de ella. Comparadas con ella, las otras parecen cardos. Esto pareciera ser un poco duro para las otras jóvenes de la corte, pero es su manera de expresar el carácter único de ella. 2:3–7 La Sulamita piensa en su incomparable amado. 3 Si ella es un lirio de los valles, él entonces es un manzano, y como tal le ofrece su sombra y alimento, porque ella constantemente necesita seguridad y fortaleza. En sus días más juveniles ella había traspirado bajo el sol (1:6), pero ahora goza de protección y seguridad con él. Y además de seguridad, él ofrece dulzura y gozo. Su goce del amor protector de él es como el delicioso sonido de un mordisco a una manzana jugosa en el calor del día. 4 La sala del banquete es lit.lit. Literalmente “casa del vino”, tal vez queriendo decir “casa del amor”. El ambiente llega a ser más íntimo. Ella está entrando a una experiencia de intenso gozo y alegría. Una bandera es un punto de enfoque, y significa aquí que a él no le importa si todo el mundo se entera del amor que se tienen. 5, 6 Enferma de amor es desfalleciente de amor. Ella a la vez languidece por el amor de él y desmaya de felicidad, y necesita alimento. Ella luego se imagina que es físicamente abrazada por él. Es como un pe dido.

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El cuadro es que yacen juntos, él con su mano debajo de la cabeza de ella, sosteniéndola, y seguramente contemplando sus ojos. La ingenuidad física libre de vergüenza del libro es nuevamente obvia al lector. 7 Este versículo proporciona uno de los principios más fundamentales de una relación de amor verdadero. Habla de genuinidad y realidad y de correcta oportunidad. Es el pecado el que hace que el amor físico se exprese en el tiempo y en el lugar incorrectos y con la persona incorrecta. En Dios hay un tiempo para todo. El método de nues tro mundo pecaminoso es excitar y despertar el amor en maneras falsas y malas. Del mismo modo, en otra esfera, el evangelista y el predicador pueden utilizar métodos manipuladores y falsos que só lo producen “conversiones” prematuras (ver 2 Cor. 4:2). 2:8-3:5 LA VISITA DEL AMADO Y LA BUSQUEDA NOCTURNA DE LA SULAMITA

2:8-17 La visita del amado

8, 9 Aunque es verdad que el amor nunca debe ser estimulado equivocadamente, hay una compulsión respecto al verdadero amor. Cuando el momento es apropiado, el amado viene saltando y brincando. No puede esperar para volver a verla. Ella responde adecuadamente, gritando a quien quiera oír que él viene con la velocidad de un venado. Luego al llegar él mira por las ventanas, ansioso de verla, ansioso de hablarle. 10-13 No puede haber mejor tiempo del año para que expresen mutuamente su amor. Es la primavera, primavera en todo el sentido de la palabra. El ciertamente tenía la primavera en sus pasos cuando saltaba por las colinas para encontrarla. Ella tenía la primavera en su corazón al verle aproximarse y mirar a través de las ventanas con sus ansiosos ojos llenos de amor. ¡Qué tiempo para el amor! Las flores están brotando; las aves cantan sus propias canciones de amor; los frutales muestran su fruto; y el olor de las flores primaverales hace que el corazón palpite algo más ligero. No es sorprendente que el amor ha sido a menudo asociado con la primavera. Porque la primavera es el tiempo de nueva vida y vitalidad. ¿Y no debieran los cristianos anhelar una eterna primavera en su relación con Cristo? Del ser interior del creyente debieran correr ríos de agua viva. Nuevos frutos, nuevas flores y agradable fragancia debieran ser continuamente una expresión de nuestra vida con el Señor. Todo se corona con la invitación a salir con su amado, los dos solos, a consumar su mutuo amor. Las palabras de la invitación son dichas dos veces, para énfasis (10, 13). 14, 15 El rey habla, y hay algo positivo y algo negativo en lo que dice. Positivamente, él busca una franqueza completa por parte de la Sulamita. Era característico de las palomas esconderse en las hendijas de las peñas para que nadie pudiese verlas u oírlas. Su pedido es que haya para él una revelación absoluta de toda su persona y carácter. Del mismo modo, nosotros debiéramos estar completamente abiertos a Cristo. Negativamente, él pide que cualquier cosa que pudiera echar a perder su relación (las zorras pequeñas) sea apresada y confrontada, no importa cuán pequeña pudiera parecer. Su amor mutuo debe ser puro y sin mezcla. Ya está floreciendo bellamente, ¡qué terrible si algo viniera a echar a perder la flor! 16, 17 Está llegando la culminación. Comprensible y bellamente comienza con una declaración de posesión mutua. Se pertenecen totalmente el uno al otro y, en cuanto se relaciona con su matrimonio, a ningún otro. Este es el modelo de Dios para el matrimonio, y en ese sentido de pertenecerse hay seguridad. El apacienta

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entre los lirios puede ser una referencia a la descripción que ella ha dado de sí mis ma como “un lirio del valle”. El encuentra su dehesa en aquella que él ama. Su último pedido en este párrafo es que estén toda la noche abrazados, hasta que raye el alba y el sol naciente haga que huyan las sombras. El pertenecerse total y espiritualmente tiene su expresión física.

3:1-5 La búsqueda nocturna

1–3 Esto parece un sueño (¿o una pesadilla?) en vista de la declaración inicial: De noche, sobre mi cama. Es como un sueño medroso. Ella está tan unida a él que no puede soportar el pensar que no esté allí, y ese temor surge en un sueño. Sin embargo, termina bien. Algunos de los santos en tiempos pasados han utilizado bien este pasaje al des cribir lo que ha sido llamado “la noche oscura del alma”, el grito de agonía del corazón de uno que siente que ha perdido la presencia de Dios, y pierde así su sentido de pertenencia y seguridad (ver Sal. 42). Cuatro veces en estos versículos ella describe a su amado como al que ama mi alma. Siente que ha perdido parte de sí misma, y le busca en intensidad de deseo. Ella hace todo lo que puede para hallarle, yendo a cada parte de la ciudad, por las ca lles y por las plazas, preguntando a todo el que encuentra si le han visto. Sólo un amor intenso hace eso, como un padre que ha perdido a un hijito. 4 ¡Oh el gozo de hallar! Tal gozo es expresado en un abrazo que parece durar una eternidad. Es una manera de decir: “Por favor, no me dejes otra vez.” Pero ¿por qué le lleva a la casa de su madre? Porque era su viejo hogar, el lugar de su seguridad, donde su propia madre la había cubierto de amor. Después de la rareza de su deambular nocturno ella necesitaba un lugar que fuera profundamente familiar. Las jóvenes esposas aún van al hogar, a sus madres, de vez en cuando. 3:6-5:1 EL CORTEJO DEL REY Y CANTICOS

3:6-11 Una clase distinta de cortejo nupcial El indicio de que éste es el cortejo nupcial de Salomón puede verse en el v. 11: en el día de sus bodas. Pero ¡qué cortejo! Se lo ve primero a lo le jos. El polvo levantado por los cascos de los caballos parece una columna de humo. Luego es identificado; no es otro que Salomón, y el canto expresa una sorpresa agradable. Que todos miren. Hoy en día todos los ojos están en la novia cuando comienza a caminar por el pasillo, pero aquí todos los ojos están sobre Salomón cuando se aproxima en esplendor real para ser casado con su novia. El esplendor y el tamaño del cortejo corresponden a la ocasión. Salomón no ahorrará cosa alguna para un día como éste. Un padrino de boda no es suficiente para él: tiene sesenta, y todos están magníficamente ataviados como nobles guerreros (valientes) de la tierra. Tal vez además el rey desea decir a su esposa que él le proporcionará constante protección, porque cada guerrero tiene su espada al cinto. Los vv. 9, 10 describen la carroza nupcial. Nue vamente, no es nada menos que lo mejor. Es hecha ex profeso y del más fino material. Cuando llega el rey (11) todas las damas del palacio son convocadas, pidiéndoles que le vean llevando su diadema nupcial especial. La diadema (o corona) era normalmente colocada sobre la cabeza del rey por su madre (ver 1 Rey. 1:9–31; 2:13–25). Cuán apropiado es que el día de su boda es descripto como el día en que se regocijó su corazón. No todo novio puede permitirse el lujo de tal magnificencia y esplendor, pero cada esposo debiera dar lo mejor a su esposa, y viceversa. El verdadero amor hace aflorar lo mejor en otras personas. Mejora el carácter.

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4:1-5:1 El canto de amor del rey en la noche nupcial

4:1-7 El cuerpo hermoso de la novia. Este delicioso canto de amor que Salomón canta a la Sulamita está basado en un estilo de canto usado aún hoy en las bodas sirias. Nos recuerda que no somos tan sólo asombrosa y maravillosamente creados, sino también hermosamente hechos. El cuerpo es hechura de un Creador maravilloso. Para el que ama, esta admiración mutua es un preludio final al acto del amor. La pareja está ahora en la intimidad de su propio dormitorio, completa y legítimamente descubiertos el uno al otro. El rey no puede sino hablar de lo que ve, porque el amor es total, y ama al espíritu y al cuerpo. Hablar de su cuerpo es una expresión de su amor. El cristiano no está tan fuera de este mundo que él o ella no pueda admirar el cuerpo humano y aun hablar de él. Lo que la Escritura condena es la concupiscencia, no el amor físico y verbal. 1 Después de una declaración inicial general sobre la belleza del cuerpo de su esposa, el rey comienza a detallar sus distintas partes. La comparación de sus ojos con palomas no se refiere a la forma, sino al brillo y suavidad. Sus cabellos negros descienden de la cabeza a los hombros como una manada de cabritos negros bajando una montaña. 2 Su boca abierta revela dientes perfectos en número y forma, completamente parejos; brillan también, cual ovejas recién lavadas. Mellizos significa que los superiores corresponden perfectamente con los inferiores, sin brechas. 3 Sus labios son brillantemente rojos. Hilo puede expresar ya sea la idea de delgadez, lo que no es probable, o indicar que su boca es claramente definida como un hilo fino. (Note cuán cuidadosamente algunas mujeres se aplican el lápiz labial para evitar ensuciarse y líneas irregulares.) Sus mejillas tienen el hermoso color bermejo de la granada, tal vez especialmente sonrojadas por la excitación del momento. 4 La torre de David sugiere fortaleza. Esto no quiere decir que ella tiene un cuello de toro; sino más bien, que tiene un porte real. La decoración de muchos escudos añade a este concepto de fuerza y ánimo. 5 La comparación de venaditos y pechos no es nuevamente con referencia a la forma, sino al tacto. Ambos son agradables de acariciar. 6 El rey declara su admitida intención de tener y acariciar y hacer el amor a tal cuerpo hasta el amanecer, hasta que raye el alba y huyan las sombras, respondiendo así al pedido de ella en 2:17. Por fin ha llegado el tiempo. El amor ha sido deliberadamente suscitado y despertado (comp. con 2:7). El momento de Dios lo hace todo tan bien. 7 Finalmente el rey declara perfecta a su esposa. Todo este párrafo, como está, no es necesariamente un modelo para los amantes. Algunos se sentirían ligeramente turbados, por decir lo mínimo, si tales palabras se usaran de esta manera. Pero está diciendo que el amor hablado no está fuera de lugar; que Dios ha ordenado no sólo el preparativo físico sino también el hablado; que las personas, especialmente los hombres, no son animales, y no debieran arremeter sin una profunda consideración por sus esposas; que las esposas no son objetos sexuales; y con todo, que Dios hace todas las cosas hermosas a su tiempo. 4:8–15 Invitación y respuesta. El rey ahora pasa de la admiración de la forma física de su esposa a una descripción de su relación mutua. Es un canto exquisitamente hermoso, que canta de las promesas y delicias del amor y el gozo intenso de la consumación de su matrimonio (5:1). Mucha de la descripción está en términos de un hermoso jardín. El jardín está lleno de una gran variedad de flores, y el aroma que ellas despiden es todo tan invitador. La palabra novia se usa por primera vez, v. 8.

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8 El canto comienza con una invitación para su amada a dejar atrás todo pensamiento de otros lugares y situaciones para que su mente esté totalmente dedicada a él. Uno no puede hacer el amor a otro con sus pensamientos lejos. Tal vez ella tenga temores también, lo que no es desconocido para una esposa la primera noche de su luna de miel. Pero aquí no hay leones o leopardos, sólo la seguridad del abrazo de él. Este no es un campo desierto y salvaje, sino un huerto cerrado. 9 Además, él le asegura a ella que él está totalmente prendido por su amor. El ya no se pertenece a sí mismo, ni lo desea. Está contento de tener su corazón prendido. (En 1 Cor. 7:14 hay un eco de esto.) Ella sólo tiene que mirarle y él queda derribado. Es una deleitosa impotencia. 10, 11 Estos versículos hablan de dos formas de contacto físico: caricias y besos. La palabra traducida caricias (v. 10) puede significar la expresión física del amor, es decir, la relación sexual. Está usada así en Eze. 16:8 y el contexto aquí lo sugiere. El responde con profundo deleite a la iniciativa de ella de acariciar su piel. Es mejor que toda otra sensación por él conocida. Los besos de ambos (11) son también arrobadores e íntimos (debajo de tu lengua). Tal vez hay también una referencia a una nueva tierra que fluye leche y miel, la “tierra” de su cuerpo. Así como Dios proveyó la tierra prometida para toda la nación, ahora él ha provisto esta mujer para el rey. 12-15 Aquí, en estos versos tan hermosos, está la comparación de la esposa a un jardín. 12 Un jardín cerrado habla de su relación exclusiva. Sólo él tiene acceso a ese jardín, porque está cerrado, como corresponde, a todos los demás. Ella misma lo ha cerrado y puesto un letrero: “Prohibida la entrada” para el mundo exterior. También ella es como un manantial del cual sólo el rey puede beber. Para él ella es como una fuente que constantemente provee una vitalidad interior de amor. 13, 14 Tus plantas son las diversas expresiones de su hermosa personalidad. El jardín de su vida está atractivamente trazado con una rica variedad de árboles frutales y hierbas y arbustos de dulce aroma. El se pasea por todo el jardín, deteniéndose aquí y allá para gozar cada aspecto de su magnética personalidad. 15 La idea de manantial se expande a un pozo de aguas vivas que corren del Líbano. Aunque todavía exclusivo para él, su amor es crecientemente amplio y expansivo. El apenas puede hallar figuras suficientemente grandes para describirlo. 16 Como él la había invitado a ella (v. 8), así ella lo invita a él ahora a venir al jardín de su vida en la forma más plena posible. Puede estar cerrado para otros, pero no ciertamente para él. La frase “yo podría comerte” no es una expresión tan moderna. Aquí ella lo invita a él a hacer esto mismo. El puede tomar y comer cualquier fruto que él elija; todo, si lo quiere. Todo es una invitación a una posesión completa. 5:1 Toda una noche ha transcurrido, la primera noche de su vida matrimonial. El ha aceptado la amorosa y apasionada invitación de ella. Este es un verso escogido. Después de su noche haciendo el amor, ellos ahora yacen placenteramente el uno en brazos del otro. El párrafo concluye con palabras de aliento y apoyo de parte de las damas de la corte. 5:2-6:3 OPORTUNIDAD DESAPROVECHADA

5:2-8 Dado por supuesto

En contraste con 3:1–5, esto parece ser más realidad que sueño. De cualquier manera, estos versículos están colmados de drama y enseñan una lección muy importante en la relación entre un marido y una

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esposa. El hombre llega tarde del trabajo y su cabello está mojado de rocío. Sin duda él estaba anhelando la comodidad del hogar y la presencia de su esposa, y pensando cuán lindo sería abrazarse con ternura en la cama. Pero la historia es diferente en el dormitorio. Su esposa se ha dado el equivalente a una ducha tardía, y está ahora desvestida y en cama. Cuando se escucha el llamado a la puerta, ella está deliciosamente soñolienta. El habla con hermosas palabras cariñosas (tal vez las ha ensayado camino al hogar) y se dirige a ella con cuatro nombres, cada uno con el pronombre personal posesivo: hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía. Cada uno es íntimo y personal, y llevan a una culminación. La escena está preparada para una hermosa bienvenida al hogar, pero no lo va a ser, al menos todavía no. Otras cosas ocupan la mente de la Sulamita. Las comodidades físicas son más importantes para ella que el saludar a su esposo. Se ha lavado cuidadosamente los pies, ¿cómo podrá ensuciarlos otra vez?, y no desea molestarse en vestirse de nuevo. Después de un rato cambia de parecer, pero ahora es demasiado tarde; él se ha ido. No puede creerlo. Está desesperada, y en su desesperación llama, pero sólo hay silencio. Va corriendo por las calles de la ciudad buscándole, sólo para ser golpeada por los guardias. Finalmente ruega a las mujeres de Jerusalén que le digan en cuanto lo encuentren, y también le digan a él el espantoso estado de su corazón. Tal vez todo esto tuvo lugar algún tiempo después de su noche de bodas, y es la primera indicación de que ella lo está dando por supuesto. Aquel gozo inicial mutuo ha menguado ligeramente, aun si sólo por un momento. Aquí está una de las “zorras pequeñas” (2:15) que echan a perder el florecer de una nueva relación. Es una advertencia para ella y para su propio bien, y responde inmediatamente. En el fondo, ella realmente lo ama todavía, porque descubrió que su corazón se conmovía por él (4). Es una lección para todos nosotros, tanto en nuestras relaciones unos con otros y con Cristo, nuestro esposo celestial. ¡Cómo ha de entristecerse su corazón cuando viene a nosotros ofreciendo sus deleites, y simplemente no queremos ser molestados! Las comodidades corporales, o algo similar, han tomado el lugar de nuestro amor a él. Hay en el v. 4 un toque conmovedor que refleja el corazón del amante. No hay enojo ni mal humor de parte de él, sólo una profunda desilusión. Pero lo que hace es cubrir la manecilla del cerrojo con mirra, una señal de su persistente y fragante amor por ella. Ella descubre esto, para su deleite, al gotear esta de su propia mano.

5:9-6:3 La Sulamita describe a su amado a las mujeres de Jerusalén

9 En estos versículos hablan las amigas de la Sulamita. La pregunta de ellas es útil porque hace que ella exprese su aprecio por su marido. Su actitud anterior ha sido una expresión de ingratitud; ahora es llamada a declarar cuánto él realmente significa para ella. ¡Y qué respuesta! Nos proporciona nuestra próxima detallada y deliciosamente poética descripción del hombre que ama y admira tan profundamente. 10–16 En esta sección es importante recordar que las imágenes usadas no siempre se relacionan con la apariencia y forma físicas. Lo que el escritor tiene en mente es más el sentir de lo que está siendo descripto y la impresión que da. El v. 10 provee la declaración inicial general. La Sulamita exalta a su amado al decir que él es único e incomparable. Resplandeciente (BABA Biblia de las Américas) es mejor traducción que blanco, y viene del heb. “resplandecer, brillar”. El resplandor de su carácter brilla a través de su rostro. 11 Oro fino es una referencia ya sea a la noble za de su forma y compostura o a su rostro tostado por el sol,

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que está rodeado por largos y negros cabellos ondulados. 12 Su vigor está unido a la dulzura. Así como la paloma es una de las aves más apacibles, así brillan sus ojos con una bondad fuerte y apasionada. Lo blanco de sus ojos resplandece brillantemente cual una paloma. 13 Sus mejillas (es decir, su barba) están hermosamente perfumadas. Lo delicioso de sus besos es semejante a respirar los perfumes más irresistibles, “destilan exquisita mirra” (NC) en vez de despiden penetrante aroma. 14 Sus manos es una referencia a sus dedos, que son cada uno cual perfectos cilindros de oro, magníficamente decorados. La descripción de su vientre es un término de vigor y hermosura. No hay gordura superflua; está en forma y es atlético. 15 Vigor es una vez más implicado en la comparación de sus piernas con columnas de mármol. No se encorvarán fácilmente bajo presión, sino que estará siempre allí para sostenerla. Las bases de oro son sus pies. Su apariencia total es cual el majestuoso monte del Líbano, o como el cedro, rey entre los árboles. 16 ¡Todo él es deseable! (“Todo él es maravilloso”) son las palabras adecuadas que ella usa al intentar exaltarlo, y proporcionan un paralelo apropiado a las palabras iniciales del v. 10. 6:1–3. 1 ¿A dónde se ha ido tu amado?, es la segunda pregunta hecha a la Sulamita en su angustia, y es tan significativa como la primera. La hace pensar en la clase de respuesta que él daría al rechazamiento temporario de ella a él. Conociendo su carácter como ella lo conoce, ¿qué es lo más probable que él haga? 2 Ella lo sabe al instante. No habrá mal humor, ni enojo; él habrá ido a su trabajo, porque el trabajo es una bendición en tales situaciones. Pero más que eso, él está juntando flores para ella. Como él la ha llamado un “lirio del valle”, así él está recogiendo lirios como un obsequio de amor. El no se siente ofendido, sólo profundamente desilusionado. El está viviendo una respuesta cristiana al rechazamiento de ella y enfrentando el daño con amor (Rom. 12:17–21). 3 Además de to do esto ella está segura en el conocimiento de que ellos aun se pertenecen totalmente el uno al otro. Un traspié momentáneo jamás les llevará a un rompimiento completo. Ellos han hecho sus votos el uno al otro por toda la vida. 6:4-8:14 AMOR EN AUMENTO

6:4-8:4 El fin de la estadía de la Sulamita en la corte

6:4-10 Más elogios. Estos versículos proporcionan otra descripción de la Sulamita. En vez de saludarla el rey con una reprensión por su comportamiento, él la cubre de elogios. Sigue el modelo similar de otras descripciones previas y comienza con una declaración general. Ella es a la vez hermosa y digna, una majestuosa combinación. 4 Tirsa, que significa “deleite” fue la capital del reino del norte desde el tiempo de Jeroboam hasta el reinado de Omri (1 Rey. 16:23). Era una ciudad hermosa. Imponente como ejércitos abanderados habla de la imponente personalidad de la Sulamita. 5a Cuando ella levanta sus ojos a él, él lo encuentra demasiado abrumador. Tal vez ella está llorando con profundo dolor por todo lo que ha hecho. 5b–7 Estos versículos son más o menos una repetición de 4:1, 2. Las mujeres no se cansan necesariamente de escuchar los mismos elogios. Ella no dice: “¡Oh, ya has dicho todo eso antes!”, de modo que nuevamente él habla de su largo ondulante cabello negro, sus dientes blancos parejos y sus mejillas rosadas. ¿Es todo esto un recordatorio de la noche de bodas, cuando él usó las mismas palabras? 8, 9 Sin embargo, se añaden cosas nuevas apropiadas para la ocasión. Que ella esté segura de que no hay una como ella: una sola es mi perfecta. ¿Qué más puede decir él? Hay perdón total; seguridad total de que su amor para ella no ha

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cambiado en lo más mínimo. 10 En un toque delicioso, las damas de la corte se hacen eco de los sentimientos del rey. Alba, luna, sol y estrellas (ejércitos abanderados, ver nota de la RVARVA Reina-Valera Actualizada) todos hablan de luz, resplandor y gloria. Tal vez toda su personalidad se ha iluminado nuevamente por la respuesta de él de amor perdonador, y está en completo contraste con la negrura de la noche en el cap. 5. 6:11–13 El huerto de los nogales. Estos dos versículos son difíciles de interpretar, especialmente porque el heb. del v. 12 no es nada claro. A pesar del encabezamiento de la RVARVA Reina-Valera Actualizada, es probable que sea la joven la que habla aquí. Desciende al huerto de los nogales, donde cree que su amado estará, y hace el delicioso descubrimiento que nuevamente es primavera en la relación de ellos. Entonces de repente es colocada en la carroza real del rey, sin duda la primera de su escuadra, y se halla en una carrera veloz a su lado delante de todo el pueblo. Es una exhibición pública de reconciliación total. Están juntos otra vez, y ha comenzado una nueva primavera. Todo está en flor y no más “zorras pequeñas” echarán a perder las viñas florecientes (2:15). 13 Las mujeres del palacio la llaman mientras ella vuela, queriendo ver de nuevo su rostro, que habla mucho acerca del gozo de una relación res taurada. En la segunda mitad del v. 13 el rey expresa su gozo por la manera en que las mujeres del palacio son captadas en la diversión de ellos. El dice que es como la excitación de observar una danza viva, exhuberante. 7:1–9a Una descripción muy íntima. Este pasaje proporciona la lista final de elogios que el rey hace a su amada. Es la culminación del proceso de reconciliación y se compara interesantemente con el pasaje describiendo su noche de bodas (cap. 4). Pueden notarse varias cosas. Primeramente, que la intimidad sexual puede ser la provisión del Señor para una reconciliación total. En segundo lugar, que esta descripción es aún más íntima que aquella de la noche de bodas: por primera vez él habla de los muslos y del vientre de ella. En tercer lugar, él tal vez desea recordarle la primera noche que se unieron en abrazo íntimo, y está así re calcando que nada ha cambiado. La descripción es de los pies hacia arriba. “Desde la planta de tus pies hasta el extremo de tu cabeza, tú eres incomparable”, él dice. 1 Aun los pies pueden ser hermosos a los ojos del que contempla, y no menos los pies de aquellos que llevan el evangelio (Isa. 52:7). Joyas hechas por un artífice hablan de la perfección de su hermosu ra. Sus piernas tienen exactamente la forma correcta, y están llenas de gracia al moverse. 2 Toda la zona de su estómago es tan gustosa como una comida con vino delicioso. El no puede esperar para tomar su porción. ¡Pareciera que a los hombres orientales de aquella época no les gustaba que sus mujeres fueran delgadas! 3 La comparación de pechos con venaditos descansa en el tacto; ambos son delicados. 4 Su cuello es tan fuerte y hermoso como torre de marfil. Esto da la impresión de la clase correcta de confianza propia; ella mantiene erguida la cabeza y no hay decaimiento en ella. Sin duda los estanques en Hesbón eran a la vez claros y apacibles, y así son sus ojos. Contemplarles proporciona deliciosa frescura. La torre del Líbano, que mira hacia Damasco indica fuerza defensiva. Siria, con Damasco su capital, era un enemigo constante de Is rael. Las modas de belleza varían de lugar en lugar y de época en época, y tal vez las narices prominentes eran consideradas hermosas entonces. 5 El monte Carmelo era conocido por su hermosura y nobleza. El rostro de ella proporcionaba la culminación y corona de toda su hermosura. Ser capturado y cautivado por el cabello de una mujer no es extraño en la poesía, así que el rey está cautivo de sus trenzas. 6 Cada parte exquisita de su cuerpo es llamada “un deleite”, no sólo por sí mis ma sino porque produce sensaciones tan deleitosas en el rey. (Es como probar una caja de chocolates, uno por uno, aunque mucho más que eso.)

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7-9 Todo su aporte da la impresión de una palmera: alta, delgada y airosa. Sobresaliendo en tal palmera están sus deliciosos frutos, sus pechos. Estos, dice él, acariciará y manipulará suavemente: me prenderé de sus racimos. De sus pechos él irá a sus labios, agregando el vino al fruto. Paladar sugiere los besos más íntimos. La Sulamita lo interrumpe invitándole a hacer lo que anhela. “Bésame tanto como quieres”, dice. Después de la consumación ellos caen dormidos, el uno en brazos del otro. “Labios y dientes” (DHHDHH Dios Habla Hoy) pueden ser “labios de persona dormida”, indicando que duermen el profundo sueño de fieles amantes. 7:9b—8:4 La saludable respuesta de la amada. La Sulamita toma la figura del vino usada por su marido y le dice que quiere ser todo lo que él desea, no menos en su besar apasionado. La frase por los labios de los que se duermen muestra simplemente cuán apasionado es. 10 Este versículo resume una vez más su relación (ver 2:16 y 6:3). Es una declaración de la máxima seguridad que ellos encuentran entre sí. Esta vez, sin embargo, ella agrega la frase y él me desea con ardor. Es en el apasionado deseo de él que ella encuentra tal seguridad. Similarmente, es en el amor imperecedero de Cristo por nosotros que encontramos nuestra seguridad. Dios mismo promete “os tomaré como pueblo mío, y yo seré vuestro Dios” (Exo. 6:7). 11 Ahora, por primera vez, la Sulamita toma la iniciativa en la relación y sugiere que pase un día y una noche más en el campo, para hacer el amor. En tal relación segura, la esposa no corre peligro de que el marido piense que ella es atrevida. El v. 12 habla de la primavera, pero ya ha sido primavera antes. ¿Es que su relación es tan maravillosa que siempre es primavera? ¿Y no es ésa la relación ideal de Cristo y su iglesia? Siempre debiera haber flores; siempre debiera haber la promesa de nuevo fruto (ver Juan 7:38; 15:1–11). 13 Las mandrágoras son plantas que no sólo tienen un olor magnético sino que poseen (así se dice) cualidades que estimulan a hacer el amor. En realidad está diciendo: “Hallemos la situación adecuada para hacer el amor.” No sólo eso, sin embargo, porque ella con mucha premeditación ha guardado frutas frescas y secas. Esto nos presenta dos hermosos pensamientos acerca de nuestra relación de amor con Cristo y del uno al otro. En primer lugar, que las expresiones de amor manifiestan modos viejos, fami liares y bien probados, y exploran a la vez los aún no conocidos. En segundo lugar, el verdadero amor incluye una considerada previsión. Esto refleja el corazón de un Dios que ha guardado cosas tan buenas para aquellos que le aman (Juan 14:3; 1 Ped. 1:4). 8:1–4 Aquí la esposa canta para sí acerca de su amado. En el antiguo Israel no era la práctica que la mujer expresara su amor en público, ni aun el amor entre marido y mujer. Por eso ella querría haber sido hermana de él para poder besarlo cada vez que quisiera, aun en el mercado, sin que el público la menospreciara. Pero sabe también la importancia del dominio propio y de lo “socialmente aceptable”. Lo aprendió de su madre (“que me enseñaba”, BABA Biblia de las Américas). Ella no ha olvidado su sana y sabia crianza, y no es de sorprender que quiera llevar a su marido a su viejo hogar donde ella tiene sus raíces. Los padres tienen todavía la obligación de enseñar a sus hijos sobre el no viazgo aun cuando a temprana edad no puedan entenderlo plenamente. 3 Nuevamente ella piensa con gozosa anticipación sobre su próximo encuentro, cuando en amor íntimo se abrazarán, no de pie sino acostados, porque su brazo izquierdo está debajo de su cabeza. Este uso de la imaginación es parte genuina del amor. Es muy distinto al fantasear en el cual se le permite a la mente pensar y detenerse en relaciones físicas erróneas. El v. 4 repite el estribillo de 2:7 y 3:5.

8:5-14 La naturaleza del amor verdadero

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La introducción a esta descripción del verdadero amor está en forma de pregunta. La pareja es presentada disfrutando de un delicioso paseo en la campiña, a la que ambos pertenecen, y se ve a la Sulamita apoyándose al caminar sobre el fuerte cuerpo de su marido. “¿Quiénes son este hombre y esta mujer?” pregunta el escritor. Se deja a la es posa contestar la pregunta. Ella nos lleva de regreso, primeramente, al tiempo cuando se hicieron el amor en el lugar mismo donde él nació. Como hubo aquel primer nacimiento, fruto del amor de sus padres, hay ahora un se gundo nacimiento del amor verdadedro de él por la Sulamita. La palabra desperté debe ligarse con “despertaréis” en el v. 4. Ella proporciona el despertar genuino. El momento y las circunstancias son justamente apropiados; no hay transgresión sexual aquí. Tales principios deben todavía guiar toda unión sexual. 6, 7 El verdadero amor es ahora más definido, y hay varias lecciones importantes. Sello es una señal de pertenencia que cualquiera puede ver. Ella quie re que sea obvio para todos que ella pertenece totalmente a él, y de ninguna manera a ningún otro (comp. 2 Tim. 2:19). El sello debía estar en dos lugares: sobre el corazón de él (asiento de sus afectos), y sobre su brazo (símbolo de su fuerza física). El sería dueño total de ella, la amaría y protegería. Además, el amor verdadero es fuerte como la muerte en que ambos son irresistibles. Así también el amor de Cristo es totalmente conquistador. Pablo halló que el amor de Cristo le impulsaba irresistiblemente (2 Cor. 5:14). El amor verdadero tiene unos celos que son un reflejo del celo de Dios (ver Exo. 20:5; 2 Cor. 11:2). Una esposa tiene todo derecho de estar celosa si su marido comienza a enredarse con otra mujer. Los celos hieren, y hieren mucho, y esa es la razón por la que pueden ser tan inconmovibles como el Seol. Además, el amor verdadero es tan inapagable como una llama de fuego (comp. con Exo. 3:2). Como poderosa llama puede leerse “como la llama misma del Señor”. El amor verdadero tiene su origen en Dios, porque Dios es amor. Tanto amor tiene un poder sobrenatural que ningún esfuerzo humano puede extinguir. La humanidad trató de apagar tal amor en el Calvario, pero sus esfuerzos fueron fútiles. Las aguas del pecado, la muerte, el Seol, Satanás y toda la rebeldía de la humanidad no pueden apagar el amor de Cristo para el mundo. Finalmente, el amor verdadero no puede ser comprado. Aunque el precio ofrecido sea extremadamente elevado, el amor desprecia la compra. La invitación del evangelio es venir y comprar sin dinero (Isa. 55:1). 8–10 Este es un párrafo muy significativo sobre el tema de guardar para el tiempo correcto la expresión del amor físico. No es un tema nuevo en el li bro, pero aparece ahora de una manera distinta. Habla de una familia leal, considerada, que protege a su hermana menor del mal uso del sexo. Desde sus años tempranos, antes que se desarrollara físicamente (todavía no tiene pechos), sus hermanos mayores, en particular, le enseñaron y animaron a conservar su cuerpo sólo para aquel con quien se casaría. Cuando de ella se empiece a hablar es el tiempo de su edad casadera. Hasta ese momento tiene dos opciones: ser ya sea una muralla, resistiendo a todos los intentos de un amor falso, o una puerta permitiendo a cualquier hombre atravesar sus defensas y perder así su virginidad antes del tiempo de Dios. Todo esto se relaciona con el estribillo “no despiertes … el amor hasta que así lo desee.” Si se disciplina a sí misma, sus hermanos la premiarán con adornos. Si se defrauda a sí misma y a su familia, ellos serán aun más fuertes en su protección, y la recubrirán con paneles de cedro. El v. 10 indica cuán positivamente ha respondido a las enseñanzas. Ha alcanzado ahora madurez física y mental (mis pechos son torreones) y ha permanecido como una muralla. Como quien encuentra paz significa que ella ha encontrado verdadera integridad en la relación exclusiva con su marido. Dios sabe que sólo cuando obedecemos sus leyes en esto y en todas las áreas hallamos nuestra salud verdadera.

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11, 12 El escritor continúa la línea de pensamiento: el amor no puede ser comprado. Estos versículos son una clase de parábola. Salomón había tenido una viña en Baal-hamón que había entregado a cuidadores por mil piezas de plata cada uno, y ellos a su vez tuvieron una ganancia de doscientas. En contraste, la viña de la vida y el carácter de la Sulamita no están en el mercado. Nadie invadirá su propiedad, no por precio alguno: mi viña está delante de mí. 13, 14 El singular cántico termina con una nota hermosa. En primer lugar hay un pedido del amante de escuchar la voz de su amada. Tal vez ella está conversando con sus amigos y hay un mur mullo general. El rey quiere que la voz de ella se distinga de todo el resto (comp. 2:14). Podemos compararlo con la voz del Padre entre el murmullo de este mundo: “Este es mi hijo amado; a él oíd” (Mar. 9:7). En segundo lugar tenemos aquí un pedido de la Sulamita a su amado para que le haga el amor una vez más (comp. con 2:17). En tal pedido escuchamos el deseo de Cristo, el esposo celestial, de oír las oraciones de su esposa; y el deseo de la iglesia de mantener una comunión cerrada e íntima con su Señor: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (Apoc. 22:20).

John A. Balchin e-Sword

Comentario Bíblico Siglo XXI