Arquidiócesis de San José Costa Rica Subsidio 4 — Itinerario de

Hora Santa

La Palabra se hizo Carne La Piedad, Parroquia de Nuestra Señora de las Piedades, Santa Ama.

Año Eucarístico 2012-2013

Danos siempre de este pan

Dirijamos nuestra súplica al Padre como Jesús nos lo enseñó: Padre Nuestro…

NOS DESPEDIMOS Oración final. Señor Jesús, te damos gracias por el misterio de la Eucaristía, por tu Presencia santa, por tu amor infinito. Haz que en todos los altares del mundo seas celebrado y venerado y en todos los corazones seas alabado y bendecido ahora y por siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amen.

Portada: Detalles de bajo relieve del Altar Mayor de la Inmaculada de Heredia

Se realiza la reserva y se canta. Salve Hostia Divina; misterio de amor; Reverente se inclina a tus pies la Nación. Costa Rica en tu cielo fulgura Eucarística aurora de Paz; el Dios Hombre de inmensa ternura, en tus lindes anhela reinar. El Dios Hombre de inmensa ternura, en tus lindes anhela reinar. Son tus pueblos pensiles de flores que festejan a Cristo al pasar; cada hogar es un nido de Amores; de tus hijos el pecho un altar. Cada Hogar es un nido de Amores; de tus hijos el pecho un altar. Jesús Hostia, Manjar celestial de la Patria reaviva la fe; las familias aparta del mal y apacienta a la tierna niñez. Las familias aparta del mal y apacienta a la tierna niñez.

Santa María de la esperanza, ruega por nosotros.

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-Jesús, corona de todos los santos, Senos propicio Senos propicio -De todo mal, -De todo pecado, -De tu ira, -De las asechanzas del demonio, -Del espíritu impuro, -De la muerte eterna, -Del menosprecio de tus inspiraciones, -Por el misterio de tu santa encarnación, -Por tu natividad, -Por tu infancia, -Por tu divinísima vida, -Por tus trabajos, -Por tu agonía y Pasión, -Por tu cruz y desamparo, -Por tus sufrimientos, -Por tu muerte y sepultura, -Por tu resurrección, -Por tu ascensión, -Por tu institución de la santísima Eucaristía, -Por tus gozos, -Por tu gloria,

Hora Santa Perdónanos, Jesús. Escúchanos, Jesús. Líbranos Señor

La Palabra se hizo Carne CANTAMOS El SEÑOR HIZO EN MÍ, MARAVILLAS, ¡GLORIA AL SEÑOR! ¡Engrandece mi alma al Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador! Se inclinó a la pequeñez de su esclava; desde ahora dichosa, me dirán todos los siglos. Maravillas hizo en mí el Poderoso y Santo es su Nombre. Su bondad por los siglos de los siglos, para aquellos que le temen.

Desplegó fortaleza su brazo, dispersó a los soberbios. Derribó a los potentados de los tronos, y encumbró a los pobres.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Jesús. -Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos Jesús. -Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros Jesús. -Jesús, óyenos. -Jesús, escúchanos 10

A los hambrientos llenó de bienes y a los ricos despidió vacíos. Acogió a Israel su siervo, recordando su bondad.

Según habló a nuestros padres, en favor de Abraham y su linaje para siempre. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu, por los siglos de los siglos. 3

NOS PRESENTAMOS Oh María, Virgen y Madre Santísima, nos disponemos a contemplar a tu Hijo amadísimo, que concebiste en tus inmaculadas entrañas, criándolo y alimentándolo con tu pecho, y a Quien abrazaste amorosamente en tus brazos. Al mismo que te alegraba contemplar y te llenaba de gozo, con amor y humildad. Acá está para que lo abraces, lo ames con tu corazón para que, por tu honor y por tu gloria, intercedas ante Él por nosotros, por nuestras necesidades y por las de todo el mundo . Te rogamos, piadosísima Madre, que nos alcances el perdón de nuestros pecados y gracia abundante para servir, desde ahora, con mayor fidelidad; y por último, la gracia de la perseverancia final, para que podamos alabar a Diosa contigo por los siglos de los siglos. Amén. Un ministro extraordinario (si el diácono o presbítero está ausente) expone el Santísimo Sacramento según las normas litúrgicas. (Ver normas en el ritual de la Sagrada Comunión y el Culto Eucarístico fuera de la Misa, N° 91) Luego prosigue: Momento de silencio para la adoración personal (se puede poner música instrumental)

AGRADECEMOS Oración de Acción de Gracias por la Iglesia (Tradición Armena)

Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias! gracias en distintos idiomas, gracias a las distintas personas pero, sobre todo, Señor, gracias porque... ¡existes! Gracias por tu Eucaristía, gracias por tu Madre, gracias por todos y cada uno de tus hijos, mis hermanos, que día a día colocas junto a mí.

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-Santísima Trinidad, un solo Dios, -Jesús, hijo de Dios vivo, -Jesús, esplendor del Padre, -Jesús, pureza de la luz eterna, -Jesús, rey de la gloria, -Jesús, sol de justicia, -Jesús, hijo de la Virgen María, -Jesús, amable, -Jesús, admirable, -Jesús, Dios fuerte, -Jesús, padre del siglo futuro, -Jesús, mensajero del plan divino, -Jesús, todopoderoso, -Jesús, pacientísimo, -Jesús, obedientísimo, -Jesús, manso y humilde de corazón, -Jesús, amante de la castidad, -Jesús, amador nuestro, -Jesús, Dios de paz, -Jesús, autor de la vida, -Jesús, modelo de virtudes, -Jesús, celoso de la salvación de las almas, -Jesús, nuestro Dios, -Jesús, nuestro refugio, -Jesús, padre de los pobres, -Jesús, tesoro de los fieles, -Jesús, pastor bueno, -Jesús, verdadera luz, -Jesús, sabiduría eterna, -Jesús, bondad infinita, -Jesús, camino y vida nuestra, -Jesús, alegría de los ángeles, -Jesús, rey de los patriarcas, -Jesús, maestro de los apóstoles, -Jesús, doctor de los evangelistas, -Jesús, fortaleza de los mártires, -Jesús, luz de los confesores, -Jesús, pureza de las vírgenes, 9

CANTAMOS Desde el fondo de los siglos va elevándose un clamor, como un grito de esperanza ansiando un redentor. Desde el fondo de los siglos busca el hombre un Salvador, mira al cielo y a la tierra, pide un libertador.

Gracias, en fin, por haberme enseñado a darte y a dar las gracias. Junto con todas tus criaturas, las que te las hayan dado antes que yo las que no sepan no contesten a tu amor o las que ni siquiera se hayan enterado.

Nuestro hermano, Jesucristo, es nuestro Salvador, Dios se acerca, se hace hombre y el hombre se hace Dios.

Deseo desde ahora que mis palabras sean simple y sencillamente éstas: ¡Gracias! ¡A todos! ¡A Tí, Señor!

"¡Libertad!" estoy pidiendo, "¡Libertad!" es mi clamor, grito a todos que me dejen, ronco llanto de dolor. Pero siento que hay cadenas dentro de mi corazón. Alejándome del cielo, las he forjado yo.

Aceptando nuestra carne Cristo nos redimió. y la luz nació en María, Madre del Salvador. Es la luz que nace en la oscuridad, es el Dios con nosotros, su fuerza triunfa del mal.

Ya no miro a las estrellas, busco en mí la inmensidad. He querido ser más libre siendo yo mi libertad. Mil angustias me encadenan, y un vacío de orfandad, como un niño que, al perderse, llora su soledad.

Conviviendo con los hombres Cristo nos redimió; en silencio le seguías, Madre del Salvador. El murió luchando por el amor, a los pobres del pueblo les ofreció su verdad.

SUPLICAMOS

El amor venció a la muerte, Cristo nos redimió, te alegrabas con su triunfo, Madre del Salvador. Esperad, veremos la salvación, Cristo venció por siempre, tendremos la libertad.

Quien dirige dice: Aclamemos el Santísimo Nombre de Jesús, ante el cual doblamos nuestras rodillas en este momento, para que sea nuestro auxilio y nuestro regocijo.

-Señor, ten piedad de nosotros -Cristo, ten piedad de nosotros -Señor, ten piedad de nosotros -Cristo, óyenos -Cristo, escúchanos -Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros -Dios Hijo, Redentor del mundo, -Dios Espíritu Santo, 8

CANTAMOS

Nuestra tierra se hace nueva, Cristo nos redimió, la construyes con nosotros, Madre del Salvador.

DIALOGAMOS Cántico Jdt. 16, 2-3. 15 -19

¡Alabad a mi Dios con tambores, elevad cantos al Señor con cítaras, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su nombre! 5

Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, su nombre es el Señor. Cantaré a mi Dios un cántico nuevo: Señor tú eres grande y glorioso, admirable en tu fuerza, invencible. Que te sirva toda la creación, mandaste y existió; enviaste tu aliento y la construiste, nada puede resistir a tu voz. Sacudirán las olas los cimientos de los montes, las peñas en tus presencias se derretirán como cera, pero tú serás propicio a tus fieles.

Del santo Evangelio según san Juan 1, 1-14

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y 6

hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

INTERIORIZAMOS De los sermones de san Agustín (Sermón 22~ 1-2) La Palabra se hizo carne

Lo que estáis viendo sobre la mesa del Señor es pan y vino; pero este pan y este vino se convierten en el Cuerpo y Sangre de la Palabra cuando se les aplica la palabra. En efecto, el Señor era la Palabra en el principio, y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios (Jn 1,1). Debido a su misericordia que le impidió despreciar lo que había creado a su imagen, la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros( Jn 1,14). Como sabéis, pues, la Palabra misma asumió al hombre, es decir, al alma y la carne del hombre, y se hizo hombre permaneciendo Dios. Y puesto que sufrió por nosotros, nos confió en este sacramento su cuerpo y sangre, en que nos transformó también a nosotros mismos, pues también nosotros nos hemos convertido en su cuerpo y por su misericordia, somos lo que recibimos. Recordad lo que era antes en el campo este ser creado; cómo lo produjo la tierra, lo nutrió la lluvia, y lo llevó a convertirse en espiga; a continuación lo llevó a la era el trabajo humano, lo trilló, lo aventó, lo recogió, lo sacó, lo molió, lo amasó, lo coció y, finalmente, lo convirtió en pan. Centraos ahora en vosotros mismos: no existíais, fuisteis creados, llevados a la era del Señor y trillados con la fatiga de las predicaciones del evangelio. Mientras permanecisteis en el catecumenado estabais como guardados en el granero; cuando disteis vuestros nombres comenzasteis a ser molidos con el ayuno y los exorcismos. Luego os acercasteis al agua. Fuisteis amasados y hechos unidad; os coció el fuego del Espíritu Santo, y os convertisteis en pan del Señor. He aquí lo que habéis recibido. Veis cómo el conjunto de muchos granos se ha transformado en un solo pan; de idéntica manera, sed también vosotros una sola cosa amándoos, poseyendo una sola fe, una única esperanza y un solo amor.

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