LA OPERACION MILITAR ESTADOUNIDENSE EN PANAMA

LA OPERACION MILITAR ESTADOUNIDENSE EN PANAMA Mucho se ha escrito desde la intervención militar estadounidense en Panamá, comenzada el 20 de diciembr...
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LA OPERACION MILITAR ESTADOUNIDENSE EN PANAMA

Mucho se ha escrito desde la intervención militar estadounidense en Panamá, comenzada el 20 de diciembre de 1989. Sin embargo, una mayoría abrumadora de articulos se refiere a sus antecedenles, legitimidad, oportunidad, consecuencias, etc. Poco se ha podido leer, sin embargo, sobre la vertiente estrictamente militar de la operación. ¿Fue realmente un exilo? iHubo derroche de medios o, por el contrario, la cicateria presidib el desarrollo de las operaciones? iHubo coordinación? ¿Funcionó fodo como se esperaba? A todas estas preguntas, entre otras muchas de interés militar, da respuesta el citado artículo pocos meses después de concluida la operación, que-ha servido de base principal para la redacción de/ presente trabajo.

I

Los factores del bxito La mayor de las operaciones nocturnas militares desde la Segunda Guerra Mundial, demostró que con instrucción adecuada y buena preparación, no sólo son posibles operaciones nocturnas eficaces, sino en muchos casos preferibles a las diurnas. Concretamente en Panamá las operaciones nocturnas redujeron considerablemente bajas y daflos por ambas partes. - Planificación. - Sorpresa. - Precisión. Planificación La operación “Causa Justa” fue planificado por los generales Maxwell R. Thurman y Carl W. Stiner, NS Regional Commander y Joint Tash Forca Command (comandante regional estadounidense y comandante de la estructura operativa conjunta) respectivamente. Previa revisión y aprobación por la Junta de Jefes de Estado Mayor, la ejecución corrió a cargo del segundo, sin que a lo largo de ella se produjesen interferencias superiores. -

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Esto supuso una simplificacibn de las cadenas de mando, complejas e interferidoras, en anteriores operaciones conjuntas que empanaron el Éxito o causaron desaciertos como en Granada o Beirut. A partir del ano 1985, la Ley para Reorganización de la Defensa otorga al presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor y a los comandantes regionales ’ estadounidenses, el control de las operaciones militares. Esta reducción de niveles con capacidad para intervenir en la planificacibn e interferir en la ejecución contribuyó en gran medida al éxito de la operación “Causa Justa”, La operación incumbía esencialmente al Ejército de Tierra (ET), pero la Fuerza Aérea hizo posible que 4.500 soldados pertenecientes a la ~32.~División Aerotransportada, a la 7: División Ligera de Infantería y a los Rangers, batiesen 27 objetivos simultáneamente a la hora, enlazando con 7.000 soldados de los 13.000 ya situados en Panamá. La complejidad y necesidad de precisión eran evidentes, ya que la intervención en ataque nocturno implicaba una mezcla de despliegue avanzado y contingentes del ET procedentes de cuatro bases en Estados Unidos (una a más de 3.500 millas del objetivo). Se planteaba un importante problema de coordinación, porque los centenares de helicópteros del ET que operaban sin luz y a baja cota en torno a numerosos obst&culos naturales y artificiales, en zonas de aterrizaje muy reducidas y bajo el fuego del enemigo. Además, en estrecha proximidad actuaban aeronaves de la Fuerza Aérea y de las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOE). Para conseguir la adecuada coordinación de tantas acciones distintas se utilizaron rutas aéreas, cotas de vuelo y zonas de operaciones preplanificadas, asignándose a todas las aeronaves paquetes de misiones mucho antes que empezaran las operaciones. En palabras de uno de los participantes: “trabajamos en el plan operativo básico durante 6 meses, desarrollando el sistema de mando y control y el del control del espacio abreo”. “El aspecto singular de toda la operación fue intentar integrar operaciones especiales y convencionales”. Mientras las SOE y las Unidades convencionales del ET atendían a su propio mando y control, el Centro de Operaciones Aéreas se ocupaba de la coordinación general aeroespacial, allí se encontraban representantes de Aviacibn, ET y SOE. Entre las medidas para coordinación del espacio figuraban: -

Limitar la cota de vuelo de los helicópteros a 1.200 pies. Durante la oleada inicial de asalto sólo se permitieron en el espacio aéreo panamelio aeronaves, rutas y alturas de vuelo predeterminadas, entre obvias razones para eliminar el desorden en las frecuencias tácticas de radio durante el asalto inicial.

Desencadenamiento de la operación Quince minutos antes de la hora H (01 .OOh. del 20 de diciembre), helicópteros ACutilizaban sus armas de a bordo contra los objetivos de la Comandancia, cuartel general de la Fuerza Panameíia de Defensa (FPD), durante unos 10 minutos. antes que atacasen la Comandancia soldados de la 5.’ División Mecanizada -desplegados con anterioridad para un ejercicio de “entrenamiento en la selva”- y de la 193.’ Brigada de Infantería (parte de la fuerza permanente de Estados Unidos en Panamá). -

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Simultáneamente, a la hora H, dos aviones 117.FA lanzaron cada uno una bomba de 1.000 kg. en las proximidades de unos cuarteles de Infantería en Río Hato. Su propósito era desorientar y sorprender a las tropas panamellas justamente antes de que paracaidistas Rangers saltasen sobre el aeropuerto próximo. Una segunda oleada, constituida por tropas pertenecientes a la 82: División Aerotransportada, debería haber llegado desde Fort Bragg -Carolina del Norte- para ser lanzados dentro del aeropuerto de Tocumen a las H $1 h. 30m. pero se retrasaron y hubieron de ser transportados a sus distintos objetivos por helicópteros del ET a plena luz del día. Aunque los primeros informes de “Causa Justa” se concentraron en acciones paracaidistas que iniciaron el asalto, la mayor parte de las tropas participantes fueron aerotransportadas en helicópteros del ET. La operación adquirió un carácter más plenamente conjunto con la participación de equipos navales aero-terrestres, junto con los Rangers en el asalto al aeródromo de Paitillo para cortar la ruta principal de huida del propio Noriega. Sorpresa

A pesar de algunos signos llamativos como los tres nuevos puntos de repostaje para los helicópteros, establecidos en: - Suroeste de la base aérea de Howard. - Varias millas al norte de la ciudad de Panamá, en el Canal. - Fort Sherman en la costa norte de Panamá. Que precedieron varios meses al desencadenamiento de “Causa Justa”, los soldados estadounidenses consiguieron un fuerte componente de sorpresa a su favor. Fue debido a un incremento, lento pero continuo, de actividades que llegó a “insensibilizar” a la FPD. Durante varios meses se efectuaron ejercicios diversos con Unidades de un solo Ejército, pero también otros conjuntos. En julio comenzaron ejercicios preparatorios para situaciones de emergencia. En palabras de uno de los mandos participantes:.“Creía el enemigo que todos estos ejercicios se hacían para la seguridad o proteger nuestras Unidades. Operábamos con éfectivos diferentes, en horas distintas del dia y de la noche, lo que les insensibilizó”. A finales de noviembre se.Ilevaron a Panamá helicópteros de asalto que estuvieron en hangares los días precedentes al 20 de diciembre. Pocos días antes, también, se transportan en aviones C-5 helicópteros de exploración y ataque, descargados de noche y que permanecen ocultos, haciéndose lo mismo con otros helicópteros de la Fuerza Aérea. Preclslón

Aparte de la precisión en la planificación y en el ajuste a la misma en la ejecución, la precisión de ciertos elementos de ataque, como los helicópteros Apache y aviones F-l 17, jugó un papel importante en el éxito de la operación. Muchos de los asaltos debían efectuarse en zonas muy pobladas dentro de la ciudad de Panamá, por lo que se dio gran énfasis a limitar las consecuencias sobre la población civil y a contener los llamados danos colaterales. Hubo relativamente pocos dalias dentro de la ciudad propiamente -

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dicha, salvo los causados en los barrios bajos, próximos a la Comandancia. Todas las tripulaciones y soldados fueron advertidos del riesgo de causar víctimas inocentes civiles. Los tiradores, desde los helicópteros, evitaron dirigir sus armas fuera de los objetivos seflalados, pese a que con frecuencia recibían disparos desde áreas no sehaladas como objetivos. Aunque helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea, como ya se ha dicho, participasen en la operación, el empleo de aviones tácticos en apoyo de las Fuerzas Terrestres fue restringido por varios factores,$como proximidad de los combates a centros de poblacifln civil, falta de capacidad para visión nocturna a disposición de la aviación táctica y el armamento, relativamente ligero, de la FPD. Tantas limitaciones de índole moral y físico pudieron mantenerse en gran medida gracias a la precisión de los medios empleados. Anhlists de algunos elementos E/ material

En la intervención estadounidense en Panamá recibieron su “bautismo de fuego” principalmente tres componentes del variado inventario militar de Estados Unidos. Los anteojos para visión nocturna, Anvis-6, diseflados para tripulaciones de aeronaves, permitieron operar de noche y evitar obstáculos, al mismo tiempo que diferenciar a las tropas propias de las enemigas en tierra -para este fin los combatientes de tierra llevaban brazaletes y cintas de identificación nocturna-. El funcionamiento de los anteojos en la realidad resultb eficaz, pese a las críticas de que fueron objeto previamente. Los helicópteros Apache, en servicio desde el ano 1985, fueron expuesto en Panamá por primera vez al combate real. Aunque diseflados para destruir carros, se utilizaron para misiones diversas en apoyo de SOE y Unidades convencionales. Equipados con misiles, cohetes y canones de 30 mm. se utilizaron para destruir edificaciones reducto de la FPD, sirviendo para reconocimiento, a distancia segura, de zonas de aterrizaje, escolta a helicópteros en transporte de tropas de asalto aéreo, y fuego de neutralizacibn contra armas pesadas enemigas. Uno de los rasgos principales, además de su precisión, es su capacidad de supervivencia. E/ Apache funcionó según reza su propaganda, como “el dueno de la noche”. Entre sus aspectos negativos reconocidos figuran, “los mismos problemas de mantenimiento que teníamos a diario en la base”. Es decir, el fallo de componentes electrónicos, la frecuencia de averías en sus sistemas y un elevado volumen de trabajo para su mantenimiento. La gran humedad de Panamá provocó dificultades en sus sensores ópticos e infrarrojos que fueron fácilmente subsanados .mediante calentamiento. El caza F-7 17 A, con capacidad sfealth, aunque operativo desde el aílo 1983, conoció su primer combate en Panamá. El empleo de un avión tan sofisticado en misiones en apariencia tan simple como las de “Causa Justa” ha sido muy criticado por quienes consideraban que era muy arriesgado

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exponer un avión tan costoso con técnicas secretas stealth en unas misiones en las que prácticamente no había defensa aérea que burlar. Pero la decisión de su empleo. así como la de los helic6pteros Apache, fue responsabilidad personal del teniente general Stiner. La argumentación para su elección fue que su cometido de ataque nocturno y el sistema preciso de lanzamiento eran muy adecuados para un ataque por sorpresa que hiciese mínimas las bajas propias y enemigas, sorprendiendo en vez de matando centenares de soldados panameiíos, muchos no partidarios de Noriega. Algunas otras misiones previstas para los F-l 17 A se suprimieron por innecesaias. El hombre

La intervención “Causa Justa” en Panamá fue realizada por unas FAS totalmente voluntarias. Sin que fuese la primera operación desde que Estados Unidos abolieron el servicio militar obligatorio, su éxito parece proporcionar un argumento -buscado con ansia- a quienes en Estados Unidos abogan por el sistema vigente. Esto se percibe, por ejemplo, en un artículo editorial donde bajo el epígrafe expresivo: “El Renacimiento del soldado profesional” se leen afirmaciones tales como: “La operación ‘Causa Justa’ demostró lo que pueden hacer los soldados profesionales si se les deja hacer su trabajo...“. “Entre los primeros -elementos de éxito en Panamá- están la instrucción y disciplina de los soldados de hoy en el ET...“. Poco antes de concluir afirma. “También ayuda el tener soldados profesionales”. Otro aspecto curioso en relación con el componente humano es que la operación de Panamá ha pretendido utilizar como banco de prueba respecto a la conveniencia o inconveniencia de la presencia de la mujer en las FAS estadounidenses, en la actualidad en expansión, aunque sin participar en Unidades directamente combatientes. La publicación Defence Media Rivies denuncia manipulacines en la prensa estadounidense, presentando hechos heróicos aislados por parte de mujeres soldados en Panamá que fueron desmentidos después; aireándose por otra parte casos de presunta cobardía, pese a quedar absueltas las inculpadas, por un Tribunal Militar. En cualquier caso, el énfasis puesto en el éxito del Ejército totalmente voluntario, así como las manipulaciones en contra o a favor de la presencia de la mujer en sus FAS, permite entrever que considerables sectores de la sociedad estadounidense no están conformes ni con el sistema actual de reclutamiento ni con lo que ellos llaman la “femenización” de sus FAS.

La intervención estadounidense en Panamá mediante la operación “Causa Justa” puede considerarse un éxito. Así lo demuestran: - La rapidez en la consecución del objetivo Rnal: derrocar a Noriega. - Las escasas bajas propias, 23 muertos y 324 heridos. - Los reducidos daíios de material y equipo propio: de unos 170 helicópteros del ET, fueron alcanzados 45, pero sólo se perdieron 4. El resto pudo volver al combate en un plazo de 24 horas. En cuanto a las aeronaves de la Primera Ala de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, 21 en total, no sufrieron pérdida alguna. De los helicópteros del ET para las SOE, los más batidos, sólo fueron derribados 3 de unos 50. - Los dafios colaterales se mantuvieron mínimos. -

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Pese al éxito pleno, no pudo por menos de haber fallos a la hora de convertir en realidad los planes. Una tormenta de granizo y deficiencias en los equipos de deshielo retrasaron casi en 5 horas la llegada a la zona de Tocumen de la “segunda oleada” de elementos de la 82.~ División Aerotransportada” que en lugar de saltar en paracaidas sobre su zona de lanzamiento tuvieron que ser heliotransportados a plena luz del día para asaltos aéreos sobre sus objetivos. “Causa Justa” fue una operación difícil, no por la potencia previsible del enemigo, sino por los imperativos de estrecha coordinación que requiere el conseguir sorpresa nocturna, moviéndose en espacio reducido y combinado Unidades convencionales y especiales, unas ya dentro de Panamá y otras desde cuatro bases en Estados Unidos, Otra limitación importante -en ciertos aspectos la mayor- estaba constituida por la necesidad de atacar a un enemigo procurando causar el mínimo dano a la población civil, en la que prácticamente está inmerso el contrario, con el fin de lograr no sólo su indiferencia, sino incluso su simpatía política posterior. Objetivo éste no estrictamente militar, lo que pone de relieve una excelente disciplina por parte de los soldados de Estados Unidos. Sin que puedan empaliar el éxito real de la operación, no dejan por ello de ser ciertas las cautelosas palabras del congresista Les Aspin, quien el 12 de enero en plena euforia por el éxito advertía que lo de Panamá sólo podía servir como guía limitada para futuras contingencias en el Tercer Mundo, puesto que Estados Unidos contaban ya en Panamá con efectivos considerables y las Unidades con base en Estados Unidos habían estado con frecuencia en Panamá para ejercicios periódicps de entrenamiento, por lo que el terreno les es familiar.

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