Enero - Marzo 2013 Número 14

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“La informalidad no es un buen negocio”

La informalidad no es un buen negocio INDUSTRIA. Una falla recurrente es no tener un plan de gerencia con un propósito claro Oferta de Google apps para las Pymes en Colombia, ¿Cómo aprovecharla? Caso empresarial Un negocio exitoso que inició en un momento de crisis

La siguiente es una publicación de la Banca Intermedia del Banco de Occidente para sus clientes Pyme preferenciales.

Con esta frase el rector de la Universidad Uniempresarial, de la Cámara de Comercio de Bogotá, Alejandro Cheyne, definió lo que significa que una compañía no esté dentro de la legalidad. “El empresario se aísla de los demás actores de la economía, por tanto tendrá que enfrentar retos de financiamiento, mercadeo, comercial, innovación entre otros totalmente solo, desperdiciando los beneficios de la interdependencia empresarial”. En esta vía, quienes no gozan de la legalidad no tendrán una opción de crecimiento, sino que están condenadas a limitar su actividad. Así mismo, sus empleados, quienes son la pieza clave de la producción de la compañía no tendrán la seguridad social necesaria para trabajar, lo que en últimas suscita más riesgos que ventajas en costos laborales. En Colombia, el 50% de las empresas son informales, destacó Julián Domínguez, presidente de Confecámaras, pero desde diciembre de 2010, que inició la ley 1429 de formalización, hasta nuestros días han logrado salir de este modo de negocio 458. 233 empresas. Aunque mucha gente lo crea así, la informalidad no es una etapa de los negocios, la idea es lograr una cultura para que los empresarios empiecen a jugar bajo las normas económicas y sociales legales, por lo que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) junto a Confecámaras han empezado a sensibilizar a la población bajo el programa “Colombia se formaliza”. Para acceder a estos beneficios de la ley 1429, las compañías deben tener activos Continua...

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que no superen los 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes y no exceder los 50 trabajadores. Así mismo debe realizar la inscripción del registro mercantil, presentar las declaraciones tributarias que correspondan y cumplir con las obligaciones laborales y de seguridad social a las que haya lugar. Esta es una estrategia que permite, mediante incentivos económicos, persuadir a las empresas para que sean formales. En ningún caso pagarán en su primer año de operación. Sobre el registro mercantil y sus renovaciones pagarán durante los primeros 4 años así: 0%, el primero, 50%, 75% y 100%, respectivamente.

El año pasado se sensibilizaron 68.000 empresas y se formalizaron 25.500. Este año la meta es, al menos, mantener este camino en cifras. En el plan que tiene el Ministerio para fortalecer la industria, que ha mostrado estar en crisis, entre otras cosas, por la tasa de cambio desfavorable y la demanda internacional de productos en descenso, tiene como meta la asignación de $80.000 millones para la formalización de Mipymes, $0.52 billones para el fortalecimiento de las Microempresas y $0.77 billones para modernización de Pymes. Y por supuesto la realización de ruedas de formalización.

Así mismo, el impuesto a la renta, en seis años con una progresividad: 0%, 25%, 50%, 75% y 100%, respectivamente. Este beneficio tendrá una gradualidad mayor si son pymes de Amazonas, Guainía y Vaupés. Será a 11 años: 8, con el 0%, y los siguientes con 50%, 75% y 100%.

Lo que habría que hacer para evitar esta situación, señaló Cheyne, es trabajar en tres aspectos: la formación, pues frecuentemente la informalidad es causada por un desconocimiento de las normas legales o inexperiencia en temas empresariales; el acompañamiento, en la primera etapa de las compañías, como guía para la aplicación adecuada de la formalización y de conceptos en la vida real, y gobernanza, pues se requiere de un conjunto de condiciones propicias para desarrollar un proyecto empresarial. Además “es importante demostrar al empresario con acciones, normas e instituciones sólidas y transparentes que el cumplimiento adecuado de todos los requisitos exigidos por el Estado, beneficia a todos los actores”.

Para el pago de los aportes parafiscales: 0% sería el primero, y los demás 25%, 50%, 75% y 100% e igualmente en Amazonas, Guainía y Vaupés el beneficio será de 11 años, en los primeros ocho no se registra pago y en los siguientes 50%, 75% y 100%, cada año.

De hecho, aseguró Domínguez, la red de Cámaras ha registrado $66.688 millones en ahorros en trámites por los descuentos en la matrícula mercantil para la formalización de pequeñas y medianas empresas. Esto implica que “la formalización no es una alternativa, sino por el contrario, es el único camino para la prosperidad”, concluyó Cheyne.

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INDUSTRIA. Una falla recurrente es no tener un plan de gerencia con un propósito claro Los tres errores más comunes en los que incurre una pyme Según la más reciente entrega de la Gran Encuesta Pyme realizada por Anif, en asocio con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de la República y Bancóldex, solo un 34% de las más de 1.600 Pymes consultadas reportó una mejora de su situación económica en el primer semestre de 2012, frente al último semestre de 2011. Este porcentaje representó un descenso de 7 puntos frente al mismo período del año anterior, mientras que las sociedades que indicaron que su escenario actual empeoró reportaron un alza de 4 puntos porcentuales. Si las cifras se observan por sector industrial, el estudio reveló que las firmas medianas tuvieron un mejor desempeño empresarial que las pequeñas, pues 38% aseguró que su situación económica durante 2012 fue mejor. Aunque no hay una fórmula exacta que permita identificar por qué a unas Pymes les va bien y otras no, o en qué aspectos de su operación comercial comenten errores, algunas firmas han identificado una serie de fallas que se pueden identificar a tiempo, y por tanto, hacer la rectificación necesaria. De acuerdo con el director de Atención y Relación para el Norte de América Latina de la firma TOTVS, Vicente Credidio, hay tres errores comunes en los que incurren frecuentemente las Pymes. La incidencia de cada uno de ellos depende del tamaño de la empresa y el entorno comercial donde operan.

El primer error común es la falta de estrategia. “Cuando nacen, la mayoría de las Pymes lo hacen bajo supuestos que incluyen no solamente la forma de llevar su propio negocio sino también sobre las necesidades y el comportamiento del mercado. Así, corren el riesgo de no ver a tiempo peligros latentes como la competencia, nuevas necesidades del consumidor o un entorno financiero adverso”, indicó Credidio. La mejor manera de impedir una situación así es implementar sistemas de control que ayuden a tener un diagnóstico oportuno del estatus actual de la empresa. El segundo es la ausencia de una cultura empresarial. Son pocas las empresas que trabajan en la identificación de su razón de ser. Esto es fundamental para determinar el rumbo que deben seguir como corporación y la mejor forma de hacerlo. “Sin ello, será muy difícil mantener una identidad que sirva como eje troncal de los pasos que se den en el negocio”, agregó el vocero de TOTVS.

Y el tercero, es el síndrome del “todo”. Uno de los más grandes peligros para una Pyme es tener un dueño o director que cree que lo sabe todo. Al ser, en gran medida, empresas que comienzan por un emprendedor esto es normal en los primeros años pero el crecimiento implica delegar e ir creando equipos responsables de diferentes áreas que, poco a poco, conformen el ecosistema empresarial y reporten al dueño. Un estudio de la Universidad de la Salle también habla de otro error, que pudiera identificarse como el cuarto. Esta falla está relacionada con las Pymes que son empresas familiares. Las estadísticas indican que en Colombia 68 de cada 100 empresas son de familia y que 1 de cada 3 firmas sobreviven a la segunda generación, mientras que 1 de cada 10 a la tercera generación. ¿La razón? Las gerencias no saben desvincular los nexos familiares con la rentabilidad empresarial.

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Tecnología. Desde US$5 mensuales puede adquirir la suite de trabajo

Oferta de Google apps para las Pymes en Colombia, ¿Cómo aprovecharla? La nube a pesar de no ser un concepto nuevo en tecnología, todavía no tiene el número de adeptos que el sector esperaría pues algunos empresarios aún tienen miedo de enfrentarse al almacenamiento remoto de su información y al acceso que no necesita cables ni discos duros. Para el caso de las Pymes, los analistas han reiterado que se trata de un opción que no solo disminuye los costos cuando se compara con un modelo tradicional de licenciamiento de software, inversión en equipos, mantenimiento y centros de datos, sino que además fomenta la innovación pues usualmente los recursos empiezan a concentrarse en ese nicho y las firmas se dedican a aquello que realmente tiene que ver con su experticia. En ese segmento, Google viene consolidando una oferta desde hace un par de años y hoy logra entregar desde US$5 mensuales por usuario - en el plan básico - direcciones personalizadas de correo electrónico, 5GB de almacenamiento en la nube, videoconferencias, edición de documentos a través de las aplicaciones web de la plataforma de trabajo de Microsoft, servicio al cliente 24 horas al día 7 días a la semana y no hay un límite de usuarios para incluir. Pero si a una pequeña o mediana empresa le interesa contar con una plataforma que le asegure que se cumplen los estándares más altos de manejo de información, puede acceder a un plan de US$10 mensuales por usuario, con lo que se habilitan temas como la posibilidad de archivar información importante de la empresa, recuperación de datos para investigaciones y exportación y detección de datos en toda la empresa. De acuerdo con Carlos Restrepo, Gerente de Google Apps para Pymes en Latinoamérica, el producto aplica a todas las empresas y su belleza radica en que a diferencia de la competencia, la oferta de Google es muy sencilla. “Por US$50 al año - o los precios diferenciados mensuales mencionados arriba- el usuario tiene correo electrónico, videoconferencia, chat corporativo, una infraestructura para desarrollar aplicaciones y software para administrar dispositivos móviles y no hay que instalar nada”.

Adicionalmente, indica, hay que tener en cuenta que este modelo ha sido éxito con compañías financias por capital de riesgo, es decir lo que se conoce como ‘Start ups’ entre las que clasifican nombres como Facebook, Instagram y Pinterest. “Todos ellos empezaron como Pymes y utilizaron el poder de cómputo de la nube, que es muy económico, para desarrollar aplicaciones que los ayudaron a crecer de una forma exponencial. Las firmas deben entender y aprovechar que una empresa como Google ya hizo las inversiones que se requieren, pero además que una empresa no tiene que preocuparse por estos temas técnicos”, concluyó.

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Caso empresarial “Un negocio exitoso que inició en un momento de crisis” Hace 53 años, lo que comenzó como una idea de negocio para enfrentar al desempleo y conseguir el sustento económico de una familia, hoy en día ha llegado a convertirse en el ejemplo de una empresa que, con esfuerzo y unidad, se ha ubicado en tres ciudades, emplea a más de 120 trabajadores y genera ventas que la catalogan dentro de las empresas más exitosas del sector. Esa es la historia de Rodrigo Cuadros, un ingeniero industrial y administrador de la ferretería La Máster, que cuenta con el apoyo del Banco de Occidente. ¿Cómo surge la idea de la ferretería?

¿Cómo ha logrado este crecimiento?

El negocio inició hace 53 años, por mi papá. En ese momento él era el administrador de un almacén, pero se quedó sin trabajo y tuvo que buscar una alternativa. Entonces, un tío que era ferretero, le dijo que comprara un negocio que habían cerrado, que él le explicaba cómo se manejaba. Desde entonces, la familia tiene esta ferretería, un negocio exitoso que inició en un momento de crisis.

Nosotros comenzamos a sistematizar los procesos. Primero fue el inventario y luego la facturación. Le apostamos a la innovación, porque en ese momento las empresas pequeñas no solían sistematizar sus registros y nosotros lo hicimos. Cuatro años después, aplicamos el autoservicio, lo que nos convirtió en la primera que lo hizo. Con eso, comenzamos a crear reconocimiento y pudimos acceder a créditos.

¿Pudo su padre solucionar las necesidades de la familia con este negocio?

¿Cuál fue el primer crédito que solicitaron?

Sí. Yo soy ingeniero industrial y tengo cuatro hermanos que también pudieron estudiar. Eso fue gracias a lo que nos dejó la ferretería.

Hace como 15 años, el Banco de Occidente fue el primero en creer en nosotros. Pese a que no éramos una empresa de gran tamaño, hay que resaltar que el banco confió en nuestras cifras.

¿Hace cuánto llegó a sus manos?

¿Qué beneficios les trajo esto?

Yo soy la segunda generación de este negocio y lo comencé a administrar hace 26 años.

Hemos invertido en el área de contabilidad y hoy en día nuestros registros son confiables y creíbles, para acceder a más créditos. Desde ese momento, hemos tenido un amplio portafolio y un acompañamiento que nos ha hecho más competitivos.

Desde entonces, ¿Cómo ha cambiado el negocio? ¿Ha crecido? Nosotros estamos en Buga, pero hace unos 20 años abrimos la primera sucursal en Palmira y luego, en Tuluá. También, cuando el negocio inició, solo eran siete trabajadores y hoy ya empleamos a 125 personas.

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