LA HORA DE LA MISERICORDIA Un nuevo Getsemaní en el Año Jubilar de la Misericordia jueves, 24 marzo 2016. delegación diocesana liturgia. Toledo

Guión para los fieles

Entronización Canto: Las misericordias del Señor cada día cantaré

1. Encarnación. Lc ,26-38 Canto: El Señor hizo en mí maravillas, santo es su nombre

Oración (todos): Señor Jesús, que en la encarnación nos muestras tu amor misericordioso inclinándote hacia nuestra debilidad para hacernos fuertes. Te pedimos que sepamos abrazar siempre tus planes. Que, como tu Madre, sepamos acoger tu palabra que ilumina nuestro entendimiento y fortalece nuestra voluntad, para darte nuestro sí cotidiano, que siga haciendo fluir tu misericordia de generación en generación. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

2. Jordán. Lc 20,15-16,21-22 Canto: Adoramus Te, Domine Oración (todos): Señor Jesús, que en el Jordán nos muestras tu gran humildad y misericordia. Haz que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, que recibimos el día de nuestro Bautismo; que este Espíritu nos haga vivas imágenes tuyas, en nuestras palabras y nuestras obras, para que el mundo crea en Ti. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater 1

3. Pescadores de hombres. Lc 5,1-11 Canto: Tú has venido a la orilla Oración (todos): Señor Jesús, que con amor de hermano eliges a hombres de este pueblo para que por la imposición de manos participen de tu sagrada misión; te pedimos que sigas eligiendo a muchos niños y jóvenes desde tu infinito amor, para este oficio de misericordia: ganar almas para el cielo. Danos pescadores de hombres, danos sacerdotes santos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

4. Curación paralítico. Lc 16,17-26 Canto: O Christe, Domine Iesu Oración (todos): Señor Jesús, que como Médico y Medicina curas los cuerpos y las almas de los que vienen a Ti. Escucha nuestra oración, sana nuestras heridas y concédenos un corazón agradecido que nunca olvide tus acciones, para sirviéndote solo a Ti, nuestro Único Señor, nos entreguemos a los demás con tu misma misericordia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

5. Vocación de Mateo. Lc 7,27-32 Canto: Tú, Señor, me llamas Oración (todos): Señor Jesús, que nos invitas a seguirte en el camino de la vida cristiana, siendo fiel reflejo de tu Corazón. Haz que te imitemos y dejándolo todo por Ti, seamos en medio de un mundo atrapado por el consumismo y el poder, faros luminosos que muestren a los demás el camino del Cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater 2

6. Tempestad calmada. Lc 8, 27-32 Canto: Jesús, Jesús, Jesús Oración (todos): Señor Jesús, gracias porque en la barca de tu Iglesia podemos sentir tu presencia y tu poder. Y, aunque, a veces, parece que se hunde bajo las aguas, siempre la sacas a flote, mostrando que no es obra nuestra, sino Tuya, que no somos nosotros quienes la llevamos y conducimos, sino sólo Tú, nuestro divino Capitán. Que nuestra fe se nutra en tu Iglesia, que en ella escuchemos cada día el testimonio de tu Evangelio y la fuerza de tu Resurrección a través de los sacramentos, que en ella podamos cada día sentir cómo fortaleces nuestra fe a medida que la transmitimos y nos entregamos a los demás, yendo siempre “a la otra orilla”, dejándonos llevar por Ti. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

7. La moneda perdida. Lc 15,8-10 Canto: Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él Oración (todos): Señor Jesús, amigo de los hombres, buscador infatigable de los que están perdidos. Te pedimos por tantos como se ha apartado de Ti seducidos por la apariencia de las cosas, por el relativismo dominante o por el escándalo de sus hermanos. Muestra tu poder haciéndote el encontradizo y vuelve a iluminar sus corazones con la luz de tu gracia, para que podamos alegrarnos en el seno de tu Iglesia con su presencia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

8. El ciego de Jericó Lc 18,35-43 Canto: El Señor es mi luz y mi salvación, el Señor es la defensa de mi vida

3

Oración (todos): Señor Jesús, cada vez que el pecado nos postre en la cuneta de la vida, haz que no abandonemos la súplica confiada en el poder de tu amor; que te repitamos: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí. No dejes, Señor, que hablen nuestras sombras, sino la luz de tu gracia. Que oigamos la voz de tu Iglesia que nos invita a levantarnos de la postración e ir a tu encuentro de perdón, para seguirte en el camino de tu misericordia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

9. Última Cena Lc 22,14-20 Canto: Comiendo del mismo pan, bebiendo del mismo vino Oración (todos): Señor Jesús, ayúdanos a comprender y a amar cada vez más profundamente este misterio maravilloso, y, en él, a amarte cada vez más a Ti mismo. Atráenos más y más hacia Ti con la sagrada Comunión. Ayúdanos a no reservarnos la vida, sino a entregártela y así actuar junto Contigo, a fin de que los hombres encuentren la vida verdadera, que sólo puede venir de Ti, camino, verdad y vida. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto: Misericordes sicut Pater

10. El buen ladrón. Lc 23,39-43 Canto: Postrado ante la cruz en la que has muerto Oración (todos): Señor Jesús, Tú muestras tu poder con el perdón y misericordia; en la cruz sigues obrando con gestos y palabras tu salvación. Ayúdanos a reconocerte como nuestro Dios y Señor, como nuestro Creador y Redentor. Tuya es nuestra vida, el mundo y su historia. Haz que toda creatura te reconozca como su Dios; ablanda a tu amor los corazones duros, atrae a los tibios, haz crecer a los generosos. Que, como el ladrón bueno, arrojemos todo nuestro pecado en el abismo de tu misericordia. Ahora y siempre, en el último instante de nuestra vida terrena te digamos: -Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino, por los siglos de los siglos. Amén. 4

Canto: Misericordes sicut Pater Terminamos rezando todos juntos la oración del Año de la Misericordia: Oración del Año de la Misericordia. Papa Francisco Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. El sacerdote invita al recogimiento, a permanecer en vela junto al Señor durante esta noche de su Pasión. Por último, despide la asamblea: Bendigamos al Señor.

5