La educación superior en el contexto de la globalización capitalista

La educación superior en el contexto de la globalización capitalista Dr. Heber Tamayo Cruz* Introducción La globalización es una nueva fase del desar...
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La educación superior en el contexto de la globalización capitalista Dr. Heber Tamayo Cruz*

Introducción La globalización es una nueva fase del desarrollo capitalista; el sistema ha pasado por las siguientes etapas: la libre competencia, el imperialismo, el capitalismo monopolista de estado, capitalismo tardío o neocapitalismo. Lo que se ha llamado Globalización parece inscribirse como una fase del llamado neocapitalismo, posterior al capitalismo monopolista de Estado, después del cual surge la era de la Globalización en la cual muchos sectores que se encontraban en manos del sector público, en sus versiones modernas forman ahora parte del sector privado, lo que explica la ola de privatizaciones a nivel mundial justificada por medio del neoliberalismo y que da paso a nuevas formas del Estado. Lo que actualmente llaman Economía del Conocimiento refleja una tendencia profunda del sistema que revoluciona de manera constante la tecnología en todas las ramas de la producción; estas tendencias hacen indispensable la aceleración de la producción científico/tecnológica como eje esencial del desarrollo capitalista actual. Como lo hacen constar los organismos económicos internacionales, el veloz ritmo al que se generan y divulgan los conocimientos acorta la expectativa de vida de las tecnologías y los productos acelerando su obsolescencia; en este contexto el ascenso del neoliberalismo no es un accidente, sino la palanca por excelencia de que se valen los grandes centros capitalistas para socavar las fronteras nacionales a fin de despejar el camino para la circulación de sus mercancías y capitales; los intereses del gran Capital demandan de las Universidades su contribución a la acelerada expansión de la producción científico/tecnológica, que es uno de los ejes esenciales que dinamizan la economía mundial en la Globalización. En este contexto en los países capitalistas desarrollados, las instituciones de Educación Superior desempeñan un papel crucial en el apoyo a las estrategias de crecimiento económico, basadas en el conocimiento y la investigación. De acuerdo con el OCDE los cambios principales en las necesidades educativas y de capacitación se pueden resumir en tres misiones de las Instituciones de Educación Superior: a) apoyar la innovación mediante la generación de nuevo conocimiento, b) adaptación del ya existente a usos locales, y c) acceso a depósitos mundiales de conocimiento. Formación de una fuerza laboral de científicos, profesionistas, técnicos, profesores, directivos y administradores públicos, privados y educativos capacitada de alto nivel;

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formación de ciudadanos con un alto nivel educativo para contribuir a la construcción de la democracia y a la salud del tejido social. Los nuevos patrones de creación del conocimiento, implican la reorganización de la investigación en torno a la búsqueda de solución de problemas complejos y no a las prácticas analíticas de las disciplinas académicas tradicionales. Esta evolución está llevando al surgimiento de la transdisciplinariedad; la tendencia va más allá de las ciencias puras y se acerca cada vez más a las ciencias sociales y administrativas. Para las poderosas fuerzas que buscan controlar la Educación Media Superior y Superior dirigidas por el Banco Mundial y sus aliados, el enemigo son los profesores universitarios en todo el mundo y se ha declarado la guerra; el grito de combate es que la Educación Superior debe proceder al cambio más radical y a una renovación como jamás se ha requerido; y eso significa cambiar radicalmente la Universidad “tradicional” o “clásica” basada en la “investigación” y a su personal, para satisfacer las insaciables necesidades de la economía global basada en el conocimiento. El Banco Mundial argumenta que la Educación Superior es un bien privado, no público, cuyos problemas están al alcance de soluciones de mercado. Financiar la demanda significa, en la práctica: incremento de las colegiaturas; cobrar el costo total de la educación; otorgar préstamos a los estudiantes; cobrar los intereses prevalecientes en el mercado; mejorar el cobro de los préstamos a los estudiantes a través de compañías privadas; introducción de un impuesto a los graduados; adiestrar a los profesores como empresarios; vender investigación y cursos; incrementar el número de instituciones privadas cobrando el costo total. El propósito es hacer a la Educación Superior completamente autofinanciable; el BM cree que el sector público es desafortunadamente ineficiente e insensible, renuente o incapaz de llevar a cabo la reforma de la ES. El caso de las Universidades Públicas en los países subdesarrollados como México es muy distinto, en primer lugar su desarrollo científico/tecnológico es incipiente y sería utópico pedirles que compitan con las grandes universidades de los países desarrollados; en segundo lugar no están vinculadas directamente a los procesos productivos de las grandes Transnacionales. Globalización y educación La globalización es una nueva fase del desarrollo capitalista por lo cual su significado no se puede explicar de manera simple para ir más allá de las limitaciones que la ideología dominante prefiere imponer, en efecto: de acuerdo con De la Peña (1995:24) “El capitalismo entró en una etapa de su desarrollo, hacia la segunda mitad de los setenta, por la combinación de cambios profundos de los procesos productivos, del

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comercio mundial y de la intermediación financiera, en fin de las relaciones de producción” De acuerdo con Mandel (1974) el capitalismo ha pasado por las siguientes etapas: la libre competencia, el imperialismo y lo que él llama capitalismo tardío o neocapitalismo; lo que se ha llamado Globalización parece inscribirse como una fase del llamado neocapitalismo, posterior a la denominada por algunos autores como capitalismo monopolista de Estado, que se presenta desde principios del siglo XX hasta mediados de los setenta y caracterizado por el hecho de que el Estado asume funciones económicas que no son todavía rentables para el capital privado (servicios públicos municipales, transportes como los ferrocarriles y comunicaciones como el telégrafo y telefonía), para dar paso a la era de la Globalización en la cual muchos de estos sectores en sus versiones modernas forman ahora parte del sector privado, lo que explica la ola de privatizaciones a nivel mundial justificadas por medio del neoliberalismo y que da paso a nuevas formas del Estado y los sujetos sociales así como de las modalidades de la lucha de clases que adopta en cada etapa nuevas características. Como acertadamente lo define Marini (1996:66) “La globalización corresponde a una nueva fase del capitalismo, en la cual por el desarrollo redoblado de las fuerzas productivas y su difusión gradual a escala planetaria, el mercado mundial llega a su madurez, expresada en la vigencia cada vez más acentuada de ley del valor. En este contexto el ascenso del neoliberalismo no es un accidente, sino la palanca por excelencia de que se valen los grandes centros capitalistas, para socavar las fronteras nacionales a fin de despejar el camino para la circulación de sus mercancías y capitales.” Varios autores coinciden en situar el inicio de la nueva etapa entre mediados de los setenta y principios de los ochenta: Anguiano (1996), Roux (1995), Borrego (1998) Boyer (1997) Villarelo (1997). Lo que actualmente llaman Economía del Conocimiento refleja una tendencia profunda del sistema actual que revoluciona de manera constante la tecnología en todas las ramas de la producción como mecanismo principal de valorización del capital, como forma de extracción de la plusvalía relativa (cantidad de producto por hora de trabajo), incrementando la relación Capital/trabajo, es decir la inversión en infraestructura, maquinaria, equipo y tecnología con relación a la inversión en fuerza de trabajo; estas tendencias hacen, indispensable la aceleración de la producción científico/tecnológica como eje esencial del desarrollo capitalista actual, como lo hacen constar los organismos económicos internacionales. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico en su reporte denominado Tecnología, Productividad y Creación de Empleo. Mejores

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prácticas. (OCDE, 2008) “…las tasas de crecimiento de la economía de sus países miembros a largo plazo dependen del mantenimiento y la expansión de la base de conocimientos”. En la actualidad el crecimiento económico es un proceso de acumulación, tanto de conocimiento como de capital; la inversión en investigación, desarrollo, educación, software, tecnologías satelitales, patentes, licencias, diseño y mercadeo, equivale o supera la inversión en equipos físicos. En la economía del conocimiento los avances en microelectrónica, multimedia, informática y telecomunicaciones, están revolucionando la capacidad de archivar, acceder, transmitir y utilizar la información, generando los principales avances en productividad en casi todos los sectores y son componentes clave de los nuevos productos y servicios; el veloz ritmo al que se generan y divulgan los conocimientos acorta la expectativa de vida de las tecnologías y los productos acelerando su obsolescencia. Las economías en desarrollo se ven afectadas por estas transformaciones ya que no tienen la misma capacidad- en comparación con las economías desarrolladas- para generar y explotar el conocimiento; son notorias las desigualdades entre países ricos y pobres en términos de inversión y capacidad científica y tecnológica, los países desarrollados siguen representando más del 80% de la inversión en investigación y desarrollo y sólo los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) representan más del 10% en este rubro, el restante 10% se reparte entre el resto del mundo. El cambio tecnológico acrecienta las desventajas y la exclusión de las familias de bajos ingresos, las poblaciones rurales, las mujeres, las minorías, las personas de la tercera edad, los discapacitados, entre otros (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, 2003). Ahora bien, los intereses del gran Capital demandan de las Universidades su contribución a la acelerada expansión de la producción científico -tecnológica que, como ya se explicó, es uno de los ejes esenciales que dinamizan la economía mundial en la Globalización. En este contexto en los países capitalistas desarrollados las instituciones de Educación Superior desempeñan un papel crucial en el apoyo a las estrategias de crecimiento económico basadas en el conocimiento y la investigación; sus actividades académicas y de investigación dan un apoyo fundamental a los sistemas de gestión y de innovación, debiendo constituirse en uno de los ejes principales de la infraestructura de la información, y de los sistemas anfitriones de redes de computación. Así resume la misión de las Universidades en la etapa actual. De acuerdo con el OCDE los cambios principales en las necesidades educativas y de capacitación se pueden resumir en tres misiones de las Instituciones de Educación Superior (IES):

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a) Apoyar la innovación mediante la generación de nuevo conocimiento, adaptación del ya existente a usos locales, y acceso a depósitos mundiales de conocimiento. b) Formación de una fuerza laboral de científicos, profesionistas, técnicos, profesores, directivos y administradores públicos, privados y educativos, capacitada de alto nivel. c) Formación de ciudadanos con un alto nivel educativo para contribuir a la construcción de la democracia y a la salud del tejido social. Para cumplir esta misión, el contenido y los objetivos de aprendizaje de los programas tradicionales se deben ajustar para brindar los conocimientos y capacidades, para dar a los estudiantes la posibilidad de aprender y desarrollar sus habilidades durante toda la vida (Wagner 1999); deberán ampliar sus alternativas de programas para satisfacer nuevas necesidades de aprendizaje, con diversas motivaciones y objetivos La formación y la investigación en los nuevos campos del saber exige la integración de varias disciplinas que antes se consideraban separadas y distintas, hace necesaria la aparición de programas interdisciplinarios y multidisciplinarios que trasciendan las barreras disciplinarias tradicionales. Por lo que respecta a la investigación, es necesario articular las disciplinas de modo diferente para responder al surgimiento de nuevos campos del conocimiento, cambiando hacia un nuevo modo de producción de conocimientos, basado en la solución de problemas para ir desapareciendo la distinción entre investigación básica y aplicada (BIRF 2003). Los nuevos patrones de creación del conocimiento, implican la reorganización de la investigación en torno a la búsqueda de solución de problemas complejos y no a las prácticas analíticas de las disciplinas académicas tradicionales. “Esta evolución está llevando al surgimiento de la transdisciplinariedad (…) incluso los programas de doctorado se ven cada vez más afectados por este cambio, a medida que los estudiantes participan menos en la producción de nuevo conocimiento y se interesan más por contribuir a la circulación del mismo, trascendiendo las fronteras disciplinarias tradicionales, la tendencia va más allá de las ciencias puras y se acerca cada vez más a las ciencias sociales y administrativas”. (Gibbons, Michael (1994). Los planes del banco mundial para la educación superior Del 5 al 9 de octubre del 2008 se llevó a cabo en París la Conferencia Mundial de Educación Superior en la sede de la UNESCO (Comisión de las Naciones Unidas para la

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Educación), en la que se presentaron básicamente dos modelos divergentes para promover el desarrollo de la Educación Superior a nivel mundial. Para las poderosas fuerzas que buscan controlar la Educación Media Superior (EMS) y Superior(ES) dirigidas por el Banco Mundial (BM) y sus aliados, el enemigo son los profesores universitarios en todo el mundo, y se ha declarado la guerra. El grito de combate es que la ES “debe proceder al cambio más radical y a una renovación como jamás se ha requerido”; y eso significa cambiar radicalmente la Universidad “tradicional” o “clásica”o basada en la “investigación” y a su personal, para satisfacer las insaciables necesidades de la economía global basada en el conocimiento. La agenda original de la UNESCO, desarrollada a través de muchas conferencias alrededor del mundo, fue relegada al sótano por el banco mundial y sus aliados. En el pasado, los problemas que había que abordar eran las finanzas, el ingreso, la igualdad, la calidad y la relevancia, el aprendizaje a lo largo de la vida, la incorporación al mercado de trabajo de los graduados, la tecnologías, el involucramiento de los negocios y la industria, el desarrollo del personal, la libertad académica y la autonomía y la paz mundial. Pero de unos años para acá, el banco Mundial ha venido desarrollando una agenda que ha denominado como la “agenda para la reforma”, cuyos conceptos fundamentales son: privatización, desregulación, y orientación al mercado; han puesto en claro que los problemas que hay que resolver son la universidad tradicional en general, y los miembros del personal académico en particular. La reforma del BM salió viva de la conferencia, su documento: “El Financiamiento y la Administración de la Educación Superior. Reporte sobre el Status de las Reformas en el Mundo”, explica que la agenda está orientada por el mercado más que por la propiedad pública o por la planeación y la regulación gubernamental. La dominación en casi todo el mundo, del capitalismo de mercado y los principios de la economía neoliberal se encuentran en la base de la EMS y Superior. El Banco Mundial argumenta que la educación superior es un bien privado, no público, cuyos problemas están al alcance de soluciones de mercado, es decir, se enmarca en una oferta limitada, no está en demanda por todos, y está disponible por un precio; también los consumidores, negocios e industrias, están “razonablemente bien informados”, mientras que los proveedores- administradores y profesores-están, “frecuentemente mal informados”- condiciones que son “ideales para que operen las fuerzas del mercado”. Financiar la demanda significa, en la práctica:

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1.- Incremento de las colegiaturas. 2.- Cobrar el costo total de la Educación. 3.- Otorgar préstamos a los estudiantes. 4.- Cobrar los intereses prevalecientes en el mercado. 5.- Mejorar el cobro de los préstamos a los estudiantes a través de compañías privadas. 6.- Introducción de un impuesto a los graduados. 7.- Adiestrar a los profesores como empresarios. 8.- Vender investigación y cursos. 9.- Incrementar el número de instituciones privadas cobrando el costo total. El propósito es hacer a la ES completamente autofinanciable; el BM cree que el sector público es desafortunadamente ineficiente e insensible, renuente o incapaz de llevar a cabo la reforma de la ES. Los administradores institucionales, deben ser obligados a tomar en cuenta su posición en el mercado, el flujo de efectivo, la diversificación del producto, y sus progresos en la creación de socios corporativos; también deben ser obligados a realizar un mejor trabajo de administración y control del personal; de acuerdo con esta visión “el problema real con la educación superior en el mundo es el profesorado.” El BM cree que el personal académico tiene demasiado poder en la ES y los administradores tienen muy poco incentivo para controlarlos; este poder tiene sus fuentes en el control del currículo -desvinculado de las necesidades de la economía global- en el gobierno compartido o colegiado, en el sindicalismo, y por supuesto en la libertad de cátedra. El propósito es obligar a los profesores a abandonar su poder, y volverlos más empresariales, como revela el reporte del BM: “cambio radical o reestructuración de la ES significa menos y/o diferentes profesores, trabajadores administrativos y trabajadores de apoyo; esto significa despidos, retiros anticipados obligatorios, readiestramiento y reeducación, como el cierre de instituciones ineficientes o ineficaces; la fusión de instituciones de calidad a las que sólo les falta un conjunto de operaciones para hacerlas costeables; y un cambio radical de la misión y la función de producción de la institución; lo que significa cambiar radicalmente quienes son los

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profesores, cómo se comportan, la forma en que están organizados y la manera en que trabajan y son remunerados. El problema de la Educación Superior en México es muy complejo, arrastra las deficiencias crónicas del Sistema Educativo nacional en su conjunto, el bajo nivel académico, tanto de profesores y, por consiguiente, de los estudiantes, las actitudes de simulación por parte de los actores: funcionarios de la Administración central en todos sus niveles, directivos de las instituciones, docentes, investigadores y estudiantes, desde luego con sus honrosas excepciones. Otro gran problema es el enfoque tecnicista y tecnocrático que se centra en las ciencias duras y en la formación tecnológica y el paulatino abandono de las artes, las humanidades, las ciencias sociales e incluso de la filosofía y sobretodo de la ética. En México el problema de la deserción se ha venido agravando en las últimas dos décadas, de acuerdo con ANUIES (2000) el promedio nacional de eficiencia terminal hacia el año 2000, se ubica en el 39% - lo que implica una reducción respecto de una década atrás de 15 puntos porcentuales-. Entre los ciclos 1981-1982 y 1993-1994 la eficiencia terminal promedio de las IES era cercana al 54% Los cálculos por “cohortes reales” pintan un panorama pardo. ANUIES (2000) cita un estudio que señala: “de 100 alumnos que ingresan a la licenciatura, 60 terminan las materias del plan de estudios cinco años después y, de éstos, 20 se reciben. De los que se reciben, sólo el 10% lo hace a edades de 24 o 25 años; los demás lo hacen entre los 27 y los 60 años.” Así, como estimación, podemos decir que alrededor de la mitad de los estudiantes mexicanos logra terminar los cursos requeridos en un periodo de cinco años y que alrededor de un 10% se titula dentro de este lapso. Conclusión Ahora bien, en primer lugar estás políticas académicas se prescriben para las Universidades de los centros capitalistas desarrollados que están en condiciones de seguirlas por su alto desarrollo en la investigación científico/tecnológica y sus vínculos con las grandes empresas transnacionales. El caso de las Universidades Públicas en los países subdesarrollados como México es muy distinto. En primer lugar su desarrollo científico/tecnológico es incipiente y sería utópico pedirles que compitan con las grandes Universidades de los países desarrollados; en segundo lugar no están vinculadas directamente a los procesos productivos de las grandes Transnacionales- aunque ya empiezan a hacer sus pininos, como es el caso de la BUAP en su relación con la recientemente instalada planta Audi en el Estado; en tercer lugar

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la Misión de la Universidad Pública en México debe pensarse en función de las necesidades sociales y educativas particulares de este país. La Educación en general y por tanto la Educación Superior en particular tiene cuatro funciones básicas claramente diferenciadas: la función Educativa que está se refiere a la relación del educando con su ambiente social- cabria aclarar que en esta función la Educación tiene una aspecto conservador y uno progresista; por una lado imparte elementos que sirven para adaptar al estudiante a su medio social, a su cultura particular; por el otro, al mismo tiempo debe desarrollar capacidades de pensamiento reflexivo, creativo y crítico que le permitan cuestionar dicho ambiente para generar progreso, entendido éste como lo define la propia constitución mexicana: el continuo mejoramiento material, cultural y espiritual del pueblo. La segunda función es la instructiva, que consiste en preparar a los estudiantes para el mundo productivo, darles herramientas para el trabajo y está relacionada con la primera en el sentido de dotar a los ciudadanos de una ración de capacidades para el desarrollo de la producción social y al mismo tiempo para el desarrollo personal. En tercer lugar la función desarrolladora que consiste en crear condiciones para que los estudiantes puedan descubrir por si mismos sus potencialidades, sus vocaciones y aptitudes particulares y ofrecerles las herramientas para desarrollarlas y desarrollarse de manera integral y armónica. Y finalmente la función ética que consiste en inculcar a los ciudadanos los principios y valores que derivan de los anteriores, que están en armonía con los conceptos como: Libertad, en todas sus formas, acompañada de su concomitante responsabilidad tanto individual como social. Justicia: procuración del desarrollo de una meritocracia en donde los satisfactores sociales se den en función de los méritos y no de los privilegios generalmente alcanzados por medios espurios. Respeto, en todos los niveles, por uno mismo, por los demás miembros de la sociedad, por la naturaleza, en fin, por la vida misma. Desarrollo de los derechos sociales garantizados en la constitución: a la salud, la educación, la vivienda, la recreación y el desarrollo pleno de las potencialidades humanas y la defensa de los grupos sociales que sufren marginamiento y discriminación, en fin desarrollar la conciencia ética para el bienestar común.

Bibliografía Anguiano, Arturo (1996) Mundialización, regionalización y crisis del Estado Nación, en Argumentos No. 25, UAM Xochimilco Mex. ANUIES (2000). La Educación Superior en el Siglo XXI. Líneas estratégicas de desarrollo. Una propuesta de la ANUIES, México. Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, México.

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Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (2003). Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos Retos para la Educación Terciaria. Washington D.C. Banco Mundial (2008/2009) Informe de Desarrollo Mundial. De la Peña, Sergio. América Latina frente a la Globalización, en Dialéctica, No.27 BUAP, México. Gibbons, Michael (1994). The New Production of Kowledge: Science and Research in contemporary Societies. Londres. Harrison, Laurence y Huntington, Samuel Progress. New York: Basic Books

(2000). Culture Matters: How Values Shape Human

Mandel (1974) El dólar y la crisis del imperialismo, Era, México. Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE 2008). Tecnology, Productivity and Job Creation. Best Practices. Paris. *Dr. en Educación, Universidad de Camaguey Cuba y Profesor investigador de la Facultad de Adminstración Pública- BUAP

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