LA COMUNION DE LA IGLESIA Cuando alguien llega a ser cristiano, tal persona forma parte de la comunión o compañerismo espiritual. Aves de la misma especie forman una parvada (o "Dios los cría y ellos se juntan"), porque tienen algo en común los unos con los otros que los hace parecerse entre sí y eso los distingue similarmente de otros pájaros. Pues así los cristianos tienen esa uniformidad o "compañerismo" por las cosas que tienen en común y por lo que los distingue del mundo que los rodea. Los cristianos saben lo que es cantar, orar, estudiar, trabajar, llorar, alegrarse y tener esperanza juntos. Ciertamente el cristianismo de quienes no desean estar en comunión con los que son el pueblo de Dios tiene que ser cuestionado. Tal actitud realmente es una violación de varios elementos esenciales del cristianismo. En este estudio, deseamos discutir dos cosas: 1) debemos buscar la comunión de los santos; 2) debemos tener sumo cuidado de no asociarnos con una comunión errada, es decir, no amistarnos o frecuentar la compañía del error.

I. Debemos Buscar La Comunión De Los Santos. He aquí varias razones el porqué de esto: A. El Ejemplo De Los Primeros Convertidos. Una de las cuatro cosas aseveradas de los primerísimos convertidos al cristianismo fue su fiel perseverancia en la comunión unos con otros: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. (Hechos 2:42)" Para aquellos de nosotros que nos interesamos en el modelo que la iglesia apostólica nos dejó, las palabras citadas arriba significa mucho. Si siguiéramos ese ejemplo hoy, tenemos que hacer hincapié en la comunión tal cual está en la Biblia. B. El Ejemplo De Saulo De Tarso. Saulo de Tarso fue un claro contraste con muchos que en la actualidad afirman ser cristianos. Eso hasta fue cierto tocante a la pregunta bajo consideración. Él había sido un acérrimo enemigo de la iglesia. ¡Cómo debió haber deseado la iglesia la conversión de Saulo! Aun el moribundo Esteban había orado por él. Pero cuando Saulo se convirtió, fue difícil convencer a muchos en la iglesia que en verdad se había hecho cristiano. Cuando llegó a Jerusalén, tuvo una experiencia que habría apagado el interés de muchos en la iglesia. Hechos 9:26-28 dice: "Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús. Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía." Antes de esto, apenas si había salvado su vida en Damasco. En tal tiempo, ciertamente necesitaba el

consuelo del pueblo de Dios. Pero en lugar de brindarle eso lo rechazaron, aunque con toda buena intención. Pero a pesar de eso, si él hubiera pertenecido a la clase de gente sensible de hoy, nunca le habría quedado el deseo de ser parte de esa comunión en el futuro. Pero al llevarlo Bernabé ante los apóstoles garantizando la conversión de Saulo a Cristo, lo recibieron entre ellos y les fue de bendición y ellos también fueron bendición para él. Entonces Saulo es un ejemplo bíblico de un hombre que buscó la comunión de la iglesia y esta no se la negó. ¡Qué buen ejemplo para todos los que desean hoy la comunión del pueblo de Dios. C. Necesitamos La Comunión De Los Santos. Aprecio mucho el canto cuyas palabras van así: "Necesito las oraciones de aquellos que amo". Esas palabras son tan ciertas y yo necesito la fortalecedora comunión de aquellos amados santos con cuyas vidas se puede asociar la mía en la forma que Dios se lo propuso cuando constituyó la iglesia en comunión. Hay genuino estímulo al vivir para Cristo con las apreciables vidas que nos rodean con las que se pueden asociar las nuestras. Cuando alguien se lanza al mundo para sobrevivir con su familia, él trata de encontrar la solución a sus necesidades rodeado de gente que no conoce a nuestro Señor Jesús y que muestra un espíritu ajeno o extraño al nuestro. Tendríamos que salir de este mundo para estar libres del elemento pecaminoso, según Pablo (1ª a los Corintios 5:9-10). Cuán bueno es reunirse a orar con aquellos cuyos espíritus buscan a Dios como el nuestro. A mi juicio, una razón por la que algunos que dicen ser cristianos no encuentran la comunión de los cristianos es que para ellos el pecado no es tan abominable como debiera ser. Cuando alguien hace evangelismo personal, se hastía mucho de escuchar a la gente expresar sus inexactas ideas en cuanto a religión y sus conceptos liberales en cuanto a la vida cristiana. Con paciencia se les puede enseñar lo que las Escrituras señalan sólo para encontrarse con declaraciones tales como: "Si eso es cierto, entonces son muy pocos los que se van a salvar", desde luego, no queriendo decir que usted esté en lo correcto, sino para indicar que usted está sumamente equivocado aun cuando les haya mostrado lo que la Biblia enseña. De veras qué bueno que después de tales experiencias se tenga que acudir a la asamblea de aquella preciosa fe y escuchar el bendito evangelio que confirma la fe y lo fortalece en la forma que él sabe que está bien. Sí, nosotros necesitamos la comunión del pueblo de Dios, y quien no se aproveche de lo que tiene a la mano, no sólo menosprecia su vida espiritual sino que abiertamente viola el plan de Dios para nuestras vidas, por cuanto él desea que continuemos en la comunión de su pueblo. D. Otros También Necesitan Nuestra comunión. No se forme la idea de que la iglesia esté compuesta de débiles incapaces simplemente porque afirmamos que se necesita la comunión de los demás cristianos y que ellos necesitan de nuestra comunión. Permítame decirle que la iglesia se compone de la gente más fuerte de la tierra, pero no pasemos por alto que tenemos un gran adversario en el diablo y que él trabaja a través de las debilidades de nuestra carne mortal. ¿Por qué decimos que otros necesitan nuestra comunión? Porque la Biblia nos da grandes responsabilidades hacia nuestros hermanos en Cristo. Nos dice que debemos exhortarnos unos a otros para que no nos apartemos de Dios (Hebreos 3:12-13). Nos dice que oremos por todos los santos, es decir, orar unos por otros (Efesios 6:18). Nos dice que nos abstengamos de toda cosa que podría resultar en tropiezo de nuestros hermanos (Romanos 14:21). Nos dice que debemos ayudarnos mutuamente en tiempos de necesidad económica (1ª de Juan 3:17). Nos dice que debemos restaurar a nuestros hermanos cuando fueren sorprendidos en alguna falta (Gálatas 6:1-2). Nos dice que debemos estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24). Estas instrucciones están basadas en el hecho que nuestros hermanos nos necesitan y debemos agradecer a Dios que hay algo que podemos hacer para ayudar a nuestros hermanos en el camino que lleva a la vida. Pero si no estamos en comunión con ellos, no podemos hacer más por ellos de lo que podría hacer un médico que reside en otro continente al presentársenos alguna enfermedad en la que él pudiese ayudarnos a erradicarla. E. El Amor Fraternal Debe Constreñirnos.

Cuando los jóvenes se aman, usted no puede separarlos. Usted no tiene que ordenarles que estén juntos. Su amor los hace buscar la forma de estar juntos. Los que aman su hogar se encontrarán en él lo más que puedan. Este tema del amor fraternal es parte vital de la vida de cada cristiano. Sin él, alguien no es más cristiano que el que no tiene fe en Cristo. Esta es la enseñanza de una gran cantidad de pasajes bíblicos, especialmente de 1ª de Juan. De veras que si amamos a los hermanos estaremos en comunión con ellos. El amor por ellos nos obligará a ver que se haga algo. Por consiguiente, si usted tiene el problema de no desear reunirse regularmente con los hermanos, sepa bien que su amor por ellos no es el que debe ser. Yo creo esto de todo corazón. En cuanto a esto, me gusta el canto que va así: "Bendito sea el lazo que une nuestros corazones en amor cristiano; la comunión de mentes semejantes es como la de arriba. Ante el trono de nuestro Padre derramamos nuestras ardientes oraciones; nuestros temores, nuestras esperanzas; nuestras metas son una, nuestro solaz y nuestro cuidado. Compartimos nuestras mutuas penas, llevamos nuestra mutua carga; y con frecuencia el uno por el otro la condoliente lágrima simpatizante derrama". Y no pasemos por alto la última estrofa que describe a los hermanos despidiéndose al partir hasta volverse a reunir otra vez: "Cuando nos despedimos, nos es doloroso; pero todavía estaremos unidos en el corazón y la esperanza de volvernos a reunir". Sí, el amor mutuo nos constreñirá a perseverar firmemente en la comunión unos con otros. F. Para Un Ministerio Más Efectivo Hacia Los Que No Han Sido Salvos. Cristo pudo habernos dejado libres para ganar almas completamente solos sin la ayuda de nadie. Pero nos dio a los hermanos para trabajar juntos. Pudo habernos dicho que saliéramos a convertir almas, pero sin darnos la comunión donde congregarlos. Eso no se habría llevado a cabo tan fácilmente. Pero así como es el plan de Dios, podemos salir a tratar con la gente y luego traerlos a la asamblea pública donde pueden escuchar la declaración del evangelio. Mientras alguien predica y nosotros estamos sentados al lado de aquellos que trajimos, podemos orar para que sus corazones estén abiertos y sean honestos. De este modo trabajamos juntos para ganar almas para Cristo. Además, Pablo normalmente tuvo ayudantes en el trabajo de la evangelización. A veces fue Bernabé; otras veces Silas; algunas veces fue Timoteo; y otras veces fueron otros. Pero ellos trabajaron juntos por la causa de Cristo. Y estoy seguro que un ministerio más efectivo de la iglesia hacia los inconversos puede llevarse a cabo donde somos fieles en la comunión de la iglesia que el que se pudiera efectuar al quedarse en casa alejados de los cristianos y a la vez tratando de ganar a otros para Cristo. Tal persona hasta puede poner en tela de juicio nuestro derecho de tratar con él, viendo que no estamos siendo fieles a una de las más simples y básicas cosas del cristianismo que es la asamblea de los santos. G. Para Que Dios Sea Glorificado A Través De Una Iglesia Más Grande. Dios quiere que todos los hombres sean salvos (1ª a Timoteo 2:4). Él desea eso para bien de los hombres ya que los ama (Juan 3:16). Pero cuanto más gente se salve del pecado y llegue a formar parte del pueblo de Dios, tanto más se glorifica a Dios. Si todos los hombres fueran cristianos, dejando que sus luces brillen para Dios, ¡cuánto no sería glorificado ante los hombres! (Mateo 5:16). Parte del poder del pecado es su popularidad. La gente hace las cosas que hace porque les parece que todo mundo las está haciendo y ¡cuánta gente odia ser impopular y no llevar el paso de la moda! Al convertirse las almas, Dios es glorificado (Juan 15:8) y cuanto más almas se ganen para Cristo, mejor glorifica eso a Dios. Pero es la "comunión" o unidad de los cristianos lo que muestra al mundo la verdadera fuerza numérica de los que se han comprometido con Cristo. ¡Cuánto gozo da ver a la iglesia ir creciendo constantemente donde se predica el evangelio. El mundo se da cuenta de las cosas. El trabajo de Dios en un lugar así glorifica a Dios. H. Todo El Plan De Dios Está Desarrollado Sobre La Base De La Comunión Unos Con Otros.

Por ejemplo, hay una congregación de santos a la que la Biblia nos manda que seamos fieles en reunirnos (Hebreos 10:25). Esto ciertamente supone o comprende la comunión de la iglesia. Entonces, como se discutió en la lección anterior, Dios constituyó ancianos en la iglesia. Ellos son los superintendentes espirituales a cuya custodia ha entregado Dios a los cristianos en sus respectivas comunidades. Deben apacentar a la grey (1ª de Pedro 5:2). De verdad que ellos sí deben conocer quiénes forman parte de esa grey o jamás sabrán a quiénes alimentar. Esto necesariamente tiene que ver con saber quiénes forman parte de esa comunión unos con otros. Nuevamente, la Biblia menciona a los cristianos como "hermanos" (Romanos 12:1; 1ª a los Corintios 1:10 y muchos pasajes más). Este es un término de relación, vínculo y parentesco que tiene que ver tanto con el afecto como con las responsabilidades. Donde hay hermanos, necesariamente están en comunión unos con otros o algo está mal. En este término, es digno de atención que Pedro mencione la iglesia como los "hermanos" (1ª de Pedro 2:17). Si hay una palabra que sugiera comunión unos con otros es "hermanos". Tal vez no pertenezcamos a ninguna hermandad con sedes aquí en la tierra (como Boston, Salt Lake City, Indianápolis, Guadalajara, Brooklyn, N. Y. o Roma), pero si somos cristianos verdaderos, pertenecemos a esos hermanos cuya sede está en los cielos. Nos hemos acercado a la congregación de los primogénitos cuyos nombres están inscritos en los cielos (Hebreos 12:2223), si es que somos cristianos. Considere entonces el hecho de que Dios estableció la separación, como una medida disciplinaria, en su plan para la iglesia (1ª a los Corintios 5:1-13; 2ª a los Tesalonicenses 3:6-15; Mateo 18:15-18 y otros pasajes). Nadie puede ser expulsado por hacer mal si no existe tal cosa como la comunión o compañerismo en la iglesia. La "separación" quiere decir que se le niega la comunión o compañerismo. Entonces, sin duda, existe una comunión unos con otros de la cual debe ser excomulgado el perverso. Cada persona dentro de esa comunión personalmente debe obligarse a sí misma. Los verdaderos detalles en cuanto a cómo llega a identificarse un individuo con una iglesia local no están declarados en las Escrituras, pero necesariamente sí hay tal acción. De otra manera, no pudo haberse conocido un círculo de individuos del cual pudo expulsarse al perverso mediante una acción disciplinaria de disociación. Algunas personas hoy afirman ser cristianas, pero no se han identificado con la gente con la cual se congregan a adorar públicamente. Tales personas están evadiendo en varias formas el plan de Dios. Quieren que se les admita en la comunión unos con otros, pero no quieren comprometerse a la comunión unos con otros. Una congregación de gente con la cual se pueda adorar también se debe tener comunión unos con otros. Si no se puede tener comunión unos con otros en tal congregación, tampoco se podrá adorar con tales personas. Comportándose de esa manera, mucha gente rehuye a su responsabilidad financiera. Si se portan mal, simplemente pueden decir: "No estamos bajo la responsabilidad de los ancianos de esta congregación", y efectivamente no lo están, porque nunca se han establecido bajo su jurisdicción. Afirman ser cristianos hasta cierto punto, al menos están violando algo en alguna parte y esto no puede ser negado. Sí, estos y otros asuntos en cuanto a la comunión unos con otros muestran que todo el plan de Dios para la iglesia tiene que ver con el asunto de la comunión unos con otros. I. Los Tristes Resultados De La Religión "Vagabunda". Como se indicó arriba, algunas personas han optado por mantenerse "libres" o "sueltos" de la comunión de cualquier congregación. Este día del Señor acuden a un lugar, el siguiente día del Señor asisten a otro, el día del Señor que viene van a un tercer lugar y el día del Señor que sigue definitivamente decidieron no presentarse en ninguna congregación porque estarán acompañando en un cumpleaños de un familiar no creyente. Tales personas parecen ser más fuertes de lo que en verdad son. Todas las congregaciones arriba mencionadas se complacieron de tenerlo en sus cultos religiosos y sintieron que tales personas era gente muy buena que al no ser miembros locales se hayan molestado en trasladarse una distancia considerable para estar en sus reuniones. Pero si fueran tan fuertes como se cree que son, se afirmarían localmente constituyéndose miembros en un determinado lugar que consideren el adecuado. La religión "vagabunda" tal vez tenga mucha variedad, pero fuera de eso, no se puede decir que tenga algo edificante. Es mucho mejor estar al servicio de Cristo en un solo lugar y ponerse a trabajar, tener

responsabilidades locales definidas, ser alguien con quien puedan contar y confiar los hermanos, tener a su cargo alguna clase o estudio bíblico regularmente, ser alimentado o apacentado sistemáticamente por los propios líderes espirituales que velan por nuestras almas, y no andar saltando de un lado a otro como el chapulín. La religión "vagabunda" en realidad no tiene nada loable sino únicamente la vida "errante". La gente necesita la comunión de la iglesia en tanto que la religión "vagabunda" parecería tener compañerismo con muchos cristianos de muchos lugares, la verdad es que tal gente en ninguna parte tiene un verdadero compañerismo. Son piedras que ruedan no crían moho, o estrellas errantes sin rumbo fijo que jamás pasan por la misma órbita. Son aves que vuelan con cualquier bandada. Son árboles que producen muy poco o absolutamente nada de perfección. "Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta... (2ª de Pedro 2:17)".

II. Debemos Tener Cuidado De No Asociarnos Con Una Comunión Equivocada. Lo que señalamos en la sección anterior de este estudio no es en el sentido de sugerir que estemos en comunión con cualquier grupo local que se llame a sí mismo una iglesia. Sino recuerde que si a conciencia no podemos contarnos en la comunión con alguna iglesia local por su impropiedad, tampoco debemos considerarla gente idónea con la cual reunirnos a adorar. Sí tenemos la responsabilidad de investigar a la gente en cualquier lugar donde tal vez decidamos si el Señor quiere que nos reunamos con ellos. Si no hay gente con la que podamos identificarnos a conciencia, entonces nuestra responsabilidad es apartarnos de ellos y trabajar individualmente para Cristo para formar el núcleo una verdadera congregación de cristianos con los cuales podamos estar en comunión unos con otros. ¿Por qué decimos que debemos tener cuidado de no asociarnos con una comunión que esté errada? Porque: A. Las Malas Compañías Nos Corrompen. La versión Reina-Valera Actualizada, 1989 tradujo 1ª a los Corintios 15:33 de la siguiente manera: "No os dejéis engañar: 'Las malas compañías corrompen las buenas costumbres'." Y sabemos que eso es cierto. Las personas con quienes estamos en comunión sí influyen en nosotros o no estamos recibiendo absolutamente nada de nuestra comunión con ellas. Por lo tanto, debemos tener mucho cuidado con quienes nos asociamos en cuanto a comunión. En este término, una de las razones por qué le dijo Pablo a la congregación corintia que separaran al pecador fue porque un poco de levadura andando el tiempo leudaría toda la masa (1ª a los Corintios 5:6). Mucha gente ha dejado de perseverar firmemente en Cristo por la mala clase de comunión. Eso es lo que está mal al tener comunión con el mundo y eso es lo que está mal con tener comunión con una agrupación religiosa que está en error. B. Dios Nos Considera Compañeros (Partícipes) De Los Falsos Maestros A Quienes Apoyamos Financieramente Y Les Ofrecemos Amistad Religiosa. Con todo lo que religiosamente se asocie una persona, tendrá una enseñanza y una predicación. Lo que se enseñe y se predique será o la verdad o la falsedad tocante a la palabra de Dios. A los pecadores se les dirá que hagan o lo que la Biblia dice para ser cristianos o se les dará un camino falso. El modelo de la iglesia expuesto en las Escrituras o será sostenido, defendido y seguido o se hablará en contra de él y violado en la práctica. En tiempos de la iglesia primitiva, Pablo dijo que aún había muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores (Tito 1:10). ¿Habría permitido Pablo que los cristianos de su tiempo fuesen

alimentados semana tras semana por tales maestros? ¿Les habría permitido él sostener o apoyar tales enseñanzas con sus ofrendas? Por supuesto que no. El apóstol Pedro les recordó a sus lectores que allá en los tiempos del Antiguo Testamento hubo falsos profetas entre el pueblo y prosiguió a señalar que también entre los cristianos habría falsos maestros (2ª de Pedro 2:1). ¿Nos habría permitido Pedro que fuéramos con tales maestros falsos? ¿Nos habría permitido que los tratáramos como verdaderos siervos de Dios? Claro que no. Cuando Pablo estaba por salir de Éfeso, les anticipó que llegarían falsos maestros a ese lugar (Hechos 20:29). ¿Qué actitud tomó él en cuanto a ellos? Él pasó mucho tiempo advirtiéndole a la gente en contra de esos falsos maestros (Hechos 20:31). ¿Para qué sirve la advertencia? Para poner mucha atención. ¿Atenderemos las advertencias del inspirado apóstol? Si lo hacemos, entonces es claro que procuraremos estar en guardia y no ser engañados por los falsos maestros y su enseñanza. Pero algunos dicen: "Estamos firmes en la fe. Cuando el predicador saca a relucir algo que sabemos que está mal, no permitimos que nos afecte lo que dice". Pero, ¿verdad que sí ofrenda usted? Su silencio aprueba lo que se predica. Su "amistad religiosa" que le brinda a tales maestros en verdad hace que usted los esté apoyando a ellos, conforme a lo que nos dice la Biblia. 2ª de Juan 10-11 dice: "Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa (como lo haría con un maestro verdadero), ni le digáis: ¡Bienvenido (como lo haría a un maestro verdadero)! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras." Por lo tanto, no se identifique con la gente que no defienda fielmente la verdad de su Cristo. C. Estamos Sujetos A Castigo Divino Por Una Errónea Afiliación Religiosa. En tiempos del Antiguo Testamento, Babilonia se llevó cautivo al pueblo de Dios. Estando separados de su templo, donde se encontraba el altar, donde Dios había puesto su nombre y al cual acudían las tribus para celebrar sus fiestas anuales, no pudieron cumplir con la religión que Dios les había dado porque Babilonia los tenía cautivos. Andando el tiempo, los persas substituyeron a los babilonios en el poder. Ellos fueron cordiales y amigables con el pueblo de Dios y permitieron que todos los que quisieran regresar a Jerusalén que lo hicieran así. Pero muchos ya se habían acostumbrado a vivir en Babilonia y a su forma de vida que no quisieron regresar a Jerusalén. Claro que esto no agradó a Dios. Con esto en mente, ahora vayamos al libro de Apocalipsis donde encontramos algo similar a lo señalado arriba. Cristo fundó su iglesia, pero con el paso del tiempo surgió allí otro sistema y poder religioso que se apoderó de la escena enormemente. Esta falsa religión llamada "Babilonia" en el libro de Apocalipsis, esclavizó a los que se consideraban y los que serían hijos de Dios. Mediante la introducción de prácticas religiosas equivocadas, Babilonia reprimió a los que querían adorar a Dios conforme a su plan verdadero. Cuando aquel hechizo terminó, Dios tuvo que decirle esto a los que serían su pueblo: "...Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas. (Apocalipsis 18:4)" En los tiempos antiguos, si los israelitas se rehusaban a salir de Babilonia, serían considerados parte de Babilonia y como tal serían castigados permanentemente con ella. Al afiliarse la gente hoy a grupos religiosos errados, deben tener parte en la suerte de tal grupo. Esto es lo malo de formar parte de cualquier grupo religioso que ha sido iniciado por algún hombre o grupo de hombres sin importar qué tan sinceros hayan sido tales hombres. Cristo estableció su iglesia en el año 30 d. C., pero el catolicismo romano surgió en fecha posterior, el protestantismo llegó todavía mucho más tarde y los grupos del cultismo son de origen muy reciente. Si leo en la Biblia la condenación de Dios contra la mentira o la borrachera, quiero estar seguro de no ser culpable de tales cosas y si al continuar mi lectura encuentro que él también condena la religión falsa, quiero estar igualmente seguro de no estar relacionado con eso en ninguna forma para que no

tenga nada que ver en la condenación. Estas cosas están tan claras para aquellos que leen y creen todo lo que la Biblia dice. Ambas partes de este estudio son muy importantes: (1) sea fiel en su comunión con aquellos que verdaderamente son los santos de Dios; (2) niéguese a estar en comunión con todo aquello que no agrada a Dios.

PREGUNTAS 1.

Dé cinco razones por qué debemos buscar la comunión de los santos.

2.

¿Por qué sufrió rechazo Saulo cuando buscó el consuelo del pueblo de Dios?

3.

Dé cinco razones por qué otros necesitan nuestra comunión.

4.

¿Por qué debe la iglesia practicar la "separación" como medio de disciplina?

5.

Dé tres pruebas en contra del mucho libertinaje en la comunión con otros.

6.

¿Qué debemos hacer si no encontramos un grupo con el cual podamos identificarnos a conciencia?

7.

Dé algunos ejemplos de gente que fue castigada por tener comunión con aquellos que no eran del pueblo de Dios.

8.

Aprender de memoria 2ª de Juan 10-11.