LA CARTA DE LA LUNA Koroa Batekin

LA CARTA DE LA LUNA Primera Edición 2015 © Helena Vilella Bas. Pseudónimo: Koroa Batekin ©.Autor portada: José A. Belmonte Hernández. (Belmhern) © Ediciones Azorín. http://www.edicionesazorin.com [email protected] C/Dr. Fleming Nº 50, 4ºD 28036 Madrid Teléfono: 34 91 3453817 Fax: 34 91 350 80 54 ISBN: 978-84-942542-2-2 Depósito Legal: M-7515-2015 Reservados todos los derechos. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo, ni en parte, ni registrada en o trasmitida por un sistema de recuperación de información, de ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético o por fotocopia, o cualquier otro sin el permiso previo por escrito de los titulares del copyright.

Hablar de ti...

Describir esas inquietudes que a diario te asaltan, esa personalidad inconformista y rebelde, esa capacidad de amar, esa sensibilidad que, entre otras cosas, te da la oportunidad de dejar volar tu alma y liberar a esa niña que se abre camino dentro de ti, para gritarle al mundo: —¡Soy yo!, —¡Estoy aquí!

Hablar de ti...complicada tarea.

Ahora, que has soltado lastres, que has dejado de luchar, que solo fluyes con tu propio ser. Ahora, que tu sueño se cumple, estoy feliz de estar aquí, y ser un trocito del puzzle de tu vida. Chani García



La poesía de Koroa Batekin...

Su poesía es como ver un cuadro. Hay que pararse, verlo desde una distancia, luego ver los detalles, saborearla y olerla. De la misma manera que se observa una pintura, su poesía debe ser leída en voz alta. Su poesía fluye como el agua, pero así como la misma, al principio puede discurrir un poco turbulenta y oscura, pero al pasar el tiempo y en el fluir constante del líquido, brota ahora cristalina y limpia, y así es su poesía. Los sentimientos y palabras emanan, formando imagines y emociones que tocan el alma y hacen que el lector se identifique al menos con una frase, un sentimiento o una emoción.

Christian Solans



LA CARTA DE LA LUNA «La Poesía nace de:…» Cuatro primeras palabras para empezar, infinitas para continuar una obra cargada de sentimiento, llevado al papel con las palabras que todos quisiéramos poder decir y no sabemos cómo; con una prosa sencilla y cercana nos llegan, desde la esencia de Koroa Batekin donde las hace verso en una, a ratos tierna, a otras, desgarradora carta: La Carta de la Luna. La autora, busca imposibles para hacerlos posible en la aurora, cuando el diálogo entre ambas da lugar a esta bella obra. Poemas que nacen de los anhelos de un alma que habla a la luna, y a la que la luna responde. ¡Dichosa ella! A mí tan sólo me escuchaba. Tras muchos años de escritura callada, casi clandestina, Koroa Batekin nos permite, al fin, leer su correspondencia personal, que con gran inspiración en cada una de sus partes, dice más o menos así: Primera parte: Por amor al arte. Soy la pirueta… La playa… Tu Anhelo… En mis sueños… Me cautivas… En la noche… Algo eterno… Segunda parte: Canto triste al desamor. Loca… Un imposible… Amargo trago… Absurda batalla… Recuerdos… Quedarán… Polvo de la nada. Tercera parte: Resurgir como el ave Fénix. No es tarde aún… Empieza a vivir… ¡Vive, vive, vive!... Vida bella… Inmenso mar. Títulos que aún desnudos, hilándolos ya suenan a poesía, ¿verdad? Esta Carta, pudiera ser la voz de otras muchas voces que se ahogaron contemplando la luna, mas Koroa las grita, las recita y la luna complacida le contesta, ¡dichosa ella! La poesía que nace de La Carta de la Luna creo firmemente que es, de Koroa Batekin para los lectores, Un beso pintado en papel. Inmaculada Escobedo Rico



La carta de la luna Prosa poética de Koroa Batekin

A mis padres

La poesía nace de: Un corazón enamorado, un sentimiento limpio, un recuerdo, un crepúsculo... Koroa Batekin

I. Por amor al arte

Al oculto romance lo ha volado el viento. Guárdame el secreto o vocéalo a la inmensidad. Koroa Batekin

Imposibles Si has divisado una mirada conflictiva al mirar en el mismo centro de mis ojos y sus sonrisas..., ya me conoces a mí. Si has descubierto la irónica súplica en mis gestos, a mi alma de rodillas..., acabas de saber de mí. Si nunca has visto la traición, ¿por qué ahora conocerla? No me compares, es algo que odio. Déjame que me dé a conocer, que puedo darme del todo. Y lo que no halles en mí tendrás que perdonar de algún modo. No soy perfecta, ni quiero. Intento imposibles, mas no juego a ser Dios...

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Seres únicos Somos tú y yo coetáneos seres únicos de la isla. Somos lo que recíprocamente necesitamos... ¡Jolín, quién lo diría! Te consideras ser prosaico. Nada te ata, ¿eh? Si la prosa es tu idioma no me desarraigará de ti. Agarro de lleno el concepto que armoniza mi necesidad, barro la insulsa estrategia pinto encima de la vulgaridad. He canjeado la cadencia por el beso que madura, dejemos el juego del bueno y el malo, seamos culpables sin que nada nos remuerda... al acabar.

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Soy la pirueta Soy la pirueta confusa de tus ideas guardadas, el atrevido insulto o la mueca espontánea. Soy el Sol prefabricado o la Luna dibujada, un balcón que mira al antes, una ola acobardada. Soy todo un diccionario si empiezo a ser palabra, si acabo o concluyo, acabo siendo materia reciclada. Soy ese azul en tu paleta, el do mayor en tu canción, soy casi tantas cosas que lo eterno busco yo. En la década pasada fui sombra de sauce, tal vez; en la venidera donde pase seré sombra oscura de algún ciprés. En el alfa fui montaña recia y fértil por vivir; el omega de mañana me hará musa de un poema cuando poema me pueda sentir.

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La Playa Bajo la lentitud de tus dedos por mi cuello hacia... Risas y congojas mientras burlas a mi guardia. Me siento indefensa una vez. Veo en la alfombra de arena en la playa dibujos plateados que habrán hecho las estrellas y también ella, la Luna, mientras nosotros jugábamos. Agobiante calor de agosto, recuerdo todavía, no se olvida el sabor de tu muñeca, salada, ni tampoco ese perfume que me dejó fuera de juego, segundos. Ahora tacho con cruces los días, espero que llegue el mes que amamos. Dormiremos, supongo, de nuevo en la arena y boca abajo.

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