C i e n c i a & T r a b a j o • A Ñ O 1 3 • N Ú M E R O 4 0 • A B R I L / J U N I O • 2 0 11

Ciencia & Trabajo AÑO 13 • NÚMERO 40 • ABRIL / JUNIO • 2011

FUNDACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA ASOCIACIÓN CHILENA DE SEGURIDAD

ISSN 0718-0306 versión impresa, ISSN 0718-2449 versión en línea, Cienc Trab. 2011 abr-jun; 13 (40)

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¿Realmente desaparece el humo del Tabaco? | A22 Enfermedades Pulmonares No Malignas | 65 Evolución Económica y Social de la Región del Maule | 72 Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre | 82 Atención y Siniestralidad en Conductores Profesionales en Calama | 86 Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno | 92 Análisis de las Enfermedades Profesionales en la (ACHS) | 107 Exposição Ocupacional a Material Biológico | 113 Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre | 116 Uso de los Equipos de Protección en Trabajadores de la Construcción | 119

Editorial | Ciencia & Trabajo

Editorial I+D oportunidad para crecer hoy Es ampliamente compartido, tanto en la literatura disponible como en la experiencia internacional, que las empresas, cualquiera sea su tamaño, pueden lograr grandes saltos de competitividad mediante el uso de la Investigación y Desarrollo (I+D) como elemento clave para la generación de nuevos productos, procesos, servicios o la mejora sustancial de ellos. Esto en muchos casos representa la única posibilidad de sobrevivencia y de insertarse de manera exitosa en mercados globales. Todos hablamos de I+D y su importancia para la competitividad de las empresas y países, pero ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de I+D? La I+D aparece cuando usted se enfrenta a un problema cuya solución no resulta evidente al aplicar conocimientos y técnicas que normalmente se usan. Podemos definir entonces el concepto de investigación como una búsqueda metódica que permita generar nuevos conocimientos en el ámbito científico o tecnológico. Con desarrollo nos referimos a trabajos sistemáticos que aprovechan los conocimientos obtenidos en una investigación, dirigidos, por ejemplo, a la producción de nuevos materiales, productos, puesta en marcha de nuevos procesos o sistemas, la mejora sustancial de los ya existentes, siempre que el desarrollo tenga un grado de novedad y facilite la resolución de una incertidumbre científica o tecnológica. En Chile, las cifras respecto a la inversión en I+D indican que aún tenemos mucho que avanzar si queremos estar a la vanguardia en el desarrollo de nuestros productos, procesos y servicios, ya que sólo un 0,4% del PIB se invierte en I+D, y si descomponemos este esfuerzo a nivel país, el 44% proviene del sector privado y el resto es esfuerzo del Estado, mientras que los países miembros de la OCDE tienen como promedio un 2,3% del PIB con un 65% de aporte privado.

En este sentido, los incentivos tributarios resultan ser una real herramienta para que las empresas se decidan a invertir en I+D. Son cada vez más los países que los utilizan, en 1995 eran 12 países los que tenían este beneficio para sus empresas, en el 2010 ya son 20. En Chile, este incentivo se traduce en un beneficio tributario de 35% del total de la inversión en I+D que realizan las empresas por concepto de contratos de I+D certificados por Corfo y realizados con Centros de investigación inscritos en un registro público disponible en www.corfo.cl/incentivotributario. Con esto, las empresas deciden directamente en qué tipo de I+D van a invertir. El proceso de postulación para la certificación de contratos por parte de Corfo es on-line y se hace efectivo en 30 días y es una herramienta compatible con otros financiamientos públicos. Si bien la tasa de crecimiento respecto de la cantidad de contratos de 2010 en relación a 2009 fue de 144%, el número de empresas que han optado por el beneficio tributario es insuficiente. El Gobierno ha enviado al Congreso un proyecto de Ley que tiene por finalidad complementar y mejorar la actualmente vigente, incorporando la posibilidad de reconocer los gastos en I+D que realizan las empresas con sus propias capacidades a través de proyectos desarrollados internamente. Se ha propuesto incluir los gastos corrientes, de capital y de propiedad intelectual, además aumentar el tope anual de beneficio tributario de UTM 5.000 a UTM 15.000. Estas propuestas tienen por finalidad poner a disposición de las empresas todos los incentivos para que inviertan en I+D de la manera que mejor les parezca. La revolución de la innovación es hoy y la oportunidad de que las empresas se fortalezcan con I+D es ahora.

Alan García Clydesdale Subdirector de Innovación Empresarial InnovaChile de Corfo

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AÑO 13 • NÚMERO 40 • ABRIL / JUNIO • 2011

Ciencia & Trabajo Rodolfo Retamales PhD. Víctor Olivares Leonardo Varela Juan Pablo Ibañez María del Carmen Sosa Ramón Espinoza Laura Mora Corina García Mauricio Millares

CONSEJO EDITORIAL: PhD Arie Shirom Universidad de Tel Aviv, Israel. PhD. Carlos Díaz Universidad de Chile, Chile. Dra. Catterina Ferreccio Departamento de Salud Pública, Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile. PhD. Christina Maslach Universidad de California, Berkeley, USA. PhD. Dana Loomis Escuela de Salud Pública, Universidad de Carolina del Norte, USA. Dr. Eduardo Algranti FUNDACENTRO, Brasil. PhD. Eusebio Rial-González Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, España. PhD. Juan Andrés Pucheu Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile. PhD. Kyle Steenland Escuela de Salud Pública, Universidad de Emory, USA. Dra. Luz Claudio Mount Sinai School of Medicine, USA. PhD. Marisa Salanova Universidad Jaume I de Castellón, España. PhD. Marisol Concha Asociación Chilena de Seguridad, Chile. Ing. Nella Marchetti Universidad de Chile, Chile. Dr. Oscar Nieto Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional, Argentina. PhD. Pablo Livacic Universidad de Santiago de Chile, Chile. PhD. Pedro R. Gil-Monte Universidad de Valencia, España. Dr. Rubén Torres Organización Panamericana de la Salud, OPS / Organización Mundial de la Salud, OMS, Chile. PhD. Sarah Gammage Organización Internacional del Trabajo, OIT. PhD. Shrikant Bangdiwala Escuela de Salud Pública, Universidad Carolina del Norte, USA. PhD. Steven Markowitz Queens College, USA. Ms. Víctor Córdova Asociación Chilena de Seguridad, Chile. Revista Ciencia & Trabajo se encuentra en las siguientes bases de datos: • Dialnet (www.dialnet.com) • EBSCO (www.ebscohost.com) • Latindex (www.latindex.org) • Latindex (catálogo) (www.latindex.org) • LILACS (www.bireme.br) • Ulrich's International Periodicals Directory (www.ulrichsweb.com) • Psicodoc (www.psicodoc.copmadrid.org) • e-revistas (www.erevistas.csic.es) • IMBIOMED (www.imbiomed.com)

Foto portada: Banco de fotos ACHS.

Director: Editor Jefe: Asistente Editorial: Referencias e Indización: Corrector de Texto: Traducción Inglés: Diseño Gráfico: Distribución:

ISSN 0718-0306 versión impresa ISSN 0718-2449 versión en línea

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Índice | Ciencia & Trabajo

Índice

Index

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A17 A19 A20

Editorial Índice En este número

Editorial Index In this Issue

Artículos de Difusión A22 Sección Ehp

Diffusion Articles A22 Ehp’s Section

Artículos Originales 65 Enfermedades Pulmonares No Malignas entre Obreros del

Original Articles 65 Non-malignant Pulmonary Diseases Among Asbestos



¿Realmente Desaparece el Humo del Tabaco? El Humo de Tercera Mano y sus Posibles Riesgos



Cemento-Asbesto en Brasil: Un Estudio de Prevalencia Raile V, Markowitz S

72

Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 Riquelme G, Vásquez C

82

Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V



86



Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile Velásquez C, Escobar J



Does the Smoke Ever Really Clear? Thirdhand Smoke Exposure Raises New Concerns



Cement Workers in Brazil: A Prevalence Study Raile V, Markowitz S

72

Comparative Study of Economic and Social Development of the Maule Region: Production and Employment, Year 2010 Riquelme G, Vásquez C

82

Measurement of the Sleep-Wakefulness Cycle in Workers from Large-Scale Copper Mining Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V

86

Study of Correlation between Attention and Accident Rates in Professional Drivers in the city of Calama, Chile Velásquez C, Escobar J



92

Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Sandoval P

92

102

Perception of Workers in Shift System of Eight and Twelve Hours Sandoval P

Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en Catalunya (España) López F, Carrión M

102

107

Conflicts, Violence and Psychological Harassment in a Group of Nursing Professionals of the University Hospital Centre Located in Catalonia (Spain) López F, Carrión M

Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Descripción de la Situación en el Periodo 1995–2009 García A

107

113

Analysis of Occupational Diseases Reported at Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Description of the Situation during the Period 1995–2009 García A

Conhecimento e Atitudes de Profissionais da Saúde Frente à Exposição Ocupacional a Material Biológico Jefferson R, Saliba C, Ísper A, Carrara A

113

116

Knowledge and Attitudes of Health Workers Facing Occupational Exposure to Biological Material Jefferson R, Saliba C, Ísper A, Carrara A

Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V

116

119

Assesment on the Sleep Quality of People Working in the Large-Scale Copper Mining with Night and Daytime Shifts Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V

Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción Arias W

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Use and Disuse of Personal Protective Equipment by Construction Workers Arias W









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En este Número ARTÍCULO DE DIFUSIÓN ¿Realmente desaparece el humo del Tabaco? El humo de tercera mano y sus posibles riesgos Quizás nunca haya escuchado hablar sobre el humo de tercera mano o THS (por sus siglas en inglés); no obstante, es muy probable que lo haya percibido. Esta investigación indaga sobre los posibles riesgos de esta problemática y sus principales variables de insospechadas consecuencias.

ARTÍCULOS ORIGINALES Enfermedades pulmonares no malignas entre obreros del cemento-asbesto en Brasil: un estudio de prevalencia A pesar del impacto social y económico, las enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto han sido subestimadas. El presente estudio tiene como propósito indagar sobre la prevalencia de las enfermedades pulmonares no malignas en exobreros de una fábrica de fibrocemento y su relación con la latencia, el tiempo trabajado y el nivel de exposición a los agentes tóxicos. Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 En esta investigación se realiza un análisis de la evolución económica y social de la Región del Maule (Chile), luego del terremoto y maremoto sufrido a principios del año 2010, en comparación con las demás regiones del país. En particular, se pretende dar cuenta de las variaciones en la actividad económica y su impacto en el empleo. Conocimientos y actitudes de los trabajadores de la salud frente a la exposición de material biológico El objetivo de este estudio es evaluar los conocimientos y las actitudes de los odontólogos frente a la ocurrencia de accidentes de trabajo con material biológico. Se concluye que existe una falta de conocimiento de estos profesionales, y de las actitudes necesarias para actuar debidamente frente a una posible desgracia en estas materias.

Percepción de trabajadores en sistemas de turno de 8 y 12 horas Esta investigación tuvo como objetivo comparar las percepciones de 2 grupos de trabajadores que enfrentaban el cambio de sistema de turno de 8 a 12 horas en una empresa minera. Se buscó conocer y establecer las variables claves de un sistema de turno desde una perspectiva psicosocial. Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en Catalunya (España) En nuestras sociedades identificar el nivel de conflicto, violencia psicológica y acoso psicológico en el trabajo es de mucha importancia. Este trabajo indaga sobre esta importantes problemáticas en un grupo de profesionales de enfermería de un Centro Hospitalario Universitario en la Comunidad Autónoma de Catalunya (España). Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Descripción de la Situación en el Periodo 1995–2009 Este artículo da a conocer las enfermedades profesionales declaradas, de mayor prevalencia, en la Asociación Chilena de seguridad (ACHS) en el período 1995–2009 y su evolución en el tiempo. Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre El único período de tiempo en que el ser humano recupera la energía del desgaste corporal de las actividades cotidianas es durante el sueño. Este estudio investiga sobre el ciclo sueño-vigilia en un grupo de trabajadores mineros, entregando importante información sobre los ritmos de sueño, lo cual ayuda a diseñar e implementar posibles estrategias para mejorar la calidad de este importante fenómeno en este colectivo profesional. Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche Aproximadamente entre un 20-25% de la población trabaja en turnos de noche, lo que implica que debe dormir en el día. En este trabajo se realizó una comparación entre diversas variables relevantes del polisomnograma en dos grupos de trabajadores mineros, la cual arroja importantes hallazgos.

Estudio de la correlación entre la atención y la siniestralidad en conductores profesionales en la ciudad de Calama, Chile Los siniestros de tránsito representan uno de los mayores problemas de mortandad en Chile. Este trabajo busca conocer si existe una relación entre el proceso cognitivo de atención, bajo la teoría de redes atencionales de Michael Posner, y los siniestros de tránsito.

Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción La presente investigación busca determinar, a través de métodos descriptivos, las causas por las cuales un grupo de trabajadores peruanos de la construcción no utilizan los equipos de protección personal en el trabajo. Los resultados revelan la importancia de la ergonomía en el diseño de Equipos de Protección Personales (EPPs), así como la necesidad de promover hábitos de uso en los trabajadores.

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Environmental Health p e r s p e c t i v e s

ehp | ¿Realmente Desaparece el Humo del Tabaco? El Humo de Tercera Mano y sus Posibles Riesgos

Realmente desaparece el

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Humo del Tabaco El humo de tercera mano y sus posibles riesgos

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uizás nunca haya escuchado hablar sobre el humo de tercera mano o THS (por sus siglas en inglés); no obstante, es muy probable que lo haya percibido. El THS, en palabras del New York Times, es “la mezcla invisible pero tóxica de gases y partículas que se encuentran adheridas al cabello y ropas del fumador, incluyendo cojines y alfombras, el cual permanece por mucho tiempo, incluso después de que el humo de segunda mano [SHS, por sus siglas en inglés] se

ha disipado”1. Las últimas investigaciones que han estudiado los posibles riesgos del THS han tenido una amplia cobertura en los medios de comunicación internacionales2,3,4 y en la prensa científica5,6,7. Por otro lado, en los Estados Unidos, ya se están empezando a procesar casos en los que los demandantes citan estos supuestos peligros,8,9 a pesar de que aún no existen estudios fehacientes que confirmen los efectos que a largo plazo pueda tener el tabaco residual en la salud de las personas.

El humo de tercera mano consiste en contaminantes presentes en el humo de tabaco residual, los que 1) permanecen en las superficies y en el polvo de una habitación después de que se ha fumado en ella, 2) vuelven a ser liberados en fase gaseosa, o 3) reaccionan con los oxidantes y otros compuestos del ambiente para formar contaminantes secundarios. Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | A22/A27

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Artículo de Difusión | ehp

Es por esto que nos preguntamos: ¿Qué tan peligroso puede ser el THS? La respuesta, aún desconocida, depende de varios factores. Breve historia del THS

El THS fue un tema de interés mucho antes de recibir el nombre por el que se le conoce hoy en día. La idea de que las toxinas del humo del cigarro después de que se fumaba podían permanecer en una habitación y en las superficies de los autos durante un tiempo prolongado fue concebida inicialmente en 1953, cuando se dio a conocer que el condensado de humo de cigarrillos con el que se pintaba la piel de ratones era causante de cáncer10. En 1991, se descubrió por primera vez que el polvo doméstico de las casas de fumadores estaba contaminado11. Después, en el año 2004, se cuantificó la nicotina presente en el polvo de hogares de no fumadores y la de hogares donde las madres fumaron en la casa durante los 3 meses anteriores12 . En los hogares que obtuvieron el nivel más alto de exposición al SHS, donde las madres fumaban en áreas también utilizadas por los niños, el nivel de nicotina presente en el polvo era de aproximadamente 64,0 µg/m2 en salas de estar y 15,8 µg/m2 en dormitorios de infantes. Las superficies de salas de estar y de dormitorios infantiles tenían un promedio de capas de nicotina de 73,05 µg/m2 y 56,26 µg/m2, respectivamente. El mismo estudio demostró que el polvo y las superficies de los hogares de fumadores donde se limitaba la exposición de los niños (por ejemplo, fumando fuera de la casa en algunas ocasiones) también estaban contaminados, aunque en un menor grado. Sin embargo, en el polvo o en las superficies de hogares que nunca habían estado expuestos al humo del tabaco, no se detectó la presencia de nicotina12 . Similares fueron los hallazgos obtenidos en un estudio realizado con automóviles en el año 200813. La nicotina fue detectada en cantidades significativamente mayores en el polvo (con una media de 19,51 µg/g) y en los tableros (con una media de 8,61 µg/m2) de 78 vehículos pertenecientes a personas que fumaban dentro de ellos, que en el polvo (con una media de 3,37 µg/g) y en los tableros (con una media de 0,06 µg/m2) de 20 vehículos de no fumadores. Ocho fumadores tuvieron prohibido fumar en sus

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autos por al menos 12 meses; aun así sus vehículos resultaron estar contaminados con nicotina (con una media de 11,61 µg/g en el polvo y 5,09 µg/m2 en el tablero). Los autores señalan, sin embargo, que es probable que los automóviles hayan estado contaminados con humo proveniente del exterior o que la prohibición no haya sido cumplida en un 100%. Un estudio llevado a cabo el año 2010 demostró que el THS también permanece después de que los fumadores se han cambiado de casa; incluso se detectó humo residual en las alfombras y pintura nuevas de casas que, después de estar desocupadas por dos meses, fueron refaccionadas para nuevos moradores14. Mientras tanto, otras líneas de investigación han confirmado que algunos componentes son adsorbidos por las superficies y con el tiempo liberadas de vuelta al ambiente, convirtiéndose así en

una fuente de toxinas de tabaco que permanece en el aire por un largo periodo de tiempo, incluso después de que se ha fumado15,16. Se cree que el concepto de “humo de tercera mano” apareció en la prensa por primera vez en 200617, pero no se hizo ampliamente conocido sino hasta el año 2009, cuando Jonathan Winickoff, profesor asociado de pediatría en la Escuela de Medicina de Harvard, y colaboradores publicaron un estudio en Pediatrics que lo empleaba18. En este trabajo, los investigadores dan cuenta de que un 65,2% de sujetos no fumadores y un 43,3% de fumadores pensaban que el THS podía dañar a los niños y que tales creencias estaban independientemente asociadas a la prohibición de fumar en sus hogares. Los autores también escriben que el énfasis que se ponga en los riesgos potenciales del THS

CUADRO 1:

Exposición estimada NNA absorbidas por el papel filtro = 5 ng/cm–2 Área para la mano del pasajero = 160 cm2 Una mano apoyada firmemente en el tablero puede recoger posiblemente 5 x 160 = 800 ng de NNA, asumiendo que todas las NNA presentes en el tablero se adhieren a la mano. Imagine que la mano limpia una franja de 1 m del tablero. Con una mano promedio de 10 cm, esto equivale a apoyarse 10 veces en superficies similares a la del tablero. Un pasajero podría entonces recoger 10 x 800 = 8.000 ng (o 8 µg) de NNA. Para las NNK, dividir esta cifra por 5 (sólo se encontró 1 ng/cm–2 de NNK en el tablero): 8/5 = 1.6 µg Pensando que el pasajero pesa 80 kg, las posibles dosis recibidas son:

NNA: 8 µg sobre 80 kg de peso corporal = 0,1 µg/kg por 3 días, o 0,033 µg/kg/día NNK: 1,6 µg sobre 80 kg de peso corporal = 0,02 µg/kg por 3 días, o 0,0066 µg/kg/día

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ehp | ¿Realmente Desaparece el Humo del Tabaco? El Humo de Tercera Mano y sus Posibles Riesgos para la salud infantil puede ser de gran importancia al momento de alentar a los padres a no fumar cerca de sus hijos. Un avance en los estudios sobre el humo de tabaco residual surgió cuando Mohamad Sleiman –químico del Indoor Environment Department del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL, por sus siglas en inglés), de la Environmental Energy Technologies Division– y colaboradores informaron que la nicotina adsorbida en superficies reaccionaba con el ácido nitroso –un contaminante de aire procedente del tabaco quemado y de los tubos de escape de los automóviles y del aire aventado de estufas– para formar las nitrosaminas específicas del tabaco (TSNA, por sus siglas en inglés), las que incluyen 1-(N-metilo-Nnitrosamina)-1-(3-pirinidilo)-4-butanal (NNA), 4-(N-nitrosometilamina)-1-(3pirinidilo)-1-butanona (NNK), y N-nitrosonornicotina (NNN)19. Existen pruebas que confirman que las NNA son mutágenas20; las NNK y NNN están catalogadas como carcinógenos humanos21 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y, según el Programa Nacional de Toxicología, es razonable prever que puedan llegar a dañar la salud 22 . Posteriormente, en el año 2010, Sleiman et al. dan a conocer que el ozono, otro contaminante de aire en ambientes cerrados, reaccionaba con otros 50 compuestos del SHS para producir partículas ultrafinas, menores de 100 nm, cuyas composiciones aún no se han determinado23. Se piensa que los efectos de estas partículas varían dependiendo de su composición y características; no obstante, es probable que su pequeño tamaño facilite su absorción y distribución a través del cuerpo hasta aquellos sitios que puedan ser sensibles, tales como la médula, nodos linfáticos, bazo, corazón y el sistema nervioso central24. Sleiman et al. también especularon sobre si estas partículas ultrafinas eran capaces de adherirse a las superficies y posteriormente volver a permanecer en el aire23. En el mismo año, otro equipo investigador entregó el primer estudio preliminar con datos cuantitativos que avalan esta teoría, aunque con concentraciones aéreas 100 veces más bajas que los niveles de SHS25. Hacia finales del año 2010, con el nombre ya establecido de “humo de tercera mano”,

Michael Siegel de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston sugiere que sería aún más importante considerar si la exposición significativa a los componentes tóxicos del THS podría ocurrir como resultado del humo absorbido por las ropas de un fumador. “Esta pregunta es importante ya que determina si efectivamente las personas que sólo fuman fuera de sus casas exponen a sus hijos a un riesgo potencial, a pesar de no hacerlo frente a ellos”, sostiene. los investigadores comenzaron a definir el fenómeno con una descripción de “tres R”: “El humo de tercera mano corresponde a los contaminantes procedentes del humo de tabaco residual que residen largo tiempo en las superficies y en el polvo después de que se ha fumado, son reemitidos en fase gas o reaccionan con oxidantes y otros compuestos del medioambiente para formar contaminantes secundarios”, sostiene Sleiman. Cálculos para el nivel de exposición

Aunque la preocupación por el posible peligro que presenta el THS ha ido en aumento, aún no se han realizado más estudios formales que sustenten estos riesgos. Los trabajos publicados por Sleiman et al.19,23 se centraron más bien en la química que en las repercusiones que el THS pudiera tener en la salud. No obstante, los resultados presentados en su estudio de la interacción del ácido nitroso con las TSNA19 posibilitaron la realización de cálculos aproximados, lo cual ahora nos proporciona un punto de partida para el debate sobre los posibles peligros del THS. En su trabajo, Sleiman y sus colaboradores llevaron su estudio al interior de una antigua camioneta cuyo dueño fumaba regularmente más de 10 cigarros diarios en su interior. Ubicaron un parche con papel filtro en el tablero y después de tres días en los cuales el dueño continuó fumando como de costumbre, quitaron el papel filtro y realizaron también un raspado de la puerta de la guantera que era de acero inoxidable. Los análisis tanto del papel filtro como del raspado demostraron que los niveles de ácido nitroso en el ambiente eran capaces de producir TSNA por su reacción con la nicotina. A pesar de que en el experimento no se detectaron NNN, el papel filtro arrojó valores de aproximada-

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mente 1 ng/cm–2 para las NNK y de 5 ng/ cm–2 para las NNA. La muestra extraída de la puerta de la guantera obtuvo cerca de 0,2 ng/cm–2 para las NNK y 1,0 ng/cm–2 para las NNA. Considerando los resultados del papel filtro obtenidos de la camioneta y tomando en cuenta las diferentes suposiciones, sale a la luz un cálculo para el riesgo potencial (véase Cuadro 1). En este momento, estimar el riesgo de cáncer de una exposición como esa sólo sería especular, puesto que no se cuenta con ningún factor potencial de cáncer (CPF, sus siglas en inglés) para las NNA19 y el CPF para las NNK hace referencia a una combinación de enfermedades cancerígenas del pulmón, páncreas, hígado y nariz, como resultado de la exposición oral, suponiendo una esperanza de vida de 70 años26. Sleiman y sus colaboradores advierten, además, sobre las importantes limitaciones que presenta el sistema de cálculo del Cuadro 1, las que consisten en la suposición de que el 100% de las NNK y NNA que se encuentran en la superficie de la mano es absorbido o ingerido por el cuerpo. Pero a pesar de que estos valores evidentemente pueden ser más bajos, Sleiman sostiene que al menos los datos de entrada parecen ser razonables. Señala: “La cantidad de TSNA detectadas en el papel sólo corresponde a aquellas recogidas después de tres días en los que una persona fumó diez cigarrillos diarios. Entonces, ¿Cuánto más se puede acumular después de meses de fumar, quizás por más de una persona que fuma más de diez cigarros al día? “Los diferentes materiales absorben diferentes cantidades de nicotina [por lo tanto, producen diferentes cantidades de TSNA],” añade Hugo Destaillats, coautor del estudio y también miembro del LBNL. “Sólo examinamos el papel y el acero inoxidable;

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Georg Matt de la Universidad de San Diego explica que aunque no existan pruebas concluyentes de los reales efectos que el THS pueda tener a largo plazo en la salud, muchas personas no fumadoras –incluyendo aquellos que han dejado el hábito– ya tienen conciencia de lo que implica este fenómeno. “El impacto más importante que han tenido los esfuerzos para prevenir la exposición al humo de tercera mano podría ser… la reducción de los riesgos para la salud procedentes del hábito de fumar y de la exposición al humo de segunda mano”, explica.

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contaminadas, tocan y muerden objetos contaminados, y se sabe que consumen hasta un cuarto de gramo de polvo al día, el doble que los adultos”, sostiene. “Podrían por lo tanto estar expuestos a dosis mucho más elevadas de sustancias tóxicas procedentes del humo de tercera mano que los niños mayores y adultos”. Gundel sugiere que el personal de limpieza que trabaja en hoteles donde se permite fumar también podría estar expuesto a altos niveles de concentración, por ejemplo, al manipular ropa de cama contaminada por THS. ¿Exageraciones?

Claramente, es posible que no todos los datos para el peor de los casos que se emplean en el Cuadro 1 puedan aplicarse. Michael Siegel, profesor del departamento Community Health Sciences de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, sostiene que no existen evidencias que validen la teoría de que el 100% de las NNK que se encuentran en la superficie de la mano pueden ser absorbidas o ingeridas por el cuerpo. Además sostiene que “la fuente más probable para una exposición –o ingestión– humana significativa sólo puede ser preocupante para los niños pequeños, y el período de tiempo durante el cual ocurre una ingestión de químicos en alto nivel sólo dura alrededor de un año” (aunque Gundel señala que ciertamente la mujer de un fumador también puede estar expuesta por 50 años durante una vida de matrimonio). Una consideración más importante, sugiere Siegel, es si la posible amenaza representada por el THS aumenta significativamente los peligros del hábito de fumar y de la exposición al SHS. Los fumadores que están expuestos al THS contenido en las superficies después de que se ha fumado ya habrían estado expuestos a cantidades mucho mayores de los mismos químicos

durante el acto de fumar, explica. De la misma manera, los no fumadores que están expuestos al SHS –y también los hijos de fumadores– también habrían ingerido cantidades mucho más elevadas de NNK y otras sustancias tóxicas a través de la inhalación de SHS que con la inhalación de THS. “Esto haría que cualquier otra exposición mínima a las NNK deje de ser importante”, señala Siegel. Siegel piensa que un tema que puede ser interesante es si la exposición significativa a los componentes tóxicos del THS podría ocurrir como resultado del humo absorbido por la ropa de un fumador. “Esta pregunta es importante ya que determina si efectivamente las personas que sólo fuman fuera de sus casas exponen a sus hijos a un riesgo potencial a pesar de no hacerlo frente a ellos”, sostiene. “Lo que se necesita es realizar más estudios para determinar el nivel de exposición carcinogénica de los infantes cuyos padres sólo fuman fuera de casa”. Encontrar sujetos para este tipo de investigación no será tan difícil. Los datos proporcionados por el estudio NHANES (National Health and Nutrition Examination Survey) correspondiente a los años 2007 y 2008, indican que más de la mitad de los niños estadounidenses de entre 3 y 19 años –aproximadamente 32 millones de niños– están expuestos al SHS32 . A nivel mundial, se estima que un 40% de niños, un 35% de mujeres no fumadoras y un 33% de hombres no fumadores están regularmente expuestos al SHS33. A través del humo

Refiriéndose al trabajo publicado por Sleiman et al.19, Catherine Armstrong, portavoz del conglomerado British American Tobacco (BAT), sostiene: “Este estudio no incluyó todos los efectos del THS en la salud. Como los mismos autores indican, es

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por ende, los otros materiales que se encuentran en vehículos y casas absorben otras cantidades”. Por ejemplo, materiales como la lana, el algodón, la seda, el lino, el acetato y el poliéster absorben compuestos presentes en el SHS27,28, y se tienen antecedentes de que la nicotina es adsorbida por alfombras y tabiques, en cantidades que van en órdenes de magnitud de 2-3, mayores que la cantidad que habría sido adsorbida por la puerta de la guantera de la camioneta analizada 29. Además, aunque los niveles de ácido nitroso por lo general alcanzan los 5-15 ppb por volumen en ambientes cerrados y 30 ppb por volumen en vehículos, concentraciones elevadas como aquellas de 100 ppb por volumen fueron medidas en ambientes cerrados30. Por otra parte, el ácido nitroso se fotodescompone durante el día, por lo que las concentraciones pueden ser elevadas especialmente por la noche en ciudades contaminadas, señala Lara Gundel, coautora del estudio e investigadora del LBNL. Es así como la producción de TSNA podría aumentar con concentraciones más altas de ácido nitroso. Gundel agrega que el SHS contiene muchos más componentes tóxicos y carcinogénicos, tales como benzo[a]pyrene, 1,3-butadiene, benzene, formaldehyde, cadmium, arsenic, y el plomo, los que no fueron incluidos por los investigadores en sus estudios. “Junto a las NNK y otras TSNA, estos componentes podrían aumentar los riesgos del humo de tabaco residual”, indica Gundel. Además, señala, que el CPF dérmico para al menos un compuesto del SHS, el benzo[a]pireno, por ejemplo, es en realidad 15 veces más alto que su homólogo oral31. Winickoff muestra preocupación por los niños pequeños que podrían estar particularmente expuestos y ser más susceptibles a las sustancias tóxicas presentes en el THS. “Los infantes gatean sobre superficies

ehp | ¿Realmente Desaparece el Humo del Tabaco? El Humo de Tercera Mano y sus Posibles Riesgos necesario realizar más estudios antes de sacar conclusiones sobre los posibles peligros que el THS pueda significar para la salud”. Estas investigaciones están a punto de comenzar; por ejemplo, el California Tobacco-Related Disease Research Program, fundado por el California tobacco tax, asignó recientemente USD$3,75 millones al estudio del THS y los desechos de cigarrillos34. Georg Matt, profesor de psicología de la Universidad de San Diego, explica que aunque no existan pruebas concluyentes de los reales efectos que a largo plazo pueda tener el THS en la salud, muchas personas no fumadoras –incluyendo aquellas que han dejado el hábito– ya tienen conciencia de lo que implica este fenómeno. “Buscamos hoteles que cuenten con habitaciones para no fumadores, departamentos para no fumadores y cuando compramos un auto-

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móvil usado preferimos aquellos de personas no fumadores. Los hoteles y las compañías que se dedican al arriendo de vehículos saben que la limpieza de autos y habitaciones pertenecientes a fumadores es muy costosa, y los agentes inmobiliarios saben que el humo de tabaco afecta los valores de las propiedades”. A pesar de que se pueda o no demostrar de manera concluyente que el THS puede causar enfermedades, las actitudes, conductas, normas, expectativas, comportamiento de compra y el valor económico de los bienes raíces y propiedades personales están en proceso de cambio, indica Matt. Además, estos son factores de gran poder que podrían reducir el uso del tabaco y aminorar los riesgos para la salud asociados al hábito de fumar y a la exposición al SHS y THS.

“El impacto más importante que han tenido los esfuerzos para prevenir la exposición al humo de tercera mano”, señala Matt, “podría ser… la reducción de los riesgos para la salud procedentes del hábito de fumar y de la exposición al humo de segunda mano”. Por lo menos, ya no se discute si estas formas de exposición al humo del tabaco son peligrosas.

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Adrian Burton

es un biólogo residente en España y que escribe periódicamente para The Lancet Oncology, The Lancet Neurology, y Frontiers in Ecology and the Environment.

Artículo Original en Environmental Health Perspectives • volumen 119 | número 2 | Febrero 2011, p. A70–A75.

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Artículo Original

Enfermedades Pulmonares Enfermedades del Sueño No Malignas entre Obreros del Sleep Disorders and Its on Work Un Estudio de Prevalencia Cemento-AsbestoImpact en Brasil:

Non-malignant pulmonary diseases among asbestos cement workers in Brazil: a Dra. Mónica González Silva prevalence study Unidad de Trastornos del Sueño. Clínica Alemana de Santiago. Vilton Raile1, Steven B. Markowitz2 1. Médico, Maestría. CEREST; Regional Osasco, Departamento de Salud Pública, Osasco, Brasil. Miembro del Mount Sinai School of Medicine, Nueva York, EE.UU. 2. Médico. Center for the Biology of Natural Systems, Queens College, Nueva York, EE.UU.

RESUMEN

A pesar del impacto social y económico, las enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto han sido subestimadas. Las alteraciones radiológicas y la disminución de la capacidad pulmonar suceden tardíamente, años después de abandonar el trabajo. Es fundamental aclarar la alta prevalencia de las enfermedades que conlleva las lesiones físicas y sociales. Realizamos un estudio de prevalencia en 145 personas seleccionadas al azar de una población de 2.124 exobreros que habían trabajado en una fábrica de fibrocemento entre 1983 y 1993. El criterio de elegibilidad de la muestra fue la latencia en el transcurso de 20 años entre la primera exposición y la recopilación de datos. Se realizaron cuestionarios sobre ocupación y respiración, examen físico, prueba de función pulmonar y radiografía. La prevalencia de las enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto fue del 39,3% considerando las alteraciones radiológicas. Ha habido una asociación importante entre el tiempo trabajado y las placas pleurales (p < 0,001), asbestosis (p = 0,05) y las enfermedades pulmonares no malignas (p < 0,001). Existe una relación importante entre la dosis de exposición con las placas pleurales (p = 0,0001) y la asbestosis (p = 0,0005). La latencia fue un factor sumamente importante para la asbestosis (p = 0,037-OR 21,1) y las enfermedades pulmonares no malignas (p < 0,001-OR 2,1). Como conclusión, ha habido una alta prevalencia de enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto entre exobreros de fibrocemento. Según los resultados, se destacan un aumento relacionado con la latencia, la exposición de la dosis y el tiempo trabajado.

ABSTRACT

In spite of the social and economic impact, non-malignant pulmonary diseases related to asbestos have been undervalued. Radiological alterations and decrease of pulmonary capacity happen belatedly after years that leave the job. It is fundamental to clarify the high prevalence that carry for physical and social prejudices. We performed a prevalence survey in 145 people randomly selected from a population of 2.125 former workers that had been worked in a fiber cement factory between 1983 and 1993. The eligible criteria of sample were latency over 20 years between first exposure and data collection. Occupational and breathing questionnaire, physical exam, pulmonary function and X-ray were performed. The prevalence of non-malignant pulmonary diseases related to asbestos was 39,3% considering radiological alterations. There has been a significant association between time work and Pleural Plaques (p < 0,001), Asbestosis (p = 0,05) and nonmalignant pulmonary diseases (p < 0,001). An important relationship between exposure dose with Pleural Plaques (p = 0,0001) and Asbestosis (p = 0,0005). Latency was a highly significant to Asbestosis (p = 0,037OR 21.1) and non-malignant pulmonary diseases (p < 0,001-OR 2.1). Concluding, there has been a high prevalence of non-malignant pulmonary diseases related to asbestos among fiber cement former workers and results highlight an increase related to latency, dose exposure and time work. Key words: lung diseases, Asbestos, epidemiology, prevalence, latency period, cross-sectional studies.

(Raile V, Markowitz S, 2011. Enfermedades Pulmonares No Malignas entre Obreros del Cemento-Asbesto en Brasil: Un Estudio de Prevalencia. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 65-71). Palabras claves: enfermedades pulmonares, asbestos, epidemiología, prevalencia, período de latencia, estudios transversales.

INTRODUCCIÓN Correspondencia / Correspondence: Vilton Raile CEREST – División de Salud Ocupacional, Departamento de Salud Pública de Osasco Rua Horacio Lafer, 410, Osasco, São Paulo, Brasil CEP: 06112-010 Tel.: (55-11) 3685-1027 e-mail: [email protected] Recibido: 15 de enero de 2011 / Aceptado: 01 de abril de 2011

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Según los datos epidemiológicos en la bibliografía médica, se ha demostrado una alta prevalencia de enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto y su impacto en la salud. Al analizar varias actividades de los obreros expuestos al asbesto, se demostró la relación importante entre tiempo de latencia, dosis de la exposición y tiempo de exposición, por ejemplo en bomberos1 empleados de mantenimiento2 y custodios3. Por lo tanto, la prevalencia de enfermedad pulmonar no maligna en obreros del 65

Artículo Original | Raile V, Markowitz S cemento y asbesto es similar a la registrada en otras actividades, y la neumoconiosis es alta en casos de exposición prolongada4. Hasta 1920, los asbestos usados en Brasil eran casi todos importados de Europa, EE.UU. y Canadá. En 1940, debido a la expansión del parque industrial y a la necesidad de contar con más cantidad de materia prima, este mineral comenzó a ser explotado en pequeña escala con una producción promedio de 3.000 ton/año. En la actualidad, a pesar de la tendencia mundial a prohibir los asbestos, Brasil es uno de los cuatro productores más grandes en el mundo y alcanza la cantidad de 200.000 ton/año. El consumo interno se concentra en un 93% para productos de cemento-asbesto, en un 6% para material de fricción (pedal del embrague, pastillas de freno, juntas mecánicas) y en un 1% para otros usos. Los primeros casos de enfermedades pulmonares no malignas relacionados con asbestos en Brasil se informaron en 1956 en una unidad de minería y procesamiento de asbesto.5 A partir de la década de los setenta, investigadores como Diogo Pupo Nogueira6, Santos7, Lyra8, Costa9 y Algranti10 alertaron a la comunidad médica sobre los riesgos de la exposición al asbesto y también sobre la falta de diagnóstico, principalmente para las enfermedades no malignas, debido a la ignorancia de los riesgos de la exposición y a la incapacidad en el diagnóstico de las enfermedades ocupacionales. Entre 1943 y 1993, la ciudad de Osasco fue la sede de una gran industria que producía material de cemento-asbesto. Durante este período, aproximadamente 10.000 obreros con actividad directa en esta industria estuvieron expuestos, y la mayoría de ellos residía en el área próxima a Osasco. Si bien el Servicio de Salud Pública asistió a estos obreros, no hubo registros de diagnóstico de enfermedad pulmonar no maligna relacionada con el asbesto. A mediados de la década de los noventa, después de la evaluación de una parte de los exobreros de esta empresa en Fundacentro, San Pablo, se diagnosticaron varios casos de enfermedades pulmonares no malignas. En vista de los datos epidemiológicos obtenidos por Fundacentro, el Servicio de Salud Pública Ocupacional de la ciudad de Osasco, en colaboración con la Mount Sinai School of Medicine, inició este estudio epidemiológico. El objetivo de este estudio es presentar la prevalencia de las enfermedades pulmonares no malignas en exobreros de una fábrica de fibrocemento y su relación con la latencia, el tiempo trabajado y el nivel de exposición. De este modo, se busca alertar sobre la posibilidad de que exista un mayor número de casos que no se han identificado porque no está ampliamente divulgado el riesgo de la exposición a asbesto en los servicios médicos. De este modo, procuramos que el Servicio de Salud Pública incentive, intensifique y perfeccione los métodos de diagnóstico de enfermedades relacionadas con la exposición a asbestos asignando el valor correspondiente a la anamnesis ocupacional.

METODOLOGÍA Tipo de estudio

Realizamos un estudio transversal de exobreros de un establecimiento de fabricación de fibrocemento, concentrándonos en las enfermedades pulmonares no malignas con la exposición al asbesto.

Población del estudio

Un total de 2.125 personas que alguna vez trabajaron en una fábrica de fibrocemento de asbesto en Osasco, Brasil (estado de San

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Pablo), entre el 1º de enero de 1983 y el 1º de mayo de 1993, cuando dejó de operar la planta. El Ministerio de Trabajo de la municipalidad de Osasco solicitó los nombres, las direcciones y las fechas de empleo a la empresa que operaba el establecimiento. El subgrupo de 482 exobreros fue seleccionado con el criterio de latencia en el transcurso de 20 años entre la primera exposición y la recopilación de datos. Se seleccionó una muestra de exobreros (n = 163) considerando una frecuencia esperada de 29,7% y un valor del peor aceptable de 24% (CI 95%). De esta muestra, 145 (89%) exobreros seleccionados al azar aceptaron participar y fueron examinados entre 2000 y 2003 en la clínica de medicina ocupacional en Fundacentro (Ministerio de Trabajo de San Pablo) o en el Departamento de Medicina Ocupacional de Osasco. De los 18 (10,5%) exobreros invitados que no participaron en el estudio, 6 (3,6%) no pudieron ser localizados, 7 (4,3%) ya habían fallecido y 5 (3,1%) se negaron a participar.

Niveles de exposición

Productos con base de fibrocemento fabricados industrialmente, por ejemplo: tanques de agua, tejas, canaletas y tuberías. El procesamiento industrial consistió en: surtido de materia prima, mezcla de componentes, moldeado, secado y almacenamiento. Los equipos de la empresa realizaron el mantenimiento del equipo. Las actividades productivas se desarrollaron en los depósitos sin aislamiento de sectores o simplemente al aire libre. Como las medidas de concentración de las fibras en el área de trabajo no estaban disponibles para este estudio y con el fin de investigar la relación entre la concentración de fibras en el aire y el riesgo de enfermedades, se ha creado una variable llamada índice de exposición acumulativa (IEA) a través de una escala lineal basada en la información provista por los exobreros y según el estudio del proceso productivo. Esta escala es directamente proporcional a la concentración de fibras en el área de trabajo. La IEA se obtuvo del producto entre una escala lineal (nivel) y la cantidad de años de trabajo, según los siguientes criterios: Nivel 1 – Actividades en los sectores de almacenamiento, expedi ción y administración Nivel 2 – Actividades en el sector de mantenimiento y carpintería Nivel 3 – Actividades en la línea de producción Por lo tanto, más allá de la latencia variable y del tiempo trabajado como factor de riesgo relacionado con las alteraciones en la función pulmonar y las enfermedades no malignas, se ha creado la variable IEA que corresponderá con el nivel de fibras concentradas en el aire.

Cuestionario

La recopilación de síntomas respiratorios, antecedentes pulmonares y personales y datos de antecedentes laborales se realizó a través de un cuestionario adaptado por el investigador, según los Patrones del Consejo de Investigación Médica, y según las pautas usadas por el “Programa de detección de asbesto” del Selikoff Center –Mount Sinai School of Medicine y de Fundacentro– División Médica. Se ha evaluado: • Bronquitis crónica, definida como tos con flema (esputo) en la mañana durante 90 o más días al año, por lo menos durante 2 años consecutivos. • La disnea se ha considerado presente cuando la respuesta fue positiva a la pregunta “respira con dificultad para caminar con las personas de la misma edad sobre terreno plano en una caminata habitual”.

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Artículo Original | Enfermedades Pulmonares No Malignas entre Obreros del Cemento-Asbesto en Brasil: Un Estudio de Prevalencia • La sibilancia se consideró presente cuando la respuesta fue positiva a la pregunta “episodio de sibilancia torácica seguido de falta de aire”. • Los antecedentes de enfermedad pulmonar incluyen: asma, traumatismo torácico, tuberculosis y derrame pleural. • Tabaquismo: cálculo de paquetes por año.

Espirometría

La prueba de función pulmonar se realizó usando un respirómetro del tipo que viene sellado abajo (Pulmonaire-Jones), calibrado con 3 litros antes de iniciar las pruebas. Estas se realizaron con un mínimo de 3 curvas aceptables, considerando que, por lo menos, 2 son reproducibles y que se han elegido los mejores valores, independientemente de la curva donde se originaron. Datos del Flujo Espiratorio Forzado en el primer segundo (FEV1), de la Capacidad Vital Forzada (FVC), del Flujo Espiratorio Forzado Promedio (FEF25-75) y del cociente (FEV1/FVC), de acuerdo con la Pauta de Neumonología11. Los valores de predicción para FEV1, FVC, FEF25-75 y FEV1/FVC se obtuvieron mediante las ecuaciones de regresión usadas en Brasil12. Se consideraron anormales los resultados obtenidos por debajo del límite inferior de la función pulmonar definida en las pautas de la Sociedad Brasileña de Neumonología.

Radiografía

La radiografía torácica posteroanterior (PA) se realizó en todos los pacientes con las técnicas según la norma de la OIT13. Las lecturas de radiografías fueron realizadas mediante 3 lectores independientes (2 lectores B y un tercer lector experimentado). La puntuación de lectura fue la mediana de las 3 lecturas para detectar profusión, engrosamiento pleural, calcificación pleural y otros efectos de símbolos. Se consideró una alteración parénquima a todas las lecturas con media de profusión igual o superior a 1/0. Para este estudio, se consideraron asbestosis las alteraciones de parénquima con lectura ≥ 1/0. Las placas pleurales incluyen todas las placas parietales y/o diafragmáticas, independientemente de cuál sea la lectura de profusión. Las enfermedades pulmonares no malignas (EPNM) incluyen: placas parietales, placas diafragmáticas, engrosamiento pleural y alteraciones de parénquima.

Análisis estadístico

El banco de datos se procesó usando el programa EPI-DATA14. Todos los datos se verificaron después de la transferencia del banco de datos al programa Excel. Los cálculos estadísticos se procesaron mediante los programas SPSS15 y SAS16. Se realizó un análisis descriptivo y un estudio de frecuencia con todas las variables. A fin de comparar los promedios cuantitativos entre 2 grupos, se realizó la prueba T’Student, teniendo en cuenta la equivalencia o no de la variable, a través de la prueba F’Snedecor. A fin de comparar más de 2 promedios cuantitativos, se realizó el análisis de varianza (ANOVA) y se identificaron las diferencias de promedio a través de la prueba de Scheffes o de Turkey. A fin de evaluar la asociación entre las variables cualitativas, se realizó la prueba de la Chi-cuadrado y la prueba de Fisher. Para determinar la asociación entre más de 2 variables independientes, se realizó la prueba de tendencia lineal de Cochran-Armitage. Para determinar los criterios de importancia estadística, se consideraron los resultados con ≤ 0,05. Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 65/71

RESULTADOS En la Tabla 1 se muestran los datos demográficos sobre edad, sexo, tiempo de exposición, latencia, índice de exposición acumulativa (IEA) y tabaquismo de la muestra. Los 145 participantes eran hombres y tenían una edad media de 58,4 años. Un tercio de ellos nunca fumó. Tabla 1. Índice demográfico y de exposición de 145 exobreros del cementoasbesto, Brasil. Edad Media SD Margen Sexo Hombre Tiempo de exposición (años) Media SD Margen Latencia (años) Media SD Margen Índice de exposición acumulativa Media SD Margen Tabaquismo Nunca fumaron Fumadores actuales Exfumadores

58,4 8,6 39 – 88,6 100% 18,2 6,6 10 – 38,5 31,5 7,1 21,4 – 56,6 45,7 21,4 11,1 – 100,5 48 (33%) 45 (31%) 52 (36%)

Hallazgos radiológicos

En la Tabla 2 se presenta la frecuencia de las opacidades del parénquima por profusión y/o placas pleurales entre los 145 participantes del estudio. Entre los sujetos evaluados, 12 (8,3%) exobreros tenían alteraciones del parénquima de 1/0 o 1/1 mediante la lectura ILO. Se encontraron placas pleurales en 52 sujetos (35,9%) de la muestra. Considerando la EPNM (enfermedad pulmonar no maligna), se encontraron 57 (39,3%) exobreros con signo importante de exposición al asbesto. Tabla 2. Distribución de la evidencia radiográfica de la enfermedad pulmonar no maligna (EPNM) entre exobreros del cemento-asbesto. Osasco, Brasil. Profusión de las opacidades Parenquimales Placas pleurales Parénquimas Opacidades y/o placas pleurales

Categoría 0/0 0/1 1/0 1/1 Ausentes Presentes Ausentes Presentes

Cantidad de casos 110 23 10 2 93 52 88 57

(%) (75,9) (15,9) (6,8) (1,4) (64,1) (35,9) (60,7) (39,3)

En la Tabla 3 se muestra la prevalencia de la EPNM según los factores tiempo y exposición. El tiempo de exposición, correspondiente al tiempo de trabajo en la fábrica de cemento-asbesto, tuvo un impacto y una influencia marcados en la EPNM. La prevalencia de la EPNM para los exobreros con menos de 20 años de empleo 67

Artículo Original | Raile V, Markowitz S Tabla 3. Distribución de alteraciones radiológicas por: Tiempo de exposición, latencia, índice de exposición acumulativa y primera década de exposición en 145 exobreros de una fábrica de cemento. Osasco, Brasil. Parenquimal N=12 Tiempo de exposición < 20 años (n = 91) 4 (4%) ≥ 20 años (n = 54) 8 (15%) Latencia < 30 años (n = 91) 3 (3%) > 30 años (n = 54) 9 (17%) Índice de exposición < 30 (n = 51) 2 (4%) acumulativa 30–70 (n = 69) 4 (6%) > 70 (n = 25) 6 (24%) Década de primera < 1970 (n = 58) 9 (15%) exposición 1970-1980 (n = 79) 3 (4%) > 1980 (n = 8) -------

Placas N=52 18 (20%) 34 (63%) 12 (13%) 40 (74%) 12 (24%) 22 (32%) 18 (72%) 39 (68%) 12 (15%) 1 (12%)

EPNM* N=57 22 (24%) 35 (65%) 16 (18%) 41 (76%) 13 (25%) 26 (38%) 18 (72%) 40 (69%) 16 (20%) 1 (12%)

* EPNM = placas pleurales y/o asbestosis y/o engrosamiento pleural.

fue del 24% y aumentó al 65% entre obreros con > 20 años de empleo. Esta diferencia fue estadísticamente significativa para la EPNM (p < 0,001), para las placas pleurales (p < 0,001) y fue límite línea de borde para la enfermedad parenquimal (p = 0,06). La latencia se destaca como un factor importante en el desarrollo de enfermedades y de diagnósticos de EPNM. La prevalencia de la EPNM en personas con latencia por debajo de 30 años fue del 18%, mientras que la latencia por encima de los 30 años alcanza el 76% de los exobreros. Los resultados fueron estadísticamente significativos para la EPNM (p < 0,001), para las placas pleurales (p < 0,0001) y para los trastornos parenquimales (p < 0,03). Mediante los análisis de regresión, las alteraciones parenquimales aumentaron linealmente con la latencia (OR = 21,11, IC del 95% = 1,001,23). El índice de exposición acumulativa muestra un aumento escalonado de la EPNM con mayor exposición a asbesto en la fábrica. El incremento es más pronunciado en el grupo de exobreros con una puntuación > 70 de IEA. Esta tendencia fue estadísticamente significativa para asbestosis (p = 0,008, prueba de tendencia lineal) placas pleurales (p = 0,0001) y EPNM (p = 0,0005). Al verificar la prevalencia de enfermedades pulmonares relacionadas con el asbesto, considerando la fecha de la primera exposición, se observaron resultados similares a los vistos en los índices relacionados con el tiempo de exposición y la latencia. Los estertores en el examen físico se asociaron con las alteraciones parenquimales (p = 0,00093) y con la EPNM (p = 0,012).

Tabaquismo

La prevalencia del tabaquismo (incluidos los fumadores actuales y exfumadores) fue similar entre los obreros con radiografías de tórax normales (57/88 o 64,8%) y aquellos con evidencia radiográfica de enfermedad pulmonar no maligna (40/57 o 70,2%) (Chi-cuadrado = 0,456, p = 0,50). Esto también se corroboró entre los subgrupos de participantes que sólo tenían placas pleurales u opacidades parenquimales. La intensidad de los antecedentes de tabaquismo también fue similar entre el grupo de exobreros con radiografías torácicas normales y aquellos con EPNM. Media = 14,09 paquetes por año con SD (desviación estándar) = 15,55 para la radiografía torácica normal comparada con la media = 18,69 paquetes por año con SD = 17,86. Tampoco hubo diferencias en la prevalencia del tabaquismo en ninguna variable de exposición, incluidos: el tiempo de exposición 68

(31/91 o 34% de obreros con < 20 años de exposición a asbesto que nunca fumaron comparados con los fumadores y 17/54 o 31,5% de obreros > 20 años que nunca fumaron comparados con los fumadores); la latencia (24/78 o 30,8% de obreros con 20 a 30 años desde el inicio del empleo que nunca fumaron comparados con 24/67 o 35,8% de obreros > 30 años desde el inicio del empleo que nunca fumaron); y el índice de exposición acumulativa (9/31 o 29% de obreros con IEA < 30; 32/89 o 36% de obreros con IEA entre 30 y 70; y 7/25 o 28%, de obreros > 70).

Espirometría

Se obtuvieron resultados espirométricos anormales en exobreros para FEV1 en 17 (11,8%), para FVC en 19 (13,1%), para FEF25-75 en 52 (35,9%) y para FEV1/FVC en 27 (18,6%). En la Tabla 4 se presentan los valores medios predichos en porcentajes de los parámetros de función pulmonar para los participantes, estratificados por hallazgos de radiografías y condición de fumador. Como se prevé, se observan reducciones en FEV1, FEV1/ FVC, y FEF25-75 en fumadores, entre aquellos con radiografías torácicas normales. Estas reducciones también están presentes, aunque atenuadas, entre aquellos con evidencia radiográfica de enfermedad relacionada con el asbesto. También se observaron reducciones en FEV1, FVC, y FEF25-75 —pero no en FEV1/FVC— en los participantes con evidencia radiográfica de enfermedad relacionada con el asbesto, comparados con aquellos con radiografías torácicas normales para fumadores y también para los que nunca fumaron. La disminución en el FEV1 y en el FEF25-75 —pero no en la FVC— entre no fumadores con EPNM fue mayor que aquella registrada entre fumadores con EPNM. En el análisis de datos realizado mediante ANOVA y la prueba de Scheffes se mostró una diferencia significativa para el FEV1 entre no fumadores sin enfermedad y fumadores con placas pleurales (IC del 95% = 0,4-33,1). Para el FEF25-75 encontramos una diferencia significativa de media entre los no fumadores sin enfermedad y dos grupos: fumador con placas pleurales (IC del 95% = 1,2-64,3) y fumador con asbestosis (IC del 95% = 2,5-95,8). Tabla 4. Promedio de valores espirométricos en porcentaje de valores predichos, estratificados por radiografía y condición de fumador de 145 exobreros del cemento-asbesto. Osasco, Brasil. EPNM Asbestosis Placas Radiografía Normal FEV1 Fumador actual 89,5 86,8 90,5 97,0 y exfumador Nunca fumó 96,3 103,0 94,0 107,2 FVC Fumador actual 92,8 91,4 93,1 101,5 y exfumador Nunca fumó 97,0 104,9 94,0 105,6 FEF25-75 Fumador actual 81,2 69,0 85,4 98,5 y exfumador Nunca fumó 91,6 95,3 91,0 118,2 FEV1/FVC Fumador actual 95,9 94,7 96,5 94,7 y exfumador Nunca fumó 99,3 98,0 100,0 101,4

En la Tabla 5 se muestran los valores medios predichos en porcentajes de los parámetros de función pulmonar para participantes estratificados por hallazgos de radiografías, independientemente del hábito de fumar. Hubo una diferencia significativa en el promedio del FEV1 para el grupo sin enfermedad con placas pleu65/71 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

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Artículo Original | Enfermedades Pulmonares No Malignas entre Obreros del Cemento-Asbesto en Brasil: Un Estudio de Prevalencia Tabla 5. Valores predichos en porcentajes medios de función pulmonar y SD, estratificados por hallazgos radiológicos en 145 exobreros de una fábrica de fibrocemento. Osasco, Brasil. FEV1 FVC FEF25-75 FEV1/FVC

NORMAL n = 88 MD SD 100,6 * 19,7 103,0 * 15,2 105,4 * 41,6 97,1 11,1

ASBESTOSIS n = 12 MD SD 90,8 20,8 94,8 23,4 75,6 * 21,3 95,5 9,5

PLACAS n = 43 MD SD 91,5 * 17,8 93,4 * 17,0 87,1 * 29,3 97,6 7,2

EPNM** n = 57 MD SD 91,5 * 18,1 94,1* 18,2 84,3 * 27,6 96,9 7,6

* EPNM = placas pleurales y/o asbestosis y/o engrosamiento pleural. * P < 0,01 = diferencia significativa de medias.

Tabla 6. Distribución de medias de porcentajes de función pulmonar y SD por cuartiles de tiempo trabajado, índice de exposición acumulativa y latencia de 145 exobreros de una fábrica de fibrocemento. Osasco, Brasil. 1C TIEMPO 2C TRABAJANDO 3C 4C ÍNDICE DE 1C EXPOSICIÓN 2C ACUMULATIVA 3C 4C 1C LATECIA 2C 3C 4C

VEF1 MD SD 103,9 17,8 97,1 21,3 96,0 18,1 90,2 19,1 102,1 17,1 102,4 18,1 94,9 22,0 88,5 18,0 103,6 17,1 97,7 21,2 91,0 19,6 95,2 18,8

CVF MD SD 105,4 16,8 98,5 16,6 99,4 17,0 93,8 15,9 104,1 16,6 103,9 18,1 97,0 17,2 92,8 13,6 104,8 15,3 99,4 18,1 96,4 17,3 97,1 16,6

FEF25-75 MD SD 102,2 32,8 103,5 47,6 94,2 34,1 88,8 38,1 104,6 42,3 100,9 30,2 99,3 44,8 83,6 29,3 106,6 39,6 101,6 42,4 85,4 31,6 94,3 36,2

VEF1/CVF MD SD 98,2 7,5 97,8 10,1 96,6 8,3 95,4 13,1 98,2 8,2 98,2 8,0 97,0 10,4 94,4 12,3 98,6 7,9 97,7 9,7 94,3 10,2 97,2 11,2

rales (p = 0,01) y EPNM (p = 0,005), de la FVC para el grupo sin enfermedad con placas pleurales (p = 0,001) y EPNM (p = 0,001), del FEF25-75 para el grupo sin enfermedad con placas pleurales (p = 0,004) y EPNM (p = 0,0003). Cuando se la comparó con el grupo sin enfermedad, en la asbestosis se observó una diferencia media sólo para FEF25-75 (p = 0,0006). En la Tabla 6 se presenta la comparación de los promedios en porcentajes medios de función pulmonar por cuartiles en las variables: tiempo de exposición, índice de exposición acumulativa y latencia. El tiempo de exposición ha sido una diferencia significativa entre el 1º y el 4º cuartil para el FEV1 y la FVC. El índice de exposición acumulativa ha tenido una diferencia significativa entre el 1º y el 4º cuartil y también el 2º y el 4º cuartil para el FEV1, y el 1º y 4º cuartil para la FVC. También se ha encontrado una diferencia significativa en un promedio de FEF25-75 (p ≤ 0,05) para latencia, aunque no se ha detectado entre cuáles cuartiles en la prueba de Scheffes. Una probabilidad mayor de alteración en la FVC ha sido estadísticamente significativa entre pacientes con asbestosis (OR = 3,32, IC del 95% = 1,10-9,95) y EPNM (OR = 1,77, IC del 95% = 1,17-2,68).

DISCUSIÓN En los resultados de este estudio se observó una alta prevalencia de enfermedades pulmonares no malignas en exobreros de una planta de fibrocemento y su relación con el índice de exposición y Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 65/71

con las alteraciones en la función respiratoria. Después de evaluar una muestra de 145 exobreros, encontramos 39,3% de sujetos con alteraciones radiológicas provocadas por la exposición a asbesto. Estos resultados son indicadores importantes y de allí se sugiere la necesidad de realizar un seguimiento para las personas expuestas al asbesto. En un estudio comparable con exobreros del cemento, se demostró, mediante radiografía torácica, que había 74 (8,9%) casos con fibrosis intersticial y 246 (29,7%) con placas pleurales17. En una fábrica de cemento-asbesto de Ontario, en un estudio de cohorte con 201 obreros, se encontró que un 30% de los obreros de producción y un 20% de los empleados de mantenimiento habían desarrollado enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto18. La falta de información sobre el nivel de exposición a asbesto es un problema habitual en la medicina ocupacional y ambiental. Por lo general, no hay datos disponibles sobre la medición de la concentración de fibras. Es común que tanto las empresas privadas como las instituciones públicas no tengan un equipo personal o instrumentos disponibles para medir el polvo o la contaminación ambiental. Por lo tanto, en nuestro estudio usamos el índice de exposición acumulativa, basado en el proceso industrial y en las informaciones de obreros para calcular el nivel de polvo según las categorías laborales en la planta. A través de dos grupos estudiados según la exposición acumulativa promedio, se demostró una tasa estandarizada de mortalidad (SMR) de 170 y el riesgo relativo de 4,9 de mortalidad por cáncer de pulmón en obreros expuestos al asbesto19,20. Nuestros resultados demuestran estadísticamente un mayor número de casos relacionados con el índice de exposición acumulativa. Al considerar el IEA, se usó el producto de una escala lineal con respecto a la categoría laboral y la cantidad de años trabajados en la planta. Se demostró un número creciente de casos en percentil de enfermedades pulmonares por asbesto, considerando tres niveles de índice de exposición acumulativa. De este modo, podemos calcular que los obreros con intensidad promedio alta tuvieron una mayor probabilidad de asbestosis y de placas pleurales aun después de terminado el empleo. A pesar de la cantidad absoluta de la disminución de casos en el índice de exposición acumulativa (> 70) para placas pleurales y EPNM, se observó estadísticamente un mayor número de enfermedades, considerando la proporción de casos con enfermedad y sin enfermedad. Se realizó un estudio similar que consideró la relación entre índice de exposición (exposición por tiempo e índice de exposición acumulativa) y el aumento de enfermedades pulmonares relacionadas con el asbesto después de terminada la exposición en 1979. En este estudio, con obreros jubilados, se demostró el avance de las anomalías radiológicas después de terminado el empleo en el 20% de todos los participantes del estudio21. La duración de la exposición laboral al asbesto se ha asociado con los hallazgos radiológicos. La cantidad de casos después de 20 años es por lo menos el doble de la cantidad de casos con menos años de exposición. En un estudio de cohorte de operarios y empleados administrativos expuestos a crisotilo, el riesgo de enfermedad aumentó y depende marcadamente de las variables expuestas relacionadas con el tiempo21. Según la alta incidencia de la enfermedad al cabo de 20 años de exposición, se demostró que el nivel más bajo de exposición después de un tiempo prolongado puede ser un factor de riesgo importante para enfermedades relacionadas con el asbesto. Según las exploraciones profilácticas de exobreros en plantas de procesamiento de asbesto, realizadas con 5.466 personas, se

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Artículo Original | Raile V, Markowitz S demostró un deterioro de la salud observado en 882 (16%) de los participantes y un agravamiento de la radiografía pulmonar en 512 (9%) personas. Estos hallazgos de alteraciones y opacidades en el parénquima pulmonar confirmaron una tendencia ascendente en la incidencia de EPNM y cambios en la radiografía pulmonar relacionados con la edad, la duración del empleo y la latencia22. La latencia resultó ser el mejor indicador, al igual que el índice de exposición. Detectamos el triple de casos con latencia superior a 30 años que casos de latencia inferior a 30 años. Nuestros hallazgos coinciden con el conocimiento de que, para el desarrollo de una enfermedad, es necesario un período prolongado después de la primera exposición. Los cambios radiológicos en el avance de la enfermedad ocurren independientemente de los demás índices de exposición, y las alteraciones en las radiografías son mayores aun después de terminada la exposición23. La primera observación de fibrosis del parénquima, de placas pleurales y de neoplasias ocurre después de un tiempo considerable desde el inicio de la exposición. Además, se observó poco aumento de cáncer y de asbestosis en menos de 20 años de la primera exposición, pero que ambos tuvieron un índice mayor un tiempo después, y que, de este modo, sería ventajoso hacer un estudio con análisis y seguimiento de las exposición de personas al cabo de 30 años24. Por lo tanto, la década del primer trabajo resulta ser un factor importante que muestra una clara relación con el tiempo de latencia como un instrumento importante para rever una serie de casos futuros. Es importante analizar la enfermedad relacionada con el asbesto por lo menos 35 a 40 años o más desde el inicio de la exposición porque los efectos precoces son escasos24. En este estudio no se reveló evidencia de efecto sinérgico entre el tabaquismo y la exposición a asbesto para enfermedades pulmonares no malignas. Si bien el riesgo de enfermedades pulmonares malignas por causa de la exposición al asbesto aumenta cuando el hábito de fumar está muy establecido, existen datos controvertidos sobre la relación entre el tabaquismo y las placas pleurales o la asbestosis. Se precisan más estudios a fin de establecer un posible efecto sinérgico del tabaquismo y de las enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto. Considerando la función pulmonar y según nuestros datos, la variación de la exposición al polvo y el tiempo trabajado, y el cambio en la PFT (prueba de función pulmonar) son igualmente sensibles para detectar anomalías asociadas con el índice de exposición acumulativa a amiantos. A pesar de que se termina la exposición y de la falta de signos radiológicos de enfermedad, la disminución de la función pulmonar durante cuatro años de seguimiento fue mayor que la esperada25. Hubo una media de disminución significativa en el FEV1 y FVC entre el primer y el cuarto cuartil con respecto al tiempo trabajado y al índice de exposición acumulativa. En un estudio de control de casos con obreros del cemento-amianto al cabo de siete años, se demostró una alta prevalencia de falta de aire y de dolor torácico, y una disminución más rápida del FVC y FEV126. Estos resultados indicaron una disminución de la PFT con aumento del índice de exposición acumulativa, independientemente de si el sujeto es fumador o no. Existe una reducción gradual en los valores medios a medida que aumenta la exposición al polvo27,28.

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Sin embargo, hay personas en las que puede haber una disminución de la PFT por otras causas ajenas a las enfermedades relacionadas con el amianto. Se sugiere que el índice de exposición acumulativa el asbesto y la función pulmonar se evalúen juntas. No hubo hallazgos de diferencia significativa en la media de los cuartiles del tiempo de latencia. Hubo una disminución en la media del tercer cuartil para el VEF1 y de la CVF, pero sin importancia. Este factor refuerza la hipótesis de que el tiempo de trabajo y el índice de exposición acumulativa fueron factores importantes para disminuir la función pulmonar en obreros del cementoamianto, independientemente de los hábitos de fumar o del tiempo de latencia. Se deben realizar estudios en otros segmentos de la exposición al amianto al respecto de este paradigma. A pesar de no ser factores que provocan la muerte inminente, las enfermedades pulmonares no malignas son responsables de limitaciones físicas importantes y del deterioro de la calidad de vida. Este estudio ratificó y contribuyó a demostrar la alta incidencia y la relación con el tiempo trabajado, la cantidad de fibras en el lugar de trabajo ambiental y la latencia de la enfermedad pulmonar no maligna en exobreros expuestos a amianto y la importancia fundamental del control habitual de personas, incluso después de haber abandonado sus actividades en la industria donde se manipula amianto e incluso después de haberse jubilado.

Agradecimientos * * * *

Eduardo Algranti Elizabete Medina Coeli de Mendonca Marco Antonio Bussacos Ministerio de Trabajo – División de Medicina - FUNDACENTRO, San Pablo, Brasil.

Los autores quieren expresar de forma especial sus agradecimientos a su mentor, el Dr. Steven Markowitz por su ayuda y apoyo desinteresado en la preparación del presente artículo. Dr. Vilton Raile and Irving Selikoff are International Fellows of the Mountain Sinai School of Medicine ITREOH Program. Their work was supported in part by grant 1 D43 TW000640 from the Fogarty International Center of the National Institutes of Health.

Tipo de contribución

El objetivo de este artículo es rescatar la lucha por la prohibición de amianto en América. Además del potencial cancerígeno para la salud humana, hay algunos conceptos errados en el campo de la salud laboral y sobre cómo enfrentar los riesgos y los daños provocados por las enfermedades pulmonares no malignas relacionadas con el asbesto. Los autores pretenden demostrar la prevalencia de enfermedades pulmonares no malignas y su relación con la latencia. Los obreros desarrollaron enfermedades no malignas al cabo de años de abandonar el trabajo, y las alteraciones radiológicas y la disminución de la capacidad pulmonar suceden tardíamente, incluso años después de la exposición.

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Artículo Original

Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010

Comparative Study of Economic and Social Development of the Maule Region: Production and Employment, Year 2010 Guillermo Riquelme Silva1, Claudio Vásquez Wiedeman2 1. Ingeniero Comercial, Licenciado en Ciencias de la Administración de Empresas Universidad de Valparaíso, Magíster en Gestión mención Contabilidad y Finanzas Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Doctor(c) Universidad de Granada, España. Analista Económico del Observatorio Económico y Social, Universidad Autónoma de Chile, sede Talca. 2. Sociólogo. Licenciado en Sociología Universidad de Chile. Magister(c) en Ciencias Sociales Universidad de Chile. Coordinador de Estudios del Centro de Estudios y Gestión Social Tecnológica del Maule, Universidad Autónoma de Chile, sede Talca.

RESUMEN

En el presente documento se realiza un análisis de la evolución económica y social de la Región del Maule luego de la catástrofe sufrida a principios del 2010, en comparación con las demás regiones del país. En particular, se pretende dar cuenta de las variaciones en la actividad económica y su impacto en el empleo. Este análisis no es trivial, dado que el escenario macroeconómico que debió enfrentar la economía chilena el año recién pasado distó brutalmente de todas las proyecciones económicas realizadas. El terremoto y maremoto que afectó a gran parte del país, con especial fuerza destructiva en las regiones de O’Higgins, Maule y Bío-Bío [estas tres regiones generan alrededor del 16% del Producto Interno Bruto (PIB) Nacional y un 20% del empleo del país], tuvo mucha implicancia en la actividad económica y social de la Región del Maule, ya que no sólo impactó su infraestructura productiva, sino que fundamentalmente su “infraestructura social” (esto último se denota sustancialmente en el acceso y calidad del empleo). Según los antecedentes recabados de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN 2009) (INE, 2009), la región del Maule es una de las que presenta los peores índices de desarrollo social en Chile, con precarias condiciones de protección laboral respecto a, entre otras variables, cotizaciones previsionales, acceso a la salud y, en general, al concepto amplio de “Calidad del Empleo”. (Riquelme G, Vásquez C, 2011. Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 72-81).

ABSTRACT

In the present paper, it is conducted an analysis of economic and social development of the Maule Region after the disaster at the beginning of 2010, compared to the rest of the Chilean regions. Particularly, this work aims to report the variations in the economic activity and its impact on employment. This analysis is not trivial because the macroeconomic scenario faced by Chile last year was a far cry from all the economic predictions. The earthquake and tsunami that affected a large part of the country, with special destructive power in the regions of O’Higgins, Maule and Bío-Bío (these three regions generate about 16% of the Gross Domestic Product (GDP) and 20% of the national employment), had a lot of implications for the economic and social activity in the Maule Region, because they not only affected its productive infrastructure but also and mainly its “social infrastructure” (which can be observed substantially in the access to employment and job quality). According to the data collected by the Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, CASEN 2009 (National Social and Economic Survey) (INE, 2009), the Maule Region has the worst social development indexes in Chile with precarious conditions of labor protection as for variables such as pension fund contributions, access to health and in general to the broad concept of “Quality in Work”, among others. Key words: comparative study, employment, HEALTH.

Palabras claves: Estudio Comparativo, Empleo, salud.

INTRODUCCIÓN Tras el terremoto y maremoto que sacudió con indolencia a parte importante del centro-sur de Chile, y que particularmente afectó muy sensiblemente a la región del Maule, es fundamental realizar un seguimiento a la evolución del desarrollo económico y social

Correspondencia / Correspondence: Claudio Vásquez Wiederman Centro de Estudios y Gestión Social Tecnológica del Maule Universidad Autónoma de Chile Pasaje 4 Poniente 1729 c/ 6 Norte (Loteo Antillanca) Tel.-Fax: (56-71) 685 712 – (56-71) 342 891 e-mail: [email protected] Recibido: 20 de enero de 2011 / Aceptado: 06 de abril de 2011

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de la región, puesto que el escenario macroeconómico que debió enfrentar la economía chilena el año 2010, sin duda, se alejó de cualquier tipo de proyecciones económicas que puedan haber realizado tanto analistas privados como instituciones de gobierno. Es así como, por ejemplo, las últimas proyecciones hechas por el Banco Central de Chile (BCCH) antes del terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010, en su Informe de Política Monetaria (IPOM)1, en diciembre del 2009 (cabe señalar que finalmente en el año 2009 la economía chilena decreció un 1,5%), preveía una recuperación importante de la actividad económica a partir del primer trimestre del año 2010, en parte producto de una recuperación de las economías desarrolladas afectadas por la crisis financiera sub-prime, así como también de una recuperación de la confianza de los hogares y las empresas nacionales, que harían aumentar el consumo interno. Además, si a ello le sumamos condiciones fiscales y monetarias altamente expansivas, todo 72/81 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 hacía pensar en un fuerte crecimiento económico a partir de la primera parte del año 2010. El terremoto y maremoto que afectaron a gran parte del país, con especial fuerza destructiva en las regiones de O’Higgins, Maule y Bío-Bío (estas tres regiones generan alrededor del 16% del Producto Interno Bruto (PIB) Nacional y un 20% del empleo del país), han tenido mucha implicancia en la actividad económica de la región del Maule, que no sólo impactan su infraestructura productiva y los productos que de ella se generan, sino que sustancialmente el nivel y calidad del empleo. En este contexto, las variaciones en la actividad económica y el empleo experimentados en la región del Maule el año recién pasado son bien disímiles respecto de las demás regiones del país, sobre todo si se observan cifras trimestrales2,3. Cabe señalar que la actividad económica de la región del Maule presenta un marcado comportamiento estacional, básicamente producto del sector silvoagropecuario, que representa alrededor de un 16% del PIB de la región. El objetivo de este estudio es realizar un análisis comparativo de los indicadores económicos y sociales entre la Región del Maule y el resto del país, para evidenciar la evolución de esta región y su situación actual, considerando el estado del empleo y la fuerza laboral.

MÉTODO Y MATERIALES

Tabla 1. Índice de actividad económica regional (INACER, 2010)2. Región Ene.-Mar. Arica y Parinacota 8,3 Tarapacá 4,5 Antofagasta 3,5 Atacama -0,7 Coquimbo 3,5 Valparaíso 0,9 O´Higgins 0,9 Maule -3,3 Bio-Bío -20,1 Araucanía 2.,5 Los Ríos 5,2 Los Lagos -3,7 Aisén -27,3 Magallanes 3,7

Año 2010 (Análisis trimestral) Abr.-Jun. Jul.-Sept. 6,0 6,9 3,3 9,2 4,0 -0,1 0,5 13,3 8,5 10,3 11,4 9,1 -5,1 -1,1 2,6 -1,6 -18,5 -4,9 3,5 3,3 7,7 8,5 -0,1 0,3 -9,7 -6,3 3,0 10,2

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Gráfico 1. Índice de actividad económica regional (INACER)2. Magallanes

El presente documento fue elaborado en el mes de marzo de 2011, en base a datos provenientes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)2-6 respecto de indicadores económicos relativos al año 2010, y también considerando los datos sociodemográficos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN 2009)7. Se realizó un análisis descriptivo comparativo de indicadores económicos y sociales entre la Región del Maule y el resto del país sobre algunas estadísticas relevantes. Por otro lado, también es de interés acercar al público el trabajo realizado por el INE y el Ministerio de Desarrollo y Planificación (MIDEPLAN) a través de la información producida, sobre la cual realizamos nuestros análisis. A continuación revisaremos el panorama económico de la región y posteriormente analizaremos algunos indicadores sociales.

Aisén Los Lagos Los Ríos Araucanía Biobío 2,7 2,6

-1,6 -3,3

Maule O´Higgins

Jul-Sep Ene-Mar

Coquimbo Atacama Antofagasta

Análisis Económico

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Oct-Dic

Abr-Jun Valparaíso

RESULTADOS La Tabla 1 muestra las variaciones porcentuales trimestrales 2010 del Índice de Actividad Económica Regional (INACER)2, respecto de igual trimestre del año anterior. Se observa que para el primer trimestre del año 2010 la economía de la región del Maule experimenta un retroceso de un 3,3% respecto de igual período del año 2009, siendo las regiones del Bío-Bío y Aisén las que experimentaron el mayor decrecimiento de su actividad económica para igual período con un 20,1% y un 27,3% de decrecimiento, respectivamente. A partir del segundo trimestre la economía regional comienza a recuperarse, alcanzando el cuarto trimestre un crecimiento de 2,7%. En el Gráfico 1 se aprecia que de las tres regiones más afectadas por el terremoto y maremoto (O’Higgins, Maule y Bio-Bío), la región del Maule es la que ha tenido una mayor recuperación económica.

Oct.-Dic. 1,7 -0,5 -2,1 13,6 4,0 9,0 -1,8 2,7 -0,7 2,8 8,0 1,7 5,4 6,4

Tarapacá Arica y Parinacota -30,0

-20,0

-10,0

0,0

10,0

20,0

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Según el INE en su Informe Económico Regional (IER)3, cinco de los 11 sectores considerados en el cálculo del INACER del primer trimestre del año 2010 registraron comportamientos negativos, siendo los mayores descensos en la Construcción, seguido por Servicios Financieros, Transporte e Industria Manufacturera [los sectores considerados en el cálculo del INACER son: silvoagropecuario, pesca, minería, industria manufacturera, electricidad, gas

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Artículo Original | Riquelme Guillermo, Vásquez Claudio Tabla 2. Obras nuevas, superficie en m2 (2).

Tabla 3. Ampliaciones, superficie en m2 (2).

AÑO 2009 AÑO 2010 Ene.-Mar. 224,796 42,908 Abr.-Jun. 144,248 92,714 Jul.-Sep. 111,245 151,699 Oct.-Dic. 172,785 118,306 TOTAL 653,074 405,627 Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

AÑO 2009 AÑO 2010 Ene.-Mar. 61,666 9,765 Abr.-Jun. 98,87 13,145 Jul.-Sep. 36,713 42,961 Oct.-Dic. 34,55 15,996 TOTAL 231,799 81,867 Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Gráfico 2. Obras nuevas, superficie en m2 (2).

Tabla 4. Generación de energía eléctrica (GWh, 2009 – 2010)2.

250 000

Período 2009 2010 Var.% 1º trim. 1.780 1.846 3,7% 2º trim. 1.702 1.841 8,2% 3º trim. 2.130 1.298 -39,1% 4º trim. 2.618 1.927 -26,4% Año 8.230 6.912 -16,0% Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

200 000 150 000

Año 2009

100 000

Año 2010

50 000 0 Ene-Mar

Abr-Jun

Jul-Sep

Oct-Dic

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Tabla 5. Generación de energía eléctrica (GWh, 2010)2.

y agua, construcción, comercio, transporte y comunicaciones, servicios financieros, propiedad de la vivienda, otros servicios2. En el caso de Construcción, fue este sector el que tuvo la mayor incidencia en el resultado negativo del periodo. Sin duda, la construcción, además de ser un sector importante en la generación del producto de la región, de alrededor del 8% del PIB de la región, provee de muchos puestos de trabajo. En tal sentido, la edificación y los permisos de edificación del año 2010 sufrieron grandes caídas, en particular, con obras nuevas el primer trimestre y con ampliaciones el segundo trimestre, tal como se observa en las Tablas 2 y 3. Esta situación en particular no es de extrañar, entendiendo que producto del terremoto la construcción se paralizó durante los meses inmediatamente posteriores. No obstante, la necesidad de reconstrucción hizo elevar la tasa de construcción de obras nuevas recién el tercer trimestre del 2010, tal cual se aprecia en el Gráfico 2. Lo mismo se aprecia con la superficie de las ampliaciones que sólo en el tercer trimestre del 2010 superaron las ampliaciones realizadas el 2009. Otro de los sectores que vio disminuida su actividad económica en la región del Maule fue el sector energía y servicios básicos (Agua, Gas y Electricidad), explicado fundamentalmente por una baja en la distribución de energía eléctrica (la generación de energía eléctrica tuvo importantes caídas en su producción, en especial, el tercer y cuarto trimestre del año). Se observa que respecto del año 2009, la generación de energía eléctrica disminuyó 39,1% y 26,4% el tercer y cuarto trimestre, respectivamente, del año 2010 (Tabla 4), obteniéndose un decreciendo para todo el año de un 16%. Por otro lado, es importante destacar la participación que posee la región respecto del total de generación de energía eléctrica en Chile, la cual es muy significativa, siendo este sector muy importante para la región del Maule y para todo el país. La Tablas 4 y 5 muestran la generación de energía eléctrica en GWh y la participación trimestral en generación de energía eléctrica de la región respecto del país, respectivamente. Se observa,

Período País Región 1º trim. 14.173 1.846 2º trim. 14.697 1.841 3º trim. 15.801 1.298 4º trim. 15.488 1.927 Total 60.159 6.912

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Región % partic. 13,00% 12,50% 8,20% 12,40% 11%

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Gráfico 3. Generación de energía eléctrica (GWh, 2010)2. 20.000 15.000

14.173

14.697

15.801

15.488

País

10.000

Región

5.000 1.846

1.841

1.298

1.927

1º TRIM

2º TRIM

3º TRIM

4º TRIM

0

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

en la primera Tabla, una baja importante en la generación de energía eléctrica (-16%) y, en la segunda, una participación de la región en la generación de energía eléctrica de un 11% respecto del total país, habiendo generado la región 6.912 GWh el año 2010 (Gráfico 3). Para destacar aun más la importancia del sector energía, se muestra en la Tabla 6 que la región del Maule ocupa el cuarto lugar en cuanto a la generación de energía eléctrica dentro del país, detrás de las regiones V, II y VIII. Cabe señalar que en Chile en los últimos cinco años el consumo per cápita de energía eléctrica ha crecido aceleradamente –un 51%–, siendo más del 40% del total de la electricidad producida 72/81 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

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Artículo Original | Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010

Región 1º trim. 2º trim. 3º trim. 4º trim. Total Año Ranking V 3,041 3,586 3,942 3,423 13,992 1 II 3,067 3,235 3,58 3,377 13,259 2 VIII 2,625 2,428 3,058 3,023 11,134 3 VII 1,846 1,841 1,298 1,927 6,912 4 III 1,002 1,121 1,269 1,112 4,504 5 R.M. 1,054 871 856 1,001 3,782 6 VI 469 311 361 399 1,54 7 I 291 356 392 383 1,422 8 X 304 369 373 291 1,337 9 XIV 154 181 265 171 771 10 IX 116 168 138 119 541 11 XII 96 104 103 93 396 12 IV 51 69 105 110 335 13 XI 39 41 43 42 165 14 XV 18,0 16,0 18,0 17,0 69 15 Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

con energía hidroeléctrica, que nutre al Sistema Interconectado Central (SIC). Este abastece la zona centro-sur del país, que abarca el 92% de la población. La actual sequía que se arrastra del año 2010 ha obligado a los generadores de energía eléctrica a depender de costosas plantas impulsadas por diesel, aumentando así las presiones inflacionarias internas, ya dadas por el aumento del consumo y las iniciativas de construcción que deberían concretarse fundamentalmente el presente año, así como presiones inflacionarias externas como el aumento del precio del petróleo, los alimentos y el tipo de cambio. Dentro de las actividades económicas que crecieron en la región y que posibilitaron que ésta creciera, a pesar de la caída de sectores tan importantes como la construcción y la energía, se encuentran las ventas del comercio y las exportaciones. Según el INE2,3 la variación positiva que experimentó el sector comercio se debe principalmente al crecimiento de la actividad experimentada por el comercio al por menor, destacándose rubros como ferreterías y comestibles, que considera sustancialmente los supermercados. El Gráfico 4 refleja la evolución de las ventas de los supermercados en la región del Maule durante el año 2010. En él se observa que las variaciones del tercer y cuarto trimestre fueron muy positivas, recuperándose totalmente de las variaciones negativas del primer y segundo trimestre. Ahora, si lo comparamos con el comportamiento de este mismo sector el año 2009 (Gráfico 5), se puede observar que sólo el primer trimestre del año 2010 presenta una situación claramente desfavorecida respecto a igual trimestre del año 2009, estando los demás trimestres del 2010 con mejores comportamientos en las ventas. Otro de los sectores que crecieron el año 2010 fue el de las exportaciones, observándose significativos aumentos para cada uno de los trimestres del año. Durante el primer trimestre, el sector silvoagropecuario registró un aumento en los envíos al exterior de un 6,4% más que igual trimestre de 2009. El otro sector importante que presenta alzas es el sector industrial, aumentando gran porcentaje de los subsectores que lo componen, siendo las mayores alzas experimentadas por la Celulosa, el Papel y el Cartón con un alza de 22 puntos porcentuales.

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Gráfico 4. Variación porcentual de las ventas de los supermercados de la Región del Maule (2010)2. 40,00% 30,00% 20,00% 10,00% 0,00% -10,00% -20,00%

1º TRIM

2º TRIM

3º TRIM

4º TRIM

Var% Nominal

-11,93%

-10,72%

12,66%

31,14%

Var% Real

-12,29%

-11,30%

9,60%

32,25%

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Gráfico 5. Variación porcentual de las ventas de los supermercados de la Región del Maule (2009)2. 40,00%

Variación % Ventas

Tabla 6. Generación de energía eléctrica (GWh, 2010) (por regiones)2.

30,00% 20,00% 10,00% 0,00% -10,00% -20,00%

1º TRIM

2º TRIM

3º TRIM

4º TRIM

Var% Nominal

25,46%

-7,95%

5,21%

30,89%

Var% Real

5,93%

-7,38%

4,13%

33,84%

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Del total exportado durante el primer trimestre, el sector Industria presentó la mayor participación sobre el total exportado con un 70,2% de la canasta total de productos. El total exportado durante el segundo trimestre de 2010 alcanzó los 437,3 millones de dólares corrientes, cifra superior en 72,2 millones de dólares respecto al mismo período de 2009, equivalente a una variación positiva de 19,8%. El sector silvoagropecuario registró para este período un aumento en los envíos al exterior de un 29% más que igual trimestre de 2009, lo cual implica un crecimiento significativamente mayor de este sector respecto al primer trimestre 2010. En cambio, el otro sector importante de la matriz exportadora de la región, el sector industrial, aumentó un 18,1% en los rubros Celulosa, Papel y Cartón, con una disminución de 1,7% respecto del crecimiento experimentado el primer trimestre. El tercer trimestre del año 2010, el sector exportador de la región mantuvo su dinamismo e impulso de crecimiento alcanzando un aumento respecto del año 2009 de un 20,7%, siendo nuevamente el sector silvoagropecuario el de mayor expansión con un 52,3%, seguido del sector industrial con un 12,7%. Finalmente, el último

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Artículo Original | Riquelme Guillermo, Vásquez Claudio Tabla 7. Variación porcentual exportaciones Región del Maule (2009-2010)2.

Tabla 8. Exportaciones por región en millones de dólares corrientes, año 20102.

Período 2009 2010 1º trim. 334,11 373,54 2º trim. 365,11 437,32 3º trim. 331,23 399,56 4º trim. 326,39 408,59 Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Región 1º trim. 2º trim. 3º trim. 4º trim. Total Año Ranking II 5,768 5,777 6,294 7,174 25,014 1 R.M. 1,632 2,040 2,124 2,040 7,837 2 III 1,276 1,244 1,448 1,670 5,639 3 V 1,348 1,377 1,110 1,275 5,111 4 I 1,298 1,169 1,202 1,221 4,892 5 VIII 1,059 974. 1,428 1,304 4,767 6 VI 979 1,181 929 951 4,041 7 IV 821 964 1,047 1,059 3,893 8 X 591,12 567 478 784 2,421 9 VII 373 437 399 408 1,619 10 XII 134 125 162 127 550 11 IX 93 104 167 124 489 12 XI 100 58 71 104 335 13 XV 25 37 37 32 132 14 XIV 5 3 9 57 75 15 Total País 15,507 16,064 16,912 18,336 66,821 Participación % Región 2,4% 2,7% 2,4% 2,2% 2,4% Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Var.% 12% 20% 21% 25%

Gráfico 6. Variación porcentual exportaciones Región del Maule (2009 -2010)2. 500,00 450,00 400,00 350,00 300,00 250,00

2009

200,00

2010

150,00 100,00 50,00 0,00

1º TRIM

2º TRIM

3º TRIM

4º TRIM

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

trimestre del año 2010, las exportaciones de la región crecieron un 25,2%, consolidando a este sector como el de mayor expansión durante el año. En particular, el sector silvoagropecuario crece un 51%, seguido del sector industrial con un 17% (Tabla 7 y Gráfico 6). No obstante el mayor crecimiento del sector silvoagropecuario, cabe señalar que este sector representa sólo el 17% del total exportado de la región; en cambio, el sector industrial representa el 40% de este total. A pesar de toda esta expansión del sector exportador, la región del Maule sólo representa el 2,4% de las exportaciones del país para el año 2010, ubicándose en el décimo lugar a nivel nacional, tal como se puede observar en la Tabla 8. La última variable macroeconómica que aborda el presente documento dice relación con el empleo y, por ende, con el desempleo o desocupación. Sin duda, esta variable es muy importante para evaluar el crecimiento y desarrollo económico de cualquier país, en especial países como el nuestro donde el dinamismo y creciente complejidad de muchas de sus actividades económicas obligan a reflexionar permanentemente sobre su estado presente y su proyección futura. Más aun, cuando Chile pretende estar dentro de los próximos 10 años entre los selectos países desarrollados del mundo (Mensaje presidencial del 21 de mayo de 2010. El presidente Sebastián Piñera propone alcanzar los 22 mil US$ per cápita en 8 años más y así alcanzar la categoría de país desarrollado). Es así como las recomendaciones y exigencias de algunos organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT)8 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)9 (el 11 de enero de 2010 Chile se integró oficialmente como el miembro número 31 de la OCDE) han debido ser rigurosamente consideradas por las autoridades de gobierno. En tal sentido, la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que venía aplicando

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el INE desde el año 1996 ha debido ser modificada el año 2010 por una nueva encuesta nacional de empleo4 que reflejaría de mejor manera la evolución de la fuerza de trabajo y la relación laboral que existe dentro de este mercado en Chile. Esta nueva encuesta incluye, entre otros aspectos, la actualización de los conceptos de población ocupada, de población desocupada y la distinción de los ocupados entre los ocupados “tradicionales”, "no tradicionales” y “Ausentes”. Todos estos elementos posibilitarían medir, por un lado, la percepción de empleo y tipo de empleo que tienen los trabajadores en Chile y, por otro, la calidad de los mismos. Según datos del Banco Central de Chile a diciembre del año 201010, la fuerza total de trabajo en Chile alcanza a los 7.917.600 personas, donde los ocupados representan 7.353.800 y los desocupados 563.800 personas. Si consideramos una población de Chile de aproximadamente 17 millones de habitantes, podríamos concluir que el cociente de la relación entre ocupados y el total de habitantes es de 2,3 veces, es decir, cada persona ocupada en Chile debe mantenerse ella y una como tres personas más, lo cual es claramente desfavorable en comparación con igual indicador de países desarrollados que no superan un cociente de 2 veces para similares variables. En particular, la región del Maule mantiene para todos los trimestres del año 2010 una tasa de desocupación menor al promedio nacional, haciéndose más notable esta característica para el tercer y cuarto trimestre del año, en donde la actividad agrícola comienza a tener su mayor intensidad. Los Gráficos 7 y 8 nos muestran la tasa de desocupación nacional y su comparativo con la tasa de desocupación del Maule, en términos trimestrales. Se observa un comportamiento del empleo en el 2º trimestre muy similar al primero, manteniéndose el bajo grado de protección del primer trimestre. Respecto a la calidad del empleo en la Región del Maule, podemos observar que presenta para el grupo de asalariados un indicador de calidad de empleo menor que el promedio nacional.

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Artículo Original | Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 Gráfico 7. Tasa de desocupación trimestral, por regiones, 20102.

Gráfico 9. Indicadores de calidad de empleo, nacional y regional (cuarto trimestre año 2010)2.

12,0

90,0%

10,0 7,8

8,0

8,0

6,0

70,0%

Lib ert ad or Ge ne ral

Lo sL ag os

Ma ga llan es y

Bío

Ay la A sén ntá rtic aC hile na Me tro po lita na Lo Aric sR ios ay Pa rin aco ta

40,0%

Bío Ara uca nia

0,0

Ma ule

50,0% At aca ma Co qu imb o Va lpa Be rais rna o rdo O´ Hig gin s

60,0%

2,0 Ta rap acá An tof ag ast a

4,0

1º TRIM 2º TRIM 3º TRIM

Tasa Promedio Región del Maule 7,1

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

4º TRIM

Gráfico 8. Tasa de desocupación trimestral, a nivel nacional año 20102. 10,0

9,0

8,5

8,0

7,1

Tasa desocupación

4,0 2,0 Ene-Mar

Abr-Jun

72,1%

71,6%

69,2%

58,5% 50,4%

49,6%

Total nacional 30,8%

30,0%

27,5%

20,0%

Región del Maule

15,9%

10,0% 0,0%

% de Asalariados con Contrato Escrito 3/

% de Asalariados % de Asalariados % de Asalariados con Contrato con Contrato con un Alto Definido 3/ Indefinido 3/ Grado de Protección 4/

% de Asalariados con un Bajo Grado de Protección 5/

Nota: 3/ Sobre el Total de los Asalariados. 4/ Son aquellos que declaran tener contrato escrito y poseen las siguientes prestaciones laborales: Cotización Previsional, de Salud y Seguro de Desempleo. EL % es sobre el total de asalariados. 5/ Son aquellos que declaran No tener contrato escrito y No poseen ninguna prestación laboral. El % es sobre el total de asalariados. Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

8,0

6,0

0,0

83,6%

80,0%

6,8 5,7

Jul-Sep

Tasa Desocupación País Trimestral

Oct-Dic

Tasa Promedio País 8,2

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. www.ine.cl.

Respecto a la calidad del empleo en la Región del Maule, los indicadores de calidad del INE muestran que para el 1º trimestre los asalariados con un bajo nivel de protección representan en el Maule un 26,2% del total de asalariados, lo que implica 10 puntos porcentuales más que el promedio nacional que sólo alcanza para este mismo indicador un 16,6%. Además, para este trimestre la región se ubicaría con el peor nivel de protección de sus asalariados, seguido por la región de Arica con un 22,5%. El comportamiento del empleo en el 2º y 3º trimestre es muy similar al primero, manteniéndose un bajo grado de protección. En el cuarto trimestre (Gráfico 9) se empeora aun más el indicador de calidad de empleo de la región para los asalariados, alcanzando un 27,5%, siendo este trimestre junto al primero los de peores comportamientos en cuanto a los indicadores de calidad de empleo para la región del Maule. Cabe la casualidad que estos períodos son precisamente aquellos en que mayormente se contrata mano de obra para las actividades del sector agrícola. Se destaca que el análisis de las condiciones laborales se retoma en el apartado social.

Análisis social

Respecto a los niveles de alfabetización, la Región del Maule se aprecia como la región con mayor nivel de analfabetismo del país con un 10,4%, (7,7 puntos porcentuales más que la región que manifiesta los niveles de analfabetismo más bajo, en este caso representado por la Región de Magallanes con un 2,7%) (Tabla 9). Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 72/81

Tabla 9. Alfabetización por región2,5. Región Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo Valparaíso Libertador Bernardo O’Higgins Maule Bío-Bío La Araucanía Los Lagos Aysén Magallanes y la Antártica Chilena Región Metropolitana Los Ríos Arica y Parinacota

¿Sabe leer y escribir? (15 años y más) Sí No Total % de la fila % de la fila % de la fila 95,20% 4,80% 100% 97,10% 2,90% 100% 96,30% 3,70% 100% 93,50% 6,50% 100% 95,60% 4,40% 100% 92,30% 7,70% 100% 89,60% 10,40% 100% 91,40% 8,60% 100% 90,40% 9,60% 100% 93,60% 6,40% 100% 93,80% 6,20% 100% 97,30% 2,70% 100% 97,20% 2,80% 100% 93,20% 6,80% 100% 93,50% 6,50% 100%

Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

La Tabla 10 refleja los niveles de analfabetismo en la Región del Maule, comparando las comunas entre sí, ante lo cual es posible constatar que las comunas de Río Claro, Curepto, Pelarco, Hualañé, San Rafael, Empedrado, Sagrada Familia, Pencahue y San Clemente son aquellas que presentan niveles de analfabetismo por sobre el 12%. La situación anterior contrasta con la manifestada por aquellas comunas con mayores niveles de urbanización como lo son Curicó (4,8%), Talca (5,5%) y Constitución (5,6%), de manera tal que se refleja con claridad el hecho de que nuestra región presenta los peores indicadores de alfabetización del país, siendo una causa de este fenómeno el alto porcentaje de ruralidad que presenta. En términos de la variable calidad del empleo y siguiendo con 77

Artículo Original | Riquelme Guillermo, Vásquez Claudio Tabla 10. Alfabetización por comuna (región del Maule)2,6.

Tabla 11. Posesión de contrato laboral por región2,5.

Comuna ¿Sabe leer y escribir? (15 años y más) Sí No Total % de la fila % de la fila % de la fila Talca 94,50% 5,50% 100% Constitución 94,40% 5,60% 100% Curepto 83,50% 16,50% 100% Empedrado 86,40% 13,60% 100% Maule 88,10% 11,90% 100% Pelarco 85,10% 14,90% 100% Pencahue 87,70% 12,30% 100% Río Claro 82,20% 17,80% 100% San Clemente 87,70% 12,30% 100% San Rafael 86,00% 14,00% 100% Cauquenes 90,60% 9,40% 100% Chanco 89,20% 10,80% 100% Pelluhue 90,30% 9,70% 100% Curicó 95,20% 4,80% 100% Hualañé 85,90% 14,10% 100% Licantén 93,70% 6,30% 100% Molina 91,90% 8,10% 100% Rauco 88,80% 11,20% 100% Romeral 89,20% 10,80% 100% Sagrada Familia 86,50% 13,50% 100% Teno 88,90% 11,10% 100% Vichuquén 88,10% 11,90% 100% Linares 93,00% 7,00% 100% Colbún 90,10% 9,90% 100% Longaví 91,20% 8,80% 100% Parral 91,60% 8,40% 100% Retiro 88,40% 11,60% 100% San Javier 88,90% 11,10% 100% Villa Alegre 91,70% 8,30% 100% Yerbas Buenas 91,60% 8,40% 100% Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

Región En su trabajo actual principal / ¿tiene contrato de trabajo?: Sí, firmó Sí, pero No No se Total no ha tiene acuerda o firmado no sabe si firmó contrato % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila Tarapacá 79,60% 3,20% 14,30% 2,90% 100% Antofagasta 84,00% 2,10% 13,00% 0,90% 100% Atacama 79,70% 4,90% 14,80% 0,50% 100% Coquimbo 74,00% 2,00% 21,60% 2,40% 100% Valparaíso 73,90% 2,10% 22,50% 1,50% 100% Libertador 3,00% 16,80% 2,30% 100% Bernardo O’Higgins 77,90% Maule 66,60% 2,40% 28,90% 2,10% 100% Bío-Bío 71,00% 2,40% 24,70% 1,80% 100% La Araucanía 69,90% 3,10% 22,90% 4,10% 100% Los Lagos 74,20% 2,10% 22,30% 1,40% 100% Aysén 74,60% 6,00% 16,60% 2,80% 100% Magallanes y la 85,70% 1,70% 11,70% 0,90% 100% Antártica Chilena Región 77,90% 2,20% 18,20% 1,70% 100% Metropolitana Los Ríos 75,70% 1,60% 20,60% 2,10% 100% Arica y Parinacota 76,90% 1,10% 20,20% 1,80% 100%

los análisis realizados a partir del Gráfico 9, en el apartado económico, podemos complementar que prácticamente uno de cada tres trabajadores maulinos no tiene contrato de trabajo, siendo esta la cifra más alta a nivel nacional (Tabla 11). Una de las razones que explica este fenómeno es la gran cantidad de empleos temporales de origen agrícola que son generados en la región, cuya estacionalidad se concentra solamente entre los meses de septiembre y abril. De este modo, junto con los altos niveles de analfabetismo que hay en la región, se puede sugerir como hipótesis que esto puede redundar en un menor acceso a la información, en este caso específico en al ámbito de los derechos laborales, sumado a los resabios de una cultura tradicional caracterizada por el sometimiento del trabajador a los dictámenes del empleador (relación dominante patrón-peón). En relación con la calidad del empleo, en este caso con el acceso a las cotizaciones previsionales, podemos advertir en la Tabla 12 que después de la Araucanía (58,4%) y del Bío-Bío (50,8%), la Región del Maule es la que presenta los mayores niveles de no afiliación a algún sistema previsional por parte de los trabajadores, con un 50,2%. En términos del acceso a algún Sistema de Salud, se advierte que la proporción predominante de los maulinos se encuentra en el sistema de salud público FONASA, en el tramo o grupo A, es 78

Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

Tabla 12. Cotización previsional por región2,5. Región ¿Se encuentra afiliado a algún sistema previsional de pensiones? Sí No No sabe Total % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila Tarapacá 36,80% 48,20% 15,00% 100% Antofagasta 59,80% 37,60% 2,70% 100% Atacama 51,70% 42,10% 6,10% 100% Coquimbo 49,30% 41,90% 8,80% 100% Valparaíso 59,40% 37,20% 3,40% 100% Libertador Bernardo 56,90% 36,70% 6,40% 100% O’Higgins Maule 44,70% 50,20% 5,10% 100% Bío-Bío 45,00% 50,80% 4,20% 100% La Araucanía 34,90% 58,40% 6,70% 100% Los Lagos 47,60% 48,70% 3,60% 100% Aysén 44,20% 44,30% 11,60% 100% Magallanes y la 63,20% 30,60% 6,20% 100% Antártica Chilena Región Metropolitana 57,90% 36,00% 6,20% 100% Los Ríos 44,60% 48,70% 6,60% 100% Arica y Parinacota 53,40% 43,50% 3,10% 100% Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

decir, aquel que corresponde a los beneficiarios de más bajos ingresos, situación que se repite en todas las demás regiones del país con la excepción de la región de O’Higgins. Además, llama la atención que nuestra región –junto con las regiones de La Araucanía, Coquimbo y del Bío-Bío– es una de las cuatro regiones que presentan los niveles más bajo de cotización en las Instituciones de Salud Previsionales (Tabla 13). Retomando el análisis sobre la temática de la Educación, la Tabla 14 refleja que nuestra región ostenta como principal Nivel 72/81 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 Tabla 13. Sistema de salud afiliado por región2,5. ¿A qué sistema previsional de salud pertenece usted? Fonasa Fonasa Fonasa Fonasa Fonasa F.F.A.A. ISAPRE Ninguno Otro No sabe grupo A grupo B grupo C grupo D no sabe y del orden (particular) Sistema. Región grupo Especifique % de % de % de % de % de % de % de % de % de % de la fila la fila la fila la fila la fila la fila la fila la fila la fila la fila Tarapacá 50,20% 16,50% 10,50% 6,00% 2,10% 2,30% 7,40% 2,60% 0,40% 2,10% Antofagasta 27,90% 20,20% 13,20% 11,70% 4,60% 1,00% 17,10% 2,90% 0,10% 1,40% Atacama 37,90% 23,40% 12,70% 9,60% 1,00% 0,50% 7,10% 4,30% 0,70% 2,70% Coquimbo 41,60% 31,90% 7,20% 5,70% 3,80% 0,50% 3,00% 3,90% 0,50% 1,90% Valparaíso 34,90% 30,90% 11,80% 6,20% 3,20% 2,60% 5,60% 2,70% 0,20% 1,90% Libertador Bernardo O’Higgins 28,90% 41,80% 10,00% 4,60% 3,80% 0,60% 4,50% 3,30% 0,50% 1,90% Maule 48,10% 34,90% 5,70% 2,30% 1,00% 0,80% 3,20% 2,20% 0,20% 1,50% Bío-Bío 52,90% 23,40% 9,10% 4,60% 1,90% 1,30% 3,60% 1,40% 0,30% 1,60% La Araucanía 63,50% 17,20% 5,00% 2,20% 3,00% 1,10% 2,80% 1,80% 0,30% 3,10% Los Lagos 55,10% 20,60% 8,70% 4,60% 1,00% 1,30% 4,50% 3,10% 0,10% 1,10% Aysén 37,50% 25,70% 9,10% 6,20% 1,40% 3,00% 4,40% 7,80% 1,80% 3,00% Magallanes y la Antártica Chilena 20,50% 17,70% 13,00% 12,90% 2,50% 14,30% 9,10% 5,80% 2,30% 1,80% Región Metropolitana 29,40% 23,70% 12,30% 7,50% 7,10% 1,90% 12,00% 4,00% 0,60% 1,40% Los Ríos 48,10% 25,10% 9,60% 4,60% 1,50% 2,00% 4,30% 3,30% 0,30% 1,20% Arica y Parinacota 43,90% 30,50% 6,00% 4,30% 1,00% 4,00% 4,80% 4,00% 0,20% 1,40% Total 42,30% 26,50% 9,60% 5,40% 3,30% 1,60% 6,20% 2,90% 0,40% 1,80%

Total % de la fila 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%

Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

Tabla 14. Nivel educacional por región2,5. Nivel Educacional Sin Básica Básica Media Media Media Media Técnica Técnica Sin Dato Educación Incompleta Completa Humanista Técnico Humanista Técnico o o Región Formal Incompleta Profesional Completa Completa Universitaria Universitaria Incompleta Incompleta Completa % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila % de la fila Tarapacá 4,80% 17,70% 12,10% 17,00% 4,50% 20,60% 10,40% 6,70% 6,20% 0,00% Antofagasta 3,60% 12,80% 13,20% 16,60% 4,90% 23,90% 10,30% 7,70% 7,10% 0,00% Atacama 5,00% 17,00% 13,10% 15,30% 5,00% 21,20% 10,70% 6,80% 5,90% 0,00% Coquimbo 7,20% 23,40% 14,10% 14,30% 3,00% 20,20% 5,60% 6,40% 5,80% 0,00% Valparaíso 3,70% 17,40% 12,60% 16,80% 2,90% 24,00% 6,90% 7,80% 7,90% 0,00% Libertador Bernardo O’Higgins 6,20% 25,50% 16,30% 14,60% 2,40% 20,20% 5,40% 4,70% 4,70% 0,00% Maule 7,70% 28,30% 16,50% 11,80% 3,70% 15,00% 7,70% 4,50% 4,80% 0,00% Bío-Bío 6,50% 25,20% 14,50% 14,00% 3,50% 18,20% 5,90% 6,20% 5,90% 0,00% La Araucanía 8,30% 28,50% 14,40% 12,60% 5,10% 13,80% 8,30% 4,50% 4,60% 0,00% Los Lagos 4,80% 29,40% 18,10% 14,10% 3,20% 14,80% 5,40% 5,10% 5,30% 0,00% Aysén 7,20% 23,30% 15,80% 17,50% 2,30% 16,50% 3,40% 6,00% 7,90% 0,00% Magallanes y la Antártica Chilena 2,10% 17,80% 12,40% 15,00% 4,00% 19,20% 9,00% 7,20% 13,30% 0,00% Región Metropolitana 3,20% 13,80% 11,70% 17,10% 3,20% 23,60% 7,90% 8,80% 10,70% 0,00% Los Ríos 7,50% 25,60% 14,20% 15,10% 3,30% 19,20% 5,40% 5,00% 4,70% 0,00% Arica y Parinacota 7,40% 17,40% 11,50% 12,30% 6,50% 16,30% 13,60% 8,70% 6,40% 0,00% Tota Nacional 5,50% 22,10% 14,20% 14,90% 3,50% 19,60% 7,00% 6,40% 6,80% 0,00% Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

Educacional la Educación Básica Incompleta, siendo esta región (15%) junto con la Región de la Araucanía (13,8%) las que manifiestan los niveles más bajos de escolaridad completa de enseñanza media humanista, como asimismo se ubica entre las regiones que presenta los niveles más altos que reflejan SIN Educación Formal (7,7%). Por último, en relación con la distribución de los ingresos (Tabla 15), cabe señalar que el “quintil autónomo nacional de ingresos se refiere a la quinta parte o 20% de los hogares nacionales ordeCiencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 72/81

nados en forma ascendente de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer (Quintil I) representa el 20% más pobre de los hogares nacionales y el quinto quintil (Quintil V) el 20% más rico de estos hogares”7. En relación con la definición anterior, es preciso señalar que, una vez más, la Región de la Araucanía junto con el Maule y el Bío-Bío son las regiones que tienen a la menor proporción de su población con ingresos autónomos ubicados en el Quintil V; por el contrario, son las regiones, junto con la de Los Ríos, que 79

Artículo Original | Riquelme Guillermo, Vásquez Claudio Tabla 16. Pago por concepto de dividendo2,5.

Tabla 15. Quintil autónomo nacional de ingresos (por región)2,5. Quintil Autónomo Nacional I II III IV V Región % de % de % de % de % de la fila la fila la fila la fila la fila Tarapacá 24,30% 25,10% 20,00% 19,70% 10,90% Antofagasta 13,10% 19,70% 26,30% 24,10% 16,80% Atacama 22,20% 22,90% 23,20% 20,40% 11,40% Coquimbo 28,40% 26,30% 21,40% 15,90% 8,00% Valparaíso 20,90% 25,20% 23,50% 19,00% 11,50% Libertador Bernardo 26,00% 28,60% 23,50% 14,90% 7,10% O’Higgins Maule 36,60% 26,60% 19,20% 11,60% 6,00% Bío-Bío 39,60% 24,70% 17,80% 11,70% 6,30% La Araucanía 48,40% 22,70% 15,00% 8,80% 5,10% Los Lagos 26,80% 24,10% 22,90% 15,90% 10,30% Aysén 23,20% 20,10% 16,70% 21,40% 18,60% Magallanes y la 13,70% 15,20% 19,00% 26,90% 25,20% Antártica Chilena Región Metropolitana 18,10% 22,80% 23,20% 20,80% 15,10% Los Ríos 37,80% 26,80% 16,70% 11,50% 7,30% Arica y Parinacota 25,30% 20,10% 20,90% 20,70% 12,90% Total 28,90% 24,40% 20,90% 15,90% 9,90% Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

Total % de la fila 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%

proporcionalmente tienen una mayor cantidad de personas ocupando el Quintil I, es decir, de ingresos más bajos. En contraste, la Tabla 16 refleja que el precio promedio de pago por dividendo es el más bajo en la Región del Maule, $32.636 menos que el promedio nacional de pago por dividendo, lo que de algún modo amortigua los bajos salarios percibidos por los habitantes de nuestra región.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Comparativamente, la región del Maule repuso rápidamente su actividad productiva, luego de la catástrofe, logrando igualmente alcanzar un crecimiento para el año 2010 en torno a un 0,1%, lo que no se puede decir respecto de las otras 2 regiones directamente afectadas, en donde la región de O’Higgins decrece un 1,8% y la región del Bio-Bío decrece un 11,3%. No obstante, la positiva recuperación económica de la región, hubo sectores como la construcción y la energía que fueron muy afectados. Es así como la construcción en la región del Maule sufre un notable retroceso en su actividad, disminuyendo los permisos de edificación en m2 para obras nuevas en torno a un 38% y 65% para ampliaciones y, en el caso de la generación de energía eléctrica, ésta disminuyó 39,1% y 26,4% el tercer y cuarto trimestre, respectivamente, obteniéndose un decrecimiento para todo el año de un 16%. Al contrario de estos sectores, otras actividades económicas tuvieron un comportamiento muy positivo en la región, como el sector comercio y las exportaciones: es así como las ventas de los supermercados experimentan un crecimiento notable el tercer y cuarto trimestre del año 2010, con un 9,6% y un 32,25%, respectivamente2,5 superando ampliamente los decrecimientos experimentados el primer y segundo trimestre, de un 12,29% y 11,30%, respectivamente; y, las exportaciones, experimentaron para todos los trimestres del año 2010 aumentos significativos respecto de igual período del 2009, habiendo crecido el 80

¿Cuánto paga de dividendo? / ¿Cuánto debería pagar? Región Media N Desv. típ. Tarapacá $ 101.895 152 116.223,59 Antofagasta $ 145.689 301 107.063,324 Atacama $ 84.437 206 69.591,629 Coquimbo $ 97.653 502 112.385,612 Valparaíso $ 95.987 2149 84.572,814 Libertador Bernardo O’Higgins $ 85.808 734 100.336,261 Maule $ 76.696 801 67.359,097 Bío-Bío $ 90.406 1748 78.155,368 La Araucanía $ 117.592 565 112.639,766 Los Lagos $ 81.018 600 73.903,176 Aysén $ 119.548 181 153.329,852 Magallanes y la Antártica Chilena $ 132.786 140 88.927,647 Región Metropolitana $ 133.864 4925 127.745,138 Los Ríos $ 92.896 423 83.266,161 Arica y Parinacota $ 106.294 110 90.430,892 Total Nacional $ 109.332 13537 107.469,96 Fuente: Elaboración Propia en base a CASEN 2009.

primer trimestre un 12%, un 20% el segundo, un 21% el tercero y un 25% el cuarto trimestre. Cabe destacar que dentro de las exportaciones, el sector silvoagropecuario y el sector industrial fueron los más importantes2,5. En el ámbito laboral, la región del Maule mantiene para todos los trimestres del año 2010 una tasa de desocupación menor al promedio nacional, haciéndose más notable esta característica para el tercer y cuarto trimestre del año, en donde la actividad agrícola comienza a tener su mayor intensidad. En términos anuales, la tasa promedio de desocupación de la región para el año 2010 fue de 7,1%; en cambio, la tasa promedio de desocupación nacional fue de 8,2%. Sin embargo, respecto a la calidad del empleo, la región del Maule presenta para el grupo de asalariados un indicador de calidad de empleo menor que el promedio nacional para todos los trimestres del año, con un porcentaje de asalariados con un bajo grado de protección para cada uno de los trimestres del año: 26,2%, 23,6%, 22,2% y 27,5%, respectivamente2,5. Esto es coherente con el análisis comparativo social, al constatar que la Región del Maule es una de las que presenta los peores índices de desarrollo social en Chile si tomamos en cuenta indicadores de accesibilidad y oportunidades en el ámbito de la educación, la conectividad a internet domiciliario, las cotizaciones previsionales, la calidad del empleo, la accesibilidad a la salud, el ingreso autónomo per cápita, entre otros indicadores socioeconómicos. Desde una perspectiva sociológica, es notorio el hecho de que es necesario potenciar con urgencia el capital humano en la región a través de programas sociales que faciliten el acceso a mayores niveles de escolaridad a sectores poblacionales que hoy día no cuentan con esta oportunidad, especialmente aquellos sectores con altas tasas de ruralidad que actualmente presentan los índices más altos de analfabetismo. Aunque es preciso averiguar si este fenómeno ocurre por falta de acceso a la educación formal o bien obedece a un factor generacional o de carácter cultural. En este sentido, se ha señalado constantemente que uno de los obstáculos del crecimiento de la región es su alta tasa de ruralidad (la cual bordea el 50,5%), y en este sentido sería conveniente cuestionarse si el problema es la ruralidad en sí misma o lo es la relación productiva que se establece en base a la economía 72/81 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 agraria campesina maulina, la cual presenta diferentes características de producción que van desde el uso de sofisticadas tecnologías en todo el proceso productivo hasta usos artesanales. La pregunta que surge entonces es ¿de qué manera coexisten hoy diferentes tipos de producción agrícola con heterogéneas y desiguales relaciones de producción y de intercambio?, y ¿cómo es posible articular y potenciar dicha relación, respetando las pautas culturales que subyacen?. Es bien conocido que en la Región del Maule se ofrecen oportunidades laborales mayoritariamente ligadas al sector silvoagropecuario, ocupaciones que claramente no requieren de mano de obra altamente calificada. Este escenario reproduce una tendencia en el mercado laboral regional que no ofrece mayores oportunidades de capacitación ni de especialización, lo cual, consecuentemente, deviene en menores índices de empleabilidad. Un claro ejemplo de ello es el trabajo en la temporada de la fruta, en el que se demanda principalmente mano de obra femenina para clasificar, limpiar y empaquetar fruta de exportación. Lo mismo ocurre en la temporada de cosecha, a la que acuden familias enteras a realizar labores ligadas a este menester y que durante la época que dura esta actividad se proveen de los recursos económicos necesarios que requerirán todo el año, pensando que los meses fríos el trabajo escasea y por lo tanto es necesario proveerse de ahorros suficientes para la temporada de desempleo, el cual, como hemos visto, supera el 8% en la temporada de invierno. No obstante lo anterior, se reconoce que existe un dinamismo en la Región, especialmente en su ciudad capital regional, respecto de las oportunidades educacionales que se abren y que año tras año van incorporando nuevas modalidades de estudio. El desafío, por tanto, es aumentar la cobertura educacional en toda la región, especialmente en los lugares más apartados, ante lo cual el gobierno a través del Ministerio de Educación tiene una gran

responsabilidad asociada a reconstruir escuelas dañadas por el terremoto conjuntamente con mejorar la calidad de la enseñanza en dichos establecimientos. Por otro lado, el sector privado también tiene una responsabilidad ética con el desarrollo de la región, para lo cual el apoyo y el fomento a la educación de calidad en escuelas públicas, rurales y urbanas debiera ser un imperativo categórico. Por último, se ha demostrado que el desafío de la reconstrucción regional no sólo comporta edificar y/o mejorar la infraestructura dañada por el nefasto terremoto y maremoto, sino que se erige como una oportunidad para decidir la forma en que se requiere que el territorio maulino se desarrolle. Para ello no sólo falta más inversión pública y privada, sino también más participación de diferentes representantes políticos, del sector económico, de organizaciones sociales, de entidades académicas. El gran desafío es pensar, consensuar, planificar y ejecutar una carta de navegación con la cual la mayoría de los ciudadanos maulinos estén de acuerdo y que, en palabras de Sergio Boisier (1990), se estimule el capital sinergético regional y que exista un real compromiso por mejorar los indicadores que hoy día se visualizan muy por debajo del promedio nacional11. Este es un desafío mancomunado del cual toda la comunidad maulina debe hacerse partícipe, cada cual desde su particular esfera de acción. Sólo de esta manera la región podrá derrotar la pobreza y los problemas que la aquejan, incluso algunos de ellos de manera cuasi estructural.

AGRADECIMIENTOS Se Agradece la especial colaboración del Sr. Pedro Rojas S., Jefe Unidad Técnica y de Estudios, Instituto Nacional de Estadísticas, Región del Maule.

REFERENCIAS 1. Banco Central de Chile. Informe de Política Monetaria (IPOM) [online]. Santiago,: BCCH; 2009. Pag 54. Disponible en: [consultado sep. 2010] 2. Chile. Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Índice de la Actividad Económica Regional (INACER), Boletines Trimestrales. Santiago:INE; 2010 3. Chile. Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Informe Económico Regional (IER), Trimestres Móviles. Boletines Mensuales Santiago: INE, 2010. 4. Chile. Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Nueva Encuesta Nacional de Empleo; Manual Conceptual y Metodológico. Santiago: INE; 2010. 5. Chile. Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Empleo Trimestral, Boletines. Santiago: INE, 2010. 6. Chile. Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Región del Maule; Informe de Coyuntura Regional, Boletín Informativo. Santiago: INE, 2011. 7. Chile. Ministerio de Planificación (MIDEPLAN). Encuesta Casen, Boletines. Santiago: MIDEPLAN, 2009. Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 72/81

8. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Guía sobre los nuevos Indicadores de Empleo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Ginebra: OIT; 2009. p. 48. Disponible en: [consultado en sep. 2010]. 9. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Mejores políticas para el desarrollo; Perspectivas OCDE sobre Chile. Paris: OECD Publishing; 2011. Disponible en: [consultado en abr. 2011] 10. Banco Central de Chile (BCCH). Nueva base de datos estadística; Mercado del Trabajo. Santiago: BCCH; 2010. 11. Boisier, S. Territorio, estado y sociedad: reflexiones sobre descentralización y desarrollo regional en Chile. Chile: Centro de Estudios y Asistencia Legislativa, Pontífica Universidad Católica de Valparaíso; 1990. 75 p.

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Artículo Original

Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre

Measurement of the Sleep-Wakefulness Cycle in Workers from Large-Scale Copper Mining Jorge Lasso Peñafiel1, Ximena Carrasco Álvarez2, Alberto Riveros Acevedo3, Verónica Bittner Schmidt4 1. Médico Neurofisiólogo, Especialista en medicina del sueño. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. Profesor Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile. 3. Médico Neurofisióloga, Especialista en medicina del sueño. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. Profesora Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Santiago, Chile. 3. Técnico en Neurofisiología. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. 4. Estadística. Profesora, Facultad de Odontología, Universidad del Desarrollo, Concepción.

RESUMEN

El único período de tiempo en que el ser humano recupera la energía del desgaste corporal de las actividades cotidianas es durante el sueño. Una forma de medir el ciclo sueño-vigilia es usando un dispositivo que se llama actígrafo, el que, por medio de gráficos llamados actogramas, demuestra indirectamente el ciclo sueño-vigilia. Método: Se realizó una medición del ciclo sueño-vigilia a 44 trabajadores de la gran minería del cobre en Chile, por medio del registro de 11 días consecutivos, de los cuales 7 eran en su casa y 3-4 en el trabajo. Se compararon las variables latencia, tiempo y eficiencia de sueño en cada individuo en su período de trabajo y descanso. Luego se comparó todas las variables según grupos etarios (de edad menor o mayor a 40 años). Resultados: No se demostró diferencias significativas en las variables de eficiencia de sueño en todos los trabajadores en las dos condiciones y en los dos grupos etarios. Se observa una menor latencia de sueño en el grupo de menos de 40 años en el período de descanso. Además, el tiempo de sueño en el período de trabajo en los dos grupos es menor, siendo estadísticamente significativo en el grupo menor a 40 años. También se observa que un 30% de los trabajadores no tiene un período adecuado de descanso previo a su jornada laboral debido al tiempo de traslados en distancias prolongadas. Conclusión: El estudio demostró que los trabajadores duermen menos horas en su jornada de trabajo en comparación al periodo de descanso; además, que no tienen un descanso adecuado durante el tiempo de traslado al inicio de su período de trabajo. Estos factores pueden ser relevantes en la sensación de fatiga en ests tipo de trabajadores en los primeros días de su turno de trabajo. (Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V, 2011. Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 82-85).

ABSTRACT

The sleeping time is the only period of time in which the human being recovers the energy that has been lost due to everyday activities. The sleep-wakefulness cycle can be measured by using an actigraph, a device showing indirectly this cycle by means of graphs called actograms. Method: A measurement of the sleep-wakefulness cycle was carried out in 44 workers from a large-scale copper mining company in Chile. Eleven consecutive days were registered; workers were at their home seven days and at work between three and four days. Variables of latency, sleep time and efficacy were compared in each subject during work and rest times. Later, all the variables for different age groups (under or over 40 years) were compared. Results: In all workers, no significant differences were identified in the variables of sleep efficacy in both conditions and both age groups. It can be observed a lower latency in the group under 40 years during resting time. Moreover, sleep hours during working time in both groups is low, which is statistically significant in the group under 40 years. It is also observed that 30% of workers do not have an adequate resting time prior to their working time because they spent considerable time traveling great distances to the workplace. Conclusion: The study showed workers sleep few hours in working time in comparison to resting time; besides, they do not have an appropriate resting time during the trip at the beginning of the work time. These factors can be important in the workers’ fatigue sensation during the first days of their work shift. Key words: sleep, wakefulness, circadian rhythm, actigraphy, latency period, efficiency.

Palabras claves: sueño, vigilia, Ritmo circadiano, Actigrafía, Período de latencia, eficiencia.

INTRODUCCIÓN Correspondencia / Correspondence: Jorge Lasso Peñafiel Hospital del Trabajador Santiago Ramón Carnicer 185, Providencia, Chile Tel.: (56-02) 685 3419 e-mail: [email protected] Recibido: 17 de enero de 2011 / Aceptado: 20 de abril de 2011

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El ciclo sueño-vigilia es probablemente el más conspicuo de nuestros ritmos circadianos. Recíprocamente, entre los factores que determinan el sueño, su conexión al reloj biológico es uno de los más relevantes. El ciclo sueño-vigilia representa una sucesión ordenada de estados conductuales. El concepto de estado conductual subraya que el conjunto de la fisiología, y particular82/85 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre mente del funcionamiento del sistema nervioso central, si se observa desde la perspectiva de múltiples variables, tiende a permanecer en un número discreto de configuraciones posibles. Estas configuraciones o estados conductuales no son dos, sueño y vigilia, sino más bien tres, pues al interior del dormir alternan dos estados, el sueño de movimientos oculares no rápidos (NREM) y el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), tan diferentes entre sí como lo es cualquiera de ellos con el estado de vigilia1. El sueño es el período conductual en el cual recuperamos la energía gastada en la actividad cotidiana; durante el tiempo de dormir se observan diferentes etapas cuyas funciones son importantes para el ser humano2. La actigrafía es una técnica no invasiva para medir indirectamente algunas variables del ciclo sueño-vigilia, usando dispositivos que se llaman actígrafos, que nos muestran las variaciones de este ciclo por medio de gráficos llamados actogramas (Figura1). Este dispositivo es un acelerómetro lineal, que tiene forma de reloj y se coloca en la muñeca de la mano dominante por el período que se realizará el estudio; tiene memoria interna que puede durar varios días, incluso meses3,4. Figura 1. Actigrama.

MÉTODO Equipamiento

Actígrafos Mini Mitter Actiwatch 64, que permiten una grabación de hasta 24 días, programados con muestreo cada minuto usando el software Actiware v 3.0.6,7. Las variables que se midieron con los actígrafos fueron: 1. Latencia de sueño: es el tiempo que un individuo se demora en dormir desde que se acuesta hasta que se duerme; se mide en minutos y generalmente es mayor a 10 min.8 2. Tiempo total de sueño: es el tiempo que una persona efectivamente durmió durante su período en cama; se mide en horas (promedio: más de 6 horas para la población general)8. 3. Eficiencia total de sueño: es el tiempo de sueño que un individuo se mantiene dormido en el tiempo total de sueño; se mide en porcentaje (normal mayor a 85%)8. Se solicitó un consentimiento informado sobre el procedimiento a cada trabajador antes de la instalación del dispositivo. Se instaló el actígrafo en la mano dominante del trabajador, en dos situaciones: • A un grupo en el día de su salida al período de descanso en su casa y siendo este retirado luego de 11 días. • A otro grupo, cuatro días previos a su retiro al domicilio y luego de 11 días se lo retiraba. Con esa técnica de instalación se obtendría un promedio de 3 días de registro en el período de trabajo y 7 en el período de descanso. A todos los participantes se les pidió que registraran en un calendario, adecuado para el estudio, la hora en que se levantaban y acostaban cada día. Se comparó los datos del período de descanso con el período de trabajo de cada participante.

Participantes

44 trabajadores de empresas de la gran minería del cobre en Chile de la ciudad de Calama.

Análisis estadístico

Nota: Actogramas representativos de (a) un ritmo diario en un período de trabajo y (b) un ritmo circadiano en condiciones de descanso. En este tipo de gráficos, las ordenadas representan los días sucesivos del registro y las abscisas las 24 horas del día. En la flecha se demuestra el tiempo de transición entre el descanso y el ingreso al primer turno de trabajo.

En los trabajadores que realizan turnos laborales el período de descanso para dormir en el trabajo y la casa es diferente debido a las diversas actividades que realizan en cada etapa. Muchos de los problemas que presentan los trabajadores son más frecuentes cuando ingresan al primer día del turno, pese a que han estado en su período de descanso en casa5. El estudiar el ciclo sueño-vigilia en estos trabajadores podría aportar información sobre sus ritmos de sueño y así buscar estrategias para mejorar la calidad del mismo. Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 82/85

Se realiza la interpretación manual de los datos en el Software Actiware v 3.0 corrigiendo las variables de horas de sueño, número de despertares y tiempo en cama, según el registro de las horas de acostarse y levantarse de cada trabajador registradas en su calendario. Se eliminaron los registros de los días en los que técnicamente había dudas de que se usó el actígrafo en forma adecuada. Otro dato que se analizó fué el período en que la persona no descansa por traslado desde o hacia su trabajo. Se realizó un análisis descriptivo de cada una de las variables, en los datos registrados en el período de descanso y en el lugar de trabajo. Este análisis incluyó valores mínimos, máximos, mediana, media aritmética y desviación estándar. Para determinar si existían diferencias significativas entre los valores medios obtenidos para cada variable en las dos condiciones, se utilizó la prueba t de Student para muestras pareadas, previa comprobación del supuesto de normalidad. Este supuesto no se cumplió en la variable latencia de sueño, por lo cual se utilizó la prueba no paramétrica del rango con signo de Wilcoxon. 83

Artículo Original | Lasso Jorge, et al. Con el fin de determinar si la edad puede presentar una influencia en los resultados antes observados, se realizó un análisis inferencial para comparar las diferencias entre los valores observados en el hogar y el trabajo según rango etario; para esto se subdividió la muestra en dos estratos: mineros de 19 a 39 años y mineros de 40 a 55 años.

RESULTADOS En la Tabla 1 se ve expuesta la distribución de los trabajadores según rango de edad menor o mayor a 40 años. Tabla 1. Distribución de los trabajadores según rango de edad. EDAD Menor a 40 Mayor a 40 Todos

N 32 12 44

Mín 19 40 19

Máx 39 55 55

Mediana 30 44 33

Media 30,03 ± 5,14 45,50 ± 4,89 34,25 ± 8,59

En la Tabla 2 se expone la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño, durante el período de descanso y trabajo en los 44 trabajadores. Tabla 2. Resultados de la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño (n = 44). Variables Latencia descanso Latencia trabajo Eficiencia descanso Eficiencia trabajo Tiempo sueño descanso Tiempo sueño trabajo

N Mínimo Máximo Mediana Media ± D.E p-valor 44

3,00

86,00

23,20

27,58 ± 19,50

44

0,00

84,50

12,32

19,73 ± 19,63

44

75,43

97,23

87,27

86,83 ± 4,94

44

64,36

99,27

88,25

88,10 ± 7,91

44

323,63

606,17

416,99 427,36 ± 63,25

44

237,25

522,00

390,72 390,72 ± 70,73

0,0678

0,3304

0,0048*

En la Tabla 3 se encuentran los resultados de la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño, durante el período de descanso y trabajo en los trabajadores menores a 40 años (n = 32). Tabla 3. Resultados de la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño (n = 32). Variables Mínimo Latencia 3,00 descanso Latencia 0,00 trabajo Eficiencia 76,93 descanso Eficiencia 64,36 trabajo Tiempo sueño descanso 333,00 Tiempo 298,33 sueño trabajo

84

Máximo

Mediana

86,00

22,24

26,96 ± 20,59

Media ± D,E p-valor

49,33

10,00

15,56 ± 14,80

97,23

88,36

87,84 ± 4,44

99,27

89,31

89,04 ± 7,96

606,17

418,76

430,08 ± 64,91

522,00

391,92

404,39 ± 59,69

0,0354*

0,4352

0,0469*

En la Tabla 4 aparecen expuestos los resultados de la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño, durante el período de descanso y trabajo en los trabajadores mayores a 40 años (n = 12). Tabla 4. Resultados de la comparación entre las variables latencia, eficiencia y tiempo de sueño (n = 12). Variables Mínimo Latencia 10,71 descanso Latencia 0,33 trabajo Eficiencia 75,43 descanso Eficiencia 69,89 trabajo Tiempo sueño descanso 323,63 Tiempo 237,25 sueño trabajo

Máximo

Mediana

Media ± D,E p-valor

68,75

26,99

29,26 ± 16,98

84,50

22,96

30,88 ± 20,51

92,63

83,12

84,14 ± 5,37

96,97

86,31

85,58 ± 7,53

513,57

416,99

420,1 ± 60,71

502,33

339,67

354,26 ± 86,72

0,716

0,5785

0,0517

Se eliminaron 18 días de registro (6 del grupo < 39 años y 3 del > 40), que corresponden al 3,7% del total de días. La media de edad del total de trabajadores es de 34ª, del grupo menor es de 30ª, del mayor es 45ª. Un 30% de los trabajadores no descansa durante el tiempo de traslado hacia su trabajo. Respecto de: 1. Latencia de sueño: El grupo menor a 40 años presenta valores de latencia estadísticamente significativa al comparar los dos períodos, siendo mayor en el tiempo de descanso (p < 0,05). En el grupo de 40 años o más no existe una diferencia significativa entre los valores medios del descanso y del trabajo. Al analizar los datos de todos en conjunto, se observa que no existen diferencias entre la latencia en el hogar y en el trabajo. 2. Eficiencia: No se observan diferencias significativas en los valores medios de eficiencia registrados en el hogar y el trabajo, tanto para el grupo menor a 40 años como para el mayor o igual a 40. Al analizar los datos de los 44 trabajadores, se observa que no existen diferencias entre la eficiencia en el hogar y en el trabajo. 3. Tiempo de sueño: El grupo de mineros menor a 40 años presenta un tiempo de sueño significativamente superior en el período de descanso (p < 0,05), mientras que los mineros de 40 años o más no muestran diferencias significativas pese a que duermen más tiempo, lo que podría deberse a que son menos trabajadores (12 mayores de 40ª, v/s 32 menores de 40ª). Al analizar todos los datos en forma conjunta, se observa un tiempo de sueño significativamente superior en el período de descanso (p < 0,05).

CONCLUSIONES La actigrafía es un instrumento no invasivo que sirve para evaluar el ciclo sueño-vigilia de forma ambulatoria en trabajadores mineros. Los resultados demuestran que en términos generales las variables que mide la actigrafía son mejores en el período de descanso de todos los trabajadores, si bien es más evidente en el grupo menor a 40 años que en el otro grupo. 82/85 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre La disminución del tiempo de sueño en el trabajo podría producir sensación de cansancio diurno, que produciría una deuda de sueño que se recuperaría durante el período de descanso5,9.

Durante el tiempo de traslado hacia el trabajo, un tercio de los trabajadores no descansa, por lo que podrían llegar en condiciones de fatiga al primer día de su jornada.

REFERENCIAS 1. Vivaldi E. Sueño y vigilia. En: Golombek, D.A. editor. Cronobiología Humana. Buenos Aires: Universidad de Quilmes; (En prensa 2002). 2. Lasso J. Introducción a la Medicina del Sueño. Ciencia y Trabajo. 2004; 6(12):53-58 3. Warms, C.A. Methodological considerations for selecting a motion sensor. Communicating Nursing Research Conference Proceedings. 2001;34(9):90. 4. Mini Mitter. Animal Monitoring Products [online]. Oregon: Mini Mitter Co.; 2011 [consultado 10 abril 2011]. Disponible en: 5. Neylan TC, Metzler TJ, Henn-Haase C et al. Prior night sleep duration is associated with psychomotor vigilance in a healthy sample of police academy recruits. Chronobiol Int. 2010 aug;27(7):1493-508.

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Artículo Original

Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile Study of Correlation between Attention and Accident Rates in Professional Drivers in the city of Calama, Chile Claudio Enrique Velásquez Chire1, Jean Paul Escobar Álvarez2 1. Contador General, Psicólogo de Seguridad Industrial. Departamento de Prevención de Riesgos ACHS, Calama. 2. Programador en Computación, Psicólogo de Seguridad Industrial. Departamento de Prevención de Riesgos ACHS, Calama.

RESUMEN

Los siniestros de tránsito representan uno de los mayores problemas de mortandad en Chile. La mayoría de éstos son provocados por variables derivadas del propio conductor. Dentro de éstas, la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) reconoce la “Falta de atención a las condiciones del tránsito” como un factor principal en la causación de estos siniestros. Por este motivo el presente estudio tiene por objetivo principal conocer si existe una relación entre el proceso cognitivo de atención, bajo la teoría de redes atencionales de Michael Posner, y los siniestros de tránsito; esto a través de un enfoque descriptivo correlacional retrospectivo que posibilite la discriminación que pueda realizar la prueba Attention Network Test (ANT), en forma individual, en los conductores profesionales a partir de la presencia o ausencia de siniestros de tránsito. Se trabajó con una muestra total de 73 conductores profesionales, divididos en dos sub-muestras, con y sin siniestros de tránsito. Se desprende de los resultados que la prueba ANT realizó discriminación y relación entre la siniestralidad y la eficiencia de la red atencional ejecutiva, además de las medias de los tiempos de reacción que las muestras obtuvieron frente a la prueba. De esta manera se concluye que la falta de atención de los conductores estaría determinada por el bajo rendimiento en ciertos aspectos específicos que integran el proceso atencional. (Velásquez C, Escobar J, 2011. Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 86-91).

ABSTRACT

The road accidents represent one of the major causes of mortality in Chile. Most of these accidents are caused by variables derived from the driver itself, such as the “lack of attention to traffic conditions” considered by the National Traffic Safety Commission (CONASET, Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito) as a main cause of these accidents. For this reason, the main purpose of this study is to know if there is a relationship between the cognitive process of attention –according to the Michael Posner’s theory of attentional networks– and the road accidents. A descriptive, correlational and retrospective approach was used in order to enable the discrimination resulted from each individual Attention Network Test (ANT) of the professional drivers, based on the presence or absence of road accidents. The sample was composed of 73 professional drivers divided into two subsamples, with and without road accidents respectively. Results show that the test ANT indicates discrimination and relationship between accident rates and the executive attentional network’s efficiency as well as means for the reaction times obtained by the samples in the test. In this way, it can be concluded that the drivers’ lack of attention could be determined by the low performance in certain specific aspects of the attentional process. Key words: statistics, nonparametric, accidents, traffic, incidence.

Palabras claves: estadisticas no paramétricas, accidentes de tránsito, incidencia.

INTRODUCCIÓN Desde el nacimiento de la ciencia psicológica se ha establecido la necesidad de contar con instrumentos que permitan medir objetivamente aquellas variables que determinan el fenómeno de la psique, como se menciona en el reglamento de tráfico en Alemania de 1910, en donde se especifican ciertos requerimientos psicoló-

Correspondencia / Correspondence: Claudio Enrique Velásquez Chire Departamento de Prevención de Riesgos, ACHS Calama, Chile Tel.: (56-55) 543 569 - (09) 921 66642 e-mail: [email protected] Recibido: 18 de enero de 2011 / Aceptado: 15 de abril de 2011

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gicos y emocionales que deberían poseer los conductores de vehículos motorizados, según Soler y Tortosa1. Cabe destacar que en Chile la psicología de la prevención es una rama de la Psicología Industrial u Organizacional, la cual tiene un origen formal en la evaluación de los conductores desde 1982 con la ley del tránsito, que obligaba a realizar exámenes a los conductores que postulaban a la licencia profesional. Aquí se les solicita a los psicólogos aplicar pruebas que den cuenta del estado mental de las personas para ingresar a los cursos de conducción profesional (Ley del Tránsito, Artículo 13, Inciso, 1, 1982)2. Desde ese momento se comienza a gestar en Chile de una forma incipiente la psicología de la prevención por intermedio de la psicotecnia. Las falencias reveladas en la medición de factores psicológicos han sido detectadas en la evaluación que se efectúa a los conductores profesionales durante el proceso psicológico que realizan para obtener una licencia de conducir y en evaluaciones psicotécnicas para el ingreso a las distintas organizaciones; estas deficiencias en 86/91 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

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Artículo Original | Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile primera instancia se relacionan con aspectos cognitivos básicos de sus capacidades. De acuerdo con las estadísticas entregadas por CONASET (Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito)3, en el año 2009 hubo 56.330 siniestros de tránsito provocados, principalmente, por factores derivados del conductor, desde variables tanto físicas como psicológicas. Dentro de estos factores se puede apreciar la relevancia del subíndice denominado “No estar atento a las condiciones del tránsito”. Esta primera aproximación estadística conlleva a formular que podría ser la atención una variable a considerar en la búsqueda de posibles factores psicológicos involucrados en la causación de siniestros de tránsito en nuestro país. Al ser considerada la atención –desde la psicología– un proceso psicológico básico de gran importancia en las funciones cognitivas superiores que realizan las personas en todo momento, se considera importante dilucidar si la atención podría ser un factor en la causación de los siniestros de tránsito que ocurren en nuestro país. La atención no ha podido ser explicada a cabalidad, como también ha sufrido una larga evolución en cuanto a su conceptualización. De acuerdo con William James4 podemos entenderla como: “Tomar posesión de la mente, en una forma vívida y clara de uno de muchos posibles objetos o formas de pensamiento presentadas en forma simultánea. La focalización y la concentración de la conciencia son parte de su esencia. Implica hacer a un lado algunas cosas para poder manejar otras eficientemente”. Hoy en día es posible reconocer la atención de manera más específica, lo cual acarrea una nueva manera de conceptualizarla, gracias a las actuales investigaciones que se han realizado en este campo. En este sentido la atención ha ido confluyendo desde modelos teóricos psicológicos hasta modelos psiconeurológicos avalados por representaciones psiconeurocognitivas, obtenidas mediante escáner cerebral, imágenes de resonancia nuclear magnética funcional y de registros fisiológicos varios, destacando dentro de estos modelos el propuesto por Michael Posner, denominado mecanismo de redes atencionales (del cual se deriva la creación del Attention Network Test). Esto evidencia un salto de pensamiento con respecto al concepto psicológico básico de atención, desde los iniciales postulados teóricos de filtros atencionales a los que propone el autor actualmente como un circuito de redes neuronales (atencionales) divididas en tres: • Red Anterior (Ejecutiva). Esta tiene por función hacer consciente el estímulo que ha sido identificado, como se menciona en Castillo y Paternina5, cuando se detecta un estimulo también se comienza a determinar su identidad, además de reconocer las tareas que se deben llevar a cabo con éste. • Red Posterior (Orientación). Se caracteriza principalmente por detectar el sector en el cual es necesario poner recursos atencionales para el posterior procesamiento, como mencionan Mestre y Palmero6. Es así como esta función detectaría entre los estímulos aquellos que son relevantes para el sujeto, posibilitando su análisis. Así también se considera que una persona o un animal reacciona de manera más rápida a una localización previamente atendida ya por el proceso atencional. Esta mejora en la capacidad sólo se produce durante los primeros 150 milisegundos, luego de atender a un determinado estímulo; lo mismo ocurre con la capacidad visual, ya que se considera que esta capacidad encubierta conlleva a preparar al sistema para la detección de un estímulo de manera más efectiva sin demostrar de forma objetiva que se detectó el estímulo7. • Red de Alerta/Vigilancia. Se caracteriza por mantener al sistema atencional preparado para detectar la señal objetivo o la señal que

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aumente las probabilidades de que el objetivo esté cerca. Esta función está determinada por el área cerebral del locus coeruleus, ya que de esta área se desprenderían una gama de neuronas noradrenérgicas que se encargarían de aumentar la presión arterial y el flujo de sangre al cerebro, pero no modificando el ritmo cardiaco de la persona, por lo que su participación tendría características de activo pasivo. La participación del hemisferio derecho también tendría una función en esta capacidad debido a que se ha comprobado que pacientes con daños en esta zona presentan problemas en la capacidad de alerta, según Posner8. Estas redes, en su conjunto, engloban el proceso de atención que se encuentra sobre las demás funciones cognitivas posibilitando así la ejecución de estas otras (Figura 1). Figura 1. Anatomía de las tres redes atencionales: Alerta, Orientación y Función Ejecutiva.

Fuente: Posner y Rothbart (2007)9.

Como aporte a la evaluación de las capacidades atencionales normadas por esta teoría se ha creado y diseñado la Attention Network Test (ANT)10, la cual entregaría información relevante para la medición de las capacidades atencionales de los sujetos a través de la ejecución de una sola tarea que implica el estudio de la interacción de todas las redes atencionales, pero de manera individual. La utilización y posterior adaptación de la tarea de flancos de Ericksen y Ericksen11 en el diseño del ANT posee una relevancia importante, ya que de esta manera se ha logrado diseñar una tarea simple, pero que implica el procesamiento del estímulo de manera de discriminar éste y poder responder de manera adecuada a los requerimientos solicitados. Al evaluar la siniestralidad de los conductores con la prueba ANT, en el presente estudio se investigó, a través de los resultados hallados, el grado de correlación entre la atención y la siniestralidad de los conductores. El objetivo de este estudio es conocer y analizar si existe una relación entre el proceso cognitivo de atención, bajo la teoría de redes atencionales de Michael Posner, y los siniestros de tránsito. Para ello esta investigación se basó en un enfoque descriptivo correlacional retrospectivo, que posibilita la discriminación que puede realizar la prueba Attention Network Test (ANT) en forma individual en los conductores profesionales, a partir de la presencia o ausencia de siniestros de tránsito.

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Artículo Original | Velásquez Claudio, Escobar Jean Paul

MÉTODO La investigación se realizó desde una metodología cuantitativa descriptiva, con un enfoque transversal retrospectivo, ya que se utilizaron los antecedentes de siniestralidad y la toma de información de la muestra en un momento en particular, en busca de la incidencia e interrelación de las variables. El carácter correlacional del estudio permitiría enlazar los datos entregados por los test, para verificar la relación de independencia o no entre las variables. Se evaluó a 36 conductores con historial de siniestralidad y 37 conductores sin historial de siniestralidad; a ambos grupos se les aplicó la prueba Attention Network Test (ANT), en la Asociación Chilena de Seguridad, Automóvil Club de Chile y Línea de Taxibuses 177; después de dicha aplicación se interpretaron y evaluaron los resultados mediante el uso del software estadístico SPSS 19. Así se examinaron los resultados de la variable con el historial de siniestralidad de los conductores. Hipótesis: Los conductores que han sufrido siniestros obtienen un menor rendimiento en su capacidad atencional, en la prueba ANT, en comparación con conductores que no han sufrido siniestros.

Consideraciones en la aplicación de la prueba

1. Del grupo (muestra) que tuvo siniestros, se seleccionó a aquellos que ocasionaron dicho siniestro. 2. La aplicación se realizó en horas de la mañana y se procuró saber si los evaluados habían desayunado adecuadamente. 3. Los evaluados poseían visión normal y/o corregida. 4. Los evaluados no se encontraban consumiendo medicamentos ni sufrían enfermedades de consideración.

Attentión Network Test (ANT)

De acuerdo con Fan, McCandliss, Sommer, Raz y Posner10, la prueba de redes atencionales (ANT) es la integración de las tareas antes mencionadas, la cual nos entrega datos particulares de cada red en evaluación de acuerdo al postulado teórico. En esta prueba se explicitan los medios por los cuales se obtienen los resultados de todas las redes de forma independiente en una sola ejecución de duración aproximada de 25 minutos y que se realiza a través de un software de computador. La prueba consiste en medir, a través de los tiempos de reacción, la capacidad de discriminación, orientación y alerta de la atención10, como se ejemplifica a continuación: Para la realización de esta tarea es necesario que el evaluado centre su mirada en un estímulo constante y central en la pantalla del computador (+) a una distancia aproximada de 65 cm. Antes de aparecer el objetivo al cual debe entregar su respuesta aparece una señal (cue) relampagueante que podría o no anticipar el lugar (arriba-abajo) en el que aparecerá el objetivo a responder, esto porque en algunas ocasiones sí la predecirá y en otras nos engañará (spatial cue); por otra parte también estos estímulos pueden no entregar la información que anticipe o no la señal. A estos se les denomina señales neutras y pueden aparecer en el centro o en ambos lados del estímulo central (center cue–double cue); de esta manera se estaría evaluando la función en la cual participaría la red neuronal de orientación atencional (Figura 2). Posteriormente a las señales (cue) aparece el estímulo objetivo, que consiste en una serie de flancos en tres estados: Neutrales, Congruentes e Incongruentes (Neutral-Congruent-Incongruent). A estos el sujeto debe de dar respuesta presionando con el dedo 88

Figura 2. Representación de las cuatro condiciones de señales de la prueba ANT.

+

* + *

*

no cue

* +

center cue

double cue

Fuente: Fan, McCandliss, Sommer, Raz, & Posner (2002)10.

+ * spatial cue

índice de cada mano la dirección en la cual apunta el flanco; como se puede observar, en los objetivos neutrales y congruentes no existen mayores problemas de respuesta, ya que sólo se debe de apretar el botón adecuado a la dirección del flanco con el dedo correspondiente; sin embargo, en los estímulos objetivos incongruentes se presenta una distorsión de señales. En esta situación se le solicita al evaluado que responda a la dirección del flanco que se encuentra sólo en el centro de la fila con el dedo y el botón correspondiente. En esta tarea se estaría evaluando la red neuronal atencional Anterior o de Ejecución. Esta tarea se debe realizar velozmente, luego de la señal (cue); de esta manera se estaría midiendo la red neuronal atencional de Alerta/Vigilancia (Figura 3). La aparición de las señales (cue) y de los objetivos (NeutralCongruente-Incongruente) estará determinada por el control del software, el cual de acuerdo a una secuencialización continua en el tiempo y aleatoria en los estímulos y objetivos entregará los datos a los cuales el sujeto en estudio deberá atenerse y posteriormente responder (Figura 4). Figura 3. Representación de los seis tipos de estímulos objetivos de la prueba ANT.

Neutral

Congruent

Incongruent

Fuente: Fan, McCandliss, Sommer, Raz, & Posner (2002)10.

Figura 4. Representación del procedimiento de acuerdo a los tiempos y a las señales de ANT.

+ D1= 400 -160 0m sec

cue

* + 100 mse c

+

target

+ 400 mse c RT< 1700 mse c

+

350 0-R T-D 1m sec Fuente: Fan, McCandliss, Sommer, Raz, & Posner (2002)10.

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RESULTADOS Análisis de Attention Network Test (ANT)

Hipótesis: Los conductores que han sufrido siniestros obtienen un menor rendimiento en su capacidad atencional en la prueba ANT. De acuerdo a los datos observados en Alfa de Cronbach, se puede concluir que la confiabilidad de la evaluación ANT en la muestra se encuentra en una clasificación muy aceptable, por lo cual la confiabilidad de esta prueba para el grupo de estudio es positiva (Tabla 1).

Eficiencia Red Alerta Tabla 1. Estadígrafos descriptivos de la eficiencia de la Red de Alerta. Muestra Media Desviación Típica Con siniestralidad 29 27 Sin siniestralidad 34 19 Studendt Sig. B. 0,407 Alpha de Cronbach: 0,9875

Eficiencia Red de Orientación

A continuación se exponen los estadígrafos descriptivos de la eficiencia de la Red de Orientación (Tabla 2). Tabla 2. Estadígrafos descriptivos de la eficiencia de la Red de Orientación. Muestra Media Desviación Típica Con siniestralidad 40 32,24 Sin siniestralidad 43 20,55 Studendt Sig. B. 0,596

Gráfico 2. Puntuación gráfica de valores en Red de Orientación. 200 SI

150

NO

100 50 0 -50 1

3

5

7

9

11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

Sujetos

SÍ = Conductores con historial de siniestralidad en la conducción. NO = Conductores sin historial de siniestralidad en la conducción.

En el Gráfico 2 se observa que el nivel de significancia bilateral no fue significativo; se desprende de esto que no hubo una diferencia estadística significativa entre ambos grupos de estudios (con siniestros y sin siniestros) en relación a la red atencional de Orientación. Debido a lo anteriormente esbozado la hipótesis planteada para esta red atencional es rechazada.

Eficiencia Red Ejecutiva

En la Tabla 3 se presentan los estadígrafos descriptivos de la Eficiencia de la Red Ejecutiva.

Gráfico 1. Puntuación gráfica de valores en Red de Alerta.

Tabla 3. Estadígrafos descriptivos de la Eficiencia de la Red Ejecutiva.

140

Muestra Media Desviación Típica Con siniestralidad 161 55 Sin siniestralidad 135 54 Studendt Sig. B. 0,046

SI

120

Niveles de Eficiencia

bilateral revelador entre ambos grupos de estudios (con siniestros y sin siniestros) en relación a la red atencional de Alerta. Para esta red se rechaza la hipótesis planteada.

Niveles de Eficiencia

Desde su creación hasta ahora la prueba Attention Network Test (ANT) ha sido aplicada en diferentes áreas de estudios con ciertas modificaciones que solo han aportado beneficios para su interpretación, como se muestra en Pacheco, Lupiañez y Acosta12 a esto se suma su utilización como posible predictor de resultados en el área de la conducción con resultados positivos13. Los puntajes de eficiencia en la realización de la prueba en relación con la capacidad de las redes atencionales se calculan de acuerdo al siguiente procedimiento: la capacidad de orientación se mide restando la media de los tiempos de reacción de las señales espaciales (spatial-cue) a las medias de los tiempos de reacción de las señales neutrales (neutral-cue). La capacidad de la red atencional anterior o de ejecución se calcula restando la media del tiempo de reacción de todas las señales congruentes (Congruent) a la media de las señales incongruentes (Incongruent). Finalmente, el cálculo para determinar la eficiencia de la red de alerta o vigilancia se realiza restando la media de los tiempos de reacción de la doble señal (doublé-cue) a la media de los tiempos de reacción de la señal (cue). Además de esto se entregan los tiempos de reacción general frente a la prueba y el grado de efectividad en la discriminación de estímulos (incongruente).

NO

100 80 60 40 20 0 1

3

5

7

9

11

13

15

17

19

21

23

25

27

29

31

33

35

37

Sujetos

SÍ = Conductores con historial de siniestralidad en la conducción. NO = Conductores sin historial de siniestralidad en la conducción.

Del Gráfico 1 se desprende que no hubo un nivel de significancia Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 86/91

De acuerdo con la Tabla 3 el nivel de significancia bilateral fue de 0.046; de esto se desprende que hubo una diferencia estadística significativa entre ambos grupos de estudios (con siniestros y sin siniestros) en relación a la red atencional de Ejecución. Se evidencia el grado de diferencia de ambas submuestras, validando los niveles de discriminación en esta área del test. Para esta red se acepta la hipótesis planteada. En el sujeto que tiene un menor rendimiento en esta red al hacer consciente el estímulo, mediado por la percepción, se produce un

89

Artículo Original | Velásquez Claudio, Escobar Jean Paul Gráfico 3. Puntuación gráfica de valores en Red de Ejecución.

Tabla 5. Estadígrafos descriptivos de la Exactitud frente a la prueba. Muestra Media Desviación Típica Con siniestralidad 96 3,72 Sin siniestralidad 97 2,44 Studendt Sig. B. 0,37

Niveles de Eficiencia

600 SI

500

NO

400 300

Gráfico 5. Puntuación gráfica de valores en Exactitud.

200

140

0 1

3

5

7

9

11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

Sujetos

SÍ = Conductores con historial de siniestralidad en la conducción. NO = Conductores sin historial de siniestralidad en la conducción.

enlentecimiento en el procesamiento de la información, lo que retarda la toma de la decisión más óptima según la situación; de allí se evidencia que los sujetos con siniestralidad posean menor eficiencia en esta red (ver Gráfico 3).

Niveles de Eficiencia

100

SI

120

NO

100 80 60 40 20 0 1

3

5

7

9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

Sujetos

Tiempos de reacción

SÍ = Conductores con historial de siniestralidad en la conducción. NO = Conductores sin historial de siniestralidad en la conducción.

Tabla 4. Estadígrafos descriptivos de los Tiempos de reacción.

exactitud frente a la prueba. En el Gráfico 5 se puede observar que no hubo una diferencia significativa entre ambos grupos de estudios (con siniestros y sin siniestros) en relación a la efectividad frente a la prueba ANT.

En la Tabla 4 se presentan los estadígrafos descriptivos de los Tiempos de reacción.

Muestra Media Desviación Típica Con siniestralidad 688 123,68 Sin siniestralidad 614 78,13 Studendt Sig. B. 0,008

Resultados generales

En la Tabla 6 se exponen los resultados generales del Attention Network Test. De acuerdo a lo descrito con anterioridad se puede exponer que la aplicación de ANT en las muestras seleccionadas y los datos resultantes tienen una confiabilidad aceptable con un alpha de 0,987. En la red atencional Ejecutiva se logró observar una discriminación significativa con respecto a las dos muestras de Sig. B = 0,046, con 26 ms de diferencias entre las dos muestras. En las medias de tiempo de reacción generales también se pudo evidenciar diferencias significativas de 74 ms de retraso en conductores con historial de siniestralidad. Las redes atencionales de Orientación y Alerta no presentaron diferencias significativas en ambos grupos de estudios, así como también el nivel de Exactitud frente a la discriminación de estí-

Gráfico 4. Tiempos de Reacción de ambas muestras. SI

Niveles de Eficiencia

1000

NO

900 800 700 600 500 400 1

3

5

7

9

11

13

15

17

19

21

23

25

27

29

31 33

35

37

Sujetos

SÍ = Conductores con historial de siniestralidad en la conducción. NO = Conductores sin historial de siniestralidad en la conducción.

Del Gráfico 4 se desprende que hubo una diferencia significativa entre ambos grupos de estudios (con siniestros y sin siniestros) en relación a los tiempos de reacción para contestar a los ítems de la prueba. En base a los tiempos de reacción se acepta la hipótesis planteada. Lo anterior se confirma con la red ejecutiva y la demora en la toma de decisión.

Exactitud

En la Tabla 5 se presentan los estadígrafos descriptivos de la

90

Tabla 6. Resultados generales del Attention Network Test. Muestra Media Desviación Típica Studendt Sig. ANT Eficiencia Con siniestralidad 29 27 0,407 red Alerta Sin siniestralidad 34 19 Eficiencia red Con siniestralidad 40 32,24 0,596 de Orientación Sin siniestralidad 43 20,55 Eficiencia red Con siniestralidad 161 55 0,046 Ejecutiva Sin siniestralidad 135 54 Tiempos de Con siniestralidad 688 123,68 0,008 reacción Sin siniestralidad 614 78,13 Exactitud Con siniestralidad 96 3,72 0,37 Sin siniestralidad 97 2,44

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Artículo Original | Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile mulos. Los resultados de la eficiencia global en la muestra son muy similares en las muestras y a los datos obtenidos por Bruce Weaver et al14 en un estudio predictivo bajo este enfoque. Se interpreta a partir de lo anterior que los datos arrojados por la muestra con historial de siniestralidad es mucho más lenta en procesar la información proveniente de estímulos externos, pero igual de efectiva, en lograr la discriminación de estos, que la muestra sin siniestros de tránsito. Al parecer, la principal diferencia entre ambas muestras recae en que el procesamiento de la relevancia de los estímulos externos es más costosa en los sujetos con siniestros de tránsito en su historial; esto podría representar una desventaja en la actividad de la conducción, ya que esta última tarea demanda una serie de recursos cognitivos, físicos, motrices y perceptivos que deben de ser atendidos de manera eficiente y eficaz.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN Los resultados de la prueba ANT reflejan que la eficiencia de las redes atencionales de Alerta y Orientación no discriminaron en las muestras en estudio. Al parecer, la capacidad de Alerta para reaccionar a los estímulos del medio ambiente no es un factor a considerar en los siniestros de tránsito, esto debido a que ambas muestras tienen similares rendimientos en cuanto a obtener ventaja en los estímulos de la prueba que evalúan dicha capacidad. En este mismo sentido no podemos observar diferencias significativas en el rendimiento de la capacidad de Orientación en los grupos, lo cual evidencia que la eficiencia de ambos para dirigir la atención hacia las señales relevantes de la prueba es similar. De acuerdo con esto se puede postular que la capacidad de Alerta y de Orientación no son factores de la atención que puedan estar participando en la causación de siniestros de tránsito; por lo tanto, se podría decir que la clasificación de CONASET “no estar atento a las condiciones del tránsito del momento” no se refiere a no detectar los estímulos del ambiente de conducción en forma oportuna, como podrían ser las señales, la calzada, el flujo vehicular y/o las condiciones del vehículo, entre otros. Siguiendo el análisis se puede observar que la evaluación de la eficiencia de la red atencional Ejecutiva sí logró encontrar diferencias entre las muestras en lo que se refiere a la capacidad de procesar la información relevante, así también se observa que el

promedio de los tiempos de reacción de la muestra con siniestros de tránsito es mayor que la del grupo sin siniestros; sin embargo, el nivel de exactitud en las respuestas hacia la prueba es casi similar en ambas muestras. Esto nos permite dilucidar que los conductores que han sufrido siniestros de tránsito son casi tan exactos en sus respuestas frente a la prueba como el grupo sin siniestros, pero para lograr esto el grupo con siniestro debe lidiar con ciertas dificultades, las cuales se presentarían principalmente en reconocer eficientemente la relevancia del estímulo identificado, condición que en el plano de la conducción tendría consecuencias negativas considerables, ya que esta es una tarea en que constantemente los conductores se ven rodeados de estímulos que se deben de discriminar de manera veloz y certera, como por ejemplo, peatones, animales, condiciones del tráfico, maniobras, entre otros, en el menor tiempo posible. Esto último también se ve afectado en la muestra con siniestros, debido a que sus tiempos de reacción en promedio son más tardíos que los de su contraparte, lo cual evidencia que el reconocimiento de la relevancia de un estímulo se ve acompañado de un tiempo más prolongado de respuesta en estos. Por lo tanto, la clasificación que realiza CONASET en relación a la atención se referiría a problemas en la eficiencia en la capacidad de discriminar un estímulo en un periodo de tiempo determinado. De acuerdo con otros estudios con ANT principalmente relacionados con trastornos de déficit de atención, estos datos no evidencian una similitud en cuanto a los patrones de resultados de dichos estudios15 por lo cual el fenómeno no pasaría por un tema patológico de la función, sino más bien por cierta deficiencia puntual en la atención, la cual –de acuerdo a estos resultados– sería la capacidad de procesar la información discriminando aquella que sea relevante o no en un lapsus de tiempo determinado, el que debería ser ideal teniendo en cuenta la complejidad que esta tarea conlleva. Finalmente, es necesario continuar dilucidando posibles factores humanos relacionados con la causación de siniestros de tránsito y someterlos así a evaluación científica de forma actualizada y aplicada, debido a la gran cantidad de siniestros y a la tasa de fallecidos que presenta nuestro país en esta materia, que aún desborda la comprensión de este fenómeno tanto en lo social como en lo personal. Por otro lado, el alcance de estos posibles estudios recaería en trabajar los mecanismos para el posible fortalecimiento de estos factores.

REFERENCIAS 1. Soler J, Tortosa F. Psicología y seguridad vial: Autores temas y fuentes. Pap psicol. 1985 sep; 21:32-37. 2. Ley del tránsito de Chile, Ley N° 18.290. Diario oficial de la República de Chile (Feb 1984). 3. Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) [online] Chile: CONASET; 2009 [actualizado oct 2009; consultado dic de 2010] Disponible en: < http://www.conaset.cl/portal/> 4. James W. Principles of Psychology. New York: Dover; 1890. 689 p. 5. Castillo A, Paternina A. Redes atencionales y sistema visual selectivo. Univ psychol. 2006;5(2):305-325. 6. Mestre J, Palmero F. Procesos Psicológicos Básicos. Madrid: Mc Graw Hill; 2004. 304 p. 7. Maestú F, Rios M, Cabestrero R. Neuroimágen; técnica y procesos cognitivos. Barcelona: Masson; 2008. 546 p. 8. Posner M, Petersen S. The attention system of the human brain. Annu Rev Neurosci. 1990;13:25-42. 9. Posner M, Rothbart M. Research on attention networks as a model for the Ciencia & Trabajo | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 | www.cienciaytrabajo.cl | 86/91

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Artículo Original

Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Perception of Workers in shift system of eight and twelve hours Pilar Angélica Sandoval Bahamondes Psicóloga, Pontificia Universidad Católica de Chile. Diplomada en Ergonomía, Ceyet Consultores. Magíster Recursos Humanos Universidad Gabriela Mistral. Docente y Supervisora de Práctica Profesionales Escuela de Psicología Universidad de Las Américas. Docente Universidad Mayor y Universidad de Concepción, Chile.

RESUMEN

Esta investigación tuvo como objetivo comparar las percepciones de 2 grupos de trabajadores que enfrentaban el cambio de sistema de turno de 8 a 12 horas. Se buscó conocer y establecer las variables claves de un sistema de turno desde una perspectiva psicosocial. Estas variables se aglomeraron en torno a las horas de trabajo, el trabajo nocturno, la calidad de sueño y la cantidad de tiempo libre para actividades personales y familiares que cada sistema de turno permitió al trabajador. Se buscó conocer las creencias y emociones con respecto a las condiciones de su entorno de trabajo, puesto que las personas actúan laboralmente desde estas percepciones y de allí la importancia de cuantificar el sustrato subjetivo como base del comportamiento. Los resultados señalan una opinión más favorable de los trabajadores para el ciclo de turno de 12 horas que para el de 8 horas. En esta investigación se utilizó una metodología de investigación-acción, es decir, se consultó a los trabajadores sobre su opinión del sistema de turno junto a una medición de carga mental. La evaluación del sistema de 8 horas se realizó en septiembre de 2008 y del sistema de 12 horas, en marzo del 2010. Se concluye que esta investigación aporta a la disciplina ergonómica una metodología de diseño de sistemas de turno, basado en un modelo biopsicosocial y centrado en las variables subjetivas de carga cognitiva y afectiva. (Sandoval P, 2011. Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 92-101).

ABSTRACT

This investigation had as purpose comparing perceptions of two groups of workers facing a change in their shift system from 8 to 12 hours workshifts. From a psychosocial perspective, it was intended to know and establish the key variables for a shift system, which were grouped around working hours, night work, sleep quality and free time for family and personal activities of each shift system. Also, beliefs and emotions about working conditions were found, because people do their work according to these perceptions. That is why it is important to quantify the subjective substrate as a basis of behavior. Results indicate workers have a more favorable opinion for the 12 hours shift than for the 8 hours shift. This study uses an investigationaction methodology, for which workers were asked for their opinion about the shift system and mental fatigue was measured. The assessment for the 8-hour system was conducted in September 2008 and for the 12-hour system, in March 2010. It is concluded that this research contributes to the ergonomic discipline with a methodology for designing shift systems, based on a biopsychosocial model and focused on the subjective variables of cognitive and emotional fatigue. Key words: Perception, workers, longitudinal studies, shift work.

Palabras claves: Percepción, trabajadores, estudios longitudinales, trabajo por turnos.

INTRODUCCIÓN El presente trabajo se fundamenta en el modelo de la ergonomía que busca comprender integralmente la situación de las personas en el trabajo, adaptando el trabajo al hombre a través del análisis de los sistemas Persona-Máquina-Entorno, con el objetivo de aumentar simultáneamente la productividad global de los sistemas de trabajo y la calidad de vida laboral1.

Las personas expuestas a una situación de trabajo reciben desde el entorno las denominadas exigencias del sistema, las cuales se definen como las demandas que el sistema de trabajo impone al trabajador. A continuación se presenta la Tabla 1 que, siguiendo la tríada del modelo ergonómico Persona-Máquina-Entorno, señala las principales fuentes de exigencia o demanda que un sistema de trabajo ejerce sobre una persona en situación de trabajo. Tabla 1. Clasificación de exigencias o demandas en un sistema de trabajo, según el modelo Persona-Máquina-Entorno.

Correspondencia / Correspondence: Pilar Angélica Sandoval Bahamondes Universidad de Las Américas Echaurren 140 Santiago- Centro, Chile Tel.: (56-02) 253 1234 e-mail: [email protected] Recibido: 21 de enero de 2011 / Aceptado: 29 de abril de 2011

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Organizacionales Normas y Procedimientos Estilos de Gestión Organización del Trabajo Cultura Organizacional Políticas de Gestión de Personas Físicas Postura Movimientos Fuerza Desplazamientos

Ambientales y de Equipamiento Luminosidad Ruido Temperatura Vibraciones Equipamiento Mentales Cognitiva Afectiva

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Artículo Original | Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Se entiende por exigencias organizacionales1 a las demandas impuestas al trabajador, por la forma de estructurar el trabajo, cuya influencia puede facilitar o dificultar su desempeño. Algunos de los factores a considerar en este tipo de exigencia son: • Estructura jerárquica y procesos organizacionales. • Normas y procedimientos. • Sistema y organización del trabajo. • Clima, cultura, valores y filosofía de gestión. • Estilo de supervisión ejercido. • Políticas de gestión de personas.

• Sobre-esfuerzos osteoarticulares. • Sobre-esfuerzos musculares (contracturas, espamos). • Fatiga física general del cuerpo (desde sensación de cansancio hasta el agotamiento). • Dolores localizados. • Aumento de la frecuencia cardíaca y del consumo de oxígeno. • Aumento de la pérdida de agua (sudoración), pudiendo llegar a deshidratación. • Lesiones musculares, tendinosas o discales. • Incapacidad de movimiento y funcionalidad1.

Las exigencias ambientales y de equipamiento1

La norma ISO 10-075 ­–Principios ergonómicos relacionados con la carga de trabajo mental– señala que la fatiga, entendida como la alteración temporal de la eficiencia funcional de la persona, está en función de la actividad previa (esfuerzo mental realizado: atención, concentración, memoria, etc.) y de su estructura temporal. Por carga mental1 se entiende el costo psicológico resultante de la ecuación entre las exigencias de la tarea y las características del trabajador. Está conformada por: • Carga mental cognitiva: depende de la organización de la tarea. • Carga mental afectiva: se relaciona con el contenido del trabajo y las relaciones interpersonales y clima.

Son aquellas demandas del sistema de trabajo a que está expuesta una persona, en la ejecución de la tarea, referidas al entorno físico directo e indirecto y a las características de equipos y herramientas. Los factores a considerar en este tipo de exigencia provienen de fuentes por luminosidad, ruido, temperatura y vibraciones y condiciones del equipamiento. Las exigencias físicas1 son las demandas del sistema de trabajo en cuanto a movimientos, posturas, fuerzas, desplazamientos y que influyen en el trabajador en un aumento del gasto energético, adaptaciones mecánicas y modificaciones del metabolismo. Los factores a considerar en este tipo de exigencia son de tipo postural, movimientos, fuerza y desplazamientos. Las exigencias mentales1 son las demandas de carácter cognitivo y afectivo impuestas por el sistema laboral al trabajador. Los factores a considerar en este tipo de exigencia se derivan del procesamiento de información y se desglosan en exigencia mental cognitiva y exigencia mental afectiva.

Exigencia mental cognitiva

Está determinada por la demanda de procesamiento, elaboración de información y empleo de las capacidades psicológicas (atención, concentración, memoria, tiempo de reacción, coordinación visomotriz, entre otras) provenientes de la actividad laboral. Estas pueden afectar la salud de los trabajadores, su sensación de bienestar y desempeño.

Exigencia mental afectiva

Está determinada por la demanda de diferentes emociones, estados de ánimo, sentimientos provenientes de aspectos de contenido y relación del diseño del puesto de trabajo que se manifiestan a través de: • Toma de decisiones. • Demandas de ritmo del trabajo (rutina, monotonía, dinamismo). • Autonomía. • Relación interpersonal. Otro concepto en el modelo ergonómico lo constituye la denominada carga global de trabajo1. Esta se define como el producto, resultado o consecuencia que tiene para el trabajador la interacción entre las exigencias de la tarea y sus características individuales. Es entendida también como costo que representa para el trabajador la realización de su actividad. Se evalúa a través de los conceptos de carga física y carga mental. Por carga física1 se entiende el costo que tiene para el trabajador responder a las exigencias físicas del puesto de trabajo (posturas, movimientos, fuerzas y desplazamientos). Se manifiesta desde un cansancio administrable hasta una fatiga expresada en:

La carga mental cognitiva es el esfuerzo intelectual que la organización de la actividad demanda al trabajador. Se expresa en el uso de funciones cognitivas tales como: • Atención. • Concentración. • Memoria de largo y corto plazo. • Tiempo de reacción. • Coordinación viso motora. • Otras. La carga mental afectiva es la percepción que el trabajador posee, acerca de las características y demandas de la tarea, alude al grado de satisfacción/motivación obtenido del trabajo y la calidad de las relaciones humanas dentro de la organización. Los principales efectos de la carga mental afectiva se expresan en: • Monotonía: reducción de la activación que puede aparecer en tareas largas, uniformes y repetitivas. • Hipovigilancia: reducción de la capacidad de detección en tareas de control. • Saturación mental: rechazo a una situación repetitiva debido a la sensación de no ir a ninguna parte. Para evaluar la carga mental de trabajo se emplean habitualmente las siguientes técnicas: • Observación directa. • Entrevista individuales y grupales. • Encuesta masiva. • Cuestionarios de satisfacción y motivación. • Medición de Indicadores fisiológicos. • Medición de funciones cognitivas. Un segundo fundamento del presente trabajo lo constituye el concepto de percepción2, definido como un componente del conocimiento, donde la persona interactúa con el mundo objetivo a través de los órganos de los sentidos y los procesos psicológicos. Es por eso que la percepción está ligada al lenguaje y es entonces un elemento básico en el desarrollo cognitivo. Bruner y Tagiuri

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Artículo Original | Sandoval Pilar presentan el Modelo de las Teorías Implícitas de la Personalidad, donde señalan la existencia de cierta lógica o teorías que le permiten relacionar la presencia de ciertos rasgos con la presencia o ausencia de otros. Señalan que los factores que influyen en cómo el perceptor percibe el medio son: • Las expectativas acerca de la persona o situación con las que se interactúa. • Las motivaciones. En muchas ocasiones se observa en los demás lo que cada persona quiere encontrar. • Los objetivos y metas, que influyen en cómo se procesa la información recibida, y en el tipo de información que se busca. • El estado de ánimo desde el cual se observa una situación o se opina acerca de ella. • La familiaridad y la experiencia. Cuanto más se conozca a una persona o situación, más complejas y más exactas son las impresiones. Las personas que están acostumbradas a tratar con determinado tipo de rasgos suelen ser más exactos en la percepción de ese rasgo en los demás. • El valor del estímulo. Esto puede provocar la acentuación perceptiva: cuando el valor de un estímulo es grande éste se percibe mayor de lo que es, y el efecto halo –si una persona o situación es vista de forma positiva en alguno de sus rasgos– tenderá a verse de forma positiva en otros rasgos. • El significado emotivo del estímulo: esto provoca la defensa perceptiva, entendida como un alto umbral de reconocimiento para algunos estímulos amenazadores; y la perspicacia perceptiva, que consiste en un bajo umbral de reconocimiento de aquellos estímulos que pueden satisfacer una necesidad o proporcionarnos algún beneficio. Existen algunos factores que contribuyen a que determinados elementos del contenido de la percepción tengan mayor relevancia2. El efecto de primacía, según el cual los primeros elementos informativos que recibe el perceptor son más importantes. Esto es así porque los primeros elementos se constituyen en un filtro que organiza y estructura la información posterior. Los últimos elementos se ignoran o son desestimados si presentan inconsistencias con la información inicial. El efecto de recencia, que está constituido por los últimos elementos que se recuerdan, por ejemplo cuando existe un lapso importante de tiempo entre las primeras impresiones y las últimas. El tono evaluativo: los aspectos negativos que percibimos de una persona o situación tienen un peso mayor en la impresión que los positivos. Esto puede explicarse porque los aspectos negativos pueden resultar en algunos casos amenazantes. Con respecto al ciclo de turno3,4 y dado que constituye el objetivo principal del presente trabajo, se le definirá como la percepción de los trabajadores con respecto a la forma de organización del trabajo que se realiza fuera de la jornada normal de trabajo: puede ser permanentemente de noche, o en horas variables ya sea de mañana, tarde y noche. Los ciclos de turno se originan en trabajos que requieren continuidad operacional o servicios de 24 horas como minería, hospitales, fuerzas policiales, transporte aéreo, hoteles y otros. El ciclo del sistema de trabajo se distribuye en base a una rotación de días trabajados y días descansados y se estructura en jornadas generalmente de 8 ó 12 horas. Otro aspecto a definir se relaciona con los conceptos de calidad de sueño, vida laboral y familiar. Por calidad de sueño se entenderá la percepción del trabajador con respecto al bienestar del sueño en los distintos turnos de trabajo,

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tanto en 8 como en 12 horas. La opinión del trabajador se centra en la calidad de su sueño después de finalizar cada jornada y en la presencia de los síntomas clásicos de calidad de sueño: • Sueño entrecortado. • Dificultad para quedarse dormido. • Se despierta antes de lo esperado. • Pesadillas laborales. Por calidad de vida laboral se entiende la percepción del trabajador acerca del bienestar al interior de la jornada laboral, en los distintos turnos de trabajo, tanto en 8 como en 12 horas. La opinión del trabajador se centra en su percepción por la presencia/ ausencia, de los siguiente síntomas: dolores de cabeza, dolores de estómago, falta de sueño, exceso de sueño, falta de apetito, exceso de apetito, dolor de cuello, dolor físico en general. También se enfoca en la presencia de los siguientes síntomas dentro de su jornada laboral: dificultad para responder en forma inmediata a un estímulo, dificultad para mantener la atención frente a un estímulo, fallas de memoria, desánimo, irritabilidad y aumento de errores. Con respecto a calidad de vida familiar se entiende la percepción del trabajador acerca del bienestar al interior de su vida familiar, fuera de la jornada laboral. A continuación se presentan los objetivos y metodología empleada en el desarrollo de la presente investigación.

Objetivo general

Comparar percepciones de trabajadores que cambian de sistema de turno de 8 a 12 horas, buscando establecer las variables claves de un sistema de turno desde una perspectiva psicosocial.

Objetivos específicos

• Comparar percepciones de agrado y desagrado de ambos sistemas de turno estudiados. • Establecer percepciones comparativas entre los sistemas de 8 y 12 horas en relación a las variables: cansancio físico, cansancio psicológico, calidad de sueño, calidad de vida laboral y calidad de vida familiar. • Establecer las variables claves para el diseño y establecimiento de un sistema de turno.

MÉTODO El diseño de la investigación fue no experimental –no se manipularon las variables– y longitudinal, pues se buscaba comparar cambios a través del tiempo respecto de la percepción de los trabajadores de los sistemas de turno de 8 y 12 horas. Esta investigación tuvo un alcance descriptivo, pues se buscaba especificar las propiedades, características y rasgos de dos sistemas de turno, buscando las tendencias del grupo de trabajadores y mostrar con precisión los ángulos o dimensiones del fenómeno de turnos.

Muestra

La muestra fue no probabilística o dirigida, pues se seleccionaron participantes o casos típicos, pero no se asegura que los casos sean representativos de la población, puesto que se encuestó a los trabajadores presentes en el día de la evaluación y no se empleó una muestra aleatoria simple, estratificada o por racimos o clusters. El

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Artículo Original | Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas número de participantes en la investigación en el sistema de turno de 8 horas fue de 382 trabajadores, equivalente a un 59,8% del total de la población de referencia. Los trabajadores encuestados en sistema de 12 horas fueron 383, equivalentes a un 50,4% de la población total de referencia.

Caracterización

En ambos sistemas de turno los trabajadores se caracterizan por presentar las siguientes características sociodemográficas: Edad: el 55,10% de los trabajadores se encuentra en el rango de 31 a 44 años, el 23,46% en el rango de 45 a 55 años, y un 21,44% presenta más de 55 años de edad. Estado Civil: el 90% de los trabajadores señala estar casado o conviviendo y tener hijos en edad estudiantil. Esta distribución del grupo se caracteriza, entonces, por personas en una etapa de inicio o pleno desarrollo de la vida familiar en pareja y con responsabilidad sobre hijos en edad de crianza y educación. Residencia: alrededor de un 70% de los trabajadores vive en una ciudad cercana a hora y media del centro de trabajo, lo cual facilita situaciones de traslado durante los días del turno y disminuye horas de viaje, con lo cual se aprovechan mejor los días de descanso. Nivel de Estudios: un 50% de los trabajadores posee una formación técnica, esto implica que son personas con formación más especializada y por sobre la enseñanza media; este nivel de formación puede traducirse en mayores expectativas de aplicación de lo aprendido en el trabajo que están realizando y mayores perspectivas de desarrollo profesional. Antigüedad en la empresa. Se observa una distribución en los extremos: un porcentaje con baja antigüedad, entre 0 y 5 años y otro porcentaje similar con alta antigüedad, entre 15 y 20 años en la empresa. Esta situación puede constituir una posición positiva si se promueve un intercambio de experiencia, favoreciendo reuniones con cambio de opiniones, escuchando distintas experiencias y aunando criterios que fortalezcan un sentido de pertenencia de los trabajadores en sus respectivas áreas. La encuesta de percepción aplicada posee validez de expertos, dado que fue sometida a la opinión de profesionales con formación en ergonomía y experiencia en el tema turnos. Dicho instrumento también fue aplicado anteriormente a grupos similares de trabajadores y se ha modificado de acuerdo a esas experiencias, demostrando un nivel de confiabilidad inicial. Las preguntas de la encuesta se relacionaron con aspectos demográficos o de ubicación de los participantes; de forma cerrada con varias opciones de respuesta, que fueron definidas a priori por el investigador. También existieron preguntas abiertas en las que no se delimitan de antemano las alternativas de respuesta. Dado que interesaba medir la percepción de las personas ante los sistemas de turno –importando la dirección (positiva o negativa) e intensidad (alta o baja) de sus opiniones–, se utilizó el método de escalamiento tipo Likert con afirmaciones positivas.

Procedimiento

Este trabajo consideró los siguientes pasos: • Todas las preguntas fueron precodificadas. • Las dimensiones medidas por encuesta fueron: Identificación, Sistema de turno, Calidad de sueño, Calidad de vida laboral, Calidad de vida familiar y Sintomatología. • Se consideraron las mismas dimensiones para los dos sistemas de turno de 8 y 12 horas y las mismas áreas: Concentrador, Mina y Planta.

• Se utilizó como fundamento metodológico los principios de la investigación-acción; consecuentemente, se realizaron las siguientes actividades: • Difusión del estudio a todos los grupos de trabajo, antes de efectuar mediciones. • Aplicación en terreno de encuesta de percepción, durante la realización del sistema de turno de 8 horas, a todos los trabajadores presentes ese día en el trabajo. • Cuando cambian a un sistema de 12 horas, se aplicó también en terreno la misma encuesta a los trabajadores presentes ese día en el trabajo. • Tabulación de datos. • Análisis estadístico descriptivo. • Elaboración de información sistema de turno 8 horas y sistema de turno 12 horas. • Elaboración informe comparativo de sistemas de turno de 8 y 12 horas. • Socialización de informe, entregando principales hallazgos a nivel gerencial, superintendencia de concentrador, minas, plantas y dirigentes sindicales.

RESULTADOS En la Tabla 2 se presenta un cuadro comparativo de percepciones de agrado y desagrado de ambos sistemas de turno y en cada una de las áreas de trabajo que ordena las 3 razones principales de agrado y desagrado en relación a los sistemas de turno consultados, que señalan los trabajadores, de cada una de las áreas en estudio. Para efectos de la presente investigación, se entenderá por sistema de 8 horas la rotación de 9x3: esto es 3 días B (tarde), 3 días C (noche), 3 días A (día) y 3 días de descanso. Se entenderá por 12 horas la secuencia de 4x4, esto es: 2 días A (día), 2 días C (noche) y 4 días de descanso. Como se puede apreciar, los aspectos que más agradan asociados al sistema de turno de 8 horas y de 12 horas están relacionadas con la cantidad de tiempo libre para actividades personales y para la familia. Estas opiniones orientan acerca de la importancia que los trabajadores asignan al logro de un equilibrio entre trabajo y vida familiar, siendo este punto un aspecto a considerar en planes de beneficio para los trabajadores. En el sistema de 8 horas, otro factor común a las 3 áreas era la posibilidad de realizar 8 horas de trabajo diario y esto podría explicar que la principal desventaja expresada por los trabajadores del sistema de 12 horas está dada por extensión a 12 horas de trabajo del actual sistema y la percepción de falta de horas para dormir, en los días de trabajo. Se hace necesario, entonces, administrar el desarrollo de la jornada de 12 horas y favorecer la gestión de tiempos trabajados y de recuperación, a través de la distribución de la carga de trabajo y el establecimiento de micropausas y pausas programadas. Queda de manifiesto que la principal desventaja expresada por los trabajadores del sistema de 8 horas estaba dada por las denominadas cortas (cambios de turno desde un turno B a C en el mismo día) que implicaban disponer de 8 horas de descanso entre ambos turnos y por consiguiente dormir pocas horas. En el actual sistema de turno de 12 horas, la principal desventaja está centrada en la percepción de pocas horas para realizar pausas durante la jornada laboral, lo cual, si es asociado a sensación de cansancio/descanso

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Artículo Original | Sandoval Pilar Tabla 2. Percepciones de agrado y desagrado sistema de turno 8 horas y sistema de turno 12 horas, por áreas. Agrado Sistema de 8 horas

Concentrador -Las 8 horas de jornada diaria. -El tiempo diario para actividades personales. -El disponer de tiempo diario para actividades en familia.

Mina Subterránea -Las 8 horas de jornada diaria. -El disponer de tiempo diario para actividades en familia. -El tiempo diario para actividades personales.

Planta -Las 8 horas de jornada diaria. -El disponer de tiempo diario para actividades en familia. -La hora de entrada y salida del turno.

Agrado Sistema de 12 horas

-Tiempo para vida familiar en días de descanso. -Tiempo para uso personal en días de descanso. -Cantidad de días de cada turno. -Rotación del ciclo de trabajo.

-Tiempo para vida familiar en días de descanso. -Tiempo para uso personal en días de descanso. -Cantidad de días de cada turno. -Número de días de descanso.

-Rotación del ciclo de trabajo. -Tiempo para uso personal en días de descanso. -Tiempo para vida familiar en días de descanso.

Desagrado Sistema de 8 horas

-La realización de cambios de turnos (B/A y A/C) que disminuyen el tiempo de descanso entre ellos. -La rotación del sistema de turno. -El número de domingos libres al mes.

-La realización de cambios de turnos (B/A y A/C) que disminuyen el tiempo de descanso entre ellos -La rotación del sistema de turno. -El número de domingos libres al mes.

-La realización de cambios de turnos (B/A y A/C) que disminuyen el tiempo de descanso entre ellos -El número de domingos libres al mes. -El número de días de descanso.

Desagrado -Cantidad de horas -Cantidad de horas Sistema de para dormir en los para dormir en los 12 horas días de trabajo. días de trabajo. -Duración jornada -Duración jornada laboral de 12 horas. laboral de 12 horas. -Cantidad de tiempo -Cantidad de tiempo para realizar pausas para realizar pausas durante el trabajo. durante el trabajo.

-Duración jornada laboral de 12 horas. -Cantidad de horas para dormir en los días de trabajo. -Carencia de tiempo disponible para actividades personales en los días de trabajo.

Gráfico 1. Sensación de cansancio físico en sistema de turno de 8 horas. 100%

5,0%

2,0%

5,2%

6,2%

4,0%

90% 80%

24,6%

25,5%

34,6%

70% 64,0%

60% 50% 40%

55,5%

55,0% 51,8%

30% 20% 10%

28,0% 13,6% Total

Cansancio Físico

12,7%

7,4%

0%

físico y psicológico, puede influir en el desempeño de los trabajadores. Esta variable puede ser perfectamente administrada en cada una de las áreas productivas, en la medida que se gestione la distribución del trabajo y los momentos de micropausas y pausas, buscando de este modo otorgar a los trabajadores una sensación física y psicológica de mejor calidad de vida laboral. Comparación de percepción de cansancio físico y psicológico en los sistemas de turno Otra variable que influye en la disposición favorable/desfavorable de un sistema de turno lo constituye la percepción de cansancio/ descanso físico y psicológico que señalan los trabajadores; en los siguientes gráficos se analiza cuál fue la tendencia encontrada en estos aspectos. En el Gráfico 1 se puede observar que Planta (Superintendencia Planta Productos Comerciales SPPC) es el área donde un 92% de trabajadores señala sentir un poco o nada de cansancio físico, reforzando así la tendencia favorable al sistema de 8 horas por parte de los trabajadores de esta área. El área de Concentrador muestra un 40,8% de trabajadores que reporta una sensación de mucho y muchísimo cansancio y, en Mina Subterránea, un 30,7% opina que el sistema de 8 horas le provoca mucho y muchísimo cansancio físico.

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En el sistema de 12 horas (Gráfico 2) destaca que –en todas las áreas– se distribuya en un 50% de trabajadores con una sensación de un poco y nada de cansancio físico, y mucho y muchísimo. En Concentrador es un 69,2% de trabajadores que expresa poca o nada sensación de cansancio físico; la misma tendencia se aprecia en Mina, con un 50,3% y en Planta un 57,2%. En la percepción de mucho o muchísimo cansancio se encuentra un 48,9% de Mina, seguido por un 40% de Planta y un 30,8% de Concentrador. Es importante considerar que este porcentaje de trabajadores está expresando, a un año de implementado el sistema de 12 horas, molestias físicas que podrían ser disminuidas si se realizaran las pausas compensatorias que corresponden y se gestionara la exigencia física de los distintos puestos de trabajo, buscando de este modo reducir la carga física expresada por el trabajador. Esta percepción refuerza la importancia de gestionar, por parte de los niveles de supervisión, la adecuada distribución de carga de trabajo, logrando administrar en los distintos grupos de trabajadores el cansancio de la jornada diaria y evitando que se acumule fatiga que, de natural al esfuerzo físico del trabajo, se transforme en fatiga crónica.

SPPC

Concentrador Concentrador

Mina

Total

SPPC

Mina

Nada Poco

69%

92%

59%

68%

Mucho Muchísimo

30%

6%

41%

31%

Muchísimo Mucho Un poco Nada

Gráfico 2. Sensación de cansancio físico en sistema de turno de 12 horas. Sensación de cansancio físico en 4x4 modificado, por áreas 100% 90%

Muchisimo

80% 70%

3,1%

8,9% 40,0%

27,7%

36,0%

11,1%

Mucho Un poco

37,8%

Nada

60% 50% 40% 30%

42,9%

64,6%

50,3%

47,3%

20% 10% 0%

4,0% Total

14,3% SPPC

4,6% Concentrador

3,0% Mina

En el sistema de 8 y 12 horas, con respecto a cansancio psicológico, se observa una tendencia homogénea en las 3 áreas a percibir poco a nada de cansancio psicológico. Sin embargo, se debe resaltar que en Mina Subterránea y Planta hay un aumento de sensación de cansancio psicológico para el sistema de 8 horas. En Planta, un 40% de personas opina que se cansa mucho psicológicamente y en Mina, un 34,3%. Este aspecto puede estar relacio-

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Artículo Original | Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas nado con los resultados de medición de carga cognitiva, realizada por medio de evaluaciones psicotécnicas, donde en pruebas de reacción simple y coordinación bimanual los trabajadores de Planta obtienen un resultado de reprobación sobre el 40% (lo esperado es un 10%). Este tema cobra relevancia en puestos de trabajo que deben supervisar procesos y donde además los trabajadores están expuestos a riesgos de incidentes y accidentes laborales (Gráfico 3 y 4). Se aprecia entonces una relación entre las percepciones subjetivas y las mediciones objetivas de un mismo fenómeno, puesto que a exigencias mentales medidas en forma objetiva en distintos puestos de trabajo y en las cuales los trabajadores obtienen un rendimiento adecuado, se correlacionan bajas percepciones de cansancio mental desde el trabajador que desempeña esas funciones. Gráfico 3. Sensación de cansancio psicológico en sistema de turno de 8 horas. 100% 90%

3,7% 16,2%

4,0%

100,0

55,8%

30%

30,0 20,0 10,0 0,0 1

10%

Nada Poco

SPPC

80%

Mucho Muchísimo

20%

SPPC 94% 4%

Concentrador Concentrador 72% 28%

90%

23%

60%

Muchisimo

50%

79%

Mucho

40%

Un poco

30%

Nada

20% 10%

43%

6,6% 40,0%

8,0%

21,5% Muchisimo

60% 40%

26,3%

Mucho

64,6%

Un poco

60,2%

45,7%

6,9%

14,3%

10,8%

5,3%

Total

SPPC

Concentrador

Mina

Nada

60,3%

20% 0%

Comparación percepción de calidad del sueño de los sistemas de turno

Otra variable a evaluar en el diseño de sistemas de turno es la calidad del sueño de las personas que se desempeñan en rotación de ciclos laborales; por esta razón se presenta a continuación los datos obtenidos en esta variable. Es importante destacar que todos los estudios acerca del sueño señalan que lo más relevante es la percepción de las personas respecto a la calidad reparadora del sueño y no así a la cantidad de horas dormidas (Gráficos 5 y 6). Al consultar a los trabajadores en sistema de turno de 8 horas su percepción de calidad de sueño se observa que para la mayoría de trabajadores el sistema mejor evaluado es Turno B, seguido por Turno A, siendo Turno C el que obtiene una evaluación dividida, donde un grupo de trabajadores lo considera más que regular y bueno y otro lo señala como menos que regular y malo. Estos resultados son coincidentes con lo encontrado en otros estu-

26%

28%

37%

33%

27%

26%

14%

30%

32% 19%

15%

9% SPPC C

Conc. A

Planta A

C

10%

Conc. C

Concentrador A C

Mina A

13% Mina C

Mina A

C

Menos que regular y mala

66%

59%

40%

52%

63%

61%

Más que regular y buena

34%

41%

60%

49%

37%

39%

Mala Menos que regular Mas que regular

Sensación de cansancio psicológico en 4x4 modificado, por áreas

26,3%

27%

38%

45% 20%

SPPC A

Gráfico 4. Sensación de cansancio psicológico en sistema de turno de 12 horas.

80%

25% 31%

70%

Mina

3,1%

9%

21%

80%

0%

100%

2 C

Calidad del sueño en 4x4 modificado, por área y turno

Mina

20%

1

Gráfico 6. Calidad del sueño en sistema de 12 horas, después de finalizar cada jornada en turno A y C.

0%

Total

2 B

1: Buena y más que regular 2: Menos que regular y mala

21,10%

16,0%

Total

1

100%

23,8%

Cansancio Psicológico

2 A

50,0%

20%

MINA SUBTERRÁNEA

58,20%

55,6%

40%

CONCENTRADOR

70,0

40,0

60% 50%

SPPC

80,0

50,0

44,0%

70%

90,0

60,0

3,60% 16,70%

6,2% 22,2%

80%

Gráfico 5. Calidad del sueño, en sistema de 8 horas, después de finalizar cada jornada en turno A, B y C.

Buena

dios con trabajadores de faenas mineras, en los cuales el turno B es siempre calificado como el de mejor calidad de descanso. La explicación puede estar dada por ser el turno que permite dormir de noche, respetando de este modo el ciclo circadiano y facilita un despertar por la mañana y, si el trabajador lo necesita, puede dormir más horas. Le sigue el turno A que, si bien también permite el descanso nocturno, obliga a un despertar temprano que, si se produce antes de las 6:00 de la mañana, afecta la recuperación de las funciones cognitivas, pues éstas se reponen entre las 4:00 y las 6:00 de la madrugada. La recuperación del cansancio físico se obtiene de 2:00 a 4:00 de la madrugada y, por esta razón, es el turno nocturno el que reporta menor calidad y recuperación de descanso, pues altera el ciclo circadiano que indica un sueño reparador en horas nocturnas y no de día (Gráfico 5). Al consultar en sistema de turno de 12 horas, se observa que para Planta, tanto en turno A como C, alrededor de un 50% de los trabajadores opina que su calidad de sueño es menos que regular y mala. En Concentrador, un 40% opina que su calidad de sueño en turno A es menos que regular y mala, y esta percepción desfavorable aumenta a un 52% en turno C. En Mina, la distribución es similar: alrededor de un 60% opina en forma desfavorable y favorable acerca de su calidad de sueño. Llama la atención este dato, puesto que habitualmente se espera

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Artículo Original | Sandoval Pilar una mayor diferencia de percepciones a favor de Turno A. Es posible relacionar esta percepción con los gráficos presentados anteriormente, que han mostrado que la mayor desventaja del sistema de 12 horas está dada por la jornada de 12 horas y la sensación de cansancio físico. Es posible, además, agregar a estas variables las horas de trayecto, todos factores que influyen negativamente sobre la cantidad y calidad de las horas de sueño, tanto en turno A como C. La literatura señala que el sueño más reparador se obtiene de noche, al respetar el ciclo circadiano y facilitar un despertar por la mañana asociado, eso sí, con trabajadores que duermen 5 horas o más y entonces reportan buena calidad de sueño. Pero también se encuentran personas que con 10 horas expresan buena calidad de sueño y recuperación física y psicológica. Por lo que, a las personas que requieren más horas de sueño para reponer el cansancio, con este sistema de turno, les es muy complejo conciliar esa necesidad con la cantidad de horas disponibles para dormir entre jornadas, ya sean diurnas o nocturnas. Los trabajadores en sistema de 12 horas están llegando a sus casas alrededor de las 22:30 horas, destinan 1 hora, aproximadamente, a comer y estar con la familia, por lo tanto, se acuestan alrededor de las 24:00 horas y se levantan a las 5:00 horas. Es posible que esta cantidad de horas no permita recuperarse de la sensación de cansancio físico. Al dormir después del turno C, las principales dificultades reportadas por los trabajadores están dadas por la presencia de ruidos externos, propios de las rutinas cotidianas de una comunidad social que funciona de día y por el esfuerzo fisiológico que realiza el cuerpo al cambiar el ciclo circadiano, que señala la noche para dormir y el día para estar alerta. Dados estos antecedentes surge la posibilidad de estudiar un cambio de horario de ingreso y salida al turno, buscando un descanso más reparador para los trabajadores, que les permita despertar después de las 6:00 de la mañana y lograr alrededor de 5 horas mínimas de sueño continuado (Gráfico 6).

Comparación de la percepción sobre la calidad de vida familiar y laboral en los sistemas de turno

Gráfico 7. Calificación de la calidad de vida laboral en sistema de turno de 8 horas. 2,0% 4,0%

100% 90% 80% 70%

16,0%

23,5%

22,3%

60% 50%

29,6% 26,7%

29,1%

40%

66,0%

30% 20%

15,1%

27,2%

26,0%

19,8%

34,8%

32,3%

23,6%

10% 0% Total

Para terminar de presentar las percepciones de los trabajadores con respecto al sistema de turno de 8 y 12 horas, a continuación se presentan los gráficos que señalan la percepción de los trabajadores acerca de los tópicos calidad de vida laboral y familiar (Gráficos 7 y 8). En sistema de turno de 8 horas, nuevamente Planta reafirma su tendencia favorable en el ámbito de calidad de vida laboral, con un 92% de trabajadores que calificaba como buena y más que regular su calidad de vida laboral; le seguía Mina Subterránea con un 61% en esta misma tendencia. En Concentrador el grupo estaba dividido con un 43% a favor y un 57% que opinaba que su calidad de vida laboral era menos que regular y mala. Esta respuesta es coherente con los factores de agrado y desagrado del sistema de 8 horas, entre los cuales estaba como ventaja el trabajar 8 horas. La percepción más dividida en Concentrador y Mina podría deberse a su ubicación geográfica más distante que Planta, a las condiciones ambientales de ruido y polvo en los lugares de trabajo y las exigencias físicas de algunos puestos de trabajo de estas áreas (Gráfico 7). En sistema de turno de 12 horas, Concentrador es el área con mejor percepción, con un 80% de trabajadores que opina que su calidad de vida es más que regular y buena. Le sigue Mina con un 62,6% de trabajadores, que opina que su calidad de vida es más que

98

regular y buena y un 37% que opina que su calidad de vida es menos que regular y mala. Finalmente en Planta, un 51,4% de trabajadores expresa que su calidad de vida es menos que regular y mala y un 47,7% opina que su calidad de vida es más que regular y buena. La percepción más dividida en Planta podría deberse al aumento del tiempo en faena, en sistema de 12 horas y a la sensación de mayor sensación cansancio físico y psicológico. En resumen, Planta es el área que manifiesta una disminución de su calidad de vida laboral en el actual sistema de 12 horas. En cambio, Concentrador aumenta la percepción de mejor calidad de vida laboral y en Mina se mantiene una tendencia favorable, cercana a un 60%, y similar comparado con el anterior sistema de 8 horas. Estos antecedentes permiten sugerir una revisión en la forma de administración de la jornada de 12 horas en Planta y Mina Subterránea, para lograr una mejor percepción de calidad de vida en los trabajadores de Mina Subterránea (Gráfico 8). En el tema calidad de vida familiar, en sistema de turno de 8 horas, se observa la misma tendencia que respecto a calidad de vida laboral, donde el grupo de trabajadores que presenta mayor insatisfacción pertenece a Concentrador y Mina. Sobre un 40% de personas de estos grupos expresa que su calidad de vida no es satisfactoria con ese sistema de turno. Esta percepción es coherente con lo expresado por estos mismos grupos con respecto a las desventajas del sistema de 8

SPPC

Concentrador

Mina

Calidad Vida Laboral

Total

SPPC

Concentrador

Mina

Mala

Buena Más que regular

62%

92%

43%

61%

Menos que regular

Menos que regular Mala

38%

6%

57%

39%

Más que regular Buena

Gráfico 8. Calificación de la calidad de vida laboral en sistema de turno de 12 horas. Percepción de calidad de vida laboral en 4x4 modificado, por área 100% 90% 80%

4,6%

9,6%

20,0%

9,9%

15,4%

25,2%

27,1%

70% 31,4%

60% 50%

41,5%

38,0%

38,1%

40%

25,7%

30% 20% 10%

38,5% 27,0%

24,5%

22,9%

0% Total

SPPC

Concentrador

Mina

Total

Planta

Concentrador

Mina

Mala

Menos que regular y mala

34,8%

51,4%

20%

37%

Menos que regular

Más que regular y buena

65%

48,6%

80%

62,6%

Más que regular

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Buena

Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Gráfico 9. Percepción de calidad de vida familiar en sistema de 8 horas. 100% 90%

2,0%

16,2%

80% 70%

6,0%

23,3%

24,3% 30,9%

60% 50%

17,1%

22,2%

16,0%

23,6%

25,9%

40%

74,0%

21,0%

30% 20%

36,6%

32,7%

25,9%

10%

9x3) a 12 horas (en rotación de 4x4) y establecer las variables claves de un sistema de turno, desde la perspectiva psicosocial. Es así que con respecto a las percepciones comparativas entre los sistemas de 8 y 12 horas en las variables: cansancio físico, cansancio psicológico, calidad de sueño, calidad de vida laboral y calidad de vida familiar; se puede señalar que los resultados muestran mejor evaluación del ciclo de 12 horas, las críticas se centran en el cambio de jornada de 8 a 12 horas y no en ciclo de turno. A continuación se presentan las principales conclusiones de las variables de carga mental afectiva, medidas a través de la percepción de los trabajadores, mediante el uso de una encuesta de percepción.

0%

Total Calidad Vida Familiar

SPPC

Concentrador

Mina

Total

SPPC

Concentrador

Mina

Mala

Buena Más que regular

60%

90%

47%

59%

Menos que regular

Menos que regular Mala

40%

8%

53%

41%

Más que regular Buena

Gráfico 10. Percepción de calidad de vida familiar en sistema de 12 horas. Percepción de calidad de vida familiar en 4x4 modificado, por área 100% 80% 60%

8,1% 20,7%

6,2% 12,3%

28,6%

33,8%

7,6% 22,1%

35,4%

36,6%

40% 20%

20,0%

25,7% 47,7%

35,5%

33,2%

25,7%

0% Total

SPPC

Concentrador

Total

SPPC

Concentrador

Menos que regular y mala

28,8%

48,6%

Más que regular y buena

70,9%

51,4%

Mina

Mina

Mala

18,5%

29,7%

Menos que regular

81,5%

69,9%

Más que regular Buena

horas, en la línea de disponer de pocos domingos libres al mes. En contraste, en Planta un 90% de los trabajadores opina que su calidad de vida es más que regular y buena en un sistema de turno de 8 horas (Gráfico 9). En el tema calidad de vida familiar en sistema de turno de 12 horas, se observa la misma tendencia que respecto a calidad de vida laboral, donde el grupo de trabajadores que presenta mayor satisfacción pertenece a Concentrador y Mina. En Concentrador, un 81,5% expresa que su calidad de vida familiar es satisfactoria con el actual sistema de turno de 12 horas. En Mina, un 69,8% expresa que su calidad de vida familiar es más que regular y buena y un 29,7% que es menos que regular y mala. En Planta, se encuentra un grupo dividido: un 51,4% de trabajadores expresa que su calidad de vida familiar es más que regular o buena y un 48,6% que es menos que regular y mala (Gráfico 10). En síntesis, se podría afirmar que la percepción de calidad de vida familiar es mejor en el actual sistema de 12 horas para Concentrador y Mina Subterránea y ha disminuido notoriamente para los trabajadores de SPPC.

CONCLUSIONES El trabajo realizado permitió comparar las percepciones de trabajadores que cambian de sistema de turno de 8 horas (en rotación de

Variables de carga mental afectiva

1. Aspectos que agradan y desagradan en sistemas de 8 y 12 horas Los aspectos que más agradan, asociado al sistema de turno de 8 y 12 horas, están relacionados con la cantidad de tiempo libre para actividades personales y para la familia. Estas opiniones orientan acerca de la importancia que los trabajadores asignan al logro de un equilibrio entre trabajo y vida familiar, siendo este punto un aspecto a considerar en planes de beneficio para los trabajadores. El principal desagrado expresado por los trabajadores del sistema de 12 horas, está dada por extensión a 12 horas y la percepción de falta de horas para dormir en los días de trabajo. 2. Cansancio Físico Con respecto al cansancio físico, son los trabajadores de Planta quienes más han resentido el cambio de 8 a 12 horas, señalando sentir un poco o nada de cansancio físico en 8 horas; en cambio, en 12 horas y al igual que las otras áreas, se encuentra un 50% de trabajadores con una sensación de poco y nada de cansancio físico y mucho y muchísimo. Es importante considerar que este porcentaje de trabajadores está expresando, a un año de implementado el sistema de 12 horas, molestias físicas que podrían ser disminuidas si se realizaran las pausas compensatorias que corresponden y se gestiona la exigencia física de los distintos puestos de trabajo, buscando de este modo reducir la carga física expresada por el trabajador. 3. Cansancio Psicológico Con respecto a cansancio psicológico, tanto en sistema de 8 como 12 horas se observa una tendencia homogénea en las 3 áreas a percibir poco a nada de cansancio psicológico. Sin embargo, se debe resaltar que en Mina Subterránea y Planta hay un aumento de sensación de cansancio psicológico para el sistema de 12 horas. 4. Calidad de Sueño Al consultar a los trabajadores en sistema de 8 horas su percepción de calidad de sueño, se observa que para la mayoría de los trabajadores el sistema mejor evaluado es Turno B (tarde), seguido por Turno A (día), siendo Turno C (noche) el que obtiene una evaluación dividida, donde un grupo de trabajadores lo considera más que regular y bueno y otro lo señala como menos que regular y malo. En sistema de turno de 12 horas, se observa que para Planta, tanto en turno A (día) como C (noche), alrededor de un 50% de los trabajadores opina que su calidad de sueño es menos que regular y mala. En Concentrador, un 40% opina que su calidad de sueño en turno A es menos que regular y mala y esta percepción desfavorable aumenta a un 52% en turno C. En Mina, la distribución es similar, alrededor de un 60% opina en forma desfavorable y favorable acerca de su calidad de sueño.

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Artículo Original | Sandoval Pilar Llama la atención este dato, puesto que habitualmente se espera una mayor diferencia de percepciones a favor de Turno A. Es posible relacionar esta percepción con los datos presentados anteriormente, que han mostrado que la mayor desventaja del sistema de 12 horas está dada por la jornada de 12 horas y la sensación de cansancio físico. Es posible, además, agregar a estas variables las horas de trayecto, todos factores que influyen negativamente sobre la cantidad y calidad de las horas de sueño, tanto en turno A como C. 5. Calidad de Vida Laboral En relación a calidad de vida laboral en sistema de turno de 8 horas, nuevamente Planta, reafirma su tendencia favorable, seguida de Mina Subterránea en esta misma tendencia. En Concentrador el grupo estaba dividido. Esta respuesta es coherente con los factores de agrado y desagrado del sistema de 8 horas, entre los cuales estaba como ventaja el número de horas de trabajo (8 horas). La percepción más dividida en Concentrador y Mina podría deberse a su ubicación geográfica más distante que Planta, a las condiciones ambientales de ruido y polvo en los lugares de trabajo y a las exigencias físicas de algunos puestos de trabajo de estas áreas. En sistema de turno de 12 horas, Concentrador es el área con mejor percepción, seguida por Mina y en Planta, donde la percepción está dividida, lo que podría deberse al aumento del tiempo en faena, en sistema de 12 horas y a la mayor sensación de cansancio físico y psicológico. 6. Calidad de Vida Familiar En el tema calidad de vida familiar, en sistema de turno de 8 horas, se observa la misma tendencia que respecto a calidad de vida laboral, donde el grupo de trabajadores que presenta mayor insatisfacción pertenece a Concentrador y Mina. Esta percepción es coherente con lo expresado por estos mismos grupos con respecto a las desventajas del sistema de 8 horas, en la línea de disponer de pocos domingos libres al mes. En contraste, en Planta la mayoría de los trabajadores opina que su calidad de vida es más que regular y buena en un sistema de turno de 8 horas. En el tema calidad de vida familiar en sistema de turno de 12 horas, se observa la misma tendencia que respecto a calidad de vida laboral, donde el grupo de trabajadores que presenta mayor satisfacción pertenece a Concentrador y Mina. Se podría afirmar que la percepción de calidad de vida familiar es mejor en el actual sistema de 12 horas para Concentrador y Mina Subterránea y ha disminuido notoriamente para los trabajadores de SPPC. 7. Variables claves para el diseño de un sistema de turno, desde una perspectiva psicosocial En relación a las variables claves para considerar en el diseño de un sistema de turno, éstas serían: • Cantidad de horas de trabajo y su relación con la distribución en la jornada laboral, dependiendo de las exigencias de cada puesto de trabajo y las características físicas, psicológicas y motivacionales de cada trabajador. • Días continuados de trabajo de noche, dado que fisiológica y psicológicamente, éste es el turno que reporta mayor cansancio. • Adecuada administración de la carga de trabajo, a través del diseño de un Programa de Micropausas y Pausas en la jornada laboral y en el ciclo de trabajo. • Organización del trabajo en 12 horas; en este punto cobra relevancia el Rol del jefe de turno como actor clave en la administración de las exigencias y carga del sistema de trabajo sobre el trabajador. El supervisor decide la distribución de tareas en los distintos momentos de la jornada laboral y el ciclo de turno, de acuerdo al grado de complejidad y exigencia física y mental de ésta

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y a las características de los trabajadores. Él puede determinar el empleo del recurso de polifuncionalidad y el uso adecuado y oportuno de Salas de Pausa para la realización de pausas y recuperación del cansancio físico y psicológico de cada trabajador. • Calidad de sueño que cada sistema de turno permite al trabajador, fuertemente influenciada por las horas de traslado casa/trabajo y viceversa. • Condiciones de confort de los sistemas de transporte, puesto que se facilita una mayor recuperación del cansancio físico y psicológico de cada jornada y prepara de mejor forma para el desempeño de la jornada siguiente.

DISCUSIÓN Uno de los temas más relevantes en la literatura de sistemas de turno lo constituye la cantidad y calidad de sueño, que se altera cuando las personas deben trabajar de noche y dormir de día, y es este mismo tema –en la presente investigación– una arista de preocupación, dada la sintomatología que comienzan a presentar las persona evaluadas. La explicación –de la importancia del tema del sueño en sistemas de turno– se encuentra en el ritmo endógeno que posee el cuerpo humano y cuya duración fluctúa entre 23 y 26 horas, y que es adaptado por el hombre a las 24 horas que dura un ciclo día/noche, llamado ciclo circadiano5. Este ritmo fisiológico está regido por cambios neuroendocrinos, de temperatura corporal y por el ciclo de sueño y vigilia, los que a su vez controlan numerosas funciones específicas que van a permitir al hombre desarrollarse funcionalmente (ciclo del sueño, del hambre, temperatura corporal), psicológicamente (alerta, desempeño cognitivo, memoria de corto plazo) y socialmente (relaciones interpersonales). Son tres compuestos proteicos los encargados de la regulación neuroendocrina del ciclo circadiano: la serotonina, melatonina y cortisol. El funcionamiento alterado del ciclo circadiano en el trabajo por turnos da lugar a variados desórdenes, entre ellos la depresión. Se ha reconocido el rol fundamental de la serotonina en esta enfermedad6 y al producirse una disminución del estímulo que facilita la secreción de ésta, como es el caso del trabajo nocturno o en minas subterráneas en que la luz es escasa, aumenta el riesgo en las personas vulnerables a padecerla. En estos casos, quienes padecen este desorden presentan elevados niveles de melatonina durante el día y para ellos se recomienda un efectivo tratamiento con luz brillante, que estimularía la secreción de serotonina e inhibiría a la melatonina, responsable del “estado invernal” que se produce durante la noche y en los meses fríos7. Otro tema coincidente con los hallazgos internacionales se relaciona con la edad8; se ha encontrado, al igual que en el presente trabajo, que a mayor edad aumenta la probabilidad de cometer errores en el trabajo. Se observa que a mayor edad disminuye y es más lenta la adaptación de los ritmos circadianos a las exigencias del trabajo por turnos3 y resulta cada vez más difícil dormir durante el día. Con el paso de los años, el ritmo circadiano se adelanta y tiene una duración inferior a las 24 horas del ciclo día/noche –hasta 2 horas–; por esto se produce una tendencia a dormir y despertar más temprano, y a un sueño más fragmentado y superficial. En cuanto a la regulación neuroendocrina, los niveles hormonales generales disminuyen, exceptuando la secreción de cortisol que aumenta8 lo que también favorece el aumento en la perturbación del sueño. En lo referido a la productividad, en un estudio realizado por Reid y

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Artículo Original | Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Dawson9 se encontró que el rendimiento en un turno simulado de 12 horas en sujetos de edad avanzada, para lo cual consideraron la edad promedio de 43,9 años, era menor y menos constante que en sujetos jóvenes de 21,2 años de edad promedio. Otro aspecto importante a considerar en los trabajadores de mayor edad es que sobre los 60 años la córnea transmite a la retina menos de 2 tercios de la luz que transmite en los jóvenes, lo que implica que los estímulos luminosos no son tan eficientes para producir un desfase del ciclo circadiano7, lo que disminuye la posibilidad de adaptar a estos sujetos a los turnos nocturnos. Además, los adultos mayores tienen disminuida la habilidad de sintetizar vitamina D, esto sumado a la escasa exposición que presentan los trabajadores en minas subterráneas o nocturnos y adicionado a los problemas óseos propios de la vejez, se produce una superposición de factores de riesgo que pueden impactar gravemente la salud y calidad de vida de los trabajadores mayores. En consecuencia, con el paso de los años, en vez de producirse una adaptación de los trabajadores al trabajo por turnos se produce una intolerancia progresiva10 lo que pudiera explicar la sensación de cansancio físico que expresan los trabajadores evaluados en la presente investigación. También se puede establecer que existe similitud de las opiniones encontradas en la presente investigación en cuanto a valorar del sistema de turno su rotación y número de días libres, al igual como lo señala Luisa Vericat7 al encontrar que las personas con más dificultad para organizar su tiempo personal tenderán a un mayor conflicto para equilibrar trabajo y familia. En cambio, los

que no tienen una estructura rígida de personalidad sobrellevarán de mejor forma el trabajo en turnos, en definitiva tendrán menos dificultades para adaptarse a ellos. Dentro de los factores analizados en relación con los efectos en la vida familiar se señalan las horas de ausencia del hogar, y el horario del turno. Existen estudios que señalan en qué magnitud influye la hora del día en que el trabajador en turno está ausente de la vida familiar. Se ha demostrado que por cada hora trabajada, al atardecer las mujeres ocupan 42 minutos y los hombres 30 minutos para compartir con los hijos. Asimismo, otras investigaciones referidas a las características del turno reportaron una mayor alteración de la relación de pareja en los turnos nocturnos y rotatorios7 e incluso un mayor índice de divorcio en los trabajadores que realizan turnos que en los trabajadores diurnos. Al plantear cambios en las jornadas de trabajo, el rol que juega la familia en la vida de los trabajadores es fundamental. En general, se reportan aspectos favorables en la calidad de vida familiar y social al cambiar de turnos de 8 horas a los de 12 horas, especialmente si el cambio de sistema implica sustituir sistemas de turnos de rotación lenta (5 días o más) a rápida (rotación de menos de 5 días), pero esta satisfacción desaparece si se trabaja sobre-tiempo. Para los trabajadores, la ganancia psicológica de los sistemas de turno está dada cuando evalúan que existe equilibrio entre días trabajados y días descansados. De allí entonces la importancia de la regulación de la ley en Chile que plantea, con respecto a las jornadas excepcionales, la relación 1 a 1, esto es: por cada día trabajado, corresponde un día descansado4.

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Artículo Original

Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en Catalunya (España)

Conflicts, Violence and Psychological Harassment in a Group of Nursing Professionals of the University Hospital Centre Located in Catalonia (Spain) Francisco López Barón1, María Ángeles Carrión García2 1. Doctor en Ciencias de la Salud en el Trabajo, Máster en Clínica en Salud Mental, Licenciado en Psicología. Profesor de Ergonomía y Psicosociología Aplicada, Institut Universitari de Ciencia i Tecnología (IUCT), Mollet del Vallès, Barcelona, España. 2. Doctora Excelente Cum Laudem por unanimidad en Psicología. Profesora de la Escuela Profesional de Medicina del Trabajo, Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, Barcelona, España.

RESUMEN

Objetivos: Identificar el nivel de conflicto, violencia psicológica y acoso psicológico en el trabajo en profesionales de enfermería de un Centro Hospitalario Universitario en la Comunidad Autónoma de Catalunya (España). Material y métodos: Estudio no experimental, transversal y descriptivo en profesionales de enfermería. Se administró el “Inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPT-E-R”. Resultados: No apareció ningún caso de percepción de acoso psicológico en los niveles alto y medio (0%), resultando dos casos (11,1%) en el nivel bajo. Las situaciones de conflicto, violencia y acoso psicológico, además de darse entre el personal del hospital, también las produjeron personas externas como los propios pacientes, usuarios, familiares y amigos de pacientes. Conclusiones: Los profesionales de enfermería de este Hospital Universitario deben enfrentarse con más situaciones conflictivas y de violencia psicológica que de acoso psicológico en el trabajo. (López F, Carrión M, 2011. Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en Catalunya (España). Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 102-106).

ABSTRACT

Objectives: To identify the level of conflicts, psychological violence and psychological harassment at work among the nursing staff of a University Hospital in the Autonomous Community of Catalonia (Spain). Material and methods: A non-experimental, cross-sectional and descriptive design is used in this study with nurses and the “Inventory of Violence and Psychological Harassment at Work IVAPTE-R” was applied. Results: No case of perceived harassment was found in the high and medium levels (0%) and two cases were identified in the low level (11.1%). Conflict situations, violence and psychological harassment were found to be caused by the personnel of the hospital and also by external persons such as patients, users, relatives and friends of patients. Conclusions: The nursing professionals of this hospital center have to face more conflict situations and psychological violence than psychological harassment at work. Key words: violence, perception, nurses.

Palabras claves: violencia, percepción, enfermeras.

Introducción En la última década, los profesionales sanitarios han debido adaptarse a profundos cambios, entre ellos, una mayor carga de trabajo por el aumento de usuarios de los servicios; choque1, adaptación y formación respecto a la diversidad cultural2; la evolución de las sensibilidades sociales que exige que este

Correspondencia / Correspondence: Francisco López Barón Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada – AEPA Jacinto Benavente 54, Local 08100 Mollet del Vallès Barcelona, España e-mail: [email protected] Recibido: 15 de agosto de 2010 / Aceptado: 27 de diciembre de 2010

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personal se vea implicado en su trabajo a identificar y abordar la violencia doméstica3, de género4, etc., el aumento de denuncias de pacientes por mala praxis5; la jibarización en cuanto al salario que, en el caso de España, es de los más bajos de Europa, y sus jornadas laborales de las más extensas6; la fuga de profesionales a otros lugares de la Unión Europea (Reino Unido, Portugal, etc.) así como la apertura a profesionales procedentes de países latinoamericanos7 y de África8. Prolongación de horarios de trabajo, aumento de la demanda de atención sanitaria por problemas sociales9, nuevas acreditaciones formativas, plan de carrera vinculado a retribuciones económicas que conlleva además de la práctica, la investigación y docencia. También deberán adaptarse por nuevos cambios (si no lo están ya) al incremento de requerimientos laborales por la exigencia de una mayor calidad de vida y derechos de los usuarios como, entre otros, la intimidad, descanso e información adecuada10. Además de esta mayor carga de trabajo que viene destacándose en los diagnósticos psicosociales, destacan como formas específicas de estrés de la profesión

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Artículo Original | Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario el “síndrome del estar quemado por el trabajo” (burnout) y como formas de estrés procedente de las relaciones interpersonales: la violencia laboral, tanto física como psicológica, destacando en esta última los conflictos, la violencia psicológica y el acoso psicológico en el trabajo. Respecto a la violencia, ésta se presenta tanto en profesionales de atención pública como privada. Un estudio realizado en Australia11 señala que el 92% de las enfermeras habían sido agredidas verbalmente y un 52% físicamente. Ratificando lo que viene resaltándose en otras investigaciones12, que este personal no suele informar de este tipo de agresiones al considerar, casi de forma general, que la violencia en el lugar de trabajo es una parte más de su trabajo. Otro aspecto que redunda en el hecho de no reportar estas situaciones es que un 50% que dijeron haber informado de un acontecimiento indicaron que sus directivos no habían hecho nada al respecto. Debe disponerse de un conocimiento válido, fiable y permanentemente actualizado de la violencia ocupacional en los profesionales sanitarios13. Siendo necesario profundizar en el estudio del conflicto, la violencia psicológica y el acoso psicológico surgido de las relaciones interpersonales que afecta a los profesionales de la enfermería. Así, el Acuerdo Marco Europeo sobre el Acoso y la Violencia en el Trabajo concibe el “acoso moral en el entorno laboral” como “toda situación en la que un trabajador es sometido de forma reiterada a conductas que tienen como resultado o finalidad vulnerar la dignidad del trabajador y crearle un entorno intimidatorio, ofensivo u hostil”14. Debe considerarse que el “acoso psicológico en el trabajo” es un tipo concreto de violencia, manifestándose como una forma de estrés específico dentro de las relaciones interpersonales en el ámbito laboral15. En relación con la conceptualización del acoso psicológico en el trabajo, destacan cuatro criterios indispensables16 para la existencia de acoso psicológico en el trabajo: 1) conductas psicológicamente agresivas que estuvieran dirigidas contra una persona o grupo de personas; 2) frecuencia y sistematicidad; 3) intencionalidad (con vistas a la degradación, destrucción de la persona e intimidación para que se vea obligada a aceptar determinadas exigencias y/u obtener su salida de la empresa/organización; y, 4) la existencia de comportamientos externos verificables que sean realidades y no sensaciones. Pando et al.17 realizaron una revisión de estudios sobre el acoso psicológico en el trabajo, llevándoles a revisar los constructos de los instrumentos de medición del LIPT-60 y del Inventario Cisneros; concluyeron que estos instrumentos no satisfacían los criterios para determinar confiablemente el acoso laboral, ya que medían “violencia psicológica”, no permitiendo dichos instrumentos diferenciarla del “acoso psicológico” en el trabajo. Ello sugiere que un gran número de estudios e informaciones respecto a la incidencia del acoso psicológico laboral en profesionales de la salud y específicamente en enfermería pudieran estar sobrevalorados, y en algunos casos incluso puestos en evidencia su validez, rigor y resultados18; asimismo, Moreno-Jiménez et al.19 indican que apenas existen estudios que sometan a análisis factorial confirmatorio a los instrumentos de evaluación del acoso psicológico. “Cualquiera que sea la situación que se derive de estos estudios, es una necesidad apremiante el contar con instrumentos válidos y adecuados para discriminar la violencia psicológica en el lugar de trabajo y el acoso laboral o psicológico como una forma específica y altamente destructiva de violencia psicológica”17,20.

Llevándoles a diseñar un instrumento específico para la violencia y el acoso psicológico en el trabajo, dicha herramienta ha venido y se está utilizando para el estudio sobre la percepción del acoso psicológico en el trabajo en América Latina, denominándose “Inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPTPando”. Paralelamente a las primeras investigaciones efectuadas en Latinoamérica se realizó la adaptación del IVAPT-Pando en España a través de la Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada –AEPA–, lo que conllevó, en primer lugar, a realizar un análisis factorial confirmatorio del IVAPT-Pando21 aplicado a una muestra de trabajadores españoles de los sectores servicios e industria. Previo a dicho análisis se consideró la adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y su valor fue de 0,9398 con valor de esfericidad de Bartlett: 7770.02 para 231 grados de libertad y 0,000 de significación, indicando la pertinencia para realizar dicho análisis. La estructura factorial se evaluó mediante la opción del método de Componentes Principales y Rotación Varimax para maximizar la independencia entre factores. Tras seis iteraciones se obtuvieron tres factores que explican el 53,01% de la varianza, con los cuales se tiene el 73% de validez factorial. Los valores eigen se encuentran por encima de 0,47 y conformaron tres factores muy claros, que representan los tipos de conductas de violencia en el trabajo y se denominaron; “manipulación para inducir al castigo” (MIC), “daños a la imagen pública” (DIP), “obstáculos al desempeño laboral” (ODL). Así el primer factor explica el 40,87% de la varianza; el segundo, el 6,92%; y el tercero, el 5,3% de la varianza total. De los resultados se obtuvo un coeficiente de fiabilidad a = 0,93 alpha de Cronbach. Posteriormente se realizó la adaptación del IVAPT-Pando a la población laboral española, disponiendo de un instrumento para la detección e intervención psicosocial en conflicto, violencia y acoso psicológico en el trabajo, bajo la denominación de “Inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo –IVAPTE-R”16 (en adelante, IVAPT-E-R). Dicho inventario se ha aplicado y viene aplicando en diversos países de habla hispana como Chile, Colombia, Cuba, México, España; en este último se está ultimando la versión en catalán. Asimismo, los criterios desarrollados por el IVAPT-E-R se vienen aplicando en diversos estudios22,23. La Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada – AEPA24 indica que un 34% de las intervenciones psicosociales que realizaron en empresas y/u organizaciones entre los años 2004 al 2008 (hasta junio) fueron para determinar la posible existencia de situaciones de “acoso y derribo psicológico en el trabajo”, habiéndose aplicado el “Inventario de Violencia y Acoso Psicológico en el Trabajo IVAPT-E-R en sectores como la administración pública, la industria y los servicios.

Método Se realizó una investigación no experimental, transversal y descriptiva. Muestra de conveniencia, en la que participaron dieciocho profesionales de la salud, del colectivo de enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en la Comunidad Autónoma de Catalunya (España), agrupados en torno a una actividad formativa sobre violencia en profesionales de la salud. Bajo esa configuración se trabajó con dichos profesionales de la enfermería, además de otros aspectos, las situaciones de conflicto, violencia y acoso psicológico en el trabajo. Se aplicó el cuestio-

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Artículo Original | López Francisco, Carrión María nario “Inventario de Violencia y Acoso Psicológico en el Trabajo IVAPT-E-R”16. Con la administración del inventario se adjuntó una hoja donde se preguntaba sobre datos sociodemográficos y aspectos del entorno laboral referidos a las condiciones de trabajo. El IVAPT-E-R consta de 22 preguntas, su ficha técnica16 lo describe con la denominación de “Inventario de Violencia y Acoso Psicológico en el Trabajo –IVAPT-E-R". La adaptación española, así como el desarrollo e innovación a nivel profesional se realizó a través de miembros profesionales de la Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada –AEPA. Se puede administrar individual y/o colectivamente, teniendo en cuenta las normas de aplicación y corrección que los autores señalan, aplicándose a adultos, en el entorno laboral. El tiempo de duración para la cumplimentación del inventario es de 15 minutos, aproximadamente (dependiendo de la comprensión y capacidad lectora). Significación en la identificación de las situaciones de conflicto, violencia y acoso psicológico en el trabajo. Su tipificación está basada en los datos iniciales del estudio realizado en Iberoamérica, realizando la adaptación española a partir de los datos estadísticos de una muestra de trabajadores de diversas empresas e instituciones españolas. Respecto a la interpretación de los resultados, en esta investigación no se va a considerar la “Duración de conductas de violencia”; este apartado cobra valor en el IVAPT-E-R para el diseño de la intervención psicosocial en las empresas y/u organizaciones como un indicador rápido de decisión. Para la interpretación del IVAPT-E-R se considera que las puntuaciones obtenidas en “presencia” de violencia psicológica en el trabajo se tratan de situaciones de Conflicto en el Trabajo, cuando éste no es resuelto puede instaurarse como un comportamiento habitual y esta “intensidad” en la ocurrencia de dichas conductas indicarían una situación mantenida de Violencia en el Trabajo que puede estar siendo recibida por todos en general, por otros, o con “intencionalidad” sobre una sola persona en cuyo caso se estaría ante una situación de Acoso psicológico en el trabajo. Calificando las puntuaciones de la columna B en sus tres opciones de respuesta, siendo la denominación de la opción 1 (menos que a mis compañeros) como Testigo, que indica que la persona no recibe las conductas de violencia, teniendo la percepción de que son otros los compañeros que están recibiéndolas. La opción 2 (igual que mis compañeros) denominada inicialmente16 General, muestra aquellas situaciones de las que son objeto tanto la persona que responde como su entorno laboral. Distinguiendo dos tipos de culturas dentro de este apartado, las que en la columna A del cuestionario responden “0” (cero) es decir, no existe presencia de situaciones de violencia y en la columna B “2” (dos), es decir, igual que a mis compañeros, denominándola Cultura de no violencia, correspondiendo la máxima puntuación (alta) a una situación en que en ninguna de las 22 preguntas del cuestionario existe presencia de violencia y que se da “igual que a mis compañeros”. Diferenciándose de Cultura de violencia, en ésta se toman los valores de la columna A, mayores o iguales a 1, y en la columna B, igual que mis compañeros (2). La opción 3 (más que a mis compañeros) como percepción de Acoso psicológico en el trabajo. Respecto a la direccionalidad el IVAPT-E-R ofrece la opción de respuesta de “Otros”, puesto que dependiendo de la casuística de la empresa, es necesario identificar quién produce esas conductas, como: usuarios del servicio, personal de otras empresas, pacientes,

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familiares, ciudadanos, sindicatos, etc., que pueden estar en relación directa y continuada con el trabajador en su puesto de trabajo.

Resultados y discusión En relación con el tipo de contrato, el 94% de los participantes tiene un contrato de trabajo fijo y un 6% (1) interino. La edad de los trabajadores oscila entre los 27 y los 52 años, con una media de 39,2 años. Un 11,1% (2) tienen edades comprendidas entre 27 a < 30 años. Entre los 30 a < 40 años se encuentra al 33,33% (6) de los participantes. De 40 a < 50 años el 50% (9) y de 50 a < 60 un 5,6% (1). Respecto a las características de género, destaca que el 94,4% (17) de los participantes son trabajadores femeninos y un 5,6% (1) masculino, reflejando la dominancia femenina en este sector y que ratifican otros estudios11,14,15. Asimismo, en el estado civil, se observa que el 38,9% está soltero (7), un 22,2% casado (4), un 16,7% convive en pareja (3), un 11,1% está separado (2), un 5,6% está divorciado (1), y un 5,6% (1) no indica su estado. En relación con las cargas familiares refieren que un 50% no tiene ninguna carga familiar (9), un 33,3% (6) tiene dos hijos, un 16,7% (3) y un 16,7% (3) tiene un hijo, un 5,6% (1) tiene además una persona mayor, coincidiendo que esta persona tiene además dos hijos a su cargo. El nivel formativo del 100% de las participantes es de “Diplomatura en enfermería”. Respecto al departamento/unidad/área de trabajo donde laboran, un 44,4% lo hace en medicina interna (8) y una de dichas personas además realiza funciones de educadora de diabetes, 22,2% en UCI (unidad de cuidados intensivos), 5,6% (1) Cirugía y otros servicios, 5,6% (1) Laboratorio, 5,6% (1) Medicina intensiva, 5,6% (1) Pediatría, 5,6% (1) Unidad médica transfusional y un 5,6 (1) en Urgencias. En cuanto a la experiencia, la media del número de años que trabajan en el actual centro de hospitalario es de 16,41, y en el puesto actual de 12,2 años. La distribución de horarios del personal de la presente investigación y en dicho momento fue que un 50% trabajaba a turnos (9), un 27,8% de noche (5); un 16,7% de mañana y un 5,6% (1) no lo indicó. La media de días de baja laboral que tuvieron durante el último año fue de siete. Tabla 1. Resultados globales en el primer nivel de corrección del IVAPT-E-R. Resultados Datos obtenidos Valores de referencia globales (Media) (IVAPT-E-R) Presencia 8,5 ≥ 5 Intensidad 12 De ≥ 3 a < 29 Acoso 0,17 > 0 a < 22

Cualificación ALTA BAJA BAJA

Estadísticamente no se presenta asociación entre el tipo de contrato, edad, género, estado civil y horario de trabajo con presencia, intensidad y percepción de acoso psicológico en el trabajo. Respecto a quienes les producían esas situaciones de conflicto, violencia y acoso psicológico en el trabajo, teniendo presente que puede ser desde una única persona a más y de niveles diferentes,

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Artículo Original | Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Tabla 2. Resultados por casos en el primer nivel de corrección del IVAPT-E-R.

Tabla 5. Resultados obtenidos y valores de referencia en “Cultura de violencia”.

Presencia 13 4 1 0

Cultura de violencia Frecuencia Porcentaje 8 44,4 6 33,3 4 22,2 0 0

Intensidad 0 1 17 0

Acoso Porcentaje Acoso (%) Cualificación 0 0 ALTA 0 0 MEDIA 2 11,1 BAJA 16 88,9 NULA

el 77,8% (14) indicaba que su superior, un 33,2% (6) que sus compañeros, coincidiendo que ese 33,2% indica que esas situaciones son producidas por parte de su superior y sus compañeros, un 5,6% (1) reporta que lo producen sus subordinados. Asimismo, un 22,2% (4) indica que es producido por gente externa a la organización, como: pacientes, usuarios, familiares y amigos de pacientes. Teniendo en cuenta que este cuestionario presenta distintos niveles de corrección25 en esta investigación se incluye el segundo nivel que representa un nivel más profundo de interpretación, destacando los datos siguientes: Tabla 3. Resultados globales direccionalidad: Testigo. Resultados Datos obtenidos Valores de referencia globales (Media) (IVAPT-E-R) Testigo 1,83 > 0 a 3

Cualificación BAJA

En este nivel de corrección/interpretación, se identifican tres tipos de conductas consideradas como situaciones de acoso16 y que el cuestionario IVAPT-E-R incluye en tres factores, siendo el factor 1 denominado “Manipulación para inducir al castigo” (MIC), el factor 2 “Daños a la imagen pública” (DIP) y el factor 3 “Obstáculos al desempeño laboral” (ODL). El inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPT (PANDO)20 y el inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPT-E-R16 presentan en su diseño una tendencia y un mayor peso que corresponde al Factor 1 (MIC -manipulación para inducir al castigo). Con el fin de poder diferenciar claramente, en la fase de interpretación, cuál es la tendencia de determinada empresa/organización/sector etc., a situaciones de conflicto, violencia y/o acoso psicológico en el trabajo, se consideran los porcentajes de ítems contestados en cada uno de los factores (MIC, DIP y ODL) para evaluar la propensión efectiva de dichas situaciones y equilibrar la tendencia del cuestionario. El número de ítems de cada uno de los factores son 11 para MIC, 5 para DIP y 6 para ODL. Tabla 4. Porcentaje de ítems contestados para cada uno de los factores. Factores Porcentaje (nº ítems contestados en cada factor)

Manipulación para Daños a la Obstáculos al inducir al castigo imagen pública desempeño laboral (MIC) (DIP) (ODL) 29,8%

43,33%

100%

Debe diferenciarse entre: cultura con prácticas tendentes a la seguridad y salud de las relaciones interpersonales (Cultura de “no violencia”) y la tendente, ya sea por negligencia o por sus prácticas cotidianas, al conflicto, violencia y favorecimiento del acoso psicológico en el trabajo (Cultura de violencia).

General “Violencia” Valores de referencia Puntaje Cualificación 8 o más ALTA 4 a 7 MEDIA 1 a 3 BAJA 0 NULA

Tabla 6. Resultados obtenidos y valores de referencia en “Cultura de no-violencia”. Cultura de “No violencia” Frecuencia Porcentaje 0 0,00 1 5,6 17 94,4

General “No violencia” Valores de referencia Puntaje Cualificación 22 ALTA 19 a 21 puntos MEDIA 0 a 18 puntos BAJA

Tabla 7. Resumen de los resultados obtenidos entre “Cultura de no-violencia” y “Cultura de violencia”.

Cultura de “No violencia” Media obtenida 12,56 Cualificación: BAJA

Cultura de violencia Media obtenida 7,44 Cualificación: MEDIA

Los resultados obtenidos de percepción de situaciones de acoso psicológico en el trabajo en estos profesionales de enfermería de un Centro Hospitalario Universitario mediante el inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPT-E-R, indican la inexistencia de puntuaciones en el nivel alto y medio de acoso, presentándose dos casos de percepción de acoso psicológico a nivel bajo. Por lo que corrobora las investigaciones que reportan puntuaciones dentro de los rangos más cercanos a los extremos más bajos, alrededor de un 4%. Entre los resultados obtenidos con dicho instrumento, agrupando el sumatorio de los niveles medios y altos, destaca un 12,5% en un grupo de enfermería hospitalaria de Catalunya 30; otros estudios a destacar señalan un 9,4%21, 8,4%17, un 8%25 o un 4,3%26. Estos resultados precedentes difieren de otros obtenidos en estudios con profesionales de la salud y con otros instrumentos de medición, que oscilan en la percepción de existencia de acoso laboral desde un 17,22% de la población total colegiada de profesionales de la enfermería de las Islas Baleares27, pasando por un 25%22, un 35%28, un 48% en un centro hospitalario de Córdoba (España)29 y un 55%31. Del presente estudio se observa que los profesionales de enfermería de este Hospital Universitario deben enfrentarse con más situaciones conflictivas y de violencia psicológica que de acoso psicológico en el trabajo. Para gestionar las diferentes situaciones de violencia deben contar con recursos y habilidades sociales, apoyo social y una óptima organización del trabajo. Se hace necesaria la investigación y publicación de resultados de este instrumento, así como conocer las condiciones de trabajo, aplicación junto con otros instrumentos, especialmente sobre “factores psicosociales” para disponer de referencias, así como la divulgación del conocimiento.

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Artículo Original | López Francisco, Carrión María

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Ciencia & Trabajo

Artículo Original

Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Descripción de la Situación en el Periodo 1995–2009 Analysis of Occupational Diseases Reported at Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Description of the Situation during the Period 1995–2009 Alejandro Jorge García Herrera Médico Cirujano, Especialista en Medicina del Trabajo y Salud Ocupacional. Jefe del servicio de Medicina del Trabajo del Hospital del Trabajador Santiago, Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).

RESUMEN

Este artículo da a conocer las enfermedades profesionales declaradas, de mayor prevalencia, en la ACHS en el período 1995–2009 y su evolución en el tiempo. Se entrega una breve reseña de la institución, se informa sobre la frecuencia de las enfermedades profesionales declaradas según año, señalando sus tendencias. Se realiza además un análisis de las posibles causas de la variación de sus frecuencias a través del tiempo y se compara con aquellas que muestran países de la Unión Europea (UE). Dicho análisis concluye que las enfermedades profesionales declaradas, de mayor prevalencia en la ACHS, fueron para el período en estudio las enfermedades músculo-esqueléticas, dermatitis de contacto y laringopatías. Se analizan además los factores que explicarían las diferencias entre las tasas de declaración de enfermedades profesionales entre países de la Unión Europea y la Asociación Chilena de Seguridad. Por último, se señalan las enfermedades profesionales que en el año 2009 produjeron mayor número de incapacidades permanentes en la ACHS.

ABSTRACT

This article shows the most prevalent occupational diseases declared in ACHS during the period 1995–2009 and its evolution over time. A brief overview of the institution and a yearly report on the frequency and tendencies of declared occupational diseases are presented. Moreover, it is performed an analysis of the potential causes of frequency variation over time, which is also compared to those from countries of the European Union (EU). This analysis concludes that musculoskeletal disorders, contact dermatitis and laringopathies were the declared occupational diseases with most prevalence in ACHS during the studied period. Factors explaining differences between rates for declaration of occupational diseases among countries of the European Union and Asociación Chilena de Seguridad are also analysed. Finally, occupational diseases with a large number of permanent disabilities at ACHS during 2009 are specified. Key words: Occupational diseases, prevalence, trends, peer review.

(García A, 2011. Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Descripción de la Situación en el Periodo 1995–2009. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 107-112). Palabras claves: Enfermedades profesionales, prevalencia, tendencias, revisión porexpertos.

INTRODUCCIÓN La Asociación Chilena de Seguridad ACHS es una organización privada sin fines de lucro, fundada en el año 1958, encargada de administrar la ley chilena sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

Correspondencia / Correspondence: Alejandro Jorge García Herrera Medicina del Trabajo del Hospital del Trabajador de Santiago. ACHS. Vicuña Mackenna 200 3º piso. Santiago. CEP: 751241 Tel.: (56-02) 685 370 – (56-9) 98719142 e-mail: [email protected] Recibido: 18 de enero de 2011 / Aceptado: 11 de abril de 2011

Es dirigida por un directorio, donde trabajadores afiliados y empresas adherentes están paritariamente representados. Su misión es “promover trabajos seguros y saludables” en las más de 40.000 empresas asociadas, otorgando servicios de excelencia en los ámbitos de Prevención de Riesgos, Medicina Curativa, Rehabilitación y Prestaciones Económicas a más de 1.800.000 trabajadores pertenecientes a todos los sectores productivos del país, a través de una vasta red de Centros Preventivos y de Salud. Las enfermedades profesionales, junto a los Accidentes del Trabajo y los Accidentes de Trayecto, constituyen las contingencias cubiertas por la mencionada ley, siendo las primeras de éstas las que pretende tipificar esta comunicación durante el período 1995–2009 en la ACHS. Dadas las políticas de prevención y seguridad imperantes en nuestro país y, por ende, en los Organismos Administradores de la ley 16.744, los Accidentes del Trabajo han sido por su notoriedad e impacto público los eventos más estudiados y, por tanto, los que

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Artículo Original | García Alejandro

Objetivos

Conocer, comparar y analizar el estado de las enfermedades profesionales de la ACHS y de algunos países de la Unión Europea. Se pretende de forma específica: • Determinar cuáles son las enfermedades profesionales más frecuentes declaradas en la ACHS. • Conocer cuál ha sido la tasa promedio de declaración de enfermedades profesionales y su variación en el período 1995–2009 en la ACHS. • Comparar dicha información con lo que ocurre en algunos países de la Unión Europea. • Analizar las causas de las posibles diferencias existentes en el anterior análisis comparativo.

MÉTODO

Enfermedades Profesionales (EP) declaradas: El número de EP declaradas en la ACHS ha sido variable a lo largo del tiempo, según se puede observar en el Gráfico 1, cuyo promedio es de 2.556 EP. Durante el período 2001–2003 se advierte una disminución significativa. Cabe señalar que hasta el año 2000 tanto la pesquisa y el diagnóstico de las EP se realizaban centralizadamente en el Servicio de Medicina del Trabajo del Hospital del Trabajador Santiago (HTS). La reducción del número de EP declaradas en dicho período es coincidente con la descentralización de la pesquisa y el diagnóstico de las EP en cada una de las agencias y regionales de la institución y se ha interpretado como una baja en el diagnóstico producto de la escasez de médicos del trabajo y una deficiente capacitación de los médicos de atención primaria a cargo. Aspecto que se fue corrigiendo a partir del año 2004, como se advierte mediante el aumento paulatino y sistemático de EP declaradas posteriormente. Gráfico 1. Número de EP declaradas según año ACHS. 5000 4500 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0

4699

3321

3260

3381 3219

1671

2383 2480

1594

1109

2610

2556

1808 965

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Año

Gráfico 2. Tasas de EP declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995– 2009.

Se realizó una revisión de las bases de datos de Enfermedades Profesionales de la ACHS en el período 1995-2009 agrupándolas por año y grupos diagnósticos, determinando su frecuencia según años. Se desecharon todas aquellas enfermedades ocurridas en el período que habiendo sido diagnosticadas y calificadas como de origen profesional no se declararon como tal. Se revisó trabajo estadístico realizado en la Unión Europea publicado en marzo de 2009 denominado “Les maladies professionnelles en Europa, Statistiques 1990–2006 et actualité juridique”1. Este documento contenía información de los siguientes países: 108

RESULTADOS

400 350

366

300 250

Tasas

Muestra y procedimiento

Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Luxemburgo, Países bajos, Portugal, Suecia y Suiza. De él se extractaron las Enfermedades Profesionales declaradas más frecuentes en los países contenidos en dicho informe, sus tasas por 100.000 trabajadores y se analizaron las causas de las diferencias más importantes entre esos países, según el estudio. Se consideraron además las diferencias en la legislación relacionada a este ámbito entre los países de la Unión Europea y la legislación chilena, por la cual se rige la ACHS.

No de EP

han inspirado el mayor esfuerzo en la utilización de los recursos preventivos, lo que ha llevado a una dramática reducción de la tasa de accidentalidad a diferencia de lo que ha ocurrido con las Enfermedades Profesionales. El concepto de Enfermedad Profesional (EP) nace de la necesidad de distinguir las afecciones que afectan al conjunto de la población de las que son resultantes directas del trabajo que realiza una persona, por lo que éstas generan derechos, obligaciones y responsabilidades diferentes a las primeras. Existe una serie de factores que, en conjunto, determinan la naturaleza de las EP, como la variabilidad biológica, riesgo o condición patógena de orden laboral, la multicausalidad –factor que señala que una misma enfermedad puede tener distintas causas de variadas naturalezas, que actúan al mismo tiempo y que contribuye a su aparición–, la inespecificidad clínica, la ausencia (en su mayoría) de un cuadro clínico específico que permita relacionar la sintomatología con un trabajo determinado, y las condiciones de exposición, donde un mismo agente puede presentar efectos nocivos diferentes según las condiciones de exposición y vías de ingresos al organismo entre otros. En Chile existen importantes dificultades para obtener información y conocer la magnitud de las EP, especialmente asociadas al subdiagnóstico y la subnotificación. Esta situación se debe, en gran medida, a la insuficiente formación y capacitación en salud ocupacional de los profesionales del áreas de la salud y a la falta de formación de especialistas en el tema, agregándose a ello el reconocimiento tardío de los casos, lo que origina que los daños y deterioros a la salud de naturaleza laboral queden incorporados dentro de las enfermedades comunes.

200

251 240

237 217

179 138

150 100

81 74

78

50

120

150

151

176

67

0 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Año

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Ciencia & Trabajo

Artículo Original | Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) El perfil de la curva del Gráfico 2, que muestra la tasa de EP en la ACHS por cada 100.000 trabajadores afiliados, en el período 1995–2009, es similar al del Gráfico 1 para igual período. Las razones de su incremento son las mismas que explican las variaciones que se advierten en el Gráfico 1. El Gráfico 3 muestra el porcentaje promedio de enfermedades profesionales declaradas en el período 1995–2009 en la ACHS según diagnóstico, en el que se advierte que las más frecuentes, en orden decreciente, han sido: las enfermedades músculo-esqueléticas, dermatitis y laringopatías, seguidas en cuarto lugar por las intoxicaciones y las hipoacusias. Gráfico 3. Porcentaje promedio de EP declaradas en la ACHS en el período 19952009 según diagnóstico. Asma otras Dermatitis Hipoacusias

3% 1%

30%

Enfermedades de la piel

Solo el 45% de las afecciones de la piel diagnosticadas en el Servicio de Medicina del Trabajo del HTS de la ACHS corresponden a dermatosis de origen profesional, de las cuales alrededor del 85% corresponden a dermatitis de contacto. Entre éstas las más frecuentes son las irritativas. Aquellas dermatitis por sensibilización son de menor frecuencia, y entre las de mayor incidencia se encuentran las por alergia al cromo del cuero y del cemento, el látex y componentes de la goma, entre otras. En el Gráfico 5 se advierte la evolución de las dermatitis profesionales declaradas durante el período en observación en donde el número de declaraciones por esta patología se reduce dramáticamente a partir del año 2000, muy probablemente por subdiagnóstico y subregistro producto de la descentralización de la pesquisa, diagnóstico y calificación de las enfermedades profesionales que tuvo lugar ese año en nuestra institución. Gráfico 5. Tasas de dermatosis profesionales declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995–2009, ACHS.

27%

Intoxicaciones

120

Laringopatías

98

100

Enf. Musculoesquelético

80

9%

2%

9%

19%

Tasas

Neumoconiosis

Salud Mental

98 80

76

60

51 40

25 20

A continuación se describe cómo se han comportado cada uno de estos grupos de patologías a través del tiempo.

22

22

22

17

16

13

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Como es posible apreciar en el Gráfico 4 el aumento de la tasa de enfermedades músculo-esqueléticas2 fundamentalmente de extremidades superiores como epicondilitis, túnel carpiano, tendinitis, rupturas del manguito rotador, etc., han sufrido un alza progresiva y sistemática sobre todo a partir del año 2003, muy posiblemente debido a causas multifactoriales en que un rol importante lo juegan elementos como el aumento de la cantidad de trabajos que implican movimientos repetitivos en los puestos de trabajo, los sistemas de trabajo que tienden cada vez más a evaluarse y pagar incentivos por producción, lo que tiende a enfermar justamente en mayor número a los más eficientes y al envejecimiento de la población trabajadora, puesto que sabemos como la incidencia de esta patología es mayor sobre los 50 años de edad. Gráfico 4. Tasas de EME declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995–2009, ACHS.

Año

Laringopatías

Las laringopatías de origen profesional constituyen en nuestra casuística el tercer grupo más frecuente de enfermedades profesionales declaradas, siendo esto una característica local que sólo se ve en nuestra institución puesto que ésta concentra la mayoría de los establecimientos educacionales de nuestro país, donde se encuentra el grupo de riesgo más numeroso para esta patología, los profesores. Nuestra legislación contempla como de origen profesional los nódulos laríngeos, los pólipos y las disfonías funcionales, estas últimas solo a partir del año 1996. Gráfico 6. Tasas de laringopatías declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995–2009, ACHS. 700

120

70

60 40

26

20

0

0

0

20 7

78

34

32 19

528

500

82

Tasas

83

80

603

600

102

100

Tasas

16

0

Enfermedades músculo-esqueléticas (EME)

0

25

22

13

483

400 300 200

532 476

432

462 326

313

395 326

312

342

384

236

100 0

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

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Artículo Original | García Alejandro Lo anterior explica el abrupto aumento de las declaraciones de laringopatías que se observa coincidentemente el año 1996. En la ACHS existen Programas de Vigilancia Epidemiológica (PVE) para los agentes de riesgos más importantes, por lo que la gran mayoría de las intoxicaciones declaradas son intoxicaciones crónicas, pesquisadas justamente en estos programas que contemplan un examen periódico de screening a los trabajadores expuestos. Las intoxicaciones de mayor frecuencia son las producidas por metales pesados como el plomo, mercurio y arsénico, gases y plaguicidas inhibidores de la colinesterasa.

sias declaradas, coincidente con un receso del programa de vigilancia epidemiológica de trabajadores expuestos a ruido durante ese año, el que se reanudó al año siguiente. El año 2002 muestra un pick en la declaración de esta patología, de la misma magnitud del pick negativo del año 2000 y que corresponde a la pesquisa de los casos que no se pesquisaron durante ese año. Independiente de lo anterior las tasas de hipoacusia se han reducido de un 19 a 9 x 100.000 trabajadores afiliados. El Gráfico 9 resume en forma comparativa la evolución porcentual anual de cada uno de los grupos de las enfermedades profesionales declaradas en el período 1995–2009 en la ACHS.

Gráfico 7. Tasas de intoxicaciones crónicas declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995–2009 ACHS.

Gráfico 9. Evolución porcentual de las EP declaradas según año ACHS período 1995–2009.

Tasas

Intoxicaciones

50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

100% 90% 80%

46 39 36

11 6

8

4

4

2

1

1

1

1

Hipoacusias

Las hipoacusias de origen profesional se ubican en el 4º lugar de las EP declaradas más frecuentes, junto con las intoxicaciones. El año 2000 muestra una disminución significativa de las hipoacuGráfico 8. Tasas de hipoacusias profesionales declaradas x 100.000 trabajadores afiliados período 1995–2009, ACHS. 30

25

Tasas

19 17

16

16 13

12

10 5 0

11 9 5

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Año

110

12 9

6

Intoxicaciones Hipoacusias Dermatitis 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

El Gráfico 7 muestra claramente cómo las tasas de intoxicaciones en la ACHS se han ido reduciendo significativamente a lo largo del tiempo hasta llegar a 1 x 100.000 trabajadores. Esta disminución se debe a la eficacia de los programas de vigilancia en intoxicaciones. El pick que muestra el gráfico entre los años 1996 y 1999 se debe a la pesquisa de intoxicaciones crónicas masivas por exposición a plomo inorgánico de tres empresas que fueron en ese momento incorporadas al programa de vigilancia epidemiológica de exposición a plomo, recuperadoras de metales y fabricación de grifería.

25

Laringopatías

0%

Año

15

Neumoconiosis

20% 10%

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

19

Enf. Músculo-equeléticas

50% 40% 30%

20

17

Salud Mental

70% 60%

24

20

Otras

Asma otras

Año

Las EP declaradas de mayor incidencia durante el año 2009 fueron las enfermedades músculo-esqueléticas que constituyen el 53,9% del total, las laringopatías el 13,3% y las dermatitis el 11% del total de EP declaradas para ese año. El Gráfico 9 muestra también cómo la patología de salud mental aparece como una patología emergente. Un estudio estadístico realizado en la Unión Europea durante el período 1990–2006 y publicado en marzo de 2009 denominado “Las enfermedades Profesionales en Europa”1 compara, entre otros datos, cuáles son las enfermedades profesionales más frecuentemente declaradas en 13 países de Europa en el año 2006 y su incidencia; el estudio evolutivo en el período permite establecer las tendencias en cada uno de los países. El estudio concluye, entre otros aspectos, que Dinamarca, Francia y Suecia son los países en los que se declara un mayor número de EP. Y Luxemburgo junto a Portugal son aquellos que menos EP declaran. La Tabla 1 muestra el número de EP declaradas el año 2006 por los países que más declaran y aquellos que declaran menos. La ACHS se ubica entre ambos grupos, con 150 EP declaradas durante ese año por cada Tabla 1. 100.000 trabajadores, valor Enfermedades Profesionales declacon tendencia al alza radas en el año 2006 x 100.000 puesto que para el año trabajadores. 2009 esa tasa es de 175,6 Dinamarca 626 por 100.000 trabajadores. La tasa ACHS promedio Francia 401 para el período 1995–2009 Suecia 349 es de 118 trabajadores por ACHS 150 cada 100.000 trabaja Luxemburgo 66 dores. Portugal 80 Este mismo estudio muestra

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Artículo Original | Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) que las EP más frecuentes en el año 2006 son las mismas y no varían sustancialmente de un país a otro, aunque sí difieren en el lugar que ocupan entre las más frecuentes, como lo muestra la Tabla 2. Tabla 2. EP más frecuentes según país. País N°1 Alemania Hipoacusia Austria Hipoacusia Bélgica EME ACHS EME Dinamarca Dermatitis España EME 85% Francia EME 80% Italia EME Luxemburgo Enf. Infecciosas Portugal EME Suecia EME Suiza Hipoacusias

N°2 Asbestosis y placas pleurales Dermatitis Parálisis de nervio por presión Laringopatías EME Dermatitis Enf. del amianto Hipoacusia Asbestosis Hipoacusia Hipoacusia Enf. Infecciosas

N°3 Mesotelioma Asma Hipoacusia Dermatitis Hipoacusia Hipoacusia Lumbalgia Enf. Respiratorias Túnel del carpo Enf. Respiratorias Patologías Psicosociales Dermatitis

Una excepción lo hace el grupo de las EME que constituyen la primera causa de EP en varios países —el 85% de las EP declaradas en España y 80% en Francia—; sin embargo, no son citadas entre las más frecuentes en Alemania ni Austria. Por otro lado, cabe señalar que las hipoacusias profesionales y las EP de la piel son citadas dentro de las 5 EP más frecuentes en todos los países cubiertos por el estudio. En nuestra experiencia las 5 EP más prevalentes en los trabajadores de empresas afiliadas a la ACHS son las EME, laringopatías, enfermedades de la piel, hipoacusias e intoxicaciones.

Posibles factores involucrados en las diferencias de tasas de EP declaradas por cada uno de los países y la ACHS 1. Subdiagnóstico de EP

Este punto se relaciona directamente con la competencia de los médicos de Salud Ocupacional y Medicina del Trabajo para realizar el diagnóstico, el conocimiento de los diferentes factores de riesgos y su localización en los rubros y puestos de trabajo, como también con el desconocimiento de los sistemas de Salud Ocupacional por parte de los médicos.

2. Subregistro de las EP

Aunque exista una buena capacidad diagnóstica de la EP, el sistema de registro de las mismas puede ser deficiente. El subregistro no sólo afecta a países en desarrollo o en transición: es un problema general. Una encuesta sobre el subregistro de enfermedades profesionales en Europa a partir de 2002 mostró que la mayoría de los países investigados reconoció el subregistro3. Las razones más comunes presentadas fueron la falta de información de los empleados, la falta de información y formación de los profesionales en general sobre desarrollo organizacional, los temores de los trabajadores por la pérdida de puestos de trabajo, y el insuficiente número de médicos industriales o de Salud Ocupacional. Otras razones mencionadas en el informe de la encuesta fueron largos y complejos procedimientos, las dificultades de la prueba de exposición al riesgo (en los sistemas de prueba abierta) y el escaso

conocimiento de la legislación.

3. Subdeclaraciones de las EP

Existiendo incluso un buen diagnóstico y un buen registro, los mecanismos de declaración no suelen ser automáticos y no garantizan su declaración.

4. Diferentes definiciones de EP

Por ejemplo, en Chile la Ley 16.744 en su artículo Nº 7 define como Enfermedad Profesional4 a aquella “causada de una manera directa por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realice una persona y que le produzca incapacidad o muerte”. En España5 la Ley de Seguridad Social en su artículo 116 define jurídicamente la Enfermedad Profesional como: «la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley, y que ésta proceda por la acción de elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional”. No obstante, en el caso de los trabajadores del régimen especial de trabajadores autónomos, se define como enfermedad profesional aquella ocurrida como consecuencia directa e inmediata del trabajo que realiza por su propia cuenta y que determina su inclusión en el campo de aplicación de dicho régimen, concepto que resulta más parecido al criterio chileno, más restrictivo. En Inglaterra la Enfermedad Profesional se define como “cualquier enfermedad asociada con una determinada ocupación o industria. Estas enfermedades resultan de una variedad de factores biológicos, químicos, físicos y psicológicos que están presentes en el entorno de trabajo o de otra manera se encuentran en el curso del empleo”.

5. Diferencia en legislaciones y normativas

En el caso de Alemania y Luxemburgo, para que los respectivos reglamentos reconozcan oficialmente la dermatitis, dolor lumbar y enfermedades obstructivas de las vías respiratorias como de origen profesional, requieren que la gravedad de la enfermedad sea tal que el asegurado se vea obligado a abandonar su actividad laboral peligrosa. En su defecto, éstas no son reconocidas como enfermedades profesionales y, por tanto, no figuran en las estadísticas oficiales.

6. Condiciones favorecedoras de enfermedades profesionales

Entre las cuales podemos destacar6 la idiosincrasia de los diferentes pueblos, % de obesidad y condiciones de alimentación, condiciones genéticas y ambientales, etc.

Tendencias

El estudio de Eurogips1 muestra que existen diversas tendencias en los países involucrados en el estudio en lo que se refiere a la cantidad de EP declaradas. Tendencia a la baja: Alemania, Bélgica, Finlandia, Suiza. Tendencia a la estabilidad: Austria, Dinamarca, Italia, Suecia. Tendencia al alza: España, Francia, Luxemburgo, Portugal. En cuanto a la ACHS, también muestra una tendencia al alza.

Incapacidades permanentes por EP

El Gráfico 10 muestra el porcentaje de incapacidades permanentes en la ACHS según diagnóstico durante el año 20092. En él se observa que el mayor porcentaje de incapacidades permanentes producidas por EP durante ese año corresponde a las hipoacusias de origen profesional por Trauma Acústico Crónico Ocupacional

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Artículo Original | García Alejandro Gráfico 10. Porcentaje de incapacidades permanentes en la ACHS según diagnóstico durante el año 2009. Silicosis ERMC TACO

3%

1% 1% 5% 2%

Dermatitis

8%

Asma Musculoesqueléticas Otros

22%

58%

Mesotelioma

(TACO), lo que constituye el 58% del total de las incapacidades permanentes por EP de ese año. Si se considera que el segundo diagnóstico más frecuente en este aspecto, la silicosis, corresponde a un número no despreciable de incapacidades múltiples que involucra silicosis + TACO, se llega a la conclusión que la sordera profesional se encuentra involucrada en alrededor del 80% de la las incapacidades permanentes originadas por EP. En tercer lugar se encuentra la Enfermedad de la Rodilla del Minero del Carbón (única artrosis profesional contemplada en nuestra legislación); en cuarto lugar las EME, principalmente a expensas de las EME de extremidades superiores; y, en un quinto lugar, las dermatitis profesionales en su totalidad debidas a dermatitis de contacto alérgica por sensibilización a alguna sustancia presente en el medio de trabajo.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES La revisión de los datos de Enfermedades Profesionales (EP), declaradas en el período 1995–2009 en la Asociación Chilena de Seguridad, permite señalar que la tasa promedio de declaración de EP para ese período fue de 168 x 100.000 trabajadores afiliados.

Con un máximo de 366 y un mínimo de 67 x 100.000 trabajadores afiliados. Esta tasa promedio es un poco mayor a la que corresponde al año 2006 de 150 EP declaradas x 100.000 trabajadores afiliados, que es la que se comparó con las tasas correspondientes a los países de la Unión Europea en ese mismo año, cuyos máximos y mínimos fueron de 626 y 66 EP x 100.000 trabajadores para Dinamarca y Portugal respectivamente. Es decir la ACHS se ubica en un grado de declaración que se ubica entre el grupo de países de la Unión Europea que más declaran y aquellos que declaran menos. La tendencia en la ACHS en los últimos 8 años es al aumento lento y sostenido de la tasa de declaración de las EP, asemejándose a lo que ocurre con algunos de los países de la Unión Europea como España, Francia, Portugal y Luxemburgo. Las diferencias de declaración de EP, entre otros elementos, están dadas por los distintos conceptos de enfermedad profesional en cada uno de los países, diferentes legislaciones, déficit en el diagnóstico, pesquisa y notificación. En cuanto a cuáles son las enfermedades profesionales más frecuentemente declaradas en la ACHS, es posible señalar que éstas corresponden a las Enfermedades Músculo-Esqueléticas, que han ido aumentando a través del período en estudio. Esto coincide con la situación que se da en la mayoría de los países de la Unión Europea incluidos en el informe del Dossier de Presse del año 2009 “Les maladies proffessionnelles en Europa Statistiques 1990–2006 et actualité juridique”1. Asimismo es posible advertir que el resto de los grupos de enfermedades profesionales que se dan con más frecuencia es similar tanto en la Unión Europea como en la ACHS, a excepción del grupo de las laringopatías que en la ACHS constituyen un grupo muy prevalente a diferencia de lo que ocurre en los países europeos, donde éstas no se consideran de origen laboral, no se diagnostican o no se notifican. Por otro lado, el análisis de las incapacidades permanentes en la ACHS permite concluir que son –en la actualidad– las hipoacusias por exposición a ruido y los cuadros pulmonares de neumoconiosis los dos grupos de enfermedades que con mayor frecuencia terminan en una incapacidad permanente y que por sí solas constituyen el 80% de las incapacidades permanentes por Enfermedad Profesional.

REFERENCIAS 1. Les maladies professionnelles en Europa, Statistiques 1990–2006 et actualité juridique. Dossier de presse [online]. Paris: Eurogip; 2009 [citado dic 2010]. Disponible en: 2. Asociación Chilena de Seguridad (ACHS). Estadísticas institucionales. Santiago: ACHS; 2009. 3. Zimmer S, Höffer EM. The Challenge of Occupational Diseases in Developing Countries: Exemplary Observations and Good Practice Proposals from a Cycle of Seminars in Four Continents. International Journal of Social Security and Workers Compensation [online] 2009 [citado dic 2010];1(1):[aprox.5 p].Disponible en:

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Artículo Original

Conhecimento e Atitudes de Profissionais da Saúde Frente à Exposição Ocupacional a Material Biológico Knowledge and attitudes of health workers facing occupational exposure to biological material Ronald Jefferson Martins1, Cléa Adas Saliba Garbin2, Artênio José Ísper Garbin3, Annelise Katrine Carrara Prieto4 1. Profesor del Programa de Postítulo en Odontología Preventiva y Social, Facultad de Odontología de Araçatuba, Universidad Estatal Paulista. 2. Coordinadora del Programa de Postítulo en Odontología Preventiva y Social, Facultad de Odontología de Araçatuba, Universidad Estatal Paulista. 3. Profesor del Programa de Postítulo en Odontología Preventiva y Social, Facultad de Odontología de Araçatuba, Universidad Estatal Paulista. 4. Alumna de graduación, Facultad de Odontología de Araçatuba, Universidad Estatal Paulista.

RESUMEN

O objetivo deste trabalho foi verificar o conhecimento e atitudes de cirurgiões-dentistas frente à ocorrência de acidente ocupacional com material biológico. A população estudada constituiu-se pelos cirurgiões-dentistas do serviço público dos municípios pertencentes à Direção Regional de Saúde II (DRS II) - Araçatuba. Aplicou-se um questionário semi-estruturado, com perguntas abertas e fechadas, com a finalidade de verificar aspectos relacionados à exposição ocupacional a material biológico. Participaram da pesquisa 83 profissionais, sendo que 32 (38,6%) referiram ter sofrido algum tipo de acidente com material biológico, 41 (49,4%) afirmaram não terem tido orientação sobre como proceder e 64 (77,1%) que não existia um protocolo no seu local de trabalho a ser seguido. 59 (71,1%) disseram não saber após quanto tempo deveria ser iniciada a quimioprofilaxia ao HIV, 52 (62,7%) qual a duração e 60 (72,3%) a sua eficácia. 63 (75,9%) referiram não conhecer se existia medida eficaz para redução do risco de transmissão da hepatite C pós-exposição. Além disto, 72 (86,7%) afirmaram que não tiveram orientação no seu local de trabalho para o preenchimento da Comunicação de Acidente de Trabalho (CAT). Conclui-se que existe deficiência dos profissionais no conhecimento sobre o tema e atitudes a serem tomadas no caso de infortúnio profissional. (Jefferson R, Saliba C, Ísper A, Carrara A, 2011. Conhecimento e Atitudes de Profissionais da Saúde Frente à Exposição Ocupacional a Material Biológico. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 113-115).

ABSTRACT

The aim of this study was to assess knowledge and attitudes of dentists facing the occurrence of occupational accidents with biological material. The study population was constituted by dentists from the public service of the municipalities belonging to the Regional Health Department II (RHD II) - Araçatuba. It was applied a semi-structured questioner with opened and closed questions with the aim to verify the occupational exposition at biological material. Just 83 dental surgeons participated of this research being 32 (38,6%) cited suffer themselves some kind of accident with biological material and 41 (49,4%) affirmed didn’t had orientation about how to conduct. Just 59 (71,1%) said they didn’t know after how much time it was adequate to start the chemical prophylaxy at HIV, 52 (62,7%) what was it duration and 60 (72,3%) what was the efficacy. 63 (75,9%) referred didn’t know if there is efficient measure to reduce risk of transmission of C Hepatitis post exposition. Moreover, 72 (86,7%) said they had no guidance in their workplace for completion of the Report of Workplace Accident (RWA). It was possible to conclude that there is absence of know about this theme and attitudes to realize on professional misfortune cases. Key words: HEALTH knowledge, attitudes, practice, dentist's, practice patterns, exposure to biological agents.

Palavras-chave: Conhecimentos, Atitudes e prática em saúde, condutas na prática dos dentistas, expocição a agentes Biológicos.

INTRODUCCIÓN

Correspondencia / Correspondence: Ronald Jefferson Martins NEPESCO – Núcleo de Pesquisa em Saúde Coletiva (Núcleo de Investigación en Salud Colectiva) Departamento de Odontología Infantil y Social, Facultad de Odontología de Araçatuba, Universidad Estatal Paulista R. José Bonifácio Nº 1193, Barrio Vila Mendonça, Araçatuba, SP. CEP: 16015-050 Tel.: (55-18) 3636 3250 - 3636 360 e-mail: [email protected] / [email protected] Recibido: 27 de enero de 2011 / Aceptado: 13 de abril de 2011

A epidemia da infecção pelo HIV levou a maior adequação por parte dos profissionais de saúde em relação ao emprego de equipamentos de proteção individual (EPIs); como luvas, jaleco, óculos de proteção, máscara e gorro1. A finalidade dessas precauções padrão é o isolamento de pele não íntegra e membranas mucosas, do sangue e outras substâncias corporais; como fluidos, excreções e secreções (exceto suor) que contenham ou não sangue visível2. Entretanto, essas medidas não protegem o profissional de saúde das lesões percutâneas (perfuração ou corte da pele íntegra), que apresentam maior probabilidade de infecção. Nesse caso, o risco do indivíduo adquirir o HIV é em média de 0,3% (IC 95% = 0,2-0,5%). Em relação à Hepatite B, é de até 40% em exposições onde o paciente-fonte apresenta sorologia HBsAg (antígeno “s” do vírus da hepatite B) reativa e para a Hepatite C, o risco médio

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Artículo Original | Jefferson Ronald, et al. é de 1,8%, variando de 1 a 10% dependendo do teste utilizado para diagnóstico3. O cirurgião-dentista, em especial, está predisposto a sofrer acidentes ocupacionais pela prática diária com instrumentos rotatórios, ultrasônicos e perfurocortantes, em um campo restrito de visualização e sujeito à movimentação do paciente2,4-6. A única medida eficaz para eliminação do risco de infecções é a prevenção da ocorrência do acidente com material biológico. No caso de infortúnio profissional, o tempo de início das medidas profiláticas é um fator primordial para haver ou não a soroconversão; portanto o acidente deve ser tratado como um caso de urgência médica3. Visto a importância em ser seguido um protocolo de ações que minimizem ou impeçam o profissional de saúde adquirir infecções, objetivou-se neste estudo verificar a percepção e condutas de cirurgiões-dentistas com relação às atitudes frente ocorrência de acidente ocupacional com material biológico.

MATERIAL Y MÉTODO A população estudada constituiu-se pelos coordenadores e cirurgiões-dentistas da rede pública dos 40 municípios pertencentes ao Departamento Regional de Saúde II (DRS II), São Paulo, Brasil. Inicialmente os participantes da pesquisa foram explicitados quanto à finalidade da mesma e posterior utilização dos dados coletados. Os que concordaram em participar assinaram o termo de consentimento livre e esclarecido. Realizou-se estudo piloto com profissionais da rede de municípios distintos dos analisados, para validar o instrumento de coleta dos dados. Aplicou-se um questionário semi-estruturado, composto por questões abertas e fechadas, a fim de verificar se os mesmos sofreram acidente, o tipo e o que foi feito após; se tiveram orientação de como proceder no caso de acidente com material biológico e os cuidados que devem ser tomados quando a exposição é percutânea ou cutânea e em mucosa; quanto tempo deve ser, quando indicada, o início da quimioprofilaxia para o HIV após o acidente, além da sua duração e eficácia; se todos os indivíduos que foram vacinados estão imunizados contra a hepatite B e o que deve ser feito quando ocorre um acidente e o indivíduo não é imune; se existe medida específica eficaz para redução do risco de transmissão do vírus da hepatite C, além dos aspectos legais quanto ao preenchimento da Comunicação de Acidente de Trabalho (CAT) no caso de acidente com material biológico. Os dados coletados foram tabulados por meio do programa Epi Info, versão 3.52 e apresentados em freqüências absolutas e porcentuais. O presente estudo foi realizado em cumprimento aos princípios éticos contidos na Resolução 196/96 CNS e aprovado pelo Comitê de Ética em Pesquisa em Seres Humanos da Faculdade de Odontologia de Araçatuba, por meio do processo FOA 2007-01927.

RESULTADOS Participaram 83 (24,0%) do total de 346 profissionais de 12 (30,0%) municípios. Houve a predominância do sexo feminino 59 (71,1%) em relação ao masculino. A população foi estratificada em períodos de 10 anos, verificando-se maior concentração na faixa de 34-43 anos (38,5%). 114

Dentre os profissionais avaliados, 32 (38,6%) referiram ter sofrido algum tipo de acidente com material biológico, sendo 23 (71,9%) com agulha. 41 (49,4%) afirmaram não terem tido orientação sobre o que fazer no caso de acidente com material contaminado e 64 (77,1%) que não existia um protocolo no seu local de trabalho a ser seguido. Em relação aos cuidados imediatos a serem realizados no caso de exposição percutânea ou cutânea e em mucosa, 37 (44,6%) e 49 (59,0%), respectivamente, afirmaram não saber como proceder. Dos profissionais que sofreram acidente, 27 (84,4%) não procuraram ajuda médica a fim de realizar os procedimentos recomendados para o caso. No que diz respeito à quimioprofilaxia ao HIV, 59 (71,1%) não sabiam o tempo que a mesma deveria ser iniciada quando indicada. 52 (62,7%) desconheciam a duração e 60 (72,3%) sua eficácia. Quanto à imunização contra a Hepatite B, 33 (39,8%) não sabiam que nem todos os indivíduos vacinados adquirem anticorpos contra o vírus. Em relação à existência de medida específica eficaz para redução do risco de transmissão da hepatite C pós-exposição a material contaminado, 63 (75,9%) afirmaram não saber. No que diz respeito ao preenchimento da Comunicação de Acidente de Trabalho (CAT) no caso de acidente ocupacional, 72 (86,7%) disseram não ter orientação no seu local de trabalho para o preenchimento da CAT.

DISCUSIÓN Nas pesquisas onde os questionários são enviados pelo correio, na grande maioria das vezes, as taxas de retorno são inferiores ao total, refletindo a possibilidade de os respondentes não representarem uma amostra aleatória da população pesquisada7. No entanto, considera-se mais importante a ausência de viés de resposta do que uma alta taxa de resposta8. No Brasil, os profissionais de saúde não apresentam o hábito de responder a questionários em pesquisas científicas. O baixo retorno dos questionários obtido neste trabalho, apesar de explicitado que os dados em hipótese alguma seriam divulgados de maneira individual ou identificados, pode ser devido ao receio de ser observada e veiculada a inexistência no município de um protocolo de condutas em casos de acidente com material biológico e o desconhecimento por parte dos profissionais de saúde de como agir para evitar infecções. Outro possível motivo é o medo de se tratar de fiscalização por parte do poder executivo ou perseguição política. Um fator que também deve ser considerado como limitação da pesquisa é que o delineamento transversal do estudo, com coleta dos dados retrospectivos por meio de questionários auto-aplicáveis, possibilita a ocorrência de viés de memória, podendo ser esperada a subestimação da prevalência dos acidentes com exposição ocupacional2. Estudos mostram alta taxa de acidentes com materiais perfurocortantes na prática odontológica em estudantes9,10 e em trabalhadores da área da saúde2,5,6,11-14, o que corrobora o resultado deste trabalho. É recomendado como primeira conduta em relação à área exposta, lavagem exaustiva do local com água e sabão nos casos de exposições percutâneas ou cutâneas3, atitudes básicas relatadas pela

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Artículo Original | Conhecimento e Atitudes de Profissionais da Saúde Frente à Exposição Ocupacional a Material Biológico maioria dos participantes desta pesquisa. Entretanto, alguns profissionais relataram ter comprimido próximo a lesão para que o sangue “saísse”, o que mostra maior relevância dada a uma crença popular do que ao conhecimento científico, atitude incompatível a profissionais de saúde. Um cirurgião-dentista chegou a afirmar que somente restava “rezar” para que não fosse infectado. O profissional acidentado deve orientar o paciente-fonte (aquele com o qual ocorreu o acidente) sobre a necessidade da realização de exames sorológicos. São indicados os testes rápidos para detecção de anticorpos anti-HIV que caso negativos, evitará o início ou a manutenção desnecessária do esquema profilático. O próximo passo é a busca por profissional qualificado a realizar os procedimentos indicados para cada caso (avaliação da necessidade da quimioprofilaxia anti-HIV)3. Entretanto, estas atitudes foram relatadas por pequena parcela da população estudada nesta pesquisa, o que corrobora outro estudo6. A indicação da quimioprofilaxia pós-exposição ocupacional (PEP) é baseada na avaliação do risco de transmissão do HIV em função do tipo de acidente ocorrido e a toxicidade dessas medicações. Quando indicada, deve ser iniciada nas primeiras horas após o acidente3, informação desconhecida pela maioria dos pesquisados. O acidente com material biológico deve ser notificado por meio da Comunicação de Acidente de Trabalho (CAT)3,14, fato desconhecido pela maior parte dos profissionais pesquisados neste trabalho. No Brasil, existem poucas unidades estruturadas para atendimento, notificação e com programas de educação em serviço que objetivem a conscientização da importância da notificação e acompanhamento dos casos e riscos de soroconversão para AIDS e hepatites B e C, sendo por esta razão estimada alta subnotificação dos casos12,14. Na maioria das prefeituras não está estabelecida rotinas relacio-

nadas às medidas de precaução imediatas, bem como as orientações e disponibilidade da quimioprofilaxia nos casos de acidentes com material biológico de pacientes HIV positivos ou de sorologia desconhecida, fato também relatado em outro estudo5. Por esta razão, deverão ser direcionados esforços para a criação de protocolos pós-exposição com a descrição dos tipos de exposição que representam risco de infecção, procedimentos para notificação imediata, avaliação das exposições e identificação de profissional qualificado para realizar todos os procedimentos recomendados para o caso6; sendo que, cada unidade de saúde deve ter um programa de atendimento instituído e funcionando a fim de minimizar o tempo entre o momento do acidente e o atendimento12. Como nenhuma medida pós-exposição é totalmente eficaz3, sugere-se a introdução de módulos sobre biossegurança nos cursos de atualização e aperfeiçoamento em odontologia, a fim de reforçar os princípios de controle de infecção e medidas de proteção individual2. Além disso, o estímulo dos gestores a participação dos profissionais de saúde nestes cursos, a disponibilidade do equipamento de proteção no trabalho, o feedback das práticas seguras e as ações gerenciais de apoio à segurança, favorecerão o desenvolvimento de comportamentos seguros no trabalho15.

CONCLUSIÓN Apesar de o resultado possivelmente não representar o nível de entendimento da totalidade dos profissionais pesquisados sobre a temática estudada, sugere haver deficiência no conhecimento do assunto e nas atitudes a serem tomadas no caso de infortúnio profissional.

REFERENCIAS 1. Discacciati JAC, Neves AD, Pordeus IA. Aids e controle de infecção cruzada na prática odontológica: percepção e atitudes dos pacientes. Rev Odontol Univ São Paulo. 1999;13(1):75-82. 2. Garcia LP, Blank VLG. Prevalência de exposições ocupacionais de cirurgiõesdentistas e auxiliares de consultório dentário a material biológico. Cad Saúde Pública. 2006;22(1):97-108. 3. Brasil. Ministério da Saúde. Secretaria de Políticas de Saúde. Coordenação Nacional de DST e Aids. Manual de condutas; Exposição ocupacional a material biológico: Hepatite e HIV [online]. Brasília: Ministerio da Saúde; 1999. [Consultado 13 jun 2008]. Disponible en: 4. Antunes JLF, Macedo MM, Araújo ME. Análise comparativa da proporção de óbitos segundo causas, de dentistas na cidade de São Paulo. Cad Saúde Pública. 2004;20(1):241-248. 5. Caixeta RB, Barbosa-Branco A. Acidente de trabalho, com material biológico, em profissionais de saúde de hospitais públicos do Distrito Federal, Brasil, 2002/2003. Cad Saúde Pública. 2005;21(3):737-746. 6. Garcia LP, Blank VLG. Condutas pós-exposição ocupacional a material biológico na odontologia. Rev Saúde Pública. 2008;42(2):279-286. 7. Fox RJ, Crask MR, Kim J. Mail survey response rates: a meta-analysis of selected techniques for inducing response. Public Opin Q. 1988;52(4):467-491. 8. Babbie E. Questionários auto-administrados. In: Métodos de pesquisas de survey.

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Artículo Original

Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche

Assesment on the Sleep Quality of People Working in the Large-Scale Copper Mining with Night and Daytime Shifts Jorge Lasso Peñafiel1, Ximena Carrasco Álvarez2, Alberto Riveros Acevedo3, Verónica Bittner Schmidt4 1. Médico Neurofisiólogo, Especialista en medicina del sueño. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. Profesor Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile. 3. Médico Neurofisióloga, Especialista en medicina del sueño. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. Profesora Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Santiago, Chile. 3. Técnico en Neurofisiología. Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño (UNYTS), Hospital del Trabajador Santiago, Chile. 4. Estadística. Profesora, Facultad de Odontología, Universidad del Desarrollo, Concepción.

RESUMEN

Aproximadamente entre un 20-25% de la población trabaja en turnos de noche lo que implica que debe dormir en el día. Es conocido que la calidad del sueño en el día en relación a dormir en la noche es menor y está relacionado el menor tiempo de sueño y a variaciones de la arquitectura del mismo. Se realizó un estudio para comparar diversas variables del polisomnograma en dos grupos de trabajadores, unos que dormían en el día y otros en la noche. Se analizaron 119 polisomnogramas de 119 trabajadores comparando las variables: latencia de sueño (o latencia de inicio), latencia de sueño REM (o tiempo de registro), eficiencia total de sueño, etapas de sueño, índice de apneas de sueño, ronquido e índice de microdespertares en cada grupo diurno o nocturno. Del total de variables de sueño, la latencia de inicio y tiempo de registro tuvieron una diferencia estadísticamente significativa (p < 0,05), siendo menor en el grupo que durmió en el día; el resto de las variables no tuvo mucha diferencia en los dos grupos (p > 0,05). Al comparar el resultado del grado de apnea de sueño no se demostró diferencias significativas (p < 0,05). Se concluye que el estudio de sueño en turnos diurnos y nocturnos no tiene diferencias significativas en el resultado final del examen, considerándose que el tiempo de registro y la latencia de inicio de sueño durante el dormir diurno es menor, lo que podría explicar la sensación de menor descanso que se siente después de dormir en el día.

ABSTRACT

Approximately, between 20 and 25 percent of the population works in night shifts, for which this people have to sleep during the day. It is known that sleep quality at day is lower than at night and also there is a relationship with less sleeping time and variations in sleep architecture. This study was conducted in order to compare different variables of a polysomnogram applied to two groups of workers: sleeping at day and sleeping at night. 119 polysomnograms pertaining to 119 workers were analyzed and the following variables were considered in each group: sleep latency (or sleep onset latency), REM sleep latency (or recording time), total sleep efficiency, sleep stages, rate of sleep apneas, snoring and rate of arousals. From all of the sleep variables, the onset latency and recording time obtained a statistically significant difference (p > 0,05). No significant differences were obtained by comparing the result for the apnea level (p < 0,05). In conclusion, the sleep study in night and daytime shifts has no significant differences in the final result of the exam, considering the recording time and sleep onset latency during daytime sleep is lower. This can explain the feeling of tiredness after sleeping during the day. Key words: evaluation, sleep, workers,comparative study, polysomnography, shift work.

(Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V, 2011. Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 116-118). Palabra claves: EVALUACIÓN, SUEÑO, TRABAJADORES, ESTUDIO COMPARATIVO, POLISOMNOGRAfíA, trabajo por TURNOS.

INTRODUCCIÓN

Correspondencia / Correspondence: Jorge Lasso Peñafiel Hospital del Trabajador Santiago Ramón Carnicer 185, Providencia, Chile Tel.: (56-02) 685 3419 e-mail: [email protected] Recibido: 17 de enero de 2011 / Aceptado: 20 de abril de 2011

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Los resultados de muchas investigaciones han demostrado que el trabajo en turnos nocturnos pueden comprometer la salud, bienestar y rendimiento laboral1,2,3. Los problemas que se reportan habitualmente son: alteraciones del sueño, físicas y psicológicas, trastornos sociales y familiares, siendo la mayoría de ellos combinaciones de varios4. Entre un 20-25% de la fuerza laboral a nivel mundial se desempeña en turnos de día y de noche; independiente del tipo de turno, las características del sueño difieren en relación a si el período de sueño es diurno o nocturno4. Estudios realizados por 116/118 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 13 | NÚMERO 40 | ABRIL / JUNIO 2011 |

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Artículo Original | Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche la Dirección del Trabajo indicaron que el 23,2% de las empresas del país utiliza algún sistema de turnos. El 51,1% de ellas ocupa jornadas de trabajo cuya distribución es de 5 días semanales y el 48,2% ocupa turnos de 6 días. El resto ocupa sistemas de turnos con 7, 4 ó 3 jornadas semanales2. Los cambios que se observan entre las variables fisiológicas de sueño al dormir de día después de trabajar en la noche son: la latencia de inicio de sueño y la latencia de sueño REM son de menor duración y el porcentaje de sueño REM se incrementa debido al efecto de privación. Habitualmente la duración del sueño en el día es menor y generalmente más susceptible a despertares por ruido ambiente5. Pero los estudios realizados en varios países demuestran que el sueño diurno es casi siempre insuficiente para recuperarse del déficit de sueño contraído por el trabajo nocturno. Como resultado, los déficits de sueño se van acumulando cuando el trabajador repite el turno de noche6. En estudios de medición de ciclo sueño y vigilia por medio de actigrafía, se observa que hay menor duración del tiempo de sueño en el período del trabajo en comparación al período de descanso7. En estudios previos se observa que hasta un tercio de los trabajadores puede presentar problemas de sueño de tipo síndrome de apnea obstructiva, que puede ser un factor importante para producir sensación de fatiga diurna8. El objetivo del estudio es evaluar por medio de polisomnografía diferencias en la arquitectura y el patrón respiratorio durante el sueño diurno o nocturno en trabajadores de la gran industria minera de Chile.

MÉTODO Equipamiento

Polisomnógrafos Alice V3, con sensores de electroencefalografía, oculografía, electromiografía submentoneana, sensor de flujo naso bucal (PTAFF), sensores de movimiento torácico y abdominal, sensores de luz y posición, registro de electrocardiograma y de electromiografía de extremidades inferiores según criterios estándares9,10. Las variables polisomnográficas evaluadas fueron: • Latencia de sueño: tiempo que un individuo se demora en dormir desde que se acuesta hasta que se duerme. Se mide en minutos. • Latencia de sueño REM: tiempo que un individuo se demora en llegar a etapa de sueño REM desde que se acuesta hasta que se duerme. Se mide en minutos. • Eficiencia total de sueño: es el tiempo de sueño que un individuo duerme en el tiempo total de sueño. Se mide en porcentaje. • Etapas de sueño: Tiempo que ocupan las diferentes etapas de sueño REM y no REM (I/II, III/IV) durante el registro. Se expresan como porcentajes en relación al tiempo total de sueño. • Índice de apnea de sueño: definido como el número de eventos respiratorios sean obstructivos, centrales y mixtos de más de 10 segundos hora de sueño. El resultado es numérico. • Ronquido: expresado como porcentaje. • Índice de micro-despertares: definido como el número de micro despertares por hora de sueño. El resultado es numérico. Se analizan 119 polisomnogramas realizados a trabajadores mineros del área de mina durante el año 2008, dividiéndolos en dos grupos: 66 realizados durante el sueño en la noche y 53 en el sueño de día. El análisis se realizó por dos médicos indepen-

dientes según criterios estándares9,10. Se realizó un análisis descriptivo de cada una de las variables en los datos registrados en el turno de día y el de noche. Este análisis incluyó valores mínimos, máximos, mediana, media aritmética y desviación estándar. Con el fin de determinar si existían diferencias significativas entre los valores medios de ambos grupos se utilizó la prueba no paramétrica de Mann-Whitney. Para determinar si existe relación entre el diagnóstico de síndrome de apnea de sueño y horario del polisomnograma, se utilizó la prueba Ji cuadrado; todos los análisis se realizaron con un 95% de confianza.

RESULTADOS De los 119 trabajadores, el 100% es del sexo masculino, con una mediana de 32ª (s = 6,8); en la Tabla 1 se observa que el grupo de estudio diurno es relativamente más joven que el de estudio nocturno (p < 0,05), siendo la mayoría menor a 40 años. Tabla 1. Distribución de la edad e índice de masa corporal según horario de polisomnograma. VARIABLE Horario DÍA EDAD NOCHE ÍNDICE DÍA DE MASA CORPORAL NOCHE * p 0,05) (Figura 1). Figura 1. Distribución del diagnóstico según tipo de apnea en relación al horario del polisomnograma. 35

Diurno

Cantidad de Sujetos

30

Nocturno

25 20 15 10 5 0

Leve

Moderado Normal Tipo de apnea

CONCLUSIONES Si bien hay diferencias en la edad en los dos grupos, el promedio general lo constituyen personas de menos de 40 años, con índice de masa corporal similar. En los estudios diurnos se observó que el tiempo total de registro y la latencia de inicio de sueño son de menor duración, lo que podría explicar por qué la calidad de descanso en el día es menor que en la noche; en la latencia de sueño REM no se observó diferencias estadísticas, pero hay mucha variabilidad individual. Si bien se esperaría que la duración del sueño REM sea mayor en el sueño de día, no hubo diferencias importantes en relación a las diferentes etapas de sueño y microdespertares, lo que podría explicarse porque la duración del sueño diurno es menor que el nocturno y además al efecto provocado por el procedimiento propiamente tal. El diagnóstico del síndrome de apnea de sueño según el grado de apnea no varió en los dos grupos. El estudio demuestra que se puede efectuar polisomnogramas diurnos y nocturnos sin provocar cambios importantes en las variables respiratorias o de arquitectura de sueño en los trabajadores.

Grave

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Artículo Original

Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción Use and Disuse of Personal Protective Equipment by Construction Workers Walter Lizandro Arias Gallegos Psicólogo por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Egresado de maestría en Psicopedagogía cognitiva de la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo, Diplomado en Gestión de Recursos Humanos, Gerencia y Supervisión en Seguridad Integral y Medio Ambiente y Gerencia de Sistemas Integrados. Docente Universidad Católica San Pablo y Editor de la Revista de Psicología de Arequipa.

RESUMEN

El presente estudio pretende determinar, a través de métodos descriptivos, las causas por las cuales los trabajadores de construcción no utilizan los equipos de protección personal en el trabajo. Se aplicó una encuesta semi-estructurada a 258 trabajadores de construcción. Todos varones de entre 18 a 66 años de edad. Se encontró que las causas más comunes recaen sobre la incomodidad que les genera su uso, así como la dificultad en realizar su trabajo. Estos resultados revelan la importancia de la ergonomía en el diseño de Equipos de Protección Personales (EPPs), así como la necesidad de promover hábitos de uso en los trabajadores. (Arias W, 2011. Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 119124).

ABSTRACT

The present study aims at determining, through descriptive methods, the causes for which the construction workers do not use their personal protective equipment. A semi-structured survey was applied to 258 male construction workers of ages between 18 and 66 years old. We found that discomfort and interference with job performance were the most frequent causes selected by the people interviewed. These results reveal how important is the ergonomics in the design of personal protective equipment (PPE) and the need to promote its use habits among workers. Key words: PROTECTIVE DEVICES, WORKERS, CONSTRUCTION, HUMAN ENGINEERING.

Palabras claves: EQUIPOS DE SEGURIDAD, TRABAJADORES, CONSTRUCCIÓN, INGENIERÍA HUMANA.

INTRODUCCIÓN La seguridad industrial es una herramienta importante para las empresas porque permite contribuir —a través de un conjunto de programas, normas, leyes, políticas y principios— a prevenir, detectar, controlar y disminuir aquellas situaciones de riesgos a las cuales están expuestos los trabajadores, y que pueden ocasionar un accidente, incidiendo en su salud y por ende en su rendimiento laboral1. En América Latina todavía no se da la importancia debida a las normas de seguridad y salud ocupacional. Según Jácome2, los países andinos tienen los índices más elevados de inseguridad en diversos aspectos. Según la OIT, en América Latina se producen 36 accidentes de trabajo por minuto3. En el Perú, son tres los sectores que han recibido especial atención en materia de seguridad (a través de normas y reglamentación jurídica, inspecciones, equipos de protección personal, etc.): la industria,

Correspondencia / Correspondence: Walter Lizandro Arias Gallegos Universidad Católica San Pablo Arequipa, Perú Urb. Campoña Paisajista s/n Quinta Vivanco, Cercado, Arequipa, Perú Tel.: (51-54) 608 020 e-mail: [email protected] Recibido: 20 de diciembre de 2011 / Aceptado: 08 de abril de 2011

la construcción y la minería. Sin embargo, el sector construcción, a pesar de las leyes y las prerrogativas existentes, registra altos índices de mortalidad y morbilidad ocupacional. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los trabajadores del sector construcción tienen una probabilidad tres veces mayor de morir y dos veces más de resultar lesionados que en otros sectores. De hecho, el 20% de las muertes por accidentes lo sufren los trabajadores del sector construcción4. En México, por ejemplo, al igual que en el Perú, el sector construcción es el más riesgoso después del industrial. En ese país, según estadísticas del 2005, los accidentes en la construcción se debieron en un 53% por exposición a fuerzas mecánicas, el 2% por caídas y el 13% por sobreesfuerzos. Además, los tipos de lesiones más frecuentes se deben a traumatismos (30%), heridas (24%), fracturas (21%) y luxaciones y esguinces (15%)5. Dados los riesgos laborales del sector construcción, es fundamental precisar las causas de los accidentes que se registran entre los trabajadores de construcción. Entre las causas más frecuentes que se han reportado analizamos las siguientes: La rotación de los trabajadores, pues los obreros de construcción cambian de tareas constantemente. Por ejemplo, un mismo trabajador pasa de cumplir tareas de “llenado” a tareas de movilización del material o pasa a realizar actividades de “levantamiento” de muros, etc. Al respecto, Otero3 explica que cuando una actividad es rutinaria en el trabajo, se reducen los riesgos, pero eso no pasa en la construcción porque, como se dijo líneas atrás, los obreros rotan de labores dentro de un mismo trabajo (rotación interna)6.

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Artículo Original | Arias Walter Pero la rotación se da además en un sentido inter-organizacional (rotación externa)7, ya que muchos de los trabajadores rotan de una empresa a otra y de una obra a otra. Ello debido a la alta incidencia de “terciarización” que existe en el sector construcción. De hecho, los obreros de construcción rotan de trabajo en promedio 3 veces por año. Así, la construcción es casi el único sector en el que la actividad laboral cambia constantemente. Esto ocurre porque los trabajadores de este sector se dedican a realizar otras actividades además de la construcción. Téngase presente que dos tercios de los operarios del sector son eventuales. Este hecho hace que las normas de seguridad no sean interiorizadas por los trabajadores; o bien, que las normas de seguridad pierdan constancia, porque en la práctica no se les da la misma relevancia en una empresa u obra como en otra. A esta causa se suma la falta de formación de los obreros4 ya que muchos de ellos son incluso analfabetos o cuentan con niveles mínimos de escolaridad. Su falta de formación, entonces, les resta prudencia y profesionalismo en la ejecución de las tareas que realizan y se relaciona con la falta de uso del Equipo de Protección Personal (EPP). Se ha señalado también que el trabajo de construcción se realiza a la intemperie, y que, por tanto las condiciones climatológicas afectan directamente su desempeño y su salud8. La altura es otro factor de mortalidad de los obreros, puesto que hoy en día priman las edificaciones de gran altura. En España, entre los años 1990 y 2000 se produjeron 175.268 accidentes por caída en el sector construcción4. La escasa tecnología es otro factor que incide directa e indirectamente en la morbilidad de los obreros, pues mientras en otros países, como Estados Unidos, los trabajadores de construcción no levantan pesos, porque la norma indica que éstos deben ser transportados por máquinas9, en Latinoamérica es una labor muy común y hasta inevitable entre los trabajadores. En ese sentido, la manipulación manual de cargas y la adopción de posturas forzadas producen alteraciones posturales que afectan la mecánica corporal. La OIT afirma que del 20 al 25% de accidentes se deben a esta práctica. En un estudio observacional transversal realizado en 105 estibadores de Huancayo (Provincia de Perú) se encontró que estos trabajadores, cuya labor asemeja a los obreros en cuanto al transporte de materiales de construcción (ladrillos, cemento, etc.), cargaban al hombro en promedio 67 costales de papa de 150 kg cada uno, cuando la norma indica que el peso máximo debe ser de 55 kg. En suma llegaban a transportar 10 toneladas por persona en una mañana (de 6 a 12 am). Al realizarles un examen médico ocupacional se detectó lumbalgia en el 55% de los casos, 11,4% tenían cervicalgia, 6% gonalgia y 4% dorsalgia10. Otro factor sería la falta de planificación de la obra, desde la elaboración del plan de seguridad hasta la ejecución de procesos y la terminación de la obra. Así, por ejemplo, en un estudio de 5.000 accidentes ocurridos en construcciones del Reino Unido, se determinó que las principales causas de los percances fueron atribuibles a problemas relacionados a la planeación de procesos (29%), con la ejecución de los procesos (88%), el control en la construcción (17%) y con las condiciones de trabajo (6%)11. Consecuentemente, la organización de una obra requiere siempre de una planificación precisa, es decir, que se debe realizar un diagnóstico situacional. En ese sentido, el proyecto de seguridad establece, define, cuantifica y valora las medidas preventivas que han de llevarse a cabo para prevenir actos inseguros que frecuentemente dan como resultado accidentes3. De ahí que sea muy importante en la planificación de las obras y labores de construcción.

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Por otro lado, pero directamente relacionada con la planificación, la supervisión de la obra ha sido señalada como otra fuente de accidentes en el sector construcción. Desde que Jacob Feld observó en 1964 que las causas de los colapsos estructurales provienen de las fallas en la supervisión, su importancia ha adquirido una notable trascendencia. En ese sentido, la supervisión de la obra está orientada a cumplir tres tipos de acciones: preventivas, de verificación y correctivas. La supervisión empero, pasa por el tema de la cualificación del supervisor. Solís5 indica que el perfil del supervisor debe caracterizarse por tener competencias técnicas, habilidades interpersonales y tanto valores como actitudes positivas. El uso de la bitácora de la obra es una herramienta fundamental para la prevención a través del registro de incidentes y accidentes12. En resumen, la construcción, vista desde un enfoque procesual, favorece la diagnosis de las condiciones de seguridad permitiendo la planificación y ejecución de las tareas propias del sector. En el estudio de Solís et al.11, por ejemplo, se identificaron 65 procesos propios de la construcción y se realizaron 408 observaciones. Se establecieron 1.682 subprocesos en los que se usó alguna herramienta —el 29% de las veces las herramientas estaban en malas condiciones y en 4% se usaron inadecuadamente—. También se localizó 2.507 ocasiones en que se debió usar un implemento de seguridad, determinándose que en el 70% de las ocasiones no usaron el equipo necesario y en el 50% el equipo estaba dañado. Además, en el 21% de las observaciones, los trabajadores no usaron andamios y en el 67% el andamio estaba en mal estado. La planificación de las labores de la construcción no solo incide positivamente en la seguridad sino también en la producción. Gilbreth, motivado por sus experiencias como albañil, realizó con su esposa estudios ergonómicos basados en las observaciones de tiempos y movimientos de obreros de construcción y logró que los albañiles colocasen 350 ladrillos por hora en lugar de 12, con sólo aplicar los principios de los movimientos circulares a las labores de edificación13. Aunque hay opiniones contradictorias al respecto, pues Arcudia et al.8 indican que la producción en la construcción no mejora bajo el modelo de trabajo tayloriano, en el que se basó Gilbreth. También mencionan que son tres los factores que determinan la productividad: los insumos, los procesos y el contexto. Por ejemplo, encontró que las causas de las incidencias más recurrentes eran el almacenaje de materiales, la disponibilidad de los materiales y las herramientas, el congestionamiento e interferencias entre los trabajadores, las interferencias en la secuencia del trabajo, la supervisión y las condiciones físicas del área de trabajo8. También señalan, citando a Thomas, Riley y Sanvido14, que las operaciones menos productivas son aquellas en las que los materiales tienen que ser almacenados. Sin embargo, Asfahl9 coloca como una actividad prioritaria para la producción, la seguridad y la salud ocupacional, el correcto almacenaje de los insumos y herramientas de trabajo. Finalmente, otro factor que afecta la incidencia de accidentes en la construcción es el exceso de confianza. De hecho, según Lorente et al.15, el 42,2% de los accidentes se produce por un exceso de confianza, que además se relaciona con la ocurrencia de actos inseguros. Cabe recordar que, según Heinrich, el 88% de los accidentes son ocasionados por actos inseguros16. A su vez, los actos inseguros obedecen a factores muy diversos, como el grado de instrucción, la personalidad del trabajador y su bienestar psicológico. En ese sentido, existen relaciones entre el estado psicosocial y la probabilidad de tener accidentes. Se ha visto, por ejemplo, que la incidencia de estrés laboral precede a la ocurrencia de los accidentes17,18. La cultura y el clima hacia la seguridad son también

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Artículo Original | Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción determinantes importantes de accidentes. Así, entre los factores laborales que afectan el bienestar psicosocial se tienen: el estatus del trabajador, la autonomía en el trabajo, la participación en la toma de decisiones, el horario de trabajo, la inestabilidad en el empleo, la monotonía y los factores ambientales. Lorente et al.15 estudiaron a 15 trabajadores de diversos niveles jerárquicos mediante el focus group y encontraron relaciones entre el bajo bienestar psicosocial y los accidentes de trabajo. Reportaron además que algunas causas de accidentes son el exceso de confianza, la rutina y la sobrecarga laboral; mientras que los factores que amortiguan los efectos del estrés son las relaciones interpersonales y la autonomía. Así también, en nuestros estudios19 (en prensa) hemos podido constatar los mismos efectos de las dimensiones del clima organizacional, espíritu de equipo, responsabilidad y claridad, que son equiparables con las relaciones interpersonales y la autonomía en el trabajo. Todos estos factores interactúan, de una u otra forma, con el uso o desuso de equipos de protección personal, que bien puede ser otro riesgo para la accidentabilidad en la construcción9. Sin embargo, la falta de formación de los trabajadores, el exceso de confianza, la falta de supervisión, la carencia de equipos y tecnología, la limitada planificación de planes y proyectos de seguridad y salud ocupacional, la incomodidad y las condiciones medioambientales (incluyendo el ambiente de trabajo, el clima natural y organizacional en el trabajo, la iluminación, el acopio de materiales, etc.) son los principales motivos por los cuales los obreros no utilizan los equipos de protección personal que, para el caso del sector, incluyen como elementos mínimos los cascos, guantes, botas, protectores para los oídos, ojos y rostro, arneses (cuando fuere necesario) y chaleco de seguridad9. En ese sentido, el presente trabajo tiene por finalidad el determinar, mediante una encuesta estructurada, cuáles son las causas más frecuentes que repercuten en el uso o desuso de los equipos de protección personal en trabajadores de construcción.

MATERIAL Y MÉTODOS Muestra

Se trabajó con una muestra no probabilística de 258 trabajadores peruanos (hombres), que laboraban en calidad de contratados por una importante empresa del sector de la construcción, y que rotaban de obra en obra según los requerimientos que tenía la organización para con otras empresas contratistas, en la provincia de Arequipa. Los trabajadores han sido categorizados como albañiles y ayudantes. Básicamente cumplían tres funciones: levantamiento de muros, techado y encofrado de columnas.

Instrumentos

Se diseñó una breve encuesta estructurada y anónima con la que se recogieron los datos de los trabajadores (edad, grado de escolaridad, estado civil y años de trabajo en el sector), y que abarcaba un listado de EPPs para que estos marcasen aquellos que son usados y un listado de oraciones que expresan las causas por las cuales no utilizan los EPPs de manera rutinaria.

Procedimientos

Para encuestar a los trabajadores, se coordinó con los directivos de la empresa estudiada el lugar y la hora en que serían recolectados los datos. La mayoría de los trabajadores fueron encuestados en las instalaciones de la empresa, mientras que un menor número de obreros fueron encuestados en el mismo lugar de trabajo durante sus

momentos de descanso. El tiempo promedio de aplicación de la encuesta fue de 3 minutos por trabajador y se contó con la colaboración de seis encuestadores que fueron previamente entrenados para realizar las encuestas. En todos los casos se explicó que las encuestas tenían por objeto recoger información con fines de investigación (protocolo de consentimiento informado). Los datos de la muestra fueron recolectados en siete etapas, en función de las obras que se ejecutaron en un periodo de año y medio, desde el 15 de julio del 2009 hasta el 17 de diciembre del 2010.

RESULTADOS Los datos fueron procesados descriptivamente mediante el análisis de frecuencias y porcentajes (SPSS 19). Como primera parte se presentan los datos socio-demográficos de los trabajadores y, después, aquellos que abarcan información laboral.

Datos socio-demográficos

Con respecto a la edad, 52 obreros (20% de la muestra) tiene una edad entre 18 y 30 años, 93 trabajadores (36%) se ubican entre los 31 y los cuarenta años, 82 obreros (23%) entre 41 y 50 años y 31 trabajadores (12%) más de 50 años de edad (Gráfico 1). En cuanto al grado de instrucción, 118 obreros (46%) tienen un nivel primario de escolaridad, 126 (49% de la muestra) han estudiado hasta el nivel secundario de educación, 11 (4%) tienen estudios superiores de nivel técnico y 3 de ellos (1%) han estudiado en la universidad, pero no han concluido sus estudios (Gráfico 2). Gráfico 1. Descripción de la edad de los trabajadores participantes en el estudio. 40 35 30 25 20

18-30

15

31-40

10 5 0

41-50 51- +

Gráfico 2. Distribución del grado de instrucción de los trabajadores participantes en 50 el estudio. 40 30

Primaria 20 10

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Secundaria Técnicos Universitarios 121

Artículo Original | Arias Walter Respecto del estado civil, se tiene que 72 trabajadores (28%) son solteros, 108 (46%) son casados y 78 (33%) son convivientes (Gráfico 3). Gráfico 3. Distribución del grado de instrucción de los trabajadores participantes en el estudio. 50

jando de 11 a 20 años, y 77 (30%) trabajan más de 20 años como obreros de construcción (Gráfico 6). Gráfico 6. Distribución de los trabajadores según los años de servicio. 50 40

40

30 30

20 20 10 0

Solteros Casados Convivientes

Datos laborales

Con respecto a los datos laborales de los obreros se tiene que 119 de los encuestados (46%) son albañiles y 139 (54%) son ayudantes (Gráfico 4). Gráfico 4. Distribución de los trabajadores según el cargo que desempeñan. 54 52 50 48

- de 10

10

11 a 20

0

21 a +

También se ha registrado el equipo de protección personal que utilizan los trabajadores, siendo que 175 obreros (68%) utilizan guantes, 116 (45%) utilizan cascos, 31 (12%) usan arnés, 21 (8%) utilizan lentes, 199 (77%) usan botas, 8 (3%) usan tapones para los oídos, 206 (80%) visten chalecos de seguridad y 23 (9%) usan otro tipo de implementos de seguridad. Como se aprecia en la Gráfico 7, los equipos de protección personal que más utilizan los obreros de construcción son los chalecos, las botas, los guantes y los cascos; mientras que los EPP que son menos usados son los tapones para oídos, los lentes y los arneses de seguridad. En esta pregunta los encuestados podían marcar más de una alternativa de respuesta. Gráfico 7. Distribución de los trabajadores según los EPP más usados.

46 44

Albañiles

42

Ayudantes

80

Guantes

70

Cascos

60

Arnés

50

Además 89 (34%) realizan labores de techado, 61 (24%) se dedican al encofrado de columnas, 31 trabajadores (12%) se encargan del levantamiento de muros y 77 (30%) realizan diferentes tareas (Gráfico 5). Gráfico 5. Distribución de los trabajadores según la tarea que realizan.

Tapones

20

Chalecos Otros

0

30

Gráfico 8. Distribución de los trabajadores según motivo de desuso de EPP. 40

25

35

20

10

Botas

30

10

35

15

Lentes

40

Techado

30

Columnas

Comodidad

25

Estado del EPP

20

Muros

Dificultad

5

15

Confianza

0

Otros

10

Sobre los años de servicio, 52 trabajadores (20%) labora menos de 10 años en el sector construcción, 129 (50%) vienen traba-

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5 0

Acceso Conocimiento

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Artículo Original | Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción Con respecto al uso de EPP, se tomaron en cuenta seis motivos que influyen en la frecuencia de su desuso (se encuentra en mal estado, dificulta su trabajo, le es incómodo, no es necesario, la empresa no le entrega y no sabe cómo se usa). Los encuestados debieron marcar solo una alternativa de respuesta, de modo que 95 trabajadores (37%) indican que no usan EPP porque es incómodo, 24 (9%) responden que los EPP se encuentran en mal estado, 75 obreros (29%) refieren que los EPP dificultan su trabajo, 15 (6%) dicen que no es necesario usar EPP, según 21 trabajadores (8%) la empresa no les entrega los EPP y 28 trabajadores (11%) dicen que no saben cómo se usan los EPP (Gráfico 8). De los datos recabados se puede establecer un perfil del trabajador de construcción. Se trata de un varón casado de entre 30 y 40 años, con estudios secundarios, que labora en las obras como ayudante realizando tareas de techado así como diversas actividades de asistencia y que lleva laborando de 11 a 20 años en el sector construcción. Asimismo, se pudo determinar en base a la encuesta, que los equipos de protección personal que más utilizan los obreros de construcción son los chalecos, las botas, los guantes y los cascos; mientras que los EPP que son menos usados son los tapones para oídos, los lentes y los arneses de seguridad. Además la causa más frecuente de desuso de equipos de protección personal es la falta de comodidad que les genera, lo cual dificulta su trabajo, siendo ésta la segunda causa más frecuente. Como causas menos frecuentes se tienen el exceso de confianza y el mal estado en que se encuentran los EPP.

DISCUSIÓN El recurso más valioso en el campo de la construcción es, sin lugar a dudas, el humano. En ese sentido, en toda actividad laboral se debe promover una cultura de la seguridad para maximizar el potencial del capital humano y garantizar la calidad de la productividad. Por ello, uno de los fundamentos para desarrollar la seguridad es la identificación de los actos inseguros11, ya que mientras sólo el 10% de los accidentes se debe a condiciones peligrosas, el 88% de los accidentes tiene su origen en los actos inseguros de los trabajadores16. Este riesgo es más patente en el sector construcción debido a que, según la OIT, los trabajadores de construcción tienen una probabilidad tres veces mayor de morir y dos veces más de resultar lesionados que en otros sectores. Así pues, como refiere Camino et al.4, el 20% de las muertes por accidentes los sufren los trabajadores de construcción. En el Perú, donde sólo en los últimos años se ha puesto énfasis en la seguridad y la salud ocupacional a través de leyes que norman la salud y la seguridad en el trabajo (DS 009-2005-TR y DS Nº 007-2007-TR), cuesta lograr la interiorización de valores que respondan a una cultura de seguridad en correspondencia con la prevención de riesgos ocupacionales de parte de los trabajadores. Los sectores de la industria, la minería y la construcción son los más vulnerables a los accidentes laborales, según lo registran las estadísticas y los reportes periodísticos que constantemente dan cuenta de accidentes debidos a derrumbes y caídas, muy particularmente, en el sector construcción. En estos casos, el uso de EPPs hubiera podido paliar la morbilidad y mortalidad asociada al sector; sin embargo, dado que buen número de obreros de construcción no utilizan los implementos necesarios para realizar sus labores con seguridad, las consecuencias suelen ser trágicas. En consecuencia, en América Latina, el desuso de EPPs incrementa

la vulnerabilidad del sector. Aunque esta vulnerabilidad de los trabajadores de construcción se debe a diversos factores, entre los más importantes se han reportado la alta variación de la demanda, el bajo nivel de desarrollo tecnológico, la deficiente cualificación del personal, la falta de cultura de seguridad, la deficiente planificación de actividades preventivas, la atomización del sector, la excesiva subcontratación y la deficiente organización del trabajo4. En el Perú, la informalidad ocupa un lugar central como causa de la accidentabilidad laboral que, sumada a la terciarización, engendran las condiciones propicias para la ocurrencia de accidentes en la construcción. De hecho, se estima que existen 30.000 trabajadores sindicalizados de construcción civil en el Perú, pero un amplio número de trabajadores del sector construcción son informales. La informalidad se relaciona con la subcontratación, que a su vez obedece a la falta de formación de los obreros, la deficiente planificación del trabajo y la ausencia de una cultura de seguridad. En el presente estudio, de corte descriptivo, se planteó como objetivo el determinar las causas más frecuentes del desuso de EPPs a través de la aplicación de una encuesta breve. Se encontró que la incomodidad (37%) y la dificultad en la realización de sus labores (29%) que acarrean el uso de EPPs son las causas reportadas con mayor frecuencia. Ambas se encuentran vinculadas en la medida que la incomodidad que les genera a los trabajadores el uso de EPPs también hace que su labor sea más difícil, de modo que los obreros dejan de utilizar los EPPs. Pero, además, consideramos que a este binomio incomodidad-dificultad le subyace como causa común la falta de hábito, ya que es solo recientemente que la ley obliga a los trabajadores a usar EPP y a los empleadores a facilitarlo. Los EPPs menos usados son los tampones, los lentes y el arnés. En ese sentido, cabe mencionar que la contratista no provee a los trabajadores de tampones ni lentes, pero con respecto al arnés, su uso es necesario cuando la altura es superior a 1,8 ms. Los trabajadores, empero, no suelen usarlo a pesar de que la empresa cuenta con arneses, sogas y andamios. Es probable que los trabajadores no los usen frecuentemente debido a que demanda cierto tiempo el colocárselos adecuadamente como implemento de seguridad. Entre los EPPs más utilizados se tienen los chalecos, las botas y los guantes. De estos equipos, la empresa les proporciona a los trabajadores chalecos, guantes y cascos; aunque los dos últimos no se cuentan en cantidad suficiente para el promedio de trabajadores que se requieren en cada obra. En cuanto a los chalecos, todos los obreros cuentan con este implemento de seguridad. Por otro lado, algunos estudios han reportado que las lesiones más comunes entre los obreros de construcción afectan los dedos en un 48 por ciento, los ojos en un 14%, las manos en un 12% y las caderas en un 3%18. De estas lesiones, las de los dedos y manos tienen que ver con el uso de guantes, que protegen a los trabajadores durante la manipulación y traslado de objetos y materiales de construcción. Para el caso de las lesiones en los ojos, en nuestro estudio, solo el 8% de los trabajadores utiliza lentes de protección, lo cual podría implicar afectación de la vista de los obreros de nuestra muestra, tal como lo reportan otros estudios. Respecto del desuso de EPPs, cada uno de ellos refleja un motivo y a su vez una necesidad; por tal razón se hizo una serie de recomendaciones a los directivos de la empresa para propiciar el correcto uso de EPPs de los trabajadores. Entre estas sugerencias, tenemos: la compra de implementos de seguridad en cantidad suficiente para garantizar la protección de todos los trabajadores,

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Artículo Original | Arias Walter la elaboración de un plan de seguridad previo a la ejecución de cada obra y la supervisión constante del cumplimiento de las normas de seguridad. Por otro lado, dado que el grueso de trabajadores tiene entre 30 y 50 años de edad y solo cuenta con estudios secundarios, es necesario brindar capacitación constante a los obreros, ya que el 11% de los encuestados no saben cómo o para qué usar EPPs. Además, a partir del hecho de que el 46% de los obreros está casado, es posible –como suele ocurrir– que las vivencias y conflictos intrafamiliares que acontecen en el hogar interfieran en su desempeño en el trabajo. En ese sentido, dado que ambos factores pueden afectar la salud y la seguridad ocupacional de los trabajadores

albañiles y ayudantes, se recomendaron jornadas de capacitación antes, durante y después de la ejecución de las obras que abarquen el cumplimiento de las normas de seguridad, la prevención de accidentes ocupacionales y el uso de EPPs, así como el estrés laboral y las relaciones humanas en el trabajo y la familia. En resumen, dado que las causas más frecuentes que motivan el desuso de los EPPs de los trabajadores de construcción son la falta de comodidad y la dificultad que les genera en la realización de sus labores, se puede concluir que la ergonomía es un factor esencial; aunque suponemos que a estas causas les subyace la falta de hábito más que deficiencias en el diseño de los EPPs, ya que estos son estándar para todos los trabajadores.

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Ciencia & Trabajo

Instrucciones a los Autores C&T, Ciencia & Trabajo, órgano de difusión de la Fundación Científica y Tecnológica de la Asociación Chilena de Seguridad, tiene como misión divulgar el conocimiento en las áreas de seguridad e higiene industrial, salud ocupacional, calidad de vida laboral y otras disciplinas asociadas al mundo del trabajo y medio ambiente. . C&T suscribe principalmente al acuerdo sobre Requisitos Uniformes para Preparar los Manuscritos Enviados a Revistas Biomédicas (Estilo Vancouver), elaborado por el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (New England Journal of Medicine 1997; 336 : 30915, actualizados en octubre de 2008, en el sitio web www.icmje.org). Los artículos científicos que C&T publica deben ser originales. Los autores deben haber participado en el trabajo en grado suficiente para asumir la responsabilidad de su contenido total. No confiere la calidad de autor haber participado en la obtención de fondos, en la recolección de datos, en la supervisión general del grupo de investigación, haber aportado muestras o reclutado pacientes; tampoco se aceptan las “Autorías por cortesía”. Se puede citar un autor corporativo en los ensayos multicéntricos. La totalidad de los integrantes de un equipo, citados como autores, puede indicarse bajo el título o en una nota a pie de página, los que deberán cumplir todos los criterios antes mencionados; quienes no los cumplan figurarán, con su autorización, en la sección de Agradecimientos. Los artículos sobre experimentación en humanos y animales deben ser acompañados de una copia digital de la aprobación del Comité de Ética de la Institución donde se realizó el estudio, de acuerdo a la Declaración de Helsinki de 1975. En el artículo no se deben incluir datos que permitan identificar a los sujetos de estudio. Los artículos deben ser enviados en formato electrónico (Microsoft Word para PC, o compatible) en Español, Portugués o Inglés. El formato debe ser simple para facilitar la edición del texto e incluir las siguientes secciones; a. Página inicial a. Título del artículo, que debe ser conciso, no incluir abreviaturas y dar idea exacta de su contenido. Si el tema ha sido presentado en alguna conferencia, indicarla citando la ciudad y fecha de exposición. b. Nombre completo de los autores, profesión, grado académico (si corresponde) y afiliación institucional, incluyendo ciudad y país. c. Departamento e Institución donde se realizó la investigación, si corresponde. d. Fuente de financiamiento, si la hubo. Declarar eventuales conflictos de interés. e. Dirección postal, e-mail, fono y fax del autor que se ocupará de la correspondencia relativa a este documento. b. Página dos • Resumen en idioma original con una extensión máxima de 200 palabras. Debe incluir objetivos, método, resultados, conclusiones principales y ser escrito en estilo impersonal. • Al final del resumen debe incluir tres a cinco descriptores (palabras claves o keywords) extraídos de la lista de Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) (www.bireme.br). Página tres y siguientes en el siguiente orden • El formato del texto depende del tipo de artículo. Los artículos científicos son el producto de un trabajo de observación, investigación clínica o experimentación que consta de las siguientes secciones: a) Introducción en la que se presentan las razones que motivaron el estudio y los objetivos del mismo; b) Material y Métodos en la que se describen los elementos y procedimientos utilizados de manera tal que los resultados puedan ser reproducidos por otros investigadores; se debe incluir una descripción suficiente del análisis estadístico; c) Resultados en la que se presentan los hallazgos del estudio; d) Discusión en la que se destacan los aspectos nuevos e importantes del estudio, conclusiones, implicaciones y limitaciones de los resultados. La extensión máxima de este tipo de artículo no debe exceder los 36.000 caracteres (incluyendo los espacios). Los artículos de revisión son el producto del análisis crítico de la literatura reciente sobre un tópico especial. Este tipo de artículo incluye los puntos de vista del autor sobre el tema. Normalmente este tipo de documento es encargado por C&T a expertos en el tema según planificación editorial. La extensión máxima de estos artículos no debe exceder los 60.000 caracteres (incluyendo los espacios). La comunicación de Casos, en los que se describen situaciones de interés médico vistos con poca frecuencia (casos clínicos) o situaciones especiales encontradas en la práctica diaria de otros profesionales de la salud ocupacional (investigación de un accidente que ocurre por primera vez, por ejemplo). Este tipo de artículo debe contener dos secciones; en la primera se describe el caso y en la segunda se comentan los hallazgos y se hacen las recomendaciones que correspondan. La extensión

máxima de este tipo de artículo no debe exceder los 20.000 caracteres (incluyendo los espacios). Los Artículos de Educación son aquéllos que contribuyen a la formación integral de los profesionales de Salud Ocupacional. Generalmente son solicitados por el Comité Editorial de C&T. La extensión máxima de ellos es de 60.000 caracteres (incluyendo los espacios). Los Artículos de Opinión son comunicaciones personales sustentadas bajo el método científico y con referencias bibliográficas que apoyan las opiniones. La extensión máxima de estos artículos es de 20.000 caracteres (incluyendo los espacios). • Al final del texto puede incluirse una sección de agradecimientos y, a continuación las Referencias bibliográficas. Es de completa responsabilidad de los autores la información entregada en esta área, quienes debieran revisar siempre su listado para confirmar que éstas estén completas, con todos sus elementos y simbología integrantes en orden y verificar su inserción en el texto. En caso contrario, el material puede ser devuelto para corrección. Las referencias deben ser presentadas e incluidas en el texto según las siguientes indicaciones, basadas en las normas ISO 690:1987 para formato impreso e ISO 690-2 para formato electrónico: todas las referencias deben incluir los siguientes elementos y la puntuación indicada: • Apellido paterno del autor/editor más las iniciales del nombre (hasta seis autores, separados por coma; si son más de seis agregar “et al” después del sexto) o autor institucional, si corresponde. • Año de publicación, separado por punto de elemento anterior. • Título completo del artículo, del libro o del capítulo, si corresponde, separado por punto de elemento anterior. • Título abreviado de la revista, de acuerdo a listado de Biosis o Index Medicus (ver: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db= journals), o libro Proceedings, si es el caso, separado por punto de elemento anterior. • Ciudad/estado/país de publicación, y editor, separando por dos puntos estos elementos y por punto de elemento anterior. • Números del volumen y páginas inicial y final, separando por dos puntos estos elementos y por punto de elemento anterior. • Disponibilidad en Internet, si se sabe, separado por punto de elemento anterior. Las referencias se enumeran en el orden en que se las menciona por primera vez en el texto. Identificadas mediante numerales arábigos, colocados al final de la frase o párrafo en que se las alude. Las referencias que sean citadas únicamente en las Tablas o en las leyendas de las Figuras, deben numerarse en la secuencia que corresponda a la primera vez que se citen dichas Tablas o Figuras en el texto. Los resúmenes de presentaciones a Congresos pueden ser citados como referencias sólo cuando fueron publicados en revistas de circulación común. Si se publicaron en “Libros de Resúmenes”, pueden citarse en el texto (entre paréntesis), al final del párrafo pertinente. Se puede incluir como referencias a trabajos que están aceptados por una revista, aún en trámite de publicación; en este caso, se debe anotar la referencia completa, agregando a continuación del nombre abreviado de la revista la expresión “(en prensa)”. Los trabajos enviados a publicación pero todavía no aceptados oficialmente, pueden ser citados en el texto (entre paréntesis) como “observaciones no publicadas” o “sometidas a publicación” y no deben alistarse entre las referencias. Al alistar las referencias, su formato debe ser el siguiente: Artículos en Revistas: Apellido e inicial del nombre del o los autores. Mencione todos los autores cuando sean seis o menos; si son siete o más, incluya los seis primeros y agregue “et al”. Limite la puntuación a comas que separen los autores entre sí. Sigue el título completo del artículo, en su idioma original. Si elige su traducción al inglés, debe ser la que figuró en la publicación y se enmarca en paréntesis cuadrado. Luego, el nombre de la revista en que apareció, abreviado según el estilo usado por el Index Medicus: año de publicación; volumen de la revista: página inicial y final del artículo. Ejemplo: “Brunser A, Hoppe A, Cárcamo DA, Lavados PM, Roldán A, Rivas R et al. Validez del Doppler transcraneal en el diagnóstico de muerte encefálica. Rev Med Chile 2010;138: 406-12.” Capítulos en Libros: Ejemplo: “Rodríguez P. Trasplante pulmonar. En: Rodríguez JC, Undurraga A, Editores, Enfermedades Respiratorias. Santiago, Chile: Editorial Mediterráneo Ltda.; 2004. p. 857-82.”

Artículos en formato electrónico: Citar autores, título del artículo y revista de origen tal como para su publicación en papel, indicando a continuación el sitio electrónico donde se obtuvo la cita y la fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo: Cienc Trab 2010; 12 (38): 461-464. Disponible en: wwwcienciaytrabajo.cl [Consultado el 14 de enero de 2010]. Para otros tipos de publicaciones, aténgase a los ejemplos dados en los “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals”. • Páginas complementarias Las Tablas, deben llevar numeración arábica correlativa con título descriptivo breve, por orden de aparición. Cada columna debe tener un encabezamiento corto y abreviado el que puede incluir símbolos para unidades. Separe con líneas horizontales solamente los encabezamientos de las columnas y los títulos generales. Las columnas de datos deben separarse por espacios y no por líneas verticales. Al pie de la tabla se debe indicar el significado de cada abreviatura y la simbología del método estadístico empleado. Las tablas deben ser enviadas en el formato original; por ejemplo, si ella se construyó en Microsoft Excel, debe enviarse el archivo que originó la tabla. En el texto del artículo, el autor debe indicar el lugar donde sugiere insertar la tabla. Figuras o Gráficos deben ser elaboradas en formatos compatibles con Microsoft Excel o PowerPoint. Cada figura o gráfico debe identificarse con números arábicos correlativos. Las leyendas deben facilitar su comprensión, sin necesidad de recurrir a la lectura del texto. Las figuras o gráficos deben ser enviadas en el formato original al igual que lo señalado para las tablas. En el texto del artículo, el autor debe indicar el lugar donde sugiere insertar las figuras o gráficos. Ilustraciones y fotografías deben ser enviadas en formato electrónico JEPG de alta resolución. De ser necesario, estos archivos deben enviarse en forma separada. Aspectos Legales La responsabilidad de los conceptos publicados en Ciencia & Trabajo es exclusiva de los autores, no comprometiendo en modo alguno la opinión de la Fundación Científica y Tecnológica ACHS y de Ciencia & Trabajo. Todos los textos publicados están protegidos por Derecho de Autor, conforme a la Ley No 17.336 de la República de Chile. Se autoriza la publicación posterior o la reproducción total o parcial de los artículos, en formato impreso o electrónico, siempre y cuando se cite a Ciencia & Trabajo como fuente primaria de publicación. Los autores de artículos científicos deben establecer por escrito que no existen conflictos de interés de ningún tipo que pueda poner en peligro la validez de lo comunicado. Aspectos Administrativos La recepción del manuscrito, será notificada por correo electrónico, al primer autor firmante, lo que no implica su aceptación. El Comité Editorial hará una primera evaluación del material y de su cumplimiento con estas normas. La evaluación del trabajo será realizada por dos o más evaluadores externos a la revista, designados por el comité editorial de C&T. Las observaciones de forma o contenido efectuadas por estos evaluadores serán enviadas a los autores para su consideración. El documento que éstos generen al ser introducidas las modificaciones, será el que se publique. Aquellas observaciones que los autores consideren que no es pertinente incorporar al documento, deberán ser comentadas en carta dirigida el editor en jefe de C&T. La versión final del artículo, será de exclusiva responsabilidad de los autores. C&T entregará un ejemplar de la versión impresa del artículo a cada autor. Toda comunicación, tanto de remisión de trabajos como de correspondencia a la editorial, debe ser dirigida a: PhD Víctor E. Olivares Faúndez Editor Jefe Revista Ciencia & Trabajo Vicuña Mackenna 210, Piso 6, Providencia, Santiago, Chile Fono: (56-2) 685-3854 Fax: (56-2) 685-3882 e-mail: [email protected] Declaración de la Responsabilidad de Autoría y Conflicto de Intereses El siguiente documento debe ser firmado por todos los autores del manuscrito y remitido como copia digitalizada. Este documento debe contener lo siguiente: • Título del Manuscrito: • Responsabilidad de Autoría: “Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo cual estoy en condiciones de hacerme públicamente responsable de él y acepto que mi nombre figure en la lista de autores”. • Conflicto de intereses: “Declaro que no existe ningún posible conflicto de intereses en este manuscrito”. Si existiera, será declarado en este documento y/o explicado en la página del título, al identificar las fuentes de financiamiento.

Índice A17 A19 A20

Editorial Índice En este número

Artículos de Difusión A22 Sección Ehp

¿Realmente Desaparece el Humo del Tabaco? El Humo de Tercera Mano y sus Posibles Riesgos

Artículos Originales 65 Enfermedades Pulmonares No Malignas entre Obreros del



Cemento-Asbesto en Brasil: Un Estudio de Prevalencia Raile V, Markowitz S

72

Estudio Comparativo de la Evolución Económica y Social de la Región del Maule: Producción y Empleo, Año 2010 Riquelme G, Vásquez C

82

Medición del Ciclo Sueño-Vigilia en Trabajadores de la Gran Minería del Cobre Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V

86

Estudio de la Correlación Entre la Atención y la Siniestralidad en Conductores Profesionales en la Ciudad de Calama, Chile Velásquez C, Escobar J

92

Percepción de Trabajadores en Sistemas de Turno de 8 y 12 Horas Sandoval P



102

Conflicto, Violencia y Acoso Psicológico en un Grupo de Profesionales de Enfermería de un Centro Hospitalario Universitario Sito en Catalunya (España) López F, Carrión M

107

Análisis de las Enfermedades Profesionales en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS): Descripción de la Situación en el Periodo 1995–2009 García A

113

Conhecimento e Atitudes de Profissionais da Saúde Frente à Exposição Ocupacional a Material Biológico Jefferson R, Saliba C, Ísper A, Carrara A

116

Evaluación de la Calidad del Sueño en Trabajadores de la Gran Minería de Cobre en Turnos de Día y de Noche Lasso J, Carrasco X, Riveros A, Bittner V

119

Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción Arias W







FUNDACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA ASOCIACIÓN CHILENA DE SEGURIDAD