Residuos

Impacto ambiental de las explotaciones de vacuno lechero F. Mazzucchelli1, A. Sánchez2 Veterinarios. (1) Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid. Ayuntamiento de Madrid.

(2)

.

El incremento del nivel de vida de los países occidentales se ha traducido en un incremento de la demanda de proteínas de origen animal. Para satisfacer esta demanda, la explotación ganadera se ha intensificado y es cada vez, desde el punto de vista de la producción, más independiente de su entorno.

42

Sin embargo, como consecuencia de esa intensificación el ganadero debe hacer frente a un nuevo problema, la gestión de los residuos de todo tipo que se generan en la explotación.

F. MazzuchellI Doctor en Veterinaria. Master en Herd Health por la Universidad de Utrecht (Holanda). Profesor Titular de Medicina y Cirugía Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Fundador y primer Secretario General de ANEMBE (Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España). Miembro de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid. Autor de cientos de publicaciones -libros y artículos- sobre ganado vacuno

F. Mazzucchelli, A. Sánchez

La incorrecta gestión ambiental en las explotaciones ganaderas se manifiesta en importantes impactos sobre el aire, el agua y el suelo, algunos de ellos tan “ajenos” a nosotros como la contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero. Con este artículo intentaremos ofrecer una idea global, y por ello limitada, de la incidencia ambiental de este tipo de actividad ganadera.

La ganadería intensiva como fuente de contaminación Los grandes cambios sociales y económicos que tuvieron lugar en Europa Occidental, y en España, en los últimos decenios del siglo que acaba de concluir se tradujeron, entre otras cosas, en un aumento en la demanda de cantidad y calidad de los productos de origen animal. Esta mayor demanda obligó a potenciar la aplicación de las técnicas y los modelos de explotación intensiva gracias a los que se conseguiría el enorme incremento de las producciones que se estaba solicitando. Los cambios a que dio lugar la nueva situación no sólo se ciñeron a todo lo relacionado con el nivel de productividad de las explotaciones: la adopción del sistema intensivo supuso, además, la total transformación de lo que se entiende por actividad ganadera. Para irnos centrando en el tema que nos ocupa, diremos que una de las consecuencias negativas de la intensificación fue el que los residuos de los animales, fuente tradicional de abono para los suelos, se convirtieran en un problema de gestión para la explotación y en un foco de contaminación para el entorno. Aún a riesgo de simplificar demasiado –porque las formas de contaminación que se pueden derivar de la actividad ganadera son muy variadas- podemos decir que todas esas fuentes de impacto ambiental estarían incluidas en uno de estos tres grupos genéricos: •

Uno englobaría a todas aquellas formas de contaminación que tiene relación con la PRESENCIA FÍSICA DE LAS EXPLOTACIONES, que se traduce en molestias al vecindario por ruidos y olores, así como impactos sobre el paisaje, que se ve alterado por los edificios y demás instalaciones de la explotación.



En un segundo grupo estarían todos los problemas específicos generados por el ALMACENAMIENTO DE LOS ESTIÉRCOLES Y SU VERTIDO. Dicho verti-

Residuos do puede consistir en su extensión sobre el terreno -como consecuencia de procesos de escorrentía- y la infiltración de sus componentes en el suelo, en la emisión de gases a la atmósfera, o, finalmente, en su vertido directamente al alcantarillado –con lo que se perturba el normal funcionamiento del sistema de saneamiento-. •

Un tercer concepto sería el impacto que la actividad ganadera ejerce sobre el suelo cuando se producen situaciones de EXCESO DE CARGA GANADERA.

Generación de residuos en las explotaciones ganaderas

Almacenamiento de estiércol mal diseñado. En las condiciones de autorización de una explotación se imponen medidas correctoras para evitar la contaminación.

• • • • •

el número de animales, la aptitud productiva, la edad de los animales, el método de explotación, y el tipo de alimentación.

Aunque no exista, a la vista de todo esto, una cantidad fija de producción de estiércol, suele establecerse que en vacuno de leche dicha producción supone entre el 6,3 y el 9 % del peso vivo, esto es, unos 50 kilogramos al día por animal. La materia fecal viene a suponer alrededor del 70 % de esa cantidad, siendo la orina el 30 % restante. A nadie se le escapa que sería muy útil disponer de algún modelo matemático que permitiese determinar la producción de estiércol; de hecho, algunos autores han propuesto ecuaciones con dicho propósito pero, a causa de la multiplicidad de factores de los que depende –los mencionados anteriormente- lo cierto es que la fiabilidad de esas fórmulas no es muy alta. Dejando claro que con finalidad exclusivamente orientativa, la Tabla 1 recoge la producción de estiércol que cabría esperar del ganado vacuno de leche en función del peso vivo de los animales. Tabla 1 Producción de estiércol en bóvidos de producción lechera. Estimación diaria en función del peso vivo de los animales Peso del animal (Kg) Producción total de estiércol (Kg/día) 70 5-6 225 18-20 450 36-39 625 46-52 Tanto con vistas a su utilización como fertilizante como para la evaluación de sus efectos contaminantes (carga contaminante), es muy importante conocer la composición del estiércol. Para ello es preciso analizar una serie de parámetros básicos, cuyos valores recogemos en la Tabla 2.

Impacto ambiental de las explotaciones de vacuno lechero

43

La cantidad de estiércol generada en una explotación ganadera no es constante si no que depende de una serie de factores:

Residuos Tabla 2. Carga contaminante del estiércol producido por el ganado vacuno de leche (cálculos realizados para un animal tipo de 600 Kg de peso vivo) cantidad (g/día) Materia seca 5.400 Materia orgánica 4.400 DBO2 800-1.000 DQO2 9.000-10.000 La Demanda Bioquímica de Oxígeno en 5 días (DBO5) es la cantidad de oxígeno en mg/l necesaria para descomponer la materia orgánica presente, por acción bioquímica aerobia. La prueba se realiza en 5 días para valorar la demanda de oxígeno de los materiales carbonados. La Demanda Química de Oxígeno (DQO) representa el consumo global de oxígeno consumido por los cuerpos reductores presentes en un agua sin intervención de los organismos vivos. A pesar del gran valor como fertilizante que tiene a priori el estiércol -tanto por su composición como por su efecto de mejora sobre la estructura del suelo-, lo cierto es que la explotación intensiva en la producción lechera, al producir una gran concentración de animales en superficies reducidas de terreno, propicia la acumulación de una cantidad de residuos tan grande que no puede ser utilizada en los terrenos próximos. Se trata de un hecho, potenciado por el uso cada vez más extendido de fertilizantes químicos, que supone una importante fuente de impacto ambiental sobre el agua, sobre el aire y sobre el suelo. En términos de contaminación, los estiércoles y purines se caracterizan por:

44

• • • •

elevado contenido en materia orgánica, gran cantidad de sólidos en suspensión, alta concentración en nitrógeno y fósforo, presencia de agentes patógenos.

La Tabla 3 muestra el contenido en estos nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio) que se ha observado en el estiércol del vacuno de leche. Tabla 3. Estiércol de vacuno de leche: contenido medio de los principales nutrientes Peso del animal (Kg) Contenido en nutrientes Kg/día N P K 70 0,027 0,005 0,018 225 0,09 0,016 0,064 450 0,186 0,033 0,122 625 0,258 0,046 0,172

Contaminación de las aguas Como acabamos de mencionar, los residuos ganaderos contienen compuestos nitrogenados; éstos, por fermentación y oxidación, se transforman en amoniaco, después en nitritos y finalmente en nitratos. Estos últimos, los nitratos, son la forma estable y más soluble en agua, que, además, no puede ser transformada nuevamente en un producto nitrogenado si no es por la acción de los seres vivos o por reacciones químicas. En condiciones naturales, sin influencia de la actividad humana, los nitratos participan en un ciclo en el que casi la totalidad de los mismos, formados a partir de la reserva de nitrógeno del suelo y del nitrógeno atmosférico por acción bacteriana, son absorbidos por las plantas a medida que se van formando. Las actividades humanas desequilibran este ciclo natural mediante el aporte de fertilizantes en cantidades superiores a la capacidad de absorción de las plantas o por la aportación de estos fertilizantes en momentos inadecuados, con lo que es suficiente que el agua de lluvia, de abonado o de riego disuelva los nitratos para que éstos sean arrastrados por escorrentía hacia los cauces fluviales o bien se infiltren en el terreno contaminando

F. Mazzucchelli, A. Sánchez

Residuos las aguas subterráneas. En este caso se habla de una CONTAMINACIÓN DIFUSA. En otros casos, la concentración de material fecal en superficies reducidas sobrepasa en mucho la capacidad de absorción del terreno, lo que provoca aportes masivos localizados, hablándose entonces de una CONTAMINACIÓN PUNTUAL. Dos ejemplos son, por un lado, los reboses de estercoleros y balsas que se producen cuando no se vacían con la periodicidad suficiente y, por otro, el vertido directo de los residuos a ríos y arroyos o en sus proximidades. En ambos casos -difusa y puntual-, la pérdida de nitrógeno provocará una contaminación de las aguas en forma de amoniaco, nitritos y sobre todo, en nitratos. La Figura 1 recoge el ciclo del nitrógeno en la naturaleza.

Los parques de ganado mal diseñados suponen un riesgo de contaminación de las aguas por escorrentía.

45

La contaminación por nitratos tiene, no lo olvidemos, implicaciones directas en la salud humana a causa de su capacidad de provocar metahemoglobinemia. En cualquier caso, la cantidad de nitratos ingerida no es siempre la misma ya que no depende sólo del agua si no también del resto de la alimentación e incluso de las reacciones individuales, pero, de todos modos, la parte que supone el agua en el aporte total de nitratos es importante, pudiendo llegar hasta el 50% del total. Por este motivo, la normativa que regula el abastecimiento de aguas potables de consumo humano establece un valor máximo de 50 mg/litro de nitratos. Otro fenómeno importante a tener en consideración es la contribución de los residuos ganaderos al fenómeno de la eutrofización de las aguas. Por eutrofización se entiende “la fertilización paulatina de las aguas naturales, que van aumentando su producción en materia orgánica, con la consiguiente pérdida de calidad de las aguas”. Este aumento de nutrientes, en particular el fósforo pero también del nitrógeno, y de la materia orgánica, induce a modificaciones en la fauna y la flora acuáticas, con gran proliferación de algas y plantas, situaciones de anoxia con episodios de mortandades masivas de animales acuáticos, y cambios en la coloración y turbiedad de las aguas, lo que influye directamente en la calidad de las aguas así como en su uso posterior. En cuanto al fósforo del estiércol, se trata sólo de una de las fuentes de fosfatos presentes en las masas de agua, junto a los detergentes y las aguas residuales domésticas. En comparación con los vertidos domésticos, la cantidad de fósforo aportada por la actividad ganadera es poco relevante, salvo en zonas de densidad ganadera realmente elevada, por lo que no insistiremos en él.

Contaminación atmosférica Los residuos ganaderos crean dos tipos de problemas desde el punto de vista de la contaminación atmosférica y que describiremos de forma separada: por un lado estaría la producción de malos olores y por otro la emisión de contaminantes a la atmósfera

Ciclo del nitrógeno en la naturaleza

Impacto ambiental de las explotaciones de vacuno lechero

Residuos que contribuyen tanto al efecto invernadero como a la acidificación – la conocida como lluvia ácida-.

Contaminación por olores Muchos de los procedimientos desarrollados en el marco de la producción ganadera dan como resultado la emisión de una serie de olores que se han convertido en fuente de conflictos entre el ganadero y la sociedad, particularmente en regiones o localidades donde coexisten la actividad ganadera junto a otras como, por ejemplo, el turismo. La legislación sobre nitratos establece límites a las cantidades de estiércol aplicadas al terreno cada año.

Los gases responsables de los olores son principalmente compuestos de bajo peso molecular, que se liberan en el curso de la fermentación anaerobia del estiércol. Se han identificado cerca de 100 compuestos olorosos producidos en la explotación ganadera, siendo los más importantes el amoniaco, las aminas, los mercaptanos, los ácidos orgánicos y determinados compuestos heterocíclicos nitrogenados. En la Tabla 4 se muestra un listado de diferentes gases asociados con los olores de los residuos ganaderos así como de las concentraciones a las que dichos gases son perceptibles.

46

Dentro de los contaminantes atmosféricos tiene especial importancia la emisión de amoniaco, que puede tener lugar tanto en las explotaciones como a partir de los estiércoles aplicados al suelo. El amoniaco se produce en cantidades relativamente grandes por la descomposición anaerobia de material proteico y por degradación de la urea. En los seres humanos, a concentraciones de 0.5 mg/l actúa como irritante de los ojos y vías respiratorias altas; a concentraciones más altas es asfixiante. En animales se producen los mismos efectos. El amoniaco también tiene carácter tóxico para las plantas y los árboles, principalmente las coníferas. Tabla 4. Características y concentraciones perceptibles de distintas sustancias en el aire ambiente Sustancia Características del olor Concentración que produce un olor perceptible (10-9g/l) Acetaldehído Acre 4 Amoniaco Acre, penetrante 37 n-butil mercaptán Repugnante 1.4 Etil mercaptán Col podrida 0.19 Metil mercaptán Col o cebolla podrida 1.1 Propil mercaptán Repugnante 0.075 Ácido sulfhídrico Huevos podridos 1.1 Disulfuro de carbono Ligeramente acre 2.6 El ácido sulfhídrico tiene interés no sólo por su olor sino también a causa de su toxicidad para el hombre y los animales. Las intoxicaciones de animales con ácido sulfhídrico están generalmente asociadas con situaciones como la agitación de tanques de almacenamiento de estiércol, que dan lugar a incrementos rápidos de la concentración de este gas en el aire. Concentraciones superiores a 400 ppm son tóxicas para el hombre y los animales, produciendo la muerte si se mantiene la exposición 30 minutos; concentraciones por encima de 1.000 ppm provocan la muerte en pocos minutos.

F. Mazzucchelli, A. Sánchez

Residuos Aunque la eliminación completa de este problema en una explotación ganadera no es factible, pueden adoptarse distintas medidas para minimizar los olores: ­•

­ •

­ • ­

Los sistemas de manejo deben diseñarse para evitar que los animales estén sucios de estiércol, ya que el cuerpo caliente del animal favorece el crecimiento bacteriano y la producción de compuestos olorosos. Una vez producidos, estos compuestos son vaporizados rápidamente por el calor corporal del animal. El olor del estiércol fresco es menos agresivo que el del estiércol descompuesto, por lo que deben mantenerse las instalaciones en buen estado de limpieza. La aplicación del estiércol sobre el terreno y sus operaciones asociadas (descarga, agitación, etc.) deben evitarse cuando sean susceptibles de provocar mayores molestias, como en fines de semana o periodos vacacionales, cuando el viento sopla hacia los núcleos residenciales. Si es posible, debe incorporarse el estiércol al terreno mediante grada de discos u otros sistemas. Pueden utilizarse para el control de olores productos químicos oxidantes (permanganato potásico, peróxido de hidrógeno, ozono), agentes enmascarantes o desodorantes. Sin embargo, al requerirse gran cantidad de estos productos, con el consiguiente coste económico, su uso se limita generalmente a situaciones puntuales.

Obviamente no todas esas medidas son factibles de llevar a cabo en todas las circunstancias, pero no quepa la menor duda a nadie que haremos un gran favor al ganadero si le asesoramos al respecto pórque le evitaremos muchos quebraderos de cabeza.

Emisión de gases de efecto invernadero Otro problema asociado a la ganadería es su contribución al denominado “efecto invernadero” . La ganadería es una fuente significativa de estos gases, particularmente metano y dióxido de nitrógeno (NO2).

Las condiciones de almacenamiento del estiércol influyen en la producción de olores

47

­ •

Ubicar las explotaciones alejadas de áreas residenciales y núcleos urbanos, siguiendo las directrices que establece la legislación sobre actividades. En la ubicación de las instalaciones deben tenerse en consideración la topografía y los vientos dominantes.

Residuos El metano se forma en distintos procesos anaerobios. La principal fuente de metano en la ganadería son las fermentaciones digestivas (22% de las emisiones totales del sector agrícola) y la digestión anaerobia del estiércol (7% del total de emisiones). La ganadería resulta ser la fuente antropogénica individual más importante de metano, aportando un 30% de las emisiones a nivel global y un 47% en los países de la OCDE. Se ha estimado que la emisión de metano de los animales domésticos en la OCDE supone el 6% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero. (Ver Tabla 5). Es más, este organismo internacional prevé un incremento superior al 18% de las emisiones de este gas procedentes de la ganadería en el horizonte del año 2020 en los países que la integran. Tabla 5. Fuentes de emisión de metano a nivel global Fuente Porcentaje Fermentación entérica 22 Cultivo de arroz 17 Quema de biomasa 11 Digestión anaerobia de residuos ganaderos 7 Resto (Humedales, vertederos de basuras, 43 lagos y océanos, quema de combustibles fósiles, minería de carbón y extracción de gas natural) La fermentación digestiva es, como comentamos, la principal fuente de metano en la agricultura. El proceso implica la rotura de los hidratos de carbono, que libera metano, y se produce tanto en rumiantes como en no rumiantes, aunque son los rumiantes los que producen la mayor parte del metano por su capacidad para digerir la celulosa.

48

La cantidad de metano producida por un animal depende, entre otras cuestiones, de la especie, peso y edad del animal, así como de la cantidad y calidad del alimento que se le da al animal en cuestión. En el caso de las emisiones procedentes de los residuos ganaderos, son resultado de la fermentación en condiciones anaerobias de la materia orgánica. Lógicamente, los sistemas de gestión del estiércol en forma líquida, basados en balsas o fosas, crean unas condiciones de ausencia de oxígeno que propician de forma significativa este tipo de emisiones.

En suelos desestructurados, cuando llueve se forman lodazales que dificultan el mantenimiento en el ganado de un adecuado estado de limpieza.

F. Mazzucchelli, A. Sánchez

El dióxido de nitrógeno es emitido como consecuencia de la actividad microbiana de nitrificación en el suelo. Su tasa de emisión se acelera tras la aplicación de fertilizantes nitrogenados y de residuos ganaderos, ya que esta aplicación aumenta los niveles de nitrógeno. Se calculó, a modo de ejemplo de la capacidad contaminante de la ganadería, que en una explotación de vacuno de leche de 76 hectáreas situada en el suroeste de Inglaterra, los niveles anuales de emisión eran del orden de 18 toneladas de metano y de más de una tonelada de dióxido de nitrógeno. Las medidas que se han propuesto para reducir la emisión de gases de efecto invernadero son muy variadas. Entre ellas se incluyen “ideas geniales” como la reducción de la ganadería o la eliminación de las medidas de apoyo a la misma; pretendiendo con ello llegar a una reducción del número de cabezas de ganado.

Residuos Hay otras medidas a las que desde el sector sí que estaríamos dispuestos a apoyar; entre ellas destacaremos las actuaciones para reducir las emisiones procedentes de la fermentación digestiva y la mejora de los sistemas de gestión de los residuos ganaderos. Como es lógico, se están estudiando medidas para conseguir reducir las emisiones de metano procedentes de la fermentación digestiva. Sin perjuicio de la discutible viabilidad de algunas –por temas de manejo, de programa de alimentación, o, simplemente, por ser próximas a la ciencia ficción- citaremos a continuación algunas de las alternativas que se proponen desde distintos foros: •

Mejora de la nutrición mediante tratamientos mecánicos y químicos de los alimentos. El objetivo es aumentar la digestibilidad de los alimentos: aumentando ésta un 5%, las emisiones de metano por unidad producida pueden disminuir entre un 10 y un 25% según el sistema de manejo. Las opciones incluyen el tratamiento de la paja con álcalis/amoniaco o el picado de la paja.



Mejora de la nutrición por medio de la suplementación: El objetivo es equilibrar la composición de los alimentos mediante la adición de nutrientes esenciales e ingredientes activos.

­•

Mejora de la función ruminal con lo que pueden reducirse las emisiones de metano entre un 5 y un 10 %. Las alternativas incluyen el suministro de bloques de melaza/urea con o sin proteínas bypass o la bioingeniería del propio rumen.



Cambio de la microflora del rumen, modificando los microorganismos ruminales mediante ingeniería genética o la adición de inhibidores específicos.



Programas de mejora: a través de ellos puede obtenerse una mejora de las tasas de crecimiento y de los rendimientos, así como de la eficiencia reproductiva. En definitiva, producir lo mismo con menos animales.

Si, como en el pasado, estas mejoras de la productividad se utilizan únicamente para aumentar la producción, en vez de reducir el número de animales o promover la producción extensiva, se mantendrán los excedentes ganaderos y no se conseguirá esta reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La otra vía de actuación es, ya lo decíamos, la reducción de las emisiones de metano mejorando los sistemas de gestión de los residuos ganaderos. Las emisiones de metano a partir de los residuos ganaderos son el resultado de la fermentación anaerobia de la materia orgánica. Estas emisiones constituyen el despilfarro de un recurso energético que puede recuperarse adaptando los sistemas de tratamiento para la recogida de este gas. Esta tecnología es de uso común en numerosos países como Holanda, Dinamarca, China o la India, tanto en instalaciones individuales como centralizadas.

Contribución de la ganadería a la acidificación Como ya se ha comentado anteriormente, como consecuencia de la producción de estiércol y su aplicación a los cultivos se producen emisiones de amoniaco. El amoniaco es uno de los gases involucrados en la acidificación, más conocida como “lluvia ácida” que provoca daños en las aguas, suelos y bosques. Aunque la agricultura no es la principal fuente de lluvia ácida, el amoniaco puede acidificar los suelos a muchos kilómetros de distancia por la acción del viento. Tres son los gases contaminantes implicados en la acidificación: el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno -ambos procedentes principalmente de la combustión de carbón y otros combustibles fósiles-, y el amoniaco, cuyas emisiones tienen origen prácticamente en su totalidad en la producción y utilización de estiércol.

Hemos considerado interesante –como botón de muestra de la traducción en legislación de una demanda social a que antes aludíamos- incluir una relación no exhaustiva de legislación española y autonómica relacionada con las explotaciones ganaderas: • Real Decreto 261/1996, de 16 de febrero, sobre protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias. (BOE no 61, de 11.3.96). • Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas (BOE no 176, de 24.07.01). - Corrección de errores (BOE no 287, de 30.11.01). • Orden de 27 de junio de 2001, conjunta de las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca, por el que se aprueba el Programa de Actuación aplicable en las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrarias designadas en Andalucía. (BOJA no 75, de 03.07.01). • Decreto 77/1997, de 27 de mayo, por el que se aprueba el Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Comunidad Autónoma de Aragón y se designan determinadas áreas Zonas Vulnerables a la contaminación de las aguas por los nitratos procedentes de fuentes agrarias (BOA no 66, de 11.06.97). • Orden de la Consejería de Medio Ambiente, de 24 de febrero de 2000, de designación de las zonas vulnerables en relación con la contaminación de nitratos procedentes de fuentes agrícolas y Programa de Actuación en materia de seguimiento y control del dominio público hidráulico. (BOCAIB no 31, de 11.03.00). • Orden de 11 de febrero de 2000, por la que se aprueba el Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Comunidad Autónoma de Canarias. (BOCA no 23, de 23.02.00). • Orden de 27 de octubre de 2000, por la que se establece el Programa de Actuación a que se refiere el artículo 6 del Real Decreto 261/1996, de 16 de febrero, con el objeto de prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos de origen agrario. (BOCA no 149, de 13.11.00). • Orden de 15 de junio de 2001, de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, por la que se aprueba el Programa de Actuación aplicable a las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario en la Comunidad Autónoma de Castilla - La Mancha.(DOCM no 73, de 26.06.01). • Decreto 109/1998, de 11 de junio, por el que se designan las zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero y se aprueba el Código de Buenas Prácticas Agrarias. (BOCL no 112, de 16.06.98). • Orden de 27 de junio de 2001, de la Consejería de Medio Ambiente, por la que se aprueban los programas de actuación de las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero designadas por el Decreto 109/1998, de 11 de junio.(BOCL no 126, de 29.06.01

Impacto ambiental de las explotaciones de vacuno lechero

49

Además, algunas de estas medidas tienen implicaciones directas para el bienestar animal y para la salud humana, por lo que es necesario un estudio en profundidad de las mismas antes de su aplicación práctica. En cualquier caso, aunque todas estas medidas fueran de aplicación, y permitieran mejorar la productividad de los animales, la reducción de las emisiones totales de metano sólo se alcanzará si estas mejoras se traducen en una reducción de la cabaña ganadera.

NORMATIVA LEGAL

50

Residuos • Decreto 220/2001, de 1 de agosto, de la Generalitat de Catalunya, sobre gestión de las deyecciones ganaderas • Decreto 205/2000, de 13 de junio, de aprobación del programa de medidas agronómicas aplicables a las zonas vulnerables en relación con la contaminación de nitratos procedentes de las fuentes agrarias.(DOGC no 3168, de 26.06.00) • Decreto 119/2001, de 2 de mayo, por el que se aprueban medidas ambientales de prevención y corrección de la contaminación de las aguas por nitratos. (DOGC no 3390, de 17.05.01). • Resolución 2599/1999, por la que se hace público el Código de Buenas Prácticas de La Rioja para la protección de aguas contra la contaminación por nitratos de origen agrario. (BOR no 156, de 23.12.99). • Decreto 61/2002, de 22 de noviembre, por el que se aprueba el Programa de Actuación, Medidas Agronómicas y Muestreo de las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos procedentes de origen agrario. (BOR no 143, de 26.11.02). • Decreto 390/1998, de 22 de diciembre, por el que se dictan normas para la declaración de Zonas Vulnerables a la contaminación de las aguas por los nitratos procedentes de la actividad agraria y se aprueba el Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Comunidad Autónoma del País Vasco. (BOPV no 18, de 27.01.99). • Orden de 18 de diciembre de 2000, de los Consejeros de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, de Transportes y Obras Públicas, y de Agricultura Pesca, por la que se aprueba el plan de actuación sobre las zonas declaradas vulnerables a la contaminación de las aguas por los nitratos procedentes de la actividad agraria. (BOPV no 247, de 28.12.00). • Orden de 29 de marzo de 2000, de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, por la que se aprueba el Código Valenciano de Buenas Prácticas Agrarias. (DOGV no 3727, de 10.04.00). • Real Decreto 261/1996, de 16 de febrero sobre protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias. (BOE no 61 de 11.03.96). • Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos. (BOE no 96, de 22.04.98). • Ley 38/1972, de 22 de diciembre de Protección del Ambiente Atmosférico (BOE no 309, de 26.12.72). • Decreto 833/1975, de 6 de febrero que desarrolla la Ley 38/1972 de Protección del Ambiente Atmosférico (BOE no 96, de 22.4.75). • Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (Pag 18). Ministerio de Medio Ambiente. • Real Decreto Legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de Evaluación de Impacto Ambiental. (BOE no 155, de 30.06.86). • Ley 6/2001, de 8 de mayo, de modificación del Real Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de evaluación de impacto ambiental (BOE no 111, de 09.05.01). En cualquier caso, y en función de la Comunidad Autónoma donde trabaje cada lector, remitimos a éste al organismo competente en cada caso –por lo general a través de una página web- para informarse sobre la normativa que le afecta.

F. Mazzucchelli, A. Sánchez

Estos gases, cuando se emiten a la atmósfera, vuelven a la superficie terrestre de forma directa, como deposición seca sobre los vegetales o el suelo y como deposición húmeda en forma de lluvia, nieve, granizo o niebla. También existe un retorno indirecto en forma seca o húmeda tras la transformación química de estos gases. Los efectos de la acidificación son muy variados: defoliación y pérdida de vitalidad de los árboles; disminución de las poblaciones piscícolas y de otra fauna acuícola en masas de agua sensibles a la acidificación; cambios en la química del suelo; y, también, daños a edificios. La deposición de compuestos nitrogenados participa, además, en los fenómenos de eutrofización.

Impacto sobre los suelos Además de los problemas ya comentados debidos a la aplicación de estiércol sobre el terreno, la actividad ganadera ejerce un impacto importante sobre el suelo cuando se produce un exceso de carga ganadera. Este impacto se manifiesta en problemas como: •

la aparición de zonas erosionadas, compactadas, sin cubierta vegetal del terreno, con la consiguiente pérdida de suelo y fertilidad,



la desestructuración del suelo, que en época de lluvias origina auténticos lodazales,



la formación de cárcavas en las zonas de tránsito frecuente del ganado, con pérdida de suelo,



la pérdida de diversidad vegetal, al pastar los animales preferentemente aquellas plantas más apetecibles.

La solución a estos problemas pasa por una mejor gestión del suelo, reduciendo la carga ganadera, especialmente en aquellas zonas de suelos pobres o frágiles. Además, si se realiza pastoreo, deben respetarse las rotaciones entre periodos de descanso y pastoreo.

A MODO DE CONCLUSIÓN A nadie se le escapa que la protección del medio ambiente es uno de los grandes desafíos del mundo actual. La reducción del impacto de la actividad ganadera sobre ese medio ambiente se ha convertido a fecha de hoy en un requisito imprescindible que es exigido no sólo por una legislación cada vez más exigente, sino también por una presión social creciente, que defiende la conservación de nuestro entorno. Así las cosas, los técnicos no pueden hacer otra cosa que incorporar los aspectos ambientales al conjunto de sus programas de trabajo en las explotaciones. Es importante que los profesionales que desarrollan su actividad en la ganadería inculquen en los productores la idea de que el impacto ambiental es tan capaz de condicionar la viabilidad de su empresa como lo sería una mala gestión económica o un programa de reproducción mal diseñado. No hay más remedio que exigir al ganadero un esfuerzo adicional –otro máspara que incorpore a su gestión diaria las medidas que se le vayan proponiendo para una eficaz gestión de sus impactos ambientales. No partimos de cero: aunque queda un largo camino por recorrer, ya hemos avanzado mucho. Hay alternativas para reducir el impacto ambiental de la ganadería, que en muchos casos no tienen por qué suponer incrementos significativos de los costes de gestión de la explotación. Pero es necesario apoyar al ganadero con medidas y políticas -desarrollo tecnológico, investigación y desarrollo, instrumentos económicos, formación e información....- que les permitan hacer frente a este nuevo escenario con garantías para mantener una actividad que es esencial para todos nosotros.

LECTURAS ADICIONALES Con el carácter generalista e introductorio con que se han diseñado estas páginas no es fácil encontrar bibliografía disponible. En cualquier caso, los autores quedan a través de la editorial de la revista, a disposición de cualquiera que desee ampliar información en algún aspecto concreto del tema. v