Villamalea, manifestación del 1 de mayo de 1936.

II.Republica y Guerra Civil 1931-1939 1.- La II Republica. 1931-1936 2.- La Guerra Civil. 1936-1939

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II. Republica y Guerra Civil. 1931-1939. II. 1.-La II Republica. 1931-1936. 1.- La aparición de las organizaciones de clase en Villamalea en la IIª República. 1. 1.Iniciadores y protagonistas. Luis García: introductor del Partido Comunista de España, PCE. 1. 2.Bernardo Parra (CNT-FAI): iniciador y líder del movimiento anarquista local. 1. 3.- Juan Soriano: militante de primera hora. 1. 4.- Germán Carrasco "el bizco": un líder campesino. Otros personajes locales. 1. 5.- Los partidos políticos en Villamalea republicana. La izquierda: el Partido Comunista de España. El Partido Socialista Obrero Español. Los republicanos. La derecha: republicanos y conservadores. Falange Española y de las JONS. 1. 6.- Los sindicatos de clase en Villamalea. La UGT y su dirección comunista en la localidad. 2.- El auge de la izquierda en Villamalea republicana. Del 14 de abril de 1931 a la sublevación militar del 18 de julio de 1936. 2. 1.- De la proclamación de la República a las elecciones de 1933. José Valera, alcalde republicano, 1931. 2. 2.- Las elecciones de 1931. La conflictividad del periodo como base del auge de la izquierda: el Bienio Negro. 1933 / 15 de febrero de 1936. El triunfo frentepopulista en Villamalea. 2. 3.- Las elecciones de 16 de febrero de 1936. 2. 4.- 16 de febrero / 18 de julio de 1936. Hegemonía de las fuerzas populares. 3.- La lucha de clases en Villamalea. Las claves hasta la sublevación militar de 18 de julio de 1936. 3. 1.- El paro y las condiciones de vida del campesino y jornalero hasta 1936. "Válvulas de escape” económicas a las tensiones sociales. El aparato político y la ideología como frenos a las tensiones sociales. 3. 2.- Características de la lucha de clases en Villamalea hasta 1936.

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II. Republica y Guerra Civil. 1931-1939. II. 1.-La II Republica. 1931-1936. 1.- La aparición de las organizaciones de clase en Villamalea en la IIª República. Ya hemos señalado en el capítulo precedente, como la vida política social en Villamalea, durante las tres primeras décadas del siglo XX, estuvo dominada y controlada por una burguesía rural expansiva, adoptando formas caciquiles. Durante este período, las organizaciones de clase están ausentes. Los partidos y sindicatos creados durante el siglo XIX en las zonas urbanas se implantan tardíamente en las zonas rurales. Durante la IIª República se darán una serie de hechos políticos, que unidos a los aspectos económicos y sociales, desembocaran en un desarrollo interesante e insólito en La Mancha, sentándose las bases de unas organizaciones políticas que transformarán el panorama político y local hasta la actualidad. Hasta la IIª República, la burguesía local y sus apoyos sociales permanecen aglutinados en torno al Ayuntamiento sin necesidad de afiliación, ni de crear sucursalismo de partido. Simplemente votan a candidatos conservadores. La vida local era controlada por la burguesía rural, por ser ésta la fuente de trabajo, arriendos, créditos, etc. La vida política la dirigían desde el Ayuntamiento en colaboración con otras instituciones como la Guardia Civil, el Juzgado de Paz, la Iglesia, etc. La población permanecía al margen del poder local. Campesinos y jornaleros permanecían divididos e ignorantes de sus intereses. La "armonía" interclasista entre patrones y jornaleros era aceptada por la población, a pesar de los tintes paternalistas que adoptaba. A final de los años 20 del siglo XX aparecen las primeras organizaciones de clase, que se desarrollaran a lo largo de la IIª República, alcanzando Luis García fundó el Partido su auge con las elecciones de febrero del 1936, en que Comunista de España en Villamalea, en consiguen mayoría. 1928. La primera organización de clase, creada Luis García, nacido en 1907, de clandestinamente, es el Radio Comunista del PCE en el origen social acomodado, inició estudios verano de 1928. Posteriormente y durante la República de Medicina en Valencia en 1927, donde se crearán la UGT, los partidos republicanos y, una vez se afilió al PCE, siendo detenido varias iniciada la guerra, la CNT-FAI. Vamos a ver, en primer veces como dirigente estudiantil opuesto a Primo de Rivera. Crearía el Radio lugar, quienes son los introductores de las ideologías de Comunista de Villamalea en 1928, así clase. 1. 1. - Iniciadores

y protagonistas. Luis García: introductor del Partido Comunista de España, PCE. La figura de Luis García López es fundamental para conocer el desarrollo de la vida política local, no sólo por ser el introductor del PCE, sino por la influencia que tuvo en los principales acontecimientos de los años 30. Nacido en 1907, su origen social fue acomodado, siendo hijo de uno de los mayores propietarios locales. Estudia

como en algunos pueblos del Partido Judicial de Casas-Ibáñez. Uno de los pocos profesionales con que contó el PCE en La Mancha, escribió para Lucha, Mundo Obrero, Nueva Cultura, etc. Durante la República y la Guerra Civil, fue subdirector de El Diario de Albacete, y corresponsal del mismo diario en los frentes de batalla, donde ejerció como medico militar. Foto Ignacio López

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bachiller en Albacete e ingresa en la Facultad de Medicina de Valencia en 1927. En Valencia entra en contacto con la oposición al régimen de Primo de Rivera. Pronto participa en acciones estudiantiles, frecuenta reuniones demócratas y marxistas, siendo después uno de sus líderes. "Además de sus estudios en la Facultad de Medicina frecuentaba organizaciones clandestinas; quería vivir esa lucha diaria que hay entre los patronos y los obreros, ser uno más entre los explotados por la burguesía". Desde muy joven se preocupa por los problemas sociales. Así Cesáreo García "el abuelo", jornalero y uno de los primeros comunistas locales cuenta: “Ya en 1928 me decía Don Luis, vecino mío que el capital "desollaba" vivo a los obreros y que nos engañaban. Entonces aún no era comunista. Se afilió cuando fue a estudiar a Valencia Nos animaba a luchar contra la injusticia y la desigualdad, a hacer un frente común con todos los trabajadores". Luis García ingresa en el PCE en Valencia, a finales de 1927, convirtiéndose en uno de los dirigentes del partido, llegando a ser uno de los componentes de la "troika" dirigente de Valencia. Así se convierte en uno de los activistas de su organización. Sus inquietudes políticas se desarrollan en el medio universitario, sin olvidarse de Villamalea. Allí pasa el verano, donde va creando la base de la futura organización comunista. La Guardia Civil controla sus pasos. Su hermana recuerda como un guardia civil amigo de la familia les informó que la correspondencia de Luis era controlada, y se le vigilaba, ya que “frecuentaba organizaciones antigubernamentales en Valencia”. Las primeras ideas revolucionarias comienzan a oírse entre los vecinos. Cesáreo García "el abuelo cuenta que: “Don Luis me tenia mucha confianza, aunque yo fuese un bracero y el un señorito. Me dijo que debíamos empezar a organizarnos clandestinamente, y solo los de confianza debían ingresar en el partido. En 1928 teníamos convencidos a media docena. Nos juntábamos en mi casa, en medio del campo, o en sitios escondidos. Íbamos solo 2 ó 3. Nos esperaba cuando veníamos del campo; nos decía: a tal hora os espero en la Carrasquilla, o en el Pinar del Cuervo, o sitios así. Allí oímos por primera vez hablar de Stalin, Lenin, los soviets triunfantes en Rusia, del comunismo, de la explotación y nuestros derechos, de la opresión a que el capital nos somete, y a la necesidad de organizarse y luchar unidos. También nos contaba cosas de la universidad. Recuerdo como me mandaba al pueblo vecino a echar las cartas, para que no se las leyesen". Luis García forma parte de la Federación Universitaria Escolar -FUE-, en Valencia. Por actividades en la FUE es detenido por primera vez, poco antes de ser proclamada la IIª República. Los fusilamientos de Galán y García Hernández conmueven a la opinión publica. "A Luis lo detuvieron en el Teatro Apolo de Valencia. Antes de comenzar la función se puso a echar un mitin y lo agarraron. También echaron octavillas políticas...” cuenta su hermana Ana García. Esta detención esté a punto de costarle la deportación. La noticia llega a Villamalea, desplazándose el padre de Luis García a Valencia. "Mi padre se había ido muy preocupado, pero volvió muy animado. Estuvo en la cárcel de san Miguel de los Reyes. Nos contó que había grandes tumultos, y que allí había mucha gente. Eran estudiantes y estibadores del puerto. Gritaban: ¡Soltad a García y a los compañeros! Amenazaban con pegarle fuego a la cárcel si no los ponían en libertad". En Villamalea la noticia causa expectación. El ser uno de los hijos de un gran propietario provoca recelos entre los de su clase. "Los pudientes tenían la idea de que los comunistas eran ladrones y asesinos, pues habían oído lo de Rusia". A los pocos días de proclamarse la Republica, escribía Luis a su familia: “...no he escrito antes por tener un trabajo abrumador entre la Facultad y la FUE... llevamos un curso pésimo... esta tarde celebraremos una asamblea general y es lo más probable que en ella se decida por mayoría escolar que se prorrogue el curso un mes... Supongo que el abuelo estará contento por haberse cumplido su deseo de ver la IIª República en España".1 Luis García aglutina en torno a él a lo que será el núcleo activista local. Durante el verano de 1928 crea el Radio Comunista de Villamalea, del PCE. El terreno había sido abonado previamente. La nueva organización se reúne de forma clandestina. Los fines de semana, Luis trae de Valencia a 1

Archivo de la familia García. 1976.

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otros militantes para que den charlas entre los afiliados. El Radio Comunista estará compuesto por dos células entre las cuales no habrá ningún contacto. Solo un responsable de cada una de ellas mantendrá contacto con Luis. Son años de clandestinidad y disciplina férrea. Los primeros militantes son Germán Carrasco “el bizco”, campesino, Juan Soriano, albañil, Cesáreo García “el abuelo”, Antonio García “el Marrajá”, Antonio "el Calavera" y Eugenio Molinero, todos jornaleros, entre otros. Luis García impregna a la organización de clandestinidad. De formación conspiradora, estalinista, con rasgos inflexibles y dogmáticos durante los primeros años, crea un partido de vanguardia, elitista, de minorías. Con los años se hará más flexible, si bien hasta bien entrada la República exigirá disciplina a rajatabla. Se crea una mística de vanguardia del campesinado y de los jornaleros, con buena dosis de fanatismo e intolerancia, influidos por la épica bolchevique, la revolución de Octubre, Lenin, Stalin, la emancipación del proletariado... "Nos reunía Don Luis y nos decía que había que abatir al capital, causa de todos los males. Insistía en que debíamos ir contra todo lo que defendiese el capital. Todo lo que es bueno para él, es malo para vosotros. Su interés es ganar más, a costa de vuestro sudor. Recuerdo cuantas veces al volver por algún camino, después de alguna reunión, oíamos el motor de un coche -solo los pudientes lo tenían- y nos gritaba: ¡Cuerpo a tierra, el enemigo!, y nos escondíamos hasta que pasaba el coche. Nos insistía mucho en que debíamos tener mucho cuidado, pues corrían malos tiempos". Al licenciarse como medico, en 1932, Luis García ejercerá durante un tiempo en Villamalea. Se produce un choque en la villa, pues es conocida su militancia comunista. El enfrentamiento con los otros dos médicos es violento. Se establece una competencia dura pues atrae a un sector de la clientela. Luis tiene un éxito rápido entre los más humildes, tanto en el ámbito profesional, como humano. Representaba una figura nueva como medico rural, tradicional centro de la vida rural. "Debido a su simpatía y al buen trato que daba a la gente, le hizo ganarse el cariño y la estimación de la mayoría de sus paisanos... pero también tenía enemigos: los reaccionarios. No les entraba en la cabeza que un hombre que pertenecía a una familia pudiente fuese comunista". Luis García trabaja en Villamalea, pero viaja constantemente. Se relaciona con el Dr. López Trigo, el escritor Pla y Beltrán, Paco Galán (hermano del héroe de Jaca), así como con otros intelectuales y políticos de la época. Se matricula en Madrid para doctorarse en cirugía y cardiología, aprovechando los viajes para contactar con la dirección del PCE y mantenerse informado. Al mismo tiempo, ayuda a crear Radios Comunistas en la zona: Fuentealbilla, Cenizate, Alborea, El Herrumblar, etc. Eladio Bueno, jornalero de Cenizate, cuenta que: "En 1933, un grupo de jornaleros buscamos a Don Luis García para que nos organizase en Cenizate. Nos aleccionó, nos dio charlas y formó el Radio Comunista local. Nos adoctrinó sobre como organizarnos para luchar, como conectar con otros pueblos. Hablaba de marxismo, de lucha de clases, de la plusvalía y todo eso. Cuando había alguna resolución del Comité Central del PCE, venia y la explicaba. A partir de 1934 nos empezó a llegar propaganda, libros, Mundo Obrero y revistas." Al proclamarse la República, en Villamalea había tres células y 15 militantes. "A los primeros nos escogió mucho antes de entrar. Había que crear un partido de hombres conscientes. Tan clandestinos éramos, que ya solo conocía a los de mi célula. Había muchas medidas de seguridad. Si detenían a una célula, las demás seguían en brecha". Luis García fue hombre preocupado por los problemas de su época, y por la cultura. Junto a los libros de medicina se agolpaban textos de literatura clásica, textos marxistas de Lenin, Marx, Stalin, etc., de economía, poesía, ensayo... Como político, nunca fue un dirigente de masas, careciendo de dotes oratorias y de arenga. Poco mitinero, era persona reflexiva, e influía a través de pequeños grupos, y contactos personales. "Discutía con nosotros -cuenta Molinero- aclarándonos las cosas. Luego nos decía que teníamos que ser nosotros los que hablásemos en publico, pues nuestro lenguaje le llegaba más a la gente, pues compartimos los problemas del vecindario”. Como periodista su labor fue amplia. Uno de los pocos profesionales con que contó el PCE en La Mancha, escribió para Lucha, Mundo Obrero, Nueva Cultura, etc. Durante la República y la

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Guerra Civil, fue subdirector de El Diario de Albacete2, y corresponsal del mismo diario en los frentes de batalla, donde ejerció como medico militar. Su trayectoria política la veremos más adelante, a lo largo de la República y la Guerra Civil. 1. 2.- Bernardo Parra.- CNT-FAI: Iniciador y líder del movimiento anarquista local. El anarquismo en Villamalea lo introdujo Bernardo Parra, vecino de la villa, emigrado a Valencia en una época, regresando más tarde a su pueblo, donde crearía el sindicato CNT e Introdujo ideas libertarias. Bernardo cuenta así su evolución: "Nací en 1912 y soy hijo de sastre muy humilde. Pasábamos mucha necesidad. Recuerdo que mi padre recogía leña en el monte para poder vivir, cuando no había trabajo. Comencé a trabajar a los 9 años; escardaba, vendimiaba, trillaba... en fin, todas las faenas del campo. A los 12 años me fui a trabajar a Tamayo, una pequeña huerta, con molino y fabrica de luz. La casualidad hizo que pasase un carretero a por vino, y le dijese a mi tío que me dejase ir a Valencia a trabajar, pues tenia trece años. Así fue como emigré, y trabajé como dependiente en una taberna, mezclando vinos, filtrándolos, enriqueciéndolos, y dándole eso que hoy llaman “bouquet”. Salí del pueblo medio analfabeto. Antes íbamos a escuela a salto de mata. A pesar de mí ignorancia, tenia deseos de aprender, leyendo lo que caía en mis manos. Por los años 20 leí mucho sobre los libertarios. Recuerdo La religión alcance de todos, Las ruinas de Palmira... me dejaron libros de Anselmo Lorenzo, como El proletariado militante. También La conquista del pan de Kropotkin, Evolución y revolución, algo de Marx -poco-, y mucha prensa de la época, como Las Provincias, El Mercantil, La Correspondencia, y otros”. Sin embargo, hasta la llegada de la IIª República no se afilia al movimiento anarquista. Es durante el servicio militar, cuando comienza su militancia. “En Cartagena, en 1932, donde existía una gran tradición de lucha anarquista, me apunté y, colaboré a montar un centro cultural ácrata. Dábamos mítines y charlas. Tal era nuestro activismo, que nos fichó la policía y casi nos hacen un consejo de guerra sumarísimo. Nos libramos por pelos. En Cartagena acabé de formar mí pensamiento anarquista". En 1934 acaba el servicio militar. La crisis económica que atraviesa España le impide encontrar trabajo. Trata de embarcarse y emigrar a América, pero no la consigue. Es entonces cuando decide regresar a su pueblo, donde pronto empezará a difundir su ideario libertario, si bien hasta que no comience la guerra colaborará con la UGT. Será en los primeros momentos de la guerra cuando cree la CNT y la FAI. 1. 3- Juan Soriano: militante comunista de primera hora. Juan Soriano es uno de los personajes más conocidos gracias a sus "Memorias", escritas en los años 70, en las que narra su vivencia política en el periodo anterior a 1939. Nacido en 1902, hijo de alpargatero, marcha a Zaragoza donde conoce a fondo la CNT. De 1916 a 1927 participa en huelgas y actividades políticas en el ramo de la construcción. Vive el ambiente de algunos movimientos militares, la muerte del cardenal Soldevilla, distintas huelgas de amplia envergadura y otras actividades. La experiencia anarquista no le convence. Considera que los atentados y otras acciones no conducen a nada. Cuenta sobre los anarquistas: “Según ellos, se sacrificaban por la causa. Pero éste sacrificio ¿Para qué sirve? Era un sacrificio que para ellos tendría un valor, pero yo no se lo veía. Los atentados personales en política, en nada perjudican al Estado, más bien refuerzan su autoridad, pues es un pretexto más para aumentar la represión en contra de los trabajadores. Ya lo dijo Lenin: la lucha tiene que ir contra el Estado y no contra personas determinadas". En el año 1924 se incorpora al servicio militar, en Ceuta, regresando en 1926 a Villamalea, donde trabajará como jornalero y albañil. Pronto participará en el primer núcleo político. Su 2

El Diario de Albacete perteneció al PCE durante la guerra, teniendo varios subtítulos: "Órgano de Unificación Marxista. Portavoz de la clase trabajadora" (1ª y 2ª época). “Al servicio de la causa popular”, (3ª época. 1937-38). En la 4ª época se subtitulaba: "Órgano del Partido Comunista (S. E. de la I. C.)", y junto al escudo de la Internacional se leía: “Proletarios de todos los países unios”. A. H. P. de A.

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experiencia en Zaragoza, y el conocimiento que tiene de CNT, le llevan a acercarse al PCE, ya que le une una gran amistad con Luis García, siendo uno de los primeros componentes del Radio Comunista local. Participa en la vida política del PCE, y es uno de los pioneros de la UGT local, y tras las elecciones de 1936, entra a formar parte del ayuntamiento, como concejal de educación. 1. 4.- Germán Carrasco “el bizco”, líder campesino. Germán Carrasco es sin duda el personaje más popular y conocido en la localidad durante la Monarquía y la República. De familia de pequeños campesinos, nació en 1900. Vivió conflictos familiares durante su infancia, como el que tuvo su abuelo al enfrentarse con el alcalde y cacique local Genaro Cañada Ochando, lo que, entre otros problemas, le costó el destierro durante muchos años, en "La casilla del Chorlito". De contextura física fuerte, tenía un gran sentido natural de la justicia. A través de Luis García, entra en contacto con la ideología marxista, de la que será uno de los defensores. Su carácter extrovertido y abierto, le hace ser uno de los elementos de vanguardia en las reivindicaciones y luchas sociales del periodo. “Activo comunista, lejos del dogmatismo y la tendenciosidad, decía: lo importante es que somos trabajadores, y si queremos lo nuestro, tenemos que estar unidos. Entablaba amistad con todos, y también con los obreros de la vía férrea. Enemigo declarado de la Guardia Civil, los enfrentamientos serán continuos, a veces espectaculares, consiguiendo carisma entre los vecinos. Recién instaurada la República, íbamos un grupo de unos veinte a la feria de Casas Ibáñez. En eso se acerca un sargento que le tenia manía al “bizco” por dar Germán Carrasco (camisa blanca) y el mítines y ser muy popular, le corta el paso y le Rojo de la Rosa (sentado), con algunos dice: vecinos de Villamalea, a principio de los -Ud. es un perturbador del orden, así que largo años 30. Foto Rosa Verde. de aquí. El “bizco” se cruza de brazo, lo mira de frente y le contesta sereno: -En el mundo estamos estorbando uno de los dos, o usted o yo. El sargento estaba que echaba chispas. Pero hizo un gesto de mala leche y se largó. Había que tenerlos así de grandes para enfrentarse como él lo hacía. Sabia que tras él estábamos más de veinte, y no íbamos a consentir que le hiciesen nada". Juan Soriano lo recuerda como compañero de partido y dice de él que: “Era noble y fuerte, como su apellido. Valiente para defender las causas justas y sociales, no se amedrentaba ante nada ni nadie, para defender la verdad. No veía desgracia que no quisiese remediar. Hay una anécdota que refleja fielmente sus sentimientos humanos. Vivía al lado de su casa una familia que estaba al borde de la miseria. Germán le dice a uno de ellos: -Pídele a Dios que te traiga pan. ¡Ya verás como no te lo trae! Pídeselo a Germán. Antes de cerrar la boca ya lo estarás mordiendo". Pero sin duda alguna, sus enfrentamientos con la Guardia Civil son los más conocidos por el vecindario. El monte público La Derrubiada era una de las constantes de los enfrentamientos. Las

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anécdotas sobre el particular, son abundantes. "El año 1932 fue muy malo en cosecha. ¿Que hacíamos? Íbamos al monte a cortar leña y después venderla. Era peligroso por los forestales y los civiles. Teníamos miedo por esa vigilancia. Un día nos llama Germán a los que carecíamos de recursos y nos dijo: -Mañana por la mañana el que necesite leña que vaya a La Ceja. Nos plantamos más de veinte. Yo pedí prestada una burra, y cargué toda la que pude. Al volver, Germán venia con nosotros. Y lo que tenia que pasar: la Guardia Civil. -Vosotros detrás de mí, que yo hablaré -nos dijo-. Se tira delante de nosotros, y lo paran. El no llevaba nada. Llegamos nosotros y nos paran también. Germán les dice: -Esta gente no tiene de que comer. Necesita la leña. Yo me hago responsable. Nosotros nos pusimos a su lado. Si él no hubiese ido, nos hubieran achantado Pero él nos daba seguridad, fuerza nos unía. ¿Que pasó? Se apartaron del camino y nos dejaron pasar. ¡Como el “bizco” ninguno! Todo el mundo lo quería". Relatamos una de las ultimas anécdotas que daban base a la popularidad de Germán Carrasco, que recorría plazas y pueblos improvisando mítines y arengas, y que ilustra el ambiente de finales del año 1935. "Los mítines que daba Germán gustaban y entretenían a la gente. Era muy revolucionario. No quería meter al partido a la gente, solo a los escogidos. Poco antes de las elecciones de febrero de 1936 -sigue contando Eladio Bueno- salimos unos treinta militantes en un camión para Albacete, a escuchar un mitin de Dolores Ibarruri. De regreso veníamos cantando y con banderas rojas. Al llegar a Madrigueras, nos echa el alto un sargento de la Guardia Civil, que iba con cuatro guardias más. -¡No se pueden llevar esas banderas ni cantar lo que cantan! Se lió una discusión agria. Que si las teníamos que quitar. Nosotros que no queríamos. Se cabrea el sargento y les grite a los guardias: -¡Apunten! Cargan los fusiles y nos apuntan. Nos quedamos callados. Germán se baja del camión, y le hace una señal a “Marraja". Se creó una tensión que se cortaba. Germán se planta delante del sargento. Lo mira fijamente en tono de reto y se vuelve hacia nosotros, dándole la espalda a los guardias, diciéndonos: -Si se oye un disparo, todos encima. Nos podrán matar a unos cuantos pero no dejamos ni a uno. Con mucha sangre fría se vuelve y mira a los guardias, y el sargento nos gritó: -¡Continúen, venga, váyanse! Para defendernos no llevábamos encima ni un alfiler, pero teníamos una moral de victoria. Pocas semanas después ganábamos las elecciones del 16 de febrero de 1936." Otros personajes. Junto con los anteriores, tenemos a otros de los que venimos hablando a lo largo de este apartado. Eugenio Molinero, fundador de la UGT, militante del PCE, y alcalde de la villa en 1937 y 1938, más tarde resistente antifranquista hasta la democracia. Sebastián Pérez, del PCE y UGT, comandante del 5º Regimiento. Samuel Serrano, dirigente de la CNT, y uno de los artífices de la colectividad ácrata en la Guerra Civil, etc. Junto a estos, otros muchos que iremos citando a lo largo de estas paginas. 1. 5.- Los Partidos políticos en Villamalea republicana. La caída de Alfonso XIII y la instauración de la IIª República española abrió nuevas perspectivas a los partidos políticos de clase, que se extendieron rápidamente por zonas hasta entonces difíciles de penetrar por las condiciones políticas y sociales anteriores. Villamalea había sido uno de los pueblos en los que el caciquismo y el control social de la burguesía local, habían impedido que se introdujese cualquier ideología contraria a la dominante. Con la República, estas dificultades disminuyen, y lentamente se van implantando organizaciones de clase.

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La izquierda. El Partido Comunista de España -PCE-. Nacido de una escisión del PSOE en 1920, el PCE arrastró a un buen porcentaje de las Juventudes Socialistas, teniendo en 1921 unos mil militantes. Partido con una infancia difícil, prohibido con Primo de Rivera, vio encarcelados a sus cuadros. Con 500 militantes en 1924, y unos 800 al proclamarse la República, durante años no fue más que un grupo de agitadores y propagandistas de las ideas bolcheviques, con una nula influencia en la vida política española. Recién instaurada la República, el PCE mantiene una postura intransigente. Hasta la llegada de sus dirigentes históricos no levantó cabeza (Dolores Ibarruri, José Uribe, José Diez, Mije, etc.). En el ámbito sindical, el PCE forma -en 1932- la Confederación General del Trabajo Unitaria (CGTU), a imitación de la CGT francesa. Llegó a tener -según cálculos optimistas- entre 50 y 90 mil afiliados, cuando CNT rondaba 1.200.000 y UGT 1.042.000 afiliados. El 11 de noviembre de 1934, la CGTU se fusiona con la UGT, consiguiéndose una importante implantación comunista en dicho sindicato.3 Antes de la República, el PCE careció de implantación en Albacete. En las elecciones de 1931 no presentó candidatos, cosa que si haría en 1933. Sobre las elecciones de 1933, señala Mateos y Sánchez: "Conviene hacer notar que el PCE ha conseguido una reducida presencia en Albacete a la altura de 1933, puesto que solamente en cuatro municipios alcanza una participación por encima del 1%: Motilleja, Madrigueras, Villamalea y el máximo en Ontur con un 2,52 por ciento de los sufragios emitidos"4. La expansión del PCE se veía dificultada en Albacete por el arraigo de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra -FNTT-UGT- y sus posiciones moderadas. El PCE es fundamentalmente un partido testimonial, con escasa influencia en la política provincial. El numero de votos en Albacete -en 1933- fue de 1.607 -0,26%-. Así, los comunistas son un partido marginal a escala provincial. El Partido Comunista de España en Villamalea. El PCE es el primer partido de izquierdas que se crea en la localidad. La inexistencia de una organización de clase que aglutinase a los elementos más inquietos y combativos de los jornaleros y campesinos, es la causa de que al ser el PCE la primera organización, sea la que atraiga y capte a esta vanguardia. Este dato es fundamental para comprender el arraigo de los comunistas desde 1928 hasta la etapa democrática que instaura la Constitución española de 1978. Ya dijimos que el primer Radio Comunista local se forma en el verano de 1928. Antes de proclamarse la República el PCE tenia 3 células y unos 15 militantes. Es Luis García quien capta a los primeros militantes: Cesáreo García el abuelo, jornalero, Germán Carrasco, Antonio el Calavera, Antonio García el Marrajá, Plinio Vergara, Juan Guerra, etc. La clandestinidad es estricta. Las células permanecen incomunicadas entre ellas y solo un responsable tiene contactos con Luis García. La disciplina es férrea. Luis García marca las líneas de la organización, imprimiendo en ella un carácter elitista, cerrado, de secta, solo reservado a la vanguardia, "los elegidos". Se repetía la concepción del partido bolchevique ruso. Sobre la clandestinidad cuenta Cesáreo García: "Yo era el jefe de una de las células y sabia que había dos más, pues nos reuníamos dos compañeros con Luis. Ahora bien, no sabia quienes eran los que componían las otras células. Teníamos clara la idea de que si caía una célula las otras dos seguiríamos funcionando. Lo que no se sabía, no se podía decir". Anécdotas sobre la clandestinidad y los métodos de la época, las cuenta Eugenio Molinero: "Tan clandestinos éramos, que Don Luis escribía las cartas con la mano izquierda, para que no le conocieran la letra. Las cartas se las echábamos en otro pueblo, ya que aquí estábamos muy 3

Según Guy Hermet, en Los comunistas en España, Ruedo Ibérico. París. Víctor Alba, en El Partido Comunista en España, Planeta. Barcelona. 1979- dice que: "La CGTU se había dirigido en noviembre de 1934 a la ejecutiva de la UGT, proponiéndole una acción conjunta... un año más tarde, el 8 de noviembre de 1935, el comité ejecutivo de la CGTU, se dirigió a la ejecutiva de la UGT proponiéndole el ingreso en bloque de su central... la CGTU, pues, desapareció como entidad y se subsumió en la UGT". Pagina 161. 4 "Elecciones y partidos políticos en Albacete durante IIª Republica. 1931-1936". Op. cit. Albacete. 1977.

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vigilados. Un día fue Germán a echar una carta a Casas Ibáñez, y lo detuvo la Guardia Civil. Don Luis había firmado con el nombre de uno que era de derechas. El pobre hombre no se cansaba de repetir que era de derechas, a pesar de los palos que le dieron. Les decía: como voy yo a haber escrito esa carta, si no sé escribir. ¡Si desde que fui a los quintos firmo con una cruz! No le sacaron nada. Así conseguíamos evitar muchos problemas". La prematura implantación de los comunistas en la localidad, si tenemos en cuenta el contexto de la época, resta fuerza posible a otros partidos obreros, consiguiendo una gran influencia, avalada por el prestigio de que el medico y otros elementos destacados de la localidad estén afiliados o sean simpatizantes. En contraste con la pronta implantación, tenemos el hecho de lo limitado de su acción política, precisamente por el carácter elitista y clandestino de la organización. Durante los primeros meses de la República, los comunistas locales se reúnen a menudo, con el fin de ver la posibilidad de aumentar su influencia, sin descubrirse como partido político. Necesitan una organización de masas en la que desarrollar su línea política. Es así como en la primera ocasión -a finales de 1931- deciden formar la UGT local, para evitar que otros la controlen. La UGT la crean los comunistas, a pesar de que en el ámbito nacional crean la CGTU -a imitación de la CGT francesa-. En Villamalea se tiene claro que formar la CGTU era reducir su campo de acción; por el contrario, la UGT tenia una implantación en el ámbito provincial importante, ya que había sido legal durante la Dictadura de Primo de Rivera y, en general, aglutinaba a los sectores más combativos y progresistas de los pueblos.5 Las posibilidades de influir a través de UGT serán más amplias. No se cayó en el error de la doble sindicación -socialista y comunista-, sino que triunfó la corriente unitaria. CNT nunca tuvo influencia como sindicato, siendo minoritario. Se configura así un sindicato dirigido por la vanguardia comunista, y permanece la militancia política clandestina. Según el testimonio de Molinero, su afiliación política era desconocida, identificándolo con los socialistas. "Nunca fui del PSOE, siempre he sido del PCE. Lo que ocurría en la época es que éramos muy clandestinos. Ingresé en el partido en 1928. Aunque de corto entender por ser jornalero, tenia yo un gran predicamento entre la clase trabajadora. Si les decía: por esta puerta hay que pasar, se metían por ella como un chorro de hormigas. Por eso Don Luis me dijo: Molinero, si tú te destacas en el partido, vamos a perder la oportunidad de dirigir a las masas; en cambio, sí no apareces como del partido, podrás hacer más labor. Cree la UGT, con algunos camaradas, según orientación de Don Luis. Por eso decían que era socialista. Poco a poco afilie a los jornaleros a la UGT. Llegué a asistir a reuniones del PSOE en Albacete. Esto me trajo muchos líos, pues alguien lo sopló, y vinieron dos socialistas a comprobar si era cierto. Yo les decía: ¿Pero quien dice esas tonterías? Algunos me tildan de comunista por que están en mi contra. Así Don Luis se enteraba de lo que se hablaba en las reuniones de los socialistas. En la época, todos los comunistas estábamos apuntados a la UGT, por que así pertenecíamos a un sindicato obrero". Sí insistimos en el carácter clandestino de los comunistas de Villamalea es por el aire místico y de secta influido por el modelo bolchevique, y por la represión policial que existía a todos los niveles. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, muchos partidos -entre ellos el PCE- fueron prohibidos a partir de 1923. Sus dirigentes pasaran a la clandestinidad y a prisión. La IIª República legalizó a los partidos, pero no por ello se pudieron desarrollar libremente. Guy Hermet enmarca la situación entes de 1936 así: "Hasta 1936, y en virtud de la ley llamada Defensa de la República, la prensa comunista es secuestrada y prohibida frecuentemente. Así mismo se realizan detenciones, particularmente después de la rebelión de Asturias. José Díaz es detenido el verano de 1932; Dolores Ibarruri es encarcelada de marzo de 1932 a principios de 1933; después es detenida de nuevo en octubre de 1934 y a finales de 1935... Estas persecuciones obligan a los dirigentes del PC a cruzar clandestinamente la frontera en julio de 1935, para asistir al 7º Congreso de la Internacional Comunista...”.

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"En junio de 1932, como se dijo, trató el PCE de organizar una Confederación General del Trabajo Unitario (CGTU), pero no pasó del intento", señala Víctor Alba.

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Los distintos Gobiernos reprimieron a las fuerzas obreras, sobre todo el surgido en las elecciones de 1933 (Bienio Negro), donde la izquierda fue duramente golpeada, aumentando las tensiones: la reforma agraria se paraliza, las autonomías regionales se frenan, las huelgas son reprimidas violentamente, se llenan las cárceles. El periodo republicano tiene en Villamalea los mismos rasgos que en el ámbito nacional. Elocuente en este sentido, es el testimonio de Cesáreo García: "Yo ponía pasquines comunistas desde 1928. Hasta 3 veces los llegue a poner una noche, pues las derechas los arrancaban. Era conocido como comunista desde 1931; por eso me llamaban al ayuntamiento y me decían que me dejase de tonterías, y que no me metiese en política. A veces, cuando estaba trabajando, se me acercaba la Guardia Civil, y abría conversación para decirme que sí trabajaba para la gente rica, debía dejar el partido, pues la gente obrera debía de estar al lado de los que daban trabajo. Querían que delatase a los que eran de izquierdas. De todas formas había mucho miedo, pues si eras de izquierda no te daban trabajo, y la vida era muy difícil. Esto nos obligaba a no decir lo que éramos, pues si no, no encontrábamos trabajo, y teníamos que comer". Así pues, los jornaleros se veían con problemas y ocultaban su filiación, o se mantenían al margen por temor. A los pequeños campesinos se les amenazaba con no arrendarles tierra, no darles crédito, no comprarle la cosecha, ponerles trabas administrativas en el ayuntamiento, etc. A otro nivel, se somete a continua vigilancia a los dirigentes políticos. Luis García, antes de la guerra, pertenecía al Comité Provincial del PCE de Albacete, siendo el único profesional y universitario en una dirección de campesinos, metalúrgicos y obreros6, siendo controlado por la Guardia Civil. Los documentos y testimonios son abundantes. Así, poco antes de las elecciones de 1936, Luis García recibe una carta que refleja la situación: “Partido Comunista de España J. E. de la J. C. Comité Provincial de Albacete. 21 de enero de 1936 Al camarada de Villamalea. “...nos vigilan, estamos muy amenazados y hace poco tiempo que he recibido un registro. Se pasa muy mal si no fuese por que los que militamos ya en el PCE muchos años tenemos mucha escuela y estamos siempre prevenidos...".

En esta carta le informa sobre las elecciones del 16 de febrero de 1936, en que deben votar al bloque de izquierdas, agrupado en el Frente Popular. Es precisamente esa clandestinidad obligada, la que hace que a veces no se conozcan entre sí los militantes y que se creen confusiones. El carácter interclasista del PCE en Villamalea, donde se mezclan jornaleros, campesinos, y elementos de la burguesía local, es una de las causas de su moderación. Un medico, un maestro, un veterinario y otros profesionales, crean un ambiente que aleja a los comunistas del radicalismo, y los arraiga en la villa. Si verbalmente y en sus programas los comunistas adoptan una terminología revolucionaria y radical, en la practica es diferente, siendo un partido flexible y de orden. Esto, aún más, si tenemos 6

La lista de los componentes del Comité Provincial del PCE de Albacete, antes de la Guerra Civil, era la siguiente: José Agudo Serrano, ferroviario. Albacete capital. Vicente Picazo, músico. Albacete capital. Celestino López Laudete, transportista. Albacete capital. Salustiano García, campesino. Presidente Federación de Trabajadores de la Tierra. UGT. Candidato a diputado PCE, 1933. Antonio Gómez Cebrián, barbero. Albacete capital. Luis García López, medico. Villamalea. José Sahuquillo, panadero. Villarrobledo. David Cordón Marín, empleado. Hellín. Emilio Marcete, metalúrgico. Riopar Ángel Andújar, campesino. Los Chopes. Dídimo Martínez, transportista. Madrigueras Francisco Vélez, ferroviario. Chinchilla.

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en cuenta que desde febrero de 1936, la izquierda tenia el poder local en sus manos. Esta moderación comunista. Se compatibiliza con una gran devoción hacia Rusia y la revolución bolchevique, que se afianzará con la ayuda soviética a la causa de la República, durante la Guerra Civil. El Partido Socialista Obrero Español. PSOE. Creado en 1899 por Pablo Iglesias, el PSOE aglutinó a un sector importante de la clase obrera española. En 1888 crean la UGT como sindicato de trabajadores, estableciéndose una estrecha colaboración entre PSOE-UGT. Durante la dictadura de Primo de Rivera, el PSOE adoptó una “táctica oportunista que se prolongaría entre 1924-28, permitiendo a las organizaciones socialistas la supervivencia, aunque a costa de permanecer en el estancamiento".7 Esto hizo que participasen con cargos en la administración, manteniendo una postura ambigua, criticada por anarquistas y comunistas -ilegales-. Ahora bien, este hecho permitió mantener a la UGT sin descomponerse, con lo que en el periodo posterior tendría mucha fuerza. El PSOE cesó su colaboración con la dictadura en 1928, siendo uno de los partidos activos en la creación del Comité Revolucionario de 1930, y apoyando decididamente la instauración de la IIª República. En Albacete, el PSOE tenia una amplia implantación a través de la Federación de Trabajadores de la Tierra y la UGT. La UGT tenia peso en "el núcleo de Almansa, en torno a la industria del calzado y en Hellín, que ya entonces se decía que su distrito de “las minas” formaba un autentico cinturón rojo. Ambos constituían los bastiones más importantes del socialismo en Albacete.8 En las elecciones del 12 de abril de 1931, los socialistas obtuvieron 67 concejales en la provincia de Albacete, de un total de 941 (7,8%). En las elecciones a Cortes del mismo año, el PSOE obtuvo el 29,9'/o de los votos; en las de 1933 mantuvo su fuerza electoral con 172.778 votos (29%). El PSOE en Villamalea. Los socialistas carecieron de implantación orgánica en Villamalea, si bien el numero de votantes era considerable. Resulta curioso esta ausencia de organización formal, aunque la explicación es clara. El primer partido creado en la villa es el PCE, y es este partido quien forma la UGT. Así, la dirección sindical ugetista, la llevan los comunistas. Señala el dirigente anarquista Bernardo Parra que: "Como tal PSOE no existió nunca en Villamalea. Lo único que algunos de la UGT se decían socialistas, pero sin estar afiliados”. Todos estos testimonios orales son constatados en los documentos de la época. Nunca la sigla del PSOE aparece entre los componentes del ayuntamiento, ni concejal alguno pertenece a este partido. Sin embargo aparecen constantemente las siglas CNT, UGT, PCE, IR, UR... En el ayuntamiento del Frente Popular no aparece el PSOE, y si hay referencias a los socialistas, se hace para referirse a la UGT. Se llega a identifica a Eugenio Molinero -alcalde por UGT- como socialista, cuando ya se ha señalado que era uno de los pioneros del PCE. Se crea así una situación insólita en Villamalea, en relación con el contexto, en gran parte debido a razones de tipo subjetivo, tal como el hecho de que Luis García hubiese creado y dirigido e impreso unas características al Radio Local de los comunistas, muy diferentes al entorno. La influencia tanto del PSOE, como del PCE, se hubiera podido conocer de haberse presentado individualmente a las elecciones de 1936, y a través del numero de votantes evaluar su implantación. Al presentarse conjuntamente la izquierda, lo que sí podemos constatar es el triunfo del Frente Popular de izquierda. Los republicanos. Dentro de las organizaciones que formaban el espectro de las fuerzas democráticas y de izquierda en Villamalea, destacamos a Izquierda Republicana y a Unión Republicana, que integraban el bloque frentepopulista de las elecciones de 1936 a través de testimonios orales conocemos que no tuvieron ningún líder o vecino que se destacase, si bien los afiliados y simpatizantes de ambos partidos formaron parte de distintos comités y del ayuntamiento a partir de 1936.

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La burguesía conservadora. 1874-1931. M. Martínez Cuadrado. Alianza. Madrid, 1973. Pagina 495. Sánchez y Mateos, op. cit., pagina 81.

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La desaparición física de los elementos de IR y de UR, junto con la falta de documentos escritos, nos hace carecer de datos exactos para valorar la implantación, composición de clase y militancia. Si hemos de creer los testimonios orales, estos nos indican su escasa implantación orgánica, ausencia de lideres, y una estabilidad del electorado, como se comprueba en los resultados electorales de 1933 y 1936. La derecha. Los republicanos y los conservadores. Durante las tres primeras décadas del siglo XX, la burguesía local, adoptando formas caciquiles las más de las veces, había gozado de un dominio total sobre la comunidad. La inexistencia de organizaciones clasistas que defendieran los intereses políticos y sindicales de jornaleros, campesinos y capas populares, creaba un poder indiscutido para caciques y "pudientes". Hay que señalar el papel fundamental de esta burguesía en el desarrollo de las fuerzas productivas locales, que habían permitido un crecimiento de la riqueza, y una elevación real del nivel de vida de la población, sobre todo en la 2ª y 3ª década del siglo XX. Esta burguesía había apoyado la alternativa conservadora, votando mayoritariamente por los candidatos ochandistas. A finales de los años 20 surge una tendencia republicana que, sin adscribirse a ningún partido, es antimonárquica. Un jornalero resumía así esta evolución: "Antes monárquicos, después Primo Riveristas y cuando vieron que se hundía, se hicieron republicanos. Eran los mismos amos con distintos collares". La derecha local, propietarios y medianos campesinos, nunca habían tenido necesidad de organizarse. No les hacía falta. Permanecían “ajenos” a la política partidaria. Se limitaban a votar y a hacer que los demás votasen por los candidatos conservadores. Tan solo cuando ven que la monarquía se deteriora en los años 20, vuelven su mirada -tímidamente- a las tendencias republicanas y se agrupan en el Centro Republicano, desde donde promueven tertulias y discusiones. El Centro Republicano no tuvo sede fija, reuniéndose en el Ayuntamiento, en el casino "Botones" (Bar Progreso) o en otros lugares En las épocas electorales, le alquilan una habitación con escritorio al propietario del casino Botones, lo que a veces crea dificultades a su dueño, como en las elecciones de 1936, en que la derecha llenó de su propaganda el local. La UGT quiso hacer lo mismo, presionando al propietario: "Si la ponían ellos, ¿por qué no nosotros? Aquello les sentó mal, y algunos caciques que venían por casa "el Botones" (Bar Progreso) habitualmente dejaron de hacerlo al ver los pasquines de UGT. No podían asimilar que tuviésemos el mismo derecho. Se habían creído los amos del pueblo, sin darse cuenta de que los tiempos cambiaban". Como era tradicional, en época de elecciones, la derecha local presionaba a los vecinos para que votasen a sus candidatos. Esta practica habitual durante la monarquía, perduró con la República y llevó al triunfo a la derecha en 1931 y 1933. La presión se hizo cada vez más eludible con el desarrollo de los partidos de clase, que en 1936 consiguen imponer mayoría en las urnas, derrotando a la derecha. A pesar del triunfo de 1936, la derecha combatió con denuedo a la izquierda, canceló prestamos y arriendos, despidió jornaleros, etc. El agasajo e invitaciones a sus empleados, la compra del voto, etc., no tuvo efecto. La derecha que en 1933 había apoyado a la Coalición Republicana (Acacio, Ochando, etc.), en 1936 apoyó al centro derecha antimarxista (CEDA, Partido Radical, Partido Agrario, etc.). Las campañas propagandistas de la derecha conservadora y republicana se limitaban a ofrecer empleo, apoyar la construcción de vías de comunicación y la vía férrea, a decir que subirían los salarios y poco más. "Siempre decían lo mismo, pero nunca cumplían lo que prometían. Si no nos hubiesen amenazado con el despido, habrían sacado siempre menos votos. Era un riesgo perder el trabajo. Además cuando había elecciones, sacaban a los enfermos, ancianos, y traían a los hortelanos para tener más votos". Falange Española y de las JONS. La aparición en Villamalea del partido fascista Falange Española y de las JONS va a tener unas características particulares, pues se introdujo tempranamente. Creado en 1932 por el hijo del dictador Primo de Rivera, se denominó en un principio Fascismo Español (F. E.), cambiando su nombre después. Actuó como grupo de choque de

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la derecha, y "no reconocía más dialéctica que la de las pistolas". En las elecciones de 1936 seguía siendo un partido marginal, creciendo durante la Guerra Civil. En Villamalea, Falange Española y de las JONS se implantó en 1934. Es una reacción a la influencia de la izquierda. Celia Fernández será la primera afiliada: “Fue mi sobrino Julio Pérez Fernández el que empezó a hablarme de la Falange. Estudiaba en Madrid y era amigo personal de José Antonio, Raimundo Fernández Cuesta, Miguel Primo de Rivera y otros. Yo ya tenia "mí" idea en 1934. Iba a Albacete a casa de un boticario falangista, y allí me daban propaganda. Entonces éramos ilegales. Nos tenían muy vigilados. Tal era el control, que escribíamos las cartas con limón; luego calentando el papel salía la letra. Entre las actividades que hacíamos antes de la guerra, estaba la de pintar la cruz gamada por las paredes. La del yugo y las flechas es muy posterior. De vez en cuando venia de Albacete un abogado y un medico, y nos decían como actuar. También repartíamos un periódico prohibido: “No importa” en el que se hablaba de Falange. Nos reuníamos en la sastrería de un falangista, y venían Don Claudio de Alborea y Don José Attard, el más rico de su pueblo, al que los rojos darían el “paseíllo” en guerra. Éramos pocos. Yo llevaba un fichero y un archivo secreto. Los vecinos me decían: “mira la falangista”. Les decía a mis hijas que saludasen a la gente alzando el brazo a lo falangista y dijesen “arriba España”. Pero la verdad es que no se metían con nosotros, pues éramos pocos y no se entendía casi de política. La gente ignoraba lo que era Falange Española y de las JONS”. La afiliación se reduce -antes de 1939- a un sastre, algunos campesinos y algún propietario, junto con varias mujeres. Su incidencia es nula, tanto en la República como en la guerra. Después de 1939, los falangistas crecen como setas -como en el resto del país-, al calor de la victoria de los rebeldes. El oportunismo y la situación propia de una postguerra llevarán a un sector de la población a vestir la camisa azul y a llamarse falangista. 1. 6.- Los sindicatos de clase en Villamalea republicana. El Sindicato Agraria Católico pasó sin pena ni gloria por su amarillismo. No prosperó por la sumisión que imprimían, si bien durante varias décadas consiguen impedir que se implanten los sindicatos socialista y anarquista. Las protestas y el malestar existentes aflora raramente. No existe organización que oriente las reivindicaciones, ni sea capaz de enfrentarse a la arbitrariedad y el caciquismo, La burguesía rural está en su período expansivo y crea riqueza, puestos de trabajo. Al mismo tiempo la acumulación va creando una mayor diferenciación social y económica. El campesino rico adquiere claras connotaciones de burgués rural, acumula capital, mejora sus explotaciones y obtiene plusvalías. Hasta la aparición de la UGT, las manifestaciones contra la explotación, arbitrariedad e injusticia, se dan muy esporádicamente. Lo más normal es la rebeldía individual, explosiva, pasional. En los casos en que se niega a votar a un candidato ochandista, se resiste a obedecer, etc. se le sanciona con una multa, el destierro de la villa, etc. Los casos de destierro a caseríos o pedanías del termino municipal eran una de las penas más fuertes. Es el caso de uno de los Carrasco, -padre de Germán-, desterrado a la Caseta del Chorlito, a varios Km. de la villa, durante 7 años, por oponerse al cacique y alcalde Genaro Cañada Ochando. En cualquier caso, la lucha individual es estéril, no promoviendo conciencia colectiva, al contrario, asentará más profundamente la idea fatalista de “siempre ganan los mismos, los de arriba”, y pierden "los humildes, los de abajo". Este fatalismo impregna la vida de la comunidad y conlleva aceptar la arbitrariedad como algo cotidiano. La solidaridad es inexistente o muy débil; incluso cuando la protesta es individual y rápidamente reprimida, surge un desprecio por el que osó protestar, por iluso, entre los vecinos de su misma clase. Esto desaparecerá partir de 1936. Tan solo en contados casos, y cuando la arbitrariedad afecta a un sector importante de los vecinos, la explosión de ira y rebeldía será colectiva, en forma de motín, algarada a revuelta. Los casos son excepcionales y pronto las aguas vuelven a su cauce. Los cabecillas son duramente reprimidos, y durante una época hay una cierta solidaridad.

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Uno de los casos de rebeldía colectiva de Villamalea lo encontramos reflejado en la prensa de Albacete, llegando a publicarse en “El liberal” de Madrid.9 En "El diario de Albacete" leemos: “Alteración del orden: en el pueblo de Villamalea se ha celebrado una manifestación tumultuosa, ignorándose hasta ahora cuales sean las aspiraciones de los amotinados, pues solamente se nos dice que éstos piden el incumplimiento de las leyes. La autoridad local de dicho pueblo, en atención a que continúan exaltados los ánimos de los manifestantes, ha solicitado del Sr. gobernador civil, ayuda con objeto de restablecer el orden publico”.

De estas primeras informaciones llama la atención el hecho de que los amotinados tumultuosamente- pidan "el incumplimiento de las leyes”. Al día siguiente 21 de enero- "El diario de Albacete" daba más información: "Alteración del orden. El primer teniente de la Guardia Civil de Casas Ibáñez, Don Fructuoso Molina, con toda la fuerza que sirve a sus ordenes, ha salido para Villamalea, con objeto de anular la alteración del orden publico de que ayer dimos cuenta, y que según parece continua. Procuraremos adquirir sobre este asunto detalles más concretos. Hoy sabemos únicamente, que el motín se produjo, por haber ordenado la autoridad el ingreso en la cárcel de un sujeto que causó a otro graves lesiones. El pueblo alborotado, se situó ante el Ayuntamiento, donde también se hayan establecidas las oficinas del juzgado municipal, pidiendo la excarcelación del detenido, y amenazando, si esta no se disponía, con prender fuego al edificio. También pedían los vecinos de Villamalea la destitución del medico, del secretario y no sabemos si de alguien más. De celebrar sería que hubiese tenido pronto y pacifico fin esta protesta".

Según se desprende de la lectura de estas denuncias, el encarcelado fue detenido por oponerse a algún tipo de arbitrariedad que afectaba a un amplio sector de la población, por lo masivo de la respuesta. No se ha podido recoger información oral, por ser este un hecho antiguo. Sin embargo, el hecho nos ilustra una lucha activa. Todos estos sucesos, así como las circunstancias políticas en que se desarrollan, serán trastocados por la IIª República, que si bien no elimina las causas que la provocan, si crean la base para que puedan comenzar a organizarse las fuerzas sindicales en la localidad. La Unión General de Trabajadores (UGT) y su dirección comunista en Villamalea. Fundada en 1888 como rama sindical del PSOE10, la UGT afilió a socialistas, militantes de otros partidos e independientes. Concretamente en Albacete, parte de los dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Tierra, FTT-UGT, fueron comunistas o militantes de otras organizaciones. Es el caso de Salustiano García, antiguo socialista, que fue del Comité Provincial del PCE y presidente de la FTT-UGT de Albacete; o Antonio Palomares, comunista y candidato a Cortes en 1933, secretario provincial de la FTT–UGT.11 La UGT en Villamalea tiene una historia singular. Ya adelantamos como es el PCE quien crea la UGT en la villa. Luis García había sido el primer dirigente de izquierdas que introdujo una 9

El liberal. Madrid, 21 de enero de 1897. La UGT “...constituía una sindical de tipo democrático social ordinario, moderado, y disciplinado, y sin ningún objetivo revolucionario inmediato. Sus huelgas fueron pacificas y encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores”, señala G. Brenan, op. cit. p.164. En el caso de la provincia de Albacete, la Federación de Trabajadores de la Tierra, FTT-UGT tuvo un gran peso, y colaboró a la venida de la República. Mateos y Sánchez señalan que: "el Partido Socialista, y la sindical UGT, tolerados durante el régimen de Primo de Rivera, fueron las piezas esenciales del nuevo orden en el mundo rural. Las "Casas del Pueblo", la rebotica de aldea -donde el farmacéutico, el medico y el maestro habían planeado tantas veces la conspiración- y los funcionarios... actuaron de fermento, es donde creció el espíritu republicano y socialista”. 11 Mateos y Sánchez señalan también que es un error identificar a UGT con PSOE en todos los casos, por agrupar UGT a trabajadores de tendencias varias, concretamente en Albacete la FTT.

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organización clasista, y también sindical. Varias veces se había planteado el crear un sindicato de masas, que aglutinase a jornaleros y campesinos. El problema que se les planteaba a los comunistas era el que ellos carecían de sindicato propio, por lo que posponían la decisión. El intento por parte de la derecha de crear un sindicato amarillo, aceleró el proceso. Molinero lo cuenta así: "Al proclamarse la República, como yo tenia prestigio entre los jornaleros, ya que había dado mucho la cara, me llamaron una noche al Centro Republicano, y dos que eran de derecha republicana, se dedicaron a darme mucha "coba", proponiéndome que formase y dirigiese un sindicato, que a mí me olía amarillo. Me faltó el tiempo para ir a contárselo a Don Luis, que después de pensárselo, me dijo: -Antes de que esos creen cualquier sindicato que divida a la clase trabajadora, lo vamos a crear nosotros. Así tendremos un organismo de masas; los que no conozcan el partido, al menos estarán sindicados. Me mandó a Albacete para contactar con gentes conocidas, que me asesoraron de lo que debía hacer. Después estuve en la UGT de Albacete, y a los pocos días creamos la UGT en Villamalea. Esto fue a principios de 1931. Pronto fuimos casi 40 afiliados. Pero enseguida empezaron a meter miedo, a amenazar y a asustarnos, y en pocos días quedamos 11. Pero, los pocos que no nos rajemos, seguimos adelante. Entre Cesáreo García, el Marrajá y yo, empezamos a poner en marcha el sindicato. Los tres éramos jornaleros y muy conocidos entre los vecinos. Aunque los tres éramos comunistas, lo ocultábamos. Para muchos el ser de UGT era ser socialista, pero eso no era cierto en Villamalea. Después de meses se apuntaron dos más. Trece fuimos durante muchos meses, y entre todos fundamos la primera Casa del Pueblo". La situación local hace que sea el PCE quien decida crear la UGT en 1931. A pesar de que en 1932 los comunistas crearon la CGTU, en Villamalea potenciaran la UGT, y esto por dos motivos: 1º.- La creación de la CGTU local hubiese supuesto el que los comunistas de la villa hubieran sido conocidos como tales, con el riesgo de ser marginados. 2º.- De crear un nuevo sindicato, la clase obrera se hubiese dividido. Este punto pesaba más que el 1º, pues la debilidad -en 1932- de UGT, no podía ser acentuada con fraccionamientos. Germán Carrasco decía: “Nuestra fuerza está en la unión." Y así lo hicieron. Durante la IIª República, los comunistas consiguen que no se cree otro sindicato, evitando con habilidad el que se forme la CNT, a pesar de que existiese un grupo libertario. El dirigente anarquista local -Bernardo Parra-, colabora con la UGT hasta después de empezar la Guerra Civil, en que forma la CNT-FAI. El que los comunistas de Villamalea mantuvieran su decisión de permanecer en la UGT, adelantándose a la fusión posterior de la GGTU con dicha central sindical, es un hecho que contribuyó a reforzar la dirección de dicha sindicato, a favor de los comunistas, contribuyendo a ser caja de resonancia de su política. Por otra parte, la línea moderada del PCE no desentonaba de la política sindical de UGT. El desarrollo de la UGT en la villa fue lento en los primeros años de la República. El temor a la afiliación es continuo. "Por ser pocos al principio -cuenta Cesáreo García- los patronos nos presionaban. Mandaban a la Guardia Civil donde nos reuníamos, y nos desalojaban. El teniente del puesto nos traía fritos. Decía que cumplía ordenes y debía ser verdad. Hasta que no organizamos una protesta en Albacete, no nos dejaron tranquilos”. La actividad sindical fue escasa durante 1931, 1932 y 1933. A partir de 1934 aumentó considerablemente. Del 31 al 33 se limitaban a reuniones, donde se leía "El obrero de la tierra", propaganda y comunicados de la FTT-UGT. No había reivindicación alguna. Su única actividad era tratar de ampliar la base sindical. El triunfo de las derechas en 1933 provocó el temor a sindicarse, sí bien las duras condiciones la favorecían. La UGT empezó a ser vista con creciente simpatía. La revolución de Asturias –1934causó gran revuelo, contribuyendo en ello partidos y sindicatos. A partir de la fecha comienza una rápida afiliación, que culminará en 1936. En vísperas de las elecciones de febrero de 1936, la sindicación a UGT era masiva y agrupaba a más de 600 vecinos.

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2º.- El auge de la izquierda en Villamalea republicana. Del 14 de abril de 1931 a la sublevación militar del 18 de julio de 1936. Las elecciones del 12 de abril de 1931 originan la caída de Alfonso XIII, y la proclamación de la IIª República española. El entusiasmo de una gran parte de la población se hizo patente. Las elecciones municipales habían abierto la perspectiva de acceso al poder a sectores hasta entonces marginados. A los pocos días de proclamarse el régimen republicano, aparece el primer decreto que modificó el censo de 1930, y amplió la edad del voto, reduciendo la edad de 25 a 23 años.12 Se modifican las leyes electorales, favoreciéndose a los partidos organizados, y perdiendo peso político las personalidades individuales tradicionales y los caciques. Los sectores conservadores y oligárquicos pierden terreno político, si bien mantienen intactos los resortes económicos y sociales en sus respectivos feudos. En la provincia de Albacete, un amplio sector oligárquico y terrateniente, hegemónico a lo largo de décadas, vio mermada su influencia, mientras que los partidos republicanos y socialistas ganaban espacio político. En las elecciones de 1931, las zonas rurales habían votado concejales monárquicos, por la influencia de los caciques. La República irá frenando sus poderes omnipotentes con todo un paquete de medidas de todo tipo. El nuevo régimen republicano favorecía el ascenso político de un sector del proletariado -a través del PSOE-, de la pequeña y mediana burguesía y capas medias. 2. 1.- De la proclamación de la República a las elecciones de 1933: José Valera, alcalde republicano, 1931. En Villamalea triunfaron los concejales republicanos, encabezados por José Valera, amigo de Arturo Cortes, republicano de Azaña, y primer gobernador republicano de Albacete. José Valera seria el primer alcalde republicano de Villamalea. La corriente republicana de un sector de la burguesía local, había conseguido colocar a sus candidatos. Jornaleros y campesinos seguían desorganizados y sin organización propia. "Había mucho descontento entre la clase obrera. Los patronos que habían votado para instaurar la República no mandaban jornales. Esto lo hacían como un medio de sembrar el pánico, la intriga, el malestar entre los trabajadores". Juan Soriano está recogiendo las primeras reacciones al nuevo régimen. No es que toda la burguesía local boicotease la República, pues era una república burguesa, sino que un sector de la misma veía con desconfianza ciertas medidas que se preveían, y temían por sus propiedades e intereses. Es el mismo Soriano el que señala que el Ayuntamiento no cambió, y que lo más importante que hizo el alcalde fue “darle la titularidad de la farmacia a su cuñado... hizo como todos, barrer para dentro". Sin embargo, a pesar de lo que dice Soriano, la realidad es que se había iniciado un proceso lento, pero paulatino, en la toma de conciencia y en la creación y desarrollo de los partidos políticos y sindicatos de clase. La izquierda está reducida a unas células del PCE y a un pequeño sector de republicanos democráticos. Cuando la derecha trata de crear un sindicato amarillo, la izquierda -con más reflejos- crea la UGT con los elementos más representativos de los jornaleros y pequeños campesinos. El desarrollo de la FTT-UGT se vio frenado por la burguesía local, que veía con malos ojos el que los jornaleros se organizasen, presionando de todas las formas posibles. La amenaza del paro en una época de crisis -por la abundancia de mano de obra en paro- hace retroceder e inhibirse a la mayoría. Sebastián Pérez es elocuente en este sentido: "Trabajaba de mozo de mulas. Labraba y roturaba los campos. Cuando se creó la Casa del Pueblo empecé a asistir a las reuniones. Enseguida me lo prohibió el amo. El mayoral decía que no fuese, aunque no reivindicábamos nada. Me amenazaron con echarme. Como era joven, me despedí. A los pocos días me llamaron de nuevo, pues les hacia mucho papel, y no se volvieron a meter conmigo. La UGT la llevaban los parados. Había mucho miedo a perder el trabajo, sobre todo los que estaban casados y tenían familia. Era difícil moverse cuando te tenían agarrado del cuello. La vida era dura. ¿Y cuando no?" 12

En Villamalea votaba, según el censo de 1930, el 14% de la población. Con la legislación republicana de 1931 el derecho al voto será de un 56%.

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El Ayuntamiento como institución siguió estando controlado por la misma burguesía que lo había hecha siempre. En los primeros momentos, se trata de cambiar de imagen y se cesa a varios empleados. En una sesión se ve “... la necesidad de practicar minuciosamente, por funcionarios técnicos, una inspección a la administración municipal del Ayuntamiento durante los últimos quince años y muy especialmente desde el advenimiento del Gobierno de la Dictadura del 13 de septiembre de 1923, hasta la proclamación de la República". La corrupción y la arbitrariedad habían sido demasiado evidentes para que lo nuevos concejales no tratasen de dar nueva imagen. Se destituye al secretario, al alguacil y al guarda mayor "a causa de la campaña tendenciosa hecha públicamente en contra del Ayuntamiento... y por ser contrarios al régimen actual". La estructura permanece. La antigua corporación que ante la Dictadura de 1923 se disolvía "sin oposición ni protesta alguna", con la República se declaraba con "sentimientos republicanos, a los que con tanta ilusión hemos cooperado, para instaurar en España la República de libertad, justicia y democracia". ¿A que respondía este cambio de actitud, ya que era la misma clase social la que seguía detentando el control municipal? Al deseo de cambiar, modificando algunas de las formas inservibles. En Villamalea, los decretos de Largo Caballero sobre la Ley de Términos Municipales y de Jurados Mixtos no tuvieron repercusión.13 El poder tradicional seguía intacto. Hay que señalar que realmente existía esa armonía interclasista, que mantenía una relación de dominación-sumisión, aceptada por las capas populares. Los descontentos tenían pocas posibilidades de cambiar, y optaban por potenciar la UGT. Poco a poco, esta minoría se hará mayoría, hasta que en 1936 será hegemónica. La burguesía mantiene su expansión económica y su capacidad emprendedora. La Reforma Agraria que ha comenzado no repercute en Villamalea; la burguesía crea puestos de trabajo, incrementa la riqueza, tiene un trato paternalista con los asalariados, les ayuda en algunos acontecimientos -bodas nacimiento de un hijo, un accidente, etc.-, lo que contribuye a fortalecer el vínculo amo-jornalero; se mantienen bien las relaciones tradicionales agrarias. 2. 2.- Las elecciones a Cortes de 1931. Por todos estos motivos, las elecciones a Cortes Constituyente de 1931, no representan ningún reto para las fuerzas económicas de la villa. No por ello dejan de utilizar la presión y coerción tan eficazmente como en las épocas anteriores. De todas formas no existían rivales, pues el proceso de toma de conciencia estaba empezando a crearse. Jornaleros y campesinos siguen instrumentalizados, y votan como antaño. La inercia y los poderes tradicionales mantienen su hegemonía. Estas primeras elecciones en Villamalea las gana la derecha. Se defienden los valores agrarios típicos: familia, propiedad, religión, patria, etc. El PCE y la UGT son minoritarios, recomendando ambas organizaciones -formadas por comunistas fundamentalmente- el voto al PSOE, ya que el PCE no presentaba candidatos propios. Esto da base a la confusión en torno al PCE, pues se mantiene la clandestinidad, y lleva a que se piense que son socialistas. La misma situación de que la UGT sea dirigida por los comunistas contribuye a la confusión. He ahí por que no se crea nunca el PSOE como organización, ya que al mismo tiempo el PCE no está interesado en que se forme. El B. O. de la Provincia de Albacete no recoge los datos de Villamalea (de los 86 pueblos de la provincia, no se recogen dos, Villamalea uno de ellos). En la provincia de Albacete, los resultados fueron los siguientes: Socialistas Republicanos de izquierda Republicanos de derechas No republicanos 13

Votos 83.498 107.715 63.359 26.474

% 30% 38,6 22,7 9,4

La ley de Términos Municipales: "era considerada por la FNTT como una conquista social importante para el campo, ya que suponía que los propietarios no pudieran por un lado disminuir los salarios y por otro, utilizar esquiroles para solventar las huelgas campesinas. Esto era cierto tan solo desde el punto de vista formal, ya que, de hecho, la ley de Términos Municipales fue pocas veces aplicada por pacto mutuo entre trabajadores y patronos. Sin embargo, su sola existencia suponía, en efecto, una seria amenaza para los grandes propietarios...”. Sevilla-Guzmán, “La evolución del campesinado en España”, Barcelona, 1977, pagina 110.

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Se proclamaran candidatos electos: 2 de Acción Republicana (Velao y Mirasol), 2 socialistas (Fabra y Viñas), 1 Radical (Alfaro) y 1 Radical-Socialista (Alcázar).14 La vía férrea mejora el empleo rural.- Despues de las elecciones, la vida local comienza a cambiar. Aumenta el paro por la crisis económica. Este paro se palió durante periodos intermitentes por la construcción de la vía férrea Baeza-Utiel. Uno de los tramos recorría el Partido Judicial de Casas- Ibáñez, y pasaba por el termino municipal de Villamalea. El efecto positivo es claro. Un sector de la población encontraba ocupación en la construcción de la vía férrea, y de esta forma un jornal estable temporalmente, al mismo tiempo que aliviaba el ejercito de parados local.15 La construcción de la vía férrea aparece unida al apellido Ochando. Un Ochando es el Ingeniero-Jefe de Obras Publicas de Albacete, y despues de Valencia: Román Ochando y Valera. El tramo comenzó a construirse en 1928, ocupando al vecindario de la zona y a inmigrantes de otras zonas, alcanzando los 6.000 obreros, según épocas. Se construyen puentes, túneles, se allana el terreno, etc. En el ámbito de conciencia de clase, la construcción del tramo supuso un paso importante. Una comunidad hasta entonces agrícola y aislada, se ve de pronto inundada con gentes venidas de otras zonas; la concentración obrera abre las posibilidades de reivindicar y luchar por unas mejoras de vida y salario. Casi dos centenares de jornaleros de Villamalea se desplazan diariamente a la vía. El trabajo es duro, pero bien pagado para los salarios de la época.16 Ahora bien, el riesgo de accidente es elevado y constante, sobre todo para los que se dedicaban a los túneles. La vía férrea trae los primeros conflictos. Las condiciones de trabajo provocan la protesta y la solidaridad -sentimiento de clase poco habitual entre la población campesina-. La subcontrata y el destajo incrementaba el numero de accidentes, con la consiguiente cohesión de los trabajadores. De Villamalea salían de madrugada varias docenas de vecinos a la vía, regresando a la caída del sol. Los obreros procedentes de otras provincias pernoctaban al aire libre, o bien en cobertizos y cuadras, lo que proporcionaba un ingreso a los hortelanos, por alojamiento y venta de productos alimenticios. Todo ello contribuía a crear riqueza en el termino municipal. Hay que señalar el papel electoral de la construcción de la línea férrea Baeza-Utiel en la provincia de Albacete, y sobre todo en los partidos judiciales por que atravesaba. El clan de los Ochando supo sacar en todo momento buenos dividendos políticos de su construcción. En las elecciones a diputados por Albacete, por Acción Republicana, se había presentado Antonio Velao, a la sazón director general de Ferrocarriles, lo que le daba un peso importante en las elecciones. Tanto es así, que a pesar de la mucha propaganda en contra acusándolo de "desconocido" y a su política de "muy discutible", Velao fue el candidato más votado de Albacete (72,8% de los votos emitidos). Sánchez y Mateos señalan que: “fue sobre todas las cosas la promesa publica a los medios de comunicación de que las obras del ferrocarril Baeza-Utiel tendría pronta continuación, lo que harán de Velao un hombre popular al electorado de Albacete. Estas obras, en la parte que concierne a la provincia de Albacete, no han de sufrir suspensión de ninguna clase, sino, por el contrario, para el próximo otoño es propósito superior el activarlas hasta el limite máximo que los

14

El libro de J. Sánchez y M. A. Mateos “Elecciones y partidos políticos en Albacete durante la IIª Republica.1931-1936”, Albacete 1977, recoge, con amplio detalle, los resultados y el comportamiento electoral de las elecciones de 1931, 1933 y 1936. 15 E. Alcaraz señala, sobre la vía férrea, que era estratégica y "que partiendo de Requena en la provincia de Valencia, atravesará en Albacete los distritos de Casas Ibáñez, La Roda y la capital y Alcaraz, bifurcándose en este punto para enviar un ramal a Baeza... sí se construye esta vía, gran porvenir espera a la provincia en general y especialmente a los distritos de Casas Ibáñez y Alcaraz...”, op. cit., pagina 54. Recordemos que ambos distritos eran ochandistas. En Villamalea, la mención a dicha vía aparece reflejada por vez primera en el acta de sesiones del Ayuntamiento de 12.10.1904. 16 El salario variaba según trabajo: los pinches ganaban 2,50 pts/día. Los peones 4 Pts. Los mineros 7,50 Pts. Los canteros y mamposteros -trabajo duro, peligroso y especializado- 12 Pts. En las faenas agrícolas, ningún trabajo llegaba a cobrar más de 4 pts/día, siendo de sol a sol la jornada, mientras que en la vía férrea eran 8 horas de trabajo/día.

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criterios consientan, no solo para proporcionar el trabajo necesario a la clase obrera, sino para avanzar en la construcción de la línea”.17 El clan Ochando, conocedor y máximo beneficiario de la vía férrea, tanto política como económicamente, aboga continuamente en favor de su continuidad. Su periódico publicaba el 20 de noviembre de 1931: "El domingo pasado se reunieron en el Ayuntamiento de Casas Ibáñez representaciones de los de Venta del Moro, Casas de Ves, Alborea... enviaron adhesión los de Albacete, Utiel, Pozo Lorente, Valdeganga y Villamalea, y se acordó que una comisión de los pueblos a los que afecta el ferrocarril irán a Madrid a recabar del Gobierno que las obras sigan su marcha normal, con objeto de que todos los obreros de la zona Albacete-Utiel tengan trabajo este invierno”. Los Ochando luchan por no perder su peso político -ya en decadencia-; así Román Ochando se dirige a Alcalá Zamora para solicitar que se continúen las obras. Román Ochando en su telegrama a Niceto Alcalá Zamora le rogaba para que: “...apoye intensificación obras ferrocarril Baeza-Utiel cerca de mí respetado jefe Ministro de Fomento... pues es un asunto de mayor interés de mi vida, ya que de conseguirlo se solucionaría este invierno crisis obrera de mi pueblo y de todos los demás interesados en la construcción de esta obra".18 En 1933 obtendría un escaño de diputado. Las tradicionales buenas relaciones entre propietarios, Guardia Civil, instituciones municipales, etc. eran aceptadas. Por el contrario, los ugetistas no dejaban de ser molestados, amenazados y despedidos por los patrones. No por ello se enturbiaba la buena armonía interclasista entre patronos y jornaleros. Los conflictos seguían siendo en esta época los derivados del monte publico La Derrubiada. En esto coinciden los testimonios de los conservadores y la izquierda. Eran prematuras las tensiones que surgirían hacia el año 1935-36, y de una forma organizada a partir de febrero de 1936, con el triunfo del Frente Popular en la localidad. Las relaciones interclasistas quedan reflejadas en las tertulias de la peña “La Radio”, creada para escucharla, y más tarde centro de polémicas y debates. Cuenta Juan Soriano: “En esta peña estabamos todas las clases sociales: había patrones, comerciantes, hombres de carrera, agricultores, estudiantes, obreros... se comentaban y se discutían los hechos más sobresalientes que en España sucedían... la agricultura era tema obligado de conversación todos los días, por ser la vida y la necesidad, tantos a unos como a otros. Las discusiones, la mayoría de las veces, eran acaloradas y fuertes, pues el punto de vista de los interlocutores era diferente en muchos aspectos. Unos eran conservadores y otros progresistas... Los conservadores defendían el sistema y los fundamentos políticos establecidos por este sistema... el orden, la religión, la justicia y la paz. Lo progresistas decían: -¿Dónde está la justicia y el orden? ¿Dónde está esa religión y esa moral que nos quieren hacer ver? ¡Nosotros no vemos por ningún lado eso que dicen Uds.! Nosotros queremos reformar la sociedad, que sea más justa para repartir equitativamente... vemos que la sociedad burguesa capitalista es la causa de los grandes males que los trabajadores y las clases medias padecen...”. “La Radio” era el reflejo del ambiente de los debates de la época. Soriano señala: “En estas luchas dialécticas, en las que cada uno defendía con ardor sus posiciones y argumentos, no veía por ningún lado, ninguna clase de enemistad, tanto por parte de unos como de otros”. Eran prematuras las tensiones que surgirían a partir del triunfo del Frente Popular. Luis García acaba Medicina en 1932, y se instala en Villamalea, convirtiéndose en el motor de la vida política local; al mismo tiempo consolida el Radio Comunista local y contribuye a extender el PCE en la zona.

17 18

J. Sánchez y M. A. Mateos. Op. cit., pagina 84. La Voz del Distrito, 20 de noviembre de 1931.

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La conflictividad, base del auge de la izquierda durante el Bienio Negro. 1933 / 15 febrero de 1936. Las elecciones de 1933 van a estar marcadas por el signo de la crisis económica iniciada en 1929. En este periodo, los conflictos sociales se agudizan, aumentando las cifras de paro en la villa, siguiendo la tónica del país. En el contexto nacional, la derecha se agrupa y la izquierda se divide. En Albacete proliferan las candidaturas, perjudicándose la izquierda burguesa y los partidos de izquierda. La virulencia de la campaña es grande.19 En Villamalea, el peso de la derecha se hace sentir con fuerza, tratándose de atraer el voto de las mujeres, desarrollando una campaña de albacetismo contra los cuneros en su mayoría de izquierdas, al mismo tiempo que procurando que los personajes más conocidos de la derecha sean candidatos -caso de Roman Ochando en Casas Ibáñez-. De ahí que la vía férrea sea uno de los puntos claves del programa electoral ochandista. Se ataca al marxismo, se defiende a la familia, la religión y la Iglesia; la propiedad privada, por el temor de los propietarios a las recientes leyes que amenazan sus intereses, es un punto básico. La vida local de Villamalea se anima. Aparecen por vez primera oradores de todas las tendencias, que se dirigen en mítines y actos públicos a la población. “Unos daban comida, cigarros, se deshacían en invitaciones y todas esas cosas. Una de las primeras ventajas de la República al hacer elecciones libres, era que los amos estaban obligados a tratarnos bien antes de las votaciones, para que votásemos a sus candidatos20 –cuenta Molinero-. Las derechas trajeron sus oradores. Nosotros fuimos a Albacete a buscar a los nuestros. Hicieron los mítines en el teatro "El obrero". La derecha trajo a Esteban Mirasol21l, que era un industrial muy rico. Nosotros trajimos a tres estudiantes. Al acabar Mirasol digo: -Bueno, ahora van a hablar otros, así que no os vayáis. Se subió uno de los estudiantes a la tarima y empezó a decir: -¡Camaradas!, lo primero que os tengo que decir es que todo lo que os ha dicho Mirasol es mentira. Es uno de los que más obreros tiene de Albacete, más de 3.000. Os dice que va a subir los jornales. Va a ser al revés, si gana los baja. Si ganamos nosotros os mejoraremos. Mirasol que salía, se volvió y gritó furioso: -¡No le hagáis caso, es un comunista! Todos los pudientes se salieron del local. Entonces eso de ser comunista no se sabía muy bien la que era". El mitin no acabó en eso. "Al montar Mirasol y sus acompañantes en el coche -cuenta Narcisose lo encontraron con las ruedas "pinchás". Entre Germán Carrasco y Marrajá, con una aguja de coser alpargatas, le "cosieron" los neumáticos. Nos hinchamos a reír. Germán decía: ¡A ver si no vuelven!” Este tipo de acciones era una manifestación de izquierdismo del PCE, que en ese momento no matizaba las opciones políticas. Mirasol obtendría un escaño en 1931, con un 67,7%, perdiéndolo en

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Se presentaran las siguientes candidaturas: 1.- Coalición Republicana: Partido Radical. Alfaro, Blanc y Ochando. 2.- PSOE: Prats, Martínez, Hervás, Landrove, Díaz y Marban. 3.- Acción Republicana. Velao y Mirasol. 4.- Partido Radical Socialista: M. Martínez y Yagüe. 5.- Acción Popular: Bernabé y Gracia. 6.- Partido Comunista: Bravo, Angulo, García y Palomares. 7,- Independiente Agrario: García Guijada. Fuente: Mateos y Sánchez, op. cit. Pág. 120 20 El Diario de Albacete decía que no se interesaba por la política, pero que en las elecciones lo hacia para combatir al marxismo "porque va contra la propiedad, la familia, el orden y la patria. Materia y solo materia es lo que le alienta. Todos los principios fundamentales del marxismo están condenados por la Iglesia. Votad contra el marxismo. Ese es el deber en conciencia de todos los electores para defender a España y a la religión.” Mateos y Sánchez, Pág. 126. 21 Esteban Mirasol Ruiz, abogado, había sido ayudante de Jiménez de Asúa en la cátedra de Derecho Penal. Era de Acción Republicana. "Procedía de familia de laboriosos comerciantes, su padre era representante de vinos... hasta conseguir un activo complejo industrial que comprendía dos fabricas de electricidad y una más de harinas en la Roda. Intelectual brillante, adscrito al Ateneo de Madrid y orador de fluido vocabulario representaba prácticamente la única aportación de albacetismo a las Cortes Constituyentes."

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1933. En 1936 volvería a ocuparlo, siendo votado por los comunistas, como parte del Frente popular. El PCE de Albacete presenta candidatos propios en estas elecciones, más por motivos propagandísticos, que por un escaño que sabia no conseguiría. El PCE acudía a la "contienda electoral sin la menor posibilidad de triunfo pero consciente de que la presencia en la lucha política era necesaria como medio de captación electoral. Sin órgano de expresión en el ámbito local, falto de arraigo en las masas proletarias y campesinas, tradicionalmente afiliadas a UGT y al Partido Socialista, constituía fundamentalmente un núcleo testimonial de muy reducidas bases y cuya candidatura resultaba totalmente desconocida. Encabezaba Justiniano Bravo, natural de Zancara, y primeramente afiliado al PSOE...". El PCE "ha conseguido una reducida presencia a la altura de 1933... porcentajes superiores al 1% los consigue en Motilleja, Villamalea, Madrigueras y Ontur. La mayoría de los comunistas provenían de las JJ. SS. y el PSOE”.22 La izquierda consigue avanzar sus posiciones en Villamalea, a pesar de la resistencia de los caciques al cambio. Algunos patronos acompañaban a sus empleados hasta el colegio electoral, y allí les entregaban la papeleta, para impedir cambios, ya que había casos en los que los jornaleros cambiaban la papeleta de voto por otra de izquierda en el ultimo momento. Los resultados globales de estas elecciones, en Albacete, dieron un triunfo a la derecha (Coalición Republicana, Acción Popular y Agrarios Independientes) con un 67,7% de los votos emitidos, obteniendo la izquierda (PSOE, PCE, Acción Republicana y otros) un 32,3%. Los resultados electorales en el termino municipal de Villamalea fueron los siguientes:

Resultados electorales. Villamalea. 1933 Derecha Coalición Republicana J. Martínez R. Ochando P. Acacio J. Blanc E. Alfaro Acción Popular A. Bernabeu C. Gracia Agrarios Independientes R. García Otros Izquierda PSOE J. Prats E. Martínez F. Landrove S. Marban A. Diez PCE J. Bravo A. Angulo S. García A. Palomares Acción republicana E. Mirasol A. Velao

22

Distrito nº 1 Sección 1 Sección 2

Distrito nº 2 Sección 1 Sección 2

Total

189 187 189 173 171

166 159 164 143 144

191 190 190 190 190

169 157 177 163 158

715 693 710 669 663

35 -

37 5

3 1

8 3

83 9

17

10 18

3 22

7 32

20 89

53 53 53 53 53

58 58 58 57 56

40 40 40 40 40

99 100 100 100 98

250 251 251 251 248

7 7 7 7

6 6 6 6

1 1 1 1

8 8 8 8

22 22 22 22

27 27

31 30

26 26

47 47

131 130

Mateos y Sánchez, paginas 119 y siguientes.

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Resumiendo, podemos decir que la orientación del voto en estas elecciones era la siguiente: Derecha Coalición Republicana Acción Popular Agrarios Independientes Otros Total parcial Izquierda PSOE PCE Acción Republicana Total parcial Total

Votos 690 46 20 89 845

% 55,3 3,6 1,6 7,3 67,7

250 22 130 402 1.247

20 1,7 10,4 32,3 100

Como datos complementarios de relación entre numero de electores y votantes tenemos el siguiente cuadro: Villamalea. 1933. Total población Electores Votantes

3.300 1.845 1.247

% del total 100 56 38

% votantes sobre electores -100 67,7

Fuente: B. O. de la Provincia de Albacete. 21.11.1933. A. H. P. de A. y Mateos y Sánchez.

La falta de datos sobre los resultados de 1931 en Villamalea nos impide conocer la evolución del voto, si bien en 1933 comprobamos el claro predominio de la derecha local. En el ámbito provincial23 y nacional el triunfo de la derecha fue aplastante. La izquierda es casi barrida del parlamento. El PSOE bajó de 116 escaños en 1931 a 58 escaños. Esquerra Catalana pasó de 49 a 16 escaños. La derecha, de 42 escaños en 1931 obtuvo 207 en 1933, siendo 110 de la CEDA. La desunión de la izquierda, junto con la abstención de los anarquistas, favoreció el triunfo de las derechas. Las elecciones de 1933 habían vuelto a demostrar como los patronos y caciques seguían imponiendo a sus candidatos.24 Hacemos hincapié en esta influencia de la derecha, pues a partir de 1933 se iba a desarrollar rápidamente una concienciación de jornaleros y clases populares que darían un giro en el panorama político local. Las repercusiones del triunfo de la derecha no se hacen esperar. El Gobierno no apoya a los campesinos. Se pierden gran parte de las ventajas de los años anteriores. Comienza a reprimirse -en las zonas rurales- toda protesta a través de la Guardia Civil. La conflictividad aumenta, provocando una participación mayor de la población. El paro, la crisis económica, las continuas interrupciones en la construcción de la vía férrea, etc. promueven una mayor audiencia de los sindicatos de clase, entre campesinos, jornaleros y capas desfavorecidas. La UGT aumenta sus afiliados. La burguesía se vuelve más intransigente y dura en sus actuaciones, lo que radicaliza a jornaleros y asalariados. La amenaza de no dar trabajo es una realidad cotidiana. La comunidad se agita y se abre una expectativa para los partidos de izquierdas y la UGT. Los mítines y reuniones se ven cada vez más concurridos. El aumento del paro atrae a los desocupados hacia las organizaciones de la izquierda. 23

De los 7 diputados, 5 eran de derechas: 3 radicales, 1 agrario y 1 independiente, que formaban la Coalición Republicana. Los otros 2 eran del PSOE: Prats y M. Heras. 24 En Villamalea es valido el comentario que hace Sevilla-Guzmán de la influencia del patrono sobre la población campesina: "Los sectores sociales que hemos denominado "clases locales de servicio" de los grandes propietarios, y que van desde los "administradores de pueblo", a los guardas, caseros y obreros fijos que viven en el cortijo, pasando por los criados y sirvientes que mantienen las casas de los pueblos, junto con sus familias respectivas, constituían un considerable numero de electores a los que se le exigía el voto. Un sector, no menos despreciable de las clases de servicio lo constituían los “pegaos” a una determinada finca (obreros eventuales a los que se contrataba preferentemente por haber demostrado cierta lealtad), quienes encontraban cierta seguridad económica para ellos y sus familiares a través del voto”. Op. cit., pagina 105.

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Como reacción, la derecha se agrupa para reprimir y obstaculizar a la UGT, cada vez más numerosa, perdiendo fuerza la amenaza y la Guardia Civil. La conflictividad y la tensión crecen por momentos. 1934 será un año difícil en Villamalea -como en el resto del país-, a pesar de no tener apenas incidencia la huelga campesina lanzada por la FTT-UGT -en junio de 1934-, ni la revolución de octubre en Asturias. Sin embargo, el malestar es evidente. El hecho de existir una concentración obrera importante en torno a la construcción de la vía férrea, es razón suficiente para que la Guardia Civil haga su aparición masiva en la zona, dispuesta a reprimir cualquier conato de desorden. La mínima y justificada protesta es la causa de detenciones, acompañada de una violenta represión y encarcelamiento. Villamalea se atemoriza. La censura impide las noticias en la prensa, pero los rumores e informaciones llegan a través de la UGT y los partidos políticos. Se comenta la terrible represión a que se ha sometiendo a Asturias, la entrada violenta de la Legión, el numero de muertos, la brutalidad, la tortura, y los miles de presos que llenan las cárceles. En la peña “la Radio”, en la Casa del Pueblo, en plazas y casinos se comentan y extienden rumores sobre estos hechos. En este ambiente se crea el primer núcleo libertario, que se organiza en un Ateneo Cultural. Despues de la rebelión militar de 1936 se creará la CNT y la FAI. El giro conservador de 1933 empeora la situación del campo. Los salarios pierden poder adquisitivo, mientras que la UGT no consigue imponer la bolsa de trabajo. Ahora bien, todos estos hechos provocan una toma de conciencia que se va manifestando en la creciente conflictividad. La conflictividad. En 1935, la vía férrea y el monte publico, polarizan la conflictividad local. En la vía férrea las tensiones eran fuertes debido a los salarios y los riesgos del trabajo. La distinta procedencia de los obreros, el origen rural de muchos de ellos, el sistema de subcontratación, etc. impedían la reivindicación colectiva. A veces intervenía el Ayuntamiento en la negociación de los salarios por pagarse menos de lo estipulado. Eladio Bueno cuenta la primera huelga en la que participaron trabajadores de Villamalea, en 1935: "La izquierda estaba muy perseguida a raíz de lo de Asturias del 34. Esto era un hervidero de guardias civiles, y nadie se movió. Al que pedía algo, lo agarraban y se la llevaban. Unos volvían, otros no. Por pedir tus derechos te detenían. En 1935 hubo una huelga importante, pues construíamos un túnel, y nos enteramos de que pagaban menos, defraudándonos en los salarios. Protestamos. Un maestro de Tamayo -que era del PSOE- nos llevó a la huelga. Nos robaban 1,50 Pts. al día”. Otro jornalero cuenta como la toma de conciencia se había hecho más fuerte y patente desde 1934, pues "sabíamos que algo importante se estaba cociendo. Cuando vimos que cada día había más guardias civiles, supimos que temían que aquí pasase lo de Asturias. Teníamos mucha dinamita para los túneles, y eso los atemorizaba. Los partidos de la izquierda empezaron a coger fuerza, y supimos lo que podía ser el fascismo. Pero en el 34 aquí no pasó nada, si bien todo aquello nos golpeó mucho”. Como consecuencia del paro y del hambre, La Derrubiada -como monte publico- se vio más concurrida por los vecinos carentes de medios de vida; la prohibición es la causa de la conflictividad creciente. Históricamente La Derrubiada perteneció al Marqués de Villena -4.500 ha, que representaban un tercio del termino-, que las cedió al Ayuntamiento para sufragar los gastos municipales. Anualmente se subastaba su explotación; el arrendatario tenía derecho a unos productos limitados de antemano. La debilidad de las economías familiares hacia que muchos vecinos recurriesen al monte para recoger esparto, leñas, roturar tierras o hacer carboneras. Estos hechos eran considerados delictivos, con la consiguiente detención y multa de los infractores que eran encontrados con las manos en la masa. La detención y expropiación de lo extraído del monte era la primera medida. Tenia su lógica económica ya que así se evitaba la destrucción de estos bienes en un plazo breve, ya que la riqueza forestal se reponía cíclicamente. El lado negativo era el que tan solo determinados vecinos recurrían al usufructo de los bienes comunales sin contraprestación ni represalia alguna, gracias a su status social. No ocurría a con el resto de la población: "Nosotros no podíamos cortar pinos, pero los "pudientes" lo hacían cuando querían. Entonces el forestal no los ”veía”. Le decían: "hay no salgas

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que habrá “cortada”. Y no salían. A los demás nos agarraban, multa y unos días a la sombra”.25 Los beneficiarios de la tala de leña, las carboneras, el esparto, etc, eran los propietarios, que los compraban para sus fabricas de alcohol, o su uso personal. Como conocían su procedencia la pagaban a bajo precio y no lo denunciaban. Era corriente que los forestales o la Guardia Civil esperasen a los posibles ”cortadores” de leña en “La Ceja”, lugar de paso obligado, para detenerlos. Había una cierta consciencia entre los "cortadores" de que cortar sin orden, “pelaría” el monte. “¿Pero de que íbamos a vivir o calentarnos en invierno? Con el dinero de la venta comprábamos guijas y almortas para comer". Otra posibilidad del monte publico eran las roturaciones de tierras, que si bien eran ilegales, una vez descubiertas, se respetaban tras una multa y una renta anual por la explotación.26 Este sistema de roturaciones ilegales no era patrimonio de los humildes, sino de los grandes propietarios cuyas tierras lindaban con el monte publico. Les bastaba correr el mojón que definía los lindes para aumentar la parcela. A veces era el propio Ayuntamiento quien recurría a las licencias de roturar el monte para financiar obras publicas. Así leemos, por ejemplo, en un acta de sesiones del Ayuntamiento, que para construir escuelas: "podrían arbitrarse los recursos necesarios para que en pocos años llegar a cumplir su ejecución... por un canon de 10 pts/ha, remediándose al mismo tiempo la crisis que viene atravesando la clase obrera".27 Lo que da especialmente significación a La Derrubiada durante la República, y, sobre todo en los años inmediatos a la Guerra Civil, es el doble factor de la crisis -paro, hambre, etc.- con la conciencia política de utilizar los bienes comunales para paliar las necesidades más apremiantes. Y todo ello con el apoyo de la UGT y los partidos de la izquierda. La conflictividad se agudiza en 1934 y 1935. A partir de febrero de 1936 desaparece el problema, pues el municipio está regido por la izquierda, que permite el usufructo no clasista de los bienes comunales. Sin embargo, de 1933 a febrero del 36, La Derrubiada es uno de los focos conflictivos del termino municipal. La izquierda hace campaña a favor de la utilización de los bienes comunales entre los necesitados, al mismo tiempo que la derecha lo reprime. La campaña electoral de las elecciones de 1936. Cinco años de régimen republicano habían abierto perspectivas y despertado contradicciones difíciles de resolver en Villamalea. El Bienio Negro había sido muy conflictivo para un municipio hasta entonces tradicional y tranquilo. La perdida de poder adquisitivo de los salarios, el paro, el hambre, la discriminación contra la izquierda y los sindicatos, la represión, la paralización en la construcción de la vía férrea, y una larga lista de problemas, se unían al creciente auge de la UGT y los partidos políticos progresistas. La campaña para las elecciones no podía presentarse más conflictiva. Las contradicciones salían a flote.28 25

Es corriente leer en las actas de sesiones del Ayuntamiento textos como el siguiente: “por corta reciente de 90 pinos en el monte Derrubiada de estos propios y parajes márgenes del Barranco de los Lobos, cuyos troncos se ha reconocido sin encontrar los pinos ni los autores de la corta". A.M.V. de 7.5.1914. No siempre se desconocía al autor, que era detenido y procesado. Gastón Leval señala en su libro Colectividades libertarías en España, que el “robo de leña era practica habitual durante la IIª República, como forma de subsistir”, Ed. Aguilera, Madrid.1977, pag. 69. 26 Testimonios los encontramos en las actas de sesiones del ayuntamiento. Así leemos: "Se dio cuenta de las relaciones de parcelas arbitrarias que existen en el monte Derrubiada de estos propios, formada en cumplimiento de lo ordenado" (Actas de sesiones del ayuntamiento de Villamalea, de 6 de abril de 1930. AMV). Mateos y Sánchez citan otros casos en la provincia de Albacete, como el caso de Bugarra, cuyas 2/3 partes pertenecen al ayuntamiento y al Estado, y donde un vecino tiene derecho a leñas "pero la forma más directa de beneficio han sido las roturaciones, a expensas de los montes de propios, que tuvieran un extraordinario desarrollo en los años de la República y de la Guerra Civil y sin ninguna contrapartida”. Op. cit. Pagina 37. Similar es el caso de Villamalea, pero pagando una renta de utilización. 27 Actas de sesiones del ayuntamiento de Villamalea, de 7 de noviembre de 1927. AMV. 28 Sevilla-Guzmán resume, acertadamente, el ambiente electoral de las zonas rurales de esta manera: "La defensa de los privilegios agrarios patronales se realizó manteniendo cerrados los locales de los campesinos sin tierra (Casas del Pueblo), impidiendo que llegase cualquier prensa republicana a las comunidades rurales, con excepción de "El Ideal", periódico de la CEDA. En él se incitaba a la violencia contra los izquierdistas, diciendo que con unas cuantas bofetadas se callarían, ya que eran unos cobardes. La insinuación cedista fue puesta en practica; guardaespaldas de los caciques y la Guardia Civil evitaron la propaganda de izquierdas; los carteles fueron arrancados a punta de pistola; las carreteras fueron bloqueadas para evitar el paso de los oradores republicanos; se extendieron rumores de que los jornaleros necesitaban documentación especial para votar; se encarcelaba a los lideres republicanos locales...”, op. cit. Pág. 117.

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La armonía interclasista se resquebraja. UGT, republicanos y comunistas se muestran especialmente activos. En menor medida lo hace F. E. y de las JONS, creada en 1934, con una clientela que no llega a la docena. Mítines, pintadas y carteles, reuniones semiclandestinas, etc. se suceden. Aparecen las primeras consignas pidiendo la unidad de la izquierda. Se consolida, nivel nacional, el Frente Popular de Izquierdas, que aglutina a las fuerzas democráticas, y que tratan de cerrar el paso a la derecha y al fascismo. En Villamalea no solo la izquierda es activa, sino que también la derecha y la Guardia Civil se movilizan. Las presiones para ganar votos se agudiza. Se amenaza, se compran los votos, el votante se ve "agasajado" por el patrón, que busca el voto. En Albacete, el Frente Electoral de izquierdas lo componían: Unión Republicana e Izquierda Republicana (burguesía reformista), PSOE, PCE, UGT y CNT. La derecha la formaban: CEDA, Agrarios Independientes, Radicales y monárquicos. La campaña, por lo que estaba en juego, fue especialmente radical y violenta. La derecha identificaba a la izquierda con Rusia, la masonería, el ateísmo, el ataque a la propiedad privada, la familia y la patria, con el materialismo, etc. Por el contrario, la izquierda pedía la amnistía de los presos de octubre de 1934, luchaba contra el caciquismo, trata de atraerse el voto femenino y presenta un programa moderado. En lo que respecta a la derecha en Villamalea, gozó de todas las ventajas que les daban el poder económico, el control Ayuntamiento, el apoyo de la Guardia Civil y los poderes tradicionales la Iglesia. Por el contrario, la izquierda se veía entorpecida y obstaculizada en su campaña. Hay varios hechos que reflejan el ambiente que se respiraba, y las posturas de los distintos sectores. Los mítines que trata de realizar la izquierda son sistemáticamente prohibidos y obstaculizados por la Guardia Civil, los asistentes amenazados por los patronos con perder el trabajo -cuando lo tienen o el no tenerlo nunca si están en paro-, se amenaza con no dar arriendos o prestamos... Los sucesos de enero de 1936. Un hecho que pone de manifiesto el contexto hostil y conflictivo a que se había llegado en Villamalea, tuvo lugar en enero de 1936, y ponía de relieve el grado de conciencia y combatividad a que había llegado un amplio sector de la población poco antes de las elecciones de 1936. El conflicto surge el 12 de enero. Los fríos habían hecho que muchos campesinos y jornaleros se lanzaran al monte a por leña. La caravana de regreso es interceptada por la guardia civil, que la conduce al Ayuntamiento. “Estábamos Germán Carrasco y yo en el bar de Fidencio, cuando nos contaron lo que pasaba. Era un atropello lo que se estaba haciendo con la gente humilde -cuenta Sebastián Pérez-. Fuimos a la plaza; ya habían descargado la leña cuando el Germán les dijo: -Cargar la leña que para eso la habéis sudado. Había que verlos haciéndole caso. La personalidad de Germán les hizo obedecer. La Guardia Civil se echó encima a cogerlo, pero entre todos los desarmamos. En la época había mucha agitación y se estaba muy lanzado para adelante. Nos echamos los fusiles al hombro y nos fuimos al cine de "La Costerilla". El desacato a las fuerzas del orden y el haber desarmado a los guardias, provocó gran escándalo en la derecha, que vio la ocasión de un escarmiento contra Germán Carrasco, al que consideraban un revolucionario nato. Por la noche llegan refuerzos de otros puestos de la Guardia Civil. Germán Carrasco es detenido de madrugada. “Estaba durmiendo, cuando mi madre me llama y me dice: “Han detenido al Germán” -cuenta su hermano Tirso-. Me voy al Ayuntamiento, y antes de llegar me dan el alto, y me encierran también a mí. Aquello estaba repleto de guardias de toda la zona. Germán era muy conocido y esperaban una respuesta del pueblo". El despliegue espectacular de las fuerzas del orden en el pueblo trata de intimidar al vecindario. Es un reto. La noticia corre. Los vecinos se agrupan y taponan la entrada del Ayuntamiento. Gritan que quieren que suelten a Germán, y a los detenidos. La derecha, ante la proximidad de las elecciones se muestra satisfecha, por lo que representa como prueba de fuerza y escarmiento. Pero el clima se caldea y aparecen garrotes, palos, hoces y otros instrumentos.

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-¡No nos vamos hasta que los suelten! “Germán me dijo: -Si se oye un disparo, nos lanzamos sobre ellos. Hay que quitarles los fusiles. Si no, nos fríen. Desde dentro se oían los gritos. Estaban nerviosos y temíamos que se alterasen y empezaran a disparar sobre la gente. Aquello podía convertirse en una escabechina. No era la primera vez que el pueblo se amotinaba en masa, pero si la primera vez que lo hacía con rabia. La sumisión empezaba a desaparecer”. La respuesta masiva hace retroceder a las autoridades, que no cesan de llamar a Casas Ibáñez y Albacete, temerosos de que asalten el Ayuntamiento. A medio día son puestos en libertad, considerándose una victoria de la izquierda. Al día siguiente harán declaración en el juzgado de Casas Ibáñez. "Declaramos lo que ocurrió. Germán dijo que era injusto quitarle la leña a los humildes. El juez se inhibió y lo pasó a lo militar. Días despues ganaba las elecciones el Frente Popular, dando una amnistía. Cuando el pueblo se enteró nos abrazaban de contento". Estos hechos marcaban una ruptura y daban un giro a la situación. El vecindario protagonizaba la vida local por primera vez, sin represalia posterior. Enfrentamientos cotidianos de menor significación, se sucedían a diario, encrespando por vez primera unas elecciones en la villa. Lo que antes había representado un tramite formal, se trasformaba en una batalla política.

Vecinos de Villamalea en una foto de los años 30. Foto Rosa Verde.

2. 3.- Las elecciones del 16 de febrero de 1936 y el triunfo del Frente Popular. Situaciones como la señalada anteriormente, sólo eran posibles por el nivel de conciencia sindical y política que se había alcanzado. Así se frenaban los abusos de caciques y derecha local, que veían perder terreno por el avance ugetista y de los partidos políticos. Como medida de presión algunos propietarios dejaron parte de sus tierras sin cultivar, dado el nivel de conflictividad que se respiraba. La batalla electoral polarizaba las posiciones políticas de ambos sectores, cada vez mas definidos. "La batalla se libró en casi toda España entre las candidaturas “antirrevolucionarias”

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frente a la "marxista" (versión de las derechas), y entre las candidaturas "fascistas" y el Frente Popular" (versión de las Izquierdas)“.29 Antes de abordar el desarrollo de las votaciones, haremos referencia a dos temas: la Iglesia y la reforma agraria. La iglesia seguía teniendo bastante peso en un sector de la población, permaneciendo partidos y sindicatos distanciados de ella. Las medidas de anular en el presupuesto del Estado la asignación al clero, fueron muy negativas en muchos pueblos, ya que el cura podría haber estado neutralizado, o cuanto menos frenado su defensa acérrima a la derecha más recalcitrante. Al verse privados de todas ayuda económica, no tuvieron otra alternativa que apoyar a la derecha, pues los financiaba. En Villamalea el cura no era beligerante contra la izquierda, sino que procuraba mantenerse al margen; pero, poco a poco, se verá abocado a combatir a la izquierda por las persecuciones a que es sometido al clero y la desasistencia económica. También cabe señalar que la Iglesia Católica tenía en Villamalea la competencia de los protestantes: "Las comunidades protestantes tenían sobre esta zona -Casas Ibáñez- una relativa importancia. Destaca Villamalea donde la oposición a la Iglesia Católica de los evangélicos les lleva a apoyar a las izquierdas, de quienes esperaban tolerancia y libertad religiosa, a la vez que una marcada definición anticlerical". En cuanto a la reforma agraria, Villamalea vivía ausente de la misma, pues no tenía el problema tan agudo de otros pueblos de Albacete o del país. Existía una gran parcelación, y muchos vecinos eran propietarios de algunos almudes. La propiedad era sagrada y se respetaba. La misma UGT no atacaba la propiedad, sino que defendía el empleo a través de la bolsa de trabajo. Tampoco el PCE cuestionaba en la localidad la estructura de propiedad, ni siquiera la CNT-FAI, creada meses después de iniciarse la guerra. Era por todos aceptaba y defendida la idea campesina de respeto a la propiedad privada de la tierra. Se reivindicaba el uso de la Derrubiada, o incluso su parcelación y distribución entre los no propietarios, pero nunca la propiedad ya existente, como se vería más tarde con la creación de las colectividades y la legalidad en su formación, así como lo reducido de la experiencia. El 16 de febrero de 1936. La virulencia de la campaña había delimitado claramente las posiciones. La UGT había conseguido afiliar a cerca de seiscientos trabajadores. Al mismo tiempo había aumentado la militancia de los partidos políticos de clase. La tensión de los días que preceden al 16 de febrero, pone de relieve la movilización de los sectores en contienda. Propaganda y consignas son repartidas hasta la saciedad. El 16 de febrero se abren los dos distritos electorales con dos secciones cada uno. El primero en las escuelas viejas y el segundo en el pósito. En torno a las mesas, los representantes de todas tendencias vigilan la buena marcha de la elección. De buena mañana se corre la noticia: la derecha juega sucio. En la Casa del Pueblo se reciben los primeros informes de que la derecha ha repartido papeletas entre los hortelanos y vecindario de un color más claro que el oficial. Esta artimaña servirla a los representantes de la derecha que se encontraban en las mesas, para saber quien votaba a quien. A pesar del sigilo, la noticia corre rápidamente. Muchos vecinos se atemorizan y cunde el pánico entre los jornaleros, por temor a no encontrar trabajo si votan a la izquierda. La Casa del Pueblo se convierte en un centro en ebullición. “Los que voten por la izquierda -dice Germán- deben enseñar la papeleta. Si no dirán que la votaron, cuando lo han hecho por la derecha. Además es ilegal lo que hacen, no se puede votar con las papeletas que no son oficiales. De todas formas -dice otro- ganaremos. -Hay que denunciarlo y anular las votaciones. La discusión se acalora, y después de darle vueltas al asunto, Luis García apuntó una solución. -Hay que contrarrestar la jugada sin perjudicar a nadie.

29

Sevilla-Guzmán, op. cit. 119.

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Entre varios de los presentes comienzan a tachar las papeletas de la derecha y escriben en las mismas los candidatos del Frente Popular, para evitar la identificación por el color de la papeleta. A la hora del recuento, la derecha trata de anular las papeletas tachadas, al comprender que ha sido burlada. Hay forcejeo, discusión y al final retrocede. "De esta forma conseguimos sacar más de 400 votos, que de otra forma los hubiese perdido el Frente Popular. El truco no les dio resultado y les ganamos por sorpresa”. La CNT-FAI de Villamalea, se abstiene, si bien "dimos libertad de voto al que quisiera hacerlo. Yo mismo estuve todo el día haciendo recuento en casa de Zapatin, tachando y rellenando las papeletas”, cuenta Bernardo. Los resultados. El índice de participación en Villamalea en las elecciones de 1936 fue el siguiente:

Población total Electores Votantes

Numero 3.300 1.845 1.354

Villamalea. 1936. % sobre el total 100 56 41

% votantes sobre electores. 100 73,4

Los resultados globales por tendencias fueron los siguientes: Frente Popular Derecha-Centro

749 votos 602 votos

55,3% 44,4 %

Tiene interés el conocer con más detalle los resultados, teniendo en cuenta los candidatos, partidos y distritos, según el siguiente cuadro:

Resultados electorales. Villamalea. 1933 Distrito nº 1 Sección 1 Sección 2

Distrito nº 2 Sección 1 Sección 2

Frente Popular de Izquierdas E. Mirasol. Izquierda Republicana 193 183 134 E. Navarro. Izquierda Republicana 193 183 134 M. Martínez Unión Republicana 193 183 134 J. Prats. PSOE 193 184 133 E. Martínez. PSOE 193 183 133 Centro Derecha Antimarxista A. Bernabeu. CEDA 133 143 154 P. Acacio. CEDA 133 143 153 M. Sánchez. Agrario 133 143 154 E. Alfaro. Radical 1 1 3 L. López. Progresista 133 142 153 A. Gotor. Renovación Española 110 120 127 M. Aznar. Centro 22 21 23 Papeletas en blanco 2 1 328 326 289 Total Fuente: B. O. de la Provincia de Albacete. 18.2.1936. A. H. P. de A. y Mateos y Sánchez.

Total

239 239 239 238 238

749 749 749 748 747

171 171 172 171 139 33 3 411

601 600 602 5 599 496 99 1.354

Ante estos resultados podemos afirmar: 1. Que el índice de votantes sobre electores es elevado, pues vota un 73% del electorado, lo que las hace las elecciones más concurridas de la historia local hasta esa fecha. En 1933 había sido de un 67%.

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2.

3.

La politización es importante, hay uniformidad de voto según tendencias en secciones y distritos. El voto de la derecha se canaliza hacia la CEDA, Agrarios, Progresistas y Renovación Española. Se dispersa en el Centro y Radicales. El voto se polariza a la Derecha y al Frente Popular. Por primera vez en su historia, la izquierda triunfa en Villamalea, con un porcentaje de votos importante, lo que pone de manifiesto el auge y popularidad de las fuerzas que componen el Frente Popular. Con respecto a 1933 tenemos: % de votos. 1933 67,7 32,3

Derecha Izquierda

% de votos. 1936 44,4 55,3

El avance de la izquierda y el retroceso de la derecha, en un periodo tan corto como el que va de 1933 a 1936, es significativo. Durante este tiempo, partidos y sindicatos han influido decisivamente. La derecha es desplazada del poder local, por primera vez, a través de unas elecciones democráticas, iniciándose un breve período de transformaciones. En el ámbito nacional, "El Frente Popular obtuvo una victoria decisiva a pesar de las presiones de todo genero puestas en juego por la reacción en pueblos y ciudades, y de las intromisiones de los órganos gubernamentales que intentaron impedir el éxito de las izquierdas. El clima unitario y combativo de todo el pueblo quebrantó la tradicional actitud abstencionista de la CNT. La mayoría de los obreros confederados votaron por el Frente Popular".30 El triunfo frentepopulista supuso un gran avance para el campesinado, pues le proporcionaba un claro protagonismo en las áreas rurales. "Dicho avance, dada la dinámica socio-política de la República, colocaba al proletariado, o semiproletariado rural... en una situación aún más favorable que la que poseyeron durante el bienio reformista. Esta situación tenia de nuevo un carácter real, aunque no legal, ya que ni la legislación ni el contexto general de la vida del país se habían transformado radicalmente". Resultados de las elecciones en Albacete y España. 16 de febrero de 1936. Candidatos A. Bernabeu de Yeste P. Acacio Sandoval M. Sánchez Rovira L. López López E. Navarro Esparcía E. Mirasol Ruiz M. Martínez Moreno J. Prat García E. Martínez Hervás E. Alfaro Gironda M. Aznar Zuvygaray A. Gotor Cuartero

Partido político CEDA CEDA Agrario Progresista Izquierda Republicana Izquierda Republicana Unión Republicana PSOE PSOE Radica Centro Renovación Española

Numero de votos 75.980 75.121 73.743 63.333 56.582 56.164 56.720 55.634 52.469 42.401 32.207 20.251

Electo Electo Electo Electo Electo Electo Electo ------

Fuente: Diario de Albacete. 19 de febrero de 1936.

Tres escaños para la izquierda y cuatro para la derecha. Despues se impugnaron las elecciones, perdiendo un escaño la derecha en beneficio del socialista J. Prat. Los "pucherazos" habían sido habituales. Leemos: "...numerosas fueron las protestas aducidas durante el escrutinio por los candidatos de izquierda, que alegaban se habían cometido a lo largo de la jornada electoral cuantiosas irregularidades.” El Frente Popular propuso anularlas "por los atropellos e inmoralidades cometidos en varios pueblos...” (Mateos y Sánchez, op. cit. pag. 188).

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"Guerra y revolución...”, op. cit. Tomo I, pag. 80.

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Las Cortes españolas tuvieron, a partir de 1936, la siguiente composición: Diputados por partidos políticos en las Cortes. 1933 y 1936. Diputados por partidos políticos Izquierda 1933 1936 Izquierda Republicana (Azaña) 7 81 Unión Republicana 23 36 Esquerra de Cataluña 23 29 PSOE 58 88 PCE 1 17 Otros 9 18 Derecha CEDA (Gil Robles) 113 Partido radical (Lerroux) 80 Partido Agrario 39 Partido Liberal Democrático 9 Lliga de Cataluña (Cambó) 24 Partido Conservador 18 Monárquicos 32 Otros 71 Fuente: “Guerra y revolución...”. Pagina 80.

94 8 13 1 11 3 24 58

2. 4.- 16 de febrero / 18 de julio de 1936. Hegemonía de las fuerzas populares. El triunfo local del Frente Popular paralizó le construcción de la vía férrea, dejando en paro o subempleo a muchas familias de Villamalea. El Frente Popular -sin embargo- comenzó a cambiar el panorama local. A escala social, el Ayuntamiento pasa a ser regido, por primera vez, por la izquierda. Se desplaza a la derecha caciquil. Roque Ortiz, de UGT, pasa a ser alcalde. Los concejales son militantes de Izquierda Republicana, Unión Republicana, UGT, PCE y anarquistas. La inexistencia de organización del PSOE hace que este partido no tenga representación municipal. Los cargos son elegidos con cierta discusión, existiendo resistencia -por parte republicana- a que entrasen los anarquistas, por haber propugnado la abstención. La tradicional apatía a la gestión municipal desaparece entre sectores hasta entonces marginados. Se construye la primera biblioteca del municipio: " ...la conveniencia de instalar una Biblioteca Publica Municipal a cargo de los fondos del Estado, con objeto de desarrollar en todas sus facetas la cultura de sus habitantes”.31 Junto a la biblioteca se promueven nuevas escuelas, diversas obras publicas, -pavimentación de calles, un hospital, casas baratas para obreros, etc.-. La vieja ermita -hasta entonces inutilizada- se reconstruye y la hacen mercado cubierto. Se buscan soluciones a la vivienda. Soriano -concejal comunista- plantea "la conveniencia de hacer la escritura del solar de la calle del Palacio y Balsa Vieja a favor de la cooperativa de casas baratas Pablo Iglesias para poder dar principio... a la construcción de viviendas para necesitados". Se cambian los nombres de las calles por otros más populares. Así, Juan Soriano cuenta como en una reunión del Ayuntamiento "propuse que se le dedicase una calle del pueblo a Aída Lafuente, proposición que se aprobó por unanimidad", pasando a sustituir con este nombre a la hasta entonces Calle General Pérez Fernández“. Estas, y otras iniciativas, van dando cuerpo a los programas de la izquierda, que comienza a consolidar y ampliar su influencia en la población.

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A.M.V. 28.05.1936.

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La bolsa de trabajo y la UGT.- La filiación masiva a la UGT, unido al triunfo del Frente Popular, ponen en funcionamiento la hasta entonces paralizada bolsa de trabajo. Esta bolsa de trabajo no cuestiona en ningún momento la estructura de la propiedad de la tierra. Tan solo es una defensa del empleo. Sin embargo, el contexto político por el que se atravesaba, hacia de la bolsa de trabajo un logro revolucionario. Tan revolucionario como el haber conseguido el poder municipal por la vía democrática y pacifica, con el voto de la mayoría. La bolsa de trabajo supone aunar la fuerza de trabajo, estando controlada por los propios jornaleros. Se evita así la discriminación de los sindicalistas, el amarillismo y los esquiroles. Por primera vez se negocian mejoras salariales para la mujer, aunque por hombres. Samuel Serrano cuenta: "Se juntó un patrón de los más pudientes y un dirigente de la UGT, y acordaron mejorar el salario de las mujeres; entonces los obreros teníamos fuerza. Un anarquista que llevaba la bolsa se subió al púlpito de la vieja ermita y explicó el acuerdo, acogiéndolo las mujeres con grandes vivas y aplausos”. La bolsa de trabajo tenia su local en la Casa del Pueblo. Se encargaba de censar el numero de trabajadores del municipio, elaboraba las listas de los patronos, etc. Los propietarios que deseaban emplear mano de obra, tenían que hacerlo en la bolsa, llevada por sindicalistas. "Llegaba un propietario y decía: “Necesito seis jornaleros, e iban los seis primeros de la lista. Si no le gustaban, era su problema, pues tenia que emplearlos y pagarles. Aquellos que les molestaba -sigue contando Eugenio Molinero- era igual. Se daban casos en que no les abrían la puerta, pero nosotros ya le habíamos advertido que se esperasen toda la jornada en la puerta del patrón, y luego fuese a cobrar. La UGT, para presionar a quien no quisiera pagar, lo tenia fácil, pues controlaba la mano de obra del termino, y si tenia que recoger la producción o trabajar la tierra, tenía que pasar por el sindicato. Aprendimos que la fuerza residía en la unión y la organización”. La prioridad en el trabajo dependía de estar apuntado en una de las tres listas existentes. En la 1ª estaban los más necesitados, en la 2ª aquellos que tenían pequeñas propiedades en las que ocupaban parte de su tiempo. Estos solo tenían trabajo en determinadas fechas. La 3ª lista la formaban los que tenían tierras -medianos campesinos-, no empleaban jornaleros, y querían aumentar sus ingresos. Estos solo tenían trabajo cuando los de la 1ª y 2ª lista estaban trabajando y se necesitaba toda la mano de obra disponible. En la confección de las listas no había problemas, pues todos conocían la situación económica, necesidades, etc. de cada cual, por ser un pueblo pequeño. La bolsa supuso un paso importante en la toma de conciencia de clase, para un amplio sector de la población, que sin cambiar de estructura, se había conseguido un avance fundamental en las relaciones laborales. El patrón no podía utilizar esquiroles de otros pueblos, y por lo tanto, los jornaleros más combativos no se encontraban discriminados. Además, las instituciones locales, y esto es importante, no podían presionar a la clase trabajadora, ya que el Gobierno y las instituciones respondían a otras orientaciones. Ayuntamiento, Juzgado de Paz, Guardia Civil, etc., dejan de estar al servicio de la burguesía local. Ya no es el jornalero quien "busca faena". Cuando un “amo” lo necesita, lo contrata a través de la bolsa, con la UGT de intermediaria. La bolsa cambiará parcialmente su funcionamiento al comenzar la Guerra Civil. &&& La derrota electoral de la derecha local, hace que, el hasta el momento minúsculo grupo de Falange Española y de las JONS, empiece a ser contemplado con interés por un grupo de propietarios. Perdida la alternativa de la CEDA, se produce una radicalización de las posturas. Llegan noticias de las ocupaciones de tierras por parte de los obreros agrícolas, y el apoyo de los sindicatos en tales ocupaciones. El clima de revolución social se hace cada vez más patente. Las fuerza populares son protagonistas de la vida política y social. Se reactiva la adormecida reforma agraria. Aparecen en Villamalea las primeras pintadas de cruces gamadas fascistas junto a consignas falangistas. La derecha se reúne sin saber muy bien como reaccionar. Boicotean y obstaculizan lo que pueden, que en el momento es poco. Conspiran en plazas y casinos. La iglesia los apoya con

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decisión. Las organizaciones populistas tratan de contrarrestar este movimiento, consiguiéndolo en gran medida. Los maestros, de derechas, también colaboran en el boicot. Se hace difícil digerir el nuevo poder popular por la derecha, que retrocede constantemente. La izquierda ya no acepta su dominio; se opone a él. Mantienen sus propiedades intactas, pero no controlan la mano de obra, que deben negociar colectivamente. El aparato jurídico se les escapa de las manos. Antiguas rencillas salen a la luz y se hacen patentes odios personales hasta el momento reprimidos. La izquierda, desde el poder local, procura y se esfuerza en evitar arbitrariedades y enfrentamientos. Es prudente, provocando con ella la rabia de sus oponentes, que buscan cualquier pretexto para crear conflictos y "quemar" el prestigio que ha alcanzado la nueva corporación municipal. El poder popular se ha impuesto pacíficamente, a través de unas elecciones libres y de ahí que las organizaciones que componen el Frente Popular sean las más interesadas en evitar confrontaciones que la desgasten. Hay euforia y ausencia de revanchismo. El procesó aparece esperanzador para las clases populares, que ven como algunos de sus problemas empiezan a resolverse, poniéndose en marcha una espiral de entusiasmo y concienciación política y sindical. Uno de los conflictos de la época anterior -la Derrubiada-, desaparece con la nueva corporación.32 Este proceso se vería pronto interrumpida por la sublevación militar y el fascismo, el 18 de julio, abriéndose una lucha fratricida durante tres largos años. Antes de abordar el estudio de la Guerra Civil en la villa, vamos a analizar los conflictos de clase latentes en Villamalea, lo cual nos permitirá conocer las características de los problemas existentes. 3.- La lucha de clases en Villamalea. Las claves hasta la sublevación militar de 18 de julio de 1936. Con una población campesina y una estructura económica agraria, Villamalea se verá sacudida por continuas crisis y catástrofes naturales (pedriscos, heladas, sequías, etc.) originando paro y subempleo. Solo una minoría se veía protegida contra estas calamidades que asolaban el medio rural. 3. 1.- El paro y las condiciones de vida del campesino y jornalero hasta 1936. A lo largo de la primera década del siglo, catástrofe tras catástrofe asoló a la población, que pasó hambre por las continuas sequías. Las actas de sesiones del ayuntamiento -durante la primera década del siglo XIX- son un continuo muro de lamentaciones. Las citas a la situación de la "clase jornalera”, "los infelices obreros”, etc., son constantes. No se puede recurrir a nuevos impuestos por "no agravar más la situación aflictiva que atraviesa el vecindario".33 A veces la descripción de la situación no puede ser más calamitosa. Las causas y consecuencias podríamos resumirlas en la siguiente carta que se le dirige al Ministerio de Agricultura, en 1903: "...lo aflictiva que es la situación por la que atraviesa este vecindario, por los efectos sufridos por el pedrisco en los tres últimos años y no haber obtenido cosecha alguna de cereales... [solicita no pagar determinados impuestos por] ...que tratándose de un tributo que gravita principalmente sobre la clase jornalera que constituye la inmensa mayoría del vecindario, no podría llevarse a efecto". Dos años después -1905- el panorama no es mucho mejor. Se piden a la Dirección General de Obras Publicas que se construyan caminos, lo cual: “...facilitaría ocupación a la clase jornalera que se haya en la miseria más espantosa a consecuencia de las heladas y pedriscos de los últimos tres años”.

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Sevilla-Guzmán sintetiza así el cambio que había producido la entrada del Frente Popular después del 16 de febrero, en las relaciones sociales del campo: "El campesino había asimilado, como clase, la evolución política de la IIª República, en el transcurso de la cual, se habían esplicitado los intereses reales de su forma de dominación política; y, en consecuencia, actuaba trastocando la jerarquía de las relaciones sociales. La conflictividad campesina no aumenta en forma relevante respecto a los periodos anteriores; lo que cambió fue su actitud frente al orden social existente comenzando con ella a producir pacíficamente su desintegración”. Paginas 234-235. 33 AMV. 11.9.1901.

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Este tipo de citas se repite continuamente en las sesiones del ayuntamiento, todos los años, con profusión. La extrema miseria puede conducir a desordenes, y por ello se pide que se construyan vías de comunicación, que creen puestos de trabajo, y por otro lado faciliten una salida de los productos del termino municipal. Los grandes propietarios locales no encuentran salida a sus vinos “por la depreciación que sufren", y las dificultades de comercializarlos. Esto retrasa el crecimiento de la burguesía local. Y no mejora el mal nivel de vida de la población trabajadora.34 Preocupación fundamental de esta década es la construcción de vías de comunicación. Tan desesperada es la situación, que el alcalde, Genaro Cañada Ochando, recurre continuamente a la Administración en auxilio, llegando a entrevistarse con el ministro de Fomento para que incluya a Villamalea en el Plan de Carreteras. Esta será la tónica y preocupación de la primera década del siglo XX. La consecuencia: altos porcentajes de paro, miseria y gran precariedad en las condiciones de vida; falta de higiene y vivienda, analfabetismo, etc. En la segunda década se abrirán perspectivas por la creación de nuevas vías de comunicación, que favorecen el comercio, revalorizan la tierra, se intensifica el cultivo de la vid -fenómeno de tierras a medias-, se crean nuevas fabricas de vino y alcohol, se abren comercios y se mejora el nivel de vida. La burguesía se muestra emprendedora. Los días trabajados aumentan en esta década. La Iª Guerra Mundial favorece el alza de los precios. Hasta el municipio se plantea la construcción de "casas baratas con destino a la clase obrera". Sin embargo en esta segunda década se producirá una acumulación que posibilitará un crecimiento económico de la burguesía local para la tercera década. A pesar de todo, las condiciones de vida eran difíciles. Las viviendas de la mayoría de la población carecían de mobiliario y servicios higiénicos, agua corriente, etc. Las basuras se acumulaban en las calles, contaminando el ambiente. Familias enteras vivían en una sola pieza. Las calles sin asfaltar eran intransitables en las épocas de lluvia. En la segunda década se introduce la luz eléctrica, se mejoran las técnicas agrarias, se asfaltan calles, se mejora la higiene y los servicios médicos. Esta situación perdura hasta poco antes de los años 30, en que la crisis mundial vuelve a agravar la situación. La construcción de la vía férrea Baeza-Utiel comenzada en la zona en 1920, viene a paliar la crisis local, en uno de los momentos más difíciles. El problema son las interrupciones que se producen durante largos periodos. Una constante de los ayuntamientos de la zona será la continua petición al Gobierno para que continuara las obras. Villamalea está en esta línea de continuas demandas; así el ayuntamiento urge al Gobierno para que reanude las obras, ya que sino quedarían sin trabajo “innumerables obreros”, que engrosarían el paro. La situación de los años 30 queda –a grandes rasgos- reflejada en un resumen que hace la corporación municipal, en su reunión de 2 de mayo de 1932, que decía: “Como consecuencia de las malas cosechas de tres años... solicita el apoyo necesario para resolver la terrible crisis que se avecina, y a la que se resiste nuestra economía... Primero: la actual escasísima cosecha de cereales en la mayor parte nuestros pueblos, viene a agravar el mal estado económico de los propietarios afectados por la pésima cosecha de los dos años anteriores.

Segundo: nuestra economía no puede hacer frente a la enorme crisis que se avecina, por que descansa... sobre una agricultura pobre, de secano. Tercero: la única solución es la puesta en riego de los terrenos susceptibles de ello, mediante obras hidráulicas. 34

Que afecta a propietarios y jornaleros, se constata continuamente. En una sesión del ayuntamiento –1905- se dice: "...los infelices braceros de este pueblo están siendo víctimas de la miseria y el hambre por... la crisis agrícola que venimos sufriendo por falta de cosecha, la pertinaz sequía y la depreciación que sufren nuestros vinos." A. M. V. de 22.10.1905. Existe un gran numero de "pobres de solemnidad", que acoge el ayuntamiento para sus mínimos auxilios, como caridad publica. La miseria es tal, que el veterinario no encuentra trabajo, por no matarse ganado, “ya que los vecinos son tan excesivamente pobres que es nulo o casi nulo el consumo que aquí se hace de carnes frescas y saladas, y lo testifica el hecho que afecta a los propietarios y jornaleros, lo constatamos continuamente”.

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Cuarto: sin la ayuda eficaz e inmediata del Estado, obligado en este caso a atender a una región afectada como ninguna en España, por tres malas cosechas, no podrán acometer estas obras y resolver el problema pavoroso del paro obrero".

Los comentarios sobre el panorama con que se presentaba Villamalea recién instaurada la IIª República no podían ser más negros. ¿No se creaba con esta situación una continua tensión social en el municipio? Si, pero matizada por una serie de situaciones. Existían lo que llamamos unas “válvulas de escape” que suavizaban las tensiones sociales existentes, bien económicas, bien político-ideológicas. "Válvulas de escape" económicas a las tensiones sociales. En una comunidad rural hay una serie de interrelaciones que impiden definir la pertenencia a una clase social determinada, ya que las relaciones políticas, sociales y económicas están fuertemente conexas y matizan las situaciones. Sí acabamos de ver las dificultades en que vive la mayoría de la población, vamos a analizar algunos hechos que aminoran la tensión social. Nos interesa resaltar los siguientes factores económicos: a) El fenómeno de tierras a medias. b) La pequeña propiedad. c) La vía férrea y las comunicaciones. d) El monte publico. e) La emigración. f) El azafrán. g) El ganado familiar.

Una vía reformista y pacifica. El fenómeno de tierras a medias, que ya analizamos, representaba un freno importante al desigual reparto de la propiedad de la tierra. Favorecía el crecimiento de la burguesía local, y al mismo tiempo creaba riqueza y se acumulaba capital, ampliaba el mercado local y desarrollaba el capitalismo en Villamalea. Al jornalero (campesino sin tierras, como lo llama Sevilla-Guzmán), y pequeño campesino, este sistema los "obliga" a aceptar una vía reformista y pacifica, por la forma que adoptaba la redistribución de la tierra. Impotente para acceder por otro medio, el jornalero-campesino sin tierra, asume la vía que la ofrece una burguesía inteligente y emprendedora, cayendo en el espejismo de emanciparse de esta forma. Hambrientos de tierra -el jornalero y pequeño campesino- se ven animados a conseguir tierra -a un elevado coste social- y al mismo tiempo se convierten en acérrimos defensores de la propiedad privada, concepto sagrado e indiscutido en todo el siglo XX en Villamalea. La vía reivindicativa, revolucionaria, ni se plantea. Es ajena a la localidad. Se aceptan las diferencias, pues se puede acceder a la propiedad pacíficamente, a pesar del esfuerzo. Se asume una vía que nunca los librará de la explotación, hecho que no llegan a comprender hasta la década de los años 70. La aceptación de la propiedad privada de la tierra contribuye a limitar las tensiones sociales derivadas de la desigualdad. La pequeña propiedad. El hecho de que un buen numero de vecinos posea algunos almudes pobres y poco productivos, los hace "propietarios”. De hecho, la propiedad del termino está en manos de unos pocos, como ya analizamos. Pero no existe el binomio del latifundio y los que nada tienen, como en otros pueblos de Albacete. Priva la mentalidad campesina sobre la obrera. Se aspira a ser mediano campesino, con todas sus consecuencias, y eso ya es definitorio. La pequeña parcela nada soluciona. Da algunas patatas, guijas, judías, azafrán, etc. Mucho trabajo y poca rentabilidad. Tan solo complemento a la economía familiar, y ocupar los días de paro. En el ámbito ideológico, político y social condiciona la conciencia de clase de un amplia sector, contribuyendo a crear esa armonía interclasista de la que hemos hecho referencia, hasta 1936. En definitiva, quita hierro en las relaciones sociales. La vía férrea es otra de las salidas laborales que tiene el jornalero y el pequeño campesino a partir de 1928. Esto contribuirá a crear las bases de una conciencia de proletario, por el contacto con un trabajo ajeno a la agricultura. También la construcción de caminos vecinales y carreteras, sustrae

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mano de obra de la agricultura, disminuyendo temporalmente el paro y subempleo. Se gana más, y esto alivia las situaciones difíciles. El monte publico. Desde otro punto de vista, hay circunstancias en las que el vecino necesitado recurre el monte publico, transgrediendo la legalidad, para proveer su necesidad. Leña, carbón, esparto, roturar parcelas, etc. de La Derrubiada alivian su situación. De ahí que el monte público sea uno de los puntos conflictivos de la vida local (no olvidemos que representa un tercio de la extensión del termino). Esto distrae la atención de otros problemas, si bien, en un momento difícil, se obtienen unos ingresos que amortiguan la crisis. La emigración temporal es otra de las formas de paliar el paro. Durante todo el primer tercio de siglo se emigra para la recolección a Murcia, Aragón, Cuenca y otros lugares. El numero de emigrantes dependía del trabajo que hubiese en la localidad, aumentando en las épocas de catástrofes naturales. Testimonios de esta situación son abundantes. Se lee en las actas del ayuntamiento refiriéndose a no poder recabar cierto impuesto, que "no podría llevarse a efecto, por hallarse la población ausente casi todo el año en busca de ocupación con que concurrir a las necesidades de la vida”.35 La primera década es de emigración masiva. La posibilidad de encontrar trabajo temporal disminuía la tensión local, y permitía unos ingresos con los que sobrevivir unos meses. El azafrán. Un componente de los ingresos de las capas más humildes era el que les venia del cultivo del azafrán. Se le dedicaba la peor tierra. Sin embargo "con ser tan poca cosa, tiene este cultivo un lugar preferente en la economía social manchega de tanta influencia quizás en ella, como el propio cultivo del cereal, y mayor desde luego que la de todos los demás cultivos". El azafrán requiere gran cantidad de mano de obra para su cultivo. Esto lo hace prohibitivo para llevarla con asalariados. Cultivo que utiliza mano de obra femenina y de adolescentes, pues la recogida coincide con la siembra del cereal. De la importancia social del azafrán da referencia el siguiente comentario de Alcaraz: “...planta providencia de los desheredados de la provincia de Albacete. Tan desheredados que rara vez son dueños de las diminutas parcelas en que el azafrán se cultiva, ya que estas pertenecen, por lo común, a la mediana propiedad, que las cede a los braceros en aparcería y a veces en arrendamiento".36 El cultivador tiene que invertir muchas horas de trabajo, las cuales, de ir a salario, le darían muchos jornales. Pero no es así. Le es rentable por que ocupa tiempo de la familia, que de otra forma estaría en paro. Obtiene así un ingreso complementario, en metálico, de 20 a 30 duros, pues los precios de venta son aceptables, si bien el beneficio se lo lleva el intermediario.37 Resumiendo, el cultivo del azafrán, ocupaba cerca de dos semanas de manipulado, ocupando a un sector de los jornaleros y sus familias, que obtenían así unos ingresos para subsistir en las largas épocas de paro, favoreciendo la distensión social. Otro de los componentes del ingreso familiar, en las capas populares, es la existencia de un ganado familiar, mantenido en corrales, adosados a la vivienda: conejos, gallinas y normalmente un cerdo.38 Este ganado permitía a las familias comer carne, articulo de lujo en la época. El cerdo y la 35

AMV. 6.9.1903 E. Alcaraz, op. cit. Pagina 194. 37 El trabajo físico de éste cultivo era especialmente duro por la forma de plantarlo y recolectarlo. Una vez obtenido se vendía a intermediarios, que abusaban. El mismo Alcaraz recomendaba la creación de instituciones protectoras que defiendan “...a estos modestos y desgraciados productores, y poniéndolos en relación con los mercados generales, convirtiesen el preciado producto en instrumento de crédito y les librase de los numerosísimos intermediarios que de su comercio viven y que son quizá, los únicos manipuladores del azafrán, que con él verdaderamente se enriquecen”. Op. cit. Pág. 193. La propia burguesía local compra el azafrán y lo vende en Albacete, y de ahí se exportaba, preferentemente, al Imperio AustroHúngaro. 38 El cerdo ocupa un lugar importante en la ganadería de Albacete, y en la familia El siguiente texto lo ilustra: "El numero de cerdos llegó a doblarse. El motivo fundamental se debe a que este ganado se cría en explotaciones familiares casi exclusivamente. De 39.000 cabezas en 1865, se pasó a 95.000 en 1929 y a 82.000 en 1933”. Mateos y Sánchez. Pág. 41. El consumo de carne de cerdo en Albacete supera al de otras especies: vacuno el 0,3%, lanar y cabrío el 1,9 y el de cerda el 5,4%, de un total de 7,4%. Fuente: "Consumo medio anual de carne por habitante durante 1904”. Alcaraz, op. cit. Pagina 83. 36

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matanza daban colorido a la vida cotidiana, y permitía almacenar la carne -adobada- para el resto del año. A veces se vendía el jamón, y con el producto de la venta compraban alimentos más económicos, pero en mayor cantidad. El ganado era barato de mantener, pues se alimentaba de desperdicios y sobras, corriendo su cuidado a cargo de la mujer. Todos estos aspectos económicos, -sin ser los únicos- permitirán unas válvulas de escape a las tensiones sociales. Circunstancialmente se recurría a una u otra forma, además de los ingresos saláriales o los propios de la explotación de la tierra, para los campesinos. La situación, siendo difícil, no era explosiva. Se podía acudir a diversas fuentes de ingresos complementarios, permitiendo la supervivencia. Los propietarios locales eran una clase dinámica y emprendedora, que crea puestos de trabajo, mejora las técnicas de cultivo, acumula un capital y lo invierte en empresas de transformación y comercios. Esto hace que sea respetada por el resto de las clases sociales que van muy por detrás en la toma de conciencia social. Tan solo a partir de 1936, las capas más desfavorecidas plantearán abiertamente sus reivindicaciones. En todo el primer tercio del siglo XX, las capas populares aceptan y asumen los intereses propios de una clase social ajena. De esta aceptación voluntaria surgen vínculos sociales sólidos, que permiten a la burguesía local dominar, con el consentimiento de su antagónico, clave de una hegemonía eficaz. El aparato político y la ideología como freno de tensiones sociales. La existencia del modo de producción capitalista, que irá haciéndose dominante y hegemónica a lo largo del primer tercio del siglo XX, creará una estructura jurídico política, que consolidará su poder. La mejor expresión de ese dominio será el ayuntamiento, controlado por caciques y burgueses. Impuestos, burocracia, administración del monte publico y otros bienes, etc. estará en manos de esta minoría. El caciquismo será una de las expresiones que adopta la burguesía en su auge, defendiendo eficazmente sus intereses. Hasta 1936, jornaleros, campesinos y capas populares se ven completamente marginados del aparato político municipal. Alcaldes y concejales serán siempre miembros de la clase dominante, o defensores de sus intereses. Este control de la actividad municipal será un poder constantemente ejercido para frenar reivindicaciones e impedir la creación de organizaciones contrarias a sus intereses. La Guardia Civil defenderá en todo momento el orden establecido, cuando la simple presión de la burguesía sea insuficiente.39 Todo intento de subvertir el status quo será reprimido con la dureza y violencia necesarias. Su simple presencia es suficientemente disuasoria. Ejemplos continuos de sus actuaciones los hemos ido señalando a lo largo de este estudio. Hasta la sublevación militar –en que la Guardia Civil huye a Albacete para sumarse a los rebeldes- actuará de forma eficaz como fuerza armada al servicio de la clase dominante. A lo largo de todo el primer tercio del siglo XX, hay un fuerte componente de caciquismo, que hace de la incipiente burguesía sea un centro de poder indiscutido. Será esta burguesía la que tratará de crear el Sindicato Agrario Católico, sindicato amarillo, que contrariamente a otras zonas agrarias no llega a consolidarse. Sin contenido de clase, con pretensiones de reconciliar intereses antagónicos, y de apartar a la población trabajadora del socialismo y el anarquismo, acabará fracasando. Es la inexistencia de organizaciones de clase lo que hace a la burguesía dominante, con todas las instituciones en sus manos. La República servirá de caldo de cultivo idóneo para que surjan partidos y sindicatos que frenen la indiscutida hegemonía. Incluso este poder será desbordado poco

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Brenan resume así el papel de la guardia civil a principios de siglo: "Constituyó uno de los pocos grupos de hombres incorruptibles y de confianza en España. Cuidadosamente escogidos y elevadamente disciplinados, viven en pequeños puestos fortificados en torno a las ciudades y a los pueblos. Tienen prohibido casarse o establecer amistad con los habitantes del pueblo, así como pasear sin armas o solos... Huelga decir que en las zonas pobres -o sea en casi toda España- sus relaciones con las clases trabajadoras son de abierta hostilidad... Al tener que vivir entre sus enemigos, terminan por hacerse excesivamente ligeros para disparar”. G. Brenan, “El laberinto español”, paginas 124-125.

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antes de estallar la Guerra Civil por las fuerzas populares, si bien, no es más que un paréntesis breve en la historia local. Todo ataque a la sacrosanta propiedad privada, a los privilegios será sancionado con dureza. Las leyes frenan conflictos y tensiones sociales, por los temores normales de un poder -que es ajeno a la mayoría de la población- y que lejos de defender sus intereses, los coarta. Multas, procesos, sanciones, destierros, etc. son amenazas y hechos cotidianos. El respeto, por temor y aceptación más o menos voluntario, a las leyes o a sus representantes, es un handicap importante en la toma de conciencia. Una "institución" en Villamalea será su prisión, conocida popularmente como "la chichota", que albergará a jornaleros y campesinos durante la Monarquía y la República, y las derechas durante la Guerra Civil. La ideología, como conjunto de ideas políticas, sociales, morales, religiosas, etc., configura una conciencia social, la cual asume la población aceptando el sistema social sin cuestionarlo. Esta ideología engendra un sistema de actitudes, normas y costumbres, que hace a los distintos grupos sociales actuar de determinada forma. El lenguaje es claro en este sentido. Frases como: "Las cosas siempre han sido así", o a la hora de plantear un conflicto: "¿Para que? Siempre nos toca perder. Mejor es seguir como estamos”. Hay una fuerte dosis de impotencia y amargura en esta aceptación, no cuestionada la mayor parte de las veces, ante la pura imposibilidad de cambiar. El caciquismo había creado una aceptación de la realidad como "era". Precisamente, la ideología cumplía un doble papel: sobre las clases populares, aceptando la explotación como algo "normal", lo cual permite a la burguesía en auge, explotar y dominar sin graves problemas. El cuestionárselo llegará al final de la República. Una vez que un amplio sector de la población no acepta el sistema y sus mecanismos de control, dejaran de ejercer un papel disuasorio, perdiendo su papel represor, pues la no-aceptación es lo que quiebra el poder de dominio, entrando en juego la violencia y otras formas de opresión. Un componente de la ideología, será la aceptación de la propiedad privada a lo largo de todo lo que va del siglo XX, y sobre todo durante su primer tercio del siglo XX. La propiedad es algo natural, trasmitido de generación en generación. Tan solo se la cuestionará un pequeño sector -los anarquistas-, y durante el breve periodo de la Guerra Civil, concretándose en la colectividad agraria de la CNT. La religión es uno de los componentes de la ideología, con un peso decisivo sobre los católicos, y en especial sobre la mujer. Contribuye a la aceptación del sistema político, económico y social existente, tal y como "es". Personaje clave es el cura, con gran influencia, jugando a su favor la incultura, y dándole un contenido mágico y supersticioso. La Iglesia -como institución- frena la conciencia de los sectores explotados. Ahora bien, no todos son católicos. Los sectores republicanos y obreros más conscientes, se oponían y criticaban a la Iglesia. La misma existencia de un núcleo de protestantes evangelistas en la villa, se oponía a la Iglesia luchando por restar terreno a los católicos, y -esto es importante- votando a los partidos no conservadores, ya que esperaban que estos dieran pasos hacia una legislación menos discriminatoria contra ellos. 3. 2.- Características de la lucha de clases en Villamalea hasta 1936. Los frenos económicos, ideológicos y jurídico-políticos amortiguaban las desigualdades existentes en el termino municipal. La situación económica es precaria y miserable, pero existen paliativos. Las válvulas de escape económicas a que hemos hecho referencia, combinadas entre sí, permitían una situación poco explosiva en Villamalea. No era una zona de latifundios, que si de desigualdades, donde en apariencia existía un "cierto reparto" de la tierra. Unido esto a una ideología tradicionalista del campesinado, la influencia religiosa, una sumisión a los poderes establecidos, una burguesía emprendedora y dinámica, dan un contexto de conflictos poco agudizados. Todo esto origina lo ya señalado -armonía interclasista- tantas veces citada. Villamalea es a principios de siglo, una sociedad agrícola y campesina, que poco a poco, se va sumergiendo en un régimen capitalista -sin traumas importantes en las primeras décadas- y que genera una burguesía de origen campesino. Durante el primer tercio del siglo XX se produce una transición a los mecanismos de mercado, pequeñas acumulaciones de capital se van revirtiendo en la

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misma localidad en industrias complementarias de la agricultura, creando riqueza y puestos de trabajo. El incipiente burgués del primer tercio de siglo es dual: tiene una fuerte componente campesina -su origen lo es-, pero al mismo tiempo va actuando con mentalidad de beneficio, de acumulación, de inversión en lo que más le produce. El dar tierras a medias ¿acaso no es algo completamente nuevo en una comunidad rural con tanto apego a la propiedad privada de la tierra? Un campesino nunca daría tierras a medias, ni siquiera un terrateniente de otras zonas.40 Sin embargo, en la zona de Casas Ibáñez, y concretamente en Villamalea, se hace. Se pierde parte de la propiedad. ¿No implica esto una nueva concepción económica? Sí. La del beneficio ante todo. No corre riesgos innecesarios. Invierte en lo que más le produce. Su acumulación de capital la dedica a la construcción de industrias complementarias, de donde captaran el excedente campesino, al comprar sus productos y transformarlos: trigo, uva, azafrán, etc. La intuición de clase de la burguesía de Villamalea es perfecta. Sabe en cada momento lo que más le interesa. No pierde la intuición. No la perderán, incluso en un periodo tan conflictivo como es la Guerra Civil, donde sorprende la lucidez de su actuación, manteniendo un compás de espera discreto. Es interesante la evolución de esta burguesía de origen campesino, con una dinámica emprendedora y empresarial, durante el primer tercio del siglo XX, que se perderá tras la Guerra Civil.41 Por el contrario, jornaleros y campesinos, carecieron de esa intuición de clase, marchando muchas leguas por detrás de la burguesía. Hasta los años 60 no se plantearan intereses propios. El campesino y el jornalero, campesino sin tierras con aspiración a poseerlas, se mueven desorientados. En los últimos años de la República y la guerra, comienza a desarrollar su capacidad de organización y reflexión. Pero esto dura poco. La lucha será muy desigual y siempre en perjuicio de las clases populares, con grandes dificultades. Las enormes posibilidades que se abrían a los sectores obreros tras el triunfo del Frente Popular durarían poco. El triunfo del franquismo acabaría con ellos. En Villamalea, la República vino a permitir sentar las bases de una conciencia política y sindical. Una situación objetiva, unida a unos personajes que organizan a las clases populares, produce un auge de la izquierda. Tras un Bienio Negro tenso y conflictivo, las elecciones de 1936 dan un triunfo a la izquierda. Se llega al triunfo sin romper la armonía interclasista, que comienza a deteriorarse a marchas forzadas a partir de ese momento, destruyéndose totalmente con el nuevo régimen franquista. La lucha de clases hasta 1936 era poco conflictiva. Un hecho como es la tardía implantación del anarquismo (a pesar de existir un Ateneo Libertario desde 1934), su debilidad y escasa audiencia42, ponen de manifiesto la poca conflictividad local. La CNT-FAI solo se crea después de comenzar la Guerra Civil. Las razones parecen claras. No existen desigualdades irritantes. La situación es compleja en matices, evitando los extremos. No solamente no hay un terreno abonado para el anarquismo, sino que el PCE es un partido -en la practica cotidiana, que no en la teoría- defensor del orden establecido a partir de febrero de 1936, cumpliendo un papel de moderador, exento de todo radicalismo y fiel colaborador con fuerzas no obreras.

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J. Martínez Alier, en "Los latifundios en España”, hace referencia a la resistencia a perder parte de su tierra por los terratenientes. En este sentido, la burguesía local seguía una pauta similar a la del resto de Albacete. Mientras los jornaleros y campesinos contaban con su dispersión y el estar a caballo entre una mentalidad industrial y agraria, el burgués obtenía los beneficios de esa dualidad. Sánchez y Mateos señalan para la provincia de Albacete: “En general las relaciones obreros-patronos no eran conflictivas, ya habían transcurrido varios años sin llegar a la huelga, y esta buena armonía constituía también un factor que contribuía al desarrollo industrial". Pagina 48. 42 Como señala certeramente Brenan al hablar del anarquismo rural: "Constituye la reacción natural contra unas condiciones de vida intolerables, y siempre que tales condiciones desaparecen, siempre que encontremos campesinos que poseen o trabajan tierras suficientes para su sustento, el anarquismo cesa como por encanto”, Pág. 145. Este es el caso de Villamalea. 41

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Todo esto contribuye a que nunca se llegue a una situación explosiva. Tenemos pues una comunidad insólita y rica en situaciones, que si bien tiene muchos elementos comunes a los pueblos limítrofes, no por ello deja de tener peculiaridades propias. Todos los factores señalados han sido ratificados por los vecinos. Tenemos que en determinados hechos, las opiniones son casi unánimes. Un falangista comenta que, hasta 1936: "La vida era apacible y tranquila, los amos eran los amos y los jornaleros, jornaleros". El anarquista Bernardo Parra dice: "No había conflictos sociales, y más que hambre lo que había era necesidad". Juan Soriano, del PCE, abunda en estas opiniones, refiriéndose a como durante la República se reunían todo tipo de gentes: "Estábamos -en el casinotodas las clases sociales; había patronos, comerciantes, hombres de carrera, agricultores, estudiantes y obreros". Más adelante señala que la perdida de la armonía en el pueblo fue consecuencia de la Guerra Civil: "Que lastima que todo aquello haya quedado sin ningún sentido y haya sido desbordado por hechos tan trágicos y de tal magnitud, que dividieron a los españoles para muchos años...". Todo favorecía la distensión. La Guerra Civil obliga a todos a definirse por uno u otro bando, no coincidiendo muchas veces los intereses objetivos con el bando elegido. El paternalismo, la sociedad agraria tradicional, se resquebraja. La familiaridad y vínculos entre obrero-patrón desaparecen, asumiendo cada cuál su rol, abriéndose una confrontación entre los intereses divergentes. La tensión social, acabada la guerra, es fuerte: tan solo una represión brutal permite mantener la situación.

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Sebastián Pérez, del PCE, comandante del Quinto Regimiento del PCE, durante la Guerra Civil. Foto familia Sebastián Pérez.

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II.- 2.- Guerra Civil. 1936-1939.

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II. Republica y Guerra Civil. 1931-1939. II. 2.- Guerra Civil. 1936-1939. 4.- La Guerra Civil en Villamalea. 4. 1.- El 18 de julio y los primeros momentos de la rebelión militar en Villamalea. 4. 2.- Vida cotidiana y Guerra Civil. Roque Ortiz, de UGT, primer alcalde de izquierdas en Villamalea. 5.- La represión en Villamalea durante la Guerra Civil. 5. 1. La muerte de Julio Vergara. 5. 2. Las organizaciones políticas y la guerra. 5. 3. Germán Carrasco muere luchando en el Puente de los Franceses. 5. 4. Algunos problemas políticos del PCE local durante la guerra. Partido de masas o “vanguardia del proletariado”. 6.- Las colectividades agrarias. UGT y CNT. 6. 1.- El Decreto de Uribe. 6. 2.- El colectivismo agrario en Villamalea. 6. 3.- Las tierras de las colectividades. UGT y CNT. La colectividad de la UGT. La consigna comunista: "ganar la guerra y después hacer la revolución". La colectividad de la CNT. "No queríamos jefes. En cada reunión presidía uno. El poder lo tenía la asamblea, la base, siendo el presidente tan solo un moderador".

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II. Republica y Guerra Civil. 1931-1939. II. 2.- Guerra Civil. 1936-1939. 4.- La Guerra Civil en Villamalea. El 16 de febrero el Frente Popular había ganado las elecciones en España y formaba un gobierno presidido por Manuel Azaña, que amnistiaba a los presos políticos. Los fascistas, con el apoyo de importantes sectores de las derechas conservadoras que no aceptan la derrota electoral, empiezan a conspirar contra un gobierno republicano. Mientras, gobierno republicano presidido por Azaña, retoma la aplicación de la Reforma Agraria, elemento clave junto a la Educación, para modernizar el país. Desde febrero hasta el 17 de julio de 1936, son expropiadas 537.475 hectáreas y distribuidas entre 108.000 familias campesinas en toda España. El 18 de julio los militares fascistas, con el apoyo de los terratenientes, los financieros y la Iglesia se levantan contra la República. La reacción popular contra el levantamiento es tan amplia que en las principales ciudades los fascistas son vencidos. El 20 de julio de 1936, los fascistas son derrotados en Albacete, Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia... Zaragoza y Sevilla han caído en manos facciosas. El golpe de Estado ha fracasado gracias a la rápida reacción de la población y sobre todo de los trabajadores, los partidos y sindicatos de izquierda, y los fieles a la Republica. Se inicia una Guerra Civil que durará tres largos años.

4. 1.- El 18 de julio y los primeros momentos de la rebelión militar en Villamalea. El 17 de julio de 1936 estalla la rebelión militar en las plazas africanas. Parte del Ejercito se ha sublevado contra el Gobierno legal de la República. La noticia corre como la pólvora el día 18, junto con la de los pronunciamientos en la península. Son momentos de confusión y se desconocen los lugares donde han triunfado los rebeldes. La noticia se extiende por todo el pueblo, y los vecinos se agolpan en las sedes de los partidos frentepopulistas en busca de información. Albacete ha caído en manos de los rebeldes. En la madrugada del día 18, la Guardia Civil de la localidad se ha dirigido a la capital para unirse a los sublevados. La corporación municipal se reúne. Grupos de obreros de la vía férrea, de los que han quedado en la zona tras paralizarse las obras, llegan el pueblo portando dinamita de la que emplean en los túneles; quieren enfrentarse a los fascistas, como se empieza a llamar a los rebeldes. “Al oír que había estallado el Alzamiento -cuenta la falangista Celia Fernández- nos reunimos los que pertenecíamos a la Falange y algunos simpatizantes de las derechas en casa de Mario M. Estaba allí José Antonio G., el cura Don Gumersindo y otros. Después de estar discutiendo la situación, y las medidas que íbamos a tomar, me fui a mi casa y los dejé hablando. Al poco rato oí una fuerte explosión”. Varios obreros de la vía férrea, junto con algunos vecinos, habían dinamitado parte de la casa de Mario M. al apercibirse de que se estaban agrupando los "facciosos". La explosión hace cundir el pánico, levantando una gran nube de polvo. Los falangistas huyen por los tejados, y el desconcierto aviva los ánimos. Los reunidos -ilesos- se esconden. Algunos obreros gritan: "Hay que pegarle fuego a la casa”. Uno de los huidos es encontrado en una gran tinaja de vino vacía, donde se creía seguro. La explosión y la rapidez con que la izquierda toma la iniciativa impide que la derecha se agrupe. Los comunistas se reúnen en su nueva sede -el cuartel de la Guardia Civil recién abandonado la noche del 18 julio. Se discute la necesidad de controlar posibles violencias y desafueros, como los recién acaecidos, que en nada favorecen a la causa del Frente Popular. Se acuerda mantener una discreta vigilancia, asignándole a cada militante la custodia de un vecino significado por sus ideas reaccionarias, para evitarle posibles agresiones o venganzas. El 19 de julio se registran las casas de los sospechosos, encontrándose aun propaganda falangista y de derechas, la cual es confiscada y quemada. Algunos de los asistentes a casa de Mario M. son detenidos y encerrados en la "Chichota”, calabozo del Ayuntamiento. La extrema derecha no duerme. Cuenta Celia Fernández: "Aún estaba Albacete en manos de los Nacionales, cuando vino Don Nicasio y me dijo que quemase el archivo, fichas y propaganda de la Falange, pues no tardarían en hacerme un registro. Vinieron y no encontraron nada, pues ya lo había quemado todo y las cenizas las había echado a retrete. Los escapularios y estampas de santos los quemaron. El día 20 de julio me detuvieron y me llevaron a la "Chichota", junto con otros".

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Tras la explosión de dinamita del 18 de julio, la moderación se impone y se calman los ánimos. El PCE y los anarquistas (recién formada la CNT), junto con los republicanos y la UGT, colaboran para evitar altercados, venganzas y violencia. Villamalea vuelve a la calma, si bien el pueblo permanece atento a los acontecimientos. Están sorprendidos de la rebelión -ya augurada muchas veces- por ser gentes pacificas y poco belicosas. Batallones de milicianos republicanos, al mando de Mangada, recuperan Albacete capital, el 25 de julio. Mientras, Villamalea se prepara para la guerra. Se organizan mítines, reuniones y discursos. Se preparan las primeras quintas para salir hacia los frentes de batalla, a mismo tiempo que se empiezan a formar las primeras columnas de voluntarios. Se envían los primeros camiones de víveres a Albacete. En otros pueblos, los primeros momento de desconcierto son aprovechados para dar los primeros "paseíllos" a personajes de la derecha, cometer actos de pillaje y tropelías, debido al vacío de poder y la ausencia de las fuerzas del orden. "Luis García nos había puesto al corriente de las bandas armadas que recorrían la provincia para sabotear a la República, haciéndose pasar por frentepopulistas, dedicándose al crimen, pillaje y sabotaje. Nos explicaba que la derecha se camuflaba para combatir, mejor y desprestigiarnos. Nos alentaba a estar alerta para contrarrestarlos en la medida de lo posible". La simple acusación de fascista o simpatizante de la rebelión, podía ser motivo de detención y "paseíllo". Esto no ocurre en Villamalea, a pesar de algunos intentos de incontrolados. En la localidad, en ningún momento hay vacío de poder, ya que el municipio esta regido desde hace meses por las organizaciones del Frente Popular. Ninguna arbitrariedad, ni abuso. Todo se hace ateniéndose a la legalidad y al orden vigente. Los componentes de la burguesía local están nerviosos por la incertidumbre del momento, aunque reina la normalidad. "Los componentes del Radio Comunista local nos reuníamos continuamente para discutir los acontecimientos. Manteníamos la vigilancia sobre los derechistas del pueblo para evitarles alguna desgracia. Teníamos muy claro que la violencia indiscriminada favorecía a la reacción y al fascio". El comité local del PCE acuerda evacuar al cura, para evitar que algún incontrolado atente contra él. Germán Carrasco y Antonio García "El Marrajá" se personan en casa del cura Gumersindo Corbalán, llevándole un traje de paisano y le dicen: -Cámbiese, recoja lo que quiera, y mañana a primera hora esté listo, pues pasaremos a recogerlo. Al día siguiente lo llevan a su pueblo -en Murcia- y allí le dice Germán Carrasco: -Don Gumersindo, tome Ud. 500 Ptas. para cubrir sus primeras necesidades; lo que ocurra a partir de hoy, nadie podrá achacarlo a ningún vecino de Villamalea.43 4. 2.- Vida cotidiana y Guerra Civil. Al comenzar la guerra se crean comités de las organizaciones del Frente Popular y organizan los diversos sectores de la vida económica y social. El Comité del Frente Popular local se crea para controlar la vida de la villa. Formado por tres miembros en los primeros momentos –PCE, UGT y CNT- es presidido por un comunista. La primera medida que se tomó fue la de recoger y confiscar todas las armas de fuego en manos de particulares. Crea una milicia popular con un cabo y seis milicianos armados, pagados por el municipio. Eugenio Molinero cuenta así la financiación de la milicia: "Mandé llamar a todos los de derechas y pudientes del pueblo y les dije: -Hace unos días el pueblo estaba tranquilo y no hacia falta nadie para poner orden. Las cosas han cambiado y no por nuestro deseo. Como necesitamos mantener el orden republicano y garantizar la seguridad de las personas, hemos pensado crear una milicia que vigile el pueblo, y 43

La protección a la Iglesia fue una constante en la política del PCE. Guy Hermet lo señala en su libro sobre los comunistas. También G. Brenan indica esta postura: “Los comunistas... habían adoptado una actitud protectora hacia la Iglesia, tomaron a su cargo la tarea de proteger a los curas”, op. cit. pag 242.. El caso de Villamalea era normal en la política del PCE. De hecho el cura Gumersindo Corbalán regresaría al final de la guerra a Villamalea.

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pensamos que va en beneficio de todos, tanto de Uds., como de nosotros. Claro está que a los milicianos tenemos que pagarles, y este es el motivo que les reúna. Hemos decidido echarles una multa colectiva a todos Uds., que sabemos que pueden pagarla. Esperamos que comprenderán la situación. De buena o mala gana, todos contribuyeron. La mayoría lo hicieron en especie, otros en dinero”. El Comité del Frente Popular amplió pronto su composición a once miembros. Se habilitó como sede la casa de un huido. En marzo de 1937, el entonces alcalde, el comunista Eugenio Molinero, disolvió la milicia popular, ya que el costo de mantenimiento era alto, y sobre todo por la escasez de mano de obra, consecuencia de los muchos hombres que combatían en el frente. La defensa de la comunidad pasaría a asumirse por la colectividad, corriendo todos con los posibles peligros y conflictos. El Consejo Obrero. Creado poco después de la sublevación tenia como misión recoger y administrar los víveres, útiles y productos requisados. Formado por seis vecinos sin filiación política, eran elegidos por los vecinos. Diversos propietarios comenzaron a ocultar y a acumular víveres y otros El mismo día de la sublevación militar -18 de julio de 1936-, los partidos políticos del Frente Popular delegaban en Luis García las relaciones con productos, provocando escasez. Albacete. Documento Ignacio López. Las protestas llevaron a este Consejo Obrero a requisar, y a distribuir los víveres, trigo, etc. Pronto surgieran conflictos en la distribución. El egoísmo de obtener más en el reparto para especular, hizo que los oportunistas surgiesen como hongos, prometiendo estos un reparto más rápido si eran elegidos para el Consejo Obrero, lo que creó descontrol. Ante la carencia de eficacia e inoperancia, el alcalde comunista hizo que se centralizasen los servicios en el Ayuntamiento, en marzo de 1937. Esta medida respondía, de alguna manera, a la llegada de los primeros refugiados. El Comité Agrícola. Se formó a finales de 1936, si bien su actividad fue muy escasa. En 1937 sus funciones se centralizaron en el Ayuntamiento. El decreto publicado en el B. O. de la provincia de Albacete, el 28 de septiembre de 1936, decía entre otras cosas: "Se crea en cada municipio el Comité Agrícola local del Frente Popular, el cual se formará con cuatro miembros elegidos por el Ayuntamiento, el Comité Político de dicho Frente, incluyendo las organizaciones sindicales... en unión conjunta de entre los vecinos competentes en agricultura y de probado amor al régimen... Su misión especifica en el momento actual consistirá en lograr el aumento del área de cultivo y de la producción unitaria".

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La quema de "santos". Evacuado el cura, Villamalea queda sin servicios religiosos. Durante tres años no se celebrará en la villa ningún bautizo, boda, ni acto religioso. A los pocos días de la evacuación del cura, hay varios intentos -por parte de los más exaltados- de quemar las imágenes religiosas y los objetos propios del culto. La Iglesia aparecía junto a la clase dominante, y como institución apoyaba la sublevación -la “cruzada”-. El mismo cura participaba en los actos públicos de la derecha. Los primeros intentos de quema de "santos" fueron cortados con decisión, logrando convencer a los más radicales e izquierdistas de lo innecesario de tales actos. Pero poco después esto no fue posible. "Aquí no existía sentimiento contra la Iglesia. Las imágenes sagradas las quemaron gentes de derechas para hacer "méritos", y que así los tomásemos como adictos a la República. Los comunistas decíamos al pueblo: quemando los "santos" no se hace la revolución. Hay que guardarlos por que representan el trabajo de obreros, de artistas, son cosas que tienen valor...". Todos coinciden, incluso los falangistas, en que no fue la izquierda quien quema los "santos", sino gentes sin formación, conservadores que, temerosos de que se les identificase con los fascistas y se les atacara, pretendían encubrirse, enmascararse, y dar una imagen de revolucionarios. "Eran gentes llenas de miedo y quemando cuatro casullas y cosas de la iglesia, esperaban ingenuamente congraciarse con los republicanos y la izquierda. Así solo desprestigiaban a la República”. Primero hicieron la pantomima de ahorcar las imágenes y después hicieron una hoguera con todo. Los objetos religiosos se habían almacenado en la sacristía, tras los primeros intentos de quema. Aprovechando la ausencia de los lideres más significados del Frente Popular -auténtico freno de los excesos- se produjo la quema. El repudio fue unánime, sin distinción de ideas o creencias "Fue un autentico atropello. Aún recuerdo como uno que tiraba unas casullas al fuego, después de la guerra se puso la camisa azul de la Falange. Cuando llegó Germán Carrasco y otros de Albacete y vieron asar patatas en las ascuas, casi se los comen. Germán les dijo de todo, estaba hecho una fiera, y si no lo paran se lía a estacazos con los incendiarios". Los partidos Políticos y sindicatos, ven engrosar sus filas con nuevos afiliados, que quieren evitar el parecer sospechosos. La derecha se encubre y crea una quinta columna, que con sus excesos desprestigiará al Frente Popular. El edificio de la Iglesia pasa a ser el local de la Casa del Pueblo, y de la Bolsa de Trabajo de la UGT. Con la llegada de los primeros refugiados, en 1937, sería utilizada como vivienda de los que huían de los frentes de batalla. Roque Ortiz, de UGT, primer alcalde de izquierdas en Villamalea. Tras lustros de pasividad, Villamalea se convierte en un centro de gran actividad política y sindical. El vecino va a convertirse en protagonista, en actor de su historia. Con todos los errores e inexperiencias propias del momento, dará un paso fundamental, saliendo a relucir las contradicciones largamente gestadas. Las primeras quintas de reemplazo, junto con cuerpos de voluntarios, se incorporan a los frentes. Los más jóvenes parten a luchar contra el fascismo. La consecuencia económica se notará a partir de 1937: por primera vez en la historia local escaseará la mano de obra. Roque Ortiz, de UGT, será el primer alcalde de izquierdas en la villa. Un gran numero de vecinos se incorpora a distintos comités y cargos públicos. El Ayuntamiento se formará con representación de todas las formaciones políticas y sindicales con organización en la localidad. En 1937, Eugenio Molinero, primer alcalde comunista, reorganiza el Ayuntamiento y el Consejo Municipal, siendo elegido "por mayoría absoluta de votos” como miembro de UGT. Samuel Serrano, de la CNT, será teniente de alcalde, y los concejales E. Gómez (JSU), A. Valero (PCE), V. Ortiz (CNT), J. López (UGT), y F. Sotos (IR). Constatamos la inexistencia del PSOE como organización, y de ahí que no estuviese representado en la corporación. La derecha permanece expectante e inhibida ante el proceso que se desarrolla. Unos pocos huyen por temor, pero la gran mayoría permanece, pues se sienten más seguros en la villa. Se llevan a cabo las primeras expropiaciones de los huidos, dando lugar a un reparto de tierras y a las colectividades de UGT y CNT. Tierras comunales son roturadas y puestas en producción por los jornaleros.

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El almacenamiento de víveres para especular -por parte de ciertos propietarios- crea problemas y se les requisa: “...se dio cuenta de haberse hecho entrega por el Comité del Frente Popular de la documentación a inventario de las incautaciones realizadas por las distintas organizaciones". Las requisas están controladas, si bien no puede evitarse que algunos propietarios sacrifiquen su ganado -a pesar de la prohibición- y se lo coman. "Cuando se enteraron de que había matado los cerdos, era tarde; solo consiguieron requisarme el tocino". A pesar del control no siempre se pudo evitar la requisa o las incautaciones arbitrarias. Un medio muy común de recaudar víveres y dinero fue recurrir a las multas. Los elementos derechistas y la burguesía local son multados -no siempre con acierto- por los motivos variopintos, tales como ser de "derechas", ser propietarios, votar a la derecha en elecciones anteriores y razones similares.44 Desde la villa se organiza la ayuda a los frentes de batalla, a través de alimentos, uniformes, etc. Toda la ayuda se canaliza a través del Socorro Rojo, dirigido por Ana García, hermana del dirigente comunista Luis García. Consecuencia de la guerra será la creciente politización. La JSU organiza reuniones en sus locales y difunde las noticias que escucha en la radio incautada al cura. "Yo daba charlas y arengas en la Casa del Pueblo -cuenta un viejo jornalero-. Animaba a la gente a contribuir a las necesidades de la guerra. Les decía: si ganan los fascistas, nos quitaran tierra, ganado... hasta los dientes. ¡Si lo sabría yo que, tras la guerra, nos dejaron en la más espantosa miseria! En la postguerra nos respetaron la vida. Así podían robarnos lo único que nos quedaba: ¡el trabajo!” La mujer se incorpora a la producción, por la escasez de mano de obra masculina, tomando un papel muy activo. “Hasta las hijas de los pudientes trabajábamos llevadas por la buena armonía. No nos importaba. Todo lo entregábamos al Socorro Rojo, pues siempre teníamos algún familiar en el frente". Sobre el funcionamiento general de la villa, leemos el resumen que el alcalde envía al gobernador de Albacete para informarle de los acontecimientos locales y el estado de los servicios: "Reforma agraria: en la que afecta a las fincas incautadas, los campesinos que las explotan... trabajan conforme a los medios establecidos por el Ministerio... pues con ello saben que obtienen rendimientos bastantes elevados para hacer frente a las mayores necesidades de la nación, lo que supone una ayuda a la guerra. La ganadería es fomentada. Sanidad: está debidamente atendida. Orden público: el problema del orden público, si en algún caso se necesita, es de poca importancia y se solventa sin necesidad de recurrir al uso de la fuerza armada, empleando para ello la persuasión, con la cual se evita reprimir... Hacienda local: marcha bien, con una existencia en caja relativamente importante y además existen créditos pendientes de cobro de sumas elevadas... Primera enseñanza: la creación de nuevos locales y escuelas... para que desaparezca el analfabetismo y hacer del ciudadano un elemento útil a la sociedad. Servicio agronómico: por este organismo se ha hecho y se viene haciendo constantemente, por medios de bonos, gestiones para que se declaren las existencias de cereales y otros artículos de primera necesidad, destinados al consumo de la población civil... en cuanto a la agrícola se realiza debidamente...".45

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En algunos momentos, este tipo de multas fue excesivo, recurriéndose a Luis García para que mediase ante el gobernador. Cuentan los multados que Luis "nos levantó una fuerte multa que nos había puesto el gobernador por el motivo de haber hecho un donativo en el año 1935 para la reparación de la casa cuartel del Benemérito cuerpo de la Guardia Civil", y también que "se hace constar que fueron requisadas varias fincas urbanas y una vez más supo imponerse Luis para el levantamiento de dichas requisas que quedaron a disposición de sus mismos dueños” (Archivo familiar de L. García). De nuevo el PCE adopta un papel moderado, oponiéndose a la requisa, a las expropiaciones y multas arbitrarias. Es más significativo en cuanto que los textos arriba reseñados están fechados en 1940, período de brutal represión, y que se escriben para intentar salvar a Luis García de ser fusilado, precisamente por sus oponentes. 45 Acta de sesiones del Ayuntamiento, de 26 de marzo de 1938. A. M. V.

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En Villamalea no se pasó hambre, ni necesidad, si bien hubo escasez de algunos productos por racionamiento. Leemos en las actas municipales: “... la situación económica del municipio no puede considerarse desesperada ni mucho menos". + Tan solo después de la guerra se conocerá miseria y hambre, comparable con la escasez de principio del siglo XX. Durante la guerra, la producción había aumentado, gracias a las medidas que se habían tomado de tipo técnico y humano. En 1938 la insuficiencia de mano de obra masculina será preocupante, como en el resto del país. Los que no se han ido voluntarios, serán llamados por reemplazo. En marzo se moviliza la quinta del 28; en mayo se llame a filas a las quintas del 22, 23, 24, 25 y 26. Meses después se movilizan las del 21, 20, 19... Poco después sale la "quinta del saco" y la “quinta del biberón”, también llamada del “chupete”, por la corta edad de sus componentes. Algunos vecinos ocuparon diversos cargos en el Ejercito Popular: Juan Sáez fue comisario en la batalla del Ebro; Salvador Martínez también fue comisario. Enrique Vergara y Román García son tenientes veterinarios; Juan Navarro teniente de infantería; Luis García comandante medico; Sebastián Pérez, comandante del Quinto Regimiento... y junto a ellos varias docenas de soldado anarquistas, comunistas, republicanos y ugetistas.46 Para compensar la falta de hombres se moviliza a mujeres, niños y ancianos. Todo el que puede contribuir a la producción, lo hace.47 Durante toda la Guerra Civil, Villamalea se mantiene relativamente tranquila, con escasez de violencia. Pueblo de retaguardia, se dedicará totalmente a la producción. Los primeros refugiados llegan a principios de 1937. Son mujeres, niños y ancianos. El grupo más numeroso es de Vall d'Uxo. Rápidamente se les busca alojamiento, alimentos y trabajo. Algunas se integraran en las colectividades agrarias. La acogida de los refugiados es tan satisfactoria que la prensa local, en primera pagina, recogía esta noticia: “Villamalea. Ejemplo para los antifascistas. Del pueblo de Villamalea comunican a este Gobierno Civil que el día 27 de junio ultimo llegaron a aquella localidad evacuados de Vall d’Uxó 22 familias... las cuales, según cartillas de evacuación iban destinadas a La Roda, pero el llegar a Villamalea, fue tan grande el cariño que el vecindario demostró, que decidieron quedarse en el mismo. Al tener conocimiento de ello el alcalde, Miguel Tarancón... dió ordenes oportunas, que por el camarada Juan Albiar, de la comisión de Abastos, les fuera extendido un comprobante en sustitución de la cartilla de abastecimiento... Estos reciben a su vez, los artículos de que el pueblo dispone, lo mismo que cualquier vecino... El hogar que de momento se les ha podido facilitar ha sido la Iglesia... Albacete, 12 de julio de 1936. El Gobernador Civil”.48

"Campesino: defiende con tus armas al Gobierno que te dio la tierra”. "La tierra para el que la trabaja". La Bolsa de Trabajo. El inicio de la Guerra Civil hace que la bolsa de trabajo amplíe sus funciones. Una forma de evitar el paro en los primeros momentos fue el reorganizar la Bolsa de Trabajo, adaptándola a la nueva situación. Hasta el Decreto de Uribe, la bolsa organizó el trabajo de los jornaleros y pequeños campesinos; pero el hecho de que parte de estos fueran alistados o voluntarios a la guerra, hizo disminuir rápidamente el numero de parados.

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Prácticamente todos los afiliados a los partidos y sindicatos componentes del Frente Popular fueron voluntarios a la guerra. Unas dos docenas de anarquistas se alistaron a la "Columna de Hierro" de Durruti. Los comunistas fueron a unidades comunistas que “...poseían además un dinamismo que no tenían ningún otro partido... crearon de la nada un magnífico ejercito y un Estado mayor que obtuvo victorias contra poderosos enemigos. Su programa fue hábil e ingenioso. Durante dos años fueron el corazón y el alma de la resistencia antifascista... pero no fue fácil a los otros partidos entenderse con ellos. Tenían la creencia fija de su superioridad, conocimiento y capacidad, siendo incapaces de una discusión racional, les salía por los poros su espíritu rígido y totalitario". G. Brenan, op. cit., Pág. 243-244. 47 La prensa local de Albacete exhortaba a ello continuamente. Consignas como "la siega ha comenzado... que no quede en el campo ni una sola espiga...", "...hay que ayudar a los campesinos a recoger la cosecha...", son repetidas todos los días. 48 El Diario de Albacete, de 13 de julio de 1937.

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Los jornaleros eran repartidos según las propiedades de los patronos. Se estipuló un salario fijo con el que cada propietario debía retribuir al asalariado independientemente del rendimiento. Si no había trabajo, se debía mantener igualmente a dichos jornaleros. "Desde la Casa del Pueblo me mandaban muchos días hasta once obreros. Yo les decía: hoy no tengo trabajo para daros, y era verdad que no había. Pero a ellos les daba lo mismo. Se sentaban en la puerta todo el tiempo que duraba la jornada y luego se iban a sus casas. Yo les tenía que pagar aunque no hubieran dado ni golpe. Si no, cuando me hubieran hecho falta, no los hubiera tenido... y no iba a dejar perder la cosecha". La distribución de los jornaleros se realizaba según las posibilidades de cada propietario, los cuales, a pesar de no estar de acuerdo con la medida, se veían obligados por la situación. Tanto la creación de las colectividades de UGT y CNT, como la libre roturación del monte publico, unido a la escasez de mano de obra consecuencia de las necesidades de los frentes, anuló prácticamente la presión sobre los patronos, que no se vieron obligados a dar trabajo -sin haberlo- a los jornaleros, a partir de mediados de 1937. Los arrendatarios siguieron pagando la renta durante toda la guerra, así como cumpliendo los contratos establecidos con anterioridad. La mentalidad del campesinado, lenta en la asimilación de ciertos cambios, seguía apegada a los viejos moldes tradicionales. A pesar de que podían no pagar los arriendos, o recurrir a tierras abandonadas por sus propietarios, mantuvieron y siguieron pagando de acuerdo a los compromisos adquiridos, por estar convencidos que habían de pagarlos, o temerosos de que la rebelión triunfase y fueran severamente reprimidos por los vencedores. El boicot a la producción fue un hecho en muchos momentos. La burguesía rural trató de crear problemas en la referente a los suministros de alimentos. El boicot se contrarrestó de varias formas, con bastante éxito: la expropiación, las multas, la requisa, y también a través de la Bolsa de Trabajo. Otra de las formas de aumentar la producción fue la puesta en explotación de nuevas tierras, lo que unido a un mejor y más racional cultivo, produjo un nivel de vida aceptable.

En el cuartel general de las Brigadas Internacionales Mario Fernández -segundo a la izquierda-, vecino de Villamalea y militante del PCE, fue-secretario personal de Luigi Longo. Junto a él aparece John Tizza y el teniente Canapino (derecha de la foto), en el cuartel general de las Brigadas Internacionales de Albacete, en 1938. Foto cedida por la familia Fernández.

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La guerra, las expropiaciones y las nuevas roturaciones del monte publico quitaron mucha mano de obra a los antiguos propietarios. Al tener parte de sus tierras sin producir, se les pudo expropiar. En algún caso ocurrió que un gran propietario quiso “colectivizar” su propiedad. Antonio García creó -en su finca de “Las Fogatas”- la colectividad que fue apodada "colectividad de Gil Robles". "Para no dar sus tierras, ni que la fueran expropiadas, Don Antonio decía que sus tierras las cultivaba él y toda su familia. Yo le decía -cuenta el antiguo presidente del Comité Agrícola Local-: -¿Que dá Ud. Don Antonio? -Nada. Le decía que algo tendría que dar, pues tenía mucho. Cansado de pedir y que nada diese, me fui a ver al delegado de la Reforma Agraria de Albacete; cuando se lo conté me dijo: -¿Tiene algo que ver ese García con Luis, el dirigente comunista? -Es su padre. Se extrañó, y me preguntó por qué le planteaba tan difícil papeleta. Le contesté que quien me había mandado para que le expropiasen parte de las tierras era precisamente su hijo Luis “. El boicot a la producción fue un completo fracaso en Villamalea. Precisamente sobre este particular escribía Luis García a su padre: "Respecto a la de no sembrar más que lo estrictamente necesario es una torpeza, si bien es cierto que ellos -los propietarios- andan escamados y temerosos... hoy lo fundamental es el tener reservas suficientes para hacer frente a los años venideros... pues hemos de contar con una guerra larga y a lo peor se extiende a todo el mundo. De todos modos hoy vale tanto un buen agricultor como un buen trabajador de la tierra, y como el soldado más heroico del ejercito...”. 49 Sobre el reparto de la propiedad privada que se realizó en Villamalea, señalamos algunos hechos significativos. La fabrica de luz que suministraba fluido eléctrico al pueblo, había quedado parada por haber huido el dueño. No se expropió, sino que se utilizó para mantener el suministro, mejorándose la instalación; se limpió la presa que estaba anegada de barro, se llamaron a técnicos de Albacete que repusieran piezas y se puso a punto. También se utilizaron para el servicio de la comunidad las provisiones y los locales de dos comercios cuyos propietarios habían huido. Se hizo inventario y valoración de las existencias en el momento de la ocupación y cuando acabó la guerra, el propietario se beneficio de las mejoras y de la gran abundancia de víveres que en el momento existían. En ambos casos, y sin compensación, sus respectivos propietarios mejoraron sus propiedades. Otro aspecto a destacar en la vida cotidiana es la propaganda política sobre la Reforma Agraria realizado a través de charlas, mítines y reuniones. En todos los actos participan activamente representantes de distintas tendencias políticas y sindicales de la localidad. El protagonista de estos actos es tanto el campesino como el jornalero que ha accedido a la propiedad. Por primera vez en su historia, el campesino tendrá protagonismo, controlará los cultivos, el trabajo, la producción, etc. Esta experiencia va a calar profundamente en los protagonistas, si bien será silenciada después de la guerra. Sin embargo, mientras duró la contienda, Villamalea aparecerá llena de pasquines, carteles, etc., que animan y estimulan a la participación del campesinado a la defensa de la República del Frente Popular y la batalla de la producción, contra el sabotaje y el boicot. Consignas como los siguientes llenan las paredes: "Campesino: defiende con tus armas al Gobierno que te dio la tierra”, "La tierra para el que la trabaja", "Sindicatos: movilizad vuestros hombres ante el objetivo supremo: ganar la guerra. UGT". 5.- La represión en Villamalea durante la Guerra Civil. Si hasta 1936 la represión política se había ejercido sobre las capas populares, de 1936 a 1939 serán estas quienes la ejerciten contra los enemigos de la República. La Guardia Civil, tradicional fuerza de seguridad en las zonas rurales, abandona Villamalea el 18 de julio y se une a los insurrectos en Albacete. El orden se ha trastocado. Primero se creará un cuerpo de milicia popular, y poco después será la propia comunidad la que asuma directamente su defensa.

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14 de octubre de 1937. Archivo de la familia García.

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En agosto de 1936, miembros de la Guardia de Asalto El Quinto Regimiento trasladan a la capital a los considerados enemigos de la República y simpatizantes de los rebeldes. Con esta medida se El dieciocho de julio pretenden evitar los ”paseíllos”, que tanto terror están causando en el patio de un convento en los pueblos de la provincia, por lo que supone como el partido comunista fundó el Quinto Regimiento. desbordamiento de las pasiones populares contra caciques y hombres de derechas, caracterizados por su dureza. Algunos de Venga jaleo, jaleo los asistentes a casa de Mario -el 18 de julio- conocidos suena la ametralladora falangistas y de derechas, son conducidos a la cárcel de y Franco se va a paseo. Albacete. Entre ellos Manuel G. medico, alcalde varios años, Con Líster, el Campesino, gran propietario local, enemigo declarado del Frente Popular, con Galán y con Modesto casado con la hija de Genaro Cañada Ochando y conocido por su con el comandante Carlos caciquismo y su conservadurismo. Atacó con dureza a sindicatos no hay miliciano, con miedo. y partidos políticos de clase. Juan Soriano dice de él: "Era la Venga jaleo, jaleo máxima figura del caciquismo, conservador, morfinómano y con Suena la ametralladora mala sangre”. Esta descripción la hacían los sectores más y Franco se va a paseo. conscientes del vecindario. Antonio M. y Enrique Tevar grandes propietarios- se oponían también al Frente Popular y Con los cuatro batallones actuaban con métodos autoritarios y caciquiles. Junto a estos tres que Madrid están defendiendo vecinos, van algunos falangistas, como Celia Fernández, se va lo mejor de España fundadora de la F. E. y de las JONS local, y destacada activista la flor más roja del pueblo. desde 1934. Algunos de los encarcelados son puestos en libertad, pero no regresan a Villamalea. Venga jaleo, jaleo suena la ametralladora Las detenciones crean un clima de temor por parte de la y Franco se va a paseo. derecha y los propietarios más fuertes. Contra algunos se esgrimen amenazas de "sacas nocturnas o el “paseíllo”; pero los Con el quinto, quinto, quinto, partidos se oponen con energía. A pesar de la guerra, la vida con el Quinto Regimiento cotidiana mantiene muchas de sus pautas tradicionales. Los madre yo me voy al frente arrendatarios siguen pagando puntualmente sus rentas. El para las líneas de fuego. respeto a la propiedad hace desistir a muchos de abandonar el pueblo. Bien es cierto que tienen que colocar a los jornaleros que la Bolsa de Trabajo les asigna, pero ello no altera totalmente las relaciones laborales, que en gran numero de casas siguen siendo similares a las épocas precedentes en cuanto al paternalismo propio de una sociedad agraria. Los vínculos de armonía y respeto permanecen, a pesar de que la correlación de fuerzas no es la misma. Las costumbres tardan en cambiar y tres años de Guerra Civil son poco tiempo para transformar costumbres y formas de actuar seculares. Además muchos propietarios son republicanos y mantienen una actitud de pasividad. Los intentos de acaparar víveres y especular son controlados con presteza. La tranquilidad es tal, que el alcalde Eugenio Molinero acuerda, en 1937, suprimir las milicias populares pues “comen sin trabajar”. Así, la comunidad pase a asumir la defensa del orden republicano. Una de las represaliadas fue Celia Fernández, falangista. Pasó 8 meses en la cárcel, donde llevó a su hijo recién nacido. Al salir volvió a manifestar su oposición a la Republica y al Frente Popular. Cuenta: "Me molestaron mucho. Por ser falangista no dejaban a mis hijas ir a la escuela, pero no me amedrenté. Por la noche salía, y con una caña a la que había atado un gancho, les arrancaba los pasquines y carteles que había puesto la izquierda. Al día siguiente, me llamaban al Ayuntamiento y me ponían una multa, o me encerraban unas días en la “Chichota”. A pesar de todo no me fusilaron, y entonces lo hacían por mucho menos. Los comunistas procuraron que no se metiesen conmigo. Algunos anarquistas me hacían la vida imposible. Había uno muy chulo, con un pistolón al cinto, que me amenazaba constantemente, pero Bernardo, que era de la FAI se portó muy bien. Los peores eran los "camuflaos", que se apuntaban a la UGT o al PCE, y cuando se

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acabó la guerra se pusieron la camisa azul. Decían que les habían obligado, pero a mi no me engañaban”. La represión se ejercía a través de requisas, multas, procesos, cárcel, etc. Entre algunos de los expedientes que se abrieron, citemos uno, que refleja la mecánica que se sequía con los enemigos declarados de la Republica. Así leemos que, el pleno municipal, a petición del Juzgado sobre las actividades político sociales de J. A. M.: "Por unanimidad acordó informar en el sentido de que reconocen que el sujeto de referencia ha dado muestras públicamente de ser desafecto al régimen, censurando acremente los actos del Gobierno legalmente constituido, dejando bastante que desear en cuanto a su conducta en el orden político social, extendiendo sus ideas falangistas, en el sentido que es mejor que el Gobierno de la Republica y tendente a desprestigiar a esta. Individuo considerado muy peligroso por esta causa”.50 La denuncia parte de una vecina, que encontrándose en un comercio oyó decir al denunciado: "Que tenia ganas de que esto diese la vuelta, para cortarle la cabeza a toda esa gentuza, que le contestó la denunciante que no hablase de esa manera...”. J. A. había sido detenido varias veces por falangista, y tras la denuncia, fue puesto de nuevo a disposición del juzgado y encarcelado. Casos como el señalado se dan de cuando en cuando, sin que se pase de palabras o encarcelamiento temporal. Cuando se detiene a algún vecino de la localidad en otra población, por sospechas de contrarrevolucionario, se solicitan informes sobre los detenidos o sospechosos al Ayuntamiento. En las actas de sesiones del Ayuntamiento, encontramos cada cierto tiempo textos como este: "El Consejo conoce de un oficio del juzgado municipal de ésta villa, en cumplimiento de orden emanada del juzgado especial de delitos de rebelión de Albacete, por el que pide informes a este pleno sobre la conducta política y social y actividades políticas de... (da siete nombres)... J. M., sus amistades las tenia con los detenidos de propaganda fascista, sin que se pueda estimar si pertenece a la Falange; P. V. fue directivo de Falange, haciendo constante y destacada propaganda a favor de la misma; A. S. cabe informar en el mismo sentido; cuando ocurrió la muerte de Calvo Sotelo, ostentó brazalete de luto por el mismo, haciendo censuras contra el Gobierno de la Republica. J, V., A. C., C, F... de todas ellas procede informar en el sentido de ser afectos a la Falange; lo demuestran sus actividades políticas ejercidas en las elecciones del 16 de febrero de 1936, que no sola hacían propaganda fascista, sino que lucían insignias y distintivos falangistas... E. C. este individuo se sabe... era el que se encargaba de avisar a unos y otros enrolados en la Falange para celebrar sus reuniones; es decididamente un elemento faccioso. Esto lo demuestra el que en la noche que explotó la bomba en casa de Mario M., la misma en que explotó la revolución y cuando ya estaba tomado Albacete por los facciosos, estaba allí con todos los afiliados al fascio". Estos eran los informes y datos que el Ayuntamiento daba de las personas sobre las cuales se le pedían informes, todas ellas ausentes en ese momento de Villamalea. Algunos incidentes.- Durante los primeros meses de la sublevación, bandas armadas recorrieron la zona “buscando fascistas y reaccionarios”, de ahí que se creasen las milicias populares en la localidad. Cuentan que durante los primeros días de la rebelión era corriente que pasasen por la villa partidas armadas de distinto signo político. Una noche, estando de guardia en el campanario Germán Carrasco, vio llegar luces por el camino de Casas Ibáñez. “Fuimos a esperarlos a la entrada del pueblo. Eran anarquistas, por el pañuelo rojinegro que llevaban el cuello, y no eran tan pacíficos como los de aquí. -Venimos a limpiaros el pueblo de facciosos, camaradas -dice el que dirigía la comitiva. -No nos hace falta -le contesta Germán- nos valemos nosotros mismos. El que dirigía sabedor de la fuerza que dan tres camiones de gente armada, insiste muy seguro: -Camarada, he dicho que vamos a “limpiaros de fascistas”. Germán se encaramó a la carlinga y con la pistola que llevaba, le apuntó a la sien. 50

Juzgado Especial del Tribunal Popular de la provincia de Albacete. Expte. 213. Año 1938. Pueblo: Villamalea. Hecho: Supuesta infracción apartado del art. 55. Decreto 7 mayo 37. Denunciante: El presidente del Consejo Municipal, legajo 189. Criminal. A. H. P. de A.

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-Ordena que te sigan los otros camiones o te dejo “frío”. Con la oscuridad, los del camión no se apercibieron y todos siguieron la marcha, atravesando el pueblo. A la salida, Germán le dijo al cabecilla: -Si vuelves por aquí, vas a ser el primero en caer. ¡Así que fuera! Había que echarle valor. En aquellos días podía pasar cualquier cosa. Pero no volvieron”.51 Este tipo de problemas se planteó algunas veces con sus variantes. Incluso se produjeron pequeños incidentes con aviadores de la base aérea de Los Llanos, que cada cierto tiempo descansaban en el pueblo. Pero lo que tiene interés son los conflictos locales En este sentido, en 1937 se produjo un hecho que pudo tener funestas consecuencias y abrir odios seculares en la villa. La falta de conciencia política y humana de ciertas personas que se ven envueltas en una Guerra Civil, hacen salir a flor de piel pasiones, odios y rencillas largamente gestadas y reprimidas, violencia, frustraciones y envidias; se provocan así situaciones explosivas. A esto se añade el que los partidos y sindicatos vean aumentar sus filas con nuevos militantes que no siempre lo son por ideología o motivos políticos, sino por razones diversas. Como consecuencia, aparecen tensiones que provocan enfrentamientos, difícilmente olvidados y que se trasmiten de generación en generación, por ser una estructura rural. Una de estas situaciones la cuenta así Juan Soriano: “Vino O. N. a convocar una reunión en la casa del Pueblo. Este era un incontrolado del partido [PCE] de Albacete. A donde iba se sabia que había camorra; tenia más de anarquista que de comunista. Como le conocíamos, le dijimos que era conveniente que no hablase. A pesar de la oposición del partido, él se empeñó. Las ideas de este y de algunos más no eran claras. Esa noche querían "sacar" o algunos". Otro de los protagonistas implicados en el hecho, E. Molinero, narra así los acontecimientos: “Llegó con un camión de milicianos, muchos de ellos eran lo que llamábamos "indocumentados". Cuando lo vi aparecer [a O. N.] llamé a algunos de lo más honestos del partido, y en el Ayuntamiento les di fusiles y les dije: -Hay que evitar que pase nada, pues parece que no vamos a tener la fiesta en paz. Les dije que se situasen estratégicamente con el fin de que pudieran controlar la situación en todo momento. Parte importante de los vecinos se reúnen en la Casa del Pueblo, y los hechos se desarrollan rápidamente. O. N. abre la sesión y dice: -Aquí hay fascistas y estamos dispuestos a acabar con ellos. Así que ir dándome nombres para ir haciendo una lista. -Desiderio Carrión -dice un vecino. El que da este nombre es el inquilino de una bodega y un piso cuyo alquiler no paga hace años. El denunciado es el propietario. En esta época se acusaba a alguien de derechas como fascista, por el simple hecho de ser propietario. Tener dinero era sinónimo de fascismo. -Pedro Lozano “el Trones” dice otro. Es una denuncia similar a la anterior. -Antonio García -dice otro. -Este García ¿tiene algo que ver con don Luis, el del Comité del Frente Popular de Albacete? pregunta O. N. -Si, es su padre, y a don Luis le hará poca gracia cuando se entere de lo que estáis haciendo. No vamos a consentir que lo toquéis –dice Soriano. -Tacha el nombre de Antonio García. Sin embargo se va acumulando la tensión en gran parte de los asistentes. Los que acompañan a O. N. van armados hasta los dientes y son numerosos. Los del pueblo también van armados y se corre el riesgo de convertir la reunión en una masacre. 51

Bernardo Parra (CNT-FAI) confirma la existencia de bandas anarquistas en las primeras semanas de la guerra, que recorrían pueblos y aldeas: "Venían en camiones desde Cuenca buscando gentes de derechas. A veces eran vecinos del mismo pueblo los que denunciaban a alguien, y que faltos de apoyo entre los militantes locales, llamaban a los de fuera. Aquí conseguíamos echarlos. Muchas veces se denunciaba solo por razones personales, que trataba de encubrirse con argumentos políticos".

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-Aquí no se va a matar a nadie -grita un vecino. -¡Eso lo vamos a ver! No nos vamos sin “tajá”. ¿A quien más apuntamos? -M. -dice otro. El hijo de M. está presente; es comunista y pertenece a la guardia del Campesino como motorista, encontrándose ese día de permiso. Al oír el nombre de su padre, saca la pistola y se abalanza sobre O. N. El momento es aprovechado por Molinero, Soriano y otros qué esperaban la ocasión de actuar. La rápida reacción coge desprevenidos a los contrarios, que son desarmados. -Tengo mujer y tres hijos -dice Soriano- Todo lo he abandonado para ir al frente voluntario y jugármela, para que valientes como vosotros estéis en retaguardia. ¿Es que habéis olvidado que entre los que os queréis cargar hay familiares que están en el frente defendiendo la Republica? -Mientras yo sea alcalde -añade Molinero- aquí no habrá "paseillos". A todos los milicianos que acompañaban a O. N. se les montó en el camión y se les mandó a Albacete. Allí los esperaba el gobernador civil y Luis García. Los anarquistas de la localidad contribuyeron a frenar posibles desmanes en la comunidad, colaborando con otras fuerzas políticas. Bernardo Parra recuerda que "A partir del 18 de julio se crisparon los ánimos feamente, y fueron muchos los que se encubrieron con siglas de izquierda. Un grupo de UGT se había propuesto asaltar la fabrica de harinas varias veces, y fueron sus propios compañeros los que se les opusieron. Se hacían denuncias para no pagar un alquiler y cosas por el estilo. Venían, a veces, para que autorizase un registro y los mandaba a freír espárragos. Había que estar muy atento para evitar abusos". Tan segura era Villamalea que, temporalmente, vecinos de otras comunidades se refugiaron en la localidad. 5. 1. La muerte de Julio Vergara.Solo un vecino de Villamalea tuvo muerte violenta durante la guerra, sin que fuese imputable a ningún miembro de la comunidad. Se podía leer, hasta los años 80 del siglo XX, como en tantos otros pueblos de España, una lapida en la pared de la iglesia, en la plaza del pueblo: "Caídos por Dios y por España. José Antonio Primo de Ribera. Julio Vergara Carrión. ¡Presentes!”

Es una de las miles que se colocaron en toda la geografía española en los primeros años del franquismo, para honrar a los que consideraron víctimas del terror rojo. El análisis de los hechos nos muestra una España de rencores, odios y luchas fratricidas. Julio Vergara pertenecía a una de las familias '”pudientes” de la villa. Fue alcalde varios años. Su carácter brusco le creó muchos enemigos, no solo con sus paisanos, sino con vecinos de pueblos colindantes. Los motivos eran la caza, asuntos de lindes del monte publico, etc. Al estallar la rebelión, Julio Vergara marcha a Valencia, temeroso de venganzas personales. Sus relaciones familiares, le cubrían las espaldas sobradamente. Su primo, Luis García, era dirigente del PCE. Dos de sus hermanos eran militantes del PCE, uno de ellos con graduación de teniente veterinario. La familia manda a Luis García a Valencia para pedirle que regrese al pueblo, donde estará más seguro, pues en Valencia no tenía muchas relaciones. Le ofrece que le acompañe al frente de Madrid, donde él ejerce como medico, ya que Julio es practicante, pero no acepta. Un vecino resume así los conflictos de algunos vecinos con Julio Vergara: "Siendo alcalde hacia muchas cacicadas. Era normal en la época. Muchos iban a La Derrubiada y roturaban parcelas por la noche y cuando te pescaban te echaban una multa. Julio se aprovechaba del puesto, cambiaba las lindes, echaba a los cazadores furtivos, confiscándoles las escopetas y cosas así. A uno que era de Cenizate le quitó la escopeta y se la partió contra un árbol". Será precisamente este vecino de Cenizate quien lo reconozca en Valencia, lo siga, y lo denuncie como fascista y quintacolumnista, siendo encarcelado. Los informes que se solicitan al Ayuntamiento de Villamalea fueron negativos, tanto por la CNT como por el PCE. El informante

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del PCE, sin consultar con nadie, había tenido problemas personales con Julio Vergara, aprovechó la ocasión para el desquite. "Conducta censurable y poco honrada la de J. -cuenta Juan Soriano-, pues mezcló el resentimiento particular con el cargo que tenía en el Ayuntamiento. Cuando regresaba del frente al pueblo, me encontré con Lucio Liante en Albacete y me dijo: "Anoche mataron a Julio Vergara en Valencia". No hice ningún comentario, pues me hice esta pregunta: ¿Hubiese ocurrido esta muerte estando en su casa? No, no hubiera ocurrido". Este hecho lamentable, motivado por la denuncia de un enemigo personal, provocará la única muerte violenta en retaguardia de un vecino de Villamalea durante la Guerra Civil. Muerte políticamente injustificable, pues Julio Vergara no era antirrepublicano, incluso como ya se ha señalado, parte de su familia luchaba en los frentes defendiendo la causa republicana. Su muerte abriría disensiones en su propia familia, dividiéndola para siempre.

Germán Carrasco fue teniente en el Ejercito Popular de la Republica, en el Quinto Regimiento, formado por militantes comunistas del PCE. Murió el 25 de febrero de 1937 luchando en el frente de Madrid, en el Puente de los Franceses. En la foto de la derecha aparece junto a militantes del PCE en Madrid, a finales de 1936. Foto Rosa Verde.

5. 2. Las organizaciones políticas y la guerraDías después de la rebelión militar se movilizan las primeras quintas. Junto a los movilizados marchan los primeros voluntarios. Los vecinos más conscientes y decididos abandonan trabajo, familia y tierra y se alistan. Lo mejor de cada organización política y sindical marcha al frente. Uno de los primeros voluntarios es Germán Carrasco, al que se considera imprescindible en la localidad.

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La organización escribe a Luis García, para que, como miembro influyente del PCE, le haga volver al pueblo. Luis García les contesta: Partido Comunista de España. (S. E. de la I. C.) Comité Provincial Estimados camaradas: Albacete, 17 de septiembre de 1936. Hemos recibido vuestra carta en la que pedís que el camarada Germán se vuelva al pueblo, pues por lo visto tenéis miedo a la organización y al trabajo en el partido. Al camarada Germán, es conveniente para el partido que se vaya al frente por dos causas: 1º. Para demostrar a cierta gentuza que todavía viven e influyen a la clase trabajadora de ahí, que él ni se vende, ni tiene miedo, y que en lugar de emboscarse en demagogias y encumbrarse en la Casa del Pueblo, sabe ser abnegado y lucha en donde hoy hay mayor peligro para nuestra causa; esto es conveniente para el día de mañana poder escupir a esos desgraciados su cobardía y recabar para nuestro heroico partido la dirección política de las masas trabajadoras. Y en 2º lugar, es conveniente que se marche para alentar a otros camaradas a marchar al frente, pues si ahora nosotros le dijéramos que volviese, los demás compañeros lo podían tomar como una huida de Germán, cosa que nosotros no podemos amparar. Germán salía anoche como jefe de grupo, a la cabeza de setenta y tantos milicianos y va a incorporarse al Quinto Regimiento de las milicias, que tiene un control político y técnico de nuestro partido y que es uno de los que van a pasar a la historia de la revolución con una hoja de lucha más brillante. Os decía antes que parece que le tenéis miedo al trabajo. Lo de la organización, yo comprendo que vosotros sois nuevos, y que desconocéis por ello la mecánica y hasta la política general del P.C., pero si habéis ingresado en nuestro partido es para... que os comprometáis a aplicar la línea política que inspira nuestro organismo supremo, el Comité Central y que estéis dispuestos a trabajar allí donde se os señale. Si hoy el Radio de Villamalea os ha marcado un puesto en la dirección local, vuestro deber es aceptarlo sin titubeos...".

La nueva afiliación tiene, en muchas ocasiones, motivaciones ambiguas, tales como cubrirse las espaldas y evitar acusaciones de colaboradores, reaccionarios o fascistas. Un carné del Frente Popular es un salvoconducto. Otros por el contrario, se afilian por defender a la República. La practica del "chaquetismo" es muy habitual y responde a un criterio de seguridad personal. Serán precisamente los nuevos afiliados a la CNT, PCE, UGT, Izquierda Republicana, etc., los más descontrolados e izquierdistas, los que perjudican la imagen moderada que las organizaciones frentepopulistas pretenden darle al proceso republicano. Así se darán casos en que los mismos izquierdistas se hagan falangistas al acabar la guerra, y sean los más radicales a la hora de reprimir a sus antiguos “camaradas”. Para el frente salen más de ciento cincuenta jóvenes y hombres, durante los primeros meses de la guerra. Sebastián Pérez se alista en el Quinto Regimiento alcanzando el grado de comandante; Enrique Vergara será teniente de Veterinarios. Juan Soriano combatirá en el batallón Thaelman. Eladio Bueno combatirá en Guadalajara y otros frentes y más tarde será guardia de asalto en Albacete. Luis García estará en el frente de Madrid como comandante medico y más tarde será medico en la base aérea de Los Llanos, con las Brigadas Internacionales. Los anarquistas lucharan en la Columna de Hierro. Germán Carrasco combatirá desde los primeros días en el frente de Madrid contra las tropas moras, siendo nombrado comisario político; junto a ellos estarán Narciso, Juan Ratón "El Rojo", José M. “el Tejero” y varias docenas más. 5. 3. Germán Carrasco muere luchando en el Puente de los Franceses. El primero en caer en el frente será Germán Carrasco, personaje mítico en el recuerdo popular. Antifascista decidido, caerá ametrallado en la carretera de Extremadura, en una de las embestidas de las tropas moras y la legión.

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“Lo llevamos a un hospital de campaña. Tenia el estomago agujereado. No tenia salvación y él lo sabía. Por eso se negó a que lo curasen. Antes de morir nos animó a seguir luchando contra el fascismo. Murió mientras nos decía que el fascismo sería derrotado. Fue una gran perdida”. A raíz de su muerte, Luis García escribía en la primera pagina de “El Diario de Albacete”, el 25 de marzo de 1937: "NUESTROS HEROES: GERMAN CARRASCO. Hace ya casi un mes. Yo no sabia nada. Ayer en el Puente de los Franceses, cuando los soldados se abrían camino con dinamita y sangre, un camarada me dijo: -Germán ha muerto. Hay como una oleada de sangre que nos sube a la cabeza, "Germán ha caído", no queremos comprenderlo; es como si el corazón se negase a creerlo ¡Germán! Fue en la carretera de Extremadura, el 25 de febrero. Como los buenos. Todo nos viene a la memoria, atropelladamente; aquellas charlas carretera adelante, en el atardecer gris del otoño, en aquellas noches frías de invierno, aquella hombría. Los pasquines, los manifiestos ilegales, las reuniones clandestinas, las asambleas secretas, la dinamita. Es como una película vertiginosa. Sabias encararte a la Guardia Civil, -de plomo las calaveras-, con los caciques, con la "canalla fascista", como tú la llamabas. Eras un campesino acomodado, podías vivir holgadamente con el cultivo de tus tierras, pero tenias un corazón demasiado grande para esconderte. Siempre diste la cara. Tu palabra breve, fuerte, encendida, era como un fulminante polvorín de los explotados. Nuestros campesinos te querían como a un hermano grande y fuerte... Eras un bolchevique. Sobre tu memoria inclinamos la bandera gloriosa de nuestro partido. Tu, Germán, sabes que los comunistas no lloramos: ¡Juramos vengarte de esa hez internacional que nos quiera avasallar, que te ha asesinado! Luis García Madrid, marzo de 1937".

Este breve recuerdo, resume la vida de un luchador campesino, líder durante años en Villamalea. Tras la liberación de Albacete por la columna de Mangada, llegan a la capital los dirigentes políticos que habían huido ante el golpe de mano militar. Entre ellos el comité regional del PCE. Se le encarga la dirección de la provincia a Luis García, así como la formación de los cuadros. Junto a estas tareas, Luis García se hace cargo de la subdirección del periódico "Diario de Albacete", que ha sido confiscado, y ha pasado a manos de los comunistas. Al mismo tiempo ejercerá como medico. Desde el periódico, Luis García escribirá sobre los problemas más candentes de la guerra y de la provincia. Al mismo tiempo organizará y participará en mítines en toda la provincia, consolidando la organización comunista. “El Diario de Albacete” recogía el día 2 de octubre de 1936 un mitin que se había celebrado en Casa Ibáñez: "Los pueblos. Casas Ibáñez. Mitin comunista. En la noche del 28 se celebró un mitin en el teatro ABC de Casas Ibáñez. Este mitin fue organizado por el Radio Comunista local, siendo el primero que con el carácter de comunista se ha celebrado en este pueblo... A continuación hizo uso de la palabra, el camarada Luis García del comité provincial del PCE, que hizo una reseña histórica de la lucha de las fuerzas represivas y feudales contra el liberalismo y la democracia, hasta su culminación en la guerra actual, apoyando a lo largo de su exposición la línea justa del PCE de franco apoyo al Frente Popular, pues ha de llevar hasta las ultimas consecuencias la revolución democrática...”.

Meses después, Luis García dejará las responsabilidades provinciales y se incorporará al frente como medico militar, donde compaginará su profesión con el periodismo de guerra y el articulo político. Las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), se crearon poco después de comenzar la guerra, y en ella intervinieron los distintos partidos que componían el Frente Popular local. De esta manera se pretendía no disgregar a los jóvenes que se quisieran incorporar a las organizaciones políticas. El

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numero de afiliados se acercó a ochenta, y sus actividades se centraban en la ayuda a la producción, difundir comunicados y noticias de la guerra (tenían la radio del cura, que habían confiscado), y tareas por el estilo. 5. 4. Algunos problemas políticos del PCE local durante la guerra. Partido de masas o “vanguardia del proletariado”. Sin duda alguna, el partido con más arraigo y militancia en la localidad fuera el PCE, seguido de la CNT, en lo que se refiere a la iniciativa de crear la colectividad anarquista. El alto nivel de militancia y actividad del PCE, no hizo a los comunistas estar libres de contradicciones, polémicas y enfrentamientos, como ya hemos visto anteriormente. En plena Guerra Civil se va a plantear en Villamalea una dura discusión política. El tema será sí se quiere construir un PCE de masas o una organización de vanguardia y minoritaria. El contexto es propicio, pues supone un replanteamiento de la concepción que hasta entonces se tenia de lo que debía ser el PCE. Hasta la Guerra Civil, el PCE había sido una organización cerrada por propio deseo de los comunistas, ya que solo admitían a la “vanguardia del proletariado”, y se resistían a abrir el partido a quien no formase parte de esa minoría. Con esta táctica se pretendía construir un partido a semejanza del bolchevique, cuya modelo los inspiraba. Esta concepción la había inculcado Luis García en la organización, en gran parte debido a la dura clandestinidad a que se habían visto sometidos durante la Monarquía y algunos años de la Republica. Había otras razones, como la de poder influir en otras organizaciones, a través de cuadros debidamente formados. La guerra les abre unas perspectivas diferentes. Ya hemos veces como la rebelión fascista abocó a un buen numero de vecinos a afiliarse a organizaciones frentepopulistas para cubrirse de posibles ataques o acusaciones de ser “de derechas” o reaccionarios. Serán precisamente estos militantes de ultima hora los que se muestren más radicales en sus planteamientos, contrastando con la moderación de que hacia gala el PCE y la izquierda en general. En este contexto de Guerra Civil, el partido que crece más deprisa es el comunista, ya que sus lideres son más conocidos: Luis García, el medico, Germán Carrasco, como líder campesino, Arnedo el maestro, Enrique Vergara el veterinario, etc. La composición interclasista del partido también es uno de los estímulos para apuntarse a este partido. La polémica que se plantea en el interior del PCE, podemos resumirla en dos posturas: 1º.- El grupo que defiende hacer un partido grande, de masas, dejando afiliarse a todo el que lo solicite. 2ª.- La postura que mantiene el que el partido sea una organización en la que milite solamente la vanguardia de la clase obrera y campesina. El momento en que surge la polémica es difícil y complicada, ya que los cuadros mejor formados y con más experiencia política no se encuentran en la localidad. "Algunos como Soriano, Donato, Valero, etc., querían un partido grande y empezaron a meter gente de derechas en el partido” -cuenta Molinero-. Siendo yo alcalde, fui a ver al entonces gobernador civil de Albacete, don José Cazorla, que era uno de los dirigentes comunistas de la provincia. Le conté lo que pasaba y le dije que era una vergüenza lo que estaba pasando y que debía intervenir. Me dijo que se lo dijese a Luis, que conocía mejor a los vecinos, y para él resultó una “puñalá” el que se metiera gente de derecha". De la misma opinión es Cesáreo García, jornalero y pionero del PCE local, a la sazón secretario del Radio local: "Cuando vine de segar de Cuenca, veo como muchos se han "colado" en el partido, y se llaman comunistas. Teníamos buena imagen, por eso me opuse a que entrase tanto "carca". Yo decía en las discusiones: tenemos que hacer un partido de hombres convencidos. Todos deben saber que o somos los mejores luchadores de la clase obrera, o no vamos a ningún sitio”. Otra opinión era la de convertir al partido en una organización de masas. El argumento era que la lucha, la Guerra Civil, haría que la militancia cotidiana de los afiliados "curtiese" políticamente a los nuevos, consolidando el compromiso. "Si ganamos la guerra ¿Quien nos dice que esos que dudan no llegaran a ser buenos comunistas? Hay que dar cabida a todos. Poco a poco se irán formando. ¿No aumentará el nivel de

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conciencia social al ver el ejemplo de los demás? También nos decían que si muchos de los que se habían apuntado no eran jornaleros ni trabajadores, y que el partido comunista era un partido fundamentalmente obrero. Yo les preguntaba: ¿Acaso no es Don Luis un hijo de la burguesía? ¡Y no por ello deja de ser un excelente comunista!". Estas eran las posturas y argumentos en discusión. Ambas partes exageraban sus puntos de vista en las constantes reuniones y debates que se realizaban en la Casa del Pueblo. Los que defendían "hacer un partido de vanguardia", manifestaban las nefastas actuaciones de los nuevos y como eso desdibujaba la buena imagen del PCE. ¿Cómo se dejaba afiliar a vecinos que hasta ayer habían votado las candidaturas de derechas y las habían defendido públicamente? Los que defendían "hacer un partido de masas", se apoyaban en la necesidad de nuevos militantes; y que si en un principio la conciencia política y la militancia eran bajas, la dinámica de guerra por que atravesaba el país necesitaba nuevos cuadros y militantes; aquellos que no fueran aptos, la practica cotidiana los depuraría. Intervino en la polémica Luis García, que llegó a decir que al ritmo que se iba "Hasta afilian a mi padre”. La discusión se zanjó en sus aspectos más violentos en una reunión: "la opinión de unos -de construir un partido de minorías- no respondía al momento histórico, ya que necesitábamos gente en el frente y en retaguardia. Así pues se acordó que debíamos hacer un partido grande, abierto a las masas campesinas y jornaleras, pero que solo daríamos el grado de militante a los luchadores, y los demás serían simpatizantes. Solo cuando hubiesen demostrado su capacidad de lucha les dejaríamos entrar". Se dieron algunos casos de expulsión, debido el mal comportamiento social de algunos afiliados que oscurecían la buena imagen del PCE. La polémica sintetizó las posturas en liza; como decía un viejo militante: "Éramos un organismo vivo que queríamos avanzar a una sociedad nueva, y eso está lleno de problemas”. Al acabar la guerra, se dieron algunos casos en los que se cambió de "chaqueta". Los mismos que se habían afiliado a organizaciones del Frente Popular, después lo hacían a la Falange, y sobre esto hubo casos notorios.

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Coplas de la defensa de Madrid Puente de los Franceses mamita mía, nadie te pasa, porque los milicianos, mamita mía, que bien te guardan. Por la Casa de Campo mamita mía y el Manzanares quieren pasar los moros, mamita mía, no pasa nadie. Madrid, que bien resistes mamita mía, los bombardeos. De las bombas se ríen, mamita mía, los madrileños.

6.- Las colectividades agrarias. UGT y CNT. El tema de las colectividades agrarias durante la Guerra Civil española ha suscitado viva polémica, las más de las veces apasionada y partidista. Unos han escrito apologías y otros las han condenada por inoportunas y contrarrevolucionarias. No es tema de este estudio entrar en polémica, sino describir y analizar el nacimiento, evolución y desarrollo del fenómeno colectivista agrario de Villamalea, evitando generalizar para la provincia de Albacete la experiencia concreta de este termina municipal.52 52

Hemos consultado el Boletín Oficial de la Provincia de Albacete, el semanario anarquista “CNT Manchega”, “El 'Diario de Albacete”, comunista en la guerra, y otras publicaciones. Las fuentes orales han sido muy valiosas para reconstruir la historia de las colectividades locales, recogiendo testimonios de los creadores de las colectividades: Bernardo Parra (CNT) y Eugenio Molinero (UGT). La bibliografía general del tema es relativamente importante. Entre otras: J. Peirats, La CNT y la revolución española, R. Ibérico. Paris 1972; La utopía anarquista bajo la IIª Republica, A. Elorza, Madrid, 1973);

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Como antecedentes queremos reseñar algo ya indicado anteriormente: la gran parcelación existente en la tenencia de la propiedad de la tierra.53 Un sector de la población posee algún almud de tierra. Existe el fenómeno de "tierras a medias". Se acepta y se defiende la idea -"sagrada"- de la propiedad privada de la tierra. No se cuestiona su legitimidad. La vía da acceso es pacifica y reformista. Si en el ámbito nacional -y en algunas zonas en especial- la Reforma Agraria era largamente esperada y deseada, ansiándose la tierra, y despertando entusiasmos su reparto, en Villamalea no existía ese estado de animo. Si antes del triunfo del Frente Popular era una necesidad imperiosa, después fue un hecho imparable, comenzándose las ocupaciones ilegales.54 Con la sublevación militar contra el Gobierno legal de la República, una de las preguntas obligadas era: ¿Que va a pasar con la tierra? "Sin dar respuesta concreta a esta cuestión no era posible ni movilizar a ese grupo de soldados -los provenientes del campo español- ni menos aún poner en pie de guerra al lado de la República a extensas zonas campesinas. Sin Reforma Agraria, no podía haber Ejercito Popular. Con Reforma Agraria, en cambio, el Ejercito Popular podía apoyarse en una alianza inquebrantable entre las masas obreras y las masas campesinas. La Reforma Agraria era una deuda que la República tenía contraída con los campesinos, y que en justicia estaba obligada a satisfacer. Ella constituía además una medida imprescindible para posibilitar la defensa de la República".55 La guerra había estallado justo en la época de la recolección, los grandes propietarios habían huido o estaban el lado de los rebeldes, y los jornaleros y campesinos tomaron en sus manos la tarea de dirigir la recolección de la cosecha. 6. 1.- El Decreto de Uribe. El Gobierno cambia en septiembre de 1936 y entra a ocupar la cartera de Agricultura el comunista Vicente Uribe, que plantea llevar adelante la Reforma Agraria, como una transformación revolucionaria vital del momento. El Decreto se aprueba el 7 de octubre. El B. O. de la Provincia de Albacete de 16 de octubre de 1936, en la exposición de motivos del decreto, acusaba a los grandes propietarios de tierras como una parte de los sublevados y financiadores de la rebelión. Por ello se decretaba: "Articulo 19.- Se acuerda la expropiación sin indemnización y a favor del Estado, de las fincas rústicas, cualquiera que sea su extensión y aprovechamiento, pertenecientes en el 18 de julio de 1936 a personas naturales o sus cónyuges, y a las jurídicas que hayan intervenido de manera directa o indirecta en el movimiento insurreccional contra la República".

El art. 2º indicaba que para determinar las personas incursas: "se reunirá una Junta calificadora, integrada por el Ayuntamiento, el Comité del Frente Popular y una representación de las organizaciones sindicales de obreros del campo...". Los nombres de las personas incursas, una vez establecida su participación en la rebelión, se publicaban en la Gaceta de Madrid y se procedía a la expropiación de sus propiedades, las cuales pasaban a manos de braceros y campesinos del termino municipal. Dentro del bando republicano existían distintas posiciones ante el problema agrario. La CNTFAI ve una coyuntura favorable para poner en practica el colectivismo libertario; ven la guerra, no como una lucha contra el fascismo, sino como una ocasión propicia al cambio de sociedad.56 Guerra y Revolución en España, 1936-39, Moscú, 1966-71; L’autogestion dans l'Espagne revolucionaire, Frank Mintz, Maspero, París 1976; Las colectividades libertarias en España, G. Leval, Madrid, 1977; Las colectividades libertarias en Castilla, J. L. Gutiérrez Molina, Campo Abierto Ed. Madrid, 1977; Las colectividades campesinas. 1936-1939, Tusquets, 1977; Problemática de las colectividades agrarias en la Guerra Civil, J. Maurice, Agricultura y Sociedad, numero 7. También las obras de Brenan, R. Carr, Malefakis, Broue y Temime, etc. ya citados. 53 En la obra citada de Sánchez y Mateos se señala que en el partido judicial de Casas Ibáñez coexisten el minifundio y el latifundio. Pascual Carrión, en Los latifundios en España, constata este mismo hecho. Guerra y Revolución..., op. cit. Tomo II, paginas 62 y 63. 54 Gaston Leval, en la obra citada, narra algunos ejemplos de ocupaciones, y las formas adoptadas. 55 Guerra y Revolución..., op. cit. Tomo II, paginas 62 y 63. 56 J. L. Gutiérrez señala que cuando la izquierda gana en 1936 “...el pueblo no espera ya más y su paciencia se desborda y los campesinos dicen: el tiempo pasa y la tierra sigue en poder de los caciques; ya empieza otra vez la decepción... ¿Es

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Anarquistas y comunistas están de acuerdo en "la tierra para el que la trabaja”. El planteamiento de los socialistas era el de la tierra para el Estado y su explotación a los sindicatos de trabajadores agrícolas. Los católicos defendían la propiedad familiar, y la indemnización en caso de expropiación. La Guerra Civil abría la posibilidad de ocupar la tierra por dos métodos: por la acción directa, ocupándola y después legalizar la situación, o por medio de la legalidad, aplicando el Decreto de Uribe de 7 de octubre. Los anarquistas optan por el primer método en los pueblos donde tienen una influencia importante.57 Por el contrario, los comunistas apoyan la consigna de "ganar la guerra y después hacer la revolución". Los comunistas apoyan al pequeño y mediano campesino, para así conseguir su apoyo en la defensa de la República.58 Se preconizaba la división y reparto de las propiedades de los terratenientes o insurrectos entre los jornaleros agrícolas. Los republicanos iban en esta línea, en cambio los socialistas eran partidarios de la nacionalización. De hecho, el ministro comunista Vicente Uribe recoge la situación creada por los anarquistas al ocupar la tierra al margen de la legalidad, combatiendo a las colectividades que se hicieron por la fuerza.59 El PCE defiende la pequeña propiedad, y solo donde se opta por la colectividad pacífica y voluntariamente, las defienden. Su objetivo no es la revolución social, sino consolidar un frente antifascista y ganar la guerra.60 Los anarquistas acusan al PCE de coaligarse con la burguesía republicana, consolidando a los partidos burgueses, hecho cierto en la estrategia de los comunistas. 6. 2.- El colectivismo agrario en Villamalea. Al estallar la sublevación militar, algunos propietarios de la localidad huyen a Albacete, donde los primeros días de la rebelión es zona ocupada por los sublevados. Otros se ocultan. Unos pocos son detenidos. La mayoría permanece en la villa. En ningún momento se ocupa tierra alguna, a pesar de lo idóneo de la situación. El Decreto Uribe no tiene un efecto inmediato, si bien comienza a discutirse el uso que se dará a la tierra de los huidos. Empieza la polémica, claro reflejo de las posturas políticas que se discuten a nivel nacional. Los anarquistas, grupo minoritario, con una treintena de afiliados frente a la UGT -más de 700 afiliados-, favorece una postura colectivista a finales de 1936. Los comunistas no se oponen abiertamente, pues es un problema nuevo en la villa. Antes de cualquier ocupación hay una polémica en el ámbito local, carente de violencia; al contrario, pone en evidencia las buenas relaciones entre la izquierda, y sobre todo entre la CNT-FAI, el PCE y UGT. Es significativo de estas posturas y relaciones la carta escrita por el comunista Germán Carrasco al anarquista Bernardo Parra, que dice así:

que el Gobierno del Frente Popular va a matar otra vez la ilusión de los campesinos?... No, los campesinos quieren tierra... Por ello empiezan las ocupaciones masivas: Badajoz, Toledo, Salamanca, Madrid, Cuenca... El Gobierno a posteriori las legalizará", op. cit., Pág. 13 y 14. 57 No todo es idealismo, sino que en muchos casos había coacción. R. Carr señala: "En algunas comarcas, el pequeño campesino, no tenia más alternativa que unirse a la explotación colectiva. Sin la ayuda del comité no podía obtener abonos artificiales, ni servicios de médico, ni del herrero”, op. cit., Pág. 631. Juan Peiró (CNT) abunda en esta opinión, así como J. Peirats. 58 Sobre el marco ideológico de los comunistas en la guerra, es interesante la lectura del capitulo La revolución inoportuna (España 1936-1939), Pag. 168 a 196. La crisis del movimiento comunista. De la Komintern al Kominform, Fernando Claudín. Ruedo Ibérico. Paris, 1970. 59 Santiago Carrillo, a la sazón secretario general de las JSU, decía en un mitin: “¿Cómo vamos a hacer nosotros en plena República democrática lo que ha hecho la Unión Soviética después de nueve años de poder obrero? Nosotros decimos que nuestra línea... es la línea de la defensa del pequeño campesino, de la defensa de los intereses legítimos del pequeño propietario del campo". Discurso en la Confederación Nacional de la JSU en enero de 1937. Guy Hermet dice que los comunistas atacaron el colectivismo por favorecer -según ellos- al enemigo, y desviar la atención de la guerra. 60 Guy Hermet resume así la política de los comunistas: "Su objetivo inmediato es ganar la guerra con la alianza de las clases medias campesinas... En 1936, José Díaz precisa que "actualmente no puede tratarse de dictadura del Proletariado, ni de socialismo, sino solamente de la lucha de la democracia contra el fascismo...”.

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“Frente Carretera de Extremadura. Apreciable camarada Bernardo, salud. Supongo que habrás recibido la carta que mandé hace unos días... recogiendo las indicaciones que tu me haces y varios más... puedo apreciar que entre vosotros no existe tal unión y me veo obligado a comunicarte que hagáis lo posible (dejando aparte nuestras ideologías) de que realicéis dicha unión entre todos los organizadores que ahí estáis, y realizada la unión, nuestro trabajo a de ser ganar la guerra y no pensar más que en ser un buen militante en el Ejercito Popular, para salirle al paso a las tropas mercenarias de Hitler y Musolini, que quieren invadir nuestro país. Tenéis que dejaros de todos los ensayos económicos de uno y otro sindicato y organizar la producción en conjunto a base de un municipio en el que estéis representadas todas las organizaciones; y éste municipio en contacto con el Gobierno del Frente Popular ha de ser el que rija la marcha del pueblo, tanto en el orden económico, como social y orden público. Así, que sí queréis seguir en la retaguardia con vuestro papel revolucionario, debéis empezar todo esto que yo te indico... pues así, de este forma, es como podéis ayudarnos a los que estamos en vanguardia, a derrotar a toda esa canalla fascista. Si alguna sugerencia te inspira esto, ya me la dirás... Germán Carrasco. Madrid, 22 de febrero de 1937”.61

La polémica no impide que se definan posturas y vaya adelante la idea de crear colectividades agrarias. "La carta que me escribió Germán -cuenta Bernardo Parra- era la consigna comunista de ganar la guerra primero y después hacer la revolución. Los anarquistas no estábamos de acuerdo. Teníamos la idea sindical de crear colectividades agrarias y seguimos adelante". Primero se confeccionaron las listas de los propietarios declarados desafectos o huidos, inventariándose sus propiedades. Después se remitió al Instituto de Reforma Agraria (IRA) de Albacete, y de allí a Madrid, donde se declararan expropiables. A las tierras expropiadas se sumaron las de aquellos propietarios que cedieron parte de su tierra, por la presión de la bolsa de trabajo, ya que sino tenían que colocar a determinado numero de jornaleros, aunque no hubiese trabajo. El Ayuntamiento dicta un bando sobre las tierras disponibles: “Como responsable de la Casa del Pueblo y alcalde, eché un bando -cuenta Eugenio Molinero- a principio de 1937, y dije que el que quisiera tierra, se apuntase". Todo se hace legalmente. Llega a Villamalea el delegado del IRA de Albacete, el ingeniero agrónomo comunista Víctor García Ripoll. Primero se atienden las peticiones individuales de tierra, quedando buen numero de explotaciones sin peticionario. Es precisamente esto, uno de los hechos que da pie para que se puedan llevar adelante las experiencias colectivistas agrarias, ya que si hubiese habido suficientes demandantes, los comunistas -y el IRA por ellos dirigido- habría sido consecuente con su política de defensa del pequeño propietario y de la explotación individual de la tierra. Influye decisivamente en que la demanda de tierras no sea fuerte, el hecho de que muchos jornaleros y pequeños campesinos hubieran marchado a la guerra, lo que posibilitaba el que pudiesen ser explotadas en colectividades. Dos hechos ponen de manifiesto la carencia de tensiones importantes en cuanto el régimen de tenencia de tierra: se pudo roturar La Derrubiada, libre y gratuitamente, y así aumenta la producción. También la bolsa de trabajo, que presiona para que los propietarios diesen ocupación a los jornaleros, asegurando unos ingresos mínimos. Por ello, algunos propietarios se decidieron "ceder" al Ayuntamiento parte de sus tierras, para evitar cargas, incluso entregando las escrituras de propiedad. Aquel patrón que quiso seguir siéndolo, lo fue, aunque como contrapartida se viese sometido a impuestos y a emplear los jornaleros que la bolsa le enviase. Nacen así las colectividades, de forma tardía. Influye decisivamente la ideología del núcleo anarquista, deseoso de llevar delante la nueva experiencia. "Los lotes a repartir se hicieron a principios de 1937, y la primera cosecha que recogimos, la hicimos ese mismo verano", cuenta Samuel Serrano. 61

Archivo de Enrique López Carrasco. Tres días después de escribir esta carta, el día 25 de febrero, Germán Carrasco moría combatiendo en la carretera de Extremadura, en el frente de Madrid, en un ataque de las tropas moras.

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Ya es de por sí significativo que las colectividades agrícolas en Villamalea tuviera un componente ideológico importante. Coincidía una ausencia de paro obrero, más bien al contrario. Es precisamente el PCE quien legaliza las colectividades, lo que demuestra que no era oportuno el poner obstáculos.62 Se colectiviza lo que nadie reclama para sí. La iniciativa es libertaria. Con gran improvisación se organizan las colectividades sin conexión con las del resto de la provincia. No se crean colectividades por necesidad social, ni por ocupaciones arbitrarias o ilegales -como es característico en otras zonas-. La polémica CNT-PCE está muy matizada y exenta de tensiones y violencias, más bien al contrarío, existe una cierta armonía entre estas organizaciones. 6. 3.- Las tierras de las colectividades. UGT y CNT. De las tierras y propiedades que ningún vecino reclama para su cultivo individual, se crean dos colectividades agrarias, una por el sindicato ugetista y otra por el anarquista. "Los de la CNT cogieron las mejores tierras y muchas caballerías. Se quedaron con el lote de Dn. Manuel y de otro medico; incluso con la única maquinaria que había en el pueblo: un tractor y una aventadora”. La colectividad de la UGT. La consigna comunista: "ganar la guerra y después hacer la revolución". Eugenio Molinero, a la sazón dirigente de le UGT y al mismo tiempo alcalde, cuenta: "A la UGT le tocó en el reparto las tierras de Tevar y de otros que se habían marchado. Se apuntaron los que quisieron y que no tenían trabajo. La ventaja fue el que se expropió sin indemnización, con lo que se obtenía estaba limpio de rentas. No discriminamos a nadie a la hora de entrar; incluso hubo algunos que entraron aportando sus tierras". El primer año estuvo compuesto por 20 familias, aumentando más tarde a unas 30 familias. La llegada de los refugiados suple a los que han tenido que ir al frente. El funcionamiento es democrático, eligiéndose a los responsables en la asamblea. El trabajo se reparte por grupos, responsabilizando a uno por cada tipo de cultivo. La división del trabajo y el interés que se pone en él, aumenta la productividad. No deja de ser significativo el que los colectivistas de UGT decidieran, libre y voluntariamente, el pasar una renta a los antiguos propietarios de la tierra que trabajaban. Esto es impensable en otras zonas donde las tensiones crean conflictos. Se pone de manifiesto, de nuevo, una cierta solidaridad o "armonía" interclasista, que se niega a desaparecer. Algunos de los propietarios se negaron a recibir cualquier ayuda. Las relaciones colectividad-IRA son muy buenas y constantes. El IRA suministra abonos, semillas, trigo, etc., que es devuelto en la recolección. Esta relación se veía favorecida por la militancia en el mismo partido de buena parte de los dirigentes de la colectividad y el IRA. Los componentes de esta colectividad son en su mayoría antiguos jornaleros y sus familiares, muchos de ellos analfabetos. El funcionamiento es deficiente debido a la escasez de recursos y de preparación técnica y administrativa. El producto de la cosecha se dividía entre lo que había que devolver al IRA en concepto de anticipo, la parte que se destinaba a contribuir a las necesidades de la guerra, y el resto se repartía entre los componentes según el trabajo aportado, esta una de las diferencias con la de la CNT, que repartía según el numero de miembros de cada familia. Junto al reparto en especie, se da una parte en dinero, obtenido de la venta de una parte de los productos. El presidente de la colectividad fue el ugetista Juan Rodenas y el encargado de las relaciones con el IRA Eugenio Molinero. El IRA ayudaba asesorando técnicamente y financiando con prestamos la campaña. Colaboraba también en la capacitación de los más despiertos, los cuales dirigían las tareas de poda, labores y recolección.

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J. Maurice en su articulo “Problemática de las colectividades agrarias en la Guerra Civil", Revista Agricultura y Sociedad, nº 7, paginas 53-85, señala que la confiscación de tierra en Albacete se debió sobre todo a motivos políticos, más que a razones de utilidad social u ocupación directa de los campesinos. Señala tres categorías de tierra expropiada: 1.Confiscación por motivos políticos. 2.- Confiscación por razones de utilidad social. 3,- Ocupación directa de los campesinos.

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¡A las barricadas!

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La colectividad de la CNT. "No queríamos jefes. En cada reunión presidía uno. El poder lo tenía la asamblea, la base, ¡A las barricadas, a las barricadas, siendo el presidente tan solo un moderador". por el triunfo de la Confederación ! La base militante de la CNT-FAI era escasa y en gran parte se ¡A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Confederación ! había alistado voluntariamente en "La columna de Hierro" de Durruti. Comunidad poco conflictiva, Villamalea se caracterizaba Negras tormentas agitan los aires, por su moderación y buena relación entre todos los partidos y nubes oscuras nos impiden ver; organizaciones frentepopulistas, que se habían estrechado a partir aunque nos espere el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber. de la victoria electoral de febrero del 36. Con un gran componente ideológico, los anarquistas se El bien más preciado es la libertad, lanzaron con gran entusiasmo y pasión, de forma casi hay que defenderla con fe y valor. improvisada, a la experiencia colectivista. No eran motivaciones Alza la bandera revolucionaria de necesidad de ocupar tierras por que hubiese problemas sociales que llevará al pueblo a la emancipación. -como en otras zonas-, al contrario, se partía de un deseo de En pie pueblo obrero, ¡a la batalla! construir las bases de una nueva sociedad libertaria, más influida hay que derrocar a la reacción. por ideas que por realidades concretas. Aceptan los anarquistas la ¡A las barricadas, a las barricadas, intervención del IRA, a pesar de que son conscientes de que este por el triunfo de la Confederación ! organismo frena este tipo de experiencia y que los comunistas son ¡A las barricadas, a las barricadas, fervientes partidarios de retrasar para más adelante la por el triunfo de la Confederación ! colectivización. De alguna manera, UGT crea su colectividad para contrarrestar la influencia de la CNT, ya que sino se hubiese quedado con toda la tierra y hubiese arrastrado a ella a algunos ugetistas y vecinos sin filiación. La presidencia era rotativa: "No queríamos jefes –cuenta Samuel Serrano-. En cada reunión presidía uno. El poder lo tenía la asamblea, la base, siendo el presidente tan solo un moderador". La asamblea general se celebraba cada dos meses, e incluso antes si la situación la requería. Allí se acordaban las líneas a seguir en todos los aspectos de la vida de la colectividad. "Al principio la organizó Bernardo, que tenia dotes y experiencia, además de que tenia cultura y había sido escribiente del Ayuntamiento. Era el más consciente y formado, pero se negaba a ser el jefe; decía que no debía haber ningún jefe, que el poder residía en la asamblea”. Componían la colectividad 25 familias, con un total de 70 a 80 personas, según los momentos. Los niños asistían a una escuela montada por la colectividad, donde enseñaban los que tenían cuatro nociones e incluso -a veces- simples jornaleros que hablaban de sus vivencias. Los niños contribuían a la producción en las tareas menos fuertes, junto con los ancianos. El papel en la producción de los ancianos y de la mujer se convirtió en decisivo, sobre todo en los años 1938 y 1939. El patrimonio colectivo era: 250 almudes de tierra (90 Ha), 5 pares de mulas, unas 300 cabezas de ganado lanar, animales domésticos, etc. También dos casas, una bodega y alguna maquinaria agrícola. En los dos años de experiencia colectiva, se calcula que recogieron -como media anual-: 300 fanegas de trigo, (1 fanega = 45 kilos), 300 de cebada, lo mismo de centeno, 100 de avena, 3.000 kilos de algarroba, 3.000 de beza, 1.000 de habas y otro tanto de soja, 4.000 kilos de patatas, 3.000 de garbanzos, 1.000 matas de melones de producción variable y unas 5.000 arrobas de vino (1 arroba = 16 litros) procedentes de unas 30.000 cepas de vid. 1938 fue un año de excelente cosecha. La de 1939 también fue muy buena, más -a pesar de que la recogieron- no la disfrutaron, pues en marzo entraban los nacionales en el pueblo, y lo que la colectividad había trabajado, pasó a manos de sus antiguos dueños. No hubo problemas en el reparto de los trabajos: "Éramos como una gran familia y todos colaborábamos y nos esforzábamos, ya que nos movía nuestra idea social". En cuestión de salarios, no utilizaron prácticamente el dinero -como en la de UGT- sino bonos, que se repartían según los componentes de cada una de las familias integrantes. A cada cual según sus necesidades, sin importar el trabajo realizado.

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“Todo lo que necesitábamos lo producíamos nosotros mismos. Tan solo dábamos 30 céntimos en dinero para tabaco y cosas así. Los bonos los repartíamos mensualmente, y perdían su valor al siguiente. Teníamos de 5, 1 y 0,50 Ptas. ¿Que si tuvimos problemas? ¡Ya lo creo que sí! Algunos no estaban penetrados del espíritu social que nos alentaba, y trataban de aprovecharse para acumular lo que no necesitaban. Discutimos mucho este punto en la asamblea, y con mucho calor. Después de varios meses, empezaron a devolver los productos que habían acumulado, y -con mucho esfuerzo- se limitaron a disponer de aquello que realmente necesitaban -cuenta el cenetista Samuel Serrano-. Yo llegué a devolver muchos bonos todos los meses, para que viesen que no era necesario acumular. Lo hice para dar ejemplo. ¿Acaso no éramos todos iguales? ¡Sí! ¿Para qué acumular pues?” La colectividad tuvo un establecimiento comercial propio. Agripino Mejías, propietario de un pequeño comercio, se integró y cedió su negocio. También se dispuso de comedor colectivo, utilizado mayormente por los solteros, o por todos en las épocas de recolección. Se turnaban en la cocina y en todas las tareas. La comercialización no la hacían en el mercado local, ni siquiera lo trucaban con otras colectividades anarquistas de la provincia de Albacete. Los excedentes se trucaban en Valencia capital, con colectividades de esta ciudad, a través de las relaciones personales de Bernardo -que había vivido muchos años en Valencia con anarquistas-. “Cuando íbamos a recolectar patatas, trigo, vino, etc., me acercaba a Valencia -cuenta Bernardo- y les preguntaba a las colectividades de la CNT: tenemos tales productos y nos hace falta arroz, calzado, pantalones, etc. Cuando habíamos hecho la recolección lo intercambiábamos, si bien lo comunicábamos a la federación anarquista de Albacete". Así pues, una de las características era el trueque con Valencia, marginándose de la propia localidad y de la provincia. Esto provocaba problemas y acusaciones entre los sindicatos. La UGT criticaba con dureza a los anarquistas, pues "Todo lo querían para ellos. Colaboraban muy poco con las necesidades de la guerra. Decían que ellos no trabajaban para otros. Ellos se lo guisaban y ellos se lo comían. Era como si no viviesen en el pueblo, siempre a la suya. En cambio, bien que se aprovechaban de la ayuda técnica y de la financiación del IRA", cuenta un viejo ugetista. Era un hecho que la colectividad anarquista se automarginaba, quizás por las criticas que levantaban algunas de sus actuaciones. Los campesinos que cultivaban sus propiedades recelaban a veces de una experiencia que no acababan de comprender. Los comunistas, deseosos de ganar la guerra miraban con reservas la colectivización, si bien se abstenían de atacarla directamente. “Intercambiábamos con la FERECALE de Valencia. Cogíamos el carro, lo cargábamos y nos tirábamos tres días para llegar a Valencia. Salíamos a las 2 o 3 de la noche, para evitar que nadie nos viese y tratase de retenernos o robarnos. La precaución no estaba de más. Traíamos sosa cáustica para lavar, azúcar, bacalao, huevos, estiércol de paloma para abonar, ropa y muchas cosas más”, cuenta Bernardo Parra. Era un hecho que la tendencia a ser autosuficientes, dificultaba las relaciones comérciales y el sistema de trueque impedía, de alguna manera, que hubiese interés en producir más. La idea de que no trabajaban para otros en plena guerra, era una de las más criticadas, frenando un aumento potencial de la producción.63 En marzo de 1937, en Cuenca, CNT y UGT hacen los primeros intentos de unificar sus colectividades. Villamalea se hace eco de este iniciativa. "Comenzamos a crear una buena base para unirnos. Si hubiésemos ganado la guerra, todo el pueblo hubiese sido una gran colectividad opina Samuel Serrano, de CNT- Sabíamos que, a pesar de la novedad e inexperiencia, rendía más. Trabajábamos a gusto y en armonía, aunque claro está, con problemas de todo tipo. Los proyectos de unir CNT y UGT hubiesen animado a los pequeños propietarios a unirse a nosotros. La 63

R. Carr señala sobre este punto que: "La colectivización, como síntoma económico, producía un conglomerado de mercado de trueque que se autoabastecía y que iba lentamente paralizándose a medida que decaía la economía en su conjunto, por más que hay indicios de que, cuando las colectividades abarcan una zona prospera, la producción se mantiene y en algunos casos aumentaba". Op. cit., pagina 631 y 632.

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experiencia que íbamos adquiriendo era muy positiva, pero ganaron las derechas y todo volvió a ser como antes, incluso mucho peor". A pesar de los roces, la CNT mantuvo buenas relaciones con el IRA, el Ministerio de Agricultura, el Ayuntamiento y demás entidades. Las principales dificultades surgían por la escasa ayuda que la CNT daba en el suministro de víveres con destino al frente. En Villamalea, tanto la colectividad de la CNT, como de UGT, se crean por motivo políticos, sin que existan unas acondicionamientos económicos agudos que lleven a la ocupación ilegal de la tierra. Las motivaciones ideológicas son claras para la CNT, constituyéndose la de UGT para contrarrestar las posibles influencias de los anarquistas. Las relaciones entre UGT y CNT, y de estas con los partidos políticos, fueron muy buenas -si tenemos en cuenta el violento conflicto entre anarquistas y comunistas en el ámbito de Estado. Si bien los comunistas -y de ahí la carta ya referida de Germán Carrasco (PCE) a Bernardo Parra (CNT-FAI)- tenían la consigna de ganar la guerra y después hacer la revolución, y que la consigna de "la tierra para el que la trabaja" tuviese validez objetiva en Villamalea (ya señalamos que los jóvenes que se fueron al frente no tuvieron ocasión de pedir tierra que cultivar individualmente) no impedía que un núcleo quisiera plantear la colectividad como experiencia. No importaba que la mayoría del vecindario defendiese la propiedad sin discusión. La situación favorecía la creación de colectividades. No existía mentalidad de colectivización hasta estallar la guerra, creándose a iniciativa de la CNT-FAI. ¿Por que-se forman las colectividades? Las razones son varias. De un lado el numero elevado de hombres movilizados o voluntarios que van al frente. Existen tierras expropiables que no llegan a serlo por falta de demandantes. Se puede roturar gratuitamente el monte publico, evitándose así prejuicios y pasibles problemas con los anteriores dueños, o represalias en caso de perder la guerra. Las tierras se reparten según la ley y con la intervención del Ministerio de Agricultura. Es una necesidad adjetiva la de producir en las tierras expropiadas o abandonadas. De ahí la pretensión del pequeño grupo anarquista que forma la colectividad. Todo se hace pacíficamente, sin tensión ni violencia. El grupo anarquista crea una situación nueva: la experiencia –breve- del colectivismo agrario. No goza de apoyo de un grupo importante del vecindario; pero sigue sin desaliento, aparándose en la legislación vigente. Es significativo que sea el comunista Víctor G. Ripoll, agrónomo del Instituto de Reforma Agraria –IRA- quien legalice las colectividades y dirija el reparto. Las anarquistas, con una moral idealista, más emotiva que racional, desarrolla más a fondo la experiencia que la UGT, con más iniciativa y decisión. La UGT se mueve lenta, con escasa iniciativa. Así, en Villamalea se abría un proceso sin precedentes. “Con la colectividad creamos algo nuevo. Durante dos años agrupamos a vecinos para marchar unidos. Era difícil. Éramos voluntariosos, nos movíamos por ideas, queríamos construir una sociedad nueva, sin explotación del hombre por el hombre, sin dinero... Fue algo original, la creamos de forma natural, un poco inconscientes de lo que hacíamos. Nos pusimos y ya está. Esto era algo normal en la conducta cenetista”. No existe idea de “reparto” como en otras zonas. Las anarquistas la crearon por que les parecía “la más revolucionaria”, y así llegar antes a la ansiada “revolución social”. La experiencia se presentaba difícil y conflictiva, sin embargo el tener un trabajo establo, el sentirse protagonistas de algo nuevo, trabajar para uno mismo, abría perspectivas de transformación social. La entrada -en abril de 1939- de las tropas franquistas acaba con la experiencia colectivista, que se queda reducida a un breve paréntesis, dentro de la vida política, económica y social de Villamalea. Experiencia única e irrepetible. La contrarreforma agraria fue brutal, retornándose a formas caducas y regresivas.

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¡A las barricadas!

Ya sabes mi paradero

El paso del Ebro

¡A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Confederación ! ¡A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Confederación !

Los moros que trajo Franco en Madrid quieren entrar mientras quede un miliciano los moros no pasarán.

El Ejército del Ebro rumba la rumba, ba una noche el río pasó Ay, Carmela, Ay, Carmela.

Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver; aunque nos espere el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber.

Si me quieres escribir ya sabes mi paradero Tercera Brigada Mixta primera línea de fuego.

Y a las tropas invasoras rumba la rumba, ba buena paliza les dio Ay, Carmela, Ay, Carmela.

El bien más preciado es la libertad, hay que defenderla con fe y valor.

Aunque me tiren el puente y también la pasarela me verás pasar el Ebro en un barquito de vela.

El furor de los traidores rumba la rumba, ba lo descarga su aviación Ay, Carmela, Ay, Carmela.

Diez mil veces que lo tiren diez mil veces los haremos tenemos cabeza dura los del cuerpo de ingenieros.

Pero nada pueden bombas rumba la rumba, ba donde sobra corazón Ay, Carmela, Ay, Carmela.

En el Ebro se han hundido las banderas italianas y en los puentes sólo quedan las que son republicanas.

Contraataques muy rabiosos rumba la rumba, ba deberemos resistir Ay, Carmela, Ay, Carmela.

Alza la bandera revolucionaria que llevará al pueblo a la emancipación. En pie pueblo obrero, ¡a la batalla! hay que derrocar a la reacción. ¡A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Confederación ! ¡A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Confederación !

Pero igual que combatimos rumba la rumba, ba prometemos combatir Ay, Carmela, Ay, Carmela.

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La guerra ha terminado "En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han ocupado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.Burgos 1º de Abril de 1939. Año de la Victoria.El Generalísimo, Franco"