Idea, verdad y conocimiento en Spinoza

Factótum 11, 2014, pp. 88-102 ISSN 1989-9092 http://www.revistafactotum.com Idea, verdad y conocimiento en Spinoza David Coble Sarro Doctor en filoso...
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Factótum 11, 2014, pp. 88-102 ISSN 1989-9092 http://www.revistafactotum.com

Idea, verdad y conocimiento en Spinoza David Coble Sarro Doctor en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid E-mail: [email protected]

Resumen: Se realiza en este artículo una investigación sistemática de la teoría del conocimiento de Spinoza desde sus fundamentos: razón o causa, idea, percepción, esencia, adecuación o conformidad. Así se define la idea como modo de pensamiento, pero especialmente como instrumento de percepción, haciéndose una separación entre idea como medio de percepción y la percepción misma. El conocimiento es percepción adecuada de la razón ocausa de las cosas; lo que es (y no es) tiene una causa (su razón), que es intrínseca (causa de sí) o extrínseca, y eficiente (no finalista). La percepción adecuada se da desde la idea adecuada, que expresa la causa (adecuada o completa); es una idea clara y distinta, constituida por una idea simple o compuesto de simples; es la idea que, al aplicarla, puede ser verdadera. Conocemos a Dios y las cosas finitas como modos. Palabras clave: razón o causa, percepción, instrumento, adecuada, simple. Abstract: It is carried out in this paper a systematic inquiry on Spinoza's theory of knowledge from its very basics: reason or cause, idea, perception, essence, adjustment or conformity. Thus the idea is defined as a mode of thought, but especially as an instrument of perception, telling apart between idea as ground of perception and the perception itself. Knowledge is adequate perception of the reason or cause of things; what is (and is not) has a cause (its reason), which is either intrinsic (cause of itself) or extrinsic, and efficient (no final). Adequate perception is given by adequate idea, which in turn expresses the cause (adequate or complete); it is a clear and distinct idea, constituted by a simple idea or a complex of simple ones; it is the idea that, when applied, can be true. We have knowledge of God and the finite things as modes. Keywords: reason or cause, perception, instrument, adequate, simple.

1. Introducción En este artículo realizaremos el ensayo de determinar, o cuando menos clarificar, lo que Spinoza entienda por expresiones como 'idea', 'verdad', y 'conocimiento'. Por tal ensayo habrá de entenderse una tentativa de interpretación sistemática de tales términos. Y por interpretación sistemática entendemos la que se pueda dar desde la inclusión y reconocimiento de los conceptos dentro de un sistema conceptual, a saber, el sistema que ofrezca el autor como amalgama de doctrinas, donde ha de distinguirse la doctrina fundamental (metafísica y ontológica) 1 1 Es razonable en la investigación y reconstrucción sistemática de un autor partir de la hipótesis de que la doctrina base del sistema (aquella que lo funda e instaura) es la doctrina metafísica (y ontológica), donde se da la concepción general de la realidad, esto es, de lo que es el ser y de sus tipos fundamentales o géneros superiores; ya

RECIBIDO: 06-03-2014 ACEPTADO: 28-03-2014

de la que el resto de doctrinas son su concreción o implementación. Una tal interpretación sistemática es la única que cabe hacer, la única correcta, pues es la única que cabe y asimila las consideraciones sistemáticas. Para dar una interpretación correcta y auténtica de unos conceptos y afirmaciones, o en su defecto, para que esta es la que por lo común se puede encontrar explícitamente en la mayoría de los autores, o bien puede ser reconocida por cuanto rastreada y en cuanto está presente de un modo implícito en las afirmaciones y doctrinas explícitas del autor. Es razonable partir de esta hipótesis, pues es la más natural, habida cuenta de que con la doctrina del ser se instituye un marco teórico de la realidad en sus conjunto, y en este se fijan las propiedades y relaciones fundamentales que han de poseer los distintos tipos de realidad; o sea, en este se preconfigura en su aspecto esencial o fundamental cada una de las doctrinas acerca de cada uno de los tipos de seres (esferas de realidad), que así concretan e implementan la teoría metafísica de la que son desarrollos en concreto.

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hacer una tentativa auténtica de interpretación han de reconocerse los conceptos y principios fundamentales sistemáticos (lo que constituye la doctrina esencial del sistema), y dentro de esta los conceptos que pudieran ser considerados como primitivos (no definidos),2 o sea, aquellos con los que empieza la construcción sistemática, y, desde estos, los que fueran construidos desde los primitivos. Asimismo, dentro de esta doctrina fundamental, que en el caso de Spinoza es la doctrina causal del ser (o sea, del ser como concebido desde la idea de causa o razón) habrán de separarse los conceptos fundamentales y acaso primitivos de aquellos que se funden en estos. Así, veremos y justificaremos que el concepto de causa o razón es el concepto que puede ser considerado como primitivo, por cuanto este es el que está primero en el orden de la construcción sistemática (en la generación conceptual del sistema o trabazón conceptual); pues es este el que permite definir e introducir el concepto de ser. Por tanto, el ser es el concepto de lo que tiene una causa (o razón), y para Spinoza todo ha de tener una causa, tanto lo que es como lo que no es, desde la cual -como veremos- se justifica que algo sea y que sea de un determinado modo, o bien que algo no sea; es decir, se da la justificación del ser y del no ser de algo desde la causa, precisamente en cuanto esta da razón de ese ser o no ser. Así se comprenderá que el dar una causa de algo es dar su razón en el sentido preciso de hacerlo entrar en un espacio de racionalidad o de dependencias; que en el caso de Dios (sustancia única e infinita) será autoindependencia, dependencia de sí o libertad,3 y las cosa finitas singulares (modos de la sustancia) que dependen de la sustancia, así como entre sí en cuanto se afectan o interaccionan unos con otros. Dar la razón es, como puede apreciarse, dar la 2 Aquí entendemos por conceptos primitivos aquellos que no han sido definidos de un modo explícito, pero no obstante, tienen una definición (y esta puede reconocerse de alguna manera en el uso y aplicación que se hace del concepto). En Spinoza, por ejemplo, es lo que ocurre al parecer con el concepto de causa (razón), del que Spinoza no da una definición, pero no obstante parece presuponer la definición aristotélica de lo que está primero y es productivo (principio productivo). 3 Y, exactamente, libertad como lo que se sigue (de modo necesario) de la propia naturaleza, en oposición a necesidad o lo que se sigue de la propia naturaleza a la vez que de la naturaleza de otras cosas, o sea, lo que no se sigue (únicamente) de la propia naturaleza (que es la definición o concepto que da Spinoza de lo necesario, en el sentido de no libre, pues en ambos casos y de modo esencial hay necesidad o determinación).

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causa que expresa este orden universal de dependencias, que en el fondo y bien mirado no es más que el orden universal metafísico de relaciones genéticas o interacciones productivas. A tenor de lo dicho, el concepto de ser, así como todos los conceptos derivados o dependientes de este, será dependiente y derivado respecto del concepto de causa, pues este lo define, o lo que es lo mismo, define a cada ser concreto en su aspecto máximamente general en cuanto ser. Desde el concepto de causa se introducirán los de causa sui y causa por otro -cabría decirse-, así como los de ser en sí (sustancia) y ser en otro (modo) como conceptos equivalentes a los de causa sui y causa por otro.4 De este modo, en un examen genético conceptual y atendiendo al rigor de las consideraciones sistemáticas como la fuente que ha de darnos la posición de cada concepto en el sistema y así su verdadero sentido y alcance, estableceremos lo que sea el conocimiento en su auténtico sentido y alcance. Este no es otro que su posición en el sistema respecto al concepto de causa (razón); el conocimiento es definido como percepción adecuada y hace relación de modo esencial (como cabría quizá esperarse) al concepto de realidad, pues es un concepto -como veremos y justificaremos- relativo al de realidad (ser) por el que es definido, precisamente en cuanto percepción de la realidad.5 Si la realidad queda definida en su esencia desde el concepto de causa, el conocimiento, que será -como veremospercepción de la realidad, habrá de ser una 4 Como veremos, causa de sí es definido como aquello cuya esencia exige su existencia; y sustancia como aquello que es en sí (y solo puede ser concebido desde sí), de suerte que lo que es por sí coincide con lo que es en sí. 5 Esto es lo que se deducirá desde distintos flancos, así desde el concepto de percepción adecuada, desde el mismo concepto de percepción, desde el concepto de conocimiento como esfuerzo del alma (y del cuerpo) por perseverar en el ser -por vía ética-; desde estos se manifiesta la concepción realista (realismo matizado, de carácter científico y crítico, como el de la inmensa mayoría de autores filosóficos) del ser de Spinoza, que aunque pueda ser considerada como un descubrimiento trivial, no puede ser dejada de exponer y aclarar en el rigor de la investigación y con miras a la extracción de consecuencias e interpretación firme de un sistema filosófico, siendo totalmente sorprendente aquella afirmación de “has descubierto un Mediterráneo”, pues de lo que se trata es de afianzar la interpretación sistemática, tomando todo lo que se requiera, y que en rigor y deber inexcusable no puede ser obviada, por muy evidente o simple que en sí misma (y de modo) aislado pueda resultar: contrariamente no se entiende lo que es una investigación de un sistema de filosofía.

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percepción de las causas, esta es la hipótesis más natural y la que se impone bajo consideraciones sistemáticas ineludibles; y más aún, habrá de determinarse la implementación o desarrollo (concreción) de la teoría del conocimiento de Spinoza desde la implementación de la doctrina del ser y de las causas, esto es, desde la clasificación del ser en sus tipos fundamentales (que como veremos es la de ser en sí o por sí y ser en otro o por otro).6 Veremos, así, con claridad que lo que sea el conocimiento en su verdadero sentido y alcance, a saber y como ha quedado dicho, en su interpretación sistemática rigurosa, queda definido y prefigurado, primero y con toda verosimilitud desde el concepto de razón (racionalidad) como espacio de dependencias y generación, luego explícitamente desde el de causa como causa eficiente, y ulteriormente (en el desarrollo o curso sistemático) en los de causa sui y causa próxima; y veremos y justificaremos que estos definen en concreto no lo que sea el conocimiento (su sentido esencial) y su alcance (límite) en sentido absoluto (global), sino el alcance y sentido en concreto respecto a los dos tipos fundamentales de cosas (seres), a saber, sustancia única y modos de esta (cosas singulares); pues desde esta se entenderá la dicotomía entre certeza o auténtico conocimiento (percepción adecuada) y ausencia de certeza o conocimiento probable (y en rigor probabilidad, aunque Spinoza no use tales expresiones). El conocimiento de una cosa será el conocimiento de su esencia y de sus propiedades (que dependerán de aquella), pues este es la percepción de lo que la cosa es, y así de una realidad en cuanto es de una manera concreta o tiene una causa. Y este se reducirá al conocimiento de la causa por cuanto esta determina lo que la cosa es (y que sea); y así, la esencia será igualada a la causa misma.7 6 O sea, sustancia y modo (de la sustancia), que se implementa desde la implementación o clasificación del concepto de causa (razón) en causa sui (causa por sí) y causa por otro, que es la implementación fundamental en cuanto clasificación fundamental, del concepto de causa o causa eficiente (meramente productiva y no finalista o teleológica) que propone Spinoza, como una causa existente (una causa finalista sería una mera idea o concepto sin correlato empírico o real). El concepto de causa por otro coincide, parcialmente, en el sentido de ser equivalente, con el de causa próxima del que nos habla Spinoza en el Tratado de la reforma del entendimiento. 7 Veremos que la esencia es aquello que puesto pone la cosa, y que quitado quita la cosa misma.

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Más aún, el conocimiento de la causa será el conocimiento de la causa completa (causa eficiente completa), y así la percepción no adecuada será la percepción de la causa no adecuada o completa. 8 La idea o percepción adecuada será la idea verdadera, o esa, la idea o instrumento aplicado para percibir algo que nos dará una percepción adecuada del mismo, y esta como hemos adelantado ya es la percepción de su causa adecuada o completa. 9 Este será el conocimiento de la causa de sí en el caso de Dios (sustancia única infinita) y de la causa próxima en el resto de los seres (modos); y esta causa próxima habrá de ser, por una parte, Dios como causa de todo, y por otra parte, las cosa finitas con las que interactúa un modo (cosa singular finita). En una investigación sobre el alcance y sentido del conocimiento en los modos habrá de establecerse cuál es el alcance y sentido respecto a cada una de estas causas próximas, qué relación guardan entre sí, y en qué sentido se pueda hablar de percepción, cómo de percepción adecuada, y en definitiva si puede hablarse de percepción adecuada (conocimiento) o no. En definitiva, el conocimiento de una cosa será la percepción adecuada de la cosa, o percepción de su causa adecuada (la que determina su esencia); y este se dará por la idea adecuada (como instrumento de percepción), idea clara y distinta, que se reducirá o a idea simple o a compuesta de ideas simples,10 que al ser aplicada a algo 8

Como veremos y justificaremos en su lugar, no aquí donde tan solo estamos introduciendo el planteamiento general (método, conceptos, hipótesis interpretativas, y resultados), la causa adecuada es la causa completa en el sentido preciso de ser lo que puesto pone la cosa, o sea, la determina a ser, y que quitado quita la cosa. La propia definición de esencia da, por tanto, el sentido del concepto de causa adecuada como aquello que se adecúa o corresponde con su efecto (con lo que produce), y no es más que la idea de proporcionalidad (en realidad) entre la causa y el efecto. 9 Un resultado fundamental para entender el concepto de conocimiento que da Spinoza como percepción es diferenciar entre instrumento de conocimiento (percepción), que puede ser tanto una idea como un juicio, y la percepción misma que se da por medio de la idea, y por medio de otras percepciones (juicios). Una percepción es el acto del alma en que capta algo por medio de sus ideas (ya sensaciones o conceptos), y que es su esencia misma, como podremos ver. 10 Son conceptos equivalentes, no el mismo concepto; tienen distinta intensión o propiedades definitorias (las que instituyen el concepto), y la misma extensión: las ideas adecuadas (o verdaderas) resultan ser ideas claras y distintas, y estas son ideas simples o compuestos de ideas simples. Veremos que el concepto de idea adecuada si es el mismo que el de idea verdadera.

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(para percibirlo y determinarlo) resulta ser idea verdadera. Esto solo podrá darse en el caso de Dios, de los objetos matemáticos, y de las cosas en cuanto modos (en su carácter general de producidas por Dios), y de las cosas en cuanto percibidas desde ideas simples o compuestas de simples.

2. Causa o razón y realidad Ahora justifiquemos en detalle y rigor la concepción de la realidad que bajo consideraciones sistemáticas ha de ofrecer Spinoza. El conocimiento dirigido a la realidad es el conocimiento dirigido a la razón o causa de la realidad (cosa); esto se ve desde que se afirma que todo lo que es y todo lo que no es ha de tener una causa o razón; o sea, se ha de dar una razón tanto de su existencia como de su no existencia, y esta razón es la causa de la misma; causa es lo que da razón: De otra manera: Debe asignársele a cada cosa una causa, o sea, una razón, tanto de su existencia, como de su no existencia. Por ejemplo, si un triángulo existe, debe darse una razón o causa por la que existe, y si no existe, también debe darse una razón o causa que impide que exista, o que le quita su existencia. Ahora bien, esta razón o causa, o bien debe estar contenida en la naturaleza de la cosa, o bien fuera de ella. Por ejemplo, la razón por la que un círculo cuadrado no existe la indica su misma naturaleza: ya que ello implica, ciertamente, una contradicción. Al contrario, la razón por la que existe una substancia se sigue también de su sola naturaleza, ya que, efectivamente, ésta implica la existencia (ver Proposición 7). (Spinoza, Ética, Parte I, proposición XI)11

Spinoza aplica el principio de razón suficiente aunque no lo formule de modo explícito y formal, y reduce la razón a causa, al considerar que lo que da razón de algo (lo explica, lo expone en cuanto no arbitrario) es la causa, pues esta es lo que determina la existencia de una cosa (o la no existencia): “En cuanto al orden, y para que todas nuestras percepciones se ordenen y se unan, se requiere que tan pronto como sea posible, y la razón lo pide”. Esta razón o causa es causa en sentido eficiente, causa eficiente y 11 Cf. también: “3) Debe observarse que se da necesariamente alguna causa determinada de cada cosa existente. 4) Por último, debe observarse que esa causa, en cuya virtud existe una cosa, o bien debe estar contenida en la misma naturaleza y definición de la cosa existente (ciertamente, porque el existir es propio de su naturaleza), o bien debe darse fuera de ella.” (Ética, Parte I, Proposición VIII, Escolio II.)

no causa en sentido finalista o como telos o término de desarrollo (causa final), o sea, no es la entidad formal aristotélica o forma eterna; sino la causa referida al efecto. Dios sería la causa eficiente de todo cuanto existe, incluido el mismo; y así la causa eficiente no sería más que la causa en cuanto es algo que tiene capacidad de producir un efecto, que puede ser o no de tipo mecánico, pero nunca finalista. 12 Y como puede apreciarse esta causa eficiente ha de darse como razón de todo cuanto exista (al igual de todo cuanto no existe), pero en un primer momento sistemático de desarrollo, ha de darse respecto a los dos tipos de cosas fundamentales, o sea, de la substancia y de los modos. La substancia es lo que es en sí y por sí: “Por substancia entiendo aquello que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa.”13 O sea, la substancia es lo que es, se define como ser fundamental, por cuanto tiene un tipo fundamental de causa eficiente; a saber, la causa inmanente que se da a entender desde la “expresión lo que es en sí y por sí”, pues “por sí” se refiere a la causa por la que es y a que esta es la misma cosa. Así lo que se dice es que la cosa es causa de sí (causa sui), que Spinoza define como: “[…] aquello cuya esencia implica la existencia, o, lo que es lo mismo, aquello cuya naturaleza solo puede concebirse como existente”, 14 de modo que 'por sí' y 'causa de sí' son expresiones equivalentes; y así se entiende que la substancia es lo que se concibe por sí, pues las cosa se conciben desde su causa (que da su esencia o es esta misma), y la substancia por tanto se concibe desde sí misma.15 Los modos se definen como aquellas cosas (tipo de realidad) que se contraponen a la substancia, es decir, como aquello que tiene su causa en otro o es por otro y se concibe por otro. 16 Hay, como 12 Cf. “En tanto a la naturaleza de una cosa no le pertenece sino aquello que se sigue de la necesidad de la naturaleza de su causa eficiente, y todo cuanto se sigue de la necesidad de la naturaleza de la causa eficiente se produce necesariamente.”, Ética, Parte III, Prefacio; también Ética, Parte I, proposición XV. 13 Ética, Parte I, definición III. 14 Ética, Parte I, definición I. 15 Aquí se trataría del concepto de substancia, tal como es introducido por Spinoza, sin prejuzgar en un primer momento, si solo existe una sola e infinita o muchas y finitas o infinitas, o lo que fuere. 16 Cf. “Por modo entiendo las afecciones de una substancia. O sea, aquello que es en otra cosa, por medio de la cual es también concebido”, ibíd, Parte Primera, definición V.

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puede apreciarse, dos tipos fundamentales de causa que definen o instituyen dos tipos fundamentales de realidades; e igualmente, que el conocimiento de una cosa, su percepción de lo que es, consiste en la percepción de su causa, pues esta da razón de lo que es, y toda cosa ha de tener una razón por la que es tal cosa (y es como es, o tiene la naturaleza que tiene, etc).17 Esta idea sistemática básica del ser (y del no ser) como determinada por una causa, y la idea de una doble causalidad (la de la existencia de dos tipos fundamentales de causa), es expresada igualmente al exponer las exigencias en la definición de las cosas increadas y de las cosas creadas; ya que se afirma que en una definición se requiere de la causa inmanente, o sea, el ser causa de sí, mientras que en la otra se requiere de la causa próxima, o mejor, de la causa externa próxima. En cuanto a lo primero, según ya lo hemos expresado, se requiere para nuestro último fin que una cosa sea concebida o por su sola esencia o por su causa próxima. Esto es: si la cosa es en sí o, como se dice comúnmente, es causa de sí, entonces deberá ser conocida por su sola esencia; si, por el contrario, la cosa no es en sí, sino que requiere una causa para existir, entonces deberá ser conocida por su causa próxima. Pues, realmente, el conocimiento del efecto no es sino adquirir un conocimiento más perfecto de la causa. […] Éstos son, en cambio, los requisitos de la definición de una cosa increada: I. Que excluya toda causa, es decir, que el objeto no necesite de ninguna otra, fuera de su propio ser, para su propia explicación. (Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 92-95)18 17

O sea, el conocimiento de una cosa es un conocimiento causal, o como dice Spinoza, el conocimiento de un efecto depende del conocimiento de su causa, y toda cosa, y más aún, todo lo que existe (o puede existir) y todo lo que no existe (o no puede existir) es un efecto de una causa, o tiene una razón. Cf. con: “Debe asignársele a cada cosa una causa, o sea, una razón, tanto de su existencia, como de su no existencia. Por ejemplo, si un triángulo existe, debe darse una razón o causa por la que existe, y si no existe, también debe darse una razón o causa que impide que exista, o que le quita su existencia”, ibíd, Parte Primera, proposición XI. Todo esto lo veremos con más detalle al definir con pormenores el conocimiento, así como su sentido y alcance respecto a cada tipo de realidad fundamental (substancia y modos). 18 Aunque Spinoza parece contraponer la causa sui (causa interna cabría decir) a la causa próxima, lo que en realidad contrapondría es la causa sui (interna o intrínseca) a la causa externa; como veremos nos habla de “causas externas” y también de causas próximas externas y causa primera (Dios) respecto a las cosas

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3. Idea como instrumento Para alcanzar nuestro objetivo de determinar lo que sea el conocimiento, así como su alcance y sentido respecto a la substancia y los modos, se ha de aclarar lo que Spinoza entienda por idea, o sea, el concepto que maneje con tal expresión; y, más aún, ponerse en claro que la idea puede ser considerada en cuanto tal idea al margen de ser utilizada para la percepción de algo, o sea, la idea en cuanto es idea de algo (tal como se expone en una juicio), de la idea en cuanto es utilizada, o sea, la idea en cuanto es medio o instrumento posible de percepción. No faltarán quienes se apresuren a calificar esta distinción como de descubrimiento banal;19 pero es el caso que esta distinción no es expuesta con claridad por Spinoza, aunque sí propuesta y claramente deducible de los supuestos conceptuales. Esta es una distinción de suma importancia, y es de suma importancia reconocerla y fijarla cuanto antes en la reconstrucción del sistema, y no reconocerla para luego soslayarla, y así no reconocer la importancia o papel que tiene en la construcción.20 Spinoza nos habla de las ideas como de percepciones, pero con ello ha de referirse no a la idea en cuanto tal (de su uso) sino a la idea en cuanto usada para la percepción de una cosa, o sea, para la determinación de lo que la cosa es. A bote pronto, atendiendo a la literalidad, parece que la idea es definida como percepción, lo que no es el caso; ya que el concepto de percepción es el de un tipo de acto del alma (acto perceptivo), que tiene a la idea como medio o instrumento (instrumento de percepción), de modo que si se definiese la idea como percepción se estaría confundiendo el creadas, lo que cabe interpretar como causa interna (causa de sí) por un lado y causas externas por otro, ya sean estas próximas o primera (o algo intermedio). Dios es causa externa primera de todas las cosas creadas, o sea de todos los modos o cosas singulares finitas; y, como veremos, de los modos sólo se tiene conocimiento (percepción adecuada) en cuanto modos (en cuanto a su causa externa primera), no en cuanto a sus causas externas próximas, o sea, en cuanto hayan de ser o comportarse de una determinada manera. 19 Como si se tratase del descubrimiento de algo consabido y evidente ('como descubrir un Mediterráneo'). 20 O sea, las consecuencias teóricas de tal distinción, que pueden ser de mucho alcance, por cuanto la tal distinción puede ser determinante para el reconocimiento y fijación de los conceptos, así como para la interpretación del sistema en general (para su reconstrucción rigurosa y real, y no aparente), y, en todo caso, para la obligada claridad expositiva, evitando embrollos y dificultades innecesarias.

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instrumento (medio) con el acto perceptivo; lo que Spinoza induce a pensar. Así Spinoza nos dice: Entiendo por idea un concepto del alma, que el alma forma por ser una cosa pensante. Explicación: Digo concepto, más bien que percepción, porque la palabra «percepción» parece indicar que el alma padece por obra del objeto; en cambio, «concepto» parece expresar una acción del alma. (Spinoza, Ética, Parte II, Definición, VII)

De lo que se trata es de reconocer que la idea no es una percepción sino un instrumento de percepción; y además que la idea a la que aquí se llama concepto de modo confundente, hace relación a cualquier cosa en el alma que tenga la capacidad de representar, esto es, con la que, o por medio de la cual, se pueda percibir una cosa; de modo que las sensaciones caen bajo el concepto de instrumento de percepción (representación). De hecho Spinoza habla de las sensaciones (de algo que no es concepto) contrariamente a lo que plantea en el pasaje recién citado, como ideas inadecuadas, o en rigor, como instrumentos de percepción con las que solo se puede tener una percepción inadecuada. Las sensaciones nos dan noticia de las cosas que afectan nuestro cuerpo, pero al ser algo surgido de modo (parcialmente) pasivo no pueden ser utilizadas como instrumentos de percepción como los conceptos,21 pues estos pueden ser utilizados para tratar de percibir distintas cosas en cuanto el entendimiento formula juicios (afirmaciones y negaciones; y en cuanto la imaginación se figura cómo son las cosas).22 Así nos dice que lo que primero constituye el ser formal del alma es la idea de un ser particular existente en acto, es decir, la sensación que nos da la presencia del cuerpo, y con la que lo percibimos; por lo que es notorio que nos habla de ideas en sentido general como instrumentos de 21 Que como veremos son productos e instrumentos del entendimiento, como lo serán también a su modo los juicios que permiten la obtención de nuevas percepciones (juicios). Spinoza nos hablará de los instrumentos innatos del entendimiento para referirse tanto a los conceptos innatos como a los juicios (afirmaciones) innatos correlativos a ellos; como instrumentos primeros desde los que el entendimiento puede adquirir nuevos instrumentos de conocimiento, esto es, nuevas ideas y conocimientos (nuevos conceptos y juicios, que finalmente serían empíricos). 22 Como veremos la imaginación puede figurarse cómo son las cosas (cómo se comportan, etc) desde que no hay ni necesidad (percepción adecuada o conocimiento) ni imposibilidad.

percepción y no sólo como conceptos, que es un tipo de tales.23 Nuestra interpretación viene dada por el sentido general de la construcción (que pide de suyo tal distinción),24 así como por conceptos tomados en relación al conjunto; así y de modo prominente el de idea verdadera, pues pone en juego el de idea que es tomada para la percepción de algo y es conforme a lo ideado por ella; de suerte que se trata de una idea como instrumento de percepción en uso o idea usada o aplicada a algo, a aquello que trata de determinar. La idea verdadera es la que se adecua a la realidad que trata de representar, y así es una percepción de tal realidad (una percepción adecuada o verdadera, si la idea es clara y distinta y es pertinente). Por tanto, es palmario y requiere ponerse en claro que idea verdadera es idea aplicada a la percepción de algo y con éxito en ello. La idea verdadera (pues tenemos una idea verdadera) es algo distinto de aquello de lo que ella es la idea; una cosa es el círculo, otra la idea del círculo. (Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 33)25

Que la idea sea un instrumento de percepción, y no en sí misma una percepción, es algo que se apunta desde la misma idea de reproducción o 23

Cf.: “Lo primero que constituye el ser actual del alma humana no es más que la idea de una cosa singular existente en acto.”, Ética Parte II, proposición XI. También: “Como toda percepción es o de una cosa considerada como existente o de la sola esencia y como las ficciones más frecuentes se dan acerca de cosas consideradas como existentes”, TRE, 52. 24 O sea, la de idea como tal, como instrumento de percepción en cuanto puede ser tal, en cuanto tiene la capacidad de ser tomada para percibir; y la de idea aplicada o usada, como instrumento de hecho, con el que o se percibe algo o se pretende percibirlo, esto es, determinarlo en lo que es (determinar su causa, que es lo que lo determina que sea lo que es). Esto es el sentido general que se impone de modo natural, aunque en el caso de las sensaciones, no se de libertad para usarlas como medios de percepción, sino que están como ancladas al objeto que representan o que es percibido por su mediación; con todo se trata de algo en el alma que permite la percepción de algo (ya de un modo adecuado o inadecuado, como veremos en su momento). 25 Cf. también: “Además, de lo último que dijimos, o sea, que la idea debe convenir totalmente con su esencia formal, resulta a su vez evidente que, para que nuestra Alma reproduzca por completo el modelo de la Naturaleza, debe hacer proceder todas sus ideas de aquella que reproduce el origen y la fuente de toda la Naturaleza para que ella sea también la fuente de las demás ideas.”, ibíd, 42.

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representación, pues la idea es, precisamente, no otra cosa que lo que permite la representación (percepción) de las cosas según un modo o según su carácter específico de idea. Las sensaciones serían ideas sensibles, y en todo caso, ya se las llame ideas o no, se trata de aquello en el alma y en el cuerpo con lo que se tiene una percepción (captación) de una cosa, en cuanto esta produce un movimiento en el cuerpo (afección); y es esta misma afección, y se dice que la sensación representa de algún modo el cuerpo.26 Aunque la sensación no sea producida con anterioridad y luego aplicada, como en el concepto, es una representación, algo que expresa la cosa (si bien de un modo imperfecto). Las sensaciones son lo primero con lo que comienza la reproducción de la naturaleza (y de la realidad en general). [L]a razón lo pide, indaguemos si se da algún ser, y al mismo tiempo cuál es, que sea la causa de todas las cosas, de modo que su esencia objetiva sea también la causa de todas nuestras ideas, y entonces, como ya dijimos, nuestra Alma reproducirá la Naturaleza con la mayor perfección, pues poseerá objetivamente su esencia, su orden y su unión. (Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 99)27

Que las sensaciones sean ideas sensibles e instrumentos de percepción, se sigue indefectiblemente de la definición de idea como esencia formal del alma; es decir, como la esencia o lo que constituye el alma;28 pues las ideas son las realidades formales que en primer lugar constituyen el 26

Se trata, como veremos en su lugar, de una percepción confusa e inadecuada, por cuanto solo contiene o percibe la causa parcial y no adecuada al efecto, que así no determina lo que la cosa es: en rigor, algo que no es causa. 27 Cf. También: “Las ideas son tanto más perfectas cuanta más perfección de algún objeto expresan. En efecto, no admiramos de la misma manera al artífice que ha concebido un oratorio que al que ha concebido un templo insigne”, TRE, 108, VIII. 28 Lo que es necesario para que algo sea y pueda concebirse; la esencia es definida de un modo implícito, ya que es lo que se expresa en la definición, y, por tanto, habrá de ser la causa o razón, pues esta es la razón de que algo sea y cómo sea. La definición de una cosa expresa la esencia y la causa; así la causa ha de ser la esencia; y como la causa es aquello por lo que es y puede ser concebido, la esencia ha de ser esto mismo (o sea, aquello por lo que es y es concebido). Cf. “Para ser considerada perfecta, una definición deberá expresar la esencia íntima de la cosa y deberemos estar atentos para no recurrir a algunas propiedades en lugar de la esencia.”, TRE, 95.

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alma, precisamente como modos de pensamiento diferentes a otros modos (desear, odiar, etc).29 O sea, según parece y puede deducirse, las ideas (en cuanto aplicadas o percepciones) constituyen la esencia del alma, pues quitadas quitan el alma; y dentro de estas son las sensaciones (las ideas de cosas como existentes en acto) lo primero que constituye el alma.30

4. La idea como instrumento aplicado o percepción Con alguna matización puede admitirse que la percepción es la idea como instrumento aplicado o usado; ya que -como ya hemos adelantado- la idea es aquello que permite el acto de percepción, esto es, que el alma percibe una cosa por su medio; y así ha de diferenciarse la idea en cuanto instrumento posible de percepción de la idea como instrumento aplicado. Esto es lo que sugiere y realmente introduce Spinoza cuando diferencia entre la idea y lo ideado 31 (expresado por ella) pues aunque esté pensando en la idea como percepción (idea aplicada), implícitamente y como un supuesto evidente de suyo, admite que la idea como percepción es una cierta idea con la que se está percibiendo la cosa. Esta diferencia resulta patente y natural desde que se considera que cada idea-concepto (esto es las ideas del entendimiento) pueden aplicarse, afirmarse o negarse, de diversas cosas, con verdad o falsedad; con lo que se hace patente que el concepto (y las sensaciones) son instrumentos de 29

Cf. “Lo primero que constituye el ser actual del alma humana no es más que la idea de una cosa singular existente en acto. Demostración: La esencia del hombre (por el Corolario de la Proposición anterior) está constituida por ciertos modos de los atributos de Dios, a saber (por el Axioma 2 de esta Parte): por modos de pensar, de todos los cuales (por el Axioma 3 de esta Parte) es la idea, por naturaleza, el primero, y, dada ella, los restantes modos (es decir, aquellos a quienes la idea es anterior por naturaleza) deben darse en el mismo individuo (por el Axioma 3 de esta Parte). Y así, la idea es lo primero que constituye el ser de alma humana.”, Ética, Parte II, proposición XI. 30 Así ha de ser, pues los conceptos que no sean innatos (conceptos empíricos) solo pueden entrar desde las sensaciones, o sea, desde las afecciones o movimientos en el cuerpo; y así las sensaciones son ideas básicas, e incluso modos básicos del pensar (siendo modo todo lo que se da en el alma: ideas, amor, odio, deseo, duda, etc). 31 Cf. “Una idea verdadera debe ser conforme a lo ideado por ella.”, Ética, Axiomas, Parte I. También “Digo «intrínseca» para excluir algo extrínseco, a saber: la conformidad de la idea con lo ideado por ella.”, Ética, Parte II, Definición IV.

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percepción, algo por lo que se da percepción y que es utilizado para la percepción.32 Spinoza nos habla explícitamente de las ideas verdaderas como instrumentos de conocimiento, no de las ideas en cuanto tales como instrumentos de percepción, pero no obstante, este es el sentido de la trama conceptual que ofrece. En definitiva la percepción como acto perceptivo del alma (en el que esta percibe o capta algo) requiere de una idea como medio, y con la expresión instrumento de percepción tan solo ponemos de manifiesto esta condición. Además, el que las ideas verdaderas sean instrumento de conocimiento implica que las mismas ideas que son aplicadas a algo con verdad (conformidad) pueden ser aplicadas a otras cosas sin conformidad, pero con todo cabe considerarlas instrumentos de conocimiento aún de modo negativo (al manifestarse lo que algo no es). Así, cuando Spinoza nos refiere la distinción entre la idea de Pedro y Pedro mismo,33 introduce de manera tácita la distinción entre idea como instrumento o medio de percepción y la percepción misma o idea en cuanto instrumento efectivo; habida cuenta de que la idea de Pedro, aplicada a Pedro y así percepción (o tentativa de tal) de Pedro, es algo que pudiera ser aplicado a cualquier otra cosa, aunque no resultase percepción alguna, ya que se trata de un instrumento tentativo.34 Asimismo ha de tenerse en cuenta que cuando Spinoza nos habla de la idea de Pedro se refiere a una idea con la que se percibe (o no) a este, y puede ser tanto una idea sensible (con la que sí se obtiene una percepción aunque inadecuada o confusa) como un concepto (idea inteligible, como veremos enseguida, con la que puede o no puede darse percepción, o más o menos percepción).35 Así, es patente que una misma cosa puede ser vista desde distintas 32

Y en realidad parte de estos instrumentos, pues -como veremos- los juicios o percepciones mismas serían a su vez instrumentos de conocimiento, en cuanto base para otros juicio; de modo análogo a como las ideas los son en cuanto permiten efectuar percepciones o bien hacer juicios que son tentativas de percepción. 33 Cf. por ejemplo: “Pedro, por ejemplo, es algo real: la verdadera idea de Pedro es la esencia objetiva de Pedro, algo real en sí y algo enteramente distinto de Pedro mismo”, TRE, 34. 34 Siempre que se trate de una idea-concepto, no de una idea-sensación; en éstas no hay posibilidad de elegir a quién se aplican al tratarse de percepciones sensibles. 35 Spinoza admite una gradación en la percepción de las cosas por medio de conceptos (ideas-conceptos), no hay disyuntiva o percepción perfecta (que da la esenciacausa) o percepción nula (total falta de percepción).

ideas, con las que se tendrá mas o menos percepción, o bien máxima percepción (percepción adecuada) y ninguna percepción; y es claro igualmente que una misma idea (que no sea sensación) puede ser aplicada para representarse o expresar distintas cosas, en algunas con éxito y otras sin éxito. La idea como medio de percepción (como medio tentativo) es introducida desde los mismos conceptos de afirmación y negación, es decir, desde el concepto de juicio ya afirmativo ya negativo; pues con este se alude precisamente al acto del entendimiento en el que este pone una cosa, o incluso un concepto, bajo un concepto, es decir pone una realidad formal, ya cuerpo ya concepto (idea-concepto) bajo una ideaconcepto (realidad objetiva); de modo que la realidad es percibida o pueda serlo desde ese concepto. Además, si alguien procede correctamente investigando las cosas que deben ser investigadas antes, sin ninguna interrupción en la concatenación de las cosas, y sabe cómo hay que determinar los problemas antes de disponerse a resolverlos, nunca tendrá sino ideas muy ciertas, es decir, claras y distintas. Pues la duda no es otra cosa que la suspensión del ánimo ante una afirmación o una negación que haría si no hubiese algo cuya ignorancia hace que el conocimiento de la cosa de la que se trata deba ser imperfecto. (Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 80)36

Spinoza puede decir confundentemente que el “El concepto de una cosa, o sea, la definición”,37 pero de lo que se trata es de que la falsedad consiste en decir algo de una cosa que no está comprendido en su definición (que expresa la esencia y todas las propiedades de las cosa);38 de modo que el concepto de una cosa (el que expresa su esencia) es un concepto entre otros posibles que pueden utilizarse para percibir (intentar percibir) la cosa, pero sólo el concepto que expresa la esencia da la percepción máxima

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Cf. también: “Por eso, la falsedad consiste solamente en que se afirma de alguna cosa algo que no está contenido en el concepto que hemos formado de ella”, TRE, 72. Pues, aquí por concepto de la cosa se entiende aquel que expresa su esencia; así en definitiva, se trata o de decir algo de la cosa que no está en esta, o decir que no hay algo que sí está. 37 TRE, 96, II. 38 Como veremos, Spinoza afirma que el conocimiento de las propiedades de una cosa requiere del conocimiento de su esencia, y así sugiere que cualquier propiedad es dependiente de la esencia.

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de la cosa (lo que la cosa es esencialmente, y así no puede faltar).39 Asimismo cabe interpretar, e incluso ver directamente en Spinoza, la noción de idea como instrumento o medio de determinación de aquello de lo que es idea, esto es, de aquello que se percibe por su medio. En definitiva la percepción de una cosa por una idea es una determinación de lo que la cosa es, ya de un modo total en la percepción adecuada ya en la percepción confusa e imperfecta dada con la sensación. Así se nos dice que “la experiencia no es algo determinado por el entendimiento”, lo que quiere decir que la percepción que tenemos por la experiencia es una percepción que se obtiene de la combinación de ideassensaciones e ideas-conceptos obtenidos desde estas, y así no la percepción que se obtiene por el solo entendimiento, o sea, desde sus ideas-conceptos innatos o instrumentos innatos. Se ve que el entendimiento, como la sensibilidad, determina un tipo de percepción, y así parece que determina desde esta lo que la cosa sea; es decir se determina lo que la cosa es en cuanto se la percibe, y así la percepción es un acto de determinación -cabría muy verosímilmente interpretar- y la idea es un instrumento de percepción y determinación.40 Esta determinación es reconocida de modo explícito respecto a las ideas, pues el entendimiento puede hacerse ideas de ideas, esto es, concebir unas ideas desde otras; y así determinar estas; de lo contrario, solo determinaría y concebiría las cosas reales en cuanto existentes por medio de sensaciones. Así, la sensación, como idea sensible, y toda idea ya sensación ya concepto ha de poder ofrecerse para su

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determinación (o sea, poder ser un objeto de tentativa de determinación).41 Así, en definitiva, las ideas serían instrumentos de determinación de las cosas (en cuanto estas se conformasen a lo ideado por ellas); y a la vez son -como afirma Spinoza- objetos de determinación. Esto se aprecia especialmente al desarrollar la teoría de la verdad e idea verdadera desde la doctrina del método como reflexión, es decir, la doctrina del conocimiento de la idea verdadera (idea de la idea verdadera, o determinación de la misma).42 Asimismo, la idea como instrumento aplicado, o usado, es decir, como percepción, puede ser básicamente de dos tipos -tal como venimos diciendo-; pues las ideas en cuanto instrumentos de percepción, o sea, en cuanto algo que es el medio de la percepción (aquello mediante lo cual tiene lugar), puede ser de dos tipos; a saber, puede ser sensación y concepto. Mediante la sensación el alma tiene una percepción de lo que ocurre en el cuerpo (movimientos) y así de la cosa en cuanto causa de estos movimientos. Esta es una percepción sensible o por sensibilidad, donde los sentidos nos muestran las cosas como existentes en acto, y nos dan noticia de su presencia inmediata, precisamente en cuanto es aquello (causa) que produce una alteración en la forma (disposición) del cuerpo). Dicen que el alma no se puede sentir y percibir a sí misma o a las cosas que existen, sino que puede sentir y percibir de muchas maneras las cosas que no existen ni en sí ni en ninguna parte, es decir, que el alma puede, por su sola fuerza, crear sensaciones o ideas que no corresponden a cosas. (Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 60)43

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La esencia es, como ya hemos asentado, lo que hace que sea tal cosa y sin lo cual no es; las propiedades no esenciales pueden faltar, pero aún así dependen de la esencia, no pueden contradecirla (darse al margen de esta, o de lo que esta exige). La esencia circunscribe todo lo accidental, la totalidad de lo que pueda darse o no, según la interacción con el resto de las cosas; de modo que es principio junto a las cosas primeras, y además -cabría interpretar- principio primero (en cuanto condición primera). 40 Cf. “Hay una percepción que adquirimos por experiencia vaga, es decir, por una experiencia que no está determinada por el entendimiento. Se la llama así sólo porque acontece fortuitamente y porque no tenemos ninguna otra que se le oponga; por eso permanece en nosotros como algo firme.”, TRE, II. En último término cabría interpretar (como proyección teórica extrema) que la sensibilidad y el entendimiento, en tanto medios de percepción, están determinados por su esencia a dar una determinación de las cosas, ya incompleta ya completa.

41 Cf. con “VII. El Alma puede determinar de muchos modos las ideas de las cosas que el entendimiento forma a partir de otras. Así, por ejemplo, para determinar un plano elíptico se figura un punzón unido a una cuerda y que se mueve alrededor de dos ceñiros; o concibe una infinidad de puntos que mantienen siempre una misma relación determinada con una línea recta dada; o un cono cortado por un plano oblicuo, de manera que el ángulo de inclinación sea mayor que el ángulo del vértice del cono. O de otros infinitos modos.”, TRE, 108. 42 Que trata de ser una idea adecuada; o sea, la idea que al ser aplicada para percibir nos da una percepción adecuada (conforme a la realidad ideada o percibida). 43 Cf. también: “Pues la esencia de las palabras y de las imágenes está constituida por los solos movimientos corpóreos, que no implican en absoluto el concepto del pensamiento. Y baste con estas pocas advertencias en torno a este punto”, Ética, Parte II, proposición XLIX, Escolio.

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A pesar de la fuerte ambigüedad que se produce al referirse a las ideas como conceptos, y sugerir44 así que las ideas coinciden con lo que nosotros (y quizá con toda probabilidad el mismo Spinoza) referimos como conceptos, esto es, medios para la representación intelectual y mediata obtenidos desde las sensaciones; el sentido general es el de la idea como algo en el alma con lo que se intenta percibir cosas. Los conceptos quedan adscritos al pensamiento y al entendimiento como facultad del pensar, o sea, del percibir por el pensamiento; y así, los conceptos han de ser ideas cuya esencia no está en el movimiento y la extensión, o sea, no son una expresión de estas aunque puedan derivarse de sensaciones. El concepto es un medio o instrumento de pensamiento, no un instrumento de percepción sensible; pues con el concepto el alma está determinada a pensar, y el movimiento y la extensión solo pueden determinarla a tener sensaciones (imágenes de las cosas).45 Las sensaciones nacen de la potencia del alma, al igual que los conceptos, y ambos tipos de ideas se diferencian de las sensaciones fortuitas y sueltas de la imaginación,46 que surgirían más bien de la potencia (de la sola potencia o algo próximo a esto) del cuerpo. Así con estas el alma no 44 Cf. por ejemplo: “Empiezo, pues, por lo primero, y advierto a los lectores que distingan cuidadosamente entre la idea, o sea, un concepto del alma, y las imágenes de las cosas que imaginamos. Además, es necesario que distingan entre las ideas y las palabras con las que significamos las cosas.”, Ética, Parte II, proposición XLIX, Escolio. 45 En este pasaje, por el sentido o tono conceptual general, Spinoza parece referirse a imágenes como expresiones de los movimientos corpóreos, o sea, como sensaciones, no solo a las sensaciones visuales. Cf. con “Ni el cuerpo puede determinar al alma a pensar, ni el alma puede determinar al cuerpo al movimiento ni al reposo, ni a otra cosa alguna (si la hay). Demostración: Todos los modos del pensar tienen Dios por causa en cuanto que es cosa pensante, y no en cuanto que se explica a través de otro atributo (por la Proposición 6 de la Parte II); por consiguiente, lo que determina al alma a pensar es un modo del pensamiento, y no de la extensión, es decir (por la Definición 1 de la Parte 11) no es un cuerpo, que era lo primero. [...]”, Ética, Parte III, proposición II. 46 Cf. “Así, hemos distinguido, entonces, entre la idea verdadera y las demás percepciones y hemos mostrado que las ideas figuradas, las falsas y las demás tienen su origen en la imaginación, es decir, en algunas sensaciones fortuitas, y (por decir así) sueltas, que no nacen de la potencia misma del Alma, sino de causas externas, según que el cuerpo, ya sea durante el sueño, ya sea despierto, reciba distintos movimientos.”, TRE, 84.

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tiene percepción alguna (ni adecuada ni confusa) de las cosas, a pesar de que son parte del alma como modos del pensamiento, esto es, como figuraciones o ficciones.47 Aunque insiste en la contraposición del entendimiento con la imaginación,48 el sentido general y más fundamental que se impone es el de una contraposición entre la imaginación por un lado y la sensación y el entendimiento por otro; es decir, la imaginación se contrapone tanto a la sensación (sensibilidad) como al entendimiento, al tratarse de sensaciones fortuitas y sueltas con las que nada se percibe, y no se reproduce el orden real de la naturaleza. Las idea de la imaginación serían, así, ideas aparentes, a tenor de de que no son instrumentos de percepción, y son sensaciones fortuitas al parecer como sensaciones internas en las que el alma es pasiva (paciente y no agente).49 Asimismo, que el entendimiento sea facultad de pensar, o sea, de percibir mediante conceptos que él mismo crea desde su potencia y fuerza, se deduce, con algún esfuerzo, de la afirmación de que el entendimiento percibe las cosas más bien desde una perspectiva de eternidad, y percibe infinitas cosas, sin prestar atención a la extensión, a la duración y al número. 50 Pero también de que las ideas que forma son abstracciones, esto es, conllevan un grado de abstracción, y así no ha de confundirse lo abstracto con lo real, y lo real viene dado ante todo desde las sensaciones como ideas o percepciones primarias, las que nos dan precisamente las cosas en cuanto existentes (no en cuanto son de alguna manera, o lo que sean, su esencia). 51 Mas aún, el 47 Spinoza emplea los términos sin rigor y confundentemente, pues por una parte nos habla de los modos del pensamiento que incluyen todo lo que se da en el alma (ideas, amor, deseo, etc); pero a la vez habla del 'pensamiento' y 'pensar' para referirse a la función del entendimiento, o sea, la de percibir mediante conceptos (ideas que son conceptos). No obstante, el sentido conceptual es claro. 48 Cf. por ejemplo: “A partir de aquí, también resulta evidente con cuánta facilidad pueden caer en grandes errores quienes no han distinguido cuidadosamente entre la imaginación y el acto del entendimiento.”, TRE, 87; también ibíd, 83, 84, y 85. 49 O sea, en cuanto el alma padece, ya en los sueños ya en vigilia. Cf. TRE, 84. 50 Cf. con “Percibe las cosas no tanto sujetas a la duración, sino más bien como cierta perspectiva de eternidad y en número infinito; o, más bien, para percibir las cosas no presta atención ni al número ni a la duración.”, TRE, 108. 51 Cf. “De aquí que jamás nos sea lícito, cuando se trata de investigar las cosas, concluir algo a partir de abstracciones; y tendremos que andar con mucho

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entendimiento como facultad de pensar, tendrá instrumentos innatos como instrumentos primeros desde los que empezar a construir (obtener) otros instrumentos de percepción; estos son, sin duda, las ideas (conceptos) innatos y principios (afirmaciones) innatos correlativos, desde los que obtendría el resto de conceptos y principios. Estas ideas son los conceptos de razón, causa, causa de sí, sustancia, modo, cosa singular finita, etc, que el entendimiento forma por sí solo, precisamente en cuanto entendimiento puro (el solo entendimiento al margen de las sensaciones). Con estos se obtiene la esencia de todas las cosas, un conocimiento o percepción adecuada de las cosa, es decir, se expresa su realidad formal; así la de la substancia única e infinita, como también la de las cosas singulares finitas. En suma, las ideas innatas expresan realidades formales o condiciones formales, con las que se pueden formar conceptos empíricos (primero otros conceptos innatos-racionales y finalmente conceptos empíricos).52 Spinoza contrapone el entendimiento a la imaginación, sugiriendo que el alma es únicamente activa con el entendimiento, y únicamente pasiva en la imaginación; 53 pero esto es confundente e incoherente con otras cuidado para no mezclar las cosas que sólo están en el entendimiento con las que existen en la realidad.”, TRE, 93. Alguien se podría aventurar y apresurar a decir que esta distinción es evidente y no requiere de una exposición explícita, que sería vana; a lo que respondemos, que ni es evidente ni es vano exponerlo con claridad, pues no es necesario que esta sea un lugar común e invariable en la historia de la filosofía, y pensarlo así sería un prejuicio (dogma) contrario a la investigación y sus principios. En Hume nos encontramos que el entendimiento es la parte estable de la imaginación, y así no ha de prejuzgarse lo que un autor pueda decir, estableciendo con orden, rigor y claridad lo que pueda decir, por mucho que a alguien le pueda parecer ocioso. 52 O sea, mediante la idea innata puede obtenerse una percepción adecuada, y esto se debe a que es una idea clara y distinta, lo que se debe a su vez a que es una idea simple o compuesta de ideas simples; las ideas innatas son parte de estas, pues no excluye la posibilidad de que procedan de la sensación (así la idea de movimiento). Así, la idea de modo es una idea clara y distinta, con la que se percibe una cosa finita en cuanto modo (cosa que es por otro); de suerte que respecto a los modos la idea es adecuada, o sea, es una idea aplicada que se conforma con lo ideado. Como veremos con más detalle, las cosas finitas pueden ser percibidas adecuadamente en cuanto modos, o en cuanto a su esencia en cuanto es modo (algo determinado por Dios), no en cuanto a su esencia como totalidad de las infinitas interacciones con el resto de las cosas, o de la cadena transitiva e infinita de interacciones que determinan a una cosa. La causa y esencia en este sentido no es algo que pueda ser percibido adecuadamente.

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afirmaciones; el alma solo es pasiva en la imaginación, pero no solo es activa en el entendimiento (lo que ya es claramente una contradicción).54 Lo que en realidad sostiene Spinoza es que el alma sólo es puramente pasiva en la imaginación (en cuanto sensación fortuita y aislada), y asimismo que solo es puramente activa en el entendimiento puro; pero no es pasiva (del todo) en la sensación, en la que obtiene una percepción de la cosa (en cuanto existente) si bien no adecuada; y tampoco es enteramente activa en el entendimiento no puro, el que piensa las cosas desde conceptos empíricos, que no son formados desde el solo entendimiento.55 Así, en suma, imaginación y entendimiento puro (el que tiene instrumentos innatos, o los forma desde si mismo)56 son los polos o extremos en el carácter pasivo y activo del alma, entre los que se da una gradación. Esta es la interpretación sistemática, la que se impone desde que se admite la sensación como una especie de acto (percepción) en el que el alma no es enteramente pasiva, y desde que se hace la afirmación de que las imágenes de la imaginación son sensaciones fortuitas y aisladas.57 A continuación vamos a examinar lo que Spinoza entiende por conocimiento, y vamos a ver que este, en cuanto percepción 53 Cf. con: “Pues la parte eterna del alma (por las Proposiciones 23 y 29 de esta Parte) es el entendimiento, sólo en cuya virtud se dice que obramos (por la Proposición 3 de la Parte III); en cambio, la parte que hemos mostrado que perece es la imaginación (por la Proposición 21 de esta Parte), sólo en cuya virtud se dice que padecemos [...]”, Ética, Parte V, proposición XL. 54 Si solo es pasiva en la imaginación se afirma que es activa en lo que no sea imaginación, así no solo en el entendimiento sino en las sensación (sensibilidad); pero, además, afirma que solo es activa en el entendimiento, con lo Spinoza afirmaría también que no es activa en la sensación, no solo en la imaginación. Afirmaría, en suma, que el alma es activa y no es activa en la sensación. 55 En los conceptos empíricos se requiere de las sensaciones como fundamento, y así depende de que el cuerpo sea afectado por cosas; y en este sentido el alma es pasiva en el entendimiento -digamos- empírico. 56 O quizá mejor el que los posee en sí mismo como algo innato y el alma reflexiva descubre en sí, no algo que forme sino instrumentos ya preestablecidos, como instrumentos primeros con los que comenzar el curso de formar instrumentos desde ellos. Para Spinoza habría en la mente unos instrumentos no formados con los que forma otros, del mismo modo que con las piedras y cosas ya formadas el hombre puede construir otros instrumentos. Cf. TRE, 31 y 32. 57 Es decir, sensaciones que el entendimiento no puede ordenar y así tampoco puede reproducir el orden real de la naturaleza; pues no permiten (y no son) la percepción de las cosas.

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adecuada, solo se da de Dios y de las cosas en cuanto modos, o sea un conocimiento de sus esencia formal, dado desde ideas innatas, y que así es un conocimiento de condiciones formales (un conocimiento metafísico y formal, cabría decir);58 o bien, se da como percepción desde ideas claras y distintas en general (no solo las innatas), pues estas son ideas simples o compuestas de simples que también pueden proceder -según puede deducirse e interpretarse- de la experiencia; o sea, un conocimiento de carácter empírico -podría decirse- y singular desde ideas claras y distintas, no respecto a generalidades, que requiere de una percepción de la totalidad y curso universal de interacciones, lo que está fuera del alcance del alma humana.59

5. Conocimiento y verdad El conocimiento es -para Spinoza- una percepción de la realidad, o va dirigido hacia algo que podría quizá ser interpretado como un tipo de realidad; por tanto, no solo sería una percepción de la realidad material y extensa, sino de las entidades mentales como las esferas, que aun no existiendo en el mundo de la extensión, en el mundo que se ofrece a los sentidos, tendríamos una percepción adecuada de la misma, o sea, de su causa o esencia. El conocimiento de cualquier cosa, incluso de la que no es posible es una percepción de la razón de la cosa (ya como realidad ya como imposibilidad), y esta es la causa, esto es, de la causa adecuada o completa que será la esencia de la cosa o la esencia de la imposibilidad. El conocimiento de las propiedades de las cosas quedará supeditado y subsumido bajo la percepción adecuada de la esencia. Es claro lo que sea el conocimiento en cuanto a su objeto, así como que se trata de una percepción o acto perceptivo del alma (en la que capta la esencia o causa de su objeto, a este mismo en su esencia, o como realidad o imposibilidad);60 luego el conocimiento será 58 Lo que Kant toma, como muchas cosas, de Spinoza, al que sin duda ha leído, dándole una orientación trascendental. 59 Así, los conceptos de cambio, de movimiento. De lo que se trata es de establecer por qué para Spinoza una idea simple permite una percepción adecuada, y desde esto, por qué una combinación de tales la permiten. 60 Resulta no solo lícito sino obligado interpretar el conocimiento de modo genérico respecto a las cosas imposibles, pues el mismo Spinoza nos habla de que todo lo que es y todo lo que no es, e incluso todo lo que puede ser y todo lo que no puede ser ya sea de modo relativo o absoluto (respecto a condiciones lógicas

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un tipo de percepción, precisamente la percepción adecuada o de la causa adecuada o completa, o sencillamente la causa o lo que da razón de la cosa.61 Asimismo, como toda percepción lo es desde una idea, que se ofrece como un instrumento de percepción aplicado a ciertas cosas con las que se logra percibirlas ya de modo confuso e inadecuado ya de modo adecuado,62 se entiende que el conocimiento como percepción adecuada necesita de un tipo de ideas como medios de percepción, y estas serán las ideas de la causa adecuada, las que recogen la esencia o razón de algunas cosas, y así permiten la percepción adecuada de estas.63 Si el conocimiento es percepción adecuada de una cosa mediante una idea que da su causa o razón, es claro que la percepción se funda en un cierto tipo de idea, o sea, en la idea que expresa algo que se conforma a lo ideado (percibido) mediante ella, y que esta idea para permitir la percepción adecuada de la causa ha de expresar ella misma la causa; pues el conocimiento de una cosa es, como venimos decidiendo, la percepción (adecuada) de la causa (razón) de la cosa. Así llegamos al concepto de idea verdadera como idea adecuada, que no es sino la idea que, al ser aplicada a algo para percibirlo, nos da una percepción adecuada de la cosa: idea adecuada es la que al ser aplicada (instrumento de percepción usado) generales) ha de tener una razón por la que ello es así, y esta es su causa; lo que permitiría hablar de la esencia de las cosas imposibles. 61 'Causa adecuada' y 'causa' vienen a ser términos sinónimos, pues con causa se expresa ya que desde ella se da el efecto, la cosa; lo que Spinoza llama causas parciales no da razón de la cosa, ni de su comportamiento ni de sus propiedades, y en rigor no serían causas. 62 O sea, las ideas, sensaciones y conceptos del entendimiento, son medios de percepción y más aún y ante todo medios tentativos, con los que se hace el ensayo de percibir cosas desde ellas; de ahí que las ideas-conceptos puedan ser aplicadas a diversas cosas, en unos casos obteniendo percepción y en otros no; y de aquí la importancia de reconocer la distinción entre idea como instrumento de percepción (ya en sí mismo ya como instrumento aplicado), y la percepción misma. Las ideas verdaderas no serán sino ideas aplicadas con éxito en algunos casos, pero que serían ideas falsas en otros en cuanto no se conformase a lo ideado por ellas. 63 Por tanto estas permitirán la percepción adecuada de las cosas que tengan esa esencia, pero no de las cosas que no la tengan, de las que no darán percepción o bien darán una percepción no adecuada (confusa); pues las ideas pueden aplicarse tentativamente en distintas cosas (según indicios), y las mismas serán adecuadas respecto a unas cosas e inadecuadas respecto a otras.

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resulta ser conforme a lo ideado por ella, por lo que es palmario que una idea verdadera es definida como idea aplicada que es conforme, y así se entiende que una idea verdadera lo es en relación a lo que se percibe bajo su medio pero no respecto de cualquier cosa (de la que podría ser o no adecuada o falsa, o incluso figurada).64 Se hace preciso determinar qué sea la idea verdadera, o sea, tener una idea o concepto de la idea verdadera, del mismo modo que se puede tener una idea de cualquier idea, y así un conocimiento de esta; lo que supondría un conocimiento reflexivo que da la base del método (la primera parte del método) en el conocimiento de la verdad. 65 La idea verdadera es la idea clara y distinta aplicada, y la idea clara y distinta es la idea simple o compuesta por ideas simples;66 sólo estas, al ser aplicadas, nos permiten una percepción adecuada de las cosas, o sea, una percepción de su causa o razón.67 La percepción adecuada (conocimiento) de una cosa como percepción de su causa es referida por Spinoza como percepción de su causa adecuada o completa;68 esta es la causa que, dada, da la cosa, y es completa por cuanto no le falta nada de lo necesario para dar su efecto; asimismo es llamada adecuada para indicar que se adecua o conforma al efecto, o sea, que hay una proporción (o igualdad) entre la realidad que conlleva la causa y la que tiene el efecto. Si el conocimiento es en primer término la 64

Respecto a la figuración de cosas desde ideas, cf con: “Por consiguiente, si su necesidad o imposibilidad, que dependen de causas externas, fuesen conocidas por nosotros, nada podríamos figurarnos en torno a ella.”, TRE, 53; también: “Las ideas falsas y las figuradas no tienen nada positivo (como lo hemos mostrado ampliamente) en virtud de lo cual sean llamadas falsas o figuradas; es sólo por un defecto de conocimiento que se las considera así. Por lo tanto, las ideas falsas y las figuradas, en cuanto tales, nada nos pueden enseñar acerca de la esencia del pensamiento”, TRE, 110. 65 Cf.: “De donde se sigue que el Método no es sino el conocimiento reflexivo o la idea de la idea. [...]” TRE, 38. 66 Cf.: “Pero hemos mostrado que la idea verdadera es simple, o compuesta de ideas simples y que manifiesta cómo y por qué algo es o ha sido hecho; [...]”, TRE, 85. 67 Asimismo es lícito, como proyección o consecuencia teórica, decir que la idea verdadera es una idea aplicada adecuada. Tenemos una percepción adecuada o conocimiento de la idea verdadera (de la percepción adecuada), pues se da la esencia o causa de la verdad, que sería la conformidad o adecuación (doctrina de la verdad como adecuación en sentido amplio). 68 Cf.: “Llamo causa adecuada a aquella cuyo efecto puede ser percibido clara y distintamente en virtud de ella misma. Por el contrario, llamo inadecuada o parcial a aquella cuyo efecto no puede entenderse por ella sola.”, Ética, Parte III, Definición I.

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percepción de la razón, que es la causa, esta es la causa adecuada o completa que habrá de venir expresada (recogida) en una idea, y más aún y según lo visto, en una idea clara y distinta, que como también ya sabemos, habrá de ser o idea simple o idea compuesta de ideas simples. Esto es así desde que con una idea simple siempre es posible ver si lo pensado bajo ella es conforme a la idea, a lo expresado por al idea (o sea, si se da en lo ideado); pues tal conformidad es lo que determina y define la percepción, o sea, la existencia de una percepción o acto perceptivo en el que se el alma capta algo de la cosa por medio de la idea. Lo mismo cabría decir de la idea compuesta de ideas simples, pues la conformidad de cada una por separado es ostensible, así como la conformidad de las relaciones entre ellas y la cosa; o sea, para cada relación idea simpleidea simple podría verse su conformidad o no conformidad en la cosa.69 Desde lo expuesto, se entiende que para Spinoza el conocimiento (percepción adecuada) de una cosa solo es posible en el caso de Dios, de los modos como modos, y de los modos en cuanto conocimiento empírico singular. Esto es así porque para Dios tenemos el concepto de causa de sí (causa sui)70 con el que podemos percibir la causa completa o adecuada de Dios; o sea, tenemos una idea simple o compuesta de simples -pormenor que no aclara Spinoza- y así un idea clara y distinta con la que podemos tener una percepción de la esencia de la cosa (de su causa o razón). De las cosas finitas singulares podemos tener una percepción adecuada en cuanto modos, o sea, por cuanto son causados por Dios, pues esto es lo que se afirmaría al decir que son modos y que Dios (el ente infinito) es substancia única e infinita. La idea de modo, es una idea clara y distinta con la que podemos tener una percepción adecuada de la causa de las cosas, o, cabría decir, de las cosas respecto a su causa. Más aún, Spinoza sugiere que con toda idea simple (o bien compuesta de simples) podemos tener percepción adecuada o conocimiento, aunque no se tratase de la causa de algo; así podríamos tener conocimiento de que una cosa se mueve desde la idea simple de movimiento, aunque este fuese un conocimiento trivial. 69 Esto es algo que no aclara (desarrolla) Spinoza, cuando menos en sus principales obras, y lo dicho aquí es una interpretación que nos parece muy verosímil, y en todo caso es algo que puede señalar posibles interpretaciones, no una interpretación acabada y definitiva. 70 Y el de substancia, que es equivalente.

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6. Conclusiones Así se afirma claramente que la percepción se da por medio de ideas, que son instrumentos de percepción; e igualmente que el conocimiento es percepción y percepción adecuada, aquella en la que la idea es conforme a lo ideado por ella, y así lo que definiría el conocimiento es la idea misma de conformidad o adecuación; esto es claro, pero no lo es del todo si por percepción adecuada (conocimiento) ha de entenderse tan solo la percepción de la causa, o sea, como percepción causal. Esto parece contradecir -por no decir que contradice- la concepción de la verdad y de la percepción adecuada desde la idea misma de adecuación (conformidad). Afirmar que la sensación no da una percepción adecuada al no dar la causa completa (adecuada), que es la interacción de la cosas con el resto, e incluso el curso universal de interacciones y movimientos, parece apuntar a que la percepción adecuada es definida como percepción de la causa adecuada.71 Asimismo, si el conocimiento es una percepción donde no cabe la duda, no sería correcto referir las opiniones de oídas ni la experiencia vaga como modos de conocimiento,72 aunque sí como percepciones, y exactamente como percepciones confusas. O sea, la posición y sentido general dominante es la de diferenciar distintos tipos de percepciones correlativas a distintos tipos de ideas, y en especial, desde la naturaleza de estas como ideas claras y distintas o no.73 Es claro que el carácter de la percepción y su grado, así como el que no haya percepción alguna, depende del carácter de la idea. Así, pese a la ambigüedad persistente -en nuestro examen- respecto a como sea definida la percepción adecuada,74 las sensaciones son percepciones confusas por 71

Lo que es muy distinto a afirmar que, definida de otra manera, toda percepción adecuada resulta ser una percepción de la causa (“causal” cabría decir), lo que daría un concepto equivalente, no la definición. 72 Cf. con: “Ya que sabemos cuál es el modo de conocimiento que nos es necesario, es preciso indicar el camino y el método por donde conoceremos con tal modo de conocimiento las cosas que debemos conocer.”, TRE, 30. 73 Y, a la postre, si se trata de ideas simples o compuestas de simples, o bien ni lo uno ni lo otro (lo que introduciría la mezcla y confusión, y la imposibilidad de establecer la conformidad (o no conformidad). 74 Parece serlo por un lado de la causa (causa adecuada), pero por otro también de cualquier propiedad o relación percibible desde ideas simples y sus relaciones.

David Coble Sarro

cuanto no dan la causa adecuada o esencia de la cosa, y mediante conceptos derivados de sensaciones no podemos percibir la causa (ya Dios, ya el curso universal). El conocimiento de una cosa sería ante todo el conocimiento de su razón o causa, y esto es su esencia (aquello sin lo que la cosa no puede ser lo que es), y este solo puede tenerse de Dios y de las cosas singulares en cuanto modos; pero cabría admitir el conocimiento de propiedades, que aunque dependiese del conocimiento de la esencia, no dejaría de ser conocimiento, esto es, percepción adecuada. En suma, lo que Spinoza, con toda verosimilitud, parece proponer es, en primer lugar, una distinción entre la percepción y la no percepción de las cosas según el carácter y pertinencia de las ideas aplicadas (instrumentos); y, en segundo lugar, propone una gradación de la percepción de las cosas que se extiende desde la percepción confusa y menos perfecta dada mediante la sensación, esto es, la percepción de una cosa en cuanto cosa existente, pasando por la experiencia como percepción confusa de lo que las cosas son y de sus causas (mediante ideas confusas pero en menor grado, al dar un atisbo de las causas y de la esencia), hasta la percepción perfecta o adecuada mediante ideas claras y distintas (la que se obtiene desde ideas simples o compuesta de simples). En el caso de percepción perfecta o adecuada tendríamos lo que se referiría como conocimiento, y que incluiría no solo la percepción de la causa sino toda percepción en la que hubiera conformidad; 75 y entre estas la percepción de la causa-esencia es la más perfecta, así como entre las percepciones de la causa, la de Dios y la de las cosas singulares como modos es la más perfecta; o sea, en definitiva, la de la causa de todas las cosas, y la de la naturaleza (natura naturata) como totalidad determinada por Dios (natura naturans), y que determina, como totalidad infinita, cada cosa singular. Así, el conocimiento de Dios es el más perfecto, y, en rigor, de Dios tenemos la percepción más adecuada, la de la causa de todo (incluido el mismo); y así, cabría interpretar, la causa más adecuada o completa, por cuanto causa absoluta y primera que no admite ser percibida o determinada por otra idea. Una gradación en la completud de las causas parece verosímil.

75 A tenor de lo que Spinoza dice de las ideas simples: de que no puede haber falsedad ni error desde ellas; lo que parece dar la posición básica y dominante respecto a lo que referir como conocimiento.

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Factótum 11, 2014, pp. 88-102

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Referencias Spinoza, B. (2007a) Ética. Madrid: Alianza. Spinoza, B. (2007b) Tratado de la reforma del entendimiento. Madrid: Tecnos.

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