HISTORIA DEL GRAF ZEPPELIN

HISTORIA DEL GRAF ZEPPELIN EL ÚNICO PORTAAVIONES ALEMÁN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL PEDRO SAPUNAR PERIĆ ACADÉMICO HONORARIO I. Historia de su cons...
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HISTORIA DEL GRAF ZEPPELIN EL ÚNICO PORTAAVIONES ALEMÁN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

PEDRO SAPUNAR PERIĆ ACADÉMICO HONORARIO

I.

Historia de su construcción

Cuando un nuevo tipo de buque, el portaaviones, vino a existir después de la 1° Guerra Mundial, no se pudo sospechar que un cuarto de siglo más tarde este tipo sobrepasaría y finalmente reemplazaría al acorazado, el cual hasta entonces había sido considerado como el "Núcleo" de cada flota de alta mar. Al mismo tiempo, el portaaviones era mirado como una clase de buque de guerra auxiliar y, ciertamente, como un satélite del acorazado, el cual sería asignado para su protección. Solamente unos pocos visionarios oficiales navales consideraron la posibilidad de una guerra ofensiva de portaaviones, y ellos quedaron en posiciones indefendibles. La oposición de los círculos navales continuaron viendo al acorazado como el non plus ultra y estuvo dispuesta a conceder, como mucho, servicios de reconocimiento y posibilidades defensivas al portaaviones lo cual ya era mucho. Pero desde que el nuevo tipo de buque de guerra estuvo listo, las grandes potencias navales no le dieron importancia a él; al comienzo ellas hicieron muy poco para promover su desarrollo. Mientras tanto, el tiempo trabajó en favor del aeroplano, con el incremento de la performance del avión, el punto de vista táctico de una futura guerra en el mar cambiaba y el portaaviones gradualmente ganó importancia.

Graf Zeppelin

A la Armada Alemana le fue denegada su participación en este desarrollo por las condiciones del Tratado de Versalles, que no le permitía la construcción de portaaviones ni la posesión de aviones de combate. El valor militar del portaaviones había sido reconocido por oficiales navales alemanes especialistas, en verdad, bastante tiempo antes del robustecimiento militar alemán que siguió a la asunción de Hitler al poder. Después que comenzó el desarrollo de la Luftwaffe como la tercera rama de las Fuerzas Armadas, la Marina también consideró este nuevo tipo de buque de guerra. El desarrollo, como primer gran intento teórico, encontró su primera expresión cuando, alrededor de 1933-1934, el Departamento de la Marina fue comisionado para preparar un estudio de proyectos de portaaviones. Él estaba basado en los siguientes requisitos:

Desplazamiento aproximado Velocidad Aviones Armamentos Blindaje y protección interior

20.000 toneladas 23 nudos 50 a 60 8 cañones de 203 mm y fuerte artillería antiaérea correspondiente a las normas para cruceros ligeros

Esta tarea fue bastante difícil. No había ninguna clase de experiencia disponible y el material de referencia de portaaviones de otras flotas era limitado a la extensión de conocimiento contenido en la literatura corriente al respecto. Sin embargo, esos portaaviones extranjeros tenían que ser mirados como modelos, simplemente, en orden de conseguir algún conocimiento de principios básicos. Con ese material altamente incompleto e insuficiente el director del Proyecto, ingeniero Wilhelm Hadeler, tuvo que avanzar, paso a paso, hasta la terminación de la tarea. La Luftwaffe en un comienzo se declaró incapaz para colaborar porque estaba ilimitadamente sobrecargada por su tremendo robustecimiento; no estaba aun en condiciones de proveer a la Armada con la información sobre las dimensiones de los aviones navales (de portaaviones), información que se necesitaba para dimensionar hangares y elevadores. A pesar de todas esas dificultades, el constructor pudo llevar el proyecto a una conclusión definitiva en el curso de un año. Debe notarse que los 8 cañones de 203 mm fueron cambiados por de 150 mm. También había 10 cañones antiaéreos de 105 mm y numerosas ametralladoras. En general, se podía calcular un desplazamiento de 23.000 toneladas aproximadamente y una velocidad de 35 nudos. El 18 de junio de 1935 se abría el camino para el portaaviones alemán. En efecto, en ese día se firmaba el Acuerdo Británico-Alemán de Equivalencia Relativa Naval, en él que se establecía que el tonelaje total para cada tipo de buque de la Armada Alemana no podría ser mayor del 35% del tonelaje total del tipo correspondiente de buque de la Armada Inglesa existente a la fecha. En lo que respecta a portaaviones, a la Armada Alemana le correspondía, según el Acuerdo antes mencionado, un total máximo de 38.500 toneladas, o bien, dos unidades de 19.250 toneladas cada una; la Armada Alemana se decidió por la segunda solución, para ello había que modificar levemente el proyecto existente de portaaviones para reducir el pequeño exceso de tonelaje que tenia sobre las 19.250 toneladas permitidas. Bajo aspectos políticos decididamente cambiados, el primer portaaviones alemán –le fue dada la designación "A" de presupuesto y construcción– pudo ser incluido en el año fiscal 1936, con un segundo "B" siguiendo en año fiscal 1938. Por estos tiempos, aunque la importancia del avión basado en portaaviones con el impacto de sus primarias armas, aun

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no había emergido en los círculos de las grandes potencias navales, los alemanes tampoco vieron la naturaleza real de este nuevo tipo de buque de guerra en los términos que debería tener verdaderamente; ellos aun no habían reconocido que la principal arma era simplemente el avión. En vez de eso, ellos potenciaron la artillería –la cual era considerado el factor principal del valor combatiente– lo cual ellos efectuaron doblando el número de cañones. Mientras tanto, la Luftwaffe también había comenzado a participar en el trabajo de desarrollo. A su requerimiento, la cubierta de despegue de los cazas, modelada sobre el inglés Courageous, iba a ser modificada. Durante ese trabajo se solicitó por oficio al Navy Week de Inglaterra, autorización para visitar al portaaviones inglés Furious, el cual se había abierto al público. Pero esa visita trajo poca información útil. Las negociaciones con la Armada Japonesa fueron más exitosas. A fines de 1935, los japoneses permitieron a la comisión alemana observar su portaaviones Akagi.

Portaaviones inglés Courageous

Portaaviones japonés Akahi

En el proceso, a la comisión les dieron más de cien copias de planos en el área del sistema de vuelo. Pero los resultados finales no fueron tan productivos como ellos esperaban. El elevador de aviones fue agregado, con unas pocas modificaciones importantes. Pero la visita a Japón tuvo una cosa clara, que significó ser extremadamente importante y valiosa: estaba claro que los alemanes estaban en el camino correcto. Después que el proyecto fue terminado en el tiempo esperado, hacia fines de 1935, y siendo aprobado por el comandante en jefe de la Armada, la empresa constructora recibió el contrato para construir el portaaviones "A" el 16 de noviembre de 1935. Ese astillero, que estaría trabajando a toda capacidad en la construcción de otros buques de guerra –el acorazado Gneissenau, el crucero pesado Blusher, los destructores Z1 al Z4, los submarinos 13 al 16 y el buque de abastecimientos Franken–, tenía sus gradas todas ocupadas. Por estas razones se retrasó la construcción del portaaviones, al punto de colocarse, el 28 de diciembre de 1936, su quilla en la grada 1, desde la cual el acorazado Gneissenau había sido lanzado 20 días antes. Casi exactamente dos años más tarde, el 8 de diciembre de 1938, fue lanzado al agua y bautizado con el nombre de Graf Zeppelin, con la presencia de Adolf Hitler.

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Lanzamiento del Graf Zeppelin

Para el segundo portaviones "B", el contrato para la construcción de la maquinaria ya había sido dada el 11 de Febrero de 1935 a una empresa de KIEL.

Avance del Graf Zeppelin

El contrato para la construcción del portaaviones mismo se hizo el 16 de noviembre de 1935, pero la puesta de la quilla sólo pudo ser hecha en la segunda mitad de 1938, después del lanzamiento del crucero pesado Prinz Eugen, porque solamente esta grada estaba disponible para construir el portaaviones. El trabajo procedía deliberada y

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lentamente, en orden de tomar en consideración, si fuera posible, la experiencia del Graf Zeppelin. Por esa época de la Guerra comenzó el armazón inferior, del que se había levantado solamente la plataforma del puente, de acuerdo a la planificación de tiempo de paz. El lanzamiento había sido programado para el 1° de julio de 1940; y la más cercana fecha de terminación en diciembre de 1941. Dos portaaviones, el "C" y "D", de acuerdo a condiciones de tiempo de paz, iban a ser construidos en los astilleros “Germania” y “Deutschewerke Kiel”, respectivamente, comenzando en abril de 1941 y siendo puestos en servicio por julio de 1944. El trabajo en el Graf Zeppelin progresó normalmente durante el curso de 1939. En 1939 se vio que podría ser considerada su terminación en las ultimas semanas de 1940. Cuando la Guerra comenzó, el portaaviones estaba terminado en un 85%; la maquinaria estaba ya instalada y las calderas preparadas; solamente unas pocas maquinarias auxiliares aun no se habían instalado. Con toda probabilidad, las pruebas de mar podían comenzar en el invierno de 1941; los cañones de 150 mm estaban ya en su lugar, aunque todavía faltaban sus controles. Después que la Guerra comenzó, su construcción fue disminuyendo un poco porque interesaba incrementar la producción de submarinos; los portaaviones estuvieron siempre en orden de menor prioridad; hasta el comienzo de la Guerra el orden de prioridad había sido: acorazados, submarinos, destructores, cruceros y portaaviones. Finalmente el 29 de abril de 1940, el comandante del Graf Zeppelin sugirió que el trabajo podía ser detenido porque el portaaviones, aun si podía ser puesto en servicio según lo programado hacia fin del año, no estaba listo para el uso en términos de artillería; los cañones de 150 mm habían sido removidos y llevados a Noruega para fortalecer las defensas costeras; los cañones antiaéreos habían sido enviados a cualquier parte; la terminación del sistema de control de fuego había sido demorado por la entrega de tales sistemas a la Unión Soviética, bajo los términos del tratado de 1939 con ese país. El 6 de julio de 1940, el Graf Zeppelin fue remolcado a Gotenhafen para conseguir alejarlo del peligro de ataques aéreos; ahí sirvió como almacén flotante para almacenar accesorios de la Armada.

6 de julio de1940: El Graf Zeppelin es remolcado a Gotenhafen

Temprano en el verano boreal de 1941, justo antes del ataque a la Unión Soviética, fue remolcado a Stettin, donde fondeó el 21 de junio. Esta medida había sido decidida ante la expectativa de ataques aéreos soviéticos. Cuando ningún ataque ocurrió, el portaaviones fue llevado de vuelta a Gotenhafen; el 11 de noviembre pasó por Swinemunde a remolque, rumbo a Gotenhafen. En el buque gemelo "B", al cual en la literatura de posguerra a menudo se le da el nombre de Peter Strasser, el trabajo ya había sido detenido el 19 de septiembre de 1939; el

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material ya construido había sido retirado por la firma “Essen”, comenzando el 28 de febrero de 1940, y siendo ocupado en otros usos. II.

Características principales

El casco de buque El casco del buque estaba dividido en 19 compartimientos estancos, división que correspondía a las normas usadas para grandes buques de Guerra. El sistema de potencia En orden de alcanzar la velocidad requerida, un sistema de turbinas a vapor movía cuatros ejes, con una potencia total requerida de 200.000 HP. Tal poderoso sistema nunca antes había existido en ningún buque construido en Europa en ese tiempo. El Graf Zeppelin tenía 4 turbinas construidas por “Brown, Boveri y Cía.”, cada una produciendo 50.000 HP individualmente; un grupo de cuatro calderas estaba instalado en una sola sala. Para proveer energía eléctrica se había instalado cuatro sistemas de generación. Armamento El sistema de artillería fue un punto fundamental desde el comienzo. Originalmente fue planeado con 8 cañones de 203 mm –el armamento normal de un crucero pesado–, más tarde cambiado a cañones de 150 mm y duplicando su número. Este armamento de superficie estuvo basado en informaciones falsas de ese tiempo y no justamente en Alemania. En ese tiempo, el portaaviones era visto en el rol de apoyo a los buques de guerra, por lo que se esperaba que cuando operara pudiera defenderse solo contra todo posible enemigo, hasta cruceros. Con ocasión de un discurso del comandante en jefe de la Armada, Hitler se informó de los problemas inherentes a este armamento. La Armada consideró entonces la

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posibilidad de agregarle un complemento de cañones antiaéreos de 105 mm, pero esto probó ser no factible por razones técnicas. Control de fuego, de navegación y otros sistemas La artillería de superficie recibía los datos de fuego desde un punto de control de la artillería principal y, después, desde un punto de artillería de reserva, ambas localizadas en el puente de la isla. Para medir la distancia estaba disponible la combinación de un dispositivo de base larga de 6 metros, un indicador de dirección y dos buscadores de blanco. La operación de los cañones dobles antiaéreos de 105 mm se hacía por medio de cuatro puestos de control antiaéreo, de los cuales tres estaban hacia adelante equipados en una base de 4 metros y, el cuarto, en una base de 5 metros. Los cañones de 37 mm tenían un dispositivo de medición eléctrica portátil de 1,25 metros. El avión basado en portaaviones Como la industria de aviación alemana apenas podía satisfacer las necesidades de desarrollo y producción de aviones para la Luftwaffe, era obvio que desde un comienzo iba a ser imposible desarrollar y construir modelos eficientes de aviones para portaaviones, como se necesitaban, incluyendo además cantidades importantes de repuestos. La Luftwaffe trabajó en producción en serie de los tipos que podían ser construidos para su uso futuro. Esos cambios fueron principalmente en las alas, instalando ganchos con mecanismos de detención y ciertos refuerzos de las cuadernas y ganchos de aterrizaje. Un total de 43 aviones fueron preparados incluyendo dos aviones cazas-bombarderos y de multipropósito. Un primer experimento para crear un caza naval fue hecho con un biplano Arado 197 derivado del disponible Arado 68. Esta versión fue probada en vuelo en 1938-1939; como fue demostrado que la máxima velocidad de 400 kilómetros por hora no era suficiente, este desarrollo fue detenido. El Messerschmitt 109-E ya completamente desarrollado fue finalmente adaptado para uso como caza de portaaviones (Me 109-T). El Junkers 87-C fue adaptado como bombardero en picada; cinco de estos fueron construidos y probados, eran aviones multipropósito para reconocimiento y operaciones torpederas; los modelos de prueba fueron entregados en 1937-1938. En 1939-1940 fueron eliminados.

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II. ¿Terminación a pesar de todo? Durante el curso de la Guerra en el mar, el portaaviones tomó un gran significado: aviones ingleses basados en portaaviones pudieron hacer un pesado ataque a la flota italiana en Tarento, en 1940. Un golpe de suerte de bombarderos torpederos ingleses decidió la batalla contra el Bismark y el exitoso ataque de aviones japoneses basados en portaaviones contra la flota de Estados Unidos en Pearl Harbour hizo este cambio en la guerra marítima y en el uso de sus armas. Así, la suerte de sus propios portaaviones fue vista pronto en Alemania como una gran desventaja y el alto mando naval estuvo constantemente bajo presión para terminar el Graff Zeppelin y ponerlo en servicio. La decisiva discusión tuvo lugar en el Cuartel General del Führer el 16 de abril de 1942. Sus resultados fueron: 1° El trabajo en el casco y maquinaria –al menos la mitad de la planta de

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poder– podía ser hecho en el verano de 1943. 2° El uso de versiones adaptadas de los aviones tipo ME 109 o BF-109 y JU-87, como originalmente se planeó las únicas posibilidades consideradas por ese tiempo, hicieron necesarias ciertas modificaciones del sistema de la cubierta de vuelo, especialmente serían necesarias catapultas de alto poder. Su desarrollo, construcción y prueba requerirían al menos dos años. La posibilidad de adaptar las catapultas existentes y tenerlas listas para su uso fue también considerado, estimándose seis meses para ello. En vista de esta situación, en el invierno de 1943-1944 pareció ser la fecha más posible en la cual el portaaviones podría ser terminado. El desarrollo de un tipo especial de avión para uso de portaaviones no era posible antes de 1946 según la Luftwaffe. 3° La Luftwaffe declaró en un comienzo que estaba lista para preparar 10 aviones caza y 22 bombarderos en picada, los cuales también podían ser usados para reconocimiento. El uso de bombarderos torpederos fue rechazado por Hitler, quien los consideraba innecesarios. Bajos estas condiciones, el Alto Mando Naval emitió órdenes el 13 de mayo de 1942 para la continuación de la construcción y terminación del portaaviones Graf Zeppelin. Junto con los cambios en el sistema de la cubierta de vuelo, hubo varias otras modificaciones que habían llegado a ser necesarias, tomando en cuenta el posterior desarrollo de la tecnología naval desde 1938. Sobre todo, la estructura de la isla –puente de mando– no tenía un largo suficiente. Un pesado mástil con un puesto de comando de cazas en su tope y equipo de radar debía reemplazar el antiguo mástil de comando. Además, una alta chimenea era necesaria para mantener al puesto de comando de cazas libre de humos. Todo esto significo un considerable aumento de peso por alto, por lo que para mantener la estabilidad del buque tenía que ser ecualizado. Por esta razón fueron construidos bulges en cada banda, los cuales primeramente tenían el trabajo de ecualizar el peso. Ellos eran usados parcialmente como estanques de petróleo. Esto permitía aumentar el radio de acción del buque y además ofrecía una mejor protección contra torpedos y minas. Los originalmente planeados cañones antiaéreos simples de 20 mm fueron también considerados insuficientes. En vez de ellos fueron instalados montajes cuádruples de 20 mm con mayor suministro de municiones. El total de aviones para el buque era de 40 unidades.

Navegación Remolcado por tres remolcadores el GRAF ZEPPELIN zarpó de Gotenhafen el 30 de Noviembre de 1942, su escolta eran tres barreminas y seis patrulleros. El 5 de Diciembre de 1942 arribaba a la Deutche-Werke en Kiel, donde el portaaviones fue inmediatamente entrado a dique flotante de 40 mil toneladas y el trabajo de instalación de bulges comenzó. Al mismo tiempo se inició el trabajo en la máquina. El 2 de Febrero de 1943 la orden de parar los trabajo alcanzó al GRAF ZEPPELIN. El 21 de Abril el portaaviones fue remolcado arribando a STETTIN dos días más tarde. Allí fue fondeado en el río Munne (un brazo del Oder). En el verano de 1944 se consideró la posibilidad de convertir el buque en un cuartel para oficiales,

Vista desde un avión de reconocimiento en su último fondeadero

El Final La hora final del portaaviones llegó después de que el Ejército Rojo comenzó la invasión del Reich. Al comienzo las palancas de cierre del sistema de bombeo fueron sacadas y el buque fue posible hundirlo por inundación. Después, un comando de 10 hombres fue enviado al portaaviones para mantenerlo en comunicación radial con la autoridad naval y preparar la nave para volarla por radio bombas colocadas en el área de la plantas de poder. El 25 de abril de 1945 se dio la orden de hacer ignición por el comandante en jefe de la Armada del mar Báltico Occidental en Stettin; esto fue justo antes de la llegada del Ejército Rojo; gruesas nubes de humo salieron de la chimenea del Graf Zeppelin, señal de que las cargas habían explotado; el portaaviones quedó descansando en el fondo; había sido dañado tan seriamente que sería imposible para los soviéticos lograr repararlo y ponerlo en uso. Los especialistas en salvamentos de la Armada soviética trabajaron hasta marzo de 1946 para conseguir la estanqueidad del portaaviones y ser reflotado y remolcado hasta Finemunde. Subsecuentemente, se dijo que los puentes y hangares habían sido saqueados. El 14 de agosto de 1947, los remolcadores lo pusieron en marcha. Ya en camino, se dijo que habían encontrado un campo minado en una tormenta en el golfo de Finlandia, pero no se había hundido, y había alcanzado a Leningrado, donde en 1948-1949 había sido presumiblemente desmantelado pieza por pieza. Lo que había quedado de él habría sido hundido por naves soviéticas.

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El 23 de julio de 2006, se puso fin al misterio del destino de Graf Zeppelin, que desde el inicio de la Guerra Fría se cernía sobre la nave. La empresa petrolera polaca “Petrobaltic”, que trabajaba en el mar Báltico buscando nuevos yacimientos de petróleo, descubrió a unos 55 kilómetros al norte del puerto polaco de Wladyslawow y a 90 metros de profundidad, los restos del Graf Zeppelín. Imágenes de sonar de los restos del naufragio, comparadas con fotos originales del Graf Zeppelin, y respaldadas con fotos submarinas de los restos, han permitido a los expertos identificar al barco, identificación que ha sido respaldada por la Marina polaca. De acuerdo con la legislación marítima internacional, los restos pertenecen a la República Federal de Alemania, pero el Ministerio de Defensa alemán indicó a la agencia de noticias DDP que la competencia es aún objeto de debate. Mientras tanto, los misterios del fin de la nave están lejos de ser completamente resueltos.

Imagen de sonar de los restos del naufragio comparada con la foto original de Graf Zeppelin

Epílogo Desde fines de 1940, el alto mando naval alemán, al tener conocimiento de las exitosas actividades de los portaaviones ingleses en el Mediterráneo, entre otros el exitoso ataque a la flota italiana en Tarento, decidieron estudiar como remediar lo más rápidamente posible la falta de portaaviones en la Armada alemana. Es así como se estimó intentar la adaptación de grandes naves mercantes y algunos buques de guerra como portaaviones. Estos buques fueron los cruceros Scharnhorst y Gneisenau, el acorazado de bolsillo Lutzow, el crucero pesado Almirante Scheer y los tres transatlánticos –Europa, Postdam y Gneisenau– de la compañía “Lloyd Alemán del Norte”. En un posterior reporte, de agosto de 1942, se estudió la posibilidad de transformar el crucero francés De Grasse, el cual estaba en construcción. Le construcción de portaaviones que era uno de los puntos principales en el reporte a Hitler hecho por el alto mando naval en mayo de 1942, fue aceptado. El plan de construcción para esos buques fue comenzado inmediatamente. En el proceso se descubrió que la tarea había sido muy subestimada y que las dificultades que se presentarían serían muchas y difíciles de solucionar, entre otras, el problema de la estabilidad transversal. Así en el Europa, designado como portaaviones auxiliar Nº 1 en

noviembre de 1942, los trabajos de planificación y de reconstrucción fueron cancelados antes de iniciarse. La reconstrucción de los otros dos transatlánticos fue también cancelada; sólo permaneció la reconstrucción del Postdam, el cual iba a ser asignado portaaviones de entrenamiento, pero en la mitad de este trabajo fue suspendido abruptamente por disposiciones de las desafortunadas órdenes de Führer. Lo mismo sucedió con el trabajo y planeamiento de conversión del incompleto crucero francés De Grasse, el cual había sido nominado portaaviones auxiliar Nº 2. A comienzos de febrero de 1943, la planificación había sido suspendida. Después de la primavera boreal, la Armada alemana no tuvo posibilidad de realizar ninguna construcción de portaaviones. Un epilogo italiano Durante la Segunda Guerra Mundial, la Flota italiana tuvo el mismo problema que la Flota alemana: la falta de portaaviones y sus consiguientes graves consecuencias tácticas y estratégicas. Este es resumidamente el caso italiano. En 1914, Italia decidió construir cuatro nuevos acorazados de una serie que se llamó Caracciolo, los que se suspendieron finalmente por economía. Sólo llegó a botarse en mayo de 1920, el Francisco Caracciolo. Entonces, se pensó por primera vez transformarlo en portaaviones, lo que no fructificó ya que se terminó vendiendo el casco a una compañía italiana de navegación. En octubre de 1922, el rey Víctor Manuel III encargó a Benito Mussolini que formara un nuevo ministerio. En 1925, con el fin de controlar el desarrollo de nuevas construcciones navales, se autonombró ministro de Marina; al mismo tiempo, creó el Ministerio del Aire, con lo que se creó una fuerza aérea independiente, quedando la Marina sin aviación naval. Volviendo atrás, en 1922, la Escuela de Guerra Naval italiana hizo un estudio sobre Doctrina Naval, concluyendo que los portaaviones eran absolutamente necesarios a su Marina. Mussolini era contrario a que la flota tuviera portaviones, por considerar que el mar Mediterráneo era muy pequeño para ellos, y que bastaba el apoyo de la aviación terrestre, por ello en diciembre de 1925, siendo Mussolini ministro de Marina, negó al Almirantazgo la solicitud de poner en gradas portaviones. En 1928, el Estado Mayor de la Armada presentó el proyecto de construir un portaviones de 15.000 toneladas y 30 aviones, el que fue rechazado nuevamente, situación que se repitió en 1932 y 1936. En 1938, el almirante Domenico Cavagnari, con el ánimo de hacerse grato políticamente a Mussolini, proclamó en el Parlamento la gran estupidez que la Marina Italiana no necesitaba construir portaaviones, ya que Italia era un portaviones insumergible. Cuando la Segunda Guerra Mundial se desató en el Mediterráneo, la Marina inglesa, apoyada con sus portaviones, además de la excelencia profesional de sus marineros, se fue imponiendo sobre la Marina italiana, entonces, cuando ya era tarde, Mussolini quiso rectificar en lo referente a la construcción de portaaviones, pero se vio que por problemas de tiempo, ello era imposible. Entonces, se optó por la solución de transformar dos grandes transatlánticos en portaviones. En septiembre de 1943, al momento de la rendición de Italia a los ingleses y estadounidenses, estaban sin terminar en Génova, los portaviones Sparviero y Aquila.

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Portaaviones Sparviero

Portaaviones Aquila

Durante la noche del 19 de abril de 1943, un torpedo humano biplaza italiano entró al puerto de Génova y hundió al portaaviones Aquila para evitar que los alemanes lo hundieran en la boca del puerto con el fin de bloquearlo. Durante el año 1945, el Aquila fue reflotado y al año siguiente fue vendido para desguace junto con el Sparviero.

Portaaviones Aquila, en Génova

Para completar este Epílogo italiano, se recordará el caso del crucero italiano Trieste, hundido el 10 de abril de 1943 por aviones aliados en La Maddalena, Cerdeña; fue reflotado en el año 1950 y remolcado a La Spezia. En 1951 fue comprado, sin armamento, ni la mayor parte de sus superestructuras, por la Armada española para transformarlo en portaaviones. Arribó a El Ferrol el 11 de septiembre de 1951, a remolque. De ahí no se hizo nada más, siendo desguazado en El Ferrol en 1956.

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