Historia de un legado invaluable

España durante el siglo

XVI

con la llegada de las prime-

ras órdenes monásticas a las que se debió el estableci miento de importantes instituciones de enseñanza musical como fueron el Colegio de San José de los Naturales, el Conservatorio de las Rosas en Morelia y los Colegios de Infantes de las Catedrales de México y Puebla y que fue continuado durante el siglo

XIX

por

diversas iniciativas particulares, entre las que destacan las realizadas por José Mariano Elízaga, Joaquín Beristáin, Agustín Caballero y José Antonio Gómez.

B ETTY Z ANOLLI F ABILA

A Elízaga corresponde haber fundado el primer conservatorio secular de América, la Academia Filarmónica Mexicana, cuya inauguración tuvo lugar el 17 de abril de

El Conservatorio Nacional de Música de México es, a 22

ciento cuarenta años de haber sido fundado, la consolidación de un notable proyecto educativo que, emanado

1825 en el salón general de la ExUniversidad ante la presencia del presidente Guadalupe Victoria. Concebida de acuerdo a los principios teóricos de Antonio Eximeno,

de uno de los más importantes cenáculos de la intelec-

entre sus objetivos planteaba la enseñanza de cuatro asig-

tualidad mexicana del siglo

con el paso de las dé-

naturas: Enseñanza de los principios fundamentales de la

cadas se ha convertido en una de las instituciones pú-

música; Armonía y composición; Solfeo, canto y manejo de

blicas de educación artística más importantes tanto de

instrumentos, además de Reglas filosóficas de la música

México como del ámbito internacional.

para el profesor. Desafortunadamente su proyecto tuvo una

XIX,

En la obra conservatoriana se ha escrito y se sigue

vida efímera y cerró sus puertas hacia 1827.

escribiendo una de las páginas más notables en la his-

Una década después, Joaquín Beristáin y Agustín

toria musical y educativa de nuestro país, ya que además

Caballero establecieron la Escuela Mexicana de Música

de haber contribuido a la formación de la mayoría de los

y, un año más tarde, José Antonio Gómez la Academia de

más ilustres exponentes del arte musical mexicano

Música de la Gran Sociedad Filarmónica de México. El

y desprenderse de su propio seno relevantes organismos

éxito con el que arrancó la primera de éstas fue frenado

artísticos como la Escuela Nacional de Música de

con la muerte de Beristáin, a quien sucedió entonces

la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela

al padre Caballero, quien logró mantenerla viva sólo

Nacional de Arte Teatral y la Orquesta Sinfóni-

con sus propios recursos conservando en todo momento

ca Nacional del Instituto Nacional de Bellas Artes, ha

un indiscutible prestigio. Prueba de ello sería el hecho

sido a través de la labor educativa realizada por esta ins-

de que buena parte de los primeros directores y de los

titución la profesionalización de la enseñanza musical

maestros fundadores del Conservatorio de Música de la

ha podido ser una realidad en nuestro país.

Sociedad Filarmónica Mexicana salieron de sus aulas, entre otros: Agustín Balderas y Melesio Morales.

Orígenes conservatorianos

Por su parte, la Academia fundada por Gómez tuvo

El Conservatorio Nacional de Música es un producto

como modelo el Conservatorio de Madrid, establecido

eminentemente de la época moderna; es la consolida-

en 1830. Su respectiva inauguración tuvo lugar el 15 de

ción de un proceso educativo que inicia en la Nueva

diciembre de 1839 en el Colegio de Minaría. Sus mate-

rias fueron: solfeo, canto, violín, clarinete, vocalización,

la música en México y atender al bienestar de los profe-

piano, vihuela, flauta y acompañamiento, además de

sores de música proporcionándoles recursos a los que

escritura, italiano, francés, inglés, teneduría de libros,

los necesiten y se hayan hecho dignos de ellos por su

baile, esgrima y dibujo.

habilidad y buena conducta; y prefiriendo a sus hijos en la enseñanza de la música, que la sociedad filarmóni-

La sociedad filarmónica mexicana

ca establecía.

el ambiente cultural de México

Su presidente fundador fue Manuel Siliceo, su vice-

era boyante. La realización de amenas tertulias literario-

presidente José Ignacio Durán; tesorero, Clemente Sanz;

musicales era una práctica más que frecuente. En ellas

en calidad de prosecretario, Lorenzo Elízaga y en el

acostumbraban participar notables exponentes de diver-

cargo de secretario, Eduardo Liceaga, quien en su

sas disciplinas, aunque predominaban las de carácter

memorial destacó como meta de la sociedad, el que ésta

artístico. Así, músicos de la talla de Tomás León, Aniceto

se proponía cultivar la música, extender la enseñanza,

Ortega, Melesio Morales y Julio Ituarte, coincidían con

favorecer a los artistas desgraciados y endulzar los

algunos de los más ilustres miembros de la intelectuali-

momentos de descanso de los socios con los encan-

dad mexicana de aquel entonces que aunaban a su

tos de este arte, en una palabra, mezclar “la utilidad con

pasión musical el cultivo de otra profesión, especial-

el recreo”. Era evidente que la Sociedad, constituida bajo

mente la galénica. En dichas veladas la participación

los preceptos clásicos, adoptaba como lema el Utile dulci

de pianistas como Francisco Villalobos y Francisco

de Horacio, quien en su Ars Poetica contemplaba la

Sanromán, y de aficionados entusiastas como Agustín

necesidad de la elaboración ulterior, de la perfección

Siliceo, Antonio García Cubas, Casimiro de Collado,

técnica, del rigor y de la conciliación de lo ameno (dulce)

Eduardo Liceaga, Francisco Ortega, José Ignacio Durán,

con lo instructivo (útil).

A mediados del sigo

XIX

José Dueñas, Lázaro Ortega, Ramón Terreros y Urbano

La novel sociedad acordó admitir en su seno a

Fonseca era frecuente, de tal modo que pronto surgió en

maestros y amateurs o dilettanti, y organizar conciertos

ellos la idea de conformar un club filarmónico para reu-

sabatinos semanalmente, lo que contribuyó a que la

nir, a la usanza de la Camerata Bardi de Florencia en el

organización pronto adquiriera renombre y popularidad

mil quinientos, a todos los amantes de las bellas artes.

con los cuales justificar su divisa para inmediatamente

Tal habría de ser el germen de la “Sociedad Filarmónica

proceder a establecer las bases de su institución educa-

Mexicana”, fundada a finales de 1865, la más importan-

tiva. Indudablemente tenía razón Antonio García Cubas,

te agrupación de la historia musical de nuestro país

otro de sus primeros cronistas y miembro fundador, al

en la que las artes de la música y la literatura florecieron

afirmar que con su nacimiento se había marcado en

de manera espectacular, constituyendo la funda-

México una era del adelantamiento del arte filarmónico,

ción de su Conservatorio de Música, la mejor y más

ya que desde el momento en que se postulaba la crea-

importante de sus obras materializadas.

ción de una escuela especializada en la formación de

El reglamento de la naciente sociedad fue elaborado

músicos, se sentaban las bases para la verdadera profe-

principalmente por Aniceto Ortega con la colaboración

sionalización de la música, comprendida como una dis-

de Urbano Fonseca, Julio Clement y Agustín Balderas, y

ciplina más del conocimiento humano.

en él justamente quedaron plasmados sus principales

La sociedad y su escuela de música, creadas a partir

objetivos: Fomentar el cultivo de las ciencias y de la

del interés y entusiasta participación de los intelectuales

práctica musicales; procurar el progreso y adelantos de

más conspicuos de mediados del siglo

XIX

–como lo

23

24

prueba el hecho de que para la constitución de la prime-

brado por el emperador Maximiliano–, y de Manuel

ra se congregaron no sólo quienes hacían de la música

Siliceo –titular del despacho de Instrucción–.

su vida y profesión, sino también quienes exclusivamen-

Así mismo, algunos de los socios fueron también inte-

te podían gustar de ella, destacados literatos, políticos y

grantes de la Comisión Científica, Literaria y Artística de

mecenas del arte en general que formaron parte de sus

México, formada en 1864 por el Emperador Maximiliano

filas–, iniciaron respectivamente sus labores en pleno

con mexicanos y franceses. Presidida por el ingeniero José

Segundo Imperio.

Salazar Ilarrequi, en la sección de Bellas Artes figuraron,

Sobre este punto, se podría considerar que la actitud

entre otros, los filarmónicos Urbano Fonseca, Pedro

favorable de la casa Habsburgo para el fomento de la

Escudero y Echánove, Alejandro Arango y Escandón y José

cultura debió haber contribuido a impulsar estas inicia-

María Roa Bárcenas, miembros también de la Academia de

tivas particulares, entre otras cosas, por el hecho de pro-

San Carlos, y los artistas Juan Cordero y Santiago Rebull,

venir el Emperador de una corte amante por tradición de

que serían más tarde profesores del plantel conservatoria-

las artes y de la música en particular, y debido a que

no, además del respectivo presidente de esta sección, el

varios de los miembros de la Sociedad Filarmónica

pintor Lorenzo de la Hidalga, miembro igualmente de la

Mexicana fueron individuos cercanos a los círculos

Sociedad Filarmónica.

imperiales, como en el caso de Tomás León –el pianista

Igualmente ilustres, fueron los nombres de sus socios:

más prestigiado de aquellos años y especialmente cele-

Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada, Pedro Escudero y Echánove y Rafael Martínez de la Torre, entre los políticos; de Aniceto Ortega, José Ignacio Durán, Eduardo Liceaga, Rafael Lucio y Julio Clement entre los médicos; de José T. Cuéllar, Manuel Payno, Justo Sierra, Ignacio Manuel Altamirano, Luis Ortíz, entre los literatos; de Antonio García Cubas como científico, de Angela Peralta, Melesio Morales, Tomás León, José Valero entre los artistas, así como los de los destacados Luis Muñoz Ledo, Ramón Romero de Terreros, Faustino Goríbar, Fernando Rodríguez de San Miguel, José Juan Cervantes, Antonio Escalante, por sólo mencionar a algunos, permite advertir la trascendencia en los distintos ámbitos de la cultura mexicana que tuvieron la mayoría de los personajes que en aquellos momentos tomaron parte en el referido proyecto. Integrada la sociedad inicialmente con 74 miembros fundadores pronto llegó a reunir a cerca de 500 afiliados, entre los que se destacaban cinco categorías: 197 socios protectores; 160 socios aficionados, 87 socios profesores; 26 socios literatos y un socios honorario, Franz Liszt. En poco tiempo el éxito de la agrupación era indudable. El propio Liceaga lo proclamaba de manera reiterada, pues aún careciendo de fondos,

Jorge López

de local e instrumentos, los miembros de la Sociedad no

Declamatión de París, fundado en 1795, fue determinan-

cejaban de luchar en aras del progreso y del arte. No era

te para ello.

para menos, en sus miembros existía una indudable

Durante esta etapa la participación conservatoria-

identificación y un común vínculo: un sentimiento pro-

na en la vida académica, artística y cultural de la capi-

nacionalista que los animaba a sumar sus esfuerzos por

tal mexicana fue muy intensa, ya que maestros y alum-

el engrandecimiento de la patria.

nos tomaban parte periódicamente en múltiples

De esta forma, los músicos y literatos, médicos

conciertos organizados en estrecha colaboración con

e historiadores, abogados y políticos que decidieron

instituciones tales como la Escuela Nacional Prepa-

unirse bajo la égida del arte en la Sociedad Filarmónica

ratoria, la Escuela Nacional de Bellas Artes, la Escuela

Mexicana, sentaron un precedente hasta ahora insupe-

Nacional de Jurisprudencia, la Escuela de Comercio y

rado, ya que a casi un siglo y medio de distancia, la tras-

la Escuela de Artes y Oficios. Sin embargo, esta etapa

cendencia, el impacto, el ejemplo que nos legó este

floreciente concluyó justo con la desaparición de la

grupo de intelectuales y humanistas sigue vigente, y el

Sociedad Filarmónica en 1876.

propio Conservatorio es prueba de ello. II. El régimen porfirista

25

Historia conservatoriana

A lo largo del último cuarto del siglo

La historia conservatoriana puede ser dividida en cin-

vatoriana fue objeto de transformaciones fundamenta-

co etapas: Fundación y nacionalización (1866-1876);

les, derivadas del cambio de estructura institucional

Régimen porfiriano (1876-1910); Revolución y posrevo-

sufrido. En primer lugar se vio afectada por las conse-

lución (1910-1928); Escisión e institucionalización

cuencias derivadas del decreto presidencial que nacio-

(1928-1949) y Época moderna (a partir de 1949 y hasta

nalizó al plantel, a partir de 1877, extrayéndolo de la

la fecha)

órbita de la Sociedad Filarmónica; en segundo lugar,

XIX,

la vida conser-

en poco menos de cinco lustros el avance verificado en el I.Fundación y nacionalización (1866-1876)

orden académico a partir de las administraciones de

La inauguración solemne de los cursos del Conser-

Alfredo Bablot y José Rivas –el primero por haber logrado

vatorio de Música de la Sociedad Filarmónica Mexicana

incorporar nuevas materias e importar instrumentos

tuvo lugar el 1o. de julio de 1866. Su planta docente

musicales en boga en Europa y el segundo por haber

estaba compuesta por catorce maestros, a cuyo car-

realizado importantes avances en el marco de la profesio-

go estaba la enseñanza de diversos instrumentos como

nalización, como el hecho de haber implementado la

piano, canto, cordófonos de arco y algunos aerófonos,

distinción entre amateurs y escolares propiamente–, con-

además de materias básicas como solfeo, armonía, com-

solidó a dicha institución como centro de educación

posición, estética, historia del arte, historia de la músi-

musical de primera línea, prácticamente a la altura de los

ca, acústica, anatomía e idiomas, en tanto que su población

más importantes de su tiempo; y, en tercer lugar, con el

escolar para 1868 alcanzaba la cifra ya de 800 alumnos

arribo del siglo

inscritos. El auge de la institución era creciente, al grado

“profesionalización”, tuvieron su respectiva repercusión

que a una década de su fundación el plan de estudios

en el ámbito académico conservatoriano, mediante ajus-

incluía ya la enseñanza del arte dramático en su propia

tes y reformas curriculares vinculadas con dicho proceso.

sede. Sin duda alguna, la influencia pedagógica del

Poco después de la caída del grupo filarmónico, la

modelo francés del Conservatoire de Musique et

institución conservatoriana que para 1876 impartía 42

XX,

los avances verificados en torno a la

materias de diversa naturaleza, luego de ser declarada

IV. Escisión e institucionalización (1928-1949)

escuela nacional el 25 de enero de 1877, sufrió la supre-

Si bien las influencias artísticas provenientes de Francia

sión de las clases de declamación así como de otras vin-

cobraron fuerza y propiciaron un nuevo auge al interior

culadas con la música. Tiempos de precariedad econó-

del Conservatorio, de manera particular en el ámbito de

mica llegaban a sus aulas, no obstante haber sido éste

la creación las condiciones materiales y políticas del país

uno de los momentos en que el apoyo gubernamental

desencadenaron un poderoso movimiento de rescate

fue más evidente.

nacionalista, este proceso favoreció que por varias décadas el Conservatorio se constituyera en el principal

III. Revolución y posrevolución (1910-1928)

26

venero de la composición musical mexicana.

La irrupción del movimiento revolucionario de 1910

No obstante, la vida académica de la institución es-

habría de traer consigo para la institución conservato-

tuvo especialmente afectada por los movimientos estu-

riana momentos de intranquilidad y zozobra. Primero

diantiles gestados al interior de la Universidad en pos de

cuando el gobierno huertista ordenó la militarización del

obtener su autonomía respecto del gobierno federal. La

plantel y ello conllevó la adopción de un régimen cuasi-

escisión marcó a la vida conservatoriana, pues maestros

castrense al interior del mismo. Después, cuando el

y alumnos se dividieron en dos facciones de tal manera

gobierno carrancista ordenó la suspensión por varias

que mientras un sector decidió permanecer dentro del

semanas de sus clases. Y, finalmente, derivado de la

seno de la Secretaría de Educación Pública el otro deter-

inestabilidad política en el país, haber atravesado por un

minó su separación, posibilitando con ello que a

periodo permanente de indefinición administrativa,

los pocos meses del conflicto surgiera una nueva insti-

ya que la institución pasó a depender alternativamente

tución educativa musical, la Escuela Nacional de Músi-

de la Secretaría de Instrucción Pública, de la Dirección

ca dentro de la naciente Universidad Nacional Autónoma

General de Bellas Artes, del Departamento Universitario

de México.

y de Bellas Artes y, finalmente, de la Universidad

La trascendencia de la gestión de Carlos Chávez al

Nacional de México que había sido fundada en 1910,

frente del Conservatorio tuvo especial relevancia.

a partir de la creación en 1920 de la Secretaría de

Docencia, investigación y difusión, pilares de la práctica

Educación Publica.

universitaria, fueron los ámbitos a través de los cuales

La obra de maestros conservatorianos como Manuel

Chávez laboró: en la docencia, mediante el estímulo a las

María Ponce, Daniel Castañeda, Vicente Teódulo Men-

carreras de compositor, director de orquesta y profesor

doza, Silvestre Revueltas y, por supuesto Carlos Chávez,

especializado en la enseñanza musical en sus diferentes

entre otros, pudo inscribirse dentro del sendero que

modalidades. En el campo de la investigación, a través

auguró el desarrollo de un movimiento en pro del sentir

de la fundación de Academias por carrera o modalidad

nacionalista nunca antes visto en el ámbito musical, por

disciplinaria, con objeto de incentivar a través de ellas el

el que, además, la estructuración misma de los estudios

trabajo especializado y el rescate musicológico. La difu-

profesionales en el Conservatorio se vio nutrida con

sión, a partir de la creación de nuevos grupos artísticos,

nuevas materias y, principalmente, contenidos progra-

por medio de los cuales llevar a los distintos sectores de

máticos tendientes a fortalecer, a partir de entonces y

la sociedad, tanto el conocimiento de los compositores

por buen tiempo, el conocimiento sobre la riqueza fol-

de vanguardia como de la producción musical de nues-

klórica de México.

tros antepasados.

Las generaciones posteriores, poco modificarán este

Si bien desde finales del siglo pasado el Conser-

sendero. Las mayores novedades que después se produ-

vatorio había ya declarado en sus planes de estudio que

cen, tienden a subrayar la relevancia y conciencia de

los alumnos podrían cursar en sus aulas diferentes carre-

la función social del arte: música para las masas,

ras musicales, fue en 1900, durante la administración de

será la nueva divisa en el México cardenista, que tanto

José Rivas –como ya en su momento se refirió–, cuando se

en el plan de estudios conservatoriano de 1937, como en

publicó en el Diario Oficial de la Federación que los títu-

el decreto relativo a la oficialización de la enseñanza

los expedidos por el Conservatorio serían otorgados

musical en la educación básica de ese mismo año, tiene

por la entonces denominada Secretaría de Instrucción

su principal materialización. Durante el decenio 1938-

Pública y Bellas Artes. Posteriormente, en 1946 con la fun-

1948, el establecimiento de la Escuela Secundaria de

dación de la Dirección General de Profesiones, empiezan

Arte y de la Academia de la Opera, contribuyen a reva-

a ser otorgadas las primeras cédulas profesionales para

lorar la obra realizada por la institución musical; la pri-

los egresados de las carreras musicales.

mera, nutriendo a ésta de grupos estudiantiles jóvenes

No obstante, muchas de ellas no implicaban la

en los que se ha pretendido robustecer la vocación y for-

obtención de dicha patente, como en cambio sí la tenían

mación prevocacional. La segunda, permitiendo que el

las carreras de Maestro Especializado en la Enseñanza

sector de los artistas del bel canto, pueda tener la opor-

Musical Escolar y de Maestro Especializado en la

tunidad de incursionar en el género artístico supremo: la

Enseñanza de algún instrumento musical, en el canto o

ópera, a partir de una práctica disciplinada y cultivada

en la composición. En consecuencia, la mayoría de eje-

desde los diferentes aspectos musicales y técnicos que

cutantes sólo recibían título, pero no cédula profesional.

posibilitan este fenómeno escénico.

Será sólo hasta 1979 cuando, con el plan de estudios aprobado en dicho año y luego de un exhaustivo estudio

IV. Época contemporánea (de 1949 a la fecha)

al respecto, las autoridades competentes de dicha área

Al final de la década de los cuarenta, y en gran medida

administrativa reconozcan a todas las carreras conser-

gracias al impulso visionario del propio Carlos Chávez,

vatorianas a nivel de licenciatura y, por tanto, suscepti-

es creado en 1947 el Instituto Nacional de Bellas Artes y

bles de cédula profesional. A raíz de ello la profesionali-

Literatura, organismo al que quedaron sujetos los plan-

zación de la enseñanza musical conservatoriana habrá

teles de educación artística profesional como el propio

quedado concretada en su totalidad. En el momento

Conservatorio. Y justo es en 1949 cuando el gobierno

actual, el Conservatorio Nacional de Música, venero de

federal, a través de la Secretaría de Educación Pública y

la formación de artistas, investigadores y docentes pro-

del propio

dota al Conservatorio de amplias insta-

fesionales del campo musical en el país, sigue contribu-

laciones. Las primeras construidas ex profeso para sus

yendo a impulsar la educación, investigación y difusión

tareas académicas, ubicadas en el plantel que hasta la

del arte musical en la sociedad mexicana y más allá de

fecha es sede conservatoriana en la colonia Polanco.

ésta y continúa en un constante proceso de reflexión y

INBAL,

A partir de entonces las principales tendencias de la

análisis académico y artístico en aras de mantenerse a la

enseñanza artística en el Conservatorio Nacional de

vanguardia de las principales tendencias educativas para

Música de México no han sufrido trascendentes trans-

seguirse refrendando como digno sucesor de aquel esfuer-

formaciones, sin embargo, sí las ha sufrido el proceso de

zo educativo notabilísimo materializado por un grupo de

profesionalización de la enseñanza musical conservato-

amantes de la música que hizo del Conservatorio la más

riana, particularmente a partir de 1979

importante institución de educación musical en México.

27

Planes de estudio conservatorianos

1877, por decreto presidencial del general Porfirio Díaz,

El Conservatorio Nacional de Música de México (CNM),

fue nacionalizado el Conservatorio. Esta participación

desde sus inicios, ha promovido constantes procesos de

directa en la vida conservatoriana por las nuevas autori-

revisión curricular, en el que ha involucrado a su propia

dades, en momentos en los que el interés por el fomento

comunidad académica. Resultado de estos esfuerzos ha

artístico fue tarea prioritaria del Gobierno Federal, con-

sido la elaboración de un número importante de planes de

tribuyó a que las tareas escolares alcanzaran verdaderos

estudio que, previa aprobación de las autoridades compe-

niveles de excelencia académica. Así, la importante pre-

tentes, han sido puestos en marcha en las aulas conserva-

sencia de asignaturas orientadas al arte teatral, redundó

torianas en el transcurso de su historia.

en hacer de la escuela, además del venero más impor-

Desde 1866, año en que abriera sus puertas al servicio de la educación musical y artística de la sociedad mexica-

28

tante de músicos, el principal centro educativo para la formación de actores y dramaturgos de la época.

na, y hasta la fecha, el Conservatorio ha tenido veinticuatro

De los planes de estudio que estuvieron vigentes a lo

planes de estudio, como consta en los materiales deposita-

largo del régimen porfiriano (1876-1911), merecen ser

dos en los acervos documentales de diversas instituciones

destacados los de 1883, 1893 y 1903. El primero, corres-

oficiales. El primer plan de estudios de la historia del Conservatorio Nacional de Música de México, fue precisamente el correspondiente al año de su fundación, en el cual, la institución educativa, con el auspicio de la Sociedad Filarmónica Mexicana, ofrecía a los alumnos interesados en cursar estudios musicales la posibilidad de inscribirse a dos tipos de materias, las de carácter general como Historia de la Música y Biografía de sus hombres célebres; Acústica y Fonografía; Anatomía, Fisiología e Higiene de los Aparatos de la Voz y del Oído; Arqueología de los Instrumentos Musicales además de Francés e Italiano. Y materias musicales específicas como Solfeo, Canto, Piano,

pondiente a la gestión de Alfredo Bablot, que incluyó treinta y ocho asignaturas diferentes e hizo la diferenciación de los estudios conservatorianos en siete categorías: preparatorios, vocales, instrumentales, técnicos superiores, de conjunto, de perfeccionamiento y auxiliares. El de 1893, desarrollado como el último, bajo la dirección de José Rivas, contempló exclusivamente estudios musicales y dispuso dos años de estudios comunes obligatorios para todas las carreras, en los cuales se impartirían las materias de Elementos de Teoría Musical y Nociones preliminares de Armonía; Solfeo, Francés y Gráfica Musical. Finalmente, en el de

Instrumentos de Arco, Instrumentos de Viento, Armonía,

1903, se determinó que en esta escuela se podrían reali-

Composición, Español, Estética e Historia comparada de

zar “estudios especiales” de canto, canto lírico, orfeón

los progresos del arte e Instrumentación y Orquestación.

popular, coros y conjuntos vocales, piano, órgano,

En 1871, como Conservatorio de Música y De-

improvisación, arpa, instrumentos de arco, maderas,

clamación, el plan de estudios incluyó materias corres-

latones, composición, pedagogía musical y –de nueva

pondientes a la nueva disciplina, por lo que se añadieron

cuenta– declamación dramática.

dos años de Declamación. Dos años más tarde, en

Cabe hacer notar que la preponderancia de las cla-

el documento de 1873 se establecen dos vertientes: la

ses de canto en sus diversas modalidades no fue sino la

musical, con estudios preparatorios y estudios superio-

respuesta al gusto estético del momento, ya que el géne-

res, subdivididos estos últimos en vocales, instrumen-

ro vocal, en particular operístico, gozaba de gran popu-

tales y técnicos, y la de declamación, con estudios

laridad en los diferentes sectores de la sociedad porfiria-

preparatorios y superiores. Una década después, en

na, de la misma manera que asignaturas de carácter

humanístico, escénico y de cultura general robustecían los estudios conservatorianos.

En los lineamientos de dicho plan, el término “estudios especiales” fue sustituido por el de “carreras”, las

Durante la etapa revolucionaria, el Conservatorio

cuales serían, en el ámbito musical: de piano, de órgano

prosiguió no obstante todo su quehacer educativo, a

y de canto llano, así como de los instrumentos

pesar de que se vivían momentos difíciles en la segunda

de orquesta sinfónica y banda militar, de dirección de

década del siglo

en la mayor parte del país. Prueba de

orquesta, de composición y de canto, además de las res-

ello, el decreto presidencial del general Victoriano

pectivas de teatro y danza. Al mismo tiempo incluyó

Huerta, fechado el 24 de abril de 1914, por el que se dis-

otras importantes aportaciones: estableció las carreras

puso la militarización de diversas instituciones de edu-

de profesor de música elemental y superior, de profe-

cación superior, como fue el caso de las escuelas de

sor de canto, de profesor de declamación y de director

Altos Estudios, Jurisprudencia, Odontología, Bellas

de orquesta, así como la definición de las preexistentes;

Artes, Artes y Oficios para hombres y para mujeres,

dividió por grados los estudios; enriqueció la formación

Escuela Normal Primaria para Maestras, Superior de

cultural de los alumnos, en particular sobre aspectos del

Comercio y Administración, Escuela Nacional Pre-

legado musical mexicano; agilizó los trámites adminis-

paratoria y por supuesto, el personal masculino del

trativos y estimuló la realización de todo tipo de presen-

Conservatorio Nacional de Música y Declamación.

taciones artísticas públicas con el objeto de lograr un

En 1916, la Ley de Reorganización y Plan de Estudios de

mayor acercamiento con la sociedad.

XX

la ahora llamada Escuela Nacional de Música y Arte

El plan de estudios de 1933, comprendió las carre-

Teatral estableció que la institución impartiría dos tipos

ras de: profesor de música; pianista acompañante; pro-

de cursos: reglamentarios y libres, divididos a su vez

fesor superior de música; maestro de composición y

los reglamentarios en preparatorios (para las carreras de

maestro de música. Si el alumno optaba por la de profe-

Instrumentistas, Cantantes y Compositores; de Arte

sor de música o profesor superior de música, se obligaba

Teatral; y de Profesor de Música Escolar) y profesionales,

a especializar en alguna de las modalidades siguientes:

que se brindarían para las diferentes especialidades

piano, canto, órgano, o cualesquiera de los instrumen-

musicales y que, previa acreditación de la materia de

tos de orquesta sinfónica o banda militar; sólo así podía

Pedagogía aplicada a la Música, permitiría a los alumnos

obtener el título profesional correspondiente. En el caso

obtener el título de “Profesores”.

del maestro de música, éste debía poseer de antemano el

En los años que siguieron, destacó el plan de estu-

título de profesor superior de música o el de composi-

dios puesto en vigor en 1929. Convertido el Con-

ción, comprobar haber laborado dos años en las acade-

servatorio en Escuela Nacional de Música, Teatro y

mias de investigación del Conservatorio y elaborar y

Danza, bajo los auspicios de la Universidad Nacional de

aprobar la respectiva tesis recepcional. Así, sólo cuando

México y gracias a la iniciativa de su entonces director

se contaba con alguno de los títulos que otorgaba la ins-

Carlos Chávez, la institución emprendió la reestructura-

titución, si se cubrían las materias de teoría de la direc-

ción de su plan de estudios cuyo objetivo primordial se

ción de orquesta y prácticas de dirección orquestal, el

orientó hacia la consecución de “la enseñanza, difusión

alumno estaba facultado para obtener el diploma corres-

y cultivo del arte musical, teatral y coreográfico”, lo que

pondiente de director de orquesta.

representaba una importante aproximación entre tres de

Cuatro años más tarde, enmarcado en los nuevos

las ramas fundamentales del quehacer artístico en una

cauces ideológicos del régimen cardenista, el plan de

misma escuela: la música, el teatro y la danza.

1937 consideró como objetivos del Conservatorio la

29

30

enseñanza profesional de la música; la investigación his-

primeras otorgarían al alumno el título profesional res-

tórica, científica y artística en materias musicales, espe-

pectivo, en tanto que las especializaciones le darían un

cialmente de interés nacional y la difusión general de la

diploma. Por lo que respecta a los requisitos de ingreso,

música en las masas populares. Una consecuencia de

el plan en cuestión definió con mayor amplitud los criterios

ello fue el reconocimiento de la importancia social

a utilizar para la selección de los aspirantes, consideran-

que tiene la extensión cultural, y que contribuyó al esta-

do como criterios generales los factores de inteligencia,

blecimiento de la carrera de profesor especialista en sol-

memoria, audición, imaginación y percepción lógica,

feo y canto coral y al impulso de conferencias y cursos

además de los que ya eran específicos para la profesión

en los que se pretendió formar una nueva conciencia de

musical: entonación, memoria, ritmo y habilidad para la

clase y un nuevo espíritu solidario entre la comunidad

interpretación vocal o instrumental.

conservatoriana, carácter nacionalista que habría de

En el plan de 1951, mitigada la influencia naciona-

mantenerse en el siguiente ordenamiento académico,

lista, los objetivos de la institución se redujeron a dos: la

correspondiente a 1942.

enseñanza profesional de la música y la preparación de

En este plan de estudios se establecieron las carre-

maestros especializados en la enseñanza musical. Entre

ras de profesor de música con especialidad en la ense-

las principales aportaciones de este plan de estudios

ñanza de un instrumento o canto; maestro en música,

figuró la de haber creado las secciones de iniciación

concertista, y maestro en composición musical,

–para niños de 8 a 14 años de edad–; la de estudios

así como las especializaciones en dirección de orquesta

secundarios –con el objeto de ofrecer una mejor prepa-

sinfónica o de banda y la de pianista acompañante. Las

ración vocacionalmente dirigida hacia la educación musical–; la de estudios técnicos –para ejecutantes y cantantes–; la de estudios técnicos superiores -para concertistas e investigadores– y la de estudios normales –para la formación de maestros especializados en la enseñanza musical–. Con relación al conjunto de carreras consideradas, se destacan las siguientes: ejecutante de instrumento (de arco, de teclado, de aliento, de percusión y de punteo); cantante; cantante de opera; cantante liederista; concertista; compositor, director de conjuntos vocales e instrumentales. Además de las especializaciones en la enseñanza de: instrumento o canto, solfeo, composición y en música escolar, sin dejar de considerar que dentro de la sección de estudios técnicos superiores, fueron agregadas las carreras de folklorista y musicólogo. En el año de 1962 fue puesto en vigor el penúltimo de los planes de estudios aplicados en el Conservatorio, por el que las carreras profesionales quedaron estructuradas en tres ciclos (inicial, medio, superior). Por cuanto a la sección de estudios normales, única que continuó del anterior plan, se determinó que en ella se impartieran las carreras de

Antonio Ledesma

maestro especializado en alguna rama de la enseñanza

Cuando a finales de 1865, uno de los más desta-

musical (de instrumento, de canto, de solfeo, de composi-

cados grupos de intelectuales del México decimonóni-

ción), además de la de música escolar. Finalmente, en 1979

co decidió integrar la Sociedad Filarmónica Mexicana

fue aprobado el plan de estudios que hasta la fecha funcio-

y, posteriormente, con gran entusiasmo y fe en el futu-

na en la institución, el cual en su momento implicó un

ro del arte y su propagación, a la usanza de las anti-

importante avance en la profesionalización de los estudios

guas academias renacentistas europeas, promovió la

musicales en nuestro país, ya que se constituyó en el pri-

creación de un conservatorio para establecer en él las

mer ordenamiento académico que formaba músicos a nivel

cátedras que permitieran llevar a cabo la formación de

de licenciatura.

músicos, difícilmente pudo imaginar que su obra

Por sus características formales, evidenció un mayor apego a los lineamientos metodológicos similares a todo plan de estudios oficial, como el incluir una serie de apartados relativos a los objetivos que debía de sustentar la institución, su fundamentación filosófica, sociológica, legal y pedagógica, así como una somera descripción de los ciclos que debía comprender la formación profesional de los futuros músicos, sin dejar a un lado que estipuló en sus líneas básicas el impulsar la impartición de secundaria y bachillerato abiertos. El número total de licenciaturas musicales contempladas en este documento es de veinte, distribuidas en cuatro ramas del quehacer musical: interpretación, docencia, investigación y creación, para las cuales se han de brindar un total de 100 asignaturas diferentes en el plantel. Así, a casi 140 años del establecimiento del Conservatorio Nacional de Música, es posible destacar que de los veinticuatro planes de estudio desarrollados en sus aulas, el promedio de vigencia de dichos planes ha sido de cinco años y medio, sin embargo, cuatro han

traspasaría la centuria. De igual forma, tampoco habría creído que sería en dicha escuela donde se establecerían las bases para encauzar a tal grado las labores académicas, que la profesionalización de su comunidad sería la consecuencia inmediata a sus esfuerzos, que dicha institución se convertiría en el principal venero de artistas, organismos e instituciones musicales de los últimos ciento treinta años en nuestro país y que, por tanto, una de las páginas más notables dentro de la historia cultural y artística nacional, quedaría registrada a partir de su obra educativa. Actualmente el Conservatorio, luego de haber iniciado sus labores en 1866 con un centenar de alumnos y con un cuerpo de catorce profesores, desde mediados de este siglo atiende a una población escolar de casi 1,300 alumnos con una planta docente superior a los 160 profesores, distribuidos en las más de veinte carreras que ofrece a nivel licenciatura, con-

superado este lapso: los de 1883 y 1916, que estuvieron

forme al plan de estudios vigente desde 1979 –inte-

vigentes por una década, el de 1962 que lo estuvo por

grado por un centenar de asignaturas–.

diecisiete años y, finalmente, el actual, de 1979, que a

Hoy, en su

CLX

aniversario, al igual que antaño, el

la fecha lleva más de dos décadas en aplicación. Pero el

Conservatorio refrenda su título en tanto perpetuador,

proceso de profesionalización continúa, como de igual

transformador e impulsor de las tradiciones, estilos y

forma el impulso que la institución otorga al avance,

formas de la música occidental.

actualización y renovación constantes de la enseñanza conservatoriana. Ser una institución de excelen-

Fuente:

cia como lo ha sido desde su fundación, es su objetivo y

Zanolli Fabila, Betty Luisa, La profesionalización de la enseñanza musical en México: El Conservatorio Nacional de Música de México (1866-1996), 2 vols. México, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 1997 (Tesis de Doctorado en

es su fin.

Historia).

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