HISTORIA DE LA MEDICINA INTENSIVA EN LA PROVINCIA DE SANTIAGO DE CUBA:

MEDISAN 2001;5(4):3-11 HISTORIA DE LA MEDICINA INTENSIVA EN LA PROVINCIA DE SANTIAGO DE CUBA: 1971-2001 Antecedentes En 1961 se creó en Cuba el Minis...
0 downloads 0 Views 62KB Size
MEDISAN 2001;5(4):3-11

HISTORIA DE LA MEDICINA INTENSIVA EN LA PROVINCIA DE SANTIAGO DE CUBA: 1971-2001 Antecedentes En 1961 se creó en Cuba el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y se establecieron instituciones sanitarias a lo largo y ancho del territorio nacional para priorizar la atención médica a la población. El reconocimiento de actuar perentoriamente en el sitio de ocurrencia de accidentes o enfermedades graves de aparición súbita, determinó en Inglaterra en 1885 la apertura del Servicio de Urgencias, que radicó inicialmente en las estaciones de bomberos; al año siguiente se extendió la experiencia a Viena, en 1887 a Budapest, en 1903 a Kiev, capital de Ucrania, y al constituirse la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, a todo ese inmenso territorio europeo. La efectividad de sus acciones y el ordenamiento de las causas de muerte en naciones desarrolladas determinó el surgimiento de sistemas análogos en las capitales y principales ciudades de países capitalistas industrializados, con alta calidad técnica y equipos sofisticados. En regiones del llamado Tercer Mundo se crearon sistemas parecidos, con primacía de personal paramédico entrenado, sobre todo en funciones de cardiorreanimación. El concepto de cuidados progresivos ha sido empleado durante siglos por los japoneses, más tarde lo utilizó Florence Nightingale y desde hace muchos años se aplica también a los hospitales militares; sin embargo, la denominación de atención progresiva a pacientes fue usada originalmente a partir de 1956 por el Manchester Memorial Hospital, donde los cuidados progresivos se definieron como una clasificación sistemática de los pacientes de acuerdo con las necesidades observadas por el médico y la enfermera y las facilidades del hospital, de forma que se dividían en distintas unidades, entre las cuales se incluían las de Cuidados Intensivos (UCI) e Intermedios (UCIM). Entre las ventajas que sobresalían en este nuevo modelo de atención, figuraban: mayor racionalidad y flexibilidad en la utilización de los servicios, reducción de los costos y la mortalidad, así como un retorno más rápido del paciente a la comunidad. El concepto se generalizó y adaptó a las características de la salud pública y los hospitales de los países donde se implantó. A finales de la década de los 50, las salas de recuperación anestésica o posoperatorias fueron muy importantes para garantizar la atención progresiva a los pacientes graves y críticos, razón por la cual se les considera como el punto de partida para la aceptación, escala mundial, de un sistema asistencial, teniendo en cuenta la proliferación de unidades de cuidados intensivos e intermedios, cuya base se fundamenta en la respuesta ofrecida a las necesidades de reanimación cardiopulmocerebral, ventilación mecánica artificial, monitoreo y observación de la actividad eléctrica del corazón, reanimación con fluidos y otras maniobras, considerándose actualmente esta actividad como básica, fundamental y estrictamente diferenciada en la práctica hospitalaria, la que al incorporar la experiencia y el desarrollo de los servicios de urgencia extrahospitalarios, la han transformado en una especialidad médica reconocida y denominada Medicina Intensiva, la cual se define de la manera siguiente:

La Medicina Intensiva (MI) comprende la reanimación y asistencia médica intensiva de los pacientes durante el transporte, en los servicios de urgencia (cuerpos de guardia) y en las unidades especializadas (UCI y UCIM), integrando en su ejecución dos etapas: • Medicina intensiva extrahospitalaria • Medicina intensiva intrahospitalaria En Cuba, a partir de los primeros años de la década del 70 comenzó a perfilarse como tal la atención al paciente grave o crítico mediante la construcción de UCI y UCIM, así como de servicios de urgencias intrahospitalarios y extrahospitalarios. En 1971, un equipo de 6 médicos fue seleccionado y becado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en España para conocer las experiencias en cuanto a estructura, organización y funcionamiento de estos servicios. En ese mismo año se inauguró la primera UCI de Neonatología en el Hospital Pediátrico “William Soler” de Ciudad de La Habana. En 1972 fue puesta en marcha la primera UCI polivalente de adultos en el Hospital Docente “General Calixto García” y en 1974, en la provincia de Matanzas, la primera UCIM de atención a problemas coronarios. El II Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en 1980, ratificando la decisión de elevar cada vez más la calidad de la atención al pueblo, orientó al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en su acuerdo # 494, el estudio de un subsistema de atención de urgencias, que debía incluir la asistencia a domicilio. A partir de entonces, estos servicios fueron fomentándose en el país y tuvieron un período culminante durante la epidemia de dengue hemorrágico que nos azotó en 1981 y afectó sobre todo a la población infantil, pues se construyeron 31 UCI pediátricas en un corto intervalo. El III Congreso del PCC, en 1986, acordó extender estos servicios a todos los hospitales clinicoquirúrgicos y de nueva construcción. A comienzos de 1986 empezó a funcionar en la provincia de Santiago de Cuba, como plan piloto, la Central de Urgencias. Llevada a cabo esta estructura, el Sistema Nacional de Salud estableció como política de trabajo la incorporación de estos servicios a los Programas de Atención al Adulto y Maternoinfantil, trasladando también la atención médica especializada, con carácter obligatorio, a enfermedades que ofrecen peligros para la comunidad y a toda embarazada con alto riesgo, controlando y apoyando esta actividad a través de comisiones intrahospitalarias, provinciales y nacionales, cuya rectoría estaría a cargo de una Comisión Nacional de Cuidados Intensivos de Adultos y Pediátricos. Una de las características de nuestros hospitales es que por sus cuerpos de guardia transitan diariamente miles de pacientes, que realmente no necesitan atención de urgencia, sino más bien una asistencia ambulatoria. Esta realidad determinó modificaciones en las formas de brindar atención médica en los hospitales, de modo que fuese extensiva a toda la comunidad. Por ello, en diciembre de 1995 se inició en la Habana Vieja un Sistema de Urgencia Médica y Estomatológica, que ha ido extendiéndose escalonadamente a todo el país y dando cumplimiento a una sólida organización de la atención progresiva a la urgencia médica, tanto a nivel extrahospitalario como intrahospitalario, por lo que en estos momentos constituye el Subsistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM). La experiencia obtenida durante ese período fue consolidando una añorada aspiración de aquellos que iniciaron esta actividad en Cuba. Así, en 1999 y por Resolución del MINSAP, quedó aprobada la Especialización Médica y el Diplomado de Enfermería en Medicina Intensiva y Emergencias.

La provincia de Santiago de Cuba fue seleccionada desde un inicio para la ejecución de este programa de salud por su posición geográfica y política socioeconómica, sobre la base de lo cual se estableció una ruta crítica de trabajo, cuyo desempeño mostraremos a continuación, en breve síntesis. PROVINCIA DE SANTIAGO DE CUBA 1. Construcción, organización y funcionamiento La planificación y estructura física de la primera UCI en la provincia Santiago de Cuba comenzó en 1971, en el Hospital Provincial Docente “Saturnino Lora”. Para tal objetivo y tomando en cuenta la experiencia europea, fueron seleccionados 2 profesionales de 2 especialidades (Anestesiología y Reanimación y Medicina Interna, respectivamente) para recibir adiestramiento en España, patrocinado por la OMS. Una vez recibido el curso, la Dirección Provincial de Salud creó una comisión integrada por arquitectos, inversionistas, ingenieros, administradores de salud, constructores y personal médico adiestrado, quienes escogieron el área y realizaron los proyectos para la construcción de una UCI con 13 camas, de carácter polivalente (con independencia del predominio de pacientes quirúrgicos o clínicos), la cual se ubicó en el ala derecha del tercer piso del hospital. La construcción duró un bienio, a un costo aproximado de $ 250 000, y aunque fue inaugurada el 10 de octubre de 1974, comenzó a brindar servicio el 23 de diciembre del propio año. Inicialmente se trabajó con 6 camas por limitaciones de médicos, enfermeras especializadas y equipamiento. Paulatinamente esta situación ha ido mejorando y ganándose en experiencia, de manera tal que actualmente las necesidades de personal y equipamiento están básicamente cubiertas. La UCI generó la necesidad, a los 10 años de creada (1984), de construir la UCIM con 18 camas, que fue situada aledaña a la primera para facilitar el flujo de pacientes entre ambas, al mismo tiempo que llenaba la diferencia entre la alta tecnología y las salas de hospitalización abiertas. Ambas unidades trataron, durante los primeros años, de cumplimentar en lo posible las necesidades asistenciales del paciente grave, no solamente en la institución, sino en todo el territorio y las provincias vecinas (Granma y Guantánamo). En 1981 la provincia fue “sorprendida” por la epidemia de dengue hemorrágico, que afectó fundamentalmente a la población infantil. En un tiempo récord fueron adaptadas y construidas varias unidades (UCI y UCIM), que abarcaron a los municipios de mayor densidad poblacional para poder enfrentarla y se lograron resultados muy satisfactorios. A la par de que estas necesidades surgían y recibían respuesta desde el punto de vista pediátrico, los restantes hospitales construían UCI y UCIM de adultos: - Hospital Militar “Dr. Joaquín Castillo Duany” - Hospital Clinicoquirúrgico “ Dr.Ambrosio Grillo” - Hospitales Ginecoobstétricos (3) - Hospital General de Contramaestre “Orlando Pantoja” - Hospital General Santiago Es decir, una cobertura capaz de ofrecer y garantizar una atención calificada al paciente grave ingresado en cualquier hospital de la provincia, por lo que en 1989 fue táctico aglutinar toda esta experiencia en una Comisión Provincial de Medicina Intensiva, que acelerara el desarrollo cientificotécnico de manera uniforme entre las especialidades que atienden a enfermos críticos. Esa fue la estrategia inicial, pero la provincia se desarrollaba

simultáneamente en la tecnología de punta, la cual también necesitaba de la medicina intensiva. El trasplante de órganos, principalmente riñón (1976); la cirugía cardiovascular a “cielo abierto” (1984), novedosas y “atrevidas” técnicas quirúrgicas y anestésicas en angiología, neurocirugía, caumatología y otras, así como los programas de salud para controlar las enfermedades crónicas de alta morbilidad y mortalidad, tales como la cardiopatía isquémica aguda, los accidentes vasculares encefálicos, las afecciones respiratorias crónicas y otras, fomentaron la imperiosidad de adaptar o construir áreas específicas para su tratamiento. Así, en el Hospital Provincial “Saturnino Lora” fueron construidos el Centro de Cirugía Cardiovascular con su Unidad Intensiva Posoperatoria, la Unidad Intensiva-Intermedia Coronaria, la Sala para la Atención al Accidente Vascular Encefálico y la Unidad IntensivaIntermedia para el Quemado Grave. Tal fue el número de camas, recursos humanos y equipamiento disponibles, que surgió la necesidad administrativa para controlar esta actividad, por lo que el Consejo de Dirección del Hospital y la Dirección Provincial de Salud aprobaron una Vicedirección para la atención al grave en el hospital (1992), la cual se incluyó posteriormente a nivel nacional en el Reglamento Hospitalario del MINSAP. Ahora bien, a pesar de todo este desarrollo interno en los hospitales, los cuerpos de guardia continuaban a merced de miles de pacientes que acudían a ellos y se mezclaban, por decirlo de alguna manera, con aquellos que necesitaban tratamiento emergente; situación compleja y en ocasiones caótica en el Hospital “Saturnino Lora”, donde eran atendidas más de 300 000 personas al año y allí moría 25 % de todos los que fallecían en el centro hospitalario. En el Consejo de Dirección surgió la idea de adaptar primero y construir después un área de Cuidados Intensivos Emergentes (UCIE), lo cual se logró a partir del 12 de julio de 1995. El Cuerpo de Guardia fue reconstruido, reorganizado y hecho más funcional para garantizar el aseguramiento logístico ante las urgencias; por tal motivo es hoy el Departamento Provincial de Emergencias. Los resultados fueron evidentes desde su inicio e hicieron eco en la población y en los medios de difusión y divulgación de la provincia. Esta novedosa organización del trabajo tuvo su clímax cuando el municipio de Santiago de Cuba fue afectado por una inesperada epidemia de dengue hemorrágico (1997), donde el Departamento Provincial de Emergencias desempeñó una función fundamental al poder tratar, reanimar y recuperar a cientos de pacientes que presentaban un estado sumamente crítico. De esa manera se llevaron a la práctica en esta institución los cuidados progresivos intrahospitalarios y extrahospitalarios. En estos momentos, dicho Departamento constituye el eslabón esencial para la coordinación con el SIUM de la provincia. 2. Docencia y formación de recursos humanos Recordamos las muestras de curiosidad e interrogantes que se suscitaron en las autoridades administrativas del hospital y la Dirección Provincial de Salud, con respecto a las plantillas/camas que se necesitaban, para en la práctica, una vez construida una Unidad (UCIUCIM), decidir su puesta en marcha. La dificultad más crítica la presentaba el personal de enfermería, puesto que es quien garantiza en su cuantía y especialización el verdadero concepto de cuidados intensivos; de no ser así, la medicina intensiva no cumple sus objetivos. Desde los primeros momentos de la etapa constructiva de la primera UCI en el Hospital Provincial “Saturnino Lora” (1971) comenzaron a adiestrarse enfermeras generales en la sala de cuidados posoperatorios, que si bien no reunía todas las condiciones, en el orden práctico

permitía entrenar a este personal. Así fue como se iniciaron los cursos posbásicos de enfermería en cuidados intensivos, los cuales, al pasar a la UCI, la convirtieron en el centro docente para la formación de todas las enfermeras para las provincias orientales. Con respecto al personal médico, la principal fuente se mantuvo en las especialidades de Anestesiología y Reanimación y Medicina Interna. Por su carácter polivalente y atendiendo al programa en ejecución sobre la cardiopatía isquémica, se incorporaron los especialistas de cardiología a esta Unidad, los cuales desempeñaron durante 10 años un papel importantísimo por los resultados halagüeños obtenidos en la disminución de la morbilidad y mortalidad por estas enfermedades, que constituyen la primera causa de muerte en nuestra provincia y el país. En cuanto a pediatría y ginecoobstetricia, el personal médico se entrenaba en Holguín y La Habana. Así nos mantuvimos la primera década, durante la cual los cuidados intensivos demostraron su valía en la organización hospitalaria. El impetuoso desarrollo alcanzado por la medicina intensiva en Cuba se aceleró en 1986, cuando se constituyó la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos de Adultos, que ocupó en Santiago de Cuba una de las vicedirecciones y propició un salto cualitativo y cuantitativo en todos los aspectos, al unificar criterios en cuanto a diseño constructivo, organización, funcionabilidad, etc.; pero destacándose en la formación de recursos humanos, para lo cual confeccionó un programa general para el adiestramiento teórico-práctico del personal médico y de enfermería, que una vez aprobado por los educandos, podía aspirar a las plantillas de las unidades. Hasta los primeros meses de 1997, estos cursos se denominaban “Estudios de postgrado en Medicina Intensiva de adultos”, pero ya a finales de ese año se convirtieron en Diplomado en Medicina Intensiva, con una duración de un año para médicos y enfermeras. El Hospital Provincial Docente “Saturnino Lora” ocupó un lugar de referencia nacional al categorizarse como área docente para las provincias orientales. A partir de 1986 se han llevado a cabo 11 cursos de posgrado, que han elevado la calificación del personal médico y de enfermería por lo riguroso de sus temáticas y constantes evaluaciones, en las que se incluye una previa selección y evaluación psicológica para los aspirantes. El interés y resultado objetivo de la medicina intensiva han influido también en los programas docentes para la especialización en otras ramas de la medicina, que han contemplado rotaciones o estancias, o ambas, por períodos de 1 a 4 meses a residentes de Anestesiología y Reanimación, Medicina Interna, Nefrología, Angiología, Ortopedia, Cirugía General, Neurocirugía, Urología, Hematología, Ginecoobstetricia, Psicología y Licenciatura de Enfermería, así como adiestramientos a especialistas de Cirugía General, Neurocirugía, Ortopedia y Ginecoobstetricia. Para enfrentar este trabajo, paulatinamente se fue conformando la pirámide docente de profesores de la Facultad de Medicina No.1 del Instituto Superior de Ciencias Médicas (ISCM), la cual cuenta en estos momentos con profesores consultantes e instructores en el área práctica, incluyendo a las licenciadas en enfermería. El trabajo docente también se extendió a la formación práctica de personal técnico: laboratorio clínico, fisioterapia, hemoterapia, imagenología y otros. Además, a través del Departamento de Relaciones Internacionales del ISCM se llevaron a cabo cursos de adiestramiento a educandos de Viet Nam, Colombia, República Dominicana, Haití e Italia, a médicos y enfermeras. Por otro lado, nuestro personal en plantilla también se ocupó de la superación profesional, pues un especialista recibió adiestramiento en Budapest (Hungría) y otros 2 se graduaron de Master en Toxicología e Informática en Salud, respectivamente, en tanto han participado en también en cursos precongresos y de otra índole. Un especialista fue contratado por 3 años como profesor de Anestesiología y Reanimación y Cuidados Intensivos

en Angola, donde impartió cursos de posgrado en la Facultad de Medicina “Aghostino Neto” sobre urgencias médicas, así como formó y graduó a 2 especialistas y 3 internos de Anestesiología y Reanimación en los hospitales Militar Principal, Materno “Lucrecia Pain” y Clinicoquirúrgico “Josina Machel”, todos en Luanda. Durante 1997 cobró impulso en la provincia el perfeccionamiento del programa sobre la urgencia médica comunitaria y una vez más el Departamento Provincial de Emergencias del Hospital “Saturnino Lora” enfrentó esta importante tarea, adiestrando para ello a cientos de médicos y enfermeras de medicina general integral, a fin de que pudiesen dar respuesta a las necesidades del SIUM. Otra actividad relevante para el desarrollo de la docencia estuvo dada por la categorización de diferentes unidades en las provincias orientales y así fueron aprobadas por nuestro grupo como áreas docentes las Unidades de Terapia Intensiva e Intermedia del Hospital Militar “Dr. Joaquín Castillo Duany” de Santiago de Cuba y las del Hospital Provincial “Carlos Manuel de Céspedes” de Granma. En 1999 se introdujo un nuevo proyecto docente: los especialistas diplomados en Medicina Intensiva podían optar por la categoría de Especialistas de II Grado en Medicina Intensiva y Emergencias, según la reglamentación establecida por el MINSAP. Ya se cuenta con 1 en el equipo y 4 están pendientes de evaluación; además, la Comisión Nacional de Adultos y la Pediátrica se fusionaron ahora para la especialización en Medicina Intensiva y han confeccionado un programa al efecto, por lo cual Santiago de Cuba, con su Departamento de Medicina Intensiva en el Hospital “Saturnino Lora” y el Pediátrico de Holguín han asumido esta nueva responsabilidad para el desarrollo cualitativo de los recursos humanos, apoyados en la rica experiencia y capacidad médica y paramédica al respecto. En noviembre del 2001 iniciaron su especialización 3 residentes en Medicina Intensiva de Adultos por la provincia de Santiago de Cuba. 3. Investigaciones El desarrollo escalonado tiene que sustentarse, paso a paso, en el análisis de los resultados obtenidos; principio este que constituye la base de nuestras investigaciones en el Departamento de Medicina Intensiva, pues a pesar de que no sería prudente enumerar las realizadas durante estos 30 años, sí creemos oportuno señalar a grandes rasgos la ruta crítica establecida desde el comienzo. Los estudios retrospectivos clínicos y estadísticos sobre el movimiento hospitalario nos fueron abriendo el camino hacia el desarrollo cualitativo en esta etapa y sus resultados positivos empezaron a generalizarse en la práctica hospitalaria, hasta que en 1988 se introdujo la computación: la incorporación tecnológica más trascendente en las unidades de Medicina Intensiva, pues dada la complejidad de estas, se impone facilitar, manipular y conocer toda aquella información que incide en el aprovechamiento del fondo de tiempo y, sobre todo, la calidad de los servicios médicos prestados. Es evidente la importancia de los sistemas de procesamiento de datos, pues además de disminuir los costos, condicionan una versatilidad que permite su adaptación a las demandas de cada unidad; por tanto, la informática ofrece múltiples posibilidades: desde pequeños programas que ayudan a realizar los cálculos de dosis de medicamentos, variables hemodinámicas y respiratorias, etc., hasta los más sofisticados métodos de diagnóstico como los sistemas de expertos. La Empresa Copextel facilitó una computadora L-TEL 16 y sus periféricos, incluida una impresora Epson EP-1505. El entrenamiento en estos pasos iniciales estuvo a cargo de

médicos y técnicos del Hospital CIMEQ, los cuales se trasladaron a nuestra provincia por varios días, y posteriormente se intercambiaron experiencias con el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. El organismo rector de esta actividad ha sido el Centro de Computación y Estadística de la Dirección Provincial Sectorial del MINSAP, pero el trabajo más preciso se ha desarrollado con los miembros del Departamento de Informática de la sede Mella, quienes conjuntamente con nuestro colectivo han creado un grupo de trabajo denominado Corpus, el cual se dedica a la confección de programas que se aplican para la dirección administrativa, asistencia médica, docencia, apoyo para el diagnóstico, tratamiento e investigaciones médicas, relacionados directa o indirectamente con la atención al paciente. Actualmente el Hospital cuenta con nuevas computadoras, que posibilitan ir extendiendo la red de comunicación con otras unidades, mediante el correo electrónico. Toda esta actividad ha proporcionado un efecto costo-beneficio positivo. Las relaciones científico-productivas y de colaboración también se han incrementado a diferentes niveles con: Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, Corpus, Laboratorio de Biomodelos Experimentales (LABEX), ESATEL, Centro de Energía Solar, CIGES, así como las respectivas cátedras de Farmacia y Psicología de la Universidad de Oriente. De igual manera se mantiene un intercambio de información científica con instituciones e investigadores de Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, España, Francia, Italia y países de América del Sur. Por el resultado y prestigio alcanzados en el campo investigativo, en 1993 ingresamos al Polo Científico de Santiago de Cuba, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, como Centro Provincial de Atención al Grave, lo cual abre nuevas perspectivas en este sentido al proyectar investigaciones con otros grupos que conforman el Polo y constituye hasta el momento el único colectivo de la salud que posee esa condición en el país. En nuestro Sector, el Consejo Nacional de Sociedades Científicas instituyó el Premio al “Mejor Colectivo Científico”; galardón que obtuvo nuestro Departamento por 6 años consecutivos en la provincia, a partir de su convocatoria por el Consejo Provincial de Sociedades Científicas y el ISCM. También mantenemos relaciones muy estrechas con sociedades científicas provinciales, nacionales e internacionales, tales como: Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación, Medicina Interna, Medicina General Integral, Cirugía General, Ginecoobstetricia, Economía de la Salud, Enfermería, Psicología y Federación Panamericana Ibérica de Sociedades de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, de las cuales nuestros especialistas ostentan las diferentes categorías científicas. Actualmente, nuestras investigaciones están estructuradas y controladas por el Grupo Provincial de Medicina Intensiva, a saber: alimentación artificial, bioimpedancia, trasplante de órganos, enfermedades neurológicas y neuroquirúrgicas, politraumatismos, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, enfermedades infecciosas, intoxicaciones exógenas e informática. 4. Eventos científicos La participación, presentación de temas, intercambios y discusiones en diversos eventos científicos conjugan las experiencias de forma recíproca y permiten avanzar en todos aquellos aspectos que conforman la dinámica de trabajo de la medicina intensiva, por lo cual fue una política priorizada por nuestro grupo desde el comienzo. Así, el Primer Simposium de Cuidados Intensivos en el país se llevó a efecto en el Hospital Provincial “Saturnino Lora”

(1978), donde participaron especialistas de diferentes ramas y destacados profesores de otras provincias. En esa actividad se establecieron estrategias de trabajo que aún permanecen vigentes. Sería agotador señalar, en este bosquejo histórico, los eventos científicos en los cuales nuestros profesionales han participado desde la base hasta escala internacional, de modo que solo mencionaremos aquellos de mayor trascendencia como un reconocimiento a los diferentes autores que presentaron trabajos en ellos: -

III Jornada Clinicoquirúrgica-Estomatológica Oriente Sur. Santiago de Cuba, 1974 I Congreso Nacional de Anestesiología y Reanimación. La Habana, 1975 XIX Jornada Nacional de Pediatría. La Habana, 1977 I Simposium Nacional de Reanimación. Santa Clara, 1981 II Congreso de la Sociedad Cubana de Enfermería. La Habana, 1984 IV Congreso de Medicina Interna. La Habana, 1985 IV Congreso Cubano de Cardiología. La Habana, 1986 I Taller Metodológico Nacional de Cuidados Intensivos. La Habana, 1986 IXth International Congress of Infections and Parasitie Diseases. Munich (Alemania), 1986 IV Congreso Brasileiro de Medicina Intensiva. Brasilia (Brasil), 1988 I Congreso Cubano de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos. La Habana, 1989 I Congreso Cubano de Enfermería en Medicina Crítica y Cuidados Intensivos. La Habana, 1989 I Congreso Cubano de Enfermería en Medicina Crítica y Cuidados Intensivos. La Habana, 1989 I Congreso Internacional de Informática. La Habana, 1990 Jornada Nacional de Atención al Grave. Villa Clara, 1992 XXII Congreso Latinoamericano de Anestesiología y Reanimación. La Habana, 1995 I Jornada Territorial de Atención al Grave, 1997 I Jornada Nacional de Urgencias Médicas. Luanda (Angola), 1998 X Jornada Científica Médico-Militar. Luanda (Angola), 2000

También hemos participado en los Fórum de Ciencia y Técnica a los distintos niveles, donde se ha obtenido la calificación de Destacado en investigaciones sobre Programas de Informática en la provincia. 5. Publicaciones El Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas y el Polo Científico de Santiago de Cuba han colaborado en la promoción de publicaciones científicas en medicina intensiva, poniendo a nuestra disposición todos sus recursos y experiencia. Las publicaciones no han tenido el ritmo acelerado al cual aspiramos, tomando en cuenta las limitaciones materiales. Actualmente la informática, con la red de computación, agiliza paulatinamente tan importante actividad; no obstante, por su trascendencia nacional señalaremos que en 1988 fue publicado el libro Terapia intensiva en tres tomos, cuyos autores y coautores pertenecen a las provincias de Santiago de Cuba y Villa Clara, y el cual obtuvo el “Premio a la Crítica”, otorgado por el Instituto Cubano del Libro. Además, en las ediciones del libro de texto Medicina interna, del profesor Reynaldo Roca Goderich, colaboradores nuestros han redactado temas de medicina intensiva. En estos momentos se encuentra en fase

de impresión un libro sobre Oxigenación y se están elaborando otros artículos para ser incluidos en materiales de consulta para la especialización en Medicina Intensiva. 6. Consideraciones finales En la búsqueda constante en nuestro país para lograr una mejor atención médica, se han ido introduciendo los cuidados progresivos en forma gradual y ascendente en los hospitales clinicoquirúrgicos, pediátricos y ginecoobstétricos, adaptándolos a nuestras características. La atención a la urgencia y emergencia se ha extendido a la comunidad con unidades de transporte emergentes, unidades en los cuerpos de guardia, policlínicos y consultorios, atendidos por especialistas en medicina general integral, adiestrados en la asistencia al paciente crítico. Nuestro Gobierno Revolucionario y el MINSAP no han escatimado esfuerzos y recursos para mantener y desarrollar estos programas, a fin de garantizarle a la población que su paciente en estado crítico o grave será atendido con la calidad requerida. La provincia de Santiago de Cuba, con sus instituciones de salud, ha marchado a la vanguardia desde un principio en la aplicación de estos programas, cuyos resultados se expresan en un alto grado de satisfacción por el pueblo.

Dr. Héctor P. Hernández Rodríguez Especialista de II Grado en Anestesiología y Reanimación Diplomado en Medicina Intensiva y Emergencia Profesor Consultante