HECHOS Y CIFRAS SOBRE SALUD EN LAS AMERICAS: SINTESIS DE LAS TENDENCIAS PRINCIPALES

Bol Of Sanie Panam WI), 1978 Reseñas HECHOS Y CIFRAS SOBRE SALUD EN LAS AMERICAS: SINTESIS DE LAS TENDENCIAS PRINCIPALES’ El 75’ Aniversario de la...
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Bol Of Sanie Panam WI),

1978

Reseñas

HECHOS Y CIFRAS SOBRE SALUD EN LAS AMERICAS: SINTESIS DE LAS TENDENCIAS PRINCIPALES’

El 75’ Aniversario de la OPS ofrece una buena oportunidad para revisar importantes tendencias a largo plazo en las condiciones de salud de nuestra Región. A continuación se exponen en forma resumida esas tendencias durante los últimos 20 años.

En 1975 se estimaba que la población de América Latina ascendía a 324 millones de habitantes, previéndose que virtualmente se duplicaría en el siguiente cuarto de siglo hasta llegar a 620 millones en el año 2000.

Como se indica en la figura 1, ha venido aumentando mucho más aceleradamente que la población de América del Norte; en años recientes (1970-1975) la tasa anual de crecimiento demográfico de América Latina fue de 2.7%, en comparación con 0.9% en América del Norte.2 Como resultado de esta gran disparidad en la tasa de crecimiento demográfico, la población de América Latina, que era casi idéntica a la de América del Norte en 1950, presumiblemente duplicará con creces a la de esta última región en el aíio 2000. En la figura 1 se indican también las tendencias demográficas en las cuatro subregiones de América Latina en 1950-2000. Las subregiones de América Latina, según la especificación de las Naciones Unidas, son las siguientes: Islas del Caribe, Mesoamérica Continental (México, los países de América Central y Panamá), América del Sur Tropical (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Guayana Francesa) y América del Sur Templada (Argentina, Chile y Uruguay). Como se desprende de la figura 1, se advierten grandes variaciones en el crecimiento demográfico de las cuatro subregiones de

1 Trabajo preparado por la Oficina de Estadísticas de Salud, División de Servicios de Apoyo. OPS.

2 Para la descripción de la región de América del Norte, véase pág. 68.

lntroduccitrn Sería muy útil presentar los hechos relacionados con el progreso de la salud en las Américas desde que la Oficina Sanitaria Panamericana inició sus actividades hace 75 años, pero la falta de datos de varios países durante el período inicial de la Organización dificulta tal posibilidad. Sin embargo, y a pesar de que la información de los últimos años tampoco es completa, se ofrece una descripción breve de las condiciones de salud en la Región en petiodos recientes. Ya que los problemas de la salud en parte se determinan por el tamaño y el crecimiento de la población, se presenta en primer lugar esta información demográfica. Se incluyen igualmente datos sobre las variables: esperanza de vida, morbilidad y mortalidad en la niñez, nutrición, recursos humanos, servicios de hospitales y abastecimiento de agua. PoMación

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FIGURA l-Crecimiento ca del Norte, América y crecimiento estimado

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de la población Latina y el Caribe, para 1975-2000.

en Améri1950-1975,

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PANAMERICANA

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Enero 1978

FIGURA 2-Crecimiento de las poblaciones urbanas y rurales Amkico Latina y el Caribe, 1950-1970, y crecimiento estimado pan 1980-2ooO.

América Latina. La subregión de crecimiento demográfico más acelerado es Mesoamérica Continental con una tasa anual de 3.2% en 1970-1975, seguida de cerca por América del Sur Tropical (2.9%). La subregión con la más baja tasa de crecimiento demográfico es América del Sur Templada, cuya tasa anual de crecimiento demográfico fue de 1.4% en 1970-197s. Con frecuencia, los problemas de salud y la posibilidad de prestar servicios de salud se vinculan con la distribución urbana y rural de la población. Las definiciones de las poblaciones “urbana” y “rural” revelan grandes variaciones entre los países. Sin embargo, utilizando en general las definiciones por paísesindividuales, las Naciones Unidas han

preparado estimaciones del porcentaje de población urbana en el período 1950-2000. Sobre la base de estos porcentajes se han calculado las estimaciones de la poblaciónurbana y rural en las regiones de las Américas que se ilustran en la figura 2. Es evidente que la población urbana de América Latina se ha expandido con mucha más celeridad que su población rural. En consecuencia, la población latinoamericana, que había sido predominantemente rural antes de mediados del decenio de 1960 ha pasado desde entonces a ser predominantemente urbana. En 1960 el porcentaje de población urbana en América Latina era de 48.5%; en 1975, de 60.4% y en el año 2000 seestima que será de 75%.

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RESEÑAS

CUADRO

l-Esperanza

de vida

al nacer

por país. alrededor

Alrededor de 1950

País Argentina Barbados Canadá Colombia Costa Rica Cuba Chile Ecuador El Salvador Estados Unidos Guatemala Jamaica México PanamA Perú Trinidad y Tabago Uruguay Venezuela

de 1950, 1960 y 1973.

Alrededor de 1960

Período

Esperanza de vida en afios

Período

1946-48 ... 1950-52 19.50-52 1949-51 ... 1951-53 ... 1949-51 1949-51 1949-51 1952-54 1949-51 1950 1949-51 1945-47 1949-51 1950-51

60.6 ... 68.6 52.2 56.5 ... 54.0 ... 51.4 68.3 43.6 59.1 48.8 62.2 57.4 54.1 68.8 58.0

1959-61 1960 1960-62 1964 1963 1961 1959-61 1962 1960-62 1959-61 1964 1961 19.59-61 1959-61 1960-61 19.59-61 1963 1960-62

Esperanza de vida en años 65.5 66.9 71.4 ii. 69:7 57.2 56.6 59.4 70.1 49.4 Ei-; 65:8 59.8 64.2 68.7 66.1

Alrededor de 1973

Período

Esperanza de vida en afms

1970 1973 1973 1972 1973 1972 1973 1972 1973 1973 1971 1971 1973 1973 1972 1972 1973 1973

65.7 69.1 73.1 65.2 71.0 71.2 64.6 59.6 64.7 71.6 52.4 66.7 64.9 70.2 68.0 67.1 68.9 65.8

Fuerente:Estimaciones preparadas por la Organización Panamericana de la Salud.

Esperanza

de vida

Dado que la esperanza de vida se calcula sobre la base de tasasde mortalidad por edad, la estimación exacta de este índice de salud depende de que secuente con datos confiables sobre la mortalidad y población por edad. Sin embargo, el registro insuficiente de defunciones sigue siendo un problema en muchos paísesy a menudo no son confiables los datos sobre distribución por edad de la población. Donde existe subregistro de defunciones, las tasas de mortalidad son más bajas y la esperanza de vida más alta de lo que debiera ser. Puesto que un resultado del mejoramiento en el registro es una declinación de los valores de la esperanza de vida, para los paísescon problemas de subregistro, un aumento en la esperanza de vida durante un período es una estimación mínima de lo que se gana; y se puede otorgar una mayor confiabilidad a lo que se gana durante un período que al nivel de esperanza de vida en un momento determinado.

En el cuadro 1 figuran los datos sobre esperanza de vida al nacer de 18 países en tres momentos cronológicos: alrededor de los años censales1950,196Oy alrededor de 1973. Entre 1950y 1960seobservaron aumentos importantes de la esperanza de vida en muchos países.De los 13 paíseslatinoamericanos con datos en esos dos años, nueve lograron un aumento de cinco o más años y dos de hasta 10 años o más. Los aumentos entre 1960 y 1973 no fueron tan marcados como los registrados entre 1950 y 1960; solo en seis de los 16 paíseslatinoamericanos con datos aumentó la esperanza de vida al nacer en cinco o más años y en dos países se observó una declinación. El perfeccionamiento en el registro de la mortalidad bien puede explicar parcialmente las diferencias de los aumentos de la esperanza de vida en ambos períodos. En la figura 3 se consolidan estos paísesen cinco grupos de acuerdo con el nivel de la esperanzade vida al nacer en 1960. Esta figura ilustra la tendencia en los cinco grupos de países. En el grupo 1, compuesto

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FIGURA J-Esperanzo de vida al nacer y o los 5 afios de edad en cinco grupos de países y en Américo Lotìna. alrededor de 1950.1940 y 1973.

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del período, pasando de 58.2 en 1960 a 65.0 años en 1973. Guatemala, que tuvo la más baja esperanzade vida de los 16 paíseslatinoamericanos considerados, registró un aumento de 48.5 a 52.4. Mortalidad en la nìfiez La mortalidad en la niñez temprana en los países latinoamericanos claramente sigue siendo el problema crítico de salud de la Región. En un estudio iniciado por la Organización Panamericana de la Salud en colaboración con 10 países de las Américas3 se ha destacado la necesidad de obtener estadfsticas de mortalidad y natalidad más completas con el fin de analizar los problemas e identificar los grupos de alto riesgo. En la figura 4 se muestra el porcentaje de defunciones de menores de 5 afios en las tres regiones de las Américas en 1964, 1968 y 1974.4En 1974, en América del Norte cerca del 3% de todas las defunciones se produjo 3R. F’uffer y C. V. Serrano. CaracterÍsticas de la mortalidad en la nifiez. OPS, Publicación Científica 262,1973. 4Las tres regiones son: América del Norte (Bermudas. Canadá, Estados Unidos de América y Saint Pierre-et-Miquelon). América del Sur Templada y América del Sur Tropical y Mesoamérica (México, paises de América Central e islas del Caribe).

de Canadá y Estados Unidos, en los cuales la esperanza de vida al nacer había llegado a 70 anos en 1960, se observó un incremento de 1.7 añosen la esperanzade vida al nacer en los 13 años transcurridos entre 1960 y 1973. Los países de América Latina-excluidos los del FIGURA 4-Porcentaje de defunciones de menores de Caribe angloparlante-que tuvieron esperan- 5 años de edod en los tres regiones de las Américas, zas de vida superiores a 65 años en 1960 se 1964, 1968 y 1974. incluyen en el grupo II. El aumento en este grupo durante los 13 años del período fue de 0.6 años, pasando de 66.7 a 67.3 años. Una tendencia análoga se observa en los países w angloparlantes del Caribe (Barbados, Jamaica i y Trinidad y Tabago) que constituyen el B ,. grupo III; la esperanzade vida en estospaíses aumentó de 66.1 a 67.1 años. El Grupo IV está compuesto de países con esperanzas de vida de 55 a 65 anos en 1969 e incluye a Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, ’ ,861,968~1 1961,96819’1 ,9641968 Mewomrr,ca hwr,io delsur A”,v,io ‘idhr,r México y Perú. En estegrupo la esperanza de m Monale, ‘is Y” ono 0 l 4 ~“0‘ vida se incrementó en 6.8 años en los 13 años

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RESERAS

entre niíios menores de 5 años. En Mesoamérica más de un tercio del total de defunciones correspondió a la mortalidad infantil, en tanto que en América del Sur los menores de 5 años representaron el 30% de todas las defunciones en el mismo año. La proporción de defunciones de menores de 5 años en América Latina era aproximadamente 10 vecessuperior a la registrada en América del Norte. En América del Norte la proporción declinó de 6.6% en 1964 a 3.3% en 1974. En Mesoamérica el porcentaje declinó de 44 a 36% y en América del Sur de 38 a 30% en el mismo período. Dentro del grupo de menores de 5 años de edad, la disminución de defunciones en los niños de 1 a 4 años de América Latina fue mayor que la de menores de un año durante todo el período de diez años; lo inverso sucedió en América del Norte. Las tasas de mortalidad infantil se han mantenido en niveles considerablemente elevados en la mayor parte de los países de las Américas. Considerando que en este grupo de edad el registro de las defunciones infantiles es en muchos países incompleto, cabe presumir que las tasas de mortalidad son de magnitud superior a las indicadas. La figura 5 revela la tendencia de la mortalidad de los menores de un afío en las tres

FIGURA 5-Defunciones de menores 1,000 nacidos vivos en los tres regiones 1960-1972.

de un año por de las Américas,

regiones, de 1960 a 1972.5 En América del Norte las defunciones en este grupo de edad disminuyeron en un 30% : de cerca de 26 por 1,000 nacidos vivos en 1960 a 18 en 1972. A fines del decenio de 1950 y principios del decenio de 1960, la mortalidad infantil permaneció más 0 menos constante en esta región, alrededor de 25 por 1,000 nacidos vivos; sin embargo, desde mediados del decenio de 1960, la mortalidad infantil ha continuado disminuyendo. En Mesoamérica la mortalidad infantil declinó en 20%, de 70 por 1,000 nacidos vivos en 1960 a alrededor de 56 en 1972. En América del Sur se observó una reducción de 26% entre 1960 y 1971, pues se pasó de 85 a 63 defunciones por 1,000 nacidos vivos. Todavía no se dispone de datos de algunos países de América del Sur y Mesoamérica para determinar la tasas regionales después de 1972. En la figura 6 se muestran las defunciones del grupo de edad de 1 a 4 años en las tres regiones de las Américas durante 1962-1972. Las tasas de América del Norte declinaron en cerca de 27%, de 1.l por 1,000 habitantes en 1960 a 0.8 en 1972. En Mesoamérica se ‘No hay datos disponibles de algunos países de Mesoaménca y América del Sur para determinar las tasas posteriores a 1972.

FIGURA habitantes 1972.

6-Defunciones en las tres

de l-4 años de edad por 1,000 regiones de las Américas, 1961X

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observó una declinación de 33%, de 12.2 a 8.2 por 1,000 habitantes. El ligero aumento en 1972 puede sugerir un registro más completo y no necesariamente un aumento de la mortalidad. En América del Sur la mortalidad de niños de 1 a 4 años de edad se redujo de ll.8 por 1,000 habitantes en 1960 a 6.5 en 1971, lo que constituye una extraordinaria reducción de 45%. Así, la mortalidad en el grupo de edad de 1 a 4 años en América Latina disminuyó en una proporción más rápida que la mortalidad infantil durante este periodo.

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FIGURA 7-Defunciones por poliomielitis aguda por 100,000 habitantes en los tres regiones de las Américas, 19651974.

Mortalidad por enfermedades transmisibles seleccionadas

En las figuras 7 a ll se trata de indicar las tendencias de la mortalidad debida a tres enfermedades infantiles prevenibles por inmunización-poliomielitis aguda, sarampión y tos ferina-y, además, la mortalidad por tuberculosis, así como las enfermedades entéricas y otras enfermedades diarreicas en las tres regiones de las Américas durante 19651974. Estas tendencias sebasan en datos disponibles que son muy incompletos durante el decenio en el caso de las dos regiones de América Latina. Los datos correspondientes a América del Sur excluyen a Argentina, Bolivia, Brasil, Guyana, Surinam y Guayana Francesa y representan de 35 a 36% de la población de la región. El porcentaje de población representada por los datos correspondientes a Mesoamérica es aproximadamente de 83 a 84%. Es difícil realizar una comparación de las tendencias de las tasas de mortalidad por enfermedades diarreicas durante 1965-1974 debido a las diferencias entre la séptima y octava revisiones de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Por lo tanto, desde 1968, el análisis se limita a la categoría “enteritis y otras enfermedades diarreicas” (OOS0091de la octava revisión de la CID.

Poliomielitis

El número de defunciones por poliomielitis es pequeño y, como puede observarse en la figura 7, las tasas de mortalidad por esta enfermedad han continuado disminuyendo en las tres regiones de las Américas durante los últimos diez años; esa disminución ha sido mucho más rápida en América del Norte que en las regiones de América Latina. Las tasas medias anuales de mortalidad por poliomielitis, que eran de 0.46 por 100,000 habitantes en Mesoamérica y de 0.47 en América del Sur en 196.51967, decrecieron a 0.33 y 0.35, respectivamente, en 1972-1974. Con todo, debe observarse que estas tasas, que registran una magnitud similar en ambas regiones, son todavía varias veces superiores a las tasas correspondientes a América del Norte.

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71

RESENAS

Sarampión

La mortalidad por sarampión ha disminuido, en general, en las tres regiones de las Américas durante el período 19651974. Como se indica en la figura 8 aunque las tasas de mortalidad por sarampión en las dos regiones de América Latina muestran la tendencia a mantenerse más o menos constantes entre 1967 y 1972, en los últimos diez años se observaron disminuciones considerables en la mortalidad. La tasa media anual de mortalidad en 1965-1967 fue de 18.0 por 100,000 habitantes en Mesoamérica y decreció a 12.6 en 1972-1974, lo que significa una disminución de 30%. En América del Sur la tasa declinó en 22Y0, pasando de 14.1 en 19651967 a 11.0 en 1972-1974. En América del Norte se observa una reducción más pronunciada en la mortalidad por causa de sarampión, pues la tasa media anual decreció de 0.12 por 100,000 habitantes en 1965-1967 a 0.01 en 1972-1974. Las elevadastasas de mortalidad por causa de sarampión en América Latina, especialmente entre nitíos desnutridos, causan profunda inquietud a los trabajadores de salud. Debiera intensificarse la vacunación como medida preventiva para controlar esta causa de excesivamortalidad infantil.

FIGURA &Defunciones tantes en las tres regiones

por sarampión de las Américas,

por 100,000 19651974.

FIGURA 9-Defunciones tantes en los tres regiones

por tos ferina de las Américas,

par 100,ooO 1965-1974.

Tos ferina

A pesar de contarse con un eficaz agente inmunizante para la prevención de la tos ferina, esta enfermedad sigue causando miles de defunciones anuales en América Latina. En 1974, por ejemplo, se registraron 10,000 defunciones por tos ferina en los países latinoamericanos con datos, los que representaban el 53% de la población total; en América del Norte hubo solo 16 defunciones por causa de esta enfermedad en eseaño. La gran disparidad de las tasas de mortalidad por tos ferina entre América del Norte y las dos regiones de América Latina, así como las tendencias de estastasas en 1965-1974 se

ilustran en la figura 9. Las tasas de América del Norte no solo fueron más reducidas que las de América Latina, sino que declinaron con mucha mayor celeridad. La tasa media anual de mortalidad por tos ferina en Mesoamérica declinó de ll.9 nor *

habi-

habi-

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100,000 habitantes en 1965-1967 a 7.5 en 1972-1974, o sea, una reducción de 37%; en América del Sur bajó de 13.4 a 7.1 lo que significó una reducción de 47%.

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las medidas para controlar la enfermedad, se propone la vacunación con BCG al 80% de los menoresde 15 años. Enteritis y otras enfermedades diarreicas

Tuberculosis

Como se indica en la figura 10, las tasas de mortalidad por tuberculosis continuaron declinando en 1965-1974 en las tres regiones de las Américas: en 38% en las dos regiones de América Latina y en 60% en América del Norte. Para el decenio 1971-1980, el Plan Decenal de Salud para las Américas propone reducir la mortalidad causada por la tuberculosis en SO-65%. Pese a las disminuciones sustanciales observadas, la mortalidad por tuberculosis se mantiene en niveles relativamente elevados en América del Sur y Mesoamérica; las tasas de 1974 fueron respectivamente de 17.3 y 12.4 por 100,008 habitantes, en comparación con 1.6 en América del Norte. Las elevadas tasas de morbilidad y mortalidad tienen una relación evidente con las infecciones tuberculosas en la infancia y se pueden reducir apropiadamente mediante la vacunación de niños con BCG. En consecuencia, a fin de alcanzar el objetivo del Plan Decenal de Salud, entre



FIGURA habitantes 1974.

10 1965

lO-Defunciones en los tres

por regiones

tuberculosis por de las Américos,

La enteritis y otras enfermedades diarreicas (categorías 008 y 009 de la CID) figuran entre las principales causas de defunción en varios países de las Américas. Las tasas de mortalidad por esta categoría de enfermedades en las tres regiones de las Américas se presentan en la figura 11, en la que se muestran las tendencias a partir de 1968, año en que se adoptó la Octava Revisión de la Clasificación Internacional

de Enfermedades.

La mortalidad por enfermedades entéricas y diarreicas contimía siendo elevada en América Latina. En 1974 se registraron tasas de 81.3 por 100,000 habitantes en Mesoamérica y de 56.8 en América del Sur (sin incluir Argentina, Bolivia, Brasil, Guyana y Surinam) en contraste con 1.1 en América del Norte. En los últimos anos se han observado progresos considerables en la reducción de esastasas: la correspondiente a Mesoamérica disminuyó en 26% desde 1968 cuando era de 109.6; en América del Sur disminuyó en 19% durante eseperfodo de siete años.

100,000 196!5FIGURA ll-Defunciones par enteritis y otras enfermedades diarreicos por 100,000 hobitontes en las tres regiones de las Américas, 196%1974.

l

1

1966

1967

I 1968

I 1969

I ,970

I

I

I

,971

,911

1973

l ,974

.

73

RESERAS

A pesar de esa reducción las elevadastasas de mortalidad por enteritis y otras enfermedades diarreicas en América Latina revelan la necesidad de instituir programas adecuados destinados a mejorar el saneamiento ambiental y el estado nutricional de los niños de corta edad.

Morbilidad por enfermedades transmisibles seleccionadas

alcanzó a un nivel de incidencia de 0.5 casos por 100,006 habitantes en 1973-volvió a subir a 0.8 casos por 100,000 habitantes en 1975; en América del Sur-que llegó en 1974 a 0.6 casos por 100,000 habitantes-subió nuevamente a 1.2 casospor 100,000 habitantes en 1975.

FIGURA habitantes 1975.

13 Casos notificados en los tres regiones

de sarampión por 100,000 de las Américas, 1963-

Poliomielitis

La incidencia de poliomielitis en América del Norte muestra una franca y acelerada tendencia descendente(figura 12). La tasa de morbilidad era de 0.28 casos por 100,000 habitantes en 1963 y ha descendido a 0,004 casospor 100,000 habitantes en 1975. En América del Sur y Mesoamérica en cambio, si bien ha habido un descenso,especialmente a partir de 1970 en que ambas regiones tuvieron alrededor de 3 casos por Sarampión 100,000 habitantes, esta tendencia se interrumpió; en efecto, en Mesoamérica-que Las tasas de morbilidad por sarampión en 1963 eran de más de 200 casos por 100,000 habitantes para América del Norte y América FIGURA 12-Casos notificados de poliomelitis por 100,000 del Sur (figura 13). Entre 1964 y 1968 el habitantes en los tres regiones de las Américas, 1963-1975. descenso de la incidencia para América del Norte fue muy marcado: de 204.3 casos por 100,000 habitantes en 1963 a 11.1 casos por 100,000 habitantes en 1968 (en 1971 las tasas volvieron a elevarse a 36.5 casospor 100,000 habitantes y en 1974 y 1975 descendieron nuevamente a alrededor de ll casos por 100,000habitantes). La incidencia en América del Sur, en cambio, no descendió por debajo de los 100 casos por 100,000 habitantes en todo el período. El ritmo de descensoes muy lento y osciló entre 261.7 casos por 100,000 habitantes en 1964 y 104.0 casospor 100,000 habitantes en 1975. En Mesoamérica la tendencia descendente franca comenzó en 1972 en que hubo 101.0 casos por 100,000 habitantes bajando en 1975 a 27.2 casospor 100,000 habitantes.

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Tos ferina

A partir de 1963ha habido una disminución en la incidencia de casos de tos ferina en América del Norte, de ll .2 casospor 100,000 habitantes en 1963 a 2.2 casos por 100,000 habitantes en 1975, habiendo alcanzado un mínimo de 1.2 casospor 100,008 habitantes en 1973 (figura 14). La tendencia decreciente en la incidencia que seregistra en Mesoamérica es semejante pero con una tasa diez veces mayor de modo tal que, con la disminución de 98.9 casospor 100,000 habitantes en 1963 a 21.8 casospor 100,000 habitantes en 1975, aún no se ha alcanzado el nivel que América del Norte tenía en 1963. En América del Sur la tendencia decreciente es más lenta, de 145.0 casos por 100,000 habitantes en 1963 a 63.8 casospor 100,000 habitantes en 1975, y menos definida. FIGURA habitantes 1975.

14-Casos notificados en las tres regiones

de tos ferino por de los Américas.

100,000 1963-

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FIGURA 15-Casos notificados de 100,000 habitantes en los tres regiones 1960-1975.

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tuberculosis por de las Américas,

decreciente en las tres regiones. Esta tendencia es más marcada en América del Norte pesea haberse registrado una ligera elevación en la tasa por 100,000 habitantes en 1975. Hay también una pequeiia elevación en la incidencia registrada en 1975 en Mesoamérica. En América del Sur la tendencia se ha mantenido decreciendo lentamente, pero a pesar de esto, la tasa por 100,000 habitantes era de 87.4 para 1975; la de Mesoamérica, 31.Oy la de América del Norte, 15.7.

Desnutrición

Tuberculosis

La incidencia de la tuberculosis en América del Norte es mucho menor que la registrada para América Latina (figura 15). Dentro de América Latina, la incidencia de tuberculosis en América del Sur en 1975 es casi tres vecesmayor que la de Mesoamérica. Si consideramos el período comprendido entre 1960 y 1975, advertimos una tendencia

El predominio de deficiencias nutricionales en los países de América Latina y el Caribe produce una elevada morbilidad y mortalidad de niños menores de 5 anos de edad. La desnutrición, asociada con las enfermedades infecciosas, contribuye a una gran mortalidad infantil. La deficiencia de proteína puede producir deterioro físico y mental y, en casos extremos, causar la muerte. La figura 16, utilizando los datos disponibles y los tres grados de la Clasificación Gómez, muestra el porcentaje de niños menores de 5 anos que sufren de desnutrición proteicocalórica en 20 países de América Latina. El predominio de desnutrición grave (grados II y III) oscila entre 1.5% en las Bahamas y 53.0 en Haití. En

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75

RESENAS

FIGURA IbPorcentajes de menores de 5 años que padecen de desnutrición en países seleccionados de América latina, último año disponible.

Recursos

humanos

en salud

La prestación de los servicios de salud depende directamente de una variedad de profesionales, técnicos y auxiliares. Seguidamente se consideran tres tipos de personal de salud cuyos servicios son esenciales para la atención primaria de la salud, a saber: médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería. Alrededor de 1975 había más de 603,000 médicos, 1,067,OOOenfermeras y 1,810,000 enfermeras auxiliares en las Américas. De estos, 214,000 médicos (35%), 86,000 enfermeras (8%) y 286,000 enfermeras auxiliares (16%) eran de América Latina; por lo tanto, la gran mayoria de estepersonal de salud pertenecía a América del Norte. Médicos

Chlk ñru

En relación con la población, hacia 1975 había 7.1 médicos por 10,000 habitantes en América Latina y 16.6 en América del Norte; en América Latina las proporciones de las dos regiones fueron de 5.3 en Mesoamérica y 8.0 en América del Sur. En la figura 17 se muestra que, desde 1964, si bien hubo un aumento en la proporción de médicos en las tres regiones, la relación correspondiente a América del Sur mostró la tasa de FIGURA 17-Número de médicos, enfermeras graduadas y auxiliares de enfermería por 10,000 habitantes, en las tres regiones de las Américas, 1964-1975.

cinco países(El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y República Dominicana) más del 25% de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición grave o moderada; mientras que solamente en tres países(Bahamas, Chile y Paraguay) la cantidad es inferior al 10%. El Plan Decenal de Salud para las Américas prevé explícitamente la reducción de la prevalencia de la desnutrición de grado II en un 30% y la de grado III en un 85% entre los niños menores de 5 años en la Región para 1980. Estas reducciones en la desnutrición disminuirán notablemente la mortalidad infantil y mejorarán la salud y el bienestar de la población de la Región.

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aumento más elevada, de 6.0 por 10,000 habitantes en 1964 a 8.0 en 1975. En Mesoamérica, aunque hubo un aumento pronunciado entre 1968y 1972, la proporción de médices decreció de 6.1 por 10,000 habitantes en 1972 a 5.3 en 1975. Las causas de estas variaciones no son claras, aunque en parte pueden debersea cambios en la definición de “médico en ejercicio” y también a cambios en la notificación.

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Mesoamérica y se ha mantenido más o menos constante en América del Sur durante este período. Se observa con toda claridad la necesidad de aumentar grandemente los programas de formación de enfermeras graduadas y auxiliares de enfermería en América Latina.

Servicios de hospital Personal de enferrnen’a

La disparidad entre América del Norte y las dos regiones de América Latina es aún más amplia respecto de la proporción de personal de enfermería que respecto de los médicos. La relación de enfermeras por 10,000 habitantes en América del Norte (42.0) fue más de 14 veces superior a la de América Latina (2.9), y la proporción de auxiliares de enfermeda en la primera región (65.2) fue 6.7 vecessuperior al de la segunda(9.7). En cuanto a las tendencias de las proporciones en los últimos 10 aiios, en la figura 19 se indica que, mientras hubo aumentos importantes en las de enfermeras y auxiliares de enfermeríaen América del Norte, en Mesoamérica la proporción de enfermeras graduadas aumentó solo de 3.7 por 10,000 habitantes en 1964 a 4.0 en 1975 y la de enfermeras auxiliares declinó de 8.2 a 6.9. En América del Sur la proporción de enfermeras graduadas disminuyó de 2.6 por 10,000 habitantes en 1964 a 2.3 en 1972 y se mantuvo en ese nivel en 1975; la de auxiliares de enfermería en esta región se elevó de manera sostenida y sustancial de 7.2 a ll .l durante el período. Asimismo, cabe sefialar que hubo más médicos que enfermeras graduadas en ambas regiones de América Latina. La proporción más baja de enfermeras graduadas/médicos fue la de América del Sur y ha continuado reduciéndose en el período 1964-1975. La proporción de personal total de enfermería/médicos ha disminuido en

Alrededor de 1974 la razón de camas de hospital por 1,000 habitantes era de 3.0 en América Latina, en comparación con 7.1 en América del Norte. Por lo tanto, en relación con la población expuesta a riesgo, la dotación de camas de hospital en América Latina era de menosde la mitad que en América del Norte. Dentro de América Latina, la razón de camas de Mesoamérica era considerablemente inferior a la de América del Sur (2.1 y 3.5 camas por 1,000 habitantes, respectivamente). En la figura 18 se muestran las tendencias de la razón de camas de hospital en las tres regiones de las Américas en 1954-1974. Es aparente que el aumento considerable del número de hospitales y camas hospitalarias durante los dos decenios pasados no ha guardado el mismo ritmo que el crecimiento demográfico. En América Latina en su conjunto, la proporción de camas hospitalarias disminuyó de 3.3 por 1,000 habitantes en 1964 a 3.0 en 1974; la disminución más pronunciada se observó en MePoamérica (28%) donde la razón bajó de 2.9 a 2.1. En América del Sur la razón de camas decreció alrededor de 8% entre 1954 y 1964 y a partir de entonces se modificó muy poco. La razón de camas en América del Norte disminuyó en ambos decenios, 10% de 1954 a 1964, y 21% de 1964 a 1974. En la figura 18 se advierte, sin embargo, que la considerable disminución de la razón de camas en América del Norte se debió, fundamentalmente, auna pronunciada reduc-

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RESEÑAS

ción del número de camas en hospitales para enfermos mentales, especialmente en el lapso 1964-1974 en que seobservó una disminución de más de 50%. Asimismo, el número de camas de hospitales para tuberculosos disminuyó extraordinariamente en esos20 años. Estas disminuciones en las camas de hospitales de enfermos mentales y tuberculosos probablemente se debieron a cambios en las modalidades terapéuticas y a la disponibilidad de servicios ambulatorios para estas enfermedades. La inclusión de pabellones de hospitalización para enfermos mentales en un número creciente de hospitales de estancia corta y la gran reducción en la incidencia de la tuberculosis contribuyeron también a las tendencias declinantes del número de camas en estos hospitales especializados de estancia larga.

FIGURA l&--Camas de hospital las tres regiones de las AmBricas 1974.

par 1,000 habitantes en alrededor de 1954. 1964 y

Aunque la razón de todas las camas de hospitales registró una reducción, la razón de las camas de hospitales de estancia corta seincrementó en América del Norte en ambos decenios: cercade 5 % entre 1954y 1964y ll % entre 1964 y 1974. En América Latina, por otra parte, la reducción en la razón de todas las camas de hospitales, entre 1964 y 1974, fue acompañada de disminuciones en las razones de camas de los hospitales de estancia corta (5%) y otros tipos de hospitales, salvo los hospitales para enfermedades mentales. Dentro de América Latina, una gran diferencia respectode la tendencia de las razones de camas en las dos regiones en 1964-1974 fue que la razón de camas de hospitales para enfermedades mentales disminuyó en Mesoamérica y aumentó en América del Sur. Este aumento en América del Sur se debió a un incremento de 92% en el número de camas en estoshospitales en Brasil, lo que representa cerca de dos tercios de todas las camas de hospitales de enfermos mentales notificadas en América del Sur. Si se excluyera a Brasil, la razón de estas camas en América del Sur habría continuado disminuyendo en ambos decenios(a 0.44 por 1,000 habitantes en 1974) como ocurrió en Mesoamérica. Más aún si el número de camasde hospitales de enfermos mentales en Brasil se hubiera mantenido constante en el último decenio, la razón de camas en todos los hospitales en América del Sur habría disminuido a 3.3 camas por 1,000 habitantes en 1974. Es importante reiterar que no solo la razón de camas en hospitales de estancia corta en América Latina fue inferior a la mitad de la proporción de América del Norte, sino que mostró también una tendencia declinante en el último decenio, en contraste con la tendencia creciente advertida en la última región. Por lo tanto, ha continuado intensificándose el desnivel entre las regiones de América del Norte y América Latina respecto de la provisión de camas de hospital en relación con la población.

78 Abastecimiento

BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

de agua

Los servicios de abastecimiento de agua en América Latina han mostrado un considerable progreso, Entre 1970 y 1975 el procentaje de población con servicios de abastecimiento de agua en la región se elevó de 48 a 63%. Particularmente notable fue el aumento en la cobertura de los servicios de agua a través de conexiones de fácil acceso, por ejemplo, grifos comunitarios. El porcentaje de población servida por este medio de abastecimiento de agua seincrementó de 10% en 1970 a 18% en 1975; la cobertura mediante conexiones domiciliarias se elevó de 38 a 45%.

Servicios urbanos y rurales

Los datos disponibles sobre la distribución urbana y rural de la población servida con sistemas de abastecimiento de agua en América Latina han sido a menudo incompletos y, a veces, incoherentes a los efectos de la comparación entre distintos años. Quizá esto se deba a los cambios en las definiciones de “población urbana” y “población rural” y de las localidades incluidas en estas categorías por algunos países. Por lo tanto, es difícil analizar la tendencia sobre la base de estos datos. Con objeto de resolver, por lo menos parcialmente, estas dificultades respecto de los datos de 1970 y 1975 que se presentan en este texto, las estimaciones de poblaciones urbanas y rurales servidas se calcularon mediante la aplicación de los porcentajes observados de estas poblaciones (esto es, los procentajes que sebasan en datos disponibles de los países que notificaron) a las cifras de población urbana y rural total publicadas por las Naciones Unidas. Mediante las estimaciones de las poblaciones servidas con sistemas de abastecimiento de agua que aparecen en la figura 19 se trata de indicar el progreso alcanzado entre 1970 y 1975 en relación con los objetivos estableci-

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dos para 1980 en el marco del Plan Decenal de Salud para las Américas. Es evidente que, de acuerdo con los datos presentados en esta figura, los servicios de abastecimiento de agua en el sector rural de América Latina han mostrado un progreso considerable. La población rural estimada que cuenta con conexiones domiciliarias o de fácil accesose ha duplicado con creces en el quinquenio, pasando de 21.2 millones en 1970 a 45.4 millones en 1975. De continuar esta tendencia, parece probable que en 1980 se llegue al objetivo de proporcionar agua potable a por lo menosel 50% de la población rural (o sea, una población estimada en 67 millones de habitantes). Con todo, debe recordarse que el pronunciado aumento entre 1970 y 1975, en parte puede deberse a cambios aparentes en la definición de población rural con servicios de abastecimiento de agua en algunos países, particularmente en Brasil donde el número notificado de población rural servida con sistemas de agua se incrementó de 2,000,000 (4%) en 1970 a casi 20,000,OOO (53%) en 1975. El pronóstico de la meta establecida correspondiente a la población urbana en América Latina no es tan optimista. Como se muestra en la figura 19, el número de población urbana servida a través de conexiones domiciliarias se estimó en cerca de 100 millones en 1970 y se incrementó a 126 millones en 1975. A este ritmo de aumento, para 1980 posiblemente se prestará servicio por medio de conexiones domiciliarias a una población urbana estimada en 160 millones en América Latina, o sea, 67% de la población urbana total, en comparación con el objetivo de 80% (190 millones) previsto en el Plan Decenal de Salud para las Américas. Dentro de América Latina se observan grandes variaciones entre países respecto del nivel y de los cambios en la proporción de las poblaciones urbanas y rurales servidas mediante sistemasde abastecimiento de agua. En 1975 el porcentaje de población rural servida a través de conexiones domiciliarias o

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RESEÑAS

FIGURA 19-Población de agua

en América

servida a través de sistemas de abastecimientos latina, 1970 y 1975, y metas establecidas para 1980.

350

300

250 s 0 5 f 2 200 .$ 2 2

150

100

50

0

1970

de fácil accesoiba de menos de 1 a 100% y el porcentaje de población urbana servida mediante conexiones domiciliarias oscilaba entre 20 y 98%. En nuevede estospaísesel porcentaje de población rural con abastecimiento de agua se incrementó en 10 0 más puntos porcentuales de 1970 a 1975. Si la tendencia observada en este quinquenio continúa, el objetivo de extender la cobertura de servicios de abastecimiento de agua a un mínimo del 50% de la población rural para 1980 probablemente llegará a realizarse o ya se habrá concretado

en nueve países. Asimismo, en seis países declinó el porcentaje. Respecto de la proporción de población urbana servida mediante conexiones domiciliarias, cabe decir que se elevó en 10 o más puntos porcentuales en 1970-1975 en seis paísesy que en 10 países disminuyó durante el período. De mantenerse esta tendencia quinquenal cabe presumir que en solo nueve países podrá alcanzarse el objetivo de una cobertura mínima del 80% para 1980; seis de estos nueve países ya alcanzaron este objetivo en 1975.