Hasta Que Todo Se Haya Cumplido... Mateo 5:18

“... Hasta Que Todo Se Haya Cumplido ...” — Mateo 5:18 — “17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, si...
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“... Hasta Que Todo Se Haya Cumplido ...” — Mateo 5:18 — “17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mat. 5:17-20). ¿La “ley” se refiere simplemente al decálogo? ¿La referencia a los cielos y la tierra prueba que la ley durará mientras ellos permanezcan? ¿Es el decálogo la ley del reino de los cielos? Una de las acusaciones lanzadas contra Jesús fue que no obedecía los mandamientos de la ley de Moisés (Mat. 15:2), porque rechazaba las tradiciones de los ancianos. La acusación de hacer caso omiso a la ley Mosaica también fue atribuida a los discípulos de Jesús (Hch. 6:11,13). Se parecen a las acusaciones lanzadas contra Sus discípulos hoy día: “Ustedes no creen en el Antiguo Testamento”. La enseñanza de Jesús con respecto a la ley del Antiguo Testamento es fundamental para entender la relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento. Jesús Creía Que el Antiguo Testamento Era de Dios Jesús aceptó la creencia de que el Antiguo Testamento era una revelación divina de Dios (cfr. Mat. 15:3-6; Jn. 7:23; Hch. 7:53). Reconoció su permanencia (Mat. 5:18; Sal. 119:144,152,160; 11:7-8). Cada jota y tílde de la ley era importante (Mat. 5:18). La referencia a cada “jota” y “tílde” muestra que aun el mandamiento más pequeño de esa ley tenía fuerza obligatoria sobre ellos. Jesús rechazó el concepto moderno que enfatiza el espíritu de la ley antes que la letra de la ley. El concepto de que las cosas no importantes de la ley pueden ser desobedecidas con impunidad es contrario a Su enseñanza expresa. El dijo, “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mat. 5:19). Reconoció que la violación de la ley en un punto, aun uno pequeño, era un rechazo del divino dador de la ley (Stg. 2:10) y estaba sometido bajo la maldición de la ley (Gál. 3:10). Por consiguiente, Jesús habría sido etiquetado como “legalista” por los defensores y modernistas de la gracia-unidad. La Ley o Los Profetas Cualquier cosa que Cristo vino a hacer con referencia a la ley, también la vino a hacer con referencia a los profetas. Si perpetuó la ley, también perpetuó los profetas. ¿A qué se refieren estos términos? Primero, algunas veces la ley se refiere a la ley que fue dada a través de Moisés (Jn. 1:17) y añadida a la promesa a causa de la transgresión (Gál. 3:19). Segundo, la ley algunas veces se refiere a los escritos de Moisés, incluyendo todas las leyes dadas a través de Moisés. (a) Génesis algunas veces es incluido en “la ley” (1 Cor. 14:34 y Gén. 3:16; Gál. 4:21 y Gén. 16:15; 21:2,9).

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(b) Los dos grandes mandamientos de la ley están en Dt. 6:5 y Lev. 19:18 (Mat. 22:37-40). Mateo 12:5 se refiere a Números 28:9-10. (c) La “Ley” algunas veces incluye los Salmos (Jn. 10:34); algo en el Sal. 82:6 era “vuestra ley”. Romanos 3:13 cita del Sal. 5:9; 140:3; Rom. 3:14 del Sal. 10:7, y Pablo dijo que estas cosas fueron dichas por la ley a aquellos que estaban bajo la ley (Rom. 3:19). Tercero, los “profetas” hacían referencia al resto de la revelación del Antiguo Testamento, aunque ocasionalmente los Salmos fueron usados como una división separada (Luc. 24:44). Los profetas, tales como David, escribieron los Salmos, y es fácil ver por qué usualmente todo el Antiguo Testamento está comprendido en la frase “la ley y los profetas”. Cuarto, la ley y los profetas incluían todo el Antiguo Testamento. La regla de oro resumía la ley los profetas en su enseñanza con respecto a la relación hombre con hombre (Mat. 7:12). La ley y los profetas fueron hasta Juan (Mat. 11:13), y luego fue predicado que el reino de los cielos se había acercado (Luc. 16:16; Mat. 3:2; 4:17,23; 9:35; 10:7). Toda la ley y los profetas dependía de los dos grandes mandamientos (Mat. 22:37-40). La ley y los profetas eran leídos en las sinagogas (Hch. 13:15). En Hch. 15:21 es dicho que Moisés era leído cada día de reposo, y esto hacía referencia a la ley de Moisés (Hch. 13:15), a los escritos de Moisés (Luc. 16:29; 24:27,4; Jn. 1:45; Hch. 7:43; 26:22; 28:23). Cristo vino a cumplir eso que estaba escrito en la ley de Moisés, los profetas, y los salmos (Luc. 16:29; 24:27,44). Si El perpetuó la ley, perpetuó a Moisés, los profetas, y los salmos. Mateo 5:17-18 declara la misión de Cristo con referencia a todo el Antiguo Testamento. Quinto, lo que Cristo estaba a punto de decir puede parecer algo que es destructivo de la ley los profetas, y Cristo antes de decir estas cosas señaló que vino no con un propósito destructivo, sino para cumplir. En la ilustración al menos algo de lo que estaba involucrado en el cumplimiento, Jesús se refirió no solo a las cosas que estaban en el decálogo (que los Adventistas del Séptimo Día llaman la ley de Dios), sino también a los otros escritos que los Adventistas del Séptimo Día llaman la ley de Moisés. Hay referencias al decálogo (Mat. 5:21 y Ex. 20:13; Mat. 5:27 y Ex. 20:14), pero hay también otras referencias a varios libros de Moisés (Mat. 5:31 y Dt. 24:1,3; Mat. 5:33 y Lev. 19:12; Núm. 30:2; Dt. 23:31; Mat. 5:38 y Ex. 21:24; Lev. 20:20; Dt. 19:21). Sexto, si Mateo 5:17-18 anunciaba la continuación (perpetuación) de algo del Antiguo Testamento, anunciaba la continuación de todo este, porque Cristo vino a cumplir, no a abrogar, la ley los profetas. Esta era Su misión con respecto a todo el Antiguo Testamento. Cristo No Perpetuó la Ley y los Profetas Cristo no dijo que no he venido a abrogar, sino a perpetuar la ley o los profetas. No dijo que la ley y los profetas permanecerían mientras permanezcan el cielo y la tierra. El contraste es entre cumplimiento y destrucción, y no entre cumplimiento y perpetuación (continuación). Cristo no podría haber perpetuado la ley y los profetas sin abrogarlos. Cristo no vino a abrogar las promesas, las profecías y los tipos del Antiguo Testamento, ni sus principios. Vino a cumplirlos. Si uno perpetúa una promesa, profecía, o tipo, lo abroga porque si nunca pasa de la etapa de la promesa a esa del cumplimiento, abroga la promesa, etc., por nunca hacer lo que prometió. Cuando uno cumple las promesas, las profecías, y los tipos, uno pasa del estado de no cumplido a cumplido. Ya no es más un asunto de promesa sino de cumplimiento. Si Cristo no hubiera establecido un nuevo pacto (Jer. 31:3134; Heb. 8:5-13; 9:15-17; 12:24; 13:20), habría abrogado la profecía de Jeremías. Si no hubiera traído bendición a todas las naciones, habría abrogado la promesa de Génesis 22:17-18: Si no hubiera establecido Su reino, habría abrogado las profecías del reino (Dan. 2:44; Mat. 3:2; 4:17; 10:7; Mr. 1:14-15; 9:1; Hch. 1:8; 2:34-36; Sal. 110:1-4; Heb. 5:6; 7:1,11-14; 8:1-4). No perpetuó sino que cumplió

3 la profecía de Moisés acerca del profeta como Moisés (Dt. 18:15-18; Hch. 3:2223). Cristo, la simiente, cumplió con lo que vino a hacer, y trajo la ley a un fin por medio del cumplimiento (Gál. 3:19-29). La fe ha venido, y ya no estamos más bajo la ley (Gál. 3:23-25). El Significado de Abrogar y Cumplir Primero, cumplir significa hacer pleno, completar, llenar, hacer que abunde, proveer o suplir liberadamente; perfeccionar o consumar, llevar hasta el final, llevar a la práctica, llevar a cabo, llevar a la realización (Thayer – 4137 – pleroo [plhrovw]). “hacer repleto, i.e. (literalmente) atiborrar (una red), rellenar (un hueco), o (figurativamente) proveer (o imbuir, difundir, influencia), satisfacer, ejercer (un oficio), terminar (un período o tarea), verificar (o coincidir con una predicción), etc.:- pasar, perfecto, rellenar, suplir, terminar, lleno, llena, atestar, al cabo, completar, completo, completa, cumplidamente, cumplir [Strong]. Mateo 5:18 tiene una palabra diferente en el griego para cumplido (ginomai) a esa que está en 5:17 – cumplir (pleroo). Significa llegar a ser, entrar en existencia, empezar a ser, ser recibido. Thayer pensaba que en 5:18 significaba llegar a ser, llegar, ocurrir, suceder. Strong: “prolongado y voz media de un verbo primario hacer que sea («gen» -erar), i.e. (reflexivamente) llegar (llegar a ser), usado con gran latitud (literalmente, figurativamente, intensivo, etc.):- acabar, acercar, acontecer”. “Cumplir” es usado en Mateo 26:54 (“se cumplirían las Escrituras”), en Mateo 26:56 en el mismo sentido, y en Mateo 3:15 “cumplamos toda justicia”. F.C. Cook en The Bible Commentary dijo que significa “hacer perfecto, completar, un sentido en que la misma palabra es usada, Cap. 23:32”. Philip A. Micklem, en su comentario sobre Mateo, dijo, “Cumplir: así en 3:15. En contraste con derribar y deshacer, cumplir es traer por medio de escenarios sucesivos hasta completar, cfr. Rom. 13:8,10; Gál. 5:14; aquí quizás en el sentido especial de exponer plenamente; cfr. Rom. 15:17; Col. 1:25, y paralelo al Hebreo ‘Gamar’. “Cristo vino para completar el diseño; para llenar lo que estaba predicho; para llevar a cabo lo que estaba pretendido en ellos”. “El propósito de este discurso es representar la antigua dispensación como una preparación para el reino de los cielos. La Ley no es destruida, sino perfeccionada cuando es desarrollada en la iglesia de Cristo con la cual El prometió estar presente, aun hasta el fin del mundo” (F.C. Cook, Editor, The Bible Commentary, comentario de H.L. Mansel sobre Mateo). Ljungman escribió un libro en el cual sostenía que significaba “‘llenar todas las partes, llenar completamente’. ... Pablo hablando ante Agripa declaró, ‘no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder’ (Hch. 26:22)”. (Libro revisado por Eugene S. Tanner, Journal of Biblical Literature, Marzo 1956, pág. 69). Segundo, abrogar significa derribar, tirar abajo (Mat. 24:2), destruir el templo (Mat. 26:61), desvanecerse (Hch. 5:38), destruir (Hch. 5:39), deshacer el tabernáculo del cuerpo (2 Cor. 5:21); y en Mateo 5:17 significa derribar o desvanecer la ley y los profetas. Si Cristo no hubiera cumplido la ley y los profetas, los habría abrogado por medio de fallar en llevar a cabo, cumplir, sus designios tal como pertenecían a El y a Su obra. Hasta Que Pasen el Cielo y la Tierra “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mat. 5:18). ¿Significa esto que cada jota y tílde de la ley permanecerá mientras permanezcan el cielo y la tierra?

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Primero, si esto es lo que significa, significa que pasarán cuando pasen el cielo y la tierra. Si Mateo 5:18 se refiere a cuánto tiempo soportarán, pasarán cuando Cristo vuelva de nuevo, porque entonces el cielo y la tierra pasaran (2 Ped. 3:10,13; Ap. 20:11; 21:1). Sin embargo, los Adventistas del Séptimo Día dicen que “la ley” se refiere al decálogo y que esta voluntad nunca pasará. Por tanto, no pueden argumentar que Jesús está hablando de la duración de la ley en Mateo 5:18. Segundo, si se refiere a la duración de la ley, toda la ley de Moisés y los profetas permanecen mientras permanezcan el cielo y la tierra, porque Cristo habló de ambos, de la ley y los profetas (5:17). Sin embargo, la ley de Moisés no podía continuar permaneciendo, porque si lo hizo, Cristo no podría ser rey y sacerdote, porque mientras la ley tenía sacerdotes que venían de la tribu de Leví, y Cristo vino de la tribu de Judá (Heb. 7:11-14; 8:4). Tercero, Jesús dijo, “hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley”. Si se hubiera detenido aquí, parecería que la ley permanecería mientras el cielo y la tierra permanezcan. Sin embargo, esto obligaría toda la ley de Moisés (porque Jesús no está hablando simplemente del decálogo sino de la división del Antiguo Testamento denominada “ley” y del resto del Antiguo Testamento siendo cubierto por los “profetas”, Mat. 5:18; 7:12), a través de la dispensación del evangelio. No obstante, esto no puede ser, porque no es obligatoria sobre los Cristianos (Col. 2:14-17). Por tanto, para armonizar la cita anterior con al resto del Nuevo Testamento tendría que decir que Cristo no se está refiriendo a la duración de la ley. Además, en el versículo mismo hay una declaración que indica que Jesús no estaba diciendo que la ley durará mientras permanezcan el cielo y la tierra. Jesús terminó la frase diciendo “hasta que todo se haya cumplido” (Mat. 5:18). Esto indicaba que cuando todas las cosas se cumplieran la ley pasaría. Cristo dijo que nada de la ley, y en el contexto también está hablando de los profetas (5:17), pasaría hasta que todo se cumpliera. Si algo de esta ha pasado, todo ha pasado porque nada pasaría hasta que todo fuera cumplido. Todo ha pasado o todo ahora es obligatorio. Sabemos que algo ha pasado (Col. 2:14-17); por tanto, todo ha pasado. J.W. McGarvery dijo, “Que ni una jota o tílde pasaría de la ley hasta que todo se cumpliera, significa que la ley permanecería en todo su vigor hasta el cumplimiento de lo descrito arriba”. Estas cosas me llevan a concluir que el significado de Mateo 5:18 es paralelo a una parte de Lucas 16:17. “Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley”. Esto habla de la certeza de su cumplimiento y no de lo largo de su duración. Este debe ser el significado de Mateo 5:18, o de otra manera contradice otros pasajes que muestran que la ley ha pasado. Mateo 5:18 tiene el pensamiento añadido en cuanto a cuándo pasaría la ley, eso es, cuando todas las cosas fueran cumplidas. Cuarto, alguien puede decir que todas las cosas habladas acerca de Cristo y Su reinado no fueron llevadas a cabo en el ministerio personal y antes de que pasara la ley (Efe. 2:13-16; Col. 2:14-15). Por ejemplo, el profeta David profetizó que Cristo reinaría en medio de Sus enemigos, y reinará hasta que todos Sus enemigos sean vencidos (Sal. 110:1-2). Esto se refiere al reinado actual de Cristo que continúa hasta que el último enemigo, la muerte, sea vencido (Hch. 2:24-25; 1 Cor. 15:24-28). La muerte no será vencida hasta el fin del tiempo (Ap. 20:11-15) — y esto termina el reinado de Cristo como rey y sumo sacerdote – y el reino es entregado al Padre en la eternidad, porque la obra de Cristo ha sido traída a una consumación exitosa. Es obvio que algo de la ley ha pasado antes del reinado de Cristo y su terminación. La Ley Duró Hasta Que Todo Fue Cumplido Los escritores del Nuevo Testamento comprendieron las limitaciones de la ley de Moisés. El hombre no podía ser justificado por la obediencia a la ley de Moisés (Hch. 13:39; Rom. 3:20) o por algún sistema legal que condicionara la salvación a la obediencia perfecta. Sin embargo, la ley sirvió a su propósito. Trajo un conocimiento del pecado (Rom. 3:20; 7:7). Le señaló a la humanidad la venida del Mesías (Gál. 3:24; Rom. 10:3).

5 Jesús vino, no a abolir la ley, sino a cumplirla. La mayoría de las personas sectarias no pueden armonizar esta declaración con las declaraciones en Efesios 2:14-17; 2 Cor. 3:11-16 y Heb. 8:8-13 que discuten la abrogración de la ley Mosaica. Recurren a ideas no bíblicas tales como esta: “Jesús abolió la ley ceremonial pero no la ley moral”. No hay tal distinción entre ley moral y ceremonial reconocida en el Antiguo Testamento. Aquellos que recurren a tales ideas no comprenden la enseñanza de Jesús con respecto a la Antigua Ley. Jesús reconoció que el Antiguo Testamento tenía fuerza obligatoria “hasta que todo se haya cumplido” (Mat. 5:18). Cuando todas las cosas fueran cumplidas, entonces el Antiguo Testamento no continuaría teniendo autoridad obligatoria sobre los judíos. Entonces, ¿qué significa hasta “que todo se haya cumplido”? Este es simplemente otro caso donde un (“todo”) universal es usado, pero que el contexto inmediato en unos casos, y el contexto remoto en otros, muestra que no es realmente universal sino limitado. Algunos ejemplos son: (a) El Salmo 91 dijo que Dios “te guardara en todos tus caminos” (Sal. 91:1112). Jesús demostró que el diablo estaba equivocado al pensar que esto era absolutamente universal. No incluyó los caminos presuntuosos. Este estaba limitado no en el contexto inmediato del Salmo 91:11-12 sino por un pasaje de Deuteronomio 6:16 que decía, “No tentaréis a Jehová vuestro Dios” (Mat. 4:7). (b) “11Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 13Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista” (Mat. 17:11-13; 11:13-14). Elías tipíficaba a Juan el Bautista (Luc. 1:17). No restauró todas las cosas a la condición del huerto del Edén. “Todas las cosas” debe significar todas aquellas cosas que eran necesarias para preparar el camino para el Mesías, lo cual es lo que hizo Juan el Bautista. (c) Cristo literalmente no “atrajo a todos” a El mismo a través de la cruz, sino que es por medio de la cruz que todos son atraídos (Jn. 12:32-33). (d) “... todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor” (Efe. 6:21). ¿Les reveló el significado del 666 en Apocalipsis? ¿Les dijo del día cuando Cristo volverá, lo cual ningún hombre sabe (cfr. Mr. 13:32)? “Todo” era limitado, y el contexto indica que tenía que ver con los asuntos acerca de Pablo que ellos necesitaban saber. (Obviamente no les dijo de todo pensamiento que Pablo tuvo en algún momento, etc.). “El cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones” (Efe. 6:22). (e) “¿No dijo Joel, ‘Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,’ queriendo decir todos los hombres y mujeres de la tierra?” El profeta dijo, ”Derramaré de mi espíritu sobre toda carne”. ¿Cuál es el significado de “toda carne”? En primer lugar, “toda carne” no podrá literalmente significar toda carne. Pablo, por el Espíritu Santo, dice, “No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves” (1 Cor. 15:39). Ciertamente, estaremos de acuerdo en que el bautismo del Espíritu Santo no fue prometido a los animales. Pero, alguien sugiere, “toda carne” significa toda “carne humana”. Esto no está mejor, porque “toda carne humana” incluiría a los borrachos, los fornicarios, los reprobados y todos los pecadores. Ciertamente, ningún estudiante de la Biblia defenderá la teoría de que todos los seres humanos van a recibir el bautismo del Espíritu Santo. Entonces la declaración, “toda

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carne”, debe tener una aplicación definida, su significado siendo ese de todas las razas, tanto Judíos como Gentiles. Cuando Joel hizo la profecía, los Judíos y los Gentiles eran pueblos separados. Los Gentiles estaban separados del pacto de la promesa. Pablo escribió, “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efe. 2:11-12). Aun la Antigua Ley, que iba a ser abolida, era una barrera entre el Judío y el Gentil: “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre” (Efe. 2:14-18). También lea Col. 2:13-15. NO TODOS LOS JUDIOS Y GENTILES. No debemos concluir, sin embargo, que “toda carne” significa todos los Judíos y Gentiles. Como ya se señaló, eso incluiría a todos los pecadores. No puede haber sino una respuesta; que es, la promesa fue dada a los representantes de ambos, de los Judíos y los Gentiles. La promesa del bautismo del Espíritu Santo fue limitada por Cristo, el administrador; limitada a “toda carne”, a los representantes de ambos, de los Judíos y los Gentiles. La medida bautismal del Espíritu Santo fue administrada a los Judíos, como se discute desde el segundo capítulo de Hechos, en el día de Pentecostés, mientras los especiales dones milagrosos del Espíritu Santo fueron administrados a los Gentiles en la casa de Cornelio (Hechos 10:44-47). Por tanto, “toda carne” ha recibido la administración milagrosa del Espíritu Santo. A la luz del contexto de Mateo 5:18, como también del contexto remoto, Jesús hacía referencia al cumplimiento de todas las cosas que vino a hacer en Su ministerio personal para hacer posible la venida de Su reino y la abolición de la ley. El dijo que estaba hablando con referencia a lo que vino a hacer durante Su ministerio personal. ¿Dónde dijo esto? “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mat. 5:17). Estaba hablando de Su venida a la tierra y del propósito para el cual vino. Hizo todo lo que vino a hacer. Lo hizo todo. Cumplió con todo. Hizo posible la venida del reino y la abolición de la ley. En la cruz había hecho todo lo que vino a hacer, porque dijo, “Consumado es” (Jn. 4:34; 5:36; 17:4; 19:30). Había llevado a cabo todo lo que vino a hacer en Su ministerio personal. Sin embargo, aun no había aparecido en el cielo y hecho la purificación por nuestros pecados, no se había sentado a la diestra de Dios. Hizo esto después de Su ascensión (Heb. 1:3,13; 10:12-13). El mundo fue informado de esto en Pentecostés (Hch. 2:30-36). Todas las cosas que fueron necesarias para la abolición de la ley y la venida del reino habían sido llevadas a cabo en la etapa de la promesa, la profecía y los tipos (desde la etapa de lo no cumplido hasta lo cumplido), y la ley y los profetas pasaron y se dio inicio al nuevo pacto. Ni una sola cosa que profetizaba de El, falló, ni una jota ni una tílde, que vino a cumplir en Su ministerio personal. Todo fue cumplido. Por tanto, no solo algo sino toda la ley y los profetas pasaron, porque habían sido cumplidos. No pasaron una jota o tilde por momentos, sino que todo pasó cuando Cristo hizo lo que vino a hacer y apareció en el cielo para hacer la purificación por nuestros pecados (Heb. 1:3,13).

7 ¿Todo se ha cumplido? Si, este fue el propósito expreso de Jesús hacia la ley (Mat. 5:17). La ley, incluyendo los Diez Mandamientos, habiendo cumplido su propósito por medio de traernos a Cristo, ha sido abrogada como ley por Su muerte en la Cruz (Gál. 3:19-25; Col. 2:14-17). No sacrifique su libertad en Cristo por medio de retornar a la esclavitud de la ley. “Consumado es” (Jn. 19:30) El texto de Juan 19:30 dice: “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”. En su comentario del evangelio de Juan, dice el hermano Wayne Partain: La expresión consumado es traduce la palabra tetelestai que significa “llevado a su fin completo y perfecto”. El propósito divino de su venida al mundo fue perfecta y completamente llevado a cabo. Esto es de mucho consuelo para todo el mundo, porque la muerte de Cristo pagó el precio de nuestra redención (Hch. 20:28; Efes. 5:25-27; 1 Ped. 1:18, 19). Al morir en la cruz Cristo destruyó “al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” para “librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Heb. 2:14, 15). “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera” (12:32). Dios dijo a la serpiente (Gén. 3:15), que la simiente de la mujer “te herirá en la cabeza”. Esta promesa fue cumplida cuando Jesús dijo, Consumado es.

[Notas Sobre el Evangelio de Juan, por Wayne Partain, Pág. 164].

Habiendo recibido el vinagre Jesús dijo, “Consumado es”. Como Jesús lo vio, toda la obra de redención (la obediencia activa y pasiva, el cumplimiento de la ley y llevando su maldición) había sido llevada a su término. Si alguien objetara diciendo que la sepultura aun no había ocurrido y que esto también (como también el reposo en la tumba hasta el momento de la resurrección) era parte de la humillación de Cristo, la respuesta sería muy sencilla: en la mente de Cristo al sepultura era tan segura que puede hablar como si eso también ya hubiera ocurrido. Véase también en esta conexión, Jn. 17:4 y Jn. 17:11. Hacer la voluntad de su Padre había sido su deleite principal (cfr. Jn. 4:34; 5:30; 6:38; 8:50). Había llevado a cabo la misión que el Padre le había asignado. Había llevado esta tarea a su predestinado objetivo. Lo había cumplido y terminado (cfr. Jn. 4:34; 17:4). Históricamente hablando, aun no había sufrido la cruz, pero tenía el derecho a hablar como si este sufrimiento ya hubiera sido padecido, así de seguro estaba que lo padecería. Nuestro Señor declaró en Jn. 4:34 – “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”, es decir, que lleve esta obra a su objetivo predestinado; cumplir y terminarlo. En la noche de la última cena, pocas horas antes de Su muerte en la cruz, Jesús, usando un participio del mismo verbo, dijo, “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Jn. 17:4). Un verbo que en último término se derivó de la misma raíz usada en Jn. 19:28,30, hablado cuando Jesús inclinó su cabeza y entregó su espíritu: telestai, eso es., “Consumado es” o como lo vierten otras versiones – “todo se ha cumplido” (cfr. BAD; NBJ; BL95; BLS; BNP; LPD; NVI; PDT; SA; T. Amat). Dice el diccionario griego con respecto al término “consumado”:

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Anotaciones

“ (televw, 5025), acabar, llevar a su fin (, fin). Significa con frecuencia no meramente acabar una cosa, sino llevarla a su plenitud. Se traduce con el verbo consumar en Jn 19.28, donde se halla en el original en tiempo presente, lo mismo que en el v. 30: ‘Consumado es’”. Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, Vol. 1, pág. 313, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.



La obra que Dios le encomendó a su Hijo para llevar a cabo (Jn. 17:4(, y como El mismo lo expresó en Mat. 5:18 – “... ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”, habiendo cumplido todo, hizo que la ley pasara y ya no estamos bajo ella, pues El mismo confirmó el cumplimiento de ella (cfr. Jn. 19:28,30). ¿Cómo cumplió Cristo la ley y los profetas? Más de una cosa estaba involucrada. La Promesa, Las Profecías, y los Tipos Primero, Cristo cumplió las predicciones que pertenecían a Su manifestación y obra en la tierra (Luc. 24:25-27, 44-47; Isa. 53; Hch. 8:32-35). Segundo, Cristo cumplió los tipos que eran necesarios que El cumpliera para quitar el antiguo pacto y traer el nuevo (Col. 2:17; Heb. 9:9,23,24; 10:1-20). No regresamos a la sombra (Col. 2:16-17), sino que adoramos en Espíritu y en verdad (Jn. 4:20-24; Heb. 9:9-10; 10:1,3,4,10,14,17,18,19,20). Tercero, Cristo cumplió la promesa (Gén. 22:17,18; Gál. 3:8,17,18,19,2325,26-29). Jesús Cumplió la Ley Jesús vino a cumplir la ley. Varias veces los escritores inspirados designaron que algo le había sucedido a Jesús de manera que la ley pudiera ser cumplida (Mat. 26:56; cfr. Luc. 24:44; Hch. 13:29; Rom. 10:4). Aquí están algunas de las formas en que Jesús cumplió la ley: 1. Cumplió las profecías del Antiguo Testamento (Luc. 24:44). Nació de una virgen (Isa. 7:14), en Belén (Miq. 5:2); era Dios con nosotros (Isa. 9:6). Obró milagros (Isa. 35). Sufrió vicariamente para que nuestros pecados pudieran ser perdonados (Isa. 53). Estableció Su reino en los días de los reyes romanos (Dan. 2:44). Ciertamente, Jesús cumplió Sacrificios del Antiguo Testamento Sacrificios del Nuevo Testamento las profecías del Antiguo Testamento, de manera que cuando murió en HOLOCAUSTOS JESUS NUESTRA EXPIACION la cruz pudo decir, “Consumado a. Macho sin defecto (Lev. 1:3). a. Sin mancha (Heb. 4:15). es” (Jn. 19:28-30). b. Ofrecido continuamente (Ex. b. Ofrecido de una vez por todas 29:38-39). c. Para expiación (Lev. 1:4).

LIBACIONES (Oblación) a. Lev. 2: una ofrenda a Dios en reconocimiento agradecido de que todo se lo debe a Dios. OFRENDAS DE PAZ a. Propósito: indica un derecho de relación con Dios; expresa comunión y agradecimiento (Lev. 7:12).

(Heb. 9:28; 10:9-11). c. Para hacer la expiación (Heb. 9:12). JESUS NUESTRO PAN DE VIDA a. Jesús nuestro pan de vida (Jn. 6:35). b. Sin él no podemos hacer nada (Jn. 15:5). JESUS ES NUESTRA PAZ a. Jesús es nuestra paz (Efe. 2:14). b. Entramos en comunión con Dios a través de El (1 Jn. 1:3).

2. Cumplió todo lo que estaba tipificado por los sacrificios del Antiguo Testamento. Los sacrificios del Antiguo Testamento prefiguraron el sacrificio de Cristo en la cruz. (Para un desarrollo más extenso de este tema, véase “Nuestro Un Sacrificio”, en el libro de Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret, por Jerry Fite). Véase el diagrama a la izquierda: Efectivamente, Jesús cumplió

9 todo lo que estaba prefigurado por los sacrificios del Antiguo Testamento.

Anotaciones

3. Jesús cumplió todo lo que estaba tipificado por el tabernáculo de adoración. La adoración del Antiguo Testamento en el tabernáculo fue revelada divinamente por Dios para prefigurar el verdadero tabernáculo del cual era tipo (Heb. 8:2). El tabernáculo estaba dividido en dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo. (Véase el diagrama a continuación).

Altar Lugar del Santísimo Incienso

Mesa del Pan de la Proposición

Lugar Santo

Arca del Pacto

Fuente de Bronce

Candelabro

El pueblo no podía entrar en ninguno de ellos; solamente podían acercarse al altar de los holocaustos. El sacerdote podía entrar al lugar santo todos los días para mantener encendido el incienso. Una vez al año, el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo para hacer expiación por el pecado. 6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; 8dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. 9Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ... 23Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios (Heb. 9:6-9, 23-24).

Por cierto, Cristo cumplió eso que estaba tipificado por el tabernáculo de adoración. 4. Cristo cumplió los preceptos del Antiguo Testamento por medio de Su propia obediencia perfecta. Las Escrituras enseñan la pureza de Jesús (Heb. 4:15; 1 Ped. 2:20-22). Demostró en su vida la justicia que la ley requería. Consecuentemente, podemos ver que Jesús no vino a destruir la ley en absoluto. Vino a cumplirla, por medio de hacerlo así, confirmó la ley como siendo de Dios (Rom. 3:31). Jesús era para la ley lo que un matrimonio es para un compromiso, una flor para un retoño, y lo que una pintura terminada es para una silueta. Cuando un compromiso termina en matrimonio, un retoño produce una flor, y una silueta es terminada en una pintura, el compromiso, el retoño, y la silueta no son destruidos; llevan a cabo su deseado propósito y son dejados atrás para que esa forma completa pueda existir. De manera similar, Cristo “es el fin de la ley, para justicia a todo aquel que cree” (Rom. 10:4).

Altar de los Holocaustos

10 La Ley Cumplida Fue Abrogada

Anotaciones

Una vez que la ley fue cumplida, fue reemplazada por la ley de Cristo. La ley del Antiguo Testamento dada por Moisés “pereció” (2 Cor. 3:11). Jesús “abolió en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas ...” (Efe. 2:15). El anuló “el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col. 2:14), liberándonos de esta manera de la obligación de guardar el día de reposo o los otros días santos del Antiguo Testamento y reconocer la distinción entre alimentos puros e inmundos (Col. 2:17). En cumplimiento de la profecía de Jeremías (31:31-34), Jesús quitó del camino al antiguo pacto para que pudiera establecer el nuevo pacto (Heb. 8:8-13). 1. El sacerdocio: Del sacerdocio levítico al sacerdocio de Cristo. 2. El sacrificio: De los sacrificios animales al cuerpo de Cristo. 3. El día de adoración: Del día de reposo al primer día de la semana. 4. El lugar de adoración: Del templo a cualquier lugar. 5. Los artículos de adoración: De los artículos de la adoración en el templo a aquellos del N.T. (Hch. 2:42). 6. Las ordenanzas: De las ordenanzas del A.T. a las ordenanzas del N.T. (Hch. 2:42 – la doctrina de los apóstoles; Hch. 15:23-29).

Puesto que el antiguo pacto ha sido removido, vemos estas cosas que han cambiado: A causa de este cambio de ley, lo que era obligatorio en el Antiguo Testamento no continúa siendo obligatorio hoy día sobre los Cristianos. Lo que sea enseñado y practicado debe estar autorizado por el Nuevo Testamento. Aquellos que buscan autoridad del Antiguo Testamento para un sacerdocio separado, quemar velas e incienso, grupos corales, instrumentos mecánicos de música, etc. yerran de las Escrituras y caen de la gracia (Gál. 5:4). Conclusión Efectivamente, Jesús cumplió la ley. Habiéndola cumplido, hizo posible para nosotros la justificación, no a través de la sangre de toros y machos cabríos, sino a través de Su propia sangre. Nos colocamos delante de Dios con temor reverencial de Su maravillosa obra de redención, concebida en la mente de Dios, prefigurada en el Antiguo Testamento, y llevada a cabo en Jesucristo. ¡Gloria a Dios en las alturas! 2011