hacia las Ciencias Sociales

Unidad 1 puentes textuales hacia las Ciencias Sociales Homero y el origen de la literatura occidental La literatura occidental comienza con Homero (...
2 downloads 5 Views 503KB Size
Unidad 1

puentes textuales

hacia las Ciencias Sociales Homero y el origen de la literatura occidental La literatura occidental comienza con Homero (poeta griego nacido alrededor del año 850 a. C.) y sus epopeyas más famosas: la Ilíada y la Odisea. La Ilíada es una epopeya en la que se narran las hazañas de héroes como Aquiles, Héctor, Áyax y Odiseo (o Ulises, versión latina de su nombre griego) durante la guerra de Troya. Este último personaje es el protagonista de la Odisea, epopeya en la que el héroe realiza un difícil viaje, tras veinte años de ausencia, para regresar a Itaca, su hogar. Hasta hoy se discute el nivel de veracidad histórica de estas epopeyas y muchas conjeturas y teorías surgen al respecto.

La fascinación permanente por Troya Trevor Bryce La ciudadela con la cual se asocia el nombre de Troya se encuentra en el rincón noroeste de Anatolia, en la región llamada Tróade, identificada de esta manera por los escritores grecorromanos, quienes creían que toda el área estuvo bajo el control troyano. La Tróade constituye una unidad geográfica claramente definible. Está delimitada en tres partes por el mar —el Helesponto (actualmente los Dardanelos) en el norte, y el mar Egeo en el oeste y en el sur—. Toda el área es montañosa y dominada en el sur por el macizo del monte Ida. Tiene dos ríos mayores, el Simois y el Escamandro. En la confluencia de estos ríos se ubica el sitio de Troya propiamente tal, en un montículo llamado Hisarlik, el término turco moderno para denominar a una fortaleza.

►►Giovanni Domenico Tiepolo. (1773). La entrada del caballo de Troya. A unos siete kilómetros al norte de la ciudad se encuentra un canal marítimo natural que une el mar Egeo con la Propóntide (actualmente mar de Mármara), al que los griegos de la época clásica llamaban el Helesponto (actualmente Dardanelos). En alguna parte del terreno aluvial1 que se encuentra entre ambos puede haberse ubicado la bahía troyana de la Edad del Bronce. En todo caso, el profesor Korfmann, director de las excavaciones en Hisarlik desde 1988, cree que la bahía de la ciudad fue el profundo y protegido fondeadero2 en bahía de Besik, ubicada a 8 kilómetros al suroeste de Hisarlik. Es posible que hubiese facilidades para contar con una bahía en ambos lugares.

1. aluvial: producto del sedimento arrastrado por las lluvias o las corrientes. 2. fondeadero: lugar de profundidad suficiente para que una nave pueda desembarcar.

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 13

13 19-12-13 17:55

LECTURA Por casi 3.000 años, la historia de la guerra de Troya ha provisto una de las fuentes más ricas de inspiración para el arte y la literatura del mundo occidental. Entre los antiguos griegos y romanos, los episodios del relato homérico de la guerra ofrecieron muchos temas para la expresión artística y la reflexión filosófica. La historia de la destrucción de Troya proveyó al poeta Virgilio con el punto de inicio para su gran poema épico la Eneida, cuyo logro fue templado y probablemente enriquecido por sus motivos políticos subyacentes3. En el arte y la literatura europea posterior, la tradición capturó, una vez más, la imaginación de una serie de escritores, artistas, filósofos y teóricos políticos.

►►Supuesta máscara de

Agamenón, objeto arqueológico descubierto por Heinrich Schliemann en la acrópolis de Miscenas. (Wikimedia Commons)

Pero tras las reflexiones artísticas de la tradición, desde los tiempos de los clásicos griegos ha existido una pregunta permanente: ¿Tuvo realmente lugar la guerra de Troya? En la historia de los estudios clásicos, ya sea entre los antiguos o los modernos, casi no ha habido un tiempo en el que esta interrogante no haya sido planteada. En años recientes, los estudiosos de Homero han dedicado muchos esfuerzos a especular4 en torno a si existe o no alguna base histórica para la tradición de la guerra de Troya. La tradición ha sido objeto de un escrutinio5 detallado en un importante número de conferencias internacionales y le han sido dedicados numerosos libros, artículos y programas en los medios de comunicación, así como también una devastadora épica hollywoodense. La fascinación con la posibilidad de que el relato homérico de la Ilíada se base en un hecho histórico está destinada a continuar y los estudiosos seguirán buscando la verdad detrás de la leyenda. Más aún, las excavaciones en el cerro de Hisarlik proveyeron, aparentemente, una ubicación física específica al conflicto, la que pareció disipar para siempre la creencia de que la Ilíada no era más que una ficción literaria.

3. subyacente: cosa que está debajo u oculta tras otra. 4. especular: reflexionar con hondura o teorizar. 5. escrutinio: examen y averiguación exacta y diligente que se hace de algo para formar juicio de ello.

14

Hay estudiosos que creen firmemente que la historia de la Ilíada está basada en hechos, que hubo, en efecto, un gran conflicto entre los griegos de la Edad de Bronce y los troyanos, que los griegos estaban unidos bajo el comando de Agamenón, que hubo una multitudinaria armada griega de 1.000 o más naves (1.186 para ser precisos) y que la causa del conflicto fue el rapto de Helena de Esparta por parte del príncipe troyano Paris. Schliemann, por de pronto, no tenía ninguna duda a este respecto.Tampoco las tenía Carl Blegen, el arqueólogo norteamericano que prosiguió con las excavaciones en Hisarlik desde 1932 hasta 1938. Blegen comentó:“Ya no puede ponerse en duda cuando uno se atiene al estado de nuestro conocimiento actual, que efectivamente hubo una guerra de Troya, en la cual una coalición de aqueos o micénicos, bajo un rey cuya jefatura suprema era reconocida, combatió contra el pueblo de Troya y sus aliados”. Sin embargo, otros estudiosos son escépticos. El Dr. Hiller comenta: “Nuestra fe en una histórica guerra de Troya está fundada sobre todo en Homero, pero Homero no fue un historiador. Antes

Heinrich Schliemann (1822-1890) fue un comerciante alemán y pionero en la arqueología de campo, quien dedicó la mayor parte de su carrera a encontrar y validar el lugar donde estuvo la ciudad de Troya.

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 14

19-12-13 17:55

Unidad 1 que nada fue un poeta y lo que él relata no es historia, sino mito”. […] Se ha sugerido una serie de razones para un supuesto asalto micénico, o una serie de asaltos en contra de Troya, la mayor parte de ellos bastante más simples que el deseo de venganza de un marido deshonrado y la recaptura de una bella reina micénica. Es probable que la agresión se debiese a una disputa por el uso del Helesponto por los barcos mercantes griegos. Troya podría haber usado su posición estratégica en el Helesponto para impedir la navegación de las naves griegas a través de los estrechos del mar Negro o para imponer pesadas cargas a los barcos a los que les permitía el paso. Su ubicación en una supuesta ruta mayor que unía Anatolia con Europa central puede también haberla convertido en un atractivo objetivo para la conquista griega. Es probable que la guerra haya tenido algo que ver con los intentos para ganar el control sobre las excelentes reservas de peces provistas por el Helesponto. […] Pero todas las especulaciones sobre las posibles razones de un conflicto griego-troyano nos devuelven a la cuestión básica de si la tradición respecto de la guerra de Troya tiene bases históricas auténticas.

►►Edward Poynter. (1885).

El supuesto de que las épicas de Homero fueron, en un cierto sentido, el resultado final de varios siglos de tradición oral, descansa en la evidencia de los baladistas y trovadores desempeñándose como animadores en los banquetes de los reyes micénicos y de los nobles. El análisis de una parte significativa del cuerpo de la poesía micénica ha sido abordado por Webster, quien señala que es posible suponer que había tres formas principales de poesía en cada palacio micénico: canciones de culto, canciones sobre los grandes reyes del pasado cantadas en la conmemoración de sus aniversarios, y canciones en los banquetes, las cuales hacían referencia a situaciones del presente, pero con un fuerte énfasis en las proezas del actual rey local.

Helena.

¿Pero podemos determinar un punto de partida específico para la tradición Homérica? Las fuentes griegas asignan varias fechas distintas a la Guerra de Troya, mayoritariamente entre el siglo XIII y el inicio del XII. Al mismo tiempo, se ha argumentado que en la Ilíada hay elementos lingüísticos, así como de otros tipos, que bien podrían datarse del siglo XIV. A partir de un estudio de un número de pasajes en el poema, es posible concluir que las muertes de los héroes “homéricos” Héctor y Patroclo ya eran cantadas en los siglos quince o catorce. La épica homérica, entonces, contenía elementos más antiguos en un siglo, o quizás mucho más aún, del período en que se indica que la Guerra de Troya pudo haber tenido lugar. Bryce, T. (2001) La fascinación permanente por Troya. En El Reino de los Hititas. Madrid: Cátedra. (Fragmento y adaptación)

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 15

15 19-12-13 17:55

LECTURA

Alessandro Baricco (1958) es un periodista, novelista y dramaturgo italiano, autor de Tierras de cristal (1991), Seda (1996) y La historia de Don Juan (2012), entre otras obras.

Antes de la lectura La Ilíada y la Odisea desde una mirada actual La obra homérica se ubica en el paso hacia la literatura escrita, pues, antes de ellas, los trovadores se valían de su memoria y experiencia para relatar al pueblo la historia de sus comunidades. Esta idea es la que motiva a Alessandro Baricco para escribir una actualización de estas obras homéricas. Señala Baricco en el prólogo de Homero, Ilíada que el texto se originó a partir de la idea de leer en público, durante horas, toda la Ilíada. Luego advirtió que tal empresa era demasiado ambiciosa y decidió adaptar el texto para una lectura pública. Realizó cuatro tipos de acciones: • Edición y creación de secuencias más concisas. Además eliminó las apariciones de los dioses para que los hombres tuvieran la responsabilidad de las acciones. • Adecuación de estilo, léxico, ritmo y coherencia a un público contemporáneo. • Dividió los capítulos por personajes y utilizó la narración en primera persona. • Insertó algunas adiciones, como “Demódoco”, que es parte de la Odisea. • El texto modificado fue leído en público en Roma y Turín en el año 2004.

Los aedos, rapsodas o cantores épicos Baricco buscó emular a los aedos, cantantes profesionales de la antigua Grecia que contaban las proezas de los héroes. Se encargaban de traspasar el acervo histórico de una cultura, transferir las pautas de comportamiento y transmitir los elementos más significativos de un pueblo.

Actividad 1. Junto con un compañero, discutan sobre lo que saben del caballo de Troya. Si no poseen información precisa sobre este tema, investiguen en la biblioteca. 2. ¿Qué o quiénes, en tu opinión, cumplen en la actualidad la función de rapsodas? Fundamenta con ejemplos. ¿Sabías que para que las canciones o poemas cantados se fijaran en la mente de las personas se utilizó como recurso, además de la reiteración de palabras, una estructura de sonidos acústicamente idénticos? Con ese fin se creó el habla rítmica, que aporta el elemento monótono y memorizable, independiente del significado.

16

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 16

19-12-13 17:55

Unidad 1

Demódoco Alessandro Baricco Mucho tiempo después de estos acontecimientos, yo estaba en la corte de los feacios y hasta allí llegó, náufrago, procedente del mar, un hombre misterioso y sin nombre. Fue acogido como un rey, y fue honrado con todos los ritos de la hospitalidad. Durante el suntuoso1 banquete que fue preparado para él, yo canté las aventuras de los héroes, porque soy un aedo, y cantar es mi oficio. Aquel hombre escuchaba, sentado en su puesto de honor; me escuchaba en silencio atentamente, emocionado. Y cuando acabé, cortó un pedazo de carne para mí y me lo ofreció, diciéndome: «Demódoco, alguna musa, hija de Zeus, fue tu maestra, porque cantas con arte perfecto las hazañas de los héroes aqueos2. Me gustaría escuchar en tu voz la historia del caballo de madera, la trampa que el divino Ulises ideó para destruir Ilio. Cántala y yo les diré a todos que te enseñó a cantar un dios». Eso fue lo que me pidió aquel hombre sin nombre. Y esto fue lo que canté, para él y para todos: Ya había transcurrido el décimo año y todavía duraba la guerra entre aqueos y troyanos. Las lanzas estaban cansadas de matar; las correas de los escudos, desgastadas, se rompían; y las cuerdas de los arcos, agotadas, dejaban caer las flechas veloces. Los caballos, envejecidos, pastaban doloridos, con la cabeza gacha, los ojos cerrados, añorando a los compañeros con los que habían corrido y luchado. Aquiles yacía bajo tierra, junto a su amado Patroclo; Néstor lloraba a su hijo Antíloco, Ayante de Telamón vagaba en el Hades después de haberse matado; había muerto Paris, origen de toda desventura, y vivía Helena junto a su nuevo esposo, Deífobo, hijo de Príamo. Los troyanos lloraban por Héctor, y por Sarpedón, y por Reso. Diez años. Y Troya todavía se erguía3 intacta, protegida por sus murallas invencibles. Fue Ulises el que inventó el final de esa guerra infinita. Le ordenó a Epeo que construyera un gigantesco caballo de madera. Epeo era el mejor, cuando se trataba de construir artilugios4 o maquinaria de guerra. Se puso manos a la obra. Hizo que trajeran desde las montañas muchos troncos de árbol, era la misma madera con la que tantos años antes los troyanos habían construido las naves de Paris, origen de toda desventura. Epeo la utilizó para construir el caballo. Empezó haciendo el vientre, amplio y hueco. Luego fijó el cuello y en la crin de color púrpura hizo que vertieran oro puro. En lugar de ojos engastó piedras preciosas: brillaban juntas la verde esmeralda y la amatista de color sangre. En las sienes colocó las orejas, erguidas, como si estuvieran escuchando el toque de la trompeta de guerra. Luego montó el lomo, los ijares5 y, al final, las patas, doblándolas en las rodillas, como si estuviera lanzado a la carrera, una carrera inmóvil pero de verdad. Los cascos eran de bronce, cubiertos con escamas brillantes de tortuga. En el

1. suntuoso: grande, costoso. 2. aqueo: griego, perteneciente o relativo a la región griega del norte del Peloponeso, o a la Grecia antigua. 3. erguir: levantar, poner derecho algo. 4. artilugio: mecanismo o artefacto de cierta complejidad. 5. ijar: cavidad ubicada entre las costillas y la cadera.

Durante la lectura • ¿Por qué crees que Ulises está descrito como “un hombre misterioso y sin nombre”? • ¿Para qué crees que Ulises mandó a hacer el caballo?

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 17

17 19-12-13 17:55

LECTURA

6. zarpar: acción de un barco cuando sale del lugar en que estaba atracado. 7. descollar: sobresalir, destacarse.

costado del animal, el genio de Epeo colocó una pequeña puerta, invisible, y montó una escalera que, cuando fuera necesario, podía servir para subir y bajar a los hombres, y que luego desaparecía dentro del caballo. Trabajaron durante días. Pero al final, gigantesco, apareció ante los ojos de los aqueos el caballo, admirable y terrorífico. Entonces reunió Ulises a los príncipes en asamblea. Y con aquella voz grave, de la que él solo era capaz, empezó a hablar. «Amigos, vosotros seguís confiando en vuestras armas y en vuestro coraje. Pero mientras tanto vamos envejeciendo aquí, sin gloria, consumiéndonos en una guerra sin fin. Creedme: será con la inteligencia, y no con la fuerza, como nosotros conquistaremos Troya. ¿Veis ese magnífico caballo de madera construido por Epeo? Escuchad mi plan: algunos de nosotros entraremos ahí dentro, sin miedo. Todos los demás, después de haber quemado los campamentos, dejarán desierta la playa, zarpando 6 mar adentro hasta ir a esconderse tras la isla de Ténedos. Los troyanos tienen que creer que nos hemos marchado de verdad. Verán el caballo: lo tomarán como un homenaje a su valor, o como un regalo para la diosa Atenea. Confiad en mí: lo llevarán detrás de las murallas y eso será su fin». Así habló. Y lo escucharon. Y confiaron en él. Echaron a suertes quiénes serían los que entrarían en el caballo. Y la suerte señaló a cinco de ellos: Ulises, Menelao, Diomedes, Anticlo y Neoptólemo, que era hijo de Aquiles. Los hicieron entrar en el caballo, y luego cerraron la pequeña puerta que Epeo había construido en la madera. Se colocaron tendidos en la oscuridad, con la angustia en su corazón. Parecían animales que, aterrorizados por una tempestad, se habían refugiado en su madriguera y se mantenían esperando el regreso del sol, atormentados por el hambre y la tristeza. Los demás esperaron a que llegara la noche y, cuando se hizo oscuro, destruyeron sus campamentos y echaron las naves al mar. Antes de que llegara el alba estaban en mar abierto y desaparecieron tras la isla de Ténedos. En la playa, donde el inmenso ejército había vivido durante diez años, no quedaron más que armazones humeantes y cadáveres. Entre las primeras sombras del día naciente los troyanos vieron, a lo lejos, el humo de las hogueras. Alta se levantó la voz de que los aqueos habían huido, y por mil veces fue repitiéndose de uno a otro, gritando con esperanza y alegría cada vez mayores. Salieron de las murallas, primero de uno en uno, luego en grupos cada vez más numerosos, y cruzaron la llanura para ir a ver. Cuando llegó Príamo, rodeado por los ancianos de Troya, lo que vio fue una inmensa playa abandonada, en medio de la que descollaba7 un gigan-

Durante la lectura • ¿Qué efecto crees que produce en los oyentes el que se destaque la voz grave de Ulises?

18

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 18

19-12-13 17:55

Unidad 1 tesco caballo de madera. Todos se agruparon en torno a aquella maravilla: algunos, por el odio que sentían hacia los aqueos, querían echarla al mar o destrozarla a hachazos; pero otros, hechizados por la belleza del caballo, aconsejaban que lo consagraran a los dioses y que lo llevaran a la ciudad para que se convirtiera en el magnífico monumento a la guerra que habían ganado. Y al final fueron estos los que prevalecieron, porque los hombres son miserables, y no les es dado ver el futuro, sino tan solo vivir inmersos en la niebla del presente. Empujaron el caballo, sobre rápidas ruedas, por toda la llanura, escoltándolo con cánticos y bailes. Altos ascendían los gritos de los hombres que tiraban de las gruesas sogas, y que con inmensas dificultades arrastraban hacia su refugio al animal de venenosas entrañas. Llegados a las murallas, tan enorme era el caballo que tuvieron que ensanchar las puertas para que pudiera entrar en la ciudad. Pero incluso esto fue hecho entre bailes y cánticos, mientras una alfombra de flores caía por donde iba a pasar el animal, y vertían miel y perfumes por doquier. Fue entonces cuando apareció Casandra, la hija de Príamo a la que los dioses le habían infligido8 la fortuna de leer el futuro y la desgracia de no ser creída nunca. Apareció hecha una furia, en medio de toda aquella fiesta, arrancándose el pelo y los vestidos y gritando: «Miserables, ¿qué es este caballo de desgracia que arrastráis como locos? Estáis corriendo hacia la más profunda de vuestras noches. Este animal está preñado de guerreros enemigos y los parirá por la noche, bajo la mirada afectuosa de Atenea, depredadora de la ciudad. Y un océano de sangre correrá por estas calles, arrastrándolo todo en una gran oleada de muerte. Ay, amada ciudad de mis ancestros, tú pronto serás ceniza ligera en el viento. Padre, madre, os lo suplico, recobrad la cordura9 y alejad el horror de todos nosotros. Destruid ese caballo, prendedle fuego, y entonces sí que podremos festejarlo, con cánticos y bailes. Solamente entonces nos entregaremos a la alegría por la libertad recobrada, la libertad que tanto amamos». Casandra gritaba. Pero nadie quiso escucharla. Y su padre, Príamo, con violencia la reprendió10: «Profetisa de desgracias, ¿qué maligna divinidad te ha poseído esta vez? ¿Te molestaba nuestra alegría? ¿No podías soportar que celebráramos en paz este día de libertad, tan esperado? La guerra ha acabado, Casandra. Y este caballo no es una desgracia, sino un digno presente para

8. infligir: imponer un castigo. 9. cordura: prudencia, juicio. 10. reprender: corregir, amonestar a alguien desaprobando lo que ha dicho o hecho.

Durante la lectura • ¿Qué habrías hecho tú en la situación de los troyanos al encontrarse con el caballo de Troya? ►►Evelyn De Morgan. (1898) Cassandra.

Casandra es hija de Príamo y de Hécuba. Una de las versiones indica que Apolo se enamoró de ella y que a cambio de casarse con él, le pidió obtener el don de profetizar. Apolo accedió, pero ella no cumplió su palabra. En consecuencia, Apolo determinó que no se dieran por ciertas sus profecías. Desde ese momento se le creyó loca. El mito se ha rescrito en innumerables ocasiones y en diferentes géneros. El psicoanálisis, por su parte, habla del “síndrome de Casandra” para describir a quienes creen conocer el futuro, pero no pueden evitarlo.

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 19

19 19-12-13 17:55

LECTURA

11. centinela: soldado que vela guardando el puesto que se le encarga. 12. rosácea: de color parecido al de la rosa. 13. implacable: que no se puede aplacar, suavizar, mitigar. 14. cítara: instrumento musical antiguo semejante a la lira, pero con caja de resonancia de madera.

Durante la lectura • ¿Qué habrías hecho en el lugar de Casandra al saber que nadie creería nunca tus presagios? • ¿Qué piensas acerca del actuar de Ulises en contra de Anticlo?, ¿qué habrías hecho tú en su lugar? • ¿Qué significa la expresión “Viuda de sus guerreros, la ciudad empezó a vomitar cadáveres”?

20

Atenea, patrona de nuestra ciudad. Márchate. Vuélvete al palacio, ya no te necesitamos. Desde hoy, a la sombra de las murallas de Troya ya no tiene que existir el miedo, sino solo la alegría, y la fiesta, y la libertad». Así fue arrastrada Casandra hasta la oscuridad de palacio, por la fuerza. En sus ojos ya ardía Troya, en las altas llamaradas de la ruina. Al caballo lo llevaron delante del templo de Atenea y lo depositaron sobre un alto pedestal. Alrededor, el pueblo se entregó a una alegría desenfrenada, abandonándose a la locura y olvidándose de toda precaución. En las puertas, ya solo vigilaban unos pocos centinelas11, prisioneros de una guerra que se creía terminada. Ya al final, en la rosácea12 luz de la puesta de sol, salió de palacio Helena de Argos, soberbiamente engalanada. Bajo los ojos admirados de los troyanos, atravesó la ciudad y llegó a los pies del descomunal caballo. Luego hizo algo raro. Dio tres vueltas a su alrededor, imitando las voces de las esposas de los héroes aqueos escondidos en su interior, y los fue llamando, suplicándoles que corrieran a sus brazos. Encerrados en la ciega oscuridad del vientre del caballo, los cinco aqueos sintieron que se les partía el corazón. Eran verdaderamente las voces de sus esposas, por increíble que pudiera parecer, eran sus voces y los estaban llamando. Era una dulce crueldad y todos sintieron que las lágrimas les subían a los ojos y que la angustia les llenaba el corazón. Y de repente, Anticlo, que era de ellos el más débil y el menos precavido, abrió la boca para gritar. Ulises saltó encima de él y le presionó la boca con las manos, ambas manos, con fuerza. Anticlo empezó a forcejear, e intentó liberarse, desesperadamente. Pero Ulises, implacable13 , le presionaba las manos en la boca y no dejó de hacerlo hasta que Anticlo se estremeció, varias veces, con un último sobresalto, violento, y al final murió, ahogado. A los pies del caballo, Helena de Argos echó una última mirada al mudo vientre del animal. Luego se dio la vuelta y regresó a palacio. Toda la ciudad, entonces, se hundió en el sueño. Flautas y cítaras14 resbalaron de las manos y los últimos ladridos de los perros punteaban el silencio que es compañero de la paz. En la noche inmóvil brilló una antorcha, para hacer la señal a la flota aquea. Un traidor la hizo brillar, alta en la oscuridad. Pero algunos dicen que fue Helena de Argos, ella misma, la traidora. Y mientras las naves aqueas regresaban a la playa y el ejército en silencio inundaba la llanura, del vientre del caballo salieron Ulises, Menelao, Diomedes y Neoptólemo. Igual que leones se lanzaron sobre los centinelas en las puertas, haciendo que brotara la primera sangre de aquella noche terrible. Los primeros gritos ascendieron al cielo de Troya. Las madres se despertaban, sin comprender, estrechando a sus niños y emitiendo pequeños lamentos, como ligeras golondrinas. Los hombres se agitaban en el sueño, presagiando la desventura y soñando su propia muerte. Cuando el ejército aqueo cruzó las puertas, empezó la masacre. Viuda de sus guerreros, la ciudad empezó a vomitar cadáveres. Mo-

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 20

19-12-13 17:55

Unidad 1 rían los hombres, sin tiempo de empuñar sus armas; morían las mujeres, sin tiempo siquiera de escapar; morían en sus brazos los niños, y en sus vientres las criaturas nonatas15. Morían los ancianos, sin dignidad, mientras tendidos en el suelo levantaban los brazos pidiendo que no los mataran. Perros y aves enloquecían en su ebriedad, disputándose la sangre y la carne de los muertos. En plena masacre corrieron Ulises y Menelao a buscar las habitaciones de Helena y Deífobo, querían recuperar aquello por lo que habían luchado tanto tiempo. A Deífobo lo sorprendieron cuando trataba de escapar. Con su espada, Menelao le atravesó el vientre: cayeron las entrañas por el suelo, y cayó Deífobo, olvidado de la guerra y los carros, para siempre. A Helena la encontraron en sus habitaciones. Siguió a su antiguo marido, temblorosa: en su alma llevaba consigo el alivio por el final de su desventura y la vergüenza por lo que había sido. Ahora tendría que cantar sobre aquella noche. Tendría que cantar sobre Príamo, asesinado a los pies del altar de Zeus; y sobre el pequeño Astianacte, arrojado por Ulises desde lo alto de la muralla; y sobre el llanto de Andrómaca y la vergüenza de Hécuba, arrastrada como una esclava; y sobre

15. nonata: no nacida.

Durante la lectura • ¿Qué personajes troyanos mueren en la batalla? • ¿Cómo evitarías la masacre de troyanos? Propón una solución. • ¿De qué manera se relaciona la pintura con la historia leída? Explica.

►►Alessandro Tiarini. (1577). Incendio de Troya

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 21

21 19-12-13 17:55

LECTURA

16. estirpe: raíz y tronco de una familia o linaje. 17. pira: hoguera en que antiguamente se quemaban los cuerpos de los difuntos y las víctimas de los sacrificios. 18. obstinar: mantenerse en su resolución y tema, porfiar con necedad y pertinacia, sin dejarse vencer por los ruegos y amonestaciones razonables ni por obstáculos o reveses.

el terror de Casandra, violada por Ayante de Oileo sobre el altar de Atenea. Tendría que cantar sobre una estirpe16 que iba hacia el matadero, y sobre una ciudad hermosísima que se estaba convirtiendo en pira17 flameante y en muda tumba de sus hijos. Tendría que cantar sobre aquella noche, pero tan solo soy un aedo; que lo hagan las musas, si son capaces de ello, porque sobre una noche de dolor como aquella yo no voy a cantar. Así hablé. Luego me di cuenta de que aquel hombre, el hombre sin nombre, estaba llorando. Lloraba como una mujer, como una esposa agachada sobre el hombre al que ama y al que los enemigos acaban de matar; lloraba como una muchacha que hubiera sido capturada por un guerrero, esclava para siempre. De ello se dio cuenta Alcínoo, el rey, que estaba sentado junto a él, y me hizo una señal para que dejara de cantar. Luego se inclinó hacia el extranjero y le preguntó: «¿Por qué lloras, amigo, cuando escuchas la historia de Ilio? Fueron los dioses los que quisieron aquella noche de sangre y aquellos hombres murieron para que, después, pudieran ser cantados, eternamente. ¿Por qué te hace sufrir escuchar su historia? ¿Tal vez aquella noche murió tu padre, algún hermano?, ¿acaso en aquella guerra perdiste algún amigo? No te obstines18 en tu silencio y dime quién eres, y de dónde vienes, y quién es tu padre. Nadie viene a este mundo sin un nombre, por muy rico o muy miserable que sea. Dime tu nombre, extranjero». El hombre bajó la mirada. Luego dijo en voz baja: «Yo soy Ulises. Vengo desde Itaca y allí, algún día, regresaré». Baricco, A. (2005). Demódoco. En Homero, Ilíada. Madrid: Anagrama. (Fragmento)

R ecomendados

Te recomendamos ver Troya (2004), del director Wolfgang Petersen, cuyo guion está basado en los poemas épicos Ilíada y Odisea de Homero. Destaca en esta versión cinematográfica la escasa aparición y nula intervención de los dioses en el desarrollo del conflicto, por lo que los acontecimientos se centran en la lucha entre aqueos y troyanos, tal como en la obra de Alessandro Baricco.

Jorge Luis Borges, célebre escritor argentino, escribió un interesante artículo sobre las diversas traducciones de Homero. Si te interesa profundizar en este contenido te sugerimos las versiones homéricas que puedes descargar en línea desde el portal www.cervantesvirtual.com

Actividad Reflexiona con tus compañeros sobre las consecuencias del ingreso de los aqueos a la ciudad. ¿Crees que se justifica la muerte de tantas personas inocentes? 22

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 22

19-12-13 17:55

Unidad 1

Después de la lectura I. Responde en tu cuaderno, considerando el texto leído. Localizar información 1. ¿Qué le solicita Ulises a Demódoco? 2. ¿Con qué finalidad fue construido el caballo de Troya? 3. ¿Cuál es el consejo de Casandra a los troyanos? ¿Por qué no fue atendida su profecía? 4. ¿Qué ocurre cuando Demódoco termina su relato? 5. ¿Qué fragmentos del texto te permiten afirmar que Ulises era un hombre muy respetado entre los griegos? Relacionar e interpretar información 6. ¿Qué rol cumple Helena en el relato de Baricco? 7. ¿Cuál es la opinión de Demódoco respecto del actuar de los troyanos? Fundamenta tu respuesta con dos citas del texto. 8. ¿Cómo se interpreta el llanto desconsolado de Ulises, considerando las acciones realizadas por los griegos? 9. De acuerdo con lo que acabas de leer, ¿por qué crees que se denominó a ciertos programas informáticos maliciosos “caballos de Troya” o “troyanos”? Reflexionar sobre el texto 10. ¿Qué características de Ulises crees que serían valoradas hoy en día y cuáles serían consideradas inapropiadas? 11. Si los feacios hubiesen sabido que el misterioso náufrago era Ulises, ¿crees que lo hubiesen recibido de la misma forma? Fundamenta con una cita del texto. 12. ¿Cómo reaccionarían en la actualidad los medios de comunicación frente a una persona que expresara su remordimiento o pesar tal como lo hizo Ulises? II. Actividades de vocabulario. 1. Rescribe el párrafo 8, remplazando por sinónimos las siguientes palabras: infligido, fortuna, furia, afectuosa, ancestros, cordura y cánticos. 2. Busca una palabra que remplace el sentido de la comparación en la siguiente expresión: “Lloraba (…) como una esposa agachada sobre el hombre al que ama y al que los enemigos acaban de matar”. E R D FT

Escritura

• Elabora tu propia versión del episodio del caballo de Troya transformándola en una noticia publicada en un matutino en la actualidad. Considera los hechos narrados en el fragmento y plantéalos como si fueras testigo de su desarrollo.

Oralidad • Junto a dos compañeros, seleccionen un mito, leyenda, relato tradicional o leyenda urbana y elaboren una forma de presentarlo al estilo de los aedos. Utilicen una melodía o repetición de sonidos que les permita mantener la atención de la audiencia. Lenguaje y Comunicación I medio

U1_LEN_1M_txt.indd 23

23 19-12-13 17:55

Contenido literario

La narración: voces, personajes y relatos dentro de relatos El narrador El narrador es un elemento ficticio del mundo narrado y corresponde a la voz que cuenta la historia. El autor del texto puede optar por utilizar el tipo de narrador que mejor responda a sus propósitos comunicativos e incluso puede usar varios en su texto. El narrador es externo cuando no participa en la historia y narra los acontecimientos en tercera persona. Se considera omnisciente si sabe tanto lo que sucedió, sucede y sucederá en la historia, como por ejemplo, los pensamientos de los personajes. Por otro lado, el narrador externo será un narrador objetivo si solo relata aquello que observa y experimenta, y no conoce la perspectiva de los personajes. El narrador es interno cuando participa de la historia. Por lo general, se presenta en primera persona, aunque hay relatos con un narrador interno en segunda persona. El narrador interno puede aparecer como narrador-protagonista si desempeña el papel relevante en la acción, o como narrador-testigo, si solo observa.

Actividad 1 Analiza al narrador en “Demódoco” según el flujo del siguiente diagrama:

Narrador interno

¿Es un personaje de la historia?



¿Realiza y experimenta las acciones principales? Sí

¿Narra solo hechos y conductas observables? No



Narrador testigo

24



¿Observa y describe las acciones de otro personaje?

Narrador protagonista

Narrador externo

No

No

Narrador objetivo

No

Además de narrar lo observable, ¿conoce los pensamientos y sentimientos de los personajes? No

Sí Narrador omnisciente

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 24

19-12-13 17:55

Unidad 1 Personajes Las características de un personaje pueden corresponder a un modelo que se repite en diversas obras literarias, de diferentes períodos. Hay ciertas características que los distinguen y que aparecen del mismo modo en muchas obras literarias. Por esto se les conoce como personajes tipo. Por ejemplo: Personaje tipo

Características

El héroe

Personaje protector, valiente y justo. Busca aventuras y sus viajes le permiten un crecimiento interior. El lector se identifica con él y su causa.

El tutor

Es el maestro del héroe. Representa la nobleza y sabiduría de la experiencia.

El mensajero

Da al protagonista una información positiva o negativa, que gatilla eventos de la historia.

El camaleón

Personaje cambiante y a veces tramposo. Su función es hacer dudar al protagonista respecto de sus acciones y pensamientos.

La sombra

Son los antagonistas y villanos. Representan el lado oscuro reprimido del ser humano. Su función es oponerse al protagonista, conflictuarlo y, en lo posible, acabar con él. Encarna los valores opuestos a los del protagonista.

El bufón

Es el que le muestra al protagonista sus errores, mezquindades y defectos. Otorga a los relatos comicidad y relajo.

La intertextualidad Tanto la Ilíada como la Odisea han sido fuentes para innumerables obras posteriores, pues en relación con estas se han creado muchas novelas, poemas, pinturas y películas. A este diálogo entre obras se le llama intertextualidad y se manifiesta cuando un texto artístico refiere a otro. Este concepto no se relaciona solo con la literatura, sino que abarca cualquier relación entre obras, ya sean cinematográficas, plásticas, literarias o musicales, entre otras. La intertextualidad está presente en todos los textos, es decir, siempre se produce un diálogo con otras obras anteriores. Esto, porque al estar insertos en una cultura, es inevitable que los autores hagan alusión, aun sin proponérselo, a las obras que conocen. Para reconocer una relación intertextual es necesario que el lector o espectador tenga, a partir de lecturas y experiencias, cierto conocimiento de obras, figuras o personajes clave, acumulado a lo largo de su vida.

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 25

25 19-12-13 17:55

Contenido literario

1. peripecia: accidente o situación que cambia repentinamente el orden de las cosas. 2. precepto: mandato, orden, instrucción. 3. délfico: perteneciente o relativo al oráculo de Apolo en Delfos.

►►John William Waterhouse. (1903). Eco y Narciso.

El oráculo de Delfos era un lugar de consulta ubicado en un templo sagrado dedicado a Apolo. A él se dirigían aquellos que querían saber su futuro y para ello, se entrevistaban con la pitia o Pitonisa y hacían sus consultas oralmente. La visita al oráculo fue habitual en reyes y personas comunes para tomar sus decisiones.

26

Lee el mito de Narciso en la versión de Carlos García.

Eco y Narciso Carlos García Gual La peripecia1 mítica de la ninfa Eco y el bello Narciso la cuenta mejor que nadie Ovidio en sus Metamorfosis (libro III), y de su texto ha pasado a la literatura medieval y moderna y a la pintura universal. No se trata de una gran historia trágica, sino de una doble pasión de amor imposible, de melancólicos reflejos. La ninfa Eco era demasiado parlanchina y distraía a menudo a la diosa Hera con sus charlas, mientras su divino esposo, el enamorad izo Zeus, la engañaba con otras ninfas. La celosa Hera lo advirtió y enojada castigó a Eco dejándola muda, y condenada solo a repetir, con su voz, las palabras ajenas. La ninfa se enamoró perdidamente del bello Narciso, pero no logró que él le hiciera ningún caso. Era Narciso el bello hijo de la ninfa Liríope y del río Céfiso —y lo recuerdo porque quizá ese abolengo acuático explique su carácter un tanto frío en el amor—, y recorría los amenos prados de Beocia. Un extraño oráculo dijo sobre él — según recuerda Ovidio— que viviría largo tiempo si no llegaba a conocerse, es decir, a verse a sí mismo. (Digamos, entre paréntesis, que hay aquí una curiosa alusión irónica al precepto2 délfico3 que aconsejaba «conócete a ti mismo» como regla de sabiduría.) El caso es que un buen día, asomado a un estanque, descubrió Narciso su bella imagen que lo miraba desde la superficie del agua con grandes ojos. El joven se quedó prendado de esa figura seductora en el agua, y comenzó a pasar su tiempo observándola, observándose. Nada le interesaba más, nada le enamoraba más que su propio retrato que se movía según sus propios gestos. La diosa Afrodita castigaba con ese amor imposible el desdén del joven por el amor de otros. La pobre Eco fue languideciendo de amor y se hizo tan sutil que desapareció, y quedó solo como una voz incorpórea y fantasmal,

Unidad 1 • ¿Único y original?

U1_LEN_1M_txt.indd 26

19-12-13 17:55

Unidad 1 repetitiva y vana 4 , sin merecer su atención. Como no se saciaba nunca de contemplarse, Narciso dejó de correr, de comer, de distraerse en otras cosas, y allí se quedó en el borde del agua mirándose en el claro espejo, cada vez más escuálido5 , hasta desfallecer y morir. De su sangre salió una flor, a la que se dio su nombre: el narciso.

4. vana: inútil, sin efecto. 5. escuálido: flaco, macilento.

García, C.(2003). Eco y Narciso. En Diccionario de mitos. España: Siglo XXI

Actividad 1 Escribe una versión en la que Narciso narre su propia muerte al llegar al Hades (lugar de los muertos según los antiguos griegos).

Actividad 2 Lee el mito de Narciso en la versión de Óscar Wilde.

Cuando Narciso murió, las flores del campo se vieron embargadas por el dolor y le suplicaron al río algunas gotas de agua para llorarlo. —Si todas mis gotas de agua fueran lágrimas —respondió el río—, no me alcanzarían para llorar por Narciso. Yo le amaba. —¿Cómo hubieras evitado amarlo? —preguntaron las flores—. Era tan hermoso. —¿Era apuesto? —preguntó el río. —¿Quién podría saberlo mejor que tú? —preguntaron las flores—. Si cada día se recostaba en tu orilla y reflejaba su belleza en tus aguas. —Pero yo le amaba —murmuró el río— porque al inclinarse sobre mí podía ver el reflejo de mi propia belleza en sus ojos. Wilde, O. (2009). El espejo de Narciso. En El arte de conversar. Girona: Atalanta.

►►Honoré Daumier. (1842). El bello Narciso.

Compara el texto anterior con el que escribiste y responde: 1. ¿Qué efecto produce el cambio de narrador en el lector? 2. En tu versión, ¿se destaca más o se oculta la vanidad de Narciso?, ¿cómo se relaciona esto con el tipo de narrador que utilizaste? 3. ¿Qué elementos de tu texto corresponden a relaciones intertextuales?, ¿qué obras consideraste? 4. Observa la pintura de Waterhouse y la caricatura de Daumier. ¿Qué relación intertextual se aprecia en ambas obras? Reflexiona y responde.

Lenguaje y Comunicación I medio U1_LEN_1M_txt.indd 27

27 19-12-13 17:55