Guía de recomendaciones para padres

Guía de recomendaciones para padres Consulte a su Pediatra o Profesional Sanitario LOS TRASTORNOS GASTROINTESTINALES EN LOS NIÑOS Los trastornos ga...
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Guía de recomendaciones para padres

Consulte a su Pediatra o Profesional Sanitario

LOS TRASTORNOS GASTROINTESTINALES EN LOS NIÑOS Los trastornos gastrointestinales son aquellas afecciones que causan síntomas de tipo digestivo en los bebés y pueden ser bien orgánicos o funcionales. Los trastornos funcionales son aquellos que no se originan por una enfermedad orgánica o algún tipo de anomalía, sino que se deben a una falta de maduración del aparato digestivo del bebé, o bien, a la especial sensibilidad del aparato digestivo a estímulos centrales y periféricos dada la extensa red de conexiones nerviosas que lo inervan. Se presentan de forma crónica y recurrente siendo un motivo frecuente de consulta y, a menudo, un motivo de preocupación también tanto para los padres como para el pediatra ya que, al no tener una causa orgánica aparente, dificulta el diagnóstico y comprensión de la situación por parte de la familia. Los trastornos gastrointestinales funcionales suelen tener carácter auto-limitante y no afectan al desarrollo del bebé. Sin embargo, son aconsejables los tratamientos de apoyo para mejorar el bienestar del bebé, el de la familia y su entorno.

Principales trastornos gastrointestinales funcionales del bebé

Cólicos Infantiles No existen síntomas característicos para los cólicos infantiles, ya que los síntomas que presentan suelen ser comunes a otras causas de llanto. Por ello, se consideran como factores diferenciales los tiempos y recurrencia de los episodios del llanto, tal y como queda reflejado en la definición de Wessel. Según esta definición, los cólicos infantiles se describen bajo la “Regla del 3”: “episodios paroxísticos de llanto e irritabilidad durante más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana y por más de 3 semanas de duración”.

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R

Duran más de 3 horas al día

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Ocurren más de 3 veces a la semana

R

Persisten más de 3 semanas

Los episodios de llanto, aparecen sin causa aparente, en bebés sanos y bien alimentados sin causar un retraso en el crecimiento. El malestar que generan tanto en el niño como en su entorno, sobre todo en los padres, hacen que se recomiende administrar un tratamiento de apoyo para facilitar a ambos la evolución del proceso.

Consejos •• Evitar las especias, legumbres u alimentos que produzcan gases. •• Vaciar completamente un pecho antes de pasar al otro. •• No cambiar de fórmula infantil sin consultar previamente con el pediatra. •• Favorecer la expulsión de los gases post-ingesta (postura, masajes, etc.). •• Aplicar calor sobre la tripa (bolsa de agua caliente o toalla tibia). •• Tumbar al bebé boca abajo sobre el brazo. •• También algunos lactantes calman sus llantos cuando sus padres cambian la forma de responder al llanto. •• Las plantas medicinales como el extracto de hinojo, el té de hierbas (manzanilla, verbena, regaliz, hinojo, melisa y bálsamo de menta) mejoran los síntomas de los cólicos en los lactantes. •• Los complementos alimenticios y los probióticos se recomiendan para los niños con estos problemas.

Estreñimiento Se entiende por estreñimiento a una disminución en la frecuencia de defecación, la deposición de heces duras o secas, un esfuerzo excesivo al defecar o la sensación incompleta de evacuación. El estreñimiento del niño se diagnostica si tiene: •• Menos de 3 deposiciones a la semana. •• Al menos 1 episodio de incontinencia fecal por semana. •• Existencia de posturas o actitudes retentivas para evitar la defecación. •• Defecación dolorosa. •• Heces de gran diámetro en el recto o palpables a nivel abdominal. •• Deposiciones excesivamente voluminosas.

Consejos •• Debe tomar fruta a diario, se recomiendan 2 piezas. •• Debe tomar verduras 3-4 veces en semana. •• Legumbres 1-2 veces en semana. •• Añadir una cucharada de aceite de oliva a los platos principales o en los niños pequeños dárselo con un zumo. •• Las galletas y el pan con fibra. •• Si el niño controla esfínteres, debe sentarse a diario en la taza del retrete para efectuar deposición. •• Si no llega con los pies al suelo debe ponerse un adaptador o unos libros en el suelo para que apoye los pies y haga más fuerza al defecar.

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Diarreas Se entiende por diarrea el aumento de la frecuencia y cantidad de las deposiciones, así como una reducción de la consistencia. La diarrea aparece como resultado de la alteración de alguna de las fases de incorporación de los nutrientes en el tubo digestivo ya sea la digestión, absorción o el transporte al torrente circulatorio venoso o linfático. La diarrea tiende a resolverse de forma espontánea entre los 3 a 5 años de edad y no suele afectar al crecimiento del niño. Es muy importante que el niño tome una dieta normal, contrariamente a la creencia popular, la ingesta de alimentos no agrava ni prolonga la diarrea y es una fuente de calorías para contrarrestar el estado.

Consejos •• Es necesario que el niño lleve a cabo una dieta equilibrada con corrección de hábitos dietéticos incorrectos si los hubiera. •• Deben establecerse hábitos alimentarios con horarios regulares, restringiendo “picoteos” entre horas. •• Evitar la ingesta de alimentos con elevado contenido en azúcares simples, como los zumos de frutas envasados, así como las dietas astringentes pobres en grasas y ricas en hidratos de carbono que desencadenan o perpetúan el cuadro. •• En los niños que no estén deshidratados deben continuar con una dieta adecuada a su edad. Los niños que estén deshidratados, también deben tomar una alimentación adecuada en cuanto hayan sido rehidratados. •• Ayuda introducir en la dieta carbohidratos, arroz, cereales, patatas, carnes magras al igual que pan tostado y fruta como plátanos y manzanas.

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Regurgitación / Vómitos Aunque la mayoría de estos trastornos suelen solucionarse fácilmente, de forma espontánea o con algún cambio en la dieta de los más pequeños, es necesario acudir al pediatra si persisten o su intensidad y frecuencia aumentan, ya que podrían ser un síntoma de algún problema de mayor gravedad.

La regurgitación es el paso retrógrado sin esfuerzo del contenido del estómago a la boca, tras la ingesta o un tiempo después. A pesar de ser una situación habitual en los lactantes, suele causar un estado de preocupación en los padres. Aparece de forma espontánea o al acostarle y cambiar de postura. Habitualmente, se produce por la inmadurez del esfínter esofágico, el cual, no se cierra de forma correcta tras la ingesta, permitiendo el retorno del contenido del estómago a la boca. Los episodios de reflujo gastroesofágico son normales en todas las edades, aunque por la inmadurez de ese músculo y la alimentación liquida propia del lactante, son más frecuentes a lo largo del primer año de vida, sobre todo en los primeros seis meses y especialmente hacia el cuarto mes. Por lo general, los lactantes con RGE, no presentan problemas en el desarrollo y crecen sanos y felices. Sin embargo, hay que tener cuidado y consultar al pediatra cuando los episodios son numerosos e intensos, lloran más de lo normal, no ganan peso o persisten más allá del año de edad, ya que puede ser síntoma de enfermedad. El vómito se produce cuando se expulsa por la boca, de forma violenta, el contenido del estómago o de los tramos altos del intestino delgado por un aumento de la actividad motora de la pared gastrointestinal y del abdomen. No hay que confundirlo con la regurgitación, en la que el contenido del estómago se expulsa de forma no brusca. Al igual que el resto de trastornos, son un motivo frecuente de consulta al pediatra y, aunque la mayoría de las veces se relaciona con cuadros benignos, también son un síntoma común a muchas enfermedades.

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Consejos Para los bebés: •• Continuar con la lactancia materna. •• Si se trata de lactancia artificial, cambiar el tipo de producto, existen leches “anti-reflujo”. •• Probar biberones anti-reflujo. •• Disminuir el volumen de las tomas diarias. •• La postura tumbado boca abajo ha demostrado que disminuye el número de episodios de reflujo, pero en lactantes no se recomienda cuando están dormidos. La postura semi-sentada aumenta los episodios de reflujo. •• Evitar la exposición al humo de tabaco. Para el niño mayor: •• Evitar comidas copiosas, muy grasas, ácidas, con muchas especias o picantes, al igual que cualquier alimento que al niño le desencadene síntomas de reflujo. •• Evitar acostar al niño justo después de haber ingerido la comida, hacerlo pasadas 1 o 2 horas. •• Elevar el cabecero de la cama unos 15-20 cm. •• Si se trata de que el niño tiene sobrepeso, la pérdida de peso ayudará a controlar el reflujo. •• En el caso de los vómitos se aconseja iniciar en casa la rehidratación oral de forma progresiva con sueros, preparados disponibles en las farmacias (los sueros caseros, bebidas isotónicas, zumos y otras bebidas azucaradas o carbonatadas están desaconsejados).

Complementos alimenticios Colimil baby de Humana-baby es un complemento alimenticio con Manzanilla, Melisa y Lactobacillus Acidophilus tindalizado* •• Favorece la digestión del lactante. •• Tiene un agradable sabor para el niño. •• Fácil de administrar. Se administra directamente en la boca con la jeringuilla dosificadora. •• Entre las propiedades de la manzanilla y la melisa destacan: antiespasmódicas, antiinflamatorias y calmantes. •• El Lactobacillus acidophilus tindalizado* tiene como propiedades: prevenir el desarrollo de bacterias patógenas, mejorar la respuesta inmunitaria y reforzar la flora intestinal.

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*Termoinactivado

PRECAUCIONES • El polvo no se somete a ningún tratamiento con el fin de preservar su calidad e integridad. • Se pueden producir ligeras aglomeraciones debidas a la presencia de humedad natural. Este fenómeno no perjudica la calidad del producto. • Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada. • No superar la dosis recomendada. • Mantener fuera del alcance de los niños. • Conservar en un lugar fresco y seco, alejado de fuentes de calor.

Rotagermine de Humana-baby es un complemento alimenticio a base de fermentos lácticos vivos y prebióticos. •• Es un complemento alimenticio a base de bacterias ácido-lácticas y prebióticos que ayuda en todas aquellas situaciones que precisan un reequilibrio de la flora intestinal. •• Rotagermine mantiene el equilibrio de la flora intestinal del niño. •• Tiene un agradable sabor a pera para el niño. Sin gluten. •• Con sistema de dispensación que asegura la calidad del producto en el momento de su administración. PRECAUCIONES • El polvo no se somete a ningún tratamiento con el fin de preservar su calidad e integridad. • Se pueden producir ligeras aglomeraciones debidas a la presencia de humedad natural. Este fenómeno no perjudica la calidad del producto. • Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada. • No superar la dosis recomendada. • Mantener fuera del alcance de los niños. • Conservar en un lugar fresco y seco, alejado de fuentes de calor.

Tal y como se ha explicado, los trastornos gastrointestinales funcionales, son afecciones habituales en los primeros años de vida. Suelen tener un carácter auto-limitante y no afectan al desarrollo, aun así, los síntomas intestinales con los que se presentan son causa de preocupación en los padres, así como de malestar en el bebé. Por ello, para aliviar los síntomas del niño y tranquilizar a los padres, se aconseja administrar un tratamiento de apoyo. Existen multitud de tratamientos, ya sean farmacológicos, de manejo, o con remedios naturales, la elección de uno de ellos dependerá del tipo de trastorno, la sintomatología y cuadro clínico. Todos ellos estarán enfocados a mejorar el bienestar del niño, de los padres y su entorno.

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