Evaluación de Experiencias-tipo Psicóticas: Estructura y. Dimensionalidad de la escala CAPE-P15 en población adolescente entre

Escuela de Psicología “Evaluación de Experiencias-tipo Psicóticas: Estructura y Dimensionalidad de la escala CAPE-P15 en población adolescente entre ...
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Escuela de Psicología

“Evaluación de Experiencias-tipo Psicóticas: Estructura y Dimensionalidad de la escala CAPE-P15 en población adolescente entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile”

Autora: Alejandra Victoria Moya Díaz

Profesor Supervisor: Daniel Edmundo Núñez Gutiérrez

Talca, Enero del 2015

Resumen: Las experiencias-tipo psicóticas (ETP), son síntomas psicóticos sub- umbrales que pueden representarse como un fenotipo inicial de enfermedades de salud mental. El “Community Assessment of Psychic Experiences-Positive Scale” CAPE-P15, (Capra et al, 2013), es un cuestionario de auto-reporte desarrollado para evaluarlas en contextos comunitarios. El propósito de esta investigación fue determinar las propiedades psicométricas de CAPE-P15. La evaluación se realizó en una muestra de 727 adolescentes entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile. La metodología de la investigación fue cuantitativa, el alcance fue correlacional-descriptivo y el diseño fue transversal- no experimental, evaluando en una oportunidad los resultados a través de test auto- administrados. Para determinar la validez de constructo, se realizó un análisis factorial exploratorio, con correlaciones policóricas, método de extracción de ULS y rotación promax a la muestra total de participantes. Los resultados del AFE llevan a 3 factores con pesos mayores que 0,30 y coherentes semánticamente entre sí. Para determinar la fiabilidad de la escala, se realizó la prueba de Alfa de Cronbach, la cual arrojó una muy buena fiabilidad general (0,84) y en los factores. Se observaron correlaciones positivas y moderadas entre la escala CAPE-P15 y otras variables de salud mental: Relación con personalidad esquizotípica (rho= 0,625), “depresión, ansiedad y estrés” (rho= 0,547), suicidalidad (ideación suicida (rho= 0,495); comportamiento deliberado de autolesión (rho= 0,327); conducta suicida (rho= 0,300)), personalidad individual (rho= 0,326) y consumo de cannabis (rho= 0,127). Respecto a las variables sociodemográficas, las mujeres presentan mayor aparición de ETP que los hombres (rango mujeres: 385,78; rango hombres: 311,47).

Los resultados sugieren la confirmación de la estructura tri-factorial de la escala, la capacidad predictiva de la puntuación total (no así de las dimensiones individualmente), la aparición de experiencias- tipo psicóticas mayormente en mujeres, y la relación más estrecha de la escala con personalidad esquizotípica. En conclusión, el instrumento podría ser utilizado como screening para la detección de experiencias tipo psicóticas, en el marco de programas de intervención temprana de trastornos de salud mental. PALABRAS CLAVE: Experiencias- tipo psicóticas, adolescencia, CAPE-P15, propiedades psicométricas.

Dedicatoria: A mi difunto hermano Pedro Pablo, porque sus enseñanzas y amor incondicional han hecho de mí una mejor persona, y porque esta tesis no existiría si no fuera por la labor social que me queda de intentar contribuir a mejorar la detección, diagnóstico y condiciones de vida de las personas con enfermedades de causa psíquica.

Agradecimientos: Agradezco a todos los que me han apoyado en la vida y formación profesional, en particular: A mis padres Leonor y Pedro, por estar ahí y apoyarme siempre en los caminos que emprendo. A mi novio Fernando Herrera, por su sabiduría y ser un pilar fundamental en mi proceso de finalización universitaria. A mis amigos Ruth Bravo, Felipe Quezada, Gabriela Pérez y Belén Muñoz, por su apoyo incondicional en el transcurso de mi carrera universitaria, compartiendo la vida misma y sus altibajos. Al Dr. Daniel Núñez, por su paciencia y guía en la configuración de esta Tesis de pre grado.

Índice: 1. Introducción: ................................................................................................................... 8 2. Justificación del Problema: ............................................................................................... 10 3.

Marco Conceptual: ........................................................................................................ 11 Modelo de desarrollo interactivo de la Psicosis: ....................................................... 11

3.1. 3.1.1.

Experiencias Psicóticas no específicas o Experiencias-Tipo Psicóticas. ............... 12

3.1.2.

Síntomas Psicóticos Atenuados: ............................................................................ 13

3.1.3.

Personalidad Esquizotípica: ................................................................................... 14

3.1.4.

Cuadro clínico o enfermedad psiquiátrica: ............................................................ 15 Antecedentes ambientales: ........................................................................................ 17

3.2. 3.2.1.

Consumo de Cannabis: .......................................................................................... 18

3.3.

Depresión, Ansiedad y Estrés: ................................................................................... 19

3.4.

Suicidio: ..................................................................................................................... 21

3.5.

Cuestionario de Experiencias- tipo Psicóticas (CAPE-P15): .................................... 22

3.5.1.

Validaciones de CAPE-P15: .................................................................................. 23

3.5.2.

Dimensiones de CAPE-P15: .................................................................................. 24

3.5.3.

Adaptación de CAPE-P15: .................................................................................... 25

4.

Objetivos del estudio: .................................................................................................... 25

4.1.

Objetivo general: ....................................................................................................... 25

4.2.

Objetivos específicos: ................................................................................................ 26

5.

Hipótesis del estudio: .................................................................................................... 26

6.

Medición y Método: ...................................................................................................... 27

6.1.

Tipo y Diseño de Estudio: ......................................................................................... 27

6.2.

Participantes: ............................................................................................................. 27

6.3.

Instrumentos: ............................................................................................................. 28

6.3.1. Community Assesment of Psychic Experiencies-Positive Scale (CAPE-P15; Capra et al., 2013). .......................................................................................................................... 28 6.3.2.

Evaluación de Personalidad Individual:................................................................. 29

6.3.3.

Evaluación de Personalidad Esquizotípica: ........................................................... 30

6.3.4.

Evaluación de Suicidalidad:................................................................................... 31

6.3.5.

Evaluación de Depresión, Ansiedad y Estrés: ....................................................... 32

6.3.6.

Evaluación de consumo de cannabis: .................................................................... 32

6.3.7.

Evaluación de Aislamiento Social: ........................................................................ 33

6.4.

Procedimiento: ........................................................................................................... 33

6.5.

Traducción de la CAPE-P15: .................................................................................... 34

6.6.

Análisis de datos: ....................................................................................................... 35

7.

Resultados: .................................................................................................................... 36

7.1.

Análisis Factorial Exploratorio.................................................................................. 36

7.2.

Validez de criterio de CAPE-P15. ............................................................................. 40

7.2.1. Convergencia con escala abreviada IPIP: International Personality Items (Donnellan et al., 2006). ....................................................................................................... 40 7.2.2. Convergencia con escala O-Life: Short scale for measuring schizotypy (Manson, Linney & Gordon, 2005). ..................................................................................................... 41 7.2.3. 2009).

Convergencia con escala de Suicidalidad de Okasha (Salvo, Melipillán y Castro, 42

7.2.4. Convergencia con escala DASS- 21: Depression Anxiety Stress Scales DASS-21 (Antúnez y Vinet, 2012). ...................................................................................................... 43 7.2.5. Convergencia con escala CAST: “Entrevista Cannabis Abuse Screening Test” (Legleye, Karila, Beck & Reynaud, 2007). .......................................................................... 44 7.2.6. 7.3.

Convergencia con instrumento The Friendship Scale (Hawthorne, 2006). ........... 44 Diferencias socio-demográficas de CAPE-P15. ........................................................ 45

8.

Discusión y conclusión: ................................................................................................ 46

9.

Referencias: ................................................................................................................... 53

10.

Anexos: ...................................................................................................................... 63

1. Introducción:

Las enfermedades mentales, a pesar de ser una problemática de atención importante en salud, han sufrido de un bajo interés, estigma y exclusión en nuestra sociedad. Según la OPS (2009), los trastornos mentales tienen una alta prevalencia en todo el mundo y contribuyen de manera importante a la morbilidad, la discapacidad y la mortalidad prematura. Las experiencias- tipo psicóticas o psichotic-like experiences son ampliamente referidas en la literatura como factores de vulnerabilidad a enfermedades relacionadas con la salud mental. Éstas son definidas como ideas delirantes sub-clínicas y trastornos de la percepción que se encuentran en un continuo fenotípico con síntomas y trastornos psicóticos (Capra, Kavanagh, Hides, & Scott, 2013). Al respecto, Fonseca-Pedrero, Paino, Lemos-Guiráldez, & Muñiz (2012) señalan que los síntomas psicóticos sub-clínicos pueden representar la expresión conductual de vulnerabilidad al trastorno psicótico en la población general, al mismo tiempo que estos síntomas pueden ser precedentes de un espectro más amplio de enfermedades no psicóticas, como los trastornos del ánimo. La literatura indica una prevalencia mayor de estas experiencias-tipo psicóticas en la infancia y adolescencia (17% y 7,5% para población entre 9 a 12 años y 13 a 18 años respectivamente) (Kelleher, 2012) disminuyendo hacia la adultez. Debido a esto, se hace necesario contar con instrumentos que permitan su evaluación en nuestro país. La adolescencia es una etapa compleja donde se experimentan diversas reacciones adaptativas a conductas de riesgo, cambios corporales y responsabilidades hacia la vida adulta). Según la OPS (2009), las investigaciones epidemiológicas han demostrado

sistemáticamente a nivel mundial que los trastornos mentales y del comportamiento afectan a entre 10% y 15% de los niños, las niñas y los adolescentes. Por tanto, es importante evaluar las experiencias-tipo psicóticas en este segmento etario para prevenir su potencial tránsito a trastornos psiquiátricos. El propósito del estudio es contribuir a prevenir la discapacidad de causa psíquica en la población adolescente, a través de la validación del instrumento CAPE-P15, y a través de la ampliación del alcance de la investigación sobre esta escala, desde la población estudiada correspondiente a estudiantes universitarios (de habla inglesa, mayormente mujeres) (Capra et al., 2013), a una población de adolescentes de habla hispana. De esta manera, la pregunta de investigación está ligada a conocer si la estructura factorial de la escala CAPE-P15 se asemeja a la obtenida en otras investigaciones, además de identificar si es suficientemente sensible y apta como para medir las manifestaciones psicóticas preprodrómicas o experiencias-tipo psicóticas en adolescentes entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile.

2. Justificación del Problema:

La adolescencia es la etapa del desarrollo de transición a la edad adulta. En ella suceden

cambios

importantes

que

ayudarán

a

determinar

la

personalidad

y

desenvolvimiento del individuo. Por ello, empíricamente es interesante abordarla desde el ámbito de la salud mental por su alta probabilidad de predecir el funcionamiento futuro. Existen manifestaciones prodrómicas tempranas como las experiencias-tipo psicóticas (psychotic-like experiences), cuya prevalencia es alta especialmente en la población adolescente y que podrían configurarse como un marcador para la existencia una amplia gama de enfermedades mentales a largo plazo. La adaptación y calibración de instrumentos de tamizaje que puedan identificar estas experiencias de manera clara, permite contar con herramientas que se adhieran a programas de prevención de enfermedades en salud mental desde la etapa de la adolescencia en nuestro país. Por consiguiente, la presente investigación se orienta a adaptar y validar un instrumento para la evaluación de experiencias-tipo psicóticas. Desde esta perspectiva, la identificación de diversas manifestaciones psicóticas subumbrales puede llevarnos a configurar intervenciones tempranas que disminuyan la severidad, deterioro y duración de trastornos, así como a prevenir sus recaídas.

3. Marco Conceptual:

3.1. Modelo de desarrollo interactivo de la Psicosis:

Las llamadas Experiencias-tipo Psicóticas (Psychotic Like Experiences o Delusional Like Experiences) en población general se han estudiado como fenotipo inicial del psicoticismo, es decir, como un fenómeno interactivo de mayor riesgo para el desarrollo de trastornos psicóticos (Obiols, Barragán, Vicens-Vilanova, & Navarro Pastor, 2008), además del estudio de su papel como configurador o marcador para el desarrollo de una amplia gama de enfermedades mentales a largo plazo, desde los trastornos del ánimo y otras patologías psiquiátricas. Según Kelleher & Cannon (2011), este tipo de manifestaciones puede ser conceptualizado como la representación de una población ''pre-prodrómica'', lo que proporciona un enfoque complementario a la estrategia prodrómica de ultra-alto riesgo. Por otra parte, al ser estudiados en su evolución, Coungard et al. (2007) han descubierto que son un fenómeno de desarrollo común pero transitorio, en la mayoría de los casos cuyo riesgo medioambiental es bajo. La proyección de un continuo a la psicosis clínica desde las experiencias tipo psicóticas se ha evaluado a partir del estudio de variables acumulativas desde la infancia a la adultez. Así, desde esta perspectiva, su desarrollo variará en función del riesgo ambiental y antecedentes genéticos. Estas dos variables responsables de la configuración de un cuadro persistente, habrán de oscilar para cada caso, acorde a la historia y factores protectores del individuo, determinando el pronóstico, tanto para su incidencia como persistencia. Sobre esto, Coungard et al. (2007) señalan que pueden ser

anormalmente persistentes y clínicamente relevantes en función del grado de riesgo ambiental al que la persona esté expuesta.

3.1.1. Experiencias Psicóticas no específicas o Experiencias-Tipo Psicóticas.

Este modelo, estaría configurado por la aparición de manifestaciones psicóticas no específicas, seguidas por experiencias psicóticas aisladas o síntomas psicóticos atenuados, personalidad esquizotípica y finalmente el diagnóstico de psicosis clínica ligada a una enfermedad psiquiátrica, que, desde el punto de vista biológico, se manifestarían, según Coungard et al. (2007), a través de cambios acumulativos en el funcionamiento del sistema de dopamina, posiblemente afectando el desarrollo y deterioro de quien las presenta. En relación a estas experiencias- tipo psicóticas en la infancia, esta etapa puede determinarse como fundamental en el desarrollo de las mismas. Sobre esto, Thapar, Heron, Brevan, Owen, Lewis, & Zammit (2012), señalan que un número de características y marcadores del desarrollo emocional y conductual de la niñez y de la vida temprana están asociados con las trayectorias de las experiencias-tipo psicóticas durante la adolescencia. Así mismo, Cannon (2012) plantea que los síntomas psicóticos en jóvenes se asocian con sutiles alteraciones neuro-cognitivas en la función ejecutiva, el lenguaje receptivo y el reconocimiento emocional facial, al igual que la velocidad de procesamiento parece estar particularmente afectada en los adolescentes con síntomas psicóticos.

Así, la aparición de estas experiencias psicóticas en la infancia, no necesariamente determinará su desarrollo hacia la adolescencia u adultez. Sin embargo, se estima que serán un factor de riesgo, el cual si es identificado en etapas tempranas, puede ser de gran ayuda para el restablecimiento de algunas variables ambientales asociadas y así evitar su persistencia.

3.1.2. Síntomas Psicóticos Atenuados:

Por otra parte, se encuentran los síntomas psicóticos atenuados o fenotipo intermedio (Atenuated Psychotic Symptoms). Éstos, “situados por debajo del umbral clínico, y distribuidos normalmente en la población general, son considerados como la expresión comportamental de vulnerabilidad latente a la psicosis” (Fonseca-Pedrero, Piano, y Fraguas, 2013, p. 191). Incluidos en el último manual DSM, se ubican en el apartado de “otro trastorno del espectro de la esquizofrenia especificado y otro trastorno psicótico” en donde se estipula que “este síndrome se caracteriza por presentar síntomas parecidos a los psicóticos que están por debajo del umbral de la psicosis establecida (p. ej., los síntoma son menos graves y más transitorios, y la introspección se mantiene relativamente)” (DSM-5, 2013), sin una especificación de sus ejes o características principales. A partir de esto, es posible señalar que paulatinamente los síntomas psicóticos atenuados han adquirido relevancia para estudiar la trayectoria del desarrollo de la psicosis (Kelleher & Cannon, 2011), aunque su papel en el DSM sea debatido, debido a que estos síntomas se consideran pleiotrópicos (al igual que las experiencias-tipo

psicóticas) y están relacionados con varios resultados posibles, incluyendo el desarrollo de trastornos psicóticos (Fusar-Poli et al., 2013).

3.1.3. Personalidad Esquizotípica:

La personalidad individual se configura a través del desarrollo del individuo y su estructura es relevante para el desarrollo de patología psiquiátrica. Desde el punto de vista de la adolescencia, las dificultades sociales y de autoconstrucción trabajan para bloquear el desarrollo de los adolescentes e interferir con la maduración psicológica. (Harvey, J., Weber, A., & Orbuch, T., 1990). Desde aquí, situaciones del ambiente pueden interferir, en el desarrollo normal de la personalidad del individuo. Por ello, en la presente investigación, se analiza la personalidad a partir del cuestionario de personalidad abreviado IPIP (Donnellan, Oswald, Baird, & Lucas, 2006), creado desde el inventario de personalidad que la evalúa los cinco componentes grandes de la personalidad que son extraversión, neuroticismo, amabilidad, escrupulosidad y apertura a la experiencia. Esto, con el propósito de determinar la convergencia entre la personalidad y las experiencias- tipo psicóticas. El planteamiento de un continuo que va desde la normalidad a la patología involucra características de personalidad desadaptativas del individuo y únicas en cada persona. En este sentido, según Álvarez-López (2005), la personalidad esquizotípica puede entenderse como un agregado de rasgos cognitivos y emocionales que en el supuesto continuo de normalidad-patología se enlaza con el extremo (desadaptativo) de la esquizofrenia. La personalidad esquizotípica fue incluida por primera vez como un

síndrome llamado “desorden de personalidad esquizotípico” en el DSM-III (American Psychiatric Association, 1980). La definición actual de Trastorno de Personalidad Esquizotípica según el DSM-5 contempla un patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiestan por un malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas, así como distorsiones cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos. Así mismo, se considera parte del espectro de trastornos de la esquizofrenia y está catalogado como “Trastorno esquizotípico” en la sección “espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos” según el CIE-9 y CIE-10 (American Psychiatric Association, 2013). La escala ocupada en este estudio para la evaluación de esquizotipia corresponde a la O-Life Short scale for measuring schizotypy (Manson, Linney, & Gordon, 2005) la cual contempla las dimensiones de experiencias inusuales, desorganización cognitiva, anhedonia, y disconformidad impulsiva.

3.1.4. Cuadro clínico o enfermedad psiquiátrica:

Finalmente, y según la necesidad de reconocimiento de una constelación de síntomas y factores de riesgo asociados a la configuración de un trastorno psicótico, el psicoticismo o cuadro clínico, se refiere a la presencia de síntomas cuya intensidad y frecuencia permiten diagnosticar una enfermedad psiquiátrica, ya sea esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y para cuyo diagnóstico, quien lo padezca ha de haber pasado por una fase prodrómica que proporciona tiempo útil de prevención e intervención. A

partir de lo cual Tizón et al. (2008) afirman que la vieja discusión entre “episodio” y “brote” (sin relación con la vida anterior del individuo) no es sostenible hoy en día. Se sabe cada vez más de los síntomas prodrómicos de la esquizofrenia, del amplio período que pasa entre sus primeras manifestaciones y el reconocimiento y primeros tratamientos del trastorno. Respecto a ello, se han evaluado los antecedentes genéticos como una de las variables más amplias (junto al ambiente) para el desarrollo de un trastorno esquizofrénico. A partir de esto, se han realizado estudios con interés en el conocimiento más exhaustivo de las experiencias-tipo psicóticas y sus factores de riesgo, incluyendo el tránsito a un trastorno del espectro de la esquizofrenia, a través de pruebas con gemelos y diferentes poblaciones de estudio. Factores de riesgo de la esquizofrenia, tienden a ser símiles a los reportados para experiencias-tipo psicóticas, lo que demuestra según Kelleher & Cannon (2011) la validez de constructo entre los fenotipos clínicos y no clínicos, y la necesidad de monitoreo de familiares de pacientes diagnosticados, debido a que según Álvarez-López (2005) existe mayor riesgo para los familiares directos de personas que padecen esquizofrenia. De acuerdo a ello, se analizó su relación poligénica con la esquizofrenia sin encontrar resultados positivos. De hecho, según Zammit et al. (2013) los individuos que tuvieron un mayor número de alelos de riesgo de acceso para la esquizofrenia de todo el genoma, mostraron una disminución en el riesgo de experiencias psicóticas. No obstante, estudios de gemelos realizados por Polanczyk et al. (2010 citado en Kelleher & Cannon, 2011), detectó que las experiencias-tipo psicóticas son heredables, comprobando con esto su necesidad de evaluación.

3.2. Antecedentes ambientales:

El ambiente es importante a la hora de pensar en patologías psiquiátricas. A partir de esto Coungard et al. (2007), investigaron en un estudio de seguimiento de experiencias psicóticas 3 años más tarde, la relación o sinergismo estimada a partir de la interacción sumativa entre el “uso de cannabis, trauma de la infancia y urbanidad” por una parte, y las experiencias psicóticas no específicas por otra, observando una acción sinérgica de estos factores. Además, según Coungard et al. (2007), crecer en un entorno urbano puede aumentar el riesgo de exposición a tensiones ambientales tales como la violencia y la victimización, el aislamiento social y la contaminación. Por otra parte, Kelleher et al. (2013) evidencian en un estudio de trauma en la niñez que el cese de las experiencias traumáticas conduce a una reducción en la incidencia de experiencias psicóticas, lo cual contribuye a mejorar el pronóstico o evolución de enfermedades mentales si las variables ambientales asociadas al desarrollo de patología son controladas. Es por ello que en el presente estudio se considera algunas variables de riesgo ambiental, tales como el aislamiento social, con la aplicación del instrumento The Friendship Scale (Hawthorne, 2006), y el consumo de cannabis, evaluado a través de la escala Cannabis Abuse Screening Test (CAST) (Legleye, Karila, Beck, & Reynaud, 2007), validada en población adolescente en Chile a través de una aplicación gubernamental.

3.2.1. Consumo de Cannabis:

Respecto a factores ambientales como el consumo de Cannabis, existe una hipótesis sobre un mecanismo que la relaciona como factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades de salud mental, el cual reside en la sensibilización dopaminérgica. Según Kapur (2003), un papel central de la dopamina es mediar la "relevancia" de los acontecimientos ambientales y representaciones internas, en tanto que un estado dopaminérgico mal regulado llevaría a una asignación aberrante de relevancia a los elementos de la experiencia. Así, sustancias adquiridas en el medio como la Cannabis, que alteren la relevancia de los sucesos vividos podrían alterar a largo plazo las representaciones internas del individuo. El mecanismo por el que sucede la desregulación dopaminérgica es llamado sensibilización conductual o neuroquímica, según el cual la exposición acumulativa, tanto a esta variable como a otras ambientales, puede dar lugar a “cambios acumulativos en el funcionamiento del sistema de la dopamina” (Coungard et al., 2007). De esta manera, la desregulación neuroquímica expresada bajo la exposición a factores de estrés, aumenta tanto la liberación de dopamina como de cortisol, siendo este último conocido como un neurotransmisor asociado con la expresión de la psicosis (Kapur, 2003). Esto posibilitaría el desarrollo de características psicóticas en personas con condición pre-prodrómicas o experiencias psicóticas de amplio rango, tanto como en otras personas cuyo riesgo esté asociado a un factor biológico como es la desregulación de neurotransmisores. En consideración a esto, una investigación realizada por Mackie, CastellanosRyana, & Conrod (2011) refiere que los predictores de experiencias-tipo psicóticas

incluyen antecedentes demográficos como la personalidad, victimización, depresión, ansiedad y el consumo de sustancias, características que han sido previamente reconocidas como factores de riesgo para la esquizofrenia (Kelleher & Cannon, 2011).

3.3. Depresión, Ansiedad y Estrés:

Respecto a las variables depresión, ansiedad y estrés, la adolescencia es una etapa compleja y de cambio, tanto a nivel sociocultural como individual. Según GómezMaquet (2007) las tareas evolutivas específicas (asumir cambios corporales, estructurar su identidad, separarse progresivamente de sus padres, entre otros) y las problemáticas que viven en los diferentes ámbitos (familiar, social, educativo, político, económico y demás), ponen a prueba constantemente sus cogniciones y afectos para enfrentar estas situaciones. Sobre esto, Varghese et al. (2009) encontraron que, aunque las experiencias psicóticas generalmente están asociadas con trastornos psicóticos, los individuos con depresión y ansiedad son también más propensos a reportar estos síntomas. A su vez, se han encontrado relaciones entre experiencias-tipo psicóticas y eventos de abuso sexual infantil grave, debido a que según Freeman & Fowler (2009) la asociación de los eventos traumáticos y la paranoia se explica por los niveles de ansiedad que estaría asociada a estos eventos, poniendo al estado de ánimo y ansiedad como primera alerta de patología. De hecho, alrededor del 27% de las personas con trastornos de ansiedad y depresión presenta uno o más síntomas psicóticos (Wigman et al., 2012).

Por otra parte, investigaciones realizadas por Kelleher han demostrado, utilizando cuatro estudios de población, que incluso en la adolescencia temprana la mayoría de las personas que informan sobre síntomas psicóticos tienen al menos un diagnóstico de trastorno (no psicótico) (Kellenher, 2012). A su vez, Yung et al. (2007), encontró que las experiencias psicóticas disminuyen en conjunto con una mejora en el estado de depresión y con la remisión de la sintomatología asociada, luego de encontrar que las experiencias extrañas e ideas paranoides se asocian con un aumento de la angustia y el nivel de depresión, presencia de trastorno de estado de ánimo, y mal funcionamiento (Yung et al., 2006). Por ende, pareciera que las experiencias psicóticas no están del todo separadas de las patologías del amplio espectro de enfermedades como las ansiosas o depresivas, sino más bien son una característica importante y con relevancia para su estudio etiológico. Así como también indica la posibilidad comórbida entre éstos, lo que puede reducir el riesgo de empeoramiento de las experiencias- tipo psicóticas y transición a trastorno psicótico (Yung et al., 2007). En esta investigación, se utilizó como medida de análisis el instrumento DASS- 21 (Lovibond & Lovibond, 1995), que mide estas variables a partir de un modelo de 3 factores, en donde la premisa principal para ello es que, según Antúnez y Vinet (2012), conceptualmente la depresión y la ansiedad son muy distintas, pero en la práctica clínica e investigación tienden a sobreponerse y que la ansiedad situacional es uno de los componentes afectivos del proceso de estrés.

3.4. Suicidio:

El suicidio en la adolescencia es una variable compleja por los cambios que esta etapa conlleva. Según la OMS (2014), más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, y ésta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Sobre esto, en nuestro país, una investigación con adolescentes escolarizados realizada por Salvo y Melipillán (2008), evidencia que en Chile 19,1% de los adolescentes había intentado suicidarse (25,2% de las mujeres y 13,0% de los varones). Del total de intentadores, el 50% había realizado dos o más intentos de suicidio y el 77,2% de los adolescentes presentó ideas suicidas, de diferente nivel de severidad. La conducta suicida o Suicidalidad involucra diferentes niveles antes de llegar a su consumación o muerte. “La Suicidalidad es un continuo que va desde la mera ocurrencia hasta la consecución del suicido, pasando por la ideación, la planificación y el intento suicida” (Salvo & Melipillán, 2008). Además, se ha explorado otra característica asociada, la cual es denominada como comportamiento deliberado de autolesión, la cual corresponde a herirse intencionalmente a sí mismo sin la intención de suicidio (Klonsky, Oltmanns, & Turkheimer, 2003) y que consecuentemente puede convertirse en un acto suicida. A partir de esto, y en relación con las experiencias-tipo psicóticas y la Suicidalidad, una investigación sobre síntomas psicóticos en adolescencia temprana y media (Kelleher et al., 2012) encontró que “síntomas psicóticos se asociaron con 10 veces más probabilidades de cualquier conducta suicida (ideación, planes o actos)” (p. 1277). Además los adolescentes con trastornos depresivos que también experimentaron síntomas psicóticos tenían casi 14 veces más probabilidades de comportamiento suicida

más grave (planes de suicidio y actos suicidas) en comparación con los adolescentes con trastornos depresivos que no experimentaron síntomas psicóticos. A su vez, Fedyszyn,

Robinson,

Harris,

Paxton,

&

Francey

(2012)

indican

que

los

comportamientos suicidas (intentos de suicidio y suicidios) son comunes en la fase temprana de los trastornos psicóticos y que, en pacientes con primer brote de esquizofrenia, los últimos acontecimientos negativos y conductas auto-lesivas no suicidas recientes, fueron los más fuertes predictores de comportamientos relacionados con el suicidio. De acuerdo con esto, el presente estudio pretende reconocer la validez convergente entre los cuestionarios de experiencias-tipo psicóticas y el suicidio, a partir del cuestionario de Suicidalidad de Okasha et al. (1981), validado en Chile en población adolescente por Salvo, Melipillán y Castro (2009), más y un ítem de Nishida, et al. (2010) que evalúa el comportamiento deliberado de autolesión.

3.5. Cuestionario de Experiencias- tipo Psicóticas (CAPE-P15):

El Community Assessment of Psychic Experiences-Positive Scale (CAPE-P15) es un instrumento de auto-informe, configurado a partir de escalas desarrolladas previamente para la evaluación del fenotipo psicótico. Según Capra et al. (2013) en él se exponen las experiencias que son similares a los síntomas psicóticos positivos, pero que no reúnen criterio diagnóstico.

3.5.1. Validaciones de CAPE-P15:

Respecto a la historia de la escala, ésta fue creada por Stefanis et al. (2002), para la identificación de fenotipo psicótico. Su primera versión, llamada “Community Assessment Psychic Experiences-42” (CAPE-42), tiene 42 ítems, y es un autoinforme desarrollado principalmente a partir del “Peters et al. Delusions Inventory-21” PDI (Peters, Joseph, Day, & Garety., 2004) que mide ideaciones delirantes. Esta escala ha sido evaluada en varias ocasiones, con distintos modelos factoriales. El análisis exploratorio realizado en España por Fonseca-Pedrero y cols. (2012) demuestra que, después de probar los modelos de 4 y 5 factores (ej. Alucinaciones, Paranoia, Grandiosidad, Delirios y Creencias Extrañas), una solución tripartita conformada por los factores Positivo, Negativo y Depresivo/Negativo resulta más parsimoniosa. El total de 42 elemento del CAPE demuestra satisfactoria fiabilidad, validez de constructo y discriminante. Sin embargo, una escala posterior validada por Wigman et al. (2011) es la que predice con mayor fuerza un continuo a psicosis, ésta es llamada CAPE-P y contempla 20 ítems con sintomatología positiva de psicosis. La estructura de 20 ítems con síntomas positivos de psicosis fue analizada por Capra et al. (2013), quienes reportan un modelo óptimo de tres factores: Ideación Paranoide, Experiencias Extrañas y Anomalías Perceptuales, reducido a 15 ítems, con una alta consistencia interna. Por otro lado, la configuración actual del instrumento CAPE-P15 concuerda con una investigación desarrollada por Yung et al. (2006), a partir del instrumento CAPE original (Stefanis et al., 2002), para identificar qué experiencias-tipo psicóticas tienen mayor probabilidad de evolucionar a un trastorno psicótico, donde se

encontró en grupos de población normal, mayor prevalencia de ideas paranoides o persecutorias (97,9%), seguido de experiencias extrañas (73,6%) y pensamiento mágico (64,3%), como subtipos específicos de experiencias psicóticas que se establecen en la predicción de continuidad a patología, provocando angustia, depresión y mal funcionamiento. La medida CAPE-P15 es la versión que ocupa esta investigación.

3.5.2. Dimensiones de CAPE-P15:

1. La ideación paranoide o suspicacia, en población clínica se considera como parte de los síntomas paranoides y puede definirse a partir del criterio de gravedad. Según Chaudhary & Rabheru (2009), las ideas paranoides difieren de una idea delirante en la menor intensidad de la convicción de la persona, manteniéndose la idea con menos firmeza. En el cuestionario se estipulan en frases como “¿Has sentido como si la gente te lanzara indirectas o dijera cosas con doble sentido?”. 2. Las anomalías perceptuales o “experiencias de tipo alucinatorio” (Rodrigo, Piñeiro, Suárez, Caro & Giráldez, 1996, p. 271) son consideradas según Mendonza Quiñones et al. (2007), como alteraciones perceptuales-atencionales, diferentes de las alucinaciones. Respecto a las mismas, en el DSM-5 se clasifican como experiencias perceptivas inhabituales, que incluyen ilusiones corporales, visuales o auditivas (American Psychiatric Association, 2013). En la escala CAPE-P15 se expresan en frases como “Has visto objetos, personas o animales que otros no pueden ver” ”.

3. Las experiencias extrañas, relacionadas específicamente con el control del pensamiento, son definidas en el DSM-5 como creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no concuerda con las normas subculturales (p. ej., supersticiones, creencia en la clarividencia, la telepatía o un “sexto sentido”; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones extravagantes) (American Psychiatric Association, 2013). Están codificadas en el cuestionario a partir de sentencias como la siguiente “¿Has tenido pensamientos tan intensos que te preocupó que otras personas pudieran oírlos?”.

3.5.3. Adaptación de CAPE-P15:

Debido a que esta escala se aplica en Australia en población universitaria entre 18 a 25 años, fue traducida y adaptada al español, con especificación en la comprensión de la lengua en nuestro país, teniendo presente las directrices propuestas por la Comisión Internacional de Test (Muñiz, Elosua & Hambleton, 2013).

4. Objetivos del estudio:

4.1. Objetivo general:

-

Determinar propiedades psicométricas de la herramienta de tamizaje CAPEP15, en adolescente entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile.

4.2. Objetivos específicos:

-

Determinar la confiabilidad y consistencia interna de la escala CAPE-P15.

-

Explorar la estructura factorial del instrumento CAPE-P15 en adolescentes entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile.

-

Determinar la validez de constructo del instrumento CAPE-P15 en adolescentes entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile.

-

Estimar la validez convergente de la escala a través de su contraste con puntuaciones en constructos teóricamente relacionados como son, Personalidad Esquizotípica, Depresión, Ansiedad y Estrés, Aislamiento Social, Consumo de Cannabis y Suicidalidad, en adolescentes entre 13 y 18 años de la Provincia de Talca, VII Región del Maule, Chile.

5. Hipótesis del estudio:

-

H1: Las propiedades psicométricas de la escala CAPE-P15 serán similares a las reportadas por la literatura.

-

H2: La escala CAPE-P15 tiene una buena confiablidad global.

-

H2: La estructura interna de la CAPE-P15 será similar a la reportada en el estudio previo de Capra et al. (2013).

-

H3: La escala CAPE-P15 posee una validez convergente con dimensiones de las escalas Personalidad Esquizotípica, Aislamiento Social, consumo de Cannabis, Personalidad Individual y Depresión, Ansiedad y Estrés.

6. Medición y Método:

6.1. Tipo y Diseño de Estudio:

Esta investigación tiene un diseño Transversal- no experimental, evaluando en sólo una oportunidad los resultados, a través de la aplicación de test auto-administrados. Además, la metodología utilizada fue cuantitativa, a través de la validación de un instrumento de evaluación psicométrico. Por otra parte, el alcance de la investigación fue correlacional descriptivo, debido a que los análisis realizados para conocer la fiabilidad y validez de la escala se basan en la estructura de correlaciones entre los ítems, y su relación con otras variables de riesgo en salud mental.

6.2. Participantes:

La población o universo muestral lo constituyen estudiantes de 8° básico a 4° medio de colegios municipales y particulares subvencionados de la Ciudad de Talca y sus

alrededores, con alumnos socioeconómicamente distribuidos entre los tramos C2, C3, D y E según la estratificación socioeconómica INE (2011), durante el primer semestre del año 2014, los que fueron escogidos en muestreo por conveniencia. A su vez, la muestra depurada corresponde a 727 adolescentes (51,7 mujeres y 48,3% hombres) entre 13 y 18 años (15,5 años promedio de participantes).

6.3. Instrumentos:

La investigación se realiza en el marco de un proyecto investigativo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca, orientado a desarrollar la “Adaptación y calibración de dos instrumentos para la detección temprana de alteraciones de Salud Mental en adolescentes y adultos jóvenes de la comuna de Talca”, dirigido por los Doctores en Psicología Daniel Núñez y Víctor Arias, que contempla la aplicación de una batería compuesta por 8 escalas, de las cuales el presente trabajo utiliza las siguientes:

6.3.1. Community Assesment of Psychic Experiencies-Positive Scale (CAPE-P15; Capra et al., 2013).

El CAPE-P15 (Anexo 1, ítem 1 a 15), creado para medir las experiencias- tipo psicóticas, consta de 15 ítems de tipo Likert con 4 puntos desde 0 - nunca, algunas veces, a menudo, a 4 - casi siempre (Capra et al., 2013) que fueron modificadas en esta

investigación a 5 puntos (1= nunca, 2= rara vez, 3= de vez en cuando, 4= a menudo, 5= muy a menudo). En cuanto a sus propiedades psicométricas, se puede mencionar que, de acuerdo al último estudio realizado, la escala posee un coeficiente alfa de Cronbach de 0,79 para el cuestionario global (Capra et al., 2013). El cuestionario se compone por una triada con probabilidad de riesgo psicótico correspondiente a las subescalas: Ideación Paranoide (IP), anomalías perceptuales (PA) y experiencias extrañas (BE) como último modelo, sin embargo desde el cuestionario original se habían probado varios modelos para su configuración. En cuanto al sistema de codificación, no contiene ítems inversos. Por otra parte, su definición operacional se estipula a partir de la definición conceptual de las variables (ver Dimensiones de CAPE-P15) y sus correspondientes ítems que aparecen en Tabla 1:

Dimensiones

Ítems

Ideación Paranoide

1, 2, 3, 4, 5.

Experiencias Extrañas

6, 7, 8, 9, 10, 11, 12.

Anomalías Perceptuales

13, 14, 15.

Tabla 1: Definición operacional de las dimensiones

6.3.2. Evaluación de Personalidad Individual:

Se utilizó cuestionario de personalidad abreviado IPIP (International Personality Items) (Donnellan et al. 2006), creado a partir del test Big Five Personality Test de Goldbering en 1992 (Goldberg et al., 2006), que consta de los 5 grandes rasgos de la

personalidad: 1. Extraversión, 2. Neuroticismo, 3. Amabilidad, 4. Escrupulosidad y 5. Apertura a la experiencia. En este caso se aplicó la versión abreviada con 20 ítems, más 4 ítems para disminuir deseabilidad social y azar, que contemplan aseveraciones como: “he sido sincero en mis respuestas a todas las pruebas” o “si estás leyendo esto, marca la opción 1”. Con 14 ítems invertidos, la tabulación de la escala al igual que en las otras, es a través de una sumatoria de puntaje obtenido (Anexo 1, ítem 105 a 139).

6.3.3. Evaluación de Personalidad Esquizotípica:

Se aplicó la escala “O-Life: Short scale for measuring schizotypy” (Manson, Linney & Gordon, 2005). Consta de 43 ítems distribuidos en 4 dimensiones: Experiencias inusuales, con 12 ítems, desorganización cognitiva, con 11 ítems, anhedonia, con 10 ítems de escala, y disconformidad impulsiva, conformado por 10 ítems. Además, cuenta con uno ítem adicional para disminuir distraimiento el cual es “Si estás leyendo esto, marca la opción cinco” y con 7 ítems invertidos en la escala (Anexo 1, ítem 33 a 76). Diseñada para uso de investigación no clínica, aplicada en una muestra de 928 pares de gemelos adultos sin historial clínico de psicosis en Inglaterra. Su puntaje en la evaluación original es en una escala dicotómica “Si o No”, que considera un puntaje de 1 para No y 0 para Sí (puntuación real correspondiente a la inversa de lo indicado). Para la investigación validadora de la encuesta, se utilizó una escala de medición de discrepancia entre las puntuaciones de gemelos, donde una puntuación mayor discrepancia refleja un mayor grado de varianza compartida única entre gemelos idénticos (Manson et al., 2005).

En este caso, se utiliza la escala también con fines de investigación no clínicos, a partir del paradigma de identificación de alto riesgo, a través de una escala tipo Likert de 1 a 5, donde 1 es nunca, 2 rara vez, 3 de vez en cuando, 4 a menudo y 5 muy a menudo. (Mínima puntuación 44- máxima puntuación 220).

6.3.4. Evaluación de Suicidalidad:

Se utilizó la Escala de Suicidalidad creada por Okasha et al. (1981) y validada en Chile en población adolescente (Salvo, Melipillán y Castro, 2009) (Anexo 1, ítem 104 a 108). La constituyen 4 ítems de los cuales, los tres primeros exploran ideas suicidas y se puntúan en una escala de frecuencia de categorías de 0 a 3 puntos para cada ítem: nunca, casi nunca, algunas veces, muchas veces. La sumatoria de estos tres ítems conforma el sub puntaje de ideación suicida, que puede oscilar entre 0 y 9 puntos. El cuarto consulta sobre intento de suicidio y también se puntúa de 0 a 3 puntos según el número de intentos de suicidio: ningún intento, un intento, dos intentos, tres o más intentos. En este caso se modificó la evaluación de frecuencia a Likert de 0 a 5, al igual que en todas las escalas aplicadas. No contiene ítems invertidos. Además, se agregó un ítem para evaluar comportamiento deliberado de autolesión entre el ítem 3 y 4, pero que sin embargo será evaluado aparte de la escala de Suicidalidad mencionada. Éste corresponde a “¿Te has hecho daño físico intencionalmente?” (Anexo 1, ítem 107), y fue extraído de una investigación de Nishida et al. (2010) que correlaciona experiencias tipo psicótico con sentimiento suicida y comportamientos deliberados de

autolesión en adolescentes de 12-15 años en Tokyo, Japón.

6.3.5. Evaluación de Depresión, Ansiedad y Estrés:

Se utilizó la escala Depression Anxiety Stress Scales DASS-21 cuya escala original es de Lovibond & Lovibond (1995), validada en Chile en población universitaria por Antúnez y Vinet (2012). Su versión abreviada ocupada en la investigación tiene 21 ítems con cuatro alternativas de respuesta en formato Likert, las cuales van desde 0 (“No describe nada de lo que me pasó o sentí en la semana”) hasta 3 (“Sí, esto me pasó mucho, o casi siempre”) y corresponde a un modelo de tres factores que contempla síntomas dentro de una continuidad natural entre los tres síndromes y no características específicas de cada uno. Se modificó la evaluación de frecuencia a escala Likert de 0 a 5, al igual que en todas las otras escalas de la batería (Anexo 1, ítem 77 a 97).

6.3.6.

Evaluación de consumo de cannabis:

Fue utilizada la “Entrevista Cannabis Abuse Screening Test” (CAST) (Legleye, Karila, Beck & Reynaud, 2007): Contiene 6 ítems de carácter dicotómico que miden el consumo con consecuencias sociales y de salud para el usuario, utilizada con éxito en adolescentes y validada en este mismo segmento etario en Chile a 3.104 individuos entre 11 y 19 años de todo el país a través de una aplicación gubernamental (SENDA, 2011). Según SENDA (2011) la clasificación de riesgo propuesta por Legleye et al. (2007) especifica que respecto a la operacionalización: 0 puntos CAST equivalen a 0 nivel de riesgo, 1 a 2 puntos: Bajo nivel de riesgo, 3 puntos: Moderado nivel de riesgo y 4 o más

puntos CAST: Alto nivel de riesgo. Utilizando escala de respuestas Likert de 5, al igual que en los otros instrumentos de la escala el puntaje de rango oscila entre 6 y 30 puntos de riesgo (Anexo 1, ítem 109 a 114).

6.3.7. Evaluación de Aislamiento Social:

Se utilizó la escala, The Friendship Scale (Hawthorne, 2006). Aplicada en Australia a una muestra de adultos mayores sobre los 60 años, el universo muestral correspondió a 829 encuestados, desde atención residencial, hogar de ancianos, pacientes ambulatorios y llamados telefónicos. Contiene 6 ítems, de los cuales 3 de ellos están invertidos y el tipo de respuesta consistió en dicotómica “tipo Guttman”, porque según Hawthorne (2006) la mayoría de las personas no suelen experimentar aislamiento social. En la presente investigación, los ítems se dejaron en la disposición del creador, sin embargo el tipo de evaluación fue cambiada a Likert para facilitar la exposición a las diversas escalas por parte del encuestado, donde el mínimo de puntuación es 6 y el máximo es 30 (Anexo 1, ítem 98 a 103).

6.4.

Procedimiento:

Se obtuvo la aprobación para el desarrollo de la investigación por parte del Comité de Bioética de la Universidad de Talca, a través de la Dirección de Investigación de la Universidad de Talca, consentimiento informado de los padres de quienes fueron evaluados y autorización de la Dirección de cada colegio donde se aplicó la batería. La aplicación fue desarrollada entre marzo y junio de 2014 y los establecimientos de aplicación fueron:

Colegio Paula Montal, particular subvencionado, San Clemente. Liceo Bicentenario Oriente, de dependencia municipal, Talca. Liceo Carlos Condell, dependencia municipal, Talca. Complejo Educacional Javiera Carrera, de dependencia municipal, Talca y Colegio Los Agustinos, particular subvencionado, Talca. Para la traducción del instrumento CAPEP15 se tuvieron presentes las directrices para la adaptación y traducción propuestas por la Comisión Internacional de Test (Muñiz, Elosua & Hambleton, 2013). Los participantes fueron reclutados a través de la aplicación presencial de autoinforme llevada a cabo en las salas de clase de los establecimientos, en grupos de sujetos reducidos y bajo la supervisión directa de uno de los investigadores y un profesor encargado donde les fueron explicados el objetivo, participación y protección de datos, Además, se les ofreció la oportunidad de participar en el sorteo de 5 iPod Nano colocando su Rut sin código verificador en la última hoja de aplicación.

6.5. Traducción de la CAPE-P15:

Bajo las directrices de la Comisión Internacional de Test (Muñiz, Elosua & Hambleton, 2013), se realizaron tres traducciones independientes del instrumento desde el inglés al castellano y se realizó una síntesis produciendo una traducción común llamada T-ABC, a la que posteriormente se le hizo traducción inversa. Así, fue necesario tomar en cuenta los matices del idioma, contenido de los ítems, opciones de respuesta e instrucciones para que los ítems fueran equivalentes palabra a palabra (lingüísticamente), concepto a concepto (semánticamente), y que las

expresiones utilizadas fueran aceptables y culturalmente relevantes desde el ítem original en inglés (Australia), reescribiéndolo en ingles neutro, posteriormente traduciéndolo al español, y para nuestro caso, modificando los ítems para la compresión de adolescentes, como por ejemplo en el ítem 3 de anormalidades perceptuales: Ítem original: “Have you ever felt that you are being persecuted in anyway?”, traducción al inglés: “Have you ever felt you are being persecuted in some way?”, ítem en español: “¿Alguna vez ha sentido que está siendo perseguido de alguna forma?”, ítem cuestionario adolescentes: “¿Has sentido que te persiguen de alguna manera?”. En el enunciado se expone además para esta escala la sentencia: “Por favor, responde qué tan frecuentemente te ha sucedido esto o te has sentido así”, sin criterio de temporalidad específico más que los de la escala tipo Likert, donde 1 equivale a nunca, 2: rara vez, 3: de vez en cuando, 4: a menudo, y 5: muy a menudo. No contiene ítems invertidos (Ver Anexo 1).

6.6. Análisis de datos:

En primera instancia, se realizó un análisis de los casos con ausencia de información en algunas variables e imputación de datos mediante el método de interpolación lineal. La confiabilidad del instrumento fue comprobada mediante el Alpha de Cronbach, valor esperado α > 0,7 (Tabachnick & Fidell, 2007), y se le realizó la prueba de normalidad Kolmogórov-Smirnov (K-S) para realizar una comparación entre sexos mediante U de Mann Whitney. Por otra parte, se utilizaron análisis de correlaciones bivariadas bajo la

matriz de correlaciones de Pearson, para establecer el grado de asociación lineal entre el instrumento y otras variables de estudio. Todo esto utilizando el paquete estadístico SPSS Statistics 21. Para analizar la validez de constructo, se realizaron análisis factoriales exploratorios (AFE) con correlaciones policóricas, método de extracción de ULS y rotación promax, implementado mediante el programa FACTOR 9.2 (Lorenzo-Seva & Ferrando, 2006) con el propósito de determinar la estructura dimensional de la escala. Para la pertinencia del AFE, se analizaron las medidas de forma Asimetría y Curtosis, el test de esfericidad de Bartlett y el índice de KMO, tomando en cuenta que el modelo posee un ajuste adecuado a partir de probar el ajuste de dimensiones con diferente cantidad de factores. Así como también, se obtuvieron los índices de bondad de ajuste de la media cuadrática de los valores residuales (Rot Mean Square of Residuals, RMSR), de la cual se esperan valores aceptables de 0,0371 (Lorenzo-Seva & Ferrando, 2006).

7. Resultados:

7.1. Análisis Factorial Exploratorio.

Confiabilidad. Se obtuvo una confiabilidad por consistencia interna mediante alfa de Cronbach de 0,84 para la escala Cape- P15, adecuada y semejante a su versión original que fue de 0,79 (Capra et al., 2013) y los niveles de consistencia interna para las dimensiones ideación paranoide, experiencias extrañas y anomalías perceptuales fueron de, 0.71, 0.74 y 0.81 respectivamente.

Análisis descriptivo de los ítems. Las puntuaciones medias de los ítems se agrupan en sectores medios de la escala (Media general= 2,05). El puntaje medio más alto lo obtuvo el ítem 2: “¿Has sentido como si algunas personas no son lo que parecen ser?” (Media= 3, 436). Respecto al análisis de las medidas de forma, la asimetría y curtosis, como era de esperar, debido a la naturaleza de la variable de estudio, los ítems de la escala distribuyen de manera asimétrica, violándose el supuesto de normalidad, tanto en los descriptivos univariados que se observan en Tabla 2, como en el estadístico multivariado de Mardia (1970), con una simetría (coef= 37, 692, estadístico= 4567,052, gl= 680, p= 1.00) y curtosis (coef= 340, 222, estadístico= 50,875, gl= 680, p= 0.00), por lo que se accede a la realización de correlaciones policóricas.

Variable

Media

A 1. A 2. A 3. A 4. A 5. A 6. A 7. A 8. A 9. A10. A11. A 12. A 13. A 14. A 15.

2.905 3.436 1.884 1.758 2.228 2.590 1.909 1.788 2.238 2.271 1.589 1.432 1.828 1.477 1.560

Intervalo de confianza (95%) (2.80 3.01) (3.33 3.54) (1.79 1.98) (1.67 1.85) (2.11 2.34) (2.47 2.71) (1.80 2.01) (1.69 1.89) (2.12 2.36) (2.15 2.39) (1.50 1.68) (1.35 1.52) (1.72 1.94) (1.39 1.57) (1.47 1.65)

Varianza

Asimetría

Curtosis

1.131 1.190 0.991 0.907 1.453 1.617 1.219 1.138 1.601 1.546 0.941 0.798 1.364 0.923 0.986

0.245 -0,190 1.205 1.322 0.839 0.340 1.065 1.321 0.762 0.685 1.732 2.366 1.375 2.239 1.989

-0.415 -0,814 1.062 1.418 -0.146 -0.952 0.296 0.959 -0.482 -0.570 2.396 5.299 0.917 4.454 3.393

TABLA 2: Estadísticos univariados del test.

Validez de constructo. Con el fin de verificar la estructura factorial de la escala Cape- P15, se practicó un AFE sobre la matriz de correlaciones policóricas, dada la naturaleza ordinal de los datos. Los datos fueron adecuados al procedimiento de análisis utilizado (KMO= 0.88, Índice de Bartlett= 2812.6 (gl= 105; p= 0.000), determinante de la matriz (p= 0.020). Como método de extracción, se utilizó el método de mínimos cuadrados ponderados (unweighted least squares, ULS) y la factorización de análisis paralelos (parallel analysis, PA), llegando ambos procedimientos a diferentes resultados. A partir de los resultados obtenidos mediante ULS, como método de rotación se optó por rotación oblicua Promax (factores menores a 1.00). El análisis de extracción basado en los autovalores propios retuvo 3 factores con valores mayores a la unidad (criterio de Kaiser), que explicaron un 56,1% de la varianza total. Sin embargo, al realizar el análisis paralelo (simulando 500 matrices aleatorias), con 1, 2 y 3 factores arrojó una solución óptima de 1 factor que explicó el mayor porcentaje de varianza del constructo en la prueba de 3 factores (42,2% de la varianza). Por otro lado, se analizaron las medias cuadráticas de los valores residuales (Rot Mean Square of Residuals, RMSR) para cada solución factorial: 1 factor (RMSR= 0,0821), 2 factores (RMSR= 0,0483), 3 factores (RMSR= 0,0285) (criterio de Kelly= 0,0803). Finalmente, se optó por una solución óptima de 3 factores, que explicaron el 56,1% de la varianza total. No se observaron cargas cruzadas y la correlación entre los factores fue moderada. Todas las saturaciones factoriales superaron el valor recomendado de 0,3 en su factor. En la Tabla 3, se pueden observar los ítems, sus componentes y pesos, quedando las mismas dimensiones que la escala CAPE-P15 original.



Ítem

¿Has sentido como si la gente te A1 lanzara indirectas o dijera cosas en doble sentido? ¿Has sentido como si algunas A2 personas no son lo que parecen ser? ¿Has sentido que te persiguen de A3 alguna manera? ¿Has sentido como si hubiera una A4 conspiración en tu contra? ¿Has sentido que la gente te mira A5 extraño debido a tu apariencia? ¿Has sentido que ciertos artefactos electrónicos como los A6 computadores, pueden influir en tus pensamientos? ¿Has sentido como si te A7 estuvieran sacando los pensamientos de tu cabeza? ¿Has sentido como si tus A8 pensamientos no fueran tuyos? ¿Has tenido pensamientos tan A9 intensos que te preocupó que otras personas pudieran oírlos? ¿Sientes como si tus pensamientos A10 se repitieran en tu mente como si fueran un eco? ¿Has sentido como si estuvieras A11 bajo control de alguna fuerza o poder externo a ti? ¿Has sentido como si un doble hubiera tomado el lugar de un A12 miembro de tu familia, amigo o conocido? ¿Has escuchado voces cuando A13 estás solo? ¿Has escuchado voces hablando A14 entre sí cuando estás solo? ¿Has visto objetos, personas o A15 animales que otros no pueden ver?

Componentes Ideación Experiencias Anomalías Paranoide Extrañas Perceptuales 0,666

-0,085

-0,065

0,532

0,048

-0,014

0,604

0,008

0.111

0,684

0,001

0,077

0,601

-0,019

0,036

-0,223

0,621

-0,007

0,124

0,582

-0,113

0,066

0,618

0,010

0,208

0,529

-0,069

0,056

0,449

0,141

-0,066

0,589

0,272

0,070

0,531

0,126

0,022

-0,032

0,852

-0,067

-0,033

0,982

0,060

-0,047

0,716

TABLA 3: Cargas factoriales de la matriz rotada mediante método Promax.

7.2. Validez de criterio de CAPE-P15.

Con el objetivo de evaluar la validez de criterio externo, se analizaron las relaciones de puntuaciones de la escala CAPE-P15 con otras variables de salud mental, asociadas por la literatura en alguna medida con las Experiencias- tipo psicóticas, las que a continuación se presentan:

7.2.1. Convergencia con escala abreviada IPIP: International Personality Items (Donnellan et al., 2006).

Los resultados arrojaron una correlación positiva, moderada y significativa a nivel bilateral entre los instrumentos (r= 0,326, p= 0,00). Correlaciones específicas entre el CAPE-P15 con las dimensiones de IPIP muestran correlaciones positivas, moderadas y significativas: Extraversión (r= 0,166, p= 0.000), amabilidad (r= 0,279, p= 0.000), escrupulosidad (r= 0,152, p= 0.000), apertura a la experiencia (r= 0,206, p= 0.000) y neuroticismo (r= 0,268, p= 0.000), que resulta ser el más alto. En relación a los análisis de correlación entre dimensiones: Ideación paranoide correlaciona con las dimensiones de la escala IPIP de manera positiva, moderada y significativa: Extraversión (r= 0,162, p= 0.000), escrupulosidad (r= 0,137, p= 0.000), apertura a la experiencia (r= 0,244, p= 0.000), neuroticismo (r= 0,179, p= 0.000) y amabilidad (r= 0,254, p= 0.000), que resulta ser la más alta. Experiencias extrañas correlaciona con las dimensiones de la escala IPIP de manera positiva, moderada y significativa: Extraversión (r= 0,138, p= 0.000), escrupulosidad (r=

0,126, p= 0.000), apertura a la experiencia (r= 0,202, p= 0.000), amabilidad (r= 0,226, p= 0.000) y neuroticismo (r= 0,224, p= 0.000), que resulta ser la más alta. Por último, la tercera dimensión de CAPE-P15, anomalías perceptuales, correlaciona con las dimensiones de la escala IPIP de manera significativa, positiva y baja, las especificaciones son las siguientes: Extraversión (r= 0,089, p= 0.000), escrupulosidad (r= 0,095, p= 0.000), apertura a la experiencia (r= 0,089, p= 0.000), siendo únicamente amabilidad (r= 0,201, p= 0.000) y neuroticismo (r= 0,176, p= 0.000) correlaciones moderadas.

7.2.2. Convergencia con escala O-Life: Short scale for measuring schizotypy (Manson, Linney & Gordon, 2005).

Los resultados arrojaron una correlación positiva, moderada y significativa entre los instrumentos (r= 0,625, p= 0,00). Con respecto los análisis de correlación por dimensiones de instrumento: Ideación paranoide correlaciona con las dimensiones de la escala O-Life, de manera positiva, moderada y significativa: Experiencias inusuales (r= 0,490, p= 0.000), anhedonia (r= 0,240, p= 0.000), disconformidad impulsiva (r= 0,412, p= 0.000) y desorganización cognitiva (r= 0,494, p= 0.000), que es la más alta. Experiencias extrañas correlaciona con las dimensiones de la escala O-Life de manera positiva, moderada y significativa: Anhedonia (r= 0,216, p= 0.000),

disconformidad impulsiva (r= 0,413, p= 0.000), desorganización cognitiva (r= 0,537, p= 0.000) y experiencias inusuales (r= 0,604, p= 0.000), que corresponde a la correlación más alta. Finalmente, anomalías perceptuales también correlaciona con las dimensiones de la escala O-Life de manera positiva, moderada y significativa: Anhedonia (r= 0,171, p= 0.000), disconformidad impulsiva (r= 0,311, p= 0.000), desorganización cognitiva (r= 0,343, p= 0.000) y experiencias inusuales (r= 0,564, p= 0.000), que resulta ser la correlación más alta.

7.2.3. Convergencia con escala de Suicidalidad de Okasha (Salvo, Melipillán y Castro, 2009).

Las correlaciones bivariadas entre el CAPE-P15 con las dimensiones de la escala de Suicidalida de Okasha, se muestran como positivas, moderadas y significativas: Conducta suicida (r= 0,300, p= 0.000) e ideación suicida (r= 0,495, p= 0.000), que resulta ser la más alta. Así como también, el ítem de comportamiento deliberado de autolesión (r= 0,327, p= 0.000). Respecto a los análisis de correlación bivariada por dimensiones de los instrumentos: Ideación paranoide correlaciona con las dimensiones de la escala de Suicidalidad de Okasha, de manera positiva, moderada y significativa: Conducta suicida (r= 0,296, p= 0.000), el ítem de comportamiento deliberado de autolesión (r= 0,297, p= 0.000) e ideación suicida (r= 0,477, p= 0.000), que resulta ser la relación más alta.

Experiencias extrañas correlaciona con las dimensiones de la escala de Suicidalidad de Okasha, de manera positiva, moderada y significativa: Conducta suicida (r= 0,210, p= 0.000), el ítem de comportamiento deliberado de autolesión (r= 0,256, p= 0.000) e ideación suicida (r= 0,393, p= 0.000), que resulta ser la más alta. Por último, anomalías perceptuales correlaciona con las dimensiones de la escala de Suicidalidad de Okasha, de manera positiva, moderada y significativa: Conducta suicida (r= 0,278, p= 0.000), el ítem de comportamiento deliberado de autolesión (r= 0,228, p= 0.000) e ideación suicida (r= 0,345, p= 0.000), que resulta ser la más alta.

7.2.4.

Convergencia con escala DASS- 21: Depression Anxiety Stress Scales DASS-21 (Antúnez y Vinet, 2012).

Según las correlaciones bivariadas, la relación entre las dos escalas totales es positiva, significativa y moderada (r= 0,547, p= 0.000). Respecto a los análisis por dimensiones de los instrumentos: Ideación paranoide correlaciona con las dimensiones de la escala DASS- 21, de manera positiva, moderada y significativa: Estrés (r= 0,478, p= 0.000), ansiedad (r= 0,484, p= 0.000) y depresión (r= 0,494, p= 0.000), que resulta ser la más alta. Experiencias extrañas correlaciona con las dimensiones de la escala DASS- 21, de manera positiva, moderada y significativa: Estrés (r= 0,426, p= 0.000), depresión (r= 0,423, p= 0.000) y ansiedad (r= 0,453, p= 0.000), que resulta ser la más alta.

Anomalías perceptuales correlaciona con las dimensiones de la escala de Suicidalidad de Okasha, de manera positiva, moderada y significativa: Estrés (r= 0,339, p= 0.000), depresión (r= 0,328, p= 0.000) y ansiedad (r= 0,396, p= 0.000), valor más alto.

7.2.5. Convergencia con escala CAST: “Entrevista Cannabis Abuse Screening Test” (Legleye, Karila, Beck & Reynaud, 2007).

La asociación entre las escalas totales, es significativa a nivel bilateral (p= 0,001), es moderada y positiva (r= 0,127). Respecto a la relación entre las dimensiones de CAPE-P15 y CAST, se encuentra que: Ideación paranoide correlaciona de manera positiva, significativa y moderada (r= 0,133, p= 0.00), experiencias extrañas tiene una correlación positiva, baja (r= 0,068, p= 0,066), y no significativa. Por último, anomalías perceptuales tiene una correlación positiva, baja y significativa a nivel p= 0,05 (r= 0,073, p= 0,048).

7.2.6. Convergencia con instrumento The Friendship Scale (Hawthorne, 2006).

La convergencia entre estas escalas está es significativa, positiva y moderada (r= 0,370, p= 0,000).

Respecto a la relación entre las dimensiones de CAPE-P15 y The Friendship Scale, se encuentran correlaciones positivas, moderadas y significativas en las dimensiones: Ideación paranoide (r= 0,373, p= 0.000), experiencias extrañas (r= 0,293, p= 0,000) y por último, anomalías perceptuales (r= 0,238, p= 0,000).

7.3. Diferencias socio-demográficas de CAPE-P15.

Al no verificarse la normalidad de los datos (k-s= 0,00, p

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