Estructuras para el Cambio Social

Estructuras para el Cambio Social Tener una Estructura nos puede ayudar a pensar “qué viene ahora” y a poner en contexto nuestro trabajo diario. Estas...
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Estructuras para el Cambio Social Tener una Estructura nos puede ayudar a pensar “qué viene ahora” y a poner en contexto nuestro trabajo diario. Estas tres Estructuras nos ayudarán a comprender como cambian las campañas y los movimientos en el tiempo. Siete etapas al planear la estructura de una campaña. (Martin Luther King, Jr.) Para ayudar al grupo a pensar de ante mano sobre lo que deberán estar preparados/as mientras se va formando la campaña. En este caso, el grupo comienza enmarcando el tema para luego pasar por las siguientes etapas: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Recabar información; Desarrollo educativo y de liderazgo; Negociar con el grupo objetivo; Incrementar la motivación y el compromiso para las dificultades venideras; Acción Directa; Crear una nueva relación con la oposición que refleje la nueva realidad de poder.

[Basado en las campañas relacionadas con Martin Luther King en el Sur profundo de los Estados Unidos.] Puede leer más en http://www.dfong.com/nonviol/nda.html Cinco etapas de la Estructura del movimiento revolucionario. (George Lakey) En el trabajo del Desarrollo sociológico, esta estructura entiende que para el cambio revolucionario, un movimiento (o una coalición de movimientos) necesita trabajar en muchos ámbitos al mismo tiempo y de una manera cíclica. Para simplificar el aprendizaje, las cinco etapas se presentan en serie para mostrar como cada etapa nos forma para la siguiente. Esta estructura entiende que la polarización se incrementa significativamente en la sociedad según se va desarrollando el movimiento. Las cinco etapas son: 1. 2. 3. 4. 5.

Preparación Cultural; Definición organizativa; Confrontación; No cooperación de las masas; Instituciones paralelas que pueden desempeñar las funciones legítimas antes realizadas por el “Viejo Orden” (económico, mantener la infraestructura, la toma de decisiones, etc.)

Realizado por George Lakey, descrito en Globalize Liberation, editado por David Solnit.

Puede leer más: Ver articulo de George Lakey en la página web de Talleristas por la Justicia. Ocho etapas en la estructura del movimiento para la reforma social. (El Plan de Acción del Movimiento, por Bill Moyer) Parte de los movimientos en sociedades con democracias liberales que han supuesto cambios importantes, al mismo tiempo han abierto puertas a nuevos movimientos, como el movimiento por los derechos civiles que supuso una apertura del espacio político para el movimiento de mujeres, el movimiento de los derechos de los homosexuales y las lesbianas, y otros muchos. Esta estructura pone de manifiesto la estrecha relación entre la evolución del movimiento y la opinión pública y minimiza la polarización; es típico que el régimen reaccione a un fuerte impulso aprobando una reforma para evitar una atención peligrosa para él. Este marco sitúa a la acción directa en un lugar importante y al mismo tiempo explica la desilusión que se siente después de que una movilización masiva fuerce un cambio político que desde el punto de vista de los/as activistas muy a menudo se oculta. Esta estructura fue ampliamente utilizada por los organizadores laborales y de las comunidades en Taiwán mientras que el dictador se debilitaba y el país se comenzaba a abrir. [Realizado por Bill Moyery descrito es su ultimo libro, Doing Democracy, disponible en la página web de Talleristas por la Justicia. ] Para leer más: ver abajo la descripción del Plan de Acción del movimiento. Pinche aquí para acceder a la descripción detallada de 40 páginas del Plan de Acción del movimiento.

Un Mapa del Curso (de las páginas 17 a la 25 de Grassroots and Nonprofit Leadership: A Guide for Organizations in Changing Times, de Berit Lakey, George Lakey, Rod Napier y Janice Robinson) La rica historia de los movimientos sociales nos permite no ir inventando todo por el camino. Podemos aprender las lecciones de los movimientos, lo que funcionó y lo que no y así, informar de las decisiones que tomamos mientras guiamos a nuestras organizaciones. Los autores han aprendido mucho sobre el ciclo de la vida de los movimientos de Bill Moyer, un activista con una larga trayectoria, que trabajó con Dr. King en la Conferencia Cristiana de Liderazgo del Sur. Bill Moyer fue uno de los estrategas más relevantes en el movimiento contra la energía nuclear y apoyó a otra gran variedad de movimientos y organizaciones. Fruto de su estudio y su experiencia, Bill creó un modelo para los movimientos, sobre el grado de éxito de los logros de sus objetivos: El Plan de Acción de Movimientos (PAM). PAM es un modelo sobre el desarrollo, muestra como evolucionan los movimientos paso a paso. Tal y como pensamos en el modelo de desarrollo de los seres humanos (infancia, adolescencia, madurez) nos ayuda a pensar en nuestro trabajo de cambio social en etapas. Por supuesto PAM es solo una manera de mirar a los movimientos sociales. Lo hemos encontrado útil, especialmente para comprender como guiar a una organización en las subidas y bajadas de su causa. Bill generosamente nos ha dado permiso para resumir su modelo para este libro, y le recomendamos a Usted

que lo lea con el historial de su causa en mente. Pero primero unas palabras sobre los modelos. Un modelo de un avión es una versión simplificada de avión real. No querría volar en él, pero le puede dar una idea de lo que puede ser e incluso puede ser útil para determinadas pruebas. Un/a arquitecto/a a menudo construye una maqueta de un edificio antes de construirlo con todas sus complicaciones. Como todos los modelos, el PAM es una versión simplificada de una realidad muy compleja que nos ayuda a enfrentarnos a la realidad con una mayor claridad y perspectiva. El modelo de Bill nos muestra como las etapas de desarrollo de un movimiento con éxito está relacionado con la opinión pública, por lo que antes de entrar en la vida interna de los movimientos, echaremos un vistazo al público. Antes de que exista un movimiento social sobre una determinada injusticia, la rama política parece estar dormida. Como por ejemplo en el caso de la contaminación por la basura tóxica, sobre la que los poderes públicos miran hacia otro lado y la opinión pública se preocupa por otros temas. Esta es la primera etapa. Entonces crece el estrés y la rama política se despierta. En la segunda, tercera y cuarta etapa, el público de manera creciente va conociendo lo que está pasando, los poderes público se ocupan de asegurarle al público que se están ocupando del tema y de que pueden irse a dormir tranquilos/as. En cada una de la segunda, tercera y cuarta etapa, el crecimiento de la organización está en un lugar diferente. En la quinta y sexta etapa la mayoría del público está de acuerdo en que es necesario un cambio (la Guerra tiene que terminar o la energía nuclear es demasiado peligrosa, por ejemplo). Sin embargo, existe un debate en torno a las diferentes alternativas. La quita etapa es una desilusión para los/as activistas y es clave ya que algunos movimientos mueren en esta etapa en lugar de seguir hacia el éxito. Finalmente, en la séptima y octava etapa se alcanza el éxito. Muchos funcionarios y políticos proclaman que siempre quisieron los cambios, mientras que otros serán expulsados de sus puestos. Muchos grupos saldrán del movimiento principal para comenzar de nuevo todo el proceso. La mayoría del publico está contento de no tener que hablar de los derechos civiles, o Vietnam, o la energía nuclear y volver a sus preocupaciones individuales (que desde el punto de vista de los/as activistas ¡es como echarse a dormir de nuevo!). Primera Etapa: Trabajo Habitual Solo a un reducido número de personas les importa el tema en este momento, forman pequeños grupos que se apoyan mutuamente. Su objetivo es que la gente piense. Hacen lo posible para dar difusión al tema y a menudo realizan pequeñas acciones. Segunda Etapa: Fracaso de los organismos establecidos Una de las razones principales por las que el público no se informa ni actúa sobre una determinada injusticia es por el pensamiento (o la creencia) de que los organismos establecidos se están ocupando de las cosas. “Seguro que el gobierno vigila por la sanidad de los depósitos de agua”. “El gobierno investiga sobre el SIDA”. “Los/as científicos de las corporaciones saben qué químicos son peligrosos en nuestro entorno de trabajo y cuales no”. En esta etapa los grupos pequeños se enfrentan con los organismos establecidos. A menudo investigan, o consiguen que víctimas de injusticias presenten demandas judiciales. Pueden demandar a las agencias estatales, o utilizar cualquier oportunidad para recurrir las normas existentes. Con frecuencia los/as activistas pierden en esta etapa, pero es muy importante que tomen estos pasos. La segunda etapa es

esencial para el cambio, ya que una participación masiva no tendrá lugar mientras las personas crean en los organismos establecidos. De hecho, se puede encontrar que en la segunda etapa, las encuestas muestren que entre un quince y un veinte por ciento de la opinión pública se inclina hacia el cambio. Tercera Etapa: Madurando las Condiciones/Educación y Organizándose Ahora el ritmo aumenta considerablemente, ya que muchas personas que antes no querían escuchar, ahora están interesadas. El movimiento crea muchos grupos nuevos que trabajan en el tema, en gran medida en educación. Los grupos mandan a activistas a hablar a grupos religiosos y sindicatos; organizan marchas a través de sus comunidades, reuniones en casas particulares y también conferencias. Mucho de lo que difunden es para es refutar las afirmaciones de los/as que están en el poder: “las personas han comenzado la polución, ellas pueden pararla”, “las radiaciones no son realmente tan malas para la salud”, “Ya se hace mucho para prevenir el SIDA”. Esta etapa puede ser muy larga o muy corta, depende de muchos factores, pero la difusión constante, a través de la educación y la formación de nuevos grupos es esencial para que el movimiento despegue. Ahora, las encuestas muestran que entre un veinte y un treinta por ciento están de acuerdo con que hay un problema o que existe una injusticia. Cuarta Etapa: El Despegue Esta etapa se suele iniciar con un suceso desencadenante, algo dramático que pone al tema en el punto de mira de la atención y preocupación pública. A veces el mismo movimiento provoca el suceso desencadenante. La Conferencia Cristiana de Liderazgo del Sur, en 1963, encabezada por el Dr. Martin Luther King, Jr., puso su atención en Birmingham, Alabama, en una campaña de acción directa reportando el error de las prisiones y resaltando la maldad de la segregación con fotos reales de perros policías y mangueras de bomberos. La campaña de Birmingham desencadenó una respuesta nacional e internacional que resultó en la aceptación de una legislación de derechos civiles. A veces el suceso desencadenante simplemente ocurre, como cuando casi se derrite el reactor de la planta nuclear de Three Mile Island in 1979. El suceso de Three Mile Island (TMI) precipitó una protesta pacífica masiva y atrajo a muchas personas nuevas a la movilización. El crecimiento previo del movimiento había sido sustancial, pero el TMI desencadenó un ambiente de crisis que trajo profundidad y amplitud al movimiento. El PAM demuestra que esta etapa de despegue necesita de la preparación de las etapas segunda y tercera. La Energía Nuclear es un ejemplo que podemos explorar. Mucho antes de TMI, también la planta nuclear de Fermi en la ciudad de Detroit casi se derrite. Un desastre similar o peor ya amenazó entonces, sin embargo no existían organizaciones anti-nucleares ni crisis social. ¿Por qué? Porque no había movimientos sociales previos que cuestionaran los organismos establecidos (segunda etapa) ni educación ni organización (tercera etapa). Un evento se convierte en un desencadenante solo cuando un movimiento ha hecho primero su trabajo. Debido a la amplia cobertura del tema por parte de los medios en esta etapa, mucha gente asocia el cambio social con la cuarta etapa. A menudo una o dos coaliciones se forman en este momento. Las celebridades se unen al movimiento, los poderes se sorprenden por la nueva oposición y publicidad e intentan desacreditar al movimiento. Las encuestas muestran que entre un cuarenta y un sesenta por ciento del público se opone a la injusticia o a las políticas actuales sobre el tema en cuestión. A menudo los/as activistas de manera no realista esperan una victoria rápida en este momento y van contra reloj. Largas reuniones sin dirección tienen lugar, donde nuevas personas participan e intentan tomar decisiones sin considerar los procedimientos. El tema es visto aislado de otras cuestiones.

Los objetivos en la cuarta etapa son, construir y coordinar un nuevo movimiento de base y ganarse la opinión del público. Parte de ganarse al público es establecer la relación entre las demandas del movimiento y valores ampliamente respetados (como la libertad, la justicia o la democracia). Quinta etapa: Sensación de Pérdida Existe una frase clásica: "dos pasos adelante, un paso atrás." La sensación de muchos/as activistas es que la quinta etapa es el paso atrás. Bajan el número de participantes en las movilizaciones, los medios le prestan menos atención, y los cambios políticos no se han alcanzado todavía. El discurso oficial del Poder es “El movimiento ha perdido”. Los medios se enfocan en las divisiones dentro del movimiento y especialmente en actividades que ofenden la sensibilidad del público. La excitación y el no planear en la cuarta etapa es lo que crea la sensación de fracaso en la quinta etapa. La creencia de que el éxito está a mano puede desilusionar y desesperar a los/as activistas cuando se dan cuenta de que todavía no lo han alcanzado. Con la esperanza de recuperar la ilusión y la confianza de la cuarta etapa, algunos grupos organizan acciones violentas estilo Rambo o se convierten en una aislada e ineficaz secta contracultura. Afortunadamente, muchas/os activistas nos se desilusionan, o si lo hacen, lo aceptan como parte del proceso. Se lo toman como si hicieran rafting, disfrutando de la excitación de los rápidos, pero también aceptando los momentos de calma entre medias. Los/as buenos/as estrategas se proponen objetivos estratégicos, alcanzables y medibles. Los buenos movimientos los celebran según los van alcanzando. Los Poderes pueden intentar aplastar al movimiento con el uso de la represión en este estado, incluso si se han sentido limitados con anterioridad por una tradición de derechos civiles. Sin embargo incluso a veces se puede celebrar la represión, como un símbolo de victoria. Sexta etapa: Ganarse a la Mayoría En esta etapa el movimiento se transforma. Las protestas en los momentos de crisis dan lugar a una lucha a largo plazo contra los Poderes. El objetivo es ganarse a la mayoría de la opinión pública. Se forman muchos grupos nuevos, con personas que antes no eran activistas. Los grupos nuevos hacen trabajo de educación de base y acción. El tema aparece en las campañas electorales y algunos candidatos/as son elegidos en esta plataforma. Coaliciones más amplias son posibles y las instituciones de la corriente dominante amplían sus programas para incluir el tema. Hasta la sexta etapa, mucha de la energía del movimiento se enfocada en la oposición (a la basura tóxica, a la Guerra, a las personas vagabundas, etc.). En la sexta etapa, del sesenta al setenta por ciento del público está de acuerdo con la necesidad de cambio. No existe una amplia audiencia preparada para pensar en alternativas a las políticas existentes, y un buen movimiento ofrece algunas. Las instituciones de la corriente dominante pueden ser de ayuda en esta etapa. Un ejemplo surgió del movimiento contra la Guerra del Vietnam: las universidades respondieron a la cuarta etapa creando departamentos y cursos de estudios sobre la paz, y durante la sexta etapa muchos de los y las estudiantes involucrados comenzaron a pensar en alternativas al sistema bélico. Los Poderes no son pasivos. Intentan desacreditar y alterar el desarrollo del movimiento, insisten en que no hay una alternativa positiva, promueven reformas falsas y a veces crean eventos críticos para asustar al público. Los propios poderes en esta etapa también están más divididos.

Los peligros en esta etapa son: que el dominio de las organizaciones y el personal de ámbito nacional reduzca la energía de las formaciones de base; que las/os reformadores se comprometan en exceso o que intenten poner al movimiento en manos de los políticos; que se extienda la creencia de que el movimiento está fracasando porque todavía no ha conseguido el éxito. Séptima etapa: Conseguir Alternativas La séptima y octava etapa podrían llamarse manejando el éxito. Sin embargo hay que tener cuidado ya que el juego no termina hasta que termina. En la séptima etapa el objetivo es identificar los logros del movimiento (!no es tan fácil como parece!); como de eficaz han actuado los y las activistas y sus organizaciones para alcanzar un objetivo o demanda importante y conseguir esa demanda enmarcada en un cambio de paradigma – un nuevo modelo o manera de pensar sobre el tema. Los objetivos o las demandas deben ser consistentes con una manera diferente de ver las cosas: un nuevo marco o paradigma. Si un movimiento de derechos civiles solo demanda algunos cambios de personal en el gobierno, en la industria o en las escuelas, conseguirán más mujeres, personas de color o gays o lesbianas en los puestos que continúan trabajando como habitualmente incluyendo políticas que discriminan a las mujeres, las personas de color y a los gays y lesbianas. Los movimientos sociales normalmente son más creativos que eso y proyectan nuevas visiones de como pueden ser las cosas. Un movimiento social de éxito, por lo tanto, puede conseguir objetivos que aunque cedidos de mala gana por los Poderes, introducen una nueva forma de funcionar y de ser. La séptima etapa es un proceso largo, no un suceso. La lucha en esta etapa cambia de oponerse a las políticas establecidas a crear un dialogo sobre qué alternativas adoptar. Dentro del propio movimiento existirán diferencias sobre las alternativas y diferentes grupos ofrecerán distintas alternativas al público. Los Poderes centrales intentarán sus últimas tácticas que incluirán estudios de comisiones y alternativas falsas, y entonces se verán forzados a cambiar sus políticas, verán sus políticas derrotadas o perderán el cargo. No es poco frecuente que tenga lugar otro suceso desencadenante (el desastre de Chernobyl) o que se organice (la marcha en 1965 por la libertad de Selma del movimiento por los derechos civiles), lo que inyectará de energía a la causa y conseguirá más aliados/as. Cada movimiento necesita definir un final que tenga sentido para sus propios objetivos y situación. La lucha contra la energía nuclear es un ejemplo del cambio en el que nunca ha habido enfrentamiento en el Congreso de Estados Unidos. En su lugar, el movimiento creó suficientes obstáculos en el mercado estadounidense lo que resultó en una moratoria de facto para las nuevas plantas, en parte al demostrar lo inaceptablemente costosas que son. Octava etapa: Consolidación y Pasar Página Los líderes de los movimientos necesitan proteger y difundir el éxito obtenido. El movimiento también se convierte en madrina de otros movimientos sociales. Vimos salir del movimiento de derechos civiles de los años 60 al movimiento estudiantil, el movimiento contra la Guerra de Vietnam, el sindicato de los granjeros, el movimiento de mujeres, el movimiento de los/as Ameríndios/as y otros. El foco a largo plazo de la octava etapa es conseguir un cambio de paradigma, cambiar el marco cultural. El cambio de paradigma iniciado por el movimiento de los derechos civiles todavía es una parte muy importante de la agenda, treinta y cinco años después: la diversidad como un valor positivo. En los años

50, la diferencia era rechazada y temida. La regla era conformarse. Incluso el Rock&Roll se tachaba de “conspiración comunista”, por ser diferente de la música pop imperante. Se enseñaba a las minorías étnicas a ser tan Blanca y de clase media como fuera posible para “encajar”—esa era su única esperanza (y no mucha) para ser aceptados/as. El movimiento de derechos civiles y los movimientos que amadrina todavía hoy continúan con una intensa lucha para que se vea la diferencia de manera diferente y que se creen las estructuras y los procesos que crean en la diversidad como una fortaleza en la formación de las comunidades. Mientras el movimiento sigue consolidando sus logros y se enfrenta con las personas que nunca fueron persuadidas, los Poderes se adaptan a nuevas políticas y situaciones y a menudo aclaman el éxito del movimiento como propio. Al mismo tiempo, pueden fracasar al alcanzar acuerdos, en pasar suficientes leyes nuevas, o debilitan el impacto de nuevas estructuras nombrando a personas resistentes al cambio.Uno de los mayores obstáculos para los/as activistas en la octava etapa, es por lo tanto, no asegurarse de que se lleva un seguimiento de las instituciones. En esta etapa, el movimiento no solo puede celebrar los cambios concretos alcanzados, si no también darse cuenta y celebrar el gran efecto dominó que ha tenido en otras partes de la sociedad e incluso en otras sociedades. El movimiento estadounidense contra la energía nuclear se inspiró en las ocupaciones masivas de zonas en construcción de los ecologistas alemanes. En este pequeño planeta, podemos aprender e inspirarnos unos/as de otros/as alrededor del globo. Si piensas que estás perdido/a, mira el mapa El curso del río es enrevesado, a veces se divide y toma direcciones inesperadas. Quizá se sienta perdido/a o quizá alguien quiera que se sienta así. Dese cuenta de que los Poderes continuarán con las políticas contra las que usted lucha, incluso cuando están preparando planes para anunciar nuevas políticas y preparar al público para que las acepte. Aunque se comprende, deliberadamente ocultan al público su derrota. Cuando usted cede al desaliento, está aceptando su definición de la situación. No necesita hacerlo – un marco estratégico le permite a usted mismo definir la situación. Los últimos cuatro años del movimiento contra la Guerra de Vietnam nos sirve de ejemplo. El gobierno estadounidense incrementó el bombardeo en Vietnam, superando todos los bombardeos europeos de la Segunda Guerra Mundial, y públicamente defendían el compromiso de continuar la guerra indefinidamente. Esta política, agresiva y visible deprimió a la mayoría de los/as activistas pacifistas, que pensaron que sus diez años de esfuerzos habían sido en vano. Los/as activistas desconocían que el gobierno Americano estaba, al mismo tiempo, en silencio empezando a dejar la Guerra. Estados Unidos comenzó conversaciones de paz en Paris con los Vietnamitas del Norte. Cedieron a dos de las demandas claves del movimiento: sacar a las tropas de Vietnam y finalizar el llamado a filas. Los/as activistas del movimiento vieron estos cambios como irrelevantes que reducían la oposición al movimiento. En los últimos años, el movimiento contra la energía nuclear ha estado completamente deprimido. Entonces, de repente se terminó la Guerra. Funcionarios gubernamentales reconocieron que el movimiento había sido fundamental para el cese de la Guerra. Sin embargo, los/as activistas en aquel momento sintieron lo opuesto. Es bastante probable que usted se encuentre embarrancado en esa misma orilla como esos/as activistas, a menos que utilice una estructura estratégica estable para cuando su trabajo parezca desalentador. Eche un vistazo al Plan de Acción de Movimientos — ¡puede que le ayude a seguir lo suficiente para alcanzar sus objetivos!

[Para más información sobre el Plan de Acción de los Movimientos, lea el ultimo libro de Bill Moyer, Doing Democracy, disponible en la página web de Talleristas por la Justicia.]