estructural del relato

ELEMENTOS PARA UNA TEORIA DE LA INTERPRETACION DEL RELATO MITICO A. J. G R E I W En homenaje a CLAUDE LEVI-STRAUSS 1. Roland BARTHES , A.J.GREIMAS...
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ELEMENTOS PARA UNA TEORIA DE LA INTERPRETACION DEL RELATO MITICO

A. J. G R E I W

En homenaje a CLAUDE LEVI-STRAUSS

1.

Roland BARTHES , A.J.GREIMAS , berto EGO , Jules GRlTTl , Violette MORIN , Christian METZ , Gerard GENETTE , Tzvetan TODOROV , Claude BREMOND

LA TEORIA SEMANTICA Y LA MITOLOGIA

Los progresos realizados recientemente en las inveatigaciones mitol6gicas, gracias sobre todo a 10s trabajos de Claude L6v-iStrauss, constituyen un aporte de materides y de elementos de reflexi6n considerable para la teoria semantica que se plantea, como sabemos, el problem general de la legibilidad de 10s textoa y trata de establecer un inventario de 10s procedimienbs de su descripcibn. Ahora bien, pareciera que la metodologfa de la interpretacihn de 10s mitos se sittia, a causa de su complejidad, fuera de 10s limites que en Ia hora actual asignan a la semgntica las teorias miis en boga en 10s Estados Unidos y, en especial, las de J. J.' Katz y de J. A. Ebdor. 1. Lejos le limitarse a la interpretacidn de 10s enunciados, la teoria semantica que pretendiera explicar la lectura de 10s mitos, deberia operar con secuencias de enunciados articulados en relatois. 2. Lejos de excluir toda referencia a1 contexto, la descripci6n de 10s mitos se ve llevada a utilizar las informaciones extratexhales sin las cuales ei establecirniento de la isotopia serirz imposible. 3. El sujeto parlante (el lector), finahnente, no puede ser considerado carno la invariante de la comunicaci6n mitica, pues 6sta trasciende la categoria de consciente vs. inconsciente. El objeto de la descripeicin se sitfia a1 nivel de h transmisicin, del text@invariante, y no 4 nivel de la recepcibh, del ilecto~~variable. Nos vemos, en consecuencia, obligados a parfir, no de una teoria mmhntica constituida, sin0 de un conjunto de hechos descriptivos y de conceptos elaborados por eI mimit6logo a fin de ver: 1) en qu6 medida unos y otros pueden ser fonnulados en t6rminos de una semhntica general susceptible de dar cuenta, entre otras cosas, de la interpretaci6n mitol6gica; qu6 erigencias plantean las conceptualizaciones de 10s d t 62)ogos a una tal teoria aen6ntica. Hemos elegido, para hacer esto, el mito de referencias boron5 que sirve a Evi-Strauss, en Le Cru et 2e Cuit, de punto de par-

estructural del relato

la red de jonas 1991

tida a Ia descri¡¡ciór-r d-el -univenso mitorógico, csptado en una de sgs. dimensio;es, lr l. äii";"';lìmer*aria. pero, mienr¡as -d-" que Lévi-strauss se, había p'"p"iãø ;i;ü; oi;' *iiäib"äi.""¡" en un universo en'n umverso mitológico mitol9gico progresivamente puesto e" ¿"scr¡b¡erd fin s9g pq"r+ dej nlito ¿e rãràren'.:ia-¿ó";ìãðüö""o-o -ãã-"=ñriãítur l1îgq" como ur¡(¡."r¡ na¡rativa, .¡üfaúrva. Eraf,iando gnida.d tratanãó de explicitar los ro, procedimientos oe qescnpcton descri¡ción que åay que poner pongt_ ô en tun9ignã--ien6ï;;'iì"g"r, funciona -hay qug por etapas sucesivas, a la legibilidad _máximã ãË-;;tå -i* *rticular. Tratándose, en cg,nygcyencia, conseõuencia. de dã una interpretación internretqniÁn metoma+^

91ó:lg*1'þiendFmit"róãId;-il"äi';ä"Ëlääiä:äåä#: :ll*:¡t"nra:eoiaenãõi,miõñããü"-äï;'ä""ä"rïå't*;ïi: tos que no nos pertenecen.

nivel estructu¡al subordinado: la narración, considerada como un todo t¿.ndrá pues como contrapartida una estructura jerár-

quica contenido. - 2. del Una subclase de relatos (mitos, cuentos, piezas de teatro, etc.) posee una caract¿rística común que puede ser considerada como la propiedad estructural de esta subclase de relatos dramøtizad,os:- la dimensión temporal en la que se hallan situados, está dicotomizade en un antes vs. ur¿ d,espués. A este o,ntes vs, después discursivo corresponde lo que se llama una que, a nivel de la estn¡ctura implícita, no es más que uqa inversión de los signos del contenido. Eriste, pues, unâ correl¿ción entre los dos planos

Bnt€ê después

IL LOS COMPONENTES ESTRUCTURAT,ES DEL MITO III. l. Los tres componentes, Toda.descripción del-mitp debe tener en cuenta, según r,ráviStrauss, tres gt3Tgtgl f$damenrales q,rã sor,, ãi""Ë,aro"; liT:rtTj. 2) el código; B) el m"nraJã. näotros, de preguntarnos 1) cómo inter* r:?:f:*_para pretar, en los rnarcõi de una t"&r,,äA;ääIã;dJ åä'"*po_ del mito 2) zJ y eué: pegtgs qué lugar ruear atri a[ribuir äã""iro* de ellos -en ¡1etg:_del.milo ta mter?retación de un relato mítico. ",,

ii'

; "id-ñ;

ï1. 2. EI

armnaón.

Parecierg qle por,armazón, epe gs elemento Ínvariante, _ que -ultmfto;;-G¿; entender el status e_stn¡dturar dei ción. Este status pSrece ser dobÈ:-it* p";ã;H;irîä"etnarraconiunto de propiedãdes esrructuraËr-óduil;; Ëãäriäi mtosretatos ænstifuve un modero narrativo; z) p€ro A*;rË-oõr" debe dar cuenta a la-vez:-al-a"ï miiã considerado como unidad. nanativa trang-enunciado .y. b) de la estructuia-dái--ããntenido que se_manifiesta por medio de esta na,rracién.1- r,a unidad dilcursiva.q.te rüilõb; ser oonsiderada -eîrìncia¿os como un algoritmn,_es _deeir, corno "sàfuna su"éãio"-ãe ã.; ::v::-Tïi"ïs-pltdicadossimulan:utgtit,itiäp"id"n^ä;:ffi qe compoÉamrentos-que tienen una finàlidad. En tanto suóËsion, el relato posee una d[mensión t"*i";;iiír" õ-p;äiluäà. qrr" expone mantienen entre sí relaciónes d" ã"teriã¡ãã¿'v'ãà poo terioridad. El relato, p4ra tener senüido, debe ser un todo sig¡ificativo y por esto se presenta un como una estructura seytnälø-ir^pi;. quq tos desarroü* õ;;úri*--aåï"äå".¡0", $"-ltl -d:_glo- su lugar en !a estructura simpre aI no encontrar un

,

ha-y

40

"o"stii"y"n

cqpü.aûialo

i¡vertido

coutc¡ido sli¡uado

3. Restringiendo, -â= r¡na vez más, el inventario de relatos, descubrimos que un gran número de ellos (el cuento popular ruso, pero también nuestro mito de ¡efercncia) poseen otra propiedad que consiste en implicar una secuencia inicial y una secuencia final situadas en planos de mítica diferentes del cuerpo del relato mismo. A esta particularidad de la narración conesponde una nueva articulación del contenido: a los dos contenidos tópicos los -deotros cuales uno es afirmado y el otro invertido- se adjuntan dos contenidos co¡relacionødos que están, en principio, entre si en la misma relación de transformación que los contenidos tópicos. Esta primera definición de la armaãón que no está en contradicción con la fórmula general del rnito propuesta hace poco por Lévi-Strauss, aun cuindo no es enterämènte satisfacÌoria permite, en el estado actr¡al de nuestros conocimientos, -todavía estêblecer la clasificación del conjunto de relatos ðonsiderado como gétæræ constituye sin embargo un elemento de preuisibiIidnd no deedeñable: se puede decir que el primer paso metódico, en el proceso tie la descripción del'mito,''es la åescomposición del relato mítico en secuencias, descomposición a la que debe corresponde_r, a título de hipótesis, una articr¡lación previsible de los contenidos.

II

3. Et

mensøje,

Semejante concepción del armazón pennite prever que el mens¡je, es decir, Ia significación particular del mito-ocurrencia también se siùúa en dos isotoplas a la vez y da lugar a dos lecturas diferentes, una a nivel discursivo y la otra a-nivel estructura!. Quizá no sea inútil precisar que pot isotopía entendemos un con-

4l

junto iedundnnte de categorías semánticas que hace posible la lectura unifonne del relato, tal como resulta äe las lecf,uras par-

ciales de los enuncþdos después de la ¡esolución de sus ambi!üe.S}rd" esta resolución misma por la investigaõi6n de Ia lectura única. 1. La isotopía narrativa está determinada por r¡na cierüa perspectiva antropocéntrica que hace que el relato sea concebidõ como una sucesión de acontecimientõs cuyos actores son seres animados acüuantes o actuados. A esúe nive_I, una primera categoúzación: indiuidual vs. col,ectivo permite distinzuii un héroe asocial gue.desligándose de la comunidad_, aparecé como un agente gracias al_cual-se producela inversión de lã situación; que se prc{adgs,_ siendo

tsnþ, dicho de otro. modo, co.mq mediador personalizado eirt¡e

Ià situación-antes y la situación-despues. ,,' I .- Vemos que esta primera isotopía Îleva, desde el punto de vista lingüístico, al arullisk de lns signosz los'actores f los aconteci-

¡

'

mientos narrativos lexem?¡ (=morfemas, en sentido qtnericano), s¡¡llzables en-semenas (lacepciones o de las paÉbras) -qge están organizadog medianüe relaciones sintácticaõ, en enunciados unívocos. ". 2. La segunda isotopía se sitúa, por el contrario, a nivel de la ' 'estructura del contenido postulada iobre el plano-discrrrsivo. A las secuencias narrativas õorresponden conteriidos c'uyas ¡elaciones recípr-oca_s son teóricamente conociclas. El problóma gue se pla4tea a la descripción es el de la equivalencia a establecef entre los lexemas y los enunciados constitutivos de las gecuencias nayrativas y las- articulaciones estructurales de los contenidos que les correspon¡len y gs.a la resot!'eión de este problema que nos abocaremos. Bastará decir po¡ el momento que una tal transposición supone un a.ruili^sis en serrøß (=rasgos pertinentes de-la significación) que es lo único que puede permitir la puesta entre paréntesis de las propiedades antropomór-ficas de los- lexemas-actores y de los lexem¿g-aconüecimientos. En cuanto â los desempeños del héroe, que ocupan el lugar central en la economíâ de la narración, no pueden sino corresponder a las operaciones lingäísticas de t¡ansfonnación que explican las inverãiones de los con-

tenidos.

Una tal concepci6n del mensaje que sería legible sobre dos isotopías distintas, la primera de las õuales no seiía sino Ia manifestación discursiva de la segunda, no es quizá más que una formulación teórica. Puede no corresponder sino a una subclase de relatos- (los -cuentos populares, por ejemplo), en tanto que otras subelases (los mitos) estarían caracterizaãas þor la trabazðn, dentro de una única narrac_i6n,-de las secuencias ìituadas ya sobre una, ya sobre otra de las isotopías. Esto nos parece aecundario en la medida en que: a) la-distinción queãcabamos de establecer enriquece nuestro conocimiento det modelo nanativo e incluso puede sen¡ir de criterio a la clasificaeión de los relatos, 42

b) v también en la medida en que separa netamente dos procedinienøs de descripción distintos y complo¡ne¡tarios que- contribuyen así a

II

4. EI

La elaboración

de las témicas de interpretación.

código.

La reflexión mitotósica de Lévi-Strauss, desde su primer estudio sobre I¡¡trtÁo. f.

Suspøtsàó'n

a\ Contmto

de

ha,berse

ild, co¡tmto

en

.. _N-en tP¡d¡el-+ Aceptación b) PÍaùø øIìltntom e)

y

n'"1.3ff; å}f""åriffi*_det

[Eijo]

obri;d"o:'A;;

Pnrebe hipotárice [Abuela.Ilijo] (co¡sutt¡) ÇouÊêcu€oci&: recepción del ayudaute lhijo] (el ba¡tón)

DisguncËtín

loe papeles)

de

Congêcuenci¿s: ¡einiciacióu del decpl¡za,miento [Eijo]

__ e) Cou¿anench cont¡octtal: AlimentacìÁn ønínal

6y¡otu.

t victori¡

¡!81 ctud'ol

lHijo; r,¡g¡rtôsJ (c¿z¡

C,ou¡ecueuci¡¡ f¡ac¿so de

b) Prueba podtäto Cogbst€ pod¡ido)

lfl,

+

le

y

abeor,ción

dc ¿timc¡to

¿ni-

y absorcién de ¡limento cn¡do

¿) Díquæíln

.

Desplaaanriento dgsrynsig3al,

dente: comporta,miento

b) Pntcbø

nagatùsø

Sioì -(enlossincrctismo con ta prueba prece_ bienhechór de opositon", > eyuã""lot-

l¡dre

I.

Cbmbat¿ simuledo _Slig-frr¡tos silvestresl (colecta y no ca2a) Victoria deceptive lflijo] (¿bsorción de ¿iimento veËet¿t f¡ed) consecuenci¿: ft¡ca¡o de le prueba (inposibiridad äe ¿rimenúrse) c) Prucbo posítíoa Pnreb¿ calificadora hipotóxiea labr¡el¡; F!io] (consutts en el rccuerdo) C,onsecumcia: rccepción del ayudante ttihj i"v"ã"ite-;.g.úii--

-ßonsøun¿ío gcn¿ml: Liquideción de



c¿¡encia (adquisición de ciertas

flatot¡o ilcl Mroa

Ð

"it:#år"ífüläo* ***"r*ro h"åi*"àt*"so lHiio] (uo coniunción térmi¡o ú Won)

[Hijol Pa¡tids ¡tdund¡nte ftliio]-t-Desplsz¿miento (c1n'"]ts)

teui*l"i {iþl iää¡î r'ip"tl'i* "äp"iJ"i" Ë äviar.{HiÞl (-''tlPl Consecuenci¿:

(l+gg" = ñåîoñ;-Ëü*-ií"åg"it" -Ñ"õi-iunto ãe b -m¡¡c¿it'-$i"l1oi [Abuel¡; Hijol

It.

Lirluiil¡¡cí,ón il¿ lo cø¡c¡tciø d,l' LÅsuidßci'ù'ù negotitsø Privación del luego bienhedro¡ m¿lhechore Ãtúbución b\ Liqúida'c¡ón Positittø "iffbuci¿; ã"iiîtg" bienhechor tlugçþ; c'onunid¡dl äänocimi"t'to aãl leroe 4srcqdl- [Àþuelal ordin¿ri¿ v no gloúficadora) Hliti

a"i"iät

,"r'et¡ció¡"diî#îPtd*; C"**;-,,ë- ;;"*"t' ¡eìehción

No

...1..Ls trar:scripción semántica de esta nifiesto

secuencia pone de ma_ una de las características estructurales del ñito esüudia-

como una coil¿rucciñ

hiñtá*Ë"

gue :ry:=,pro,qrcsivamenre depafqlla, en diverros desarrolla, planos, los mismos diversos Dlanos. g.ue mrsmos esouemeñ nrrrâesquemas nana_ flvos. v'!vv"¡v¡r Asr' ¡s la evvse¡¡v¡e secuencia uç que nos uu.¡p..ruu¡J de yus ocupamos eü en este esúg momento momgnto 'us corresponde, en -la economía general del ielat-o, a la pruãtä-pri; cipal; consroerada crpar; considerada en si sí misma realiza. no obstånte, obåtånte,-põt por sí ,i iola, iõtã, el esquema naûativo en el que el aleoritùno usuJ"ãnliãtt-¿ãì con-

trato> funciona como prueba calificadora; vy aparece, siguiendo

.14

del bastón)

hiio)

*

"'

Com¿ntarín.

*:

tgijol (a pa,rtir del luear de por el hecho de l¡ ausencia del

ho¡izout¿l

b)'ßeto¡no Podtitto

I]uøs ¡ilvectr€sl È *"erci;i iä-påsibilided fonn¡s de ¿liment¡ción).

sigue las hueu¡Jpero, temiendo most¡&rse'

crimi¡¿I.>

hueba pri¡cip¿l:

Comb¿te s¡n'ûl¡do rcdund¿nte * Vìctoria [tlijo; consecuencia: éxito de la pmeba (liquidaciìin ã de ¿linent¿rse)

rt.,t" q""îi-ãT;'¡;-tF

p€rtenecr"iL--"ä,uuJr.

dú¡ani" Iargo tiempo e lo adopta el aspecto de o"'i'fiìå äüä;i¡l:l;:J"lúsn Al fin se deiide ¿ m¿nifesdel Éemano-genor vieje y a su segundo-¡¡¡€to, "ntltio"r' el héme se tP.tt"- tt*"ttttse con tu abuela' tórsele¡ bajo su ve¡oaaeä ö*t": colb. identificados. no tr¿nsforma gu"e.ir,"-eodi"-"ätä ø¡*"-v "* -r"lpor" un eguacero v todgs hubo una violent¿ tempesrad, acorrpañada dequien i l¿ mañ¿ne |,dhriltffil sil¿.-äbuelo' a de el nenós ahoga'ron, pueblo -p.tti""t""-ó"e del iu"gos ibr -se ia eegunda mujer del #;";ïld;--ü;, mutrdo el todo cuientê ¡eoonooe como

de la pnrebe

C.onsêcueûcia: é¡ito Alåmentocíóû aagatal

III. 4. 4. Ðl retorno d'el héroe' busc¿ de loe suyos

pnreba (mucrte del hé¡oe)

Victori¿ [Cuewos; HijoJ (e¡z¿

*i"

de nido al : èl héroe-guacamayo, al despertar abajo, _vuelve a encontrar la parte vegetal complémentaria ie su dose.

naturaleza.

4. El régimen alimenticio qge es rechazado la segunda vez, el consumo de alimeg.to c_rudo ue._getal. Más precisãmente, no es el objeto a consumir (los frutos silvestres) lo lue se cuãstibnà, sino al consumidor en su calidad de objeto de'consumo (pdã los buitres). El héroe, como sabemos, caiece de naleaJ. iechazadas en tanto crudo y podrido. El parádigma de sustiiuãión ãs así abierto a nivel del c-ueïpo_det þtiöeì-ããiåäao ya-ñä; Ë i""æ pod¡idg, no es .aún rqgmnla-zada por. þ. parte-frescø. 5. La transformación del consumidor cuya'parte animal, cruda yy podrida, es reemplazada por medio medio de ún ün delemenCo ayudante ãv"äu"t" -es es

-vegetal, (que se identifica con esta esta. p-?Tte-ngeva-de su naturaleza) crudo..y fresco, y. la posibili{ad_ de alimentarse à;í rãóupãiáaä, pues la afirmación del consumo de lo uudo iegetøI

9g-1s_t]tuven

fresco. E-n conclusió{r, r-" puede decir que:

a) en la diswnción arriba' vs. øbajo gngra la dis:tinción entre dos ejes de coñ."mót--øn¡nlt vs. uegetal;.b) -que la primera serie de-pruebas coniiste én h t-ransformaeión de lo crud.o en cocido; y c) que la sezunda serie de pruebas abarca la transformación dð tó p,àariao ãrilili"o.

IV. 3. Lø construcción del

código.

Haciendo un alto, podemos -ahora tratar de o_rganizar lo adqui. {r4o, r fin _d_e ver si þermite la construcción dð un cOdigo qoe dé cuenta del conjuntõ de la manifesüación tópica ¿èt mitõ. 1. Observaremos, _en primer lugar, que la s'ecuencia estudiada plantea el problema de lá alimentãciórf en forma de ielnclhn entre el consumidor y el objeto consumido y que,las categoúãs que hemos postulado p_ara articular el contõnidi de diversoïibl jetos.de consum_o_ (cr_udo v-s. coci_do; fresco vs. podrido) sólo han po-dido ser establecidas afirmando o negando 1a posibilidad de tal o cual relación,,Sí esto es así, el agua y el friego ãpã"ec"n, referido-s al objetn de consumo, eú l' rñismã relacidln- qií" re dä entre el productor.y el objeto producido; es el fuego, Ën-eiectq er qge transtorma lo crudo. en co.cido V_gs e-l agua la que, a partir.de lo fresco, produce lo podrido."El objei'o d" s" .sitúa así entre: "ånsirno F\ente

(productor)

I)estin¿taúo

(eonsumido¡)

En consecuencia, se puede decir que la manifestación narrativa e_n su colj-unto se sitúa ya a nivel de los contenidos que articulan los objeüos de congumo, y8 â nivel de las articulacioñee de las fuentes o de los destinatarios. En este sentido, la definición de la isotopía general del discurso que hemos propuesto en otro lugar y según la cual ésta no es lã itæración-de-una sola categoúa -semántica, sino dg un haz de categoúas organizado, parece-apligqble al relato mítico: el objeto de c-onsumo [ue es eÍ tema del discurso, estâ estilßticømente presente, tanto con su contenido proqio, cuanto en forma de cõntenidos distanciados, mediarite relaciones que se pueden definir categóricamente. Establecer la leõtura úirica coisistirá, pues, en rËducii ôJós- aiã-

tanciamientos estilísticos. 2. Considerando de más cerca las dos funciones de purificación_por'el-fuego y de putrefacción por el agua, vemos Que una puede ser designada como uital y la otra como mortøI y- que la distancia qge sepam l-o cocido de lo podrido es la de la õposición entre la vida y la muerte. Así parece posible una nueva connotación, más general, de las categorías alimentarias debida a su carácter vital y benéfico o mortal y maléfico. En efecto, pi,

eocido-V,

_entonces

crud,o- no V, y fresèo =¿ noM.

si.poilrids- M, entonces

. Por- otra parte, la nuev-a categoríq connotativa permite, gracias a la puesta entre paréntesis de la distancia esfilística'eñtre el prod'ftor y- el objeto producido, una distribución paralela de los términos sémicos que abarcan los lexemas fuego y aeua. El siguiente cuadro resumirá brevemente los resultadõs äe ãsta ¡educción ege lleva--a la construcción de un código bivalente pero isomorfo. Este sólo podrá ser considerado corño correctamènte establecido en la medida en qug permita dar cuenta del conjunto de los contenidos tópicos mahifestados. Yill

Mwrla

v

Cocido

Cn¡do

n¡egÞ vitsl

ftrego mortal

¡oM

hr¡o Agt¡s Yitd

IV. 4. La tra,nsformdci.ón

Pod¡ido

uoY M

Aguo mortel

d,iølécticø.

En el marco está establecido, el conjunto de las transformala secuencia estudiada son susceptibles de

ciones contenidas en

ser subsumidas bajo la fotma de un algoritrno dial'éctico. En efecto, las pnrebas gue siguen consisten:

1) en negar el ténnino crud'o (no--V) 2) en afin¡¡ar el término cocid,o (V) 1) en afirmar el término fresco (no M) 2) negando el ténrrino podri'do (M) La aserción dialéctica, que ofrece la slntesis, consistiú entonces en postular la existencia de una relación necesaúa entre tro cocido y ln fresco (V*no M), témtinos pertenecientee a cate' gorías ãe cohtenido originalmente_ distintas, - al affumar que 8u

õoniunción constituye la vida, es decir, la cultura alimentaria o, tra¡isponiendo esto ãl código paralelo, que la conjunción del fuego dei hogar y de la lluviá bienheehorã constituye las condicioñes