Esclavos del siglo XXI

Esclavos del siglo XXI En estilo Gideon: “Decía Deleuze en La Lógica del Sentido: Extraña postura la que valora ciegamente la profundidad a expensas ...
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Esclavos del siglo XXI

En estilo Gideon: “Decía Deleuze en La Lógica del Sentido: Extraña postura la que valora ciegamente la profundidad a expensas de la superficie y que quiere que superficial signifique no una dilatada dimensión, sino sólo falta de calado“. Dos hechos me están llamando la atención en los últimos tiempos: El mayor acceso a información a través de Internet, y especialmente a través de las redes sociales Cada vez sabemos de más cosas, aunque con menor profundidad (incluso sin llegar a saber si lo que se dice es cierto) Más información, donde y cuando queremos, a la medida de nuestros intereses… Más superficial, menos profunda y no por ello, menos exitante. La pregunta es: ¿Aprovechamos realmente esta situación?

Comuniquemos con sentido | Il buono, il brutto, il cattivo Sin entrar en el tema de si las redes sociales actuales serán exitosas o no, sí es cierto que las tecnologías que hay detrás de ellas nos han permitido y nos están permitiendo unos niveles de sociabilización hasta ahora desconocidos. No es que dialoguemos en la forma en que se hacía unos años atrás, es diferente, aunque no por ello menos valioso. Sin embargo (siempre hay un pero…. me cachis!), si prestamos atención a lo que

se comunica se observan varias cosas: Muchos diciendo lo mismo… incluso, en algunos casos, o es gente que lee y absorbe conocimientos muy rápido, o es que sólo se quedan en los títulos Poco valor agregado en el flujo de la información… Algo así como “lo paso como viene” Las conversaciones, independientemente de cuantos amigos, followers, fans… se tengan, quedan casi restringidas y son posibles de seguir por quienes las mantienen Algo que comenzó con la virtud de la honestidad empieza a distorsionarse… sin contar con que mucha información puede ser catalogada como desinformación… No te lo creas a la primera, piensa en lo que ves, lees o escuchas, crea tu propia opinión, aprende y expande… Se tú mismo! Y si no quieres hacerlo, se conciente, otro es el que está escribiendo el guión…

Alguien nos escribe el guión | The Usual Suspects Si prestamos atención a las redes sociales generalistas (Twitter, Facebook, MySpace, Tuenti…) la información que vemos no sólo se repite incansablemente y sin contenidos adicionales, sino que además los que dicen algo al respecto son pocos. Mucha de esa información, a su vez, provino de otras redes, con otras personas que lo tomaron de otro lado y la historia sigue… El asunto es que alguien origino la información y esto en algunos casos termina siendo, al menos, de naturaleza extraña… El riesgo de esta situación es que finalmente y con nuestra vehemente desidia estamos dejando que unos pocos escriban el guión de nuestra agenda diaria… Un ejemplo de hoy en España: Se está hablando de una nueva ley propuesta por el gobierno que afecta los derechos de las personas en Internet “Alguien” abre foros, grupos, etc. en diferentes redes sociales con un

“manifiesto” (En twiteriano básico se diría #manifiesto) en contra de la medida Varios interesados nos sumamos al evento Hoy descubrimos que hay fines personales detrás del evento y/o intenciones de apropiación Al menos, yo me borro de la lista por sentirme algo engañado, algo manipuleado y poco representado… No por mi acuerdo o desacuerdo con los contenidos Hoy hay reunión entre gobierno y “los usual suspects”… Noticia: “El gobierno no tiene intención de escuchar” Me pregunto con honestidad de pensamiento: ¿Henry, serás realmente el interlocutor válido? Escribamos nuestros propios guiones, seamos actores de nuestras propias obras, seamos actores de las obras de otros que valgan la pena… Fundamentalmente, tengamos ideas sin importar que sean geniales, buenas o desechables… El tema, creo, pasa por ejercitarnos en todo momento en el arte de pensar por nosotros mismos y esto es la base para hacer algo en conjunto, en comunidad. Co-crear empieza por tener algo para dar, y que mejor que tener ideas!

Co-crear implica compartir | Pulp Fiction

La co-creación podría darse en los nuevos entornos… aunque puede que no

En todo caso, las nuevas tecnologías, las redes sociales o como se quiera decir (da igual), al menos nos dan buenas pistas de, si quisiera hacer algo con otras personas, a quienes iría a buscar…. La pregunta sería: ¿Ellos, me elegirían? En un mundo donde el “flujo es rey”, encontrar a los “creadores” es una tarea compleja, si es que no los conocemos personalmente. Sin embargo, no todo es tan negro… Si prestas atención, si lees despacio, verás que hay cosas geniales, únicas, compartidas… Y si esto lo haces por un tiempo, también verás que son un grupo pequeño de personas los que generan ese pensamiento al que te asocias… Co-crear es encontrar a quien, con paciencia, sabiendo que primero tendrás que dar… Es un tema de pares donde el mayor desafío es sobrepasar nuestras ansias ancestrales de status referencial. En este caso, no se trata de guionistas idelógicos, se trata de encontrar a los guionistas de sus propios destinos y que invitan a ser parte… y que aceptan modificar sus ideas porque en conjunto descubren que lo que se puede hacer es mejor. Nos movemos a ritmo lento, a ritmo de seres humanos… buscamos empatía a partir de principios y agendas compartidas… y esto lleva su tiempo. De ahí la paciencia, de ahí al sentirnos superados por esas nuevas tecnologías que tanto nos pueden ayudar.

Las nuevas tecnología nos superan | Matrix

Ante todo pongamos escala en lo que estamos hablando. En un mundo con 6.400

millones de habitantes, la penetración de Internet es del 26% y, como la riqueza, mal distribuida. De toda esa gente… un 30% accede a redes sociales… o sea, algo así como el 7% de la humanidad… De los que acceden, participan activamente un 10% y crean contenidos un 2%… O sea, el 0,1% de la humanidad está creando contenidos. ¿Eres uno de ellos? En síntesis… Aún tratándose de millones de personas, somos “early adopters” de estas tecnologías en un mundo patas para arriba; saben más los niños de esto que nosotros, los entrados en edad Lo interesante del caso es que como personas seguimos siendo tan primarios como hace varios miles de años. Las guerras, el hambre, la pobreza… la esclavitud continuan presentes, y nuestras reacciones son tan “demode” que con solo pensarlas sentimos algo de vergüenza. Mi reflexión en este punto (al menos una de ellas) es que nuestra lentitud humana, la velocidad de las nuevas tecnologías y la superficialidad del conocimiento está creando un nuevo tipo de esclavitud… Y creo que no nos estamos dando cuenta de esto. Como sociedad nos movemos a saber y aprender más sobre las herramientas que sobre la razón de los contenidos: Utilizamos Excel y no somos capaces de racionalizar las ecuaciones que dan la respuesta Utilizamos Word y creemos a ciegas que su corrector de ortografía funciona de maravillas Aplaudimos las ideas de otros por que lo dijo tal o cual, y no nos detenemos a pensar si lo dicho posee valor, es mejorable o incluso criticable Olvidamos eventos para dejar paso a otros y no nos detenemos a pensar en su relación (Ej.: Hoy el premio Nobel de la Paz anunciaba el envío de más tropas a una guerra) Estamos tan preocupados por informarnos que nos olvidamos de razonar. Conocer no implica necesariamente que aprendemos.

Una sociedad experta en herramientas y desconocedora de las razones se termina auto-esclavizando. La curiosidad por si misma es inocua; vale la curiosidad que genera acción, la que nos mueve, la que nos hace creativos, la que humaniza. Pensar en términos de sociedad libre es el desafío de aquel que tiene ideas.

El desafío del que tiene ideas | Serendipity

Todo va tan rápido, tan en la superficie… Abruma! Deslumbrarse por el mundo que nos toca es real… Estamos en una época fascinante. El paradigma de la desigualdad sigue vigente y con aspectos adicionales que obligan a la reflexión. Posiblemente, si tuviese que pedir algo para estas fiestas, sería volver a las raíces de nuestra humanidad, exacerbar nuestra capacidad creativa, tomar la responsabilidad (al nivel que nos toque) de pensar y hacer pensar a los demas… Todo un desafío de amor a lo que siempre hemos sido y que aún estamos aprendiendo a ser… personas!

No sea que, sin darnos cuenta, estemos brindando con champán en la cubierta del Titanic.