Docente: Esteban Maioli Asignatura: Ciencias Económicas Y Políticas Gianatonio, Eugenia

“Ensayo sobre la justicia” Introducción El tema general a tratar se refiere a la justicia. Se propone un ensayo donde se aborden las problemáticas de la injusticia. Lo justo como medida razonable de cómo debe obrarse, bajo una mirada objetiva. Abarcativo a todos aspectos de la vida, se valora lo imparcialmente justo como muestra de la verdad. Como su lado oscuro o antítesis, aparece la injusticia: un descarrío de la moral que se apodera de los más deshonestos, para desmoronar a los pocos decentes. El tema adquiere su mayor peso en el momento en que los llamados deshonestos se personifican en los mismos jueces quienes, cargando una mochila de exagerado poder, se posibilitan de generar tan mayores daños. A comprobar en este escrito, tales vicios de la ley llegan hasta acaban con vidas humanas inocentes. La fuente por excelencia que apoyará el siguiente ensayo será la película estadounidense “La vida de David Gale” (siendo su título original “The life of David Gale”), del género drama, filmada en el año 2003, dirigida por Alan Parker y protagonizada por Kevin Spacey, Kate Winslet y Laura Linney. Este film, que se tomará como referencia y punto de encuentro con diversas teorías, demuestra en hechos reales y sumamente verosímiles, los irreparables perjuicios de la injusticia en manos de los más poderosos. Las teorías que darán sustento a este escrito, trabajándose a modo de marco teórico tanto como herramienta de análisis serán: Sócrates, su técnica de la mayéutica y la ironía socrática; Platón y sus ideas sobre un mundo dividido; Aristóteles y su concepto de mundo dinámico; John Locke y sus opiniones sobre el contractualismo; Joseph Stiglitz y su teoría de los fallos del mercado (más precisamente el fallo de la competencia, el fallo de

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la información y el fallo de la externalidad); Émile Durkheim y su teoría sobre el suicidio; Karl Popper y su concepto de falsacionismo; y las ideas sobre paradigmas. Se trabajará, entonces, sobre los contenidos de una película dramática, que toca hasta el límite el tema de la justicia, se analizará en base a ciertas teorías vistas en la materia, y se entrelazará con vivencias personales, puesto que al tener un padre en ejercicio de la abogacía, los valores y prácticas de la justicia son desayuno de todos los días. Más aún, las problemáticas de la injusticia tocaron a mi familia de manera también irremediable. Casi puede decirse que, al igual que declara la premisa tanto del film como del ensayo mismo, la mala praxis de los jueces acabó, aunque de manera indirecta pero valedera, con una vida cercana. A saber, la de mi mamá. Sin ánimos de profundizar demasiado en ello, y ocupando casi la totalidad del ensayo a ejemplificar a través del film mismo, si dedicaré más adelante algunas líneas de la conclusión para explicar un tanto más lo sucedido en lo personal; sólo en razón de validar más íntimamente la premisa del ensayo, y darle al mismo una mirada un tanto más real. Retomando, entonces, el tema propio del ensayo, y a sabiendas de lo apresurado de esta adelantada conclusión, diremos que los jueces son dioses mortales, con muchas veces malos juicios, que conllevan consecuencias letales sobre individuos inocentes. Acarrean un poder extremo e inmune, e irresponsablemente hacen abuso de él. Vale aquí la pena aclarar que la intención no es hacer una crítica generalizada, sino hablar en términos plurales, sólo para que los que no están libres de pecado se hagan cargo de tales mochilas. Habiendo dicho esto, daremos lugar primero a una breve sinopsis del film, para luego acceder a la extensión de los capítulos, que se encargarán de ampliar, ordenar y jerarquizar la información. Sinopsis Empieza la película como termina. Una mujer (Kate Winslet) sale corriendo con un videocasete en su mano de su coche envuelto en humo por calentón de su motor, desesperada por alcanzar su propósito en el poco tiempo que le queda.

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David Gale (Kevin Spacey), un popular profesor universitario y abogado activista en contra de la pena de muerte para la organización “Death Watch” en Texas se halla, irónicamente, en el pabellón de la muerte condenado por violación y homicidio de una activista colega, Constance Harraway (Laura Linney). A falta de sólo tres días de la fecha prevista para su ejecución, Gale accede a conceder a la respetada periodista Bitsey Bloom (Winslet) tres entrevistas exclusivas, que la revista para la que ella trabaja pagará con 500.000 dólares. En el curso de estas conversaciones empieza a asomarse la posibilidad de que Gale es inocente del crimen que lo ha puesto en esa situación, y que tal vez es víctima de una conspiración que busca restar credibilidad al movimiento abolicionista. Bitsey se da cuenta que la vida de un hombre está en sus manos y, poniendo en peligro su propia seguridad, emprende –junto a un ayudante becario- una frenética carrera para lograr que encajen los espeluznantes hechos que rodearon al asesinato, antes de que sea demasiado tarde. La trama de la película cuenta, en retrospectiva, los eventos que ocasionaron que David Gale terminara en presidio. El profesor de psicología se ve involucrado en la venganza de una ex alumna, despechada porque él la había reprobado. La joven aprovecha una fiesta universitaria a cuál el profesor acude. Premeditadamente espera que esté borracho para provocarlo y encerrarlo en el baño con él, llegando a realizar el acto sexual de forma agresiva con mordiscos y arañazos que ella solicita. Tras este acontecimiento la chica lo delata como violador y es despedido de su puesto y desalojado por su mujer. Se destapa así el descenso en picada de un hombre que empezó enseñando Lacan en la universidad, y que a partir de una trampa burda queda marginado de todo lugar al que quisiera seguir perteneciendo. Pierde su familia, su profesión y amigos, con la excepción de esa amiga –la víctima- que después aparece muerta y violada, con pruebas que lo incriminan. La adrenalina comienza cuando aparece en poder de la periodista un video donde se ve como muere la activista colaboradora asfixiada, desnuda y maniatada con esposas en su propia cocina supuestamente a manos del profesor Gale. Sin embargo, ella no demora en descubrir que Constance en verdad se suicida, para dar a entender que el sistema de la pena capital es erróneo. 3

Pero Bitsey no logra llegar a tiempo y David Gale es ejecutado injustamente. Tiempo más tarde a la periodista le llega un nuevo video donde se muestra que David Gale fue cómplice voluntario de lo sucedido. Ambos –él y Constanceplanearon cuidadosamente el supuesto asesinato para demostrar, aunque sea a través de sus propias muertes- que el sistema de la pena de muerte no funciona. Ninguno de los dos tenía mucho que perder. Él había sido condenado socialmente por la supuesta violación de la ex alumna. Y ella padecía de una enfermedad terminal. La ironía de David Gale El film “La vida de David Gale” basa su promesa de desarrollo en una gran ironía: uno de los más fuertes defensores de la abolición de la pena de muerte se encuentra a tres días de ser ejecutado. Recurriendo al libro de Perry Anderson, “Transiciones de la antigüedad al feudalismo” (1998) como sustento teórico, se puede detallar que la ironía, junto con la mayéutica, son los dos momentos del método de conversación de SÓCRATES. Sin intención alguna de atribuir conceptos cuasi sagrados a trivialidades, podemos entrever algunas similitudes de ellos con escenarios algo más modernos; como ser este film del año 2003. Cuidando el respeto entonces, podemos decir que la conversación, traducida en entrevista, es la responsable de movilizar la tensión dramática de la situación; ya que de ella depende la cantidad de información que rescate la periodista, y en consecuencia, la posible salvación del protagonista. Asimismo, el filósofo sostiene que la verdad se consigue preguntando, y son precisamente las preguntas de la periodista las responsables de descubrir la verdad. Pero es la ironía socrática la que se lleva todos los créditos de la película; casi como pensada adrede. Primero, como recién comentamos, porque es la premisa misma del film; y segundo porque es la estrella del giro final, en el momento en que lo que creía saber la co-protagonista, luego de las entrevistas, se aleja considerablemente de la realidad, y despierta un fin tan sorpresivo como escalofriante.

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También la mayéutica, salvando siempre las distancias, podría hacer su intervención. Ésta, como método de conocimiento a partir de la interrogación a una persona, para ayudar a dar a luz a la verdad, hace su despliegue en dichas escenas. Esos tres días de in pausada interrogación ultimarán con el verdadero conocimiento. Y es que, como bien dice esta teoría, tal conocimiento siempre estuvo naturalmente en la conciencia de nuestro protagonista; sólo que se resistía a compartirlo. La distorsión aparece cuando la conducción de la conversación en la película no es orientada por la periodista, aunque ella así lo crea, sino por el mismo David Gale, quien deja la verdad latente sólo como una estrategia tomada a conciencia. De este modo, Sócrates, su técnica de la mayéutica y la ironía socrática, pueden verse relacionadas con las escenas que mueven la totalidad de la línea dramática de la película; entendiéndose por esto, los reportajes de la periodista Elizabeth Bloom al protagonista condenado a muerte, David Gale. Citando a Platón, otra ironía que bien supo entender nuestro protagonista es que “aprendiendo a morir se aprende a vivir mejor”.

Los mundos de David Gale Continuando con la misma base teórica, a saber, el libro de Anderson “Transiciones de la antigüedad al feudalismo”, se puede hacer mención a PLATÓN y su propuesta de un mundo dividido, el cual se bifurca en el mundo de las ideas, como el verdadero conocimiento, y el mundo de lo sensible, como lo que vemos; y que se debía transitar del mundo de lo sensible al de las ideas, aunque nunca se llegaría. Forzando un paralelismo ficticio, podemos decir que este dualismo se apodera de la gracia de todo el film, puesto que transitamos durante dos horas, junto a Elizabeth Bloom, un mundo de lo sensible, para sí alcanzar, aunque por demás tarde, el mundo de las ideas, cuando se revela la verdad en el videocasete. Se dice que se llega tarde por la obvia razón de que al momento David Gale ya había sido ejecutado. ARISTÓTELES, por su parte, dice que no hay dos mundos, sino un mundo dinámico, en donde nada es lo que aparenta, sino todo al mismo tiempo. 5

En semejanza, la dinamicidad del film es indiscutible, así como su doble discurso, el cual se encarga de jugar con las mentes de los espectadores hasta el límite; ya que literalmente “nada es lo que aparenta”. El filósofo observa a los objetos desde una doble mirada: en acto y en potencia. Esta doble visión podría ser personificada en los personajes principales. David Gale en acto es un violador asesino, y en potencia es un defensor de la abolición de la pena de muerte inocente. Elizabeth Bloom en acto es una periodista desinformada, y en potencia es la única conocedora de la verdad. La obvia complejidad que acarrea este mundo propuesto por el director, acaba por pecar, según una mirada subjetiva, de algunos de los llamados fallos del mercado, estudiados por el economista estadounidense JOSEPH STIGLITZ en su libro “La economía del sector público” (2003). Uno de ellos es el “fallo de la externalidad”, en el cual hallamos la externalidad negativa, basada en actos de una persona que impone costes a otra; y la externalidad positiva, que contrariamente, son los actos de una persona que impone beneficios a otra. En el caso de “La vida de David Gale”, se deja divisar que la pena de muerte (como externalidad negativa hacía los ejecutados) desató la externalidad positiva hacía toda la población, en el momento en que la revelación de una muerte inocente inducida por el propio David Gale, seguramente ocasionará la tan esperada abolición de la pena de muerte en Texas. Otro de los fallos divisados en el film remite al “fallo de la competencia”, el cual, en defensa del oferente, detecta que en el momento en que no haya competencia, el mercado va a fallar. De parecida forma, David Gale peca de monopolizar la verdad, siendo él el único vocero de la misma. Como resultado, falla la investigación de la periodista Bloom y su propósito de salvar la vida de Gale. Y por último, haremos mención al “fallo de la información”, el cual se debe, como bien lo expresa su título, a la falta de información. En esta línea, dentro del film, Elizabeth Bloom solo posee la información que le suministra David Gale, la cual resulta insuficiente para salvarlo. Vale reiterar, que la cantidad de información resultaba perfectamente suficiente, sin embargo, para los objetivos personales del condenado, quien, con otros planes en la mente, porcionaba de manera cuidadosamente exacta la 6

información a entregar. Puesto que, como declara el pensador Aristóteles, “la inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”. La justicia de Davis Gale Gale, cansado de marcar con cruces rojas rostros posiblemente inocentes sobre un mural, se decide por efectuar justicia por mano propia. Esta decisión, de vivir, no sería avalada por JOHN LOCKE, teórico del contractualismo –corriente resultante del quiebre entre el Estado de Renacimiento y el Estado Moderno- quien diría en su libro “Segundo tratado sobre el gobierno civil” (1990), que este personaje incumple el pacto propuesto por él. No hay cesión del derecho a justicia por mano propia ni conservación del derecho a la libertad y a la vida. Muy por el contrario, es el no-pacto el que moviliza las tensiones de la película. David Gale mantiene su derecho a justicia por mano propia. Además no conserva, casi voluntariamente, el derecho a la libertad y a la vida, ya que prácticamente es él quién acomoda la escenografía para su encierro y posterior ejecución. Todo lo cual revela, como sorprende al cierre de la película, que el protagonista provoca su propia muerte. Comete suicidio para demostrar que el sistema de pena de muerte puede fallar. Compartiendo la definición literal del sociólogo francés ÉMILE DURKHEIM en su libro “El suicidio” (1897), éste interpreta al suicidio como “todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma y que, según ella sabía, debía producir este resultado”. Siguiendo estas palabras es que determinamos fehacientemente el carácter suicida del protagonista, puesto que resulta indirectamente de un acto positivo realizado por la víctima y que su seguridad en el efecto que produciría era incuestionable. Profundizando aún más sobre el hecho, y si quisiéramos titular este suicidio bajo la tipología ofrecida por el sociólogo, podría decirse que este suicidio puede tener un poco de altruista y otro poco de protagonista. Altruista ya que existe una renuncia de vida propia en favor de tantos otros que se beneficiarán del cambio de ley que teóricamente se debería generar al comprobar que la vigente falla. Y protagonista por su carácter obvio de suicidio 7

ostentoso, tan llamativo y popular que consigue, por lo menos, la revisión de una ley. También puede decirse que dicha forma de suicidio tuvo a la imitación como influencia, al tratarse de la representación exacta de tantos actos semejantes con antecedentes inmediatos, si bien no de carácter suicida sino, muy por el contrario, homicida. La pequeña gran diferencia se muestra al final del film, cuando se descubre la intencionalidad del ejecutado. Una explícita operación intelectual escondida. De este modo, David Gale logra hacer avanzar a la sociedad hacía una esperanza de vida más justa, demostrando convincentemente la falsedad del carácter justo del sistema penal vigente. Lo que puede asemejarse, en algún punto, al concepto de falsacionismo instaurado por KARL POPPER en su publicación “Falsacionismo y cisnes negros”; teórico austríaco que se remite a que la ciencia avanza sólo cuando se demuestra la falsedad de un hecho, y no antes. Para el empirismo y el positivismo lógico, la presencia de cisnes blancos, en su versión probabilística de un porcentaje mayoritario, confirma la premisa de que “todos los cisnes son blancos”. Para el falsacionismo las inducciones confirmatorias o las argumentaciones deductivas válidas no probarían la validez de la premisa: por el hecho de que todos los cisnes observados sean blancos no se puede inducir, como regla universal, el que todos lo sean. Y en cambio, asimétricamente, la falsación del argumento deductivo o evidencia inductiva incongruente (la presencia de un cisne negro) implicaría que la premisa es inválida. Forzando otra analogía, podemos decir que David Gale comprueba, bajo consecuencias letales para él mismo, que la pena de muerte como ejecución castigadora de delincuentes, es falsa. La coincidencia de ejecuciones a individuos culpables no resulta suficiente para afirmar que “todas las personas ejecutadas son culpables”. En cambio, con la ejecución a David Gale, puede confirmarse que la premisa peca de falsa. Si bien la abolición de esta pena no despejará todas las falencias del sistema penal, claramente puede coincidirse en que implicaría un gran adelanto. El concepto de paradigma, recogido del libro del filósofo y científico Thomas Kuhn “La estructura de las revoluciones científicas” (1962), se define como el conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período 8

específico de tiempo. El autor considera a los paradigmas como realizaciones científicas

universalmente

reconocidas

que,

durante

cierto

tiempo,

proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. Bajo esta fórmula aparece la práctica de la pena de muerte hoy, la cual en teoría –y sólo en teoría- proporcionaría una solución a una comunidad afectada de delincuentes. En complicidad, la mecánica de la pena de muerte podría estar inspirada en uno de los conjuntos de leyes más antiguos, el Código de Hammurabi; que se basa en la aplicación de la Ley de Talión. Acopiando como referencia el libro del Éxodo, de la Biblia, se puede representar a tal Ley con la expresión: “Ojo por ojo y diente por diente”. Este principio fundamental, que inspiró muchos sistemas antiguos de justicia, habla de una justicia retributiva, en el que la norma

imponía

un castigo que

se

identificaba

con

el crimen cometido.

Implicaba, por ejemplo, que si se derrumbaba una casa por defecto constructivo y mataba al hijo del dueño, había que matar al hijo del constructor como castigo. De esta manera, no sólo se habla de una pena equivalente, sino de una pena idéntica. Constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo. En la actualidad, nuestro protagonista se encarga de demostrar que dicho paradigma, que se devolvió de la antigüedad, y que mutó y modernizó hasta nombrarse “pena de muerte”, resulta defectuoso. Así, sacrificando su propia vida, Gale rompe con dicho paradigma, poniendo en duda la eficacia del mismo, o mejor dicho, demostrando su ineficacia. Citando palabras de Sócrates, David Gale también creía que “es mejor sufrir una injusticia que cometerla”. Conclusión Lejos de intentar ser un tratado de la verdad, este escrito sólo quiere ser un llamado a la reflexión. Un sacudón mental que invite a recapacitar sobre las decisiones “discutibles” de algunos poderosos que no son más que los que manejan el destino de millones de personas. Individuos pensantes y actuantes –nosotros-, capaces de reinventar un futuro mejor, con tal sólo proponérselo.

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Como fue el caso de este sujeto extraño, David Gale, quien con su valiente actuación causó –seguramente- la revisión de tal controversial ley. Llegado este punto, y como anticipé al comienzo, debería dedicar esta conclusión a compartir algunas vivencias personales que apoyan la premisa de este escrito; a recordar, que una injusticia puede llevarse consigo una vida inocente. Pero lo cierto es que la idea de exponer mi vida personal en este papel, ya no me atrae tanto. Sólo diré que el tropiezo de mi papá, abogado como ya conté, con jueces corruptos y una justicia por demás lenta, le provocó una pérdida grandísima de dinero y, con ello, una inestabilidad económica que desequilibró todo un estilo de vida; al punto tal de debilitar a mi mamá tanto que enfermase. Ya sin posibilidades de ofrecerle cuidados de primer nivel, como a los que estaba acostumbrada, y además se merecía, terminó por fallecer unos años atrás. Sin intenciones de desprender cualquier responsabilidad, ni de simplificar las causas de su ida a una falla de la justicia, sí diré que creo firmemente que la desdicha de mi mamá por las serias consecuencias que desembocaron por la pérdida injusta de dinero, fue la que terminó por quitarle todas sus fuerzas, hasta dejarla ir. Una anécdota que aplica compartir en este momento es cuando mi papá, tras 50 años de profesión, y al ver también él muchos clientes fallecer por impunes injusticias, se enfrentó a un juez y le dijo que ellos eran asesinos cobardes que, sin riesgo personal alguno, mataban personas con una simple birome. No sé si atribuirle tanta crudeza a la cuestión, pero sí esperar algo más de honestidad y objetividad, en el campo judicial, en un futuro no muy lejano. De este modo concluye este intento de ensayo sobre la justicia que, sin ánimos de ser pretencioso, sólo quiere dejar un manto de duda sobre la efectividad del sistema judicial. Y felicitar las agallas y dedicación del activista David Gale, que bien podría estar basado en un personaje de la vida real, como se dice. O, en su defecto, bien podría ser imitado.

“… Detalles de la última comida de Gale fueron puestos en libertad hoy. Y que incluye cuatro panqueques con jarabe de arce. Fresas frescas, grandes. 10

Crema batida. Virutas de chocolate. Chocolate extra.”

Bibliografía LIBROS Y REVISTAS  Anderson, P. (1998). Transiciones de la antigüedad al feudalismo. México. Siglo XXI  Botta, M. (2002). Tesis, monografías e informes. Buenos Aires. Biblos  Durkheim, E. (1998). El suicidio. 5° edición. Madrid. Akal  Elster, J. (1990). Tuercas y tornillos. Barcelona. Gedisa  Kuhn, T. (2004). La estructura de las revoluciones científicas. Octava reimpresión. México. Fondo de cultura económica  Locke, J. (1990). Segundo tratado sobre el gobierno civil. Madrid. Alianza  Montenegro, W. (2006). Introducción a las doctrinas político-económicas, México: Fondo de Cultura Económica  Samuelson, P. y Nordhaus, W. (1999). Economía. Madrid. Mc Graw Hill Editores  Stiglitz, J. (2003). La economía del sector público. Segunda edición. Barcelona. Bosch DOCUMENTOS ELECTRONICOS EN LINEA  Popper, K. Falsacionismo y cisnes negros. Recuperado el 23 de abril de 2012. Disponible en http://www.aquileana.wordpress.com/karl-popperfalsacionismo-y-cisnes-negros DOCUMENTOS AUDIOVISUALES  La vida de David Gale. (2003). Parker, A. Estados Unidos. Universal Pictures Intermedia Films

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