- Aclaración – Las cuatro ilustraciones que he incluido en este escrito tienen un propósito específico, que es el de resumir a través de la imagen el contenido que argumento en el texto. Dicho de otra manera y con más detalles, los dibujos vienen a simbolizar la evolución de la mente. El primero representa la mente básica; el segundo expresa el acceso al mundo de los deseos y sueños donde se produce un nuevo nacimiento que va al encuentro de energías más sutiles; en el tercero se observa cómo fluctúa y se relaciona con otra (u otras) sin saber determinar aún su espacio, y en el cuarto vuelve a surgir como unidad pero ya de manera consciente y por tanto distinta, en él la imagen toma una forma parecida a la del infinito observándose una pequeña separación en el pie del pájaro que viene a decir que todavía no está concluida la unión entre las conciencias del cuerpo y de la mente-alma. Sin embargo yo recomendaría que simplemente se miraran las ilustraciones sin intentar comprender nada en ellas, porque no van dirigidas a la razón sino a esas otras percepciones que no piensan, pero que sí reconocen al instante y sin error el mensaje que contienen.

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Introducción Tengo observado en mí una característica que he repetido muchas veces a lo largo de mi vida de una manera u otra, que consiste en tratar temas filosóficos y místicos en forma de parábola o cuento. De ahí que me fijara en el clásico Patanjali y sus Sutras. Para mí desgranar sus frases tan simbólicas del Yoga, era un estímulo y un reto que a la vez me atraía y me asustaba.... ¿sería mi mente capaz de traducir sus mensajes al lenguaje universal de los cuentos, donde el diálogo de los personajes tienen en sí mismo la magia de llegar a todos los rincones del pensamiento humano?. Era realmente tentador intentarlo. Con este aliciente comencé a releer el libro primero de los “Yoga Sutras”, (Samâdhipâdah), sin prisas y sin expectativas; entonces, precisamente porque cuando no hay nada todo puede emerger, comenzó a surgir mi relato, y mis personajes empezaron a contarme qué les ocurría y cómo se dejaban conducir expectantes desde un aforismo hacia el siguiente para saber qué podían desvelarles. Y poco a poco fueron reflejando todos y cada uno de los Sutras, yendo desde la incertidumbre hacia la Incertidumbre Consciente, que es en la única forma donde pueden vivir todas las experiencias, ya que las certezas las ignoran y las evitan. He creído entrever en Patanjali, que quizá tuviera un propósito al resumir tanto sus aforismos. Tal vez expusiera de forma tan breve, sencilla y escueta el rico contenido de las enseñanzas del Yoga, para así evitarle detalles a la razón humana y que ésta sólo tuviera dos opciones, “entenderlo o no entenderlo”. La diferencia entre una posibilidad y la otra es lo que anuncia y argumenta durante todo este libro Patanjali, la mente descondicionada de las influencias de los sentidos, del juicio, de las experiencias pasadas, de las expectativas futuras, de los apegos....porque mientras no se deshaga de sus ataduras, no podrá desarrollar su gran potencial, ni unirse a la Conciencia Universal. Seguramente ahora más que en ninguna otra época se entienda el texto de Patanjali, porque nuestra conciencia va alcanzando a comprender que no somos lo que nos hacen creer nuestras identificaciones, y que cuando podamos deshacernos de estas manchas, nuestra mente quedará limpia y libre de obstáculos que le impidan ver con transparencia cualquier información del universo.

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De la misma forma que en nuestro cuerpo hay un sistema neuronal por el cual reciben información todas las células a la vez y en la medida que necesitan, así en nosotros también ha de estar la posibilidad de recibir la información que precisemos para colaborar con nuestra salud a la salud del otro cuerpo al que pertenecemos, Gaia, porque todos los esquemas se repiten en escalas y al resumen de las cuentas sólo hay pequeños todos, o unidades, incluidas en todos más grandes. Si tuviera que expresar en una frase el contenido del libro diría que su objetivo es pasar gradualmente nuestro estado mental “desde la distracción hasta la atención” y lo demás vendrá por añadidura, porque este proceder despierta nuevos estados de conciencia en las personas que les permite liberarse de sus ataduras psicofísicas. El efecto que este trabajo ha causado en mí no ha hecho más que empezar. El primer resultado ha sido concluir este cuento filosófico, fruto de la detenida meditación de su lectura, pero estoy convencida de que mi mente ha tomado buena nota de él y que sabrá aplicar esta sabia enseñanza a las experiencias que vaya viviendo en lo sucesivo. También con este escrito concluyo mi formación como profesora de Yoga en la escuela Sadhana. He de decir que nunca me alegraré lo suficiente de haberla cursado, mis maestros me han enseñado a buscar tanto dentro de mí como fuera la armonía que mi capacidad me puede admitir, pero sobre todo me han impulsado a seguir buscando en una línea que va directamente a mi conciencia, a mi desarrollo como persona. Lo que hace cuatro años era un proyecto dudoso se ha hecho realidad, mi agradecimiento pues a la vida y a las personas que me han ayudado a hacerlo posible.

Teresa Iborra Félix

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Encuentros con PATANJALI

Un sendero Hacia La Paz Consciente

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LA VÍA DE LA EXPERIENCIA El contacto con la vida Percibió por primera vez el mundo una mañana de Abril. Había sentido una necesidad enorme de desperezarse, y ¡clac! ¡clac! ¡clac! ....aquella pared que lo envolvía había comenzado a resquebrajarse dejando pasar luz. - “Demasiada claridad” - pensó, mas sus párpados membranosos aún cerrados no tardaron en acomodarse a ella dándose cuenta que aquella luz le traía información. - “Demasiada información” - se dijo planteándose seguir en la oscuridad. Pero por aquella grieta escuchaba ruidos, movimientos y cantos, y hasta percibía un olor especial. Realmente parecía atractivo el exterior. Pero lo que lo decidió a romper el cascarón fueron las enormes ganas de comer que sentía. Entonces emitió su primer sonido, y justo ahí comenzó su historia. * * * * * * * * - ¡Piic, piiuic, piic....! Su boca se abrió desmesuradamente cuando advirtió la presencia de un pajarillo que vertió una especie de papilla en ella. Esto le produjo un gran entusiasmo que trató de demostrar con balbuceos melódicos que a su vez eran contestados por otros similares. Pronto se dio cuenta de que se encontraba en una jaula muy grande con muchos mas pajarillos. Había gran actividad en ella, todos parecían estar muy contentos, o nerviosos, o excitados.... no lo sabía bien, todavía no comprendía casi nada de lo que le estaba pasando. Tampoco entendió por qué, días más tarde, lo sacaron de la jaula y lo llevaron a otra bastante más pequeña colgada en el porche de un jardín. Esto lo hizo sentirse durante un tiempo triste y desorientado, nunca antes había sentido estas sensaciones, pero estaba conociendo tantas cosas nuevas..... En realidad no podía quejarse, estaba en una casa estupenda donde unas personas, Bra y Sati, atendían sus necesidades; a cambio de esto él les

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obsequiaba con un virtuoso canto que era elogiado por ellos y por toda la vecindad. Bra y Sati lo habían elegido y hasta habían pagado dinero por él. Un señor les había asegurado que era un hermoso ejemplar de canario, en ese momento le pusieron un nombre, Jaro, y con él lo presentaban a quien se percataba de su presencia. Su vida transcurría feliz. Cuando más contento estaba era cuando Aruna, la hijita de sus amos quería competir con su trino, jajaja.... como si pudiera imitarlo, ¡¡imposible!! sólo hacía una especie de gargarismo, pero era muy divertido. Mas cierto día ocurrió que su canto fue contestado por otro aún más musical y elaborado. - Tsuit-ui-ui.... tliu-ii... Tliu-iui...

HACIA EL ESTADO DE PAZ CONSCIENTE

Nunca antes había escuchado nada semejante. Conocía el gorjeo de muchos pájaros vecinos, incluso había logrado imitar a expertos cantores, pero aquel era más melodioso y fluido. Saltó desde su palo repetidas veces intentando averiguar de dónde procedía y quién lo emitía. ¡Ah!, está ahí, justo encima de la jaula, en una rama del magnolio. - ¿Quién eres? - le preguntó Jaro. - Mi nombre es Rito, aunque muchos simplemente me dicen jilguero. - ¿Qué te trae por aquí? - Ninguna razón, paseaba por este lugar; ¿tú no paseas? - No, siempre tengo la jaula cerrada. - Gerrr... Gerrr...- gruñó Rito y revoloteó mostrando su plumaje multicolor. - ¿Dónde aprendiste a cantar así?. - En la madera, en la tierra, en el cielo, en el agua y en el fuego. - ¿Podrías enseñarme?. - Sí, pero no es fácil, mi canto es el resumen de mis relaciones. Lo que aprendas de mí se convertirá en nuevas preguntas para ti. Sin embargo tu entusiasmo es suficiente garantía ahora. - ¿Qué es el entusiasmo?. - La energía que te proporciona la capacidad de aprender.

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- ¿Qué debo hacer? - dijo Jaro mostrando su impaciencia. - Escucha mi trino, dirige tu atención exclusivamente hacia él sin distraerte, entonces nacerá en ti la capacidad de comprender correctamente mi canto. Y a continuación, Rito comenzó su gorjeo de aflautados silbidos. Jaro estuvo atento un buen rato, mas cuando intentó imitarlo, unas notas raspantes se aturrullaron en su garganta. - Es muy difícil - dedujo Jaro. - Debes deshacerte de las ideas preconcebidas que tengas en tu mente, ellas pueden impedir o deformar “Si calmamos la la comprensión y asimilación de tus nuevas notas. periferia, se nos - Piglui, piouic, iuic... - ¡pufff... ! Nada, ni siquiera revelará el centro, parecido - protestó Jaro intentándolo una y otra vez. pues otro nivel - Si tu mente está agitada, raramente puede consede conciencia se guir una dirección. Has de olvidar tu canto y todos los manifiesta en cantos antes escuchados hasta limpiar tus recuerdos nosotros”. de cualquier concepción. Hecho esto, lo que oigas será Y.S. I 2-3 fácilmente calcado en tu oído y podrás reproducirlo tal cual. Pero ya es suficiente por hoy, ahora estás confuso y debo irme. - ¿Volverás para cantarme de nuevo? - insistió Jaro - Sí, vendré a verte hasta que tu interés por mí se apague. - ¿Puedo hacer algo mientras tanto para aprender?. - No, sólo deja que mis palabras y mi canto aniden en tu memoria. Y recuerda esto, cuando quieras aprender lo primero que has de tener en cuenta es dejar de hacer, de controlar y de comparar con lo ya conocido. Dicho esto el jilguero agitó sus alas y su cola preparando el vuelo y la despedida. Y una estela de color lo acompañó hasta que se perdió entre la espesura de los árboles.

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LAS CINCO ACTIVIDADES DE LA MENTE

- La Recta Comprensión – Al día siguiente Jaro esperó con impaciencia la llegada de Rito, hasta le molestó que Bra le limpiara la jaula, no quería que lo distrajera y tal vez su presencia alejara a Rito cuando viniera. Para colmo Aruna se entretuvo a ponerle un poco de lechuga y manzana. No quería ser desagradecido, pero lo estaban poniendo nervioso. En realidad todavía no había escuchado trinar al jilguero, pero sí había advertido revoloteos en la rama del magnolio. Efectivamente, cuando Aruna se fue Rito apareció ante su vista. - No te oí cantar- le dijo Jaro. - Prefiero hacerlo cuando estés calmado - contestó Rito guardando un prolongado silencio. - ¿Vas a cantar ya? - le apresuró Jaro. - Si quieres tener una recta comprensión has de deshacerte de la prisa - y de nuevo Rito calló. Entonces Jaro respetó su pausa e imitó su reposo. Poco después Rito cantó durante un rato. En ese tiempo Jaro se ensimismó en la melodía hasta tal punto que cuando Rito le indicó que lo acompañara, su garganta se acopló sin dificultad afinando y reproduciendo la secuencia. - ¡Es magnífico! - exclamó Jaro entremetiendo nuevas semi-notas para darle un toque personal - ¡He podido variar mi canto!. - No sólo puedes variarlo, también puedes crear otros nuevos. Y dicho esto Rito revoloteó alejándose en el rojizo cielo del atardecer.

- El Sueño Jaro estaba atento a todo movimiento que surgiera del magnolio. Recordaba que Rito le había dicho que volvería mientras que él lo deseara, y ahora tenía una consulta importante que hacerle. - ¡Ahí está! - exclamó viéndole venir por el este - Rito ¿qué son los sueños?. - Son una de las actividades de la mente. - Esta noche he tenido uno terrible - lamentó Jaro - soñé que estaba en el tejado de la casa, sin jaula que me protegiera. De pronto, un temporal de viento y lluvia que se desató, me empujó hacia la cornisa. Al llegar al borde quedé suspendido por un momento en un saliente, entonces agité mis alas, pero no

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respondieron a mis intentos y caí al vacío. Después de golpearme con el suelo, la lluvia me arrastró calle abajo hasta depositarme en un caudaloso canal. Mi cuerpo estaba tan pesado que me era imposible moverlo, sin embargo a lo largo del desafortunado recorrido veía a otros pájaros volar de un árbol a otro. ¿Por qué me pasaba esto a mi?, ¿soy diferente?, ¿por eso estoy cautivo?. - No eres distinto a otro pájaro volador, el mismo sueño te lo explicó, quiso decirte que la jaula no está fuera de ti sino dentro, en tu mente. Mientras no reconozcas esto la estarás proyectando fuera como una realidad. - Pero yo no he conocido la libertad, nadie me la dio. - La libertad no es algo que se adquiere, es algo que cada cual descubre y hace posible cuando se siente merecedor, entonces simultáneamente se hacen realidad los demás sueños, los conscientes, los que han intuido tus deseos. - ¿Mis deseos?, nunca tengo deseos - negó Jaro. - Es posible que hasta ahora sólo hayas tenido necesidades físicas, pero tu interés por aprender mi canto es un claro indicio de que accedes al mundo de los deseos de la mente, esos que luego soñarás despierto, y que contienen las semillas de la posterior realidad. Y porque el sueño busca al soñador, sentirás su inquietud hasta que le permitas materializarse. Jaro quedó muy pensativo, las palabras de Rito eran confusas para él, ¿trataban de implicarlo en su destino?. Prefirió callar, no quería averiguar nada más por el momento. Rito respetó su miedo, sabía que tenía que esperar a que su temor se debilitara para poder seguir hablando, y también sabía que ahora no podía abandonarlo, por eso, en silencio, se instaló en el magnolio.

- La Imaginación Jaro solía mirar el Sol cuando se ocultaba. Se hundía en el horizonte que se veía al final de la carretera que pasaba por delante de la casa. - ¿Sabes qué hay detrás del horizonte, Jaro? - le interrogó Rito. - Detrás de él está el mar - aseguró Jaro. - ¿Por qué lo sabes? - Porque Aruna habla mucho de él, dice que es enorme y que está lleno de agua fresquita. Pero es peligroso porque se lo traga todo, especialmente cuando está enfadado, por eso ella sólo juega en su orilla. - ¿Sabes cómo es su color?.

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- No, eso no lo ha mencionado, pero imagino que debe ser rojizo. - ¿Rojizo? - dijo Rito extrañado. - Si, porque en el cielo se refleja ese color cuando, al atardecer, engulle al sol. - ¿Crees que el sol se lo traga el mar?- le preguntó Rito. - Claro, es por eso que oscurece, porque lo apaga. - Jajaja..... - exclamó Rito - ¿entonces cómo explicas que salga al día siguiente de nuevo?. - Cada noche una de las estrellas que brillan en el cielo se acerca a la Tierra a velocidad vertiginosa, cuando llega está tan encendida y acalorada que quema y da luz, pero todas van a caer al gran mar, justo tras aquel horizonte. Hay muchísimas estrellas, las veo pasar durante las madrugadas, acuden siempre por si pueden bañarse en el mar de la Tierra. Y cada tarde bandadas de pájaros cruzan el cielo para ver el espectáculo. - Lo que te dice tu fantasía es irreal, sólo es un producto de tu imaginación – le aseguró Rito. - ¿Qué es la imaginación? - Es una actividad de la mente que produce imágenes evocadas basadas en referencias de una realidad ausente, que fácilmente puede quedar falseada y dar una comprensión errónea. - Pero un día fugazmente así lo vi con mis propios ojos cuando me llevaba Bra a visitar al veterinario. - No te pido que me creas - dijo con calma Rito - sólo te recomiendo que sigas observando.

- La Comprensión Errónea A Jaro le gustaba jugar con su imaginación y no le importaba demasiado si estaba fuera de la realidad o no. - ¿Qué me pasa si tengo comprensión errónea? - preguntó a Rito. - Que te evitará estar consciente de la vida. Aunque este error sirva en sí mismo para enseñarte lo que no es. - ¿Tú no tienes compresión errónea?. - Es frecuente que todos tengamos comprensiones defectuosas, bien porque aún no se hayan dado las condiciones que revelen su verdadera naturaleza, o bien porque se han dado y no se ha estado atento. - ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la comprensión? - La que te conduce a estar libre de automatismos y condicionamientos.

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Jaro no terminaba de entender qué mal había en estar condicionado y tener automatismos, él tenía todo lo que necesitaba en su jaula, en cambio Rito tenía que obtenerlo a base de esfuerzo y peligros. - ¿Qué utilidad tiene tu libertad? - preguntó Jaro. - Poder vivir las experiencias de la vida, pues ellas van haciendo posible el despertar de mi conciencia. “Las 5 actividades - ¿Y si despierto mi conciencia no querré vivir en de la mente tanto mi jaula?. pueden ser - No - respondió Rito. beneficiosas como - ¿Qué ventajas tienes tú que no tenga yo?. causar problemas”. - El poder de elegir. Y.S. I-5 - Pero tú tienes peligros, yo no. - Ese pensamiento es un claro ejemplo de comprensión errónea. En ese mismo momento escucharon ruidos y graznidos de alarma. Dos casas más abajo, un gato callejero había saltado sobre la jaula de dos tórtolas cortando su atadura a la pared. A consecuencia de esto había caído al suelo rompiéndose, y como los pajarillos quedaron desprotegidos, el gato convirtió a uno de ellos en su presa dando fin a su vida. Mientras tanto la otra ave escapó.

- La Memoria Aquella tarde los vencejos parecían discutir seriamente entre ellos con su agudo chiiirrr.... chiiirrr.... en ese día habían aumentado su número considerablemente. Algunos de los nuevos, llegados desde tierras de África, buscaban precipitadamente el nido del año anterior. Entonces Jaro reparó en el que había a su derecha debajo de las tejas. Creía que estaba abandonado, hasta que un negro vencejo de ala guadañera se introdujo en él. Rito no perdía detalle desde una rama del magnolio. - ¿Pretende robar el nido ese pájaro? – preguntó Jaro. - No, ese es el suyo. Lo construyó y lo repara desde hace unos años. - ¿Cómo sabe que es el suyo?. - Porque se lo dice su memoria – contestó Rito. - ¿Qué es la memoria?

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- Es la actividad de la mente que retiene experiencias conscientes vividas en el pasado. - ¿Y puede ser tan exacta?. - A veces sí, aunque los recuerdos de dichas vivencias suelen ser imprecisos en la mayoría de los casos. También se pueden prestar a confusión si se mezclan con vestigios de la imaginación, o de sueños, o de comprensión errónea. Jaro estaba muy sorprendido ante tanta precisión, en este caso la orientación espacial se había sumado a la memoria del ave posibilitándole encontrar exactamente su objetivo . El vencejo parecía estar esperando visita a juzgar por lo atareado que estaba en ordenar el nido. Estuvo todo un día reparando y sustituyendo las partes más dañadas, y al término de este tiempo, bien podría decirse que era nuevo. Entonces, como surgida de un cuento de hadas, una hembra acudió al nido chirriando desde el alto cielo y se posó en él. El macho afirmó con la cabeza varias veces a la par que movía la cola y se desplazaba de un lado a otro. Después se acercó a la recién llegada y ritualmente le besó y acarició el pico. -Es su compañera de otros años, ella también acude a la llamada de la procreación - apuntó Rito. A Jaro le pareció un encuentro muy memorable.

LA PRÁCTICA Y EL DESAPEGO (Modos de apaciguar la mente) La reciente relación con Rito despertaba un continuo interés en Jaro. Encontraba en sus palabras sabias lecciones y en su compañía una grata calma. Recordó que cuando quiso aprender su canto, él le dijo que su melodía era el resumen de sus vivencias y que si lo aprendía le surgirían innumerables preguntas que desearía satisfacer. Esto se estaba cumpliendo. Sentía una especie de expectación, intriga, estímulo, anhelo.... en el deseo de saber su enseñanza, aunque ésta pareciera estar encadenada y no tener final. - Quiero cantar otra vez contigo Rito.

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Rito entonó un trino con suaves y armónicos silbidos y Jaro lo acompañó sintiéndose uno con él, como si no existiera límites, ni dimensión, ni ninguna otra realidad. - Suip - piu - piuic - suip - tliu ii - piu.... - Me gustaría aprender de ti todo aquello que puedas enseñarme. ¿Quieres compartir conmigo tu enseñanza?. - Sí - respondió Rito. - ¿Cómo debo aprender?. - Mediante la práctica continua y el alejamiento de las pasiones. Para esto necesitarás una dedicación larga y constante, y una actitud positiva. - ¿Cómo se práctica?. - Estando en el ejercicio de lo que vayas asimilando con el fin de conseguir la quietud libre de condicionamientos. La práctica también incluye el estudio y la autoindagación libre de prejuicio, además de la devoción y el abandono a lo divino. Rito hizo un silencio, sabía que sus palabras debían ser lentas y espaciadas porque los conceptos que describía eran de extenso contenido. Jaro bajó al bebedero y bebió tratando de despejarse. -También te lo podría explicar de otra manera - continuó Rito con el deseo de facilitarle la comprensión – Debes tratar de vivir con atención el presente, aprender del pasado y planear el futuro con el propósito que tu conciencia te vaya dictando. La continua observación del ahora, irá despertando nuevas capacidades en tu mente que a su vez servirán de orientación a tu aprendizaje.

“Entonces el objeto es gradual mente comprendido de manera plena. Esta comprensión es, al principio, mas o menos superficial pero, con el tiempo, se hace mas profunda. Llega un día que es total. Nace una alegría pura como consecuencia de una tal profundidad de comprensión ya que entonces el individuo está tan unido al objeto que pierde conciencia de lo que le rodea”. Y.S. I-17

- ¿Qué es el alejamiento de las pasiones?. - Dejar partir las ataduras de tus sentidos al mundo externo, y también a las cosas reveladas. Esto supone esfuerzo pues debes salir del juicio y del gozo físico que te condicione. - ¿Seré capaz de aprender? - dijo Jaro.

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- Sí. Todos tenemos en potencia la enseñanza del universo, solo está esperando ser despertada. Este despertar, paralelamente, te irá aportando múltiples beneficios como el incremento de la fuerza, de la destreza, de la vigilancia, sensibilidad, serenidad.... - ¿Y cual es su culminación?. - Ya no te verás perturbado ni en tu exterior ni en tu interior, y podrás convertirte en lo que eres capaz de ser que es incluso más de lo que imaginaron tus sueños. Y los recuerdos del pasado, aunque sigan subsistiendo en tu mente para ayudarte, ya no engendrarán distracción alguna. Aunque las palabras de Rito le resultaban abrumadoras, Jaro intuía que contenían la grandeza de la felicidad, la de la Paz Consciente, a la cual comenzaba a despertar.

EL CAMINO A SEGUIR

- La Fe Como cada mañana al despertarse, lo primero que hizo Jaro fue mirar al magnolio, y allí estaba Rito, fiel a su promesa de acompañarlo. -

¿Por qué sigues ahí cada día pudiendo volver al mundo? Porque tengo fe en ti - respondió Rito. ¿Qué es la fe en mí?. La convicción inquebrantable de que puedes conseguir tu objetivo. Pero yo no tengo objetivo, sólo preguntas.

Rito guardó silencio. No trataba de desvelarle nada que no estuviera aún en sus expectativas, aunque él sabía que sus preguntas lo conducirían a muchas metas y su fe a la realización de sus sueños. - Tú también tienes fe, porque crees en mí - continuó Rito - esta energía te proporcionará la fuerza suficiente para continuar tu camino, pero para superar todas las situaciones necesitarás además la fe en Dios y en su obra que peregrina hacia Él. - ¿Quién es Dios?.

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- Dios es el Ser de suprema sabiduría cuyas acciones no se basan jamás en la comprensión defectuosa. Él conoce todo lo que se puede conocer, es eterno, de hecho es el último enseñante, fuente y guía para todos los instructores pasados, presentes y futuros. Él resulta inmune a las penas de la vida, de las acciones y de sus consecuencias. - ¿Tú me llevarás hacia Dios?. - Yo puedo orientarte, pero debes ir tú. Yo soy parte de tu camino, pero en mi ausencia siempre serás asistido por la vida - dijo Rito. - ¿Cómo puedo ir?. - Ayudándote con la fe, la constancia, el recogimiento, la concentración y la capacidad de diferenciar. Pero aún hay otra herramienta más, la más cercana y no por ello menos directa, que es la oración. Con ella debes invocar el nombre de Dios con respeto y sin conflicto, reflexionando sobre sus cualidades. - No conozco oración alguna - afirmó Jaro. -Puedes pronunciar simplemente OM o AMEN, evitando su repetición mecánica y sin conciencia. La plegaria y la contemplación sin juicio es suficiente para despertar a nuevos conocimientos. Todo esto que te digo te puede liberar de las interrupciones o impedimentos que distraen tu mente y evitan que vivas el estado de Paz Consciente. Jaro recibía las palabras de Rito con una mezcla de temor, expectación, alegría, anhelo, confusión, esperanza.... ¿de dónde había venido esta ave que le anunciaba una vida nueva? ¿de qué cielo o espacio?.... Rito gorgojeó unas frases que encontraron eco en un grupo de jilgueros que se dirigían a unas cercanas plantaciones de cardos. Con un revoloteo de despedida se encaminó hacia ellos integrándose en el grupo como uno más, y sus trinos y sus danzas dejaron color y algarabía en el campo, mientras que los espinosos y azulados cardos les ofrecían semillas para su alimento.

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LAS NUEVE DISTRACCIONES DE LA MENTE Y LAS CUATRO EMOCIONES QUE LE ACOMPAÑAN

- La Duda Durante todo el día Jaro esperó la vuelta de Rito, y a la mañana siguiente al despertar su mirada rastreó cuidadosamente el magnolio, pero no lo encontró. Quizá sus amigos vinieron a llevárselo (pensaba), o tal vez se fue él para ocuparse de otros menesteres, o hasta puede que considerara haber terminado su enseñanza. ¿Volverá?. Este atosigante estado de dudas era nuevo para Jaro. Trataba en vano de buscar un pensamiento que disculpara o rellenara el vacío que sentía por la ausencia de Rito. Un estado de pesadumbre lo invadió, consideraba que en vez de enseñarle le había dejado un mar de dudas y de preguntas. Se afanaba por recordar sus consejos pero estos se confundían en su cabeza provocándole angustia e incomodidad mental. Había ratos en que la ira era su compañera y maldecía haberlo conocido, otras veces temía que hubiera sido muerto y se culpaba a sí mismo por maldecirlo. La tarde caía y el barullo de gorriones iba en aumento. Nunca había sabido si se saludaban o disputaban entre ellos, lo cierto es que los tres naranjos y el magnolio del jardín se rellenaron de aves, pero ninguna de ellas era Rito. Entonces escuchó un arrullo que le resultaba familiar, era la tórtola que escapó al ataque del gato callejero, volvía allí por comida. A pesar de que cada día regresaba, sus amos no la habían apresado, simplemente le ponían el grano en el jardín para que se alimentara. - Tórtola, ¿eres más feliz ahora que estás libre? - le preguntó Jaro. - Sí, claro que sí, estoy conociendo hermosos lugares nuevos y hago amistad con muchas tórtolas. - Pues si ves a un jilguero llamado Rito dile que aún le espero. El ave, después de satisfacer su apetito, levantó el vuelo y se alejó en la dirección del viento perdiéndose en la lejanía.

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Poco a poco la inquietud de Jaro se tornó en cansancio, entonces recordó las oraciones que un día antes le enseñó el jilguero, Om y Amén, y estuvo en la recitación de ellas hasta que, sin darse cuenta, se quedó dormido.

- La Apatía “Si se puede escoger y poner en práctica un medio apropiado para estabilizar la mente, las interrupciones no pueden echar raíces, sean cuales sean las provocaciones”. Y.S. I-32

Los días que continuaron fueron una pura rutina. Aquel estado de ansiedad que le habían proporcionado las dudas, terminó convirtiéndose en indiferencia y desinterés por todo. ¿Para qué conservar el estímulo por aprender si no tenía ya quien le enseñara ? -pensaba– sin embargo la apatía en la que se encontraba ahora le estaba alterando todo el cuerpo. Tenía tal falta de vigor que hasta su apetito había disminuido considerablemente. Aruna se había dado cuenta de ello y a menudo le insistía para que comiera una mixtura especial, luego, como otras veces, intentaba piar para provocar su canto, pero Jaro se limitaba a afirmar con la cabeza y a pronunciar sólo el piic... piic... de rigor. Antes de conocer a Rito, su vida se regía por actos reflejos y mecánicos, ahora que tenía cierta dosis de conciencia le surgían nuevos estados mentales que interrumpían e incomodaban su calma. ¿Habría posibilidad de regresar atrás?, al menos el estado de inconsciencia lo conocía . Quiso recordar el trino del jilguero pero no lograba recomponerlo solo, entonces decidió escuchar los otros cantos que sonaban en el aire por si encontraba el tono que necesitaba. Y poco a poco fue descubriendo la riqueza de notas derivadas de la particularidad de cada especie. No reparó en el tiempo que estuvo absorto en los gorjeos, ni tampoco supo en qué momento descubrió que todos ellos formaban una maravillosa sinfonía vespertina. Entonces dedujo que quizá lo que tendría que hacer era preocuparse menos de buscar, y ocuparse más de encontrar, lo que a su alrededor, estaba esperando ser descubierto. Y porque lo deseó, unió su trino al resto de los cantos de la tarde. Y descubrió que algo de él gozó de la sencillez de esta armonía.

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- La Inseguridad Aruna insistía en su mimo hacia Jaro, pero esta vez pretendía ir mas lejos, quería jugar con él para contagiarle su vitalidad. Entonces su mamá Sati trazó un plan, llevaría la jaula al cuarto de aseo y allí, con Aruna dentro, lo dejaría salir para que volara y jugaran juntos. Jaro sintió una sensación muy especial cuando dispuso de tanto espacio para moverse. Con una mezcla de temor y atrevimiento revoloteó de un lado a otro percibiendo la agitación de su corazón y de su presurosa respiración. Aruna lo cogía y lo echaba a volar una y otra vez. Sí, era divertido, pero muy cansado, por eso al poco tiempo se escondió arriba del espejo. Desde su escondite podía ver que la ventana estaba entreabierta lo suficiente como para escapar, pero multitud de pensamientos negativos e inseguros confundían sus decisiones. Recordó que la tórtola afirmó ser más feliz en su libertad, recordó también cuanto había aprendido Rito al poder elegir,¿pero qué comería? ¿dónde iría?. Desconocía los peligros del exterior y también sus propios recursos... aunque Rito le dijo que, en su ausencia, no estaría solo. Trataba de decidir todo lo aprisa que su indecisión le permitía, hasta que por fin un pensamiento impulsor le ordenó “¡vuela, vuela, vuela...!” y escapó. Jaro se sorprendió de su habilidad en el vuelo, ¡era tan fácil!. Podía recorrer grandes espacios en muy poco tiempo. Era magnífico, pero tenía demasiado miedo para alejarse, por eso se posó en un pino con intención de observar el entorno. No tardó en ver enormes pájaros planeando el cielo, gavilanes, cernícalos, milanos.... entonces, tomando la precaución por consejera, decidió volver a la casa, su desorientación era demasiado evidente y sería presa fácil de cualquiera de ellos. Aruna lo vio llegar y cuando se posó en el porche lo apresó metiéndolo en la jaula. Jaro estaba tan hambriento y cansado que la larga reprimenda sólo le sirvió para mantenerse despierto. La casa le ofrecía seguridad, volvía a estar en lo conocido, que al mismo tiempo era lo condicionado. Sin embargo algo había cambiado, “la excitación del cielo se había metido en su alma”.

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- La Enfermedad A los pocos días de su espantada, Jaro empezó a encontrarse mal. No tenía apetito y lo que comía se le volvía diarrea. Esa tarde Bra lo encontró arrinconado en una esquina de la jaula incapaz de soportar la postura de pie en el palo. “Debe tener fiebre” - dedujo - y a continuación decidió llevarlo al veterinario. El diagnóstico fue salmonelosis, llegando los dos a la conclusión, después de contarle Bra su travesura, que era a consecuencia de la picadura de un insecto infectado. En los días que siguieron se fue recuperando, aunque con el tratamiento le sabía mal el grano, y en el agua le habían puesto ajo y limón. Fueron jornadas de debilitamiento general en el que el estancamiento y la dispersión mental fueron protagonistas, de seguir así pronto olvidaría a Rito y al mundo, como si sólo hubiera sido un sueño, o una fantasía complicada. Ahora lo realmente importante era sanar y toda su energía estaba ocupada en ello. Entonces recordó que de regreso de casa del veterinario volvió a ver fugazmente el mar, pero en esta ocasión pudo darse cuenta de que era de un intenso color azul y que sus aguas estaban especialmente plácidas y serenas.

- La Desilusión Jaro estaba ya prácticamente recuperado y no quería volver a pensar en todo lo ocurrido, al fin y al cabo antes era feliz. Sin embargo, sin que él pudiera remediarlo, nuevas perturbaciones distraían su mente dejándole estados emotivos hasta ahora desconocidos. Era absurdo ignorar que sentía desilusión. Había logrado atreverse a salir y a prescindir de Rito, pero no fue capaz de arriesgarse más allá de unas horas y para colmo vino enfermo. No quería estar apenado. Tal vez buscaba experiencias que no le concernían ya que él era un pájaro cautivo. Quizá no debería permitirse enamorarse del cielo ni del mar, eso no era para él que desconocía el riesgo. Pero ¿cómo podría olvidar los momentos en los que voló, los instantes en que no tuvo techo ni barrotes?.

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La tarde se volvió a llenar de trinos que de alguna manera explicaban sus preguntas, pero que él no sabía entender. Entonces, recordó que una vez compuso un canto con Rito, y decidió probar de nuevo….. choquiii - piu – piuic – puii – piui….. Le gustó tanto el reciente estribillo que lo repitió toda la tarde, y obtuvo con ello satisfacción y calma.

- La Fatiga Se podía observar con claridad cómo los distintos estados mentales por los que estaba pasando Jaro desembocaban en otro nuevo como si estuvieran hilados. Por eso, cuando quiso salir de la desilusión encontró la indiferencia, la indolencia y como conclusión la fatiga, compuesta de una mezcla de agitación y de cansancio que desgastaba su energía. Esto también estaba teniendo sus repercusiones. Hasta ahora él había ejercido una disciplina física que mantenía su agilidad y fortaleza. Cada mañana saltaba sobre el palo numerosas veces a derecha-izquierda, delante-atrás y arriba-abajo, luego se enganchaba lateralmente en las rejas una por una y terminaba saltando desde distintas posiciones hacia el bebedero, el comedero y el jibión donde se afilaba el pico. Pero ahora, desmotivado y perezoso, desatendía toda actividad. Era como si su anterior estímulo hubiera creado, paralelamente, otra energía opuesta que trataba de que no se conmoviera, o mejor dicho, de que se estancara. Y se sintió como una marioneta enredada en sus propios hilos.

- La falta de Perseverancia Jaro llegó a una conclusión importante que iba a aliviar su desánimo. Debía insistir en aquello que le producía satisfacción, como por ejemplo cantar. Ya lo había comprobado días antes cuando creó el estribillo, así que decidió repetir la experiencia y cada tarde componía y experimentaba uno distinto. Esta tarea le exigía estar atento y centrado en la memorización del canto, que era exclusivo de ese día, y con pocas variantes del día anterior.

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Se dio cuenta de que con esta técnica su voz mejoraba en matices y en potencia y que, al mismo tiempo, recuperaba su ánimo y confianza. Deseó poder hacer algo más por sí solo pero entendía que al tener tantas limitaciones no podía generar más cambios. Eso era lo que él creía, pero ya le había dicho Rito que la práctica de aquello que fuera asimilando lo conduciría al estado de Paz Consciente. Y esto ocurriría inevitablemente y por sí solo, con o sin su intervención. La falta de perseverancia causa estancamiento y prisión, en cambio la constancia busca energías de liberación en todas las direcciones hasta encontrarlas. Por eso las composiciones de Jaro estaban haciendo algo mucho más importante por él, y su respiración, modulada por las notas, estaba tendiendo un puente entre su cuerpo y su alma, facilitando su entendimiento y armonía.

- La Sensualidad Los recitales de Jaro estaban resultando muy atractivos y eran elogiados tanto por los humanos como por sus congéneres, que se apresuraban a responderle originándose interminables tertulias. Cierto día en el que cantaba afanado, reparó en una hembra de verderón que frente a su jaula, en el magnolio, lo escuchaba con especial atención. El canario sintió una atracción inmediata hacia ella y desde ese momento le dedicó todas sus canciones. Si la hembra salía a volar él intensificaba su canto en forma de llamadas y ella, presta a sus deseos, después de breves vuelos, volvía. Por primera vez Jaro maldijo la jaula que no le permitía salir. Se sentía agitado, impotente, nervioso, irritado y al mismo tiempo embelesado por la presencia de la hembra. Si pudiera salir, si pudiera acercarse…. La melancolía modificó su canto tornándolo en lamento. De todas las agitaciones que había tenido esta era la peor. Pero no tardó en aparecer un macho verderón que erguido, bailó y cantó ritualmente alrededor de la hembra acaparándola. Pronto formalizaron una relación y ambos se dispusieron a fabricar un nido allí mismo.

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Jaro pudo ver el cortejo, la nidificación y el desenlace de la puesta y cría de los nuevos pajarillos. Ni su magnífico canto ni sus demostraciones le habían servido para nada. Entonces, nostálgico de la experiencia soñada con su amada, deseó con toda sus fuerzas la libertad.

- La Imprevisión - Tsuit-ui-ui....tliu-ii.... Tliu-ii-iui. A Jaro se le sobresaltó el corazón. Esa melodía, era.... ¿era Rito?. - Tsuit-ui-ui....tliu-ii....tliu-ii-iui- respondió Jaro con sorprendente semejanza. Rito se posó en el magnolio y giró sobre sí arrastrando la cola. A Jaro, entre enfadado y alegre, se le amontonaban las preguntas, las quejas, los ruegos.... - ¿Por qué te fuiste?. - Porque tenía que esperar a que mi semilla germinara en ti - respondió Rito. - Tu semilla ha sido un veneno para mí. Me ha contagiado inquietudes, emociones y sentimientos que antes no tenía y ahora sufro. - Sufres porque estás ante otro nacimiento, ante otro cascarón que has de romper. Ya no cabes en tu mundo instintivo, pero no temas, te aguarda un exterior mucho más grato, sólo que antes has de reconocerlo. Numerosas veces volverás a quedar prisionero, pero esta vez las rejas serán tus emociones con las que te verás identificado. - ¿Para qué sirven las emociones y sentimientos? - Para proporcionarte experiencias que te darán conocimiento y sabiduría, dando lugar con ellas a que tu conciencia vaya despertando. - Rito, deseo salir. - Ese deseo es el propio de todo nacimiento. - Pero tengo miedo. - No temas, cuando rompiste el cascarón, tus padres estaban allí, ahora estoy yo. La próxima vez que te limpien la jaula debes estar preparado para escapar. Casualmente, al día siguiente Bra decidió hacer una limpieza general de la jaula y cuando abrió la puerta para sacar a Jaro, Rito voló acrobáticamente desde el magnolio hacia su mano en vuelo rasante. Bra, sorprendido, descuidó la puerta ensimismándose con la vistosa ave. Entonces Jaro escuchó de nuevo esa imperiosa voz interior que le dijo: “¡¡vuela, vuela, vuela… atrévete, sigue tu sueño...!!”

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La negligencia de Bra, no sólo le dio la ocasión de liberarse, también le proporcionó el arrojo y el valor para hacerlo y la suficiente excitación para alegrarse. A los pocos metros se unió con Rito y este lo llevó al mar. Allí se quedaron en silencio hasta que el sol se ocultó en él, y aquella tarde Jaro escuchó una nueva sinfonía, las notas altas y agudas de las gaviotas, acompañadas por el arrullo rítmico y ronco de las olas.

CÓMO LIMPIAR LOS OBSTÁCULOS

Las cuatro virtudes - La Amistad Los siguientes días, las dos aves continuaron yendo al mar al atardecer, y cada tarde Jaro ampliaba su percepción del lugar y del momento. Primero experimentando la simplicidad de la contemplación, después sintiendo la serenidad vespertina y por último la fusión con el entorno cuando se unió al sonido del crepúsculo, el OM, ese que nunca para de sonar porque es el latido de la vida. En la ausencia de Rito habían acudido muchas alteraciones a su mente, en cambio ahora estaba conociendo unos estados maravillosos que se estaban convirtiendo en los mejores estímulos de su nueva libertad. - ¿Cómo podré calmar las interrupciones que alteren mi mente? - preguntó Jaro. - Pronto lo irás aprendiendo por ti mismo cuando vivas las ocasiones que te lo enseñen - respondió Rito indicándole que le acompañara. Recorrieron pintorescos parajes y visitaron muchas comunidades de aves de distintas especies que, como si fueran grandes familias, parecían estar bien avenidas y organizadas. Luego se unieron a una comunidad de jilgueros y fueron con ellos a bañarse a la charca de una campiña arbolada, a buscar comida a los huertos de frutales y a dormir al cobijo de los árboles. - ¿Cómo puedo vivir con armonía en una comunidad?. - Empieza por la amistad - contestó Rito. - ¿Cómo la puedo reconocer?.

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- ¿Qué sientes por mí?. - Un cariño especial - reconoció Jaro. - ¿Qué piensas de mí?. - Que eres muy afortunado por tener tanto conocimiento. - ¿Y te alegras por ello?. - Sí - aseguró Jaro con movimientos afirmativos. - Pues eso es amistad. Esta energía debe alejarte de la envidia, el egoísmo, los celos, la desconfianza….. y de todos aquellos sentimientos que te causen un sufrimiento relacionado conmigo, porque la amistad es un afecto desinteresado.

“En el más alto grado hay ausencia total de aspiración a contentar los sentidos o a vivir experiencias extraordinarias”. Y.S. I-15

- La Compasión - Rito ¿por qué estás conmigo?. - Porque cuando te vi por primera vez sentí compasión por ti. - ¿Qué es la compasión? - La voluntad espontánea de favorecer a un ser que sufre o está impedido.

Aquel día una fuerte lluvia estaba azotando esa zona y Rito y Jaro se habían refugiado en una huerta. Desde su refugio distinguían una planta trepadora que cubría el costado de una casa. Cuando cesó de llover vieron cómo en aquel sitio revoloteaba y piaba insistentemente una hembra de petirrojo alrededor de un determinado lugar. - ¿Qué le pasará? - preguntó Jaro - me acercaré a ver. No tardó en regresar, la hembra estaba tratando de sostener el nido que había construido en la enredadera y que las lluvias casi habían arrancado de la pared. - Debemos ayudarla, tiene cuatro huevos en el nido - informó Jaro. Entre los tres lograron situar de nuevo el nido asegurándolo entre las ramas. - ¿Dónde está tu pareja? - preguntó Jaro. - Ayer cuando salió a buscar comida bebió agua contaminada por herbicidas y esto le ha causado la muerte, ahora estoy sola. Si abandono el nido para buscarme alimento, la fría temperatura malogrará los huevos.

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- Yo te traeré comida mientras incubes y estaré contigo hasta que tus crías no te necesiten - contestó impulsivamente Jaro. Desde entonces cada día traía bayas e insectos al nido para la mamá pájara. Al cabo de poco tiempo los cuatro pequeñuelos nacieron sin problemas para regocijo de Jaro y la petirroja, y cuando la hembra no necesitó su ayuda, Jaro se despidió. - ¿Por qué le has dado todo ese servicio, Jaro? - le preguntó Rito. - Porque sentí el deseo de ayudarla en su infortunio. - Pues ahora eres tú quien ha sentido compasión - apuntó Rito.

- El Deleite Jaro aprendía también de Rito su estrategia. Estaba claro que discurrir por el campo libre era desafiante, pero su compañero tenía suficientes recursos para moverse con garantía. Era realmente un maestro ejemplar, digno de elogio. Cierto día, al anochecer, escucharon un canto de pájaro que se destacaba por su volumen, su variedad de tonos y por la fuerza con que era emitido. Consistía en una rápida sucesión de notas, unas roncas y otras líquidas, incluyendo un “choquichoqui-choqui...” muy sonoro y un “piu” aflautado y piante, primero lento y luego alcanzando un crescendo. - Es un ruiseñor - aseguró Rito. - ¿Por qué lo sabes?. - Es inconfundible, es el maestro cantor, el virtuoso, inspirador de poemas y cuentos. Su trino es inigualable y a la vez digno de regocijo. - Pero tú eres el mejor Rito, no tienes nada que envidiar. - No está en mi deseo envidiar sino reconocer el mérito del otro con humildad. Rito sabía que el escurridizo ruiseñor no se mostraría fácilmente, así que entonó el mejor de sus trinos con la esperanza de respuesta. Debía poner en sus notas un claro acento de amistad. Y al cabo de un rato el ruiseñor respondió. - ¿Qué pretendes Rito? - preguntó Jaro. - Quiero mostrarle mi confianza y reconocimiento. ¿Vienes?. - Mi único maestro eres tú.

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- Hemos de estar abiertos a los méritos de los demás para que encuentren vía libre y puedan seguir creciendo. El ruiseñor se dejó entre ver con cierta timidez y Rito entabló un diálogo con él. - No busco notoriedad - afirmó el ruiseñor. - Lo sé, yo tampoco, lo único que pretendo es compartir mi canto con el tuyo. ¿Cuál es tu nombre?. - Fidelio – respondió, y a continuación propuso - cantemos pues, me gusta la polifonía. - Jaro, ¿quieres unirte a nosotros? - preguntó Rito. El canario revoloteó hasta ellos, entonces Fidelio comenzó a cantar, Rito le siguió y Jaro, recordando los consejos de Rito, escuchó primero y luego entremezcló sus estribillos, concluyendo los tres en un adornado madrigal ornitológico. -Suip -piuic - tliui - piu – Suip - tliui .....

-La no Aflicción – Fidelio se encontraba muy bien entre sus nuevos amigos; ellos, al acompañarlo, le habían dado la posibilidad de mejorar su canto, y eso le parecía muy importante. Él pensaba que Dios estaba en sus gorjeos porque cuando cantaba, el gozo le llenaba el alma. Por eso decidió quedarse con ellos una temporada. Cada mañana se reunían para cantarle al día y cada tarde volvían a verse para trinar a la noche. Pero aquel día Jaro se retrasaba, había sentido ganas de ver a la hembra de petirrojo y a sus crías, y fue a visitarla. Al cabo de un rato volvió apenado y les dijo: - La desgracia se ha vuelto a ceñir sobre esa familia, cuando he llegado me he encontrado el nido vacío. - ¿Qué les pasó? - preguntó Rito. - Un cernícalo había atacado a los polluelos, dándoles muerte. - ¿Y la madre? - dijo Fidelio. - La encontré en el suelo moribunda, se había enfrentado al ave de presa, pero sus esfuerzos resultaron inútiles. No he podido hacer nada por ella. Aún resuenan en mi cabeza los gritos triunfantes del cernícalo alejándose en dirección a los acantilados de la playa, parecía tener prisa en contar su atropello al resto de su comunidad.

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Se hizo un largo silencio entre los tres. Jaro rompió hablar. - ¿Por qué tanto infortunio?. - La vida no nos adelanta las respuestas que no sabemos comprender – respondió Rito. - ¿Hay algo que podamos hacer? - preguntó Jaro. - Si..... - respondió Fidelio - podemos cantar. Y comenzó a entonar un estribillo; los otros dos le siguieron y sus trinos volvieron a formar una trinidad, un solo canto que poco a poco los envolvió y disolvió sus pensamientos como luz que esfuma las tinieblas.

La Respiración - Queremos que tu amistad nos enriquezca, Fidelio, háblanos de tus conocimientos - incitó Rito. - ¿Queréis que os hable de la respiración y de cómo nos ayuda a serenar la mente? - preguntó Fidelio. - Sí, me encantaría saberlo - afirmó Jaro. - Si observáis, en la respiración tomamos aire para luego soltarlo, pero entre una y otra acción hay además dos pequeñas pausas. Cada una de estas cuatro fases tiene un efecto específico, la toma del aire nos proporciona vitalidad, la pequeña retención con los pulmones llenos, resistencia, la expulsión del aire nos conduce al apaciguamiento, y la pausa con los pulmones vacío, al abandono. Si nos quedamos con las dos últimas, el exhalar el aire con lentitud nos proporcionará calma y si potenciamos la pausa final, nos llevará al desapego. - Muy interesante - dijo Jaro - entonces ¿podemos manipular la respiración según nos convenga?. - No es lo acertado. La respiración hace la función de alojar los estados de ánimo de la mente, en el cuerpo, y lo hace automáticamente y con una sabiduría que nuestra lógica no alcanza a igualar. Por este motivo no debemos modificarla sino tomar conciencia de ella para que sus efectos puedan expandirse con eficacia. - ¿Cómo podemos tomar conciencia de ella? - dijo Jaro. - Observando. Por ejemplo, simplemente recreándote en los momentos expiratorios, puedes fortalecer tu serenidad - precisó Fidelio. - Practiquemos ahora para que puedas comprobarlo - propuso Rito.

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La Indagación Guardaron un silencio que no tardó en interrumpir Jaro para opinar: - Esto que dices me resulta difícil porque mis sentidos y pensamientos me distraen continuamente. - Es cierto que los pensamientos forman obstáculos, pero debemos tener paciencia y dejarlos pasar, luego, cuando los retomemos, hemos de intentar reconocer sus movimientos, porque llegan incluso a hacernos sus esclavos. Por esto, es importante darnos cuenta dónde termina su información y dónde comienza su atadura - argumentó Fidelio. - ¿Y cómo lo sabremos? - preguntó Jaro. - El punto de separación es justo cuando comenzamos a emitir juicios porque ningún juicio alcanza a comprender la totalidad de cualquier pregunta, sólo lo hace parcialmente, condicionando y sellando por su causa nuestra respuesta. Jaro no formuló más preguntas, le parecía complicado asimilarlas, aunque sí le llamó la atención entender que sus sentidos y pensamientos podían no facilitarle una información completa y que por tanto no merecían una total fiabilidad. Fidelio y Rito callaron igualmente, sin embargo el jilguero adivinando los pensamientos de Jaro dijo: - No obstante debemos seguir pidiendo a nuestros sentidos y razón que nos informen, porque ellos enlazan con una percepción mayor que es la intuición, la que bebe de la fuente de la vida….. en cada día podemos encontrar experiencias que sirven de ejemplo para esto que te digo. Mira a tu alrededor y lo comprobarás.

“Por medio de la indagación sobre lo que es la vida y sobre lo que nos mantiene vivos, podemos encontrar algún alivio a nuestras distracciones mentales”. Y.S. I-36

Por muy pequeñas que fueran las conclusiones que sacaba Jaro, eran suficientes para proporcionarle confianza en su nueva realidad. Se daba cuenta de que era afortunado al tener dos grandes maestros que le enseñaban recursos desconocidos para él. Ellos lo incitaban a la indagación, porque aunque le pareciera simple, decían, eso le calmaría sus preguntas y lo llevaría al objetivo final, a ese que tanta importancia le daban, que era cambiar su estado de distracción por uno de atención.

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Por eso, ese día lo dedicó a observar las informaciones que le daban sus sentidos para ver qué enseñanza le podían traer. Pronto algo llamó su atención. Una multicolor mariposa con lánguido aleteo, comía plácidamente el néctar de una florecilla silvestre. - Es hermoso ¿verdad? – dijo Jaro. Los otros dos no contestaron. Tras unos minutos apareció con un rápido vuelo una libélula que después de hacer unos acrobáticos giros mostró la intención de atacar a la mariposa. A pesar de ser más pequeña que ella fue mortal en su ataque, por lo que el bello lepidóptero pasó a ser su ración de comida en ese día. - ¡Pobre mariposa! - comentó de nuevo Jaro sin obtener tampoco respuesta. Mas no se había retirado todavía la libélula de su campo de visión cuando un abejarruco que estaba posado tranquilamente en un cable eléctrico, tras hacer unas hábiles piruetas en el aire, se lanzó sobre ella en picado engulléndola en el mismo vuelo. - ¿Veis?, ese caballito del diablo, como bien le apodan, ha encontrado con el abejarruco un merecido final - concluyó el canario. Tampoco ahora obtuvo respuesta. Momentos mas tarde escucharon el grito agudo de un halcón ¡Jiik, jiik, jiik!, y alarmados buscaron refugio entre las hojas de los árboles. Desde allí vieron con qué precisión el halcón apresaba entre sus garras al abejarruco alejándose triunfante hacia el horizonte. - Hoy que me he detenido a observar lo que me rodea, sólo he visto asesinos - aseguró Jaro. - ¿Porqué haces juicios?. Deja que la libélula sea libélula, el abejarruco sea abejarruco y el halcón sea halcón. Ayer te vi comer un pequeño insecto, ¿acaso te preguntaste por qué lo hacías? - argumentó Rito. - Lo que para uno es muerte, para otro es vida, aunque tanto lo uno como lo otro sean la misma cosa - precisó Fidelio. Los tres habían sido testigos presenciales de la secuencia iniciada por la mariposa y concluida por el halcón, sin embargo cada uno de ellos había experimentado una comprensión distinta. Jaro sólo había interpretado la información que recogieron sus sentidos mostrando un juicio partidista, separatista y confuso; Rito percibió un orden mayor que le proporcionó confianza, aceptación y desindentificación; Fidelio en cambio no halló diferencias porque lo concebía como un todo donde

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todas las experiencias están renovándose en un proceso guiado hacia la perfección, hacia ese estado de Paz Consciente al que se encamina todo el universo.

HACIA EL ESTADO DE FUSIÓN A medida que transcurrían los días, el cielo se iba cubriendo de bandadas de pájaros dirigiéndose al sur en emigración. Una tarde Fidelio, mirándolos con detenimiento, dijo de pronto: - Mañana partiré con el alba. - ¿Dónde irás? ¿te unirás a una comunidad de aves? - preguntó Jaro experimentando un sentimiento de abandono. - No, simplemente seguiré al viento. Y por donde quiera que me lleve estaré solo para así poder estar atento, porque cada día me ha de mostrar su mensaje y a cambio yo le entregaré mi canto. - ¿A qué mensajes te refieres? - preguntó Jaro. - A los que me hablen del amor, porque has de saber que el amor es de todas, la vía más rápida de conocimiento. - ¿Qué conocimiento quieres conseguir? -dijo Jaro. - Aquel que me revele el ser espiritual que hay en mí, que es el mismo de toda la creación. - ¿No sentirás miedo en tu soledad? - insistió Jaro. - El miedo pertenece a una etapa anterior de mi vida, cuando mi mente estaba condicionada e identificada con las opiniones de mi ego. Ahora se está volviendo transparente como un cristal, sin manchas, preparada para comprender lo simple y lo complejo, lo perceptible y lo imperceptible, lo infinito y lo infinitesimal. - ¿Te estás convirtiendo en mago? - preguntó Jaro. - Todos somos magos cuando las interferencias e información de los sentidos nos sirven de orientación y no de obstáculo, y de igual manera, cuando los recuerdos del pasado y las expectativas del futuro no nos influyen, entonces la capacidad de comprensión es ilimitada y no defectuosa, hasta que el conocimiento se colma de verdad. - ¿Podré llegar yo a hablar así algún día? - dijo Jaro. - ¡Claro que podrás! - respondió Fidelio - Pero no te desanimes si el camino es largo, todavía tu percepción está deformada por las influencias de tus experiencias pasadas y sostenida por el razonamiento y las informaciones de tus sentidos, pero, agudiza tu atención, porque el proceso de la vida te ayudará a

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conseguir esta magia, como tú la llamas, de manera gradual. Sólo has de mantener el interés, pues si lo pierdes aparecerá la distracción y ella puede hacer que tu organismo se rebele. Al día siguiente cuando el amanecer despertó a Jaro, no encontró a Fidelio. Quiso comprender y disculpar su marcha, aunque no terminaba de entender su intención, y el vacío de su ausencia le entristecía el alma. Pero tal vez algún día él actuaría igual, y entonces conocería los motivos de su comportamiento. - ¿Tú también te irás Rito? - dijo “Cuando este estado ha sido Jaro con un cierto tono de ansiedad. alcanzado, no hay nada que sobrepase la capacidad de - Cuando te conocí te dije que comprensión. La mente puede estaría contigo hasta que dejaras de mantenerse y ayudar a comprender desearlo, y así lo haré -contestó Rito. lo simple y lo complejo, lo infinito - No creo que llegue ese día nunca y lo infinitesimal, lo perceptible - afirmó Jaro. y lo imperceptible”. - Sí llegará, cuando tu conciencia Y. S. I- 40 no se quede en las formas físicas y tu corazón en los apegos. -¿Acaso no te entristeció la marcha de Fidelio?. - Fidelio se fue de mi vista, pero no de mi alma en la que permanecerá siempre. Quizá no aceptes esto aún porque todavía tu mente está cubierta por el velo de los deseos físicos, pero cuando este caiga verás otra percepción mayor que es la expresada por los artistas, ellos saben ver a través de los símbolos otra esencia más sutil, luego, más adelante experimentarás, como los místicos, la unidad. Te lo podría explicar de otra manera comparándolo con tres percepciones: la “física” que es donde todo ocupa un sitio, tiene límites y está separado entre sí; la “mental” en la que se fluctúa de una forma a otra relacionándose, uniéndose y separándose de forma pendular; y por último la “espiritual” donde sólo hay una conciencia única y no hay separación. Esta forma es gradual, cada percepción anula a la anterior y no hay vuelta atrás. - ¿Qué camino ha de guiarme? - preguntó Jaro. -Sigue el que te lleve a tu sueño, pero sólo adelantarás si actúas desde el amor. Y recuerda que este proceso no está sometido al tiempo, no debes tener prisa, ni siquiera depende del esfuerzo o voluntad de lograr, sino del abandono de la experiencia que pasa y la adaptación al cambio que requiera la que llega.

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Las palabras de Rito seguían anunciándole un futuro prometedor, no sabía aún cuán difícil sería alcanzarlo, pero lo que sí tenía claro era que prestaría toda la atención posible al mensaje que trajera cada día. Rito y él continuaron viéndose para cantar, a veces sólo silbaban un pareado el cual repetían hasta que desaparecía el sol tras el horizonte, y la calma se hacía a su alrededor. El tiempo pasó y cierto día Jaro fue a beber a una fuente situada en unos jardines. Había niños jugando cerca y de pronto dos pequeñas se acercaron al agua para salpicarla, y cual fue su sorpresa cuando reconoció en una de ellas a Aruna. Aunque él permaneció en la fuente, la niña no se percató de su presencia. Al cabo de un rato vio aparecer a su mamá Sati que la recogió llevándola de la mano a su coche. Jaro decidió seguirlas y regresar a los alrededores la casa. Mientras tanto los recuerdos se agolpaban en su cabeza, ¡cuánto había cambiado él desde entonces!. Sin embargo en la casa todo seguía igual, incluso la jaula estaba en el mismo lugar, pero..... algo se movía dentro de ella. Jaro se posó en la rama del magnolio que otras veces sujetó a Rito, y pudo ver que en el interior de la jaula había otro canario curioseando tras los mismos barrotes que en otro tiempo le habían tenido prisionero. Lo observó con detenimiento reconociendo en él su anterior vida y sin saber por qué le invadió una ola de compasión. Entonces comenzó a cantar, y ocurrió que su trino, de forma inmediata, cautivó la atención del canario enjaulado que buscándolo con la mirada le dijo: - ¿Dónde aprendiste a cantar así? - En la madera, en la tierra, en el cielo, en el agua y en el fuego – le respondió. - ¿Quieres enseñarme?. Jaro no daba crédito a sus oídos ¿acaso estaba preparado él para enseñar a otro?. Abriéndose paso entre sus dudas surgió un deseo amistad que le animó a decir: - Sí, pero no es fácil, mi canto es el resumen de mis relaciones. Lo que aprendas de mi se convertirá en nuevas preguntas para ti. Sin embargo tu entusiasmo es suficiente garantía ahora. ¿Cómo te llaman?. - Me llaman Tono. ¿Y qué es el entusiasmo?.

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Jaro comenzó a reír, ahora tendría que enseñar a otro lo que sabía, como hicieron con él Rito y Fidelio. Durante un buen rato estuvieron conversando las inquietudes de su reciente amigo que tan cercanas y, al mismo tiempo tan lejanas le resultaban. - Ahora he de irme - dijo Jaro. - ¿Volverás? - preguntó Tono. - Sí, vendré a verte hasta que tu interés por mi se apague - aseguró Jaro.

“Entonces la persona empieza a conocerse verdaderamente”. “Entonces lo que esa persona ve y comparte con otros está libre de error”. Y.S. I 48 y 49

Fin

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- Visualización – Queriendo pretender que el lector participe de una manera activa del contenido del libro primero de los Yoga-Sutras “Samâdhipâdah”, me propongo terminar con tres visualizaciones que de alguna manera le puedan facilitar integrar lo expuesto. Yo diría que la mente consciente reconoce mejor el lenguaje de los símbolos que el de la razón, ya que ésta se enreda en sus propios hilos formando un círculo vicioso del cual le es realmente difícil salir, por su adicción a los patrones repetitivos resultantes del juicio del ego. Me parece que la visualización es una excelente herramienta que podíamos experimentar más a menudo. La New Age nos la presenta quizá con demasiada fantasía, para mi opinión, pero eso no quita que reconozca sus beneficios ya que despierta otras percepciones de la conciencia. No me olvido de resaltar que sus efectos nos ayudan a descondicionar la mente de las percepciones de los sentidos, y esto es precisamente, el mayor consejo que Patanjali nos da en su libro para acceder a otros niveles de conciencia más sutiles.

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- El Héroe Procura buscar un momento y una comodidad en la cual puedas concentrarte en esta lectura. Los minutos que vienen a continuación pueden despertar en ti nuevas posibilidades de comprensión y de conocimiento que, aunque no reconozcas de inmediato, sí pueden cambiar tu actitud ante sucesivos conflictos. Imagina que estás esperando a tu Héroe. No sabes cómo es porque tú no lo has elegido, él elige por ti y se cambia a sí mismo adaptándose a cada pensamiento tuyo, y lo hace con una eficacia que tu lógica no alcanzaría nunca a igualar. Tu Héroe se atreve siempre a avanzar. Cómo tú, no conoce ninguna respuesta, pero, a diferencia de ti, él busca los recursos directamente de tu alma, de ese sabio manual que tu razón todavía no alcanza a descifrar. ¿Cómo puedo reconocer si es mi verdadero Héroe? - me preguntarás - pues es muy sencillo, por su actitud, él te va a ayudar a no entrar en ninguna energía que te lleve al sufrimiento porque dicha actitud es de atención, aceptación y desapego. Fíjate además si muestra arrogancia o decisión, porque son dos cosas muy distintas. El arrogante es el personaje que te querrá anteponer tu ego y ese no te sirve, vigila pues este signo. Y por si no lo notas te diré que, además de todos los matices que aprecies, tendrá el de la confianza, porque ésta no le falta a ningún Héroe. Mejor que imaginar, te pido que observes cómo viene a tu imaginación sin cambiarlo. Tu Héroe tiene sus razones para vestirse y actuar como lo hace y no tiene porque darte explicaciones, pues no ha de mostrarle nada a tus pensamientos juiciosos, sino a tu conciencia. Si acaso te pareciera que no eres capaz de distinguir las imágenes de la secuencia que te propongo, no te preocupes de eso, la información seguirá su curso por otros medios, de la misma manera que un ciego sabe situarse donde está, porque usa otros sentidos. Tu Héroe ya llega. Observa si es masculino o femenino. Párate en su cabeza ¿está descubierta o protegida?. ¿Cómo es la expresión de su cara…?.. recréate en ella porque de alguna manera pretende decirte, que su objetivo final, el que abordará después de conseguir todos sus propósitos, será el de conquistarte, pero no para

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enamorarte, no, es para suplementar así la capacidad que te falta para ser tú mism@, para ser lo que eres capaz de ser . Mira ahora sus hombros, y si están cubiertos, observa con detenimiento qué lleva encima incluyendo a los brazos. Detente en sus manos y mira qué actitud tienen, y si portan algo ¿qué es?. Pídele que las mueva y que muestren sus gestos. ¿Cómo ves su torso?. No tengas prisa, permítele que se vista si lo desea, seguramente actúa lento para facilitarte que puedas retener su apariencia. Observa cómo es su respiración, (abdominal, torácica o clavicular), y también su ritmo e incidencia. Baja la vista hacia las caderas. ¿Cómo se dibujan?. Quizá tengas que continuar bajando hasta las piernas porque formen una composición compacta. Fíjate en su vestimenta de cualquier modo y no pases por alto las rodillas. Mira cómo están apoyadas las piernas en el suelo y qué lleva en los pies (si es que llevan algo). Por último reconoce si hay alguna herramienta, arma o complemento que tenga cerca de él para su uso opcional, y también los movimientos que comienza hacer y el entorno que le rodea. Vuelve a darle un vistazo general para retener los detalles que antes descubriste en su cabeza, tronco y extremidades. Ahora vas hacer un alto porque estás ante un momento muy importante. Aunque creas que tu Héroe se vistió y se movió solo, es posible que tú lo hayas condicionado, pero no porque puedas hacerlo, sino porque él se deja influenciar para que te des cuenta de que tienes una aglomeración de energía obstructiva que te falsifica la visión. Esto lo podemos comprobar en este instante. Pídele que haga los cambios, tanto de su ropaje como de su actitud que considere conveniente….. atent@, puede que te lleves una sorpresa, porque las cosas casi nunca son lo que parecen. Haga lo que haga has de permitírselo, incluido cambiar de sexo, porque él no es tu marioneta, es tu Héroe. Dale tiempo porque con sus modificaciones te indicará sus sugerencias y procura retener la nueva imagen con la que concluye la visualización. No creas que tu Héroe vino para escuchar tus problemas, no, él vino para mostrarte la actitud que te sugiere seguir ante los conflictos que tengas ante ti. Él se da cuenta cuando difuminas u ocultas sus gestos o sus paisajes, sin embargo siempre espera esa oportunidad que te resistes a darle, que es la de permitirle

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hacer cambios. No obstante has de saber que esa es la única razón de su existencia, porque esos cambios son las alternativas que descubrió en sus aventuras por tu alma, y por eso van más allá de tu mente condicionada por el juicio. Generalmente nos movemos aconsejad@s por la razón y no recurrimos a esa otra vía, a esa otra manera de buscar respuestas que no pasa por la razón pero que intuye certeramente cualquier respuesta. Comprendo que te resulte difícil imaginar al mismo tiempo que lees, pero te aseguro que si vuelves a intentar recordar esta visualización en otros momentos que goces de serenidad lograrás entender a tu Héroe, y si sigues practicando terminará convirtiéndose en tu mejor consejero, en esa otra parte de ti que intuye, sabe y avanza. Pero has de mantener el mismo sistema, observa cómo aparece y deja que él cambie a continuación lo que considere conveniente. Ya sabes, ante cualquier estado de perturbación, incomodidad, ayuda, impotencia….. llama a tu Héroe, él siempre estará dispuesto a demostrarte que no estás sol@.

- El Juguete – Porque creo que la imagen del juguete es válida para cualquier edad, deduzco que esta otra visualización será sumamente fácil para cualquier persona que se proponga seguirla, y también especialmente útil, porque trabajar con la imagen activa el potencial de la conciencia. Piensa que estás sentad@ en un jardín, no importa la edad que tengas porque tu niñ@ interior te acompaña siempre y desea jugar. Te das cuenta que tienes cuatro cajas a tu alrededor, una delante, otra detrás, otra a tu derecha y otra a tu izquierda. Cada una tiene un color y un tamaño específico según lo prefieras tú, y cada una contiene un juguete que luego vas a descubrir. Detente a observarlas con detenimiento y comienza a abrirlas en el orden que desees. Empieces por donde empieces imagina qué juguete surge y recuérdalo junto con el color y tamaño de la caja. Continúa decidiendo cual abres a continuación y sigue reteniendo la forma del juguete, el color de su caja y el lugar donde estaba.

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Cada caja con su juguete está situada en distintas percepciones tuyas. Delante está tu futuro, detrás tu pasado, a tu derecha tu parte activa (la que ejecuta) y a tu izquierda la parte emotiva. Sin embargo cuando decides coger algún juguete lo haces desde lo que demanda tu presente. También debes observar qué expresa cada juguete, si es activo o pasivo, animado o inerte, constructivo o destructivo, recreativo o educativo, lucrativo o social, individual o colectivo…. etc. El orden que has seguido al abrirlas te indicará la prioridad, que en tu vida, le das a lo que representa cada lado, y lo que simbolice el juguete te dará pautas del momento emocional que estás viviendo ahora. Cada vez que te centres en un juguete has de dejar que él cambie lo que de sí o de la caja crea conveniente porque ese es el ajuste que necesitas en ese momento. Es como si haces una fotografía y el visor al principio capta la imagen general con poca definición, pero a continuación ajusta el foco, pues igual, ese punto de precisión surgirá de tu intuición. Puedes recordar esta visualización en cualquier momento sin necesidad de esperar a sentir carencia o indecisión. Tus juguetes junto con sus embalajes servirán como soporte emocional, y también te valdrán como expresiones de tu subconsciente.

- La Cometa – En esta última visualización voy a resaltar el trabajar con la intención además de la imagen. En las anteriores insistía en dejar hacer y sugerir a esa parte de nosotros que sabe, sin embargo en esta fomento la simple entrega de una intención a tu sabiduría interior y a la sabiduría universal. Piensa que tienes una gran cometa blanca y que en ella se dibuja cualquier conflicto o miedo que tengas. Recuerda que todo conflicto o miedo está en nosotros para enseñarnos algo, pero nos pasa a menudo que no sabemos cómo resolverlo porque nos faltan datos y perspectiva. De ahí que luego resulten los fracasos. Pero tu cometa tiene la posibilidad de separarse de ti y subir al cielo. Manda allí el dibujo de tu miedo o conflicto porque en esa altura va a tener la oportunidad de aprender otros recursos que cuando estaba en ti no le era posible percibir.

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Arriba, cuando esté en el cielo, tu miedo o conflicto ve que todo es más pequeño, y que hay muchas más cosas de las nunca hubiera imaginado. También siente que es vapuleado fácilmente por el viento como si sólo fuera una simple pluma y que tan sólo las cuerdas, como cordón umbilical, lo unen a ti, a tu voluntad. Allá se da cuenta de que incluso él es insignificante y que debe tener precaución al luchar porque el separase de ti significa su muerte. Ahora se impone ser flexible. Pero además allá en lo alto, experimenta la libertad y la visión de conjunto. Sin opresión puede recapacitar mejor y comprender que la tierra es un puzzle donde todo encaja porque cada pieza está en su sitio. Lo que tu cometa aprenda lo archivará directamente tu conciencia, no te preocupes si tu razón no entiende nada nuevo, tal vez te parezca que no has aprendido nada, pero tu conciencia no tiene por qué darle explicaciones a tu razonamiento, sin embargo observa cómo en adelante, a la hora de dar una respuesta surgen de tí nuevas soluciones. Lo que sí puedes hacer es fomentar la confianza en tu capacidad de aprender por otros medios, porque has de saber que la vida tiene innumerables recursos para expresarse. Puedes izar tu cometa cada vez que quieras, apenas te llevará tiempo porque sólo es una intención y las intenciones no están sometidas a ninguna dimensión física.

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