EN TORNO AL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

OBJETIVOS EN TORNO AL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO  Comprender el pensamiento filosófico latinoamericano a partir de sus características fundamental...
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OBJETIVOS

EN TORNO AL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

 Comprender el pensamiento filosófico latinoamericano a partir de sus características fundamentales.  Analizar el origen y el desarrollo histórico del pensamiento latinoamericano.  Analizar las problemáticas que trae consigo este pensamiento latinoamericano, tales como: dependencia, identidad, originalidad, transculturación.  Conocer el pensamiento de algunos destacados filósofos latinoamericanos.  Comprender algunas corrientes propias del pensar latinoamericano, tales como: Filosofía de la liberación, liberalismo, positivismo.

FILOSOFÍA LATINOAMERICANA

ASPECTOS SOCIOHISTÓRICOS

Y CULTURALES

RESPUESTAS AL PROBLEMA DE LA ORIGINALIDAD

PROBLEMA DE LA DEPENDENCIA

FILOSOFIA Y LIBERACION

BRE VE INCURSIÓN HISTÓRICA POR EL PERNAMIENTO

EL PROBLE MA DE LA ORIGINALIDA D

DOS VÍAS PARA LLEGAR A LA ORIGINALIDAD

CONCIENCIA E IDEOLOGÍA

FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN EN JOSÉ MARTÍ

LA FILOSOFÍA PREHISPÁNIC A

LA COLONIA Y LA FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA

INTRODUCCIÓN DEL PENSAMIENTO MODERNO FILOSOFÍA INDEPENDENTISTA

EL POSITIVISMO FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN EN ENRIQUE RODÓ

CARÁCTER LIBERADOR DE LA FILOSOFÍA DE LA LATINOAMERICANA

FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN EN ENRIQUE RODÓ

FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN

CORRIENTES CONTEMPORÁNEA S

ANTIPOSITIVISMO. LOS FILOSOFOS FUNDADORES

1. FILOSOFIA LATINOAMERICANA Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras repúblicas americanas. José Martí. Queremos volver nuestra mirada a Europa hundiéndola más profundamente en nuestra entrama americana. No queremos volver a ser colonias. Ni políticas, ni económicas, ni culturales. Benjamín Carrión. Al desprenderse la América de la monarquía española, se ha encontrado semejante al Imperio Romano, cuando aquella enorme masa cayó dispersa en medio del antiguo mundo. Cada desmembración formó entonces una nación o a sus intereses; pero con la diferencia de que aquellos miembros volvían a restablecer sus primeras asociaciones. Nosotros ni conservamos vestigios de lo que fue en otro tiempo: no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento y europeos por derecho, no hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los títulos de posesión y de mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la posición de los invasores; así nuestro caso es el más extraordinario y complicado. Simón Bolívar, Discurso de Angostura.

FILOSOFIA LATINOAMERICANA INTRODUCCIÓN. Como se recordará, en las clases anteriores, al iniciar nuestra expedición en el mundo de la aventura filosófica, vimos cómo ésta arranca con los filósofos griegos de la antigüedad, para continuar su desenvolvimiento en los países occidentales, siempre en búsqueda de la verdad y el riguroso esclarecimiento de la realidad. Hemos estudiado, también, que independientemente de algunas definiciones y concepciones que de al filosofía han aportado los distintos filósofos, ésta presenta ciertas características que, al parecer, sierpe la han acompañado en su larga historia, como por ejemplo, actitud crítica, visión globalizadora de las cosas, radicalismo en sus problemáticas, búsqueda de verdades o de puntos de vista universales, dubitación universal, entre otras. Estas características, junto con la manera de abordar los problemas, de plantearlos y resolverlos, han permitido hablar de filosofía en la cultura occidental, distinguiéndola de otras actividades y productos culturales tales como la ciencia, el arte y la religión. Asimismo, en nuestras anteriores lecturas, nos pudimos dar cuenta de que la filosofía recae en el hombre como ser concreto y racional. Es el hombre, en efecto, el que indaga sobre el ser de las cosas y sobre el sentido de su existencia; es el hombre el que hace filosofía, la aplica y la sigue según teorías forjadas por su propia racionalidad en confrontación con la praxis. Pues bien, llegó el momento de preguntarnos por el hombre estas latitudes, por el hombre latinoamericano y su cultura. ¿Se podrá, entonces, hablar de una filosofía latinoamericana como ya lo hicimos de la filosofía europea? ¿Será original y auténtica esta filosofía? ¿Cuáles serían sus preocupaciones, sus problemas y temáticas fundamentales? ¿Qué filósofos la representan? ¿Son los problemas de esta filosofía –en casi de que existan temas muy peculiares- concernientes tan sólo al hombre latinoamericano (mexicano, argentino, peruano, cubano, Guatemalteco, panameño, colombiano, etc.) y a su circunstancia?; ¿o son temas universales que competen a todo ser humano y a toda cultura (el conocimiento, la política, las costumbres morales, etc.)? En fin, son muchas las preguntas que podemos hacer en torno al tema que desarrollaremos a continuación y que nos entretendrá en las próximas horas de clase. ¿Quieres acompañarnos en esta nueva aventura por los lugares del pensamiento de nuestra Latinoamérica? 1. ASPECTOS SOCIO-HISTÓRICOS Y CULTURALES La filosofía latinoamericana está profundamente ligada a los avatares de su historia; fruto es ella de una larga reflexión que los hombres de estas tierras –educadores, estadistas, poetas, ensayistas, filósofos, en fin– han venido haciendo en torno a las problemáticas que nos han tocado en nuestra propia historia experimentar. Muchas veces, y sobre todo en sus inicios, no se han tratado de reflexiones puramente académicas o librescas, y mucho menos de embrolladas elucubraciones, sino de propuestas de urgente solución, surgidas a partir de problemáticas bien concretas y vitales, en las que parecer ir en juego la “humanidad” del hombre americano, así como su destino, su completa libertad y las perspectivas de su futuro, como integrante de una nueva nación que busca reafirmarse acorde con su identidad, con su ser propio, y a la vez integrarse solidaria y humanamente con todas las naciones del orbe. Para el logro de sus ideales, nuestros pensadores –como lo atestigua la historia –lo mismo han empuñado la pluma que el sable; han sido escritores, maestros, científicos, pero también hombres de acción, hombres comprometidos con su realidad y decididos incluso a ofrendar sus vidas en aras de sus justas demandas, como es el caso de Hidalgo, Morelos, Bolívar, Martí, Sandino, el Ché Guevara y tantos otros. En lo que sigue, trataremos de ofrecer algunas líneas fundamentales sobre las problemáticas y el desarrollo histórico de esta filosofía. 2. EL PROBLEMA DE LA ORIGINALIDAD. Entre los problemas característicos de la filosofía latinoamericana ocupa un lugar central el que se refiere a la autenticidad u originalidad, así como el valor y la naturaleza que implica dicha filosofía. Mientras que la filosofía occidental no pone en tela de juicio la autenticidad de su filosofar, los pensadores latinoamericanos, en cambio, han llegado a preguntarse si lo que hacen es filosofía o no. Serpia muy extraño preguntarse si lo que hicieron Sócrates, Platón Kant o Marx es o no es filosofía. Sin embargo, esta misma pregunta no causa extrañeza en el ámbito latinoamericano, pues al parecer no estamos seguros de nuestras

expresiones llamadas “filosóficas” realmente lo son, sobre todo si las equiparamos con las del pensamiento occidental, postuladas como arquetípicas. ¿A qué se debe esta actitud de duda frente a nuestra filosofía? Entre otras cosas, a que la filosofía latinoamericana es tributaria del pensamiento occidental. Así, amén de otras más, el liberalismo, el positivismo, el marxismo, etc., son filosofías que nosotros, los latinoamericanos, hemos importado para tratar de resolver problemas que una determinada realidad plantea. Entre los caracteres o rasgos distintivos que encontramos en la filosofía latinoamericana, el filósofo peruano Salazar Bondy, destaca el hecho de que esta filosofía “ha comenzado entre nosotros desde cero, es decir, sin apoyo en una tradición intelectual vernácula, pues el pensar indígena no fue incorporado al proceso de la filosofía hispanoamericana” de ahí es esta filosofía tenga el “carácter de un árbol trasplantado, no de una planta que surgiera de la conjunción de factores propicia a un brote original y vigoroso de pensamiento (…)”. La filosofía hispanoamericana, concluye el filósofo peruano, “vive de la tradición europea”. 2.1. RESPUESTAS AL PROBLEMA DE LA ORIGINALIDAD Múltiples respuestas y contribuciones se han generado en torno al problema de la autenticidad de la filosofía latinoamericana. Pero no es nuestra intención, en este breve capítulo, penetrar a fondo en todos los resquicios de esta problemática; limitémonos tan sólo a unos ejemplos: …el problema de nuestra filosofía [sostiene Salazar Bondy] es la inautenticidad que se enraíza en nuestra condición de países subdesarrollados y dominados. La superación de la filosofía está, así íntimamente ligada a la superación del subdesarrollo y la dominación de tal manera que si puede haber una filosofía auténtica ha de ser fruto de este cambo histórico trascendental. Según Salazar Bondy, la filosofía hispanoamericana, con sus peculiaridades no ha sido un pensamiento genuino y original, sin inauténtico e imitativo en lo fundamental. La causa determinante de este hecho es la existencia de un defecto, de una limitación básica que ostenta nuestra sociedad y nuestra cultura (el filósofo peruano la llama “cultura defectiva”). Vivimos alienados por el subdesarrollo, maniatados por la dependencia y la dominación a que estamos sujetos y siempre hemos estado. Ahora bien, la formación de un pensamiento genuino y original y su normal desenvolvimiento no podrán alcanzarse sin que se produzca una decisiva transformación de nuestra sociedad mediante la cancelación o anulación del subdesarrollo y dominación que padecemos. Así, pues, dentro de la historia de nuestro pensamiento filosófico, la respuesta que nos da Salazar Bondy sobre el problema de la autenticidad de la filosofía latinoamericana es negativo: nuestro pensamiento filosófico es defectivo e inauténtico a causa de nuestra sociedad y nuestra cultura que, como ya hemos visto está sumida en la dependencia. Sin embargo, se pregunta Salazar Bondy, ¿estamos condenados por sierre a seguir así?, ¿no tenemos acaso la esperanza, la perspectiva de crear una filosofía original? La respuesta a estas interrogantes es positiva. Sí ha y posibilidades, en el futuro, de crear una filosofía nueva, libre de dependencias, que manifieste nuestra ser. Esta nueva filosofía original reflejará el pensamiento de una sociedad auténtica y creadora, tanto más valiosa cuanto más altos niveles de plenitud alcance la comunidad latinoamericana. Por otra parte, nos dice Salazar Bondy, existe esta posibilidad de cambio o transformación. … PORQUE EL HOMBRE EN CIERTAS CIRCUNSTANCIAS –NO FRECUENTES NI PREVISIBLES– SALTA POR ENCIMA DE SU CONDICIÓN ACTUAL Y TRASCIENDE EN LA REALIDAD HACIA NUEVAS FORMAS DE VIDA, HACIA MANIFESTACIONES INÉDITAS QUE PERDURARÁN O DARÁN FRUTOS EN LA MEDIDA EN QUE EL MOVIMIENTO HINCADO PUEDA EXTENDERSE Y PROVOCAR UNA DIALÉCTICA GENERAL, UNA TOTALIZACIÓN DE DESENVOLVIMIENTOS, ESO QUE EN EL TERRENO POLÍTICO SOCIAL SON LAS REVOLUCIONES. Otro punto de vista sobre este problema lo encontramos en el filósofo mexicano Leopoldo Zea. Apoyándose en la historia de la filosofía latinoamericana, Zea trata de mostrar cómo se han ido seleccionando, adaptando a nuestra realidad las diferentes expresiones de la filosofía occidental.

Lo original [que sí existe para Zea] habrá de darse no como una meta a alcanzar sino como algo que fatalmente se ha dado y se da a toda obra humana. En la misma acción de copiar, de “calcar” se da, aun sin pretenderlo y quizá a pesar nuestro, algo de nuestro modo de copiar. Lo importante es filosofar, pura y simplemente filosofar. Esto es, enfrentarse racionalmente a los problemas que nos plantea la realidad, buscando a tales problemas la solución más amplia y adecuada. De este modo, los análisis lógicos más refinados y rigurosos no han de servir sino para estos fines. La solución al problema de la originalidad no estriba en la simple adquisición de una determinada filosofía, por mucho profesionalismo que en la misma se ponga, sino en la solución que ha de darse al problema de nuestra relación con occidente, el cual se ha visto como un modelo a alcanzar. Este problema lo encuentra Zea en los inicios de la incorporación del mundo no occidental al llamado mundo occidental, y cobra expresión en los pensadores románticos o liberales y positivistas del siglo XIX, quienes pretenden llegar a la modernidad adoptando filosofías como el liberalismo o el positivismo, por ejemplo Comte y Spencer. Semejante afán surge en los positivistas contemporáneos (los filósofos analíticos latinoamericanos) empeñados en adquirir una filosofía eminentemente crítica. … UNA LÓGICA PRECISA TAN CRÍTICA Y PRECISA [SOSTIENE ZEA] COMO ES QUE HA HECHO POSIBLE LA TÉCNICA DEL DOMINIO ATÓMICO Y SIDERAL DEL MUNDO OCCIDENTAL POR LO QUE LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS ACCEDERÍAMOS IGUALMENTE A ESE PARAÍSO QUE NOS SIGUE SIENDO PROHIBIDO. Así pues, según Zea, para lograr un pensamiento plenamente original es necesario: … volver los ojos a nuestra historia, a nuestra tradición, no para repetirla, sino, por el contrario, para asimilarla, y hacer de ella experiencia que por serlo, no tendría que se ya repetida. Sarmiento, Alberdi, Bilbao, Lastarria, Mora, Caso, Korn, Vasconcelos, Deustúa, Ferreira, Ramos, Maríategue y otros muchos mas son parte de una tradición que no pude ni debe ser borrada a nombre del rigor, del profesionalismo o como se le quiera llamar. Bienvenido este rigor y profesionalismo, pero entendiéndolo como un instrumento para cambiar una situación que debe ser cambiada. De modo que a una conclusión importante a la que llega Zea consiste en que es necesario “filosofar” pura y completamente, a fin de resolver nuestros problemas, los problemas del hombre en una determinada circunstancia, la propia de todo hombre, para que así, a partir de nuestras reflexiones seamos capaces de ofrecer, no ya una filosofía original –que ésa se dará naturalmente– sino nuestra aportación a una tarea común a todos los hombres y, por ende, a todos los pueblos, a partir del nuestro sin discriminación alguna. A la curial pregunta acerca de si hay o no filosofía auténtica, Zea nos contesta que no sólo es posible, sino que lo ha sido o lo es, independientemente de la forma que haya tomado, independientemente de su autenticidad o inautenticidad. El desarrollo o superdesarrollo no dará, por consiguiente –diferencia de cómo piensa Salazar Bondy–una auténtica filosofía en Latinoamérica, pues aceptar esto equivaldría a seguir dependiendo de las expresiones del hombre occidental. No repitamos –exclama Zea– la vieja historia, aceptando que sólo seremos auténticos en la medida en que nos asemejemos a la cultura occidental. La autenticidad no se logrará con el mero desarrollo como pretende Salazar Bondy, pues: … ÉSTA VENDRÁ [RESPONDE ZEA] DE NUESTRA CAPACIDAD PARA ENFRENTARNOS A LOS PROBLEMAS QUE SE NOS PLANTEAN HASTA SUS ÚLTIMAS RAÍCES TRATANDO DE DAR A LOS MISMOS LA SOLUCIÓN QUE SE ACERQUE MÁS A LA POSIBILIDAD DE LA REALIZACIÓN DEL NUEVO HOMBRE. En general no encontramos entre los filósofos latinoamericanos contemporáneos respuestas absolutamente negativas al problema de la autenticidad. Casi todos participan de la idea de que es posible el desarrollo de una filosofía hispanoamericana auténtica. Sólo que para unos –como Salazar Bondy– esta filosofía surgirá en un futuro, cuando el subdesarrollo y la dependencia hayan desaparecido; en cambio, para otros filósofos –como Leopoldo Zea– esta filosofía ya existe y ha existido a pesar del subdesarrollo, como una filosofía sin más” o sea como filosofía entre tantas que hay en el mundo, con la misma legitimidad y derecho de expresarse.

2.2. DOS VIAS PARA LLEGAR A LA ORIGINALIDAD. Por otra parte, podemos distinguir en la filosofía hispanoamericana contemporánea dos formas, dos propuestas, o vías, para ir hacia la autenticidad. Así, un grupo de filósofos piensa que esta filosofía auténtica sólo es posible lograrla mediante la reflexión sistemática de los grandes problemas universales que proporciona la filosofía clásica, o sea, la filosofía por antonomasia. Ante esto, otros pensadores, en cambio, consideran que la única manera de desarrolla una auténtica filosofía latinoamericana consiste en reflexionar acerca de su propia realidad; sin soslayar, claro está, las valiosas y decisivas aportaciones que nos ha dado la filosofía occidental. Se dice que ambas maneras de filosofar son, en realidad, como las dos caras de un mismo proyecto de filosofar latinoamericano. Estas dos formas son las que nos permitirían la afirmación de nuestra condición humana, por medio de la creación de una filosofía y de una cultura auténticas. a) Como nos podemos dar cuenta, se advierten dos grandes respuestas al problema de la autenticidad; por un lado la respuesta negativa, representada por Augusto Salazar Bondy y algunos otros pensadores que, con matices y variaciones, se afilien a las tesis por aquél sustentadas. Como vimos, Salazar Bondy niega que en el presente (al menos cuando escribe su libro, en 1968) exista una filosofía original, dado que nuestra cultura defectiva, subordinada y subdesarrollada no lo ha impedido. Obsérvese que Salazar Bondy no dice que el latinoamericano –por razones raciales u ontológicas– no sea capaz de crear filosofía su negación más bien se basa en factores sociales, económicos e históricos. b) Por otro lado, Leopoldo Zea representa la postura o respuesta positiva frente a nuestro problema: no obstante el subdesarrollo, no obstante nuestras carencias y limitaciones sí poseemos una filosofía propia. Pero en este caso, la originalidad, la autenticidad, es entendida como la capacidad de elegir, de adaptar, a la realidad latinoamericana, filosofemas occidentales –los cuales es preciso ver como un arsenal de instrumentos. Zea, pues, acude a la historia latinoamericana, la cual nos muestra cómo los latinoamericanos han adoptado, han asimilado, diferentes filosofías para resolver sus problemas concretos; tal es el caso del liberalismo, del positivismo en el siglo XIX; tal es el caso del marxismo, de la teología de la liberación, del neokantismo, etc., en el siglo XX. Cabe señalar que el problema de la originalidad actualmente ya no se discute, pues pertenece a la historia. Es necesario –se piensa ahora– filosofar con rigor y profesionalismo sin buscar la originalidad, ya que esta vendrá por añadidura. 2.3. ACTIVIDADES (En páginas a parte) Antes de proseguir con nuestro tema, necesitas reflexionar un poco sobre estas dos posiciones: la de Salazar Bondy y la de Leopoldo Zea; que construyas sus argumentos y expreses, finalmente, tus puntos de vista; utiliza para ello el siguiente esquema: ARGUMENTOS BONDY

DE

AUGUSTO

Mis conclusiones y reflexiones finales son:

SALAZAR

ARGUMENTOS DE LEOPOLDO ZEA

3. PROBLEMA DE LA DEPENDENCIA. Otro problema inquietante que ha abordado la filosofía latinoamericana es sin duda el que se refiere a la dependencia. Es preciso reconocer el problema común que afecta a las naciones latinoamericanas en su situación de dependencia, pero ya no ante España (nación que en otro tiempo nos conquistara imponiendo su dominio por trescientos años), sino ante los países hegemónicos que en la actualidad ejercen políticas y actitudes de dominio, por más sutiles que sean. La dependencia en todas sus formas (económica, política, cultural, etc.) ha reclamado la necesidad de desarrollar lo que se ha llamado una filosofía defensiva, una filosofía de la liberación, encaminada a cancelar, a abolir la dependencia de los diversos pueblos latinoamericanos; a descubrir los resortes más recónditos que posibilitan la dominación, a fin de alertarnos contra ellos y, finalmente, desmantelarlos, deshacerlos. 4. CIENCIA Y TECNOLOGIA. Un primer momento para el logro de la emancipación en todos los órdenes es, sin duda, cobrar conciencia de la situación de dependencia; darnos cuenta de que estamos siendo explotaos y manipulados; explotados no tanto, físicamente, sino también mentalmente, bajo múltiples formas de enajenación, generadas por una determinada ideología. Sólo el que se sabe dependiente, esclavo, o ciervo [dice Leopoldo Zea] puede concluir que no puede ni debe seguir siendo. Por ello, una auténtica filosofía de la liberación será aquella que empiece por hacer consciente la dependencia, la dominación. Una vez logra esta conciencia, el paso a seguir es el que lleve a poner fin a la misma. 5. FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN. La historia de la filosofía latinoamericana nos muestra cómo durante el siglo pasado, los liberales latinoamericanos pretendieron liberares de los hábitos y costumbres heredados de la Nueva España, dado que los consideraban perniciosos y adversos a sus ideales transformistas. Ellos han sido llamados “emancipadores mentales” (Mora, Sarmiento, Bilbao, Alberdi y otros) ya que prácticamente, querían arrancar, abolir la vieja mentalidad colonial e implantar modernas formas de vida que provenían de países como Inglaterra, Francia o los Estaos Unidos. Sin embargo, si por un lado intentaron esta negación de su pasado inmediato y la adopción de lo que suponían eran las formas más adelantadas o civilizadas de vida, pro el otro acabaron pro sucumbir a una nueva forma de dependencia política, económica y cultural, cuya secuela aún estamos sufriendo. La imitación, irreflexiva e irresponsable de ajenas formas de vía que se ha llevado a cabo entre nuestros pueblos es una manifestación clara de estas nueves dependencias, las cuales han sido denunciadas o puestas de relieve pro los grandes filósofos de nuestra historia posteriores a los románticos: José Martí, José Enrique Rodó, José Vasconcelos, entre otros. 6. FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN EN JOSÉ MARTI. José Martí (1853-1895), por ejemplo, lucha denodadamente en su tiempo, pugnando por la emancipación total de Cuba, su patria, del dominio español; a la vez que advierte los inminentes peligros de una nueva potencia: los Estados Unidos, nación que, por todas partes, amenaza con apoderarse del continente Americano, ejerciendo su dominio y control, ya económico, ya político. La advertencia del apóstol cubano es tajante. YA NO PODERES SER EL PUEBLO DE HOJAS QUE VIVE EN EL AIRE, CON LA COPA CARGADA DE FLOR, RESTALLANDO O ZUMBANDO, SEGÚN LA ACARICIA EL CAPRICHO DE LA LUZ, O LA TUNDAN Y TALEN LAS TEMPESTADES; ¡LOS ÁRBOLES SE HA DE PONEN EN FILA, PARA QUE NO PASE EL GIGANTE DE LAS SIETE LEGUAS!. ES LA HORA DEL RECUENTO, Y DE LA MARCHA UNIDA, Y HEMOS DE ANDAR EN CUADRO APRETADO, COMO LA PLANTA EN LA RAÍCES DE LOS ANDES. Contra este inminente peligro, contra la amenaza del naciente imperialismo que Martí simboliza en el “Gigante de las siete leguas”, es preciso unirnos y fortalecernos en nuestra identidad, abandonado toda clase de pendencia y de ciega imitación, toda entrega excesiva a ideologías y fórmulas ajenas que nos impidan realizarnos, y que se han practicado desde que los pueblos latinoamericanos hicieron su independencia política, pues a partir de entonces, prosigue Martí.

… éramos charreteras y togas, en países que venían al mundo con alpargata en los pies, y la vincha e la cabeza. Éramos una máscara, con los calzones de Inglaterra, en chaleco parisiense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España. El indio, mudo, nos daba vueltas alrededor, y se iba al monte, a la cumbre del monte, a bautizar sus hijos. Sin embargo, es preciso cobrar conciencia de esta dependencia, de este doblegamiento hacia los países dominadores, que nos hace avergonzarnos de nosotros mismos y discriminar nuestras raíces; es preciso saber que “Ni el libro europeo, ni el libro yankee, dan la clave del enigma hispanoamericano”. Y de que en el horizonte de nuestro de nuestro porvenir se avizora una nueva etapa, un nuevo momento que permitirá la forja de un nuevo hombre. “Las levitas [dice Martí] son todavía de Francia pero el pensamiento empieza a ser de América”. ESTOS PAÍSES [LATINOAMERICANOS, AGREGA PROFÉTICAMENTE MARTÍ] SE SALVARÁN PORQUE CON EL GENIO DE LA MODERACIÓN QUE PARECE IMPERAR POR LA ARMONÍA SERENA DE LA NATURALEZA, EN EL CONTINENTE DE LA LUZ, Y POR EL INFLUJO DE LA LECTURA CRITICA QUE HA SUCEDIDO EN EUROPA A LA LECTURA DE TANTEO Y FALANSTERIO EN QUE SE EMPAPÓ LA GENERACIÓN ANTERIOR, LE ESTÁ LE ESTÁ NACIENDO A AMÉRICA, EN ESTOS TIEMPOS REALES, EL HOMBRE, EL HOMBRE REAL.

7. FILOSOFÍA Y LIBERACIÓN EN JOSE ENRIQUE RODÓ Por su parte, con el filósofo uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917), reprosigue elaborando esta reflexión sobre nuestro estado de dependencia y sobre cuál serían los caminos para superarla. Rodó, muy consciente de la dependencia que a lo largo de nuestra azarosa historia hemos padecido, crea un novedoso término, una sugestiva categoría; la “normandía”, esto es el vicio o manía que nos ha llevado a copiar fórmulas o estilos de vida de los pueblos anglosajones, y en particular de los Estados Unidos, sin reparar, sin reflexionar, en las posibilidades de adecuación de doctrinas ajenas a nuestro virtual modo de ser. ¿Qué nos lleva a ser imitadores? SE IMITA [NOS DICE RODÓ] A AQUEL EN CUYA SUPERIORIDAD O CUYO PRESTIGIO SE CREE. ES ASÍ COMO LA VISIÓN DE UNA AMÉRICA DESLATINIZADA POR PROPIA VOLUNTAD, SIN LA EXTORSIÓN DE LA CONQUISTA, Y REGENERADA LUEGO A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL ARQUETIPO DEL NORTE, FLOTA YA SOBRE LOS SUEÑOS DE MUCHOS SINCEROS INTERESADOS POR NUESTRO PROVENIR. La normandía ha sido nefasta para esta América rica de posibilidades (nótese que Rodó da prioridad al elemento latino y no indígena en la conformación de nuestra identidad). Es necesario aceptar la propia realidad, revitalizarla, potenciarla, para así permitir el surgimiento de pueblos capaces de mantener su soberanía e independencia. En su magistral obre Ariel, dirigida fundamentalmente a los jóvenes de América, Rodó juega con dos imágenes, con dos metáforas sacadas de la Tempestad de Shakespeare: la de Ariel, genio sutil del aire, profundamente espiritual y sensible al humanismo; y la de Calibán, personaje que vive en l inmanente, en lo pragmático y puramente material. Ahora bien, Ariel simboliza a la América visionaria, llena de savia espiritual, mientras que el grotesco Calibán, como contrapartida, representa el espíritu sajón, del cual es típico su afán aventurero, emprendedor, dominador, explotador y, sobre todo, pragmático y voraz. Cabe señalar que esta simbología utilizada por Rodó ha sido replanteada o en todo caso corregida, por ejemplo, por el filósofo cubano Roberto Fernández Retamar, en su libro Calibán. Apuntes sobre la cultura de nuestra América (Editorial Diógenes, México, 1971) Para Fernández Retamar no hay una verdadera polaridad entre Ariel y Calibán, ya que ambos son siervos en manos de próspero, el hechicero extranjero. Sólo que Calibán es el rudo e inconquistable dueño de la isla, mientras que Ariel, criatura aérea, si bien hijo también de la isla, es en ella el intelectual (filósofo, artista, escritor, etc.) Dentro de esta visión se cambian los papeles: Calibán representa la América explotada y el mago Próspero, poseedor de la técnica, es el imperialismo en todas sus formas. El intelectual de esta América (simbolizado en Ariel) puede enarbolar la bandera anticolonialista y liberadora (Simón Bolívar, José Martí, el Che Guevara), o bien puede estar, aun sin proponérselo, al servicio de Próspero (Domingo Faustino Sarmiento, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, entre otros). Pero volviendo a Rodó, fortalecer el espíritu de Ariel deber ser el punto de partida de un poder espiritual, cpaz de hacer que Calibán, sin peligro para esta América, quede al servicio de Ariel y no a la inversa, como ha estado sucediendo. Cierto es que los anglosajones han fundado una civilización moderna y henchida de progresos materiales; fuertes y tenaces, han puesto, dice Rodó:

[EN] MANOS DEL MECHANIC DE SUS TALLERES Y EL FARMER DE SUS CAMPOS, LA CLARA HERCÚLEA DEL MITO, Y HAN DADO AL GENIO HUMANO UNA NUEVA E INESPERADA BELLEZA CIÑÉNDOLE EL MANDIL DE CUERO DEL FORJADOR. SU CULTURA, QUE ESTÁ LEJOS DE SER REFINADA NI ESPIRITUAL, TIENE UNA EFICACIA ADMIRABLE SIEMPRE QUE SE DIRIGE PRÁCTICAMENTE A REALIZAR UNA FINALIDAD INMEDIATA. Así pues, nosotros, en cuanto pueblos latinoamericanos, debemos obtener provecho máximo de toda esta “filosofía del esfuerzo y de la acción” (filosofías como el positivismo, el utilitarismo y el pragmatismo), mas no a costa de una mutilación, de un descastamiento; no al precio de borrar nuestra identidad y de renunciar a nuestros más caros ideales. Debemos preguntarnos, si es acaso en esta ciclopea cultura (la cultura anglosajona) donde hemos de señalar la más aproximada imagen de nuestra “ciudad perfecta”. En parte, sí desde la perspectiva rododiana: el presente pertenece al tosco brazo que nivela y construye; sin embargo, la América con que sueña Rodó está esculpida bajo el luminoso símbolo de Ariel. Es una patria hospitalaria para las cosas del espíritu; pensadora y sin menoscabo de su aptitud para la acción; serena y firme a pesar de sus entusiasmos generosos. Será, en definitiva, el triunfo de Ariel sobre Calibán (mas no dominio material ni explotador), de este Ariel victorioso que “significa idealidad y orden en la vida, noble inspiración en el pensamiento, desinterés en la moral, buen gusto en el arte, heroísmo en la acción, delicadeza en las costumbres” La fuerza, la pujante acción de Ariel, de este héroe epónimo en al epopeya de la especie, tiene por impulso todo el movimiento ascendente de la vida. VENCIDO UNA Y MIL VECES POR LA INDOMABLE REBELIÓN DE CALIBÁN, PROSCRITO POR LA BARBARIE VENCEDORA ASFIXIADO EN EL HUMO DE LAS BATALLAS, MANCHADAS LAS ALAS TRANSPARENTES AL ROZAR EL “ETERNO ESTERCOLERO DE JOB”, ARIEL RESURGE INMORTALMENTE, ARIEL RECOBRA SU JUVENTUD Y SU HERMOSURA, Y ACUDE ÁGIL, COMO AL MANDADO DE PRÓSPERO, AL LLAMADO DE CUANTOS LE AMAN E INVOCAN EN LA REALIDAD.

7.2 ACTIVIDAD (En páginas a parte) A) Comente cuál es la visión de Rodó sobre la dependencia de Latinoamérica respecto al norte. B) Analice e interprete como propone Enrique Rodó su pensamiento en la Obra Ariel (personajes)

8. FILOSOFIA Y LIBERACIÓN EN JOSÉ VASCONCELOS En lo que respecto a José Vasconcelos (1881-1959), la meta de su filosofía es la liberación de América. La semilla que sembrara Rodó en su Ariel produce renovados y fértiles frutos en al obra de Vasconcelos, traduciéndose en una denuncia viva, en una acusación ante al opresión y la explotación, que, la mismo tiempo, reclama la liberación. En efecto, una filosofía de la liberación es lo que propone Vasconcelos, una teoría de la “raza hispánica” como contrapartida de la filosofía y práctica sajónas. El pensamiento de Vaconcelos, en general, se caracteriza pro su preocupación en torno al futuro del hombre americano. Vasconcelos es algo así como un profeta de América. Testimonio de su utopismo es su teoría histórica según la cual el transcurrir de los pueblos se da de acuerdo con tres estados o momentos. a) El estado material o guerrero se caracteriza por la supremacía de la fuerza; corresponde, dentro de las facultades humanas, a la sensibilidad. b) El estado intelectual o político que crea la ciencia y la técnica, y que corresponde a al razón; y finalmente, c) El estado espiritual o estético, ubicado en la esfera del sentimiento y de la emoción. Según Vasconcelos, en la cultura actual priva el estado o “estadio” intelectual, mas esto no perdurará pro mucho tiempo, pues los días de los blancos puros, de los vencedores de hoy están tan contados como lo estuvieron los de sus antecesores.

Al cumplir su destino de mecanizar al mundo, ellos mismos han puesto, sin saberlo, las bases de un periodo nuevo, el período de la fusión y mezcla de todos los pueblos. Este nuevo período que anunció Vasconcelos es el de la raza cósmica, raza síntesis de todas las anteriores y superior, por ello, a las mismas. La superioridad de esta quinta raza se finca en la simpatía, en la facilidad y espontaneidad con que promueve el acercamiento y unión entre los hombres. Así, nos dice Vasconcelos: NUESTRO PROPÓSITO ES TODAVÍA MÁS ALTO Y MÁS DIFÍCIL QUE LOGRAR UNA SELECCIÓN TEMPORAL. LOS VALORES ESTÁN EN POTENCIA A TAL PUNTO, QUE NADA SOMOS AÚN. SIN EMBARGO, LA RAZA HEBREA NO ERA PARA LOS EGIPCIOS ARROGANTES OTRA COSA QUE UNA RUIN CASTA DE ESCLAVOS Y DE ELLA NACIÓ JESUCRISTO, EL AUTOR DEL MAYO R MOVIMIENTO DE LA HISTORIA, EL QUE ANUNCIÓ EL AMOR A TODOS LOS HOMBRES. ESTE AMOR SERÁ UNO DE LOS DOGMAS FUNDAMENTALES DE LA QUINTA RAZA, QUE HA DE PRODUCIRSE EN AMÉRICA. La nueva raza que surgirá a partir de la síntesis de todas las demás, gracias al mestizaje, será eminente espiritual y no ya guerrera, no ya ávida de poderío material. La verdadera superioridad –piensa Vasconcelos– consiste en no discriminar, sino en atraer a todas las demás razas. El exclusivismo sajón está fundado en la fuerza, mientras que la capacidad de universalidad del latinoamericano se basa en el sentimiento que unifica. Ésta es la esencial diferencia entre sajonismo latinidad.

ACTIVIDADES (En páginas a parte) 1.

Hermosa utopía la de Vasconcelos , ¿no te parece? ¿Y tú, qué opinas de ella?

2.

A continuación, expresa tus puntos de vista:

9. CARÁCTER LIBERADOR DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICA. Hemos visto aquí algunos ejemplos de pensadores latinoamericanos, quienes, al tiempo que denuncian nuestra condición de subordinados, nos advierten sobre la dependencia efectuada y propiciada por los países poderosos; pensadores precursores de una corriente que habrá de emerger en nuestra época con una gran fuerza: filosofía de la liberación. ¿Cómo librarnos de la dependencia? Seguramente te encontrarás con respuestas muy dispares. Desde la gente que piensa que deberíamos ser asimilados por otros países desarrollados (entreguismo); o los que proclaman que lo extranjero es lo que más vale; hasta los que piensan que deberíamos rechazar en bloque todo lo occidental, rescatar “nuestras raíces” y tratar de vivir como nuestros egregios antepasados, forjadores de una gran cultura que se vio interrumpida violentamente por la conquista española (nacionalismo cerrado). Éstas son, sin duda, posiciones muy extremas y arriesgadas. Los pensadores que vimos a manera de ejemplo no pecan de nacionalismo cerrado o chauvinismo (fanatismo). Acaso el más radical de ellos sea Vaconcelos, al decir, que si no fuera posible crear una filosofía nacional, preferiría “el error de una filosofía involuntariamente nacionalista o a lo iberoamericano, el error de una filosofía calculadamente europeizante o yanquizante, a lo extranjero”. Por lo demás, no es posible renunciar a nuestra herencia occidental, dado que somos parte de esa cultura, así como de los valores que ella entraña. Tal parece que nuestras ligas con occidente son un hecho irreversible. Por ejemplo, Mariátegui nos dice:

CREO QUE NO HAY SALVACIÓN PARA INDOAMÉRICA SIN LA CIENCIA Y EL PENSAMIENTO EUROPEO EUROPEOS OCCIDENTALES. SARMIENTO, QUE ES UNO DE LOS CREADORES DE AL ARGENTINIDAD FUE EN SU ÉPOCA EUROPEIZANTE. NO ENCONTRÓ MEJOR MANERA DE SER ARGENTINO. Sin embargo, como dijo el barón de Humboldt: “América es una nueva dimensión de la humanidad”; de ahí, cómo también dijo Martí que nuestra misión consiste en “crear”, inventar nuevas fórmulas para aplicarlas a nuestra realidad, sin necesidad de partir desde cero, sin necesidad de renunciar a occidente. “Injértese en nuestras repúblicas el mundo [Nos dice Martí] pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”. Es en este sentido que Rodó afirma que no hay por qué aniquilar a Calibán; es preciso sacarle provecho, servirnos de su admirable y eficaz técnica, pero no a costa de sacrificar nuestro ser. Y es en este tenor que Leopoldo Zea nos dice que ser original es, también, saber escoger y adaptar todo el rico instrumental de la filosofía occidental, la que ufanamente se ha proclamado “universal”, a fin de resolver nuestros más urgentes problemas. Y es en este mismo sentido, finalmente, que Samuel Ramos aboga por una cultura criolla, esto es: “La cultura universal hecha nuestra”. 10. FILOSOFIA DE LA LIBERACIÓN. Las ideas que acabamos de ver expresadas en pensadores como Martí, Rodó y Vasconcelos, constituyen antecedentes notables de la llamada filosofía de la liberación. Esta surge en Argentina en al década de los setenta como una expresión de sectores universitarios que “sintonizan” o concuerdan con la conflictiva realidad política que vive el país. Desde la perspectiva de la mayoría de sus autores-actores, esta filosofía constituyó una especie de novedoso, original y primigenio aflora del pensamiento latinoamericano. Significó un filosofar a partir de las demandas sociales de los seres más necesitados, marginados y despreciados de la población. Entre las tesis de esta filosofía de la liberación figuran las siguientes:  Pugnar por una filosofía latinoamericana auténtica con valor universal, pero situada en América Latina.  Necesidad de aniquilar la situación de dependencia que impera en Latinoamericana.  Explicitar críticamente las necesidades de las grandes mayorías explotadas, las urgencias del pobre y oprimido pueblo latinoamericano.  Este pueblo, el de los pobres y oprimidos latinoamericanos, aparece como el portador de la novedad histórica, novedad que debe ser pensada y expresada en y por una filosofía de la liberación. Lee y medita sobre la “declaración de Morelia”, documento elaborado pro varios representantes de al filosofía de la liberación. DECLARACION DE MORELIA. FILOSOFÍA E INDEPENDENCIA (fragmento) 1. La filosofía como dependencia o solidaridad. De extraordinaria importancia en nuestros días, en el campo de la cultura, lo es la preocupación por la búsqueda de sentido de la realidad e historia de los países que en los inicios del siglo XVI recibieron el impacto de la conquista y colonización del llamado mundo occidental. Búsqueda de sentido que implica la elaboración de una filosofía de la historia en la que se haga expreso el mismo como contrapartida, o como la otra cara, de la filosofía de la historia que ha dado sentido a la historia de la dominación occidental sobre la totalidad del resto del mundo. A una filosofía que hace suponer el destino manifiesto de un conjunto de pueblos para imponer su dominación al resto del mundo, deberá ofrecerse una filosofía que niegue tal destino y haga, por el contrario expreso el derecho de todo pueblo a l a libertad como autodeterminación. A una filosofía que justifique, como la ha venido haciendo, la dependencia de unos pueblos en exclusivo beneficio de otros, deberá oponerse una filosofía que rechazando la relación vertical de dependencia haga expresa una relación horizontal de solidaridad. Esto es la solidaridad de hombres entre hombres, de pueblos entre pueblos, de pares entre pares. Filosofía de liberación o independencia que lejos de negar el sentido liberador que para el mundo occidental tuvo la filosofía lo amplía y universaliza. Lo amplía y universaliza al resto de los pueblos, mantenidos en la periferia de un modo de valores que eran presentados como exclusivos de una determinada expresión de la humanidad, en detrimento del resto. Los grandes valores de la cultura occidental, y la filosofía que les dio sentido, valores cuyo reconocimiento fue limitado a un grupo de hombres, con aviesa discriminación de otros, son ampliadas al resto de la humanidad que vienen reclamándolo como propios, con lo cual alcanzan la más auténtica universalidad. Pues nada piden los pueblos sometidos a la dominación del

llamado mundo Occidental, que no hayan reclamado para sí los pueblos que forman este mundo. Es en este sentido que los pueblos que han sufrido y sufren dominaciones, formas de dependencia, se viene planteando una problemática encaminada a poner de manifiesto el conjunto de los resortes de la discriminación impuesta, así como el instrumental ideológico que ha de ser creado para romper con tales resortes y alcanzar la plena liberación de sus hombres. Liberación que en forma alguna implica una inversión del espíritu de dominación, sino pura y simplemente su eliminación en la relación hombre-hombre, pueblo-pueblo. Desde este punto de vista, la filosofía que pueda surgir de esta preocupación será aporte más propio de la expresión concreta de humanidad que forman nuestros pueblos, a la humanidad como totalidad. No ya una negación parcial de humanidad, como se ha venido haciendo, sino la afirmación plena del hombre, del hombre concreto, de carne y hueso, del hombre que se hace expertos en todas las altitudes de nuestro planeta, con su individualidad, espiritual y somática, sin que la una o la otra implique, como ha venido sucediendo, la confirmación de una determinada superioridad, o inferioridad pues es sobre estas diferencias que se han venido alzando las supuestas justificaciones de dominación de unos hombres sobre otros, de unos pueblos sobre otros. Todos los hombres son Iguales y precisamente lo son, por ser distintos, esto es, por ser individuos concretos. Pero no tan tan distintos que no sean a su vez, por eso mismo hombres. Hombres entre hombres. Y por lo mismo hombres que se necesitan entre sí. Necesidades que, sin embargo, han de encontrar satisfacción en toro plano que no puede ser ya el de dominación, sino el de solidaridad. Es en tal sentido que se propone el Coloquio, Filosofía e independencia. Como el planteamiento para una filosofía que negando todo espíritu de dependencia afirme y dé sentido a la solidaridad de que hablamos. Fragmento tomado de un documento firmado pro los filósofos latinoamericanos: Enríque D. Dussel, Francisco Miró Quesada, Arturo Andrés Roig, Abelardo Villegas y Leopoldo Zea, en el Primer Coloquio de Filosofía organizado pro la Asociación Filosófica de México en 1975, en la ciudad de Morelia. ACTIVIDADES (En páginas a parte) Después de leer cuidadosamente este texto contesta las siguientes preguntas. 1.

¿Qué características tiene una filosofía de la dominación?

2. ¿Qué alternativas presenta la filosofía de la liberación? 3.

4.

¿En qué consiste la liberación? ¿Cómo se concibe al hombre desde la perspectiva de al filosofía de la liberación?