El Trabajo Infantil en Santa Fe, 2010

El Trabajo Infantil en Santa Fe, 2010 Documento de Trabajo Nº 4 El Trabajo Infantil en Santa Fe, 2010 Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de ...
4 downloads 0 Views 3MB Size
El Trabajo Infantil en Santa Fe, 2010

Documento de Trabajo Nº 4

El Trabajo Infantil en Santa Fe, 2010

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social En su cuarto número, Documentos de Trabajo del MTySS de la Provincia de Santa Fe, publica la investigación impulsada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Santa Fe, “El trabajo infantil en Santa Fe, 2010”. Esta investigación sobre la participación infantil en las actividades productivas de Santa Fe constituye la primera exploración hacia la problemática del trabajo de los niños y las niñas en la Provincia. Conocer un fenómeno complejo facilita el diseño de acciones eficaces y eficientes, que tomen en cuenta las distintas modalidades o expresiones de la presencia de los niños y las niñas en las actividades productivas, así como la heterogeneidad de los factores que convierten a un niño en trabajador.

Hermes Binner Gobernador

Griselda Tessio Vicegobernadora

Autoridades

Carlos Aníbal Rodríguez

Ministro de Trabajo y Seguridad Social

Nora Ramírez

Secretaria de Trabajo y Seguridad Social

Copyright© Documento de Trabajo N° 4. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia de Santa Fe. Dirección: Rivadavia 3049/51 Argentina. Ciudad de Santa Fe. CP S3000FWI. Teléfonos: (0342) 457-3336/7174. Impreso en Imprenta Borsellino, Av. Ovidio Lagos 3562/78, Rosario, Santa Fe, Argentina, en el mes de mayo de 2011. Tirada: xxxx ejemplares. ISSN 1852-0553 6

Equipo de investigación

Silvina Devalle Coordinadora Ejecutiva de las Comisiones Tripartita y Cuatripartita José Luis Bermúdez Logística Damián Quaglia

Coordinación institucional

Coordinación general Virginia Trevignani Análisis María Jesús Pérez-García Investigadora Mercedes Mingiaca Ivana Morelli Jimena García-Fernández Equipo de trabajo de campo Valeria Oddino (Estudiantes de la carrera de Sociología de la Belén Bertero FHUC-UNL) Sol Collados Andrea Paola Lezcano Victoria D’Angelo

7

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

8

Índice de contenidos Palabras preliminares Presentación Estrategia metodológica Alcances y limitaciones Estructura de contenidos I. Marco de referencia: normas, conceptos y magnitud del trabajo infantil 1. La definición del trabajo infantil: de lo normativo a lo empírico 1.1 Marco normativo 1.2 Elementos normativos, institucionales y empíricos para la definición del trabajo infantil y adolescente 2. Factores causales del trabajo infantil 3. Tamaño e incidencia del trabajo infantil en la Argentina 3.1 Aproximaciones disponibles 3.2 La contribución de la EANNA-2004 3.3 La población infantil en la actividad económica de Santa Fe según la EPH, 2003-2009 Conclusiones I

11 13 14 14 16 17 17 18 33 39 49 49 54 63 71 9

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

II. Significados, decisiones familiares y estructuras que configuran el trabajo infantil en la Provincia de Santa Fe 1. Estrategias metodológicas 1.1 Etapas de la investigación 1.3 Estrategias de recolección de la información 2. Actividades productivas con presencia infantil en la provincia de Santa Fe 2.1 La participación infantil en la cosecha artesanal 2.2 La participación infantil en la horticultura 2.3 La participación infantil en la explotación forestal 2.4 La participación infantil en la elaboración artesanal de ladrillos 2.4 La participación infantil en los servicios y quehaceres domésticos 2.4 La participación infantil en la pesca artesanal y de subsistencia 3. Representaciones sociales sobre el trabajo infantil 3.1 Las percepciones de los funcionarios políticos 3.2 Las percepciones de los equipos de ONG´s 4. Decisiones familiares en torno al trabajo y educación de los hijos: una aproximación a los modelos de decisión del hogar Conclusiones II Consideraciones finales Bibliografía Siglas y abreviaturas Municipalidadaes, comunas y organizaciones participantes Anexo I. Instrumentos metodológicos para la recolección de la información

10

73 73 74 74 77 78 81 85 88 91 92 95 96 105 114 118 121 125 129 131 133

Palabras Preliminares

Hay un viejo axioma que dice que nadie previene lo que no conoce; el diagnóstico de una situación es el primer paso para el diseño de acciones que permitan mitigar o combatir un determinado problema social. Este ha sido el objetivo que guía el Primer relevamiento cualitativo sobre el Trabajo Infantil en la Provincia de Santa Fe. La iniciativa se enmarca en los lineamientos de la COPRETI y la Agenda provincial para el Trabajo Decente, pero también responde a la ausencia de información sistemática sobre la problemática de la participación infantil en las actividades productivas de Santa Fe. En ese sentido, es importante mencionar que Santa Fe no fue una de las provincias seleccionadas por los gobiernos nacionales para dar cuenta de la magnitud y tipología del trabajo infantil y tampoco trataron de hacerlo los gobiernos provinciales anteriores. De este contexto y de nuestra inquietud —querer hacer— nace la investigación que hemos presentado oralmente en todos los nodos de la provincia y que hoy entregamos a ustedes en forma impresa. A través de las páginas siguientes es posible acceder a una aproximación a la magnitud del problema en nuestra provincia, al conocimiento de las representaciones sociales que tienen distintos actores y un acercamiento a la delimitación de las estructuras que habilitan y constriñen la presencia de niñas y niños en el trabajo. De esta forma, si bien el tema se encuentra incluido en la Agenda Provincial de Trabajo Decente, se subraya con esta publicación la necesidad de su presencia en la agenda pública.

11

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Una frase de Rabindranath Tagore sostiene que cada niño que llega al mundo trae el mensaje de que Dios aún no ha desesperado de los hombres. Sin embargo, cuando uno se encuentra con la realidad de los niños que trabajan y fundamentalmente de aquellos que lo hacen en lo que la OIT denomina peores formas del trabajo infantil, peligra la fe de quienes son religiosos e indigna a cualquiera. El desafío es transformar la indignación en instrumentos de cambio. De ahí que esta publicación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Santa Fe, es una contribución al tema y fundamentalmente un aporte que se une a lo que están haciendo por los niños los ministerios que integran el Gabinete Social y el Gobierno Provincial. La erradicación del trabajo infantil y en especial de sus peores formas es un imperativo social al cual estamos contribuyendo, sabedores de que se trata de una tarea de largo aliento y para la cual auguramos continuidad de los esfuerzos en el tiempo. Carlos Aníbal Rodríguez

12

Presentación

El propósito general de este estudio es ofrecer una aproximación al conocimiento del trabajo infantil en la Provincia de Santa Fe desde una triple perspectiva: la medición de la magnitud del problema, el análisis de las representaciones sociales que distintos actores poseen con relación al mismo, y la delimitación de las estructuras que habilitan y constriñen la presencia de niños y niñas en las actividades productivas santafesinas. Varias razones relacionadas entre sí justifican la realización de esta investigación. En primer lugar, la Agenda Provincial de Trabajo Decente en Santa Fe incluye como uno de sus objetivos prioritarios Prevenir y Erradicar el trabajo infantil y las peores formas de trabajo adolescente. Para el logro de dicho objetivo están previstas acciones, productos e indicadores. A su vez, el diseño y la aplicación de intervenciones serias y eficaces requiere disponer de información válida y fiable, uno de los propósitos que ha orientado la realización del estudio que ahora se presenta.  Esta investigación sobre la participación infantil en las actividades productivas de Santa Fe constituye la primera exploración hacia la problemática del trabajo de los niños y las niñas en la Provincia, y en ese sentido, permite colocar el tema en un lugar destacado de la agenda pública. Conocer un fenómeno complejo —y el trabajo en la infancia lo es— facilita el diseño de acciones eficaces y eficientes, que tomen en cuenta las distintas modalidades o expresiones de la presencia de los niños y las niñas en las actividades productivas, así como la heterogeneidad de los factores que convierten a un niño en trabajador. 13

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Este estudio puede abrir un camino de articulación entre instituciones gubernamentales, académicas y organizaciones de la sociedad civil; es decir, puede dar forma a una ruta en la que el conocimiento sea el punto de partida para llevar a cabo intervenciones que logren impactos significativos en la reducción del tamaño y la incidencia del trabajo infantil en Santa Fe, y que contribuyan, asimismo, a la erradicación de sus peores formas.

Estrategia metodológica La estrategia metodológica utilizada en esta investigación se inscribe en las llamadas metodologías de evaluación rápida del trabajo infantil, propuestas por la Organización Internacional del Trabajo como una manera alternativa de comprender esta problemática. La evaluación rápida se diferencia de otro tipo de aproximaciones metodológicas por sus siguientes características específicas: a) se adapta particularmente para ejecutar investigaciones en un tiempo relativamente corto y de bajo costo; b) integra datos cuantitativos y cualitativos produciendo, al mismo tiempo, resultados a partir de los cuales se puede actuar; y c) compara diferentes realidades del trabajo infantil en diversos contextos. La integración de enfoques cuantitativos y cualitativos es la manera más adecuada de comprender el problema del trabajo infantil, dado que la complementación de ambas aproximaciones facilita la interpretación de una realidad compleja. Si bien la información cuantitativa es útil para generar resultados relacionados con los niños y las niñas que participan en las actividades más visibles, no aporta suficientes detalles sobre la presencia infantil en tareas más ocultas o invisibilizadas por la mirada social, así como tampoco permite conocer las representaciones sociales vinculadas con este problema, datos que sí es posible obtener desde una perspectiva cualitativa. Para lograr los objetivos planteados ha sido necesario combinar estrategias metodológicas: por un lado, el estudio del contexto general provincial, usando información de carácter cuantitativo provista por fuentes secundarias; por otro lado, la exploración de las formas menos visibles del trabajo infantil y el análisis de las representaciones sociales de diferentes actores, usando la información cualitativa procedente de fuentes primarias. La estrategia cuantitativa ha consistido en la medición del trabajo económico infantil a partir de la información recopilada por la Encuesta Permanente de Hogares para el periodo 2003-2009. La indagación en torno a formas más ocultas de trabajo infantil, las representaciones sociales sobre este problema y las estructuras que lo habilitan y/o constriñen, ha sido posible gracias a un relevamiento en base a un diseño muestral dirigido. La recolección de la información cualitativa ha utilizado estrategias variadas, diseñadas teniendo en cuenta el perfil de los participantes. Dichas técnicas son descritas con detalle en el cuerpo del documento.

Alcances y limitaciones Para una correcta lectura e interpretación de los hallazgos y tendencias que describe esta investigación, es conveniente identificar los alcances y las limitaciones. La necesidad de recortar un conjunto de actividades 14

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

con participación infantil —del amplio universo de sectores, ocupaciones y procesos productivos donde están presentes los niños y las niñas—, da cuenta de la primera limitación con respecto a los resultados de este estudio. El marco metodológico elegido —a saber: la evaluación rápida del trabajo infantil— permite que la investigación pueda ser realizada en un corto período de tiempo y a un bajo costo, pero no hace posible una indagación exhaustiva de la participación de la población infantil en todos los sectores económicos, así como tampoco una descripción detallada de las tareas y ocupaciones realizadas por los niños y las niñas. En el contexto de la estrategia metodológica señalada (evaluación rápida), se ha optado por una selección de casos usando los testimonios y relatos de los informantes clave, en un proceso denominado bola de nieve, donde un entrevistado lleva a otro y así sucesivamente (Denzim y Lincoln 1994). Esta modalidad de selección de casos puede incurrir en sesgos, sobre todo teniendo en cuenta que algunas actividades y tareas realizadas por la población infantil son más invisibles u ocultas que otras. Una segunda limitación surge de la estrategia asumida para recolectar los testimonios de los distintos actores que participan en esta investigación. Considerando el corto periodo de tiempo en el que fue realizado el estudio, el trabajo de campo no pudo contar con la necesaria etapa de inmersión y conocimiento mutuo entre entrevistado y entrevistador. Esto ocasiona, por regla general, que los relatos y testimonios sean obtenidos en un clima de relativa desconfianza que, a su vez, dificulta el diálogo propuesto por la entrevista. Además, las entrevistas fueron realizadas en una única visita, resignando la posibilidad de volver a campo para indagar con mayor profundidad sobre los ejes temáticos explorados. En el caso específico de las entrevistas en los hogares, los contactos fueron provistos por los informantes clave. Si bien el vínculo de éstos con los miembros del hogar permitió legitimar el espacio de la entrevista, en algunas circunstancias la presencia del informante durante la realización de la misma obstaculizó la obtención de información. En estos casos, los miembros del hogar entrevistados organizaban su relato en función de lo que suponían que el informante (conocido para ellos) quería escuchar1. En tercer lugar, la decisión de llevar a cabo la indagación en los hogares dejó fuera un conjunto de actividades realizadas por los niños y las niñas que no mantienen vínculos con su grupo doméstico, o cuyos vínculos están debilitados. Algunas actividades (como el trabajo urbano marginal y la explotación sexual comercial) no pudieron ser captadas por la estrategia cualitativa. La investigación de tareas realizadas en la calle por parte de los niños y las niñas (limpiar parabrisas, hacer malabares, y cuidar y lavar coches en la vía pública, entre otras), así como el estudio de las actividades vinculadas con la explotación sexual y comercial infantil, requieren de estrategias metodológicas especialmente diseñadas para ello.2 Este tipo de 1. Es posible ilustrar este punto con ejemplos concretos: la presencia de una docente durante las entrevistas realizadas en un barrio marginal de una ciudad del norte santafesino, hizo que la madre entrevistada mostrara preocupación por el desempeño escolar de sus hijos y organizara su relato como una justificación y defensa sistemática de las inasistencias y malos rendimientos escolares de los hijos. En otros casos, la presencia de interlocutores de oficinas gubernamentales ocasionaba que los entrevistados estructuraran sus testimonios buscando dar constancia de las situaciones de carencia material y la necesidad de ayuda social. 2. Debe mencionarse que si bien las actividades vinculadas con la explotación sexual y comercial infantil (ESCI) son consideradas como una de las formas incuestionablemente peores del trabajo infantil (Convenio 182 de la OIT), desde ciertos puntos de vista estos actos serían, fundamentalmente, un delito (UNICEF).

15

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

indagación no pudo ser realizado en este primer relevamiento, por lo que las tendencias inferidas a partir de información cualitativa se limitan al recorte muestral ya mencionado. Debido a que esta aproximación no es representativa de una población mayor, no es posible generalizar los resultados a otros contextos y poblaciones. Los resultados de la estrategia cualitativa permiten describir tendencias de las actividades laborales, sobre todo de la región norte. En cuarto lugar es importante señalar una restricción relacionada con la utilización de la EPH para la medición del trabajo infantil santafesino, puesto que las encuestas que utilizan técnicas cuantitativas para la recopilación de la información sólo generan datos de naturaleza numérica. Aunque este tipo de datos son útiles como medio de verificación, no atienden el contexto de las políticas o las dimensiones más amplias en las cuales opera el sector. Por lo tanto, los resultados de la estrategia cuantitativa hacen posible un acercamiento al trabajo de los niños y las niñas entre 10 y 17 años que residen en los aglomerados urbanos del país, según las características metodológicas de la EPH.3 La medición de la magnitud y de la incidencia del trabajo infantil en la Argentina requiere de una encuesta especialmente diseñada para ser aplicada en la población infantil. La Encuesta Permanente de Hogares permite conocer indicadores laborales del mundo adulto y urbano, pero presenta serias limitaciones como instrumento para medir el trabajo infantil.

Estructura de contenidos El estudio ha sido organizado en dos grandes bloques, además de las conclusiones generales y el anexo final. En el primero de estos bloques son expuestos los elementos normativos, institucionales y estadísticos que permiten comprender el significado del trabajo infantil en Argentina; se reflexiona, en segundo lugar, sobre los factores causales del trabajo infantil, y se muestran, por último, los resultados de la medición del trabajo infantil en Santa Fe utilizando para ello los datos de la EPH correspondientes al periodo 2003-2009. Por sus características, este primer bloque posee un carácter complementario del segundo. El segundo bloque está centrando en el estudio de los significados sobre el trabajo infantil en Santa Fe, en el conocimiento de las decisiones familiares respecto al trabajo y la educación en la infancia, y en las estructuras (de diversa índole) que pueden configurar el trabajo infantil, habilitándolo y/o constriñéndolo. Esta segunda parte, que constituye el núcleo del estudio, incluye una descripción exhaustiva de la estrategia metodológica aplicada; el detalle de las distintas actividades productivas de la Provincia donde están presentes los niños y las niñas; y la exposición de las representaciones sociales en torno al trabajo infantil construidas por dos importantes actores: los funcionarios políticos (tomadores de decisiones al respecto) y los equipos de las organizaciones no gubernamentales. El último apartado del bloque está dedicado a las decisiones de la familia en torno al trabajo y la educación de los niños, dos de las principales actividades entre las cuales se divide el tiempo en la infancia. 3. La imposibilidad de obtener información detallada sobre el diseño muestral de la EPH impidió calcular los intervalos de confianza de las estimaciones, por lo que se sugiere interpretar los resultados presentados al respecto como tendencias generales.

16

I. Marco de referencia: normas, conceptos y magnitud del trabajo infantil

1. La definición del trabajo infantil: de lo normativo a lo empírico El trabajo infantil suele ser definido desde varios puntos de vista, que pueden ser caracterizados, en términos laxos, como normativo, estadístico y sociocultural. Cabe una aclaración inicial que facilite la diferenciación semántica entre estas tres aproximaciones, dada la estrecha vinculación entre estos adjetivos: lo sociocultural da significado tanto a lo normativo como a lo estadístico, mientras lo normativo suele ser también el fundamento de lo estadístico. Por un lado, la definición normativa del trabajo infantil se refiere a su acepción en el marco del ordenamiento jurídico de la Argentina, e incluye las consideraciones de carácter no vinculante que emanan de las resoluciones adoptadas en las reuniones y conferencias de la OIT. Por otra parte, la definición estadística del trabajo infantil se asocia con el marco conceptual de las fuentes de información que permiten su conocimiento en la Argentina (específicamente la EPH y la EANNA) y, lógicamente, con las normas en las que se basan dichos marcos. La aproximación sociocultural remite, en tercer lugar, al significado socialmente construido del trabajo infantil, a su contenido en el contexto de las representaciones sociales. A lo largo de este primer bloque, y de manera específica en este apartado, son analizadas las vertientes normativa y estadística del trabajo infantil, mientras que la definición sociocultural es tratada en el segundo bloque de este estudio. 17

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

1.1 Marco normativo El marco normativo que regula la participación de los niños y las niñas en las actividades laborales de la Argentina está integrado por fuentes de origen nacional e internacional, a las que hay que añadir, en el caso de la Provincia de Santa Fe, las normas de aplicación específica en ésta (en el recuadro 1 se presentan dichas fuentes). La Constitución de la Nación Argentina es la Carta Magna o Ley Suprema de la que emanan el resto de las leyes nacionales, y respecto a la cual deben estar armonizados todos los ordenamientos; por lo tanto, es el principal referente de la regulación del trabajo infantil y adolescente en el país. El tema del trabajo está presente, de manera directa, en el Artículo 14 bis de la Constitución nacional, uno de los 43 artículos en los que se enuncian las declaraciones, los derechos y las garantías:4 El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.(…) En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, (…) jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna. El contenido del Artículo 14 bis constitucional, si bien no especifica disposiciones especiales para los niños y las niñas, plantea la protección integral de la familia como un propósito que deberá perseguir la ley. Más adelante, el Artículo 75 menciona diversos ordenamientos internacionales que gozan de jerarquía constitucional en la Argentina, y que habrán de complementar los derechos y las garantías que reconoce la Constitución de la Nación. Entre estos instrumentos se encuentra la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.5 Aprobada unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño es la más reciente recopilación de los Derechos infantiles a nivel mundial, diseminados hasta ese momento en varios documentos, como por ejemplo la Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado (adoptada por la ONU 4. El texto revisado de la Constitución de la Nación Argentina corresponde al publicado por la H. Cámara de Diputados de la Nación en su dirección electrónica (http://www.diputados.gov.ar; última consulta realizada el día 12 de julio de 2010). Recuérdese que la Constitución de la Nación fue sancionada por el Congreso General Constituyente el 1 de mayo de 1853, y que dicha versión fue complementada con las reformas de 1860, 1866, 1898, 1957 y 1994. Los cambios incorporados en el año 1994 dieron lugar, mediante la Ley 24.430, al texto oficial. 5. El Artículo 75 —en el Capítulo Cuarto (Atribuciones del Congreso) de la Segunda Parte (Autoridades de la Nación)— señala, en su inciso 22, lo siguiente: (…)…en las condiciones de su vigencia, [los ordenamientos referidos al Artículo 75] tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.

18

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Recuadro 1. El ordenamiento jurídico del trabajo infantil y adolescente en Santa Fe Origen provincial Ley 12.967, Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de Santa Fe. Adhesión a la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que se encuentran en el territorio de la Provincia de Santa Fe (2009)*. Origen nacional Constitución de la Nación Argentina, 1994. 26.390 - Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (2008). 26.206 - Ley de Educación Nacional (2006). 26.064 - Día Nacional contra el Trabajo Infantil (2005). 26.061 - Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes (2005) 415 - Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. Decreto Reglamentario (2006). 25.877 - Ley de Régimen Laboral (2004). 25.212 - Pacto Federal del Trabajo (1999). 25.013 - Ley de Reforma Laboral (1998). 24.071 - Apruébese el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (1992). 23.551 - Ley de Asociaciones Sindicales (1988). 22.248 - Régimen Nacional de Trabajo Agrario (1980). 20.744 - Ley de Contrato de Trabajo (1976). 13.839/46 - Estatuto del empleado administrativo de empresas periodísticas (1956). 1.602/09 - Asignación Universal por Hijo para Protección Social (2009). 719 - Creación de la CONAETI (2000). 326/56 - Servicio Doméstico (1956). 59 - Convenio marco entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), y Empresas y Entidades comprometidas con la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (2007). 58 - Convenio entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, el Consejo Federal del Trabajo y la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (2007). Origen internacional Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 (Argentina es Estado Parte desde 1990). Convenio Nº 138 de la OIT, y Recomendación 146, sobre la edad mínima de admisión al empleo, aprobado por la Conferencia Internacional del Trabajo en 1973, y por el Congreso de la Nación Argentina mediante la Ley 24.650 (1996). Convenio Nº 182 de la OIT, y Recomendación 190, sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación, adoptado en la 87ª Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1999; aprobado por el Congreso de la Nación Argentina mediante la Ley 25.255 (2000). Protocolo Relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la Pornografía, que complementa la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (2003). Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1996). Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Protocolo Facultativo del Pacto (1994). Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1994). Convención Americana sobre Derechos Humanos. Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos (1994). Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” (1994). Origen MERCOSUR Declaración de Buenos Aires (1997). Declaración de los Ministros de Trabajo del Mercosur sobre Trabajo Infantil (1999). Declaración Presidencial sobre Erradicación del Trabajo Infantil (2002). Declaración Socio-Laboral del Mercosur (1998). Declaración de Ministros de Trabajo del MERCOSUR en la Conferencia Regional de Empleo (2004) Las fechas entre paréntesis corresponden al año de la sanción o aprobación. Fuente: elaboración a partir de (García 2009) y la información publicada en el portal electrónico del Observatorio de Trabajo Infantil y Adolescente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (www.trabajo.gob.ar/left/estadisticas/otia/normativa).

19

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

en 1974); los Pactos Internacionales de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y de Derechos Civiles y Políticos (adoptados también por la Asamblea de la ONU en 1966); la Declaración de los Derechos del Niño de 1959 (ONU, 1959); la Declaración Universal de los Derechos Humanos (promulgada en 1948); y, por supuesto, la Declaración o Carta de Ginebra, primera formulación de un derecho internacional de la infancia (redactada en 1923 por E. Jebb y aprobada en 1924 por la Asamblea de la Sociedad de Naciones).6 Dos características cabe destacar de la Convención de los Derechos del Niño de 1989: su carácter vinculante y la notable ampliación en la cobertura de los derechos durante la infancia. Por un lado, y a diferencia de sus antecedentes, la CDN confiere a los derechos de los niños y las niñas una obligatoriedad que no poseían antes, por lo que las normas contenidas en ella obligan a los Estados partes a armonizar su legislación interna. Ello implica que los países comprometidos con la Convención que no lleven a cabo las transformaciones pertinentes en sus respectivos ordenamientos son jurídicamente responsables de las acciones que realicen si éstas atentan contra los derechos de su población infantil. Hay que recordar que la Convención de los Derechos del Niño es uno de los instrumentos de las Naciones Unidas referidos a los derechos humanos que establecen comités para la vigilancia de su cumplimiento; en este caso, el Comité de los Derechos del Niño. Desde su misma aprobación, la CDN no sólo se ha convertido en el documento normativo de alcance internacional más reciente con relación a la protección infantil, sino que ha gozado también de una amplia y rápida aceptación por parte de los Estados, poniendo de manifiesto un consenso poco frecuente entre naciones muy diferentes desde el punto de vista sociocultural, económico, político y jurídico. En segundo lugar, el análisis del contenido de la Convención revela una notoria ampliación de los Derechos del Niño, especialmente cuando éstos son comparados con los reconocidos en documentos precedentes. La identificación de las garantías civiles, políticas, sociales, económicas y culturales de la infancia representa, en suma, el esfuerzo de las naciones por materializar el principio de la universalidad atendiendo a la especial condición de la niñez, de modo tal que todo lo que pueda predicarse sobre los Derechos Humanos se aplica igualmente a los Derechos Infantiles. De forma congruente con los principios señalados, resulta lógico esperar que un instrumento concebido para la defensa de los niños y las niñas como sujetos de Derechos incluya también el Derecho a la protección contra la explotación económica, como así sucede con el Artículo 32 (Convención sobre los Derechos del Niño 1989 s.f.): 1.

Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.

2.

Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garantizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y teniendo en

6. Para más detalles al respecto pueden verse (Pérez-García 2009), (Paja Burgoa 1998) y (Jiménez García 2000).

20

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales, los Estados Partes, en particular:

a) Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar;



b) Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo;



c) Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplica- ción efectiva del presente artículo.

La comparación del Artículo 32 con sus antecedentes inmediatos —la Declaración o Decálogo de los Derechos del Niño de 1959 y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966— permite inferir que el texto de la CDN conserva las consideraciones de los documentos previos pero añade precisión sobre los aspectos que deben ser observados para salvaguardar a la población infantil de esta forma de explotación. La Convención de 1989: •

Insta a alejar a los niños y las niñas del desempeño de actividades laborales que resulten lesivas para su desarrollo o entorpezcan su proceso educativo, como reconocían el Decálogo de 1959 y el Pacto de 1966 (si bien este último no alude al impacto del trabajo en la educación).



Insiste en la necesidad de fijar una edad mínima para la incorporación a la vida laboral (recomendación igualmente presente en los textos de 1959 y 1966).



Exhorta a los países compromisarios a determinar la normatividad adecuada para regular los horarios y las condiciones durante la infancia.



Formaliza la responsabilidad que adquieren los Estados ratificadores de especificar las medidas pertinentes para garantizar el cumplimiento de este Derecho a la protección contra la explotación.7

Aún cuando el Artículo 32 de la CDN reducía notablemente la vaguedad (o excesiva generalidad) del cuarto principio de la Carta de Ginebra —a saber: El niño debe tener sustento, y ser protegido contra todo tipo de explotación—, dejaba todavía muchas tareas pendientes. Algunas de ellas fueron resueltas en el seno de la OIT, mientras que otras pasaron a ser competencia de cada uno de los Estados Partes. Esta carencia no 7. El Decálogo de 1959 afirma lo siguiente: IX. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse trabajar al niño antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral. El Artículo 10 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece, en su tercer inciso: 3. Se deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia en favor de todos los niños y adolescentes, sin discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra condición. Debe protegerse a los niños y adolescentes contra la explotación económica y social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud, o en los cuales peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, será sancionado por la ley. Los Estados deben establecer también límites de edad por debajo de los cuales quede prohibido y sancionado por la ley el empleo a sueldo de mano de obra infantil.

21

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

socava, sin embargo, la gran relevancia que tuvo la Convención de 1989 a nivel internacional en la formalización del Derecho de los niños y las niñas a estar protegidos contra toda forma de explotación económica. Algunos Artículos de la CDN remiten a situaciones que, desde ciertos puntos de vista (OIT), pueden ser consideradas como manifestaciones de explotación económica, si bien desde otras perspectivas (UNICEF) son definidas como delitos; es el caso de la presencia infantil en la producción y el tráfico de estupefacientes (Artículo 33), y de la participación de los niños y las niñas en las actividades vinculadas con la explotación sexual comercial (Artículo 34). Una década después de la aprobación de la Convención, la OIT aprueba el Convenio 182 y la Recomendación 190 sobre las peores formas de trabajo infantil, en los que acuña la expresión formas incuestionablemente peores de trabajo infantil para referirse a éstas y a otras expresiones de maltrato en la niñez (vid. infra.). Un año después de ratificada la Convención de los Derechos del Niño, Argentina pasó a ser Estado parte de la misma, incorporando así un documento fundamental a su ordenamiento jurídico. En 2005, década y media más tarde, fue sancionada la Ley (26.061) para la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, claramente alineada con las disposiciones de la CDN.8 Los principios, derechos y garantías consagrados en el Título II de la Ley 26.061 poseen una amplia cobertura temática —como sucede con la Convención de 1989—, y al igual que en ésta, abarcan la participación infantil en las actividades laborales, cuya regulación corresponde al Artículo 25: DERECHO AL TRABAJO DE LOS ADOLESCENTES. Los Organismos del Estado deben garantizar el derecho de las personas adolescentes a la educación y reconocer su derecho a trabajar con las restricciones que imponen la legislación vigente y los convenios internacionales sobre erradicación del trabajo infantil, debiendo ejercer la inspección del trabajo contra la explotación laboral de las niñas, niños y adolescentes. Este derecho podrá limitarse solamente cuando la actividad laboral importe riesgo, peligro para el desarrollo, la salud física, mental o emocional de los adolescentes. Los Organismos del Estado, la sociedad y en particular las organizaciones sindicales coordinarán sus esfuerzos para erradicar el trabajo infantil y limitar toda forma de trabajo legalmente autorizada cuando impidan o afecten su proceso evolutivo.9 8. La congruencia entre la Ley 26.061 y la CDN se puede inferir desde sus primeros Artículos: Artículo 1° — OBJETO. Esta ley tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación sea parte. Los derechos aquí reconocidos están asegurados por su máxima exigibilidad y sustentados en el principio del interés superior del niño. (…) Artículo 2° — APLICACIÓN OBLIGATORIA. La Convención sobre los Derechos del Niño es de aplicación obligatoria en las condiciones de su vigencia, en todo acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte respecto de las personas hasta los dieciocho años de edad. (…) Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público, irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles. A menos que se indique lo contrario, las citas sobre ordenamientos jurídicos proceden de la consulta a la dirección electrónica del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (http://www.trabajo.gob.ar/left/estadisticas/otia/normativa/verNormativa), o bien de la página del Congreso de la Nación Argentina (http://www.congreso.gov.ar/). 9. Con relación al derecho de los adolescentes al trabajo, la reglamentación de la Ley 26.061 señala lo siguiente, en el mismo Artículo 25: Las prescripciones contenidas en el artículo que se reglamenta deben interpretarse como complementarias de las contenidas en la Ley de

22

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Sin embargo, aún cuando el Artículo 25 de la Ley 26.061 y el 32 de la CDN (vid. supra.) están dedicados al trabajo durante la niñez, la comparación de ambos textos pone de manifiesto dos diferencias que conviene destacar. Por una parte, la Ley 26.061 reconoce en su Artículo 2 la aplicación obligatoria de la Convención de 1989 a todas las personas menores de 18 años (niños, según el Artículo 1 de la CDN: “…se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad…”), pero establece la distinción entre niñez y adolescencia en el conjunto de este grupo etáreo, como puede inferirse a partir del propio título del Artículo 25 (“Derecho al trabajo de los adolescentes”). En segundo lugar debe mencionarse el distinto tono del discurso en los dos ordenamientos: frente al énfasis que otorga la Convención al “derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica” (inciso 1 del Artículo 32), nótese la prioridad dada por la Ley 26.061 al reconocimiento del derecho de los adolescentes a trabajar. En el año 2009, la Provincia de Santa Fe sanciona la Ley (12.967) de Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, mediante la cual adhiere al ordenamiento previsto por la Ley 26.061 de aplicación nacional, pero introduciendo algunas consideraciones importantes respecto a la regulación del trabajo. A diferencia de la Ley 26.061, el instrumento provincial dedica dos artículos en vez de uno a las normas relativas a la participación laboral infantil y adolescente. El primero de ellos (Artículo 22) reconoce el derecho de los adolescentes a trabajar, mientras que el segundo (Artículo 23) alude al derecho de la población infantil y adolescente a la protección contra la explotación económica: Artículo 22. DERECHO AL TRABAJO DE LOS ADOLESCENTES. Los organismos del Estado deben garantizar el derecho de las personas adolescentes a la educación y reconocer su derecho a trabajar con las restricciones que impone la legislación vigente y los convenios internacionales en la materia, debiendo ejercer la inspección del trabajo a fin de evitar la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes a través de medidas concretas y procesos administrativos rápidos, ágiles y expeditos, tendientes a hacer cesar de inmediato el trabajo prohibido. (…). Artículo 23. DERECHO A LA PROTECCIÓN CONTRA LA EXPLOTACIÓN ECONÓMICA. Todas las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la protección contra toda explotación económica. Se prohíbe el desempeño de niñas, niños y adolescentes en cualquier actividad laboral que pueda ser peligrosa, nociva para su salud o para su desarrollo integral y el desempeño de cualquier actividad laboral con anterioridad a la edad mínima establecida por ley. El Estado debe adoptar las medidas conducentes a prevenir, sancionar, y erradicar el trabajo infantil, garantizando que las niñas, niños y adolescentes cumplan con los años establecidos para la escolaridad obligatoria. Debe implementar programas de asistencia y apoyo al grupo familiar de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en las situaciones descriptas en el párrafo precedente. Contrato de Trabajo Nº 20.744 y sus modificaciones como así también con las que integran los Convenios 138 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

23

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Dentro de estas actividades quedan comprendidas las de asumir responsabilidades en tareas domésticas o el cuidado de personas mayores o de niños pequeños que alteren, entorpezcan, modifiquen o impidan su desarrollo, escolaridad o descanso.

El análisis comparado de los contenidos transcritos hace posible destacar varias conclusiones. En primer lugar, la Ley provincial plasma dos aproximaciones o miradas complementarias al tratamiento del problema del trabajo en la población menor de 18 años: el trabajo como derecho para los adolescentes10 y el derecho de la población infantil y adolescente contra toda forma de explotación económica. La primera de estas aproximaciones es notoriamente cercana al planteamiento de la Ley 26.061 (Artículo 25), mientras que la segunda lo es con relación a la Convención sobre los Derechos del Niño (Artículo 32). En segundo lugar, el examen simultáneo del ordenamiento 26.061 nacional y del 12.967 de Santa Fe permite identificar las disposiciones de la Ley provincial para la aplicación de medidas orientadas a la erradicación inmediata del trabajo prohibido, un enunciado que no aparece en el texto de la Ley nacional. Por lo tanto, la ley provincial da un paso más allá en la eliminación de la explotación laboral infantil y adolescente al hacer explícito el deber que tienen los organismos del Estado de aplicar medidas concretas y procesos administrativos rápidos, ágiles y expeditos destinados al cese inmediato del trabajo prohibido. En tercer lugar es fundamental resaltar la utilización que hace la Ley 12.967 de una definición amplia del trabajo, puesto que abarca tanto las actividades productivas económicas (incluidas la producción comercial y no comercial) como las no económicas (servicios domésticos no remunerados y tareas vinculadas con el voluntariado y el servicio comunitario).11 Por consiguiente, al considerar como trabajo la participación de niños y adolescentes en las tareas del hogar, la norma santafesina facilita la visibilización de la explotación laboral en espacios que, por su carácter privado, son excluidos habitualmente de las investigaciones sobre este problema. En suma, las conclusiones mencionadas hacen que el ordenamiento 12.967 pueda ser considerado como un instrumento de avanzada en la regulación del trabajo prohibido en la Argentina. Sin perjuicio de la relevancia de los instrumentos referidos, el marco normativo para la regulación del trabajo infantil en la Argentina tiene sus máximos exponentes en la Ley (20.744) de Contrato de Trabajo, la Ley (26.390) de Prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente, el Convenio 138 de la OIT (y su Recomendación 146) sobre la edad mínima de admisión al empleo, y el Convenio 182 (y la Recomendación 190) sobre las peores formas de trabajo infantil. De todos ellos, la Ley de Contrato de Trabajo es el más antiguo (fue sancionado en 1976), mientras que los Convenios 138 y 182 fueron aprobados en 1996 y 2000, respectivamente, y la Ley 26.390 es mucho más reciente (2008). La Ley de Contrato de Trabajo, una de las varias fuentes que norman los contratos laborales ejecutados en la Argentina,12 dedica al trabajo infantil y adolescente los nueve artículos del Título VIII (Del trabajo de los 10. Quienes serían las personas que, según la legislación vigente, han cumplido la edad mínima de admisión al empleo. 11. Esta modificación en la definición del trabajo equivale, en términos del Sistema de Cuentas Nacionales de las Naciones Unidas, a sustituir la frontera de la producción por la frontera general de la producción (OIT-CIET 2008c, 11). La expresión “servicios domésticos no remunerados” es equivalente a trabajo doméstico en el propio hogar, tareas del hogar o quehaceres domésticos, y no debe confundirse con el trabajo doméstico en hogares de terceros. 12. “Artículo 3. Esta ley [en referencia a la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo] regirá todo lo relativo a la validez, derechos y obligaciones de las

24

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

menores), a lo largo del cual hace explícitas las disposiciones que regulan aspectos tales como la capacidad de los niños y los adolescentes para trabajar, la igualdad en las remuneraciones, el aprendizaje y la orientación profesional vinculados con sus actividades laborales, las restricciones de la jornada de trabajo, los periodos de vacaciones y las prestaciones en caso de accidente y enfermedad. Sin embargo, los contenidos de este ordenamiento deben ser interpretados, en este momento, a la luz de la Ley 26.390, que modifica varios de los artículos de la Ley 20.744 referidos al trabajo infantil y adolescente.13 Sancionada en el año 2008, la Ley 26.390 sobre la Prohibición del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente incorpora cambios en el ordenamiento nacional que afectan, fundamentalmente, a la edad mínima para la admisión al empleo en la Argentina, a la regulación de ciertas condiciones laborales (duración y características de la jornada de trabajo, discriminación salarial), al uso del término “menor”, a la diferenciación por sexos y a las situaciones excepcionales en que se permite la participación laboral de quienes no han cumplido la edad mínima. En la tabla 1 se presentan estas modificaciones, al tiempo que se ofrece una breve descripción de las mismas y los artículos en que son señaladas. La sustitución del nombre del Título VIII y la eliminación de “menor” y “menores” como sustantivos permiten reflexionar en torno a tres cuestiones generales. Por un lado se puede inferir la diferenciación que hace la Ley 26.390 de dos etapas —infancia y adolescencia— al interior del amplio grupo de la población menor de 18 años, puesto que la expresión trabajo de los menores deja paso a prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente. Por otra parte, esta separación refleja el distinto tratamiento que la norma otorga al trabajo infantil y adolescente en el marco del ordenamiento nacional, pues si bien prohíbe la participación de niños y niñas en las actividades laborales, es permisivo —bajo determinadas condiciones— con la presencia de los adolescentes. En tercer lugar, la eliminación de “menor” como sustantivo y su utilización exclusiva como adjetivo calificativo remite al inicio de su uso a finales del siglo XIX y, de manera mucho más reciente, a la incorporación del enfoque de Derechos. Un enfoque cuyos principios obligan a mirar a los niños y las niñas como sujetos o titulares de Derechos, desechando el carácter peyorativo que, desde este punto de vista, tendría el término “menor” como sinónimo de “niño”.14 Coincidiendo con la conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo y la instauración de la Primera Junta en la Argentina, a partir del 25 de mayo de 2010 la edad mínima de admisión al empleo en partes, sea que el contrato de trabajo se haya celebrado en el país o fuera de él; en cuanto se ejecute en su territorio”. 13. La Ley 26.390 también introduce modificaciones en algunos de los preceptos de otros documentos afines a este mismo problema, como la Ley de Régimen Laboral de Trabajo Agrario (22.248), la Ley de Asociaciones Sindicales (23.551), la Ley de Reforma Laboral (25.013) y el Decreto Ley sobre Servicio Doméstico (326/56) 14. El enfoque de Derechos implica, en la atención específica a la infancia: la transición del niño como objeto de Derechos al niño como sujeto de los mismos en tanto ser humano; y la sustitución de la beneficencia por la institucionalización de la protección, tanto en los instrumentos jurídicos como en las acciones de política pública y, en su máxima expresión, en la toma de conciencia social. Debe recordarse que el enfoque de Derechos no es una perspectiva exclusiva para la atención a la infancia, sino que debe impregnar todas las actividades desarrolladas por los organismos de la ONU, convirtiéndose en un mandato que afecta al diagnóstico y a la evaluación de situaciones y de problemas (al identificar las demandas de los titulares de Derechos); al diseño, la aplicación, el seguimiento y la evaluación de programas (elaborando estrategias para fomentar la capacidad de los titulares de Derechos de exigir los que les corresponden, y de los titulares de Deberes de cumplir con sus obligaciones, y observando y evaluando tanto los resultados logrados como los procesos que los original); y, en sentido global, a la programación de los cursos de acción. (Pérez-García 2009, 129).

25

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

el país pasó de los 15 a los 16 años, según lo establecido en el Artículo 23 de la Ley 26.390, que —al menos desde su sanción en 2008— había determinado los 15 años como el mínimo exigible para la incorporación a las actividades laborales. Así puede verse en el citado Artículo 23: Cláusula transitoria. A todos los efectos, la edad mínima establecida en la presente se reputará como de quince (15) años hasta el 25 de mayo de 2010, en que comenzará a regir la edad mínima establecida en los dieciséis (16) años, y al objeto de la regularización de los contratos vigentes.

Lógicamente una modificación de tal naturaleza se pone de manifiesto en la redacción de numerosos artículos de la Ley, y, por ende, afecta también a otros ordenamientos con injerencia en la prohibición del trabajo infantil y en la regulación del trabajo adolescente, como sucede con las Leyes 22.248, 23.551 y 25.013, y con el Decreto Ley 326/56 (vid. tabla 1).15 Sin embargo, las consecuencias más significativas del cambio deberían reflejarse, en términos formales, en una mayor armonización con relación al resto de los ordenamientos vigentes en la Argentina. Ello requiere, en este punto, revisar el contenido de dos instrumentos: el Convenio 138 (sobre la edad mínima de admisión al empleo) de la OIT y la Ley (26.206) de Educación Nacional. El Convenio 138, como el 182, forma parte de los denominados convenios fundamentales de la OIT, que reflejan el esfuerzo de esta organización para garantizar la aplicación de los Principios y Derechos esenciales en el Trabajo, según la Declaración de 1998 (recuadro 2). El Convenio 138 es un instrumento de aplicación gradual, lo que significa que si bien se fijan algunas normas mínimas que deben cumplir los Estados que lo ratifiquen, el propósito es incrementar paulatinamente la edad permitida para la incorporación de los niños y las niñas al empleo a fin de erradicar el trabajo infantil, como se declara en su Artículo 1:16 Todo Miembro para el cual esté en vigor el presente Convenio se compromete a seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores.

Tal y como se afirma en el Artículo 2 (inciso 3 de este Convenio), dicha edad mínima “no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o en todo caso, a quince años”, una medida que trata de evitar el trabajo de los niños y las niñas que no han terminado la formación escolar obligatoria, y, en los casos en que ésta finalice antes de los 15 años, impedir que participen en las actividades laborales quienes no hayan cumplido dicha edad. Dado que el Convenio 138 forma parte del ordenamiento de la Argentina desde el año 1996 (fecha en que fue aprobado por el Congreso de la Nación mediante la Ley 15. Además, la determinación de los 16 años como edad mínima exigible para el trabajo resuelve, desde nuestro punto de vista, una cierta ambigüedad presente en la Ley 20.744; a saber: cuando ésta menciona a los mayores de 14 años, ¿se refiere a los niños y las niñas con 14 años cumplidos, o a los niños y las niñas con 15 años y más? 16. Cabe mencionar que la Recomendación 146 sobre la edad mínima (1973), que acompaña al Convenio 138, que incluye consideraciones con relación a esta cuestión pero también respecto a otras estrechamente relacionadas con ella, como los empleos o trabajos peligrosos, las condiciones de trabajo, las medidas de control para la aplicación efectiva del Convenio y sugerencias de política nacional que igualmente pueden coadyuvar a su cumplimiento.

26

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Tabla 1. Principales modificaciones introducidas por la Ley 26.390 en la prohibición del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente Cambio

Descripción del cambio

Nombre del Título VIII

El Título VIII. Del trabajo de los menores pasa a Artículo 1. denominarse Título VIII: De la prohibición del trabajo infantil y de la protección del trabajo adolescente.

Uso del término “menor“

Se elimina el uso del término ”menor” como Manifiesto en los Artículos 6 (Disposiciones generales. Capasustantivo, limitándose su utilización como cidad. Igualdad de remuneración. Aprendizaje y orientación adjetivo. Este cambio es congruente con la profesional) y 13 (Accidente o enfermedad). adopción de un enfoque de Derechos y la consiguiente concepción de los niños y las niñas como sujetos de Derechos.

Diferenciación por sexos

Eliminación de las expresiones que establecen Por ejemplo: Artículos 10 (Descanso al mediodía. Trabajo a la diferenciación entre sexos. domicilio. Tareas penosas, peligrosas o insalubres. Remisión) y 12 (Vacaciones).

Modificación En todos los textos de la versión 20.744 que de la redacción mencionan a la población mayor de 14 años, se cuando aparece 14 alude a los 16 años como el umbral mínimo. años como edad mínima

Indicación del cambio en la Ley 26.390

Por ejemplo: Artículos 3 (Capacidad), 4 (Facultad para estar en juicio)/1, 6 (Disposiciones generales. Capacidad. Igualdad de remuneración. Aprendizaje y orientación profesional), 7 (Prohibición del empleo según la edad mínima), 14 (referido al Artículo 2 del Decreto Ley 326/56), 15 (referido al Artículo 3 del Decreto Ley), 18 (referido al Artículo 108 de la Ley 22.248, sobre los contratos de trabajo agropecuario), 19 (referido al Artículo 109 de la Ley 22.248, sobre la facultad para estar en juicio)/1, 21 (referido al Artículo 13 de la Ley 23.551, sobre la afiliación a asociaciones sindicales), 22 (referido al Artículo 1 de la Ley 25.013, sobre la edad mínima para la celebración de contratos de trabajo de aprendizaje).

Participación en la Si bien la Ley 26.390 mantiene algunas de las Artículos 8 (Empresa de la familia) y 17 (referido al Artículo empresa familiar excepciones previas con relación al trabajo por 107 de la Ley 22.248, sobre trabajo de la población infantil en debajo de la edad mínima, incorpora varias explotaciones agrarias). restricciones significativas respecto a las Leyes 20.744 y 22.248. Excepciones referidas, en lo general, a la titularidad y relación contractual de la empresa, la duración de la jornada laboral, la asistencia a la escuela y el desempeño de trabajos peligrosos. Regulación de las diferencias salariales

Se elimina la discriminación salarial en base Artículos 5 (Prohibición de abonar salarios inferiores) y 16 (rea los criterios de la edad y/o de capacidades ferido al Artículo 28 de la Ley 22.248, sobre remuneraciones diferentes. mínimas para el trabajo agrario).

Duración de la Establece límites a la distribución de la jornada Artículos 9 (Jornada de trabajo. Trabajo nocturno) y 20 (referijornada de trabajo máxima semanal (que mantiene en 36 horas) do al Artículo 110 de la Ley 22.248 sobre los horarios matutino, y trabajo nocturno día tras día, de modo que no se permite el tra- vespertino y nocturno en el trabajo agrario). bajo durante más de 7 horas en un mismo día. Señala las franjas horarias durante las cuales se prohíbe la actividad por debajo de los 16 años, incluso en el caso del trabajo en establecimientos fabriles en tres turnos. Ahorro

Eliminación de la obligación del empleador de Artículo 11. gestionar la apertura de una cuenta de ahorro a los trabajadores entre 14 y 16 años de edad (dado que se eleva la edad mínima a los 16 años).

/1 Se alude a la Ley 26.061, no mencionada en la Ley 20.744 ni en la 22.248 por ser posterior a éstas. Fuente: elaboración propia a partir de las Leyes 20.744 y 26.390.

27

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

24.650), cabe analizar la relación entre esta disposición y el contenido de la Ley 26.390 respecto a la edad mínima para el trabajo, lo que requiere, a su vez, revisar la Ley (26.206) de Educación Nacional, específicamente los Artículos 16 y 29: Artículo 16.- La obligatoriedad escolar en todo el país se extiende desde la edad de cinco (5) años hasta la finalización del nivel de la Educación Secundaria. (…) Artículo 29.- La Educación Secundaria es obligatoria y constituye una unidad pedagógica y organizativa destinada a los/as adolescentes y jóvenes que hayan cumplido con el nivel de Educación Primaria.

Teniendo en cuenta que la educación escolar en la Argentina abarca la totalidad del nivel secundario, y que la edad para que éste finalice puede variar entre los 17 y los 18 años (en ausencia de rezago o extra edad), la elevación de la edad mínima para la admisión al empleo señalada en la reciente Ley 26.390 todavía es insuficiente, puesto que los 16 años fijados en ella siguen siendo inferiores a lo dispuesto en el Artículo 2 (inciso 3) del Convenio 138. Es decir, aun cuando la Argentina ha avanzado en el sentido de lo dispuesto por el Artículo 1 de este Convenio, dicho avance no ha resuelto la falta de armonización entre algunos de los principales instrumentos para la erradicación del trabajo prohibido en el país —el propio Convenio 138 y la Ley 26.390—. La lectura del Convenio 138 puede transmitir, por otro lado, una cierta ambivalencia, derivada del contraste entre la exigencia manifiesta en algunas partes (Artículo 2, inciso 3) y las excepciones contenidas en otras (Artículo 2, inciso 4): [Artículo 2] 4. No obstante las disposiciones del párrafo 3 de este artículo, el Miembro cuya economía y medios de educación estén insuficientemente desarrollados podrá, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, si tales organizaciones existen, especificar inicialmente una edad mínima de catorce años.

Es decir, un mismo artículo expresa la prohibición del trabajo por debajo de cierta edad y las condiciones en que esta disposición puede no ser acatada: cuando la economía y los medios de educación de un país estén “insuficientemente desarrollados” (expresión no definida por el Convenio 138), dicho país podrá especificar los 14 años como edad mínima de admisión al empleo. Cabe preguntarse si es posible plantear la siguiente hipótesis: se permite el trabajo de los niños y las niñas a partir de 14 años cumplidos, en aquellos países que presenten insuficientes niveles de desarrollo —¿bajo nivel de PBI, elevada incidencia de la pobreza, elevada mortalidad infantil, por ejemplo?— o bien de educación —¿bajas tasas brutas y netas de cobertura en educación inicial y secundaria, baja calidad en la enseñanza, poca pertinencia de los programas educativos, entre otros?—. ¿Se puede concluir, a partir de lo anterior, que la autorización del trabajo por debajo de la edad mínima normativa es una medida del ordenamiento que habilita la participación laboral de los niños y las niñas más pequeños? Otros artículos de este mismo Convenio lo dejan sin efecto en algunas circunstancias. Por ejemplo, el Artículo 6 lo invalida en las instituciones educativas (escuelas de enseñanza general, profesional o técnica), 28

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

así como entre la población de 14 años que desarrolla actividades en empresas en el marco de programas de formación profesional u orientación vocacional, para lo cual deben ser consultadas organizaciones de empleadores y de trabajadores. Por su parte, el Artículo 7 permite la participación de los niños y las niñas entre 13 y 15 años en los trabajos ligeros, siempre y cuando éstos no perjudiquen su salud o desarrollo y no interfieran con la asistencia a la escuela o con el desempeño en tareas similares aprobadas por la autoridad competente. En suma, pese a que el Convenio 138 de la OIT define como regla general la edad a la que termina la educación obligatoria (o en todo caso los 15 años), diversos artículos conceden un margen de discrecionalidad, en cuyo caso es posible acotar el ámbito de influencia del Convenio, pero sin excluir los espacios mencionados en el inciso 3 del Artículo 5.17 La Ley 26.390 ofrece una mayor concreción de las condiciones en que se permite el trabajo de los niños y las niñas por debajo de la edad mínima que ella misma señala en su Artículo 2. Si bien dichas excepciones no son nuevas (puesto que están presentes ya en las Leyes 20.744 y 22.248, dos de las fuentes del ordenamiento 26.390), sí lo son las precisiones incluidas con relación a la duración de la jornada de trabajo, la asistencia a la escuela, el desempeño de tareas peligrosas y la relación contractual de la empresa donde puede trabajar el niño. Los artículos 8 y 17 permiten las excepciones a la regla (subrayados añadidos): [Ley 26.390] Artículo 8 - Incorpórase como artículo 189 bis a la Ley 20.744 [Ley de Contrato de Trabajo], el siguiente: Artículo 189 bis: Empresa de la familia. Excepción. Las personas mayores de catorce (14) y menores de la edad indicada en el artículo anterior [16] podrán ser ocupados [sic.] en empresas cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar. La empresa de la familia del trabajador menor que pretenda acogerse a esta excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá obtener autorización de la autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción. Cuando, por cualquier vínculo o acto, o mediante cualquiera de las formas de descentralización productiva, la empresa del padre, la madre o del tutor se encuentre subordinada económicamente o fuere contratista o proveedora de otra empresa, no podrá obtener la autorización establecida en esta norma. [Ley 26.390] Artículo 17 – Sustitúyase el artículo 107 de la Ley 22.248 [Ley de Régimen Nacional del Trabajo Agrario], el que quedará redactado de la siguiente manera: 17. Este inciso establece: 3. Las disposiciones del presente Convenio deberán ser aplicables, como mínimo, a: minas y canteras; industrias manufactureras; construcción; servicios de electricidad, gas y agua; saneamiento; transportes, almacenamiento y comunicaciones, y plantaciones y otras explotaciones agrícolas que produzcan principalmente con destino al comercio, con exclusión de las empresas familiares o de pequeñas dimensiones que produzcan para el mercado local y que no empleen regularmente trabajadores asalariados.

29

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Artículo 107 - Queda prohibido el trabajo de las personas menores de dieciséis (16) años, cualquiera fuere la índole de las tareas que se pretendiere asignarles. Las personas mayores de catorce (14) años y menores a la edad indicada en el artículo anterior podrán ser ocupados [sic.] en explotaciones cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar. La explotación cuyo titular sea el padre, la madre o el tutor del trabajador menor que pretenda acogerse a esta excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá tener autorización de la autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción. Cuando, por cualquier vínculo o acto, o mediante cualquiera de las formas de descentralización productiva, la explotación cuyo titular sea del padre, la madre o del tutor se encuentre subordinada económicamente o fuere contratista o proveedoras de otra empresa, no podrá obtener la autorización establecida en esta norma.18

Específicamente, la Ley nacional 26.390 permite el trabajo en la Argentina por debajo de los 16 años de edad en empresas familiares —tanto de carácter agropecuario como pertenecientes a otros sectores económicos— siempre y cuando los niños y las niñas que trabajan: 1) no lo hagan más de 3 horas al día ni más de 15 horas a la semana; 2) cumplan con la asistencia a la escuela; 3) no lleven a cabo actividades penosas, peligrosas y/o insalubres; y 4) la empresa o explotación familiar no se encuentre en relación de subordinación económica ni sea contratista o proveedora de otra unidad productiva. Una duda surge a partir de estas disposiciones: ¿cuáles son las actividades penosas, peligrosas y/o insalubres? El Convenio 182 de la OIT —y la Recomendación 190 que lo acompaña— es el ordenamiento elaborado con el fin de “adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia” (Artículo 1), lo cual requiere ejecutar las tareas señaladas por el propio Convenio en su Artículo 4. La relevancia de éste y su estrecha vinculación con el Artículo 3 justifican su transcripción completa (subrayados añadidos): Artículo 3. A los efectos del presente Convenio, la expresión “las peores formas de trabajo infantil” abarca:



todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados;



la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas;

18. La nueva redacción del Artículo 107 de la Ley 22.248 alude, en su segundo párrafo, a “la edad indicada en el artículo anterior”. Sin embargo, en el Artículo 106 de la Ley de Régimen Nacional Agropecuario no hay referencia alguna a la edad; tan solo puede leerse lo siguiente: “Los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales se regirán por las normas de la Ley 9.688, sus modificatorias o sustituyentes”.

30

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Recuadro 2. La Organización Internacional del Trabajo y el trabajo decente En el año 1998 la OIT adoptó su Declaración sobre los Principios Fundamentales y Derechos en el Trabajo, un documento que compromete a los Estados Miembros a respetar y a promover los siguientes Principios y Derechos esenciales en el trabajo: 1. libertad de asociación, 2. libertad sindical y reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, 3. eliminación del trabajo forzoso u obligatorio, 4. abolición del trabajo infantil, 5. eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación. A diferencia de los convenios, que únicamente obligan a los Miembros que los ratifican, las Declaraciones son instrumentos que rigen de manera inmediata para todos los países que hayan aceptado la Constitución de la OIT, aun cuando no hayan ratificado sus convenios fundamentales. Por consiguiente, al adoptar la Declaración de 1998 los Estados no sólo reafirmaron el acatamiento de los principios anteriores, su promoción y su aplicación, sino que la convirtieron en una importante expresión de los compromisos que asumían los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores de los Estados Miembros con relación al respeto y la defensa de los Derechos fundamentales en el trabajo. Estas reflexiones, expuestas aquí de forma muy sintética, condujeron a reconsiderar el propósito general de la propia OIT y a introducir un término que, a partir de ese momento, ha ocupado un lugar central en su actividad institucional: el trabajo decente. En el año 1999 el fin último de la Organización era manifestado del siguiente modo en la Memoria del Director General: Actualmente, la finalidad primordial de la OIT es promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Tal es la finalidad principal de la Organización hoy en día. El trabajo decente es el punto de convergencia de sus cuatro objetivos estratégicos: la promoción de los derechos fundamentales en el trabajo; el empleo; la protección social y el diálogo social. Esto debe orientar las decisiones de la Organización y definir su cometido internacional en los próximos años. La Memoria difundida en la 87ª Conferencia Internacional del Trabajo retoma estos objetivos y presenta los programas de acción vinculados a ellos (llamados programas InFocus), que responden a las prioridades determinadas para el futuro inmediato (OIT, 1999: 19; énfasis añadido): … la Organización tiene que concentrar ahora sus esfuerzos y sondear nuevas formas de acción. Sus prioridades son tres. En primer lugar, promoverá la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento. En segundo lugar, intensificará la lucha contra el trabajo infantil. En tercer lugar, renovará sus actividades en lo que se refiere a las normas de la OIT. En todos los casos la finalidad es promover el desarrollo sin merma de la dignidad humana y de la justicia social. Cabe recordar que los programas InFocus tienen alcance internacional y están centrados en la eliminación del trabajo infantil; la intensificación del empleo mediante el desarrollo de pequeñas empresas; la inversión en conocimientos, aptitudes y empleabilidad; la reconstrucción y las inversiones dirigidas a la creación de un gran número de puestos de trabajo; la promoción de la seguridad económica y social; la promoción del trabajo sin riesgo y el fortalecimiento de interlocutores sociales. El trabajo infantil ocupa, de este modo, un lugar central en la agenda de la OIT, junto a la promoción de la Declaración adoptada en 1998 y el avance en la consolidación del marco normativo para la regulación de las condiciones laborales. Los esfuerzos por garantizar la aplicación de estos Principios y Derechos se manifiestan, en el ámbito legal, en la identificación de los llamados Convenios Fundamentales de la OIT; a saber: Convenio 29 sobre el trabajo forzoso (1930), Convenio 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación (1948), Convenio 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949), Convenio 100 sobre igualdad de remuneración (1951), Convenio 105 sobre la abolición del trabajo forzoso (1957), Convenio 111 sobre la discriminación en el empleo y la ocupación (1958), Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973) y Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil (1999).

31

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social



la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes, y



el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Artículo 4

1. Los tipos de trabajo a que se refiere el artículo 3, d) deberán ser determinados por la legislación

nacional o por la autoridad competente, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas y tomando en consideración las normas internacionales en la materia, en particular los párrafos 3 y 4 de la Recomendación sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999.

2. La autoridad competente, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajado-

res interesadas, deberá localizar dónde se practican los tipos de trabajo determinados a tenor del párrafo 1 de este artículo.

3. Deberá examinarse periódicamente y, en caso necesario, revisarse la lista de los tipos de trabajo

determinados a tenor del párrafo 1 de este artículo, en consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas.

Si bien el Convenio 182 identifica claramente las denominadas formas incuestionablemente peores del trabajo infantil (señaladas en los incisos a, b y c del Artículo 3) y enuncia algunas características generales del trabajo peligroso (inciso d del Artículo 3), delega a los Estados que han aprobado este ordenamiento (el Congreso de la Nación lo hizo en el año 2000, mediante la Ley 25.255) la responsabilidad de elaborar el listado completo de las actividades laborales que, por su naturaleza, deben recibir el calificativo de peligrosas.19 Esta disposición obliga a revisar la Ley 26.390 con la pretensión de conocer cuáles son los trabajos peligrosos en la Argentina, pues, hasta la fecha, dicho listado todavía no ha sido elaborado. Según el Artículo 10 de la Ley nacional para la prohibición del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente, con relación a las tareas penosas, peligrosas e insalubres (expresión que asumimos como equivalente al trabajo peligroso) rige lo dispuesto en el Artículo 176 de la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo, que dice así: Queda prohibido ocupar a mujeres en trabajos que revistan carácter penoso, peligroso e insalubre. La reglamentación determinará las industrias comprendidas en esta prohibición. Regirá con respecto al empleo de mujeres lo dispuesto en el artículo 195.20 19. La expresión formas incuestionablemente peores de trabajo infantil fue acuñada en el Informe global sobre trabajo infantil de la OIT del año 2002, con el propósito de diferenciar entre el trabajo peligroso y las otras peores formas de trabajo infantil, a las que caracterizó como formas incuestionablemente peores de trabajo infantil. Para más detalles puede verse (OIT-CIT 2002). 20. El Artículo 195 de la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo forma parte del Título VIII: De la prohibición del trabajo infantil y de la protección del trabajo adolescente, y se refiere a las medidas que habrán de ser adoptadas en caso de accidente o enfermedad de las personas trabajadoras. Éste es uno de los Artículos de la Ley 20.744 modificados también por la 26.390.

32

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La búsqueda del reglamento correspondiente en el ordenamiento nacional que permita ahondar en los detalles de las labores penosas, peligrosas e insalubres no arroja resultados favorables. Antes bien, deja nuevas dudas: un instrumento diseñado para prohibir el trabajo infantil y proteger el adolescente, como lo es la Ley 26.390, ¿únicamente remite a las tareas definidas como penosas, peligrosas o insalubres para las mujeres? ¿Es posible considerar que el trabajo peligroso para las mujeres lo es también para los niños y las niñas, y que el trabajo peligroso para éstos está plenamente representado por las labores penosas, peligrosas e insalubres seleccionadas para las mujeres? En suma, ¿qué avances presenta la Ley 26.390 con relación al cumplimiento del Artículo 4 (inciso 1) del Convenio 182, que establece la obligatoriedad del Estado miembro de elaborar el listado de los trabajos peligrosos para la infancia? La siguiente cita puede arrojar luz a la respuesta: Sin embargo, el inciso d) [del Artículo 3 del Convenio 182] considera como peores formas de trabajo infantil, al que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo daña la salud, la seguridad o la moralidad de los niños y niñas. Resulta difícil detectar un trabajo realizado por un niño o niña que no implique algunos de los estados mencionados, por lo que debemos entender que todas las formas de trabajo infantil constituyen una “peor forma”.21

El examen del contenido de la Ley 26.390 amerita un comentario final sobre su Artículo 24: La prohibición dispuesta en el artículo 2º de la presente ley [sobre la elevación de la edad mínima de admisión al empleo a los 16 años] no será aplicable a los contratos de trabajo celebrados con anterioridad a la promulgación de la presente ley.

Es decir, la ley para la prohibición del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente no es retroactiva con relación a la disposición que eleva la edad mínima, y en este sentido no prohibiría situaciones tan preocupantes como la siguiente hipótesis: un niño que tenga 13 años de edad en el 2008 y se encuentre trabajando antes del 24 de junio de ese mismo año (día de promulgación de la Ley 26.390), podrá trabajar durante los siguientes tres años (hasta cumplir la edad mínima de admisión al empleo que establece este ordenamiento) sin encontrarse en situación de irregularidad, puesto que no estaría sujeto al mandato del Artículo 2. Algo muy distinto a los enunciados ya mencionados de la Ley 12.967 de Santa Fe (Artículo 22: “Los organismos del Estado (…) [deben] ejercer la inspección del trabajo a fin de evitar la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes a través de medidas concretas y procesos administrativos rápidos, ágiles y expeditos, tendientes a hacer cesar de inmediato el trabajo prohibido”; énfasis añadido).

1.2 Elementos normativos, institucionales y empíricos para la definición del trabajo infantil y adolescente Supóngase que el ordenamiento jurídico de un país es el punto de partida para la solución de un problema social, puesto que proporciona los criterios que permiten medir su magnitud y su naturaleza. Al permitir 21. Fragmento tomado de la dirección electrónica de la CONAETI (http://www.trabajo.gov.ar/conaeti). Última consulta realizada el día 24 de julio de 2010. ¿Deben interpretarse estos enunciados como la explicación de que no exista tal listado?

33

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

diferenciar entre lo permitido y lo no permitido, lo aceptado y lo no aceptado, se podría afirmar que las normas guían el conocimiento del problema. Pero la medición no es inmediata; en ocasiones implica un largo proceso que requiere llevar a cabo, en todo caso, numerosas inferencias: desde las disposiciones normativas —a veces imprecisas, a veces insuficientes, a veces inexistentes— a la información empírica recabada. El fin último es disponer de una medición descriptiva y/o causal del problema, que sea válida y fiable. Para el conocimiento del trabajo infantil y adolescente como un problema social en la Argentina, los elementos normativos expuestos en el apartado anterior pueden representar un punto de partida. Las disposiciones que prohíben el trabajo en la infancia y regulan la actividad laboral en la adolescencia proveen los criterios para la construcción de variables e indicadores referidos a numerosos aspectos, como la presencia de la población infantil y adolescente en el trabajo, las situaciones de discriminación salarial, las prestaciones sociales, la intensidad de la jornada de trabajo, la afiliación a las asociaciones sindicales o la participación en juicios laborales. De todos ellos, dos aspectos son esenciales en este punto: ¿qué es el trabajo y en qué contextos existe una relación de trabajo? Inicialmente la Ley 26.390 hace suya la definición de trabajo contenida en la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo, puesto que surge como modificación a esta última (entre otras) y no introduce transformación explícita alguna al significado de este término. De ello se podría derivar que el trabajo ha de ser entendido como lo plantea el Artículo 4 de la Ley 20.744 (énfasis añadido): Constituye trabajo, a los fines de esta Ley, toda actividad lícita que se preste a favor de quien tiene la facultad de dirigirla, mediante una remuneración. El contrato de trabajo tiene como principal objeto la actividad productiva y creadora del hombre en sí. Sólo después ha de entenderse que media entre las partes una relación de intercambio y un fin económico en cuanto se disciplina por esta ley.

Sin embargo, la lectura del Artículo 2 del ordenamiento 26.390 podría conducir a conclusiones algo distintas, dado que prohíbe el trabajo por debajo de los 16 años (salvo las excepciones ya expuestas en párrafos previos), exista o no relación de empleo contractual, y sea éste remunerado o no. Pareciera, entonces, que en la reciente Ley 26.390 el trabajo equivale al desempeño de una actividad lícita cuando ésta tiene lugar a cambio de una remuneración o no, e independientemente de la existencia de un contrato entre el niño que trabaja y su empleador. Esta acepción es notoriamente más amplia que la derivada de la norma 20.744.22 Por otro lado, los criterios de los contratos que regulan las relaciones laborales para la población adulta en la Ley 20.744, aplican también para los adolescentes, puesto que la Ley 26.390 (en su Artículo 3) remite igualmente a la 20.744 (Artículo 32), añadiendo sólo la restricción de los 18 años como la edad mínima la que pueden celebrarse dichos contratos (salvo algunas circunstancias en el caso del grupo de 16 a 17 22. La Ley de Contrato de Trabajo establece que la remuneración es la “contraprestación que debe percibir el trabajador como consecuencia del contrato de trabajo” (Artículo 103), y “debe ser satisfecho [el salario, o la remuneración, pues son términos equivalentes] en dinero, especie, habitación, alimentos o mediante la oportunidad de obtener beneficios o ganancias. Las prestaciones complementarias, sean en dinero o en especie, integran la remuneración del trabajador” (Artículo 105).

34

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Tabla 2. Las definiciones de trabajo y contrato de trabajo Ley 20.744 Ley de contrato de trabajo

Ley 26.390 Ley para la Prohibición del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente

Trabajo

Actividad lícita prestada a quien tiene la facultad de Al prohibir el trabajo en todas sus formas, remunerado o dirigirla, a cambio de una remuneración (Artículo 4). no, con o sin relación contractual, por debajo de los 16 años de edad (Artículo 2), se puede inferir que este concepto incluye también las manifestaciones no remuneradas de la actividad laboral, y el desempeño laboral infantil sin que medie vínculo contractual con otra persona.

Contrato de trabajo

Abarca distintas formas o denominaciones; conlleva el compromiso de realizar actos, ejecutar obras o prestar servicios a favor de otra persona; entraña el pago de una remuneración (Artículo 32).

Relación de trabajo

Habrá relación de trabajo cuando una persona realice No hay cambios respecto a la norma 20.744. actos, ejecute obras o preste servicio a favor de otra, bajo la dependencia de ésta en forma voluntaria y mediante el pago de una remuneración, cualquiera sea el acto que le dé origen (Artículo 22).

No incorpora cambios conceptuales a la definición de la norma 20.744. Se permite la celebración de contratos a partir de los 18 años, y de los 16 cuando exista autorización de los padres, responsables o tutores del adolescente, o bien cuando éste viva independiente de aquéllos (Artículo 3).

Fuente: elaboración propia a partir de las Leyes 20.744 y 26.390

años). La tabla 2 facilita la comparación de las definiciones de trabajo y contrato de trabajo entre estos dos ordenamientos. Retomando lo expuesto: por un lado, al reconocer las circunstancias en que la Ley 26.390 prohíbe el trabajo infantil (Artículo 2), permite afirmar su existencia en los casos en que niños y niñas menores de 16 años ejecutan actividades remuneradas o no, reguladas o no por medio de un contrato. Por otra parte, al hacer explícitas algunas de las disposiciones respecto a la protección del trabajo adolescente (artículos 2 y 3), permite definirlo como el conjunto de las actividades lícitas que llevan a cabo los adolescentes de 16 y 17 años a cambio de una remuneración. Regresando al inicio de este apartado, supóngase ahora que el punto de partida con relación a la solución del problema del trabajo durante la infancia (en el sentido amplio de población menor de 18 años), se sitúa en la perspectiva institucional de los organismos del Estado erigidos como responsables últimos de su erradicación y/o de su protección (por encima de la edad mínima). Se trata, entonces, de conocer el significado que adoptan los conceptos trabajo infantil y trabajo adolescente en este marco, así como las similitudes y diferencias, si las hubiere, entre éstos y los que emanan del ordenamiento nacional, y las fuentes de las que proceden dichos significados. La primera mirada se debe dirigir al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, y específicamente a la CONAETI, Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil creada23 con el propósito de coordinar, evaluar y dar seguimiento a los esfuerzos orientados para prevenir y erradicar este problema en la Argentina. Según esta Comisión (CONAETI 2006, 3; énfasis añadido): 23. Mediante el Decreto 719 del 25 de agosto de 2000.

35

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso. Se comprende por niña o niño a todo ser humano por debajo de los 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.

La definición anterior de trabajo infantil resulta más amplia que la construida tras revisar la Ley 26.390, puesto que, además de mencionar el criterio de la edad mínima de admisión al empleo y de ser indiferente el carácter remunerado o no de la actividad laboral, incorpora términos tan significativos como actividad económica y estrategia de supervivencia, y criterios no menos relevantes como la finalización de la escolaridad obligatoria y el desempeño de trabajos peligrosos. Estas diferencias con relación al ordenamiento nacional hacen de la propuesta semántica de la CONAETI una definición más completa del trabajo infantil. Además, esta Comisión acuña otros conceptos relacionados con los anteriores, tal y como puede verse en el recuadro 3 (más adelante). Sin embargo, si se revisa nuevamente la Ley 12.967 de Santa Fe, y en particular el Artículo 23, referido a la protección contra la explotación económica, es posible señalar algunas mejoras en la cobertura temática de esta expresión —que es en gran medida equivalente a la de trabajo infantil—: la explotación económica incluye también las “responsabilidades en tareas domésticas o el cuidado de personas mayores o de niños pequeños que alteren, entorpezcan, modifiquen o impidan su desarrollo [entiéndase el de los niños, niñas y adolescentes que asumen dichas responsabilidades], escolaridad o descanso”. A nuestro juicio, la perspectiva conceptual sobre el trabajo infantil en Santa Fe da un paso más allá de la Ley 26.390 y de la CONAETI, al incluir en la posibilidad del trabajo infantil las labores propias de los quehaceres del hogar. La segunda mirada debe dirigirse a los ordenamientos de origen internacional (Convenios 138 y 182 fundamentalmente), puesto que las decisiones conceptuales, metodológicas y estadísticas adoptadas en las Conferencias Internacionales de Estadísticos del Trabajo (CIET) de la OIT, o las propuestas teóricas de UNICEF, son las principales fuentes para las definiciones aplicadas en las estimaciones globales del trabajo infantil. Los organismos estatales de los distintos órdenes de gobierno de los países (municipios, provincias, Nación) suelen aceptar los criterios incluidos en las memorias, informes y resoluciones que emanan de estos foros internacionales, los cuales han llegado a convertirse en un espacio de consenso sobre los criterios que deben orientar el conocimiento del trabajo infantil en el Mundo ((ILO 2002), (Hagemann, y otros 2006), (OIT-CIET 2008c)). No pueden obviarse, por lo tanto, las aportaciones derivadas de estas reuniones. En el año 2008 se celebró la décimo octava edición de la CIET, especialmente relevante porque sus resoluciones y definiciones, expuestas a continuación, habrán de orientar las estimaciones estadísticas del trabajo infantil (OIT-CIET 2008c):24 24. Una buena síntesis de los acuerdos tomados en esa reunión puede verse en un reciente documento de la OIT (OIT 2010), y por supuesto en los informes de dicho encuentro ((OIT-CIET 2008a), (OIT-CIET 2008c)).

36

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Tabla 3. Clasificación de las actividades en el marco del SCN 1.1.1 Producción comercial

ACTIVIDADES

1.1 Producción económica 1. Actividades productivas

1.1.2 Producción económica no comercial (autoconsumo)

Frontera de la producción del SCN 1.2 Producción no económica

1.2.1 Servicios domésticos no remunerados 1.2.2 Voluntariado y servicio comunitario

Frontera general de la producción del SCN 2. Actividades no productivas

2.1 Educación, formación, estudio. Esparcimiento y cultura. Cuidado personal.

Fuente: elaboración a partir de OIT-CIET (2008c, 11).

1. Adopción de una definición amplia del trabajo infantil, que incluye a la población entre 5 y 17 años que, en el periodo de referencia, haya participado en cualquier actividad delimitada por la frontera general de la producción del Sistema de Cuentas Nacionales. Se trata de incorporar a los niños y las niñas involucrados en el desempeño de las actividades productivas; es decir: a) a quienes participan en la producción económica comercial, elaborando bienes y servicios destinados fundamentalmente a su venta en el mercado; b) a los que participan en la producción económica no comercial, ejecutando actividades cuyo fin es la elaboración de bienes para el autoconsumo final del hogar; y c) a quienes colaboran en las actividades específicas de la producción no económica, como los quehaceres domésticos y otras formas del trabajo no remunerado (voluntariado y servicios domésticos). El alcance de los distintos tipos de actividad puede apreciarse con más facilidad en la tabla 3. 2. La aplicación del nuevo criterio operacional —frontera general de la producción— requiere identificar las variables para la medición del trabajo infantil desde esta perspectiva más amplia. Al respecto (OIT 2010, 2): …la medición del trabajo infantil incluye a los niños y niñas ocupados en la producción económica y a los niños y niñas que desempeñan servicios domésticos no remunerados [quehaceres domésticos o trabajo doméstico en el propio hogar] peligrosos, esto es, servicios domésticos no remunerados que se suministran a) durante horarios prolongados; b) en un medio insalubre, que supone la manipulación de equipos peligrosos o cargas pesadas; c) en lugares peligrosos, etc.

3. La aplicación de la frontera general de la producción del SCN hace posible distinguir entre la población infantil ocupada en la producción económica, los niños y las niñas en situación de trabajo 37

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

infantil al interior de la frontera de la producción, y la población infantil que lleva a cabo trabajos peligrosos (recuadro 4). La primera de estas categorías —niños y niñas ocupados en la producción económica (1.1 en la tabla 3)— es equivalente a la de los niños y las niñas trabajadores, según el significado conferido a esta expresión años antes de la celebración de la 18ª CIET (OIT-IPEC-SIMPOC 2006): Niño trabajador. Todas las actividades productivas llevadas a cabo por niños, ya sean para el mercado o no, remuneradas o no, a tiempo completo o a tiempo parcial, ocasionales o regulares, en el sector formal o informal. Se incluye el trabajo realizado en negocios familiares, en actividades productivas del hogar, así como el trabajo doméstico realizado en hogares de terceros.

A diferencia de los niños y las niñas que trabajan, el trabajo infantil, en sentido amplio, puede ser definido como (OIT-IPEC-SIMPOC 2006): …el trabajo que es mental, psicológica, social y moralmente peligroso y perjudicial para los niños, las niñas y los adolescentes; o bien interfiere con sus estudios debido a que los priva de la oportunidad de asistir a la escuela, los obliga a dejar la escuela prematuramente y/o los obliga a intentar combinar la asistencia a la escuela con excesivas y largas horas de trabajo.

El encuentro de la CIET celebrado en el año 2008 destacó también las ocupaciones, los procesos productivos, los productos y los agentes peligrosos, así como las condiciones ambientales físicas que pueden perjudicar a los niños y las niñas que trabajan. Todos estos factores negativos para la población infantil ya habían sido señalados como peligrosos en un informe previo sobre las estimaciones globales del trabajo infantil (Hagemann, y otros 2006). En efecto, dos años antes de la reunión de la 18ª Conferencia Internacional, la OIT había publicado los resultados de la medición del trabajo infantil a nivel mundial para el periodo 20002004, en un estudio que incluía un listado de estos elementos elaborado a partir de la Recomendación 190 del Convenio 182, y de las disposiciones sobre el trabajo peligroso extraídas de las legislaciones nacionales (Hagemann, y otros 2006, 23-24 y 50-51).25 Así pues, aunque el Convenio 182 convierte en responsabilidad del Estado que lo aprueba (Artículo 4, inciso 1) el reconocimiento de las actividades que han de ser consideradas como trabajos peligrosos al interior del propio país, la propuesta de Hagemann et. al. pretende tener un alcance transnacional. En la tabla 4 se muestran las ocupaciones y los procesos peligrosos; en la tabla 5, los productos y agentes peligrosos, y las condiciones ambientales físicas, que pueden tener impacto negativo en los niños y las niñas expuestos a ellas. La tabla 4 proporciona además una información adicional: las ocupaciones y los procesos peligrosos sombreados corresponden a las actividades para las cuales se ha recopilado información en el levantamiento cualitativo llevado a cabo para este estudio. Ello permite conocer, para algunas de las manifestaciones del trabajo peligroso efectuado por los niños y las niñas de Santa Fe: cuáles son los significados o las representaciones sociales construidas por distintos actores (funcionarios políticos, equipos de las organizacio25. Hagemann, Diallo, Etienne y Mehran no mencionan los países ni los ordenamientos revisados. Las estimaciones correspondientes al periodo 2004-2008 pueden encontrarse en (Diallo, y otros 2010).

38

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

nes no gubernamentales y hogares de los niños y las niñas que trabajan); cuáles son las decisiones familiares con relación al trabajo, y específicamente al que denominamos trabajo peligroso; y cuáles son las estructuras que habilitan y constriñen el trabajo infantil en la Provincia, incluyendo sus expresiones más lacerantes.

2. Factores causales del trabajo infantil En una reciente publicación del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTESS) y la OIT —en el marco del IPEC— los investigadores Marta Novick y Martín Campos (Novick y Campos 2007) presentan una revisión sobre los principales factores determinantes del trabajo infantil en la bibliografía especializada: educación, pobreza, hogar, cultura y contexto. Dentro del determinante vinculado con la educación, los autores desagregan un conjunto de variables que se relacionan con el fenómeno del trabajo infantil. Por un lado, la percepción que los padres tienen del valor de la educación como mecanismo de generación de mayores ingresos futuros, influyendo en ella la oferta educativa, la calidad de la educación, la relación docente-alumno y los contenidos adaptados a las estructuras productivas de las zonas urbanas y rurales. Por otra parte, la educación de los padres, no sólo por su relación con los niveles de pobreza y bienestar, sino por lo que este indicador supone en términos de un clima educativo del hogar que propicie la ayuda y el seguimiento en las tareas escolares del niño y la misma percepción acerca del valor de la educación. Dentro del determinante vinculado con la pobreza, los autores describen los diferentes modelos de decisión familiar que han sido utilizados por las investigaciones especializadas. La idea de que el trabajo infantil asume la forma de una participación vinculada a la supervivencia del hogar, ha sido una de las más recurridas en las investigaciones. Sin embargo, como advierten los autores, esta relación no es clara ni unívoca. El modelo de decisión del hogar —aparato conceptual utilizado en estas investigaciones— es un modelo complejo: un conjunto de variables inciden en la decisión vinculada con la participación infantil en las actividades económicas. Entre estas variables, los autores destacan el concepto de costo de oportunidad de la educación de los niños (o el salario que el niño podría llegar a recibir o generar a cambio de su actividad laboral), el salario del adulto del hogar y las opiniones o comportamientos de los niños (un desempeño escolar negativo, o el desagrado del niño frente al estudio, podrían influir en la decisión de retirarlo de la escuela). Con relación al determinante vinculado con las características del hogar, los autores plantean el tamaño del hogar y la situación ocupacional de los padres. Respecto a esta última, las investigaciones reseñadas por Novick y Campos muestran la relación de complementariedad o sustitución entre la condición de ocupación de los padres y la probabilidad de que el niño trabaje. En los tres conjuntos de factores determinantes anteriores —educación, pobreza y características del hogar— se encuentran varios indicadores relacionados con el cuarto: la cultura. Sin embargo, la introducción de indicadores culturales en los modelos explicativos del trabajo infantil ha sido menos común. La dificultad de medición que presentan los fenómenos culturales trae como consecuencia una menor 39

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Recuadro 3. Glosario de términos del Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil en Argentina, 2006 Trabajo Infantil: Toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso. Actividad económica: Aquella acción de carácter físico y/o intelectual destinada a la producción y oferta de bienes y servicios. Se considera toda la producción del mercado y algunos tipos de producción de no-mercado, como son la producción y elaboración de productos primarios para autoconsumo, la construcción por cuenta propia y otras producciones de activos fijos para uso propio. Estrategia de supervivencia: conductas de las personas, reiteradas a lo largo de su ciclo de vida tendientes a obtener recursos para sus fines productivos y reproductivos; conductas que se eligen dentro de un rango de alternativas disponibles determinadas por las restricciones que son propias de su inserción social. El fin de estas estrategias es enfrentar las necesidades básicas para la subsistencia individual y/o colectiva. Remuneración: Retribución que debe percibir una persona como consecuencia de haber puesto su fuerza de trabajo a disposición del empleador o un tercero. Ésta puede ser en especie o dinero. La remuneración en efectivo no puede ser inferior al salario mínimo vital y la remuneración en especie no puede superar el 20 por ciento del salario mínimo de convenio. En el trabajo infantil existe la posibilidad de que la niña o el niño no perciba ninguna remuneración. Tales son la esclavitud o prácticas análogas, el trabajo rural, trabajo doméstico intrafamiliar, etc. Niña y niño: es todo ser humano por debajo de los 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad. Edad mínima de admisión al empleo o trabajo: Criterio establecido por los Estados para definir lo aceptable y lo inaceptable en materia de admisión al empleo o trabajo. La normativa internacional fija la edad mínima de admisión al empleo o trabajo a partir del Convenio Internacional de la Organización Internacional del Trabajo Nº 138 (1973), por debajo de la cual las niñas y los niños no deberán ser admitidos a empleo o trabajo alguno, considerándolo trabajo prohibido. El Convenio establece que la edad mínima no podrá ser inferior a la edad en que cesa la instrucción obligatoria establecida por la legislación de cada país o en todo caso 15 años. Dicha edad de admisión al empleo o trabajo se amplía para aquellas niñas y niños que se encuentran comprendidos en el ciclo escolar obligatorio y tengan más de 15 años. La Argentina al ratificar el Convenio hizo uso de una opción prevista en el mismo. Por lo cual nuestro país específica inicialmente una edad de catorce años como edad mínima de admisión al empleo o trabajo. Ciclo escolar obligatorio: es el tiempo cronológico que establece cada país a fin de garantizar el derecho de las niñas y los niños a una educación básica. Según la Ley Federal de Educación se prevé un ciclo de educación básica obligatoria de diez años de duración. De acuerdo a la normativa internacional y lo dispuesto en las leyes nacionales, si la niña o el niño no ha completado su educación obligatoria deberá existir una autorización expresa del Ministerio Pupilar para poder trabajar, debiendo demostrarse que este trabajo se considera indispensable para su subsistencia y la de sus familiares directos, no tratándose de ocupaciones nocivas, perjudiciales o peligrosas. Trabajo peligroso: Son aquellas actividades que por su naturaleza o por las condiciones en que se realizan puedan resultar peligrosas para la salud, la seguridad o la moralidad de las niñas y los niños. No pudiendo realizarse por debajo de los dieciocho años. Trabajo adolescente (denominado trabajo de “menores”): Actividad económica, con o sin finalidad de lucro, realizada por niñas y niños, entre la edad mínima de admisión al empleo o trabajo establecida por la legislación nacional y la edad de dieciocho años. Se trata de actividades lícitas, bajo una relación de dependencia y realizadas en el ámbito del sector formal de la economía. El trabajo adolescente goza de una regulación legal específica a los fines de proteger el desarrollo físico, psíquico y social de la niña o el niño, tales como la prohibición del trabajo nocturno, el trabajo a domicilio, el trabajo, peligroso, penoso e insalubre, una jornada laboral de seis horas, etc. Peores formas del trabajo infantil: Constituyen aquellas establecidas a partir del Convenio Nº 182 de la Organización Internacional del Trabajo (1999). Estas modalidades están prohibidas por debajo de los 18 años de edad. El Convenio Nº 182 establece cuatro categorías: • Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niñas y niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niñas y niños para utilizarlos en conflictos armados. • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niñas y niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas. • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niñas y niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes. • El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de las niñas y los niños. Nótese que este Plan Nacional, al ser previo a la Ley 26.390, menciona los 14 años como edad mínima y utiliza la expresión “menores” como sustantivo. Fuente: (CONAETI 2006, 39-40).

40

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Recuadro 4. Las categorías del trabajo infantil tras la 18ª CIET Los niños ocupados en la producción económica son aquéllos que realizan cualquier actividad dentro de la frontera de producción del Sistema de Cuentas Nacionales durante al menos una hora en el transcurso del período de referencia. Esto hace referencia a las actividades económicas de los niños y abarca toda la producción para el mercado y ciertos tipos de producciones no comerciales (principalmente la producción de bienes y servicios para uso propio). Comprende, además, formas de trabajo en los sectores formal e informal, así como dentro y fuera del contexto familiar; el trabajo a cambio de una remuneración o beneficios (en efectivo o en especie, a tiempo parcial o a tiempo completo), o el trabajo doméstico (remunerado o no remunerado) fuera del propio hogar para un empleador. Los niños que se encuentran en trabajo infantil dentro de la frontera de producción del SCN constituyen un subconjunto de los niños ocupados en la producción económica. Comprende a los niños ocupados en las peores formas de trabajo infantil y a los niños ocupados en la producción económica por debajo de la edad mínima, salvo los que realizan trabajo ligero permitido, si procede. Por consiguiente, se trata de un concepto más restringido que el de los “niños ocupados en la producción económica”, exceptuando todos aquellos que sólo trabajan unas cuantas horas por semana en trabajos ligeros permitidos y los que se encuentran por encima de la edad mínima y realizan formas de trabajo no clasificadas como “trabajos peligrosos” o como peores formas de trabajo infantil. El trabajo peligroso realizado por niños es cualquier actividad u ocupación que, por su naturaleza o características, tiene, o puede producir, efectos perjudiciales para la seguridad, la salud (física o mental) y el desarrollo moral de la infancia. Por lo general, se consideran condiciones de trabajo peligrosas para los niños los horarios prolongados o nocturnos, los trabajos en que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual, los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados, los trabajos que se realizan con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o que conllevan la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas, y los trabajos realizados en un medio insalubre en el que los niños estén expuestos, por ejemplo, a sustancias, agentes o procesos peligrosos, o bien a temperaturas o niveles de ruido o de vibraciones que sean perjudiciales para la salud. Con frecuencia, el trabajo peligroso realizado por menores se considera como una variable representativa de las peores formas de trabajo infantil, y ello por dos razones. En primer lugar, sigue resultando difícil obtener datos nacionales fiables sobre las peores formas de trabajo infantil distintas del trabajo peligroso, como el trabajo en régimen de servidumbre y el trabajo forzoso, o la explotación sexual con fines comerciales. En segundo lugar, los niños que realizan trabajos peligrosos constituyen la gran mayoría de los menores que son víctimas de las peores formas de trabajo infantil (por lo menos un 90 por ciento). Todo el texto del recuadro es transcripción literal. Fuente: (OIT 2010, 2)

solidez de los resultados de las investigaciones que toman como principal determinante a las características culturales. Si bien existe un cuantioso bagaje de investigaciones que vinculan a la cultura con el trabajo infantil, éstas deben asumir una metodología cualitativa de abordaje que permite obtener ricos hallazgos pero no permite consolidar enunciados explicativos. La inclusión de la cultura como factor determinante o co-determinante de las situaciones de trabajo infantil, permite tener en cuenta el efecto de variables como la influencia de las normas sociales; la naturalización del problema; y las representaciones sociales positivas vinculadas al trabajo como socializador en las responsabilidades de la vida adulta, como instancia de aprendizaje más efectiva que la escuela y como mecanismo de control social. Por último, los autores aluden a dos determinantes relacionados con el contexto en el cual se desarrolla el trabajo infantil: a) las características de la demanda y b) la participación de la agricultura en la economía nacional. Con respecto al primero de ellos, si bien no hay evidencia empírica que permita relacionar la demanda de trabajo infantil con las capacidades diferenciadas de los niños y las niñas, existen características al interior de algunas actividades productivas que son favorables a la participación infantil, como el tipo de trabajo a realizar, las modalidades de contratación y/o de pago, las dificultades en el reclutamientode mano de obra adulta, la informalidad de los sectores productivos y el desarrollo tecnológico de éstos. Como señalan los autores (Novick y Campos 2007, 40):

41

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Tabla 4. Ocupaciones y procesos peligrosos para la participación infantil en las actividades productivas Sector económico Administración pública Agropecuario

Comercio

Construcción Electricidad, gas y agua Explotación de minas y canteras

Industria

Industria y agropecuario

Industria, agropecuario y transporte Pesca

Ocupaciones y procesos peligrosos Trabajo en tribunales y prisiones y como supervisores de libertad condicional Trabajo con animales salvajes peligrosos Trabajo en agricultura comercial Trabajo forestal Servicio de comidas en las estaciones de trenes (14 años) Trabajo en establecimientos de entretenimientos Actividades callejeras Trabajo en construcción y demolición Tendido de cables Trabajo en la industria del agua y del gas Trabajo en minas y canteras, trabajo subterráneo Prospección de petróleo y trabajo relacionado Trabajo de excavación Trabajo en mataderos Trabajo en la industria del aluminio (16 años) Fabricación de ladrillos Tejido de alfombras (14 años) Recogida de escorias, limpieza de cenizas (14 años) Fabricación de cerillas (16 años) Trabajo con sopletes de oxiacetileno (16 años) Trabajo en los procesos de la sal y la salmuera Construcción naval (16 años) Fabricación de jabón (14 años) Trabajo en la fabricación de cristal y vidrio Trabajo en refinerías de azúcar Trabajo en curtiembres Trabajo en industrias textiles Soldadura y función de metales, trabajo metalúrgico Trabajo con grúas y máquinas elevadoras Trabajo con máquinas en movimiento Trabajo con equipos movidos con pedales/manivelas (16 años) Trabajo con motores y equipos a vapor Trabajo con sierras circulares y otras máquinas para cortar Trabajo con cargas y objetos pesados Manejo de vehículos Trabajo marítimo Trabajo bajo el agua

Servicios

Transporte

Excavaciones arqueológicas Cuidado de personas con problemas mentales Servicios domésticos (16 años) Trabajo con bomberos y servicios de salvamento Trabajo en pistas de aeropuertos

Los países han prohibido la participación en estas actividades a la población menor de 18 años, o, en algunos casos, incluso a edades inferiores (señaladas entre paréntesis). Fuente: elaborado a partir de (Hagemann, y otros 2006, 50).

42

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Tabla 5. Productos, agentes y condiciones ambientales físicas que pueden ser peligrosos para los niños y las niñas que trabajan Productos y agentes peligrosos Producción y/o venta de alcohol

Rayos infra-rojos y ultra-violetas, láser, emisiones de radiofrecuencia

Asbesto

Metalurgia del plomo/zinc

Benceno

Manganeso

Decolorantes y cloro

Mármol, piedra y yeso

Cadmio

Mercurio

Cemento

Pinturas, disolventes, barnices, pegamentos

Productos químicos

Exposición a agentes patógenos (trabajo en hospitales, limpieza de calles…)

Cromo

Potasio y sodio

Gas/aire comprimido

Sustancias radioactivas o radiaciones ionizantes

Electricidad

Caucho

Explosivos

Alquitrán, asfalto, betún

Humos, polvos, gases y otras sustancias tóxicas

Tabaco

Condiciones ambientales físicas Estrés térmico

Ausencia o niveles anormales de iluminación

Vibración y ruido

Aumento o disminución de la presión del aire

Ventilación inadecuada

Riesgos ergonómicos

Riesgos de accidentes Los países prohíben la participación de la población por debajo de los 18 años en actividades productivas que impliquen la exposición a estos productos, agentes y/o condiciones ambientales físicas. Fuente: elaborado a partir de (Hagemann, y otros 2006, 51).

…existe en el campo una alta presencia de trabajo infantil dentro de la unidad familiar pero destinado a terceros: el trabajo a destajo es una de las modalidades de contratación de mano de obra que promueve la participación laboral de los niños.

Con respecto a la importancia de la agricultura para el trabajo infantil, Novick y Campos señalan un conjunto de características que favorecen la presencia de los niños y las niñas en las actividades rurales: contar con un emprendimiento o empresa familiar; la existencia de ofertas educativas flexibles (escuelas de alternancia entre trabajo y estudio); la disponibilidad de tierras; el tipo de producción utilizada; la rentabilidad de las tierras; y el desarrollo tecnológico. Teniendo en cuenta estos indicadores, la pobreza no es condición suficiente para explicar la presencia infantil en las actividades productivas rurales, sino que se requiere tomar en cuenta otros condicionantes. La contribución de Novick y Campos es una buena aproximación a los determinantes del trabajo durante la infancia, una cuestión que ha acaparado el 43

44 Campañas de información y sensibilización pública, medidas de promoción de la igualdad y de protección social

MARCO JURÍDICO Y ACCIONES DE POLÍTICA PÚBLICA QUE ORIENTAN LA INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO

Medidas en materia de enseñanza

Asistencia a la escuela: existencia y proximidad de escuelas, costos directos, costos de oportunidad.

Valores sociales. Construcción social del trabajo infantil y de los roles infantiles. Estructura de preferencias (deseo de obtener bienes de consumo). Nivel de educación de los padres.

Determinantes e incidencia

PARTICIPACIÓN INFANTIL en las actividades laborales

Existencia y características de los instrumentos jurídicos que regulan la participación infantil en las actividades económicas

Ausencia de medios para la imposición del cumplimiento de los instrumentos jurídicos y/o elevada permisividad en su aplicación. .

Tipo de producto Tipo de tecnología en el proceso productivo Costo y características de la mano de obra infantil: desorganización, docilidad, flexibilidad, bajo costo, mayor capacidad de adaptación, “dedos ágiles”

Decisión acerca del empleo de los niños y niñas

DEMANDA

La expresión trabajo infantil debe entenderse, en este esquema, en el sentido amplio de participación de los niños y las niñas en la producción económica. Fuente: (Pérez-García 2009, 164)

Medidas en materia de empleo e ingresos

Situación de empleo y nivel de remuneración de los miembros del hogar (falta de trabajo decente para los adultos).

Características del modo de producción y del mercado de trabajo.

Otros recursos del hogar.

Crecimiento económico. Desigualdad. Emigración. Protección social inadecuada..

Posición económica del hogar y condición de pobreza

Decisión familiar acerca del trabajo infantil (y de los miembros del hogar)

OFERTA

Figura 1. Marco conceptual y analítico sobre la participación infantil en las actividades laborales

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

interés de muchos estudiosos sobre el tema y que ha ocupado un gran espacio en la bibliografía correspondiente.26 La figura 1 ha sido elaborada en un intento por sistematizar las aportaciones realizadas, desde distintas perspectivas teóricas y metodológicas, desde la obra seminal de Rodgers y Standing (1981). En ella son representados los principales factores causales de la participación infantil en las actividades labores, reflejando la doble perspectiva analítica habitualmente aplicada en el estudio de los mercados de trabajo —la oferta y la demanda—, y una múltiple aproximación temática. Una primera mirada a la figura 1 permite localizar en el lado izquierdo de la misma los factores que intervienen sobre el ofrecimiento de mano de obra infantil, y en el lado derecho aquéllos que poseen impacto sobre la demanda o solicitud de niños y niñas trabajadores. Esta perspectiva no es exclusiva de la participación infantil en el trabajo asalariado, puesto que también en los casos en que el niño es trabajador de un emprendimiento familiar (sin recibir pago o remuneración por ello) puede existir la reflexión entre el “costo”, el “beneficio” y el balance entre ambos (entiéndase en sentido laxo) respecto a la presencia infantil en las actividades productivas.27 El área sombreada inferior de la figura 1 representa el espacio de las acciones de política pública que pueden incidir en la erradicación del trabajo infantil. En ella se muestran medidas de política económica en materia de empleo e ingresos (por ejemplo la revisión y actualización de los salarios mínimos), acciones en el ámbito de la enseñanza (como pudiera ser el reciente programa de Asignación Universal por Hijo), campañas de información y sensibilización pública, medidas de promoción de la igualdad y la protección social, y elaboración y revisión de los instrumentos jurídicos para la protección de los derechos infantiles y para la regulación de su participación laboral de acuerdo al marco normativo nacional (Leyes 26.390 y 26.061, entre otras).28 Un análisis más detallado de los factores que intervienen en la oferta de trabajo infantil obliga a centrar la atención en el importante lugar que ocupa el hogar como instancia mediadora entre los determinantes de carácter estructural y la decisión de la participación de los niños y del resto de sus integrantes en el mundo laboral. Pese a que los términos hogar (o grupo doméstico o unidad doméstica) y familia no son sinónimos, desde una perspectiva general se suele mencionar el seno familiar como el ámbito de decisión del trabajo durante la infancia. Sin embargo, si bien son poco conocidos los procesos intrafamiliares que 26. En un artículo de 2008, publicado por la Asociación Argentina de Economía Política, son seleccionados numerosos determinantes del trabajo infantil para la identificación de un modelo multivariable que, con la información de la EANNA, permita conocer la probabilidad de ocurrencia del trabajo infantil en Argentina ante el valor adoptado por dichos determinantes. Para más detalles sobre las características de las variables independientes elegidas, la forma funcional del modelo y los resultados obtenidos, puede verse (Torre 2008). 27. Por ejemplo, en términos de cálculo estrictamente económico los niños y las niñas pueden desempeñar de manera gratuita, en un emprendimiento del hogar, actividades que de otro modo serían ejecutadas por un adulto ajeno, cuya retribución excedería las posibilidades de la unidad economía familiar. Esta misma situación se presta a una interpretación desde una lógica distinta. Aún cuando el emprendimiento familiar pudiera pagar el salario de un empleado adulto, podrían existir razones para preferir la ocupación del niño frente a la de aquel; es el caso de la percepción del trabajo como un factor de socialización, o incluso de control del tiempo durante la infancia y la temprana adolescencia. El análisis sobre las representaciones sociales desarrollado en la segunda parte de este informe permite profundizar en estos aspectos a partir de la situación específica y actual de la provincia de Santa Fe. 28. Una interesante fuente para profundizar en estos aspectos es la reciente publicación de OIT, UNICEF y Banco Mundial, en el marco de su Programa Understanding Children’s Work – UCW (OIT-UCW 2010).

45

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

conducen a que los niños y las niñas vendan su fuerza de trabajo, existe un notable consenso con relación a las condiciones “visibles” u “objetivas” en que es más probable la búsqueda de un empleo por parte de la población infantil. Una de las variables citadas con gran frecuencia es la condición de pobreza del hogar, vinculada estrechamente con la posición económica del grupo doméstico y con el nivel y variedad de los recursos disponibles para su reproducción cotidiana. Por otro lado, existen diversos factores que pueden incrementar la probabilidad de que los hogares se encuentren en una situación económica poco favorable; o de que, estando por encima de la línea de pobreza, puedan caer por debajo de ella en un momento dado. Entre estos factores es posible citar algunos indicadores macroeconómicos, (como el crecimiento y la desigualdad), fenómenos migratorios (por ejemplo la emigración a otro país o la migración temporal y asociada a las actividades productivas estacionales del principal proveedor del hogar), y circunstancias como la carencia de programas de protección social adecuados. Igualmente es posible identificar otros aspectos que intervienen en la decisión final del trabajo en la infancia desde el lado de la oferta, tales como el modo de producción imperante y las características del mercado de trabajo, uno de cuyos indicadores más representativos es la disponibilidad de empleos no precarios, es decir, con remuneraciones al trabajo, jornadas laborales y prestaciones adecuadas. Expresado en otros términos: en la medida en que los adultos del hogar puedan acceder a empleos bien remunerados y con prestaciones, la posición económica de la unidad doméstica tenderá a ser mejor, y ésta no se verá en la necesidad de recurrir a otras actividades —entre las que se incluye el trabajo de los niños y las niñas— con el objetivo de incrementar los recursos para la satisfacción diaria de sus necesidades básicas. Otro de los elementos relevantes del marco analítico representado en la figura 1 lo constituye, sin duda, el lugar que ocupa la escuela, pues habitualmente en los antecedentes sobre los determinantes del trabajo infantil la asistencia a la escuela es una de las variables más importantes de la explicación del trabajo de los niños. Existen muchas situaciones que pueden explicar el hecho de que un niño sea o no un estudiante regular, pero también de cómo la asistencia a un centro escolar puede reducir la probabilidad del trabajo infantil. En el esquema anterior han sido incluidas algunas de las variables más relevantes en este sentido: la existencia de instituciones escolares y la distancia entre éstas y el lugar donde vive el niño, los costos directos derivados de la participación en las actividades escolares (precio de los uniformes, del transporte y de los útiles escolares), y los costos de oportunidad de dicha participación (ingreso que el niño deja de aportar al hogar durante el tiempo que estudia y no trabaja). Como puede observarse, en el recuadro que contiene las variables referidas a la escuela confluyen tanto las medidas que emanan de las acciones de política pública (Medidas en materia de enseñanza) como las variables económicas que derivan de una más o menos favorable posición económica del hogar (Posición económica del hogar y condición de pobreza). En otros términos: se supone que los hogares que cuentan con bajos recursos tienen mayores dificultades para garantizar la educación de sus hijos e hijas, y que las acciones de política educativa pueden —y deben— influir favorablemente en la permanencia, el desempeño y el logro educativos de los niños y las niñas cuando el hogar carece de los medios necesarios para 46

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

ello. Pero la relación entre escolaridad y trabajo infantil no es unívoca. A menudo se plantea el problema de una potencial relación endógena entre estas variables, lo que se traduce en la dificultad para afirmar inequívocamente si la escuela es un factor condicionante del trabajo infantil, o si es el hecho de que el niño trabaje lo que puede modificar la probabilidad de asistir a la escuela. Finalmente, entre los factores explicativos de la oferta de mano de obra infantil debe recordarse la importancia de considerar el papel que desempeñan los valores culturales y la construcción social de los roles infantiles. El peso de ellos puede generar respuestas muy distintas de los hogares ante condiciones materiales similares. Por ejemplo, en dos hogares con el mismo (bajo) nivel de ingresos pero distinta estructura de preferencias con relación al trabajo de sus niños y niñas, el resultado puede ser distinto: en un caso, los adultos pueden motivar la incorporación temprana a las actividades laborales, pero en otro la respuesta puede manifestarse en un mayor esfuerzo de los padres y de otros adultos del grupo doméstico (mayor endeudamiento y/o intensificación de las jornadas de trabajo) a fin de evitar que los más pequeños del hogar se vean obligados a combinar escuela y trabajo o, en el peor de los casos, a abandonar su educación formal. Igualmente, dos grupos domésticos con diferentes niveles de ingreso pueden presentar el mismo resultado en cuanto al trabajo de sus integrantes de menor edad. Recuadro 5. Los cambios en la EPH y el conocimiento del trabajo infantil En el año 2003 la EPH sufrió importantes transformaciones en su contenido y operación, que afectaron su cobertura temática, su diseño muestral y los aspectos operativos. Una de las modificaciones de mayor impacto con relación al estudio del trabajo infantil en los aglomerados urbanos corresponde a la fijación de los 10 años como la edad mínima para la medición de la condición de actividad. Durante el periodo en fue aplicado el modelo de la EPH puntual (hasta el segundo trimestre de 2003), las preguntas incluidas en el cuestionario individual para la medición de las actividades laborales eran planteadas a todos los miembros del hogar, sin límite de edad, lo que explica el cálculo de las tasas de empleo para los niños y las niñas menores de 10 años (gráfica 1). La aplicación del modelo de la EPH continua representa, lamentablemente, una restricción significativa en el conocimiento del trabajo infantil como problema social, ante la imposibilidad de medir su tamaño, incidencia, características y factores causales para una parte de la niñez de la Argentina. La explicación proporcionada por el INDEC para dicho cambio se cita a continuación (INDEC 2003, 8): “Este cambio se debe a la dificultad metodológica de captar el trabajo de menores con el mismo instrumento utilizado para rescatar el trabajo adulto”. Cabe mencionar que aun cuando la EPH continua conserva algunas preguntas, en su cuestionario de hogar, que permitirían estimar la participación laboral de la primera infancia (“…los menores de 10 años cuentan tanto con información de variables demográficas como con un ítem específico en el bloque estrategias del hogar que mide su relación con la actividad laboral” (INDEC 2003, 8)), en la práctica dicha estimación se ve seriamente obstaculizada. A partir de diversos ejercicios llevados a cabo con las matrices de datos difundidas en la dirección electrónica del INDEC (www.indec.gov.ar), es posible concluir que, para el segundo trimestre de 2009, se registra un solo hogar con dos niños menores de 10 años que ayudan monetariamente a la familia gracias a su trabajo, una cantidad que descarta cualquier análisis al respecto. Por otro lado, la imposibilidad de acceder a las bases de datos de la EPH puntuales (previas al 2003) impide también un conocimiento más detallado de la participación laboral de la infancia menor de 10 años.

Por el lado de los factores que pueden influir en la demanda de trabajo infantil, son recurrentes las razones argüidas en torno al tipo de tecnología utilizada en los procesos productivos y las ventajas comparativas 47

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

que adquieren los empleadores de niños frente a los que emplean adultos. Algunas de estas ventajas estarían asociadas con un menor costo de la mano de obra infantil en comparación con la adulta, así como en la mayor facilidad para controlar física y psicológicamente a los niños y las niñas que trabajan; el hecho de que los niños y las niñas no se organicen en sindicatos, y su escasa, si no nula, capacidad de negociación, los sitúa en una clara posición de inferioridad frente a sus patrones adultos. Es muy conocido también el llamado “argumento de los dedos ágiles” (nimble fingers, por su conocida expresión en inglés), que durante mucho tiempo fue esgrimido por quienes veían en los niños a hábiles y ágiles trabajadores para el desarrollo de muchas tareas; por ejemplo, para la confección de los nudos de los tapetes (como sucede con frecuencia en la India y en Pakistán) y para la limpieza o pulido de piezas de pequeño tamaño (como objetos de artesanía o componentes para su ensamble posterior). Sin embargo, con el paso del tiempo tanto el argumento de la tecnología como el de los dedos ágiles han recibido críticas ue han puesto de manifiesto su notable debilidad, puesto que el trabajo de los adultos es un sustituto para el trabajo de los niños; o, en otras palabras, los adultos pueden hacer lo que hacen los niños. Asimismo, la existencia y la mayor o menor eficacia de los instrumentos jurídicos que regulan el trabajo de los niños y las niñas (específicamente en el control de su aplicación) puede reducir la incidencia del trabajo en la infancia aun cuando los empleadores sigan percibiendo con nitidez las ventajas relativas de contratar a un niño frente a un adulto. En sentido inverso, es lógico afirmar que la inexistencia y/o ineficacia de un marco normativo carecerá de efecto en la erradicación del trabajo de los niños y las niñas. Ello explica que del área referida a los instrumentos jurídicos (existencia y características de los instrumentos jurídicos que regulan la participación infantil en las actividades económicas) surja una línea hacia el recuadro referido a la ausencia de medios para la imposición del cumplimiento de los instrumentos, y de este último otra línea que apunta a la decisión final acerca del empleo infantil por parte de los propietarios de los medios de producción. El marco conceptual y analítico representado en la figura 1 admite, finalmente, una interpretación de carácter dinámico, a modo de una aproximación al análisis del problema bajo situaciones hipotéticas relacionadas con los indicadores que lo integran. En otras palabras, si se puede identificar una relación recurrente entre, por ejemplo, la condición de pobreza de un hogar y la participación laboral de sus miembros de menor edad, se puede plantear la situación hipotética de que un descenso en el ingreso del grupo doméstico (de tal magnitud que el hogar caiga en la condición de pobreza) derivará en el trabajo de sus niños y niñas. O, yendo todavía más lejos, en los hogares vulnerables puede darse con mayor probabilidad el trabajo infantil que en los no vulnerables. De igual forma se puede sugerir relaciones hipotéticas entre el trabajo infantil y otros factores causales; por ejemplo: a) el incremento de la desigualdad y la incidencia del trabajo infantil; b) el crecimiento económico y la participación laboral de los niños y las niñas; c) la supresión de medidas de política educativa (becas, por ejemplo) y un crecimiento en el abandono escolar de los niños y las niñas que, por motivos económicos, dejan la escuela para incorporarse al mercado de trabajo; d) una supuesta abolición de las leyes que prohíben el trabajo infantil y un aumento de la contratación de niños y niñas en las empresas; o, 48

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

finalmente, e) cambios en los valores sociales con relación al empleo infantil, y una mayor permisividad en la participación de los niños y las niñas en las actividades económicas. Aún cuando existe acuerdo en que son muchos y variados los factores que intervienen en la presencia del trabajo infantil, el diseño de políticas requiere de un conocimiento preciso sobre las distintas expresiones de la participación de los niños y las niñas en las actividades productivas. No en vano, como afirma Ponce (Ponce 2007, 91): “(…) a la hora del diseño de las políticas es necesario tener la definición más operativa de las características que adquiere el trabajo infantil en cada realidad local”. Este enunciado es especialmente significativo por dos razones. Por un lado, porque refuerza el principio de que el diseño de cursos de acción para la eliminación del trabajo infantil (mediante planes, programas, estrategias y medidas de diverso alcance) debe estar basado en un conocimiento válido y fiable del problema. Por otra parte, porque contribuye a comprender la importancia y la necesidad de dedicar esfuerzos al análisis descriptivo y causal de algunas actividades realizadas por los niños y las niñas santafesinos, tal y como se lleva a cabo en la segunda parte de este documento.

3. Tamaño e incidencia del trabajo infantil en la Argentina Llama la atención la ausencia de Argentina en las estimaciones del trabajo infantil a nivel mundial. Ejemplo de ello es la reciente publicación de los resultados para el periodo 2004-2008 (Diallo, y otros 2010, 24), o el informe preparado en el marco del Programa UCW para la Conferencia Global del Trabajo Infantil celebrada el pasado mes de mayo en La Haya (OIT-UCW 2010). Sin embargo, la sorpresa es menor cuando, guiados por el interés de obtener mediciones sobre la incidencia y las características de la presencia infantil en las actividades productivas a nivel nacional, la mirada se dirige a las fuentes necesarias para ello. Lamentablemente, escasas, parciales y discontinuas, éstas sólo permiten un conocimiento fragmentado del problema. A lo largo de este apartado son presentados los datos que, a nuestro juicio, proporcionan un acercamiento posible a los datos cuantitativos del trabajo infantil en la Argentina, teniendo en cuenta la información disponible hasta el momento.

3.1 Aproximaciones disponibles Según una investigación relativamente reciente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESSIPEC 2002), la participación infantil en el mercado laboral urbano de la Argentina muestra una tendencia decreciente, en términos absolutos, durante el período comprendido entre 1991 y 2000. La información procedente del levantamiento de mayo de 1991 arroja una cifra de 36.931 niños y niñas, entre 5 y 14 años, en situación de actividad laboral en los grandes aglomerados urbanos —es decir, ocupados o en búsqueda de un empleo—, mientras que los datos correspondientes a mayo del año 2000 muestran un total de 13.828 niños y niñas, en este mismo rango de edad, en condición de actividad. Es decir, durante los nueve años transcurridos entre 1991 y 2000 la población infantil urbana en actividad laboral se redujo en 23.103 niños y 49

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

niñas. O, expresado de modo equivalente, al inicio del siglo XXI el número total de niños y niñas clasificados como económicamente activos en las ciudades había caído un 62,6% respecto al de 1991. Dado que el número total de niños y niñas ocupados (con edades entre 5 y 14 años, residentes en las ciudades) experimentó un descenso sostenido a lo largo del intervalo 1991-2000, y teniendo en cuenta que la población infantil de este mismo rango etáreo y lugar de residencia creció de forma continuada, la tasa de empleo infantil urbana —o relación porcentual entre los ocupados y la población total— presenta también una tendencia a la baja (MTESS-IPEC 2002, 12). Si se observa la gráfica 1 es posible apreciar esta evolución descendente generalizada, aun cuando ésta se vio interrumpida de manera notoria en mayo de 1994.29 Gráfica 1. Evolución de la tasa de empleo de la población infantil (5 a 14 años) en los aglomerados urbanos. EPH 1991-2000 1,80 1,59 1,60 1,31

1,40

Porcentajes

1,3

1,21

1,20

1,08

0,98

1,01

1,00 0,80

0,73

0,9

0,52

0, 79

0,60

0,61

0,67

0,40

0,58

0,53

0,57

0,54 0,45

0,20

0,26 May-01

Oct-00

May-00

Oct-99

Oct-98

May-99

Oct-97

May-98

May-97

Oct-96

May-96

Oct-95

May-95

Oct-94

Oct-93

May-94

May-93

Oct-92

May-92

Oct-91

May-91

Oct-90

0,00

Fuente: (MTESS-IPEC 2002, 12)

No obstante el punto de inflexión identificado en el año 1994, es visible la caída que se produce entre la incidencia del empleo infantil calculada para mediados de 1991 y el resultado obtenido hacia fines del 2000: si en mayo del primer año estaba ocupada el 1,3% de la niñez urbana entre 5 y 14 años —ó 13 de cada 1.000 niños y niñas—, en octubre de la segunda fecha la condición de ocupación afectaba a menos del 0,3% de la infancia urbana de la Argentina —3 de cada 1.000—. 29. Cabe mencionar que el incremento acaecido en 1994 en la tasa de empleo infantil urbano se produce también en el total de los desocupados infantiles, por lo que, lógicamente, aumenta el tamaño de la infancia económicamente activa, que incluye a los dos grupos anteriores. Estas notables variaciones podrían ser explicadas por factores de índole metodológica (MTESS-IPEC 2002, 11; énfasis añadido): Las tres series [PEA, ocupados y desocupados] presentan un salto en la onda de mayo de 1994. En dicha onda se incorporó a la EPH el ‘Módulo para el diagnóstico y evaluación de las metas sociales’. La inclusión de dicho módulo explica los saltos que se registran en las tres variables para dicha onda, pues las respuestas a las preguntas de la EPH original se ven condicionadas por el cuestionario del módulo externo.

50

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La medición del trabajo infantil urbano debe ser complementada con los datos correspondientes a la magnitud del problema en las áreas rurales del país, un propósito no exento de ciertas trabas (MTESS-IPEC 2002, 139). La fuente de información de referencia para estos cálculos es el Censo Nacional Agropecuario de 1988, según el cual en ese momento había en la Argentina 43.399 niños y niñas menores de 14 años considerados como trabajadores permanentes en explotaciones agropecuarias; es decir, como niños y niñas que laboraban de forma continuada en este tipo de explotaciones productivas de carácter agropecuario, excluyendo de las actividades infantiles tanto las tareas domésticas como la realización de artesanías.30 La tasa de empleo infantil rural ascendía, a finales de la década de 1980, al 11,12%, lo que significa que aproximadamente 11 de cada 100 niños y niñas con menos de 14 años residentes en estas explotaciones agropecuarias eran trabajadores permanentes. La incidencia del trabajo infantil rural era perceptiblemente mayor entre los niños que entre las niñas, al afectar al 12,8% de aquellos y al 9,2% de éstas. Gráfica 2. Tamaño e incidencia del trabajo infantil en zonas rurales, 1990-2000 1.200.000 1.016.569 1.000.000

Población rural menor de 14 años

835.870 800.000 600.000

Trabajadores permanentes* Población total

400.000 126.599 12,5%

200.000

1990

87. 022 10.4%

2000

* Niños y niñas que trabajan de forma permanente en una explotación agropecuaria. Fuente: (MTESS-IPEC 2002, 143) Fuente: (MTESS-IPEC 2002, 143)

A partir de las cifras obtenidas en el CNA, en el documento citado (MTESS-IPEC 2002) se lleva a cabo un ejercicio que permite estimar el tamaño y la incidencia del trabajo infantil en las zonas rurales del país en dos momentos de la historia reciente: 1990 y 2000.31 En el primero de estos años había 126.599 niños y niñas menores 14 años involucrados en el desempeño de un trabajo, lo que equivalía al 12,5% de toda la niñez rural en ese mismo momento (1.016.569). Una década después, el número de trabajadores 30. El CNA señala diversos criterios para la definición de una unidad agropecuaria (EAP): unidad de organización de producción que cuenta, al menos, con una superficie de 500 m2 y se localiza al interior de los límites de una provincia (MTESS-IPEC, 2002: 140). 31. El ejercicio consiste, en términos generales, en actualizar la tasa de empleo rural de 1988 al año 1990, y en multiplicar el valor de dicha tasa por la población que proyecta el INDEC para ese año.

51

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Figura 2. Las definiciones del trabajo infantil

Trabajo por propina Trabajo por propina

Ayuda habitual en el trabajo a padres, familiares o vecinos

Trabajo fuera del hogar

Definición 2

Ayuda habitual en el trabajo a padres, familiares o vecinos

Trabajo fuera del hogar

Quehaceres del hogar en ausencia de personas mayores

Definición 3

Fuente: (MTESS-IPEC 2002).

infantiles rurales se situaba en 87.022, el 10,4% de la población menor de 14 años que vivía en las áreas menos pobladas del país (835.870). En suma, entre 1990 y 2000 el tamaño del trabajo infantil rural se redujo un 31,3% (al término del periodo había 39,577 trabajadores menos que al inicio) y su incidencia un 16,4% (de 12,5% a 10,4%), diferencias que se ponen de manifiesto al observar la gráfica 2. Los ejercicios expuestos a lo largo del texto derivan, finalmente, en la obtención de las cifras correspondientes al trabajo infantil en el año 2000 en los grandes aglomerados urbanos, en las zonas rurales y en el total nacional. Las estimaciones son generadas para dos definiciones operativas del trabajo infantil —definición 2 y definición 3 (figura 2)—, lo cual facilita una doble aproximación al problema. Los resultados de la gráfica 3 hacen posible la comparación de la incidencia del trabajo en la infancia para cada estrato de residencia y definición adoptada. Como se puede observar a simple vista, el porcentaje de participación infantil cambia significativamente según se elija una u otra definición. Mientras que la definición 2 llega a estimaciones del 7,1% para el conjunto nacional en el año 2000, la definición 3 alcanza el 22,2%. Es decir, a principios de esta década, 7 de cada 100 niños y niñas entre 5 y 14 años residentes en las áreas rurales trabajaban a cambio de propina, o bien fuera del hogar, o bien colaboraban de manera habitual en el trabajo que desempeñaban los padres, familiares o vecinos; si a las actividades anteriores se añade la participación en los quehaceres del hogar, en ese mismo momento eran 22 de cada 100 los niños y las niñas del campo clasificados como trabajadores. 52

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Estas mismas diferencias se observan según la zona rural o urbana de residencia del niño. Del total de niños y niñas menores de 14 años que residen en las zonas urbanas, el 6,7% es económicamente activo según la Estas mismas diferencias se observan según la zona rural o urbana de residencia del niño. Del total de niños y niñas menores de 14 años que residen en las zonas urbanas, el 6,7% es económicamente activo según la definición 2, y el 20,8% según la definición 3. Por su parte, el 10,4% de toda la población infantil menor de 14 años localizada en las áreas rurales del país es económicamente activa si se adopta la definición 2, y el 32,4% si se considera la definición 3. Gráfica 3. Incidencia del trabajo infantil en la población de 5 a 14 años según estrato, 2000 35,0

Definición 3 32,4

30,0

25,0

Definición 3 22,2

Porcentajes

Definición 3 20,8 20,0

15,0 Definición 2 10,4 10,0

Definición 2 7,1

Definición 2 6,7

5,0

Urbano

Rural

Total

El valor máximo del eje ha sido fijado en 40% para facilitar la interpretación de las diferencias. Fuente: MTEySS-IPEC (2002).

Al desagregar los rangos de edad al interior de los niños menores de 14 años, observamos que del total de niños de 5 a 9 años, 14% son económicamente activos y del total de niños de 10 a 14 años, 30,6% lo son. Una proporción similar se observa entre los niños que residen en zonas urbanas. En cambio, se aprecian diferencias en la zona rural: una proporción idéntica de niños en ambos rangos de edad son económicamente activos. Esto quiere decir que las tareas rurales son realizadas en mayor medidaque las tareas urbanas por los niños de temprana edad. Esta misma observación se representa en la gráfica 5, pero calculando los porcentajes en el total de niños residentes en zonas urbanas y rurales. Mientras que en el total nacional y en las zonas urbanas, los porcentajes 53

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Gráfica 4. Incidencia del trabajo infantil por grupos de edad y estratos, 2000 35,0 30,0

Porcentajes

25,0 20,0 15,0 10,0 5,0

Total Urbano Rural

5-9 años 14,0 11,3 32,4

10-14 años 30,6 30,4 32,4

Total 22,2 20,8 32,4

El valor máximo del eje ha sido fijado en 35% para facilitar la interpretación de las diferencias. Aplica la definición 3. Fuente: MTEySS-IPEC (2002).

de niños que realizan algunas de las actividades de la definición 3 son más altos a medida que la edad avanza; en la zona rural los porcentajes son similares siendo relativamente más altos para los niños más pequeños.

3.2 La contribución de la EANNA - 2004 El examen de los datos recabados por la EANNA es de gran importancia en la medición del trabajo infantil en Argentina, dado que se trata de la primera encuesta referida a este tema llevada a cabo en el país. No debe obviarse, sin embargo, que la EANNA no posee cobertura nacional, puesto que el levantamiento se restringió al Gran Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires y partidos del Gran Buenos Aires) y a las siguientes provincias: Mendoza, Jujuy-Salta-Tucumán (subregión del NOA), y Formosa-Chaco (subregión del NEA). Por lo tanto, los resultados no permiten generar inferencias para áreas distintas a éstas ni para la totalidad del territorio nacional.32 32. El levantamiento de la EANNA se produjo durante el último cuatrimestre del año 2004 en hogares particulares de las zonas urbanas y rurales de las regiones señaladas. Ello permitió obtener información de dichos hogares, de sus viviendas, y de variables socioeconómicas y demográficas de los niños y las niñas entre 5 y 17 años. En este último caso, y en particular con relación a la educación, las actividades

54

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Según los datos recabados por la EANNA, en el año 2004 el grado de difusión del trabajo infantil para el total de la población de 5 a 17 años (de las regiones seleccionadas por esta encuesta) era del 10,6%, lo que significa que algo más de la décima parte de los NNyA llevaban a cabo actividades orientadas al mercado. La incidencia del trabajo infantil era mucho mayor entre los chicos que entre las chicas, y en el rango de 14 a 17 en comparación con el de 5 a 13: el 12,4% de todos los varones desempeñaba trabajo infantil, frente al 8,7% de las mujeres; esta misma actividad era efectuada por la quinta parte de la población adolescente (el 20,1% del rango de 14 a 17 años) y por el 6,5% del intervalo de 5 a 13 años. La desagregación del trabajo infantil por sexo y tramo de edad simultáneamente permite destacar los siguientes resultados: esta actividad predominaba entre los varones de 14 a 17 años (el 23,8% de todos ellos), y presentaba su nivel más reducido entre las niñas de 5 a 13 años (5,2% de todas ellas). Para poder comprender las diferencias en la incidencia del trabajo infantil por sexo es importante examinar el grado de difusión de las actividades productivas orientadas al autoconsumo y de las tareas domésticas intensivas para el hogar. Las cifras correspondientes a todas ellas se muestran en la gráfica 6.33 Gráfica 5. Distribución porcentual del trabajo infantil según estratos y grupos de edad, 2000 100% 90% 80%

Porcentajes

70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

10-14 años 5-9 años

Total 1.024.110 479.815

Urbano 894.188 338.663

Rural 129.922 141.152

Aplica la definición 3. Fuente: MTEySS-IPEC (2002).

En contraste con el trabajo infantil, las actividades productivas para el autoconsumo eran desempeñadas por el 4,9% de los NNyA, y las tareas domésticas intensivas para el hogar por el 7,7% de todos ellos. Es recreativas, las tareas domésticas realizadas para el propio hogar y las actividades laborales. Salvo que se indique lo contrario, todas las referencias a la EANNA proceden del documento donde fueron publicados sus resultados (OIT-MTESS-INDEC 2006). Se tuvo en cuenta también (Aizpuru, y otros s.f.). 33. Debe tenerse en cuenta que las diferencias presentadas deberán ser interpretadas como tendencias generales entre categorías y grupos, dado que no se han llevado a cabo pruebas de hipótesis.

55

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

probable que el mayor grado de difusión de estas últimas con relación a las anteriores se deba a un mayor peso de la población infantil y adolescente de las áreas urbanas en comparación con el de las rurales, y al hecho de que sea en el campo donde las labores productivas orientadas al autoconsumo estén mucho más extendidas que en las ciudades. La ejecución de tareas domésticas intensivas en el hogar era un problema que afectaba mucho más a las niñas que a los niños, independientemente del rango de edad considerado: para el conjunto de la población infantil y adolescente, la incidencia de las tareas domésticas intensivas alcanzaba al 11,7% de las chicas, frente al 4% de los chicos. Estas diferencias numéricas aumentaban notoriamente en el rango de 14 a 17 años, donde el grado de difusión de estas actividades se presentaba en el 18,9% de las jóvenes y en el 4% de los varones; las brechas se reducían en el grupo de menos edad: el 8,4% de las niñas dedicaba a los quehaceres del hogar al menos 10 horas a la semana, mientras que lo hacía el 4% de los niños. Cabe mencionar que el porcentaje de participación de los niños en las tareas domésticas intensivas no varía de un tramo a otro, mientras que entre las niñas este porcentaje sí experimenta claras oscilaciones. Gráfica 6. Grado de difusión de las actividades infantiles económicas y no económicas según grupo de edad y sexo, 2004

5 a 17

Total Niñas

8,7

14 a 17

11,4 16,3

2,3

18,9 23,8

10,9

4,0

Total

5 a 13

Tareas domésticas intensivas para el hogar

20,1

6,6

Niños

Niños

Actividad productiva para autoconsumo 11,7 12,4

6,6

4,0

Total

Niñas

Trabajo infantil

7,7

3,0

Niños

Niñas

10,6

4,9

6,5

4,1

6,1 5,2

3,3

8,4 4,0

4,8

5,0

7,6

10,0

15,0 Porcentajes

20,0

25,0

30,0

El grado de difusión equivale a la incidencia respecto a la población total para cada grupo de edad y sexo. Son tareas domésticas intensivas las que ocupan 10 horas o más a la semana a la población de 5 a 13 años, y 15 horas o más al grupo de 14 a 17. El valor máximo del eje horizontal ha sido fijado en 30% para facilitar la interpretación de las diferencias. Fuente: elaborado a partir de OIT-MTESS-INDEC, 2006.

La revisión de las cifras correspondientes a las actividades productivas para el autoconsumo pone de manifiesto una disminución generalizada de las brechas por sexo y por edad, aunque en todos los casos la incidencia en los varones superaba el porcentaje en las mujeres: en el conjunto de 5 a 17 años, el grado de 56

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

difusión del autoconsumo era del 6,6% para los chicos y del 3% para las chicas; en la población infantil, del 4,8% para ellos y 3,3% para ellas; en los adolescentes aumentaba esta distancia, pues en este tipo de actividades colaboraba el 10,9% de los hombres frente a sólo el 2,3% de las mujeres, quienes, como se ha afirmado, estaban abocadas en mayor medida al desempeño de las tareas domésticas intensivas. Gráfica 7. Distribución porcentual de la población trabajadora (5 a 17 años) según tipo de actividad laboral, 2004 Atendió hornos 0,31

Empacó frutas 0,34

%

Practicó deporte profesional 0,79 Cuidó animales para vender 1,14

Limpió parabrisas, etc. 0,53

Trenzó tabaco 0,20 Modeló 0,03

Hizo repartos 2,13 Repartió volantes, etc. 2,60 Atendió la huerta para vender 2,66 Ayudó en la construcción 2,68 Realizó trabajo doméstico 3,06 Hizo tejidos, etc. 3,21

Ayudó en un negocio, taller o finca 33,01

Preparó comidas 3,40

Ayudó en otra actividad 4,22

Hizo otra actividad 4,76

Cortó el pasto 5,53 Recolectó papeles, cartones, etc. 8,52 Hizo mandados o trámites 5,66

Cuidó niños, mayores o enfermos 7,84 Vendió en la vía pública 7,38

La suma de los porcentajes equivale al 100%, puesto que se trata de una distribución porcentual. Fuente: elaborado a partir de OIT-MTESS-INDEC, 2006.

A partir de la información de la EANNA-2004 es posible afirmar que la principal actividad realizada por los niños, las niñas y los adolescentes trabajadores de las áreas relevadas era la ayuda que proporcionaban en un negocio, taller o finca, pues la tercera parte de todos los NNyA entre 5 y 17 años —el 33,01%— fueron clasificados en esta opción.34 La siguiente actividad en importancia numérica era la recolección de papeles y cartones (aunque distaba de la anterior casi 25 puntos): aproximadamente 9 de cada 100 NNyA (el 8,52%) declararon dedicarse a ella. El cuidado de niños, mayores y enfermos, así como el grupo de quienes vendían en la vía pública (una de las manifestaciones más visibles desde el punto de vista social), concentraban en torno al 8% en cada caso: el 7,84% y el 7,38%, respectivamente. Diversas actividades, como la realización de mandados o trámites (5,66%), cortar el pasto (5,53%), preparar comidas (3,40%), hacer tejidos 34. El detalle de las tareas específicas incluidas en cada actividad laboral puede verse en (OIT-MTESS-INDEC 2006); especialmente en el Anexo A: Metodología.

57

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

(3,21%) o llevar a cabo trabajos domésticos (3,06%) aglutinaban porcentajes mucho más pequeños del total de los niños, niñas y adolescentes. Pero el menor peso específico de éstos correspondía a categorías como trenzar tabaco (0,20%), atender hornos (0,31%), empacar frutas (0,34%), limpiar parabrisas (0,53%), practicar deporte profesional (0,79%) e incluso modelar (0,03%).35 Otras opciones relacionadas directamente con las actividades para el autoconsumo eran también elegidas por la población infantil y adolescente trabajadora, pero en porcentajes reducidos: sólo el 1,14% dijo cuidar animales para la venta, y el 2,66% cultivó o cosechó productos de la huerta para la venta. En la gráfica 7 es posible apreciar las diferencias en la incidencia de cada una de estas categorías en el conjunto de los trabajadores infantiles y adolescentes. El análisis de esta variable arroja distancias relevantes cuando se lleva a cabo para cada grupo de edad de forma independiente. Los datos necesarios para este examen son representados en la gráfica 8, elaborada en forma de pirámide para facilitar la comparación entre los rangos de edad. Cuatro actividades destacan por la brecha en la incidencia de cada uno de los grupos: recolectó papeles, cartones, etc.; ayudó en un negocio, taller o finca; hizo mandados o trámites; y vendió en la vía pública.36 La primera de estas opciones fue realizada por el 13,8% de la población trabajadora entre 5 y 13 años, y sólo por el 4,63% del rango de 14 a 17 años. Esto significa que los niños y las niñas de menor edad tendían a concentrarse en las tareas relacionadas con la recuperación de este tipo de materiales (papel, cartón…) en mayor medida que los adolescentes de 14 a 17 años. La venta en la vía pública, otra de las actividades en las que se aprecia una diferencia notable al comparar ambos grupos de edad, fue ejecutada por los niños y las niñas más pequeños en mayor frecuencia que por los mayores: 10,7% y 4,94%. La ayuda en un negocio, taller o finca agrupa, en ambos casos, los mayores porcentajes de trabajadores: casi 28 de cada 100 (el 27,9%) niños y niñas entre 5 y 13 años trabajadores lo hacía en este tipo de establecimientos, en los que efectuaban su actividad aproximadamente 37 de cada 100 (el 36,77%) adolescentes trabajadores entre 14 y 17 años. Por lo tanto, la brecha entre ambos grupos era cercana a los 9 puntos. Por el contrario, los mandados y los trámites ocupaban el tiempo de los trabajadores infantiles (5 a 13 años) en mayor medida que el de los trabajadores adolescentes (14 a 17), dado que se clasificaba en esta opción la décima parte de los primeros (el 10,5%) y poco más del 2% (2,12%) de los segundos. Por otro lado, las distancias más reducidas correspondían a los limpia parabrisas, a los empacadores de frutas, a quienes atendían hornos, o a los que trenzaron tabaco. En suma, es posible concluir la gran exposición de los niños trabajadores entre 5 y 13 años a los factores de riesgo asociados con el desempeño de una actividad en los espacios públicos urbanos, como vender en la vía pública o recolectar cartones y similares. Pero es también importante destacar la presencia de los trabajadores más pequeños en actividades que entrañan grandes riesgos o requieren elevados niveles de responsabilidad. En el primer caso llama la atención el 6,4% de los niños y niñas entre 5 y 13 años que cortaron el pasto (expuestos a los cortes que podía provocarles el manejo de las herramientas filo cortantes empleadas en ello); en el segundo caso hay que citar el 6% de este mismo grupo de edad que dijo ocuparse del cuidado de otros niños, de personas mayores y/o de ancianos. 35. Se refiere a la participación en desfiles de modelos, castings de TV o fotografías para publicidad. 36. A ellas se añade la opción “hizo otra actividad”.

58

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La condición de pobreza es uno de los factores determinantes del trabajo infantil que aparece recurrentemente mencionado, con independencia de la perspectiva teórica o de la aproximación disciplinar adoptadas. La EANNA permite su medición, y por lo tanto el análisis conjunto entre esta variable y el tipo de actividad desempeñada por la población infantil y adolescente. Para facilitar el estudio de la incidencia de las actividades laborales teniendo en cuenta la situación de pobreza ha sido elaborada la gráfica 9, que distingue, además, entre los niños y los adolescentes. Gráfica 8. Distribución porcentual de la población trabajadora según tipo de actividad laboral y rango de edad, 2004 Modeló Trenzó tabaco Practicó deporte profesional Atendió hornos Empacó frutas Limpió parabrisas, etc. Repartió volantes, etc. Hizo repartos Ayudó en la construcción Realizó trabajo doméstico Hizo otra actividad Atendió la huerta para vender Cuidó animales para vender Hizo tejidos, etc. Preparó comidas Cuidó niños, mayores o enfermos Ayudó en otra actividad Cortó el pasto Hizo mandados o trámites Vendió en la vía pública Recolectó papeles, cartones, etc. Ayudó en un negocio, taller o finca 40,0

0,0 0,05 0,25 1,21 0,11 0,18 0,40 3,58 2,71 3,55 4,24 7,01 3,36 0,68 3,40 3,79 9,28 2,86 4,90 2,12 4,94 4,63

0,1 0,2 0,6 0,6 0,7 1,3 1,4 1,5 1,5 1,7 1,7 1,8 2,9 2,9 5,9 6,1 6,4 10,5 10,7 13,8

14 a 17 años 5 a 13 años

27,9 30,0

36,77 20,0

10,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

Po rc entajes La suma de los porcentajes equivale al 100% para cada rango de edad, puesto que se trata distribuciones porcentuales al interior de cada intervalo. El valor máximo del eje horizontal ha sido fijado en 40% para facilitar la interpretación de las diferencias. Fuente: elaborado a partir de OIT-MTESS-INDEC, 2006.

Varias conclusiones pueden inferirse a partir de las cifras mostradas en la gráfica 9. En el intervalo de 5 a 13 años destaca el peso que tenían quienes realizaron “otra actividad” entre los trabajadores infantiles en situación de indigencia o de pobreza: el 27,4% de los niños y las niñas indigentes que trabajaron eran clasificados en esta opción, en la que se incluía al 26,1% de los niños y las niñas pobres trabajadores. La actividad laboral con mayor peso relativo en la población infantil no pobre (5 a 13) era la ayuda en un negocio, donde se concentraba el 40,3% de los trabajadores no pobres de este rango de edad. La venta 59

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

en la vía pública y la realización de mandados o trámites presentan incidencias muy distintas entre los trabajadores según su condición de pobreza: 16 de cada 100 trabajadores indigentes entre 5 y 13 años se dedicaban a vender productos en las vías públicas, una tarea efectuada por casi 12 de cada 100 trabajadores (11,8%) pobres y, aproximadamente, por 7 de cada 100 (7,5%) trabajadores no pobres. En el rango de 14 a 17 años, la ayuda en un negocio y la realización de “otra actividad” son también las categorías más frecuentes entre los trabajadores indigentes, los pobres y los no pobres, especialmente en los dos últimos casos. En términos gráficos este resultado se puede apreciar al comparar la distribución por tipos de actividad a partir de la condición de pobreza e indigencia: las columnas correspondientes a los adolescentes pobres y no pobres están menos fragmentadas, frente a la mayor división que presentan los jóvenes trabajadores en situación de indigencia. En otras palabras, pareciera que el “reparto” de los trabajadores indigentes (14 a 17) entre los tipos de actividad es más heterogéneo, y que dicha heterogeneidad disminuye en los grupos con menores niveles de carencias, en términos comparados: los trabajadores pobres están algo más concentrados que los indigentes, y los no pobres mucho más que los pobres y los indigentes. Gráfica 9. Distribución porcentual de los trabajadores infantiles y adolescentes según tipo de actividad laboral y condición de pobreza, 2004 100% 90% 80%

Porcentajes

70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

INDIGENTES

POBRES

NO POBRES

INDIGENTES

5 a 13 AÑOS Realizó otra actividad Cortó el pasto Cuidó niños, mayores o enfermos Vendió en la vía pública Hizo mandados o trámites Ayudó en un negocio

27,4 6,3 4,3 16,0 17,3 11,7

26,1 3,2 11,6 11,8 11,0 23,9

POBRES

NO POBRES

14 a 17 AÑOS 20,8 11,3 5,2 7,5 7,8 40,3

27,7 6,7 6,2 5,3 15,9 27,2

34,5 2,9 3,5 6,4 3,2 37,0

42,7 3,0 6,8 2,4 0,3 34,4

Fuente: elaborado a partir de OIT-MTESS-INDEC, 2006.

La naturaleza de los datos disponibles no permite realizar afirmaciones sobre el sentido de la relación causal entre la condición de indigencia y/o pobreza, y la distribución de los trabajadores infantiles y adolescentes entre 60

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

los diferentes tipos de actividades. Afirmar, por ejemplo, que la situación de “no pobreza” lleva a los NNyA que trabajan a concentrarse en las labores relacionadas con la ayuda en negocios, talleres o fincas sería desconocer, ingenuamente, la posibilidad de que el vínculo causal sea inverso: el trabajo de la población infantil y adolescente en los negocios, talleres o fincas les reporta un ingreso que contribuye, en mayor medida que el obtenido en otras actividades laborales, a disminuir la incidencia de la pobreza de sus hogares. Gráfica 10. Distribución porcentual de la población infantil trabajadora según rama de actividad y grupo de edad, 2004 100% 90%

Porcentajes

80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Comercio Servicio doméstico Agricultura, ganadería, caza Hotelería y restaurantes Otros Muebles y colchones, industria manufacturera (NCP) Servicios empresariales (NCP) Productos alimenticios y bebidas Construcción Venta y reparación de vehículos automotores Servicios de esparcimiento, culturales y deportivos Enseñanza Correos y telecomunicaciones Producción de madera y fabricación de productos

5 a 13 AÑOS

14 a 17 AÑOS

46,7 17,2 13,1 5,6 4,9 3,2 2,3 2,1 1,9 1,5 0,9 0,5 0,1 0,1

29,8 16,4 12,5 9,1 8,9 1,8 1,2 4,3 3,4 2,3 4,0 3,2 1,6 1,5

NCP: no clasificados previamente. Fuente: elaborado a partir de OIT-MTESS-INDEC, 2006.

El análisis de la información por rama de actividad permite, por último, conocer la distribución del trabajo infantil según el tipo de bienes y servicios elaborados en los establecimientos donde participan los NNyA. La comparación entre los dos rangos de edad pone de manifiesto un mayor reparto o fragmentación de los adolescentes, frente a una mayor concentración de los niños, en términos comparados. Tanto en un tramo como en el otro, las tareas asociadas con el comercio tenían un gran peso relativo en el total de los trabajadores, 61

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Recuadro 6. El significado de los conceptos según la EANNA - 2004 …se define al trabajo infantil en sentido estricto como toda actividad que implique la participación de los NNyA en actividades económicas orientadas al mercado, independientemente de la relación de dependencia laboral o la prestación de servicios que realice. Asimismo, se considera como trabajo infantil aquel que impide el acceso, la permanencia y un rendimiento aceptable de los NNyA en la escuela o el trabajo que se hace en ambientes peligrosos —que tienen efectos negativos inmediatos o futuros en su salud— o en condiciones que afecten su desarrollo psicológico, físico, moral y social. …el trabajo infantil incluye toda actividad de comercialización, producción, transformación, distribución o venta de bienes y de servicios, remunerada o no, realizada en forma independiente o al servicio de otra persona natural o jurídica, por personas que no han cumplido los 18 años de edad. Trabajo. El que genera bienes y servicios para el mercado, incluyendo actividades correspondientes a la rama primaria. Trabajo: se considera que un niño, niña o adolescente es trabajador cuando realiza una actividad que genera bienes o servicios que tienen valor económico en el mercado. Integran este grupo aquellos que trabajaron al menos una hora en la semana de referencia. Se distinguen dos grandes grupos: a) trabajo pago y b) trabajo no pago, excepto aquel ligado a una formación profesional (deportistas, artistas que se están capacitando) y el correspondiente a la categoría residual (otra actividad para ganar dinero o bienes) cuando el trabajo corresponde a la rama de actividad “servicio doméstico”. Se excluye en esta definición al trabajo voluntario. Autoconsumo. Producción y elaboración de productos primarios para consumo del hogar (incluyendo el cuidado de la huerta o el corral familiar) y la auto-construcción y reparación de la propia vivienda. Actividad productiva dirigida al autoconsumo del hogar: abarca dos grupos, que se distinguen a continuación: i) actividad para producciones de autoconsumo. Integran este grupo aquellos que desarrollaron actividades económicas no laborales en la semana de referencia para el autoconsumo del hogar. Se incluye la construcción de la vivienda propia, el cultivo y la cosecha de productos agrícolas o de huerta y el cuidado de animales para el consumo del hogar; ii) se considera como parte de este grupo a los NNyA que trabajaron menos de una hora en la semana, percibieron ingresos y tuvieron también algún trabajo en el resto del año. Asimismo, se incluyen aquellos que trabajaron menos de una hora en la semana, no percibieron ingresos y trabajaron en el resto del año, excepto a los que practicaron deporte profesionalmente como única actividad laboral. Se considera, además, a los que sólo realizaron actividad clasificada en la categoría residual ayudaste a alguien en una actividad para que gane dinero o bienes y la rama de actividad se corresponde con el “servicio doméstico” y los que realizaron trabajo voluntario. Actividad doméstica. Se realiza en el propio hogar, obstaculizando el desarrollo del niño o niña al competir con la escuela, el estudio, el juego y el descanso. Tareas domésticas intensivas para el hogar: la definición operacional de este concepto se realizó de la siguiente manera: 10 horas o más de tareas domésticas en la semana en el caso de los niños y niñas (5 a 13 años) y 15 horas o más en la semana en el caso de los adolescentes (14 a 17 años). Todo el texto del recuadro es transcripción literal. Fuente: (OIT-MTESS-INDEC 2006, 35-38).

si bien en distintas magnitudes: casi la mitad del primer grupo (el 46,7%) estaba ocupado en ellas, frente a menos de la tercera parte (el 29,8%) del segundo. Las distancias en la presencia de los NNyA trabajadores en el comercio teniendo en cuenta el intervalo de edad, así como las brechas en las categorías restantes, se pueden reflejar en el diferente tamaño de las barras mostradas en la gráfica 10. Nótese, por ejemplo, cómo el área correspondiente a la incidencia del comercio entre los niños y niñas trabajadores es más grande que 62

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

el fragmento respectivo para el grupo de 14 a 17. En suma, aún cuando los porcentajes variaban de un tramo a otro, el comercio era la rama de actividad que mayor proporción de NNyA trabajadores aglutinaba. La siguiente rama donde se ubicaban los trabajadores infantiles y adolescentes era el servicio doméstico (o trabajo doméstico en hogares de terceros), una de las actividades definidas como ocupaciones peligrosas por debajo de los 16 años (Hagemann, y otros 2006): el servicio doméstico que agrupaba al 17,2% de los niños y las niñas (de 5 a 13 años) y al 16,4% de los adolescentes (de 14 a 17). Al examinar la clasificación de los NNyA trabajadores en esta rama las disparidades más significativas surgen entre sexos, puesto que el peso de las niñas en este tipo de tareas superaba notablemente al de los niños; este resultado refuerza la regularidad hallada en muchos estudios con relación al predominio de las niñas entre la población infantil y adolescente empleada en el servicio doméstico: se dedicaba al empleo doméstico el 14,7% de los niños trabajadores entre 5 y 13 años y el 21% de las niñas trabajadores de este mismo rango; entre los adolescentes, el empleo doméstico se presentaba en el 9,6% de los chicos que trabajaban y en el 26,4% (más de la cuarta parte) de las chicas trabajadoras. El tercer lugar en importancia por el número de empleos entre los NNyA trabajadores estaba ocupado por las labores propias de la rama agropecuaria (agricultura, ganadería y caza). A esta categoría correspondían aproximadamente 13 de cada 100 trabajadores (el 13,1%) del primer rango de edad y en torno a 12 de cada 100 (el 12,5%) trabajadores del segundo. Los servicios de hotelería y restaurantes representaban la cuarta posición, concentrando al 5,6% de los trabajadores infantiles (5 a 13) y al 9,1% de los adolescentes. Algunas ramas tenían un peso específico mucho más reducido en ambos casos, como los servicios empresariales, la enseñanza y los correos y telégrafos. También la construcción y la “producción de madera y la fabricación de productos” concentraban a una parte reducida de los NNyA trabajadores; sin embargo ello no debería llevar a concluir que el problema del trabajo infantil era menor en estas situaciones, donde tanto niños como adolescentes —pero sobre todo los primeros— estaban en alguna ocupación o proceso peligroso (Hagemann, y otros 2006, 50).

3.3 La población infantil en la actividad económica de Santa Fe según la EPH, 2003 - 2009 La Encuesta Permanente de Hogares de Argentina permite conocer las características sociodemográficas y socioeconómicas de la población que reside en las áreas urbanas del país. Su aplicación desde principios de la década de 1970 hace posible la construcción de series de indicadores a lo largo del tiempo, por lo que puede representar una fuente adecuada para la medición de ciertos cambios sociales. En el año 2003 son incorporados cambios significativos en el diseño metodológico y estadístico de la EPH, que se manifiestan en las modificaciones realizadas a los cuestionarios, al proceso de captación de la información y a la periodicidad para la generación de los resultados. Estas características, sumado a las serias limitaciones existentes para obtener mediciones del trabajo infantil en las zonas rurales del país, hacen que la EPH sea la única fuente disponible para llevar a cabo estimaciones sobre la incidencia y algunas variables relevantes del trabajo de los niños y los adolescentes en Argentina.37 37. Sin embargo, tanto las frecuencias univariadas para el conjunto de la población infantil (10 a 17 años) como los cruces presentados a

63

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

La utilización de la información recabada mediante la EPH para estimar el problema del trabajo infantil y adolescente en los aglomerados urbanos de Argentina requiere, en primer lugar, construir una definición de trabajo infantil. La propuesta conceptual elaborada al respecto (recuadro 7) se basa en una reflexión a partir de los antecedentes revisados (extensamente expuestos en el apartado Elementos normativos, institucionales y empíricos para la definición del trabajo infantil y adolescente) y, por otra parte, de las posibilidades que ofrece la EPH dada su cobertura temática. El significado propuesto implica clasificar como trabajador infantil al niño o niña entre 10 y 17 años de edad que, durante la semana de referencia, se encontraba en alguna de las siguientes situaciones: •

Trabajó al menos 1 hora, independientemente de haber recibido o no un pago por la actividad desempeñada.



No trabajó, pero tenía un empleo del cual se encontraba ausente y al que pensaba regresar en el lapso del siguiente mes.



No trabajó por estar suspendido del empleo, pero recibía pago.



No trabajó pero buscó hacerlo durante el mes previo al levantamiento.



No trabajó por estar suspendido del empleo y no recibía pago.

Recuadro 7. Propuesta conceptual para la medición del trabajo infantil a partir de la EPH Trabajo infantil, o población infantil en condición de actividad económica. Niños y niñas que forman parte de la población económicamente activa, puesto que son ocupados —trabajando de manera efectiva o ausentes del empleo— o están en riesgo de trabajar. Población infantil trabajadora. Niños y niñas entre 10 y 17 años que trabajaron al menos 1 hora en la semana de referencia, con o sin pago. Población infantil ausente de la ocupación. Niños y niñas entre 10 y 17 años que tenían ocupación en la semana de referencia pero no trabajaron por causas laborales o personales (con tiempo de retorno igual o inferior a 1 mes), o bien estaban suspendidos (ausentes temporales con pago). Población infantil en riesgo de trabajar. Niños y niñas entre 10 y 17 años que buscaron trabajo de forma activa en los últimos 30 días o recurrieron a formas no visualizadas como activas (consulta a amigos...); o bien están suspendidos de la ocupación sin recibir pago durante la ausencia. Los grupos que integran la población infantil en condición de actividad económica presentan distintas ventajas e inconvenientes cuando son considerados como categorías analíticas independientes. La tabla 6 facilita el análisis comparado de los mismos. A partir del año 2003, o EPH reformulada. Fuente: elaboración propia a partir de (OIT 2006), (OIT 2010), (OIT-CIET 2008c), (UNICEF-OIT 2005), (UNICEF 2009), (OIT-MTESS-INDEC 2006), (INDEC 2003).

Por consiguiente, el trabajo infantil —expresión equivalente a población infantil en condición de actividad económica— abarca tanto a quienes forman parte de la población económicamente activa (con empleo o en búsqueda de un mayor nivel de desagregación deben ser interpretados como tendencias generales, dados los reducidos tamaños muestrales en varios casos y la imposibilidad de calcular los errores de dichas estimaciones.

64

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

uno) como al conjunto de los niños y las niñas en riesgo de trabajar, puesto que afirman estar buscando empleo. La inclusión de este segundo grupo se puede explicar por el interés de responder, en la medida de lo posible, a una de las sugerencias más recientes para el conocimiento del trabajo infantil (OIT-CIET 2008c, 71; énfasis en el original): Se alienta a las oficinas nacionales de estadística a que recopilen datos sobre los niños que buscan trabajo durante el periodo de referencia, es decir, los niños que estaban buscando trabajo… (…). Los datos deberían distinguir entre los niños que ya estaban trabajando durante el periodo de referencia y los que no lo estaban, y proporcionar información sobre el tipo y la duración del trabajo buscado. Los datos resultantes pueden ser útiles para estimar la cantidad de niños que corren el riesgo de ser ocupados en el trabajo infantil por abolir. Gráfica 11. Incidencia del trabajo infantil (10-17) en los aglomerados urbanos de Santa Fe y Argentina, 2003-2009 30

25

Porcentajes

20

15 SANTA FE 10 6,20 6,37 5,57 6,10 6,14 5 4,54 5,07

4,79

6,02

NACIONAL 5,26 4,87 5,17 4,96

3,31

Lineal (NACIONAL)

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

0

1998

Lineal (SANTA FE)

El valor máximo del eje vertical ha sido fijado en 30% para facilitar la interpretación de las diferencias. La incidencia se ha calculado como el cociente entre la población anual promedio (de los cuatrimestres) para el numerador y el denominador. Fuente: elaboración propia a partir de la EPH, 2003-2009.

Igualmente, siguiendo las recomendaciones de la OIT (OIT-CIET 2008c, 5) se ha evitado recurrir a términos como “niño desempleado” o “población infantil económicamente activa”, porque si bien son pertinentes en el estudio de las actividades laborales llevadas a cabo por los adultos, no son lo son en el caso de los 65

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

niños y las niñas.38,39 Gráfica 12. Tamaño e incidencia del trabajo infantil (10-17) en los aglomerados urbanos de Santa Fe y la Argentina, 2003-2009

Fuente: elaboración propia a partir de la EPH, 2003-2009.

En el año 2003, la incidencia del trabajo infantil entre la población de 10 a 17 años residente en los aglomerados urbanos era de 6,2%, frente a un grado de difusión de 4,5% en los núcleos urbanos de la provincia de Santa Fe (Gran Santa Fe y Gran Rosario). En el año 2009, el porcentaje del trabajo infantil había pasado a 4,9% para el conjunto del país, y a 5% para Santa Fe. Durante los años transcurridos entre 38. La siguiente cita procede de uno de los informes elaborados en el seno de la 18ª CIET (OIT-CIET 2008c, 5): En la práctica, el término “niño desempleado” no es conceptualmente correcto, ya que las personas que no han alcanzado la edad mínima para trabajar no pueden emplearse ni buscar trabajo legalmente. Al mismo tiempo, es cierto que muchos niños que no realizan ninguna actividad económica tal vez deseen trabajar y estar disponibles para ello si se les brinda la oportunidad. A los efectos de las estadísticas sobre el trabajo infantil, estos niños pueden designarse como “niños que buscan trabajo”. 39. La EPH distingue dos grupos al interior de la población económicamente activa o PEA (INDEC 2003, Anexo 3): los ocupados y los desocupados abiertos. El primero de ellos está formado, a su vez, por las personas que se encuentran trabajando (con pago en dinero o en especie, como trabajadores familiares sin pago o como trabajadores sin remuneración en actividades de mercado) y por quienes están ausentes del empleo por diversos motivos (por causas personales, están suspendidos u otros). Los desocupados abiertos o disponibles (en la semana de referencia o en dos semanas más), son aquéllos que: buscaron trabajo de forma activa en los últimos 30 días, o bien buscaron trabajo en modalidades no visualizadas como búsqueda activa, o bien no buscaron trabajo (están suspendidos sin pago, o ya tienen uno asegurado).

66

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

ambas fechas se produce una reducción de la distancia numérica entre estas unidades de análisis (total nacional y Santa Fe) que es resultado de tendencias distintas en cada caso: el porcentaje del trabajo infantil aumenta 0,4 puntos en las zonas urbanas de Santa Fe y disminuye 1,3 puntos en las del conjunto del país. Expresado en términos equivalentes: la incidencia del trabajo infantil crece 9,1% en (los aglomerados urbanos de) la provincia de Santa Fe al tiempo que se reduce 21,5% en el resto de los núcleos más poblados de Argentina. Las cifras presentadas en la gráfica 11 permiten apreciar la evolución en cada caso. Tabla 6. Clasificación de la población infantil que participa en las actividades económicas a partir de la Encuesta Permanente de Hogares DEFINICIÓN

VENTAJAS

DESVENTAJAS

Población de 10 a 17 años que, en la semana de referencia, trabajó al menos 1 hora, era ausente con ocupación y/o desPoblación infantil en ocupada disponible. condición de actividad excluye de este grupo a económica, o trabajo infantil Se quienes sólo realizaron quehaceres domésticos en el propio hogar, una actividad no considerada económica.

Al incluir tanto a los ocupados como a los desocupados (pero disponibles para trabajar), permite dar cuenta de la situación de riesgo de la población infantil.

Al medir un riesgo potencial y no necesariamente real, puede llevar a sobreestimar la magnitud del problema del trabajo infantil.

OCUPADOS Población infantil trabajadora y ausentes con ocupación

Población de 10 a 17 años que tiene algún tipo de empleo, haya trabajado o no en la semana de referencia. Incluye a los que poseen ocupación pero se ausentaron de ésta por diversas causas (personales o laborales), o bien están suspendidos (con pago).

Permite acotar la medición a la población infantil que tiene una ocupación real al momento de la aplicación de la EPH, independientemente de que haya trabajado o no.

No toma en cuenta a la población infantil en riesgo potencial; es decir, a los desocupados abiertos. Incluye a los ausentes con ocupación, quienes tampoco efectuaron un trabajo en la semana de referencia.

TRABAJANDO Población infantil trabajadora

Población de 10 a 17 años que trabajó al menos 1 hora en la semana de referencia, con o sin pago. Excluye a los ausentes con ocupación y a los desocupados abiertos.

Desde un punto de vista técnico es la medición más precisa porque permite estimar el tamaño de la población infantil en riesgo real de trabajo, excluyendo a los ocupados ausentes y a los desocupados abiertos.

Desde un punto de vista teórico, las situaciones de riesgo, ocurran o no efectivamente, deben ser tenidas en cuenta

Fuente: elaboración propia con base en (INDEC 2003, 64).

Un indicador a tener en cuenta cuando se analiza la evolución del trabajo infantil desde una perspectiva comparada —en este caso la provincia de Santa Fe con relación al total nacional— es el peso relativo que la primera posee en el segundo. Es decir, el porcentaje del trabajo infantil urbano de Argentina que se localiza en los aglomerados de Santa Fe. O, en forma de pregunta: ¿cuánto aporta el trabajo infantil urbano de Santa Fe al trabajo infantil urbano nacional? Los resultados de esta medición son mostrados en la gráfica 12, cuyas figuras hacen posible una doble lectura: la distancia de cada esfera respecto al eje 67

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

horizontal equivale, para cada año de la serie, al número total de niños y niñas (10 a 17 años) residentes en los aglomerados urbanos de Santa Fe que llevan a cabo trabajo infantil; el tamaño de la esfera es proporcional al peso relativo de la población infantil trabajadora de la provincia respecto al total nacional. El examen conjunto del número de trabajadores infantiles en Santa Fe (la “distancia de las esferas”) y el porcentaje en relación con todos los trabajadores infantiles de Argentina (el “tamaño”) conducen a destacar situaciones como las de los años 2003 y 2009, por ejemplo. Las estimaciones para el inicio del intervalo arrojan algo más de 12.000 niños y niñas entre 10 y 17 años involucrados en el trabajo infantil, lo cual equivale a afirmar que, en el año 2003, 6 de cada 100 trabajadores infantiles de los aglomerados urbanos de Argentina vivían en las grandes ciudades de Santa Fe. Seis años después la concentración del trabajo infantil en Santa Fe aumenta ligeramente —en la provincia se ubica el 6,8% de todos los niños y niñas trabajadores de los núcleos urbanos del país—, a pesar de que el tamaño del problema disminuye numéricamente, afectando a 11.196 niños y niñas santafesinos. Aun cuando en este caso no sea analizada información similar para el resto de las provincias de la Nación, los resultados obtenidos permiten inferir que, entre el 2003 y el 2009, la posición de Santa Fe habría empeorado respecto al peso relativo que cada provincia posee en el volumen total del trabajo infantil. Gráfica 13. Tamaño y distribución porcentual del trabajo infantil (10-17) en los aglomerados urbanos de Santa Fe según sexo, 2003-2009

Fuente: elaboración propia partir de la EPH, 2003-2009.

68

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La composición de la población infantil trabajadora por sexos permite observar, para el caso particular provincial, una tendencia descendente en la presencia relativa de las niñas, con el consiguiente aumento del peso específico de los varones. En el año 2003, aproximadamente 54 de cada 100 (el 53,8%) trabajadores infantiles que vivían en los aglomerados urbanos santafesinos eran niños, y 46 de cada 100 (46,2%) eran niñas; en el año 2009 los varones representaban el 70,2% del total y las mujeres algo menos del 30% restante. El detalle de estas cifras para cada año puede verse en la gráfica 13. Siguiendo la misma lógica interpretativa que en la gráfica 12, cuanto mayor sea la diferencia en el tamaño de las esferas de un mismo año, mayor es la brecha en el peso relativo de los niños y las niñas sobre el conjunto de todos los trabajadores infantiles. La divergencia más elevada se produjo en 2007, momento en que el 72,5% de los trabajadores infantiles de Santa Fe eran varones y sólo el 27,5% eran mujeres; o, dicho de modo similar: en ese año había casi 3 niños trabajando por cada niña trabajadora. Gráfica 14. Distribución porcentual de la población infantil trabajadora (10 a 17) según rama de actividad, 2009. Total nacional y grandes aglomerados urbanos de la Provincia de Santa Fe 100% 90% 80% 70%

Porcentajes

60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Transporte

Nacional

Santa Fe

2 ,6

-

14 ,9

1 ,7

Sector primario*

2 ,8

5 ,0

Hotelería y restaurantes

7 ,8

9 ,4

Construcción

16 ,0

11 ,6

Industria manufacturera

Servicios sociales, personales

11 ,1

18 ,8

Servicio doméstico

10 ,0

21 ,6

Comercio

34 ,7

32 ,0

* Incluye agricultura, ganadería, caza, silvicultura, pesca y servicios conexos, y explotación de minas y canteras. Fuente: elaboración propia a partir de la EPH, 2003-2009.

69

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

La composición del trabajo infantil por rama de actividad arrojaba diferencias poco relevantes, en el año 2009, para la provincia de Santa Fe y para el conjunto del país. En ambos casos —representados en la gráfica 14— destacaba el comercio como la categoría de mayor tamaño (un resultado que, vale decir, coincide con el mostrado para la EANNA [gráfica 10], pese a las diferencias conceptuales y metodológicas entre ambas encuestas): el 32% de los trabajadores infantiles de Santa Fe, y el 34,7% del total nacional, participaban en las tareas referidas al comercio a gran escala y/o al por menor. El segundo lugar en importancia numérica difería entre estas dos unidades sociogeográficas: en los trabajadores infantiles de los aglomerados urbanos de Argentina tenía un importante peso específico el grupo de quienes se dedicaban a la construcción (el 16% de todos ellos), mientras que en el Gran Santa Fe y Gran Rosario adquirían mayor predominio los niños y las niñas ocupados como empleados domésticos (21,6%). Una mirada general a las columnas de la gráfica 14 permite inferir lo siguiente: la estructura del trabajo infantil por rama de actividad estaba fragmentada tanto en la provincia de Santa Fe como en la totalidad de los aglomerados urbanos de Argentina, y las diferencias en la ordenación de las ramas se mantenían prácticamente en toda la distribución. En Santa Fe, tras el peso del empleo doméstico en el trabajo infantil urbano destacaban los servicios sociales y personales (donde se concentraba el 18,8% de los trabajadores infantiles),40 seguidos por la construcción (11,6%), la hotelería y los restaurantes (9,4%) y el sector primario (5%). En la industria manufacturera se localizaba sólo el 1,7% de los niños y las niñas clasificados como trabajadores infantiles. En los núcleos más poblados del país, las actividades desempeñadas con mayor frecuencia por los trabajadores infantiles eran —a excepción del comercio y la construcción—, la industria manufacturera (en el 14,9% de los casos), los servicios sociales y personales (11,1%), el servicio doméstico (10%), y la hotelería y los restaurantes (7,8%); en el otro extremo se situaban el sector primario (2,8%) y el transporte (2,6%). Para comprender de forma adecuada el predomino de ciertas ramas de actividad en ambos casos (comercio, por ejemplo), y la baja presencia de otras (sector primario) hay que recordar que la EPH es aplicada en las áreas urbanas del país.

40. Abarcan los servicios de intermediación financiera, los servicios inmobiliarios, la Administración pública, la enseñanza, los servicios sociales de salud, los comunitarios, sociales y personales, y los servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales.

70

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Conclusiones I El desarrollo de este capítulo permite destacar, en este punto, algunas conclusiones: 1. La Ley 26.390 sobre la Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente representa un avance importante en la regulación de la participación infantil en las actividades productivas de Argentina. Sin embargo, dicho avance es insuficiente, dado que los 16 años fijados como edad mínima de admisión al empleo continúan siendo inferiores a la edad de finalización de la educación obligatoria. Esta situación pone de manifiesto una falta de armonización en el ordenamiento nacional —específicamente entre la Ley 26.390 y el Convenio 138 (sobre la edad mínima de admisión al empleo) de la OIT— que requiere de atención inmediata. 2. La Ley 26.390 presenta deficiencias notorias en la definición del trabajo, del trabajo infantil y del trabajo adolescente. Al comparar el significado de estos términos en la Ley 26.390 y en la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo (a la que modifica [tabla 2]), es posible inferir diferencias significativas que restan validez y fiabilidad a las definiciones. 3. Una tarea pendiente —urgente e importante a un mismo tiempo— es la elaboración del listado de las actividades que deben ser consideradas como trabajos peligrosos, según lo dispuesto por el Convenio 182 de la OIT (sobre las peores formas de trabajo infantil) en su Artículo 4. El enunciado de la CONAETI que califica a todas las formas de trabajo infantil como “peores formas” es, desde nuestro punto de vista, poco preciso. 4. El diseño y la operación de programas orientados a la erradicación del trabajo infantil deben sustentarse en la medición de varias dimensiones del problema: su tamaño e incidencia; sus características, localización y factores causales; los criterios asociados a la focalización de las acciones; y la evaluación del impacto de los programas. Las fuentes de información disponibles en Argentina presentan diversos obstáculos para el logro exitoso de estos propósitos: •

La EANNA, la primera encuesta concebida para medir el trabajo infantil en el país, carece de cobertura nacional, por lo que las inferencias sólo pueden ser obtenidas para algunas provincias de la República. Por otro lado, no existe certeza de que este proyecto vaya a tener continuidad a lo largo del tiempo, lo cual reduce las posibilidades de conocer los cambios a lo largo del tiempo.



La EPH es la encuesta sociodemográfica en hogares por antonomasia, posee una elevada periodicidad y es la fuente empleada para la medición de la pobreza, uno de los principales factores casuales del trabajo infantil. Sin embargo, el alcance de su cobertura geográfica —restringida a los grandes aglomerados urbanos del país— y temática —no es una encuesta específica para medir el trabajo infantil — llevan a descartarla como referente empírico. 71

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social



El Censo Nacional Agropecuario, única fuente que permite el conocimiento de la participación laboral en las zonas rurales, presenta también dos importantes restricciones: su escasa periodicidad (se realiza cada 10 años) y su limitada cobertura temática.

En suma, la información empírica disponible en Argentina sólo permite, en la actualidad, construir diagnósticos muy fragmentados del problema del trabajo infantil.

72

II. Significados, decisiones familiares y estructura que configuran el trabajo infantil en la Provincia de Santa Fe

1. Estrategias metodológicas En la introducción de este documento se mencionaron dos estrategias metodológicas llevadas a cabo para el logro de los objetivos de esta investigación: un abordaje cuantitativo (desarrollado en la primera parte de este documento) y un abordaje cualitativo, cuya descripción se amplía en las páginas siguen. En esta segunda parte de la investigación, se utiliza una definición más amplia de trabajo infantil que la definición estadística utilizada en la primera parte del documento. La exploración cualitativa no tuvo como objetivo el registro de los niños trabajadores, sino conocer para describir los distintos significados asociados a la participación de los niños en las actividades productivas vinculadas al mercado y/o del hogar propio o ajeno. En este sentido, lo que se capta a través de las herramientas de recolección de la información de la estrategia cualitativa es la participación de los niños en las actividades productivas.

1.1 Etapas de la investigación El relevamiento cualitativo y la caracterización de las actividades productivas con participación infantil en la Provincia de Santa Fe, ha sido realizado en tres etapas. La primera etapa consistió en la identificación de los principales sectores económicos y actividades con presencia de población infantil. Para lograr esto, se 73

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

aplicó una guía de preguntas a informantes claves. La segunda etapa toma como insumo la información recolectada de las entrevistas a informantes claves y —a partir de ésta— selecciona las principales actividades económicas donde la presencia de los niños y niñas es significativa en cada una de las regiones santafesinas. Una vez realizado esto, se realizaron entrevistas en profundidad en los hogares. La tercera etapa consistió en el procesamiento de la información cualitativa y la redacción de un informe final.

1.3 Estrategias de recolección de la información La recolección de la información cualitativa utilizó estrategias variadas, diseñadas teniendo en cuenta el perfil de los participantes. Un primer tipo de informante clave fueron las autoridades locales, es decir, intendentes o presidentes de comuna que fueron indagados usando una batería corta de preguntas referidas a la problemática. A estos actores se les envió por correo electrónico un cuestionario que debían responder y volver a enviar. El diseño de las preguntas tuvo en cuenta la necesidad de contar con información de primera mano que pudiera ser descripta en poco tiempo por parte del entrevistado. Un segundo tipo de informante clave fueron los miembros de organizaciones sociales no necesariamente vinculados de manera directa con la niñez y el trabajo. Por último, las entrevistas realizadas a hogares con presencia de niños participando en actividades productivas fueron realizadas en los mismos lugares de residencia. Tabla 7. Informantes y estrategias metodológicas en la recolección de la información TIPO DE INFORMANTE

ESTRATEGIA DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

CANTIDAD DE ENTREVISTAS

1

Informantes claves: funcionarios o Cuestionario auto-administrado y equipos técnicos de las localidades y enviado por correo electrónico a las comunas santafesinas. autoridades de todas las localidades y comunas de la Provincia de Santa Fe.

79

2

Informantes claves: miembros de or- Entrevista estructurada aplicada en ganizaciones de la sociedad civil. terreno.

13

3

Hogares con presencia de niños que Entrevista semi-estructurada apliparticipan en actividades productivas. cada en terreno

22

TOTAL

114

En el mapa 1 se identifican, con los pinches rojos, las entrevistas realizadas a miembros de organizaciones sociales de la Provincia de Santa Fe y con las casitas amarillas se representan las entrevistas realizadas a hogares con presencia de niños trabajadores. Los marcadores del mapa no representan la cantidad total de entrevistas, ya que en una misma localidad tuvieron lugar varias entrevistas. En cuanto a la recolección de información cualitativa entre los funcionarios públicos, la estrategia consistió en el envío de una batería de preguntas por correo electrónico a los cinco nodos, es decir, a las 362 localidades existentes en la Provincia de Santa Fe. 74

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Para garantizar la recepción, se estableció comunicación telefónica con los municipios y comunas de los cinco nodos. Sin embargo, sólo 71 localidades pudieron contestar al pedido de información, es decir, el 20% del universo de referencia. Un conjunto de razones permiten explicar el bajo porcentaje de respuestas: direcciones de correo electrónico erróneas; factores exógenos (fuertes tormentas que dejaron sin luz y servicio de Internet a varias comunas, sobretodo del centro-norte); el período del levantamiento coincidió con vacaciones de gran cantidad del personal administrativo. Mapa 1. Localización de los entrevistados Informantes clave de organizaciones sociales y hogares

Fuente: elaboración propia con base en Google Maps.

75

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

En el mapa 2 se representan, en azul, los cuestionarios efectivamente contestados por las autoridades locales. Como se puede observar, hay una mayor representación de las localidades y comunas del centro y sur de la provincia. Mapa 2. Localización de los entrevistados: funcionarios públicos

Fuente: elaboración propia con base en Google Maps.

76

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

2. Actividades productivas con presencia infantil en la

Provincia de Santa Fe

En este apartado se describen las actividades productivas con presencia de población infantil relevadas en esta investigación. El listado que se presenta en la tabla 8 surge de los relatos, testimonios y respuestas de los tres tipos de participantes involucrados en este estudio. En este sentido, no se trata de un listado exhaustivo ni concluyente sino de un primer antecedente en el proceso de identificación de los sectores y actividades económicas en los cuales participan los niños menores de 18 años. Tabla 8. Actividades productivas con participación infantil en la provincia de Santa Fe SECTOR ECONÓMICO

Agricultura

Pesca

Ganadería

Industria

Comercio

Servicios

ACTIVIDAD ECONÓMICA

REGIÓN

Cosecha artesanal de algodón

Norte

Procesamiento de caña de azúcar

Norte

Cosecha artesanal de frutillas

Coronda

Horticultura

Centro

Pesca de subsistencia

Cordón costero (norte-centro-sur)

Pesca artesanal

Cordón costero (norte-centro-sur)

Cría de chivos

Norte

Cría de ovejas

Norte

Cuidado del ganado

Norte

Arreo del ganado

Norte

Alimentación de animales

Norte

Caza de nutrias

Norte

Fabricación artesanal de ladrillos

Norte

Fabricación artesanal de vidrio

Centro

Reciclamiento de basura

Grandes ciudades

Venta ambulante

Grandes ciudades

Ayudantes en supermercados (embalado- Grandes ciudades res, empacadores) Trabajo doméstico

Grandes ciudades

Cuidado de niños

Grandes ciudades

Cuidado de ancianos

Grandes ciudades

Cuidado de enfermos

Grandes ciudades

Explotación sexual y comercial infantil

Grandes ciudades y zonas con turismo internacional: cordón costero

Fuente: elaboración propia.

77

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Es importante relacionar este listado de actividades productivas con participación infantil en la Provincia de Santa Fe con el listado de ocupaciones y procesos considerados peligrosos por OIT, que se encuentra en el apartado conceptual de este documento. Si bien las consecuencias negativas de un trabajo realizado por niños no sólo se establecen en función de la naturaleza de la actividad, la relación muestra que muchas de las tareas consignadas aquí son de las incluidas como peligrosas.

2.1 La participación infantil en la cosecha artesanal El algodón es considerado una producción de las llamadas “regionales” a nivel nacional. En Santa Fe la cuenca algodonera se divide en dos sectores: a) al este de la provincia, correspondiente al departamento 9 de julio; b) al oeste de la provincia, que ocupa los departamentos de Vera, General Obligado, San Javier y Garay. Gráfica 15. Superficie sembrada de algodón en la República Argentina, 1971-2005. 900 800 Otras provincias

Miles de hectáreas

700

Santiago del Estero

600

Santa Fe

500

Salta Formosa

400

Corrientes

300

Chaco

200 100 0 1971-75

1976-80

1981-85

1986-90

1991-95

1996-00

2001-05

Quinquenios

* Fuente: La Argentina en mapas, CONICET 2008. Tomado de www.laargentinaenmapas.com.ar (última consulta realizada el día 25 de julio de 2010).

Entre 1970 y 2005 la superficie sembrada con algodón muestra una reducción del área sembrada y de la producción debido a un conjunto de factores. Si bien la década de 1990 marcó el inicio una serie de cambios, como resultado de mejores precios en el mercado internacional y por la apertura de la economía argentina, a fines de esa década, la combinación de factores adversos tales como caída en los precios internacionales, incremento en la volatilidad de los mercados, posicionamiento tecnológico de cultivos 78

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

competidores, sumado a la ocurrencia de adversidades climáticas en las principales provincias productoras, provocó la desaceleración y eventual parálisis y retroceso del sector (MP 2008: 2). Esta crítica situación y su persistencia, llevó a que la superficie algodonera se destinara a otros usos más rentables, como por ejemplo la soja, de menores costos de producción y mayor seguridad de comercialización (CONICET 2006). En los mapas de la figura 3 se puede observar la disminución de la cantidad de hectáreas sembradas de algodón en la Provincia de Santa Fe a partir de la década de los noventa. Esta evolución muestra la paulatina disminución en el norte, específicamente en los departamentos de General Obligado, Vera y San Javier. Figura 3: Evolución de la superficie sembrada de algodón en la Provincia de Santa Fe, 1971-2005.

Fuente: La Argentina en mapas, CONICET 2008. Tomado de www.laargentinaenmapas.com.ar (última consulta realizada el día 25 de julio de 2010).

A este cultivo se lo considera gran generador de riqueza y desarrollo por su ocupación de mano de obra, el uso de maquinarias y la importante cadena de industrialización que moviliza (Nari 2009: 8); por esta razón las oficinas gubernamentales del Ministerio de la Producción provincial muestran su preocupación ante la disminución de este tipo de cultivo ante el avance sojero: “la situación actual de la actividad está 79

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

amenazada en su continuidad, lo cual nos lleva a preguntarnos si el algodón solo será parte de una historia ligada al desarrollo o si seremos capaces de revitalizar su producción” (MP 2008: 2). La cadena algodonera santafesina (figura 4) está integrada por los siguientes componentes o sectores: 1) producción primaria; 2) desmote; 3) industria textil (hilandería y tejeduría, tintorería, confección) y 4) distribución (MP 2008). Según los relatos y testimonios de los entrevistados, los niños participan en la actividad de cosecha del algodón en bruto para ser entregada a un acopiador, que luego entrega la producción a las empresas desmotadoras. Una vez finalizada la cosecha, el algodón en bruto es llevado a los establecimientos desmotadores, donde se separa la fibra de la semilla. El trabajo que hacen las empresas desmotadoras es el primer proceso de industrialización del algodón. -La participación de los niños en la producción de algodón en bruto, se da sólo bajo ciertas condiciones o circunstancias. Es importante mencionar que la participación de niños en la cosecha de algodón ocurre cuando dicho proceso productivo no está mecanizado y, en general, tiene lugar cuando el hogar del niño se ha trasladado de su localidad de origen específicamente para realizar esa actividad. La cosecha mecanizada de algodón se realiza en general en las superficies cultivadas de grandes productores; los pequeños y medianos productores, por lo general, siguen realizando la cosecha de algodón de manera tradicional. Figura 4: Cadena algodonera santafesina: sectores y productos Simientes

PRODUCCIÓN PRIMARIA

DESMONTE

Algodón en bruto

Otras fibras

INDUSTRIA TEXTIL

Fibra de algodón y Semillas

DISTRIBUCIÓN

CONSUMIDOR FINAL

Productos textiles

Fuente: elaboración propia en base a MP 2008a

El llamado “argumento de los dedos ágiles” (que ya fue descripto en el apartado dedicado a los factores causales del trabajo infantil), surgió en los testimonios recolectados entre miembros de organizaciones sociales que trabajan con pequeños productores del norte santafesino a la hora de explicar la participación de niños en esta actividad. En varias entrevistas surgió como tema la valorización de los procesos artesanales de cosecha como un modo de garantizar la calidad del producto algodonera. Existe la percepción entre estos informantes clave y los pequeños productores que, si bien la incorporación de tecnología en la cose80

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

cha permite bajar costos y agilizar los tiempos, daña el producto obtenido. La búsqueda de mayor calidad en el producto, según los testimonios, podría alentar la presencia de niños en las cosechas. El algodón y la caña de azúcar en Villa Ocampo, las Toscas, Florencia, más al norte, son las menos mecanizadas: las dos pero no como es el girasol y la soja, por eso los pequeños productores todavía realizan las tareas manuales. Muchas veces ese algodón está buscado por la calidad de la fibra entonces cuando está hecho a mano y los chicos con las manos chiquitas sacan capullos sin dañarlos, es mejor. Las grandes extensiones están mecanizadas los productores grandes y los pequeños productores son los que conservan estas pequeñas extensiones. (IC: ONG. Localidad Reconquista).

Sin embargo, la participación de los niños en la producción de algodón en bruto, se da sólo bajo un conjunto de condiciones o circunstancias y no se restringe al argumento de los “dedos ágiles”. En general, tiene lugar cuando el hogar del niño se ha trasladado de su localidad de origen específicamente para realizar esa actividad, es decir, que la presencia de niños en los lugares de cosecha no necesariamente responde a la necesidad de emplear mano de obra infantil, sino que se relaciona con el fenómeno de la migración temporal. La cosecha artesanal del algodón fue tematizada en las entrevistas como una actividad expuesta a riesgos, sobre todo por la exposición de los trabajadores a los agroquímicos usados como fertilizantes o como combate de plagas. Ellos para subsistir deben diversificarse y hacen chivos, vacas, hacen algodón, hacen changas, trabajan para el patrón y son fumigados por ellos pero no los pueden denunciar porque les dan laburo. Entonces, hay problemas de salud en los niños, mucho cáncer, mucho problema de dermatitis por la cantidad de veneno que circula y al que están expuestos, porque el algodón usa mucho agroquímico, como la soja, pero más en el algodón. (IC: ONG. Localidad Reconquista).

Teniendo en cuenta que en la provincia de Santa Fe, los pequeños y medianos productores aportan el 63% de la producción, los grandes productores el 27% y los minifundistas el resto (MP 2008ª); la participación infantil en las cosechas artesanales es plausible y probable. Si bien actualmente, se estima que el número total de productores con algodón puede haberse reducido al 50% (MP 2008ª), existen incentivos gubernamentales para fomentar este tipo de cultivos en la zona norte de la provincia.

2.2 La participación infantil en la horticultura La provincia de Santa Fe ha sido —históricamente— una provincia exportadora de hortalizas hacia otras provincias, principalmente a los mercados del sur. Actualmente, participa con un 6,7% de la superficie nacional plantada, posee una producción muy diversificada con tres mercados concentradores que abastecen a un gran área de influencia (Mercado de Fisherton y Mercado de productores ambos en Rosario y el Mercado Concentrador de Santa Fe) (MP 2008b). 81

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Las diversas zonas de producción frutihortícolas de la provincia, se destacan por producir una gran cantidad de productos generando una elevada cantidad de puestos de trabajo, ya que requiere mano de obra no sólo en la producción primaria, sino también en las áreas de empaque, transporte y almacenamiento. Si bien con relación a otros rubros productivos (carne, complejo oleaginoso, leche) éste resulta poco significativo, sí lo es en las zonas donde se desarrolla. A nivel provincial el 4% de los productores se dedican a la horticultura y a la fruticultura y se estima que, aproximadamente, 70.000 personas constituyen la mano de obra ocupada en la cadena de frutas y hortalizas, lo que representa un 20% del total de mano de obra ocupada en el sector. Mapa 3. Zonas frutihortícolas de la Provincia de Santa Fe General Obligado Vera

9 de Julio

San Javier San Cristóbal

San Justo Garay Las Colonias La Capital

Castellanos San Martín

San Jeronimo

Zona Santa Fe Zona de la Costa Dpto. La Capital Dpto. San Jeronimo Zona Rosario Zona Norte

Iriondo

Belgrano

San Lorenzo

Caseros Rosario Constitución Gral. Lopez Fuente: elaboración propia a partir de la EPH, 2003-2009.

Diversos cambios económicos y sociales fueron produciendo una paulatina disminución en la superficie cultivada. El número de productores involucrados en esta actividad en la provincia es de 1.600, aproximadamente, y están localizados en zonas especializadas, a saber: a.

82

Zona ciudad de Santa Fe: departamento La Capital, las especies más frecuentes son lechuga, acelga, remolacha, repollo, zapallito y tomate.

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

b.

Zona de la costa: distritos sobre la costa del Paraná desde San José del Rincón hasta San Javier. Se cultiva maíz para choclo, lechuga, zanahoria, zapallo, tomate, arveja, pimiento y últimamente frutilla.

c.

Zona de departamento San Jerónimo; el cultivo más importante es la frutilla

d.

Zona Rosario: departamentos Rosario, Constitución y San Lorenzo; se concentra fundamentalmente la producción de tomate, lechuga, arvejas, apio, espárragos, melón.

e.

Zona norte: Departamento General Obligado y gran parte de los Departamentos Garay y San Javier. La mayor producción es de batatas, siguiendo la sandía, el melón y el zapallo. Los productores están dispersos y trabajan en forma individual.

Las fuentes oficiales identifican debilidades en la producción de este sector que obstaculizan su crecimiento actual, a saber: escasa participación, comunicación y cohesión de los integrantes del sector, niveles de producción y calidad fluctuantes a través del tiempo, poco valor agregado a la producción, altas pérdidas post-cosecha, alta dependencia de la actividad del mercado doméstico con pocas oportunidades de exportación, escasa tecnología aplicada a nivel de la producción, baja transparencia y controles percibidos como no justos y problemas de mano de obra. La frutilla es una de las actividades que más capta mano de obra. Mano de obra no calificada, ¿me entendés?, personas con necesidades básicas insatisfechas, y todas esas cosas lindas que dicen los políticos. Bueno, eso es frutilla, eso es sinónimo de frutilla. Donde vos necesitas brazos para poder levantarla, porque eso hay que levantarla en tiempo y forma; y donde te piden un montón de regulaciones para que vos encuadres en una actividad normal, pero no se puede hacer porque la mayor parte son indocumentados, entonces se manejan totalmente en una económica informal total, donde el productor de acá manda su producción y no sabe si desde allá le van a pagar, si le van a dar las gracias, si le van a dar algo, no saben nada (IC: Productor de frutilla. Localidad: Coronda).

Si bien se ha ido incorporando en el sector la utilización de maquinarias para la producción y cosecha, según los relatos el proceso de cosecha sigue siendo artesanal. En este sentido, comparte las mismas características reseñadas en la descripción de la cosecha artesanal del algodón. Según fuentes oficiales, la mecanización está limitada en su crecimiento dada la utilización bastante difundida de la figura del “mediero”, que aporta la mano de obra a cambio de un porcentaje de la producción. Pregunta: ¿y así como ha cambiado tanto la manera de sembrar, ¿la manera de cosechar es la que se mantiene más igual? Respuesta: Es igual. Pregunta: ¿No hay ningún cambio? Respuesta: Ningún cambio. Mirá nosotros en el 2000 tuvimos la visita de laboratorios extranjeros y decían que en Francia estaban sacando los robots que por fotocélula te cortaban por color y por tamaño, yo dije bueno… valía algo de 250.000 euros cada uno, yo digo bueno 83

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tendría que encargarme por lo menos diez… Y me decían: ¿vos sabés lo que estás diciendo?, ¿lo que valen?, pero vos sabés lo que se reniega con la gente, no tiene precio, el robot vos sabés que vale eso, y ya está. Pero con la gente siempre tenés problemas (IC: Productor de frutilla. Localidad: Coronda)

La participación infantil en la cadena frutihortícola santafesina puede darse en la producción primaria en las actividades vinculada con la cosecha y limpieza de terreno, así como también en el sector de comercialización y distribución, en las actividades de carga, descarga y limpieza en los mercados de abasto de la provincia. Los trabajos que realizan se caracterizan por ser trabajos por hora, con remuneraciones muy bajas y de mucho esfuerzo físico debido a que la recolección de verduras implica estar encorvados por varias horas juntando los frutos y embolsándolos para luego cargarlos al camión de transporte. (IC: técnico. L: Santa Rosa de Calchines). Figura 5: Cadena frutihortícola santafesina Productor no concurre al mercado y vende directamente a minoristas

PRODUCCIÓN PRIMARIA

INDUSTRIA

ACONDICIONAMIENTO

DISTRIBUCIÓN

CONSUMIDOR FINAL

Fuente: elaboración propia en base a MP 2008b

La participación infantil en la producción primaria tiene características similares a la de cualquier cosecha artesanal, como se explicó en el apartado anterior. En general y según surge de los testimonios recolectados en campo, los hogares que se dedican a la cosecha de frutilla son migrantes temporales provenientes de la zona norte de la provincia. Esta característica de la mano de obra vinculada con las cosechas artesanales, presenta la particularidad de que no necesariamente los niños miembros del hogar trabajan sino que están presenten en los lugares de trabajo de sus padres o miembros adultos del hogar. Es una producción a cielo abierto, donde se lucha para poder cosechar, porque no sabe si va a venir la mano de obra, porque acá al corondino no le hacés juntar frutillas, ni aunque lo agarres con… (risas). Dependemos siempre de la gente de afuera que venga generalmente vienen con una promiscuidad terrible, desnutrición. Vienen las familias completas, con los niños. Ahora ya hace un tiempo que con el tema ese de que los niños no pueden trabajar, se está controlando mucho el trabajo infantil. Vienen chicos de 14 o 15 años, pero menos de eso no. Y los que los traen a lo mejor lo llevan al lote, donde los padres trabajan, y los chicos están haciendo cualquier otra cosa, pero vienen, por supuesto, sin un peso (productor de frutilla, Localidad: Coronda) 84

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La cosecha de frutilla en temporada sigue la siguiente dinámica cotidiana, signada por la modalidad de remuneración conocida como “pago a destajo”, que actúa como incentivo a la incorporación de todos los miembros del hogar durante la temporada. De 6 a 10 de la mañana juntan la fruta. Y después le queda para hacer toda la tarea de limpieza, hay que sacar hojas… A la mañana trabaja por kilo y a la tarde trabaja por hora. Y se saca una muy buena cantidad… El año pasado estaban en $30 o $35 centavos por kilo, es decir no es nada, pero son como 150 pesos, sólo de cosecha, y después tiene toda la tarde que puede descansar para el otro día o trabajar en la limpieza (productor de frutilla, Localidad: Coronda).

2.3 La participación infantil en la explotación forestal La Cuña Boscosa Santafesina representa una fuente de recursos productivos ligados a las economías regionales. Las maderas de los bosques nativos son empleadas en construcción y carpintería, en la producción de leña y carbón y también son la principal fuente de abastecimiento de la industria forestal regional. El pastoreo de los bosques también ocupa un lugar importante en la actividad ganadera provincial. A diferencia del sector foresto implantado, donde se da la especialización por actividad tal y como se describe en la siguiente figura, en el sector forestal de bosques nativos, la mayoría de los productores están integrados vertical u horizontalmente en dos o más eslabones y se dedican a varias actividades sin especializarse en ninguna (MinAgri 2009). Para entender la importancia que la explotación forestal tiene en la región norte de la provincia, es importante señalar que la mayoría de las industrias de esa zona utilizan como principal combustible la leña o carbón. Hay 2,500 familias dedicadas a eso, están uno, dos o tres años en un campo y después cuando se acaba el bosque en ese campo, se tratan de conseguir otro o están en relación con un obrajero que es el que compra la madera para el abastecimiento de las industrias. Porque en el norte el cien por ciento de las industrias utilizan combustible a leña como en el año 1800, papeleras, aceiteras, curtiembres, todo funciona a leña, todo como en el siglo pasado. Entonces estas empresas necesitan un abastecimiento muy importante y continuo de leña, entonces hay un obrajero que tienen una cantidad de gente que trabaja para ellos en distintos campos haciendo la leña, cortando la madera. Él le compra a esta gente por un precio irrisorio y esta persona tiene la posibilidad de hacerlo porque tiene un camioncito viejo y carga la leña y se las vende a las industrias. Es el intermediario entre el hachero y el industrial que necesita la leña. Por supuesto que la industria le paga un poco más de lo que el obrajero le paga al hachero, hay hacheros que lo hacen por su cuenta independiente cortando leña para alguien que viene y se la compra y venden directamente pero también hay muchos hacheros que tienen una relación de dependencia con un obrajero, porque así se permite abastecer a las industrias de manera continua. Esta es una situación de explotación que se da mucho en el norte. Es una relación laboral en negro que se da mucho en el norte. Se paga por tonelada y para hacer una tonelada se necesita un día o un día y medio y eso se paga 20 o 30 pesos la tonelada, es decir que su jornal diario es de 20 pesos, es complicado… (IC: ONG. Localidad: Vera). 85

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Vinculados a la importancia económica de las cadenas productivas generadas a partir de los recursos derivados de los bosques nativos, confluyen diversos grupos sociales y comunidades ligados a distintos usos directos e indirectos del bosque. Entre estos, una porción significativa de los productores pequeños y medianos del área emplean estrategias productivas de subsistencia parcial o totalmente dependiente del bosque (D´Angelo 2008). Tradicionalmente y antes de la aparición de herramientas eléctricas, la actividad extractiva forestal imponía un estilo de vida nómade. El hombre de la cuña boscosa era como una golondrina, no tenía nido seguro. Vos vivías acampando. Te daban un campo, yo iba, conseguía un campo para trabajar y hacía mi rancho ahí, y vivía ahí hasta que el dueño del campo decía “bueno, no pueden trabajar más y se van buscando otro lado”. Levantábamos todas las cosas y nos íbamos pa’ otro lado… (H: Pequeño productor ganadero y carnicero. Localidad: Vera). Figura 6. Cadena de valor forestal PRODUCCION FORESTAL

Propietarios (permisionarios) de bosques

Productores forestales (Obrajeros) Rollizos Postes Lena PFNM

PRODUCCION PRIMARIA

PRODUCCION SECUNDARIA

Aserraderos Madera aserrada verde Canteada Dimensionada Durmientes

Industria Remanufactura Pisos, Decks Cepilladas Molduras Embalajes Carpinterias Muebles Puertas y ventanas Articulos rurales

Secado Madera aserrada seca Canteada Dimensionada Productores de carbón Carbón Carbonilla

Transporte

Local Acopiador Cliente final Mayorista Minoristas

Nacional Cliente final Mayorista Minoristas Mueblerias

Exterior UE EE UU MERCOSUR ASIA

Fabricas tanineras Tanino Furfural Transporte

MERCADO

Transporte

Fuente: Ministerio de Agricultura de la Nación 2008.

La explotación de recursos forestales en Argentina y en la provincia de Santa Fe, está asociada a la ocurrencia de momentos favorables e incentivos para la expansión agrícola. En el caso particular de la pro86

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

vincia de Santa Fe, la tasa anual de deforestación es superior a la del promedio mundial y a la correspondiente a otras provincias argentinas también afectadas por este proceso (Chaco, Formosa, Salta y Jujuy), siendo 9 de Julio, Vera y General Obligado los departamentos más afectados (Montenegro 2005b). Ante esto, tanto a nivel de la nación como de la propia provincia se dictaron leyes orientadas a la ordenación del territorio para el uso forestal a través del cartografiado de los bosques y su zonificación en diferentes clases de riesgo (Ley Nacional 26.331 de presupuestos mínimos y leyes de la provincia de Santa Fe 12.363/04 y 12.366/04). Según la Ley Nacional 13.273, en la Provincia de Santa Fe para realizar la actividad de explotación forestal es necesario definir un plan de manejo de conservación y explotación sustentable del bosque nativo. Si bien esta ley rige desde el año 1948 en el ámbito nacional, el avance en material legal hacia la protección de los bosques nativos llega recién con la puesta en vigencia de la Ley 26.331 que define los presupuestos mínimos de protección ambiental para los bosques nativos, también denominada coloquialmente “Ley Bonasso”41. En los testimonios recolectados en campo, este nuevo marco legal es percibido como un determinante de los procesos de migración del campo a la ciudad de los hogares que tenían en la actividad extractiva forestal, su principal fuente de ingresos. Mire, la situación (de la nueva ley Bonasso) agravó totalmente el tema del monte, que como digo es la actividad principal para el hachero, para la gente del campo, porque vivían de eso. Y ahora las cosas se le tornan más difíciles, porque las familias que estaban trabajando tuvieron que mudarse, hay muchos que se fueron. Hay gente que se va a los tambos, en Córdoba, Buenos Aires. Donde hay tambo, la gente se va. Porque un plan social como ustedes verán, no alcanza. Más que las familias de por acá que son familias numerosas, familias de seis chicos para arriba, criados en el monte, en el hacha, en la leña, en el carbón, cosa que no es lindo hacerlo. Yo varias veces le he planteado al gobernador de la provincia que si hoy nos darían otro trabajo, nosotros estaríamos tirando todo y dejando todo ese trabajo, porque a nosotros no nos conviene hacer ese trabajo. La leña hoy sale $30 la tonelada, es una vergüenza. Cuando el chico tiene que estar trabajando junto con el padre, nosotros nos criamos en el campo trabajando con el papá en el monte. En total somos once hermanos, mi papá era hachero. (H: Pequeño productor ganadero. Localidad: Vera).

La migración en busca de otras oportunidades laborales puede ser una entre otras estrategias de reconversión de la actividad principal realizada por los hogares rurales. Otros hogares con mayor capacidad de ahorro y capitalización, pudieron reconvertirse e otras actividades (por ejemplo, el inicio de empresas familiares dedicadas a la fabricación de ladrillo artesanal). Esta situación fue observada durante el trabajo de campo en las entrevistas realizadas en hogares del norte santafesino, en general, las historias laborales familiares se relacionan en algún momento con la actividad forestal. 41. La ley 26.331 supone un salto cualitativo porque obliga a las jurisdicciones a realizar un ordenamiento de bosques nativos existentes en sus territorios, de acuerdo a criterios de sustentabilidad y declarando las diferentes categorías de conservación en función del valor ambiental de las distintas unidades de bosques. Los criterios de sustentabilidad son diseñados desde un enfoque multidimensional y sistémico, incluyendo indicadores biológicos, económicos, sociales y culturales, es decir, que toma en cuenta el valor simbólico que los recursos naturales tienen para las comunidades que los usan. Además, las categorías de conservación de este tipo de recurso natural definen, por primera vez en la legislación nacional, una regulación que toma en cuenta el daño actual de los bosques nativos.

87

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Y… nosotros desde que nos dábamos cuenta ya estábamos en el campo. Nosotros íbamos a la par de ellos a tirar una rama, a amontonar la leña, eso era lo que hacíamos. Claro, no se vive bien. Porque vos ves, vos te sentís… cuando vos te empezás a dar cuenta, tanto trabajar y no tener nada… Yo lloraba de amargura, de tristeza, porque decís vos “no tenés nada, no ganás nada, te viven…”, entonces vos cortás la leña, hacés el carbón, te quemás. Parte de tu vida estás dejando ahí, porque se te queman los ojos, el gas que tiene el carbón te hace mal…. (H: Pequeño productor ganadero. Localidad: Vera).

La presencia de niños en la actividad de explotación forestal es tematizada en los testimonios como una tarea expuesta a riesgos y es considerada específicamente por los miembros de organizaciones sociales entrevistados como una de las actividades peligrosas del ámbito rural. El argumento no sólo recae en la utilización de herramientas con filo y cortantes (hacha, motosierra), ni en los elevados pesos que hay que cargar al cargar, descargar y acomodar la leña; sino que los testimonios se enfocan en los estilos de vida que supone la actividad del hachero. Lo que yo podría aportarte es que tengan una mirada importante en el tema de los hacheros, es decir las familias de los hacheros, es gente que no tiene acceso a la tierra, que no tiene ni un veinte por veinte y tienen solo su forma de trabajo. Lo único que pueden hacer es hacer la leña y esa gente se va trasladando a un bosque donde pueden hacharlo y se buscan un dueño que les de permiso. Su vivienda es un bendito, una lona atada entre cuatro árboles y ahí abajo hacen fuego y ahí viven, cocinan en el suelo y esos chicos que ni siquiera van a escuela, son chicos que laburan con el padre, trabajan en el monte sacando quebracho con el padre, con todo lo que eso significa. Entonces en el norte hay que tener una mirada enfocada a eso (IC: ONG. Localidad: Vera).

2.4 La participación infantil en la elaboración artesanal de ladrillos No es fácil realizar una descripción de la actividad de fabricación artesanal en la Provincia de Santa Fe. Los testimonios de los informantes claves permiten llenar algunos vacíos de información oficiales sobre este sector poco regulado del cual se conoce poco. En general, la fabricación artesanal de ladrillos con presencia de población infantil se realiza bajo la modalidad de emprendimiento familiar de uno o varios hogares asociados. Los informantes clave relacionan la actividad de las ladrillerías familiares con la actividad forestal extractiva y con la producción artesanal de carbón. Las ladrillerías artesanales fueron ubicadas por los informantes clave en la zona centro y norte de la provincia con producciones de aproximadamente 5.000 o 6.000 ladrillos en cada “tirada” o proceso productivo. El ladrillero en algunos casos es una derivación del carbonero que es una persona que explotaba el bosque y hacía el carbón, lo que pasó es que lo hacía en una pequeña propiedad suya y se terminó el bosque o lo hacía en propiedades de otra gente y como no quiere trasladarse a otra propiedad y no quiere andar medio nómade buscando lugares donde hay madera se quiere quedar en su sitio, no quiere andar de un lado a otro, entonces cambió de actividad, cambió el rubro y se dedicó al ladrillo, que es un rubro parecido al del carbón por el tema de tener que cocinar el ladrillo. En este trabajo con toda seguridad hay trabajo infantil es una actividad que hoy se ve mucho al lado de la vía del tren porque están usando esa tierra ese terraplén de la vía 88

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 y es una actividad tan extenuante como la del carbonero, como la del hachero, porque traen la leña, usan una gran cantidad de leña para hornear los ladrillos y hay ayuda de los hijos, cortando ladrillos, yendo al monte a buscar la leña y poniendo a secar. (IC: ONG. Localidad: Vera)

La actividad ladrillera realizada por los hogares es combinada con otro tipo de actividades relacionadas como el desmonte, la cosecha de algodón y procesamiento de caña de azúcar. Según se infiere de los relatos de los hogares que realizan este emprendimiento, la actividad ladrillera opera como una estrategia de reconversión de actividades productivas realizadas por los miembros del hogar frente a las transformaciones de las actividades rurales. Sin embargo, se trata de un emprendimiento que requiere de cierta capitalización por parte del hogar para la compra de materia prima y para contar con un medio de transporte que permita acarrear la leña que se utiliza para el horneado de los ladrillos. Antes de tener la ladrillería hacíamos de todo, porque entonces íbamos al monte, ahí sí que hacíamos leña para vender a los campos, en todas partes donde hay fábricas. Hacíamos leña y vigas. Ahora mi marido se fue a cortar viga para un aserradero, porque no se puede trabajar en la ladrillería ahora por la lluvia, entonces se van al monte a cortar un poco de viga, sería madera gruesa para trabajar en el aserradero. En el tiempo de algodón, esas cosas, nos íbamos a cosechar, carpir, deschalábamos cañas, pero después cuando se terminaron todas esas cosas, como ahora que está terminando todo eso, nos fuimos al monte. Compramos moto sierra para trabajar en el monte. Lo que hacíamos lo hacíamos para nosotros. (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

Como veremos más adelante, la actividad de elaboración de ladrillo artesanal es mencionada por los miembros de organizaciones sociales como una actividad peligrosa en la cual participan los niños. En consonancia con estos testimonios, la elaboración de ladrillo artesanal figura en el listado de ocupaciones y procesos peligrosos para la participación infantil en las actividades productivas que fue descripto en el apartado conceptual. La inclusión de esta actividad en el listado de ocupaciones peligrosas se debe a un conjunto de condiciones: las altas temperaturas de los hornos en los cuales se “quema” el ladrillo, al tratarse de una actividad realizada a cielo abierto, el niño está expuesto al sol o a temperaturas bajas durante muchas horas en el día42, la realización en horarios nocturnos del proceso de horneado de los ladrillos. Sin embargo, los testimonios recabados en los hogares que tienen este tipo de emprendimiento, consideran que no se trata de un trabajo pesado pero sí admiten que insume mucho tiempo cuando comienza el proceso de elaboración, horneado y secado de los ladrillos. En la ladrillería hay mucho trabajo. No es pesado el trabajo que se hace pero todo el día hay que andar. De que uno empieza el día hasta hay veces a la noche, si hay cosa cortadas, adobe, todas esas cosas, y están destapados, a las dos o tres de la mañana si se levanta el tiempo, hay que levantarse e ir a tapar nomás. Ahora no porque ahora no hay nada. Hay ladrillos hechos nomás. Pero cuando hay los adobes sí…son esos cuadrados que se cortan… porque se hace el barro primero. Se llena con tierra que hay que acarrear de aquellos lados. Después en esa tierra se le echa agua, bosta, tierra de esta nomás, pero tierra buena que se casa por allá. Esa la trae mi marido con los carros y el acopladito que tienen allá, se le atan los dos burros 42. Es lo que OIT denomina condiciones ambientales físicas que pueden ser peligrosas para los niños que trabajan, en el caso de la elaboración artesanal de ladrillos a cielo abierto se menciona específicamente el estrés térmico (calor, frío) (OIT-CIET 2008c:34).

89

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social grandes, o una mula, un mulo y un petizo, sino otro burrito más chiquitito. Se ata eso y se acarrea. A veces están todo el día, sino a veces dos días le lleva la traída de tierra. Eso tienen que sacar con pala de punta a mano. Y ahí traen y llenan el pisadero, después se le echa agua, bosta, viruta, esas cosas a medida que se da vuelta con el caballo. Para que haga la mezcla. (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

La existencia de este tipo de emprendimiento familiar posibilita el trabajo de los niños en contraturno a la escolaridad obligatoria, según los relatos obtenidos en campo. Según la voz de la madre entrevistada, el hecho de que los niños participen en un emprendimiento familiar y que se realiza en el mismo terreno donde tienen la casa, facilita las cosas. En este sentido, la percepción de trabajo no peligroso se asocia más con el lugar donde se realiza la actividad, que con la naturaleza del mismo. Pregunta: Antes de tener la ladrillería, cuando estaban en la cosecha y esas actividades ¿los chicos también ayudaban? Respuesta: No. Los chicos nunca trabajaron afuera. Recién ahora que tenemos la ladrillería, que es más fácil. Pero mientras nosotros hacíamos las otras cosas, ellos nunca trabajaron. Por ahí un sábado si querían ir, les dejábamos que vayan, pero nunca trabajaron . Pregunta: ¿Les conviene más que lo de la leña? Repuesta: Sí, además uno está más tranquilo. Acá en la casa se trabaja, trabajan ahí nomás, al ladito de uno. Vienen y se van continuamente. Después, no es una cosa peligrosa tampoco. En el monte te patea un palo, te puede chicotear la motosierra, cualquier cosa, es un peligro estar en el monte. Y… por ahí hay algunos que le muerde una víbora. El monte es re peligroso y es un trabajo pesado. En la ladrillería no. Tenés que andar todo el día pero no es una cosa pesada… cargar unas bolsas de pasto, te vas y buscas al pueblo y buscas pasto, no es un trabajo pesado. Yo diría que el trabajo más pesado es acá con la tierra. Sucio eso sí, es un trabajo sucio. (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana)

Las actividades realizadas por los niños más pequeños en las ladrillerías familiares son: ayudar en la carga y descarga de la leña utilizada en los hornos, preparar la mezcla con la cual se elaboran los ladrillos, armar los ladrillos usando la mezcla y moldes, acomodar los ladrillos en las “canchas”, llenar los hornos con los adobes crudos, vaciar los hornos con posterioridad al proceso de horneado y acomodar los ladrillos ya horneados. El proceso de horneado del adobe, en general, es realizado por los miembros adultos del hogar o por los jóvenes de mayor edad. Pregunta: ¿Y los más chicos van a la escuela a la tarde o a la mañana. Repuesta: Ellos dos van a la mañana ahora. Y las nenas van a la noche. Y a la tarde ahí trabajan en la ladrillería, se van ahí a ayudarle al padre. Pregunta: ¿Y en qué ayudan ellos? Respuesta: Y… a parar los adobes, a juntar, a levantar… agarran los carros y atan y se van a comprar pasto. Sino si hay que comprar bosta, se van a comprar bosta de caballo. Si no se compran virutas de los aserraderos y se van a buscar ellos. Pregunta: ¿Y eso es sólo cuando se los necesita o… siempre es costumbre ir a ayudar al papá? Respuesta: Todos los días. Ahora que están en la casa todos los días tienen que ir a ayudar. Y 90

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 como ahora que está así veo, el deber de ellos todos los días es largar los caballos a la mañana al levantarse y atar los que tienen que atar y después sí, venir y tomar el mate cocido. (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

Además de utilizar como mano de obra a los miembros del hogar, los emprendimientos familiares de elaboración artesanal de ladrillo suelen ocupar a miembros de otros hogares cercanos y menos capitalizados que trabajan por un jornal diario. Según los relatos, se utiliza a niños que han abandonado la escuela y no trabajan, como un modo de ayudar a hogares vecinos. Pregunta: ¿Cuántos son en una tanda que saquen de ladrillo? ¿Cuántos tienen que trabajar? Respuesta: Se trabaja bien, se necesitan un montón porque por ahí están dando vuelta el barro y viene la gente a comprar ladrillo y se necesita gente para atenderlos. Entonces antes de dejar de hacer lo que tienen que hacer, se le paga a otro y ellos van y cargan, y ahí, mientras tanto los que estaban trabajando siguen trabajando en sus cosas. Después que está listo el barro hay que plancharlo y pagar al chico para que venga a cortar. Eso se corta ahí en la ladrillería en las canchas, se arreglan las canchas, vienen y cortan… (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

Sobre la cadena de comercialización y distribución de la producción proveniente de las ladrillerías artesanales tampoco hay información. En general y como puede inferirse de los testimonios, los hogares con este tipo de emprendimiento venden a clientes de la zona que buscan los ladrillos directamente en el lugar donde son producidos. Vienen de distintos lugares a buscar los ladrillos. Las personas de acá de Villa Ana compran muchos también. Muchos compran 1000, 500, 100, 50, según la cantidad que necesitan. Algunos llevan 25. Algunos te dicen “dame 20 ladrillos que estoy por hacer una piecita” (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

La venta de dos hornos de ladrillos que producen 5.000 unidades cada uno, permite sostener a todos los miembros del hogar, según afirman los entrevistados. Pregunta: Y durante esa semana que esperan a que se enfríe y todo, ¿Qué hacen? Respuesta: Y… se hacen las otras cosas. Se corta, se acarrean cosas. Si hay que acarrear tierra, todas esas cosas. Mientras tanto que ese se va enfriando, los otros se van secando. Cuando se terminen de secar los otros, estos ya están fríos. Si están lindos los días, en un mes podes hacer dos hornos tranquilamente. Y con dos hornos ya tenemos… (H: ladrillería artesanal y explotación forestal. Localidad: Villa Ana).

2.4 La participación infantil en los servicios y quehaceres domésticos La participación de las niñas en los servicios domésticos en hogares de terceros y en los quehaceres domésticos del hogar propio fue una actividad nombrada sistemáticamente por todos los informantes clave. Aún en hogares rurales, las entrevistas muestran la incorporación temprana de las niñas y adolescentes en 91

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

la realización de tareas domésticas, cuidado de niños, de ancianos y de enfermos; tanto en el hogar propio como en hogares de terceros a cambio de una remuneración económica o en especies (por ejemplo, a cambio de vivienda y comida). Si bien no hay dudas conceptuales sobre el servicio doméstico realizado por las niñas en hogares de terceros, el tratamiento de la producción no económica, en particular de los servicios domésticos no remunerados (es decir, la prestación de servicios domésticos por los niños para consumo en el propio hogar), ha merecido considerable atención en el debate relativo a la medición del trabajo infantil. En este sentido, existen argumentos a favor y en contra de la inclusión de la producción no económica en la medición del trabajo infantil por abolir (OIT-CIES 2008c). Esta discusión no sólo se da en el abordaje de la problemática del trabajo infantil, sino que el debate también tiene lugar con respecto a las tareas realizadas por las mujeres en su propio hogar. La percepción de que los quehaceres domésticos en el hogar propio no constituyen un trabajo, aparece en los testimonios recolectados en informantes clave y en los hogares. Esta actividad es nombrada como ayuda, obligación o necesaria colaboración de las niñas a la reproducción cotidiana familiar. Sin embargo, y como han demostrado muchas investigaciones la realización de tareas domésticas en el hogar propio puede obstaculizar la asistencia y desempeño escolar con la misma magnitud que un trabajo a cambio de remuneración. La participación en estos servicios domésticos durante varias horas puede tener repercusiones directas en el bienestar infantil, habida cuenta de que el trabajo en horarios prolongados dedicado a las tareas domésticas podría interferir en la educación formal, en igual medida que el trabajo en el campo o en una empresa familiar (OIT-CIES 2008c). Siguiendo los lineamientos de OIT, los servicios domésticos peligrosos no remunerados podrían definirse como aquellos servicios realizados en condiciones peligrosas, en términos similares a la definición de condiciones de trabajo peligrosas, es decir, las tareas domésticas que exigen mucho tiempo, se realizan en un medio insalubre, manipulando equipos peligrosos o cargas pesadas o en lugares peligrosos, y que exponen al niño a abusos de orden físico o de otro tipo (OIT-CIES 2008c).

2.4 La participación infantil en la pesca artesanal y de subsistencia La provincia de Santa Fe posee unos 700 kilómetros de costa sobre el río Paraná, a lo largo de la cual, todas las localidades ribereñas, 45 municipios y comunas, son asiento de actividad pesquera. Las especies principales que se obtienen de la explotación acuífera son el sábalo, surubí atigrado, surubí pintado, bagre amarillo, armado, boga, mandubí, moncholo, patí, salmón de río, tararira, anchoa de río y pejerrey. El sábalo es el recurso pesquero más abundante del litoral fluvial argentino y es considerado uno de los eslabones esenciales del ecosistema ya que su condición forrajera lo sitúa como sostén de la cadena trófica. Por otra parte la especie tiene un alto valor comercial porque es exportada. La actividad pesquera relativa a la especie tomó un nuevo impulso durante la década de los noventa, lo que se tradujo en el aumento de las capturas a niveles sin precedentes (MP 2008c). 92

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

En la provincia de Santa Fe, el uso del recurso pesquero asume diversas modalidades: a) un uso vinculado a la subsistencia primaria familiar;43 b) un uso comercial vinculado a pequeños negocios;44 c) un uso comercial vinculado a industrias grandes; d) un uso deportivo o recreativo. La mayor proporción de pescadores se localiza en las localidades costeras del centro y sur de la provincia. La actividad pesquera en las localidades aledañas a la costa santafesina, constituye una fuente generadora de alimentos e ingresos dentro del ámbito familiar rural y es una alternativa de reconversión productiva o un complemento de otras actividades productivas con gravitación sobre las economías regionales. El auge que cobró en las últimas décadas la exportación del sábalo, estimuló a muchos hogares rurales vinculados con la cosecha de frutas y hortalizas de la región centro a dedicarse a la pesca. Mapa 4. Pesca artesanal, de subsistencia y total de pescadores por región PESCA ARTESANAL

PESCA DE SUBSISTENCIA

TOTAL DE PESCADORES POR REGIÓN REGIÓN I (nodo Reconquista) Total: 632 Porcentaje: 13%

REGIÓN III (nodo Santa Fe) Total: 2.679 Porcentaje: 55,3%

REGIÓN IV (nodo Rosario) Total: 1.494 Porcentaje: 30,8%

Fuente: elaboración propia en base al Padrón de pescadores confeccionado por el Ministerio de la Producción de la Provincia de Santa Fe. 43. La pesca de subsistencie es “aquella realizada por personas sin recursos, con el único fin de proveerse de alimento para él y su familia, y se realiza desde la costa o en bote de remos” (Art. 30 de la Ley Nº 12.212). 44. La pesca comercial se entiende “como todo acto o procedimiento de captura de peces con fines de lucro por cualquier medio o sistema autorizado por la Autoridad de Aplicación”. Solamente podrá ser realizada por los Pescadores Artesanales, según plantea el Art. 22 de la Ley Nº 12.212. El pescador artesanal es aquel que cumple con las siguientes condiciones: “1) practica la pesca dentro de la jurisdicción del Departamento donde posee su domicilio; 2) cuenta con una residencia mínima en dicho departamento de al menos 2 años; 3) utiliza para ello embarcaciones a remo o con motores de hasta quince hp de potencia; 4) pesca por cuenta propia, sin establecer relaciones de dependencia laboral con terceras personas. El producto de la pesca es de su propiedad y el mismo debe ser destinado al consumo familiar, la venta directa al público, al comercio o acopiadores, según su propia decisión” (Art. 23 de la Ley Nº 12.482).

93

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Los niños y niñas realizan actividades relacionadas al trabajo en la chacra, mediante la recolección de verduras (según la época: zanahorias, choclos, etc.) y en la actividad de pesca. Por lo general, en ambos casos, esta situación se da en compañía de algún familiar. (IC: técnico. L: Santa Rosa de Calchines)

Similar a lo acontecido con los bosques nativos del norte de la provincia, en los últimos años creció la preocupación por la explotación de los recursos del río, dando lugar a un cambio significativo en la normativa vigente. El cambio legal definió nuevas reglas para la actividad pesquera (artes de pesca permitidas, tamaño permitido para las mallas utilizadas para pescar cada especia, período de veda, mayor control por parte del estado de la explotación de los recursos del río y establecimiento de cupos para exportación), bajo el cual afloraron conflictos entre los distintos usuarios de los recursos del río (pescadores artesanales, pescadores deportivos, pescadores de subsistencia) y los diversos actores de la cadena de valor (frigoríficos, acopiadores). La nueva normativa también busca impactar sobre la situación de informalidad en la cual opera este sector productivo. Según datos oficiales, las empresas vinculadas a la actividad pesquera en la forma de acopiadores o frigoríficos, operan con aproximadamente un 25% del personal cumpliendo con las condiciones laborales exigidas por la legislación vigente (Nari 2009). La contribución de los niños es mayor en la pesca a pequeña escala, sea de subsistencia o artesanal, ya sea como miembros de una familia de pescadores o trabajando para otros. En cualquier caso, la informalidad del sector actúa como un incentivo positivo para la presencia de niños en las tareas vinculadas con la pesca, a saber: tejido de mallas, tendido de redes, acarreo y barrido de redes, carga, descarga y limpieza del pescado. La pesca puede considerarse una ocupación no peligrosa, que, en determinadas circunstancias, podrían convertirse en peligrosa, teniendo en cuenta que la pesca puede ser llevada a cabo en varios días incluyendo el pernocte de los pescadores en las islas (Hagemann y otros 2006). Figura 7: Cadena de valor de río y sus productos Pescador de subsistencia

FRIGORÍFICO EXPORTADOR CONSUMO FINAL

RECURSOS DEL RÍO

PESCADOR ARTESANAL

Acuicultura Pescador deportivo

Fuente: elaboración propia en base a MP 2008c

94

PUERTO DE FISCALIZACIÓN

TRANSPORTE

TRÁFICO FEDERAL

PROCESADOR

EXPORTACIÓN

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

3. Representaciones sociales sobre el trabajo infantil Un negro es un negro. Sólo en determinadas condiciones se convierte en esclavo. Una máquina de hilar algodón es una máquina para hilar algodón. Sólo en determinadas condiciones se convierte en capital. Marx, Karl (1975:36).

Las representaciones son definiciones socialmente admitidas a través de las cuales los individuos construyen explicaciones plausibles sobre fenómenos o hechos sociales y, por esto, las representaciones sociales aluden a una manera de ver y concebir el mundo. Una representación social es siempre la representación de algo o alguien, por algo o alguien, para alguien o algo. Estas construcciones sociales permiten iluminar la comprensión desde el plano de las ideas de cómo se seleccionan, mantienen, modifican y rechazan visiones opuestas de lo que significa la “infancia trabajadora” en distintos grupos sociales. La importancia de rastrear las maneras en que distintos grupos sociales entienden el trabajo infantil, radica en la relación existente entre estas definiciones y las maneras de actuar. Las representaciones sociales son guías u orientaciones para la acción. Las representaciones sociales no son fijas e inmutables sino que cambian con el tiempo, al paso de las transformaciones económicas, políticas, ideológicas, jurídicas y sociales. Por eso, es mejor entenderlas como construcciones dinámicas y abiertas a relecturas constantes (Trevignani 2006: 46). Los significados atribuidos a la niñez han sufrido transformaciones significativas en las últimas décadas. La Convención Internacional de los Derechos del Niño ha cambiado la manera de entender lo que significa ser un niño, así como también ha modificado las maneras de intervenir sobre problemáticas relacionadas con esta etapa del ciclo vital. La definición del niño como sujeto de derecho (y no como objeto de intervención adulta), ha impactado en el saber de sentido común, en el saber experto y también en los ámbitos públicos de la intervención. Dado este contexto, la noción de trabajo infantil aparece en los discursos sociales cada vez más aparejada a situaciones negativas asociadas con la vulneración de los derechos de la niñez. A pesar de estos cambios que son significativos y pueden encontrarse difundidos en todos los ámbitos sociales (la idea de que el trabajo de los niños debe ser combatido), no existe en el discurso social una visión homogénea de lo que incluye el trabajo infantil considerado negativo (o lo que OIT denomina el trabajo infantil a erradicar). Así, puede encontrarse una heterogeneidad de imágenes con respecto a la participación de los niños en las actividades productivas: hay formas de trabajo infantil que están invisibilizadas en el discurso social (se omiten, están ausentes); existen modalidades de participación infantil en actividades productivas que son construidas desde valoraciones positivas; existen actividades realizadas por los niños que son toleradas por los grupos sociales. Recuperando la cita con la que comienza este apartado, se puede decir que un niño es un niño, sólo en determinadas condiciones se convierte en trabajador. Dichas condiciones refieren a características del sistema jurídico, económico, social y cultural de determinada estructura social. Si bien existen 95

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

cambios normativos significativos que operan sobre las maneras de entender la participación de los niños en las actividades productivas, todavía persisten en el discurso social un ocultamiento, invisibilidad o tolerancia de algunas de éstas. Explorar las representaciones sociales de los grupos relacionados con la infancia (funcionarios públicos, equipos técnicos, miembros de organizaciones de la sociedad civil y hogares) permite conocer la construcción social del niño trabajador más allá de la visión normativa existente en la actualidad. En otras palabras, permite conocer y describir las actividades productivas infantiles que permanecen invisibles (que no son consideradas trabajo); las actividades productivas infantiles que son visibles pero son entendidas como positivas o no perjudiciales y las actividades productivas infantiles que son condenadas socialmente. A partir de esta exploración se pueden conocer las condiciones culturales que convierten a un niño en trabajador. Esta indagación de los significados asociados con la infancia trabajadora, parte de la certeza de que los entramados culturales inciden (junto con otros factores determinantes) en la persistencia del trabajo infantil. Como señala Elena Duro “las valoraciones y actitudes hacia el trabajo infantil de los padres y de los niños, de los funcionarios, de las ONGs, la concepción del papel de la infancia y de los derechos de esta, el peso de la tradición y de sus formas sutiles de reproducción y aquel sector social que ve en el trabajo infantil y adolescente un mecanismo de control social son elementos que no deben desatenderse a la hora de enfrentar el problema. En el plano de las subjetividades y percepciones de los adultos solemos encontrar barreras que deben ser abordadas” (Duro 2007: 59). En lo que se sigue se rastrean las imágenes en torno al trabajo infantil y se sistematizan los principales resultados obtenidos de las entrevistas realizadas a informantes claves de cada una de las localidades y a los jefes y jefas de hogar. El objetivo consiste en mostrar la construcción social vigente del fenómeno del trabajo infantil en diferentes ámbitos relacionados con la problemática. A fines de mostrar las diferencias, este apartado se organiza en base a los diferentes ámbitos que estructuran el discurso sobre la niñez y el trabajo, a saber: a) representaciones sociales de los funcionarios y equipos técnicos vinculados al sector público; b) representaciones sociales de miembros de organizaciones no gubernamentales; y c) representaciones sociales de los hogares con niños trabajadores.

3.1 Las percepciones de los funcionarios políticos Las percepciones que los funcionarios políticos tienen sobre la niñez, la escuela y el trabajo son reconstruidas a partir de la aplicación de una entrevista auto-administrada y enviada electrónicamente a todas las localidades y comunas de la Provincia de Santa Fe. En este acápite se sistematizan las respuestas que los presidentes comunales dieron a una batería de preguntas (véase el Anexo I). Se analizan las respuestas de 71 localidades diferentes que contestaron a este pedido. Las respuestas de los funcionarios políticos y equipos técnicos de los gobiernos locales son variadas, sin embargo pueden detectarse algunos denominadores comunes. Como se puede observar en la gráfica que se presenta a continuación, en general, las respuestas al cuestionario enviado fueron elaboradas por el 96

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

intendente o presidente comunal; en otros casos, el envío del cuestionario auto-administrado fue derivado por los presidentes o intendentes locales a trabajadores que fueron quienes finalmente contestaron el pedido de información. En pocos casos, fueron los equipos de salud, empleo o educación quienes asumieron la responsabilidad de contestar y enviar nuevamente el formulario.

Quién contesta

Gráfica 16. Cantidad de cuestionarios según responsable de elaborar las respuestas Area Turismo

1

Area Salud

1

Area Niñez

1

Area Empleo

1

Secretaria Administrativa

4

Area Social

27

Intendente o presidente comunal

36 0

5

10

15

20

25

30

35

40

Cantidad de formularios recibidos Fuente: elaboración propia a partir de los cuestionarios auto-administrados a funcionarios públicos.

Ante la pregunta sobre la existencia en la localidad de información acerca de la problemática del trabajo infantil, la mayoría de las respuestas son negativas (58 sobre 71). En los casos donde la respuesta fue positiva (13 cuestionarios), describen que la información con la que cuentan proviene de las visitas domiciliarias o entrevistas familiares realizadas como trabajo de rutina por este tipo de funcionarios públicos. En pocos casos específicos, la información proviene de relevamientos censales realizados al interior de las localidades y comunas. Salvo contadas excepciones, ningún municipio o comuna se encuentra ejecutando medidas o acciones vinculadas al trabajo infantil. Es evidente la falta de un trabajo en red sobre la problemática entre comunas y municipios vecinos. No hay vinculación entre los diferentes presidentes comunales e intendentes, a pesar de que en muchos casos son pocos los kilómetros que separan las localidades y comparten las mismas características en la problemática. A la hora de señalar otras instituciones que podrían brindar información, la gran mayoría señala como fuentes primarias a las escuelas públicas de la localidad o a los SAMCO de la región. 97

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

El primer dato que llama la atención es que del total de cuestionarios recibidos, 27 de ellos contestan negativamente a las preguntas sobre la presencia de niños en actividades productivas en la localidad. Sin embargo, saben de adolescentes que colaboran con sus padres en el ámbito rural o como ayudantes de albañilería en el tejido urbano. Los casos de trabajo infantil detectados en las respuestas al cuestionario en los municipios y comunas son, en su mayoría, realizados por adolescentes entre 13 y 18 años. Las respuestas identifican diferencias de género en la realización de actividades productivas: en el caso de los varones, el trabajo se encuentra vinculado a ayudantes de albañilería, cuidado de los animales, recolección de huertas y en el caso de las niñas, el trabajo se vincula más con el cuidado de hermanos menores y tareas de mantenimiento del hogar (servicio doméstico, ya sea en el propio hogar como en hogares de terceros). Un argumento recurrente en las respuestas negativas tienen que ver con la pequeña escala de las localidades y comunas relevadas. Los funcionarios que respondieron al pedido de información relacionaron la escala del pueblo o comuna a la cual pertenecen con la posibilidad de contar con información de primera mano y la idea de que el tamaño de la localidad permite conocer el fenómeno al detalle. En general, ante la pregunta del cuestionario sobre la información que acompaña la afirmación sobre la existencia o no del trabajo infantil en su localidad, muchos funcionarios respondieron que la pequeña escala les permite conocer todos los problemas que suceden en las comunas o localidad a su cargo. Hemos leído detenidamente el cuestionario remitido por ustedes y les informamos que por suerte en nuestra localidad no se registran casos de trabajo infantil. Podemos dar fe de ello ya que esta es una pequeña localidad en donde todos nos conocemos y palpamos diariamente la realidad de cada familia, por lo cual estamos en condiciones de afirmar que no existe este preocupante problema (IC: funcionario público. Localidad: Bauer y Sigel). En esta localidad de 750 habitantes no tenemos problemas relacionados con el trabajo infantil, ya que no hay menores que realicen alguna actividad. (IC: funcionario público. Localidad: Cañada Rica).

La alusión recurrente a la pequeña escala como un factor que permite conocer de primera mano lo que sucede, invisibiliza algunas actividades realizadas por los niños, con su contrapartida: esto es, la idea de que el trabajo infantil se restringe a la imagen del trabajador urbano-marginal. Los niños que hacen del espacio público el principal escenario de la actividad a cambio de propinas es la más imagen más recurrida en las respuestas de los funcionarios públicos. No, nuestra localidad cuenta con 2500 habitantes y por el momento no se observa ningún tipo de trabajo infantil. La ciudad más cercana a nuestra localidad es Venado Tuerto y se pueden observar en los centros urbanos a niños vendiendo estampitas, es lo más común (IC: funcionario público. Localidad: Carmen).

Así, el trabajo familiar realizado por los niños (ya sea las tareas domésticas o agropecuarias) no aparece mencionado tan nítidamente en las respuestas con la noción de un trabajo infantil condenado socialmente. Las diversas actividades realizadas por los niños en el ámbito rural, resultan opacas a la mirada 98

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

pública o son consideradas tareas menores. Dos supuestos relacionados entre sí influyen en esta manera de entender y construir el trabajo infantil: la idea de que el trabajo en la calle es una de las peores formas y la idea de que las actividades que realizan los niños que aparecen bajo la forma de ayuda familiar, no son consideradas trabajo. La incidencia en la explotación de menores se da en los grandes centros urbanos y conurbano bonaerense, también se observa en la ciudad capital de Santa Fe chicos que realizan diversas tareas Ej.: limpiavidrios, cartoneros, etc. En cuanto al sector rural solo realizan tareas menores, junto a sus padres. (IC: funcionario público. Localidad: San Bernardo). En nuestra ciudad no es una problemática de relevancia, es más notable en las grandes ciudades, donde la situación no es fácil de controlar por medios estatales debido a la gran cantidad de población (IC: Funcionario público. Localidad: Arroyo Seco). Afortunadamente esta problemática no se presenta en la comunidad de Colonia Dolores, si bien los niños ayudan a sus padres en quehaceres hogareños o en algunas actividades relacionadas al campo, no se puede considerar como un trabajo forzado o con características que perjudiquen el normal desarrollo del niño en salud físico o mental. (IC: funcionario público. Localidad: Colonia Dolores).

Esta invisibilización o tolerancia con respecto a las actividades realizadas por la población infantil en el seno del hogar o bajo supervisión de miembros adultos del hogar, opera bajo el supuesto de que el hogar es un escudo protector contra situaciones de daño, perjuicio o explotación. La imagen del niño en situación de calle o realizando actividades productivas en la vía pública, convive en cambio con el supuesto contrario: el debilitamiento o quiebre de los vínculos familiares del niño se asocia en las representaciones sociales de los funcionarios públicos con una mayor situación de vulnerabilidad. Otro supuesto que opera en la construcción de la infancia trabajadora es la que relaciona de manera lineal la pobreza con la necesidad del hogar de enviar a los niños a trabajar. La idea común y reproducida también por la investigación académica, de que la pobreza es el principal determinante del trabajo infantil, reduce esta problemática a una mirada unidimensional: sólo se entiende como trabajo infantil aquel realizado por razones de subsistencia. En esta comunidad no se registran casos en donde los niños comprendidos entre las edades de 05 a 17 deban desempeñar alguna tarea para la subsistencia. No se define como trabajo a la ayuda familiar que brinda un niño (Ej. cuando sale a hacer la venta o reparto de pan casero, facturas, otros, corte de pasto, etc.) (IC: funcionario público. Localidad: Saladero Cabal).

Como señala Elena Duro, en este tipo de construcción social de los niños trabajadores se vislumbra una paradoja: por un lado, la constatación del reconocimiento de que la infancia no debe trabajar y, por el otro, la idea de que el trabajo es inevitable en escenarios de pobreza y de desempleo adulto (Duro 2007: 59). Se puede notar que en las zonas rurales de esta localidad se registra considerablemente un mayor número de niños/as desempeñándose en actividades laborales. Esto es así debido a que los grupos familiares de estos niños se encuentran atravesando situación de pobreza y por lo general se desempeñan en las mismas actividades que los niños. De esta forma se inician en el mercado laboral a muy temprana edad. En cambio en la zona urbana los niños comien99

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social zan cuidando coches y bicicletas en la puerta de supermercados o barriendo veredas. Cabe aclarar que todas estas actividades son más bien estrategias de sobrevivencia que trabajos propiamente dichos, debido a la vulnerabilidad que presentan las familias de estos niños. (IC: funcionario público. Localidad: Villa Ocampo).

El carácter inevitable de esta forma de entender la participación de los niños en las actividades productivas, asocia la ocurrencia del fenómeno con situaciones de crisis económica o eventos familiares específicos. En esta manera de enfocar el problema del trabajo infantil, el trabajo es un activo del hogar (junto con el ahorro, la tierra, etc.) que se moviliza ante situaciones emergentes. Tanto en niñas como niños de 11 ó 12 años, se observa la venta de productos caseros elaborados por sus padres (rosquitas, pastelitos) en forma eventual, que suele coincidir con determinados sucesos familiares (como por ejemplo, despido laboral, reducción de horas de trabajo, divorcios o separaciones). (IC: funcionario público. Localidad: Sastre).

El trabajo realizado por los niños en actividades como hacer mandados, levantar y repartir pedidos, realizar quehaceres domésticos y cuidar de los más pequeños, acarrear agua, apilar y ordenar leña, ayudar en la cría de animales, ayudar en la cosecha de huertas de autoconsumo; son construidas positivamente desde el relato como tareas que ayudan al desarrollo del niño: son actividades que socializan al niño en el mundo del trabajo y las responsabilidades. Las características son de colaboradores y ayudantes de aquellas personas mayores que les enseñan a realizar las tareas habituales. (IC: técnico de gobierno local. L: San Fabián).

La construcción positiva de la participación infantil también se nutre del supuesto de que el niño elige voluntariamente la realización de actividades y, bajo este supuesto, esta elección aparentemente libre, supone el disfrute de la tarea. Lo que se observa es la asociación entre trabajo y juego o pasatiempo para el niño en esta situación. Al no haber industrias radicadas en esta localidad, el trabajo principal son las tareas agrícolas-ganaderas. Con respecto a sus preguntas les digo por conocimiento de cada uno de los niños que viven aquí que no existe una problemática ni explotación de trabajo en menores. Los niños asisten a la escuela y luego ayudan a sus padres en las tareas del campo, con la supervisión de los mayores (ayudan a ordeñar, dar de comer a terneros en las guacheras, etc.) es decir que disfrutan de lo que hacen. Los niños de familia de bajos recursos que viven en la zona urbana se dedican al corte de césped, arreglo de jardines o esporádicamente a tareas agropecuarias para determinadas épocas del año dónde hay más trabajos. Al ser esta una comunidad pequeña y se conocen todos, se ayudan mutuamente. Por todo lo expuesto es que considero que no hay ningún problema con los niños de esta región. (IC: funcionario público. Localidad: Cavour) En cuanto a la problemática del “trabajo infantil” entendida como “toda actividad económica o estrategia de supervivencia, remunerada o no” ésta no se hace presente en la localidad. Sólo puede observarse que algunos adolescentes colaboran con sus padres en sus tareas (tareas del hogar, oficios), concebido esto como un modo de adquisición de responsabilidades, aprendizaje del oficio, pasatiempo, sin que esto implique el descuido y/o abandono de sus actividades escolares y recreativas. (IC: funcionario público. Localidad: Franck). 100

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Las representaciones sociales que explican el trabajo desde una elección más o menos libre de la población infantil, generan una culpabilización del niño trabajador. Desde esta mirada, la opción por el trabajo permite eludir el estudio. Los Quirquinchos es un pueblo de 2700 habitantes, donde todos se conocen y la comuna está muy al tanto de lo que pasa en el pueblo y si hubiera algún caso trabajaríamos de lleno en eso. También es cierto que hay una franja de chicos que no sigue la secundaria y decide trabajar a veces en el campo, haciendo cualquier tipo de changas, para ayudar a sus familias o para sus gastos personales etc. Tampoco se conocen casos de explotación infantil toda esta franja antes mencionada elige trabajar o por necesidad o simplemente para no estudiar. Me parece perfecto que alguien se ocupe de esta problemática aunque en pueblos chicos como éste no abunda por suerte este tipo de casos. Igualmente estamos en contacto para lo que necesiten. (IC: funcionario público. Localidad: Los Quirquinchos).

Otra connotación positiva en la construcción de la niñez trabajadora, son aquellas representaciones que entienden la actividad productiva infantil como un mecanismo de control social del niño. Mantener al niño ocupado, permite mantener al niño fuera del riesgo de involucramiento en actividades delictivas o de inducción a adicciones. Los niños que no trabajan ni estudian, se han vuelto una preocupación para las autoridades y también un objeto de estudio en las investigaciones especializadas en la niñez y la adolescencia. Los riesgos asociados a este grupo infantil aparecen también en las respuestas de los funcionarios públicos y pueden tener connotaciones más negativas que la situación de riesgo del niño trabajador. Las características del trabajo realizado por los adolescentes en nuestra localidad, en la gran mayoría son niños que abandonaron su escuela secundaria y comienzan a trabajar con el padre, tío, amigos con el objetivo de que no estén sin hacer nada como tampoco en la calle. (IC: político. L: San Carlos Sur).

En muchos casos los determinantes del trabajo infantil, además de los asociados con la pobreza, aparecen vinculados a las características culturales de la población. Así, aparece de manera frecuente en las respuestas de los funcionarios públicos la idea de que el trabajo infantil existe porque hay que una cultura que lo permite. Desde el área a la cual pertenezco abordamos a la población infantil (en la medida que las posibilidades lo permitan) desde distintos aspectos: “físico, psíquico y social” no considerando que el trabajo infantil sea una problemática de nuestra localidad. No obstante teniendo en cuenta que numerosas familias provenientes del Norte o de países limítrofes como Bolivia, se radican en nuestra localidad, en su mayoría por trabajo (entre ellos rurales o en hornos de ladrillo) puede que exista la posibilidad de que los niños participen de estos tipos de actividades, ya que por costumbre y por cultura son realizados por todo el grupo familiar (IC: funcionario público. Localidad Alvear). Se sabe y se divisa que en las grandes urbes, donde hay conglomerados periféricos con grandes carencias económicas, existe este tipo de flagelo. En los poblados rurales existe una cultura que prepara a los adolescentes, si bien esto es un trabajo, no quiere decir que sea un trabajo forzado, más bien los adolescentes y jóvenes trabajan a la par de sus padres haciéndose cargo de las tareas de las empresas agropecuarias. 101

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

La diferencia en la participación infantil según el sexo del niño aparece muy nítida en las respuestas de los funcionarios públicos: el trabajo de la niña se realiza en el ámbito reproductivo del hogar (tareas domésticas, cuidado de los niños, etc.) y el trabajo del niño se realiza en mayor medida en el ámbito de lo público. Específicamente, las tareas realizadas por los varones tienden a ser trabajo productivo orientado al mercado o actividades productivas de autoconsumo. Según el sexo hombre o mujer encontramos diferencia en el trabajo que realizan los adolescentes. Los varones realizan tareas de ayudante de albañil, mantención de jardines, etc. Las mujeres cuidado de niños. (IC: técnico. L: San Carlos Sur). Se observa que existe una diferenciación de trabajos de acuerdo a la edad y sexo. En la franja etérea de 5 a 11 años, es indistinto el sexo, pero hay casos aislados de niños y niñas que se dedican a la mendicidad, en alguno de ellos su progenitora (madre) los espera en alguna esquina. Suelen deambular en grupos de hermanos de hasta 4 niños/as, y generalmente lo realizan en horarios matutinos en vacaciones y nocturnos en época de clases. Estas familias están identificadas en su mayoría a través de las instituciones de servicio y la Municipalidad, donde se realiza un seguimiento del caso y donde se ha informado a la Subsecretaría de Niñez de la Provincia sobre algunas irregularidades. En la franja etárea de 12 a 15 años, observamos una marcada deserción escolar al ingresar en la escuela secundaria, y los padres aducen que tienen problemas de aprendizaje o falta contención escolar, o les afecta el cambio. Ante esto y para evitar el deambular de sus hijos en la calle, prefieren conseguirles alguna actividad informal. De esta manera los varones comienzan a colaborar como peones de albañil con sus padres o amigos. Las mujeres suelen vender alimentos que elaboran sus madres, o bien colaboran en el cuidado de sus hermanos mientras sus padres trabajan. En la franja etárea de 16 a 17 años, se observa marcadamente la diferencia anteriormente expuesta, ingresando en el caso de las mujeres al trabajo doméstico o como niñeras. También nos han informado extraoficialmente (vecinos de algunas familias), que las adolescentes ejercen prostitución en forma particular, pero cabe señalar que no tenemos certezas de estos datos. (IC: funcionario público. Localidad: El Trébol).

Todos los municipios y comunas que contestaron positivamente a la pregunta sobre la existencia de trabajo infantil en su localidad, resaltan que los niños y niñas se encuentran realizando la escolaridad obligatoria. Sin embargo, también reconocen que esta situación no deja de afectar el rendimiento. Las razones más nombradas por los funcionarios públicos a la hora de explicar la ocurrencia del trabajo infantil, tiene que ver con la búsqueda por parte de la población adolescente de un ingreso propio o colaborar en la economía de sus hogares. La relación entre trabajo infantil y educación apareció tematizada sólo en las entrevistas semi-estructuradas aplicadas a equipos técnicos de la función pública. Específicamente, estas entrevistas fueron realizadas con informantes claves de equipos socioeducativos regionales y trabajadores sociales de cada localidad. En estos casos, hay un conocimiento más específico de las consecuencias que la participación en las actividades productivas acarrea en la dimensión educativa de la población infantil. Ahora se ha reducido un montón, pero en lugares como Las Toscas, Villa Ocampo, Villa Guillermina, Villa Ana, donde hay caña de azúcar están muy abocados a la caña de azúcar más que el algodón, cortar caña, hacen los mazos, específicamente nosotros hicimos el relevamiento este año de alumnos que no ingresaron al nivel educativo de nivel medio estamos hablando 102

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 de 13 años donde no continúan la educación secundaria y vamos a tener que resolverlo desde el sistema educativo. Como los chicos se dedican dos meses o tres meses que el adolescente va a la zafra y el sistema educativo no lo mantiene entonces pierden el año porque ya después no pueden ingresar. Eso se da en los meses de setiembre octubre, noviembre. No tengo muchos datos pero va con la familia, a los 14 o 15 años ya formaron familias y la necesidad de aportar un ingreso. Son dos variables que afectan el abandono escolar, entonces ese tema tiene que ver con la zafra. (IC: funcionario público. Localidad: Reconquista).

A partir de la descripción realizada de las imágenes recurrentes que los funcionarios públicos construyen sobre la participación infantil en las actividades productivas, podemos sintetizar algunas regularidades. En la figura 8 se han posicionado las actividades productivas con presencia de población infantil que aparecen en las respuestas de los funcionarios públicos, en un continuum cuyos polos van de las actividades menos visibles a actividades más visibles. Figura 8: Trabajo infantil visible y no visible en las representaciones sociales de los funcionarios públicos El trabajo infantil como colaboración, ayuda, obligación, responsabilidad, aprendizaje, control.

Cuidado de niños, enfermos o ancianos

El trabajo infantil como peligro, riesgo, vulnerabilidad, perjuicio, daño, lesión.

Trabajo rural autoconsumo

Trabajo urbano marginal Elaboración de ladrillos

Quehacer doméstico

ACTIVIDADES INVISIBLES

Lo que no se dice

Trabajo rural comercial

Hacheros

ACTIVIDADES VISIBLES CON CONNOTACIÓN ACTIVIDADES VISIBLES CON CONNOTACIÓN NEGATIVA (NO TOLERADO) POSITIVA (TOLERADO)

Lo que se dice

Fuente: elaboración propia

103

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Dentro de las actividades productivas visibilizadas por la mirada de los funcionarios públicos, se diferencian aquellas que connotan una valoración positiva de aquellas que son claramente condenadas o consideradas negativas. Mientras que las actividades situadas en el polo invisible permite dar cuenta de las tareas realizadas por los niños que aparecen mencionadas en las respuestas de los funcionarios públicos, las actividades visibles clasificadas en virtud de la valoración del encuestado, permite conocer la tolerancia o no hacia estas tareas. Dentro de las actividades productivas realizadas por los niños, con mayor visibilidad y recurrentemente nombradas en los cuestionarios como una forma de trabajo infantil que supone un peligro, riesgo, daño o vulnerabilidad están las actividades denominadas urbano-marginales: limpiar parabrisas, cuidar y lavar vehículos, vender objetos (estampitas, flores, etc.); todas realizadas en la vía pública como principal escenario. Como señala Urcola (2009) “el ideal normativo de lo social que critica dicha realidad, señalando lo que debería ser una buena infancia (alejada del trabajo y vinculada con el juego y la educación en el marco del hogar y el modelo una familia nuclear) se vuelve también crítica personal hacia los niños y sus familias cuando los nombran de ese modo y los estigmatizan bajo rótulos que tienden a acentuar sus condiciones personales negativas y ofreciendo modelos a través de los cuales directa o indirectamente los chicos suelen identificarse positiva o negativamente (aceptando el rótulo o reaccionando contra él).” En el análisis de las opiniones que los propios niños/as elaboran sobre sus actividades y condiciones de vida en calle, suelen rechazar esta imagen negativa de los “chicos de la calle”, afirmando que lo que hacen es un trabajo. Se identifican como trabajadores, otorgándole a esta actividad cualidades altamente positivas que la oponen a prácticas tales como el robo y el consumo de drogas. Esta categoría les permite posicionarse como sujetos activos y (de algún modo) productivos, rechazando las opiniones que los consideran como sujetos pasivos, débiles e improductivos (Urcola 2009, 11-12). Las respuestas de los funcionarios públicos muestran que lo negativo o positivo de la participación de los niños en las actividades productivas no se relaciona con la edad o la cantidad de horas dedicadas, sino con la naturaleza de la tarea. La discusión normativa y académica sobre la problemática del trabajo infantil y–específicamente- la búsqueda de definiciones operativas para medir en distintos contextos el trabajo infantil que es necesario erradicar, ha llegado a algunas conclusiones que resulta importante recordar aquí. Las variables edad, jornada laboral y naturaleza de la actividad realizada por la población infantil son los tres criterios sobre los cuales se ha trabajo a la hora de establecer mediciones de la manitud de niños que trabajan en el mundo. El criterio de la edad y la naturaleza de la actividad han sido formalizados en convenios ratificados por los países (Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo y Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil). En cambio, la jornada laboral no ha recibido el mismo tratamiento y si bien existen criterios utilizados a la hora de distinguir el trabajo ligero o el quehacer doméstico realizado por los niños en sus propios hogares; las horas de trabajo que puede realizar un niño sin obstaculizar la educación o su desarrollo integral, queda sujeta a la reglamentación particular de cada país. Pero además de la naturaleza de la tarea, en las respuestas analizadas surge otro criterio subyacenteque permite entender en qué condiciones un niño se convierte en trabajador bajo los ojos de la sociedad: el papel del hogar en la actividad productiva realizada por el niño. 104

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

La imagen de trabajador infantil se vuelve más nítida a medida que se diluye el papel del hogar como empleador y/o intermediario con el empleador. Otra situación contribuye a esta construcción social del niño trabajador: el debilitamiento de los lazos entre el niño y el hogar de origen también operan hacia una mayor visibilización de la imagen de niño trabajador. Esto permite explicar que la misma actividad (venta de productos) sea valorada positiva o negativamente en función de la presencia o no de vínculos con el hogar de origen45. Un niño que vende pan casero producido familiarmente en una localidad pequeña del interior santafesino no es un niño trabajador, pero un niño que vende estampitas en las calles céntricas de la ciudad de Rosario, si lo es. La imagen del niño que limpia parabrisas en la vía pública recibe la condena y repudio de la mirada social, el niño que cuida chivos en la granja familiar, en cambio, es un niño que está siendo socializado en las actividades rurales.

3.2 Las percepciones de los equipos de ONG’s En este apartado, se sistematizan los resultados de la aplicación de entrevistas semi-estructuradas aplicadas a 13 personas que son miembros de distintas organizaciones de la sociedad civil, no gubernamentales. De la misma manera que se realizó el análisis de las respuestas de los funcionarios públicos, interesa conocer cómo este grupo construye la noción de trabajo infantil y los significados asociados a esta construcción. En primer lugar, una advertencia metodológica importante: todas las organizaciones sociales tomadas en cuenta en el relevamiento son del interior santafesino y no de los grandes aglomerados urbanos (Gran Santa Fe y Gran Rosario). Esta selección se realizó teniendo en cuenta el objetivo de conocer las problemáticas más vinculadas al sector rural. Por esta razón, las entrevistas realizadas a miembros de la ONG´s enfocan la problemática del trabajo infantil en las características específicas del ámbito rural. Se trata –en su mayoría– de organizaciones sociales vinculadas a la asistencia y promoción de grupos de pequeños productores. Una primera regularidad que surge del análisis de las entrevistas aplicadas a miembros de organizaciones sociales, tiene que ver con la relación que establecen entre el trabajo infantil y las transformaciones que ha sufrido la actividad agropecuaria en las últimas décadas. 45. Esta forma de construir el trabajo infantil no es exclusiva del grupo analizado en este apartado. La idea de asociar un mayor peligro o vulnerabilidad a la situación del niño que realiza sus tareas en la vía pública es recurrente en las investigaciones especializadas. Por ejem plo, en la publicación y análisis de los resultados de la Encuesta Nacional de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA 2004), se construye un indicador sobre la peligrosidad o riesgos relativos al lugar de trabajo: “de esta forma, se consideró la probabilidad de que el niño, niña o adolescente sufriera accidentes, el grado de control social sobre su actividad laboral por ser más pública y el hecho probable de tener una mayor protección al trabajar en el propio hogar, donde están sus padres u otros familiares” (MTEySS-INDEC-OIT EANNA: 2004). Así, la escala de peligrosidad asociada al lugar de trabajo se construye con las siguientes categorías (de mayor a menor peligrosidad): a) trabajo realizado en la calle o en un medio de transporte; b) trabajo realizado en otra cosa; c) trabajo realizado en una finca, negocio, taller, fábrica u oficina y d) trabajo realizado en su propia casa. Si bien es correcta esta operacionalización a la hora de hablar de peligrosidad entendida como mayor exposición a accidentes, los riesgos que entraña el trabajo familiar remunerado o no pueden ser tan o más peligrosos. Es importante relativizar el supuesto de que los hogares son un lugar de protección para los niños. Los hogares no están compuestos necesariamente por vínculos armónicos, la explotación comercial de los niños puede darse también al interior del hogar.

105

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Yo no sé, las estadísticas no las manejo, pero hay una reducción del trabajo en general y el infantil también, a partir de la mecanización del algodón y la caña de azúcar. Antes era muy común ver toda la familia cosechando en tiempos de la cosecha desde los más chiquitos hasta los más grandes, los viejos. Ahora como no hay más cosecha, ese trabajo se ha terminado. Entonces a partir de ahí es que planteamos nosotros el problema del trabajo infantil. El trabajo rural infantil existe, como existe el urbano, pero el rural como que se perdió porque se perdieron las actividades que los chicos hacían con los padres, como no lo hace más el padre no lo hace más el chico. Nosotros vemos generaciones de chicos que no han visto trabajar al padre, o lo han visto trabajar muy poco, los changarines, los trabajadores golondrina de la cosecha de algodón, a veces iba a trabajar el padre y recorría todo el país, a veces iba solo y a veces llevaba toda la familia. (IC: ONG. Localidad Reconquista).

El desmantelamiento del sistema ferroviario, el cambio sustantivo de las tecnologías de producción agropecuaria, la mayor concentración de la tierra en propiedad y en uso, la escasa inversión en infraestructura y servicios (caminos, electrificación, educación); han generado una disminución significativa en la demanda de mano de obra en el sector rural (Nari 2009). Es un trabajo mucho menos fuerte (el ganadero), es decir, es un trabajo que uno hace arriba del caballo o vacunar, pero ahí no participan los hicos, los chicos andan arriba del caballo y los mandan a trasladar el ganado de una parte a otra pero es menos complicado. En agricultura podría estar pasando que los chicos estén involucrados en algún tipo de cosecha pero como la cosecha se hace a máquina ya esto se redujo mucho. Pero puede pasar que algún tipo de cosecha involucre a chicos, por ejemplo, en pequeñas parcelas. Porque el algodón los propietarios grandes ya no lo hacen, porque si bien hay una cosechadora mecánica de algodón no todos la tienen, porque es una tecnología que está poco difundida. La caña de azúcar ya se hace con cosechadora, pero podría llegar a ser porque la caña de azúcar tiene un procesamiento muy grande antes de llegar al ingenio. (IC: ONG. Localidad: Vera).

Ante el foco puesto en la situación de entrevista en la problemática del trabajo infantil, los miembros de las organizaciones sociales describen la situación actual en comparación con una situación pasada, donde la participación infantil en las tareas agrícolas y ganaderas estaba más difundida por el tipo de prácticas culturales utilizadas en las actividades rurales. En términos generales la preocupación de los miembros de las ONG´s entrevistados tiene que ver con el éxodo rural, con la migración sistemática y crecientedel campo a la ciudad46. También por una cuestión de espacio, pequeñas superficies, sucesiones indivisas, diez hijos que ya les toca media hectárea a cada uno, y uno de ellos se queda trabajando en el cam46. El diagnóstico testimoniado por los entrevistados coincide con los estudios de crecimiento población realizados por el IPEC, usando información del Censo Nacional de Población. Las poblaciones de más de 2.000 habitantes que redujeron su crecimiento hasta 1%, se localizan en el Sur de la provincia. También en el norte se evidencia el mismo fenómeno, pero en poblaciones de más de 3.000 habitantes como Hersilia y La Gallareta. La reducción del número de habitantes en más de 1% como tendencia constante de los últimos veinte años, se registra fundamentalmente en el norte provincial donde se dieron los números negativos más importantes. Si se toman las poblaciones de menos de 450 habitantes (el 17% de las localidades) los estudios indican una tendencia contractiva en todas ellas. De este grupo de localidades, la mayoría se ubican en el Centro Norte, los departamentos que evidencian situaciones más preocupantes son Castellanos, Las Colonias y San Cristóbal. Esta situación está poniendo de relieve un importante despoblamiento de pequeños poblados y áreas rurales con la consecuente concentración en ciudades.

106

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 po, pero no da la unidad económica para poder subsistir, entonces no hay trabajo en el medio rural y se van. Con la mecanización queda algo de trabajo en las zonas agrarias porque hace falta la persona que anda a caballo, que encierre a los animales, que lo hace pastar por las banquinas, entonces todo eso se mueve. Pero lo que es la agricultura quedan estas cositas, el algodón en pequeñas superficies, pero la caña de azúcar ya no hay más, no se rastrojea más, antes se hacía con azada a mano, ahora se pasa el glifosato y no queda nada, no hay maleza. Entonces los chicos a la escuela tratan de ir, asisten porque además tienen el comedor que es la única comida en el día. Desayunan en la mañana y luego comen y se llevan las sobras para la hermanita y luego no comen hasta el otro día (IC: ONG. Localidad Reconquista).

Desde esta mirada, la pregunta por el trabajo infantil se torna irrelevante porque el problema tiene que ver con la ausencia de oportunidades en general. Así como en el discurso de los funcionarios públicos, el análisis estuvo enfocado en actividades más o menos visibles, más o menos toleradas (en función de la valoración otorgada); en el caso de los miembros de organizaciones sociales dedicadas a la atención de pequeños productores, lo que resalta es una operación simbólica que invierte el problema. Y no hay políticas dirigidas al sector más chico y mediano, de cómo insertarlos… no hay. Entonces, ante esta realidad, lo del trabajo infantil es lo de menos. Acá está pasando, esto, esto y esto… mírenlo! No está pasando que los niños están explotados. Hay niños que están creciendo, y después que crezcan no saber qué va a hacer de sus vidas! (IC: ONG. Localidad Villa Minetti).

Existe una valoración del sector rural en tanto territorio con prácticas sociales y culturales particulares, que ellos consideran que se está perdiendo con esta migración rural hacia las grandes ciudades. Entonces, el foco del problema deja de ser la participación de los niños en las actividades agropecuarias, sino la falta de inserción de los jóvenes en el medio rural y el engrosamiento de las cifras de marginación en las grandes ciudades. Porque hay gente que invierte plata y que jamás viene ni conoce dónde está. Arman estas empresas, los pooles de siembra, que son inversiones que vienen y ponen plata y se van. Lo que digo es que se está rompiendo todo un sistema de vida y cultural, porque se están quedando pueblo desiertos. Pueblos rurales sin gente, comunidades sin gente porque están vendiendo y se están yendo, porque con lo poco que hay no saben cómo insertarse y vivir de lo que producen. Esa es una gran problemática social que se está dando en los pueblos chicos hoy, con esta forma de producción agropecuaria. Es lamentable pero es así: cada vez hay menos gente en el campo! (IC: ONG. Localidad Villa Minetti).

Las organizaciones sociales que operan en los ámbitos rurales, identifican como una línea de intervención prioritaria la formación y capacitación de los adolescentes y jóvenes como una estrategia que permite atenuar la tendencia a la migración del campo a la ciudad. En este sentido, se enfrentan al desafío de diseñar los contenidos más pertinentes de estos espacios formativos: el dilema aparece claro en los testimonios ¿formar a los jóvenes para desempeñarse en tareas agropecuarias o formarlos en oficios? Claro, porque aparte si se van a la ciudad, quizás terminan haciendo actividades más marginales todavía… ¡Más marginales! Exactamente… y es todo un tema, porque nosotros los 107

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social capacitamos en actividades productivas, y entonces, seguimos con eso o los capacitamos en oficios? Pero es una contradicción! Los capacitás en oficios y se van a la ciudad… estamos en una disyuntiva… Porque por otro lado, pensamos que es bueno para darles herramientas que se inserten de otra forma… Porque hay gente que dice que con estas viviendas que han construido se han capacitado en el trabajo de albañilería, y consiguen laburo de albañiles! En las ciudades consiguen mucho trabajo de albañiles, trabajan en la construcción… muchos jóvenes que han ayudado a sus padres (porque nosotros pagábamos un capacitador), ahora eso les sirve como recurso en la ciudad o en el mismo campo, porque como lo hacen bien y no hay buenos albañiles los contratan. (IC: ONG. Localidad Villa Minetti).

Además, las organizaciones sociales identifican otro factor a la hora de explicar la migración del campo a la ciudad. No se trata sólo de una política estructural que fomenta la explotación de grandes extensiones y ciertos cultivos, sino que también hay que tener en cuenta determinantes culturales y simbólicos: la comparación entre los estilos y condiciones de vida del campo y la ciudad. En este sentido, el problema no se resuelve sólo con la existencia de oportunidades laborales para la población juvenil, sino con la mejora de las condiciones materiales de vida del ámbito rural. El estilo de vida austero y rústico de la vida de campo, contrasta con las experiencias que los niños y adolescentes conocen a través de la escuela y los medios de comunicación. Muchos dicen “me quiero quedar”, pero con condiciones, trabajo sí, pero también condiciones de vida, como en la ciudad. Ellos son jóvenes que quieren tener una vida como la tienen otros, Internet, teléfono, celular. Lo alimentario lo tienen resuelto, porque en el campo no te podes morir de hambre, pero tienen todo lo otro, la chica está embarazada pero no pueden llegar al hospital porque la ambulancia no llega, y la vivienda porque en la ciudad te dan la casa hay planes de vivienda y en el ámbito rural no. Entonces ese es otro factor (los servicios) de por qué la gente se va del campo. Y los jóvenes, sobre todo los niños, que empiezan a ver que hay otra forma de vida, que no es la que le dieron sus padres… entonces ese es un tema que venimos trabajando, y es difícil en un joven trabajar sobre lo cultural (si se quiere llamar así), porque se está criando en otro medio, que no fue el del padre. Porque el padre estaba acostumbrado a una forma de vida más rústica, con otras condiciones de vida… pero ahora hay otros estándares… Y al ir a la escuela, y tener contacto con otro, con otro nivel social, que tienen cable, tienen celular, tienen esto y lo otro… y vuelven a la casa y ven otra forma de vida, y eso contrasta! Es todo un tema… (IC: ONG. Localidad Villa Minetti).

Con respecto a la educación y a pesar de que los miembros de organizaciones sociales entrevistados siguen detectando deficiencias en las oportunidades educativas existentes en los sectores rurales, admiten que existe actualmente una mayor valoración de la educación como un recurso en el cual hay que invertir. Advierten un cambio en la forma de entender la escolaridad infantil y la utilidad que esto puede traer para el futuro, que permite un cambio de actitud con respecto a la inversión en educación que hacen los hogares. Además de una valoración positiva, identifican una elevación de los parámetros educativos considerados “obligatorios”, mientras que antes un hogar rural consideraba la utilidad de la escolarización básica (primaria) para que los niños aprendan a “leer y escribir”, actualmente el parámetro es la culminación de la educación secundaria. 108

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010 Las condiciones de escolarización y las posibilidades de escolarización que tienen en los medios rurales no es la misma que un chico de un medio urbano, hay deficiencias. Hay deficiencias en el sistema de educación, hay deficiencias también que son propias de donde nacieron, por falta de alimentos, de gente que los apoye para el estudio. Digamos, no es el mismo nivel educativo que puede tener un chico de una villa en un medio urbano, que lo que pasa en el medio rural. Pero fuera de eso, hay desde los padres un posicionamiento distinto respecto a que no es lo mismo que su hijo termine la secundaria, termine la primaria, que aquellos que lo han hecho incompleto o no lo han hecho… hay una valorización de terminar la escuela, más allá de esto que estábamos hablando, que quizás muchos lo deben pensar, que es “que estén preparados, que tengan herramientas, que si se tienen que ir del campo a una ciudad, tenés que tener el secundario completo como mínimo”. (IC: ONG. Localidad: Villa Minetti).

Los relatos muestran una paradoja al hablar de las oportunidades educativas en el ámbito rural que muestra otra transformación significativa. La tendencia a un aumento de la demanda educativa en sectores rurales, relacionada con un cambio cultural en la manera de valorar la educación, convive con el problema ya mencionado de las altas tasas de migración del campo a la ciudad. Así, el problema de la educación en el sector rural comienza a ser un problema más vinculado con la demanda que con la oferta. Les está pasando a las escuelas rurales. Si vos vas a una entrevista con una maestra rural, se quiere morir! Porque se están cerrando cada vez más escuelas porque no hay niños para ir a la escuela… (IC: ONG. Localidad: Villa Minetti). En general todos los chicos van a la escuela, no es como antes que los chicos no van a la escuela. Lo que está pasando es que las escuelas rurales se cierran por falta de matrícula, entonces la familia se muda a la ciudad. (IC: ONG. Localidad Reconquista).

Es como si el cambio cultural con respecto a la educación en sectores rurales y las mejoras en la oferta educativa dirigida a este sector, hubiera llegado tarde. La oferta educativa mejoró, en cantidad y calidad, pero llega en una etapa donde la población rural para la que fue pensada ya no es la misma. Ahora a esta escuela le llegó la luz pero está cerrada y no sirve para nada y esas cosas son típicas en Argentina. Son cosas que se van sumando y no ayudan y el éxodo es permanente y es terrible y nosotros calculamos un 8% anual, mucha gente a Reconquista, a Buenos Aires mucha gente. Sobre todo con el boom de la construcción en Santa Fe y Rosario, irse a Buenos Aires es más tradicional, todo lo que es el norte es común irse a Buenos Aires y enviar remesas a los miembros de la familia que se quedaron. (IC: ONG. Localidad Reconquista).

La posición de los miembros de organizaciones sociales que trabajan en sectores rurales con grupos de pequeños productores es clara: el territorio rural, sus características culturales y sus actividades productivas debe ser defendido. Y la mayoría de los programas y acciones diseñadas en estas organizaciones se abocan al diseño de estrategias que permitan a estos actores productivos resistir al avance de la explotación sojera. En algunas organizaciones esta posición se argumenta desde una visión más estratégica del rumbo que desean para el país, en otros casos la defensa de lo rural se acompaña sólo de una mirada nostálgica y bucólica de la vida rural. La idea fuertemente arraigada en las organizaciones sociales así como también en las organizaciones gubernamentales que trabajan directamente con el sector rural, manifiestan clara109

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

mente la preocupación no sólo por las condiciones de vida de las poblaciones rurales sino por la pérdida de un “modo de vida”. Desde estas miradas, la “ruralidad” y su gente posee las características típicas de las comunidades relativamente cerradas: homogeneidad, aislamiento, autosuficiencia, solidaridad al interior, hostilidad al exterior; todos elementos que cohesionan y dan identidad al grupo. Tal y como lo expresa un documento oficial, “los territorios rurales expulsan a los centros urbanos a los trabajadores y así se van perdiendo las identidades y subjetividades de esos espacios; peor aún, muchas veces entran en tensión. Se pierden los valores tradicionales de los territorios y con ellos las formas de hacer, sentir y producir. Estos intangibles deben ser valorados porque son el reaseguro de perfiles y costumbres que hacen a la identidad local” (Nari 2009). La idealización del mundo rural subyacente a estas miradas, contrasta significativamente con la percepción que tienen los habitantes de este mundo supuestamente “armónico”. Es difícil. No es tan lindo como se lo pinta a veces al campo… no… el campo es… si no venís no lo conocés. El campo es olvidado. Yo miraba…había una cosa que nosotros mirábamos… yo veía… ”el campo se levantó”, “el campo está contra el gobierno”… pero… ¡hubo un sector del campo! ¿Y los que tenían 10 vacas? ¿Y los que tenían un chivo? ¿Y los que tenían autoconsumo? ¿Y nosotros, que estábamos adentro de los montes? ¿Dónde están esos? ¿Se acordaron?… ¡no, nada!… (H: Productor ganadero y carnicero. Localidad Vera).

Estas miradas que valoran y defienden la vida rural, entienden que la socialización del niño mediante el aprendizaje y participación en las actividades productivas son una de los mecanismos de permiten que este espacio no desaparezca. Por eso, enfocan los comentarios sobre el trabajo infantil distinguiendo entre trabajo y explotación infantil. Pero en general acá no hay explotación infantil… sí ves que son mano de obra, pero no dejan de ir a la escuela por ayudar. Ayudan en otros horarios… y tampoco es una explotación, porque no, no… Al estar la escuela, es imposible que un trabajo sea así… bueno, salvo que el nene trabaje en contra turno unas horas exorbitantes! Pero estando el nene escolarizado, es difícil que se den condiciones de explotación, por lo menos en la experiencia que yo he tenido… Sí colaboran en la recolección del algodón, o cuidar las cabras, cuidar los animales, pero es colaborar, no es responsabilidad de ellos la gestión del campo… (IC: ONG. Localidad: Villa Minetti).

Según estos argumentos, la explotación infantil existe cuando la escolarización no se cumple. Si un niño trabaja en contraturno con la escuela, no hay explotación. Esta forma de mirar el problema, tiene su desenlace en la defensa del trabajo infantil y la atribución a la voluntad de los sujetos (en este caso, los niños) el mantener ambas actividades: el estudio y el trabajo como actividad simultáneas. Y eso, estoy de acuerdo y lo defiendo a raja tablas (al trabajo infantil). Por qué, porque yo nací y me críe trabajando. Y te digo, me di el lujo de terminar la secundaria, como muchos de mis compañeros. Pero, desgraciadamente, para pasar a un terciario, a una universidad no te da, porque tenés que empezar a poner guita y no te da. Pero que quede claro que no es por el trabajo que no se estudia, sino porque no te da. Acá tenemos una secundaria, que no sé si en la ciudad es lo mismo, pero acá es gratis. O sea, el que tiene voluntad lo hace, y el que no lo hizo es porque no quiso. ¿Y por qué lo vas a obligar? (IC: ONG. Localidad: Tacuarendí). 110

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

Desde la mirada de los miembros de las organizaciones sociales, las actividades productivas con participación infantil consideradas más peligrosas o negativas son la elaboración artesanal de ladrillos y la explotación forestal, dos actividades íntimamente relacionadas entre sí. La deforestación de los bosques nativos del norte santafesino y la actual puesta en vigor de la Ley 26.331 (también llamada coloquialmente Ley Bonasso), trajo como consecuencia la reconversión de las actividades forestales extractivas (hacheros, carboneros). La elaboración artesanal de ladrillos surge como una actividad atractiva para los grupos familiares dedicados otrora a la explotación forestal. En este sentido, lo que yo podría aportarte es que tengan una mirada importante en el tema de los hacheros es decir las familias de los hacheros gente que no tiene acceso a la tierra que no tiene ni un veinte por veinte y tienen solo su forma de trabajo lo único que pueden hacer es hacer la leña y esa gente se va trasladando a un bosque donde pueden hacharlo y se buscan un dueño que les de permiso su vivienda es un bendito una lona atada entre cuatro árboles y ahí abajo hacen fuego y ahí viven cocinan en el suelo y esos chicos que ni siquiera van a escuela son chicos que laburan con el padre trabajan en el monte con padre sacando quebracho con el padre con todo lo que eso significa entonces en el norte hay que tener una mirada enfocada allí porque hay 2,500 familias dedicadas a eso, están uno, dos o tres años en un campo y después cuando se acaba el bosque en ese campo, se tratan de conseguir otro o están en relación con un obrajero que es el que compra la madera para el abastecimiento de las industrias porque en el norte el 100 por ciento de las industrias utilizan combustible a leña como en el 1800 papeleras, aceiteras, curtiembres todo funciona a leña todo como en el siglo pasado entonces estas empresas necesitan un abastecimiento muy importante y continuo de leña entonces hay un obrajero que tienen una cantidad de gente importante que trabaja para ellos en distintos campos haciendo la leña, cortando la madera, él les compra a esta gente por un precio irrisorio y esta persona tiene la posibilidad porque tiene un camioncito viejo y carga la leña y se las vende a las industrias, es el intermediario entre el hachero y el industrial que necesita la leña. (IC: ONG. Localidad: Vera).

Es importante mencionar que las entrevistas realizadas con miembros de las organizaciones de la sociedad civil, estuvieron caracterizadas por un clima de sospecha y desconfianza en relación a la utilización de la información recolectada por esta investigación. Esta característica presente en el trabajo de campo, permite iluminar un aspecto interesante en relación a las representaciones que estas personas tienen de la intervención del gobierno en asuntos rurales, incluido el problema del trabajo infantil. Yo había tenido un corto circuito con los de la Secretaria de Trabajo de Reconquista, por la situación que ellos tomaban acá en la zona. En una época, cuando yo colaboraba con ellos, hasta que después. Fijate vos el conocimiento de ellos. Acá nosotros no lo vemos como algo feo al trabajo de los chicos, tal vez porque nosotros nos criamos trabajando y no nos morimos. Es más, si vos querés estudiar, si vos querés avanzar un poquito, lo podes hacer. Cayeron esta gente, después de no sé cuantos años que no había cosecha de algodón, que era un trabajo que la gente lo esperaba con mucha ansiedad, porque no hay trabajo mejor remunerado dentro de todo. Se había dejado un poco esa actividad por el tema de la soja y esas cosas. Después hubo una empresa que vino y los incentivó, que bueno, empezaron a sembrar. Y te digo, un día me dijeron, vos sabes que andamos con ganas de ir a conocer la zona, la gente, dame los nombres de quienes tiene algodón. No me explicaron nada. ¿Qué hicieron?, vinieron a multarle a la gente que sembraba algodón y le estaba dando trabajo a la gente. Te juro, yo casi, no soy un 111

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tipo agresivo ni nada, pero casi le pego en la chacra. Llegaban a hacerle firmar a la gente, así sin hacerlos leer ni nada, llegaban y le decían: firmame acá. Los multaron por los chicos porque había chicos. Pero esos chicos se estaban ganando el pan. Además, si vos me decís, ladrillería u otra cosa, pero acá todo el mundo conocemos la cuestión. El trabajo del algodón es un trabajo re liviano, no es un trabajo que te va matar. Y además, era un trabajo de 30 días, aprovéchalo, porque después hasta el año que viene no hay más. Y me dice, fíjate el argumento, y no, pero gracias a que hacen trabajar a los chicos fijate la casa, los autos, y que esto y aquello. (IC: ONG. Localidad: Tacuarendí).

El reproche hacia el desconocimiento de las características específicas del mundo rural por parte del Gobierno apareció tematizado en varias entrevistas de este grupo social. Dicho desconocimiento —según los relatos— alientan la visión de la intervención pública como una función con fines persecutorios contra la gente del campo. Y… hará 5 años atrás. Y que pasó después, el año siguiente nadie sembró después, y esos tipos desaparecieron. Y a mí me hubiera gustado, que en la misma época se hubieran dado una vuelta para ver qué impacto tuvieron las pavadas de ellos. Recién este año, la gente se animó de nuevo. Por eso yo siempre me fijo bien la gente. Vos vas a ver ahora cuando salgamos, que la gente quedó media así… ¿Ministerio de Trabajo?, Secretaria de Trabajo… se alertan ellos. Si, si… como policías, pero malos policías, porque que hicieron, no vinieron a protegerlos, vinieron a sacarles el trabajo. (IC: ONG. Localidad: Tacuarendí). Pasa que ellos tampoco saben nada. Porque aquella vez que ellos necesitaban, porque después yo me di cuenta, después de que me contrataron, me dieron unos mangos, después yo me di cuenta, qué yo fui carnada de ellos. Yo conocía la zona, hice todo el trabajo y después vinieron a operar ellos. Y esa es la bronca que yo tengo. (IC: ONG. Localidad: Tacuarendí).

El diagnóstico que se intuye de las entrevistas realizadas a miembros de organizaciones sociales del ámbito rural de la Provincia de Santa Fe, coincide a grandes líneas con el diagnóstico que el sector público realiza con respecto a las transformaciones recientes en el mundo rural. Según el informe final de una consultoría externa solicitada por el Ministerio de la Producción de la Provincia de Santa Fe (Nari 2009), en los últimos 20 años se han producido cambios sustantivos en la configuración de la ruralidad provincial, identificando los tres nudos críticos: a) el despoblamiento y migración hacia las ciudades; b) el desarraigo; y c) el desequilibrio medio ambiental. En la figura 9 se sintetiza la información surgida de los testimonios y relatos de los miembros de organizaciones sociales. Similar a lo descripto en el caso de las representaciones sociales de los funcionarios públicos, las actividades urbano-marginales aparecen como las más visiblemente asociadas a la problemática del trabajo infantil. Sin embargo y por tratarse de actores sociales dedicados a la intervención con pequeños productores de la zona rural, las actividades extractivas vinculadas con la explotación forestal y la elaboración artesanal de ladrillos bajo la forma de emprendimientos familiares, son mencionadas en los testimonios como actividades peligrosas o expuestas a riesgos donde hay participación de población infantil. En cambio, las actividades rurales cuyo destino es el consumo al interior del hogar, así como las actividades rurales orientadas al mercado, aparecen como formas de trabajo infantil toleradas, y concebidas como un mecanismo de socialización del niño en las tareas del campo. De la misma manera en que los quehaceres 112

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

domésticos y el cuidado de niños, ancianos y enfermos permanecen invisibles en la mirada de los funcionarios públicos, estas tareas realizadas principalmente por las niñas al interior del hogar casi no aparecen mencionadas en los testimonios de este tipo de informantes clave. Figura 9: Trabajo infantil visible y no visible en las representaciones sociales de los miembros de las organizaciones sociales El trabajo infantil como colaboración, ayuda, obligación, responsabilidad, aprendizaje, control.

Cuidado de niños, enfermos o ancianos

El trabajo infantil como peligro, riesgo, vulnerabilidad, perjuicio, daño, lesión.

Trabajo rural autoconsumo

Trabajo urbano marginal Elaboración de ladrillos

Quehacer doméstico

ACTIVIDADES INVISIBLES

Lo que no se dice

Trabajo rural comercial

Hacheros

ACTIVIDADES VISIBLES CON CONNOTACIÓN ACTIVIDADES VISIBLES CON CONNOTACIÓN NEGATIVA (NO TOLERADO) POSITIVA (TOLERADO)

Lo que se dice

Fuente: elaboración propia

113

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

4. Decisiones familiares en torno al trabajo y educación de los hijos: una aproximación a los modelos de decisión del hogar

Como ya se dijo en el apartado dedicado a explorar los factores causales del trabajo infantil, el hogar puede ser visto como instancia mediadora entre los determinantes de carácter estructural y la decisión de la participación de los niños y del resto de sus integrantes del hogar en el mundo laboral. Desde esta perspectiva, la condición de pobreza del hogar, vinculada estrechamente con la posición económica del grupo doméstico y con el nivel y variedad de los recursos disponibles para su reproducción cotidiana, da cuenta de las condiciones “visibles” u “objetivas” en que es más probable la búsqueda de un empleo por parte de la población infantil. Sin embargo, no sólo las condiciones objetivas explican la existencia de trabajo infantil, sino que las percepciones que los padres tienen con respecto al trabajo de los hijos y el valor asignado a la educación, también permiten explicar la probabilidad de que un niño trabaje, estudie, realice ambas actividades de forma simultánea o no lleve a cabo ninguna de ellas. De la misma manera en que se analizaron las representaciones sociales de los funcionarios públicos y los miembros de organizaciones sociales, las familias entrevistadas atribuyen distintos significados al trabajo durante la infancia y la adolescencia; a saber: El trabajo de los niños es un inicio necesario al mundo adulto. El trabajo puede ser un mecanismo de control social del tiempo libre del niño. Si nosotros tuviéramos hoy en día para que el chico pueda estudiar, no trabajaría. Pero no nos queda otra. El chico lo hace por necesidad. Entonces qué queremos… que vayan a la ciudad, que sean ladrones, que se droguen… eso es peor. El chico por lo menos está aprendiendo lo que es el trabajo. Claro, los chicos ya saben lo que es el trabajo del campo, más si tienen planes a futuro de seguir en el campo (H: Pequeño productor. Localidad: Coronda).

El trabajo de los niños significa un ahorro para los padres, que depende de los acuerdos a que se llegue al interior de la familia. El trabajo infantil puede significar un ingreso adicional para el hogar. Pregunta: Y nos contabas que los chicos te ayudan, ¿desde qué edad más o menos te ayudan? Respuesta: Y… desde chiquitos… ponéle a los 13 años ya están con los animales, ayudándome. Además que ellos al trabajar se dan cuenta de que tienen para su movimiento, para su estudio, para todo… (H: Productor ganadero y carnicero. Localidad Vera).

Sin embargo, un análisis de las representaciones sociales que, sobre el trabajo infantil, tienen los diversos actores, en este caso los hogares con niños, no estaría completo si a esta mirada más simbólica no se le contrapone un examen de los procesos de toma de decisión que se dan al interior de los hogares con res114

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

pecto a la distribución del tiempo de los hijos. Específicamente, las decisiones que los progenitores toman con relación a la elección entre diferentes tipos de actividades: escuela, juego y trabajo. Los enfoques teóricos que analizan las decisiones familiares dentro del paradigma económico neoclásico, afirman que la decisión sobre cuántos hijos tener y en qué momento tenerlos puede vincularse con la reflexión en torno a la cantidad y la calidad (de vida) de los niños. Este tipo de discusiones adquiere significado en el marco más amplio de las siguientes reflexiones: la consideración de los hijos como “bienes de consumo duradero” cuyos servicios desean consumir los padres, los recursos con que cuenta el hogar, y la meditación en torno a la formación de capital humano (Blaug, 1993: 270)47. Desde estos puntos de vista, el número de hijos que una pareja decide tener se asocia con la distribución del tiempo de los niños y las niñas entre las distintas actividades (escuela, ocio, tareas del hogar y trabajo extradoméstico), de modo tal que un mayor número de hijos puede implicar una mayor probabilidad de oferta de mano de obra infantil. Las decisiones tomadas al interior del hogar con respecto al reparto del tiempo infantil entre el trabajo y el estudio no son homogéneas, sino que varían en función de diversos factores que han sido estudiados y comprobados en investigaciones empíricas. En los testimonios recolectados en esta investigación, muchos de los factores mencionados por los estudios especializados emergen nítidamente. Estos factores son losque aparecen representados en la figura 10. La edad del niño es un factor que incide en las decisiones familiares con respecto a la distribución de su tiempo entre el trabajo y la escuela. El abandono de la escolaridad obligatoria es más frecuente entre los adolescentes que entre los niños más pequeños. Si bien se observa una valoración positiva en los entrevistados con respecto a la educación primaria, a medida que avanza la edad del niño, los padres relativizan la importancia y la utilidad de la educación obligatoria. Terminé la primaria en una escuelita acá, y después fui a la secundaria a una escuela acá, y abandoné en tercero. No quise seguir, a mí me gusta la quinta. Y no podía andar en la quinta y después ir a la escuela. Entonces yo dije me meto en la quinta con todo. Yo iba a la técnica, a veces a la mañana a veces a la tarde. Muchas horas, y por ahí acá no ayudaba en nada. Intenté volver a la noche, pero ya era vago, y había un quiosquito que vendía cerveza enfrente y ahí quedaba. Y de ahí no quise más. De ahí en más trabajé con mi papá. Le dimos duro y nos fuimos acomodando más o menos, porque es mucha la diferencia de empleado a patrón, pero se reniega más, es más responsabilidad. (H: Hijo de pequeño productor de frutilla. Localidad: Coronda).

Esta situación se acentúa aún más en los hogares rurales, por la percepción de que los contenidos curriculares de la educación secundaria no se adecuan al contexto rural. Asimismo, la ocurrencia de una maternidad o paternidad prematura también influye en el abandono adolescente de la escolaridad secundaria. 47. “En términos muy sintéticos, la teoría presupone que existe un cálculo entre costo y beneficio que permite a los padres determinar el número de hijos que tendrán, y que en ese cálculo interviene la valoración de los gastos que ocasionan los hijos en términos del salario perdido como resultado del tiempo que los progenitores invierten en su cuidado; son los denominados costos de oportunidad de los niños. Así pues, los progenitores se enfrentan a la ‘duda’ sobre si invertir en pocos hijos a los que ofrecerles una buena educación, o bien traer al mundo un número mayor de niños aun cuando no exista certeza sobre los recursos disponibles para su crianza. En el primer caso se prioriza la calidad; en el segundo caso, la cantidad”. (Pérez-García 2009: 210).

115

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

En cambio, la existencia, variedad y cercanía de la oferta educativa es un factor atenuante de la probabilidad de que un niño se dedique de manera exclusiva al trabajo. Hoy tenemos la posibilidad de tener una secundaria rural que antes no la teníamos, y eso fue bárbaro. Hoy el chico va al trabajo y va a la escuela porque lo tiene al lado, hoy no tiene que viajar 25 kilómetros para irse a un colegio a estudiar, porque eso te robaba todo un tiempo atrás. Mis hijos tenían que hacer todos los días, al no tener para pagar una pensión, y no se hallaba, porque el chico de campo no se halla donde se va, entonces ¿qué hacían?, trasladarse todos los días. Vos sabés el riesgo de mandar a los chicos todos los días. Y hoy gracias a Dios tenemos el colegio acá enfrente y los chicos tienen que estudiar. (H: Pequeño productor ganadero. Localidad: Vera).

La existencia de un emprendimiento o empresa familiar, es decir, el autoempleo de los padres, incide en que los hijos tiendan a combinar la escuela y el trabajo. Al respecto, Post (2003: 185) propone una hipótesis muy plausible en el marco analítico de la llamada “paradoja de la pobreza”: los niños de los hogares en que tanto el jefe como el cónyuge están autoempleados, tienen aproximadamente, de cuatro a cinco veces más probabilidades de ser estudiantes de tiempo parcial que de tiempo completo. Esto puede explicarse por el hecho de que las empresas agrícolas y familiares proporcionan muchas oportunidades para que los padres pongan a trabajar a sus hijos. Mirá, los chicos trabajan conmigo. Yo tengo el campito junto con mis padres, mis parientes, todo, a 10 km de acá. Tenemos animales, tenemos algunas vaquitas, y de eso vivimos. Un día digo yo “estas vaquitas nosotros las estamos vendiendo muy barato”, queríamos poner una carnicería y aunque sea venderlos, vender la carne, hacer otras cosas. Y bueno, surge tener un pequeño negocio así podés ayudar a lo que estás haciendo, podés ayudar al hijo que no tiene trabajo. Y esas cosas… ellos trabajan, me cuidan las vacas. Mientras están estudiando… Y eso es lo que estamos haciendo. Yo tengo tres hijos. Uno de 20 años, el otro tiene 17 y la otra de 5 años. Viste cómo al pobre siempre nos toca que tu hijo se te case, a nosotros acá en el campo nos toca así, viste… y tenerlos con nosotros hasta que ellos tengan trabajo, y no tenés un trabajo para darles, solamente que ellos te estén ayudando en el pequeño negocio que tengo. (Pequeño productor ganadero y carnicero. Localidad: Vera).

Además, el trabajo de los niños en el ámbito del hogar permite un mayor control familiar sobre los ingresos obtenidos por ellos. Por esta razón, los padres tienden a favorecer que sus hijos trabajen a las órdenes suyas, de parientes o de conocidos, con lo cual tienen información sobre sus ingresos y capacidad de presionar para recibirlos. Esto permite entender el inicio precoz a las labores del campo y a los trabajos desempeñados, en relación de dependencia, en comercios o en casas de conocidos. Debido a ello, y a la percepción ampliamente difundida de que el trabajo realizado por los niños bajo la tutela de familiares y amigos está menos expuesto a riesgos y peligros, en la mayor parte de los casos analizados la participación infantil en las actividades productivas se da porque los padres “permiten trabajar” a sus hijos en las actividades del mismo hogar, y en menor medida porque éstos buscan independientemente un empleo. Por último, el desempeño de los hijos en la escuela es un indicador tomado en cuenta por los progenitores a la hora de decidir si mantienen la inversión en educación. Por ejemplo, un pequeño productor 116

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

de frutillas de Coronda menciona en la entrevista que sus tres hijos mayores abandonaron al culminar la educación primaria “porque eran vagos para el estudio y yo necesitaba que me ayudaran acá”, pero el cuarto de sus hijos está a punto de iniciar en una escuela agrotécnica de la zona. La escuela no es gratuita y el padre invierte parte de los beneficios de su actividad productiva en el pago del establecimiento, con la idea de “si da resultado, no es caro”. El plan a largo plazo del padre es que su cuarto hijo pueda seguir en la universidad, estudiando para ser ingeniero agrónomo. Al ver las percepciones de los niños trabajadores y de sus familias, lo frecuente es comprobar que reconocen la mayor importancia del estudio frente al trabajo, pero en los adultos aparece la necesidad del trabajo precoz también como una cuestión inevitable. (Duro 2007: 59). No es sacrificada la cosecha de batatas, pero no les quiero poner a trabajar porque si empiezan a tener amor al trabajo me van a dejar la escuela. Si se empiezan a enamorar del trabajo van a ver que vos les das plata, ellos van a querer la plata y van a decir “bueno, dejo la escuela”. Y por ahí… a mi me pasó. Yo empecé a trabajar de chico y empecé a tener amor al trabajo y no terminé la escuela… (H: cosechador de batata. Localidad: Toba). Figura 10: Factores que intervienen en las decisiones familiares respecto a la educación y el trabajo infantil � Mal desempeño escolar.r � Paternidady Paternidad y maternidad adolescente. � Independencia económica. � Va VValoración loraciónpositiva positiva del beneficio inmediato del trabajo infantil. � Escasa oferta educativa enzonas en zonas rurales. � Falta de adecuación entre el contenido curricular y las necesidades de formaciónen formación en las actividades del campo.

� Negocio propio del hogar y autoempleo. � Autoconsumo.

� Buen desempeño escolar. � Valoración positiva de la educación. � Niños y niñas de menor edad

Estudio y trabajo

� Niños y niñas de mayor edad

Estudio

Trabajo Ni estudio ni trabajo Si bien este grupo no ha sido explorado en el relevamiento cualitativo, resulta de gran interés tener en cuenta su relevancia analítica y numérica, sobre todo en los aglomerados urbanos.

Fuente: elaboración propia

117

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Conclusiones II 1. Con respecto a las actividades productivas realizadas por los niños y relevadas en este trabajo, pueden mencionarse los siguientes hallazgos: 1.1 La participación infantil está asociada a las actividades económicas cuyo proceso de producción registre bajos niveles de tecnificación, esto es, las actividades artesanales que usan intensivamente mano de obra. 1.2 La participación infantil se presenta vinculada a las actividades económicas insertas en sectores menos regulados y con mayores niveles de informalidad. 1.3 La participación infantil también se observa en aquellos hogares que posean em- prendimientos o negocios propios, así como también en actividades de baja califica- ción pero donde el jefe de familia es considerado cuenta propista. 1.4 En relación con lo anterior, no necesariamente es más plausible encontrar niños tra- bajando en hogares que carezcan de algún tipo de activo, lo cual advierte sobre la paradoja de la riqueza tan utilizada en las investigaciones académicas especializadas. 2. Con respecto a la construcción social de la infancia trabajadora, las representaciones sociales de los funcionarios políticos, equipos técnicos de los gobiernos locales y de los miembros de las organizaciones gubernamentales muestran que: 2.1 El trabajo infantil se construye desde las imágenes más visibles, esto es, las activida- des urbano-marginales realizadas por los niños en las grandes ciudades. 2.2

La participación de los niños en actividades productivas familiares son construidas desde representaciones sociales con connotación positiva: ya sea como colaboración que permite la socialización del niño en el mundo adulto del trabajo y la responsabi- lidad o como mecanismo de control social altamente efectivo para prevenir la intro- misión temprana del niño en el mundo del delito y las adicciones.

2.3

Las actividades que realizan los niños vinculadas a las tareas domésticas y el cuidado de los más pequeños al interior del hogar, no son vistas como trabajo infantil, sino como un aporte que el niño realiza a la dinámica y funcionamiento del hogar.

2.4

Si las actividades productivas realizadas por los niños no obedecen a razones de sub- sistencia (esto es, de pobreza del hogar), no son consideradas trabajo.

Estas imágenes descriptas no sólo son importantes para analizar lo que diferentes actores sociales “piensan” del trabajo infantil, sino que estas miradas determinan las prácticas de intervención sobre la infancia trabajadora.

118

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

3. Con relación a las decisiones que el hogar toma con respecto a los niños, pueden sintetizarse las siguientes regularidades: 3.1 3.2 3.3 3.4 3.5

Las decisiones sobre invertir en la educación o enviar al niño a trabajar no son iguales ni homogéneas para todos los hijos en el hogar. Las variaciones de esta decisión (escuela/trabajo), se relacionan con el género pero también con la evaluación que hacen los padres del desempeño escolar de los niños. La recurrencia de fracasos escolares alienta la decisión de los padres de no mantener la escolarización de sus hijos. Si bien la educación de los hijos aparece como un recurso altamente valorado por los padres, esta valoración positiva se matiza en los hogares rurales donde se consi- dera que la oferta educativa no prepara a sus hijos para desempeñarse en las activi- dades típicas del sector rural. El valor positivo de la educación se relativiza más en los hijos adolescentes que en la infancia temprana, la idea de que el adolescente debe formarse para el trabajo acen- túa las decisiones de desescolarización de los hijos. Sumado a lo anterior, si el adolescente está inmerso en la situación de formación de un nuevo hogar (esto es, si el adolescente va a ser padre o madre), la inversión en educación se vuelve irrelevante.

119

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

120

Consideraciones finales

I. En la primera parte de este documento se describió el marco legal vigente que regula la actividad laboral de los niños y niñas y se exploraron las fuentes de información disponibles en Argentina para la medición del trabajo infantil. Con respecto al marco normativo, resalta la necesidad de armonizar la reciente Ley 26.390 sobre la Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente con el marco legal vigente sobre la educación obligatoria y con la normativa que regula las relaciones laborales (Ley 20.744 de Contrato de Trabajo) en Argentina, en lo que refiere al establecimiento de la edad mínima de admisión al empleo y la coherencia conceptual en la definición de trabajo infantil, respectivamente. Además, un desafío en materia legal consiste en la elaboración del listado de las actividades consideradas peligrosas en el país. Con respecto a las fuentes de información disponibles para la medición del trabajo infantil en Argentina, el balance realizado permite concluir que los diagnósticos realizados en base a los datos existentes brindan una imagen fragmentada y parcial de la problemática. En este sentido, el diseño y la operación de programas orientados a la erradicación del trabajo infantil requieren de fuentes de información que cumplan con las siguientes características: que tengan cobertura nacional; que permitan la desagregación en distintos niveles geográficos; que permitan extraer inferencias válidas sobre los ámbitos urbano y rural; que tengan la periodicidad necesaria para poder realizar comparaciones en el tiempo y que incluyan en su cobertura temática la problemática específica de la participación infantil en las actividades productivas. 121

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

II. En la segunda parte de este documento y a partir del insumo provisto por los relatos recolectados mediante una estrategia cualitativa, se describieron las principales actividades productivas con participación infantil en la Provincia de Santa Fe; se conocieron los significados asociados al trabajo de los niños y las niñas en esas actividades, y se analizaron los factores que intervienen en la decisiones que los hogares santafesinos toman con respecto a la educación y el trabajo de los hijos. El listado de actividades productivas con participación infantil que surge de la información cualitativa tiene algunas características en común. Se trata de sectores y actividades cuyos procesos de producción tienen bajos niveles de tecnificación, no están regulados y/o registran altos niveles de informalidad. Además, se observó que la existencia de emprendimientos o negocios familiares puede convertirse en un incentivo que estimula la participación del niño en las actividades productivas. A partir del análisis realizado sobre la construcción social de la participación infantil en las actividades productivas, se puede concluir que no existe una mirada homogénea ni una valoración unívoca —por parte de distintos actores sociales— con respecto a la participación infantil en las actividades productivas. De esta manera, hay actividades realizadas por los niños que permanecen invisibles a la mirada social: los quehaceres domésticos y el cuidado de niños, ancianos y enfermos al interior del hogar propio. Entre las actividades productivas que son visibles socialmente, algunas tienen connotación positiva y aparecen asociadas a términos como colaboración, ayuda, obligación, responsabilidad, aprendizaje y control. En la valoración positiva de la participación infantil en las actividades influye tanto la percepción de la naturaleza de la tarea (actividades vistas como no expuestas a peligros) así como también la cantidad de horas que insumen. En cambio, las actividades productivas con participación infantil que son valoradas negativamente aparecen asociadas a términos como peligro, riesgo, vulnerabilidad, perjuicio, daño y lesión. En este caso, la mirada social se concentra en la naturaleza de la actividad realizada por los niños y no en la cantidad de tiempo dedicado. Así, la explotación sexual y comercial infantil y el trabajo urbano-marginal son las actividades más visiblemente asociadas al término “trabajo infantil” y menos toleradas socialmente. Por último, del análisis de los factores que intervienen en las decisiones del hogar con respecto a los hijos resalta como principal conclusión la influencia del sexo, la edad, el orden de nacimiento, la existencia de emprendimientos familiares, el desempeño escolar, la valoración de la educación y los eventos de maternidad o paternidad prematuras, en las preferencias que los padres construyen en torno al dilema estudiotrabajo. En este sentido, se infiere que estas decisiones no son iguales ni homogéneas para todos los hijos, sino que presentan variaciones en función de las variables mencionadas.

122

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

III. Finalmente, cabe consignar algunas reflexiones que surgen del estudio, en torno al diseño de políticas públicas en materia de prevención y erradicación de trabajo infantil. Al respecto, uno de los principios que deben regir en una política de prevención y erradicación de trabajo infantil es que la protección y asistencia a la infancia y a las familias se enmarquen en los ámbitos institucionales y no queden en el plano de las voluntades individuales o en el plano exclusivo de las organizaciones comunitarias. La magnitud del problema exige una dimensión política de respuesta (Duro 2007: 71). De este modo, se destacan los siguientes aspectos: 1. Los programas de combate al trabajo infantil que actúan mediante la mejora de los ingresos familiares, pueden no tener un efecto significativo en la disminución de la participación infantil en las actividades productivas. 2. Para que la intervención sea exitosa se deben modificar los incentivos que hacen que algunas familias privilegien el trabajo de sus hijos por encima de la educación. 3. Para todas las dimensiones determinantes del trabajo infantil deberá impulsarse la adecuación de incentivos en: 3.1. La educación y su percepción como instrumento de cambio personal y social. 3.2. La cultura, la concientización y el cambio cultural a través de campañas de sensibili- zación. 3.3. La regulación del trabajo, la inspección del trabajo para la erradicación de las nume- rosas circunstancias en que se encuentra trabajo infantil. 3.4. La normativa, la readecuación de los incentivos del marco legal de contratación y las remuneraciones al trabajo. 3.5. La intervención: adecuación de la administración pública para el tratamiento de pro- blemas que obedecen a múltiples determinantes y requieren una acción integral concertada desde diversos organismos estatales.

123

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

124

Bibliografía

Aizpuru, Anahí, y otros. «7º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo.» Medición y estimaciones de trabajo infantil en el contexto de la encuesta de actividades de niños, niñas y adolescentes. Buenos Aires: ASET, s.f. de s.f. de s.f. Aparicio, Susana, y otros. El trabajo infantil en la Argentina. Análisis y desafíos para la política pública. Buenos Aires: MTESS-OIT, 2007. CONAETI. Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil. Buenos Aires: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, CONAETI y OIT, 2006. CONICET. «La Argentina en mapas.» Evolución de la agricultura. 2009. htt://www.laargentinaenmapas.com. ar (último acceso: 25 de Julio de 2009). Conte, A., M. Etcheparreborda, M. Marino, y F. Vázquez Róvere. «Argentina en mapas.» Oleaginización de la agricultura argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. CONICET. 2009. http.// www.laargentinaenmapas.com.ar (último acceso: 25 de Julio de 2009). «Convención sobre los Derechos del Niño 1989.» México: DIF, s.f. Denzim, Norman; Lincoln, Yvonna (eds.) (1994). Handbook of Qualitative Research. London: Stage Publication. Diallo, Yacouba, Frank Hagemann, Alex Etienne, Yonca Gurbuzer, y Farhad Mehran. Global child labour developments: measuring trends from 2004 to 2008. Geneva: OIT-IPEC-SIMPOC, 2010. 125

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Duro, Elena. «Enfoque Integral de Derechos y Trabajo Infantil: Oportunidades y desafíos.» En El trabajo infantil en la Argentina. Análisis y desafíos para la política pública, de OIT-MTEySS, 53-74. Buenos Aires: Miño y Dávila, 2007. García, Marina L. ¿Qué hacemos con el trabajo infantil desde la escuela? Material de capacitación docente. Buenos Aires: Fundación Telefónica, IIPE-UNESCO, 2009. Gobierno de Santa Fe. Plan Estratégico Provincial. Santa Fe: cinco regiones una provincia. Informe de Gobierno, Rosario: Gobierno de Santa Fe, 2008. Hagemann, F., Y. Diallo, A. Etienne, y Mehran F. Global child labour trends 2000 to 2004. Ginebra: ILO-IPECSIMPOC, 2006. ILO. Every Child Counts. New Global Estimates on Child Labour. Geneva: ILO-IPEC, 2002. INDEC. «La nueva Encuesta Permanente de Hogares de Argentina. 2003.» Buenos Aires: INDEC, 2003. IPEC. «Análisis de Coyuntura y Estudios especiales.» s.f. s.f. Jiménez García, J. F. Derechos de los niños. México: Cámara de Diputados-UNAM, 2000. Montenegro, C., y otros. 2005b. htt://www.ambiente.gov.ar/archivos/web/UMSEF/File/umsef_deforestacin_congresoafoa05.pdf (último acceso: Mayo de 2008). MP. «La cadena frutihortícola santafesina. Una visión de la Producción y el Desarrollo.» Santa Fe: Ministerio de la Producción, 2008b. —. «La cadena láctea santafesina. Una visión de la Producción y el Desarrollo.» Santa Fe: Ministerio de la Producción, 2008c. —. «La cadena santafesina del algodón. Una visión de la Producción y el Desarrollo.» Santa Fe: Ministerio de Producción, 2008a. MTESS-IPEC. «Actualización diagnóstica del trabajo infantil en la Argentina.» Buenos Aires: MTESS, 2002. Nari, Patricia. «Proyecto de desarrollo de pequeños productores agropecuarios. Asistencia técnica para la formulación del proyecto de fortalecimiento institucional para el desarrollo rural de la provincia de Santa Fe.» Santa Fe: Ministerio de la Producción. Dirección Provincial de Desarrollo Territorial, 2009. Novick, Marta, y Martín Campos. «El trabajo infantil en perspectiva. Sus factores determinantes y los desafíos para una política orientada a su erradicación.» En El trabajo infantil en la Argentina. Análisis y desafíos para la política pública, de Aparicio y otros, 19-52. Buenos Aires: MTESS-OIT, 2007. OIT. Intensificar la lucha contra el trabajo infantil. Informe del Director General, Ginebra: OIT, 2010. —. «Taller “Mecanismos de medición del trabajo infantil en México”.» Ciudad de México: OIT, 8-9 de Marzo de 2006. 126

El trabajo infantil en Santa Fe, 2010

OIT-CIET. Informe I. Informe general, Ginebra: OIT, 2008a. OIT-CIET. Informe III. Estadísticas del trabajo infantil. Ginebra: OIT, 2008c. OIT-CIT. Un futuro sin trabajo infantil. Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, Ginebra: OIT, 2002. OIT-IPEC-SIMPOC. Manual de metodología de evaluación rápida sobre trabajo infantil. Ginebra: OIT, 2006. OIT-MTESS-INDEC. Infancia y adolescencia: trabajo y otras actividades económicas. Buenos Aires: OIT, 2006. OIT-UCW. Joining forces against child labour. Inter-agency report for The Hague Global Child Labour Conference of 2010, Geneva: OIT-UCW, 2010. Paja Burgoa, J. A. La Convención de los Derechos del Niño. Madrid: Tecnos, 1998. Pérez-García, María Jesús. La relevancia de la participación infantil en la economía de México, 1991-2004. México: El Colegio de México-CES, Tesis de Doctorado, 2009. Ponce, Gustavo. «El trabajo infantil y la construcción de la agenda pública.» En El trabajo infantil en la Argentina. Análisis y desafíos para la política pública, de Susana Aparicio, y otros, 75-96. Buenos Aires: MTESSOIT, 2007. Post, David. El trabajo, la escuela y el bienestar de los niños en América Latina. Los casos de Chile, Perú y México. México: FCE, 2003. Torre, Juan Ignacio. Determinantes del trabajo infantil en Argentina. XLIII Reunión Anual, Buenos Aires: ANALES. Asociación Argentina de Economía Política, 2008. UNESCO-OREALC. Infancia y derechos: las raíces de la sostenibilidad. Aportes para un porvenir. Santiago de Chile: UNESCO-OREALC, 2008. UNICEF. «Progreso para la infancia.» Un balance sobre la protección de la niñez. nº 8. Septiembre de 2009. UNICEF-OIT. «Seminario Nacional de Capacitación para Facilitadores en Trabajo Infantil y Género.» Cuernavaca (México): UNICEF-OIT, 25-27 de Agosto de 2005.

Ordenamientos Constitución de la Nación Argentina, 1994. Ley de Contrato de Trabajo (20.744), 1976. Ley de Régimen Nacional de Trabajo Agrario (22.248), 1980.

127

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Ley de Asociaciones Sindicales (23.551), 1988. Ley de Reforma Laboral (25.013), 1998. Ley de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes (26.061), 2005. Ley de Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Provincia de Santa Fe (12.967), 2009. Ley de Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente (26.390), 2008. Convenio 138 y Recomendación 146 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973), aprobado por el Congreso de la Nación Argentina mediante la Ley 24.650 (1996). Convenio 182 y Recomendación 190 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación (1999), aprobado por el Congreso de la Nación Argentina mediante la Ley 25.255 (2000). «Convención sobre los Derechos del Niño 1989.» México: DIF, s.f. Ley 26.331. Presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos. Boletín Oficial de la República Argentina. Buenos Aires, Argentina, 26 de Diciembre de 2007. Ley 12.363. Boletín Oficial Gobierno de Santa Fe.

128

Siglas y abreviaturas

CDN. Convención de los Derechos del Niño de 1989 CIET. Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo CONAETI. Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil COPRETI. Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil EANNA. Encuesta sobre Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes EPH. Encuesta Permanente de Hogares ESCI. Explotación Sexual y Comercial Infantil. INDEC. Instituto Nacional de Estadística y Censo IPEC. Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil Ley 20.744. Ley de Contrato de Trabajo Ley 22.248. Ley de Régimen Nacional del Trabajo Agrario Ley 23.551. Ley de Asociaciones Sindicales Ley 25.013. Ley de Reforma Laboral Ley 26.061. Ley de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes Ley 26.390. Ley de Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente 129

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Ley 26.331 sobre los Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos MinAgri Ministerio de Agricultura de la Nación MP. Ministerio de Producción de la Provincia de Santa Fe MTESS. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación MTySS Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia de Santa Fe NEA. Subregión que abarca las provincias de Formosa y Chaco NNyA. Niños, niños y adolescentes NOA. Subregión que abarca las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán OIT. Organización Internacional del Trabajo ONU. Organización de las Naciones Unidas PEA. Población Económicamente Activa SAMCO´s. Servicio para la Atención Médica de la Comunidad SCN. Sistema de Cuentas Nacionales UNICEF. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia IPEC. Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil Ley 20.744. Ley de Contrato de Trabajo Ley 22.248. Ley de Régimen Nacional del Trabajo Agrario Ley 23.551. Ley de Asociaciones Sindicales Ley 25.013. Ley de Reforma Laboral Ley 26.061. Ley de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes Ley 26.390. Ley de Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente Ley 26.331 sobre los Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos

130

Municipalidades, comunas y organizaciones participantes

Municipalidad de Arroyo Seco Comuna de Alvear Comuna de Acebal Comuna de Alvarelios Comuna de Andino Comuna de Arroyo Leyes Comuna de Ataliva Comuna de Bauer y Sigel Comuna de Cañada Rica Comuna de Cañada Rosquín Comuna de Carmen Comuna de Cavour Comuna de Cayastá Comuna de Chapuy Comuna de Colonia Clara

Comuna de Piamonte Comuna de Pilar Comuna de Progreso Comuna de Pujato Comuna de Ramayón Comuna de Romang Comuna de Rueda Comuna de Sapereira Comuna de Saladero Cabal Comuna de San Agustín Comuna de San Bernardo Municipalidad de San Carlos Centro Comuna de San Carlos Norte Comuna de San Carlos Sud Comuna de San Eduardo 131

Documento de Trabajo N° 4 • Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

Comuna de Colonia Dolores Comuna de Díaz Municipalidad del Trébol Comuna de Emilia Municipalidad de Esperanza Comuna de Franck Comuna de Gessler Comuna de General Lagos Comuna de Hugentobler Comuna de Ingeniero Chanourdie Comuna de Irigoyen Comuna de Ituzaingó Comuna de La Pelada Comuna La Vanguardia Municipalidad de Laguna Paiva Municipalidad de Las Rosas Comuna de Lazzarino Comuna de Loma Alta Comuna de Los Molinos Comuna de Los Quirquinchos Comuna de María Teresa Comuna de María Susana Comuna de Melincué Comuna de Miguel Torres Comuna de Moisés Ville Comuna de Pavón Comuna de Piñero

132

Comuna de San Fabián Comuna de San Gerónimo Norte Comuna de San Martín Norte Comuna de Sandford Comuna de Santa Clara de Buena Vista Comuna de Santa Rosa de Calchines Comuna de Sarmiento Municipalidad de Sastre-Ortiz Comuna de Serodino Municipalidad de Totoras Comuna de Videla Municipalidad de Villa Ocampo Comuna de Villa San José Comuna de Zavalla Federación Agraria Sub. de Desarrollo Rural Reconquista Coor. Equipo Socioeducativo Reconquista Coor. Equipo Socioeducativo Tostado Centro Socialista de Vera Fundapaz (Vera) Sindicato de Trabajadores del Vidrio Comunidad Toba Qahuoqte de Rosario Cooperativa Agrícola Ganadera Dos Provincias Grupo Juvenil “26 de agosto” Ader (Asociación para el Desarrollo Rural) VillaMinetti Concejal de Villa Constitución Ex concejal de Reconquista

Anexo I. Instrumentos metodológicos para la recolección de la información Guía de preguntas del cuestionario auto-administrado a intendentes y presidentes comunales de la Provincia de Santa Fe PREGUNTAS 1. En el área o dependencia que usted coordina ¿se están ejecutando actualmente acciones relacionadas con la problemática del trabajo infantil? 2. ¿Se cuenta con información con respecto a las características y tipo de trabajo que realizan los niños y las niñas? 3. ¿De dónde procede la información? ¿qué tipo de información es? (cualitativa, cuantitativa) 4. En su localidad: ¿en qué sectores económicos se encuentran los niños y las niñas trabajando? 5. En su localidad: ¿cuáles son las características del trabajo realizado por los niños y las niñas? 6. En su localidad: ¿existen deferencias en el tipo de trabajo realizado por los niños y niñas según la edad? (por ejemplo: niños más pequeños de 5 a 11 años, adolescentes de 12 a 15 años, jóvenes de 16 a17 años) 7. En su localidad: ¿existen diferencias en el tipo de trabajo realizado por los niños en función del sexo? (hombre, mujer). ¿Cuáles y cómo son las actividades realizadas por los niños varones? ¿Cuáles y cómo son las actividades realizadas por la niñas mujeres? 8. En su región: ¿en qué localidades o ciudades considera que hay mayor incidencia del trabajo infantil? ¿cuáles y cómo son las actividades realizadas por los niños y niñas en los centros urbanos? ¿cuáles y cómo son las actividades realizadas por los niños y niñas en los poblados rurales? 9. ¿Qué otras personas o áreas podemos consultar que usted considere que tienen relación con la problemática del trabajo infantil? ¿podría proporcionarnos datos de esas personas o áreas para poder comunicarnos con ellas?

133