El tema de la tierra de Jauja en la poesía tradicional chilena Ensayo de folklore comparado

J U A N

U R I B EE C H E V A R R ~ A Universidad de Chile

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versol, o sea la cuarteta glosada en cuatro décimas, a las que se agrega una quinta décima de despedida, es la combinación métrica que posee mayor vitalidad en la poesía tradicional americana. Desde los albores de la Colonia hasta nuestros días, cultivado por escritores cultos y juglares semianalfabetos, el verso ha sido el vehículo preferido de una poesía que abarca, a 210 divino y a lo humano, una temática riquísima de insospechada variedad y extensión. En los Cancioneros y Decimeros de Santo Domingo, México, Panamá, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil y Chile, aparecen reproducidos una cantidad abrumadora de versos tradicionales y vulgares. Entre los primeros, que son los más interesantes y puramente folklóricos, debemos destacar junto a los de tema religioso, por el Antiguo y el Nuevo Testamento, a aquellos cuyo origen pertenece a la . historia y la literatura europeas de la Edad Media y del Renacimiento: a) Carlo Magno y los Doce Pares de Francia. b) Genoveva de Brabante. c) Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno. d) El mundo al revés. ej Contrapuntos entre el Cuerpo y el Alma o entre el Agua y el Vino.

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'En España se denominó glosa. Ha recibido diferentes nombres en otros países de América. En Venezuela, trovo, loa y galerón. En México, glosa y valona. En Panamá, mejorana. En Argentina, verso y décimas atadas. 499

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ESTUDIOS DEDICADOS

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RODOLFW OROZ

f) Disparates. g) Almonedas. h) Tenzones o desafíos. En esta poesía tradicional debemos incluir también los versos que describen lugares paradisíacos, abundancia de bienes materiales, casamientos y festines extraordinarios, frutos gigantescos y árboles mágicos. -En ellos se manifiesta la tópica de la Tierra de Jauja, suma y c m p e n d i o de todas las. delicias terrenales. -Jauja, geográficamente peruana, estimuló la poesía y la dramaturpia española del Siglo de Oro que a su vez influyeron en los veyseyos americanos. Nuestro trabajo intenta verificar la irradiación del tema enunciado en el ámbito de la poesía tradicional chilena. América desató la fantasía de los europeos y, en especial, la de los españoles del siglo XVI,como tierra de riquezas, abundancia y maravillas, donde todos los sueños, imposibles y disparates, cobraban realidad. Alusiones al oro, vida fácil y naturaleza extravagante de las tierras del Nuevo Mundo, aparecen en las obras de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Francisco de Medrano, Mateo Alemán, Cristóbal de Villalón, Francisco López de Ubeda, Jerónimo de Alcalá Yáñez y Ribera, etc2. El tema de la tierra de Jauja3, como cifra y compendio de todas Ver: MARCOS A. MORíNIGO. América en el Teatro de Lope de Vega. Publicaciones del Instituto de Filología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Imprenta López. Buenos Aires, 1946. -‘Sobre el origen de la palabra Jauja se han dado diversas explicaciones: “Jaula (por alusión al pueblo y a la provincia de igual nombre en el Perú, célebres por la bondad del clima y riqueza del territorio). Nombre con que se denota todo lo que quiere presentarse como tipo de prosperidad y abundancia”. Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. “Jauja, f.- vulgo, raro-mentira, noticia inventada, bola. Variante: júuca, yúuca (Centro) , yóica (Colchagua) . Derivado: yuaquero o Ilauquero, -mentiroso. Etimología: A estas palabras hoy que agregar coila, mentira, embuste, y cúula, también chaucha. “Tal vez está en el fondo también el “país de Jauja” (antiguamente Xauxa) con sus fabulosas riquezas sobre las cuales corrían tantas mentiras que ha llegado a ser el símbolo del país de los disparates tanto en España como en Chile”. DR. RODOLFO LENZ.Diccionario etimoldgico de las voces chilenas de lenguas indígenas americanas. Imprenta Cervantes. Santiago, 1904, págs. 417-418.

“. . .La fama popular de Jauja, data, por lo menos, del siglo XVI. Ya en su primer tercio empezaron los primitivos historiadores del Perú a pregonar las riquezas naturales de Jauja. En 1534 publica Franmcisco de Jerez el descubrimiento que el 16 de marzo de 1535 hiciera Hernando Pizarro del fertilísimo valle, el cual describe así: ‘este pueblo de Jauja es muy grande y está en un hermoso valle: es tierra muy templada; pasa cerca del pueblo un río muy poderoso; es tierra abundosa: el pueblo está hecho a la manera de los de España, y las calles bien trazadas. A vista dé1 hay otros pueblos sujetos a él; era mucha la gente de aquel pueblo y de sus comarcas, que, al parecer de los españoles, se juntaban cada día en la calle principal cien mil

Juan Uribe Eclievariía:

El tema de

la

i i p i r a da

Inuja

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la poeríu iyudicional chilena

las regalías de la vida golosa y descaiisada, versión americana del Paraíso Terrenal, aparece en el Paso Quinto de El Deleitoso -obra conocida t a m b i h con el nombre de Pnso de la T i e r r a de Jau.ju-, de Lope de Rueda4. En el Pnso mencionado, dos ladrones: Paiiariro y Honzigera, engaiían a Mendrugo y le roban la comida iiarrkdole “conteciIIos de la tierra de ,Jauja”. ...................................................................... MENDRUGO. iCOino! & ~ i ‘ tierra es ewl I-IONZICERA. R í i q extremada a do pagan soldada n los hombres por dormir.

............................................................ P ~ 4 X m I Z O Dc .

L i tierra que azotan a los Iionibi-es porque trabajan.

...................................................................... KONZIGERA. Mira: e n la tierra de Jauja hay 1111 río de miel y junto a él oti’o cir leche, y enirc río y río hay una fuente de niaritequillas encadenada d e requesones y caen en aquel río de 12 miel, qiic n o parecen sino que e s t h diciendo: “cómeme”, “córneme”.

.................................

........................ Mira: en la tierra d e .J;ILI. rboles qiie los troncos so11 de tocino. ...................................................................... PSARIZO. Y las hojas son hojuelas; y el Fruto de estos árboles son buriueloc, y caen e n aquel río d e l a miel. qiiellos mismos estAn diciendo: “rniscamr”, . .~m e ” . ‘‘rn‘‘isc PAIVARIZO.

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tierr:t de Jaiija las cdles están empedradas con yemas de huevos, y entre yeim y yrma un pastel con hojas d e tocino. IIEKDRUGO. ;\’ ;isadas? ...

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personas, y estaban los mercados }; calles del pueblo tan llenos de gente qiie parecía que no faltaba persona’ (Col. Rivad., XXVI, 341-b) . Años adelante, 1553, publica PEDROCIEZADE L i . 6 ~ s u Cidnica d e l Perii, y añade algún dato mis sobre la fertilidad de Jauja: ‘. . . En todas estas partes había grandes aposentos de los ingas, en la parte que Ilamaii Jaiija; porque había un grande cercado donde estaban fuertes aposentos y miiy piiinos de piedra, y casas de mujeres del sol. y templo muy riquísimo, y muchos depósiios llenos de todas las cosas que podían ser habidas; sin lo cual había gran número de plateros que labraban vasos y vasijas de plata y de oro para el servicio tlc los i n p s y oriiniiiciitos del templo’ (Col. Rivad. XXYI, 432) ” MIGUELHERRERO. “Jauja”. En Revista de Indias. Año 11, NO 5, pigs. 151-159. Publicación del “Instituto FernáiideL cle Oviedo” del Consejo Siiperior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1941. ’‘ , . . En los Pirineos catalanes Xauhai- significa ‘niofarse’, ‘burlarse’, junto al cual existe Xautai-se, qiir adcinás dc esto significa ‘darse importancia’, ‘dar impor tancia a alguna cosa’. . . . Xautar pudo cambiarse e n Xaitsnr por rcpetición expresiva (y qiiizi par iirflujo del italiaiiisino Xanxa ‘chanza’; seniánticamente podría venir de ahí Xauxa en el sentido de pais de metirijillas”. JOAN COROMINAS. Diccionario Critico EtiJiioZdgico d e la Lengua Castellana. Vol. 11. Talleres Gráficos “Jnra”, 1934, pig. 1042. “Obras de LoFe de Rueda. Edición de la Real Academia Española. Tomo II. LiJosÉ brería de los Sucesores de Hernando. Madrid, 1908, pigs. 194-203. BAR~YJLOMÉ 501

ESTUD~OS DEDICAWS

.......................... HONZIGERA.

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ROWLFO OROZ

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Y asadas, quella

“tragadme”, “tragadme .

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Mira: en la tierra de Jauja hay unos asadores de trescientos pasos de largo, con muchas gallinas y capones, perdices, conejos, francolinas.

PANARIZO.

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Y junto a cada ave un cuchillo que no es menester más que cortar, quello mismo dice: “engollíme”, “engollíme”.

PANARIZO.

......................................................................

Mira: en la tierra de Jauja hay muchas cajas de confitura, mucho calabazote, mucho diacitrón, muchos mazapanes, muchos confites.

HONZIGERA.

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Hay ragea y unas limetas de vino que él mismo está “bébeme”, “cómeme”, “bébeme”, “cómeme”.

HONZIGERA.

......................................................................

Mira: en la tierra de Jauja hay muchas cazuelas con arroz y huevos y queso.

PANARIZO.

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El paso de Lope de Rueda capta muy bien la imagen que tenía de América, tierra de todos los desatinos y abundancias, la gleba española del siglo XVI. Las fantasías del Nuevo Paraíso llegaron al romance popular en una serie de versiones que circularon en pliegos sueltos. Bartolomé José Gallardo cita un romance impreso en Barcelona, en 1616, con el título de El venturoso descubrimiento de las insulas de la nueva y fértil tierra de Jauja, por otro nombre llamada Man-

drona. Descubierta por el dichosisimo y bien afortunado capitnn llamado Longores d e Senblon y de Gorjas5.

Es muy probable que este romance fuera reedición o nueva versión de otros anteriores, ya que antes del paso de Lope de Rueda, los “contecillos de la tierra de Jauja” andaban en boca del pueblo. En el Romancero General o Colección de Romances Castellanos anteriores al siglo X V I I I ~ ,Agustín Durán incluye, con el número 1347, un romance anónimo titulado L a Isla de Jauja. En este romance, el más difundido sobre el tema que nos ocupa, se nombra a Jauja como “ciudad” e “isla deliciosa”7. La Isla de Jauja. Desde el Sur al Norte frío, desde el Oriente al Ocaso, la fama con trompas de oro

publique en acentos claros el suceso más famoso, y el más prodigioso hallazgo

GALLARDO en El Criticón, NQ 4, pág. 44, sostiene que la primera edición de EZ Deleitoso se hizo en Logroño, en 1588. ‘Reeditado por la Imprenta de los Herederos de la Viuda Plá. Calle de Cotoners, Barcelona, 1834. 6Tomo 11, volumen XVI de la Biblioteca de Autores Españoles, págs. 393-395. ‘ A N ~ N I ACEVEDO O HERNÁNDEZ reproduce y comenta la versión de Agustfn Durán en s u libro Leyendas Chilenas. Nascimento. Santiago, 1952, págs. 13-14. 502

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Juan

Uiibe Echevarría: El tema de

la tierra d e Jauja en la poesía tiadicional chilena

que el dorado sol registra luz a luz y rayo a rayo. Es el caso que un navío del general Don Fernando, surcando del dios Neptuno el más sazonado charco, ha descubierto una isla, cuyos grandiosos espacios o son jardines de Venus, o son p e n d e s de Baco; cuyas casas eminentes, cuyos rumbosos palacios, o brillan con margaritas o deslumbran con topacios: sus fachadas y paredes todas son de piedra mármol de marfiles espejosos, y cándidos alabastros; sus cuadras son aposentos, que están todos entoldados de tela de plata y oro, y brocado de tres altos. Bufetes de filigrana, escritorios de oro vario, baúles de pedrería, camas de cristal cuajado, sábanas de holanda prima, colchas de vistosos lazos, mantas de olorosas felpas, colchones de pluma blandos. Llámase esta ciudad Jauja, Isla deliciosa, y tanto que allí ninguna persona puede aplicarse al trabajo, y al que trabaja le dan doscientos azotes agrios, y sin orejas le arrojan de esta tierra desterrado. Allí todo es pasatiempos, salud, contento y regalos, alegría, regocijos, placeres, gozos y aplausos, Vívese allí comúnmente lo menos seiscientos años sin hacerse jamás viejos, y mueren de risa al cabo. Las calles de esta ciudad hacen con curioso ornato de ébanos y de marfiles

curiosos encajonados; las murallas que las cercan, siendo de bronce dorado, tienen de cerco diez leguas y de ancho doscientos pasos. Doce principales puertas, que están diamantes brillando, paso a la ciudad ofrecen; pero defienden el paso dos guardas en cada una, que hechos vigilantes Argos no dejan entrar adentro pesares, congojas, llantos. Sólo la entrada franquean los guardas a todos cuantos forasteros quieren ir; y lo que pasa en llegando, es que salen diez doncellas vestidas de aiul y blanco, tan bizarras como hermosas, y con instrumentos varios le llevan en medio de ellas a un riquísimo palacio, de que toma posesión, a su obediencia quedando las damas, para asistir a su servicio y regalo; y de quince en quince días, o de mes en meses lo largo, vienen otras diez doncellas de refresco, y con regalos, que son hechizos de amor y de la hermosura encanto. Es tan rica esta ciudad, v es abastecida tanto, que si acierta a describirlo mi pluma, será un milagro. Primeramente hay en ella, a trechos proporcionados, treinta mil hornos, y todos tienen, sin costar un cuarto, con abundancia, molletes, pan de aceite azucarado, bizcochos de mil maneras, chullas de tocino magro, empanadas excelentes de pichones y gazapos, de pollos y de conejos, de faisanes y de pavos, 503

ESTUDIOS DEDICADOS

de lampreas, de salmones, de atunes, truchas y barbos, de sabogas y besugos, y de otros muchos pescados; pastelones dte ternera, lechoncillos bien tostados, tostadas de varios dulces y de sazonados agrios; cazuelas de codornices, de arroz, tórtolas y gansos, y de otros pájaros bobos sabrosos y extraordinarios. Hay un mar de vino griego, otro de San Martín, blanco, dos ríos de Malvada, de vino moscatel, cuatro. De hipocrases, tres arroyos, de limonada, diez charcos, de agua de limón y guindas, canela y anís, seis lagos; de vinagre blanco y tinto, diez balsas, en breve espacio, de aguardiente, treinta pozos, los más de ellos anisados; de agua dulce, clara y fresca, doce mil fuentes, que es pasmo lo artificioso de todas, lo primoroso y lo vario; de queso, una gran montaña, de mantecada, un campo, de manjar blanco una dehesa ' y de cuajada, un barranco; un valle de mermeladas, de mazapanes, dos llanos, de canelones, dos montes, y de acitrón dos collados. Hay de miel un largo río, guarnecido y marginado de arboledas, cuyos frutos son pellas de manjar blanco; hay hojaldres muy sabrosos, buñuelos almibarados, mantequillas, requesones y pepinos confitados. Hay trmeinta acequias de aceite, y un dilatado peñasco, la mitad de queso fresco, y la otra mitad, salado. Hay diez y siete lagunas

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RODOLFOOROZ

continuamente manando 1 aceitunas como huevos, y alcaparrones tamaños; hay de leche un ancho río, en muchas partes helado, otro de natas y azúcar, a los golosos brindando, Hay una hermosa arboIeda, que tiene, por todo el año, peras, membrillos, camuesas, melocotones, duramos, manzanas, granadas, higos, todo bueno y sazonado. Hay campos que dan melones ya blancos, ya colorados, ya chinos, ya moscateles, ya escritos, o ya borrados. Hay un espacioso bosque adonde nacen caballos andantes y corredores, ensillados y enfrenados, potros, yeguas, mulas, vacas, carneros, cabritos, gamos, corzos, cabras y terneras, jabalíes y venados. Hay un millón de carrozas, de coches uri Mare magnum, de centeno y trigo, montes, de paja y cebada, barrios. Hay ciento y cincuenta cuevas que ninguna tiene amo, llenas de paño de Londres, de sedas y de brocados, tafetanes y tapices, espolinos y damascos, toda variedad de sedas, de lanas y de brocados. Para las señoras damas hay también vestidos varios, muy llenos de plata,y,perlas, y de diamantes bordados, sin que falte cosa alguna que sea para' su ornato; y todo lo dicho cuesta sólo llegar y tomarlo. Hay una hermosa alameda, de cuyos copiosos ramos penden diversos vestidos, a cada cual ajustados. 504

Juan Uribe Echevarría: El tema de la tieiraGde Jauja e n la poesía tradicional chilena

A das cuatro esquinas d e él hay cuatro cipfeses altos el primero da perdices;, el segundo, gallipavos, el tercera cría conejos, y capones cría el cuarto. Al pie de cada ciprés hay un estanque cuajado, cual de 'doblones de a ocho,

Ropillas, guantes, coletos, sombreros? medias, zapatos, camisas, valonas, vueltas, calzones, ligas y la7os. Hay cuatrocientas iglesias] ermitas y santuarios, todas de plara maciza, y oro fino fabricados. La riqueza y ornamentos de esculturas y retablos, considérelo el prudente mientras lo envidia el avaro. De nieve hay una gran montaña, de virtud, prodigio raro, que calienta en el invierno y refresca en >elverano. Hay en cada casa un huerto ' de oro y plata fabricado, que es prodigio lo que abunda de riquezas y regalos.

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ánimo, pobres hibalgos; miserables, buenas nuevas, albricias'todo caitado, que el que quisiere partirse a ver este nuevo pasmo, diez navíos salen juntos de la Coruña este año.

Alejo Carpentier, el celebrado novelista cubano, en su relato El camino de Santiago7",verdadera joya de recreación histórica, reprodu-

ce un trozo de este romance de Jauja. Hay una sustitución final del puerto de La CoruBa por el de Sevilla.

Durán inserta, también, en su recopilación ' ("? 1.733, tomo 11, pág. 373), otro romance de asuntb parecido, L a Isla de ltl Chacbna, lugar fabuloso con un árbol enorme de virtud, del que se desprenden los más ricos y variados manjares: 5

L a isla de la Chacona

Ahora que la guitarra me sirve de voz sonora y de.lengua con que pueda cantaros aquesta historia, antes que os dé cuenta larga, sumada en palab'ras pocas, de la tierra que pisáis, de la gente y de sus cosas, sabed que los de esta isla no podemos decir cosa sin la guitarra, cantando a cste son y de esta forma: esta tierra, amigos míos, es la isla de Chacona, "ALEJO,

por otio nombre Cucaña, que de ambos modos se nombra. Los aires de este país por regalar'el olfatd, la fragancia de las rosas; cristales frescos las aguas con muchas fuentes de aloja, y a cada paso entre nieve de vino mil cantimploras. De la otra parte del río hay árboles que sus hojas dan panecillos de leche, y por frutas llevan roscas,

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CARPENTIER. Guerra del Tiempo. Tres relatos. Ediciones Unión- Narra-

ciones. La Habana, 1963. 505

ESTUDIOS DEDICADOS A

Los huesos de aquestas frutas son mantequillas y lonjas, que dentro en los panes nacen con que se pringuen y coman. Hay un árbol que es tan grande, que debajo de su sombra caben cuarenta mil mesas, y en cada veinte personas. La fruta de éste son pavos, perdices, liebres, palonias, carneros y francolines, gallinas, capones, pollas: todos se nacen asados y guisados de tal forma, que parece que da el árbol también cazuelas y ollas;

RODOLFO ORO2

y en sentándose en la mesa, sólo con que un hombre penga la vista en la que desea, se cae a pedir de boca. Cada Chacón de nosotros tiene a su mando seis mozas, una aguileña de rostro, y otra de rostro redonda; otra blanca, cabos negros, y de ojos azules otra, otra morena con gracia, y con donaire una gorda; y cada semana quitan estas seis y nos dan otras; y ésta si que era vita bona: vámonos todos a Chacona.

En la Sección Varios de la Biblioteca Nacional de Madrid existe una versión más completa y detallada del romance difundido por Duran. E l erudito español Eugenio Asensio tuvo la gentileza de enviarnos una copia fotostática de este romance que lleva como título: Noticias Ciertas, e n q u e se contiene el descubi.imiento de u n a isla la m á s rica, y a b u n d a n t e de t o d o cuanto hay e n el mzrnds; descubierta p o r el a f o r t u n a d o capitán llamado Longares S e n t l o m y de Gorjas. C o m p u e s t o p o r un soldado q u e iba e n e l n a v i o q u e la descubrió, c o m o testigo de vista d e t o d o lo q u e a q u í se refiere. Jauja no se nombra esta vez. El lugar geográfico aparece escamoteado: Llámase esta ciudad rica Isla deliciosa, y tanto, q u e allí n i n g u n a persona p u e d e aplicarse al trabajo.

Miguel Herrero en su ya citado artículo titulado Jauja al revalidw la circunstancia americana del motivo, reproduce otra versión que aparece en 5 ,31 E n t r e t e n i d o , de Antonio Sánchez Tórtoles, obra publicada en 16713, con el título de Isla Fabulosa. La versión de Sánchez Tórtoles es igual a la del pliego de la Biblioteca Nacional de Madrid, 'que copiamos a continuación, con el agregado de algunas estrofillas descriptivas que señalamos oportunamente, en las notas correspondientes, a pie de página: Desde el Sur al Norte frío, desde el Oriente al Ocaso, la fama con trompas de oro, publique en acentos claros el suceso más famoso,

y el más prodigioso hallazgo, que el dorado sol registra luz a luz, y rayo a rayo. E s el caso que un navío del general Don Fernando, 506

Juan Uribe Echevarría: El tZñw d e l a " t i e r r f f i d e >Jauja en la poesía tradicional chilena

y sin opejzs,k arrojan

surcado del Dios Neptoino el mal sazonado charco, ha descubierto una isla CCIYOS garifos espacios, o soh jardines de Venus, o sori pensi-les de Baco. Cuyas casas. eminentes, cuyos rumbosos palacios, o brilkn con margaritas, o deslumbran con topacios. Sus fachadas y paredes todas son de piedra mármol, de marfiles espejosos y cándidos alabastros*. Sus cuadras, sus aposentos, todos están entoldados de tela de plata y oro y brocados de tres altoss. Bufetes de filigrana, escritorios de oro vario, baúles dee pedrería, camas de cristal-xuajado, sábanas de holanda prima, colchas de vistosos *lazos, mantas de olorosas- felpas, colchones de pluma blandos10 Llániase a esta ciudad rica, Isla deliciosa, y tanto, que allí ninguna persona puede aplicarse al trabajo. Y al que trabaja le dandoscientos azotes agrios, .

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de esta tierra desterrado. Allí todo es pasatiempos, salud, contento y regalos, ' , alegría, regocijos, placeres, gozos y aplausosli. Vívese allí comúnmente lo menos seiscientos años, sin hacerbe jamás viejos, * y mueren de risa al cabo. Las calles kle esta ciiidad hacen con curioso ornato, de ébanos y marfiles curiosos encajonados. Las murallas que la cercan; siendo de bronce dorado, tienen de cerdo diez leguas, y de ancho doscientos pasos. Doce principales .puertas, que están diamantes brillando, paso a la ciudad ofrecen; pero defienden un paso' dos guardas en cada una, que h,echos vigilantes argos no dejan entrar adentro pesares, conwjas, llantoslz. Sólo la entrada franquean los guardas a todosicuanzos forasteros quieren ir: y lo que pasa en liegahdo. Es que salen diez doncellas vestidas de azul y blanco,

*Sánchez Tórtoles agrega: Sus suelos, de jaspe y bronce: las techos; artesonados

de bruñido oro y rubíes, que arrojan de iu*Fes rayos.

De láminas, de doseles, de hermosos y finos cuadros,

sillas de brocado y plata , con clavos de oro esmaltados,

1oSáh.6ñezTórtoles agrega: Finalmente, están las casas abastecidas d os

-1

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"Sán'chez s agrega: Risag, entretenimientos, felicidades, halagos,

juegos, deleites, favores, paces, quietud y descanso.

%Sánchez Tórtoles agrega: Desdichas, tristezas, iras, angustias, penas, amagos,

tormentos, dolores, muertes, enojos, sustos ni enfados, 507

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ajuares son precisos para vivir con regalo. ,

q i")

ESTUDIOS DEDICADOS A RODOLFO OROZ

tan bizarras, como hermosas,

le llevan en medio de ellas a un riquísimo palacio, de que tome posesión, a su obediencia quedando las damas, para asistir a su servicio y iegalo. Y de quince en quince días, de mes a mes a lo largo, vienen otras diez doncellas de refresco y con regalos, que son hechizos de amor y de la hermosura encanto. Es tan rica esta ciudad y es abastecida tanto que si acierta a describirlo mi pluma, será un milagro. Primeramente hay en ella, a trechos proporcionados, treinta mil hornos y todos tienen, sin costar un cuarto, con abundancia, molletes, pan de aceite azucarado, biLcochos de mil maneras, chullas de tocino magro: empanadas excelentes de pichones y gazapos, de pollos y de conejos, de faisanes y de pavos; de lampreas, de saImones, de atunes, truchas y barbos, de sabogas y besugos y de otros muchos pescados. Pastelones de ternera, lechoncitos bien tostados, tortadas de varios dulces y de sazonados agrios. Cazuelas de codornices, de arroz, tórtolas y gansos, y de otros pájaros bobos, sabrosos, extraordinarios. Hay u n mar de vino griego, otro d e San Martín blanco, dos ríos de malvasía, de vino moscatel, cuatro.

De hipocrases, tres arroyos, de limonadas, diez charcos, de agua de limón y guindas, c a e l a y anís, seis lagos. De vinagre blanco y tinto diez balsas en breve espacio, cle aguardiente, treinta pozos, los más de ellos almizclados. De agua dulce, clara y fresca doce mil fuentes, que es pasmo lo artificiosa de todas, lo primoroso y lo vario. Hay de leche un ancho río, en muchas partes helado; otro de natas y azúcar, todo goloso brindado. De queso, una gran montaña; de mantecadas, un campo; de manjar blanco, una dehesa, y de cuajada un barranco. Hay dos empinados cerros de azúcar fino y bolado, u n valle de mermeladas, de mazapanes dos llanos. De canelones, dos montes; de diacitrón, dos collados, de mazapanes y alcorzas y hermosísimos duraznos. De compotas un sin fin, de calabacete un caos y de todas confituras muchos cortijos cargados. Hay de miel un largo río, guarnecido y margenado de arboledas, cuyos frutos son pellas de manjar blanco. Hay hojaldres muy sabrosos, buñuelos almibarados, mantequillas, requesones y pepinos confitados. Hay doce acequias de aceite y un dilatado peñasco, la mitad de quem fresco, la otra mitad, de salado. Hay un altísimo risco de nieve, prodigio raro,

"Sánchez Tórtoles agrega: Unas diciéndole amores, otras haciéndole halagos,

cariñosas y apacibles, cual tañendo, cual cantando.

y con instrumentos variosl3,

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Juan Uribe Echevarría:

El tema

de lartierra de Jauja en la poesia tradicional chilena

que en el Invierno calienta y refresca en el Verano. Hay una hermosa arboleda de cuatro leguas de ancho, que abundantemente tiene, en cualquier tiempo del año. Peras, membrillos, camuesas, melocotones, duramos, manzanas, granadas, higos, todo bueno y sazonado. Hay viñas que en todos tiempos dan racimos regalados de moscateles, alvillas, morate y botón de gallo. Hay campos que dan melones, ya blancos, ya colorados, ya chinos, ya moscateles, ya escritos y ya borrados. Hay dos lagunas o tres continuamente manando aceitunas como huevos y alcaparrones bizarros. Hay de almizcle y d e pebetes, de algalias y de tabacos; de ámbar y de otros olores, un amenísimo prado. Hay un espacioso bosque a dondse nacen caballos andantes y corredores, ensillados y enfrenados; potros, yeguas, mulas, vacas, carneros, cabritos, gamos, corzos, cabras y terneras, jabalíes y venados. Hay un millón de carrozas; de coches, un mare magnum; de centeno y trigo, montes; dse paja y cebada, barrios. Hay gente y cincuenta cuevas, qae ninguna tiene amos, 1 ' llenas d e paños de Londres, de::terciopelos y rasos, tkfetades y tabíes, espolines y damascos, toda variedad de libenzos, de lanas y de brocados. Toda riqueza de joyas, VdrIas, :diamantes y cuanto 5

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quiera pedir un curioso y ha menester un peinado. Hay una hermosa alameda, de cuyos jarifos ramos penden diversos vestidos, a cada cual ajustados. Espadas, guantes, coletos, sombreros, medias, zapatos, camisas, valonas, vueltas, ropillas, ligas y lazos. Para las señoras Damas hay también vestidos raros, muy llenos de plata y perlas y de diamantes bordados. , Sin que falte cosa alguna que importe para su ornato, y todo lo dicho cuesta sólo llegar a tomarlo. Hay cuarenta mil Iglesias, Hermitas y Santuarios, todos de plata maciza y oro fino fabricados. La riqueza de ornamentos, de esculturas y retablos, considérelo el prudente mientras lo enyidia el avaro. Hay e n cada casa un huerto de plata y bronce cercado, que es prodigio lo qrie abunda de riquezas y regalos. De sus parrales frondosos todo el año están colgando, por racimos, longanizas, chorizos mazapanado$ Ir Morcillas blancas y negras, perniles frescos y rancios, salchichas, romos, papadas, cual,es gruesos, cuales magros. En las cuatro esquirias dé1 hay cuatro cipreses altos, que de cristal son sus hojas, de oro son troncos y ramos. El primero trae perdices, el segundo, gallipavos, el tercero da gallinas, y capones cría el cuarto. Al pie de cada ciprés hay un estante cuajado, 509

ESTUDIOS DEDICADOS

cual de doblones de a ocho, cual de doblones de a cuatro. Hay cuatro alacenas de oro y de cristal sus tejados, que aunque es lo preciso mucho es lo artificioso tanto. Una está llena de vidrios con varia invención forjados, otra de plata bruñida, de cantimploras y platos; otra de cristal y oro, tazas, salvillas y vasos, y la cuarta de oro terso piedras preciosas mediando, y diamantes en algunas, que afrontan al Sol los rayos, está llena de azafates, fuentes, talleres y jarros. E n este jardín jarifo, abundantemente dando, entre fragancias de flores y gorjeos de canarios, arroz, sémola, fideos, piñones, nueces, garbanzos, avellanas, cañamones, turrones negros y blancos. T o d o género de especias, de hortalizas todo abasto, sin que falte lo que es útil ni abunde lo que hace daño. En medio deste vergel hay u n surtidor gallardo de jaspe, mármol y bronces, oro, plata y alabastros; u n Angel de oro bruñido da u n hipocrás soberano, agua dulce, clara y fresca, u n Aguila de alabastro.

A

i¿onor.Fo OROZ

Un León de bronce fiero dn vino moscatel blanco, y u n toro de plata hermosa, vino de Toro extremado. Entre las doce columnas de esta fuente hay un espacio, con su bufete y asientos d o apena5 están sentados, cuando llueven en la mesa toda manera de agrios, toda abundancia de dulces, toda sazón de guisados, todo aliño de guisotes, toda varimedad de asados, de postres y de principios, y cuanto pida u n cristiano. Los Palacios de los Reyes, siendo los de los vasallos tan ostentosos y ricos, con esto están alabados. Finalmente este romance sucinto y epilogado, de lo que hay en esta Isla es una cifra, es u n rasgo. Porque descubrirlo todo es intentar deslumbrado, o agotar este elemento, o medir el Cielo a palmos. Animo, pues, Caballeros; ánimo, pobres Hidalgos, miserables, buenas nuevas, albricias, todo cuitado. Y si no fuere lo dicho como llevo relatado, será lo que Dios quisiere, que así fue el año pasado.

Por último, en la rica colección de pliegos sueltos de poesía popular y tradicional que posee el novelista Camilo José Cela, en s u biblioteca de Mallorca, hemos podido copiar una versión más moderna del romance de Jauja14. Dividido en dos partes, la segunda sc iriicia con un exordio y lleva como título Llegada del Navío a la Isla de Jaula:

I4La Isla de Tauja / Relación / en que se manifiesta el descubrimiento de una isla llamada Jauja / la más rica y abundante de todo cuanto hay en el mundo, descubierta por / el afortunado capitán llamado Longares. Compuesta por un marinero que iba en el navío que la descubrió como uno de los testigos de vista de lo que aquí se refiere. 510

J u a n Urihe Echevariía

El tenia de. la’ t i e r , a . d e J n i ~ j a e n la poesia tradicional chilena

Desde el Sur al Norte frío, desde el Oriente al Ocaso, la frma con trompas de oro publique en acentos claros el suceso más famoso, el más prodigioso halid~go que el dorado sol reb‘ Vistra luz a 1 ~ y~ rayo 7 a rayo. Es el caso que el navio del capitán don Fernando, surcando del Dios Neptuno el grande y salobre charco, ha descubierto una isln al confín del Océmo, en extremo pintoresca, cuyos vistosos espacios o son jardines de Veiiuh o son pensiles de Baco. Las casas son propiamente todas soberbios palacios que brillan con margaritas y deslumbran cÓn topacios; sus fachadas y’ paredes, todas son de piedra mármol, de marfiles espejosos, y bruñidos alabastros; los salones y aposentos todos están adornados coa telas de plata y oro y de realce brocados. Bufetes de filigrama, sillones d,e adorno vario, armarios de pedrería camas de cristal tallado, sábanas de holanda fina, colchas con ricos bordados, almohadones de felpa, colchones de pluma blandos. La capital de esta isla de tanto placer y encanto, es la incomparable Jauja, ciüdad deliciosa, y tanto, que allí ninguna persona puede aplicarse al trabajo, y al que trabaja le dan doscientos azotes agrios, y sin orejas le arrojan d e esa tierra desterrado.

Allí todo es pasatiempos, salud, contentos y pegalos. Vívese allí comúnmente lo menos seiscientos años sin hacerse jamás viejos, y mueren de risa al cabo. Las calles de esta ciudad buscan u n curioso ornato de ébano y marfil un suntuoso empedrado; las murallas que la cercan sientio de bronce dorado, tienen de cerca diez leguas y de ancho doscientos pasos. Doce principales puertas que están diamantes brillando, dan entrada a la ciudad pero defienden su paso cien guardias en cada una, que hechos vigilantes Argos, no dejan entrar adentro pesares, congojas, llantos; sólo la entrada franquean los guardias, a todos cuan-tos ’ con buen hrirnor se presentan, y luego al recién llegado le reciben diez doncellas vestidas de azul y blanco, tan bizarras como hermosas, y con instrumentos varios le llevan, en medio de ellas, a un riquísimo palacio del que toma posesión, a su obediencia quedando las damas, para asistir a su servicio y regalo, y de quince en quince días o de mes a mes lo largo vienen otras diez doncellas de refresco y con regalos que son hechizos de amor y de la hermosura encanto. Es tan rica esta ciudad y toda la isla tanto, que si acierta a descubrirlo mi pluma, será milagro; mas para dar una idea de aquel paraíso humano, 511

ESTUDIOS DEDIC:\DOS

;iiiiiciue es corio irii irigeiiio me cilorlar6 a bosquejarlo

I.legarlrc dcl Nonio

a

4

RODOJ.PO OKOZ

eii la otra plaiia siguiente si el lector quiere escucharla.

la í ~ l ad e ,/niija

Ya que m e he propuesto dar extensivo relato de rsta afortunada isla cuyo mcueiiiro es cc~lebrado. atcmcióii encargo a todos piies ya voy a declararlo. loe!ia tradicional chilena

también hay muchos instrumentos los que quieren cantar, y los que quieren tomar vengan a mi casamiento.

Tengo doscimentos estrados donde las guitarras suenan; vienen cincuenta poetas, cantores, treinta docenas: tengo una bodega llena para dar rico alimento:

$a’

ALPREDO GÁRATE,-Aculeo.

Los versos en que se ponderan las fiestas de matrimonio tienen a veces una despedida realista y burlona que destruye la euforia orgiástica de las décimas anteriores. que allá en mi casa yo encuentro, por eso se los advierto que no vengan a quejarse; si quieren morirse de hambre venpin a ini casamiento.

Oigan, nobles caballeros,

yo no he convidado a nadie, no vengan, pues, a mi casa porque no tengo qué darles; todas son necesidades

El género de la tierra paradisíaca ha generado, por contraste, versos satíricos como E l viaje divertido, de Patricio Miranda Venegas. Miranda, en u n sueño quevedesco, visita sucesivamente el país de los cojos, el país de los ñatos y el país de los guatones. En este último,

sus habitantes, para una sola comida, y pasando tan mala vida ninguno sentía pena.

tampoco hablan cuando comen por iener la boca llena, precisan una ballena

Juan Bautista Peralta, el famoso Ciego Peralta, poeta profesional que editaba hojas y folletos de poesía popular y tradicional a comienzos de siglo, publicó un curioso verso sobre la Transformación d e Santiago por la ciudad deleitosa, que copiamos a continuación: S i yo fuera Presidente ya no habría más pobreza, todo sería riqueza en este gran continente.

El suelo haría asfaltar con chancaca, la mejor, poniendo a su alpededor ladrillos de pan candeal. Santiago lo haré techar con una almíbar bien gruesa, poniéndole por firmeza puntales de caramelos, y con tan buenos anhelos ya n o habría nzás pobreza.

Formaría un caudaloso río de puro aguardiente, otro de leche caliente que fuera también frondoso; también en un rico pozo caerían, francamente, aquel azúcar imponente un buen ponche nos daría, y todo lo cumpliría si yo fuera Presidente.

Cien mil sitios formaré destinados a los pobres y con ladrillos de cobre todo lo enladrillaré; 519

EsruDIos

DEDICADOS .A

con oro aun techaré desde la primera pieza, y con mantequilla espesa los blanquearé de manera, y si gobierno yo fuera

todo sería riqueza. De pura chicha, una cequidn formaré en cada camino, y un puente de puro vino con arces de salchichón; sus barandas de jamón serían, precisamente; tanibiéii las tablas del puente

RODOLFOO R O Z

serán de queso el más puro; plata llovería, lo juro,

e n este gran continente. Por fin, voy a hacer tapiar con quesos, la población, y en esta bella nación botado el oro ha de andar; también voy a adoquinar con azúcar todo el suelo; por hacerlo me desvelo, bien lo puedo comprobar, qix por último haré un mar con olas de buen Pigiielo.

Otro programa presidencial anuncia el poeta Adolfo Reyes en su composición Deseo del poeta Adolfo Reyes:

Si yo juera presidente por e l término de un año entre muchas maravillas uerin mi desengaño. Y si no hubiera tropiezo el candidato aceptaba, saludando me llevaba hasta irritarme cl pescuezo; haiía que en el Congreso se tratara solamente para el birn de tanta gente que se encuentra desvalida; les diera casa y comida,

si

110

fueia presidente.

A los poetas populares prensa libre les daría, los casaría con niñas particulares; andarían los lugares con ropa de fino paño, nadic les haría daño por donde se recorriera; todas esa? cosas viera por e l término de un año.

y tnmbién

Huiía que en abundancia la plata en Chile brillara, y el trabajo no parara

por ninguna circunstancia; daría a toda la infancia vestiduras muy sencillas; por las ciudades y villas, teniendo ya el privilegio, les haría construir colegioi

e7itre muchas marauilla~. Les aumentaría el jornal a los gañanes y obreros, y no habrían pordioseros en toda la capital; alejaría del mal al hombre pobre y extraño, y el que de un modo huraño rehuse lo que prometo, yo, corno un hombre discreto, vería mi derengaño. Mercaderías y arrienclo de c a ~ a sy posesiones, por ciertas y varias razones bajarían, lo comprendo; esto lo estaría viendo por los hombres comisionados que s e r h mis encargados de velar lo que se ordena; entonces ya no habrá pena y nunca habrá desgraciados.

Juaii

Uribe Echevarría / El tema de la tierra de Jaula en la poesía tradicional chilena

Por ÚItimo, el Paillador Rebolledo (Alberto Rebolledo Lagos) , poeta profesional contemporáneo, editor de hojas y propagandista de yerbas medicinales como el Te'A r a u c a n o NQ 10, sueña tambiCn con realizar Jauja por medios legales, a la manera del Ciego Peralta. Cuando yo sea Presidentezz, entonces verán cosa buena, todos estarán contentos y se acabarán las penas.

. . . . . . . . . . . . .

Después haré que en los ríos corran la chicha y el vino, aguardiente y mosto fino

y buen pisco para el frío; yo les daré a los maridos sus Teinte esposas amenas, éstas serán las chilenas para cada ciudadano; mi gobierno será sano, entonces verán cosa buena.

En prensa el presente trabajo tuvimos ocasión de escuchar en el Segundo Concurso Nacional de Canto Tradicional en Décimas a lo d i v i n o y a lo humano, celebrado en Curicó en octubre de 1966, el siguiente verso sobre L a ciudad deleitosa de boca del poeta y cantor de Quivo Bajo Don Pablo Ponce Campos, de 818 años de edad.

En la ciudad deleitosa

que dice: corte, señor: hay vino de lo mejor y con él riegan el suelo, si quieren tomar pihuelo est$ de más la lagrimilla; es abundante la harina, ese lugar es muy bueno

ese lugar es muy bueno, todos los que van allá pasan alegres y risueños.U n río de agua caliente llega al cerro Pan de Azúcar, y solamente se ocupa tomando mate la gente. pan y queso, diariamente, hay fábricas muy frondosas, no hace falta n i una cosa, lo que le digo es verdad; los que mueren están allá en la ciudad deleitosa

Las gallinas hechas fiambre andan de noche y de día, allí gozan buena vida del más chico hasta el más grande; allí n o se pasa hambre la comida está d e más, hay toda comodidad buena cama donde dormir; ninguno se quiere venir, todos los que están allá.

L o s chanchos hechos jamón

andan sueltos e n el potrero, cada cual con su letrero

22Deesta composición como de las de Juan B. Peralta y Adolfo Reyes, encontramos también un antecedente en el ya citado Ronauncero de DURAN,tomo 11, romance No 1.732, págs. 572-753.

ni con ellas anduvieran cuñada, suegra ni tia; mandara soltar las feas los miércoles de ceniza, y aún pienso que fuera justo el hacerla de ellas mismas.

Si yo gobernara el mundo, no le dé Dios tal desdicha, ¡qué presto le vieran todos vuelto lo de abajo arriba! Sólo anduvieran hermosas, y ninguna pediría, 521