Lección 10 2 al 9 de diciembre

El pr ecio de la mentira

“Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido”. Génesis 28: 15

Sábado 2 de diciembre

Jugando con pintura: los trucos de un artista el mundo exterior y añaden una mayor prestancia a lugares comunes y corrientes.

INTRODUCCIÓN Génesis 27: 15, 16

¿Has sido engañado por algún truco visual? Mientras estás sentado en un restaurante, notas que en el extremo del salón hay una puerta que da a un jardín donde se aprecian flores, arbustos y una fuente adonde acuden los pajarillos. Cerca de tu mesa, hay una pared de ladrillos con ramos de hiedra

Los dueños de negocios, y los propietarios de viviendas, en ocasiones encargan la confección de murales con el fin de ocultar defectos o rasgos ambientales poco atractivos. Su objetivo es hacer de sitios reducidos lugares amplios, o simplemente lograr una mayor belleza.

Están a la espera de cualquier oportunidad para aprovecharse de la ignorancia ajena.

Los artistas que cultivan el género trompe l’oeil planifican cuidadosamente la ubicación de sus murales, tomando en cuenta los deseos del cliente y recursos como la iluminación, las texturas y las facilidades disponibles.

que invitan a tocarlos. Tus dedos anticipan la rugosidad del ladrillo, y la brillante suavidad de las hojas de hiedra. La experiencia parece advertirte que todos estos objetos no son reales, aun cuando la habilidad del artista pareciera afirmar lo contrario. Trompe l’oeil (engaña al ojo) es una expresión en francés que se utiliza para referirse a este tipo de representación artística, algo que ha existido por más de dos mil años. Este arte lo encontramos en las ruinas de Pompeya, desaparece durante la Edad Media, y luego resurge durante el Renacimiento para continuar fascinando y engañando al público. Los artistas que lo cultivan han pintado durante siglos bucólicas escenas tridimensionales en las paredes de palacios, lugares públicos y hogares. Los diferentes diseños tratan de trasmitir la noción de un mayor espacio, al imitar vitrales, techos abovedados, puertas, ventanas, o paisajes. Con minuciosa precisión y trazos precisos, los artistas imitan 88

En contraste con este tipo de arte decorativo, hay engañadores que utilizan sus talentos para embaucar a los demás. Al combinar lo real y lo aparente, estos delincuentes se convierten en maquinadores que ocultan sus argucias para que el público no los identifique. Están a la espera de que surja cualquier oportunidad para aprovecharse de la confianza, o de la ignorancia ajena. Al utilizar su malicioso talento, atraen a los incautos para que realicen promesas insensatas, acuerdos comerciales desfavorables para la otra parte, o compromisos que solamente beneficiarán al pícaro. Los pintores trompe l’oeil utilizan el color, la luz y las texturas para sus trucos visuales y así mejorar el ambiente; sin embargo, su arte le advierte a quien lo contempla, que no todo es lo que aparenta ser. A estos artistas suelen identificarse por las características únicas de sus obras. Ahora bien los falsificadores pueden ser desenmascarados por un conjunto diferente de señas distintivas.

Stella Thompson, Houston, Texas

Domingo 3 de diciembre

Lo que nos dicen las montañas de Seir EVIDENCIA Génesis 27: 27-29; Abdías 17-21; Marcos 3: 8

En Israel los padres acostumbraban a contarles a sus hijos acerca de la lucha de Jacob con el ángel, la noche antes que cruzara el río Jordán para aventurarse a entrar en las montañas con el fin de reconciliarse con su hermano. El profeta Abdías contempló aquellas montañas y profetizó que Judá se levantaría de las cenizas que representaban una invasión extranjera “para gobernar el monte de Esaú” donde “el reino será del Señor” (Amós 21). El término “Edom”, nombre dado al reino establecido por los descendientes de Esaú, significa “rojo”, y la palabra “Seir” se 1 asemeja a la palabra hebrea para “velludo”. Estas montañas eran un recordativo de que Dios había bendecido a Israel, pasando por alto a su velludo hermano, el pelirrojo Esaú. Algunos descubrimientos realizados a lo largo del siglo pasado vinieron a confirmar la verosimilitud de la historia de Jacob y Esaú. Las tabletas de Nuzi, descubiertas en 1926 cerca de Kirkurk, Irak, confirman muchas de las costumbres sociales que se muestran en el libro de Génesis. Estas tabletas, que son de una fecha (c. 1600-1350 a.C.) cercana al Éxodo, incluyen disposiciones legales para traspasar el derecho de 2 primogenitura entre hermanos. En ellas también se encuentran algunos ejemplos de bendiciones a favor de hijos, expresadas en un lecho de muerte.

Durante muchos años los historiadores rechazaron la idea de que la civilización edomita tuviera ninguna relación con Esaú. Excavaciones arqueológicas en las montañas de Seir, sin embargo, sacaron a la luz una floreciente cultura que alcanzó su cenit en los tiempos del rey David. En Yirbet-enNahas se encontraron muestras de una fundición metalúrgica y escenas de cacería, un recuerdo de la actividad favorita de Esaú. 3 (Gén. 25: 27). Los edomitas, tienen cierto protagonismo en el Nuevo Testamento. El más conocido es Herodes el Grande, constructor del renombrado templo de Jerusalén, que trató de matar al niño Jesús. Los edomitas, llamados también idumeos, se unieron a la revuelta del año 70 d. C. y como consecuencia fueron aniquilados por el despia4 dado contrataque romano. El libro de Génesis nos presenta las luchas humanas para superar montañas de dificultades mediante la fe; revela mares de discordia, como el que surge entre Jacob y Esaú, o anchos y amargos como el que separaba a Israel de Edom. _______________ 1. Barry Bandstra, Reading the Old Testament: an Introduction to the Hebrew Bible [Leyendo el Antiguo Testamento: Introducción a la Biblia hebrea] (Wadsword, 1999). 2. Alan R. Millard, “Methods in Studying the Patriarchal Narratives as Ancient Texts” [Métodos para el estudio de los relatos patriarcales como textos antiguos], en: Essays on the Patriarchal Narratives (Leicester, 1980). 3. Judy Siegel-Iskovitch, “Jordanian Dig Confirms Biblical Edom” [Excavación en Jordania confirma la existencia del reino de Edom]. Jerusalem Post, 21 febrero 2005 4. Clarence H. Wagner, “Obadiah’s Warning, a Message for Today” [La advertencia de Abdías: un mensaje de actualidad], Israel Teaching Letter, 47,citado en: bridgesforpeace.com

James Dittes, Portland, Tennessee

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Lunes 4 de diciembre

LOGOS Génesis 25: 19-29; Mateo 5: 48; 1 Juan 4: 8-11

Jacob en el momento de nacer tenía a Esaú agarrado por un pie, una señal de su futura intención de dominar a su hermano, aunque Jacob era menor. Jacob a lo largo de su vida utilizó, en colaboración con algunos cómplices, una serie de astucias y engaños para alcanzar la supremacía. En Deuteronomio 26 la historia de Jacob se presenta como algo directamente relacionado con los judíos de épocas posteriores. Sin embargo, el resto del capítulo “presenta el origen del pueblo hebreo como algo que surge de una ruptura radical con los acontecimientos históricos del 1 pasado”. Si comparamos los métodos de Jacob con varios incidentes en la vida de Jesús, como aquel en tomó el pie de Pedro para lavárselo (Juan 13: 4-12), podemos sacar algunas enseñanzas de gran interés y valor práctico. Jesucristo, siendo divino, en lugar de buscar su exaltación propia, descendió de su trono a la diestra del Padre y se arrodilló a los pies de hombres pecadores a fin de lavar la parte más sucia de sus cuerpos con humildad y ternura. Luego se deja llevar a una cruz para morir en ella por nuestra causa. Hay una maravillosa yuxtaposición en el relato genesíaco, quizá con el propósito de subrayar las malas intenciones de Jacob para ocupar un lugar privilegiado. La Biblia dice que hubo “una hambruna” inmediatamente después que Esaú cambiara 90

Trastornado por el amor su primogenitura por “un plato de lentejas” (Gén. 26: 1). Curiosamente, el texto del Nuevo Testamento que nos viene a la mente, como un contraste paralelo a esta mezcolanza de granos pequeños y mentalidad reducida, lo encontramos precisamente antes del lavamiento de los pies de los discípulos, cuando Jesús reparte el pan y el vino. Él permite que los humanos ingieran su carne y su sangre, y por ende que el Hijo de Dios forme parte de sus vidas. De esa forma nos convertimos en forma real, en hijos e hijas de Dios. En vez de la tentativa de Jacob ensalzamiento, ahora será Jesús quien nos levanta y nos concede el legítimo derecho a reclamar la parte de la herencia que le corresponde a la primogenitura. En vez de un plato de lentejas, se nos ofrece el pan del cielo, con todo su poder. Ahora bien, no me malinterpreten. No es que el amor no aparezca en este relato. Todo lo contrario. Isaac ama a Esaú. Esaú ama a Isaac. Rebeca ama a Jacob. Jacob ama a Raquel y a Lea. Raquel ama a Jacob. De hecho, lo que afirma Robert Alter acerca de Jacob bien puede aplicársele a la mayor parte de ellos. Alter se refiere a un Jacob “histriónico” que “ha sido cegado por los excesos del amor, y que quizá parte de su pecado consiste en el “amor a los 2 excesos”. Jacob está tan ciego como su padre. Rebeca ama lo suficiente a Jacob como para engañar a su esposo (un guiso de cabrito en vez de venado). Jacob ama a Raquel lo suficiente como para trabajar por ella catorce años. Raquel ama a Jacob tanto que se atreve a robar los ídolos de su padre para tratar de beneficiar a su esposo. Estos

ídolos no eran una simple baratija ya que simbolizaban la herencia, o dote familiar. Aquí encontramos, por lo tanto, otra estratagema para concederle una mayor legitimidad a los reclamos de primogenitura de Jacob. ¡Y todas aquellas accione tan reprobables se llevaron a cabo en nombre del amor! Era una moral acomodaticia alimentada por motivaciones puramente egoístas y sentimientos confusos y mal dirigidos. Del corazón humano se dice, inclusive de su amor, que: “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio.¿Quién puede comprenderlo?” (Jer. 17: 9). Ahora bien, si Jesús el más justo de todos los seres humanos, dice que solamente Dios es bueno (Luc. 18: 19), ¿que esperanza habrá para todos los Jacob y las “rebecas” y “raqueles”?. Es inadmisible la pretensión de que cuando hay “amor”, cualquier medio e incluso cualquier fin resulta aceptable. Todo lo que tenemos que hacer es colocarnos en el lugar de Esaú, de Isaac, y de Labán (recordemos la picaresca con los ganados, y luego el hurto de los ídolos), para evaluar lo negativo de aquel “amor”. Nuestra esperanza reside en el hecho de que todos los artificios de Jacob para manipular los rebaños (Gén. 30: 29-43) contrastan con el sacrificio de Jesús, el Cordero de Dios. Nuestra esperanza se encuentra en el hecho de que el engaño de Labán en complicidad con su hija Lea, la noche de bodas, se opone al llamado que Jesús nos hace, a través de la iglesia, la que ha de ser su única, verdadera y legítima esposa. Asimismo entendamos bien lo siguiente: no podemos hacer nada para salvarnos, para asegurarnos la primogenitura celestial. ¿Recuerdas el sueño de la escalera de Jacob? Los

ángeles estaban más bien en “una escalinata […] que nos recuerdan los zigurats mesopotámicos con sus gradas que llegaban hasta la cima donde se realizaban los sacrificios, 3 pues era donde moraban los dioses”. Sin embargo, Jacob vio a seres celestiales que subían y bajaban. Él no subió la escalinata. Ni siquiera lo intenta. Permanece allí postrado, como los discípulos de Jesús en el Getsemaní la noche que fue arrestado. La salvación es algo que le corresponde a la Deidad, y no puede ser obra de ningún ser humano, no importan cuan piadoso y consagrado pueda ser. El padre pródigo comienza a correr para abrazar a su joven hijo, que no tenía el derecho de la primogenitura (Luc. 15: 20). No le prestes atención a las triquiñuelas relacionadas con los rebaños ni componendas matrimoniales; el padre manda que traigan el becerro gordo (vers. 23), y Dios nos llama “a la fiesta de bodas del Cordero” (Apoc. 19: 9). ______________ 1. David Damrosch, The Narrative Covenant: Transformation of Genre in the Growth of Biblical Literature [El pacto en relatos: la transformación de un género en el desarrollo de la literatura bíblica] (Ithaca: Cornell University Press, 1987), p. 44. 2. Robert Alter, The Art of Biblical Narrative [El arte de la narrativa bíblica] (Nueva York, Basic Books, 1981), p. 22. 3. Jay G. Williams, Understanding the Old Testament [Cómo entender el Antiguo Testamento] (Nueva York: Barron’s Educational, 1972), p. 91.

Phillip Whidden, Bracknell, Inglaterra

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Martes 5 de diciembre

TESTIMONIO Génesis 28: 10-15

Dios, fiel a su promesa, bendijo a Jacob. ¿Implica esto que aprobó el engaño que Jacob y Rebeca su madre? ¿Aprueba Dios las acciones moralmente dudosas que tienen como propósito colaborar con el cumplimiento de su voluntad? Jacob sabía que había cometido un acto reprobable, y que no había manera de enmendarlo, sino sometiéndose a la dirección divina. “Jacob comprendía que Dios tenía sobre él derechos que estaba en el deber de reconocer, y que las señales, especiales de la gracia divina que se le habían concedido, le exigían reciprocidad. Cada bendición que se nos concede demanda una respuesta hacia el Autor de todos los dones de la gracia. El cristiano debiera repasar muchas veces su vida pasada, y recordar con gratitud las preciosas liberaciones que Dios ha obrado en su favor, sosteniéndole en la tentación, abriéndole caminos cuando todo parecía tinieblas y obstáculos, y dándole nuevas fuerzas cuando estaba por desmayar. Debiera reconocer todo esto como pruebas de la protección de los ángeles celestiales. En vista de estas innumerables bendiciones debiera preguntarse muchas veces con corazón humilde y agradecido: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? (Sal. 1 116: 12)”. Una acción incorrecta no iba a ser causa que Dios retrajera la promesa que le había hecho al padre de Jacob, el hombre más fiel de aquella época. Las consecuencias de una conducta errada serían de carácter permanente: Rebeca no volvió a ver a Jacob, su 92

Dios siempre desea lo mejor hijo favorito, una vez que él abandonó el hogar paterno. Lo realmente importante es que Jacob renovó su entrega al Señor, tal como lo expresa el primer voto registrado en la Biblia: mediante una oración hecha 2 con “gratitud, humildad y confianza”. No solamente expresó que estaba arrepentido, sino que estaba dispuesto a responder positivamente a las bendiciones de Dios, ¡en la forma que fuera necesario! Jacob al mismo tiempo agradece por la gran bendición que representa ser la cabeza visible del linaje de Dios. Por lo tanto, no es que Dios de pasada renueve su promesa para bendecir el linaje familiar que Jacob representaba oficialmente. Jacob halló gracia ante Dios porque internamente había experimentado un cambio, en medio de los desafíos que representaba una región desconocida como lo era Padán Aram. Era verdaderamente la voluntad de Dios que Jacob siguiera adelante y que fuera el líder de los descendientes de Abraham. Su relación con Dios, ayudó a preparar el camino para que el Salvador ejerciera su ministerio en un mundo lleno de mentiras y engaños. Jacob claramente contempló este hecho cuando en una “visión el plan de redención 3 le fue revelado”. La vida de Jacob nos enseña en forma práctica, que Dios es infinitamente paciente y amoroso. Estas virtudes están acompañadas de una gracia perdonadora y salvadora que se aplica a todo miserable pecador: Jacob, tú y yo. _______________ 1. Patriarcas y profetas, p. 187. 2. Comentario bíblico adventista, t. 1, 417 3. Patriarcas y profetas, p. 183.

Richmund C. Santa Lucía, Manila, Filipinas

Del engaño a la confianza CÓMO ACTUAR Job 38; Proverbios 3: 5, 6; 28: 26; Isaías 26: 3; Lucas 16: 10

El pecado surge en la familia humana cuando alguien decidió que se le estaba negando algo bueno. Eva dio un paso hacia el vacío cuando aceptó la idea que Dios no había sido sincero con ella y le había estado escondiendo algo. Desde aquel día, la senda del engaño ha sido muy transitada. ¿Para qué seguir esperando el cumplimiento de las promesas si podemos hacer que se hagan realidad ahora mismo? Eva le dio la primera mordida a la fruta. Abram y Sarai decidieron utilizar un sustituto, las hijas de Lot idearon una forma de tener familia. Abraham utilizó una mentira para protegerse de Faraón. ¿Y Jacob? Jacob edificó su residencia en la Avenida del Engaño. La mentira surge espontáneamente. Poca gente necesita entrenarse al respecto. Pero, ¿es esto lo que deseamos? ¿Cómo podremos cambiar de mentirosos a confiables? 1. Es necesario que conozcamos el origen de las cosas. “Dios, en el principio” (Gén. 1: 1). Aquí es donde tiene su origen la confianza. El conocimiento de Dios surgirá tanto de las relación personal que mantengamos con él como del tiempo que pasemos en su compañía. Mientras más conoce una persona a Dios, más fácil le será creer que él cumplirá lo que ha prometido, y más fácil le será actuar de conformidad con dicha creencia. 2. Hemos de estar dispuesto a esperar. En el principio era Dios, y asimismo lo será al final de todas las cosas. “Pero

Miércoles 6 de diciembre

cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley” (Gál. 4: 4). Dios lo hace todo en el momento adecuado y del modo más oportuno. Había quienes no estaban preparados para aquel acontecimiento; otros se habían cansado de esperar; pero Dios sabía que el plazo se había cumpli-

Cuando damos el primer paso en la senda de la fe, Satanás tiembla. do. En nuestras vidas él también escoge los momentos apropiados. Algunas veces no estamos listos, otras nos cansamos de esperar. Sin embargo, él planifica aun los acontecimientos diarios de nuestra vida con el mismo cuidado que utilizó para hacer que su Hijo asumiera la forma humana. 3. No hay que rendirse. Cuando damos el primer paso en la senda de la fe, Satanás tiembla. Cuando conocemos a Dios, cuando nos mantenemos a la expectativa del cronograma que ha trazado, cuando buscamos su voluntad y no la nuestra, queda establecida una alianza con Dios y con su poder. Satanás no puede oponerse a ese poder y lo sabe muy bien. Él necesita engañarnos para que nos apartemos de esa alianza, y nos refugiemos en nuestra propia fortaleza con el fin de derrotarnos. Debemos mantener nuestra mano firmemente aferrada a la de Dios, aun cuando parezca que las cosas no están saliendo como debieran.

Stephanie Clemons, Collegedale, Tennessee

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Jueves 7 de diciembre

Un comprador compulsivo

OPINIÓN Génesis 25: 29-34

Siempre llama la atención el nacimiento de unos mellizos. La historia de Jacob y de Esaú comienza con un embarazo especial y continúa con un parto tan excepcional que mereció ser registrado en la historia bíblica: “El primero en nacer era pelirrojo, y tenía todo el cuerpo cubierto de vello. A este lo llamaron Esaú. Luego nació su hermano, agarrado con una mano del talón de Esaú. A este lo llamaron Jacob” (Gén. 25: 25, 26). Los mellizos muchas veces manifiestan un constante deseo de apartarse de la imagen “reflejada” que les corresponde. La competencia entre ellos, muchas veces es juguetona; sin embargo, no es raro que uno de los dos hermanos demuestre habilidades o aptitudes superiores, que según algunos pudieran asociarse al orden en que nacieron. Pregúntale a un mellizo quien es su hermano, o hermana mayor, y te contestará de inmediato. En el caso de ellos, el orden en que han nacido es importante. Esaú llegó a casa después de pasar un largo día en el campo. Afirmó que se encontraba tan débil que estaba al borde mismo de la muerte. Pensó que su primogenitura no le serviría de nada, así que decidió negociar los beneficios a largo plazo de la misma, por el inmediato placer de un plato de comida. Sin lugar a dudas valía la pena “dar la vida” por el plato que era la especialidad de Jacob: un sabroso y humeante cocido de lentejas. Cuán a menudo caemos en la misma trampa: tratar de adquirir algo impulsivamente. Cuando vemos un objeto que nos 94

gusta es fácil encontrar una justificación para conseguirlo. Las tarjetas de crédito nos permiten olvidarnos del día de mañana y convertir de manera exagerada nuestros deseos en necesidades que llevan un sello de urgencia. “No tengo nada que ponerme”. O quizá: “Necesito un auto nuevo”. O aquello de: “Son algo excepcional”, al hacer referencia a un par de zapatos. Las expresiones anteriores son ante todo una muestra de lo difícil que es evitar el mismo error que cometió Esaú. Sobre todo si antes de actuar no comparamos de una forma inteligente el valor de una gratificación inmediata con sus posibles consecuencias a largo plazo. La muerte de Jesús en el Calvario fue un acontecimiento culminante en la historia de la humanidad. Sin embargo, el mayor de todos fue cuando se levantó de la tumba para convertirse en el primogénito de sus hermanos: “Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó (Rom. 8: 29, 30). ¡Cuida tu primogenitura!

PARA COMENTAR 1. Haz una lista de las cosas por las que quizás has estado negociando tu primogenitura espiritual. 2. Desde el punto de vista financiero, ¿cómo está tu crédito? ¿Compras en efectivo, o a crédito? ¿Cómo afecta este aspecto de tu vida la relación que mantienes con Dios?

Nicola Connor, Fairburn, Georgia

En busca de la bendición EXPLORACIÓN Génesis 27: 18-29

PARA CONCLUIR Al estudiar la historia de Isaac, y la de Esaú y Jacob y la primogenitura que se disputaron podemos aprender mucho acerca de la forma en que Dios bendice a sus hijos. Dios cumplirá sus promesas aun cuando fracasemos y no cumplamos con todo lo que se espera de nosotros. Al permitir que él transforme nuestros corazones podremos reintegrarnos a una verdadera comunión con nuestro Creador. No obstante, tendremos que vencer algunas de nuestras debilidades. En vez de impacientarnos tratando de conseguir por nuestros propios esfuerzos las bendiciones que nos han sido prometidas, debemos esperar que Dios cumpla su voluntad en nuestras vidas. Jamás debemos engañar a nadie con el propósito de apropiarnos de sus bendiciones. ¡Acepta hoy tu primogenitura!

PIENSA EN • Redactar un breve relato de varios hermanos que no se pueden poner de acuerdo

Viernes 8 de diciembre

en el reparto lo que sus padres les han legado. ¿Cómo pueden resolver sus diferencias de una forma que tome en cuenta lo aprendido de la historia de Jacob y Esaú? • Entrevistar a algunos amigos o familiares, para preguntarles acerca de su primogenitura. ¿Cómo se sienten ellos al respecto? ¿Han recibido alguna herencia o legado? ¿Cuáles son algunas de las ventajas, o desventajas, de ser la hija o el hijo mayor? • Hacer una lista de las veinte bendiciones más importantes que Dios te ha concedido. • Buscar en la Biblia varios incidentes en que algún personaje fue bendecido por Jesús, por un rey o por un profeta. ¿Que similitudes y qué diferencias encuentras entre estas bendiciones y las que recibieron Jacob y Esaú?

PARA CONECTAR ✓ Patriarcas y profetas, caps. 16-19. ✓ Conflicto y valor, cap. 54. ✓ Lee algún comentario sobre Génesis 27 además del Comentario bíblico adventista.

Kimberly Cortner, Cucamonga, California

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