EL PODER DEL CONVENIO RESUMEN: El sketch demuestra el poder del convenio si las partes cumplen y, por el otro lado, lo que pasa cuando no cumplen. Se trata de unos socios que deciden vender lomitos en una plaza y acuerdan los precios que cobrarán. DURACIÓN: 15 minutos. REPARTO:  NARRADOR  GREGORIO, Amigo 1  LAURA, Amigo 2  MARCELO, Amigo 3

MATERIALES:  Tres sillas  Dinero  Tres delantales  Tres Sombreros de Chef

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Cliente 1 Cliente 2 Cliente 3 Cliente 4

 Tres letreros de Lomiterias (Lomiteria Ñu Guazu, Lomiteria de Chancho, Lomiteria Tres Salsas)

 Tres mesitas (lomiterias)  Letrero de McDonald’s  Tres tasas con cucharas

GUION: Tres amigos están sobre el escenario hablando. GREGORIO: “Bueno. ¿Entonces estamos de acuerdo? MARCELO: “Si. ¿Porque no?” LAURA: “Cierto. Es una buena idea.” GREGORIO: “Entonces establecemos el Convenio de Ñu Guazu. Abriremos una lomiteria al lado del parque Ñu Guazu que operará de miércoles de noche hasta domingo de noche. Este convenio entre nosotros es que nos quedaremos unidos en esta empresa en las buenas o en las malas. En la unidad hay fuerza. ¿Estamos de acuerdo?” MARCELO: “Yo si.” LAURA: “Es una buena idea. Creo que va a funcionar. ¿Porqué no?” GREGORIO: “Bueno. Cada uno tiene su tarea que hacer para el miércoles. Nos encontramos en el parque.” Ponen sus manos juntos en el medio en un gesto de acuerdo. Se paran y sueltan las manos. Salen del escenario. NARRADOR: “Así, GREGORIO, MARCELO, y LAURA abren la primera lomitería al costado del parque Ñu Guazu. Tienen mucho éxito con su empresa y las ventas andan muy bien. Pasan las semanas…”

Entran los tres socios al escenario. Contando los ingresos de la noche. GREGORIO: “350,000, 360,000, 390,000, 400,000 Gs. No está nada mal para una noche de trabajo...¿Verdad? ¡Qué bárbaro! Aquí tienen su parte.” Gregorio entrega parte del dinero a Marcelo y parte a Laura. MARCELO: “¡Qué bien! Gracias, socio.” LAURA: “¡Espectacular! Nos vemos mañana. Ah! Che: tuve una idea. ¿Por qué no vendemos lomitos de chancho en vez de lomo? La gente le ha de gustar la carne de chancho incluso más que la de res. ¿No les parece?” MARCELO: “¿Carne de chancho? No. Muy seco es. No estamos listos para eso todavía. Estamos empezando recién. No vamos a empezar a experimentar y volvernos los lomiteros loquitos.” GREGORIO: “Ja, ja. ¿Está bien, LAURA? Vamos a ver eso después.” LAURA: “Hmmm! Y bueno.” Salen GREGORIO y MARCELO. LAURA se queda por el escenario. LAURA: “Demasiado conservadores son GREGORIO y MARCELO. No quieren experimentar y salir de su cajita. No…Ya se todo del negocio aquí y voy a empezar mi propia lomiteria aquí en el Parque Ñu Guazu. Y vamos a vender lomitos de chancho.” NARRADOR: “Así, LAURA rompe el convenio que hizo con sus dos socios, se aparta de GREGORIO y MARCELO, y establece su propia lomitería.” Entran GREGORIO y MARCELO de un lado del escenario y LAURA de otro lado. Ella pone su mesa, silla, y el letrero que dice Lomiteria de Chancho. Todos actúan como si estuvieran preparando sus lomitos. MARCELO: “¿Qué le pasó a LAURA? Se chifló y rompió el convenio y se independizó. No da gusto así. ¿Qué vamos a hacer?” GREGORIO: “Y vamos a seguir haciendo lo que concordamos al principio. Nos ha funcionado hasta ahora y nos va a continuar a dar fruto. Tenemos un buenísimo producto de primera, una clientela fiel, nuestra reputación esta establecida. ¿Porque vamos a cambiar?” Llegan clientes al escenario. Uno se va a la lomitería de Laura y cinco se van a la Lomitería Ñu Guazu.

MARCELO: “Mira. Un cliente se fue junto a Laura. No puede ser. Che: ¿Y qué si empezamos a ofrecer unas salsas especiales con nuestro lomito para competir con LAURA?” GREGORIO: “MARCELO: ¿Qué hay de mal con lo que estamos haciendo? ¿Acaso no nos está dando una increíble ganancia? Aun con Laura allí ganamos más con cada mes que pasa. ¿Para qué vamos a arreglar algo que no está roto?” MARCELO: “¡Vos siempre dando órdenes, y te haces el Jefecito!” GREGORIO: “¿Hacerme el Jefe? MARCELO, ¿no te acuerdas? Nosotros hicimos JUNTOS el convenio. No fui yo que hizo el convenio. Lo hicimos todos juntos. ¿No te recuerdas? Juntos confeccionamos la receta, condimentamos la carne, elegimos los ingredientes. Y decidimos en juntos en ofrecer un producto de alta calidad en vez de muchos productos de baja calidad. Por eso hicimos un pacto, un acuerdo, un convenio. ¡Todos juntos!” MARCELO: “No me entiendes, Gregorio. La gente quiere decidir por sí sola las cosas. No quiere que se le dicte. Quieren tener el poder de elegir, de escoger. Quieren un menú con selección. Con muchas elecciones. Pronto se aburrirán de nuestro producto único y se irán a otro lado.” GREGORIO: “Un convenio, una idea, un producto excelente, un compromiso con nuestro público. No innovamos. Nuestros clientes confían en nuestro producto. Saben que esperar. Es algo seguro, de alta calidad, que no les fallará. Tienen Fe en nuestro producto. Además, en la unidad hay fuerza, amigo.” MARCELO: “¿Fuerza? Les voy a mostrar quien tiene fuerza. Yo tengo mis propias ideas. Voy a independizarme y ofrecer una variedad de salsas y dejar que el público elija. ¡Ya vas a ver!” MARCELO sale del escenario. GREGORIO: “Uf! Bueno. Voy a sufrir sin ellos. Les deseo toda la suerte del mundo.” NARRADOR: “Y así MARCELO también estableció su propia lomiteria. El vendía lomitos con una variedad de salsas especiales. LAURA vendía lomitos de chancho. Entonces miren lo que sucedió.” Marcelo trae su silla y su mesa y pone el letrero “Lomitería Tres Salsas” por la mesa. Empieza a preparar lomitos. Están las tres lomiterías en el escenario funcionando independientemente. Llegan muchos clientes y la mayoría se van a la lomitería Ñu Guazu. Un cliente y pasa en frente de la lomitería de LAURA y ella le ataja. LAURA: “¡Hooola! ¿Dónde vas? Un ratito. ¿Por qué no pruebas mi lomito de chancho?”

CLIENTE 1: “Gracias. Ya lo probé. Es rico tu lomito pero me resultó un poco seco y no me llenó tanto como la carne de res. Voy a ir a la lomitería Ñu Guazu. Por eso empecé a venir aquí hace meses. Nunca me ha fallado. ¡Gracias!” Continúan entrando otros clientes en el escenario y todos menos unos pocos se van hacia la Lomitería Ñu Guazu. Laura le ataja a otro cliente. LAURA: “Un ratito, mi amigo. Dame un ratito, ¿Sí? Es verdad. Lomitería Ñu Guazu tiene la receta original. Pero el lomito mío es de chancho…¿Por qué no pruebas algo diferente? Cambia tu paladar. Sal de la rutina.” CLIENTE 2: “En verdad. ¡Gracias! Pero es muy sencillo: me gusta la receta original. Siempre me ha satisfecho, luego. Por eso vengo. Me voy a Ñu Guazu.” LAURA: “Bueno. Está bien. Pero sea lo que sea, no te vayas a la Lomiteria Tres Salsas. Te digo que el usa carne de tercera y a sus salsas le mete agua.” MARCELO: “¡Ey! Eso yo escuche. ¡Cállate!” Pasa un cliente. MARCELO: “Permiso, Señor, señor.” Marcelo logra atajar al cliente que se dirigía a la Lomitería Ñu Guazu. MARCELO: “¿Por qué no pruebas mi lomito? Mira: es el mismo lomito de la lomitería Ñu Guazu, la misma receta, pero le puedes agregar una salsita a tu gusto. Experimenta. Aventura. Cada vez va a ser diferente.” CLIENTE 3: “Gracias. Pero si voy a venir hasta acá y pagar, no quiero arriesgar que elija mal la salsa, le ponga demasiado poco o demasiado mucho. Sé qué me va gustar y satisfacer la receta original de Ñu Guazu. Por eso vine en el primer lugar, y sigo viniendo.” Se va el cliente a la Lomitería Ñu Guazu. LAURA (sarcástica): “¡Qué envidia! ¡Qué mucho éxito estás teniendo, Marcelo!” MARCELO: “¡Cállate! Vas a ver. Atiende y aprende.” Pasa otro cliente y Marcelo lo ataja. MARCELO: ”Amigo, amigo. Un momento por favor. Aquí te ofrezco el mismo lomito que en la Lomitería Ñu Guazu, al mismo PRECIO incluso pero puedes ponerle una salsita a tu gusto. ¿Por qué no vienes a Lomitería Tres Salsas?”

CLIENTE 4: “Gracias, pero no es tanto así como dices, ¿verdad? ¿Cómo vas a ofrecer más por el mismo precio? En algo estas usando algún ingrediente de calidad inferior para poder ofrecer más al mismo precio. Sacrificas calidad por cantidad. ” MARCELO: “Emmmmm…” Marcelo no sabe que más decir. Se va el cliente a Lomitería Ñu Guazu. LAURA: “Ja, ja, ja, ja, JA, ja. Parece que tu idea innovadora de darle libertad a las personas de elegir no funcionó, querido.” MARCELO: ”¡Cállate! ¿Y vos? ¡Qué muchos clientes tienes! ¿Quién va a ser fiel a tu producto si vos fuiste la primera en romper el convenio. NO le crean a ella.” LAURA: “¡La Lomitería Ñu Guazu no sería nada si no fuera por mí! Yo fui el corazón de la Lomitería Ñu Guazu. ¿Y quién sos vos para hablar? Vos rompiste también el convenio, hipócrita.” MARCELO: “¿Vos trabajaste más? ¿Acaso no fue un convenio de iguales partes? No te hagas la víctima ahora.” Mientras pelean Laura y Marcelo, sus últimos clientes se van en la lomitería Ñu Guazu. NARRADOR: “Y así se pelearon MARCELO y LAURA hasta alejar casi toda su clientela. Todos se iban a Ñu Guazu con la receta original. Gregorio no se metía en la pelea con los otros y permaneció impávido ante la prueba y fiel al Convenio. Y aunque perdió algunos pocos clientes a las otras lomiterías, eventualmente, GREGORIO ganó tanto plata de la Lomitería Ñu Guazu que pudo empezar otra pequeña empresa de hamburguesas sobre la Avenida Mariscal Lopez que ahora se conoce como…McDonald’s…” LAURA y MARCELO todavía tienen su lomiterías en frente al parque de Ñu Guazu junto con otras viente lomiterías copionas…todos vendiendo el mismo producto con un poco de diferencia. Con tanta competencia, cada uno gana muy poco…Ahora, para ganar lo que ganaban antes, abren los siete días a la semana y no tienen un segundo libre. ¿Será que durarán mucho tiempo más?

EL FIN