EL NUEVO TESTAMENTO 5 Introducción

al

estudio de

primeros escritos cristianos

A. PIÑERO Y J. PELÁEZ

los

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índice general

GNOSIS, GNOSTICISMO Y NUEVO TESTAMENTO

La terminología Rasgos generales de la gnosis La teología gnóstica Origen de la religiosidad gnóstica Impulsos y motivos para la constitución de la gnosis como sistema Gnosis y NT 9

EL NUEVO TESTAMENTO Y LA CULTURA HELENÍSTICA

La tendencia universalista Utilización de esquemas propios del helenismo Jesús como Kynos (icúpioThe Gospel Genre», en P Stuhlmacher, Das Evangeíium, 216, D. Dormeyer, Evangehum ais hteransche und theologische Gattung, Darmstadt 1989 68 Cf L Cantwell, -The Gospels as Biographies-, ScotJTM (1981) 193-200 * Un comentario a las sentencias de los sabios contenidas en este tratado de la Misná es Abot de RabbíNatán, cf la versión crítica, con introducción y notas de Ma Angeles Navarro Peiró, Valencia 1987 En Abot de Rabbí Natán se encuentran abundantes datos que ilustran acerca de la vida del sabio su aprendizaje de la sabiduría, su relación con los discípulos, su pobreza en muchos casos, su necesidad de la candad de los demás, su vida errante e incluso, a veces, su martirio bajo el poder romano

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las narraciones populares griegas (jipáfyxc) sobre hechos y dichos de hombres famosos. Por otra parte, se ha afirmado que este género evangélico es único porque se ha redactado desde la perspectiva de la predicación 70, aspecto claramente peculiar del evangelio. Pero tal ve2 haya que ser más cautos al afirmar el carácter singular de este género 71. Ninguna de las teorías propuestas para explicar el porqué de la creación de la forma «evangelio» es satisfactoria: ni la teoría del puro desarrollo inmanente de la tradición sinóptica (por sí misma, necesariamente, habría de acabar transformándose en una biografía), ni la hipótesis de la existencia de un marco previo —cronológico, biográfico, etc.—, ni el influjo de las biografías de los «hombres divinos», ni simplemente la voluntad de un autor determinado (en nuestro caso, Marcos) de redactar un evangelio. En primer lugar, debe admitirse que no hay obras en la literatura antigua con posibilidad de ser comparadas rigurosa y estrictamente con el primer evangelio. A. Dihle72 ha comparado detenidamente los relatos evangélicos con las obras de Plutarco, Luciano, Filóstrato y Suetonio, para llegar a la conclusión de que los evangelios son escritos sui generis, aunque sin duda tienen también, en la mente de sus autores, un interés biográfico. La literatura griega antigua ofrece prácticamente un único ejemplo de «vida y dichos» de un hombre histórico semidivinizado, aparte de los evangelios: la Vida deApolonio de Tiana de Flavio Filóstrato, escrita en el siglo ni; pero la obra presenta claras influencias de los evangelios cristianos. Para encontrar un paralelo exacto a los evangelios hay que remitir a las Vidas de Buda de la antigua tradición pali, que ofrecen una sucesión de hechos, milagros y dichos de estructura muy parecida a la de los sinópticos. En segundo lugar, es posible que un mayor hincapié conceptual en el hecho de que los evangelios están basados en bloques previos o colecciones anteriores de dichos, milagros, narraciones de hechos de un héroe, Jesús, y que cada bloque fue compuesto conforme a los géneros y normas de la época, nos haga matizar —reduciéndola a un tono menor—, la afirmación de que los evangelios son un género literario singular. En tercer lugar, ha de afirmarse que el evangelio de Marcos, por ejemplo, no es la pura plasmación del kerigma primitivo, lo que le daría su carácter único, sino que, según opina Ch. H. Talbert73, es, en la intención de su autor, una especie de biografía de Jesús, aunque con características particulares; sin embargo, hay que reconocer con Bultmann que el encuadre biográfico de los evangelios no es el de una biografía real, puesto 70

M. Dibelius, Die Formgescbichte des Evangeliums, Tubinga 1919-61971. Cf. A. Pinero, «Evangelio y primeras tradiciones evangélicas-, en Id. (ed.), Fuentes del cristianismo, 45-57, de donde tomamos lo relativo al género literario -evangelio». 72 «Die Evangelien und die griechische Biographie-, en P. Stuhlmacher, Das Evangelium, 383-411. 73 Cf. What is a Gospel? The Genre ofthe Canonical Gospels, Londres 1977. 71

Estudio diacrónico del Nuevo Testamento

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que les falta «el interés por lo propiamente biográfico, por la procedencia de Jesús, su formación y desarrollo interno, por su retrato literario y, en definitiva, por su personalidad», defecto que, según Ph. Vielhauer 74, no sólo radica en las lagunas de la tradición disponible, sino que se basa en el carácter mismo de proclamación del evangelio. Siguiendo la tendencia de considerar el «evangelio» en la línea del género de las biografías, algunos autores como H. Kóster75 han buscado paralelos al género en las «Vidas de los profetas», subgénero biográfico en el que, en contraposición con la biografía helenística típica, la función y el oficio o encomienda priman sobre los datos puramente vitales, y J. Montserrat 76 ha llamado la atención sobre el notable influjo de los ciclos proféticos veterotestamentarios sobre los evangelios, especialmente sobre el de Lucas. Pero, al mismo tiempo, junto con el modelo de las «vidas de los profetas», debe tenerse en cuenta el parentesco del evangelio con diversas narraciones de la historiografía helenística más inmediata del pasado de Israel, como 1 y 2 Macabeos y algunas secciones del Líber Antiquitatum Biblicarum del Pseudo-Filón. Los aspectos singulares de Marcos son debidos a la intención del autor de componer un relato sobre Jesús y a la vez proponer un mensaje de salvación que pide la fe y la aquiescencia del lector. Mateo y Lucas tuvieron más claro el deseo de escribir una «biografía» de Jesús, al dar una genealogía y un breve relato del nacimiento de su héroe. Por todos estos motivos, y salvadas las evidentes diferencias que siempre se dan entre el género o patrón en abstracto y un determinado escrito en concreto, no sería atrevido situar el «evangelio» dentro del género de la biografía helenística, y como subgénero, quizá para el primer representante, Marcos, en el de la «biografía» de los profetas. En conclusión, parece más razonable —a pesar de los avisos en contra de la Historia de las Formas— no insistir demasiado en la «singularidad» del género literario «evangelio», como se ha venido haciendo por lo común hasta ahora. — Cartas / Epístolas La diferencia entre epístola (tratado literario vestido con el ropaje de 74 Historia de la literatura cristiana primitiva, 372 No cabe duda de que los evangelistas han pretendido ofrecer al lector un relato ordenado cronológicamente de la vida terrena de Jesús, cada uno en diversa medida y según su propia perspectiva, como lo prueba el hecho de que ya el primer evangelio, y en mayor grado los siguientes, sean en realidad reelaboraciones con la intención de ofrecer una "historia" seguida a partir de escritos o colecciones más antiguas y deslavazadas 75 Ancient Cbnstian Gospels Their History and Development, Londres 1990, 26ss, quien sigue a K Baltzer, Dte Biograpbie der Propheten, Neuchirchen 1975 76 La sinagoga cristiana, Barcelona 1989, 181

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«carta») y carta verdadera (ya privada o a una comunidad) fue puesta de relieve respecto al NT por A. Deissmann ^ y es generalmente aceptada, por lo que aquí nos limitamos a afirmar, siguiendo el consenso de los autores, que cartas verdaderas son únicamente las que llevan el nombre de Pablo, aunque no sean privadas (sólo Flm). Del resto, Hebreos se acerca al tratado teológico, 1 y 2 Pe, 1 Jn son homilías edificantes y Sant una parénesis ética78. — Monografías históricas El género de las 7tpá¡;£i