Universidad de Buenos Aires From the SelectedWorks of Diego Bernardini MD, PhD

April, 2008

El medio ambiente como determinante de la salud. Diego A Bernardini, Universidad de Salamanca Tuuli Bernardini

Available at: http://works.bepress.com/diego_bernardini/7/

El medio ambiente como determinante de la salud Diego* y Tuuli** Bernardini * Medico, candidato a Doctor en Medicina, Universidad de Salamanca. Ex becario e interno de la Organización Mundial de la Salud OMS/ Ginebra. ** Asistente del Comité para Política de Cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Finlandia.

El 7 de Abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Como cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó un tema de salud pública de gran importancia para llamar la atención del mundo y así mitigar las consecuencias que este provoca. En 2008, el Día Mundial de la Salud busca concentrar la atención y participación del mundo en la protección de la salud de las consecuencias del cambio climático1.

El entorno en el que vivimos y desarrollamos nuestras actividades cotidianas es uno de los principales determinantes de la salud. Ya en el Informe sobre la Salud Mundial 2004 la OMS hizo referencia a 85 enfermedades relacionadas con factores de riesgo medioambientales sobre un total de 102. La ecuación es simple, la salud es una de las áreas más afectadas por el cambio climático2. Si las tendencias se mantienen y el efecto del calentamiento global continua e incluso se acentúa como se prevé, la humanidad se verá más afectada y habrá un mayor número de defunciones relacionadas a desastres naturales y olas de calor, aumento de enfermedades transmitidas por insectos que expanden sus habitats debido al calentamiento, alimentos, agua y vectores relacionados con la contaminación del aire. A esto habrá que agregarle las poblaciones desplazadas por inundaciones, sequías y hambrunas. Aquí aún cabe recordar, que según las definiciones internacionales vigentes sobre los refugiados, las razones medioambientales no están incluidas entre las posibles causas para que alguien pueda disfrutar del status de protección como refugiado, algo que será crecientemente problemático en el futuro. En este escenario quienes se verán más afectados serán los pobres. Estas repercusiones sobre la salud humana están modificadas por determinantes sociales como la educación, el nivel de desarrollo y de pobreza. Inicialmente los países y las comunidades más afectados serán siempre los más pobres, que además cuentan con estructuras y servicios de salud débiles y vulnerables. Esto se plantea como una cuestión moral de gran envergadura para los países industrializados, dada la minúscula parte que las sociedades pobres han jugado en la creación del problema mismo. Un informe sobre la incidencia del medioambiente en la salud, publicado en 20063, estima que aproximadamente el 24% de la carga de la enfermedad mundial y el 23% de todas las muertes prematuras pueden atribuirse a factores medioambientales. Esta carga de enfermedad y muerte es mayor entre los niños, donde alcanza el 36%.

Agua limpia y saneamiento, seguridad en la producción y transporte de alimentos, inmunizaciones masivas y accesibles, vigilancia de la salud y prevención de la enfermedad son las claves4. La falta de agua potable y redes de saneamiento es causante de casi dos millones de muertes prematuras, la mayoría de ellas niños y niñas de países en vías de desarrollo. También es el agua y su calidad la que se relaciona con enfermedades como malaria, paludismo, esquistosomiasis o legionela. La contaminación del aire es el factor que se relaciona con las enfermedades respiratorias. En países desarrollados como España, la contaminación exterior provocada por monóxido de carbono y otros contaminantes que proceden de la actividad industrial, la combustión de los vehículos y la utilización de sistemas de calefacción o aire acondicionado son el origen de estas afecciones. Algunos tipos de cáncer también se relacionan de alguna manera con el tipo de aire que respiramos, lo que incluye los factores anteriores y el humo del tabaco.

Otro factor de riesgo es la planificación de las ciudades. Se considera que la inactividad física motivada por un entorno urbano o laboral, que en muchos casos impida un estilo de vida activo, facilita el desarrollo de enfermedad cardiovascular.

¡Pongámonos en acción!

El cambio climático amenaza la salud, esto es una realidad incontrastable. La protección de la salud frente al cambio climático requiere de un enfoque preventivo y multisectorial. Las relaciones entre la salud humana y medioambiental y el avance tecnológico puede resultar una arma de dos filos, un buen ejemplo es el caso de los vehículos: El catalizador ha disminuido la contaminación global provocada por coches, pero el mismo tiempo ha aumentado la cantidad de dióxido de carbono producido por coches, la parte que más cuenta respecto al cambio climático. Por otro lado por ejemplo en Finlandia una recién reforma fiscal ha aumentado considerablemente la venta de coches diesel justo con el razonamiento de un mejor equilibrio ambiental para el diesel respecto a la gasolina. Ahora, un grupo alemán-italiano de investigadores ha sacado resultados importantes sobre el peor equilibrio salud-ambiental de los nuevos motores diesel que sus antecesores, demostrando que los motores y una combustión más eficaces desintegran las partículas doblemente, y estas resultan mucho más dañinos a los tejidos que sus antecesores más grandes5. Este un ejemplo donde la planificación política debe revisar sus líneas y respuestas en frente a la evidencia científica relacionada a medioambiente y salud.

Para el conjunto, la educación medioambiental es fundamental. Esta educación debe ser desarrollada en los distintos niveles de educación y de manera integrada, de forma tal que permitan aprovechar los conocimientos y las experiencias de organismos, países, industrias o personas. Se requiere de colaboración entre todos estos actores para así poder encontrar soluciones innovadoras y eficaces para la protección de la salud y medio ambiente. Es tiempo de construir capacidades que permitan hacer frente a esta situación.

¿Que podemos hacer todos nosotros?

Todos podemos ayudar de muchas maneras. La primera es estar informados. Saber qué es el cambio climático y cómo afecta la salud. Un nuevo verano está llegando y saber como protegerse de sus efectos es una manera de dar ejemplo, alentando en el uso de protección a través de cremas solares, gorros, hidratándonos y no participando de actividades intensas durante las horas de mayor calor. Estar pendientes o alertas de las personas mayores, que vivan solas en nuestras casas o edificios y que sean más vulnerables a los efectos del calor, es otra forma de hacerlo. La concienciación y la reducción de la “huella de carbono” (la medida de cuánto CO2 produce una persona, industria u organización a través del uso de transporte, aire acondicionado o calefacción, consumo eléctrico y otras elecciones de nuestro estilo de vida), es hoy un objetivo prioritario en la salud pública.

Usar la bicicleta, caminar o utilizar transporte público son medidas eficaces e inconfundibles que deben ser promocionadas6, evitando, como primer paso, los viajes cortos en autos o velocidades elevadas ya que producen gran cantidad de CO2. Utilizar el tren que es el medio de transporte más costo efectivo en términos ambientales. La reducción del consumo de alimentos de origen animal es otra de las maneras de disminuir el efecto invernadero, así como el reciclado de los desechos biológicos y el reciclado en general. El uso racional de la energía incluye programar temperaturas ambientes, instalar aislamientos en las casas, utilizar paneles solares y el buen mantenimiento del refrigerador en casa. Un paso importante que puedan hacer los consumidores a este respecto es cambiar sus contratos eléctricos para contratos de electricidad verde aun escasos en España.

El impacto en la salud que está provocando el cambio climático será muy dificultoso de revertir en pocos años o décadas. Sin embargo, muchos de estos posibles efectos

pueden ser evitados o al menos controlados si participamos de manera responsable. Lo mejor es que muchas de las medidas serán beneficiosas para nuestra salud en el corto plazo, como la actividad física regular que significa el caminar o utilizar más la bicicleta. Es claro que cuanto antes tomemos medidas, más grande será el impacto positivo no solo en nuestra salud, sino en la de nuestra comunidad. Es muy importante librarnos de los temores persistentes sobre el gran coste que nos imaginamos para cualquier medida contra el cambio climático o para la conservación del medio ambiente, lo importante es ponernos en acción ya!

1

http://www.who.int/world-health-day/en/index.html http://whqlibdoc.who.int/publications/2007/9789241595674_eng.pdf 3 http://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/preventingdisease.pdf 4 Diaz H., Bernardini Zambrini DA., Atlas Mundial de la Salud, FUNDADEPS – Ediciones SM, 2007. 5 http://www.particleandfibretoxicology.com/content/5/1/4 6 http://www.euro.who.int/Document/E90944.pdf 2

Diego* y Tuuli** Bernardini * Medico, candidato a Doctor en Medicina, Universidad de Salamanca. Ex becario e interno de la Organización Mundial de la Salud OMS/ Ginebra. ** Asistente del Comité para Política de Cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Finlandia