¡¡¡ 65.000 lectores semanales !!! DIRECTOR: Iván Beltrán Castillo. EDITORES: Amparo Osorio, Gonzalo Márquez Cristo. COMITÉ EDITORIAL: Mauricio Contreras, Rafael Ortega Lleras, Marcos Fabián Herrera, Fernando Maldonado, Fabio Jurado Valencia, Julio Jaramillo Hoyos, Olga Sanmartín. CONFABULADORES: Óscar Collazos, Jotamario Arbeláez, Chócolo, Fabio Martínez, Freddy González, Gustavo Tatis Guerra, José Chalarca, Angel Loochkartt, Sergio Trujillo Béjar, Germán Villamizar, Argemiro Menco Mendoza, Carlos Fajardo, Guillermo Bustamante Zamudio, Profesor Martínez Guerrero. EN EL EXTERIOR: Floriano Martins, Alfredo Fressia (Brasil); Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Marco Antonio Campos, Maria Cortina, Jose Vicente Anaya, Jose Ángel Leyva (México); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Hermes Vargas (Venezuela); Renato Sandoval (Argentina); Efer Arocha, Jorge Torres, Jorge Nájar, Eduardo García Aguilar (Francia); Marta L. Canfield (Italia); Luis Bravo (Uruguay); Armando Rodríguez Ballesteros (Costa Rica).

El fantasma de la telenovela ronda el cine colombiano Por Carlos Palau * El director de cine caleño, autor de filmes como A la salida nos vemos, Hábitos sucios y El sueño del paraíso, ha sido un perpetuo y lúcido diletante en el tenso diálogo que los artistas del séptimo arte mantienen con sus negociantes, y no en pocas ocasiones se ha enfrentado contra el engranaje equívoco de la llamada industria cinematográfica. Rebelde genuino, sus opiniones le han llevado con frecuencia al potro de tortura y a las reprimendas de la censura. De ahí que su visión de la actual circunstancia de nuestro cine sea muy valiosa. Este artículo cedido por su autor a Con-Fabulación hace parte de la separata especial sobre Cine Colombiano que será publicada en la revista Número 60. Mientras el gremio de los cineastas y productores colombianos, donde abunda la hipertrofia de vanidades, junto a exhibidores y directivos que gerencian los dineros y trazan las políticas del cine nacional, no haga una generosa autocrítica de su responsabilidad en lo que se ha denominado el bajonazo del cine nacional, se seguirá echando mano de estadísticas con qué justificar este fracaso. No se han dado cuenta de que la única neurona que le quedaba al espectador colombiano la han utilizado para descubrir que nuestras películas son igualitas a las telenovelas y que las terminarán emitiendo por televisión un domingo cualquiera. ¿Para qué pagar una boleta a un cine que no aporta ni plantea nada novedoso y que pueden ver gratis?

¿Hasta cuando estos señores van a insistir en la inútil e imposible creación de un cine como industria? ¿Hasta cuándo seguirán despilfarrando miles de millones en un cine que degrada la profesión y el oficio mismo de hacerlo? Es una vergüenza que los dineros de la cinematografía nacional vayan a parar a los nuevos mercenarios del cine, instalados en Caracol TV y RCN, desde donde se impone una estética que insulta nuestra inteligencia, realizada por calanchines a sueldo sin la menor ética ni conocimiento de la profesión. Están apoyando un cine de puños, patadas y puñaladas, haciéndoles el juego servil a estas poderosas programadoras y exhibidores, cuando esos dineros deberían destinarse a la creación de una cinematografía que tome riesgos creativos, de bajo presupuesto, que permitiría realizar hasta veinte largometrajes al año y distribuirlos por canales diferentes de los tradicionales y de donde no los echen a patadas. Así se irá construyendo un público receptivo, abierto a nuevas historias y formas de contar. Lo contrario es seguir de bajonazo en bajonazo, donde sólo sobrevivirán los privilegiados del régimen, que reciben millonadas a manos llenas para enriquecerse aún más. ¿Cómo puede haber una industria del cine si los directores y productores megalómanos se empeñan tercamente en filmar en 35mm, lo que encarece la producción? ¿Cómo se puede pagar un presupuesto de $2.000 millones (US $ 800.000), que es el costo medio de una película colombiana, si no hay espectadores para ello? ¿Por qué persistir en esto? ¿Qué es lo que se esconde detrás de tanta insensatez? Además, contar con el respaldo publicitario de los dos grandes canales de televisión no es ninguna garantía. Te amo, Ana Elisa, El ángel del acordeón, Nochebuena, Los actores del conflicto, Perro come perro, Ni te cases ni te embarques, lo han tenido y el público no respondió como esperaban. Satanás y Paraíso Travel no llegaron siquiera al punto de equilibrio. En estas condiciones, obligan al cineasta a ser un perdedor nato y compulsivo con cualquier número de espectadores que entren a la sala. Si uno sólo quiere tener una gran imagen de creador cinematográfico, debe casarse con una modelo o presentadora de farándula, dejarla embarazada y estrenar la película para cuando el bebé nazca, así saldría en todos los noticieros y revistas de farándula. Los teatros se llenarían. Seguro. ¿Se imaginan a Luis Ospina casado con Andrea Serna o Laura Acuña (que escoja él), que la dejara preñada y apareciera al octavo mes de embarazo besándole la barriguita desnuda, en la portada de una de esas revistas rosa, para que su Tigre de papel la vieran millones? Al menos debería intentarlo. Hasta yo iría a verla. Los únicos que ganan siempre en este negocio nefasto del cine son los exhibidores y los productores, que cobran sueldos millonarios o porcentajes escandalosos por administrar esos dineros públicos, mientras ahuyentan a los inversionistas que jamás recuperarán su dinero y a los que nunca se les advirtió de los riesgos que corrían. Precisamente por ellos se debería modificar la Ley de Cine, con el fin de que sus inversiones tengan el ciento por ciento de beneficio tributario. De esta manera, proyectos de mayor envergadura podrían producirse sin temor a que quien los propicie parezca un vulgar delincuente, como sucede ahora. Es una obligación que los directivos de Proimágenes y la Dirección de Cinematografía apoyen seriamente la promoción y construcción de nuevos canales independientes de exhibición gratuita en las universidades, colegios, sindicatos, acciones comunales, casas de la cultura, para esta nueva cinematografía alejada de los circuitos tradicionales que únicamente producen irrespeto, dolor y frustración. Es deber de ellos que eso no ocurra más. Que ayuden a respetar a los creadores, que por el solo hecho de darles unos pesos crean que ahí finalizó la tarea. Que los futuros

cineastas aprendan que no es importante insistir en que su película se estrene en esas salas donde no se les quiere y no hay quien las vea. Hay vida más allá de los multiplex.

Fernando Pessoa: Confabulador clásico “Libro del desasosiego” (fragmento), 26 de enero de 1932 Imaginarlo es como diría Juarroz, pintar un retrato sin modelo, dibujar a un fantasma, fijar un espejismo o amaestrar un puñado de neblina. Fernando Antonio Nogueira Pessoa, el poeta legendario de Portugal y uno de los más vanguardistas de los creadores del siglo pasado, nació en Lisboa en 1888 y falleció en la misma ciudad en 1935. Fue traductor y comerciante y vivió mucho tiempo en Sudáfrica. Su “vida verdadera” fue insustancial y estuvo regida por el tedio y la monotonía. Sin embargo, el creador se reveló a esta mansedumbre con los portentos de su imaginación lírica. Así, sintiendo que la existencia concreta no merecía bien la pena, dio respiración e ímpetu a una serie de personalidades contradictorias, impulsadas por diversas fuerzas vitales: Alvaro de Campos, Ricardo Reis, Bernardo Soares y Alberto Caeiro son algunos de esos heterónimos magníficos. El libro del desasosiego, uno de sus trabajos más memorables, es una indagación puntual a los interrogantes de la existencia, y en él cuestiona el engranaje de la realidad y sus espejismos. El siguiente fragmento es una prueba de ello. Una de mis preocupaciones constantes es el comprender cómo es que otra gente existe, cómo es que hay almas que no sean la mía, conciencias extrañas a mi conciencia, que, por ser conciencia, me parece ser la única. Comprendo bien que el hombre que está delante de mí, y me habla con palabras iguales a las mías, y me ha hecho gestos que son como los que yo hago o podría hacer, sea de algún modo mi semejante. Lo mismo, sin embargo, me sucede con los grabados que sueño de las ilustraciones, con los personajes que veo de las novelas, con los personajes dramáticos que en el escenario pasan a través de los actores que los representan. Nadie, supongo, admite verdaderamente la existencia real de otra persona. Puede conceder que esa persona está viva, que siente y piense como él; pero habrá siempre un elemento anónimo de diferencia, una desventaja materializada. Hay figuras de tiempos idos, imágenes espíritus en libros, que son para nosotros realidades mayores que esas indiferencias encarnadas que hablan con nosotros por encima de los mostradores, o nos miran por casualidad en los tranvías, o nos rozan, transeúntes, en el acaso muerto de las calles. Los demás no son para nosotros más que paisaje y, casi siempre, paisaje invisible de calle conocida. Tengo por más mías, con mayor parentesco e intimidad, ciertas figuras que están escritas en los libros, ciertas imágenes que he conocido en estampas, que muchas personas, a las que llaman reales, que son de esa inutilidad metafísica llamada carne y hueso. Y "carne y hueso", en efecto, las describe bien: parecen cosas recortadas puestas en el exterior marmóreo de una carnicería, muertes que sangran como vidas, piernas y chuletas del Destino. No me avergüenzo de sentir así porque ya he visto que todos sienten así. Lo que parece haber de desprecio entre hombre y hombre, de indiferente que permite que se mate gente sin que se sienta que se mata, como entre los asesinos, o sin que se piense que se está matando, como entre los soldados, es que nadie presta la debida atención al hecho, parece que abstruso, de que los demás también son almas. Ciertos días, a ciertas horas, traídas mí por no sé qué brisa, abiertas a mí por el abrirse de no sé qué puerta, siento de repente que el tendero de la esquina es un

ente espiritual, que el hortera, que en este momento se inclina a la puerta sobre el saco de patatas, es, verdaderamente, un alma capaz de sufrir. Cuando ayer me dijeron que el dependiente de la tabaquería se había suicidado, sentí una impresión de mentira. ¡Pobrecillo, también existía! Lo habíamos olvidado, todos nosotros, todos nosotros que le conocíamos del mismo modo que todos los que no le conocieron. Mañana le olvidaremos mejor. Pero que tenía alma, la tenía, para que se matase ¿Amores? ¿Angustias? Sin duda... Pero a mí, como a la humanidad entera, me queda sólo el recuerdo de una sonrisa tonta por encima de una chaqueta de mezclilla, sucia, y desigual en los hombros. Es cuanto me queda, a mí, de quien tanto sintió que se mató de sentir porque, en fin, de otra cosa no debe de matarse nadie... Pensé una vez, al comprarle cigarrillos, que se quedaría calvo pronto. Al final, no ha tenido tiempo de quedarse calvo. Es uno de los recuerdos que me quedan de él. ¿Qué otro me había de quedar si éste, después de todo, no es suyo, sino de un pensamiento mío? Tengo súbitamente la visión del cadáver, del ataúd en que le han metido, de la tumba, enteramente ajena, a la que tenían que haberle llevado. Y veo, de repente, que el dependiente de la tabaquería era, de cierta manera, chaqueta torcida y todo, la. humanidad entera. Ha sido tan sólo un momento. Hoy, ahora, claramente, como hombre que soy, él ha muerto. Nada más. Sí, los demás no existen... Es para mí para quien este ocaso remansa, pesadamente alado, sus colores neblinosos y duros. Para mí, bajo el ocaso, tiembla, sin que yo le vea correr, el río grande. Ha sido hecha para mí esta plaza abierta sobre el río cuya marea se acerca. ¿Ha sido enterrado hoy en la fosa común el dependiente de la tabaquería? No es para él el ocaso de hoy. Pero, de pensarlo, y sin que yo quiera, también ha dejado de ser para mí...

El escritor y su veneno Por Henry Posada * Nací en un país donde parece que el personaje de la película de Milos Forman, interpretado desde la penumbra por Murray Abraham, Antonio Salieri, estuviese clonado y es que el temperamento hepático, el emponzoñamiento, la mutación de Salieri ante el genio de Mozart, es ya una forma de vida entre algunos de mis congéneres y si quieren comprobarlo vayan a la página del más pintoresco de nuestros pintorescos, donde tiene sus cloacas virtuales, y lanza sin conmiseración denostaciones, infamias, amenazas de muerte y su desasosiego parece no tener pausa. El día que no comete una mala acción se despierta sobresaltado a pedirle a San Salieri que lo ilumine. Confieso que he sido susceptible de padecer del mal de Salieri y en las noches los monstruos que engendra no dan tregua y entonces mustio debo al día siguiente hablar con quien provoca tales espasmos y desgarramientos estomacales; no sé de dónde provenga éste mal, si está instalado en el cromosoma 127, si es congénito, si hace parte de nuestras memorias más olvidadas, si está en el lóbulo derecho o el izquierdo, en todo caso aprovechando los descubrimientos del genoma humano hay que extirparlo en aras de una altísima existencia, lo contrario es vivir reptando cual alimaña, ensombrecido, agazapado, dejando falsas evidencias de infidelidad como Yago, el personaje de Shakespeare, buscando el derrumbamiento de Otelo y la muerte de Desdémona, su enamorada; amangualado con otros de su especie como Marco Bruto, el tristemente célebre personaje de la tragedia Julio César del mismo Shakespeare, quien lo apuñala en el capitolio, movido por el mal de Salieri: la envidia.

En este país de naturaleza endogámica cada tribu tiene sus odios y recelos y hay que estar atento y ser cuidadoso de mostrar desprevenidamente simpatías, porque puedes perder tu primogenitura o ser condenado al exilio; en el Parnaso donde los rapsodas se pasean con sus egos como catedrales góticas, es difícil buscar acuerdos, hermandades, mirar en una sola dirección, sin que ello implique traicionar las convicciones; he visto a los demiurgos platónicos batiéndose en duelo con furiosa mezquindad y emponzoñamiento que no tienen siquiera los malandros, quienes tienen códigos de honor y son magnánimos a la hora de reconocer al enemigo; he visto las fraternidades más hermosas en el Olimpo de las letras despedazarse luego con enconado odio, y con entusiasmo “uribista” lanzar esputos sanguinolentos y pedir la horca para quienes fueron sus antiguos camaradas; escupiendo lava y con el sistema nervioso desmadejado buscando la lírica garganta de un ruiseñor de las letras. Cuando era un niño y todo era para mí un aletazo de maravilla y como un bobo alucinado extendía la mano en la biblioteca de mi padre para alcanzar un volumen de Emilio Salgari, Mark Twain, y memorizaba poemas de Rafael Pombo, y leía embelesado La parábola del retorno: ¿decidme, es esta la granja que fue de Ricard?…. qué lejos estaba de saber que detrás de esos espléndidos versos, de esas maravillosas novelas como Las aventuras de Tom Sawyer, había hombres comunes y corrientes que padecían la envidia, el odio, la soledad, la inseguridad y un narcisismo insuperable… Escritor y periodista colombiano

Argemiro Menco Mendoza Poeta, escritor y periodista. Nació en 1948 en Piza (Sucre), Colombia. Autor del poemario: Secretos míos, (¡al arca de la luz!). Compilado por las revistas Candil y Epigrama. Fue columnista del periódico El Espectador y actualmente colabora en los diarios El Universal y El Heraldo y en varias revistas literarias de Latinoamérica. El siguiente poema pertenece al libro Las sombras del asedio publicado en Bogotá por la Colección Los Conjurados. DEL TRISTE DUEÑO DE LA SOMBRA Sombra de un hombre, encogiéndose con el andar de la mañana, estirándose con el declive de la tarde. La sombra, un alma que naufraga. Ver que no somos ya ni la sombra de esa sombra. Ayer no más, su compañía, en el relleno del vacío. Sombra viajera, sombra sin norte en el plano gris del desencanto.

La sombra marchó linchada por el dolor de su raíz adolorida. ¡Oh, la sombra trabajando su milagro! ¡Oh, si la sombra, al final de su tristeza, enterrara su cuerpo en arenas vivientes de la noche!

Envíe sus 10 películas preferidas

Con-Fabulación realiza una gran encuesta entre sus decenas de miles de cómplices sobre los filmes memorables de la historia e invita a participar a todos los cinéfilos que siguen semanalmente nuestro periódico virtual. Entre las 922 listas enviadas hasta el momento notamos la exultante pasión de los lectores por cintas como Séptimo sello y Fresas salvajes de Bergman, Novecento, El último tango y La luna de Bertolucci, El ángel exterminador y La vía láctea de Buñuel, Tiempos modernos y La quimera del oro de Chaplin, Ocho y medio y Satirycon de Fellini, El inquilino y El bebé de Rosemary de Polanski, El proceso y El ciudadano Kane de Orson Welles, 2001 odisea del espacio y Barry Lyndon de Kubrick, Pather Panchali de Satyajit Ray y la trilogía de los Colores de Kieslowsky, Apocalypse now y El padrino de Coppola, Blade Runner y Los duelistas de Ridley Scott, El mago de Oz y Lo que el viento se llevó de Fleming, Teorema y El evangelio según San Mateo de Pasolini, Metrópolis de Lang y El ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica, Solaris de Tarkovsky y Los cuatrocientos golpes de Truffaut, entre las que irrumpen otros clásicos como Brazil de Gilliam, Fitzcarraldo de Herzog, Portero de noche de Cavani, El matrimonio de Maria Brown de Fassbinder, Trenes rigurosamente vigilados de Menzel, Seven de Fincher, If de Anderson. Hombre muerto de Jarmush y la chilena Machuca de Andrés Wood, entre muchas otras. Convocamos por tal motivo a todos los confabulados a que envíen sus listas de diez filmes predilectos, las cuales seguiremos publicando en los próximos números para contribuir a la formación de una más profunda pedagogía cinematográfica.

Las 10 mejores películas de la historia AMERICAN FILM INSTITUTE (AFI) 1: Ciudadano Kane (Welles). 2: Casablanca (Curtiz) 3. El padrino (Coppola). 4: Lo que el viento se llevó (Fleming). 5: Lawrence de arabia (Lean). 6. El mago de Oz (Fleming). 7: El graduado (Nichols). 8: La ley del silencio (Kazan). 9: La lista de Schindler (Spilberg). 10. Cantando bajo la lluvia (Kelly y Donen) *** Rodolfo Alonso (poeta, traductor y ensayista argentino) 1: El acorazado Potemkin (Eisenstein). 2: La pasión de Juana de Arco (Dreyer) 3: El muelle de las brumas (Carné). 4: La diligencia (Ford) 5: El ciudadano Kane (Welles). 6: Ladrón de bicicletas (De Sica) 7: Noche de circo (Bergman). 8: La antesala del infierno (Wyler) 9: La mentira maldita (Mackendrick). 10: El desencanto (Chávarri) Martha Canfield (poeta y ensayista uruguaya) 1: Té y simpatía (Minnelli). 2: El Evangelio según San Mateo (Pasolini). 3: 2001: Odisea en el espacio (Kubrick). 4: Gritos y susurros (Bergman). 5: Desaparecido (Costa-Gavras). 6: Brazil (Gilliam). 7: La sociedad de los poetas muertos (Weir). 8: Danza con lobos (Kostner). 9: El lado oscuro del corazón (Subiela). 10: Dos hermanos (Annaud). Juan Carlos Botero (escritor colombiano) 1: Ciudadano Kane (Welles) 2: Casablanca (Curtiz) 3: Lo que el viento se llevó (Fleming). 4: 2001 (Kubrick) 5: Toro salvaje (Scorsese). 6: El padrino I y II (Coppola) 7: Manhattan (Allen). 8. El señor de los anillos (Jackson) 9: La sociedad de los poetas muertos (Weir). 10: La lista de Schindler (Spielberg) José Luis Díaz-Granados (escritor colombiano) 1: Luces de la ciudad (Chaplin). 2: El puente de Waterloo (LeRoy) 3: Pasaron las grullas (Kalatosov). 4: Ocho y medio (Fellini) 5: Khartoum (Dearden). 6. Portero de noche (Cavani) 7: Sonata otoñal (Bergman). 8: Un hombre de éxito (Solás). 9: El círculo del poder (Konchalovsky). 10. Novia que te vea (Schyfter). Armando Giraldo (documentalista peruano) 1: Pather Panchali (Ray). 2. Metrópolis (Lang). 3: El fantasma de la libertad (Buñuel). 4: El ansia (Tony Scott). 5: Salón Kitty (Brass). 6: Estado de sitio (Gavras).

7: Novecento (Bertolucci). 8: Fahrenheit 451 (Truffaut). 9: Tiempos modernos (Chaplin). 10: Machuca (Wood) Myriam Fonseca (fotógrafo) 1: Viridiana (Buñuel). 2: La ciudad de las mujeres (Fellini). 3: Luna de hiel (Polanski) .4: Solaris (Tarkovski) 5: Blow up (Antonioni). 6: La quimera del oro (Chaplin) 7: Fresas salvajes (Bergman). 8: Rashomon (Kurosawa) 9: La fiesta inolvidable (Edwards).10 Los siete pecados capitales (Chabrol) Pilar Duarte (psicóloga y cinéfila colombiana) 1: La Quimera del oro (Chaplin). 2: Novecento (Bertolucci) 3: Ladrón de bicicletas (De Sica). 4: Pascualino, siete bellezas (Wertmüller) 5: La lengua de las mariposas (Cuerda). 6: El pasajero (Antonioni). 7: Gato Fritz (Bakshi). 8: Cinco sentidos (Podeswa). 9: Luna de hiel (Polanski). 10: La vida en rosa (Dahan) Milena Segura (arquitecta ecuatoriana) 1: El sirviente (Losey). 2: Fitzcarraldo (Herzog) 3: Sur (Solanas). 4: Lucía y el sexo (Medem). 5: El ansia (Tony Scott). 6: Los duelistas (Ridley Scott) 7: Las puertas de la noche (Carné). 8: Heavy metal (Potterton). 9: Psicosis (Hitchcock). 10: La luna (Bertolucci)

Mauricio Botero Montoya (narrador y ensayista colombiano) 1: Trenes rigurosamente vigilados (Menzel). 2: Roma (Fellini). 3 Satyricon (Fellini) .4: Ocho y medio (Fellini) 5: Y la nave va (Fellini). 6: El discreto encanto de la burguesía (Buñuel) 7: Casablanca (Curtiz). 8: El ciudadano Kane (Welles) 9 Desde el jardín (Ashby).10 El mago de oz (Fleming) Judy Ceres Medellín (antropóloga y miembro del Greenpeace)

1: La edad de Oro (Buñuel). 2: Bugambilia (Fernández) 3: Ciudadano Kane (Welles). 4: Noche de circo (Bergman) 5: Las amargas lágrimas de Petra Vont Kant (Fassbinder). 6: Kill Bill II (Tarantino) 7: Amores Perros (González Iñarritú). 8: Mujeres apasionadas (Russell) 9: The kids are allright (Stein). 10: Madeinusa (Llosa) José Angel Leyva (poeta, ensayista y editor mexicano) 1: Los olvidados (Buñuel). 2: Naranja Mecánica (Kubrick) 3: La danza de los vampiros (Polanski). 4: Gritos y susurros (Bergman) 5: Sacrificio (Tarkovsky). 6: La rosa púrpura del Cairo (Allen) 7: Trono de sangre (Kurosawa). 8: Fitzcarraldo (Herzog) 9: Hombre muerto (Jarmush). 10: Corre Lola corre (Tykwer) Floriano Martins (poeta, ensayista y editor brasileño) 1: Satyricon (Fellini). 2: Alguien voló sobre el nido del cuco (Forman) 3: Saló o los 120 días de Sodoma (Pasolini). 4: Apolalypse now (Coppola) 5: Caos (Kurosawa). 6: Ironweed (Babenco) 7: Cazador blanco, corazón negro (Eastwood). 8: Los libros de Próspero (Greenaway) 9: Seven (Fincher). 10: Zarabanda (Bergman)

Con-Fabulación seguirá publicando los listados enviados por los lectores

Jorge Torres Medina Beca del Centro Nacional del Libro, París La convocatoria para la Bourse de Creation Poetique del CNL con el proyecto del libro de poesía sobre el tema "Ecología y Catástrofe" le fue otorgada al poeta colombiano Jorge Torres Medina, corresponsal de Con-Fabulación en Francia. La comisión de Literatura Extranjera celebró su decantada aproximación a la palabra poética y su rigor expresivo. Jorge Torres nació en 1956 en Chiquinquirá y es miembro de la revista Vericuetos-Chemins Scabreux fundada en 1990. Es co-fundador además de la revista Vericuetos, versión latinoamericana que desde 1992 se publica en París. Es autor de los poemarios: Instantes y Profanaciones, Exilios varios, Memoria del Ocio y Versos líquidos. Actualmente prepara el libro La ciudad sumergida.

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“Hacia un periodismo de autor” Dirigido por Iván Beltrán Castillo Director de Con-Fabulación. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar (1995). Menciones: 1985, 1993 y 1994. Cronista de las revistas Diners, Credencial. Autor de la Antología de la Poesía Colombiana (El Perro y la Rana, Venezuela) y de Cuentistas Bogotanos. Objetivo: Suministrar las herramientas prácticas para la creación de buenas piezas periodísticas. Los mejores trabajos serán publicados en el semanario Con-Fabulación. Intensidad: (cuatro sesiones de tres horas). Sábados de marzo de 2009. Cupo limitado. Inversión: $ 350.000 MÓDULO 1. (Sábado 14 de marzo). ¿Qué es periodismo? Introducción a los géneros y sus características esenciales. Las fronteras que los dividen. Periodismo de autor. Relaciones entre la literatura y la escritura periodística. Entrega de material de estudio. MÓDULO 2. (Sábado 21 de marzo). Una mirada inédita sobre la realidad. Verdad y mentira de la noticia. Imaginación periodística. Del acontecimiento, el personaje o la situación a la escritura. Aproximación a un tema y a un personaje. Percepción, estilo y técnicas de escritura. MÓDULO 3. (Sábado 28 de marzo). Periodismo y rebeldía. El periodista en los tiempos violentos. Conversatorio con periodistas expertos en el tema. Periodismo testimonial. MÓDULO 4. (Sábado 4 de abril). Periodismo cultural. Conversatorio con expertos. La prensa no oficial, periódicos virtuales y democracia. Prensa y libertad. Escogencia de las mejores crónicas y columnas elaboradas dentro del taller. Con la participación de grandes cronistas y columnistas nacionales. Informes: 255 0478, 346 5677. Celular: 316 7045539 - 3105548558 Bogotá, Colombia

CARTAS DE LOS LECTORES MENSAJE URGENTE AL PRESIDENTE CHÁVEZ. Señor presidente de la República Bolivariana de Venezuela: teniendo en cuenta que nuestros países viven una incesante sangría a causa de las mafias que controlan el consumo y la exportación de droga y que ni siquiera nos vemos beneficiados por el dinero de este sórdido comercio, pues sólo el 14 % de la venta entra a nuestras pobres naciones, creo que usted es el único mandatario que tiene el respaldo colectivo y el carácter para liderar la Legalización Mundial de la Droga tan urgente para detener nuestra devastación. Por tanto le propongo, con todo respeto, a que abandere esa causa tan necesaria para América Latina. Espero que esta idea fluya entre los intelectuales venezolanos y que un día cercano usted sea el precursor de esta necesaria legalización que permitirá obtener la paz y la justicia social que todos merecemos. Armando Suárez, politólogo ecuatoriano *** HERMANOS CREADORES, desde mi país veo con desagrado la caricatura de Morvoz en el número anterior de Con-Fabulación que tiene un cintillo de Reelección Ilimitada, y a Chávez derramando petróleo; como poeta y creador venezolano veo con tristeza como su reputado periódico del cual somos adeptos, incluye una viñeta donde se evidencia el apoyo a los factores más retrógrados de la derecha en nuestro

país, y se hace eco a la manipulación y desinformación que los medios imponen sobre la conciencia de nuestros pueblos. Lo que el soberano acaba de aprobar no es la reelección indefinida, sino el derecho de escoger a un candidato, que deberá ir a una elección para poder estar en cualquier cargo de elección popular. Esta república es grande en la medida que no tengamos limitaciones para las decisiones de la mayoría y éstas decreten su futuro; no como en muchos lugares que conocemos donde el poder del pueblo es secuestrado por cúpulas de gobiernos terroristas que imponen incluso hasta las matrices de opinión. Lo de desenmascarar a Harold Alvarado me parece un acto de nobleza, ya que él ha hecho de la destrucción su oficio; ojalá no contribuyamos nosotros a destruir desde nuestras ideas lo que se construye en Venezuela con tanto esfuerzo popular, al modo en que lo hace ese nefasto personaje, que algún día también recibimos con los brazos abiertos en Venezuela, para que luego mostrara su mezquindad ante un conglomerado que él se place en destruir. Me despido dejando un fraternal abrazo a nuestros hermanos colombianos a los cuales siempre recibiremos con gran respeto y admiración. Hasta un nuevo encuentro, Manuel Esteban González, poeta venezolano *** MUCHACHA QUE CAE. Saludo crepitante para los con-fabulados: En su última edición publicaron ustedes un bello relato llamado “Muchacha que cae”, joya de una sensualidad pícara y soterrada, digna de estar en cualquier museo de crípticas erosiones y llamados de purísima lascivia. Me llama la atención vislumbrar cómo el cronómetro de caída de la dulce y atractiva Martha se asemeja tanto al torrencial y jubiloso abismo del deseo: caída ascendente, pérdida en pos del tesoro esfumado. Qué joya de la ficción erótica, que electrizante y descriptivo coito con la eternidad! Mis afectos extremos para quien escogió este cuento ardiente. Por otro lado, supe de las artimañas de Alvarado Tenorio: No hay que prestarle atención: Es un patán al que le faltó cama, afecto y caricias. Hermosa e ilustrativa la viñeta de Goya que acompaña la nota titulada “Necio manteado”. Sin otro motivo, me suscribo de ustedes. Narda Fiory, psicoanalista argentina *** COMPLACIDO leo cada entrega de Confabulación, cada vez avanza el interés por difundir motivos y expresiones de calidad literaria y estética, con un contenido político que no excluye el libre pensamiento de todos quienes buscamos puntos comunes en torno a la libertad de expresión, Yezid Morales *** ADHESIÓN entusiasta a esta Confabulación de talentos, de lucidez y valentía, ingredientes tan necesarios a la hora en que tantos callan y en que otros consagran su energía a destilar veneno, a la maledicencia y la calumnia. El abrazo fraternal y poético (mejor aún: fraternal, es decir poético) desde Buenos Aires, y por el reencuentro, en carne y hueso y también en papel. Jorge Ariel Madrazo, poeta argentino ***

LA CIEGA Ricardo Rondón (Escritor y periodista cultural) La ciudad, enorme monstruo adolorido Se despierta bien temprano a lamerse sus heridas. En los extramuros de la urbe enloquecida La ciega, a gatas, se levanta con su fiel sabor a sangre seca. Conoce su mísero cuarto como a tientas también

Reconoce los recovecos de la cosmópoli y su resplandor de cuchillos. El rumor del inquilinato en un barrio desamparado Que paradójicamente se llama La Belleza, Va creciendo con berrinches de niños y latir de perros: (No hay pobreza sin llanto de niños ni bullir de perros). Sobre el fogón improvisado en una lata de galletas La ciega remata los despojos de una merienda trasnochada. Alguien, en un lavadero, expone con dramatismo una voz de moribundo Mientras una ventana abierta vomita rezongos De Darío Gómez en su canto lastimero de 'Nadie es eterno en el mundo'. Cuando abre la desvencijada puerta, la atropella el sopor De una mañana acosada por el estrépito y la fatiga de la vida. Sabe la ciega de los sitios claves para pasar el sombrero: El 20 de julio, los domingos, y los semáforos del norte, en días ordinarios. El sábado descansa para honrar a ese Dios que la ilumina en tinieblas. Con una destreza asombrosa se mueve por las entrañas del monstruo: Por sus olores conoce los viaductos. Y por el pálpito y la respiración De sus habitantes descubre parques, centros comerciales y avenidas. "El norte huele a rico", dice ella. "Y se escucha mejor el silencio". En el sur hay un aliento de boca enferma. El sur es el estómago del monstruo que digiere las piedras. Con su atado de huesos envueltos en harapos Y ese caminar lerdo y sospechoso que intimida La ciega se niega a extirpar de una vez por todas El fantasma que un día remoto la preñó de tragedia. Sabe que no puede vivir sin él. Como el monstruo adolorido sin sus llagas Como la ciudad sin el paso torpe de la ciega.

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