El "desarrollo sustentable":

CUADERNOS DE DESARROLLO SUSTENTABLE Y SALUD REPRODUCTIVA: NOTAS PARA LA CONTINUACIÓN DE UN DIÁLOGO O El "desarrollo sustentable": ¿cómo emerge el cao...
4 downloads 0 Views 3MB Size
CUADERNOS DE DESARROLLO SUSTENTABLE Y SALUD REPRODUCTIVA: NOTAS PARA LA CONTINUACIÓN DE UN DIÁLOGO

O El "desarrollo sustentable": ¿cómo emerge el caos del orden 'cooperativo'? Raúl García Barrios 1V1a. de Jesús Ordóñez

El "desarrollo sustentable": ¿cómo emerge el caos del orden 'cooperativo'?

E

I documento que a continuación se presenta forma parte de la Serie Cuadernos de Trabajo sobre Salud Reproductiva y

Desarrollo Sustentable, editados por Mujer y Medio Ambiente, A.C. con el apoyo de la Fundación MacArthur y la Fundación Ford. Los materiales que conforman la Serie son producto de un proyecto que promovió el diálogo entre especialistas en salud reproductiva y desarrollo sustentable. A través de la realización de dos reuniones y de la integración de grupos de trabajo interdisciplinario, se buscó responder algunas interrogantes: ¿existen puntos de articulación entre las propuestas que promueven la construcción de procesos ecológicamente sustentables y aquéllas cuyo objetivo es promover la salud y los derechos reproductivos de las sociedades actuales? ¿se pueden alcanzar consensos que permitan trabajar conjuntamente e impulsar la construcción de la sustentabilidad ecológica y social? ¿es posible construir un diálogo entre dos campos de conocimiento cuyos objetos de estudio son diferentes? Los artículos que se presentan dan cuenta de algunas de los principales reflexiones suscitadas por este proyecto. Indiscutiblemente, un primer acercamiento planteó las dificultades para definir estos conceptos y mostró los debates que se presentan al interior de cada campo. Los dos primeros números de la Serie se refieren a la difinición y discusión sobre los conceptos de salud reproductiva y desarrollo sustentable, en tanto que los cuadernos 3 y 4 se proponen identificar las interrelaciones entre estos dos campos desde distintas ópticas. El Cuaderno No. 1, Salud reproductiva: conceptos, ejes temáticos y perspectivas criticas, bajo la autoría de Vania Salles y Rodolfo Tuirán proporciona una ubicación del concepto y propone una perspectiva integrativa a partir de una propuesta análitica-conceptual de la salud reproductiva. El Cuaderno No. 2, El desarrollo sustentable: el caos que emergió del orden 'cooperativo', de Raúl García Barrios y María de Jesús Ordónez

hace una revisión histórica del concepto y ofrece una visión crítica de lo que llaman la visión-tecnocrática a partir de la cual, según los autores, se ha construido el discurso del desarrollo sustentable. En el Cuaderno No. 3, Construyendo rela-

José Jiménez Osornio y colaboradoras, exploran la vinculación entre ambas temáticas a partir de la experiencia de tres organizaciones no gubernamentales. Los artículos que conforman esta Serie constituyen un primer avance en el campo de la sus-

ciones entre los campos de salud reproductiva y

tentabilidad y de la salud reproductiva, que

desarrollo sustentable, Gloria Careaga, Leticia

contribuye a enriquecer y orientar los proyectos

Merino y Carolina Martínez abordan la relación población-medio ambiente, criticando los paradigmas neo-malthusianos y colocando en el centro de las discusiones los temas del desarrollo y la equidad. En el Cuaderno No. 4, Vínculos y convergen-

cias entre salud reproductiva y desarrollo sustentable. Estudios de caso, Leticia Murúa, Juan

de investigación e intervención. Se trata de un campo de indagación científica y de intervención práctica que, sin duda, requiere ser profundizado y al que invitamos a todas(os) las(os) lectoras(es) a participar.

Nilda Solazar Coordinadora del Proyecto

INTRODUCCION

Este artículo busca exponer el difícil proceso que ha experimentado la práctica del 'Desarrollo sustentable', al tratar de convertirse —desde nuestra perspectiva sin éxito— en una forma de desarrollo a escala humana. Muchas de las dificultades que expondremos provienen de la imposibilidad de implantar el modelo de cooperación social requerido por esta propuesta de desarrollo. ¿En qué consiste este modelo de cooperación?

El "desarrollo sustentable": ¿cómo emerge el caos del orden 'cooperativo'?

La propuesta del 'Desarrollo sustentable' se originó en los organismos internacionales de desarrollo que desde principios de los 80s buscaban resolver las tensiones provocadas por las crisis del ambiente y la economía, y para ello se plantearon la construcción de un nuevo campo de cooperación y negociación que abarcara a todas las naciones y

Raúl García Barrios* Ma. de Jesús Ordóñez*

grupos humanos que tuvieran como intereses primordiales alcanzar un desarrollo económico eficiente, preservar los recursos ambientales para su

*Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM

uso y goce por las generaciones futuras y garantizar la participación social y la equidad. Con este propósito, durante dos décadas los im-

Development is indeed a momentous engagement with freedom possibilities. Amartya Sen (1999)

pulsores del desarrollo sustentable se han sumergido en un sinfin de tareas de planeación, diseño y ejecución. Entre estas tareas destacan las dedicadas a construir un discurso hegemónico 'cooperativista-tecnocrático' de la crisis ambiental y su solución. Este discurso nos interesa particularmente, pues está armado con base en los principios fundamentales del modelo de cooperación imaginado por los planificadores del modelo. Estos principios son: Principios del Discurso 'Cooperativista-Tecnocrático'

• Convergencia de intereses. Este principio plantea que existe un propósito común a 'todos nosotros': el 'Desarrollo sustentable', donde convergen los intereses, antes disímiles, de todos los miembros de los diversos grupos humanos (los pueblos, las naciones, la humanidad en su conjunto, etc.). En el discurso, casi siempre se adopta un tono de urgencia con el fin de inci-

tarnos a la unidad en torno al objetivo común: evitar una crisis ecológica global que, en principio, nos afectará negativamente a 'todos' y que por ello 'todos' debemos estar interesados en enfrentar. Valores comunes. Existen un conjunto de



valores universales cuya fuerza moral debe

pectiva —informada, externa y neutral— de los problemas que nos interesan a todos. Una perspectiva particular permite a los segundos controlar los parámetros del sistema socioambiental que los primeros han podido determinar a través de sus estudios e investigaciones.

ser evidente para 'todos', sobre los que se sustentan los programas correspondientes de concientizaciónleducación de la población y en torno a los cuales se ha elaborado el lenguaje común que aglutina a todas las fuerzas sociales en cooperación. Muy en particular, se insiste que la crisis global necesita ser enfrentada mediante un acto general de cooperación humana que sea eficiente, equitativa y participativa. Optimismo tecnocrático. El principio nos



asegura que (todavía) existe esperanza de solución si aplicamos los conocimientos más avanzados —científicos, tecnológicos e institucionales— con que cuenta la 'humanidad', pero es absolutamente necesario tomar conciencia de la imposibilidad de alcanzarlos de cualquier otra manera (p.ej., la lucha social espontánea e irreflexiva)'. Separación estricta de los procesos y mé-



todos con los que se elaboran los objetivos y los medios. Estos últimos deben abordarse en el campo de representación e intervención de las ciencias y las técnicas físicas, naturales y sociales -, que son las que pueden determinar 'con objetividad' qué recursos deben utilizarse, y en qué cantidades, para alcanzar los fines comunes a 'todos nosotros' en la forma más adecuada. •

Como corolario del anterior, se plantea la separación de los científicos y los 'tomadores de decisiones' en categorías especiales de individuos. Su posición privilegiada se deriva de su particular pers-

1 Es en este sentido que Gordon Brown, miembro destacado clarara, después de los disturbios de Washington y Seattle, za y llevar el progreso a más personas en el mundo no cooperación. Esa es la única forma de combatir la pobreza

Por casi dos décadas, el manejo sistemático de estos principios discursivos ha permitido a los planificadores del desarrollo sustentable atraer y movilizar cuantiosos recursos intelectuales, institucionales y financieros. De ahí que sea tan preocupante constatar que sólo en muy pocos y aislados casos su aplicación práctica haya resultado exitosa (Meffe Et Carroll, 1996). Por lo contrario, en términos generales los planificadores del desarrollo sustentable han fracasado en crear el tipo de cooperación abarcadora, completa, sistémica y provechosa que tenían en mente, así como en establecer contacto con los problemas socio-ambientales más apremiantes de las sociedades humanas empobrecidas (las que, recordémoslo, son el principal objetivo del desarrollo sustentable). Esto se constata al observar el bajo impacto de los programas en el alivio de la pobreza, el conflicto social y el mal manejo ambiental, y en los profundos e interminables debates y enfrentamiento que todavía persisten entre los agentes de las fuerzas sociales involucradas (p.ej., durante las recientes crisis de Seattle, Washington y Praga). En este artículo argumentamos que a este fracaso ha contribuido de manera importante la debilidad de los principios del discurso 'cooperativista-tecnocrático' y, por lo mismo, del orden cooperativo que el desarrollo sustentable ha tratado de establecer. Estos principios determinan una concepción insuficiente y problemática de qué son la cooperación social, la equidad y la participación. Al tratar de lograr sus objetivos,

del partido laborista inglés y ministro británico de finanzas deque el camino a seguir "para quienes desean reducir la pobrees dar la espalda a la economía mundial, sirio fortalecer la ". (La Jornada, 17/04/20001.

1111117141.41111,111,11114111111.11.111041111111Arn11111111.11111111111111,10-11.1..1111111,

hiu1111111411

los impulsores del desarrollo sustentable han impuesto una razón práctica que impide construir un contacto cooperativo efectivo entre las fuerzas sociales que participan en la debacle ambiental y su posible solución. En este artículo consideraremos cuatro tipos de agentes-fuerzas: (a) las organizaciones de la 'sociedad civil' (b) las fuerzas nacionalistas (c) los 'intereses comerciales internacionales (corporaciones y grupos financieros privados, en general respaldadas por los organismos internacionales financieros y comerciales) y los gobiernos nacionales neoliberales y (d) los propios profesionistas y burócratas del 'Desarrollo sustentable: Por su origen y posición en el mapa social, los agentes de las distintas fuerzas persiguen objetivos distintos y en conflicto normativo real o potencial. Se aglutinan, además, en comunidades regidas por distintas tradiciones de representación e intervención de la economía y la sociedad. Conviven en un contexto político-intelectual internacional complejo y cambiante sin por ello perder sus estilos de vida y pensamiento particulares, que incluyen distintos órganos de percepción de la realidad, formas adoptadas de agencia, disposiciones económico-culturales, concepciones del 'deber ser' o la 'buena vida', tablas de valores y sistemas de virtudes Dada esta complejidad en la heterogeneidad de los agentes, la cooperación socio-ambiental debería ser conducida como un diálogo intercultural co-evolutivo. Pero esta posibilidad se ha visto restringida por las formas de agencia y prácticas de cooperación que los planificadores

Como resultado del impulso fracasado del 'Desarrollo sustentable', hoy día el término se usa extensamente pero en contextos discursivos distintos e incluso rivales, con diversos contenidos e interpretaciones y con diferentes rostros estratégicos. Por ejemplo, desde la perspectiva de sus gerentes profesionales, ha sido objeto de un avance considerable y se ha convertido en un enfoque teórico-práctico novedoso, abarcador, profundo y relativamente coherente; ha sentado las bases para una cooperación exitosa entre los desarrollistas y los ambientalistas. En el discurso de muchas organizaciones civiles ambientalistas, el término es equivalente a desarrollo humano local con preservación ambiental, regulación social y protección de los derechos individuales, sociales y comunitarios. Para otras es sólo una 'keyword' o llave mágica para acceder a los tesoros de las fundaciones de desarrollo. Para algunos de sus críticos, el término ha devenido en una nueva fórmula de acción tecnocrática —una 'utileria ideológica'— que intenta compensar, sin éxito, la imposibilidad de resolver desde la cultura científico-burocrática .y las políticas económicas establecidas los problemas de la dinámica social y su impacto sobre la naturaleza. Finalmente, para otros constituye un campo de debate, conflicto o simple confusión conceptual. El planteamiento anterior nos obliga a analizar el 'Desarrollo sustentable' en términos de la teoría de cooperación que sus autores tuvieron en mente al diseñado, y abordar sus principales motivaciones epistémicas y éticas. Esta perspectiva es necesaria para reconstruir sus sesgos de

de la sustentabilidad obligan a adoptara los par-

interpretación y acción. En la primera parte de

ticipantes de sus encuentros y 'diálogos: De la

este artículo trataremos de responder a la pre-

'presurización' del diálogo que sus modos de operación exigen, en vez de intercambios provechosos de prácticas y experiencias, resultan formas mitificadas, contradictorias y conflictivas de re-

gunta: ¿qué tipo de cooperación intentan construir quienes formularon el enfoque original, cómo es que esto ha sesgado sus propias interpretaciones de las críticas recibidas y cómo han

presentar los problemas socio-ambientales y

negociado las respuestas a estas críticas? Para

practicar el desarrollo humano sustentable. Apa-

ello, enfocaremos algunos momentos importan-

recen así fallos en el intercambio de información

tes de la construcción del enfoque, sin preten-

que constituyen restricciones formidables para el

der con ello hacer una historia exhaustiva, sino

desarrollo de las complejas fuerzas productivas

entender los procesos que originaron y forjaron su evolución.

que caracterizan nuestra 'era del conocimiento:

La segunda sección está dedicada a analizar aquellos retos internos del 'Desarrollo sustentable' que sus profesionistas han reconocido y tratado de superar. En general, estos constituyen retos a la multidisciplina, e incluyen problemas no solamente teóricos, sino éticos e institucionales. En la tercera sección analizaremos aquellos retos que no han sido reconocidos, debido en parte a que amenazan los cimientos mismos del enfoque. Aquí veremos los elementos que asocian y separan al desarrollo sustentable de carácter cooperativista-tecnocrático de las posiciones 'neo-liberales', y haremos explícita una crítica radical del

ambiental. Si ha de ocurrir algún día, el desarrollo de la sustentabilidad (productiva, ecológica y socio-económica) tendrá que combatirlas todas mediante esquemas de cooperación que, por permitir la expresión plena de la personalidad comunitaria, reduzcan la privación compulsiva y permitan el libre crecimiento de las capacidades de expresión y agencia de los inviduos y grupos humanos. Entonces habrá desarrollo a escala humana. 1. LA CONSTRUCCIÓN Y LOS CONTENIDOS DEL 'DESARROLLO SUSTENTABLE'

enfoque. Veremos también que en torno al desarrollo sustentable se ha creado un campo de debate donde se aglutinan, sin que hasta el momento se haya dado un diálogo verdaderamente maduro, un conjunto de posiciones ambientalistas alternativas. Para ello analizaremos sus implicaciones pragmáticas y políticas, y los contenidos y significados diversos que ha adoptado, dentro del concierto de los muchos actores y fuerzas que lo utilizan para dar cuenta de sus principios, proyectos e intereses. Finalmente, delinearemos una visión alternativa de diálogo y cooperación. El optimismo de esta visión no se basa en un conjunto de capacidades y valores dialógicos pretendidamente universales y compartidos, pero que en realidad constriñen el potencial inherente a la diversidad económico-cultural con una camisa de fuerza 'cooperativista: En cambio, busca reconocer el potencial co-evolutivo de las tradiciones de representación, intervención y agencia en el que puede basarse el intercambio maduro y confiado de información y experiencias entre los individuos y grupos sociales. Existen muchos tipos de pobreza —de carácter` material, psicológico y espiritual—. Todas están relacionadas entre sí y con el deterioro

1.1 Los orígenes institucionales: reconocer la interdependencia y dar una salida 'muy pragmática. Los esfuerzos por construir un concepto 'abarcador e integral' de sustentabilidad no son exclusivos del programa del 'Desarrollo sustentable' Son parte del 'espíritu de nuestro tiempo', que nació con el romanticismo decimonónico, cobró enorme fuerza en los años 60's — cuando Rachel Carson escribe su conocido libro 'Silent Spring'— y se expresa con mucha fuerza en nuestros días en las acciones de innumerables grupos intelectuales y movimientos sociales ambientalistas. El término 'Desarrollo sustentable' nace a principios de los ochentas 2 . En sus inicios, su contribución más decisiva fue el reconocimiento del carácter interdependiente de los procesos socio-económicos y los ambientales, hecho que los científicos habían señalado desde hace tiempo sin recibir suficiente atención en los foros internacionales: debido a esta interdependencia, tanto el desarrollo —en el sentido convencional de crecimiento de ciertos indicadores macroeconómico— como la ausencia de desarrollo pueden relacionarse con el aumento del deterio-

2 Al parecer, el término es utilizado por primera vez por varias organizaciones ambientalistas agrupadas en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (WCS) como parte de una estrategia que buscaba "conectar" los conceptos de desarrollo y de capacidad de carga ambiental para promover la conservación del material genético, los habitats naturales y los procesos ecológicos. Poco después el término también fue adoptado por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP), que la promovió en todo el mundo.

11.14i 111 Hu ■ 11111

ro ambiental, que a su vez puede cancelar las

económica mundial, la regionalización del

posibilidades de desarrollo futuro.

mundo en bloques económicos y la finaliza-

Faltaba, sin embargo, darle al concepto ma-

ción de la guerra fría con la hegemonía mili-

yor operabilidad política y programática. Esto no

tar de los Estados Unidos. Cualquier política

es fácil, pues las interrelaciones involucradas

económica, incluyendo aquellas que busca-

son muy complejas y abarcan varias escalas

ran la sustentabilidad, debía aceptar la im-

ecológicas y sociales distintas hasta llegar al ni-

placabilidad y disciplina del mercado. Por dos

vel global, y resulta muy difícil imaginar un sis-

décadas, los estrategas de la economía se

tema institucional que promueva un orden de

han planteado eliminar las distorsiones de

cooperación económica y política entre los gru-

los mercados reduciendo la protección y la

pos sociales involucrados en estas distintas es-

regulación, completarlos donde fuese nece-

calas sin violentar sus identidades, normas e

sario mediante la privatización de las empre-

intereses particulares.

sas públicas y reafirmar la re-integración de

El paso decisivo en esta dirección fue dado

las naciones en una estructura económica

por la Comisión Bruntland, que definió el desa-

global. Hasta fechas recientes, y en mucho

rrollo sustentable como desarrollo que satisface

debido a la crisis financiera internacional del

las necesidades de las generaciones presentes

97 y 98, el centro de gravedad político-eco-

sin comprometer la capacidad de las generacio-

nómico del mundo ha empezado a trasladar-

nes futuras de satisfacer sus propias necesida-

se hacia un conjunto de políticas de corte

des. Con esta abstracta definición se trató de

neo-keynesiano, cuyo énfasis ha estado en

evitar el conflicto que acarrearía cualquier in-

lograr un' nuevo balance entre el mercado y

tento por definir la sustentabilidad en términos

el gobierno que atienda más eficientemente

de las relaciones sociales presentes; en un acto

los fallos de ambos, promueva el desarrollo

tipicamente 'cooperativista', se optó en cambio

del capital humano y social de las naciones, y

por agrupar todas las voluntades en torno a la

regulen óptimamente algunos mercados es-

'solidaridad intergeneracional', sin pretender en ningún momento definir sus contenidos concre-

tratégicos (p.ej., el financiero); •

en lo moral-político, por la creciente preocu-

tos. Como podría esperarse, esta marometa pro-

pación, sobre todo a partir de la segunda mi-

vocó muchas dudas que, sin embargo, no

tad de los 80s, por otorgar un 'rostro

detuvieron el uso del término. En realidad, éste

humano' a las políticas de ajuste, desregula-

dependía no tanto de la formulación de una

ción y privatización. Ciertas expresiones mo-

definición éticamente incluyente de sustentabi-

dernas de la tradición democrático-liberal

lidad como de que los objetivos concretos de las

han podido fundamentar esta actitud, ya que

sustentabilidades productiva, ecológica y socio-

se caracterizan por la búsqueda de acuerdos

económica pudieran integrarse a los criterios

que minimicen el conflicto de intereses y que

más convencionales del desarrollo planificado moderno. Es decir, desde el principio el éxito del nuevo

se ajusten a la tríada eficiencia: económica y técnica; seguridad social y ecológica y justicia como equidad. El desarrollo sustentable,

enfoque dependió de su capacidad de establecer

por ejemplo, busca reconciliar a dos viejos

instrumentos de intervención que fueran com-

enemigos —el desarrollismo y el conservacio-

patibles con las prácticas institucionales esta-

nismo— a través de incorporar al "ambiente"

blecidas y las nuevas visiones del mundo,

en el diseño de la política económica nacio-

caracterizadas en los 80s y 90s:

nal e internacional. Este propósito aún persiste, pero ahora el número de 'rivales' a



en lo político-económico, por el proceso de

reconciliar y problemas a resolver ha crecido

focalización en el mercado y la globalización

considerablemente.

• en lo académico-intelectual, desde los 80s, pero sobre todo a partir de los 90's, por el 'boom' del cooperativismo analítico y el desarrollo de teorías alternativas (a las visiones neo-clásicas y neo-liberales) que tratan sobre la acción colectiva y la autonomía relativa del Estado, la formación y expansión endógena de las instituciones económicas y el ingreso, y la participación por 'convergencia de intereses' de la Sociedad Civil. Estas teorías comparten una base analítica común provista por el resurgimiento del análisis institucional basado en las teorias de juegos e información, de costos de transacción y acción colectiva. Sin entrar a analizarlas a detalle, sólo señalaremos que, como consecuencia de estas nuevas perspectivas, los planificadores del desarrollo debieron reconocer que la eficiencia económica necesita de una división del trabajo balanceada que

que se creía podían ser incorporados a la politica pública. La estrategia pretendía reafirmar la autoridad de ciertos principios por la vía de hacerlos crecientemente compatibles con la tecnología de planificación económica en uso. La combinación 'muy pragmática' de ingredientes permitió su aceptación en los más diversos medios del quehacer político internacional. Pronto, el término 'Desarrollo sustentable' fue adoptado por la ONU y todas sus agencias de desarrollo, y adquirió una enorme popularidad en todas las esferas de la actividad política, convirtiéndose en un elemento central de la acción y la retórica de planeadores, desarrollistas y activistas no gubernamentales de la mayor parte de los países. Hoy día, el discurso del 'Desarrollo sustentable' ha sido retomado incluso por el Banco Mundial. En el caso de México, la ley del equilibrio ecológico está ahora expresada como una ley de desarrollo sustentable.

aproveche las ventajas comparativas del gobierno, los mercados y las organizaciones de la sociedad civil: donde los mercados fallan en internalizar el valor social de un recurso, o el Estado en garantizar la provisión de bienes públicos, la satisfacción de las necesidades básicas y el respeto a los derechos democráticos, las ONGs —también llamadas organizaciones del tercer sector— pueden llenar el vacío (De Janvry, 1991). Reconociendo y aceptando este marco de ideas y actitudes en su versión de los 80s, la Comisión Bruntland adoptó como un criterio fundamental del desarrollo sustentable la revitalización del crecimiento económico sustentada en la promoción del mecanismo del mercado, el flujo internacional de capitales y la exportación; de ahí su recomendación de alcanzar un crecimiento de 30/o tanto en lo países en desarrollo como en los países desarrollados (para promover las exportaciones de los primeros hacia los segundos). Sin embargo, para lograr la reorientación deseada de la política pública convencional, la Comisión incluyó también una renovada atención a una lista de requerimientos y restricciones —de equidad, planeación social y sustentabilidad ecológica—

1.2 Las negociaciones del 'Desarrollo sustentable' y su evolución como enfoque Pasemos ahora a analizar algunos aspectos de la tremendamente 'retorcida' morfología del concepto y la práctica del 'Desarrollo sustentable' después de Bruntland. Para ello conviene recordar otro momento —junio de 1992— en que simultáneamente se celebran en Río de Janeiro la Cumbre de la Tierra (United Nations Conference on Environment and Development, UNCED) y el Foro Global de las Organizaciones No Gubernamentales. En esta reunión se expresaron claramente cuatro tipos de agentes-fuerzas (en general, los propietarios de los recursos naturales sólo estuvieron 'representados' por otras fuerzas, en mucho por los motivos que discutiremos más adelante). 1) Las organizaciones de la 'sociedad civil'. Miles de nuevas organizaciones no gubernamentales significaron una enorme presión para los gobiernos nacionales participantes. Estos tuvieron que aumentar y diversificar significativamente los criterios de sustentabilidad negociados y aceptados 'por consenso'.

p4QRi14i

i kW

2) Las fuerzas nacionalistas. La Declaración de Río tuvo que reconocer el derecho soberano de las naciones de explotar sus recursos naturales de acuerdo a sus propias políticas internas que, por cierto, en muchas ocasiones están dirigidas a defender la permanencia y estabilidad de las ventajas comparativas de las naciones en el ámbito del comercio internacional, y sólo condicionó suavemente a los gobiernos al conferirles la responsabilidad sobre los daños que sus actividades causen fuera de la jurisdicción nacional. 3) Los 'intereses comerciales internacionales' (corporaciones y grupos financieros privados, en general respaldados por los organismos internacionales financie-ros y comerciales) y los gobiernos nacionales neoliberales. Hoy día estos agentes todavía rechazan por 'excesivos' los intentos de establecer restricciones ambientales y sociales al libre comercio y el flujo de capitales. Paradójicamente, los libre-cambistas consideran que los planteamientos del 'Desarrollo sustentable' son adecuados en los ámbitos locales y tal vez regionales (aunque como veremos más adelante, esto demuestra un profundo desconocimiento), pero le falta todavía mucho para que sus métodos de planeación macro-económica le permitan jerarquizar adecuadamente los criterios de acción de los gobiernos (léase: priorizar al libre comercio) y reducir a niveles aceptables la complejización y fragmentación de la política pública que necesariamente provocan. 4) Los propios profesionistas y burócratas del 'Desarrollo sustentable'. Para 1992, el cuerpo de profesionales y burócratas de la sustentabilidad había crecido considerablemente, en mucho debido a la necesidad de contar con recursos intelectuales que pudieran responder a las demandas e intereses de las otras tres fuerzas forjando nuevos conceptos y métodos. Para responder a la presión de las ONG's, se incorporó al discurso de la sustentabilidad pla-

agentes sociales que no habían sido tomados en cuenta (p.ej., a mujeres, ONG's, grupos indígenas, autoridades locales, etc.), lo mismo que legitimidad a nuevos derechos (p.ej., el derecho al desarrollo) y principios fundamentales (p.ej., el papel de la mujer en el desarrollo). De esta manera la reunión de Río significó un importante avance en el terreno ético. Apartándose del utilitarismo pan-mercantil más ortodoxo y chato, la reunión reconoció implicitamente la necesidad de retornar a los principios democrático-liberales para la planeación del desarrollo. Al criterio rector de 'eficiencia a toda costa' exigido por los libre-cambistas se le agregaron, ahora con el mismo nivel de importancia, los valores de la cooperación solidaria, la participación y la equidad. A las fuerzas nacionalistas, los profesionistas del 'Desarrollo sustentable' respondieron repensando el concepto de nación soberana en un mundo de mercados y ecosistemas interdependientes. A los gobiernos nacionales se les demandó un mayor cuidado en reconocer la naturaleza de estas interdependencias y la necesidad de delegar voluntariamente algunos de sus poderes por un lado a instituciones supranacionales tales como el Consejo de Seguridad del Desarrollo (UNDP, 1992), que establecería un amplio marco unificador para todos los aspectos del desarrollo económico y social, y por el otro, a las ONG's, que deberían encargarse de garantizar la habilidad de los mercados locales y nacionales de reconocer los servicios ambientales en su verdadero valor y aplicar los valores globales al nivel local (UNEP, 1995). Finalmente, para responder a las fuerzas comerciales, los profesionistas de la sustentabilidad se plantearon impulsar el desarrollo de instrumentos de medición de los beneficios y costos socio-ambientales más precisos, que ade-

nificada el concepto de 'Desarrollo Humano'

más fueran coherentes con los modelos más

(que analizaremos más adelante). El valor del

aceptados de actividad económica y el libre co-

resultado, la 'Agenda 21', es evidente y consi-

mercio, para poder así evaluar si alguna restric-

derable: por primera vez se confirió represen-

ción ecológica al comercio es realmente excesiva

tatividad y capacidad de participación a

o no, y escoger entre las alternativas la mejor.

A pesar de estas respuestas, el 'Desarrollo sustentable' enfrentaría resistencias que buscó reducir negociando su camino en varios fren-

2. Los contenidos conceptuales y éticos del 'Desarrollo sustentable': los retos 'MAS O MENOS reconocidos' y sus soluciones

tes, partiendo la agenda y especializando los temas de discusión., p.ej., la agricultura sustentable, los manejos de agua y energía sus-

2. 1 Contradicciones entre los campos de saber del 'Desarrollo sustentable'

tentables, el efecto invernadero y la variabilidad climática, la biodiversidad, la 'cuentas económicas verdes', etc. Esta diversificación de especialidades ha provisto la base intelectual para los programas de análisis, cooperación, negociación y acuerdo más importantes relacionados con el 'Desarrollo sustentable', como son las reuniones de biodiversidad de la UNEP y los trabajos de la Comisión Internacional de la Biodiversidad; la Convención sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto sobre emisiones de carbono; el Protocolo de Montreal sobre el agujero de ozono, etc. A pesar de su relativa especificidad y autonomía temática, práctica y operativa, estos programas comparten las raíces institucionales de la Comisión Bruntlandt, así como sus perspectivas, principios, propósitos y métodos. Por lo mismo, en cierto sentido el 'Desarrollo sustentable' ha rebasado su carácter original de concep,

to unificador, constituyéndose en un enfoque compartido por muchas complejos multidisciplinarios especializados.

La evolución 'negociada' del nuevo enfoque ha significado necesariamente un conjunto de reacomodos conceptuales internos. Con ellos han emergido varias contradicciones en su estructura científica y ética que hasta ahora sólo han podido ser superadas parcialmente. Algunas dificultades importantes se expresan en el campo del quehacer multidisciplinario. Muchos autores han creído que esta dificultad puede resolverse si se reconoce la compiementariedad potencial que existe entre las disciplinas y se fortalece la división del trabajo entre ellas3 . Sin embargo, persisten dos dificultades importantes. 1) La primera tiene su origen en el carácter complejo de las variables que deben ser integradas: la función de los indicadores socio-ambientales es evaluar atributos complejos de procesos complejos, lo que acarrea dificultades considerables propias de la comunicación interdisciplinaria. Masera, et al. (1999) han señalado la necesidad de contar con indicadores de los siguientes

3 Las tareas de la construcción y evaluación de la sustentabilidad son múltiples, y en cada uno de sus pasos hay lugar para la exploración disciplinaria múltiple y complementaria. En tres momentos del proceso la división del trabajo es especialmente útil: reconocimiento y evaluación de sistemas y procesos, definición de indicadores y diseño de tecnologías fisicas y sociales. Desde la perspectiva de sistemas complejos y abiertos, una evaluación adecuada de la sostenibilidad debe comenzar por identificar y definir los sistemas a ser evaluados y sus procesos internos, que incluyen componentes físico-bióticos (sustrato geológico, suelo, clima, flujos bio-geoquímicos y de energia, etc.), biológicos (material genético, poblaciones, especies, comunidades y ecosistemas), socio-económicos (agentes, información, procesos constitutivos, instituciones, tecnologías de manejo, etc.) y cognitivos (problemática de estudio, esquema conceptual, escalas temporales y espaciales, etc.). También en la formulación de indicadores hay lugar para la división del trabajo y la complementareidad. Los indicadores deben describir procesos específicos y procesos de intervención y control en diversas escalas y con distinto grado de detalle, por lo que involucran a todo tipo de especialistas. Pero además su elaboración y manejo involucran a matemáticos y estadísticos, debido a que requieren tener propiedades de sensibilidad, capacidad de medición y operatividad estadística. Finalmente, también están el diseño de tecnologías y politicas de intervención, junto con el aparato institucional que debe acompañarlos para darles soporte, también involucra la representación e intervención multidisciplinarias más amplias y profundas.

1

11.14i44111i11111010

,1

1

atributos: (1) productividad, (2) equidad, (3) es-

referirse a procesos al nivel de la biósfera, como

tabilidad, (4) resilencia, (5) confiabilidad, (6)

son el cambio atmosférico global y la biodiversi-

adaptabilidad o flexibilidad, (7) autodependen-

dad. Después, geógrafos, antropólogos y soció-

cia. Estos atributos, sin embargo, pueden des-

logos incluyeron en el concepto la preservación

componerse en atributos y procesos también

de las condiciones de los sistemas sociales y

complejos. La productividad, por ejemplo, está

culturales (p.ej., los conocimientos tradicionales).

relacionada con la eficiencia (estática y dinámi-

Tomada de esta forma, la sustentabilidad fue

ca), los retornos promedio a los factores de pro-

construida como un ámbito conceptual donde

ducción, y con la diversidad, calidad y

un conjunto de 'sustentabilidades' distintas fue-

disponibilidad de los recursos, etc., mientras que

ron agregándose de manera acumulativa.

la equidad está relacionada con distribución de

El 'Desarrollo sustentable' ha hecho una con-

costos y beneficios, la satisfacción de necesidad

tribución significativa a la ciencia moderna al

básicas y la 'economia moral', y con el grado de

estimular la comunicación entre las disciplinas,

'democratización' en la toma de decisiones. La

permitiéndoles remontar los diálogos de sordos

evaluación de la estabilidad y resiliencia requie-

que eran producto de la falta de conocimiento

re, finalmente, de la identificación de los puntos

profundo y la representación sesgada de las

críticos de la sustentabilidad (puntos de irrever-

otras disciplinas.

sibilidad) que son altamente inciertos. Hasta el momento ha resultado muy difícil

Las dificultades persisten, sin embargo, especialmente cuando se trata de 'conectar' las cien-

integrar estas variables en modelos suficiente-

cias duras de los números y la naturaleza con

mente coherentes que representen los fenómenos en formas claras o unívocas, y permitan

las ciencias blandas de la sociedad y la cultura 4. En un caso extremo, los matemáticos se burlan

saber qué hacer en cada caso y cómo intervenir

de los ensayistas sociales posmodernos que

con efectividad. Entre otros, existen limitaciones

consideran que la teoría del caos es el género de

de formalización, cómputo e interpretación de

las matemáticas que pueden conducir a la libe-

resultados que todavía no han podido ser re-

ración social y económica. Se quejan, con cierta

montadas. Más fundamentales son, sin embar-

razón, del uso descuidado —y exageradamente

go, las disparidades que existen entre los

poético (y rollero)— que los hermeneutas dan a

estándares de razonamiento teórico y práctico

los conceptos de atracción e impredecibilidad.

que prevalecen entre las distintas disciplinas.

Pero lo que de verdad está en juego es el conte-

A veces esas disparidades provienen de no

nido de estas palabras para los matemáticos y

reconocer, a veces por mera terquedad y orgullo

para los hermeneutas. Estas voces son emitidas

disciplinario, diferencias simples en los lenguajes

en contextos semánticos completamente distin-

utilizados. En este caso sólo es necesario hacer

tos que provocan en quienes los emiten estados

las traducciones pertinentes y establecer algu-

emocionales y sensaciones de potencialidad

nas convenciones. Por ejemplo, el término sus-

cognitivas también muy disímiles. Para el mate-

tentabilidad fue usado originalmente por

mático, la impredecibilidad radical representa un

ingenieros forestales y pesqueros para caracteri-

problema científico más bien intranquilizador

zar los regímenes de cosecha de los recursos

que requiere una redefinición profunda de

naturales renovables (p.ej., las pesquerías o bos-

nuestras bases epistémicas. Para el hermeneuta,

ques) que permitían su reproducción indefinida.

resulta en una posibilidad infinita, liberadora,

Los ecólogos expandieron su significado para

digna de festejarse con las más bellas alocucio-

referirse, primero, a la preservación del estatus y

nes poéticas. Se trata de la libertad surgida de la

función de los sistemas ecológicos, y luego para

imposibilidad de ejercer el control absoluto de

4

López Austin (comunicación personal) prefiere diferenciarlas entre ciencias fáciles y difíciles.

unos sobre otros; el hermeneuta se alegra del

natural, físico y social— son fuentes de bienestar

fracaso asegurado del proyecto de la moderni-

relativamente sustituíbles, por lo que su desgas-

dad. Más aún, el lenguaje que utiliza el herme-

te (p.ej., la degradación del ambiente natural, la

neuta es sólo una expresión de la posibilidad de

pérdida de biodiversidad, la deforestación, etc.)

que, ante la ineludibilidad de la incertidumbre radical, las ciencias sociales, las humanidades y

no es intrínsecamente inaceptable. En otros términos, para los economistas el

las artes vuelvan a fusionarse en un solo cuerpo.

problema real radica en que los recursos des-

Pero, irónicamente, el hermeneuta no considera

gastados puedan ser efectivamente sustituidos,

una característica del caos matemático. Este

como bienes de producción o de consumo, por

puede tener una estructura que define los lími-

otros recursos producidos por los seres

tes de la libertad y permiten su control, como lo

humanos, o que el deterioro pueda ser acompa-

demuestra el desarrollo durante la última déca-

ñado de las inversiones compensatorias que au-

da de la tecnologia "fuzzy”. 2) Una excepción aparente es la economía

menten el bienestar presente y futuro de las generaciones sobre las que recae el costo socio-

de recursos pareciera estar construida sobre un

ambiental del desarrollo. Es precisamente este énfasis en los principios

lenguaje simple, coherente, directo y útil (otros

éticos del nivel más general y abstracto, que

ortodoxa. La economía ambiental y de manejo

científicos sociales lo tacharían de simplista, mecanicista y reduccionista), comprensible para los científicos naturales aplicados que buscan integrar el 'impacto' humano en el ambiente y

descuidan los aspectos sustantivos y críticos de las relaciones socio-ambientales, lo que hace que el concepto de sustentabilidad que manejan los economistas sea muy distinto al que unifica

contribuir a la elaboración de políticas de pre-

a otros científicos y profesionistas. En general,

servación y manejo. Sin embargo, existe una

estos comparten con la mayor parte de los gru-

profunda incoherencia en las formas en que la

pos humanos la noción fuertemente arraigada

economía y otros campos de conocimiento esta-

de que algunas características de los servicios

blecen sus objetivos. Esta incoherencia, de ca-

del ambiente son intrínsecamente necesarios e

rácter ético, es difícil de reconocer a primera

insustituibles, pues no sólo proveen el funda-

vista, pero constituye la segunda restricción im-

mento, sino que son inseparables, de la forma-

portante a la comunicación multidisciplinaria.

ción del sentido de la vida humana. La diferencia se vuelve patente cuando con-

Veamos por qué. El estándar que unifica las 'sustentabilidades' de los ingenieros, ecólogos y

sideramos el llamado valor intrínseco o de exis-

geógrafos es el valor sustantivo que todos ellos

tencia de la naturaleza. La economía ambiental

otorgan a la preservación y reproducción de las

conceptualiza este valor como otra expresión del deseo 'simple' de los individuos: deseamos

propiedades y características particulares de los procesos sociales y ambientales que son objeto

preservar las especies y ecosistemas en la misma

de su estudio y práctica (Maclntyre, 1988). En

forma que deseamos consumir madera para

ello difieren de la mayor parte de los economis-

muebles. Así, independientemente de su función

tas, quienes enfatizan un marco ético distinto,

directa, indirecta, nocional o existencial, los va-

denominado por algunos autores 'bienestarismo'

lores ambientales son componentes del bienes-

(Sen, 1985). De acuerdo con este marco, el pro-

tar volitivo o función de utilidad de los

pósito final de la vida cooperativa humana es

individuos, y de ahí que los economistas puedan definir el valor de existencia como 'la disponibi-

promover el bienestar social, entendido como un conformación de este bienestar, las formas es-

lidad para pagar simplemente con el fin de ayudar a preservar la existencia de un bien

pecificas de vida que la población adopta y los

ambiental' (Field, 1994, pág.182), donde la pala-

agregado de los bienestares individuales. En la

recursos productivos —los capitales humano,

bra disponibilidad no se refiere a la disposición a

1001111

I

sacrificarnos por preservar aquello que es crítico

creativo' y 'competencia (¿angustia?) creativa'

para alcanzar una buena vida, sino a una canti-

tan arraigadas en la economía (Turner, 1994), ya

dad específica de dinero que estaríamos dis-

que las relaciones de poder anidadas en ellas y

puestos a pagar por ver cumplidos nuestros

las limitaciones de los instrumentos de interven-

deseos y lograr nuestro máximo 'bienestar:

ción económica, las pretensiones de generalidad

Pero la mayoría de las personas, incluyendo a los profesionistas de lo ambiental, resisten este

y universalidad de la economía hacen que la concreción práctica en intervenciones macro y

reduccionismo, pues reconocen, intuitiva o ra-

micro sean muy inferiores —insuficientes, arries-

cionalmente, que el bienestar tiene estructura

gadas, sesgadas, incoherentes y contradictorias—

(para un tratamiento filosófico de este proble-

a las pretendidas, y provoquen niveles de riesgo,

ma, ver Dworkin, 1993). Además del bienestar

incertidumbre e interacciones conflictivas intolerables para los seres humanos.

volitivo, que aumenta al ver satisfechos nuestros deseos y preferencias, existe el bienestar crítico, del que la mayoría de los servicios am-

2. 2 Un Nuevo Reto para la Economía

bientales son parte sustancial. Este tipo de bienestar aumenta cuando conseguimos lo que

Este conflicto ético entre la economía y las

deberíamos desear, es decir, los logros y expe-

otras disciplinas ambientales hace que la con-

riencias que, al no desearlos y perseguirlos, harían nuestra vida peor en un sentido

ceptualización del 'Desarrollo sustentable' sea

fundamental. El desarrollo espiritual en que se

mico. Para enfrentarlo, los economistas ambientales han tenido que adoptar nuevas

sustenta la capacidad de dar valor existencial a la naturaleza y sus procesos, cuya expresión va-

un reto formidable para el pensamiento econó-

ria de cultura en cultura, constituye un bien crí-

perspectivas teóricas, equipos técnico-conceptuales y métodos de. intervención. El nuevo ins-

tico parecido a la capacidad de dar valor a

titucionalismo y el concepto de 'Desarrollo

nuestra progenie, o de reconocer la dignidad de

Humano' han sido especialmente importantes en este proceso.

otras personas y su derecho a la existencia y la vida buena. (Cualquiera que lo dude, que intente establecer plausiblemente los criterios limítrofes

El núcleo central del discurso del 'Desarrollo sustentable' es la necesidad de una economía

entre aquella parte de la naturaleza, incluida la

sustentable, es decir, de la durabilidad ilimitada

especie humana y sus razas, que debe ser dignificada y la que no debe serlo). 5

del flujo de los bienes y servicios que los indivi-

En fin, los investigadores sociales cuya ac-

duos necesitan, o desean, de acuerdo a sus planes y proyectos de vida, lo mismo que de las

ción profesional los hace más atentos a los pro-

estructuras institucionales, morales y culturales

cesos sustantivos de la vida humana —es decir,

que sustentan este flujo. Esta necesidad dificil-

los antropólogos, los sociólogos y los, psicólogos

mente puede ponerse en duda, pero existen de-

(los científicos sociales que utilizan los lenguajes

bates en cómo lograrlo. Analicemos, por

más raros e incomprensibles, que por cierto, reflejan en mucho la complejidad de la vida hu-

ejemplo, la proposición establecida por la Comisión Brundtland de que una economía en desa-

mana)— tienden a rechazar con vehemencia una

rrollo es sustentable si y sólo si crece

teoría de bienestar 'óptimo' cuya aplicación

sustentablemente. (Nota: esta proposición no es

arriesga la preservación de dichos procesos, y a

una perogrullada. Para algunos autores, el único

condenar implícitamente las nociones de 'riesgo

desarrollo sustentable es aquél en el que no hay

5 Esto explica por qué el valor de existencia generalmente está sujeto a efectos ingreso, es decir, la disposición de pagar es menor a la compensación que piden los individuos cuando son afectados en sus intereses críticos debido a restricciones en el ingreso.

crecimiento. Para otros, es aquél donde el crecimiento es sostenido. Con la proposición no nos referimos a ninguno de estos casos.) Es evidente que el crecimiento económico conlleva un mayor flujo de servicios y bienes para la población humana y por lo tanto el crecimiento de ciertos beneficios económicos y sociales. Sin embargo, también significa un aumento de los flujos de costos, ya que implica: (a) la intensificación de los flujos entre la economía y el ambiente, lo que puede acarrear el desgaste potencial de la productividad de los procesos naturales que lo sostienen, y (b) la expansión del área ocupada por el ambiente directamente transformado y la pérdida de ambientes naturales. La maximización del bienestar que buscan los economistas implica que debe igualarse —cuando esto es posible— al beneficio marginal del crecimiento con su costo marginal, para obtener una tasa promedio de crecimiento en equilibrio —definida en un periodo dado— más allá de la cual es anti-económico expanderse. Algunos autores creen, sin embargo, que existen niveles de actividad económica en los que es imposible alcanzar un balance óptimo con crecimiento positivo (Daly, 1991; Vitousek, 1986; Daly & Cobb, 1989). Desde esta perspectiva, la búsqueda de la sustentabilidad por la vía de cualquier forma de crecimiento es una estrategia suicida Sin embargo, la mayor parte de los planificadores económicos son mucho más optimistas, e insisten que el crecimiento óptimo de la economía no tiene por qué tener limites absolutos. El potencial humano puede crecer ilimitadamente al expandirse las potencias humanas: el conocimiento científico, el desarrollo técnico y la acumulación de las formas de capital —físico, informativo, humano y social—, que permitan

De acuerdo con esta tradición económica, el problema real está en otro sitio, a saber, en las distorsiones que diversas fallas de mercado y gobierno introducen en la valuación de los costos y beneficios socio-ambientales del crecimiento. En teoría, ellas impiden a los agentes sociales y económicos tomar las decisiones en la planeación y ejecución del manejo de los recursos ambientales que representan sus preferencias reales. Ante ello, se ha planteado que es necesario crear instituciones e incentivos 'verdes' que: (i) permitan que los consumidores de recursos confronten el total del costo social de sus acciones, (ii) eviten las distorsiones de los mercados creadas por la valoración parcial y sesgada de los servicios ambientales, en las distintas escalas —local, regional y global— en que se presentan, y (iii) permitan gozar de los beneficios de sus acciones a los que invierten en promover la sustentabilidad en sus distintas escalas: local, regional y global. La idea es generar un sistema de precios revisado que establecerá las verdaderas curvas de beneficio y costo socio-ambiental del crecimiento. Esta forma de representar el problema e intervenir en su solución se ha vuelto muy popular debido a que parecen brindarnos la base técnico-institucional necesaria para alcanzar un crecimiento sustentable. Además, constituye una primera aproximación al ámbito local y establece condiciones plausibles para empezar el desarrollo a escala humana a partir de la realidad económica existente. En cualquier caso, se nos han presentado como herramientas poderosas de representación e intervención adecuadas para transformar la calidad del crecimiento, en el sentido de aumentar su eficiencia y aceptabilidad social.

generar continuamente más recursos, productos y valor agregado. Insisten en que, debido a que los recursos productivos son fuentes de

2.3 En búsqueda de la reconciliación: los criterios 'humanos' de la sustentabilidad

bienestar relativamente fungibles, el desgaste de cualquiera de ellos, por ejemplo, la degradación del ambiente natural, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, etc., no es intrínsecamente inaceptable.

Pero los criterios del desarrollo sustentable no se agotan con el crecimiento sustentable. Es necesario incorporar contenidos y significados sociales y culturales que definen en concreto los

i ■ 141, ■■■ 1

4.11141111141101#44111,4441401k0111...,..

satisfactores legítimos de las necesidades y de-

• Reconocimiento mutuo de agentes sociales y

mandas básicas —materiales y espirituales— de

de sus ventajas comparativas en los diversos

las sociedades. El acceso a estos satisfactores es fundamental para el desarrollo de las personas y

niveles de acción

las comunidades humanas, por lo que debe

• Planificación integral optimizadora • Dinamismo y adaptabilidad institucional

constituir un fin central de la sustentabilidad.

• Relaciones internacionales adecuadas

Lo anterior ha planteado la necesidad de ampliar ia perspectiva del 'Desarrollo sustentable', de la escala global y general propia del análisis

Para operar con estos criterios, los planificadores han tratado de establecer definiciones que

del crecimiento económico a una escala humana

permitan que sus contenidos y alcances sean

y una perspectiva local. Este cambio de perspec-

coherentes metodológicamente con el lenguaje

tiva y escalas se ha tratado de resolver incorpo-

y los criterios económicos del crecimiento sus-

rando un concepto de 'Desarrollo humano', que

tentable. Esto se ha hecho principalmente a tra-

la UNDP (1992) define como 'el proceso de au-

vés del diseño de incentivos y restricciones

mentar el rango de elección de la gente —a tra-

sofisticadas, por ejemplo, estándares mínimos

vés de aumentar sus oportunidades de

de calidad de vida —lo mismo que ambientales,

educación, salud, ingreso y empleo, hasta cubrir

sociales, culturales y políticos—, cuya transgre-

todo el rango de elecciones, desde un ambiente

sión es considerada como una parte del costo

físico adecuado hasta las libertades económicas y políticas individuales:

socio-ambiental causados por el crecimiento y

Al incorporar premisas de desarrollo humano,

el desarrollo. La introducción de estándares es especialmente importante para situaciones de

los criterios del 'Desarrollo sustentable' se han

desarrollo en donde los impactos son altamente

ampliado considerablemente. Los principales son:

sacciones del mercado son lentos o poco ade-

inciertos e irreversibles, o los incentivos y trancuados. También son relevantes en situaciones

• Crecimiento económico (socio-ambientalmente óptimo)

en que la degradación ecológica no puede ser compensada, no existen sustitutos prácticos que

• Integración de los procesos ambientales y económicos en la toma de decisiones • Eficiencia económica

es fuente de incertidumbres excesivas. Ha sido

• Eficiencia y limpieza técnica • Dinamismo y adaptabilidad técnico-científica

(1994, p.73) ha establecido una nueva definición 'operativa' de 'Desarrollo sustentable':

• Seguridad social y manejo efectivo de riesgos • Seguridad socio-ecológica -

cubran las pérdidas de bienestar que acarrea, o pensando en esta posibilidad que Bartelmus

*el conjunto de programas de desarrollo que satisface las

• Nivel sustentable de población humana • Preservación de la diversidad biológica

plazo de los recursos y los estándares de calidad y equi-

• Equidad y justicia social

dad social"

• Satisfacción de necesidades humanas • Participación social amplia y democrática

y propone incorporar los siguientes estándares:

• Autodeterminación social y diversidad cultural • Operatividad instrumental • Conocimiento de la complejidad socio-ecológica • Asertividad y capacidad de acción • Mecanismos efectivos de cooperación y coordinación

necesidades humanas sin violar las capacidades de largo

• estándares de satisfacción de necesidades humanas. • limites de las capacidades de los recursos naturales y estándares de contaminación y producción de desechos. • límites ecológicos dados por las capacidades de carga de los sistemas bioproductivos o de

las tierras vulnerables dedicadas a sostener

los procesos ecológicos. El supuesto con el que

poblaciones humanas en territorios particu-

opera es que los estándares permiten incorporar

lares; • estándares de equidad en la distribución del ingreso, la riqueza, el acceso a los recursos naturales y la distribución de los costos y beneficios ambientales, en los ámbitos interpersonal, regional, generacional, etc. • otros estándares u objetivos culturales, políticos, sociales y demográficos.

a la toma de decisiones los valores sociales más generales que no son susceptibles de internalizarse a través del mecanismo del mercado. Éste necesariamente opera con valores, preferencias y demandas individuales más particulares, y no es capaz de aprovechar las sinergias cognitivas y volitivas causadas por el diálogo social y la acción colectiva. ¿Pero si el mercado no tiene esta capacidad, cuáles instituciones si la tienen?

Es evidente que la introducción de un concepto de desarrollo humano significa un salto conceptual y ético considerable hacia lo local y lo sustantivo. Sin embargo, el cambio de perspectiva no es una tarea sencilla; esta larga lista también acarrea nuevos problemas: ¿Qué tan coherentes son entre sí estos criterios y con las realidades sociales, actuales y potenciales, de las sociedades humanas? ¿Si lo son, cómo podemos integrarlos en proyectos de vida social efectivos; qué recursos humanos e institucionales requerimos para poder hacerlo, con cuáles contamos y cómo podemos obtener los que nos hacen falta? Al introducir la valoración integral y los estándares mínimos, el discurso del 'Desarrollo sustentable' no sólo ha querido resolver las limitaciones de la economía, sino también ampliar de manera significativa su capacidad de atender a los elementos sustantivos de la vida social y

¿Qué tipo de condiciones deben cumplir estas instituciones? A diez años de distancia estas preguntas siguen vigentes, sobre todo en lo que respecta al problema de las relaciones entre pobreza (o pobrezas) y ambiente. Como se indicó en 1997 en el Conséjo de Investigación de Noruega, los pobres de las áreas rurales dependen más de los recursos naturales locales que de los productos macro-económicos nacionales, lo cual resta fuerza al argumento de la necesidad del crecimiento económico para la sustentabilidad. En esa reunión se volvió a remarcar la necesidad de un balance más equilibrado entre mercado y gobierno. El énfasis estuvo sobre las distintas fallas del mercado y las instituciones del capitalismo moderno s, que nos remite inmediatamente a la pregunta ¿qué tipo de mercado y qué tipo de gobierno necesitamos? También se reforzó el reconocimiento a

6 En la reunión se consideraron un conjunto de dificultades, casi todas de carácter económico-institucional, para el desarrollo sustentable. Antes de presentarlas, conviene anotar que todas implican una perspectiva ética particular. característica del cooperativismo económico que subyace en la propuesta del 'Desarrollo sustentable'. En otras palabras, estas dificultades representan obstáculos a la eficiencia, la equidad y la participación, donde estos términos sólo adquieren sentido desde una perspectiva ética cooperativista específica, que será el motivo de análisis de la tercera sec-





ción de este trabajo. Las dificultades son las siguientes: Fallas de conocimiento: en la educación y la enseñanza correcta a los actores correctos. En general, el conocimiento local es frecuentemente olvidado en los procesos de toma de decisiones. Fallas de mercado: no se ha desarrollado la valoración del funcionamiento de los ecosistemas y los servicios ambientales que éstos aportan; no se han intemalizado los costos y beneficios ambientales en los recursos presupuestados. Los mercados a distancia y la exportación de problemas ambientales crean un falso sentido de practicas ambiental-



mente amigables. Fallás institucionales: se necesita simplificar las instituciones que gobiemen los recursos comunes o sistemas compartidos; la sectorización fragmenta las aproximaciones holisticas; el gobierno global no tiene un gobierno nacional paralelo, pero se está desarrollando muy rapidamente la globalización de tráfico, comercio e intercambio. Se requieren mecanismos de coordinación y cooperación horizontal así como reforzamiento de las instituciones locales.

11b111101

la necesidad de la cooperación entre institucio-

de posibilidades que depende de los intereses,

nes gubernamentales y no gubernamentales en

principios y creencias de distintas fuerzas de la

áreas como la sustentabilidad, la diversidad bio-

sociedad y de las interacciones entre las distintas

lógica y derechos humanos, entre otros. Sin em-

posiciones.

bargo, muchas contradicciones siguen en pie.

Pero debajo de estas limitaciones está uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo

3. Las contradicciones 'no reconocidas' del

¿A qué se refieren los planificadores cuándo ha-

'Desarrollo sustentable'

blan de los valores sociales más generales de nuestra época? ¿Existen estos valores, o son sólo un

La discusión anterior nos presenta al 'Desarrollo

producto de una retórica auto-complaciente? ¿Si

sustentable' como un enfoque relativamente

no existen, es posible construirlos haciendo con-

maduro, con propósitos claros y propuestas

verger los propósitos y voluntades de las diversas

operativas, auto-crítico y que además está en

culturas y tradiciones humanas? ¿Qué tipo de ins-

plena expansión y profundización conceptual. Si

tituciones necesitamos para alcanzar este objetivo?

éste es el caso, ¿por qué tanta gente habla de confusión, fracaso y conflicto? Sus contradicciones más profundas son como

Hasta el momento, las posiciones adoptadas respecto a estas preguntas son endebles e inestables. No sólo es que la profusión de filosofías

un iceberg, cuya punta son los continuos fracasos

distintas y rivales a las que tenemos acceso

que hemos enfrentado al tratar de establecer y

ahora es enorme (ésta es una de las consecuen-

justificar racionalmente los estándares —sociales y

cias de la globalización cultural), sino que la

ecológicos— de la sustentabilidad. Algunos de los

confusión y Crisis de propósitos que impera en

problemas son bien conocidos. Es muy difícil definir los contenidos de algunos estándares sociales,

nuestras sociedades y vidas cotidianas han complicado enormemente nuestras ideas sobre qué

como son los de equidad o participación, o deter-

factores son verdaderamente cruciales para el

minar el peso relativo que debe tener cada uno de

bienestar humano y cuáles sólo son secundarios.

ellos (p.ej. los criterios de equidad distributiva vs.

El rango de posibilidades de elección para cada

los criterios de conservación), debido a las dificul-

uno de nosotros parece crecer desmedidamente

tades de comparación en escalas y dimensiones

al tiempo que nuestra capacidad personal de

distintas. La definición y aplicación de los están-

elección se va mermando. Cada día es más difí-

dares, además, están directamente relacionadas

cil ser selectivo en el vertiginoso ciclo de traba-

con el quién, cómo y para quién del desarrollo

jo/placer en que vivimos. Estamos expuestos a

sustentable, por lo que admiten un amplio rango

una multiplicidad de interpretaciones distintas



Fallas políticas y de comportamiento: falta voluntad para generar cambios sustanciales; faltan apoyos para generar



Fallas tecnológicas: se requieren cambios de un enfoque de productos a uno de servicios. Existen limitaciones en el

políticas a largo plazo e implementar prácticas sustentables.

reconocimiento de los paradigmas técnicos versus los paradigmas ecológicos. Deben desarrollarse eco-tecnologías. •

Fallas de transparencia e información: deben desarrollarse derechos de información sobre aspectos ambientales. Los grupos de interés no gubernamentales deben involucrarse en los procesos de toma de decisiones.



Fallas de incentivos: los incentivos perversos deben abolirse; el control social debe desarrollarse junto con las autori-



Fallas de equidad: es necesario combatir las diferencias de oportunidad y acceso a los recursos dentro y entre las na-

dades sociales y los sistemas de control. ciones. Existe una tendencia en varias disciplinas de actuar sobre diferentes horizontes temporales. La incompatibilidad en tiempo de la ecología y la economía frecuentemente genera problemas ambientales; se requiere de una colaboración más cercana entre sectores para alcanzar un entendimiento común de que las acciones a corto plazo crean problemas y oportunidades para la sustentabilidad a largo plazo.

sobre las múltiples y complejas causas de la inseguridad e insustentabilidad de nuestra vida colectiva, sobre cuáles deben ser los componentes prácticos y éticos de las soluciones al problema y, finalmente, sobre cuáles son las carencias humanas e institucionales que impiden implantar estas soluciones. En todas las culturas suficientemente desarrolladas existen caminos de vida intelectual y espiritual que tratan de brindar una u otra solución a este problema (Pannikar, 1997); estos caminos son transitados por miles de individuos en todo el mundo. Sin embargo, todavía no hemos encontrado una solución colectiva que haga converger estas formas de vida en una forma satisfactoria. ¿Cómo construirla? El 'Desarrollo sustentable' mantiene una propuesta implícita que está profundamente enraizada en la tradición democrático-liberal. En lo que resta del articulo presentaremos esta propuesta y desarrollaremos la tesis de que las prácticas que propone para lograr la convergencia imponen restricciones a la solución de las dificultades al impedir un verdadero diálogo maduro entre las tradiciones de pensamiento

En particular, obliga a quienes lo sostienen a comprometerse con un programa socio-ambiental, político, legal y económico que admita la coexistencia de individuos o grupos con planes de vida y concepciones del bien muy distintos, o incluso rivales e incompatibles. Para responder a este compromiso, el 'Desarrollo sustentable' ha operado bajo los principios del cooperativismotecnocrático (CT) 7 , cuyos postulados discursivos más importantes expusimos en la introducción. El CT representa una posición ética bien establecida en los medios diplomáticos internacionales y constituye el fundamento teórico y ético del nuevo cooperativismo práctico; es decir, es una tradición discursiva que provee el lenguaje en el que se articulan y expresan los propósitos de los planificadores de la mayoría de los organismos internacionales de cooperación y desarrollo. En esta tradición ciertos términos como eficiencia, equidad y democracia tienen significados particulares que son compartidos por los discursos de prácticamente todas las formas de pensamiento cuyo propósito último es el ordenamiento, planificación e intervención de los asuntos humanos a gran escala.

ambientalista. Una parte del problema proviene de sus propias raíces conceptuales e institucionales, que le obligan a sujetarse a dos restriccio-

3.1.1 El CT: virtudes institucionales, capacidad de agencia y moral social

nes cruciales, primero, a practicar un discurso-praxis cooperativista-tecnocrático que le aleja de los problemas sustantivos de la vida humana y segundo, a sujetarse a los rígidos candados y profundas contradicciones que todavía impone la ideología neo-liberal. 3.1 Desarrollo Sustentable: candados y contradicciones El uso del concepto de desarrollo humano nos impone un conjunto de requerimientos éticos.

Como ocurre en casi tilda la ética liberal, en el CT los juicios éticos no se refieren (o lo hacen sólo secundariamente) a los contenidos particulares de los planes de vida de los individuos o grupos humanos, sino a los procedimientos y mecanismos institucionales que facilitan o restringen estos planes de vida. Las principales 'virtudes' del discurso —libertad, equidad, eficiencia y democracia— son atributos de las instituciones del contrato social o la función de bienestar. 8 La

7 El cooperativismo-tecnocrático es heredero de varias teorías liberales

y conjuga de manera totalmente pragmática prin-

cipios tanto del utilitarismo como del contractualismo rawlsiano. Por su

importancia y relativo desconocimiento entre

el público mexicano ambientalista, hemos decidido hacer aquí una presentación relativamente extensa de sus bases

8

conceptuales y procedimientos. Se supone que, debido a que las decisiones deben estar centradas en la gente, toda la información relevante para la facilitación de los planes de vida debe provenir de los intereses, preferencias y creencias de los individuos, que se re-

equidad se define por el principio de igual facili-

colectivo cooperativo. La virtud personal, por lo

tación de los planes de vida de los individuos;

tanto, adopta una forma particular de capacidad

de ahí su relación con los principios de libertad e

de agencia instrumental, que alcanza su plena

igualdad de oportunidades. El valor de la eficien-

realización en los actos de decisión racional que

cia corresponde a la máxima facilitación de los

los individuos ejercen en el marco de los meca-

proyectos de vida. De ahí la demanda liberal por

nismos de cooperación y negociación, es decir,

instituciones eficientes, p.ej. el mercado libre y

el voto democrático, la transacción y asociación

autorregulado, y el Estado de derecho. El propósi-

económicas y la demanda legal. Cada acto de

to de la participación democrática es garantizar

decisión representa un ejercicio de autonomía

la mejor operación de estos principios y procedi-

racional-instrumental: los individuos los llevan a

mientos a través de la regulación del privilegio

cabo con el fin de alcanzar sus propios fines al

político-económico público y privado. Los órga-

menor costo. Las decisiones constituyen el núcleo vivo tanto de la acción como de la participación

nos de representación y administración deben maximizar el igual acceso de los ciudadanos al

en el esquema del cooperativismo-tecnocrático.

poder —ningún grupo particular debe tener acce-

Se espera, sin embargo, que la capacidad de

so privilegiado a los órganos de decisión político-

agencia también sea ejercida en otros tres niveles

económico— y la minimización del conflicto9.

y ámbitos de participación y debate público, aun-

El carácter institucional de su ética no nos sor-

que siempre con el propósito de establecer las

prende cuando recordamos que el problema fun-

mejores condiciones de operación del acto coope-

damental del CT es establecer un proceso de

rativo. Primero, debe ejercerse en la lucha por los

convergencia de intereses y voluntades entre las

derechos individuales, sociales y comunitarios con

personas que permita la máxima facilitación de

el fin de asegurar las condiciones de su propia re-

los proyectos de vida de los individuos. Para ello,

producción y desarrollo. Segundo, debe poder

los individuos 'cooperan' con otros individuos, pa-

desplegarse en la expresión pública y argumenta-

ra la producción de bienes y servicios materiales,

da de sus ideas, creencias y preferencias —políti-

psicológicos y espirituales, y 'negocian' la distribu-

cas, religiosas, sexuales, etc.—, cualquiera que ellas

ción de los beneficios resultantes. En las capacida-

sean y en los términos que se deseen (libertad de

des de cooperar y de negociar de los individuos se

expresión). Finalmente, los agentes pueden y de-

realiza, en última instancia, toda su capacidad de

ben participar en la definición de los principios

agencia. En principio, la sociedad puede existir de-

constitucionales y normativos de la vida pública

bido a que existen campos sociales donde conver-

que constituyen los fundamentos para las reglas y

gen los intereses y voluntades de los individuos y

procedimientos que regulan las otras tres formas

grupos que cooperan y negocian.

de participación. Idealmente, estos principios de-

Aunque en el CT la virtud se refiere principalmente a las cualidades de las instituciones, ésta

berían ser productos morales-racionales que repetaran ciertas condiciones de universalidad y por lo

no deja de tener una concepción más o menos

mismo promovieran la tolerancia ante formas de

desarrollada sobre la virtud personal. Ésta no se

vida distinta (recordemos que el liberalismo surge

define a partir de ninguna concepción particular

como un reclamo de la 'racionalidad' frente a los

de la buena vida o telos; corresponde, más bien,

excesos de la tradición).

a las características personales que permiten al individuo actuar adecuadamente en el seno del

En la sociedad cooperativa, las virtudes institucionales y las virtudes personales encarnadas

velan en sus acciones económicas y su voto; el respeto a la pluralidad se garantiza mediante el criterio de inconmensurabilidad, que plantea que los proyectos de vida no son comparables entre sí bajo ningún criterio de jerarquización ética (Dore, 1999). 9 La interpretación de las bases liberales del cooperativismo que aquí hacemos se basa en Taylor (1996).

en la capacidad de agencia de los individuos se

Algunas de las críticas más recientes provienen

definen y constituyen mutuamente. Para mu-

del mismo campo liberal, que en cierto sentido

chos cooperativistas, los más radicales, esta co-

ha ido haciéndose cada vez más 'comunitarianis-

rrespondencia y sus contenidos definen el único

ta' en el intento de cerrár la brecha esquzofrénica

campo ético sujeto a escrutinio racional; más

que en el CT existe entre la perspectiva personal y

allá están las opiniones y preferencias privadas

la perspectiva sistémica de los individuos.

de las personas, que no son susceptibles de jus-

Dworkin (1993) apunta a un problema cen-

tificación. Otros, más conservadores, argumen-

tral del liberalismo que perfectamente puede

tan que ciertas preferencias de los individuos

aplicarse al CT: las razones 'universalistas' no

pueden conducir al deterioro de la capacidad de

son convincentes. El CT no es más 'racional' o

reproducción material o moral de la sociedad. La

'universal' que cualquier otra tradición de razo-

capacidad de agencia de los individuos puede

namiento moral. En realidad, sólo es racional en

estar insuficientemente desarrollada (como en

términos de sus propios estándares de razona-

los niños o adolescentes) o deteriorada por la

miento, que no son compartidos por otras tradi-

confusión y violencia imperante en la vida mo-

ciones. Tampoco es el producto de alguna forma

derna, por lo que en ocasiones está justificada

de convergencia ética que pueda originarse por

una regulación de la vida personal que utilice

la maduración histórica de otras tradiciones. Su

medios de intervención legítimos, de preferencia

fuerza moral es absolutamente particular, y se

sancionados por las 'ciencias naturales o socia-

finca en las prácticas, creencias, propósitos y

les', que, según el caso, pueden ir desde la edu-

anhelos de individuos y grupos políticos y eco-

cación hasta la coerción y el castigo. Dan como ejemplo la necesidad de regular las tendencias

nómicos específicos. Podría creerse que esta fuerza moral explica

al sobreconsumo en el mundo desarrollado o a

el éxito del CT en muchas sociedades contempo-

reproducirse excesivamente en el mundo pobre.

ráneas. Nosotros diferimos: a diferencia de otras

Hemos visto que el discurso del 'Desarrollo sustentable' tiende a adoptar una visión interme-

tradiciones morales, una vez que la CT es despojado de sus pretensiones racionalistas y univer-

dia, pues en casos extremos acepta la posibilidad

salistas su fuerza moral parece extinguirse

de la regulación por medio de estándares. Su én-

debido al fracaso rotundo de sus propios méto-

fasis está en las fallas en la generación y flujo de

dos de razonamiento. Más allá de servir para

la información, así como en las fallas de opera-

elaborar aforismos de gran fuerza retórica, el CT

ción de los mercados y las instituciones públicas

no ha jugado un papel demasiado importante

que impiden a los agentes económicos tomar las

en el desarrollo y aplicación de sus propios valo-

decisiones de manejo de los recursos ambientales que representen sus preferencias reales. Supone

res. Esto se expresa en dos hechos. Primero, sus principales valores todavía ca-

que es suficiente con quitar algunas desinforma-

recen de una definición clara. Por ejemplo, no

ciones colectivas e inoperancias del mercado para

existe una definición clara de equidad: ¿qué

que las preferencias e intereses reales de los indi-

debemos entender, cuando deseamos operar

viduos se expresen con toda su fuerza, corrigien-

en la escala humana, con la 'igual facilitación

do los principales problemas socio-ambientales.

de los planes de vida', en presencia de una larga historia de discriminación racial, sexual y

3.1.2 El CT bajo crítica

social, lo mismo que de profundas fallas e imperfecciones de mercado y gobierno? ¿Qué son

Muchas teorías y perspectivas distintas han pro-

la libertad y la participación democrática,

visto bases para una crítica devastadora de las

cuando la manipulación y dominación social

concepciones liberales de las virtudes institucio-

todavía constituyen retos formidables para el

nales, la capacidad de agencia y la moral social.

pensamiento cooperativista?

a convertir la equidad en un factor que facilita

tamente la reproducción de la vida, la cultura y la

el conflicto sin salida. (Es decir, convierten lo

capacidad creativa de los seres humanos.

bueno en malo). 2) Las negociaciones sociales suelen tener

El argumento de 'La gran transformación' golpea duramente al CT en todos sus compo-

salidas de corto plazo debido a la facilitación

nentes. Nos permite ver claramente la verda-

burocrática externa, lo que convierte a los orga-

dera naturaleza de su propuesta ética, que es

nismos facilitadores en estructuras tecnocráti-

intentar erigir las virtudes sociales y persona-

cas privilegiadas IIVIcMylor, 1994). Por este

les —sustentabilidad, libertad, equidad, eficien-

motivo, el 'Desarrollo sustentable' ha sido res-

cia y democracia, así como la capacidad de

ponsabilizado de 'ecologismo tecnocrático', ya

agencia— sobre las ruinas sociales, morales y

que ha depositado el núcleo de la toma de deci-

psicológicas causadas por el intento de sujetar

siones en los organismos de planificación nacio-

los atributos humanos y de la naturaleza a las

nales e internacionales, por lo que ha hecho

leyes de los procesos sociales autorregulados

depender la sustentabilidad de las necesidades,

(particularmente el mercado). Pero dicho intento

inercias e intereses de estos agentes: este dis-

está necesariamente destinado al fracaso por

curso propone un nuevo orden social que ga-

dos motivos.

rantiza un lugar privilegiado para los planificadores y tecnócratas (Taylor & GarcíaBarrios, 1999). 3) La negociación contractuada, al convertirse en sistema, puede conducir a resultados 'irra-

Primero, porque para alcanzar la virtud cooperativista se tienen que construir instituciones funcionalmente perfectas y completas, lo que resulta una ficción y una utopía, pues las 'falsas mercancías' necesarias para la operación de los mercados

cionales' enmascarados de humanismo o

económicos y políticos o bien operan bajo condi-

racionalidad, pero que constituyen verdaderas

ciones de funcionalidad e integrabilidad difusas, o

amenazas para los aspectos sustantivos de la vi-

bien buscan espontáneamente reconstituir estas

da social y natural. Este es un punto funda-

condiciones cuando se les somete a alguna forma

mental sobre el que conviene abundar, por lo

de disciplinamiento mutilante. Como ejemplo es-

que le dedicaremos lo que resta de esta subsección y la siguiente. El argumento que ahora queremos construir nos remite a Karl Polanyi (1942) y 'La gran

tán las dificultades de valorizar y mercantilizar los procesos ecológicos y evolutivos. Dada su condición sistémica, compleja y difusa, muchos atributos ambientales funcionalmente importantes son

transformación: Ahí se señala que es especial-

'invisibles' e 'inaprehensibles' respecto de las pre-

mente importante desenmascarar las 'falsas'

ferencias de los inviduos. Esto, junto con el hecho

mercancías: la fuerza de trabajo, la tierra y el di-

de que la naturaleza es valiosa en todas sus par-

nero. Estas son 'falsas mercancías' debido a que

tes, hace que el valor de cada uno de los compo-

en realidad constituyen una parte sustantiva de

nentes en lo particular no pueda ser aprehendido,

la reproducción de la sociedad, por lo que están

sino que deba considerarse la totalidad: la idea de

regidas por leyes que no pueden sujetarse a los

comparar el valor de cada parte simplemente no

principios del intercambio autorregulado. En

tiene sentido. En fin, los servicios ambientales no

torno de las 'falsas mercancías' se forman las

existen en unidades discretas que sean intercam-

características constitutivas de las personas y

biables (Vatn & Bromley, 1995).

sus relaciones, y estas propiedades se destruyen

Segundo, porque para establecer la capaci-

en el momento que se les trata de enajenar o se

dad de agencia cooperativista se necesita emas-

les somete a cualquier forma de violencia o dis-

cular aspectos básicos del potencial ético de las

ciplina institucional. Por ello, la incorporación de

personas, lo que es posible en el corto plazo, pe-

la fuerza de trabajo, la tierra y el dinero a los cir-

ro a la larga daña irreversiblemente nuestros

cuitos del mercado autorregulado amenaza direc-

atributos psicológicos y espirituaies fundamen-

Segundo, en términos históricos, las distintas formas que han adoptado estos valores en una u otra sociedad han sido producto no de una exploración ética sino de un arduo proceso de lucha, simulación y negociación. Aunque suene paradójico, el fracaso de sus propios métodos de razonamiento moral y la preeminencia de la negociación en su formación histórica no ha sido fatal para el éxito político de esta tradición, ya que para conseguirlo no ha dependido del ejercicio de una vida moral racional, sino de que funcionen los medios técnicos que propone para promover la convergencia de intereses y el balance de poderes entre individuos y grupos sociales poderosos. Con otras palabras, los principios éticos del cooperativismo-tecnocráti co funcionan, pero por las razones equivocadas. Es cierto que en las sociedades capitalistas modernas los desacuerdos que surgen entre las distintas tradiciones de pensamiento, sentimiento y acción suelen ser objeto de escrutinio científico o filosófico (de hecho, este escrutinio es parte sustancial del funcionamiento del mercado de opiniones); sin embargo, el sistema de instituciones está diseñado en última instancia no para dirimir racionálmente la verdad o falsedad de los argumentos de los distintos individuos o grupos, sino para minimizar los costos sociales del conflicto de opiniones. En su naturaleza está referir los debates no a una teoría del bien humano, sino a un mecanismo de coordinación y resolución de conflictos, o en su caso a los veredictos del sistema legal, que también es un producto acumulado del debate y la negociación (Maclntyre, 1988). Aunque la libertad de expresión es fundamen-

la investigación jurídica en los curricula universitarios), y que quede en un lugar secundario el estudio de las racionalidades sustantivas (para hablar en términos weberianos) tales como los fines, propósitos y sentidos de agencia que ponen en juego distintos individuos, grupos y sociedades, y que, en último término, pueden ser irreconciliables en este esquema de cosas. El CT puede, por lo tanto, resultar un éxito político —principalmente durante momentos históricos particulares— pero definitivamente es un fracaso ético debido a su esquizofrenia inherente. Esto conduce a una inestabilidad de la racionalidad (¿irracionalidad?) cooperativista, lo que puede resultar fatal para la vida social en su conjunto. En ausencia de principios firmes que permitan guiar racionalmente la vida social organizada, cada nueva idea —cada innovación científica, tecnológica o social— da origen a un proceso de negociación enconado, que también será organizado bajo procedimientos políticos inestables. Esto presenta cuatro tipos de riesgos íntimamente relacionados, tres que discutiremos a continuación y un cuarto que analizaremos más adelante. 1) La atención permanente a la necesidad de un balance de poderes puede volver interminable el proceso de debate y negociación, profundizando la incertidumbre y la desconfianza mutua entre las partes. (Cabe recordar que en muchos casos se trata de negociar referencias y normas legales que afectarán las posiciones relativas de negociación de las partes durante periodos prolongados. De ahí que sea mucho más difícil concertar soluciones cuando las diferencias de opinión son significativas.) Esto cierta-

tal para el sistema, su propósito no es ayudar a resolver facionalmente las controversias, sino

mente ha ocurrido con el debate de los estándares sociales y ecológicos del desarrollo

crear opinión pública y provocar el flujo de infor-

humano. y la sustentabilidad. A primera vista, el anterior parece ser uno de

mación necesario para forzar la negociación social. En este marco resulta lógico que la investigación científica sobre la sociedad esté pensada y financiada para explorar y poner a prueba todo lo referente a la 'logística' de los métodos y procedimientos (de ahi el papel destacado de la teoría económica, la nueva ciencia politica y

los riesgos naturales de la pluralidad y el debate abierto. Este riesgo existe, es cierto, en cualquier proceso de interacción libre entre opiniones rivales. Sin embargo, nuestro argumento es que el problema se agudiza con los procedimientos de negociación cooperativista, ya que estos tienden

tales. En muchas situaciones en que la 'coopera-

ciencia del sistema, los 'managers' de la coopera-

ción' amenaza directamente la vida material, so-

ción optarán por establecer nuevas reglas e insti-

cial o moral de nuestras comunidades, u otras

tuciones -que en este caso debemos interpretar

en que una política liberal agresiva arriesga los

como mecanismos de compulsión y coerción so-

salvaguardas con que las sociedades y comuni-

cial- para 'favorecer la compatibilidad de los in-

dades se protegen de esta amenaza, echaremos

centivos sociales y la calidad de la información

mano de nuestras concepciones personales no-

que fluye por el sistema: (Antaño esto se llamaba

liberales para enjuiciarlas éticamente. (Recorde-

explotación y dominación.) Surgirá así un círculo

mos que en el individuo contemporáneo

vicioso de resistencia-compulsión, cuya expresión

influyen y están en tensión muchas tradiciones

estructural será la proliferación de contratos, ins-

de pensamiento económico-político, incluida la

tituciones y sistemas formales de control. Pero es-

liberal, que permean tanto la perspectiva perso-

to, como analizaremos a continuación, puede

nal como la política). 1° De este juicio ético sur-

significar el trastocamiento total de los valores

gen nuevas reacciones de resistencia, y con ello

esenciales del cooperativismo democráticos.

nuevas fallas endógenas de mercado y gobierno que tenderán a provocar nuevas ineficiencias y

3.1.3 El 'cooperativismo del desarrollo': ines-

conflictos.

tabilidad y trastocamiento de valores

Desde la perspectiva cooperativista, estas resistencias serán totalmente ilegítimas y estúpi-

Las dificultades del cooperativismo -inestabili-

das; cuando ocurren, los involucrados somos

dad ética e imposibilidad práctica- se hacen to-

acusados de miopes e ignorantes o, peor aún, de

davía más dramáticas en las sociedades donde

tener intereses personales o corporativos ocultos

el desorden financiero, la pobreza y la desigual-

que actúan en contra del bienestar colectivo."

dad social amenazan constantemente con dar al

Muchas veces, por desesperación, los cooperati-

traste con las tambaleantes instituciones. En es-

vistas llegan a la conclusión de que la coopera-

tos países domina una forma de cooperativismo

ción democrática no es posible y es necesario

que denominaremos 'cooperativismo del desa-

sacrificar la participación social para salvar el sis-

rrollo', que tiene su locus natural en el ámbito

tema de producción de riqueza y, paradójicamen-

del mercado y el comercio, y constituye el eje

te, imponer la disciplina de la cooperación.

rector la llamada 'revolución neoliberal' o 'neoli-

De esta forma, las bases de la tolerancia coo-

beralismo: Como veremos, los principios y méto-

perativista se derrumban como consecuencia de la

dos que fundamentan las dos formas de

imposibilidad de separar la perspectiva personal

cooperativismo, el democrático y el 'del desarro-

de la política en el esquema cooperativista. A las

llo', son incompatibles.

reacciones de resistencia les seguirán reacciones de control no-democrático. Al debilitarse la efi-

Los profetas neo-liberales, sin embargo, argumentan que los principios de equidad econó-

10 Incluyendo la mexicana, las Constituciones y leyes de prácticamente todos los países capitalistas incluyen controles sobre el uso y manejo de la fuerza de trabajo - sobre todo la femenina e infantil -, los recursos naturales y ambientales y la organización productiva y financiera. En la actualidad, la lucha por incorporar en los derechos humanos una noción de integrabilidad e interdependencia tiene justamente como propósito reducir estos peligros. (Aunque aún predomina la noción de que los derechos humanos son medios racionales para asegurar un nivel de bienestar mínimo, hemos visto que cada vez es más común entenderlos -explícita o implícitamente- como garantías de las condiciones de integrabilidad de la agencia personal y colectiva. De ahí que, si hemos de ser congruentes, deban incluirse derechos y garantías de que las personas, su entorno y sus empresas productivas no serán tratados como 'falsas mercancías ..) 11 En el número de septiembre del 2000, el editor de 'The Economist' señaló, legitimando la represión que vendría: 'La reacción contra la globalización, que probablemente se expresará la próxima semana durante la reunión del FMI y el Banco Mundial en Praga, es una tragedia en ciernes, especialmente para los pobres del mundo.'

mica, democracia y justicia que caracterizan al

propiedad deben ser promovidas y protegidas

CT democrático no sólo son el horizonte de rea-

incluso a costa de sacrificar cualquier otro valor

lización natural de la segunda —es decir, su uto-

social o cultural. Esta consideración tiene la

pía— sino que sólo pueden ser alcanzados a

cualidad de trastocar profundamente el sentido

través de la aplicación de los principios del coo-

de la propiedad liberal antes mencionados, con-

perativismo del desarrollo; éste representa la

virtiendo los argumentos a su favor en simple

transición obligada. Este argumento no tiene fundamentos lógi-

retórica. Existen otros argumentos neoliberales cuyo

cos y nunca ha sido demostrado históricamente

propósito es estabilizar la desigualdad por me-

(ver Pipitone, 1995), pero ha permitido elaborar

dio del control político de la cooperación so-

un organon de gran poder retórico. Pero los profesionistas del 'Desarrollo sustentable' se en-

cial. Uno de los más socorridos es el siguiente:

cuentran atrapados en la órbita de este miasma

agentes son privados, cuando existe informa-

discursivo y sujetos a la realidad político-orga-

ción imperfecta sobre sus preferencias y dota-

nizativa que supone. En principio, el cooperativismo del desarrollo

ciones de recursos se genera un conflicto

se plantea corno un fenómeno de transición,

toda transferencia trae nuevas fallas de infor-

debido a que los proyectos de vida de los

irresoluble entre eficiencia y equidad, ya que

pues su horizonte de futuro es el mundo coope-

mación que pueden generar desincentivos a la

rativo puro o clásico. Por lo mismo, nos pide re-

cooperación y la inversión. En este caso, la úni-

conocer que debe operar con principios de

ca asignación de recursos eficiente es la que

ordenamiento social distintos a los que regirán

no conlleva ninguna transferencia de propie-

en ese 'futuro luminoso: Uno de estos es la ne-

dad o ingresos entre los agentes de la economía (Mas-colell et al., 1995). Es preferible

cesaria preeminencia de la 'ética de la eficiencia' sobre la 'ética de la equidad o la democracia: Recordemos que en el CT democrático la fun-

confiar en el potencial del mercado y sus in-

ción de la estabilidad de los derechos de pro-

la productividad humana, así como el creci-

piedad es garantizar las bases productivas

miento con eficiencia, ya que sólo así podemos

—materias primas y medios de producción— que

asegurar la creciente corriente de ingreso eco-

los individuos requieren para realizar sus planes

nómico que requerimos no sólo para realizar

de vida privados y públicos de la mejor manera

nuestros proyectos de vida y los de nuestros

posible. Estos valores están directamente rela-

hijos, sino también la utopia liberal. Se nos dice

cionados con la libertad de asociación producti-

que con la abundancia que obtengamos del

va y la búsqueda de la eficiencia. (Esta relación

crecimiento, estaremos:

centivos para impulsar al máximo el ingenio y

se volvió patente en la Reforma del Art. 27 de la Constitución Mexicana.) Pero a estas considera-

'En la libertad de volver a algunos de los más

ciones el cooperativismo del desarrollo agrega

seguros y ciertos principios de la religión y de

otra, que tiende a confundirse con la anterior,

la virtud tradicional: que la avaricia es un vi-

pero que en realidad es muy distinta: durante el

cio, la exacción de la usura una maldad, el

desarrollo en un mundo globalizado, conviene

amor del dinero algo detestable, que quienes

dar preeminencia a las formas de propiedad pri-

seguramente andan por los caminos de la vir-

vadas y corporativas con el fin de asegurar la

tud y sólida sabiduría son quienes menos

competitividad y promover la eficiencia dinámi-

piensan en el mañana. Una vez más core cia-

ca (la capacidad de atraer inversiones), y con

remos los fines por encima de los medios y

ello el funcionamiento adecuado de los merca-

preferiremos el bien a lo útil. Honraremos a

dos de los que depende el ingreso social necesa-

quienes nos pueden enseñar a desgranar el

rio para el 'take-off'. Por ello estas formas de

tiempo y emplear el día virtuosamente y bien,

4444414014141444144444014,

a las encantadoras personas que son capaces de disfrutar directamente de las cosas, los lirios del campo que no se afanan, ni hilan.'

El cooperativismo del desarrollo, por otra parte, no ha servido para imponer disciplina sobre los gobiernos neo-liberales. Evidentemente, no nos referimos al hecho de que muchos go-

John Maynard Keynes, citado en J.Robinson, 1970, p. 144.

biernos tuvieron que someterse a las exigencias

Dadas estas premisas, una alternativa más

servicio gubernamental, que han demostrado ser

monetaristas de la década de los ochenta, sino a la falta de calidad, honestidad y devoción del

democrática, por ejemplo una votación masiva

factores absolutamente cruciales para que la ló-

a favor de la redistribución de la propiedad, só-

gica del crecimiento por la vía del mercado y la

lo ahondaría la pobreza para todos y la imposi-

exportación rindan sus verdaderos frutos. Donde

bilidad de sufragar en el futuro las

las fuentés morales del gobierno son débiles o

instituciones deseables: mercado, democracia y

ausentes, el liberalismo del desarrollo no ha te-

Estado de derecho. Paradójicamente, esto re-

nido nada que hacer a su favor, siendo entonces

sulta cierto sólo debido a las condiciones de

prácticamente imposible diferenciar entre la

operación particulares del sistema, ya que en

búsqueda de ganancias en el mercado global, el

éste las expectativas de expropiación generan

crimen organizado y el secuestro de la sociedad

incertidumbre, desincentivan la inversión pro-

y la nación. En muchísimos países ha habido

ductiva e institucional, y provocan la salida de

claras situaciones de riesgo moral 12 en que los

los capitales, por lo que fácilmente descalabran

economistas en el gobierno se han resistido fe-

las operaciones mercantiles y entorpecen la

rozmente a utilizar las 'zanahorias y el garrote'

formación del ingreso económico.

que tan bien saben manipular contra los trabaja-

De esta manera, el sentido de los valores cooperativistas democráticos ha sido totalmente puesto de cabeza: la eficiencia, la propiedad y el

dores, dejando así que el interés particular prive sobre el interés social. El caso del sistema financiero y sus recientes

crecimiento han adquirido una posición preemi-

problemas es un buen ejemplo. Antes de sus crisis

nente en la escala de valores, mientras que la

económicas respectivas (1995 y 1997), casi todas

democracia y la equidad adquieren el estatus de

las economías emergentes de Latinoamérica y el

simples promesas de un futuro mejor.

sudeste asiático experimentaron una euforia es-

Este trastocamiento de valores ha tenido

peculativa extraordinaria que condujo a una epi-

consecuencias económicas y sociales importan-

demia global de riesgo moral. Al calor del

tes. Los gobiernos neo-liberales, incluido el me-

entusiasmo, muchos 'banqueros' hicieron présta-

xicano, han estimulado el oligopolio de

mos extraordinariamente riesgosos a especulado-

productos e información como respuesta a la

res aventureros (preferiblemente a amigos suyos

necesidad de proteger la inversión y el creci-

con poder económico o político, o a sí mismos es-

miento en un marco de competencia internacio-

condidos en otra fachada corporativa), cobrando

nal, he impuesto la 'implacabilidad' del mercado

altas tasas de interés. Cuando las cosas salieron

sobre la población trabajadora para forzarla a

bien (es decir, los especuladores ganaron y pudie-

ser más eficiente al tiempo que ha desbaratado

ron pagar sus deudas), estos 'banqueros' pudieron

muchas de las redes de seguridad social.

amasar enormes fortunas; cuando no, el costo ca-

12 En las relaciones económicas son comunes las situaciones en que una persona toma una decisión y otra paga las consecuencias si las cosas salen mal. Si quien toma la decisión aprovecha esta posición privilegiada para, conciente y voluntariamente, realizar acciones negativas o riesgosas cuyas expectativas sólo le son favorables a él o ella entonces, en la jerga eeonómica se dice que ha ocurrido un 'riesgo moral'. El riesgo moral tiene consecuencias económicas importantes, y desde los tiempos de Bentham los economistas profesionales han dedicado parte de su tiempo a diseñar correctivos que lo controlen.

yó sobre los contribuyentes, que tuvieron que financiar los programas de rescate bancario (como el IPAB-FOBAPROA, en México). A pesar de su perversidad, el rescate financiero ha sido defendido a capa y espada por los gobiernos neo-liberales con argumentos que, como hemos visto, tienen un tufo ético sutil y sofisticado: 'En el sistema de mercados libres, el sistema financiero es el pilar de la formación del ingreso de los trabajadores, quienes por ello son (o deberían ser) los primeros interesados en defenderlo y, cuando comienza a fallar, en rescatarlo para restablecer el proceso económico y garantizar el bienestar futuro de las familias'. Este argumento carga una ironía y encierra una amenaza: o ayudamos a rescatar a los bancos, o todos nos moriremos de hambre. Pero hay una contradicción profunda, pues esta política crea el mejor 'caldo de incentivos' para una nueva

'Ofrecía un escape de un estancamiento institucional que era esencialmente similar en gran número de paises, pero si se aplicara el remedio produciría por todas partes la enfermedad hasta llegar a la muerte. Esta es la forma en que perecen las civilizaciones....La solución fascista del impasse alcanzado por el capitalismo liberal puede describirse como una reforma de la economía de mercado lograda al precio de la extirpación de todos las instituciones democráticas, en el campo industrial y en el campo político por igual. El sistema'económico que estaba en peligro de destrucción se fortalecería de ese modo, mientras que la gente misma era sometida a una reeducación destinada a desnaturalizar al individuo y volverlo incapaz de funcionar como la unidad responsable del organismo político.' (Polanyi, 1947, p. 236).

epidemia de riesgo moral bancario. Desde hace más de doscientos años, los economistas cooperativistas han insistido fervientemente en que es necesario reducir el riesgo moral en la sociedad con mecanismos de vigilancia, censura y castigo que controlen este tipo de conducta perniciosa. Pero cuando se trata de resolver la contradicción bancaria, muchos 'cooperativistas del desarrollo'prefieren quedarse callados y llevar a cabo más privatizaciones. En resumen, en el 'coopertivismo del desarrollo' existe una fuerte contradicción interna entre lo que se dice que se quiere, lo que se dice que se hace y lo que verdaderamente se hace. Por ello, la resistencia potencial al cooperativismo llega a su máximo en los países 'en desarrollo'. Incluso los cooperativistas democráticos más radicales cuestionan esta forma particular de aplicación de sus principios. Debido a sus enormes dificultades y contradicciones, que debe tratar de controlar de algún modo, el 'cooperativismo del desarrollo' tiende a perder prácticamente por completo la tolerancia con quienes no comparten la misma perspectiva ideológico-moral. Creemos que le vienen muy bien las siguientes palabras dedicadas por Polanyi al fascismo:

En el neo-liberalismo, la intolerancia, los intentos de reeducación de la población y las acusaciones de estupidez e ignorancia alcanzan niveles extraordinarios. Pero las palabras de Polanyi también apuntan a otro problema, que se refiere a la destrucción de la capacidad de agencia de los individuos y la consiguiente imposibilidad de alcanzar la utopia señalada. incluso en los escenarios más optimistas, la aplicación dei 'cooperativismo del desarrollo' crea diversos tipos de pobrezas, materiales y morales, por un periodo más o menos prolongado. En América Latina, la frustración económica y política, el desempleo, la pobreza creciente, la desconfianza en los gobiernos neo-liberales y la corrupción han perturbado totalmente el sistema de necesidades fundamentales de las personas. Poco a poco, a golpe de 'shocks', engaños, falsas expectativas y sorpresas indeseadas se han ido borrando del imaginario popular las nociones de una vida económica y ciudadana digna. Como señala Max-Neef (et al., 1986), las personas hemos dejado de comprender y, por lo tanto, nos hemos convertido en masas cínicas, o más bien perplejas, alienadas e impotentes ante la realidad. Además, imperan cuatro tipos de pa-

010

I 11,11

tología colectiva dei miedo: (a) por confusión

ble' es apuntalar el funcionamiento del 'coope-

semántica originada en manipulaciones ideoló-

rativismo del desarrollo' con instituciones y me-

gicas (recordemos la continua amenaza de ca-

canismos de intervención que operen en los

tástrofe económica cada vez que hay elecciones

espacios más difíciles, conflictivos y riesgosos.

en México); (b) por violencia; (c) por aislamiento,

Nosotros hemos creido preferible entenderlo co-

exilio y marginación; y (d) por frustración de

mo un nuevo intento, imperfecto y contradicto-

proyectos de vida. Nada puede ser más ajeno a

rio, de viabilizar los principios liberales clásicos.

la utopía cooperativista de búsqueda de la au-

Sin embargo, para esta tarea depende directa-

tonomía personal y la capacidad de agencia

mente de los métodos de un 'cooperativismo del

instrumental.

desarrollo' dogmático e inculto, y ésto amenaza

Este marasmo de contradicciones establece

con ahogarlo en contradicciones muy profun-

los límites conceptuales y de intervención del CT

das. Por ejemplo, el proceso iniciado por UNCED

democrático y el 'Desarrollo sustentable: En

ha sido entendido en muchos foros como un

principio, éste ha tratado de recuperar y hacer

'movimiento de cercamiento' global, que busca

viables los principios de la mejor tradición libe-

establecer un nuevo sistema de derechos de

ral. Sin embargo, en ningún momento ha sido

propiedad sobre la atmósfera, los bosques, la

capaz de cuestionar con efectividad su traduc-

biodiversidad biológica, etc.; pero en forma tal

ción en las posiciones neo-liberales más extre-

que, al igual que el proceso de cercamiento ori-

mas que pretenden que la asignación de

ginal, puede ser injusta e inequitativa. Esta posi-

recursos debe dejarse a la libre operación de los

ción nos obliga a reconocer que, dadas las

mercados y las ventajas comparativas, sin aten-

condiciones'económicas y sociales que imperan

der a que éstos puedan estar dominados por

en el mundo, la construcción de organismos su-

flujos de 'falsas mercancías', distorsionados por

pranacionales de desarrollo puede ser una empre-

fuerzas monopólicas y altos costos de transac-

sa cuya legitimidad ética es conflictiva y

ción creados estratégicamente por los agentes

cuestionable, en cuyo caso resulta legítimo pre-

poderosos, o controlados por instituciones de

guntarse cuál es el grado de integración que debe

dominación y compulsión creadas para contro-

considerarse para la formulación de una política

lar las reacciones de resistencia social de la po-

óptima, y cuáles son las instituciones más idóneas

blación. Sólo recientemente, empujado por las

para manejar las interdependencias, toda vez que

enormes protestas sociales, ha comenzado a cri-

existen y son legítimos los 'intereses constitucio-

ticar las políticas de privatización, desregulación

nales' de los distintos grupos o naciones.

y liberalización que aumentan la exposición de

Lo cierto es que el 'Desarrollo sustentable' ha

los productores y consumidores a las fallas en-

contribuido a forzar un cambio importante en la

dógenas de la información y de las instituciones económicas.

visión que tienen los profesionales de la planea

Aunque muchas de sus propuestas significan,

ción. En particular, la búsqueda de las causas y consecuencias de las fallas institucionales ha

en la práctica, la demanda por una fuerte pre-

puesto a la profesión en contacto con una reali-

sencia del Estado en el manejo de recursos, en la

dad que durante años trató de negar: durante el

práctica los profesionistas del 'Desarrollo sus-

proceso económico y social los individuos esta-

tentable' han aceptado que el peso de la prueba

blecen interacciones normativas complejas, con-

recaiga en sus espaldas, y prefieren que los mer-

sigo mismos, con sus congéneres y con la

cados operen hasta que los excesos de sus 'fa-

naturaleza; es decir, la interacción económica no

llas', que siguen considerando exógenas,

sólo se establece con mercancías, precios y es-

demuestren la necesidad imperiosa de interven-

trategias. Las acciones humanas intencionales

ción. Algunos podrían creer, y con cierta razón,

son llevadas a cabo en contextos sociales, cultu-

que el propósito oculto del 'Desarrollo sustenta-

rales y económicos específicos, que incluyen los

valores y conocimientos locales, y su éxito siem-

los objetivos emancipadores de las propuestas

pre depende de las restricciones y recursos de

alternativas de sostenibilidad económica, social

apoyo de los contextos sociales en que operan. Por lo mismo, los profesionales de la sustentabi-

y cultural. Nos referimos a un problema profundo: en

lidad han tenido que establecer metas que sólo

general los grupos ambientalistas no comparten

podrán alcanzarse si los factores humanos e

el razonamiento moral cooperativista; su con-

institucionales de las sociedades modernas per-

flicto con este discurso es sustantivo y sólo

miten integrarlas en proyectos coherentes que

puede ser resuelto mediante un largo y comple-

abarquen los distintos niveles sociales, económi-

jo proceso de diálogo, pero el método de resolu-

cos y culturales: desde los individuos y familias

ción de conflicto que propone y obliga el

hasta el globo en su conjunto. Para conseguir estas metas, sin embargo, ha

'Desarrollo sustentable' - la negociación presuri-

tenido que cooperar y negociar no sólo con las

ye un riesgó para este diálogo.

fuerzas vivas del libre comercio y los gobiernos

zada- no sólo es insuficiente sino que constituA pesar de las restricciones discursivas que

nacionales, sino también con las organizaciones

una parte considerable de las organizaciones no

no gubernamentales de la sociedad civil. Pero en

gubernamentales ambientalistas se imponen a sí

este campo surgen nuevas dificultades.

mismas en aras de la diplomacia y el pragmatismo político, éstas encuentran su motivación en

3.1.4 El 'Desarrollo sustentable' y las tradi-

otros proyectos éticos. En México destacan tres

ciones de participación ciudadana: mucha

tipos de proyectos alternativos:

negociación y poco díálogo En la actualidad se acepta que las ONG's consti-

• Proyecto de Eco-Desarrollo. De corte pragmático-comunitarianista, comparte con el

tuyen un sector que puede compensar ciertas

'Desarrollo sustentable' la pugna por el de-

disfuncionalidades del mercado y el Estado en

sarrollo de la heterogeneidad cultural, las

resolver diversos problemas socio-ambientales (Guerra, 1997; Fukuyama, 1999). En cierto sentido, la participación de las ONG's abre ' una vál-

economías equitativas y sustentables, los sis-

vula de escape a los problemas sociales que el

la superación de la cultura consumista. En el

sistema económico y político acarrea, pero tam-

ámbito productivo promueve la implementa-

bién ahonda en la sociedad la conciencia de que

ción de tecnologías limpias y energéticamen-

la democratización social, la descentralización y

te eficientes y el manejo agroforestal

la participación ciudadana pueden y deben jugar

ecológico y orgánico, así como el recicla-

un papel fundamental en corregir los principales

miento de desperdicios. Todo ello para esta-

defectos del sistema. Esta conciencia pudiera haber encontrado un

blecer procesos sinérgicos entre las formas

locus natural para su florecimiento en el ámbito

neración ecológica y reciclamiento de ener-

del 'Desarrollo sustentable', que en teoría sería

gía y materiales. Sin embargo, se diferencia

el sitio perfecto para conseguir la confluencia

por las críticas que hace al libre comercio y a

pragmática de los esfuerzos participativos que

los programas de crecimiento sostenido. En

tanto las fuerzas cooperativistas como las alter-

cambio, promueve el impulso a la comunidad

nativas buscan a través de racionalidades (éti-

local, conectada internacionalmente mediante

cas) distintas y contrapuestas. Sin embargo, los

redes translocales de intercambio de bienes,

términos de participación planteados y permiti-

recursos e información eficientes, pero con

dos por las prácticas convencionales del discur-

autonomía organizativa en lo económico, so-

so del "Desarrollo sustentable" son adversos a

cio-ambiental y político.

temas políticos democráticos basados en estructuras de igualdad y participación social, y

organizativas sociales y los procesos de rege-

1 ,,,,* ■ 11.4,41*

IO*011 40 1141110 41 0

1 1,

• Proyecto de Derechos de los Seres Vivos y la Naturaleza. Lucha por extender el derecho

lecer la multiplicidad cultural. En el plano de la organización social, se requiere apoyar la

a la vida y la existencia digna a todos las es-

vida comunitaria —pero en su sentido de

pecies vivas. Su fundamento es que no exis-

gestión cotidiana, micro-molecular y solida-

te ningun motivo racional para no hacer esta

ria de las relaciones interpersonales e inter-

extensión: si existen razones que justifican su

grupales— promover la autosuficiencia,

aplicación a los seres racionales, estas mis-

desarrollar tecnologías de bajo impacto y es-

mas nos obligan a aplicarlos a los seres no

tablecer patrones de consumo básico para

racionales. Debemos reconocer que muchos

detener el crecimiento económico. Aunque

de los impulsos conservacionistas más inge-

representa una forma extrema, muchos de

nuos, primarios y profundos surgen, explícita

estos principios son compartidos por la cos-

o implícitamente, de este principio ético, que

movisión católico-cristiana que subyace en

es muy distinto al más utilitarista que pro-

nuestra propia realidad cultural.

mueve la conservación a partir de la existencia para los seres humanos de valores

Todos estos proyectos reconocen una racio-

directos, indirectos o existenciales en los ser-

nalidad sustantiva en la agencia humana. En

vicios y bienes ambientales. En algunos ca-

consecuencia, se enfrentan directamente con los

sos, los promotores de derechos de los seres

intentos de mercantilizar la naturaleza y el ser

vivos se oponen directa y francamente al

humano. El primer proyecto admite la existencia

aprovechamiento de los recursos naturales, y

de mercados limitados y regulados, pero rompe

pueden realizar acciones radicales de enfren-

con la idea de autorregulación. El segundo y el

tamiento para establecer su opinión.

tercero desplazan el ámbito de operación fuera del ser humano, en, el primer caso para extender

• Proyecto de la Ecología Profunda. Basada

los beneficios y derechos de la condición racio-

en una visión cósmico-panteísta, promueve

nal —que se considera un producto de la evolu-

el reconocimiento de un vínculo primordial,

ción biológica— a toda la naturaleza; en el

arquetípico y sagrado de la comunidad hu-

segundo para recuperar el sentido integral de la

mana con la Tierra (Gala). Propone que el

vida humana como parte del cosmos.

dualismo de la forma 'moderna' de vivir con-

Estos proyectos raramente se expresan en

lleva la enajenación de la mente y el cuerpo,

forma pura. Más bien, sus distintas premisas se

y de la realidad espiritual de la realidad ex-

combinan en formas híbridas que, consciente o

tensa, por lo que rompe el vínculo con lo sa-

inconscientemente, impulsan el discurso, los

grado y provoca la ruptura de la comunidad.

proyectos y las acciones de la mayor parte de

El progreso técnico que caracteriza a la mo-

las organizaciones sociales y ambientalistas. Sin

dernidad, además, significa un peligroso des-

embargo, en conjunto conforman una poderosa

vío de la naturaleza y sus leyes. Sin embargo,

fuerza que establece restricciones, o francamen-

la relación comunidad-tierra se mantiene ne-

te se opone, a los proyectos de desarrollo que

cesariamente viva en el inconsciente colecti-

operan bajo la lógica del crecimiento económico

vo de los individuos y pueblos, y se expresa

y el libre cambio de mercancías.

en los significados vitales y valores estéticos,

Tenemos pues, una situación que a primera

simbólicos y existenciales que le atibuimos a

vista se ajusta idealmente a los propósitos y

la naturaleza en nuestra vida cotidiana. Su

procedimientos del cooperativismo democrático.

recuperación en la conciencia implica revertir

Por un lado, un conjunto de fuerzas guberna-

el dominio del paradigma científico frente a

mentales y no gubernamentales requieren 'coo-

otras formas de conocimiento, recuperar el

perar' para 'salvar el ambiente'; por otro, deben

significado cósmico de la comunidad y forta-

hacerlo en el marco de un conflicto irresoluble

entre distintas tradiciones de representación e

proceso de cooperación. Entre otros están las

intervención ambientalista. En estas condiciones,

expectativas de acceso a nuevos canales de in-

el CT propone establecer un conjunto de proce-

formación y financiamiento, de participación y

dimientos neutrales que permitan establecer los

toma de decisiones, de autorrealización en la vi-

diálogos argumentativos y las negociaciones

da política o adquisición de prestigio individual

que permitan dar salida al conflicto y agrupar

o grupal, de renovación personal o grupal en un

los recursos complementarios.

mundo que cambia aceleradamente, etc. Estos

Sin embargo, nuestras discusiones anteriores

estímulos pueden, por sí solos, provocar la con-

deben servir de advertencia contra una interpre-

fluencia de intereses alrededor de los propósitos

tación tan simplista de la situación. Estamos en

de la organización convocante y atraer al en-

presencia de una interacción entre agentes que

cuentro a una buena parte de las organizaciones.

operan con racionalidades sustantivas distintas.

Tercero, junto con el llamamiento a dialogar,

Su capacidad de agencia plena no está sólo o

se hace público un conjunto de procedimientos

necesariamente dirigida a negociar una coope-

de coordinación supuestamente dirigidos a faci-

ración eficiente u obtener el máximo beneficio

litar la comunicación y reducir los costos de

de la interacción, sino a realizar y promover un

cooperación. Estos procedimientos se rigen por

conjunto de bienes internos a las prácticas de

los siguientes principios: (i) Las reglas del debate

cada tradición específica, entre ellos los que se

y los procedimientos de comunicación deben es-

obtienen de promover de una forma particular

tar estructurados y estabilizados. Dichas reglas

ciertas formas de vida o condiciones el ambien-

deben ser neutras, en el sentido de que no de-

te. En este caso, los fines y procedimientos - i.e.,

ben afectar el contenido de los argumentos hi el

la organización de los tiempos y los espacios - de

resultado final del diálogo. (ii) La construcción

la interacción son absolutamente fundamentales.

del consenso cooperativo debe basarse en la ar-

En la práctica cotidiana, los organismos de

gumentación, que debe ser racional, informada

desarrollo operan inconsciente o cuasi-incons-

y libre. En general, se considera que la acepta-

cientemente organizando los encuentros bajo el

ción de estos principios expresa la seriedad y

principio de la 'cooperación presurizada' ¿Cómo

buena disposición de los participantes.

funciona la cooperación presurizada? Supone cuatro elementos. Primero, comienza con un llamamiento mo-

Cuarto, sobre los grupos participantes pesa una exigencia de identidad o imagen. Cada grupo participante debe presentarse a los demás

ralista y universalista al 'diálogo' En este llama-

con un conjunto definido y estable de intereses

miento las organizaciones públicas ocupan un

y preferencias, argumentos constitutivos, estra-

lugar especial: son portavoces del interés 'co-

tegias propuestas o emergentes, patrones nor-

mún a todos y urgente para todos' -es muy co-

mados de conducta práctica, formas de

mún el uso del término 'nosotros'- de alcanzar

intervención práctica, etc., que les permitan ser

un acuerdo que permita concertar y coordinar

reconocidos y categorizados por los otros agen-

las acciones para resolver los problemas socio-

tes involucrados. Esto es crucial, pues la cons-

ambientales. El uso de estos términos prepara el

trucción y negociación del consenso requiere

terreno para controlar las condiciones tempora-

que todos los involucrados puedan tener clari-

les y espaciales y los recursos con que se mate-

dad en cuanto a las identidades propias y aje-

rializarán las interacciones entre los

nas, ya que se supone que, como ocurre en toda

participantes.

negociación, deben poder realizarse las expecta-

Segundo, al llamamiento está acompañado

tivas compartidas de que alguna ganancia podrá

de estímulos materiales y morales poderosos,

obtenerse de cooperar y tolerarse mutuamente,

generalmente dirigido a los líderes de las orga-

y para ello resulta indispensable el reconoci-

nizaciones, para promover su participación en el

miento del poder material de los rivales.

Todo esto parece más que razonable. Sin em-

Cuando se encuentran bajo escrutinio, por

bargo, un poco de reflexión permite ver clara-

ejemplo en un encuentro entre tradiciones cuyo

mente que en realidad se está transformando lo

propósito es estimular la cooperación, determi-

que podría haber sido un diálogo en un forcejeo

nan una exigencia particular sobre sus analistas

reglamentado y diplomático que elimina auto-

y críticos. Estos deben someterse previamente a

máticamente muchos de los recursos de poder

un conjunto de pruebas y requerimientos que

de las organizaciones que pertenecen a proyec-

determinen su capacidad de entender, aplicar y

tos y tradiciones de interpretación-intervención

cuestionar los postulados y actitudes de la co-

no-cooperativistas, y por ello promueve la auto-

munidad. En cierto sentido, requieren de una

selección participativa de las organizaciones ci-

cierta 'iniciación' en los métodos, problemas y

viles y la degradación de sus opiniones. En

misterios de la tradición, lo cual requiere de un

particular se eliminan aquellos elementos de su

cierto manejo del tiempo, el espacio y los recur-

racionalidad práctica que determinan sus rasgos

sos (Esto es cierto incluso para las tradiciones

más importantes: su carácter integrado y su ca-

científicas modernas; cualquier reunión acadé-

rácter abierto y evolutivo.

mica de físicos o matemáticos constata palpa-

representación-actuación-intervención son mu-

blemente el hecho.) Pero toda tradición viva contiene corrientes

cho más que el resultado de simples opiniones

de pensamiento basadas en la identificación de

colectivas acerca del mundo o emanaciones dis-

incoherencias en su propia estructura de actua-

cursivas de los intereses compartidos de un gru-

ción, conocimiento y creencia, y en los riesgos e

po de individuos. Representan formas

incertidumbres que le provee una razón para

estándares de práctica y argumentación con los

ahondar y evolucionar en sus ideas, y en ocasio-

que los miembros de una comunidad histórica

nes abandonar las creencias propias cuando ha-

enfrentan la incertidumbre y el conflicto, e inte-

yan descubierto explicaciones decididamente

gran su vida cotidiana y sus planes para el futu-

más razonables, de acuerdo a sus propias es-

ro. Estas formas son consecuencias históricas

tructuras de razonamiento. A menos que parti-

del carácter integrado de las tradiciones. Frente al emotivismo, relativismo y oportunismo de las

cipe en una tradición muerta plagada de convencionalismos estériles, la integridad de las

preferencias, creencias y actitudes que sostiene

tradiciones es de tal forma que sus miembros

el agente cooperativista, el agente sustantivo se

pueden reconocerse como individuos en evolu-

reconoce como parte de una comunidad históri-

ción que pertenecen también a una comunidad

ca, por lo que es capaz de reclamar la 'verdad' -

en evolución. Esto la lleva a reconocer la exis-

con v minúscula y entre comillas - y la 'legitimi-

tencia de conflictos, problema y 'misterios' no

dad' para sus postulados, actitudes y acciones

resueltos y ambigüedades en sus propios postu-

actuales, pues reconoce que son el producto de

lados y acciones. La comunidad puede llenar los

haber acumulado tantas experiencias, pregun-

huecos con soportes originados de muchas for-

tas y objeciones a las 'verdades' del pasado co-

mas —desde mitos y arquetipos hasta construc-

mo es posible, y que tienen justificación

ciones altamente 'racionales', como son el Dios

suficiente respecto a sus propios criterios y es-

de los filósofos o las expectativas estadística-

tándares de suficiencia interna, que también

mente racionales— pero la tensión y la incerti-

han sido sujetos a cuestionamiento interno y

dumbre siempre permanecen. En principio, toda

autor reflexión. La 'verdad' de las tradiciones, por lo tanto, no

tradición viva se reconoce como abierta al futu-

es resultado del "happening", sino que, como las

tura permanecerá en ausencia de situaciones

mutaciones biológicas, se ha dado sobre una ba-

que puedan ser interpretadas como amenazas

se genético-histórica compleja e integrada.

que provienen del exterior.

En condiciones normales, los proyectos de

ro y al infinito —interno y externo—, y esta aper-

35

Los recursos de una tradición para dirimir sus

transmiten la energía y el poder constituido de

propios conflictos internos representan virtudes

cada una de las partes a las demás. De ahí la

que permiten a sus miembros, en el momento

importancia ritual de partir de eufemismos mo-

en que entran en contacto con otras tradiciones,

ralistas-universalistas.

explorar seriamente los nuevos postulados y formas de actuación. En este proceso, descubri-

En estas circunstancias, están completamente fuera de lugar los procesos de reflexión,

rán y caracterizarán, hasta donde la evolución

auto-rreflexión y aprendizaje compartido, ne-

de la propia tradición lo permita, las semejanzas

cesarios para mantener la integridad genética

y diferencias, tanto en contenidos cómo en mé-

y funcional de las tradiciones en presencia de

todos y estándares de razonamiento y acción.

otras tradiciones. La identificación que de-

Después de un arduo proceso de traducción, po-

manda de los participantes es completamente

drán establecer hasta donde sea posible los

artificial. En consecuencia, muchas tradiciones am-

campos y términos del debate y la cooperación. Lo anterior conduce a una conclusión impor-

bientalistas rechazan esta forma de diálogo. Al-

tante. Un diálogo cooperativo efectivo entre tra-

gunas organizaciones radicales prefieren otras

diciones requiere que las partes puedan traducir

formas de confrontación basadas en la acción

los intereses y argumentos ajenos a sus propios

directa y la movilización de los recursos emocio-

términos, que los hayan internalizado y legiti-

nales. Otras consideran que el tipo de diálogo

mado en sus estructuras de razonamiento e

que condiciona es inútil. Por ejemplo, para los

incorporado emocionalmente. En nada ayuda a

creyentes en la ecología profunda no tiene nin-

esto el carácter artificial de las instituciones

gún sentido 'razonar' un consenso, ya que para

cooperativas. La negociación presurizada, en cambio, es un

entender sus 'razones' es necesario experimen-

mecanismo diseñado para dirimir los conflictos

cia, los dos tipos de grupos se autoseleccionan y

sin necesidad de atender a los estándares de ra-

quedan fuera del 'diálogo Desde la perspectiva de quienes plantean la

cionalidad sustantiva de cada una de las partes;

tarlas y vivirlas directamente. Como consecuen-

de hecho, opera bajo el principio de que los de-

negociación presurizada, estas posiciones pue-

bates sobre los fines de las tradiciones son, en el

den parecer inmaduras y retardatarias (recuér-

fondo, irresolubles y que los únicos estándares

dese el carácter urgente de sus llamamientos);

de racionalidad son los que se expresan en los

son propias de adolescentes y fanáticos. En el

procedimientos. Prefiere, por lo tanto, adoptar

mejor de los casos, son causa de la dispersión de

un pluralismo de carácter relativista y perspecti-

recursos y esfuerzos y, en el peor, una amenaza

vista: en lugar de intentar analizar y discutir

a la estabilidad y consistencia de las acciones de

desde las distintas perspectivas racionales la

cooperación y una tragedia en ciernes. Pero des-

verdad o falsedad de los postulados bajo análi-

de la perspectiva que aquí hemos adoptado

sis. De ahi su demanda por que las tradiciones

aparecen como posiciones bastante maduras. De

rivales definan sus intereses y den una salida rá-

hecho, podemos verlas operar, consciente o in-

pida y negociada a los conflictos. Para ello con-

conscientemente, en el silencio, la duda y la

viene adoptar un lenguaje ecléctico para

desconfianza que muchísimos individuos y gru-

fortalecer una tolerancia superficial y evitar

pos ambientalistas guardan durante las reunio-

conflictos de fondo. En esta situación, el verda-

nes de planificación ambientalista. La razón de

dero diálogo es, en el fondo, superfluo e innece-

esta autoselección es que para la mayor parte

sario: el intercambio de frases entre tradiciones

de las personas resulta frustrante participar en

tiene menos de diálogo que de forcejeo diplo-

procedimientos que nos obligan a negociar

mático. Más que argumentos, se intercambian

cuando más bien estamos dispuestos a dialogar

aforismos, es decir, enunciados-fuerza que

para compartir y desarrollar los bienes internos

de las prácticas de nuestras comunidades de pensamiento. Pero incluso para las organizaciones que

gubernamentales hacia las organizaciones de cooperación, y por ello aumenta su aislamiento y dispersión. En este sentido, y esto es paradóji-

sienten que sólo están interesadas en adelantar

co, la 'cooperación ambientalista' contiene fuer-

sus intereses y preferencias, el aprendizaje de

zas de dispersión social y promoción del

los estándares característicos de una negocia-

conflicto, lo cual reduce el potencial de todas las

ción presurizada pueden significar un costo ma-

partes para resolver la problemática ecológica.

terial o moral que en ocasiones no pueden o no

En resumen, un verdadero diálogo implica

están dispuestas a pagar. Por ejemplo, los reque-

que se ha realizado un proceso de auto-rrefle-

rimientos de argumentación 'informada y cientí-

xión-introspección profunda. En el caso de que

fica' —que tiene poco sentido en el ámbito de la

los postulados, actitudes y acciones de una tra-

vida y los problemas cotidianos de los indivi-

dición rival sean rechazados, los argumentos pa-

duos— obligan a las organizaciones civiles, sobre

ra hacerlo serán absolutamente claros: se habrá

todo a las que emergen de las clases proletarias

trascendido la posibilidad de un intercambio de

y campesinas, a dar voz extraordinaria a líderes,

aforismos y un diálogo de sordos. El que con-

académicos y planificadores, y a enfrentar los

ceptualicemos así el diálogo significa que reco-

riesgos de la profesionalización, burocratización,

nocemos en nosotros mismos y en los demás

manipulación o participación reducida. Al final

capacidades y virtudes muy distintas a las que

de cuentas, sólo participarán las organizaciones

caracterizan a la capacidad de agencia coopera-

para las que los costos de negociar dialogando

tivista. El carácter reconocidamente evolutivo y

con el organismo convocante sean suficiente-

comunitario de nuestra agencia individual nos

mente bajos; en general, éstas serán las que

otorga simultáneamente una integrabilidad y

comparten más cercanamente o están más dis-

una apertura —ambos fuentes de fortaleza— de

puestas a adecuarse a sus propósitos, carácter discursivo y principios de organización.

la que carece el agente cooperativista.

De esta forma, la cooperación presurizada

Estas virtudes son recursos de poder que provienen del carácter comunitario y evolutivo

funciona en último término como una presión

de la vida humana. Sin embargo, su potenciali-

de selección direccional que conduce a las orga-

dad puede no realizarse debido a varios factores.

nizaciones a autoseleccionarse o a evolucionar

Una larga historia de guerra, genocidio y des-

en un sentido particular determinado por las or-

trucción justifican nuestras actitudes de des-

ganizaciones convocantes. Surge, por lo mismo,

confianza en los miembros de otras

la acusación de que el 'Desarrollo sustentable'

comunidades y tradiciones de acción. En nues-

reduce a las personas, sus colectivos y sus pro-

tras agrupaciones sociales prevalece una visión

yectos sociales a meros objetos pasivos de la

de las contrapartes llena de rasgos negativos. Al

política económica, y no reconoce, ni garantiza,

referirnos a ellas tratamos de generar en noso-

ni potencia la voz, la participación y el poder de

tros mismos y en los demás estados de exalta-

aquellos que están directamente involucrados

ción que encaucen violentamente nuestra

en los procesos de desarrollo sustentable a escala humana.

hostilidad. La misma hostilidad genera estados

Esto tiene consecuencias. Las reacciones de

psicológicos distorsionados: de rememoración y percepción selectiva (formación de estereotipos,

las organizaciones a esta situación varían desde

visión de tunel, refuerzo y polarización) y de re-

un franco enfrentamiento hasta la participación

presión negación (deshumanización, identifica-

limitada y condicionada, lo que resta organici-

ción, racionalización, proyección y

dad al movimiento civil ecologista y provoca su

desplazamiento) (Aisenson, 1994).

falta de definición y efectividad. Todo esto refuerza la desconfianza de las organizaciones no

37

Estos factores representan restricciones decisivas para la sustentabilidad a escala humana.

411

11,111ái

Como lo hemos señalado repetidas veces en es-

culturales nos damos entre nosotros. En conse-

te texto, muchas de las fallas de conocimiento,

cuencia, las comunidades y tradiciones no-mo-

mercado, instituciones y gobierno —locales, re-

dernas comienzan a recomponerse y a readquirir

gionales y globales— que, de acuerdo al 'Desa-

vitalidad. ¿Qué actitud debemos adoptar para for-

rrollo sustentable', necesitaríamos corregir para

talecer un diálogo maduro entre ellas y facilitar de

impulsar el desarrollo sustentable son endóge-

esta manera un desarrollo a escala humana?

nas, es decir, son producto de la resistencia so-

Hay una posibilidad que debemos empezar

cial o las psico-patologias sociales que la

pronto a explorar seriamente, y que implica una

cooperación económica y política produce cuan-

extraordinaria posibilidad humana. A estas altu-

do es construida sobre relaciones sociales de

ras debe de ser claro que el lema 'dar respeto a

presurización, dominación, enajenación y explo-

quienes nos respetan' no es suficiente para ga-

tación. En muchas ocasiones estas relaciones

rantizar un diálogo maduro, pues implica desco-

son consecuencia directa del oportunismo, la

nocer el potencial evolutivo de las tradiciones

avaricia y el ansia de poder de los individuos y

que calificamos de inmaduras 13 pero que pue-

grupos dominantes (p.ej. especuladores y fun-

den llegar a tener en el futuro considerables re-

cionarios protagonistas). En muchos otros ca-

cursos dialógicos si mantenemos con ellas una

sos, sin embargo, resultan de los métodos

relación de mutualismo co-evolutivo. Una rela-

compulsivos y las decisiones de distribución ine-

ción así se establece cuando una tradición, par-

quitativas que los 'tomadores de decisiones'

tiendo de sus propias referencias, reconoce que

económicos y políticos 'deben' tomar para pro-

maximiza su propio potencial de desarrollo, pre-

teger los beneficios de la cooperación y contro-

sente y futuro (y por ello su valor de opción), al

lar las fallas de información y externalidades

respetar y promover el potencial evolutivo de

que la resistencia o la patología social han pro-

otras tradiciones, incluso las rivales, y por ello

ducido. Existe, pues, un circulo vicioso que ge-

construye prácticas e instituciones que desarro-

neralmente se acompaña de una profunda

llan sus recursos y virtudes a través de crear las

distorsión de imágenes —ya que cada parte acu-

condiciones —el andamiaje— para que las estas

sa a las otras de ser las verdaderas causantes

tradiciones puedan desarrollar sus propios bie-

del problema— así como de un diálogo de sor-

nes internos.

dos entre los agentes 'cooperantes' y un proceso de negociación que sólo palia pero no resuelve el problema. Estos estados no sólo erosionan la capacidad

Así, para que exista un diálogo maduro en el campo del 'Desarrollo sustentable' los participantes de los encuentros de planeación ambiental deben estar dispuestos a una relación de

de las comunidades humanas de cooperar con

mutualismo co-evolutivo con otro participantes,

las demás en una forma verdaderamente efi-

para lo cual es necesario que previamente se

ciente y efectiva, sino que las deterioran inter-

vean expuestos a las prácticas, enseñanzas y crí-

namente al destruir sus virtudes de

ticas de las tradiciones rivales de manejo am-

integrabilidad y apertura.

biental (no sólo a sus argumentos más o menos

Afortunadamente, los últimos años han sido

racionalizados), de tal forma que estén dispues-

testigos de una transformación sin precedentes

tos no sólo a conocer estas prácticas, enseñan-

en cuanto al respeto que los individuos y grupos

zas y críticas, sino a internalizarlas en términos

13 Como ha señalado Raimon Pannikar (1992), en cualquier cultura suficientemente antigua y compleja podemos prácticamente encontrar cualquier manifestación del espiritu humano. Sin duda pueden señalarse en los más diversos ámbitos de la vida humana tradiciones de pensamiento cuyas condiciones actuales le impiden, por el momento, establecer un diálogo maduro con otras tradiciones. Sin embargo, también debemos reconocer que en todo grupo humano existen los recursos culturales para alcanzar la apertura y flexibilidad necesarias para poder hacerlo.

propios y sin menoscabo de la propia seguridad

ta ahora el 'Desarrollo sustentable' no ha podi-

intelectual y espiritual (de otra forma, no po-

do establecer claramente su independencia de

dríamos decir que somos capaces de aprehender

lo que denominamos 'cooperativismo del desa-

los bienes internos de esas tradiciones). Con es-

rrollo: En buena parte esto se debe a la legiti-

to dejaríamos realmente de tratar a otras tradi-

midad que el mercado adquirió en los ochentas

ciones como "tigres de papel", lo que no sólo las

y noventas, basada en su potencial de desatar

daña a ellas sino a nosotros mismos.

las fuerzas productivas de la tecnología y el es-

Lo anterior, sin embargo, demanda institucio-

fuerzo individual y en la convicción de que

nes nuevas, muy distintas a las existentes, que

brinda protección contra el poder arbitrario y

no refuercen el 'liderazgo' ególatra de los convo-

descontrolado del Estado. Sin embargo, día a

cantes y participantes, sino su des-identificación

día se incrementa la convicción de que también

inteligente, es decir, con integrabilidad, apertura,

es necesaria la presencia de un gobierno que

fluidez y capacidad de desarrollar sus propios

brinde protección contra la implacabilidad e in-

bienes internos. Estas instituciones tendrían que

seguridad de los mercados. El problema es có-

reducir el papel del encuentro multilateral, tal

mo mantener esta doble protección sin

vez más barato pero también más inútil, para

necesidad de someternos a la banalización y

fortalecer la experiencia compartida con hospita-

destrucción de los bienes internos propios de

lidad mutua y sin mediación. Todo esto requiere

nuestras prácticas tradicionales. Una vez más,

de una profunda reeducación de los profesionis-

parecería que la solución está en contar con

tas y un nuevo tipo de 'capital humano:

instituciones gubernamentales cuyos propósi-

Sólo convendría mantener algunos de los

tos, actitudes y compromisos emerjan de un

rasgos de las instituciones actuales —diploma-

diálogo maduro entre las distintas tradiciones

cia, efectividad, precisión y presteza— para los

que, en sus múltiples dimensiones, forman toda

casos de conflicto extremo y estricta necesidad

sociedad humana (tradiciones culturales, eco-

de negociación, pero reconociendo abierta y pú-

nómicas, ideológicas, científicas, etc.). Esto daría

blicamente que constituyen expresiones de un

una sólida base para construir estándares de

tipo de violencia reducida que se considera, da-

desarrollo humano legítimos y creíbles con que

do el caso, necesaria y justificada. Las reflexiones anteriores nos conducen a una conclusión final. Hemos señalado que hasBibliografía

limitar y regular tanto la operación incontrolada como las distorsiones e imperfecciones de los mercados. Missing Markets: Some Paradoxes Explained",

The Economic Journal, 101, november 1991, AISENSON, K.A. (1994). Resolución de conflictos:

un enfoque psico-sociológico. Fondo de Cultura Económica, México. BARTELMUS, P. (1994). Environment, Growth and

Development. Routledge. DALY, H. E. & Cobb Jr., J.B. (1989). For the Com-

mon Good: Redirecting the Economy Towards Community, the Environment, and a Sustainoble Future. Beacon Press. DALY, H. E. (1991). Steady State Economics. Island Press. DE JANVRY, A., B. Sadoulet & M. Fafchamps (1991). "Peasant Household Behaviour with

1400-1417. DORE, M.H.I. (1999). The Economics of Wellbeing: A Review of Post Welfarist Economics. In M. Doré & T.D. Mount, Global Environmen-

tal Economics: equity and the limits to markets. Blackwell Publishers. DwoRKIN, R. (1993). Ética privada e igualitarismo político. Ediciones Paidós. FUKUYAMA, F. (1999). La gran ruptura: la naturale-

za humana y la reconstrucción del orden sociaL Ed. Atlántida, Buenos Aires. GALLARDO, C. S. (1999). "Acción colectiva y diplomacia social: el movimiento ambiental frente

al Tratado de Libre Comercio de América del

dio histórico comparativo. CIDE- Fondo de

Norte". Tesis doctoral, Centro de Estudios So-

Cultura Económica.

ciológicos, El Colegio de México. C. (1997). Nueva estrategia neoliberal: la participación ciudadana en Chile. Centro Re-

GUERRA,

gional de Investigaciones Multidisciplinarias. México.UNAM. KURZINGER, W, E.; F. Hess; J. Lange; H. Lingnau; H. Mercker y A. Vermehren (1991). Politica Am-

biental en México: el papel de las organizaciones no gubernamentales. Instituto Alemán de Desarrollo, Friedrich Ebert Stiftung. MACINTYRE,

A. (1982). After virtue: a study in mo-

ral theory. Dakworth. MACINTYRE, A. (1988). Whose justice, which rationality? University of Notre Dame Press. MACMYLOR, P. (1994). Alasdair Mcintyre: critic of modernity. Routledge. MAS-COLELL,

A., M. Whinston & J. Grenn (1995).

Micro-economic theory. Oxford Economic Press. MASERA, O., M. Astier & S. López-Ridaura (1999).

POLANYI,

K. (1947). La gran transformación. Ed.

Claridad, Buenos Aires. Robinson, J. (1970). Libertad y necesidad: introducción al estudio de la sociedad. Siglo XXI editores. A. K. (1985). Commodities and Capabilities. Amsterdam: North-Holland.

SEN,

SEN,

A. K. (1999). Development as Freedom.

Knopf. TAYLOR, Ch. (1996). Fuentes del yo: la construcción de la identidad moderna. Paidós Básica. TAYLOR,

P. & R. García-Barrios (1999). "The Dyna-

mics of Socio-environmmental Change and the Limits of Neo-Malthusian Environmentalis". In M. Doré & T.D. Mount, Global Environmental Economics: equity and the limits to markets. Blackwell Publishers. TURNER,

B.S. (1994). Orientalism, Postmodernism

& Globalism. Routledge. UNDP, 1992. The Human Development Report.

Sustentabilidad y manejo de recursos natura-

Geneva: United Nations Development Pro-

les: el marco de evaluacion MESMIS. Mundi-

gram.

prensa, GIRA, Instituto de Ecología. Max Neef, et al. (1986). Desarrollo a escala humana: una opinión para el futuro. CEPAUR, serie Dialogue. MEFFE, G. & C. R. Carroll (1996). Principles of Conservation Biology. Sinauer Associates.

UNEP (1995). Global Biodiversity Assesment: summary for policy makers. Cambridge University Press-United Nations Environmental Program. VATN, A. & D.W. Bromley (1995). "Choices without Prices without Apologies" In Bromley,

(ubicado en la nota 11, pág. 57; dado que es

D.W. (ed.), The Handbook of Environmental Economics. Blackwell. VITOUSEK, P.M., Ehrlich, P.R., Ehrlich, A.H. & Mat-

una cita textual, sería conveniente agregar e

son, P.A. (1986). "Human appropriation of

número de página de la cita).

products of photosynthesis", in Bioscience,

R. (1997). La experiencia filosófica de la India, editorial Trotta, Col. Paradigmas

PANNIKAR,

PIPITONE, U. (1995).

La salida del atraso: un estu-

36, 6:368-73.