25 UNIV DIAG 2003;3(1):25-9

LABORATORIOS BETERÁ

El agua y el naturalismo Dr. Julio Beltrán Hernández1 y Lic. María Elena Trujillo Rexach2

RESUMEN Se revisó la temática desde el punto de vista fisiológico, naturalista y restaurador que posee el agua, la cual, según el diccionario es un compuesto químico constituido por 1 átomo de oxígeno y 2 de hidrógeno y agrega que las tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas de este elemento, que cuando es puro se congela a 0 °C y hierve a 100 °C al nivel del mar, a presión atmosférica de 760 mm de mercurio. Es un elemento esencial para la vida, pues constituye 70 % de la materia viva. En el cuerpo humano representa 65 % del peso total. Es el vehículo mediante el cual se ingieren numerosos alimentos y minerales indispensables para la salud, pero también la vía por la que se pueden adquirir numerosas enfermedades. Los desajustes en su ingestión y absorción al nivel digestivo o celular, en su metabolismo o alteraciones en la excreción por vía urinaria, transpiración o evaporación, provocan enfermedades graves o alteraciones que van desde el coma, hasta otras muy simples como pueden ser la piel y mucosas secas, presencia de pliegues cutáneos y arrugas, entre otros. Palabras clave: AGUA, AGUA POTABLE, AGUAS MINERALES, CALIDAD DEL AGUA.

SUMMARY Water is a chemical compound made up of 1 atom of oxygen and 2 of hydrogen. Water cover the ¾ parts if the terrestrial surface when it is pure it becomes frozen at 00C and it boils at 1000 C at see level, at an atmospheric pressure of 760 mm of mercury. It is an essencial element for life, it constitutes the 70% of the living matter. Within the human body it represents the 65% of the total weight, It is the vehicule by which numerous food and minerals indispensable for health are ingested, but it is also the route through which many dieases are adquired. The disorders regarding its ingestion and absorption at a digestive or cellular level, in its metabolism or alterations in the urinary excretion, transpiration or evaporation , provoke serius diseases and disturbances that range from coma up to other very simple such as dried skin and mucous presence of cutaneous folds wrinkles among others. KEY

WORDS :

WATER, DRINKING WATER, MINERAL WATERS, WATER QUALITY.

EL AGUA QUE BEBEMOS El agua no es solo un elemento esencial de nuestra vida. En la actualidad ha transformado los hábitos de bebida hasta extremos impensables hace una década. 1 2

La moda de la vida sana que imponen los tiempos exige una alimentación natural y alejada de cualquier contacto con bacterias, virus o productos químicos; además, hay que beber mucha agua, es la frase que se ha hecho omnipresente en nuestras vidas. “Por lo menos 8 vasos al día”, llegan

Especialista de II Grado en Hematología. Investigador Agregado. Licenciada en Información Científica. Especialista en Ciencias de la Información/Marketing

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afirmar los entendidos, sin cuestionar demasiado si esta premisa llega de urólogos, fisiólogos, especialistas en nutrición o de conversos seguidores de la nueva religión naturalista. Por otra parte, muchas personas han hecho del agua embotellada un sinónimo de capacidad adquisitiva, otros una ostentación de exquisitos conocimientos gastronómicos, hasta el extremo de que ya existen catadores y expertos en agua embotellada que hablan del “matiz” de esta marca y la “suavidad” o característica de la otra, como si se tratara de un vino. En las principales ciudades de EE.UU. ya existen bares especializados en agua. Toda una cultura, que según manifiestan los entendidos es tan importante como la del vino, el pan o el queso, pero que todavía entre nosotros tiene poca prédica, y que es la del agua como alimento.

EL AGUA: TEMA DE ACTUALIDAD Una persona sana necesita ingerir 2,5 L de líquido por día y el resto se encuentra en los alimentos que el cuerpo reclama, aunque en los países tropicales o cuando nos exponemos al sol, estas necesidades se incrementan. El agua es un bien escaso y caro en todo el mundo, causa de guerra entre países fronterizos y un claro marcador entre naciones pobres y ricas. Dicen los expertos que es el petróleo del presente siglo y añaden que el que tiene agua tiene riquezas y poder. Cuando se habla de agua potable la diferencia no es solo salud o enfermedad, sino también calidad de vida. Cada año las aguas contaminadas son la causa de 2 000 000 000 de casos de diarrea en los países subdesarrollados, que llevan a la muerte a unos 5 000 000 de personas y de estos, 3 000 000 de niños, según el último informe sobre desarrollo humano de las Naciones Unidas. Se puede pensar que esto no afecta a los países desarrollados, sin embargo, no es así, pues en un reporte publicado por La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. se asegura que más de 53 000 000 de habitantes de este país beben agua del grifo contaminada por metales pesados, bacterias fecales o sustancias químicas. A tal extremo llega el problema, que en ciudades como Nueva York han tenido que establecer medidas y regulaciones

para eliminar de su sistema de suministro de agua bacterias y parásitos como el Cryptosporidium, que origina serios problemas intestinales y provocó en 1993 la mayor epidemia hídrica que se conoce en la historia en Milwaukee con 400 000 afectados y 69 muertes. Estos ejemplos ponen de manifiesto que el agua del grifo supone riesgos para la salud por la existencia de bacterias cloro resistentes, excesos de cloro, plomo y otros materiales peligrosos en tuberías; además del deterioro y falta de control de las instalaciones domésticas. No es aconsejable su ingestión sobre todo en situaciones de debilidad, lactancia, infancia, embarazo, diabetes, en casos de tratamientos con antibióticos, corticoides, antiinflamatorios en enfermedades crónicas y en pacientes con problemas renales. Todo esto está conduciendo a un cambio de mentalidad en el mundo donde se está comenzando a contemplar el agua para beber como un alimento. Por esta razón, desde finales de 1999 fue aprobada una Directiva Europea sobre el agua potable.

EL CLORO, SUS DERIVADOS Y LAS TUBERÍAS La Directiva Europea no establece la obligatoriedad del uso del cloro, pues existen otros métodos más inocuos pero muchos más caros de la desinfección del agua, como lo es el ozono y los rayos ultravioletas. Sin embargo, se exige la obligatoriedad de estudios toxicológicos y el límite de los niveles de cloro, porque se ha hablado del peligro de los trihalometanos y otros derivados de esta sustancia que pueden ser carcinogenéticos. No obstante, muchos especialistas coinciden que el beneficio obtenido con la cloración del agua es mucho mayor que su riesgo, sobre todo en los países donde por cuestiones económicas no es posible la utilización de otros métodos. La cloroamina tiene los mismos efectos indeseables y beneficiosos, con la ventaja de eliminar el sabor a lejía, pero a su vez es más costoso. En lo que al material de las redes de distribución, el plomo es un tema que va perdiendo vigencia, pues las tuberías de este metal se han ido sustituyendo por otros, porque cuando el agua es muy ácida se puede facilitar la migración de este al agua.

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En realidad, no existe un material que sea inocuo, aunque el efecto dañino de muchos no ha sido bien estudiado, por ejemplo, las tuberías de cobre que gozan de prestigio en fontanería, liberan el metal con aguas blandas, el hierro tiene una vida muy corta pues se oxida y estimula el crecimiento de Legionella; el fibrocemento posee entre sus componentes la uralita que contiene amianto y aunque es poco agresivo por vía oral, existe cierta prevención mundial. El PVC, la tubería más barata que ahora se utiliza, desprende partículas de cloro que sirven de alimento a ciertas bacterias como las Pseudomonas; además, está demostrado que puede liberar sustancias con poder estrogénico. Tal parece que nos quedaremos sin tuberías para el transporte del agua, pero no solo las tuberías sino también los depósitos donde esta se almacena son importantes, porque en muchas ocasiones aquí es donde este precioso elemento pierde sus condiciones de salubridad, por lo tanto es recomendable que el agua sea hervida si se utiliza para beber.

LAS PROPIEDADES FÍSICAS DEL AGUA El agua debe ser inodora, incolora e insípida; esto se ha aprendido desde que somos pequeños, pero otra cosa es la potabilidad y sus propiedades físicas. Un agua puede ser perfectamente potable, no presentar riesgo alguno para la salud y, sin embargo, tener un color y sabor que la hace imbebible. El agua además de llevar disuelto hidrógeno y oxígeno, contiene cantidades variables de minerales y otras impurezas, cuya mayor o menor concentración le dan su color, olor y sabor; además de otras características como la dureza, blandura o acidez. Los especialistas plantean que algún gusto debe tener, porque el agua insípida como la destilada es muy mala de tomar. Las características organolépticas del agua y su posible contaminación dependen en gran parte si son superficiales o subterráneas. El suministro de aguas superficiales a la red pública es el más común y tiene que lidiar con la contaminación de los ríos por la actividad urbana, industrial y agrícola, lo que hace imprescindible su estudio y tratamiento en los acueductos. El suministro público de aguas subterráneas es muy limitado, las procedentes del

manto freático contienen por lo regular un exceso de minerales y las de manantiales en su mayoría cuando es de valor nutricional está comercializada en “botellas”. La adición de flúor para prevenir las caries y yodo para la prevención del hipotiroidismo, es considerada por los especialistas como algo insólito que están de acuerdo en esta máxima: “Al agua hay que añadirle las menos cosas posibles, no debe utilizarse nunca como un vehículo de prevención”, refiriéndose a estos elementos que cuando se adicionan en acueductos hay que controlar su concentración, pues no son completamente inocuos.

AGUA DEL GRIFO Y AGUAS MINERALES ¿Por qué beber agua mineral y no del grifo? ¿Qué diferencias hay entre ambas? Por encima de todo, el sabor. Esa es la principal ventaja del agua mineral, que es debido a la composición mineral constante de cada manantial. Cada marca siempre es igual a sí misma y distintas a todas las demás y los consumidores tienen la posibilidad de escoger la que más le guste, por su sabor y precio. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor es la concentración de minerales, mejor sacia la sed. En cuanto a la seguridad, algunos conocedores dicen que no hay mucha diferencia con la mayoría de las aguas del grifo, pues ciertas aguas embotelladas dejan bastante que desear, porque los controles sanitarios a los que están obligadas las embotelladoras son muchos menores que los legislados para el agua de red. No obstante, los defensores del agua mineral esgrimen que el riesgo de contaminación química o microbiológica en el agua de origen subterráneo es mínima, pues son captadas en manantiales muy protegidos, física y biológicamente. Se bombea el agua en conductores de acero inoxidable y algunas plantas embotelladoras muy serias realizan entre 100 y 300 controles diarios aunque la ley solo obliga a un análisis de flora microbiana al día y fisicoquímicos completos cada 5 años. Los envases en que el agua mineral llega a los consumidores es otro problema; por suerte

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se han eliminado los envases de PVC y han sido sustituidos por el pteraftalato de polietileno y se mantiene el vidrio. Un aparte especial necesitan las etiquetas que informan de la declaración obligada del fabricante sobre las propiedades del agua; ante todo, la procedencia, donde se debe de precisar nombre del manantial y lugar de procedencia, según lo establecido por la ley. En el agua con gas se debe especificar si el gas está en su composición natural y se ha respetado, si ha sido desgasificada parcial o totalmente, si se le ha añadido gas del propio manantial o ha sido enriquecido con CO2. La caducidad debe estar clara y ser respetada; es necesario que el envase esté cerrado, sellado y sin abolladuras. El contenido neto también influye en la caducidad. Residuo seco; indica la cantidad de minerales que lleva disuelta y se mide en miligramos por litros. Mineralización; muy débil residuo seco menos de 50, débil hasta 500 y fuerte más de 1 500. Composición analítica; si la concentración de un mineral alcanza una cantidad determinada, el agua puede ser: bicarbonatada, sulfatada, clorurada, cálcica, magnésica, fluorada, ferruginosa, aciludada y sódica. Menciones; está prohibido internacionalmente aludir a propiedades curativas o preventivas. Solo se admiten 4 menciones: “indicada para la preparación de alimentos infantiles”, “indicada para dietas pobres en sodio”, “puede tener efectos laxantes” y “puede ser diurética”. Además, si hay contraindicaciones deben precisarse.

EL AGUA MINERAL ENVASADA Y ACCIÓN DE FÁRMACOS El agua mineral es sana, pero no es una medicina, sus pretendidas propiedades medicamentosas responden más a criterios comerciales que médicos, porque la concentración de sales es demasiado baja para tener una acción farmacológica, aunque la propaganda diga lo contrario. La consideración de “agua medicinal”, heredada del agua de los balnearios del siglo XIX, se aplicó hasta 1992 a la actual agua mineral. Esto solo es atribuible a las que se venden en farmacias y que por ingestión, por aplicación tópica,

inhalaciones, baños, etc., tienen propiedades medicamentosas; por ejemplo, la famosa agua purgante de Carabaña y las tranquilizantes de azahar y del carmen. Se puede decir que el agua mineral no cura, pero tampoco daña; aunque solo por el hecho de ser agua tiene efectos diuréticos y laxantes, al margen de su composición, y se debe admitir que escoger el agua adecuada contribuye modestamente a mejorar la salud; por ejemplo, las aguas bicarbonatadas favorecen la digestión, las fluoradas reducen las caries, las cálcicas suponen un aporte dietético y las magnésicas combaten el estrés. Por el contrario, los que tienen problemas gástricos o hernia hiatal deben beber agua sin gas, los niños no deben tomar aguas fluoradas o sódicas.

CONCLUSIONES El agua, aunque es un elemento abundante en nuestro planeta y en nuestro cuerpo, tiene requisitos para ser utilizada como elemento nutritivo. Según las concepciones actuales, esto no se logra en muchas localidades, por lo que la potabilización del agua es la máxima preocupación de numerosos países y organizaciones. Otro problema lo constituyen las redes adecuadas de distribución y su almacenamiento, sobre todo al nivel doméstico. Todo parece indicar que las aguas de manantial recogidas adecuadamente son las más saludables. No cabe dudas que las aguas minerales embotelladas son sanas, pero es necesario reiterar que no tienen acción farmacológica y su degustación y hábitos de consumo forman parte de la cultura del mundo desarrollado, lo que las ha convertido en un negocio mundial con un enorme atractivo para las grandes empresas de la alimentación y refrescos. Ya existen marcas como “Bonagua” de la Coca Cola, “Aquafina” de la Pepsi, por mencionar las más poderosas, aunque en realidad no son aguas minerales. Para finalizar, hay que decir que en cualquier caso, a la hora de beber agua potable es mejor pasarse que no llegar; no hay que esperar a tener sed para beber, sino crearse el hábito y mantener un nivel de hidratación constante.

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Por otra parte, si con la lectura de este artículo lo hemos preocupado y quieren saber más sobre el tema, hemos cumplido nuestro objetivo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. www infoagua.Org 2. www Aguamarket.com

3. www Portal.agua.com 4. www Hispagua.cedes.es 5. www Members.Tripod.com 6. www Podemoshacerlo.com

Recibido: 14 de abril de 2003. Aprobado 29 de mayo de 2003. DR. JULIO BELTRÁN HERNÁNDEZ. Laboratorios BETERÁ. Correo electrónico: [email protected]