EDITORIAL Nuestra historia y la particular geografía de nuestro país, nos debería tener acostumbrados a experimentar cada cierto tiempo una catástrofe natural. Sin embargo, nunca nos encuentra preparados y a nivel gubernamental y particularmente en nuestra obra bautista, nos damos cuenta que debemos organizarnos para enfrentar las emergencias de mejor manera. Dios nos dé sabiduría para salir de la actual catástrofe y tener la capacidad para planificar una estrategia para la próxima que seguramente nos afectará en los próximos años. El martes 24 de marzo cerca del mediodía, el Pr. Cristian Flores de la Iglesia de Diego de Almagro nos informaba que él, su esposa Rut Zapata y su hijo Martín, estaban bien disfrutando de la tormenta con lluvia y truenos y mencionaba que la gente de Diego de Almagro estaba impresionada porque nunca había pasado algo así. El día miércoles 25 cerca de las 9 de la mañana personalmente daba gracias a Dios, por responder a la oración por lluvia en el Norte, sin saber que horas más tarde, las noticias nos comenzarían a mostrar las inundaciones y graves consecuencias de la crecida del río Copiapó y del río Salado por la lluvia intensa que caía sobre las regiones de Antofagasta y Atacama. Han pasado dos semanas de la emergencia, las noticias y el testimonio de pastores, hermanas y hermanos testifican del desastre que han provocado estas torrenciales lluvias principalmente en las ciudades de Copiapó, Tierra Amarilla, Diego de Almagro, El Salado, Chañaral y otras localidades menores y el Directorio de Ubach ha querido dejar un testimonio gráfico del desastre que ha asolado a estas regiones, la narración de aquellos que presenciaron lo ocurrido, pero también de todos aquellos que movidos por el amor fraternal, se levantan para entregar una valiosa ayuda que no solo satisfacen las necesidades básicas inmediatas de aquellos afectados, sino que también testifican del amor de Dios y colocan esperanza en todos nuestros compatriotas que han sufrido estas inusuales inundaciones. Unión De Iglesias Evangélicas Bautistas de Chile Miguel Claro 755, Providencia, Santiago De Chile. Teléfono: 2- 22641208 / Fax 2-4218012 ww.facebook.com /unionbautista.ubach

A través de nuestra Voz Bautista digital dejamos en sus manos el testimonio de esta nueva catástrofe y confiamos en Dios que nos dará la oportunidad de seguir ayudando a aquellos que han sido tan afectados y como dice la Biblia en Hebreos 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. En Cristo Jesús, Señor de la obra. Jorge Quinteros F. Director de Comunicaciones

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25 MARZO

2015 1er Comunicado Oficial 26 MARZO A pesar de que el Centro Bautista estuvo sin energía eléctrica durante la madrugada del 26 de marzo, se logró establecer contacto con las regiones afectadas. La información obtenida en ese momento mostraban a Chañaral y Diego de Almagro como las ciudades más afectadas.

La hermana Dámaris Zapata, Directora de la Red de Te s t i m o n i o S o c i a l , s e encontraba en Coyhaique y coordinaba con celeridad su viaje a Santiago para coordinar la campaña de ayuda.

CATÁSTROFE ZONA NORTE

El Directorio UBACH ya coordinaba el como visitar estas regiones lo más rápido posible y ponía a disposición de la Obra una Cuenta Corriente para canalizar las ayudas. Las condiciones del momento impedían una comunicación fluída con los pastores y líderes de la zona. Sin embargo se logró establecer que las pérdidas de la Obra Bautista en la zona eran, aunque de gran embergadura, solo materiales. La hermana María Vásquez, Directora de la Red Nacional de Oración, solicitaba encarecidamente oraciones en cada congregación del país por la zona.

2do Comunicado Oficial 27 MARZO

En Taltal se había logrado establecer contacto con la Pastora Rosa Almendares quien se encontraba junto a otros hermanos ayudando a una familia de su congregación; para llegar a este hogar tuvieron que cruzar el caudal de agua, tierra y barro que aún cruza por la ciudad. René Yaitul y otros pastores de Antofagasta viajaban a Taltal para cooperar con ellos. Hasta ese momento había sido imposible comunicarse con el Pr. David Zapata de

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A dos días de la tragedia ya podíamos establecer con precisión directrices de acción en la zona: En Copiapó el templo de la Segunda Iglesia Bautista sería el lugar de acopio de ayuda a la Zona de Copiapó, Diego de Almagro y Chañaral. La hna. María Vega, esposa del Pr. Oscar Ovalle y Coordinadora de la Red de Testimonio Social en la Tercera Región ya trabajaba con su equipo preparando almuerzos para ayudar a la comunidad. Desde Vallenar el Pr. Marcelo Leiva viajaba con algunos jóvenes de su iglesia para intentar llegar a Chañaral

El Pr. Cristian Flores de la Iglesia de Diego de Almagro se contacta con UBACH para contarnos brevemente que él y su esposa Rut Zapata y su hijo Martín se encontraban bien y en su casa, aunque sin agua ni electricidad.

3er Comunicado Oficial Al 30 de marzo cuando se emite este comunicado ya toda la Obra Bautista del país estaba entregando ayuda concreta las zonas afectadas.

30 de marzo

Pr. Marcelo Leiva con un grupo de hermanos de su iglesia, divididos en dos grupos habían logrado llegar a Chañaral y Diego de Almagro, luego de varias horas de viaje. El panorama era devastador.

En Santiago la UBREM y su Ministerio Extramuros liderado por la hermana Pilar Medina trabajaban arduamente por reunir de manera ordenada y efectiva la ayuda. La Iglesia Bautista Argomedo, La Primera Iglesia Evangélica Bautista de Santiago y el Centro Bautista cumplían la función de centros de acopio.

Fue necesario trasladar a la hna. Rut Zapata y su hijo Martín, esposa del Pr. Cristian Flores, de la Iglesia de Diego de Almagro a Vallenar. El Pr. Flores decidió quedarse en Diego de Almagro para ayudar a los hermanos de su congregación. En esos momentos los pastores Mauricio Reyes y Manuel Urbina, Presidente y Tesorero de la Ubach respectivamente, viajaban para visitar, alentar y entregar ayuda a las iglesias de la zona afectada.

En Copiapó el templo de la Primera Iglesia se encontraba inundado y el Pr. César Bardales en compañía de los hermanos de la congregación trabajaban en limpiarlo. El Pr. Cristian Flores ya contaba con energía eléctrica en su hogar, lo que posibilitaba tener una comunicación más fluida. La Pastora Rosa Almendares nos informaba que se mantenían los problemas de conectividad para llegar a Taltal. Mientras, varios hermanos de Antofagasta y de Iquique llevaban ayuda a Taltal. La Red Nacional de Oración continuaba coordinando la oración nacional.

Se les solicitaba a los hermanos que fueran a cooperar, levar sus herramientas y también colchonetas y sacos de dormir. La escases de herramientas hacíamás difícil el trabajo. La Voz Bautista / Edición Especial

TESTIMONIO ...del alúd en la ciudad de CHAÑARAL Por David Zapata C. y Hermosinia Marín R.

En primer lugar queremos dar gracias a Dios por su gran misericordia, por su amor tan grande que nos ha sostenido y guardado. Un saludo a través de "La Voz Bautista" a todos nuestros hermanos que han orado y ofrendado para ayudarnos en esta gran prueba que nos ha tocado vivir. Queremos compartir con ustedes nuestro testimonio vivido en Chañaral, ciudad en donde estamos sirviendo al Señor ya por casi por 2 años. Todo comenzó con una lluvia que a todos nos alegró mucho ya que nuestra región estaba pasando por una sequía muy grande, pero nunca pensamos lo que vendría después. Los truenos y relámpagos eran tan fuertes esa noche del martes 24 de marzo que causaban mucho temor y preocupación, nunca se habían sentido de esa manera y ya en la madrugada del miércoles 25 fue tan grande la lluvia que el agua empezó a correr por las calles y las goteras de la casa empezaron a caer en nuestros dormitorios y cocina, pero gracias a Dios lo pudimos superar.

poder pasar porque eso evitó que estuviéramos mas tiempo en el lugar en donde una hora después vino el desastre. Regresamos a casa y ya no había luz, se había cortado y en una radio a pilas escuchábamos las noticias y en un momento el locutor empezó a trasmitir en vivo todo lo que estaba pasando y en un momento muy nervioso y angustiado dice: El rio se está llevando una camioneta con cuatro personas, se está llevando todo a su paso, camiones, autos y en ese momento se cortó la trasmisión y de ahí no supimos nada más. Fue tan terrible la noticia que lloramos y nos pusimos a orar por estas personas. De mi familia fui el primero en ir a ver lo que pasaba, pasé cerca de la casa la hna. Lidia y ya el río con toda su fuerza había destruido todo lo que encontraba a su paso, ellos salieron solo con lo puesto. Seguí hacia el Templo que estaba a unos 500 metros mas abajo y ya no había Templo ni nada al lado de él.

En ese momento vino a nuestra mente el Templo y de cómo estaría y quisimos ir a verlo, pero cuando llegamos ya estaba casi inundado, aún así pensamos en entrar para sacar algunas cosas que se podrían salvar, pero nos dimos cuenta que el tambor de la basura ya flotaba y el agua nos llegaría a las rodillas, por lo tanto decidimos no entrar pensando que después vendríamos a hacer un aseo y limpiar todo. Sacamos varias fotos donde ya el río se había desbordado pasando por detrás del Templo. Era impresionante ver la fuerza de las aguas. Quisimos ir a ver a la hna. Lidia Ponce con su familia que vivía en esa misma calle, pero ya no nos dejaron pasar y aunque insistimos, no lo pudimos hacer y gracias a Dios por no La Voz Bautista / Edición Especial

Me encontré con el hno. Cristian, esposo de la hna. Lidia quienes habían perdido su casa, lo que estábamos viviendo era tan terrible que nos abrazamos y lloramos juntos ahí mismo en la calle, después de haber observado que nada había quedado y nada se podía hacer me volví a mi casa, en el camino me encontré con otra hermana de la Iglesia que observaba inmóvil todo lo que estaba pasando, nos abrazamos y oré por ella porque la vi tan mal que le pedí al Señor que la fortaleciera y que le diera fuerzas para enfrentar esta gran prueba. Después seguí a mi casa y en el camino me encontré con mi esposa que venía con mi hija Beatriz quienes salieron a buscarme porque demoraba mucho viendo la situación que se estaba viviendo. Al encontrarnos nos abrazamos los tres y lloramos juntos por todo lo que había ocurrido. De ahí nos fuimos a ver el Templo o el lugar donde había estado, nos quedamos largo rato sin decir ni una palabra, sólo observando la fuerza del agua y el tamaño de sus olas que seguían destruyendo todo lo que aún quedaba en pie.

saber de nuestras familias, ya que a los teléfonos se habían descargado y no había luz, así que la situación era muy difícil, gracias a Dios que después tuvimos señal de otra compañía la que nos ha servido hasta ahora. Los primeros en llegar a vernos fueron los hnos. de la Iglesia Bautista de Caldera, que queda a unos 60 km. al sur de Chañaral, ellos nos trajeron de todo lo mas urgente, especialmente agua, pan y víveres que pudimos compartir con los hermanos de la congregación. Después vinieron los hnos. de Vallenar, también otros hnos. de la Asociación de la Cuarta Región, todos ellos trayendo su ayuda que ha sido de gran bendición para nosotros y la Iglesia, después vino el Directorio de la Ubach, quienes prometieron ayudarnos para continuar nuestra tarea como Iglesia. También los amigos de nuestra hija que vinieron de Calama, trayéndonos su ayuda tan necesaria. También nos han llamado hermanos desde Arica a Punta Arenas para animarnos en la fe y apoyarnos como han podido desde la distancia, de esta forma hermosa y generosa hemos podido ver el amor de todo un pueblo que ora y ofrenda por sus hermanos en tiempo de prueba. Finalmente, queremos agradecer a Dios por su amor y su gran misericordia y a cada uno de ustedes por sus oraciones y apoyo en todo sentido. En este momento la Iglesia se está reuniendo en la casa pastoral y estaremos así, hasta que Dios disponga de otra cosa. Dios les bendiga!!

En medio de toda esta tragedia que nos perturbaba y oscurecía nuestra vida, una luz llegó para recordarnos que no estamos solos y que un gran pueblo de hermanos Bautistas estaban con nosotros. El primer contacto que tuvimos con el exterior fue un llamado del Pastor Boris Rodríguez de "Radio La Voz", que me llamaba para saber de nuestro estado e informar a los hermanos de lo sucedido. Después recibí una llamada del hermano Jorge Quinteros para preguntar de nuestro estado y de su interés para que al día siguiente hiciéramos una comunicación de la radio para las Iglesias del país, lamentablemente se perdió la señal del teléfono y estuvimos así por tres días, sin

"PON TU VIDA EN LAS MANOS DEL SEÑOR; CONFÍA EN ÉL Y ÉL VENDRÁ EN TU AYUDA" Salmos 37:5 (DHH)

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TESTIMONIO Pr. Marcelo Leiva López, Iglesia Bautista de Vallenar Escribí esta nota para contar como vivimos con nuestra familia esta catástrofe. Así compartir una experiencia angustiante, desafiante y esperanzadora.

La preocupación y la angustia comenzaron a hacerse presente en nuestros hermanos, también en nuestra familia quienes viven en Chañaral y Diego de Almagro.

Angustiante por no tener noticias de nuestros seres queridos; desafiante ya que no dejo de sorprenderme como el Señor nos invita a involucrarnos en retos que sin su ayuda no podemos concretar, y esperanzadora ya que aún cuando todo a nuestro alrededor nos indique que el proceso de levantamiento de Atacama será a largo plazo, sabemos que nuestro Señor nos acompaña. Con nuestra iglesia estábamos orando para que lloviera, clamor que imagino era compartido por todas las congregaciones de la región ya que el panorama se veía preocupante ante la escases de agua producto de la sequía. Cuando comenzamos a recibir las primeras gotas nos alegrábamos pues veíamos como el Señor nos bendecía, incluso con truenos y relámpagos lo cuales no son habituales en esta desértica región. El panorama comenzó a cambiar cuando al cortarse la luz en la madrugada del miércoles 24 podíamos sentir como tan anhelada lluvia comenzaba a colapsar nuestra ciudad. Se escuchaban desde nuestra casa las sirenas de bomberos y carabineros. En la mañana fui a revisar el templo y sus dependencias y comencé a llamar a los hermanos para saber cómo habían enfrentado la lluvia y si sus casas estaban con algún problema, confirmando que gracias al Señor ningún hermano de nuestra congregación se veía afectado. Las noticias nos informaban que al interior de Vallenar comenzaba a dimensionarse como el valle comenzaba a inundarse y esta agua producía estragos en los poblados más cercanos; lo cual se replicaba en Copiapó, Chañaral y Diego de Almagro.

Será difícil olvidar el llamado de mis suegros cuando en medio de llantos nos compartían que ya no existía templo en Chañaral pues el aluvión se lo había llevado, también que una hermana había perdido su casa. Sumado a esto, no teníamos noticias de Rut, Cristian y Martín desde Diego de Almagro. Nuestras oraciones en ese momento se enfocaron a que el Señor les guardara la vida y les pusiera en un lugar seguro.Repentinamente las líneas telefónicas se cayeron, ya no sabíamos más de nuestros seres queridos y la televisión nos seguía informando como nuestra región comenzaba a ser devastada por el agua que no paraba de caer. Es así como en medio de todo lo que vivíamos comencé a discernir que el Señor nos desafiaba a ser parte activa junto con la iglesia en ir en auxilio de nuestros hermanos una vez que las rutas de acceso comenzarán a habilitarse. Orábamos y comenzamos a determinar el que hacer en base a lo que el Señor nos iba dirigiendo en nuestro viaje a la zona afectada teniendo que decidir hacia qué ciudad

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La verdad resulta bastante complejo describir todo el panorama con el cual nos encontramos, ya que en ese momento por la razón que fuese, la transmisión de la televisión no alcanzaba a ser lo que precisamente sucedía en nuestra región. Por esto, como iglesia debíamos asumir un rol activo en ir a auxiliar a nuestros hermanos, abrazarles y expresarles que la familia bautista comenzaría a canalizar un sinnúmero de esfuerzos en su ayuda. Por esto, el Señor bendiga a todos aquellos que respondieron positivamente cuando comenzamos sorpresivamente a recolectar ofrendas y aportes para comprar agua, alimentos no perecibles, medicamentos y útiles de aseo. Enfocamos nuestros esfuerzos en Chañaral y Diego de Almagro. Tres jóvenes de nuestra iglesia: Daniela, Gerson y Ezequías partieron rumbo a Chañaral, el hermano Fernando y yo nos fuimos a Diego de Almagro. En lo que se refiere a las rutas de acceso a nosotros nos tocó ir de aventura, ya que recién se estaban despejando las carreteras. El paisaje era devastador, transitar por las calles conocidas pero ahora llenas de barro, agua y escombros, nos hacían descubrir un nuevo paisaje que nos enfrentaba con la realidad. El tráfico era muy lento en algunos sectores en la ciudad de Copiapó y como se estaban despejando los caminos, nos encontrábamos con cortes y desvíos, esto hacía que el viaje fuese más lento. nos animaba la esperanza en el Señor de abrazar a nuestros hermanos.

El relato de lo que tuvieron vivir junto a los hermanos fue desgarrador, verles en pie con tanta esperanza en el Señor, es un aliciente a apoyarles en este proceso.

Al poco tiempo recibí la noticia que los jóvenes habían llegado a Chañaral y pudieron sumarse al trabajo de la familia pastoral en la ayuda a los hermanos y vecinos. En ese momento glorificamos al Señor pues nuestro primer objetivo se había cumplido. Creo que no hay mayor satisfacción que obedecer al llamado del Señor y acompañarlo de acción. La noche del 28 de marzo mientras dormíamos en el living de la casa pastoral en Diego de Almagro, agradecíamos al Señor por considerarnos en su obra, no basta más que dar un paso de fe para volver a comprobar cuán grande es nuestro Dios. Haciendo mías las palabras del salmista cuando expresó: "Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob" (Salmo 46:7). ¡Al Señor sea la gloria!

El re-encuentro con la familia pastoral Flores Zapata fue conmovedor; abrazarlos y saber que a pesar de todo estaban bien, nos hizo glorificar al Señor que en su infinita misericordia les guardó. La Voz Bautista / Edición Especial

TESTIMONIO Quisiera comenzar dando gracias a Dios por todo el cuidado que ha tenido cada momento.

Ese mismo día al anochecer el agua volvía a aparecer y con más fuerza.

Junto a mi esposo Cristian Flores y nuestro hijo Martin llegamos el 01 de Febrero a la ciudad de Diego de Almagro. Llegamos con todo el deseo de trabajar en la iglesia, comenzar una nueva etapa como familia, y con muchos sueños por realizar.

En ese momento empezó a entrar el agua con barro por el living. Fue tan rápido todo que por un instante me dieron ganas de llorar, no podíamos detenerlo, hasta que comenzamos a poner toallas y ropa para evitar que siguiera entrando. Cristian con una tabla ancha logró detener el agua gracia a Dios.

Nuestro hijo Martin había comenzado su año escolar (pre-kínder). Nosotros comenzando a conocer a los hermanos, la gente del norte y trabajando con los niños e iglesia en general. En la ciudad se hablaba mucho sobre la lluvia que vendría, pero nunca pesamos la magnitud que esta tendría. Recuerdo perfectamente la madrugada del 24 de Marzo cuando junto a mi esposo tuvimos que sacar el agua que se nos había metido por la parte de atrás de la casa.( esa noche no paró de llover). A eso de las 08:30 Cristian había ido a ver a una hna. de nuestra iglesia para saber cómo estaba. Al regresar estaba asustado y muy angustiado diciéndonos que el río se había salido. Era impresionante ver como pasaba el agua por fuera de nuestra casa. Intentábamos mirar a los vecinos para ver como estaban. Al rato declinó y el agua comenzó a bajar hasta quedar solo barro.

Esa noche un hno. llegó a buscarnos para que nos fuéramos a su casa ya que en el sector en donde estábamos habían comenzado a evacuar. Esa noche dormimos en su casa. Al día siguiente fuimos a la cancha donde llegaría un helicóptero que traería a las personas que habían quedado aislados en el cerro. En esos momentos nos comenzamos a dar cuenta cuán grave había sido todo. Pudimos conversar con un carabinero ese día y el nos conversaba que El Salado, Chañaral y Copiapó estaban igual de mal y que al parecer mucha gente estaba desaparecida. Fue ahí cuando nos dimos cuenta de toda esta tragedia. De hecho una hna de nuestra iglesia es tía del joven Bombero Álvaro de 17 años que hasta el día de hoy sigue desaparecido. Ha sido muy triste ver el sufrimiento de toda la familia. Los días pasaban y no sabía nada de mis padres que viven en Chañaral. Pero Dios contestó la oración.

Durante ese día junto a otros hnos. empezamos a visitarnos y ver cómo estaban los demás. Estábamos sin luz, sin agua y sin señal para comunicarnos.

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TESTIMONIOS

Hna.Ruth Zapata Diego deAlmagro

El día sábado 27 pude comunicarme con mi hermana Judith (de Coquimbo). Fue muy emocionante escucharle y saber de que mis padres estaban a salvo. Lo triste fue enterarnos de la noticia de lo que había pasado con el templo En Chañaral. Ese mismo día llego mi cuñado, Pastor Marcelo Leiva junto a un hermano. Traían una gran ayuda de la Iglesia Bautista de Vallenar. Fue hermoso verles.

"Ese mismo día al anochecer el agua volvía a aparecer y con más fuerza..." Hna.Ruth Zapata

Junto a mi esposo estamos inmensamente agradecidos por cada oración, por cada ayuda. No ha sido fácil, y no lo será, pero debemos seguir adelante, confiando en que Dios nos seguirá sosteniendo. A pesar de todos los cambios que ha habido, nuestra esperanza está en El. Si estamos vivos es por su gran amor y misericordia, y eso no lo dejamos de agradecer. Es por eso que ruego sus oraciones por toda la región de Atacama, para que nuestro Dios nos siga ayudando a salir delante de esta gran prueba.

Ese día pudimos compartir con ellos. Compartimos la ayuda con los hnos. y vecinos. Fue alentador sentir el apoyo de ellos y de muchos que oraban por todas las ciudades afectadas.

Dios les bendiga.

REPORTES La Red de Testimonio Social, Dirigida por la hermana Dámaris Zapata, a pesar de su intenso trabajo en terreno, desarrolló dos reportes oficiales, el 30 de marzo y el 1 de abril. En ellos informaba acerca de los conductos oficiales de ayuda y las cuentas a través de las que se podía realizar ayuda en dinero, además de informar brevemente la situación de las zonas afectadas y el trabajo de los equipos que en terreno prestaban ayuda. En este marco se publicaron dos testimonios de los que ahora compartimos un resumen con ustedes: "Un placer saludarles y poder informarles acerca de la ayuda que se envió a Taltal. El Día Domingo 29 de marzo, se recibieron las donaciones (alimentos no perecibles, útiles de aseo y agua) se logró juntar una buena cantidad y además una ofrenda en dinero. El Lunes 30 de Marzo en la noche viajaron el Pastor Moisés Ehijo (Presidente URIBAT) más dos pastores, el conductor del vehículo de carga y mi esposa Ilse Albanese, quienes llegaron el Martes 31 a Taltal, después de una larga jornada. Esperamos que la ayuda sea de bendición para nuestros hermanos Taltalinos". Hno. Manuel Solís – Iquique

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REPORTES "Estimados hermanos bautistas de Chile, les saludo en el amor del Señor esperando que Dios les esté colmando de sus bendiciones. Agradeciendo a Dios, ya que ha pasado una semana desde que comenzó esta dura prueba para nuestra región y Él nos ha sostenido y fortalecido cada uno de estos días con su amor y protección.

ayuda que venga para nuestra región debe ser canalizada a través de la Red de Testimonio de nuestra Asociación. Les pedimos que sigan nuestras orientaciones a las otras regiones; si quieren enviar alguna ayuda, lo hagan a través del conducto regular correspondiente, para que estas ayudas sean distribuidas donde hay necesidades más urgentes en forma sabia y equitativa.

Queremos contarles que las iglesias de Chañaral y Diego de Almagro han sido bendecidas grandemente con ayuda de parte de las iglesias de las ciudades de la región que no fueron afectadas por la lluvia, por lo cual, el presidente de nuestra Asociación, Pastor David Zapata ha manifestado que toda otra ayuda que venga a la Región de Atacama pueda llegar a Copiapó.

Estoy recién elegida en este cargo (El sábado 21 de marzo del presente) lo que significa que recién me estoy interiorizando de lo que esto significa, pero la hermana Claudia Vega, quien era la directora anterior me está ayudando en esta ardua y difícil manera de empezar mi nueva responsabilidad.

Esta ayuda se distribuirá de acuerdo las necesidades que hay en Copiapó, Tierra Amarilla, Paipote e interiores.

Con la ayuda de Dios, sé que saldremos victoriosos de esta prueba, y donde florece el desierto florece también la esperanza y la fe de que "a los que aman a Dios, todas las cosa le ayudan a bien".

Además el Presidente Regional manifestó que otras iglesias del país también le han enviado ayuda directa a Diego de Almagro y Chañaral. Acá en Copiapó sólo hemos recibido la ayuda en alimentos de una iglesia de San Bernardo. El que Copiapó ya recibido "demasiada" ayuda, es erróneo.

Muchas gracias por toda su gestión y su disposición a ayudarnos como región, Bendiciones María Vega Pérez Directora Red de Testimonio Social Tercera Región

Estimados hermanos, si es posible, cualquier

"Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos... Amén."

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TESTIMONIO "Amados pastores y líderes de la Uribat, les informo que el día de ayer 1º de Abril regresamos de nuestro viaje que hicimos a la ciudad de Tal Tal, cumpliendo así con nuestro compromiso de ir en ayuda de nuestros hermanos y habitantes que viven en esa ciudad. Viajamos los Pastores Gustavo Riquelme, Lenin Arévalos y Moisés Ehijo, el hermano Alfredo Maldonado de la Iglesia Casa Fuerte de Alto Hospicio y la hermana Ilse Albanese de la Iglesia Eben Ezer. Entregamos a la pastora y congregación de la Iglesia Bautista de Tal Tal más de una tonelada de mercadería consistente en alimentos no perecibles, útiles de aseo, ropa en buen estado y juguetes y dulces para los niños; además de una ofrenda de

amor de $607.000. Estuvimos visitando algunos hogares de los hermanos y llevando la ayuda respectiva. También oramos por nuestros hermanos y les animamos en el Señor a que tengan también la disposición de servir a sus hermanos y vecinos de Tal Tal. Por favor informen a sus iglesias de este viaje y agradezcan toda la ayuda en mercaderías y ofrendas que aportaron para nuestros hermanos de Taltal, que están siendo de gran bendición no solo para ellos sino para toda la comuna de Tal Tal. Damos gracias a nuestro Señor Jesucristo por permitirnos ir en ayuda de nuestros hermanos y de servirles con mucho amor y agrado". Pr. Moisés Ehijo, Presidente de Uribat

TESTIMONIO Hermana Pilar Medina Ministerio Extramuros Hermanas y hermanos, les saludo en el amor de nuestro Dios. La situación de familias, hermanos e iglesias en el norte, sin duda, repercutió en todos nosotros como seguidores de Cristo. Porque parte importante del Evangelio, implica hacerse presente más allá del discurso, extendiendo el amor de Dios en lo concreto y real.

Esta experiencia de trabajo, que intentó bendecir a otros, resultó ser de profunda bendición para nosotros. Por un lado, nuestros hermanos en el norte nos enseñaron que la confianza en Dios es viva, que aún en medio de la dificultad es posible mantenerse en pie. Y al mismo tiempo, pudimos ver personas de nuestra región sirviendo en unidad: mujeres, hombres y jóvenes, compartiendo juntos, cargando cajas, difundiendo la información; aportando de una u otra manera a un mismo fin.

Como región Metropolitana levantamos una campaña de recolección, con el fin de entregar una pequeña ayuda a quienes más lo necesitaban (y siguen necesitando). Gracias a Dios, diferentes iglesias, hermanos y jóvenes se dispusieron voluntariamente a ayudar, ofreciendo sus recursos, manos y tiempo al servicio del Señor. El día domingo 05 de abril, nuestro camión y hermanos voluntarios, llegaron a destino para entregar lo acopiado.

Agradezco profundamente a Dios por cada corazón dispuesto, que le dan sentido al Ministerio Extramuros - Acción Social de nuestra región. Somos bendecidos, y es nuestra tarea el seguir bendiciendo a otros, de manera integral. ¡Dios les bendiga enormemente! Ministerio Extramuros, Unión de Iglesias Bautistas de la Región Metropolitana La Voz Bautista / Edición Especial

TESTIMONIOS

Pr. Moisés Ehijo Presidente de Uribat

UNA RENOVADA FE QUE NACE EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD Pr. Mauricio Reyes Presidente UBACH Resulta difícil dimensionar todo el daño que la catástrofe vivida en el norte produjo en la vida de sus habitantes, no sólo afectó la infraestructura y la conectividad de las ciudades y localidades que están en su entorno, sino también produjo un clima de inseguridad, desesperanza y temor, un sentimiento de impotencia frente a actos de la naturaleza imposibles de controlar. Amaneciendo el martes 31 de marzo junto al Pastor Manuel Urbina salimos desde el Centro Bautista de Santiago para dirigirnos hasta Vallenar. Después de 11 horas aproximadas de viaje, llegamos a esta ciudad donde nos esperaba el pastor Marcelo Leiva, vocal de Ubach y con quién tuvimos una reunión para interiorizarnos de la situación de nuestros amados hermanos y de los trabajos realizados hasta ese momento. El miércoles 01 muy temprano y acompañados del Pastor Marcelo Leiva, iniciamos viaje a la Iglesia Eben Ezer de Copiapó, donde nos esperaban algunos pastores de la ciudad y parte del liderazgo de la zona. Delineamos nuestro plan de trabajo y compartimos la ruta que realizaríamos para visitar la región y las zonas más afectadas. El ánimo de nuestros hermanos para el servicio estaba intacto, a pesar de los momentos difíciles vividos como familia, como iglesia y obra en general. Concordamos que el Templo de la Iglesia Bautista Eben Ezer sería el Centro de Operaciones para la coordinación de las ayudas a la región de Atacama y asignamos de los fondos aportados por las iglesias del país, un monto de $2.000.000 a la Asociación de Iglesias, para que resuelvan de manera rápida problemas que detecten directamente en la región. Con respecto a los templos e iglesias en una evaluación preliminar, detectamos que sólo la Primera iglesia

Bautista había sido afectada por el aluvión, pero equipos de hermanos ya estaban trabajando en la extracción del lodo. La iglesia Bautista de Tierra Amarilla al no sufrir ningún daño estaba siendo utilizada como Centro de Acopio para la ayuda de esta localidad e interior de la región. Cerca de la 14:00 horas seguimos nuestro viaje hacia Diego de Almagro, no sabíamos cuánto íbamos a demorar en el trayecto, pero nuestra esperanza estaba puesta en el Señor, Él nos cuidaría y nos llevaría a nuestro destino sin mayores dificultades. Pasamos la localidad de Inca de Oro rápidamente y ya faltaba poco para llegar a nuestro último punto de visita de ese día. Cerca de las 17:00 horas, llegamos a Diego de Almagro, la visión del lugar era triste y desoladora, el aluvión había causado un desastre de proporciones. Casas, autos, caminos y muchas vidas se habían perdido en el viaje sin control de un río que creció de manera tempestuosa arrastrando con todo lo que encontró a su paso.

En medio de calles llenas de barro y equipos de trabajo intentando mejorar la situación llegamos al Templo Bautista donde hace 2 meses llegó desde Chiloé el pastor Cristián Flores y familia, para atender a esa congregación. Dios había guardado a sus hijos, el Señor nuevamente había sido fiel con nuestros hermanos. El templo había resistido y estaba siendo facilitado a un grupo de 20 personas del Fosis como lugar de albergue. En la noche junto al pastor de la iglesia, parte del directorio de Ubach y algunas hermanas adoramos al Señor en un culto donde renovamos nuestro compromiso a ser fieles, aún en medio de las tormentas que se pudieran levantar en nuestro entorno.

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UNA RENOVADA FE El jueves 02 de abril, a muy temprana hora, emprendimos viaje a El Salado y Chañaral. El paso por El Salado fue triste. La naturaleza pareciera que se hubiera ensañado con esta pequeña localidad, los rieles del tren habían sido sacados de raíz y doblados por la fuerza del río, como si fueran simples alambres de fácil manejo. Parte del camino se había perdido, el pueblo en gran parte ya no existía y en la distancia se podía divisar los equipos de búsqueda que trabajaban a pleno sol, para dar con los desaparecidos por el aluvión. El paisaje se podía describir simplemente como una zona de guerra donde prácticamente todo había sido devastado. ¿Cómo poder ayudar? ¿Cómo ser agentes de la gracia de Dios en medio de tanta tragedia? Qué gran desafío para nuestros hermanos, que habiendo vivido una experiencia tan fuerte y dolorosa, necesitan levantarse para seguir siendo luminares y canales de bendición a su prójimo. Cerca del mediodía llegamos a Chañaral. El Pastor David Zapata nos salió al encuentro y nos guío hasta su casa, ésta sólo había sufrido algunas goteras producto de la lluvia, goteras que había que reparar. Sin embargo, el templo construido en el lecho del río fue arrastrado por la fuerza del aluvión, no dejó nada que pudiera recordarnos que días antes en ese lugar se levantaba un lugar de adoración, hermoseado hace dos meses y con una inversión cercana de 4 a 5 millones de pesos en todo el cierre de la propiedad. El pastor David nos decía "si bien el templo ya no está, el comedor de nuestra casa está siendo habilitado para los cultos de adoración. Necesitamos sillas e himnarios para cantar al Señor", todo esto mientras recordaba una alabanza antigua que decía "en las pruebas o en las luchas, la iglesia sigue caminando, sólo se detiene para predicar".

Las estructuras físicas se desmoronaron, los templos se dañaron o como el de Chañaral desapareció, las casas se anegaron de agua y barro, pero los corazones de todos ellos están firmes, confiando que el Dios de gracia aún en medio de la adversidad es fiel. Si la iglesia de Cristo se mantiene unida podemos pasar por pruebas y nos volveremos a levantar porque lo más importante, nuestra fe, ha permanecido intacta y nos hace mirar el futuro con esperanza y visualizar una iglesia triunfante. Cerca de las 18:00 horas, llegando a Caldera decidimos pasar a visitar al Pastor Juan González y esposa. Fue un tiempo de intimidad y gratitud por la manera como Dios teje la trama de nuestras vidas en el gran cuadro de la historia de cada uno de nosotros, sembrando esperanza en medio del desierto y transformando la árida estepa del desierto en un hermoso vergel de esperanza a través de la locura de la predicación. Que el Señor renueve las fuerzas de los siervos que en obediencia al llamado que Dios les hiciera en su juventud se mantienen fieles sirviendo en su obra. Ya de noche llegamos a Vallenar donde descansamos y renovamos fuerzas para el viernes 02 iniciar el viaje de regreso a casa, el pastor Manuel a Santiago y yo a Concepción. Regresamos con gratitud en nuestros corazones pues Dios había sido fiel en guardarnos en todo el viaje y bendijo nuestras vidas al darnos el privilegio de llevar el saludo, el abrazo, ayuda en agua y alimentos no perecibles, palabras de ánimo y bendición a nombre de todos los Bautistas de Chile a nuestros hermanos en la fe. La distancia y los kilómetros no romperán nuestra unión fraternal ni el gozo de caminar juntos a lo largo y angosto de nuestro amado país. Dios bendiga a su Pueblo.

Como no dar gracias al Señor, que si bien se perdieron cosas materiales, él tuvo cuidado de las vidas de nuestros amados hermanos de las iglesias en las regiones afectadas, nuestros líderes de Asociación, familias pastorales, todos ellos forjados en el crisol del fuego, han sabido permanecer fieles al Señor que les llamó a servirles en su obra. La Voz Bautista / Edición Especial

IMÁGENES DE UNA CATÁSTROFE

La Voz Bautista / Edición Especial

MANOS A LA OBRA

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