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Las flores secas dan un toque natural a la casa y aportan alegría, calidez, colorido... Además, con las flores secas se pueden crear infinidad de atractivas composiciones, muy decorativas: centros de mesa, cuadros con flores (se prensan las flores, se pegan y se cubre con un cristal), flores secas adheridas (a carpetas, tarjetas de felicitación, cajas de regalos…), decoración de objetos (de madera, cristal, latón, velas...), saquitos con flores aromáticas para perfumar los armarios o un popurrí para aromatizar el ambiente. Básicamente, se pueden clasificar los arreglos florales en dos tipos: por un lado, estarían los arreglos más tradicionales o clásicos y, por otro, los que siguen las tendencias más informales o novedosas. Algunas de las creaciones asimétricas más bellas, que están muy de actualidad, parten del ikebana (técnica floral japonesa). Los diseños más formales son aquellos que cuentan con apenas un par de especies, e incluso, un solo tipo de flor. La mayoría de las veces, el tipo de flor inspira claramente la clase de diseño que hay que seguir.

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LOS 10 MANDAMIENTOS DE LA RECOLECCIÓN

A la hora de hacer un arreglo de flores secas podemos comprarlas o bien recolectarlas (del jardín, huerto, terraza, invernadero o flora silvestre) nosotros mismos.

tener que alambrarlas. Las plantas que hayamos cortado con poco tallo conviene alambrarlas antes de secarlas, ya que luego se vuelven muy quebradizas.

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La primera norma que debemos seguir es respetar la naturaleza, tanto en la forma de cortar la planta como no tocando aquellas que estén protegidas.

6. Quita las hojas y sécalas por separado, pues si no

2. Necesitaremos unas tijeras normales o de poda,

se quedan feas y tardan mucho más tiempo en secarse. Tener la precaución de no coger una planta que esté mojada y no amontonarla, pues pierden la forma.

un cuchillo o una navaja bien afilados. Nunca hay que arrancar la planta. Un corte limpio no estropea la planta ni sus raíces, cosa que ocurriría si la arrancamos. Es conveniente usar guantes para no pincharse con las espinas. Los quitaespinas nos serán también de gran utilidad.

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. Los helechos se deben secar manteniendo las hojas en posición plana para evitar que se enrollen.

8. Una vez que hayamos cortado la planta, colocarla

haremos como si lo estuviesemos podando y no despojándolo inútilmente.

en cestas, bolsas de papel o enrolladas en papel secante o de periódico.

4. Es mejor elegir un día soleado, al mediodía o des-

9. El mejor momento de cortar la flor es cuando el

pués, cuando se hayan secado las gotas del rocío, y nunca después de llover o nevar, porque la humedad podría llegar a pudrir las plantas. Si son plantas de jardín, conviene no regarlas durante los días anteriores a la recolección.

capullo está recién abierto, antes de alcanzar la apertura total de la flor, ya que finalizará de abrirse cuando esté colgada.

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3. Si cortamos ramas de un arbusto o un árbol, lo

10. Si la planta la queremos para prensarla, llevaremos la prensa cuando vayamos a realizar la recolección. De esta manera la almacenaremos directamente.

5. Coger las plantas o flores con el tallo largo, ya que para cortarlo siempre hay tiempo y así evitamos 62

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ESPECIES ADECUADAS PARA SECAR

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La tierra nos ofrece una gran variedad de flores, ramas, hojas, musgos y frutos, que nos sirven para utilizar como flor seca y hacer preciosas composiciones. Si bien es en primavera cuando la Naturaleza se muestra en todo su esplendor y vemos como en los prados y en las orillas de los caminos crecen cañuelas, avena, amapolas, tréboles, manzanilla o gramíneas (hierbas y pajas), así como juncos, rosáceas o espadañas en lugares húmedos y cenagosos, a lo largo de todo el año también se pueden recoger muchos tipos de plantas para decorar el hogar. Además, las hojas que encontramos por el bosque (tuya, ciprés, boj, castaño, abedul, hiedra, haya, helecho, arce…) son también elementos adecuados para crear composiciones florales. Si disponemos de un jardín ornamental, podemos recoger y conservar muchas variedades de planta y realizar composiciones con cultivos de nuestra propia cosecha. De entre la gran variedad que nos regala la naturaleza, las plantas más adecuadas para secar son:

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• Vivaces: Peonía, hortensia, milenrama, espliego, amapola oriental, espuela de caballo, hierba de las Pampas, miscanthus y la gran familia de las rosas.

• Anuales: Estátice, siempreviva, acroclinio, cresta de gallo y caléndula. • Bulbos: Dalias con borlas, los gladiolos y el ajo ornamental. • Plantas aromáticas: Laurel, tomillo, menta, romero y salvia. 63

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MÉTODOS DE SECADO

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Aunque el método más fácil y habitual es el secado al aire libre y colgadas boca abajo, las flores también se pueden secar extendidas horizontalmente, en el horno tradicional o el microondas, con gel de sílice (deshidratación artificial), con glicerina o prensándolas.

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Colgándolas boca abajo Aunque es el método más fácil, económico y tradicional de secar plantas, no todas se pueden secar así, como les ocurre, por ejemplo, a las ramas o las rosas o peonías que, al tener las flores grandes, es mejor secarlas metidas en un jarrón o florero, pues las flores no quedan en contacto unas con otras, facilitando de este modo la circulación de aire entre las flores. Sin embargo, es el método ideal para los tallos rígidos. Además, el secado boca abajo permite que las flores queden bien rectas: cuando una planta se deshidrata, el tallo se ablanda y no puede sostener las inflorescencias. Secadas en su posición original, las cabezuelas florales se torcerían y esta inclinación sería definitiva una vez que la planta se hubiera secado del todo. Por otra parte, los colores se modifican, se vuelven más oscuros y menos brillantes, y se decoloran cuando están sometidos a la acción de la luz. Por lo que conviene elegir un local o habitación seca y aireada, pero que esté a oscuras. Descartando los ambientes donde haya humedad, como el baño y la cocina, o poco aireados, como un armario. Además, dependiendo de la flor, ésta perderá más o menos su forma o se arrugará un poco. El procedimiento de secado boca abajo es el siguiente: 1º. Antes de comenzar el secado, eliminar las hojas del tercio inferior del tallo y quitar las que estén dañadas o tengan peor aspecto. 2º. Atarlas en ramilletes de 5 a 10 flores, dispuestas escalonadamente; es decir, unas más altas que otras. 3º. Colgar los ramilletes boca abajo en una viga, techo, paredes, percha, celosía..., y en un sitio oscuro y ventilado. 4º. El proceso de secado dura entre 3 días y 3 ó 4 semanas, más o menos, dependiendo del tipo de flor o planta.

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Extendiéndolas sobre una superficie horizontal Este tipo de secado consiste simplemente en extender las flores en una superficie plana horizontal (estantería, armario, etc.) sobre papel, cartón o madera. También podemos colocarlas sobre una parrilla, para que circule mejor el aire. Este procedimiento está especialmente indicado para los helechos, setas, cereales, musgos... , ya que retienen más color y forma que si estuvieran colgados. Por lo que respecta a las flores, no debemos colocarlas en contacto unas con otras, sino individualizadas.

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DECORAR CON FLORES SECAS 2º. Después, esparciremos una capa de unos 7 cm. de espesor en un recipiente que tenga tapa, preferiblemente de cristal o metálico. 3º. A continuación, dispondremos el material vegetal sobre esta capa y lo cubriremos completamente, intentando introducir lo más posible los gránulos entre los pliegues y los pétalos. 4º. Luego, taparemos el recipiente y lo dejaremos en un sitio seco y a temperatura ambiente hasta que los gránulos absorban toda la humedad del vegetal. 5º. A los 2 días, comprobaremos si las flores están secas (el gel debe estar de color rosa pálido y las flores tener tacto de papel). Si no es así, volveremos a tapar el recipiente y lo miraremos diariamente. El tiempo máximo de secado es de 7 días, y la media son 4 ó 5 días, pues cada especie a secar es distinta de las demás y por eso tiene un tiempo de secado diferente. Dependiendo del grosor de la flor, puede tardar en secar desde 1 día (una flor muy delicada), hasta una semana (un capullo de rosa muy grande). En caso de que los pétalos de una flor estén secos pero no la base, deberemos cubrir únicamente la parte que aún no está seca. 6º. Una vez secas las flores, las sacaremos del recipiente y las sacudiremos con mucho cuidado y quitaremos los gránulos de sílice que hayan quedado pegados con la ayuda de un pincel.

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Con gel de sílice El gel de sílice es un agente desecante, es decir, que absorbe la humedad de los materiales. De venta en cualquier droguería, se presenta en forma de gránulos cristalinos semejantes al azúcar de color azul (cuando está húmedo se vuelve de color rosa). Absorbe cerca del 50% de su peso en agua y se puede regenerar secándolo en el horno. Tan sólo hay que extender los gránulos uniformemente en un plato llano, eliminar los restos vegetales e introducir en el horno, a temperatura media, removiéndolo de vez en cuando para que se caliente uniformemente. En media hora habrá perdido la humedad y recuperado su tono azul intenso, y estará listo para ser usado nuevamente. El método de secado con gel de sílice permite secar cualquier flor, por delicada que sea, y es el sistema ideal para secar dalias, bulbos, tulipanes, pensamientos o gerberas, flores que no pueden secarse al aire. Además, con estos procedimientos las flores quedan con un aspecto muy natural. El inconveniente es que hay que controlar el tiempo de secado, ya que si están demasiado tiempo se queman y, si es insuficiente, se estropean. El procedimiento es el siguiente: 1º. En primer lugar, debemos reducir los gránulos casi a polvo (apisonándolos con un rodillo, por ejemplo) de manera que puedan introducirse por todos los intersticios de las flores y puedan realizar mejor su trabajo.

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En el microondas El secado en horno microondas es muy útil cuando queremos secar plantas con rapidez. Sin embargo, es necesario hacer antes una prueba. Introduciremos en el horno una pequeña cantidad de material y observaremos cómo se deseca a medida que modificamos la potencia y el tiempo de funcionamiento. Una vez hecha la prueba, colocaremos las flores en un papel absorbente de cocina sobre la bandeja del microondas y lo pondremos en funcionamiento. El secado terminará cuando los pétalos de la flor o las hojas, en el caso de las ramas, adoptan al tacto una textura áspera, como de papel. Las flores y plantas también se pueden secar en el horno tradicional, pero, como ocurre en el caso de los frutos, la temperatura del horno no debe sobrepasar los 70º C. Para ello lo mejor es dejar la puerta entreabierta. El secado viene a tardar entre 1 y 3 horas, según el tamaño de la flor.

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Prensándolas El prensado es un método muy sencillo y que da muy buenos resultados, ya que las flores prensadas mantienen su color original, y quedan ideales para decorar tarjetas, cuadros, lámparas, velas, cajas de regalo... También es posible secar todo tipo de frutas y verduras partiéndolas, previamente, en rodajitas, bien a lo ancho o a lo largo. Si la flor que vamos a prensar es una rosa, clavel o peonía, cuyas flores abultan mucho, se pueden partir por la mitad y prensar cada trozo o prensar por separado cada pétalo y luego unirlos sobre una superficie plana. El procedimiento consiste en colocar las flores recién cortadas entre pliegos de papel de filtro, de periódico no satinado, papel de seda o toallas de papel y ponerle un peso encima o meterlo en una prensa. Después, lo guardaremos en un lugar seco y ventilado. Durante los primeros días, la posición de las flores debe cambiarse con frecuencia y renovar los papeles absorbentes, ya que si están mojados las flores, frutos u hojas se podrían pudrir. Tampoco hay que mezclar en la misma capa plantas distintas, ya que su tiempo de secado es diferente. Normalmente, el secado completo de las flores tarda de 20 a 25 días.

Las herramientas necesarias

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Tanto para la recolección como para el posterior secado y composición floral son necesarias una serie de herramientas. • Alambre: para simular tallos cuando los de las plantas originales sean endebles. Éstos se recubren de cinta verde. Los alambres también se usan para la sujeción de flores y hojas. • Alicates: para cortar tanto el alambre como la tela metálica. • Cinta adhesiva verde: las más fuertes se usan para atar o unir la espuma sin hacerle incisiones y las más ligeras, tipo gutapercha, para rodear o esconder pies reales o falsos y mantenerlos unidos sin perjudicarlos. • Cintas: de terciopelo, seda, gasa..., para sujetar o decorar. • Cola vinílica: para restauraciones o trabajos de collage. • Cuchillo: para cortar y moldear la espuma o mossi.

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• Laca normal del pelo: para aplicar una vez acabada la composición floral, y así evitar la caída de las hojas y flores más pequeñas. • Mossi: es donde se clavan las flores para mantenerlas erguidas. Normalmente es de color verde y hay dos tipos: uno para utilizar con flores frescas y otro para las flores secas. • Pinzas: de punta larga, para insertar flores y hojas en espacios pequeños y para las labores de collage. • Pulverizador: para rehidratar las flores • Quitaespinas: para quitar las espinas de los tallos. • Rafia: para adornos rústicos. • Recipientes: los cestos de mimbre o paja, elementos de madera y objetos de loza, cerámica, porcelana, vidrio y cristal son los más empleados.

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CUIDADOS BÁSICOS

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Las flores secas pueden mantenerse bonitas durante 3 ó 4 años, pero requieren unos mínimos cuidados que no debemos olvidar.

Polvo: El método más sencillo y eficaz para quitar el polvo es utilizar el secador de pelo con aire frío. Hay que pasárselo regularmente y, a continuación, rociarlas con laca para el pelo para darles un poco de brillo. Para quitarles el polvo también podemos utilizar el plumero. Hay que poner las flores boca abajo y pasar el plumero desde la base del arreglo hasta la punta, en la misma dirección de los pétalos. En el caso de las hojas glicerinadas, se puede eliminar el polvo utilizando agua y jabón, pues secan muy bien.

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Almacenaje: Una vez secas, hay que almacenar las flores en cajas de cartón (con algunos granos de sustancias deshidratantes), en un lugar donde estén protegidas de la humedad y la luz.

Luz: La luz deteriora las flores secas, pues las decolora. Por eso el secado se hace en un sitio a oscuras y también hay que conservarlas de igual modo y, por supuesto, no colocar un arreglo floral cerca de una ventana. Hay que colocarlo en lugares donde no les de directamente la luz. Conservación: Las flores secas se conservan muy bien aplicándoles laca del pelo de vez en cuando. También venden abrillantadores en spray para flores secas y plantas artificiales, generalmente perfumados. Además, es preferible no colocar arreglos florales con flores secas en sitios donde haya humedad como, por ejemplo, el cuarto de baño, salvo que esté muy bien ventilado, ya que la humedad los pudre.

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Polillas: A las polillas les encantan las rosas, la espuela de caballero, las peonías y los cítricos. Sus efectos se reconocen con facilidad: las larvas roen las flores, que se deshacen en migajas, y dejan sus excrementos (un polvo marrón). Para combatirlas, colocar un producto antipolillas en los lugares donde seques o almacenes flores.

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Rotura: Si se rompe un tallo, introducir 5 cm. de alambre rígido en la parte superior de dicho tallo, dejando otros 5 cm. fuera del tallo sobre los que insertaremos la otra parte del tallo con la flor, de modo que el alambre no se vea. Para alargar un tallo el procedimiento es similar: introducir en el tallo 5 cm. de un alambre rígido de un grosor tal que encaje perfectamente en el hueco del tallo y cubrir la parte sobrante del alambre con cinta de gutapercha. 67