DRA. TERESA R IGAU MAS * INTRODUCCIÓN El ciclo estral se inicia gracias a estímulos internos y externos que provocan la secreción pulsátil de GnRH por parte del hipotálamo. La frecuencia de los pulsos de GnRH aumenta de un pulso cada 45 horas hasta un pulso/h en el momento de la ovulación. Esta secr eción esta mediada por el sistema nervioso central, por neurotransmisores como los opiodes endógenos, las catecolaminas, etc., influenciada por factores como la lactancia natural o el balance energético negativo, que la reducen. La GnRH induce la secreción de FSH y LH hipofisarias que actúan sobre el ovario. La secreción de LH está influenciada por los niveles de estrógenos y progesterona ováricos. Por el contrario la secreción de FSH esta influenciada por la presencia de inh ibina o ac tivina o vár ic as (ve r Control ovárico, al final). F OLICULOGÉNESIS Y D INÁMICA F OLICULAR EN LA V ACA L ECHERA El desarrollo folicular es un proceso dinámico de estimulación y atresia de folículos. En un feto a mitad de gestación, el número de folículos primordiales y primarios es de unos 2 millones, iniciándose ya el proceso de desar rollo y atresia folicular. La pérdida de folículos es constante, así una ternera tiene unos 75.000 folículos al nacer y una vaca de 15 años, unos 25.000. Según Britt (1995), un folículo precisa de al menos 60 días, y probablemente de 80 a 100 días, para pasar de folículo primordial a folículo de Graaf o preovulatorio. El folículo es la principal fuente de estrógenos. Asimismo secreta otr os esteroides, proteínas y péptidos que controlan el desarrollo de otros folículos, del ovocito y del cuerpo lúteo (CL). Las células de la teca secretan andrógenos que son convertidos a estrógenos en la células de la granulosa gracias a la FSH. El folículo secreta, asimismo, inhibina y activina que regula la secr eción de FSH y factores de crecimiento como la IGF-1. La insulina tiene un papel importante al aumentar el Departamento de Medicina y Cirugía Animal, UAB 60 FRISONA E SPAÑOLA Nº 138

efecto estimulante de la FSH en las células lan debido a la progesterona del CL que de la granulosa y para la esteroidogénesis bloquea la secreción de la LH. Los folícude las células folicular es y luteales (Britt, los dominantes secretan la mayoría de los 1995). estrógenos y son más sensibles a la FSH y El desarrollo folicular es una secuenLH. cia dinámica en oleada de pr ocesos organizados bajo control hormonal. Una oleaOVULACIÓN da folicular es un desar rollo sincrónico de La ovulación se inicia con la secreción varios folículos de 4 a 5 mm de diámetr o, de LH como respuesta al feedback positicon la selección y cr ecimiento del folículo vo de los altos niveles de estrógenos. La dominante y la subsiguiente regr esión de secreción de estrógenos cae drásticamente los demás folículos (Ginther y col., 1989). y aumenta la sínte sis de pr ogesterona En la mayoría de las vacas, en un ciclo ( lu teinización). Den tro del fo lículo, estral se producen de dos a tr es oleadas. aumenta la presencia de AMP-cíclico y de En el caso de dos, las oleaFigura 1. Dinámica folicular en una vaca de tres oleadas das folicular es se inician el foliculares (Britt, 1995) día de la ovulación (Día 0) y en el Día 10 del ciclo estral. Mientras que en el caso de tr es oleadas, el inicio de las oleadas se produce en los Días 0, 9 y 16 del ciclo (Ginther y col., 1989) (Fig 2). Las diferencias existentes entre vacas en cuanto al número de oleadas y sobr e todo, al inicio de la segunda oleada , de pende de factor es ge néticos y a m bienta les (BO y col., 1995). Los folí cu los dom inantes de las primeras oleadas, no ovu -

prostaglandinas. Asimismo se observa la presencia de compu estos inflam atorios como la histamina y la bradiquinina debido al progresivo deterioro de la membrana basal en respuesta a enzimas proteolíticos que digieren la pared y la hacen porosa al paso de células sanguíneas. A las 28 horas del pico de LH se produce la expulsión del ovocito (Britt, 1995). En vacas con una mala condición corporal, se produce el crecimiento folicular y la atresia, pero no la ovulación, por insuficiente LH (Boland y col., 2001). F ORMACIÓN DEL CUERPO L ÚTEO , SU F UNCIÓN Y L UTEOLISIS El CL se forma gracias a la difer enciación de las células de la teca (células pequeñas) que son las principales secretoras de progesterona y de las células de la granulosa (células grandes) que son más sensibles a las prostaglandinas (PG). La secreción de progesterona por el CL afecta positivamente a la fertilidad. Niveles altos de progesterona en sangre antes de la inseminación artificial (IA) están relacionados con una mejor fertilidad. El proceso de luteolisis es complicado y se produce por la interacción entre los folículos ováricos, el CL y el útero. La secreción de PGF2α por parte del útero es pulsátil y está inducida por los pulsos de la oxitocina del ovario adyacente y de la hipófisis. La capacidad de la oxitocina para e stim ular la secr eción de PG F 2α depende de los receptor es de oxitocina del útero. Los estrógenos inducen la formación de receptores de oxitocina, pero su acción aumenta al disminuir los niveles de progesterona, provocando así, un aumento de la secreción de PGF 2α. La luteolisis espontánea empieza entre el día 16 y el 18. Factores como una infección uterina pueden inter ferir en este proceso y prolongar la vida del CL. Asimismo, la luteolisis puede ser bloqueada por el embrión al inicio de la gestación mediante la secreción de las proteínas trofoblásticas bovinas.

DINÁMICA F OLICULAR EN EL P OSTPARTO DE LA V ACA DE L ECHE En la mayoría de las vacas lecheras con par tos eutócicos, el primer estro con ovulación se produce a los 15 días postparto, aunque alguno puede retrasarse 100 días o más. El período anovulatorio entre el par to y la primera ovulación depende de diversos factores como la nutrición, condición corporal, distocia, raza, edad, estación, problemas uterinos y enfermeda des crónicas debilitantes (Roche y Boland, 1991). Entr e los días 7 y 10 del postparto, empiezan a desarrollarse folículos de 6 a 8 mm de diámetr o que suelen ovular entre los días 10 y 30 postparto. En esta primera ovulación se pueden observar entre una y tr es oleadas. En un 70-80% de las vacas, el folículo dominante ovula y en un 94% de los casos este celo es poco manifiesto (Savio y col., 1990). Los problemas de ovulación del folículo dominante son la principal causa de anestro en el postparto (Wiltbank y col., 2002) y puede deberse a una reserva insu ficiente de LH a nivel de hipófisis (Nett, 1987) o un período refractario del efecto estimulante del 17 β-estradiol en la secreción de LH (Schallenber ger y Prokopp, 1985). Además, niveles bajos de progester ona debidos a una actividad subluteal, pr ovocan una frecuencia del pulso de LH intermedia, manteniéndose la producción de estradiol por el folículo dominante, el cual no ovula y persiste (Savio y col., 1993). Según Stevenson (2003) la primera ovulación po stpa rto se produce en un intervalo regular (15,4 días) después del día en que el balance ener gético llegue al nivel más bajo. P RINCIPIOS DE LA SINCRONIZACIÓN DEL C ELO La sincronización del ciclo estral de la vaca se basa, en general, en el uso de pros taglandinas o sus análogos, que acortan el ciclo, y de pr ogestágenos, que alargan la vida del CL ar tificialmente. Para mejorar

Niveles hormonales durante el ciclo estral de una vaca (McDonald,1980)

los resultados de los protocolos anteriores y sincronizar el crecimiento folicular y la regresión del cuerpo lúteo, se han aplicado estrógenos y GnRH y sus agonistas. Además, algunos protocolos de sincronización incluyen gonadotrofinas placentarias, de actividad FSH y HCG, de acción LH.

P ROTOCOLOS M EDIANTE P ROGESTERONA Y P ROGESTÁGENOS Una de las principales limitaciones en el uso de las PGs en la sincronización de celos es que no pueden usarse en vacas no cíclicas o en anestro. Los progestágenos tienen la ventaja de que, a parte de mejorar la sincronización, inducen el estr o y la ovulación a un porcentaje aceptable de vacas en anestro. Para esto, debe prolongarse la fase luteal mediante la administración exógena de progesterona o de progestágenos sin téticos (Odde, 1990) . La progesterona inhibe el celo y la ovulación al impedir la secreción de LH y la maduración final de los folículos. El primer método usado se aplicó en los años 40, mediante inyecciones diarias de progester ona (Chistian y Casida, 1948). Después se administró acetato de megestr ol (AM G) o ac eta to de medroxipr ogesterona (A M P) por vía oral (Hansel y Malven, 1960). Posteriormente se aplicó progester ona por vía intravaginal mediante esponjas (Carrick y Shelton, 1967), o se r ealizaron implantes de acetato de megestrol en el cuello (Dziuk y col., 1966) o implantes de norgestomet y estrógenos durante 9 días en el pa bellón a uricula r (Wishar t y Young, 1974). Finalmente se utilizar on espirales intravaginales de silicona impregnadas de norgestomet de aplicación intravaginal (progesNº 138 FRISONA E SPAÑOLA 61

tero ne re leasing intr avagin al device , P R ID) ( R oche, 1974) o d e silico na impregnada de progester ona (controlled intrava ginal dr ug r elease , CID R ) (Macmillan y Peterson, 1993). Tratamientos largos (14-16 días) reducen la fertilidad, debido seguramente al desarrollo de folículos persistentes y peor calidad de los ovocitos (Savio y col., 1993). En los ovocitos se detectó una meiosis prematura, con una asincronía entre la maduración nuclear y citoplásmica que provocó un retraso en el desarr ollo del embrión al día 6 (Ahmad y col., 1995). Sin embargo, en tratamientos de 7 a 9 días la fertilidad es normal, aunque el nivel de sincronización es menor (Roche, 1974). La fer tilidad después de los tratamientos con progesterona depende de los niveles de progester ona en sangre durante la fase luteal, de la presencia o no de un CL y de las pautas de varios tratamientos en la dinámica folicular (Smith and Stevenson, 1995). También puede variar la fertilidad según el progestágeno utilizado. Así la fer tilida d posterior al PRID es mayor a la del norgestom e t ( Sm ith and St evenso n, 1995) y a la del CIDR. La fertilidad no varía cuando el tratamiento se inicia al principio del ciclo estral, per o dism inuye cuando empieza a partir del día 11 (Van Nie ker k y B elonje, 1970). Product os aso cia dos al tratam ie nto con pr ogesterona/pr ogestágenos • Pr ogesterona + estrógenos • Pr ogesterona + estrógenos + PMSG • Pr ogesterona + estrógenos + GnRH • Pr ogesterona + PG F2α • Estrógeno o GnRH + Progester ona + PG F2α • Pr ogesterona + GnRH + PG F2α a) Uso de combinaciones de progesterona con estrógenos: La baja fertilidad encontrada en la sincronización con progester ona puede evitarse con la aplicación de estradiol al inicio o durante el tratamiento. El estradiol exógeno fr ena el crecimiento del folículo dominante al inhibir la secreción de gonadotrofinas y facilita una nueva oleada folícular unos 3-5 días más tarde, con un nuevo folículo dominante al terminar el tratamiento con progesterona (Bo y col., 1995). El estradiol se ha aplicado en forma de benzoato, valerato, cipionato o 17 β-estradiol junto a la administración de progeste62 FRISONA E SPAÑOLA Nº 138 (pasa pág. 64)

r ona m ediante implante e n la or eja o intravaginal. En aplicación intr avaginal, se usa n generalmente dos tipos de aplicadores: el PRID, espiral metálica recubierta de sili cona impr egnada de progester ona (1,55 g) con una cápsula con 10 mg de benzoato de estradiol y que se elimina de for ma fisiológica durante 2-3 semanas; y el CIDR, aplicador de nylon en for ma de Y de 15 cm de largo r ecubierto de silicona impregnada de pr ogesterona (1,9 g). Un inconveniente de este tipo de aplicador es es la pérdida de éstos durante el tratamiento, aunque si están colocados corr ectamente, las pérdi das no deben exceder el 5% (Broadbent y col., 1991). Actualmente, se aplica un pequeño im pla nte impr egnado de nor gestoment bajo la piel de la super ficie externa de la oreja. Se acompaña con una inyección intramuscular de estradiol y de norgestomet. Sánchez y col. (1993) obser varon que la tasa de concepción tras la retirada del

implante era mayor en vacas con CL que sin éste. M ientr as que va rios au tor es observaron una mayor tasa de concepción después del Synchr o-Mate-B en vacas en anestro, otros autores obser varon lo con trario (Brink y Kiracofe, 1988). En novilla s, estos mism os autores encontr ar on una reducción del índice de concepción si el implante se aplicaba a par tir del día 11. Aunque la mayoría de los tratamient os descrito s r ec omie ndan utiliza r los estrógenos al inicio del pr otocolo, otros autores r ecomiendan su aplicación al reti rar la pr ogesterona. La aplicación de 0,5 a 1 mg de benzoato de estradiol a las 24-30 horas después de 7 días de progesterona, aumenta el número de vacas y novillas en celo y mejora la sincronía (Macmillan y Burke, 1996). Day y col. (2000) administraron 2 dosis de benzoato de estradiol, una al inicio y la otra a las 48 horas de finalizado un trata miento intravaginal de 9 días, obteniendo

un aumento en la sincronización y una tasa de concepción comparable al celo espontáneo. b) Uso de PMSG en el protocolo de sincronización con progesterona y estrógeno: E l t ra tamie nto co n PM SG en el momento de retirada del implante está recomendado si un gran número de vacas está en anestro (Odde, 1990). Kastelic y col (1999) sincronizaron vacas con implantes de norgestomet más 500 UI de PMSG a la retirada del implante y observaron una mejor sincr onía de los celos y de la ovulación y una mayor tasa de gestación comparado con 2 inyecciones de cloprostenol separadas 11 días. Khir eddine y col (1998) no encontraron, sin embar go, ningún efecto remarcable. c) Uso de GnRH en los pr otocolos de progesterona y estrógeno: La aplicación de 250 µg de GnRH, 30 horas después de la retirada del implante de norgestomet aumenta la tasa de gestación en vacas cíclicas y en anestro comparado con vacas sin GnR H (Thom pson y col., 1999). d) Uso de progester ona combinado con prostaglandinas: En lugar de estrógenos, otros autores adm inistr ar on pr ostaglandinas al final del tratamiento con progesterona , obser vando que los a nim ales entraban en celo antes, ya que estos animales podían tener un CL sensible a las PG y la sincr onización de la ovula ció n era m ejor (R oche , 1976; Johnson y Spitzer, 2001). La aplicación de PG a las 48 horas de la retirada del PRID iguala o mejora la fertilidad comparado con la aplicación de PMSG (Mialot, 1998) o de PG sola (Ryan y col., 1999). Sin embargo, Roche (1976) obtuvo resultados contradictorios en novillas. e) Uso de estrógenos o PMSG al inicio del protocolo de progesterona con PGs: Los protocolos de pr ogesterona con PGs que empezaban después del día 13 tenían una menor fertilidad debido a la pr esencia de folículos persistentes. Este problema se evitó con la aplicación de GnRH (Macmillan y Thatcher, 1991) o de 17 β-estradiol (Bo y col., 1994). Xu y Burton (2000) añadieron GnRH al aplicar un CIDR, que se mantuvo durante 8 días, administrando PGs un día antes de la reti rada, para prevenir la ovulación prematura cuando el tratamiento se inicia después del día 13, con resultados aceptables. En

novillas, se obtuvieron mejores r esultados con el uso de estradiol que con GnRH, sin embargo en vacas pasó justo lo contrario (Macmillan y Peterson, 1993). P ROTOCOLOS MEDIANTE EL U SO DE PGF2 α Y SUS A NÁLOGOS La prostaglandina F2α y sus análogos (alfaprostol, clopr ostenol, fenprostalene, luprostiol y tiaprost) son luteolíticos en la vaca cuando se administran entre los días 5 y 16 del ciclo. Cuando se aplica una PG a vacas con un CL funcional, el 85-95% de éstas ovulan dentro de los 7 días y entre un 70-90% lo hacen entre el día 3 y el 5 (Rosemberg y c ol. 1990; Fe rguson y Galligan, 1993). El pr otocolo de doble inyección en un intervalo de 7, 11 o mejor 14 días, asegura que la mayoría de las vacas tendrán un CL funcional al recibir la segunda dosis (Rosemberg, 1990). En las pautas de doble inyección separadas 14 días, el 67% de las vacas están entre el día 7 y el 20 del ciclo por lo que ovularán de forma espontánea (días 18 al 20) o gracias a las PG (días 7 al 17). Estas vacas estarán entre los días 9 y 14 al aplicar la segunda inyección. El 33% de vacas restantes están entre el día 0 y 6 a la primera inyección y entre el día 14 al 20 en el segundo tratamiento. También, se ha descrito un protocolo con 3 inyecciones ( Tar ge t B reeding Pr ogram). Todos los animales no obser vados en celo tras la primera inyección se trataron con 2 dosis separadas 14 días y se inseminaron al entrar en celo o entr e las 72-80 horas después de la 3ª dosis (Nebel y Jobst, 1998). La fertilidad tras los tratamientos es normal o incluso está aumentada, aunque puede disminuir en IA a tiempo fijo, debido a las variaciones en el tiempo de ovulación. En los tratamientos de doble inyección a los 14 días se reduce el númer o de días abiertos (Tenhagen y col., 2000). Son factor es limitantes de la aplicación de las PGs: la falta de un CL funcional en el momento del tratamiento debido a la falta de ciclicidad, a una incorr ecta detección por palpación r ectal o a u na inadecuada pauta de sincronización, la variación en el tiempo de ovulación, y el número de vacas tratadas, pues si es muy elevado se reduce el éxito de la detección de celos. Los resultados al tratamiento con prostaglandinas con un CL funcional, dependen de diferentes factores: ➡ Fase del estro. Este depende del estado de madurez del folí64 FRISONA E SPAÑOLA Nº 138

culo dominante. Si en el momento del tratamiento el folículo está a punto, la ovula ción se pr oduce al tercer día, per o si el nuevo folículo empieza a emerger, la ovulación se pr oduce a los 4,5 días (Kastelic y Ginther, 1991). Según diversos autores, el intervalo medio entre la aplicación de PG F 2α y el inicio del celo es de 48 a 72 horas si la aplicación se realiza entre los días 5 al 8, de unas 70 horas entr e los días 8 y 11 y de unas 62 horas entre los días 12 y 15. Armstr ong (1988) observó que el índice de concepción de las vacas tratadas el día 13 era mejor que el de las tratadas el día 8 (71 y 46% respectivamente). ➡ Nivel de progesterona. Niveles altos de progester ona en el momento del tratamiento retrasan el inicio del celo, pero éste era más manifiesto (84%) que en las va cas c on nivele s < 3,1 ng/m L ( 56%) (Larson y Ball, 1992). En primíparas, la fertilidad después de una pauta de 14 días es mejor que en una pauta de 11 días, debido a un mayor nivel de pr ogesterona antes de la ovulación (Rosemberg, 1990). ➡ Producto aplicado . No hay diferencias en cuanto a la fertilidad, aunque, el grado de sincr onización fue mayor con coprostenol que con la PG natural (El-Menoufy y Abdou, 1989), así como una mejor mani festación de celo. ➡ Ruta y dosis. Aunque normalmente se aplica por vía intramuscular, se han aplica do por vía intravenosa, s.c., en la fosa isquior ec tal, e n la su bmu cosa vu lva r, intraovárica, en el cér vix, por infusión intrauterina, en la pared uterina y en los labio s vu lvare s ( Mur ugavel, 2003). La dosis aceptada es de 25 mg para la PG n atu ral y 500 mg para las sint ética s. A unq ue varios autor es han estudia do reduc ir las dosis, los re sultados var ía n según el momento del ciclo y el estado del CL. ➡ Otros. Se han observado diferencias entre Bos indicus y Bos taur us y según la edad, la raza y la estación, siendo mejor la

concepción en julio (50%) que en diciembre (20%) (Jaster y col., 1982). La presencia de otras hembras en celo o de un macho mejora los resultados de sincronización y de la manifestación del celo. Pr oductos asociados a la sincronización con PGF2α • PGF 2α + estrógenos • PGF 2α + estrógenos + HCG • PGF 2α con GnRH: • PGF2α + GnRH • GnRH + PGF2α • GnRH + PGF2α + GnRH • GnRH + PGF2α + estrógenos • GnRH + pr ogesterona + PGF2α + GnRH a) Uso de estrógenos en la sincronización con PGF2α: Los estrógenos inducen el pico pr eovulatorio de LH y la ovulación, y tienen actividad luteolítica durante la fase luteal. Este efecto puede justificar la inclusión de estradiol en las pautas de sincronización. La aplicación de 0,5 mg de benzoato de estradiol a las 24 horas después de las PG permite la predicción del celo, el pico de LH y la ovulación, independientemente del estado de desarrollo folicular (Evans y col., 2003). Dailey y col. (1986) aplicaron 400 mg de benzoato de estradiol de 40 a 48 horas después de las PG y observaron una mayor pr oporción de vacas sincronizadas con celo en el día 3, sin embargo el tratamiento no funcionó en novillas. Uso de estrógenos y HCG en la sincronización con PGF2α: La HCG presenta una potente actividad LH facilitando la ovulación. La administración simultánea de HCG y benzoato de estradiol 12 horas después de un tratamiento con PG, acorta el tiempo medio de inicio del celo en vacas y novillas con un CL maduro y aumenta la sincronía de ovulaciones (López-Gatius, 2000). b) Uso de GnRH en las pautas de sincronización: En vacas cíclicas, la aplicación de GnRH o agonistas induce la secr eción de gónadotrofinas con un pico de LH a las 2-3 hor as, altera ndo el pa trón de crecimiento folicular. Una sola dosis de GnRH o de un agonista induce la ovulación o luteinización del f olículo dom inante mayor de 10 mm (Martínez y col., 1999) y el inicio de una nueva oleada a los 3-4 días del tratamiento en cualquier fase del estro. Esta nueva oleada se produce gracias a la secr eción de

FSH. Los resultados a la GnRH dependen del momento del ciclo. La tasa de ovulación es baja cuando el tratamiento se hace en los primeros días del ciclo ya que los folículos son pequeños y no hay receptores para la LH. Del día 5 al 9, el folículo dom inan te e s sensible a la ovulación (96%). A la mitad del ciclo la tasa de ovulación es de un 54% ya que el primer folículo dominante ha ovulado y se inicia una nueva oleada. Al final del estro, el porcentaje de ovulación depende de si la vaca presenta 2 ó 3 oleadas (Vasconcelos y col., 1997). Para mejorar la sincronización en los tratamientos con PGF2α, se ha incluido la aplicación de GnRH, la cual provoca la secreción de LH, causando la ovulación y luteinización de los folículos mayores y la sincronía en el reclutamiento de los nuevos folículos. La posterior aplicación de PG F2α induce la regr esión del CL, lo que facilita la maduración del nuevo folículo dominante (Schmitt y col., 1996). La aplicación de GnRH 6 ó 7 días antes de la PG mejora la sincronización (80%) comparado con la PG sola (50-60%). Sin embar go, si la GnRH se aplica entre dos tratamientos de PG, los resultados son mucho peores (Stevenson y col., 1996). P ara sincronizar e l mom ento de la

ovulación dentro de un período corto de tiempo que per mita la IA sin necesidad de detección de celo, a la pauta de GnRH + PGF2α, se le añadió una dosis adicional de GnRH a las 32-48 horas del tratamiento con prostaglandinas (Pursley y col., 1995). Esta segunda dosis de GnRH sincr oniza la secreción de LH y la ovulación, permitiendo la IA a las 24 horas de la aplicación. Este pr otocolo se conoce como Ovsynch o protocolo de IA a tiempo fijo.

La ovulación está sincr onizada porque los folículos preovulatorios están todos en una fase similar y responden bien a la LH inducida por la segunda GnRH. El protocolo Ovsynch se ha modificado recientemente recomendándose la IA a las 16 horas (Pursley y col. 1998); la aplicación de la segunda dosis de GnRH a las 36 horas de la dosis de PG (Nebel y Jobst, 1998) y 50 µg de GnRH en lugar de 100 µg (Yamada y col., 2002).

Protocolo de Ovsynch para vacas lecheras en lactación (Pursley y col., 1995): GnRH (100 µg) 7 días Ovulación del folículo Inicio de una nueva oleada Sincronía en el r eclutamiento folicular

PGF2α (25 µg)

GnRH (100 µg)

48 horas

24 horas

Luteolisis

Ovulación

IA

Factores que influencian la respuesta al Ovsynch ➡ Fase del estro en que se inicia el tratamiento. Si se inicia en metaestro, el folículo presente es demasiado pequeño para ovular y se habrá atresiado al tiempo de la segunda GnRH. Si se inicia al final de la fase luteal, el CL puede sufrir una regresión espontánea unos 3 días antes de la dosis de PG. La mejor respuesta se obtiene al iniciar el tratamiento entre los días 5 y 12 (Moreira y col., 2000), aunque otr os autores no e ncuen tran difer encias. Lo mejor es empezar al inicio de la fase luteal. Para mejorar la respuesta al Ovsynch, Jordan y col. (2002), recomiendan aplicar la primera dosis de GnRH el día 14 después del doble tratamiento con PGF 2α. La ovulación a la primera GnRH es clave para el funcionamiento del Ovsynch. ➡ La respuesta en novillas (54%) es peor que en vacas (85%), posiblemente por una falta de sincronía folicular al existir una baja r espuesta ovulator ia a la prim era dosis de GnRH (Pursley y col., 1997). ➡ La alta producción de leche se corr elaciona positivamente con una baja fertilidad al Ovsynch, al reducirse la concentración de progesterona (Vasconcelos y col., 1999). ➡ Fase de lactación. El número de gestaciones fue menor en las vacas cuyo tratamiento empezó entre el día 60 y 75 postparto comparado con los tratamientos iniciados a partir del día 76 (Prusley y col., 1997). Podría ser debido a un balance energético negativo, lo que coincidiría con los resultados obtenidos por Mattos y col. (2001). c) Uso de estrógenos en el protocolo de GnRH y prostaglandinas: Posteriormente al Ovsynch, se ha descrito el Heatsynch que es muy similar al primero, pero las vacas no reciben GnRH sino cipionato de estradiol (CE) a las 24 horas de la PGF2α, y se insemina a las 48 horas del estradiol. El cipionato de estra66 FRISONA E SPAÑOLA Nº 138

diol estimula la GnRH y facilita la ovula ción. En el protocolo del Heatsynch, el coste es menor, hay más vacas con un celo evidente y todos los tratamientos, incluida al IA, se realizan a la misma hora del día. Sin embargo, el Ovsynch es más efectivo en vacas con una condición corporal