Efectividad de los Negocios Inclusivos como Mecanismo para Mejorar las Condiciones de Vida de los Agricultores

Efectividad de los Negocios Inclusivos como Mecanismo para Mejorar las Condiciones de Vida de los Agricultores Jorge A. Rodríguez María J. Castillo J...
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Efectividad de los Negocios Inclusivos como Mecanismo para Mejorar las Condiciones de Vida de los Agricultores

Jorge A. Rodríguez María J. Castillo Juan M. Domínguez Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, ESPAE Graduate School of Management.

Agosto, 2016

Reconocimiento Esta investigación recibió el financiamiento de la Fundación CRISFE a través de la Beca otorgada en su I Concurso de Investigación rural en el 2015. De igual manera, nos gustaría agradecer a los funcionarios y asesores del MAGAP que facilitaron la recolección de datos en la fase cualitativa de este estudio y durante la prueba piloto de la encuesta. Asimismo, agradecemos la colaboración de CEMDES por facilitarnos el acercamiento a las empresas consultadas en este estudio. También agradecemos a los gerentes de las empresas consultadas por su participación durante la fase cualitativa de este estudio y durante la construcción de la escala de Continuidad Económica del Agricultor. Finalmente, estamos muy agradecidos con los técnicos y funcionarios de la Estación Pichilingue del INIAP, que nos brindaron su colaboración en el contacto de agricultores para el estudio cualitativo y también en la generación de ciertos ítems para el cuestionario de la encuesta.

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Contenido Efectividad de los Negocios Inclusivos como Mecanismo para Mejorar las Condiciones de Vida de los Agricultores ......................................................................... 1 Reconocimiento....................................................................................................... 2 Listado de Abreviaciones ........................................................................................ 8 Resumen .................................................................................................................. 9 1

Antecedentes ................................................................................................ 10

2

Objetivo de la Investigación......................................................................... 12

3

Marco Conceptual ........................................................................................ 13 3.1

Seguridad Alimentaria, Sostenibilidad y el Agricultor Pequeño .......... 13

3.2

Problemática del Agricultor Pequeño en América Latina .................... 13

3.3

Agricultura por contrato ........................................................................ 14

3.4

Negocios Inclusivos Agrícolas ............................................................. 15

3.5

Abastecimiento Sostenible: Visión de la Cadena de Suministro .......... 17

3.6

Hacia una Operacionalización de Negocios Inclusivos en Cadenas de

Suministros .............................................................................................................. 18 4

5

Método de la Investigación .......................................................................... 19 4.1

Investigación Cualitativa ...................................................................... 19

4.2

Encuesta a los Agricultores................................................................... 20

Resultados de Investigación Cualitativa ...................................................... 22 5.1

Antecedentes de los Negocios Inclusivos en la Cadena de Maíz ......... 22

3

5.2 Inclusivos. 5.3

Situación Actual de los Agricultores ante la Implementación de Negocios .............................................................................................................. 23 Conceptualización de Negocios Inclusivos Agrícolas en la Cadena de

Suministro del Maíz ................................................................................................... 33 5.4

Elaboración de una escala para medir el concepto de continuidad

económica del agricultor ............................................................................................ 35 5.5 Agricultor 6

Validación del Contenido de la Escala de Continuidad Económica del .............................................................................................................. 36

Evaluación y Construcción de Variables para la Investigación Cuantitativa41 6.1

Construcción de Índice de Pobreza Multidimensional ......................... 41

6.1.1 Revisión de la metodología de pobreza multidimensional................ 41 6.1.2 Aplicación de la metodología ............................................................ 42 6.1.3 Selección de dimensiones.................................................................. 43 6.1.4 Indicadores y umbrales de privación ................................................. 44 6.2 Agricultor

Validación Empírica de la Escala de Continuidad Económica del .............................................................................................................. 47

6.2.1 Re-identificación del modelo ............................................................ 49 6.2.2 Resultados del Modelo de Medición ................................................. 55 7

Resultados de la Encuesta de Agricultores .................................................. 57 7.1

Descriptivos de la Muestra ................................................................... 57

7.2

Análisis Inferencial ............................................................................... 60

7.3

Estimación Modelo Estructural ............................................................ 62

4

8

Implicaciones de la Investigación y Recomendaciones .............................. 68

Bibliografía ........................................................................................................... 70 Anexos .................................................................................................................. 75

5

Lista de Figuras Figura 3.1: Clasificación de Modelos de Negocios Inclusivos ............................. 16 Figura 6.1: Modelo de Medición Inicial de CEA .................................................. 48 Lista de Tablas Tabla 5.2: Modelos de Negocios Inclusivos en la Cadena de Suministro de Maíz ........................................................................................................................................ 35 Tabla 5.3: Descripción de las dimensiones de continuidad económica del agricultor ........................................................................................................................................ 36 Tabla 5.4: Nombres y Definiciones Revisados de las Dimensiones. .................... 40 Tabla 6.1: Dimensiones para Medición de Intensidad de Pobreza ....................... 46 Tabla 6.2: Modelo de Medición (Alternativa A) .................................................. 50 Tabla 6.3: Evaluación de la Validez de Divergencia (Alternativa A)................... 51 Tabla 6.4: Estimación del Modelo de Medición de Segundo Orden (Alternativa A) ........................................................................................................................................ 52 Tabla 6.5: Modelo de Medición Alternativa B ..................................................... 54 Tabla 6.6: Evaluación de la Validez de Divergencia (Alternativa B) ................... 54 Tabla 6.7: Estimación del Modelo de Medición de Segundo Orden (Alternativa B) ........................................................................................................................................ 55 Tabla 7.1: Correlación Spearman entre Dimensiones de CEA e Intensidad de Pobreza ........................................................................................................................... 60 Tabla 7.2: Descripción de las Variables que Conforman el Modelo Estructural .. 62 Tabla 7.3: Correlación Spearman entre CEA e Instrumentos ............................... 64 Tabla 7.4: Prueba de Anderson – Rubin. Inferencia Robusta a Instrumentos Débiles ........................................................................................................................................ 65 Tabla 7.5: Resultados de Regresión Instrumental ................................................. 66 6

Tabla 7.6: Evaluación del Efecto Interacción CEA*Años de Relación Comprador ........................................................................................................................................ 67

Lista de Gráficos Gráfico 6.1: Distribución de las Alternativas A y B de CEA ............................... 55 Gráfico 6.2: Alternativa A y B del Modelo de Medición de CEA ........................ 56 Gráfico 7.1: Dimensiones de CEA por Tipo de Comprador y por Provincia ....... 57 Gráfico 7.2: CEA por Cantones y Comprador ...................................................... 58 Gráfico 7.3: Rendimiento por Hectárea por Canal de Transacción y Cantón ....... 58 Gráfico 7.4: Intensidad de Carencias por Cantón y Canal de Transacción ........... 59 Gráfico 7.5: Relación entre las Dimensiones de CEA e Intensidad de Carencias 59 Gráfico 7.6: Relación entre Pobreza, CEA y Variable instrumental..................... 64

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Listado de Abreviaciones CEA: Continuidad Económica del Agricultor MAGAP: Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca. NI: Negocio Inclusivo ONG: Organizaciones No Gubernamentales ONU: Organización Naciones Unidas ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible

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Resumen Las necesidades de seguridad alimentaria exigen que los pequeños agricultores tengan mejores capacidades productivas, mayor acceso a mercados y mayor integración en las cadenas de suministro agroindustriales. En respuesta a este fenómeno, empresas privadas, ONG, y organizaciones gubernamentales han puesto en marcha una serie de proyectos que buscan desarrollar pequeños agricultores e integrarlos a los principales mercados. Uno de los mecanismos sugeridos para facilitar esta integración son los negocios inclusivos. Sin embargo, gran parte de la investigación sobre negocios inclusivos ha sido anecdótica y cualitativa, por lo cual el efecto de este tipo de prácticas en las condiciones de vida de las personas involucradas es desconocido. De esta manera, la presente investigación responde a esta necesidad y desarrolla una escala de medición para negocios inclusivos que integran a pequeños agricultores a cadenas de suministros, y también evalúa el impacto de estas iniciativas en las condiciones de vida del agricultor. Para este propósito, se siguió una metodología de métodos mixtos, donde a través de un estudio cualitativo se conceptualizó y se generaron los indicadores para construir una escala de negocios inclusivos, la cual llamamos Continuidad Económica del Agricultor (CEA). A continuación, a través de una encuesta a 342 agricultores de maíz en las provincias de Guayas y Los Ríos, se evaluó el efecto de CEA en las condiciones de vida del agricultor. Las condiciones de vida fueron medidas a través de la metodología de pobreza multidimensional de Alkire y Foster, por lo cual este estudio evalúa si existe una relación negativa entre CEA y un índice parcial de intensidad de pobreza. Esta relación fue evaluada utilizando un modelo de regresión instrumental, donde la variable instrumental es el número de hijos de sexo masculino que tiene el agricultor. Los resultados del estudio señalan que los agricultores que están en una transacción de alta CEA registran menores niveles de intensidad de pobreza. Sin embargo, el efecto de CEA sobre intensidad de pobreza es menor cuando el agricultor tiene más de 3 años de relación comercial con su contraparte comercial.

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1 Antecedentes De las 795 millones de personas que habitan el planeta, 88 millones tienen desnutrición. Existen cerca de 500 millones de pequeños agricultores en todo el mundo, los cuales proveen el 80% de los alimentos consumidos en las economías en desarrollo. Por lo cual, la inversión en los pequeños agricultores es una vía importante para incrementar la seguridad alimentaria, y asegurar el abastecimiento de alimentos a nivel local y global (UN, 2015). Por las razones expuestas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado los objetivos de desarrollo sostenibles (ODS), entre los cuales se encuentra erradicar el hambre, incrementar la seguridad alimentaria y promover la agricultura sostenible. La definición de pequeños agricultores difiere de acuerdo al cultivo en cuestión. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) define pequeños agricultores en maíz a aquellos con menos de 10 hectáreas de cultivo, mientras que la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Africana (ANCUPA) define pequeños agricultores de palma aceitera a aquellos con menos de 20 hectáreas. Por lo cual la definición de pequeños agricultores por el tamaño de sus cultivos no es apropiada. En este sentido, se ha señalado que los pequeños agricultores o agricultura familiar, se refieren a las explotaciones agrícolas que son operadas por familias cuya mano de obra proviene de los miembros de la familia y que enfrentan un contexto próximo adverso, esto incluye la falta de acceso a mercados, líneas de créditos, y la falta de infraestructura y bienes públicos en el área donde están asentados los agricultores (Berdegué and Funtealba, 2011). El desarrollo rural es un fenómeno más complejo porque además de las actividades económicas, que van más allá de las actividades agrícolas, incluye temas relacionados a la provisión de servicios básicos como educación, sanidad, agua, acceso a telecomunicaciones, infraestructura pública (carreteras, alumbrado público, acceso a electricidad) diversificación económica de las poblaciones, entre otras características (Berdegué et al., 2014). En este sentido, la seguridad alimentaria exige la inversión en el mejoramiento de las capacidades productivas de la población rural, sea en actividades económicas agrícolas o de otro sector, y en la infraestructura de las comunidades rurales. Desde varios sectores de la sociedad se han propuestos mecanismos de inclusión económica para la población rural. Entre estas iniciativas se han propuesto los negocios en la base de la pirámide, esquemas de comercialización de mercados locales y comercio justo, agricultura por contrato y esquemas de abastecimiento sostenibles liderados por empresas y ONG (e.g. esquema de compra de café de Nespresso, o la compra de leche de Nestlé) (Alvarez et al., 2010; Barrett et al., 2012; Brown and Miller, 2008; Kolk, 2012). 10

Estos mecanismos buscan incorporar a los pequeños agricultores en cadenas de suministro y brindarles un acceso estable a mercados. Por otro lado, algunos de estos mecanismos capacitan a los agricultores en mejores prácticas agrícolas que mejoren la calidad del producto y a la vez les permitan acceder a mejores precios; invierten en infraestructura productiva (e.g. centros de acopios, maquinarias y activos para sistematizar actividades de la producción) que permita hacer a las operaciones agrícolas más eficientes (Hahn and Gold, 2014; Pagell and Wu, 2009; Parmigiani and RiveraSantos, 2015). Sin embargo, la efectividad de estos mecanismos de inclusión económica de pequeños agricultores ha sido parcialmente evaluada. Por ejemplo, estudios previos señalan que los agricultores que venden sus productos a través de esquemas de agricultura de contrato reciben precios más estables, un mejor ingreso, y mayor acumulación de activos en comparación con aquellos agricultores que están en esquemas tradicionales de compra y venta (Andersson et al., 2015; Michelson, 2013; Michelson et al., 2012). No obstante, la caracterización de las transacciones que se llevan a cabo dentro de cada uno de estos formatos de comercialización es imprecisa. Por ejemplo, ¿cómo se puede distinguir a una transacción realizada en un esquema de agricultura por contrato versus a la transacción realizada bajo el esquema de un negocio inclusivo (NI)? Por consiguiente, para poder mejorar nuestro entendimiento sobre el efecto que este tipo de esquemas tiene en las condiciones de vida del agricultor, es importante identificar las características que distinguen a las transacciones de un NI, y luego evaluar el efecto de los NI en las condiciones de vida del agricultor.

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2 Objetivo de la Investigación La seguridad alimentaria de América Latina depende de la integración exitosa de pequeños agricultores a las cadenas de abastecimiento. En esta misma dirección, también es necesario que los agricultores mejoren sus capacidades técnicas y el manejo de sostenible de sus cultivos. Uno de los mecanismos que se han propuesto para facilitar esta integración es el diseño de negocios inclusivos que consideren a la población rural como proveedores y los integren en la cadena. Sin embargo, hay poca evidencia empírica que sustente la efectividad de este tipo de negocios inclusivos para mejorar las condiciones de vida de los agricultores. En consecuencia, conocer más sobre los efectos de este tipo de prácticas beneficiaría a los tomadores de decisiones en el sector público y privado, para diseñar proyectos que busquen este tipo de integración en las cadenas de suministro. Por consiguiente, el principal objetivo de esta investigación es el siguiente: 

Evaluar si los negocios inclusivos que integran a pequeños agricultores en la cadena como proveedores tienen un efecto positivo en las condiciones de vida de los pequeños agricultores

Por otro lado, estudios en agroecología sugieren que este tipo de mecanismos liderados por el sector privado causa efectos negativos en el bienestar del agricultor (Altieri and Nicholls, 2012). Por ejemplo, este tipo de iniciativas ofrece a los agricultores semillas de alto rendimiento, las cuales mejoran el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, este mejoramiento en el rendimiento otorga beneficios temporales al agricultor porque en el largo plazo sus capacidades productivas permanecen intactas. Por ejemplo, estudios previos han encontrado que los alcances logrados por estos esquemas de comercialización no se mantienen en el tiempo. Es decir, estos esquemas causan un tipo de dependencia entre el agricultor y la empresa compradora (Andersson et al., 2015). De esta manera, un segundo objetivos de este estudio es: 

Evaluar si esta dependencia entre el agricultor y el comprador afecta negativamente a la reducción de pobreza.

No obstante, para alcanzar estos dos objetivos es necesario realizar las siguientes actividades: 

Conceptualizar y operacionalizar el concepto de NI



Desarrollar una escala de medición del concepto de NI



Medir el concepto de condiciones de vida

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3 Marco Conceptual La investigación en cuestión aborda un tópico que es transversal a varias líneas de conocimiento: economía agrícola, negocios y sociedad, cadenas de suministro sostenibles, economía de la pobreza, entre otras. De esta manera, para conseguir una visión multidisciplinaria del tópico de esquemas inclusivos de comercialización se revisaron las literaturas de agricultura familiar en Latinoamérica, agricultura por contrato, negocios en la base de la pirámide y cadenas de suministro y abastecimiento sostenible. En esta sección se presenta una síntesis de las ideas de cada una de estas líneas de conocimiento y explicamos cómo esta investigación está enmarcada en estas líneas de estudio.

3.1

Seguridad Alimentaria, Sostenibilidad y el Agricultor Pequeño

Las prácticas de agricultura sostenible y el desarrollo del pequeño agricultor son reflejos de la problemática de la seguridad alimentaria. Para poder alimentar a la creciente población mundial es necesario que los pequeños agricultores se integren mejor al mercado, incrementen sus rendimientos, y al mismo tiempo que adopten buenas prácticas de agricultura sostenible (UN, 2015). Considerando que en América Latina hay alrededor de 15 millones de producciones agrícolas familiares, que controlan aproximadamente 400 millones de Ha. y que de los cuales 10 millones son agricultores de subsistencia (Berdegué and Fuentealba, 2014), la integración de pequeños agricultores se vuelve más crítico para América Latina.

3.2 Problemática del Agricultor Pequeño en América Latina El agricultor pequeño en América Latina tiene dificultades para acceder a mercados de comercialización de su producto, servicios bancarios y acceso a crédito, poca infraestructura física para poder transportar sus cosechas, dificultad para acceder a información sobre innovaciones agrícolas, y usualmente opera en zonas rurales de escaso desarrollo económico (Berdegué and Funtealba, 2011). Todos estos factores hacen que incrementen los costos de producción, los costos de transacción y reduzcan los ingresos por su producción. En este sentido, las intervenciones o proyectos dirigidos a mejorar las condiciones de vida de los agricultores deben considerar factores que van más allá del incremento de la productividad agrícola. Estudios previos señalan que para sacar a los agricultores pequeños de la pobreza es necesario que dichos programas creen bienes públicos que permitan a los agricultores integrarse a cadenas de suministro, cree capacidades en los 13

agricultores de tal manera que puedan diversificar sus actividades económicas, incluyendo actividades diferentes a la agricultura, y facilite la difusión de conocimiento o buenas prácticas agrícolas (Berdegué, 2009). En respuesta a esta necesidad de los pequeños agricultores, diversas organizaciones de la sociedad civil han empezado a tener un rol importante. Por ejemplo, institutos privados de investigación, agencias de desarrollo, ONG, universidades, entre otros han desarrollados esquemas participativos con pequeños agricultores para mejorar la difusión de buenas prácticas agrícolas y la integración de los pequeños agricultores en cadenas de suministro (Kolk et al., 2014; Reficco et al., 2010). Por otro lado, la presión de tener proveedores confiables y de mayor calidad en el producto ha llevado a empresas agroindustriales a desarrollar mecanismos de integración del pequeño agricultor. Por ejemplo, empresas como Nestlé, Unilever, o Starbucks han desarrollado esquemas de abastecimiento donde el pequeño agricultor recibe extensión agrícola, transferencia de tecnología, y accede a precios más estables y en algunos casos mayores (Nespresso, 2014; Nestle, 2015; Unilever, 2015). En este sentido, se han desarrollado esquemas diferentes a las tradicionales transacciones con intermediadores acopiadores de productos agrícolas. Los principales esquemas de transacción identificados en la literatura son: agricultura por contrato, negocios inclusivos agrícolas y esquemas de abastecimiento sostenibles (Kolk et al., 2014; Pagell and Wu, 2009; Reficco et al., 2010; Wang et al., 2014).

3.3 Agricultura por contrato La agricultura por contrato (contract farming en inglés) se refiere a esquemas de comercialización donde una empresa agroindustrial acuerda con un grupo de agricultores la compra de la cosecha a un precio determinado bajo el cumplimiento de requisitos de calidad del producto. Algunos de estos esquemas pueden incluir la extensión agrícola, la transferencia de tecnología agrícola, y la provisión de préstamos para el agricultor. Este esquema se ha utilizado en Latinoamérica para la compra de café, hortalizas, verduras con pequeños agricultores en países como Colombia, Honduras, Guatemala, entre otros. (Barrett et al., 2012; Key and Runsten, 1999; Setboonsarng, 2008; Wang et al., 2014). Estudios previos han determinado que aquellos agricultores que participan en esquemas de agricultura por contrato acumulan más activos, enfrentan una menor variación en los precios de sus cosechas, e incrementan sus ingresos agrícolas (Michelson, 2013; Rao et al., 2012; Wang et al., 2014). Sin embargo, estos mismos estudios señalan que los alcances logrados por estos esquemas de comercialización no se mantienen en el tiempo. Es decir, estos esquemas causan una dependencia entre el agricultor y la empresa compradora. En otras palabras, las capacidades desarrolladas en estos esquemas de comercialización no son replicables en otros mercados o mecanismos de 14

comercialización, por lo cual los logros de los agricultores se desvanecen en el tiempo (Andersson et al., 2015). Adicionalmente, los estudios referidos no tipifican las características de cada esquema de comercialización. Es decir, estos estudios diferencian entre esquemas de agricultura con contrato de esquemas tradicionales de intermediación, pero no señalan cuales son los atributos del canal de transacción que lo hacen diferente y a su vez hacen a esta transacción más inclusiva. Esta es una brecha en la literatura que el presente proyecto de investigación pretende cubrir.

3.4 Negocios Inclusivos Agrícolas Una de las ideas que ha gozado de mayor popularidad en la literatura de administración de empresas son los negocios en la base de la pirámide. Esta idea fue propuesta por C.K. Prahalad, quien señaló que las empresas multinacionales pueden contribuir a la reducción de la pobreza a través del desarrollo de productos y servicios para las personas que están en la base de la pirámide. Las personas que se encuentran en la base de la pirámide, aquellas que viven con menos de 2 USD al día, están aisladas de mercados principales, con varios intermediarios entre ellos y las empresas productoras de bienes y servicios, y en muchos casos con limitado o nulo acceso a productos o servicios de buena calidad. En este sentido, Prahalad señalaba que si las empresas pudieran atender directamente a estos consumidores, ellos pudieran recibir mejores productos a un menor precio, por consiguiente las empresas pudieran ganar dinero por el tamaño de este mercado, y las personas en la base de la pirámide pudieran mejorar su consumo (Prahalad and Hammond, 2002; Prahalad, 2004). Sin embargo, la factibilidad de esta idea ha sido cuestionada. Karnani (2007) ha sugerido que vender mejores productos a las personas en la base de la pirámide no mejora sus capacidades o activos para incrementar sus ingresos. En este sentido, Karnani sugiere que un mejor enfoque es integrar a las personas de la base de la pirámide como proveedores de grandes empresas. Las personas en la base de la pirámide pueden ser capacitadas o entrenadas para ofrecer insumos, servicios o mano de obra a las empresas. En esta dirección, el concepto de negocios en la base de la pirámide ha evolucionado. Otros autores sugieren que el concepto de negocios en la base de la pirámide aún tiene potencial para reducir la pobreza en un contexto de co-creación de valor entre la comunidad en la base de la pirámide y la empresa (Simanis et al., 2008). Este enfoque sigue una perspectiva de emprendimiento e identificación de negocios dentro de la base de la pirámide, por parte de los miembros de la comunidad, pero con el apoyo de la empresa. Esta visión más elaborada y enfocada al emprendimiento, también 15

se la ha definido como negocios inclusivos. Los negocios inclusivos son iniciativas que buscan integrar a las personas de la base de la pirámide en contextos de mercados, a través de la conexión de lo local con lo global, innovación, apalancamiento de activos locales, y la co-creación de valor entre la comunidad local y actores externos, sean estos empresas, ONG o el sector público (Reficco et al., 2010). Sin embargo, el concepto evolucionado de negocios inclusivos es complejo. Este incluye población de personas urbanas y rurales, y esquemas en los cuales las personas se involucran como proveedores, distribuidores, y consumidores (Kolk et al., 2014). En este sentido, no hay un único formato de NI, por lo cual la medición del concepto de NI es compleja, porque esta incluye el modelo de negocio, el formato de acercamiento de la empresa o el actor externo en cuestión, y el proceso de co-creación de valor entre la comunidad y el actor externo. Kolk et al. (2014) propone un marco conceptual para categorizar modelos de negocios inclusivos, donde los modelos de negocios son clasificados en función de dos variables: la posición de la población en cuestión (las personas pobres) en la cadena de valor, y el modo de participación de la población en cuestión. Así, los modelos de negocios se mueven a lo largo de estos dos ejes, donde un extremo del eje de la posición es cuando la población es considerada como consumidores y el otro extremo es cuando la población es considerada como un emprendedor (los proyectos en que la población son proveedores estaría en el medio). Y en el eje del modo de participación, en un extremo están las iniciativas en las cuales la población son pasivos o recipientes de la iniciativa, y en el otro extremo cuando la población es también inventora de la iniciativa (ver Figura 3.1). Figura 3.1: Clasificación de Modelos de Negocios Inclusivos

Fuente: Figura adaptada de Kolk et al (2014) 16

De esta manera, las iniciativas de negocios que son diseñadas por una empresa compradora para integrar poblaciones de agricultores como proveedores se encuentran en la parte central baja de la Figura 3.1. Y tal como lo expone Kolk et al. (2014) existe poca investigación en este tipo de iniciativas. Por consiguiente, el concepto de NI está más alineado al concepto de modelo de negocios y por lo tanto es más amplio y complejo que el concepto de agricultura por contrato. Entre todas las posibles formas de modelo de negocios inclusivos están los negocios que integran a poblaciones pobres, tanto rurales como urbanas, como proveedores en la cadena de suministro. Sin embargo, en la literatura de abastecimiento sostenible este tipo de modelos de negocios están comenzando a estudiarse en el contexto de sostenibilidad social en la cadena de suministro. En consecuencia, es importante estudiar la literatura de abastecimiento sostenible, para poder conceptualizar este tipo de modelos de negocios.

3.5 Abastecimiento Sostenible: Visión de la Cadena de Suministro Abastecimiento sostenible se refiere a la gestión de todos los componentes de la red de abastecimiento de una empresa que maximizan el rendimiento de la empresa en la triple cuenta de resultado (Pagell et al., 2010). La triple cuenta de resultado se refiere al rendimiento económico, ambiental y social de la empresa (Elkington, 1997). En este sentido buenas prácticas de abastecimiento sostenible incluyen: códigos de conducta de proveedores para prevenir riesgos laborales, trabajo infantil, y explotación laboral; capacitación y transferencia de buenas prácticas para que los proveedores reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, un concepto importante para esta investigación de esta literatura es el constructo de continuidad económica del proveedor. Este constructo se refiere al esfuerzo y asignación de recursos, financieros y no financieros, que realiza una empresa para asegurar que todos los miembros de su red de abastecimiento permanezcan en su negocio de tal manera que les permita desarrollarse, reinvertir, innovar y crecer (Pagell and Wu, 2009). Entre los recursos y actividades que realizan las empresas para asegurar la continuidad económica de sus proveedores se ha documentado a las siguientes prácticas: De-comoditización de proveedores (tratar a proveedores de commodities como si fueran estratégicos), desarrollo de proveedores, reducción del riesgo de proveedores, desarrollo no tradicional de proveedores y transparencia, que se refiere a la disponibilidad de información sobre costos y precios a lo largo de la cadena para asegurar que los proveedores al final de la cadena reciban un precio justo para que puedan subsistir (Gold et al., 2013; Pagell and Wu, 2009; Pagell et al., 2010).

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3.6 Hacia una Operacionalización de Negocios Inclusivos en Cadenas de Suministros Como resultado de la revisión de la literatura, hemos llegado a la conclusión que los conceptos de negocios inclusivos, continuidad económica del proveedor y en cierta medida agricultura por contrato, son un reflejo en distintas literaturas del fenómeno de inclusión económica del proveedor. En cada una de las literaturas, negocios y la sociedad, economía agrícola y abastecimiento sostenible, los conceptos en cuestión han sido formulados con el objetivo de asegurar el abastecimiento futuro de insumos. Esta idea en el contexto de cadenas agroindustriales va alineado con el propósito de seguridad alimentaria y agricultura sostenible. Por otro lado, un factor común entre los conceptos expuestos es que todos se refieren a transacciones, y precisamente a transacciones que: a) incluyan a actores económicos usualmente excluidos como los pequeños agricultores; b) tengan mejores condiciones para los proveedores de tal manera que se proteja el medio ambiente y la sociedad; c) permitan a las empresas construir encadenamientos sostenibles en el tiempo. Sin embargo, no se ha documentado en ninguna de las mencionadas literaturas un enfoque o procedimiento sobre cómo medir el nivel de “inclusividad” de una transacción puntual. Por consiguiente, para evaluar la efectividad de esquemas inclusivos de comercialización, es importante construir una escala o índice que nos permita evaluar qué tan inclusiva es la transacción en la que opera el agricultor. En este sentido, esta investigación contribuye en el desarrollo de una medida para evaluar el grado de inclusividad de una transacción en el contexto de cadenas agroindustriales.

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4 Método de la Investigación Para evaluar el impacto de esquemas inclusivos de comercialización hemos seleccionado la cadena de suministro de maíz. En Ecuador se han registrado algunas iniciativas tanto públicas como privadas en las cuales se ha procurado incluir a pequeños agricultores (menos de 10 Ha.) en cadenas agroindustriales. Por ejemplo, el MAGAP a través del programa FICA invirtió en 6.331 ha y 1.712 agricultores beneficiarios de crédito, paquete tecnológico, seguro agrícola y compra de la cosecha al precio oficial (MAGAP, 2016). Adicionalmente, empresas privadas como Pronaca han desarrollado programas de integración inclusiva para pequeños agricultores de maíz, donde dichos agricultores reciben créditos para la compra de insumos agrícolas, los cuales son cancelados a la entrega de la cosecha. Adicionalmente, Pronaca ofrece asistencia técnica, días de campo y capacitación al agricultor en el manejo del cultivo (PRONACA, 2016). Sin embargo, la evaluación de este tipo de prácticas ha sido escasa. De esta manera, considerando que en la cadena de maíz existen dos modelos de transacción con orientación distinta, intermediario tradicional y empresa agroindustrial, consideramos que es un escenario adecuado para hacer un análisis comparativo entre los diferentes esquemas de comercialización, y así poder determinar si la inclusividad de las transacciones incide en la reducción de pobreza del agricultor. Para alcanzar los objetivos de esta investigación, seguimos un enfoque de métodos mixtos. En primer lugar, se realizó un estudio cualitativo para conceptualizar el concepto de continuidad económica del proveedor desde la perspectiva de los agentes del sector público y privado en la cadena de suministro de maíz en el Ecuador. El estudio cualitativo es la base para generar los indicadores que permitirán la medición del mencionado constructo. A continuación, se diseñó una encuesta para recoger los datos de los agricultores de maíz sobre continuidad económica, pobreza multidimensional y otras variables de control. Luego, a través de un modelo de regresión de variables instrumentales evaluamos el efecto del mencionado constructo en un la intensidad de carencias del índice de pobreza multidimensional

4.1 Investigación Cualitativa El principal objetivo de la investigación cualitativa es la conceptualización del constructo de continuidad económica del agricultor en el contexto de la cadena de suministro de maíz. Para conceptualizar este constructo, diseñamos un protocolo de entrevistas semi-estructuradas el cual nos permita explorar las dimensiones y atributos que los administradores y representantes del sector privado y público tienen sobre el tema. 19

Adicionalmente, la información recolectada en las entrevistas fue contrastada con la literatura de abastecimiento sostenible, lo cual sirvió para enriquecer nuestro entendimiento de dicho constructo. Se entrevistó a 13 expertos de la cadena de suministro del maíz. Entre los expertos estaban funcionarios del MAGAP del área de comercialización, del programa de semillas de alto rendimiento, gerentes y directivos de empresas comercializadoras de insumos agrícolas, gerentes y directivos de empresas agroindustriales que procesan maíz, directores y representantes de asociaciones de empresarios que promueven la sostenibilidad en la cadena de suministro y pequeños agricultores del cantón Balzar. El objetivo de estas entrevistas era conformar una visión multidisciplinaria sobre la situación de los agricultores en la cadena de suministro del maíz. La recolección de información se realizó a través de entrevistas semiestructuradas. Este método de recolección consiste en el diseño de una lista de temas que guíen la entrevista con el experto, pero con un formato lo suficientemente flexible para poder tratar temas de interés que surjan a lo largo de la entrevista. El instrumento para la entrevista contenía temas relacionados a los siguientes aspectos: definición de NI; contexto de los agricultores maiceros; compromisos del agricultor con la empresa durante el NI; resultados observados en los NI (ver Anexo 8.1).

4.2 Encuesta a los Agricultores El objetivo de la encuesta es recolectar información sobre la productividad, comercialización, recepción de subsidios, y condiciones de vida del agricultor. Para esto, se diseñó un cuestionario que solicitaba información sobre: características de la UPA, canal de comercialización, buenas prácticas agrícolas, acceso a salud y educación de la familia del agricultor, resultados de la cosecha de invierno del 2015 y asociatividad del agricultor1. La población del estudio son los agricultores de las provincias de Guayas y Los Ríos con menos de 10 Ha. de cultivo. Se decidió enfocarse en esta población, porque la superficie de cultivo menor o igual a 10 Ha. es uno de los criterios para poder recibir el subsidio al kit tecnológico que ofrece el MAGAP y también es el parámetro que se utiliza en la industria para clasificar a los agricultores como pequeños. La muestra de agricultores se seleccionó a través del método de conglomerados de dos etapas. Primero, se identificaron los cantones de mayor producción de maíz de las provincias de Guayas y Los Ríos, que fueron: Balzar, El Empalme, Pedro Carbo,

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El cuestionario puede descargarse del siguiente link: https://goo.gl/P4kkVs 20

Mocache, Palenque y Ventanas. A continuación se tomó una muestra aleatoria de recintos en estos seis cantones. Con un margen de error del 5%, de los aproximadamente 1020 recintos en estos 6 cantones resultaron 46 recintos. Sin embargo, no se contaba con un marco muestral adecuado sobre la población de agricultores en cada uno de los recintos. Por lo cual, se utilizó un muestreo sistemático de tal manera que se seleccionara un número determinado de agricultores en cada recinto hasta completar el tamaño de la muestra sugerido por un muestreo aleatorio simple. De esta manera, se determinó el tamaño de la muestra con 5% de margen de error, y utilizando la proporción de agricultores que reciben subsidios en la compra de kits tecnológicos y venden su cosecha directamente a empresas agroindustriales. Ante la ausencia de referencia de proporción de agricultores que reciben el subsidio o venden directamente a agroindustriales, se realizó una prueba piloto con 12 agricultores del cantón Balzar, en la cual se encontró que la proporción de agricultores que recibieron el kit fue de 0.83, mientras que la proporción de venta directa a agroindustriales fue de 0.5. De esta manera, para el cálculo del tamaño de la muestra se utilizó la media de ambas proporciones que fue 0.67, lo cual sugiere que el tamaño de la muestra debe ser de 342 agricultores (ver Anexo 8.2).

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5 Resultados de Investigación Cualitativa Después de cada entrevista, se preparó un reporte que resumía los puntos tratados durante la entrevista con el experto en cuestión. Estos textos fueron analizados para encontrar conceptos, frases, o expresiones relacionados a la implementación de negocios inclusivos o esquemas de comercialización inclusivos. Estos conceptos, frases, o expresiones fueron clasificados en códigos que permitiera comparar las diferentes definiciones y características de NI percibidas por cada uno de los expertos. Así, obtendríamos la visión compartida y triangulada a través del panel de expertos sobre lo que constituye un esquema de comercialización inclusivo en la cadena de maíz. De esta manera, los resultados de la investigación cualitativa se presentan de la siguiente manera. 1) Antecedentes de los negocios inclusivos; 2) características de un NI o esquema de comercialización inclusivo en la cadena de maíz; 3) conceptualización del constructo de NI o esquemas de comercialización inclusivos.

5.1 Antecedentes de los Negocios Inclusivos en la Cadena de Maíz Las iniciativas de comercialización inclusiva en la cadena de maíz en Ecuador tienen una larga tradición. Desde inicios de la década 2000 han habido proyectos entre organizaciones sin fines de lucro como CEMDES, SNV, cooperación Suiza, USAID, y empresas del sector privado (e.g. Pronaca) para integrar pequeños agricultores maiceros a la cadena de abastecimiento de la empresa. Luego, estas iniciativas se convirtieron en materia de política pública del MAGAP, quien a través de proyectos como el FICA (Fondo de Integración de Cadenas Agroproductivas) han otorgado créditos para insumos de los agricultores y capacitación técnica sobre el manejo del cultivo. Sin embargo, en ambas instancias, proyectos iniciados por el sector privado en colaboración con ONG o el sector público, los objetivos que se persiguen son incrementar la productividad del agricultor, permitir el acceso del agricultor a insumos de mayor calidad y como consecuencia de esto, que los agricultores tengan mejores ingresos por sus cosechas y al mismo tiempo que la oferta local de maíz sea suficiente para abastecer a las empresas agroindustriales. Por consiguiente, sea por razones de responsabilidad social empresarial, o políticas gubernamentales, los NI en la cadena de maíz han sido creados para mejorar la productividad del agricultor. Para mejorar la productividad del agricultor, tanto el sector privado y el sector público dan acceso directo a los agricultores a semillas de alto rendimiento. Para esto, se otorga crédito para la compra de insumos, capacitación técnica sobre el manejo del cultivo, subsidios en la compra de semillas de alto rendimiento, entre otras. No obstante, como se expondrá a continuación, este tipo de prácticas son insuficientes para abordar la 22

compleja situación de los pequeños agricultores. Por ejemplo, los pequeños agricultores pueden mejorar el rendimiento de sus cultivos con las semillas de alto rendimiento, pero no gozan de un mayor ingreso marginal porque siguen comercializando su producto en esquemas con alta asimetría de información. Adicionalmente, el agricultor puede mejorar el rendimiento de su cultivo por hectárea, pero aún puede tener altos costos para transportar su producto a los principales centros de acopio o mercados mayoristas. Por consiguiente, definir NI únicamente por la presencia de capacitación técnica y la entrega de semillas de alto rendimiento es insuficiente porque se necesitan abordar otros factores para que el agricultor pueda integrarse a las cadenas de suministros nacionales e internacionales de tal manera que el cultivo de maíz sea una actividad económicamente sostenible para el agricultor

5.2 Situación Actual de los Agricultores ante la Implementación de Negocios Inclusivos. Los negocios inclusivos son iniciativas que buscan integrar a las personas de la base de la pirámide en contextos de mercados, a través de la innovación, apalancamiento de activos locales y la co-creación de valor entre la comunidad local y actores externos (Reficco et al., 2010). En este sentido, el concepto de NI es más complejo a las prácticas aplicadas en los últimos años en las cadenas agrícolas para lograr que el pequeño agricultor se integre a cadenas de suministro agroindustriales que le permitan un acceso estable al mercado. Esta sección sintetiza la situación de los pequeños agricultores y los desafíos que deben enfrentarse para integrar a los pequeños agricultores, personas de la población rural en la base de la pirámide, en contextos de mercado. En Ecuador en los últimos 7 años, el gobierno nacional ha implementado proyectos de asistencia técnica y subsidios para la adquisición de insumos agrícolas y semillas de alto rendimiento por parte de los agricultores. Estos proyectos se implementaron bajo la premisa que una de los principales inconvenientes del agricultor es el escaso acceso a semillas de alta calidad, y a la mala práctica agrícola de reutilización o reciclaje de semillas. A través del Programa de Semillas de Alto Rendimiento, el gobierno entrega un subsidio al agricultor para la compra de kits tecnológicos, los cuales incluyen semillas, fertilizantes y materiales para el suelo. Este programa distribuye alrededor de 200 mil kits en el ciclo de invierno entre agricultores de maíz y arroz. Adicionalmente, el programa tiene aproximadamente 200 técnicos agrícolas que dan asistencia técnica a los agricultores. En este sentido, las empresas vendedoras de insumos agrícolas se han comprometido a poner una parcela demostrativa por cada 400 kits vendidos.

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Sin embargo, la integración del agricultor requiere acciones que van más allá que el mejoramiento de su productividad. Por ejemplo, el acceso a semillas de alto rendimiento y asistencia técnica puede mejorar el rendimiento por hectárea, pero solamente para el periodo de invierno porque gran parte de los pequeños agricultores no tienen sistema de riego para sembrar todo el año. En esta misma dirección, los agricultores que pueden beneficiarse de mejores insumos agrícolas son aquellos que pueden comprarlos o tengan fuente de crédito. Por consiguiente, la integración efectiva del agricultor a cadenas de suministro agro-industriales, contexto de mercados y consecuentemente la sostenibilidad económica de la actividad agrícola requieren acciones en los siguientes aspectos: infraestructura y bienes públicos; capacitación y entrenamiento en administración de los cultivos y en la identificación de oportunidades de emprendimiento en el cultivo de otros productos o actividades no agrícolas; implementación de prácticas de agricultura sostenible; acceso a fuentes de crédito para compra de insumo y capital de trabajo; inversión y empoderamiento de las asociaciones de agricultores; y transparencia en aspectos relacionados a la comercialización de maíz. Infraestructura y bienes públicos en el campo Las entrevistas realizadas entre los agricultores y representantes de las empresas privadas sugieren que la infraestructura relacionada a caminos de primer y segundo orden ha mejorado. En este sentido, los agricultores, salvo ciertas zonas, tienen menos inconvenientes relacionados a movilizar sus cosechas hasta los principales centros de acopio. Sin embargo, la falta de infraestructura de riego sigue siendo un inconveniente para la producción agrícola de los agricultores. De acuerdo a las entrevistas, la falta de riego se explica por la escasa oferta de crédito para este tipo de inversión, y por otro lado por la inhabilidad del agricultor de acumular activos, construir un historial de crédito con el banco que le permita solicitar un crédito para tales propósitos. Por consiguiente, estos son factores del entorno a tomarse en cuenta en la evaluación de la inclusividad de un negocio, porque un agricultor con escasa infraestructura y sistema de riego tendría mayores dificultades para integrarse al mercado y ser una fuente consistente de productos agrícolas. Capacitación emprendimiento

y

entrenamiento

en

administración

de

cultivos

y

Las prácticas más estudiadas, e implementadas en los programas del MAGAP, hacen énfasis en la mejora de las capacidades productivas agrícolas. Sin embargo se pone menos énfasis en las capacidades que necesita el agricultor para ser un empresario o emprendedor agrícola. En este sentido, los esfuerzos de capacitación deben también considerar la preparación del agricultor en temas de costos, presupuesto, manejo de otros 24

cultivos, y la identificación de oportunidades de negocio que le permitan diversificar sus fuentes de ingreso. Ante esta situación, un agricultor de la provincia de Balzar nos comentaba: “Nosotros hemos pedido capacitación, pero en temas de manejo de números, para que el agricultor sepa cuanto invierte y cuánto gana, que él sepa cuando debe vender y cuando no porque está perdiendo dinero. El agricultor vende en cuanto ve que la planta está lista. Primero, porque tiene que pagar los créditos, y segundo porque no tiene idea lo que está perdiendo ya que no maneja números.” Agricultor maicero de la zona de Balzar Este aspecto se vuelve aún más crítico ante la ausencia de sistemas de riego que le impiden la siembra durante la época seca. En este sentido, la diversificación de ingresos familiares a través de actividades económicas no agrícolas pudiera ayudar al agricultor a incrementar su nivel de ingreso a lo largo del año. Además, los agricultores y los miembros de sus familias pudieran invertir las ganancias del cultivo de maíz en estas actividades económicas durante el verano y luego con dichas utilidades poder disponer capital de trabajo para el cultivo nuevamente de invierno. Adicionalmente, los agricultores entrevistados manifestaron su interés de aprender técnicas sobre otro tipo de cultivos, como hortalizas, piña, sandía o cacao, crianza de aves de corral y cerdos, entre otras actividades. Por consiguiente, para incrementar las posibilidades del pequeño agricultor de acceder al mercado, es importante que ellos cuenten con capacidades que les permita mejorar la administración de su cultivo, y el emprendimiento en actividades económicas durante la época seca. Implementación de prácticas de agricultura sostenible Las prácticas de agricultura sostenible son aquellas que sirven para cumplir las necesidades actuales y futuras de la sociedad respecto a alimentos, fibra, servicios del ecosistema para tener vidas saludables de tal menara que se maximice el beneficio neto a la sociedad cuando todos los costos y beneficios de dichas prácticas son considerados. En este sentido las prácticas agrícolas de los pequeños agricultores deben causar mínimo daño al suelo, el medioambiente, recursos hídricos, forestales y a la vez proveer a futuras generaciones de alimentos. A través de las entrevistas realizadas, observamos que ciertas prácticas de los agricultores pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad. Por ejemplo, la quema del suelo al final del cultivo y la escasa rotación de cultivos en los suelos. Ambas prácticas erosionan el suelo lo cual afecta negativamente los rendimientos futuros de los cultivos porque favorecen la proliferación de plagas y desgasta los nutrientes del suelo para cultivos posteriores. En este sentido, es importante que la 25

capacitación técnica de los agricultores incluya buenas prácticas de agricultura sostenible para que los agricultores puedan hacer de la agricultura una actividad económicamente sostenible Las buenas prácticas de agricultura sostenible son un tópico reconocido como relevante por parte de las empresas proveedores de insumos, los compradores de maíz, el MAGAP y el INIAP. Sin embargo, es un tema que ha sido incorporado levemente en las capacitaciones que reciben los agricultores. Por ejemplo, los agricultores son instruidos sobre siembras contra la pendiente para preservar los nutrientes del suelo, pero temas como la rotación de cultivos maíz-oleaginosas no ha sido incorporado. No obstante, prácticas agrícolas sostenibles constituyen una dimensión relevante a observar dentro de los negocios inclusivos agrícolas. Acceso a crédito para compra de insumos y capital de trabajo El ciclo de cultivo de maíz tiene alrededor de 105 días. Es decir, durante este periodo el agricultor debe desembolsar efectivo para compra de insumos, pago de jornales y otros costos asociados al cultivo. Adicionalmente, durante este periodo también debe solventar los gastos de su hogar. Cuando recibe el pago de su cosecha, recién puede cubrir las deudas contraídas y utilizar algo de capital para la siguiente producción. Sin embargo, el agricultor de maíz promedio no cuenta con una producción estable durante todo el año, y gran parte de ellos no tienen diversificada sus actividades económicas. Por consiguiente, el agricultor necesita de financiamiento para poder empezar el cultivo de maíz de invierno. Sin embargo, el agricultor tiene dificultades para poder acceder a créditos de corto plazo con la banca privada. Por un lado, la escasa actividad económica durante la época seca, sumado a la escasa diversificación de actividades económicas, limita los movimientos de efectivo del agricultor. Adicionalmente, el agricultor usualmente no cuenta con record bancario, o documentación (e.g. declaración de impuesto a la renta, facturas, movimiento de cuentas bancarias) que le permitan a las instituciones del mercado financiero evaluar el perfil de riesgo del agricultor y otorgarles créditos de corto plazo para su producción. Además, la irregularidad respecto a los títulos de propiedad de la tierra hace más difícil que el agricultor pueda presentar sus propiedades como garantía de pago en el caso de préstamos de corto plazo. Por las razones mencionadas, existen organizaciones públicas que ofrecen créditos a los agricultores para que puedan cubrir el capital de trabajo y su manutención previa a la cosecha. En el Ecuador se pueden citar organizaciones como el Banco Nacional de Fomento (BNF) o la Corporación Financiera Nacional (CFN) que ofrecen créditos de 26

corto plazo al agricultor. No obstante, el tiempo de entrega del crédito es otro aspecto importante. El agricultor debe sembrar el maíz con las primeras lluvias de la época de invierno (Enero-Abril para el litoral). Para esto, es importante que los créditos se reciban en los primeros días de Enero, de tal manera que el agricultor pueda comprar los insumos agrícolas y empezar la siembra en cuanto empiecen las lluvias. No obstante, los agricultores señalan que los créditos de las instituciones públicas son aprobados y consignados en el mes de febrero o marzo, cuando ya no son adecuados para iniciar la siembra. De esta manera, para que el agricultor pueda hacer de la agricultura una actividad económica sostenible, es importante que el agricultor tenga acceso a crédito y que el crédito sea consignado de forma oportuna. En este sentido, tanto la empresa privada como el sector público han diseñado mecanismos a través de los cuales los agricultores pueden acceder a crédito directo. Por ejemplo, empresas como Pronaca ofrece crédito directo a pequeños agricultores para la compra de insumos agrícolas, de manera similar el MAGAP a través del proyecto FICA entregaba créditos a los agricultores para la compra de insumos. En ambos casos, los agricultores recibían el crédito únicamente para la compra de insumos, los agricultores recibían los insumos y con la venta de sus cosechas pagaban el crédito recibido. Adicionalmente, en algunas de las entrevistas realizadas se cuestionaba que la empresa privada otorgue préstamos a los agricultores. En este sentido, se sostiene que los créditos deben ser otorgados por la banca pública o la banca privada. Dentro de esta línea de pensamiento, se sugiere la posibilidad que las empresas compradoras de maíz sirvan como intermediarios entre la banca y los agricultores. Es decir que ellos sirvan de enlace entre estos actores. Por otro lado, ante la falta de institucionalidad y recursos logísticos para la entrega oportuna de crédito, la empresa privada ha cubierto adecuadamente la falta de oferta de crédito para los agricultores. Sin embargo, la empresa privada no tiene los recursos para ofrecer créditos a todos los agricultores pequeños. Por consiguiente, los préstamos del sector privado no es un mecanismo efectivo para alcanzar a todos los agricultores. En este sentido, es imperante que la banca pública y la banca privada ofrezcan servicios ágiles de créditos de corto plazo. La comercialización de maíz del agricultor El agricultor puede capturar valor de haber mejorado sus habilidades de producción, accedido a mejores semillas e insumos agrícolas, aplicado prácticas de agricultura sostenible, y accedido al crédito oportuno solamente cuando él puede comercializar su cosecha en una transacción que le ofrezca precios estables, le otorgue certidumbre de la

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venta de sus cosechas de largo plazo, le de transparencia y oportunidad para negociar mejor sus productos. No obstante, los agricultores comercializan sus cosechas en transacciones que no les permiten capturar el mayor valor económico posible por sus cosechas. Por ejemplo, dependiendo del grano, los agricultores cosechan el maíz cuando está entre 25-27% de humedad, con esta humedad reciben un precio menor por su producto. Sin embargo, ellos no tienen las instalaciones para secar el país, y venderlo de acuerdo a los estándares del precio referencial (13% humedad y 1% impureza). Entre los principales problemas durante que las transacciones que se identificaron están los siguientes: falta de recursos logísticos, escasa transparencia y asimetrías de información en el mercado de comercialización de maíz, escasa institucionalidad en la comercialización de maíz, y poca agilidad en el pago de las cosechas. Recursos logísticos en la transacción Los recursos logísticos son los activos, tecnología, y equipos que facilitan la venta del maíz del agricultor. Estos incluyen las desgranadoras y empacadoras de maíz, planchas secadoras, silos, camiones para el transporte, infraestructura (e.g. carreteras, puentes, etc.) los cuales facilitan la entrega a tiempo y en buenas condiciones del maíz. El agricultor usualmente recoge manualmente las mazorcas de maíz, alquila una máquina artesanal para desgranar el maíz y luego con una bomba que expulsa aire limpia las impurezas del grano. A continuación el guardan en sacos el grano y son cargados en un camión para ser entregados al comprador de maíz. Como uno de los agricultores nos señaló, ellos recogen el grano como lo da la planta. En este sentido, ellos no secan el maíz porque no cuentan el recurso logístico para hacerlo. Por consiguiente, el precio que reciben por el maíz se ve reducido porque no cuentan con los recursos logísticos para entregar un maíz acorde a la calidad exigida por el comprador, 13% de humedad y 1% de impurezas. El MAGAP a través de su programa de la mejora competitiva de maíz ha invertido en la instalación de centros de acopio en las asociaciones de los agricultores. Estas asociaciones prestan el servicio de secado de grano de maíz, ensilan el maíz y lo venden a mayor volumen. De esta manera, los agricultores miembros de la asociación de agricultores hacen uso de las economías de escala del centro de acopio y así pueden reducir sus costos de transacción, y también acceder a mejores precios del producto. Sin embargo, uno de los desafíos en la inversión de estos centros de acopio es la falta de capital humano para la administración de estos centros. Esta situación es reconocida tanto por representantes del MAGAP como por parte de los agricultores. Los agricultores saben 28

producir, pero no están preparados para administrar eficiente y efectivamente los centros. Por consiguiente, la inversión en recursos logísticos que faciliten la comercialización de maíz va de la mano con el desarrollo del capital humano en administración de centros de acopio. Adicionalmente, durante el invierno, la época lluviosa, ciertos caminos quedan inhabilitados, ante lo cual no pueden ingresar los camiones para sacar la producción de los agricultores. Ante esto, el agricultor debe esperar a que los caminos puedan ser transitados mientras su cosecha se pudre en la planta. En este sentido, centros de acopio en zonas anegadas por el invierno, puede darles la posibilidad a los agricultores para guardar sus cosechas hasta que las carreteras sean habilitadas. No obstante, tanto los agricultores, como los representantes del sector privado sugieren que el estado de las carreteras y caminos vecinales ha mejorado, con lo cual el agricultor tiene caminos habilitados para transportar su producción durante todo el año. Transparencia y simetría de información de mercado La transparencia en la transacción se refiere a la disponibilidad de información a través de una comunicación abierta y oportuna sobre temas concernientes a los estándares de calidad y la evaluación del producto, el mecanismo de precios basado en calidad, el plazo de los pagos de la cosecha y los mecanismos para resolver inconvenientes o desacuerdos durante la transacción. La transparencia en la transacción facilita el gobierno de la transacción, lo cual reduce los costos de transacción de hacer negocio con los agricultores. Esta reducción de costos facilita la integración comercial del agricultor en el largo plazo porque la empresa puede asegurar su abastecimiento y el agricultor puede valorar mejor los flujos futuros y así tener una idea más precisa del valor de hacer negocios con el comprador. Por consiguiente, la transparencia y simetría de información son importante en la transacción de venta del maíz porque le permiten al agricultor mejorar sus expectativas de futuras transacciones y así planificar mejor su producción de largo plazo. Sin embargo, en este sentido los agricultores han señalado que las evaluaciones de humedad e impurezas son sesgadas, parciales, y muchas veces sujetas a la intuición y buen criterio del comprador. Por consiguiente, el agricultor usualmente no entiende cómo funcionan los descuentos por exceso de humedad del maíz, no cuenta con información sobre el precio final que recibirá su producto, y tampoco cuenta con mecanismos para tratar inconvenientes o desacuerdos con el comprador. Uno de los agricultores señaló lo siguiente: “En el cultivo pasado me habían ofrecido a 13.50, pero cuando llegué al centro de acopio me pagaron 12.50. Me dijeron que era porque tenía 23 de humedad, pero yo evalué acá y tenía 18. Bajaron 5 puntos, no era para que baje tanto. Ya estando ahí es 29

difícil”. Adicionalmente, también es necesario que exista comunicación sobre los horarios de entrega de los productos y una clara comunicación sobre los parámetros de evaluación de calidad. Por otro lado, los agricultores también señalan la necesidad de una mayor transparencia e información sobre los insumos agrícolas, específicamente información técnica sobre la semilla, el tipo de suelo, clima y manejo que requiere la semilla para tener un alto rendimiento. Por un lado, los agricultores señalan que la decisión sobre el tipo de semilla a utilizar es altamente influenciada por lo que escuchan en la radio, lo que ven que realizan agricultores cercanos, y las recomendaciones que realiza el vendedor de insumos, recomendaciones que se realizan en el local más no en la parcela del agricultor. Los representantes del MAGAP señalan que los vendedores de insumos tienen la responsabilidad de mostrar la ficha técnica de la semilla al agricultor. En este sentido, los vendedores de insumos señalan que los agricultores no prestan atención a la ficha técnica, por ignorancia o porque prefieren seguir su experiencia o consejos de otros agricultores. Por consiguiente, lo que las entrevistas reflejaron es que la decisión sobre el tipo de semilla a utilizar no sigue criterios técnicos como la composición del suelo, las expectativas de días de sol y lluvia, y el microclima del sitio del cultivo, sino más bien es influenciada por aspectos sociales, o campañas de publicidad de los vendedores de insumos. Adicionalmente, los distribuidores de las semillas de alto rendimiento que reciben el subsidio del MAGAP tienen la obligación de mostrar una parcela demostrativa con sus productos por cada 400 kits tecnológicos que ofrezcan. Sin embargo, los agricultores entrevistados sugieren que un mecanismo más efectivo es la cooperación MAGAPasociación de agricultores para que se les otorgue diversas variedades de semillas a los agricultores y sean ellos quienes experimenten en parcelas demostrativas en el microclima y suelo similar de sus cultivos, para que así ellos puedan decidir cuál es el tipo de semilla más apropiado para el cultivo. Esta visión de transparencia es diferente a la señalada en estudios de abastecimiento sostenible, donde el énfasis en el hacer visible información que permita a la empresa ofrecer a los proveedores precios que les permita continuar con su actividad económica en el largo plazo (Pagell and Wu, 2009; Pagell et al., 2010). Por otro lado, la definición de transparencia en el contexto de comercialización de maíz hace referencia a la comunicación entre el agricultor y el comprador de maíz en temas relacionados a la calidad de producto, los mecanismos de precios de producto, y detalles de la transacción como tiempos de entrega, plazos de pagos, etc.

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Agilidad en el pago de las cosechas Adicionalmente, los agricultores señalaron que la agilidad en el pago de las cosechas es un aspecto importante de la transacción. Uno de los agricultores señalaba lo siguiente: “Por último, PRONACA, la UNA paga después de tres días o cuatro días. La tienda del pueblo le paga a 8 o 10 USD pero en ese mismo momento le da el efectivo. Eso le gusta el agricultor. Él no sabe cuánto de humedad registró, pero le entrega su platita. Yo hago un convenio con un acopiador, se toma 8 días para pagarme. 4 o 5 días lo busca el desgranador los jornales para cobrar, hasta que le pague el agricultor debe esconderse de esa gente. Eso lleva a una etapa conflictiva para el agricultor, no le queda opción que vender rápido. Quienes venden a la UNA son personas que por ahí tienen sus recursos, y los intermediarios le venden a la UNA. Pero el agricultor en sí, muy poco vende directo.” La descripción del agricultor sugiere que la agilidad en los pagos es un tema que está relacionado con la posibilidad de acceder a crédito para capital de trabajo del agricultor. Si el agricultor dispusiera de capital para cubrir los costos de servicios y jornales del cultivo, este a su vez pudiera esperar el tiempo que le toma al comprador. No obstante, ante la escasez de créditos para capital de trabajo el agricultor usualmente recurre a créditos informales (chulco) lo cual incrementa sus costos de producción, y reduce su margen de ganancia. De esta manera, las transacciones que busquen la inclusión del agricultor en cadenas de suministro deben incluir mecanismos ágiles de pago o a su vez conectar a los agricultores con proveedores de servicios financieros que otorguen préstamos de corto plazo para capital de trabajo. Institucionalidad en el mercado de maíz La institucionalidad de mercado hace referencia a los vacíos legales para realizar transacciones entre dos partes (Parmigiani and Rivera-Santos, 2015). En el caso de los agricultores de maíz estos vacíos se refieren a los requisitos tributarios y legales que debe cumplir el agricultor para poder vender su cosecha. Los requisitos tributarios incluye la obtención de RUC o RISE para poder emitir una factura o nota de venta por su cosecha. Esto es importante porque formaliza al agricultor, y le permite acumular documentos que señalan ante las instituciones de mercado (e.g. SRI, CFN, banca privada) el volumen y frecuencia de sus transacciones, lo que le serviría para incrementar la probabilidad de obtener un crédito de cualquiera de estas instituciones. Los requisitos legales se refieren a los títulos de propiedad. Estos requisitos son importante porque facilitan el acceso a crédito del agricultor, facilita el registro del agricultor en censos agrícolas, y facilita el registro del agricultor en las geo-referencias 31

que realiza el MAGAP en sus programas de asistencia técnica. Los agricultores que no cuentan con título de propiedad deben alquilar la tierra. Los alquileres no suelen ser estables. El agricultor alquila una determinada extensión por uno o dos ciclos, y luego debe buscar otro terreno porque el dueño decide no alquilar la tierra. Ante esta situación, los agricultores geo-referenciados en dichos terrenos deben actualizar sus registros una vez que consiguieron alquilar una nueva extensión. Sin embargo, estos cambios en los registros no suelen funcionar sea por falta de iniciativa del agricultor, o lentitud administrativa en las instituciones en cuestión. Adicionalmente, el título de propiedad de la tierra es un documento “proxy” que le sirve al agricultor para certificar que se dedica a la agricultura, y así solicitar créditos agrícolas. En este sentido algunos agricultores sugieren la utilización del carnet agrícola, o algún documento que permita al agricultor certificarse como agricultor. No obstante, la obtención de RUC o RISE también permitiría al agricultor certificar que se dedica a dicha actividad. Por consiguiente, la obtención de RUC o RISE y el de un título de propiedad de la tierra son factores relevantes para la inclusión de los agricultores en cadenas de suministro porque estos documentos validan al agricultor como tal, lo cual les permite acceder a créditos agrícolas, subsidios o ayudas gubernamentales, y a la vez reducen los costos de transacción de hacer negocios con el sector privado. Adicionalmente, otro aspecto relacionado a la transacción de venta de maíz que requiere mayor institucionalidad es la regulación de la apertura de centros de acopio de maíz. Cualquier persona que compra una báscula comienza a comprar maíz. Es necesario controles más efectivos en las calibraciones de las básculas o los mecanismos para evaluar las impurezas y humedad del maíz. Inversión y apoderamiento de las asociaciones de los agricultores Las asociaciones de los agricultores juegan un papel fundamental en la integración de agricultores en las cadenas de suministro de maíz. Las asociaciones crean economías de escala, y pueden generar recursos logísticos que reducen los costos de transacción de acopio de maíz. Por consiguiente, la profesionalización y la inversión en infraestructura en las asociaciones de los agricultores es importante para reducir los costos de integrar a los agricultores a cadenas de suministro. No obstante, el tema de asociatividad de agricultores es complejo. El tejido social dentro de cada recinto, comunidad o región geográfica es un tópico que merece por sí solo un estudio extensivo para determinar los factores internos que facilitan y promueven la asociatividad de agricultores y las acciones colectivas que como asociación deben emprender para gestionar efectivamente un centro de acopio. 32

Por otro lado, existe una incongruencia institucional entre las normativas de cooperativas agrícolas y la posibilidad que éstas tienen para acceder a créditos para el financiamiento de sus operaciones. De acuerdo a la normativa que regula a las asociaciones agrícolas, estas tienen una figura legal distinta a la de una sociedad anónima o a la de una compañía limitada, por lo cual sus aplicaciones de créditos para financiar proyectos u operaciones de la cooperativa no son consideradas por la banca privada. En este sentido, existe la disyuntiva si las asociaciones agrícolas deberían constituirse como asociaciones o sociedades limitadas para poder maximizar las posibilidades de acceder a créditos que les permita financiar sus operaciones.

5.3 Conceptualización de Negocios Inclusivos Agrícolas en la Cadena de Suministro del Maíz La literatura de negocios en la base de la pirámide define a negocios inclusivos como iniciativas de la empresa privada que buscan integrar personas en condiciones de pobreza a contextos de mercado a través de la innovación, apalancamiento en activos locales y la co-creación de valor entre la comunidad, el sector privado, y actores externos como ONG, gobierno o demás organizaciones de la sociedad civil (Reficco et al., 2010). Adicionalmente, los negocios inclusivos pueden ser clasificados en función del rol que juegan las personas en condiciones de pobreza: proveedores de insumos, distribuidores de productos, o emprendedores; y el tipo de participación que tienen las personas dentro de la iniciativa, es decir si son co-inventores de la iniciativa o recipientes del NI (Kolk et al., 2014). Dentro de esta clasificación se pudieran incluir los proyectos de abastecimiento sostenible que realizan las empresas agro-industriales con pequeños agricultores, en los cuales las empresas capacitan a los agricultores, les ofrecen paquetes tecnológico, y certificaciones para que puedan continuar su actividad económica indefinidamente en el tiempo (Pagell and Wu, 2009). En la cadena de suministro de maíz en Ecuador hemos podido observar dos tipos de modelos de negocios inclusivos. Primero, existen empresas proveedoras de insumos agrícolas que han desarrollado modelos de negocios a través de los cuales venden los insumos agrícolas a los pequeños agricultores. Estos modelos de negocios reducen los costos de transacción a través de la coordinación entre los puntos de distribución de la empresa, y representantes de la comunidad, o asociación de agricultores. Adicionalmente, el MAGAP ha impulsado un proyecto a través del cual ofrece un subsidio cruzado al agricultor para que pueda acceder a insumos y materiales agrícolas de alto rendimiento provistos por las empresas con estos modelos de negocio. En este sentido, estos subsidios buscan fomentar un mayor acceso de los agricultores a insumos agrícolas que les permita mejorar los rendimientos de sus cultivos. Sin embargo, estos modelos de negocios dejan 33

a un lado el tema de la comercialización de la cosecha del agricultor, por lo que hay una desconexión entre las actividades que realiza el vendedor de insumos y la empresa que compra el maíz. Por otro lado, también se ha observado empresas compradoras de maíz que implementan negocios inclusivos para integrar a los pequeños agricultores como proveedores en su cadena de suministro. En este modelo de negocios, los agricultores además de acceder a insumos y semillas de alto rendimiento, también acceden a un canal de comercialización que les ofrece precios mejores y más estables y la posibilidad de contar con un socio comercial de largo plazo. En este tipo de modelo de negocios, la empresa vendedora de insumos y la empresa compradora de maíz suelen ser unidades de negocios de la misma empresa, o a su vez pueden ser empresas independientes que tienen acuerdos colaborativos a través de los cuáles logran ofrecer insumos de alto rendimiento, capacitación técnica y un canal de comercialización para la cosecha del agricultor. Adicionalmente, también existe la posibilidad que la empresa compradora de maíz ofrezca un canal transaccional más estable y transparente de largo plazo, a la vez de ofrecerle asistencia técnica al agricultor y conectarlo con un proveedor de insumos que sea a través del subsidio de gobierno, o ventas a crédito le permita al agricultor acceder a insumos agrícolas y semillas de alto rendimiento. Sin embargo, esta situación es muy poco frecuente, pero posible En resumen, existen tres potenciales modelos de negocios inclusivos en la cadena de suministro de maíz (ver Tabla 5.1). Primero, la agricultura por contrato, en la cual el agricultor llega un acuerdo, verbal o contrato, con el comprador de maíz para entregar su cosecha con condiciones previamente establecidas respecto a la calidad del maíz y precios referenciales de acuerdo a dicha calidad. Segundo, iniciativas empresariales que se enfocan en la venta de insumos agrícolas a los agricultores que están en la base de la pirámide. En este tipo de iniciativas, el agricultor vende su cosecha en el canal transaccional tradicional, donde el precio es spot, y la calidad del maíz es fijada arbitrariamente por el comprador. Finalmente, iniciativas empresariales que buscan la continuidad económica del agricultor. En este tipo de iniciativas el agricultor puede acceder a mejores insumos agrícolas y semillas de alto rendimiento, así como también accede a un canal transaccional en el cual el precio de venta, el volumen y las condiciones de calidad del maíz se acuerdan con anticipación.

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Tabla 5.1: Modelos de Negocios Inclusivos en la Cadena de Suministro de Maíz Compra tradicional de maíz Venta tradicional Estatus quo de insumos Iniciativas empresariales NI en insumos enfocadas en ventas a la base de la pirámide

NI en abastecimiento de maíz Agricultura por contrato Iniciativas empresariales que buscan la continuidad económica del agricultor

Fuente: Elaborado por los autores. Estudios previos en economía agrícola y los resultados de nuestra investigación cualitativa sugieren que la productividad y la comercialización del agricultor son dos aspectos claves para la sustentabilidad agrícola en la cadena del maíz. De esta manera, el énfasis en nuestra investigación son las iniciativas empresariales que buscan la continuidad económica del agricultor. Por consiguiente, el objetivo de la investigación es desarrollar una escala de medición que nos permita determinar si una transacción en la cadena de suministro de maíz se realizó bajo un esquema de continuidad económica del agricultor, y posteriormente determinar si la continuidad económica del agricultor reduce la pobreza entre los agricultores. Para este propósito, se utiliza la definición de continuidad económica del proveedor propuesta por Pagell et al. (2009): la continuidad económica del agricultor se refiere al esfuerzo y asignación de recursos, financieros y no financieros, que realiza una empresa para asegurar que los agricultores de su red de abastecimiento permanezcan en su negocio de tal manera que les permita desarrollarse, reinvertir, innovar y crecer.

5.4 Elaboración de una escala para medir el concepto de continuidad económica del agricultor La continuidad económica del agricultor es una variable que no puede ser observada directamente. En este sentido, difiere de conceptos tradicionales en economía agrícola como rendimiento por área, costos o ingresos. Por consiguiente, continuidad económica es una variable latente. Adicionalmente, el dominio conceptual de continuidad económica del agricultor es amplio, incluye temas que van desde la comercialización de la cosecha, la facilidad de crédito para la compra de insumos agrícolas, la asistencia técnica del agricultor, la formación en temas administrativos, entre otros. Por lo cual, es posible que continuidad económica esté conformada por otras variables que a su vez sean latentes. De esta manera, continuidad económica sería una variable latente de segundo grado. Pagell et al. (2009) sugiere que continuidad económica del proveedor está compuesto por las siguientes características: relaciones estratégicas entre el comprador y 35

el proveedor de commodities, desarrollo de proveedores, reducción del riesgo de abastecimiento, desarrollo no tradicional de proveedores (enfocado a competencias organizacionales del proveedor), y transparencia. Adicionalmente, los resultados de la investigación cualitativa sugieren que para el caso de la cadena de maíz en el Ecuador también es importante considerar el acceso a crédito del agricultor. Por otro lado, en el caso del maíz en Ecuador el tema del riesgo de desabastecimiento, como está conceptualizado en el trabajo de Pagell et al (2009), no resultó evidente. De esta manera, las dimensiones que conforman continuidad económica son las siguientes: relación estratégica, desarrollo técnico del agricultor, transparencia en la comercialización, crédito directo o indirecto y desarrollo no tradicional del agricultor (ver Tabla 5.2). Tabla 5.2: Descripción de las dimensiones de continuidad económica del agricultor Dimensión

Definición

“Descomoditización” Una empresa “des-comoditiza” al agricultor cuando lo considera un del agricultor proveedor estratégico. Es decir la empresa busca tener con el agricultor una relación comercial cercana y de largo plazo a través del pago de precios por encima al mercado de commodities y acuerdos compra-venta de largo plazo. Desarrollo técnico Se refiere al conjunto de prácticas, procesos, o acciones que ha implementado la empresa para transferir tecnología y buenas prácticas del agricultor Transparencia en la comercialización Crédito directo o indirecto al agricultor

Desarrollo tradicional agricultor

no del

agrícolas que buscan la mejora de las capacidades técnicas del agricultor en el cultivo de maíz. Se refiere a los procedimientos de la empresa para hacer a la recepción de la cosecha y el pago de la misma justo, objetivo, y sin ambigüedades. Se refiere al crédito directo o indirecto que la empresa entrega al agricultor para la compra de semillas, capital de trabajo y adquisición de activos productivos. El crédito es entregado directamente de los fondos de la empresa, o la empresa colabora con el agricultor para que acceda a créditos en banca privada, multilateral, o pública. Se refiere al conjunto de prácticas, procesos, o acciones que ha implementado la empresa para capacitar al agricultor de maíz en aspectos administrativos del cultivo, la identificación de oportunidades de negocio, y el manejo de cultivos adicionales al maíz

Fuente: Elaboración de los autores.

5.5 Validación del Contenido de la Escala de Continuidad Económica del Agricultor Una vez finalizado el estudio cualitativo con la identificación de las dimensiones conceptuales del constructo de continuidad económica del agricultor (CEA), se procedió a definir la relación epistémica entre cada una de las dimensiones con el constructo y generar los indicadores a través de los cuáles se midió este concepto latente. La relación epistémica se refiere a si las dimensiones reflejan el concepto de CEA (dimensiones 36

reflejadas), o si las dimensiones conforman CEA (dimensiones formativas). A continuación, con la información recolectada en el estudio cualitativo, se generó indicadores contextualizados a la realidad del agricultor maicero ecuatoriano, que reflejaran cada una de las dimensiones señaladas. De esta manera, CEA es un constructo latente de segundo orden, el cual contiene dimensiones, de primer orden, reflejadas y formativas (ver Anexo 8.3). Las dimensiones de primer orden son variables que tienen una naturaleza ordinal. Es decir, una transacción puede tener mayor grado de relación estratégica que otra, pero es difícil afirmar que la transacción que realiza un agricultor de Balzar con una determinada empresa compradora es 2 veces más estratégica que aquella de un agricultor de Mocache con otra empresa compradora. De esta manera, la medición de las dimensiones de primer orden servirá únicamente para ordenar las transacciones entre agricultores y compradores de maíz en función de los atributos de orientación de largo plazo, crédito directo o indirecto para el agricultor y las demás dimensiones. A continuación, se generaron pequeñas descripciones cualitativas sobre los conceptos en cuestión, ante los cuales los agricultores deben evaluar su nivel de acuerdo/desacuerdo, su percepción respecto al cumplimiento o incumplimiento del comprador, la frecuencia de ciertas buenas prácticas agrícolas, entre otras. Así, se generaron 27 indicadores, aproximadamente 5 indicadores por cada constructo de primer orden. A continuación, se hizo una pequeña encuesta entre expertos de las empresas agroindustriales que se abastecen de maíz y académicos en temas de abastecimiento sostenible y responsabilidad social empresarial. Esta encuesta presentaba la lista de 27 indicadores y las definiciones de cada constructo de primero orden. Luego solicitaba a cada experto su valoración sobre qué tan bien o mal cada uno de los indicadores reflejaba el concepto expuesto. Inicialmente se realizó una primera ronda con 5 académicos. Los resultados de esta primera ronda sirvieron para reformular los indicadores y añadir mayor precisión a los nombres y definiciones de los constructos de primer orden. Como consecuencia, la lista de indicadores se redujo a 25 indicadores. Posteriormente, se realizó una segunda ronda con 5 expertos de industria y academia. Los resultados de esta primera ronda se evaluaron para determinar los indicadores que mejor se distinguían entre sí y mejor reflejaban el constructo en cuestión. Para esta evaluación de indicadores, se utilizó el procedimiento descrito en Mackenzie et al. (2011), el cual sugiere que los indicadores con alta validez de contenido son aquellos que registran una diferencia significativa en sus medias de respuesta de expertos para cada constructo, y que la media de respuesta de expertos es mayor para el constructo para el cual el indicador fue generado (Anexo 8.3). Diez de veinte y cinco indicadores registraron indicios de validez de contenido (aquellos resaltados en el Anexo 8.3). Este resultado es sorpresivamente bajo. Los diez 37

indicadores corresponden a las dimensiones de crédito directo o indirecto al agricultor, desarrollo técnico del agricultor, “descomoditización” del agricultor y transparencia en la comercialización. Ningún indicador de la dimensión de desarrollo no tradicional del agricultor registró un patrón de respuesta diferente a las demás dimensiones. Esto sugiere tres cuestiones: a) que la dimensión es irrelevante para los expertos, b) que no es lo suficientemente diferente para ser considerada una dimensión aparte, o c) que las definiciones y nombres de todas las dimensiones aún necesitan mayor precisión. La primera opción es contradictoria a los resultados de la investigación cualitativa. Tanto las entrevistas a los agricultores como los representantes de las empresas consultadas sugieren que la administración de los cultivos, sus presupuestos y costos son cuestiones relevantes para que el agricultor pueda continuar con la actividad económica del maíz. De esta manera, la irrelevancia de esta dimensión es una alternativa poco plausible. Como se mostrará en la siguiente sección, las dimensiones conceptualizadas registran validez de divergencia y convergencia. Por consiguiente, lo más plausible es que las definiciones y nombres de las dimensiones aún necesiten mayor precisión. Para alcanzar mayor precisión en la definición de las dimensiones y sus nombres, se realizó entrevistas a profundidad con dos de los expertos consultados en la segunda ronda, con el objetivo de identificar las dimensiones que causaron mayor confusión o ambigüedad. Estos expertos sugirieron los siguientes puntos: 

Los expertos de la industria se guían más por el nombre del concepto que la definición en sí. De esta manera, se debe prestar igual o mayor atención al nombre de la dimensión que a su definición.



El nombre “no tradicional” dice poco y se asocia con el desarrollo técnico del agricultor, que es una serie de más prácticas más reconocidas en la cadena de maíz. Los expertos consultados sugirieron cambiar el nombre hacia algo más específico, por ejemplo: desarrollo empresarial del agricultor.



El término “descomoditización” es un anglicismo, que dice poco sobre la definición del concepto, y sobre el cual los practicantes de la cadena de maíz en el Ecuador no están familiarizados. Uno de los expertos sugirió cambiar el nombre de la dimensión por relaciones de largo plazo, algo que justamente se menciona en la definición de la misma.

De esta manera, se realizaron los siguientes cambios en las conceptualizaciones (ver Tabla 5.3).

38

La dimensión de “decomoditización” y desarrollo técnico fueron evaluadas según los comentarios de los expertos consultados. Es importante que el término “descomoditizar” proviene de los trabajos de Pagell et al. (2009; 2010), los cuales sugieren que una empresa compradora “descomoditiza” a un proveedor cuando lo mueve del segmento de proveedores apalancados hacia el segmento de proveedores estratégicos. Este cambio en la base de proveedores, supone un cambio en la orientación de la empresa respecto a los proveedores. Es decir, los agricultores pasan de ser proveedores con orientación de corto plazo a proveedores con orientación de largo plazo. Dentro de este concepto, la empresa establece relaciones cercanas, colaborativas y de largo plazo con los agricultores. El concepto de orientación ya ha sido utilizado en estudios previos, los cuales sugieren que se trata de un rasgo de la empresa en la cual se sacrifica ganancias de corto plazo, para construir una relación duradera y colaborativa que le permita ganar mayores beneficios en el largo plazo (Cannon et al., 2010; Ganesan, 1994). No obstante, debido al contexto en el cual se encuentran los agricultores de maíz, es impensable hablar de orientación de largo plazo sino se considera la asistencia técnica del agricultor. En otras palabras, el largo plazo es inexistente si en el presente se evita capacitar en el manejo técnico de cultivos. De esta manera, la dimensión de orientación de largo plazo con el agricultor, también debe considerar los aspectos de capacitación técnica del agricultor. En cuanto a la dimensión de transparencia, se realizó un cambio menor en el nombre del concepto, y se agregó el término transaccional, el cual hace referencia exclusivamente a los mecanismos durante la recepción de la cosecha y el pago de la misma. De forma similar, se hicieron cambios menores a la dimensión de crédito. Por otro lado, se siguieron las recomendaciones de los expertos consultados y se cambió el nombre del concepto de desarrollo no tradicional a desarrollo empresarial del agricultor, el cual hace referencia a prácticas que implementa la empresa para mejorar las capacidades de emprendimiento y administración del agricultor. A diferencia de las prácticas de desarrollo técnico, las prácticas de desarrollo empresarial tienen un matiz cargado de responsabilidad social y sostenibilidad social de la empresa, un matiz ausente en las definiciones y mediciones previas de orientación de largo plazo en relaciones comprador-vendedor. De esta manera, la dimensión de desarrollo empresarial del agricultor se ha conceptualizado como una independiente a la de orientación de largo plazo.

39

Tabla 5.3: Nombres y Definiciones Revisados de las Dimensiones. Dimensión

Definición

Orientación de largo plazo con el agricultor

Se refiere a la orientación de la empresa por asegurar relaciones cercanas, colaborativas y de largo plazo con los agricultores de maíz. Naturaleza: Refleja CEA

Transparencia transaccional del comprador

Se refiere a los procedimientos de la empresa para comunicar oportunamente los periodos de recepción de cosecha, los plazos de pagos para la cosecha y para evaluar la calidad del producto recibido de una forma imparcial y objetiva. Naturaleza: Refleja CEA Se refiere al crédito directo o indirecto que la empresa entrega al agricultor para la compra de semillas, capital de trabajo y adquisición de activos productivos. El crédito es entregado directamente de los fondos de la empresa, o la empresa colabora con el agricultor para que acceda a créditos en banca privada, multilateral, o pública Naturaleza: Forma o constituye CEA Se refiere al conjunto de prácticas, procesos, o acciones que ha implementado la empresa compradora para capacitar al agricultor de maíz en aspectos administrativos del cultivo, la identificación de oportunidades de negocio rurales, y el manejo de cultivos adicionales al maíz Naturaleza: Forma o constituye CEA

Crédito directo o indirecto al agricultor

Prácticas de desarrollo empresarial del agricultor

Fuente: Elaboración de los autores.

40

6 Evaluación y Construcción Investigación Cuantitativa

de

Variables

para

la

6.1 Construcción de Índice de Pobreza Multidimensional El concepto de pobreza multidimensional parte de las limitaciones encontradas en medidas unidimensionales, es decir, las que utilizan una única medida como el ingreso o los gastos o el consumo como indicador de bienestar humano. Este concepto se basa en la noción desarrollada por Amartya Sen respecto a que el ser humano experimenta el bienestar, no por los recursos que posee sino por el poder ser y hacer lo que él o ella realmente valoran y por su capacidad de aprovechar y alcanzar aquello que es valorado (Alkire and Foster, 2011; Alkire et al., 2015). Esto es lo que Sen denomina funcionalidades y capacidades. El ingreso o los recursos en general no tienen valor en sí mismos sino que son instrumentos para alcanzar ciertos objetivos, y la habilidad de las personas para convertir los recursos en lo que ellas realmente valoran varía de manera importante (Alkire et al., 2015). Son entonces las dificultades para alcanzar lo que las personas valoran lo que determina la pobreza en esta corriente de pensamiento y esto lleva a que la pobreza sea un fenómeno multidimensional. Esta manera de comprender el concepto de pobreza es cada vez más ampliamente aceptada y utilizada por países y organismos internacionales (Alkire and Sarwar, 2009; Alkire et al., 2015), y es considerada dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En efecto, desde inicios de 2016 se incorporó en Ecuador como medida oficial de pobreza el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) adaptado para el país de acuerdo a sus condiciones particulares. Este índice se desarrolló entre varias instituciones públicas, con el respaldo de la Profesora Sabina Alkire de la Universidad de Oxford.2 En el contexto de nuestra investigación, el medir el grado de pobreza de los agricultores de manera multidimensional resulta conveniente puesto que permite incorporar elementos relevantes en cuanto a las capacidades que los agricultores podrían haber logrado gracias a su participación en los negocios inclusivos.

6.1.1 Revisión de la metodología de pobreza multidimensional Para la creación de nuestra variable de pobreza, utilizamos la metodología de pobreza multidimensional desarrollada por Alkire y Foster (AF) (Alkire and Foster, 2011). Tomando así en cuenta que los seres humanos valoran las oportunidades y libertades de forma distinta, la metodología de AF no se limita a dimensiones de pobreza predeterminadas. Por el contrario, ésta permite la identificación de dimensiones e indicadores de pobreza de acuerdo a lo que la sociedad específica que se esté evaluando ha identificado

2 http://www.andes.info.ec/es/noticias/es-indice-pobreza-multidimensional-ipm.html; http://www.andes.info.ec/es/noticias/presidente-ecuador-presentara-indice-pobreza-multidimensional.html

41

como lo más importante. La selección de dimensiones e indicadores utilizados para la medición de la pobreza también puede ser guiada por ejemplo por el criterio de expertos, o por declaraciones de importancia nacional o de organismos multilaterales. Adicionalmente, las dimensiones e indicadores deben ser priorizados de acuerdo al propósito de la investigación, el nivel del análisis, las políticas que el estudio guiará, entre otros factores (Alkire et al., 2015). La medición de la pobreza según esta metodología implica básicamente los siguientes pasos: 1. Selección de las dimensiones e indicadores (pueden ser varios dentro de cada dimensión) de pobreza 2. Identificación de umbrales de pobreza para cada indicador, es decir, niveles que reflejarían que el individuo experimenta privación de la funcionalidad o capacidad representada por el indicador 3. Asignación de pesos que reflejen el nivel de importancia de cada dimensión y/o de cada indicador 4. Definición de un umbral de pobreza para los individuos. Esto es, cuántas privaciones son suficientes para considerar a una persona como pobre (en otras palabras, el número de indicadores que deberían estar bajo el umbral identificado para que una persona sea catalogada como pobre). 5. Agregación, lo que implica el cálculo del índice de pobreza y/o índices parciales como prevalencia e intensidad promedio. El índice de pobreza también puede ser descompuesto para reflejar diferencias, por ejemplo entre distintos subgrupos de la población.

6.1.2 Aplicación de la metodología Para este estudio, hemos utilizado la metodología de pobreza multidimensional de Alkire y Foster con el fin de medir la intensidad de pobreza de cada uno de los agricultores encuestados. Para ello, no ha sido necesario llegar a la definición de un umbral de pobreza (punto 4 arriba) puesto que el propósito no ha sido determinar quién es pobre y quién no sino determinar el porcentaje de privaciones de cada individuo, lo que se espera que sea reducido gracias a la incursión de los agricultores en los negocios inclusivos. La agregación (punto 5) tampoco entra dentro del propósito del estudio, por lo que no hemos generado un índice de pobreza para la muestra analizada sino que se ha calculado un índice parcial individual de intensidad de pobreza. En cuanto a los pesos (punto 3), siguiendo a Alkire y Santos (Alkire and Santos, 2010) se asignó a cada dimensión seleccionada el mismo peso, y dentro de cada dimensión se asignó el mismo peso a cada indicador.3

3 Una alternativa de pesos se aplicó durante el análisis, sin afectar significativamente a los resultados, por lo que nos concentramos en la aplicación uniforme de pesos.

42

A continuación describimos la selección de dimensiones e indicadores, así como los umbrales definidos para cada indicador.

6.1.3 Selección de dimensiones Para este estudio hemos seleccionado ocho dimensiones de pobreza, las cuales responden a funcionalidades y capacidades relacionadas con la producción, educación, salud y empleo durante la época seca, así como a recursos y utilidades como el poseer activos del hogar y una adecuada calidad de vida dentro de la vivienda. Las dimensiones relacionadas con la producción se seleccionaron con el fin de representar la capacidad que tienen los agricultores de lograr mayor productividad y sostenibilidad (Ver ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia. ). De acuerdo con autores como Ansari et al., (2012), Woolcock y Narayan (2000), entre otros, la efectividad de las intervenciones para el desarrollo debería poder verse en el efecto que causan sobre el capital social de los beneficiarios. Esto es porque un incremento en el capital social debe conducir a un incremento en las capacidades de los miembros de una comunidad (Ansari et al., 2012; Narayan and Cassidy, 2001), lo que luego se traduce en mayor bienestar para la sociedad (Narayan and Pritchett, 1999; Woolcock and Narayan, 2000). A través de las intervenciones, o en este caso de los negocios inclusivos, el capital social puede ser fortalecido en dos ámbitos diferentes: a) al interior de la comunidad, lo que implica afianzar las relaciones entre los miembros de la misma, de forma que se facilite la transferencia de conocimientos, y b) entre la comunidad y agentes o actores con mayor riqueza de recursos al exterior de la comunidad (Ansari et al., 2012; Woolcock and Narayan, 2000). Siguiendo a los autores mencionados, hemos identificado dos dimensiones relativas al capital social (los ámbitos (a) y (b) mencionados) y a la vez ligadas a las capacidades productivas de los encuestados. Además, en cuanto a habilidades para la producción, se añadió una dimensión relacionada con el acceso a activos productivos. Estas dimensiones (y sus indicadores) de pobreza/bienestar reflejan las oportunidades existentes para que los productores puedan alcanzar mayor productividad y sostenibilidad. Las otras dimensiones que representan funcionalidades o capacidades son las de educación, salud y empleo durante la época seca. Estas dimensiones y sus indicadores se seleccionaron en base a entrevistas a las empresas ancla, así como a entrevistas con agricultores en las áreas de estudio. En particular, el contar con empleo durante la época seca o de verano es una funcionalidad valorada entre los agricultores puesto que la mayoría no cuenta con riego para sembrar en dicha época. 43

Las dimensiones que corresponden a recursos o utilidades fueron seleccionadas debido a su importancia local. Estas dimensiones son aproximaciones a funcionalidades relacionadas con la higiene y la salud, así como con la capacidad de informarse, de transportarse y de asegurar la conservación de alimentos. Dichas dimensiones e indicadores son consistentes también con los indicadores recogidos por la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

6.1.4 Indicadores y umbrales de privación Respecto a la dimensión del capital social al interior de la comunidad (ámbito (a)), se tomó en cuenta la pertenencia o no a una asociación. Sin embargo, dicha pertenencia no fue considerada directamente como un indicador debido a que en el país se han creado un sinnúmero de asociaciones solo con el fin de recibir determinados beneficios públicos. Como resultado, muchas asociaciones se quedan solo en papel o no se mantienen activas por mucho tiempo. Por ello, bajo esta primera dimensión de capital social se consideraría a una persona como carente no solo si no pertenece a una asociación de productores sino también, a pesar de ser miembro de una asociación, si no cuenta con (o no percibe que tiene acceso a) infraestructura productiva (silos, instalaciones de secado), información sobre insumos y precios, e intercambio de conocimientos respecto al manejo del cultivo. En cuanto a la dimensión de capital social relativa al ámbito (b), se consideró como carencia o privación si el encuestado no percibe que ha tenido un acercamiento a actores o instituciones clave como la banca privada, la empresa privada, municipios o prefecturas y organismos multilaterales. Asimismo, el acceso efectivo a beneficios como el subsidio a los kits tecnológicos y el seguro agrícola subsidiado, es consecuencia de un vínculo que se ha establecido entre los agricultores beneficiarios y agentes externos a la comunidad como el MAGAP (institución pública a través de la cual se transfieren estos subsidios) y proveedores de insumos (agroquímicos), crédito y seguro agrícola. Los indicadores de activos productivos incluyen la posesión formal de la tierra, la posesión de maquinaria o equipo y la posesión de animales de trabajo o de cría. Para la dimensión de educación, se observó que el tener la capacidad de enviar a los hijos a la escuela es muy valorado entre la población de análisis. Además, el impacto en la reducción de la pobreza puede ser mucho mayor si la educación a la que se tiene acceso es de calidad, por lo que se consideró algunos indicadores relativos a la calidad de la educación. En cuanto a la dimensión de salud, se priorizó el hecho de contar con una fuente de seguridad social y con la capacidad de acudir a un médico o enfermera en caso de enfermedad de cualquier miembro del hogar. En cuanto al indicador de empleo, se consideró carencia o privación cuando el encuestado no reportó por lo menos una actividad que realizara ‘siempre’ o 44

‘frecuentemente’ durante el verano. Se consideró en los cálculos, cuyos resultados se detallan más adelante, una variante de este indicador, donde se identifica como carente a quien no reportó ninguna actividad que realizara ‘siempre’ en verano; de esta forma el indicador se torna más estricto en cuanto a su identificación de privación (ver Tabla 6.1). Todos los indicadores se evaluaron de manera binaria; es decir, 1 si es carente y 0 si no lo es. La variable resultante de intensidad de pobreza para cada encuestado se obtuvo al multiplicar el valor de cada indicador por su peso correspondiente y al realizar la suma ponderada de todos los indicadores por encuestado. De esta forma se logró un índice de pobreza entre cero y uno, el mismo que representa mayor intensidad de pobreza mientras mayor sea el índice.

45

Tabla 6.1: Dimensiones para Medición de Intensidad de Pobreza Dimensiones Capital social interior de la comunidad

Capital social entre la comunidad y actores externos Activos producción

Empleo

Educación

Seguridad social y salud Vivienda

Activos - hogar

Carente si…

Indicadores La asociación de agricultores tiene silos para almacenar la cosecha de sus miembros

está en desacuerdo o no está asociado

La asociación de agricultores tiene instalaciones para secar el maíz de sus miembros La asociación ofrece información al agricultor sobre semillas y precios referenciales del maíz Los compañeros de la asociación están abiertos a compartir información sobre el manejo del cultivo

está en desacuerdo o no está asociado está en desacuerdo o no está asociado está en desacuerdo o no está asociado

A través del comprador, del MAGAP, de ONGs o de municipios o prefecturas, el agricultor ha tenido acercamiento a la banca privada, empresa privada, prefectura/municipios u organismos multilaterales Posesión de maquinaria y equipo

está en desacuerdo en todos los casos

Posesión de animales de trabajo o de cría

no tiene ni un tipo de animal

Posee título de propiedad de la tierra

no posee

Frecuencia con la que realiza actividades económicas en el verano

no ha escogido por lo menos una actividad económica que realice en el verano siempre o frecuentemente tiene por lo menos un hijo entre 5 y 17 años que no asista a la escuela/colegio

Número de hijos menores de edad que asisten a clases

tiene menos de 2 tipos de maquinaria o equipo

Pesos 3,1% 3,1% 3,1% 3,1%

12.5%

4,2% 4,2% 4,2% 12,5%

3,1%

Sus hijos realizan tareas escolares en casa

está en desacuerdo

El plantel educativo al que asisten sus hijos cuenta con profesores calificados que se preocupan del aprendizaje de sus hijos El plantel educativo al que asisten sus hijos cuenta con computadores con acceso a internet Cuenta con una fuente de seguridad social

está en desacuerdo

3,1% 3,1%

está en desacuerdo

3,1%

no tiene

Acción tomada cuando un miembro de la familia estuvo enfermo Cuenta con alcantarillado

no fue al médico o enfermera

6,3% 6,3%

Tipo de servicio higiénico en la vivienda

letrina o no tiene

Cuenta con ducha

no tiene

Material con que cocina

solo leña/carbón

Posee refrigerador

no tiene

Número de TV a color

no tiene

Cuenta con un carro/camión/camioneta, una moto o una lancha o canoa a motor

no tiene ni uno de ellos

Fuente: Elaboración de los autores.

46

no tiene

3,1% 3,1% 3,1% 3,1% 4,2% 4,2% 4,2%

6.2 Validación Empírica de la Escala de Continuidad Económica del Agricultor Para evaluar la escala de CEA se realizó un análisis factorial confirmatorio con indicadores de múltiples causas y múltiples efectos (MIMIC CFA en inglés). Esta metodología se utiliza para evaluar qué tan bien una serie de indicadores representan una serie menor de constructos, en otras palabras esta metodología evalúa la teoría de medición de un constructo (Hair et al., 2009). De esta manera, se utiliza el análisis factorial confirmatorio para validar la teoría propuesta sobre cómo medir CES. Para efectuar el análisis, se identificaron los 3 factores de primer orden con sus indicadores respectivos, como muestra el Anexo 8.4. El modelo se estimó por el método de WLSMV (Weigthed Least Squares Means and Variance Adjusted) del paquete estadístico MPLUS versión 6 (Asparouhov, 2005). Adicionalmente, se utilizó la opción de residuos robustos al agrupamiento de las observaciones por recintos. No obstante, se omitieron ciertos indicadores porque tenían celdas vacías cuando cruzaban con otros indicadores, obteniéndose una correlación de 1, con lo cual no se podía estimar el modelo de medición. Estos indicadores fueron: cred1, cred2, cred5, destec_2, y destec_4. Adicionalmente, los expertos de la industria, en las entrevistas de la investigación cualitativa, sugirieron que los indicadores descom_1 y descom_5 no deben considerarse para el constructo de CES porque el negocio del maíz es cíclico, por lo cual es natural que los compradores compren más cuando haya escasez o los precios estén más bajos. Por lo cual, estos indicadores no reflejan adecuadamente el concepto de orientación por el largo plazo. Por consiguiente, con los indicadores restantes se estimó el modelo de medición. Sin embargo, el modelo en cuestión 2 no se ajustó con los datos (𝜒129 = 197.1; 𝑝 = 0.001). De esta manera, el modelo de

medición inicial debe ser re-identificado.

47

Figura 6.1: Modelo de Medición Inicial de CEA

48

6.2.1 Re-identificación del modelo Uno de los principales inconvenientes que tenía el modelo presentado arriba era que los indicadores desemp1 y transp3 tenían una alta carga cruzada con la variable de orientación de largo plazo con el agricultor. Esto sugiere que estos dos indicadores hacen que las variables de prácticas de desarrollo empresarial del agricultor y orientación de largo plazo con el agricultor; y transparencia transaccional con orientación de largo plazo guardan cierta similitud. En otras palabras, existe una baja validez de divergencia entre las variables mencionadas. De esta manera, para re-identificar el modelo habían dos alternativas: La alternativa A consiste en omitir los indicadores desemp1 y transp3, y la alternativa B consiste en cargar los indicadores desemp1 y transp3 dentro del constructo de orientación de largo plazo con el agricultor. A continuación se presentan los resultados para cada una de las alternativas.

Alternativa A En esta alternativa se omiten los indicadores desemp1 y transp3 del modelo. Es decir, que las prácticas de dar asesoramiento técnico al agricultor sobre el manejo de otros cultivos, y la comunicación anticipada de las condiciones que debe cumplir el maíz para ser aceptado por el comprador son omitidas del modelo. Adicionalmente, se observó que las cargas y los 𝑅 2 de los indicadores descom4, destec_5, transp4 era bajas lo cual afectaba negativamente la validez de convergencia de los constructos de orientación de largo plazo y transparencia transaccional. Sin embargo, existían otros indicadores del mismo dominio conceptual en el modelo de éstos últimos (e.g. destec_3, descom4), por lo cual, la omisión de estos indicadores no afectaba la conceptualización del constructo de CEA, y al mismo tiempo favorecía sus propiedades psicométricas. La Tabla 6.2 resume el modelo estimado. El constructo de crédito directo o indirecto al agricultor está reflejado por los indicadores concernientes a que el comprador sea garante de créditos solicitados al agricultor, y que el comprador facilite información de las ventas del agricultor para que este tenga un respaldo cuando solicite un crédito. El constructo de prácticas de desarrollo empresarial del agricultor está reflejado por los indicadores que señalan que el comprador debe entrenar al agricultor en el manejo de presupuestos y contabilidad de costos, la cría de animales y la formación de huertos que le permita diversificar sus actividades económicas, y capacitación en identificación de oportunidades de emprendimiento rural. El constructo de orientación de largo plazo con el agricultor está reflejado por dos tipos de indicadores: un primer grupo que reflejan las acciones de la empresa por asegurar una relación de largo plazo con el agricultor, y un segundo grupo de acciones que promueven 49

el desarrollo técnico del agricultor a través de visitas técnica de agrónomos y charlas informativas sobre buen uso de fertilizantes, herbicidas, fungicidas, etc. Finalmente, el constructo de transparencia transaccional se refleja en la imparcialidad del comprador en el peso de la cosecha, la evaluación de humedad e impurezas del grano y la consecuente penalización en el precio del grano por exceso de humedad en el grano e impurezas. Tabla 6.2: Modelo de Medición (Alternativa A) Loadings S.E. Est/S.E. Crédito directo o indirecto al agricultor cred3 0.894 0.061 14.561 cred4 0.875 0.089 9.88 Prácticas de desarrollo empresarial del agricultor desemp2 0.827 0.056 14.736 desemp3 0.767 0.06 12.811 desemp4 0.805 0.05 16.002 desemp5 0.962 0.065 14.788 Orientación de largo plazo con el agricultor destec_1 0.973 0.032 30.243 destec_3 0.995 0.029 34.897 descom2 0.598 0.042 14.132 descom3 0.737 0.066 11.121 Transparencia transaccional del comprador transp1 0.775 0.048 16.096 transp2 0.784 0.037 21.213 transp5 0.85 0.03 27.902

𝑹𝟐

AVE 0.7824305

CR 0.954

0.71142175

0.979

0.70938175

0.985

0.645927

0.981

0.799236 0.765625 0.683929 0.588289 0.648025 0.925444 0.946729 0.990025 0.357604 0.543169 0.600625 0.614656 0.7225

Medidas global de ajuste: Chi= 63.54 (DF =59); P=0.30| RMSEA=0.015| CFI=0.998 TLI=0.998|WRMR=0.627

Fuente: Elaborado por los autores. Las propiedades psicométricas de las dimensiones son muy buenas. Las cargas de cada indicador están sobre 0.50, lo que sugiere que hay una alta correlación entre los indicadores y sus respectivos factores. Esto sugiere que las dimensiones tienen validez de constructo. Adicionalmente, la varianza promedio extraída (AVE) es mayor a 0.65 para todas las dimensiones, lo que sugiere que cada dimensión explica más del 65% de la variación de los indicadores (ver Tabla 6.2). Asimismo, las medidas globales de ajuste sugieren que el modelo de medición ajusta adecuadamente los datos obtenidos de los agricultores. Finalmente, también se evaluó la validez de divergencia, lo cual determina si los constructos (e.g. transparencia, crédito, etc.) son estadísticamente diferentes entre sí. El procedimiento para evaluar la validez de divergencia es una prueba Chi cuadrado entre dos modelos anidados. El primer modelo es el presentado en la Tabla 6.2, y el modelo anidado es el anterior con la restricción que las correlaciones entre constructos sea igual a uno. Si esta hipótesis nula se rechaza, se interpreta que ambos modelos son estadísticamente

50

diferentes, y prevalece el modelo con menos restricciones (MacKenzie et al., 2011; Shah and Goldstein, 2006). La Tabla 6.3 presenta los resultados de la evaluación de validez de divergencia. Siguiendo las sugerencias de Mackenzie et al. (2011), se utilizaron dos criterios para definir la validez de divergencia: 1) la prueba Chi cuadrado debe ser significativa (rechazar la hipótesis nula que el modelo anidado es similar al modelo base); 2) la AVE debe ser mayor al cuadrado de la correlación entre constructos. Como se observa en la Tabla 6.3 con la excepción de la comparación desarrollo empresarial y crédito, todas las comparaciones cumplen satisfactoriamente los dos criterios. La comparación desarrollo empresarial y crédito cumple el criterio de la prueba Chi, pero la correlación al cuadrado es muy similar a la AVE. Sin embargo, como se mostrará luego, este resultado no afectará a la estimación de CEA. Tabla 6.3: Evaluación de la Validez de Divergencia (Alternativa A) Chi Cuadrado (diferencia)

95% CI (correlaciones)

Correlaciones (interconstructo)

Correlación al cuadrado

Desemp con crédito

Chi = 18.665 P value: 0.000

0.714 - 0.996

0.84

0.7056

Orientación LP con crédito

Chi= 36.119 P Value: 0.000

0.253 - 0.695

0.474

0.224676

Orientación LP con desemp

Chi= 38.409 P Value: 0.000

.427 - .773

0.6

0.36

Transparencia con crédito

Chi= 105.917 P Value = 0.000

0.520 - 0.743

0.632

0.399424

Transparencia con desemp

Chi = 105.484 P value = 0.000

0.474 - 0.730

0.602

0.362404

Transparencia con orientación LP

Chi = 59.161 P value = 0.000

0.478 - 0.725

0.597

0.356409

Validez de Divergencia

Fuente: Elaborado por los autores. De las dimensiones previamente validadas, es importante distinguir dos tipos de dimensiones: dimensiones reflexivas y dimensiones formativas. Las dimensiones reflexivas son aquellas que reflejan la inclusividad de la transacción. Mientras que las dimensiones formativas, son las acciones o planes que ejecuta la empresa para tener una transacción más inclusiva. Así, los resultados del análisis factorial muestran que las dimensiones reflexivas son orientación de largo plazo con el agricultor y transparencia transaccional; y la dimensión formativa es prácticas de desarrollo empresarial del agricultor. Los resultados señalan que estas tres dimensiones explican (las formativas) o son explicadas (reflexivas) por el constructo de CEA. La Tabla 6.4 señala que las medidas globales de ajuste son adecuadas, y que las cargas son significativas de las dimensiones 51

mencionadas. La dimensión de crédito no es significativa, es decir que es un atributo de poca relevancia para el concepto de CEA. Tabla 6.4: Estimación del Modelo de Medición de Segundo Orden (Alternativa A)

Crédito Desemp RELC Transp

Loadings 0.308 0.516 0.739 0.808

S.E. 0.317 0.289 0.086 0.058

Est/S.E. 0.973 1.785 8.624 13.979

R^2 0.546121 0.652864

P-value 0.331 0.074 0.000 0.000

Medidas global de ajuste: Chi= 65.663 (DF =60); P=0.2871| RMSEA=0.017| CFI=0.998 TLI=0.997|WRMR=0.644

Fuente: Elaborado por los autores. Finalmente, es importante recalcar que la escala construida de CEA es ordinal, es decir que nos permite diferenciar que transacción tiene un mayor grado de inclusividad respecto a otra transacción. Sin embargo, no es posible señalar si una transacción es 2 veces más inclusiva que otra transacción. Por consiguiente, transacciones que tengan un mayor puntaje en la escala son más inclusivas que transacciones con un menor puntaje.

Alternativa B Para esta alternativa se revisaron los índices de modificación del modelo, los cuales sugieren los cambios a realizar al modelo, para que este tenga un mejor ajuste global. Sin embargo, toda modificación en el modelo de medición debe tener un sustento teórico (Hair et al., 2009; MacKenzie et al., 2011). Estos cambios fueron: cargar los indicadores desemp1 y transp3 en el constructo de orientación de largo plazo con el agricultor. De igual manera que en la alternativa anterior las cargas y los 𝑅 2 de los indicadores descom4, destec_5, transp4 era bajas, por lo cual también se omitieron de este modelo. Una empresa compradora de maíz tiene orientación de largo plazo con el agricultor cuando asignar recursos para crear relaciones cercanas, colaborativas y de largo plazo con los agricultores. Por otro lado, los indicadores desemp1 y transp3 hacen referencia al manejo técnico de cultivos diferentes al maíz, y a la comunicación anticipada de los requerimientos de calidad que debe tener el maíz para ser recibido. Estos indicadores fueron inicialmente concebidos dentro de los constructos de desarrollo empresarial y transparencia transaccional. Sin embargo, también es razonable señalar que una empresa con alta orientación de largo plazo con los agricultores se preocupa que los agricultores aprendan el manejo de otro tipo de cultivo (sobre todo oleaginosas), y se preocupa por mantener una buena comunicación sobre las conformidades de calidad en el producto.

52

La rotación de cultivos es una buena práctica de agricultura sostenible que permite al agricultor minimizar el uso de insecticidas, plaguicidas, herbicidas, etc. En esta dirección, estudios previos sugieren que la rotación de cultivo entre 3 a 5 cultivos reduce la incidencia de plagas que reducen el rendimiento del negocio en el largo plazo (Davis et al., 2012). Sin embargo, las entrevistas con los agricultores sugieren que la rotación de cultivo es un desafío para ellos porque usualmente las tierras son alquiladas y existe la incertidumbre si dispondrían de las mismas en el mediano plazo; y en segundo lugar los agricultores de maíz generalmente solo tienen conocimiento y experiencia en el cultivo de maíz, por lo que incursionar en nuevos cultivos representa un desafío. De esta manera, una empresa con orientación de largo plazo debe considerar la rotación del cultivo como algo clave, por lo cual la capacitación técnica en otros cultivos sería un reflejo de dicha orientación. Adicionalmente, la teoría de los intercambios sociales (social exchange theory) sugiere que los individuos y las empresas realizan transacciones por la expectativa de remuneración que recibirán por el intercambio (Emerson, 1976; Griffith et al., 2006). De esta manera, la escasa comunicación sobre la conformidad de calidad afecta las expectativas de remuneración, con lo cual se dificulta sostener en el largo plazo una relación. Por consiguiente, hay sustento teórico para incluir desemp1 y transp2 dentro del constructo de orientación de largo plazo con el agricultor. La Tabla 6.5 y Tabla 6.6 sugieren que la alternativa B tiene validez de convergencia, de constructo y de divergencia. Al igual que la alternativa A, también tiene buenos niveles de fiabilidad.

53

Tabla 6.5: Modelo de Medición Alternativa B Loadings

S.E.

Est/S.E.

Crédito cred3 0.88 0.063 14.017 cred4 0.889 0.089 10.007 Prácticas de desarrollo empresarial del agricultor desemp2 0.802 0.056 14.278 desemp3 0.804 0.052 15.432 desemp4 0.791 0.051 15.628 desemp5 0.977 0.061 16.116 Orientación de largo plazo con el agricultor destec_1 0.967 0.023 41.506 destec_3 0.993 0.019 51.215 descom2 0.586 0.041 14.149 descom3 0.693 0.051 13.608 desemp1 0.852 0.034 24.771 tranp3 0.567 0.05 11.459 Transparencia transaccional del comprador transp1 0.77 0.05 15.374 transp2 0.803 0.037 21.881 transp5 0.836 0.03 27.902

𝑹𝟐

AVE CR 0.7823605 0.95367776

0.7744 0.790321 0.7174575 0.98104082 0.643204 0.646416 0.625681 0.954529 0.63202933 0.99005246 0.935089 0.986049 0.343396 0.480249 0.725904 0.321489 0.645535 0.98023742 0.5929 0.644809 0.698896

Medidas global de ajuste: Chi= 108.723 (DF =84); P=0.0361| RMSEA=0.029 | CFI=0.991 TLI=0.988 | WRMR=0.823

Fuente: Elaborado por los autores. Tabla 6.6: Evaluación de la Validez de Divergencia (Alternativa B) Correlación (interCorrelación construct) al cuadrado

Test

Chi Cuadrado (diferencia)

95% CI (correlaciones)

Desemp con crédito

Chi = 21.454 P value: 0.010

0.715 - 0.965

0.84

0.7056

Orientación LP con crédito

Chi= 42.010 P Value: 0.000

0.419 - 0.733

0.576

0.331776

Orientación LP con desemp

Chi= 34.740 P Value: 0.000

.588 - .842

0.715

0.511225

Transparencia con crédito

Chi= 105.917 P Value = 0

0.486 - 0.745

0.633

0.400689

Transparencia con desemp

Chi = 105.102 P value = 0.000

0.433 - 0.728

0.601

0.361201

Transparencia con orientación LP

chi = 61.482 P value = 0.000

0.458 - 0.725

0.609

0.370881

Fuente: Elaborado por los autores.

54

Al igual que la alternativa A, el modelo de medición de segundo orden tiene buenas propiedades de las dimensiones de orientación de largo plazo, desarrollo empresarial y transparencia transaccional. De forma similar, la dimensión de crédito es estadísticamente insignificante. Por lo cual, no es relevante para el concepto de CEA y es omitida del modelo. Tabla 6.7: Estimación del Modelo de Medición de Segundo Orden (Alternativa B) Loadings S.E. Est/S.E. 𝑹𝟐 P-value Crédito 0.217 0.289 0.752 0.452 Des-empresarial 0.669 0.262 2.555 0.011 Orientación-LP 0.817 0.064 12.752 0.667489 0.000 Transparencia 0.746 0.048 15.443 0.556516 0.000 Medidas global de ajuste: Chi= 111.195 (DF =85); P=0.0298| RMSEA=0.030| CFI=0.990 TLI=0.988|WRMR=0.838

Fuente: Elaborado por los autores.

6.2.2 Resultados del Modelo de Medición Como se mostró en la sección anterior, las dos alternativas tienen buenas propiedades psicométricas. El Gráfico 6.1 muestra la posición relativa de ambas alternativas, en este sentido ambas alternativas tienen una distribución similar, aunque la alternativa B tiene un rango intercuartil más largo. Sin embargo, al graficar la relación entre las dos alternativas (Gráfico 6.2) queda en evidencia la ausencia de un patrón definido entre ambas variables. Lo que hace sospechar que estas dos variables podrían estar midiendo dos conceptos diferentes. Otra explicación es que los indicadores desemp1 y transp3 son relevantes para ser omitidos en el modelo. Gráfico 6.1: Distribución de las Alternativas A y B de CEA

Fuente: Elaborado por los autores. 55

Gráfico 6.2: Alternativa A y B del Modelo de Medición de CEA

Fuente: Elaborado por los autores. Para evaluar estas inquietudes, se realizó una prueba Chi cuadrado entre las dos alternativas. La alternativa A es un modelo anidado de la alternativa B, donde las cargas de desemp1 y transp3 están fijadas a cero. Los resultados de la prueba Chi cuadrado (𝜒22 = 388.240; 𝑃 = 0.000) sugieren que los modelos de la alternativa A y B son significativamente diferentes. Por consiguiente, lo más apropiado es seleccionar al modelo de la alternativa B.

56

7 Resultados de la Encuesta de Agricultores Esta sección presenta los resultados de la encuesta y está estructurada de la siguiente manera: Primero se presenta los estadísticos descriptivos de las principales variables del estudio; luego se presenta un análisis inferencial en el cual se compara los rendimiento de maíz por hectárea, los precios que reciben los agricultores, y las comparativas de CEA por cantones y tipos de transacción, finalmente se presentan los resultados del modelo estructural.

7.1 Descriptivos de la Muestra La población de este estudio eran los agricultores de menos de 10 Ha, en las provincias de Guayas y Los Ríos. En la muestra obtenida, el agricultor mediano tiene 2.5 Ha. de cultivo, mientras que la media está en 3.2 Ha. Palenque y Balzar fueron los cantones que registraron mayor mediana de tamaño de los cultivos, sin embargo las diferencias en las medias del tamaño del cultivo por cantones no fueron estadísticamente significativas. Las dimensiones que conforman la escala de CEA no registran diferencias significativas entre provincias o tipo de comprador. Gráfico 7.1: Dimensiones de CEA por Tipo de Comprador y por Provincia

Fuente: Elaborado por Autores En cuanto a la escala de CEA, la mediana de la escala es similar a lo largo de los cantones estudiados, y la escala registra mayor variación en los cantones de Balzar y Palenque. Contario a lo que se esperaba, la escala de CEA es ligeramente superior en las transacciones con intermediarios tradicionales que en esquemas de compra directa de empresas agroindustriales. De los 342 agricultores encuestados, 310 vendieron su cosecha al intermediario tradicional del cantón más cercano, 21 vendieron directamente a una empresa agroindustrial, 6 vendieron a la UNA, 2 vendieron a los intermediarios que vienen

57

de la sierra y compran en la puerta de la finca, mientras que 3 agricultores señalaron estar en otro tipo de transacción que no se ajusta a las anteriores. Los 21 agricultores que vendieron directamente a empresas agroindustriales están el Balzar y El Empalme. Gráfico 7.2: CEA por Cantones y Comprador

Fuente: Elaborado por los autores. Gráfico 7.3: Rendimiento por Hectárea por Canal de Transacción y Cantón

Fuente: Elaborado por autores En cuanto a la intensidad de carencias entre los agricultores de la muestra, la distribución de la misma en la muestra es simétrica, registrándose una media de intensidad de 0.41. Mocache es el cantón que registra una mayor media de intensidad de carencias, seguido por El Empalme y Balzar.

58

Gráfico 7.4: Intensidad de Carencias por Cantón y Canal de Transacción

Fuente: Elaborado por autores Finalmente, se examinaron las asociaciones entre las dimensiones de CEA y la intensidad de carencias. La matriz de gráficos de puntos muestra una clara relación positiva entre cada una de las dimensiones. Sin embargo la relación entre carencia y las dimensiones de CEA no es clara. No obstante, la matriz de correlación muestra una ligera relación negativa entre las dimensiones de CEA e intensidad de carencias. Gráfico 7.5: Relación entre las Dimensiones de CEA e Intensidad de Carencias

Fuente: Elaborada por los autores.

59

Tabla 7.1: Correlación Spearman entre Dimensiones de CEA e Intensidad de Pobreza Intensidad pobreza Intensidad pobreza credito desemp Rel LP transp

credito

1 -0.0428 -0.0466 -0.0585 -0.0427

desemp

1 0.9982 0.7946 0.883

1 0.8008 0.8866

Rel LP

1 0.7091

transp

1

Fuente: Elaborado por los Autores.

7.2 Análisis Inferencial Respecto al tamaño del cultivo, los agricultores que venden sus cosechas a la empresa de forma directa registran un promedio de Ha. sembradas significativamente mayor que aquellos que venden al intermediario tradicional. Además, aunque se aprecia que la media de CEA es mayor en la transacción con intermediarios tradicionales comparado al canal de venta directa al agroindustrial, esta diferencia es insignificante con un 95% de confianza. Sin embargo, la diferencia de CEA entre transacciones con el intermediario tradicional y la UNA si es significativa. En otras palabras las transacciones con el intermediario tradicional son más inclusivas que con la UNA. Por otro lado, la media de CEA no es estadísticamente diferente a través de los cantones. En cuanto al rendimiento por Ha., los agricultores que recibieron el subsidio al kit tecnológico registran un rendimiento significativamente mayor; los agricultores que venden al intermediario tradicional no registran rendimientos inferiores a los que entregan directamente a la empresa agroindustrial. Sin embargo, los agricultores que reciben el subsidio venden su cosecha a precios similares a quienes no lo reciben. En esta dirección, se crearon dos escenarios (sistema de producción labranza mínima y de labranza convencional) para hacer una comparación del ratio beneficio/costo por Ha. del agricultor (Ver Anexo 8.5). Esta comparación muestra que el ratio es mayor para los agricultores que utilizan el kits tecnológicos. Es decir, que los agricultores de la muestra que utilizaron el kit agrícola lograron mejores márgenes de ganancia que quienes no lo utilizaron. Sin embargo, no hay diferencia estadísticamente significativa entre el precio pagado a quien utilizó el kit o quien vendió directamente al agroindustrial. Finalmente, respecto a la variable de pobreza multidimensional, los resultados indican que no hay diferencia significativa en el promedio de carencias entre los agricultores que venden su producción directamente a empresas agroindustriales comparado con quienes venden a intermediarios tradicionales. Asimismo, no existe 60

diferencia en el promedio de carencias entre los agricultores que reciben el subsidio a la compra del kit tecnológico comparado con aquellos que no lo reciben. Sin embargo, si se registraron diferencias significativas entre cantones. Los agricultores de Ventanas registran menor carencia promedio en las dimensiones especificadas respecto que Balzar, El Empalme, y Mocache. De igual manera, los agricultores de Pedro Carbo registran una carencia promedio menor comparado con los agricultores de Mocache.

61

7.3 Estimación Modelo Estructural El principal objetivo de la tesis es evaluar el efecto que los NI tienen en las condiciones de vida del agricultor. Como se explicó en la sección 4 de este documento, este objetivo se alcanzará a través de la evaluación de la relación causal entre CEA y la medida de pobreza multidimensional. Para realizar esta evaluación se utilizó la metodología de regresión instrumental, la cual permite controlar la endogeneidad de ciertos regresores sea por variables omitidas, simultaneidad, u otra razón, y así determinar la relación entre dos variables. La endogeneidad se corrige a través del aislamiento del efecto que ocasiona la relación entre los errores y la variable independiente. Para que esta metodología funcione adecuadamente, es necesario contar con variables instrumentales, las cuales deben ser variables exógenas que expliquen variación del regresor endógeno y al mismo tiempo que estén relacionados con la variable dependiente a través del regresor (Cameron and Trivedi, 2005). Se escogió esta metodología porque los resultados de la investigación cualitativa sugieren la endogeneidad entre CEA y pobreza. Por ejemplo, las empresas que buscan incrementar la CEA de sus proveedores usualmente empiezan este programa con los agricultores con menores costos de transacción. Es decir, el programa empieza con los agricultores que se encuentran más cerca del centro de acopio, o los agricultores que gozan con registros en la banca pública o privada. En otras palabras, la participación del agricultor en este tipo de transacciones no es aleatoria. De esta manera, el modelo que se estimaría es el siguiente: Tabla 7.2: Descripción de las Variables que Conforman el Modelo Estructural Variable Dependiente Abreviación de la variable Pobreza (A): (Variable explicada en sección 7.1) Pobreza multidimensional. Intensidad de las Pobreza (B): Ajuste de sensibilidad. En la categoría carencias en las dimensiones identificadas de empleo de verano, sería carente si no tiene "siempre" en por lo menos una de las actividades

Variable Independiente Continuidad Económica del Agricultor: CEA Variables Instrumentales Número de hijos (sexo masculino) Sexo del primer hijo del agricultor Variables de Control Años de relación comercial agricultor – comprador Vías terrestres disponibles todo el año: Variable binaria Años de educación del agricultor Años de educación del cónyuge del agricultor Características del suelo del cultivo: Variable binaria, marca 0 si la superficie es plana.

CEA No. Hijos hombres Sexo Rel. Comprador (años) Vías todo el año Años edu agricultor Años edu cónyuge suelo

Fuente: Elaborado por autores 62

Una de las característica clave de los instrumentos es que deben provenir de fuentes exógenas de variación. Por ejemplo, algún evento biológico o climático (Roberts and Whited, 2013). Además, la unidad de análisis de CEA es la transacción, y en este sentido se la mide desde la percepción del agricultor. No obstante, los agricultores que participan en este tipo de transacciones son auto-seleccionados en función de qué tan bajos son sus costos de transacción. Por consiguiente, cualquier variable relacionado a los activos del agricultor, al conocimiento o características personales del agricultor estaría correlacionado con los errores de la regresión estructural, con lo cual no se solucionaría el problema de endogeneidad. Durante las entrevistas con los agricultores, se observó que gran parte de los agricultores involucran, voluntaria o involuntariamente, a sus hijos en esta actividad económica. De esta manera, por alguna razón desconocida se observó que los agricultores con mayor proporción de hijos tenían una mayor predisposición para continuar con la actividad económica agrícola. Adicionalmente, estudios previos de empresas familiares han utilizado el sexo del primer hijo como variable instrumental para estudiar la relación causal entre sucesiones de gerente general y el rendimiento de la empresa (Bennedsen et al., 2007). Por otro lado, hay estudios sobre crecimiento poblacional que sugieren una relación positiva entre el ingreso familiar y la decisión de tener un segundo hijo (Bühler, 2004). No obstante, los padres pueden controlar el número de hijos, más no el sexo de cada uno de sus hijos. Por consiguiente, el número de hijos (de sexo masculino) y el sexo del primer hijo son utilizados como fuentes de variación exógena que pudieran explicar la decisión del agricultor de continuar en el largo plazo su actividad económica en la agricultura. El Gráfico 7.4 muestra las relaciones entre pobreza, CEA y la variable instrumental de número de hijos de sexo masculino. En dicho gráfico se puede observar una relación negativa entre pobreza y CEA. De igual manera, se observa una tenue relación positiva entre CEA y el número de hijos de sexo masculino. Esta relación queda más evidente en el la Tabla 7.3, la cual muestra una correlación positiva entre CEA y el número de hijos, así como también entre CEA y el sexo del primer hijo. Sin embargo, es importante notar que esta relación es débil, lo cual sugiere que estas variables instrumentales son débiles.

63

Gráfico 7.6: Relación entre Pobreza, CEA y Variable instrumental

Fuente: Elaborado por autores Tabla 7.3: Correlación Spearman entre CEA e Instrumentos CEA NHM PHM Sexo 1er hijo

CEA 1.000 0.028 -0.008 0.012

NHM

PHM

Sexo 1er hijo

1.000 0.691 -0.416

1.000 -0.573

1.000

Fuente: Elaborado por autores A continuación, se realizó la prueba de endogeneidad de Hausman la cual evalúa los estimadores de los coeficientes de la regresión de mínimos cuadrados ordinarios con los estimadores de la regresión instrumental (2SLS). Esta prueba evalúa que tan similares son ambos coeficientes, y si son significativamente diferentes, se concluye que el regresor es endógeno. En el caso de CEA, se concluye que es un regresor endógeno (𝜒12 = 6.323; 𝜌 = 0.012). La validez de un instrumento no puede ser evaluada en modelos identificados, para esto se necesita incluir más instrumentos que regresores endógenos (Cameron and Trivedi, 2009). De esta manera se agregó el instrumento del sexo del primer hijo del agricultor. Se realizó la prueba de Hansen para evaluar la validez de las restricciones de sobreidentificación de los instrumentos. Se concluyó que las restricciones de sobreidentificación son válidas a un 2% de significancia (𝜒12 = 5.066; 𝜌 = 0.024). Adicionalmente, el coeficiente de CEA es muy similar en las regresiones con dos y un instrumento. 64

A continuación se evaluó si el instrumento en cuestión es débil. Los instrumentos débiles son problemáticos porque arrojan resultados sesgados hacia la estimación por mínimos cuadrados ordinarios. De igual manera, estimadores insesgados como el LIML no resuelven este inconveniente, y la distribución estándar asintótica no ofrece un marco de inferencia apropiado (Hahn and Hausman, 2003). De esta manera, se evaluó el estadístico F de la primera regresión, la prueba de Staiger y Stock, y la prueba de Stock y Yogo. Todo indica que el instrumento de número de hijos masculinos, el de mayor correlación con CEA, es un instrumento débil. Estudios previos sugieren tres alternativas para análisis de regresión instrumental con instrumentos débiles: pruebas condicionales, utilizar estimadores semi-paramétricos como el estimador 2SLS jackknife, y utilizar el estimador de Fuller LIML (Cameron and Trivedi, 2009; Chao and Swanson, 2005; Hahn and Hausman, 2003; Hausman et al., 2012). Los resultados de las pruebas condicionales sugieren que el coeficiente de CEA es significativamente diferente de cero (ver Tabla 7.4). Tabla 7.4: Prueba de Anderson – Rubin. Inferencia Robusta a Instrumentos Débiles Anderson-Rubin Wald test

F (1,45)=

7.37

p = 0.0094

Anderson-Rubin Wald test

Chi-sq(1)=

7.69

p = 0.0055

Stock-Wright LM S statistic

Chi-sq(1)=

7.80

p = 0.0052

Fuente: Elaborado por autores. De esta manera, se realizaron 4 regresiones para evaluar el modelo con las dos variantes de la variable de pobreza, y para cada variable de pobreza se estimó el modelo usando el estimador Jackknife 2SLS, y el Fuller LIML. En la tabla 7.4 se observan los resultados de la regresión. El bajo e insignificante coeficiente de número de hijos sugiere la debilidad del instrumento. Sin embargo, los coeficientes de CAE son negativos y estadísticamente significativos en todas las regresiones excepto la del jackknife 2SLS con la variable de pobreza más sensible a tener empleo en la época seca. Adicionalmente, los años de educación del agricultor es otra variable con una relación negativa (significativa al 90% de confianza) con pobreza.

65

Tabla 7.5: Resultados de Regresión Instrumental Pobreza (A) Jackknife 2SLS

Pobreza (A) Fuller-LIML

Pobreza (B) Jackknife 2SLS

Pobreza (B) Fuller LIML

-

-0.0293** (0.0145)

-0.0713*** (0.0122)

-0.0258 (0.0164)

-0.0641*** (0.0134)

Rel. comprador (años)

0.0049 (0.0040)

-0.0001 (0.0009)

0.0000 (0.0006)

-0.0000 (0.0010)

0.0001 (0.0008)

Vías todo el año

-0.0778 (0.0737)

0.0066 (0.1518)

0.0034 (0.0150)

0.0193 (0.0168)

0.0163 (0.0167)

Años edu agricultor

-0.0084 (0.0117)

-0.0035* (0.0021)

-0.0037* (0.0021)

-0.0041* (0.0024)

-0.0043* (0.0023)

Años edu cónyuge

0.0084 (0.0092)

0.0015 (0.0023)

0.0019 (0.0028)

0.0024 (0.0024)

0.0027 (0.0027)

suelo

0.1184 (0.1035)

-0.0081 (0.0194)

-0.0032 (0.0167)

0.0089 (0.021)

0.0134 (0.0182)

constante

-0.0340 (0.1034)

0.4315*** (0.0263)

0.4302*** (0.025)

0.4424 (0.0271)

0.4412*** (0.0251)

F (6,278) = 1.31 N = 285 R2 = 0.0576

F (6,45) = 6.11*** N = 285 R2 = 0.0319

F (6,278) = 1.40 N = 285 R2 = 0.0474

F (6,45) = 4.22*** N = 285 R2 = 0.0304

CEA CEA

0.0010 (0.0211) F (1,45) = 0.00 N = 285 R2 = 0.018 ***p

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