[anillos rojos negros blancos y amarillos]

Mercedes Araujo (Argentina) Antonio y Cleopatra/ serpiente tigre En el lecho de los amantes Serpiente del viejo Nilo yo, Antonio, me deleito el goce a...
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Mercedes Araujo (Argentina) Antonio y Cleopatra/ serpiente tigre En el lecho de los amantes Serpiente del viejo Nilo yo, Antonio, me deleito el goce arrastrado en el dolor que me inflige

[anillos rojos negros blancos y amarillos]

Ser más Antonio el bravo general ojos sin temple rendido ríen los buitres urracas si alguno lo intentara ser el pescado salinero atrapado en su arpón serpiente tigre serpiente ciega por la noche vestir sus atavíos ella se enfunda mi espada es el fuelle y yo el delicado abanico de la fogosa que llora

[el embrión es macho y hembra]

Cleopatra es Antonio Antonio es Cleopatra hacemos libaciones cambiamos de lugares “romano, fuiste la mujer y yo el hombre te curvé en un lecho de oro regiamente adornado”

[lengua que bifurca corazón de tres cavidades]

Miméticos el sol viril la luna coronada comer luchar huir aparearse Cleopatra ¿Cómo se logra? desenmarañarse desgarrar la piel escurrirse de la sombra ¿Cómo se vuelve? cada uno a su especie a su familia

a su columna vertebral

[los ofidios escamosos son simétricos bilaterales dobles gemelos imitadores]

¿será en la muerte? donde una nube parece un dragón una ciudad suspendida una montaña de doble cima balanceándose sobre nuestras cabezas.

Mercucio/ muerte de ratón Rey de los gatos Teobaldo ¿te gusta bailar? una de tus nueve vidas de la que haré lo que me plazca y luego las ocho restantes.

Más pesado que el plomo pendenciero verba y espada aguzadas el burlesco jocoso cómo apestan ambas familias y las rencillas de ese otro gato y la rata escurridiza

[como flores sin pétalos]

¿La mano de Romeo vertió la sangre del nuevevidas ese?

¡Por fin! Romeo amigo lastre y honor tan afeminado

y sentimental mi muerte de ratón vengaste porque el amor amigo produce alucinación aviva la ligereza afina los nervios hace negar el agua y el fuego desear la luz o más bien lo contrario.

VI LO QUE VI

Dije mis oraciones a las mandíbulas negras, dije plegarias a mujeres.

Vi lo que vi. La madrugada esfumándose en fresca luz verde. Movimientos de tobillos un árbol verde hierba y el cuerpo de Simón columpio.

Vi lo que vi: cráneos de elefantes con memoria hombres lince, mujeres con velos como murallas una cafetera árabe en una plaza custodiada por pastores.

Todos los animales tememos a otro.

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Vi lo que vi, una jirafa con pestañas de mujer pisando sus patas derechas a un solo tiempo, turbada, resoplando y turbada.

Una hembra a contraluz del sol ofreciendo sus ojos.

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No todos los peces toman el aire del agua, no todos tienen una base ósea, placas y arcos bronquiales, no siempre no todo el laberinto está cubierto por una membrana.

Un belicoso pez - viejo y macho- que sondea arma un nido de burbujas, toma el aire lo conduce por el laberinto de su cuerpo y forma el nido.

Ví lo que vi. Lleva la hembra debajo de él y la abraza. La pareja cae en letargo. También nosotros ensayamos movimientos mínimos acuáticos y subacuáticos.

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El pájaro planeador se suspende sobre corrientes, observa cadáveres con las alas extendidas y arma rutinas persecutorias

cada uno atesora su mejor momento haciendo brillar los ojos avizores.

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Vi lo que vi: movimientos furtivos en la hierba, cuatro leones atraviesan la bruma allí en la nada donde las plantas cambian, un bosque que luego es pradera y nuevamente un bosque.

No me defendí esa noche ni la siguiente.

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Patas descalzas trepan gatean las manos, atrapan verdes frutos. Simón azul y blanco entre ramas rugosas cerca del cuervo una flor violeta se sujeta al tallo, vi lo que vi: el verde es verde, rugiente es venenoso, ningún verde es agua.

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Si fuera Simón, cuerpo entre las ramas, manos descarnando frutas, arrancaría las más brillantes las echaría a tierra las cargaría a casa.

Los frutos verdes maduran, cuerpo de oruga.

Mercedes Araujo, septiembre de 2007 del libro inédito Viajar sola

Mercedes Araujo nació en Mendoza, Argentina en 1972. Es Escritora y Abogada. Vive en la Ciudad de Buenos Aires. Sus textos forman parte de las antologías: Poesía de la Feria, Catálogos, selección de diez poetas jóvenes Fundación El Libro, (2000) y Hotel Quequén Poesía (Sigamos Enamoradas, 2006). Su novela Tiempo Salvaje, fue distinguida con una mención del Fondo Nacional de la Artes, 2005. Publicó: Bocetos barrocos: segundo premio del Certamen de Poesía Joven, Dirección de Cultura de Mendoza, (1993). Ásperos esmeros (Ediciones del copista, Córdoba) Premio Alberto Burnichon 2002/2003 al mejor libro editado en Córdoba. Duelo, (Ediciones en Danza), junto a Cecilia Romana y Carolina Esses; libro editado con el apoyo del Fondo Nacional de la Artes (2005). Forma parte del proyecto artístico y editorial “Sigamos Enamoradas”

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Claude Beausoleil, Montreal, Canadá Migración (I)

Todo huye todo regresa Hay versiones infinitas de lo real en migración La escena recomienza a desbaratar la multitud encorvada Los argumentos del tiempo son las únicas fronteras Qué huracán de sangre de arena o de viento blanco En las nieves insólitas y los paisajes ardientes Ha depositado el germen del cambio que persiste A renacer a rehacer la línea del destino perfilado en cada uno A los límites de un silencio del cual la ciencia o el olvido Son las explicaciones las más débiles en la duda Ya que es necesario proseguir las vagancias inagotables En la acogida o la perdida la fiebre y los desgastes Tira su voluntad al pavimento negro de los sueños Sólo territorios tumultuosos se distinguen al horizonte Nuestra palabra aún es un escalofrío del éxtasis Una manera de habitar la huella de choques toscos El tumulto del día como la paz de las materias Un tiempo lleno de secreto repleto de desorden en todo Se va solo y altivo en el polvo de la época Las sacudidas de la mirada cambian las alianzas Para que de un lugar profundo en el mismo ajustado Surja la pulsión de nombrar esta figura de territorios Insinuando en el espacio una arquitectura de sombras.

( II ) Todo subsiste todo se desvanece Saqueos de esperanzas a los destellos de otras voces Se escuchan en la noche más opaca que la angustia Más sorda de tentación a la vez fuego y hielo Hasta tal punto las quimeras arremeten al abrazo De la única autorización que el día dejó Filtrar en cada cuerpo cada lugar cada mano Todo se enmaraña en distancias de tierra y de aire húmedo De zonas resecas donde los invencibles vientos Dan del duro tormento el canto el más exacto Hay paisajes que invaden el alma de la tierra Los envuelven al alba ellos se descubren cuando anochece De pie en los declives de una salva de ilusiones Vamos hacia dramas con aspectos de un mito Qué otro desatino qué conciliación celeste

Qué máquina descabellada qué poder lúgubre y glauco Pero también qué esperanza qué rostro o ternura Imaginan la continuidad al alcance de todos los ojos De tan alto de tan lejos del más vasto de los azares Las líneas retoman su aliento en la migración Ellas inventan los suelos los signos y los cielos En las formas ocupadas en el corazón por la pasión Repitiendo que existen versiones infinitas de lo real ( III ) Todo habla todo transita En la deriva absorbemos el arrebato de los suelos Los traslados humanos trasvuelan lentamente Los estados contrarios al mundo que cambia En la complejidad de desmoronamientos y de rabias Al borde de la palabra maciza apretada en letras de arcilla Negras como el zozobro de las mentiras oscuras Que un fragor de gestos tornan su quiebre en fiebre La última traición es la de abandonar su cuerpo terrestre El de la única salida que permanece en la memoria de la edad En los rumores del siglo de la ciudad donde el tiempo Persigue el frente de todos los espectáculos interiores Avanzamos sin rencor con el manantial en la frente Una calle se hace una huella se convierte en rostro o curva Un lugar desaparece bajo las cabezas indagadoras Mientras el sonido grave de los alrededores se expande En otros tantos fragmentos que las manos son atadoras Las horas las aglomeraciones los cantos y las lenguas Están en los talleres negros de inefables razones de ser De permanecer al centro del vértigo tan fraternal Cuyos densos acentos reflejan el dolor íntimo En una migración abierta a los ecos del paisaje Tomando en sus impulsos la audacia de la conciencia (IV) Todo canta todo se dispersa

Caminan golpeados por la profusión de los deseos movedizos Con el sufrimiento en la frente se aventuran en el allá Todo el peso de los choques y de las fisuras intensas guía En la migración las figurillas surgidas de la realidad Los límites del lugar imaginan los infinitos del trazado

Una vía y otra y un desvío de repente oscuro Libertan aires lejanos ligados a los cuerpos que se encorvan Entre ellos el hilo de los caminos avanza lazo interior La tierra las manos las espaldas toman el color de la hora Piensan en los gestos de perseguir y de divagar sin fin Una herida inicia la esperanza secreta de un canto más denso En el ardor y la aplicación del ajedrez a la deriva Sismógrafo inventando el diluvio irrevocable de los signos Más allá de los obstáculos de esta esfera humana De norte a sur dejan el instante de las eternidades Los hemisferios dictan gravemente una coreografía Un vértigo de los cuerpos se descubre anónimo y caliente Como el absoluto oscuro de las miradas inquietas por ir Así al principio del espejismo donde surgen Las travesías inauditas los puntos del día las marcas Imbricadas en los trazados en el sentido del descifre En ademán de los escombros de un viaje en el presente

Montreal tu te vas a Monique LaRue Montreal te vas y la nieve me lleva mi ciudad agujereada de tiempos mi ciudad de noches invernales de blancos de memoria de trabajos inseguros Montreal tu te vas todas tus calles me abandonan por un poema en descenso por nada sólo como para ver por suerte un pesar la ilusión un rodeo o bien el fin de las alegrías sin orgullo en las vitrinas imposibles nadas que mueren y que renacen de ayer Montreal tu me pierdes Montreal eso eres tú en esas calles desnudas en los bloques de vidrio esas imágenes y libros te cuentan historias los mentirosos sin fondo de una callejuela adonde nadie va más lejos eres todavía tú más adelante en el vacío tu edificas pobre ciudad pobre infancia infinita la memoria y los textos de forma irregular de las avenidas nacientes imprimen sin razón las otras dimensiones de las auroras y de los bullicios el alba es blanca tu cielo naranja y tus ojos azules yo reconozco tu aire tu manera de hablar las mezclas de tu sueño nacido del lugar para durar Montreal tu no sabes si tus bares están cerrados

ni si perseveras cuando la escarcha te nombra si los aleros del hielo recuerdan poemas la gran sainte-catherine street los neones cansados los estruendos Montreal tu revelas tesoros que los marinos profanos jamás sabrán decir la ilusión o la amplitud o la ley bajo el yugo del hielo que nos engulle pues qué decir de una ciudad que surge de ella misma atravesando su leyenda iniciando sus relatos al borde de un soplo frío en el abismo sin tregua ciudad de soledad ¡OH! ciudad de mi única esperanza Montreal de mi vida Montreal de mi alma tus recuerdos me desgajan frente a los olvidos tus terrores me fulminan tus faltas me seducen Montreal anulada Montreal triturada desatada qué red de tempestades te entregará tu visión Montreal de mi tiempo visitando séquitos y hablo de ti cuando la noche se escapa y hablo de un poema escrito sobre tu paso tu ibas ese día en una mañana sin fin Si dar la respuesta al vacío “nial”

Traducción de Françoise Roy y Blas Roldán

Claude Beausoleil nació en Montreal, Canadá, en 1948. Ha publicado más de cuarenta títulos desde 1972. Fue identificado con el movimiento de las escrituras experimentales de los años 70. Como tra-ductor, realizó una antología de la poesía mexicana moderna, también tradujo los “Sonetos del amor oscuro” de Federico García Lorca y Nostalgia de la muerte de Xavier Villaurrutia. Es director de la revista de poesía Lèvres urbaines (Labios urbanos) fundada en 1983. Una de sus obras, Grand hôtel des étrangers (Gran hotel de los entranjeros) ha sido objeto de diversas traducciones y ediciones, así como de una exitosa puesta en escena. En 1977, este mismo título recibió el Premio Internacional de Poesía de Trois-Rivières y el Premio Alain-Grandboi de la Academia de Letras de Quebec. Claude Beausoleil fue el primer ganador del premio binacional Gatien Lapointe-Jaime Sabines, otorgado en México, durante el Encuentro de Poetas del Mundo Latino.

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ERIC BROGNIET (Bélgica)

Traducción: Stefaan van den Bremt y Marco Antonio Campos LA QUE DESENLAZA

Entre el alba y el adiós Una palabra aclara Un poco de noche Amar así Anula todas las blasfemias

& Lo que se calló largo tiempo (El soplo y el oxígeno La caída en lo abierto En el momento cuando -) La luz respira Lo que se dice transfiere Conmueve Desde el vientre

& Oímos lo ínfimo Conjuramos lo insignificante Soportamos en este paso Mucho más de lo que

Pensábamos que Éramos capaces de aguantar

& ¿Saben donde van? Si no es a una asunción Una elevación de lo posible Un pedazo de cielo azul Canta con el oro Con el arce Con el latido que hiende el corazón En dos tanto como él los reúne Con lo que saben del vértigo Adentro de sí mismo

& Pues el día comienza Con el aliento y la palabra dicha Palabra que viene Que atraviesa

Ausencia y borrasca Apenas más visible Que el oro que tiembla Entre el cielo y su luz & Oh la que desenlaza, así

Que alcanza lo sublime Y tal vez no lo sepa En este sueño Donde se recompone La luz Sobre su mano estrellada

& La luz en su mano Abandonada sobre la sábana El otro que escucha La carta del infinito El viento en las ramas En la eternidad Una respiración Al final de su noche blanca Y su soplo que hace llorar

& Un impulso sordo En el aire agitado No se agregará el dolor Al dolor Si se puede Se saldrá en el día azul Estas manos y sus heridas Han atravesado la tormenta

Trois-Rivières/Montreal Octubre 2002-enero 2003

Memoria con las manos desnudas

Le corresponde a la vida misma Crear a chorros continuos Bajo las más insoportables cloacas De la Historia su danza de imágenes Y de bastoncillos de memoria Sus acercamientos a certezas dinamitadas Sus voces de ordalías y soles nacientes Su joven belleza de las nupcias de la luna con la tierra Conjurad los presagios de las figuras mortíferas Y de las predicciones de mal agüero Sí, luchadores en las luces, explorad La tormenta del deseo no para recorrer sus infiernos En ese cielo de sollozos en esa garganta ronca Pues se sabe la inconsciencia del Hombre es terrible Y nadie puede justificar la apología del suplicio El laberinto en el que su imagen con rostro de perro Devora uno a uno a sus hijos Sino para cambiar su perspectiva En donde el amor sólo acoge a la gracia Por haber conocido lo atroz Trad. Laura Marina Calabrese

La que se llevanto con el sol

Pienso en esos días que nos hacen al final del camino Un destino donde el amor se habrá mezclado con los llantos La libertad siempre es una prueba En la que el uno por el otro nos volvemos a empezar Basta con mantener claro el horizonte si no se pueden prevenir las tormentas Y querer en el relámpago no las estrías que agrietan el azul Sino el fuego puro que alumbra y sostiene al que no se conforma Con el frío gélido de los inviernos y las insuficiencias en que el mundo se complace Nos quedan noches nos quedan días Cuánto no sabríamos decirlo e importa poco Con tal que cada hora agreguemos una brasa al brasero Quiero con ella consolidar cada día un poco más Nuestras fundaciones y burlar del tiempo las trampas y las ruinas Juntos habremos conocido el premio de la felicidad una y otra vez recobrada Y lo que se necesita de estrellas al borde de un párpado Temblando de miedo de perdernos en la noche Para ver una vez más nacer el día sin ruido Con el cuchillo de la luz y su cielo de pájaros enloquecidos

Trad. Laura Marina Calabrese.

Eric Brogniet nació en Ciney el 16 de agosto de 1956. Fundador y director de la revista de poesía /Sources/ (1987-2000) y director de la colección /Poésie des Régions de Europe/ (1988-2000), fue consejero literario en la Casa de la Poesía de Namur, donde organizó, desde 1987 al año 2000, numerosas lecturas y coloquios literarios. Es miembro del comité de redacción de la reista /L’Etrangère/ (Bruselas) y de la revista literaria de la Francofonía /Riveneuve Continents/ (Marsella/París).

Después de estar a cargo de2000 a 2003 de la política de las Letras y la Lectura en el Ministerio de las Artes, de las Letras y Audiovisuales de la Comunidad Valonia-Bruselas, es actualmente Director de la Casa de la Poesía y de la Lengua Francesa en Namur y Director del Festival Internacional y del Mercado de la Poesía de Namur. Ha publicado más de una veintena de libros de poesía. Entre los más recientes: /Autoportrait au suaire/ (2001), /Mémoire aux mains nues/ (2001/), Une errante intensité/ ( 2003), /La nuit incertaine/ (2004) y el libro de arttista /Parole et empreinte/ (2004). Su obra poética (1982-2000) apareció en dos tomos en la editorial L’Arbre à Paroles en 2002. """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """"""""""""""""""""""""""""""""""""""""

Juan Calzadilla (Venezuela) Consejo para un joven poeta Utiliza todo, la tapa de la alcantarilla, la luna en el agua del retrete mirándose a solas, la flor marchita en el pico de la manguera del extinguidor de incendio. No dejes nada afuera: ni el hecho frotado con las yemas de los dedos sobre el mostrador de vidrio ni las moscas de los cubiletes de hielo dos noches después de la borrachera ni la voz que sólo se extingue cuando apagas la radio. Ni el portazo a medianoche frente a la calle como boca de lobo sobre cuyo muro ciego imprimes dando manotazos tus desafueros, tus penas y las coces de tu grafitti que blasfema.

Manual de retórica ociosa La peor de las tentaciones en contra de la poesía se cumple cuando es el poeta mismo el que defecciona. Traición a la patria, grita el académico, sin poder disimular su alegría, brincando en una pata. Porque no hay mejor noticia para un profesor de literatura que cuando averigua que puede contar a los poetas vivientes con los dedos de sus dos manos. Con más razón si se le exime de tener que ocuparse de irlos eliminando uno a uno.

Pues ya se habrán arrepentido o habrán desistido los que como yo fuimos en esta vida poetas por un día. Y que no le digan que hay reservas y reservas de poetas haciendo cola, porque se pega un tiro.

Las puertas del espacio No escribo sobre aquello que pasa por mi cabeza Más bien escribo sobre aquello por lo que mi cabeza pasa. Vivo solo, encerrado en mi cuerpo. Yo soy mi universo y mi solo firmamento. A veces desde afuera una corriente de aire entra cuando se abre la puerta y un montón de cosas viene a instalarse en mi mesa. ¡Cuánto desearía yo que como la puerta mi cabeza pudiera abrirse siempre! Pero, ay, esto ocurre sólo algunas veces.

Estos alegres bucares... Estos alegres bucares, estos apamates en general hablan poco. ¿Por qué tendrían que hablarnos ? Lo que tienen que decir ya lo han dicho con sus follajes con sus flores rojas y moradas con las vocales tiernas de sus hojas frotadas por el viento Y lo seguirán diciendo de una vez todos de la misma manera Basta mirarlos para que se agote en ellos toda probabilidad de elocuencia y su existir es reposada presencia que en el sólo mirarlos se agota. Si algo tuvieran que decir no nos lo dirían a nosotros Se lo dirían a los astros o a algún dios oculto en sus frondas. * El poema Es una lástima que en el sueño hayas visto una rosa abandonada en tu almohada y que al despertar tuvieras que destrozarla para comprobar que era verdadera. * Previsión El hombre puede tener por mundo a su tumba y seguir siendo él, con tal de que no salga de ella. Si saliera tendría nuevamente al mundo por mundo, pero por nada escogería volver a ser él.

* El poeta - Yo soy el universo - eso dice la rana en su canto. Y el primero que se lo cree es su canto. Por eso ella se dirige a éste, inflando el vientre, convencida de que le canta al universo, y de que en su canto le dice : -Yo soy tú.

Juan Calzadilla : Venezuela, 1936. Libros : Dictado por la jauría (1962), Malos modales (1965), Las contradicciones sobrenaturales (1967), todos los cuales fueron reunidos por Monteávila en 1970 y publicados bajo el título Ciudadano sin fin. También publicó Oh smog (1977) y la novela Bicéfalo (1978). Poeta, novelista y crítico de arte, fue fundador del movimiento “El Techo de la Ballena”.

“””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””” Martha Canfield Dos poemas

BATTESIMO Oggi c’è qualcosa di strano nell’odore salmastro del Tirreno parla di te, di noi unisce le nostre mani A.B. Dalle acque del Tirreno emergo nuda e cerco tra le orme dei gabbiani quel segnale segreto dietro il quale è nascosto il tuo amore. Con tutto il corpo già purificato l’anima sola in pace col dolore e tutta rassegnata all’incertezza

di una destinazione che non sta a me decidere mi siedo sulla sabbia dinanzi al sole rosso e lascio il cuore andare seguire le parole imparate perfette di una tenera e magica preghiera. Che ritorna nel mare e poi da me ancora con le onde con l’aria trasparente del mattino e mi dice di te e mi dice di noi che sono nata un giorno insieme a te che sei vicino a me comunque sia. Mi dice di aspettarti di tenere segreta la chiave dei segnali e il cuore sempre in alto sorretto dalla fede.

BAUTISMO Hay algo de extraño hoy en el olor de salnitre del Tirreno habla de ti, de nosotros reúne nuestras manos A.B. Del agua del Tirreno me levanto desnuda y busco entre las huellas de gaviotas esa señal secreta tras de la cual tu amor se me escondiera. Con todo el cuerpo ya purificado el alma sola en paz con el dolor y toda resignada a esa incertidumbre de un destino que no me corresponde decidir en la arena me siento

ante el sol color púrpura y dejo al corazón irse despacio detrás de las palabras aprendidas tan dulces y perfectas de una vieja y mágica oración. Que regresa hacia el mar y luego hacia mí de nuevo con las olas con el aire transparente y matinal y me habla de ti y me habla de nosotros me dice que he nacido un día junto a ti que estás cerca de mí de todos modos. Me dice que te espere que mantenga secreta la clave y las señales y el corazón en alto bien sostenido siempre por la fe.

L'AMORE TUO L'amore tuo è una fiamma piccola che io mi porto dentro e nessuno la vede ma mi si affaccia agli occhi con forme inaspettate. L'amore tuo è un ritmo infranto un groviglio di idee che non trova parole ma mi si ordina in bocca quando voglio baciarti. L'amore tuo incendia ed è vorace si dilata nel tempo mi occupa ogni spazio ma quando ci incontriamo mi basta il tuo abbraccio. L'amore tuo è come l'estate trascorre pigro e lento

mi fa cercare l'ombra ma quando il cielo è nuvolo mi basta il tuo calore. L'amore tuo è fatto di parole che invitano a volare aeree e profumate ma quando tu non parli io ascolto il tuo cuore. L'amore tuo viene da lontano attraversa gli anni riordinando la vita ma se non lo sapessi lo stesso ti amerei.

EL AMOR TUYO El amor tuyo es un fuego chiquito que escondo adentro mío y nadie puede verlo pero huye por mis ojos de forma inesperada. El amor tuyo es un ritmo quebrado un enredo de ideas que no encuentra palabras pero se desenreda cuando quiero besarte. El amor tuyo incendia y es voraz se dilata en el tiempo me invade cada espacio pero cuando te veo me alcanza con tu abrazo. El amor tuyo es como el verano bien lento y perezoso me hace buscar la sombra pero si está nublado me basta tu calor.

El amor tuyo es todo de palabras que invitan a volar aéreas perfumadas pero si tú no hablas oigo tu corazón. El amor tuyo viene de muy lejos atraviesa los años recompone mi vida y si no lo supiera lo mismo te amaría.

Noticias bio-bibliográficas Martha L. CANFIELD, nacida en Montevideo en 1949, de madre italiana, escribe en italiano y en español, ha elegido la ciudadanía italiana y vive en Florencia desde 1977, donde es catedrática de Lengua y Literatura Hispanoamericana. Ha publicado ensayos y libros monográficos sobre López Velarde, Rodó, Ramos Sucre, Quiroga, Borges, Mutis y García Márquez. Ha traducido al español a Pasolini, Bufalino, Edoardo Sanguineti, Valerio Magrelli, Paolo Ruffilli; y al italiano a Idea Vilariño, Carlos Germán Belli, Jorge Eduardo Eielson, Álvaro Mutis, Mario Benedetti, Rafael Courtoisie Eugenio Montejo, Juana Rosa Pita. Es autora de cuatro poemarios en español: Anunciaciones (Bogotá, 1977), El viaje de Orfeo (Montevideo, 1990), Caza de altura (Bogotá, 1994) y Orillas como mares (Bogotá, 2005); y cuatro en italiano, Mar/Mare (Colombia, 1989), Nero cuore dell'alba (Salerno, 1998), Capriccio di un colore (Firenze, 2004) y Per abissi d’amore (Como, 2006). En marzo de 2003 recibió el premio de traducción poética del Instituto Cervantes por la antología de Mario Benedetti, Inventario (Firenze, 2001). Es asesora para Italia del Festival de Poesía de Medellín y jurado del Premio Internacional de Poesía “Pier Paolo Pasolini” (www.premiopasolini.it). """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""

Certidumbre El mendigo ha regresado vértigo ajeno

con ese extraño melindre que lo descubre todo con esa mitad de explorar para humillarnos desconociendo nuestro desamparo ignorando con su aristocrática siniestra que purga en los residuos de la madrugada frente a su gesto oculto. La línea del mendigo ha retornado muerde la calle armándose con las partículas del destierro más real que antes. ¿Es un signo, una cabeza desnuda un amigo o un ladrón en mala racha? ¿Qué gloria o que sombra salta de sus cuencas penetrando la inocencia? El protagonista y el círculo son cómplices frente a los imperativos del tedio viniendo de atrás recogiendo talento, materia, abandono simulando ser mendigo y ser parábola. Preludio ¿Es la muerte? Puede confundirse el monólogo con el balance de las apuestas perdidas el fraude de los sueños la hora de imposibles amistades. Y esa conciencia taciturna alimenta mi resistencia frente al horror del ateo desnudo que como el tiempo duda. Estoy largamente para redescubrir que la gota, el río, el mar, son más antiguos que la casa, el puente, el barco, más antiguos que mi madre incluso y tienen de la muerte al invierno o al ciego pero no se destruyen. ¿Qué es el rey? Un pálpito de poder, pero el amigo es la suma, la voz es la suma,

la vertiginosa razón de mis vigilias que cuenta cada mañana, y duda. El viajero invisible ¿Qué otro ciudadano puede ser, qué otro patriota, puente, o animal? Un otro incapaz de compartir su silencio, devorando la realidad como quien multiplica sus angustias y practica la amistad sin concesiones. Existe el lobo solitario, o el páramo invisible o el largo segundo de los desencuentros. Existe la vergüenza del viajero o el niño o el cáncer, trágica es la imagen de la mujer final, como el desamparo de la tierra o la bestia sollozante. Hay profesiones inventadas por la soledad como el maratonista, el gladiador, el centerfield, el mago, el jugador de solitarios, y todos bajo el acecho de la sociedad. Pero ni aún así, ni por solemnes, ni por suicidas, ni por huérfanos, ni por lucero absoluto. Cuando su luz nos anuncia buscando al último testigo. Sólo de eternidad me encuentro a pesar de la música de mis órganos, de mi mujer y mi hija, sin documento, profesión o leyenda que ampare mi escritura y libre mi demonio. Sólo de eternidad porque no ceso de pelear, y sueño. * La mano rutilante es la quimera del hombre en su primera edad es la semilla de su sabiduría.

Y es el barco de papel la estrella la piedra en el placer. Parábola y homenaje todos a una como el bastimento de la travesía cuya proclama inicial es ese tentar mi mano con mi mano en el vacío.

Norberto Codina, es director de La Gaceta de Cuba, publicación de Arte y Literatura de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Ha publicado los siguientes cuadernos de poesía: A este tiempo llamarán antiguo (Premio David, editado en 1975), Un poema de amor según datos demográficos (plaquette, 1976), Árbol de la vida (1985), Los ruidos humanos (mención Premio de la Ciudad de la Habana, 1986), Lugares comunes (finalista del Premio de la Crítica, 1987), y Poesía V (1988); autor de la antología Los ríos de la mañana (Poesía cubana de los ochenta, 1995), Material de lectura de Raúl Hernández Novás (UNAM, México, 1996) y coautor de la antología Poesía Joven Cubana (1979) y las monografías Provincia de la Habana (1979 y 1986).

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Oda a los poetas fracasados

amo a los poetas fracasados porque cuando mueren muere con ellos toda su poesía

y no solo su cuerpo mueren en la miseria y en esa otra miseria que es morir en el extranjero sus mejores amigos se rifan sus trajes comidos de cucaracha y usan sus manuscritos al reverso para escribir poemas aun más malos la embajada de su país se niega rotundamente a prestar la bandera para colocar sobre el féretro y hay que emborrachar al cura para que los deje entrar en la iglesia cuando se mueren todos los gitanos de parís salen a regalar flores y el cielo azul se pone rojo aunque estén muertos la policía les pide los papeles y no los deja entrar en el metro nunca llegan a nada llenan mal los formularios se ponen la corbata en el pie izquierdo siempre que van a un orinal

se salpican a sí mismos olvidan el número del teléfono celular de su musa preferida (si es que tienen) la manzana que les toca viene con gusanos su computadora siempre sufre del virus de la nostalgia cuando se lo proponen con insistencia guardan una pasión extrema por la cirrosis y por las máquinas de escribir antiguas que sufren del mal de alzheimer cada noche van al infierno y vuelven al día siguiente para contarnos el cuento son poetas fracasados brújulas chochas en el laberinto insoportable del yo soy y tú no eres taxistas en el limbo vendedores de arena en el desierto cuando se emborrachan algo que ocurre con bastante frecuencia son capaces de dejar perdida el alma por ahí en cualquier lugar de la noche en el último café abierto de la madrugada

no tienen un sillón en la academia de la lengua sino en la de mecanografía no han decidido si se equivocaron de tiempo o de espacio cuando termina la programación de televisión se quedan viendo la pantalla de puntos esperando a que pase algo extraordinario el caballito del carrusel los arroja al suelo en su propia casa son exilados son demasiado flacos para disfrazarse de santa claus y ganar un poco de dinero en navidad y demasiado gordos para creerse claudia schiffer amo a los poetas fracasados porque son la primera mirada entre adán y eva el único pergamino que no se quemó de la biblioteca de alejandría el suspiro definitivo entre romeo y julieta la memoria de 20 mil palabras de shakespeare las canciones que cantaba chaplin en el baño las películas que no filmó greta garbo los sueños irrealizables de picasso el violín de juguete de yehudi menuhin

los hilos con los que gandhi hiló el último trozo de tela de su esperanza la última botella de ron que mitigará la sed del universo el secreto de la piedra filosofal lo que le dice un elefante a otro antes de morir el ruiseñor que quedó carbonizado en hiroshima los casetes que dejó grabados sócrates amo a los poetas fracasados porque ríen hasta cuando los niños lloran porque se saben de oídas el oleaje del mar y tocan una guitarra sin cuerdas y sirvieron de intérpretes en la torre de babel porque alumbran las tinieblas con un fósforo

Carlos Cortés, (San José, 1962) es periodista, escritor y ensayista. Ha publicado ocho libros de poesía en Costa Rica, Guatemala, México y España, entre los que destacan Los pasos cantados (Premio UNA-Palabra, 1986), ¡El amor es esa bestia platónica! (Juegos Florales de Centroamérica, Guatemala, 1991), Canciones del prodigioso citarista del río... (Bienal Provincia de León, España, 1998) y la antología El que duda no ama (1998). En 1994 fue finalista del premio ³Jaime Sabines² y en el 2004 recibió el premio ³Luis Cardoza y Aragón² por Autorretratos y cruci/ficciones (CONACULTA, 2006). En 1999 publicó en México la novela Cruz de olvido, que obtuvo el premio nacional en Costa Rica, la medalla de oro del Círculo de Escritores de Venezuela y fue escogido como uno de los libros del año. También es autor de la novela Tanda de cuatro con Laura (2002) y del ensayo-ficción La gran novela perdida. Historia personal de la narrativa costarrisible (2007).

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Enrique Fierro, Uruguay Antigua luz presumida elegante libertina antigua luz que sube graderías peldaños y miríadas de mirlos que todos miran más allá del día sin doctrina ni sombra ni demonio donde cantan altivas serenatas que escriben las derrotas del que nada y los ríos de sangre del que nace

VIGILIA SIEMPRE el sueño endriago la infame turba de nocturnas naves polifemos barrigas voladoras viuda la guerra misma los soles negro fósforo napalm defoliaciones lentas pies y manos contramuerte también desde las codornices y el maná a falo y fuego hoy vigilia siempre (para exposición de dibujos de Eugenio Darnet) EL AUTOR: Enrique Fierro (Mvdeo, 1942) vivió, entre 1974 y 1984, en la ciudad de México y, desde

1989 hasta hoy, es profesor de la Universidad de Texas en Austin. Entre 1985 y 1989 fue director de la Biblioteca Nacional del Uruguay. """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Giovanny Gómez (Colombia)

UNA PALABRA COMO CASA Señor dame una palabra que tenga la forma de un barco un barco de velas inextinguibles donde pueda ir a conocer el mar Dame esta palabra por casa por vestido por amante deja que ella sea mi soledad mi alimento y no pueda sobrevivirla Aquí estoy tan vacío de formas y silencio... Toda mi inspiración semeja el ruido de unas manos atadas necesito un barco por cuerpo y el amor por mar Escúchame por estas alucinaciones y la vastedad de las cosas que vuelven a su lugar UN RUIDO AMARILLO EN LA MADRUGADA Días que despiertan muy temprano para mí horas en que el amanecer regresa sobre el cansancio de los ojos y no sé si despertar conviene Una oración rastrea por el cielo del techo y medra en la oscuridad como una luz que tiembla A veces el poema es una lengua extranjera TIEMPOS Hablo de los días y las noches

del trepidar de calles del sol que perjura en sus navajas Hablo de una llaga en mi espalda donde el peso del mundo duele de lo único que no dejan ver los cristales del rencor y su transparencia en la sangre Hablo de un animal dormido y compases de vals con mariposas en mi alberca Hablo de no poder ignorar las auroras con sus muertos de mis manos sudorosas de las paredes donde se oculta el amor del dios que canta en esas orillas donde se rompen las olas

Giovanny Gómez nació en Bogotá, Colombia, en 1979. Estudiante de Español y Literatura. Fundador y director de la Revista de Poesía Luna de Locos, en Pereira. Actualmente director del Cine Club Cine en Cámara. Con su primer libro Casa de Humo, ganó el Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Rodolfo Hinistroza, Perú, 1941

LOS HIJOS DE CLAUSEN

Mi madre Gloria era La chica linda del Callejón del Buque, De Bajoelpuente, en el jirón Trujillo, manyas primo. Era hija de Clausen, un ingeniero danés chiquito y colorado, lisuriento, que a veces venía a visitarlos, a ella y sus dos hermanos,

a Olga, la segunda, y a Rodolfo, el menor.

Eran hijos habidos en Victoria Farfán, guapa bajopontina de imponente perfil, y de horrible carácter, tal como lo aprendí a mis expensas luego. Nadie quería entrarle aunque era buena hembra, pero con fama de ogro: Tuvo que ser este gringo despistado, chambero y buenagente, pero más lisuriento que un capataz de obras se ve que había aprendido su oficio en el barco porque instalaba Centrales Hidroeléctricas en provincias y se quedaba un año dos, en Camaná por ejemplo, o en Máncora conviviendo en el campamento con mujeres del pueblo a las que les hacía de vez en cuando un hijo.

En consecuencia le hizo tres hijos a Victoria De puro macho que era.

Gloria nació, por ejemplo, en el campamento de Ica, Y Olga en el de Marcará y el muchacho Rodolfo ya de regreso a Lima

pero hasta ahí nomás llego, porque luego de algunas peleas memorables con el Ogro el hombre se esfumó. Ni cojudo, se fue desapareciendo de a poquitos pretextando trabajo hasta que no volvió, sino de tarde en tarde para ver a sus hijos.

Cada vez que el gringo venía a visitarlos, La cosa terminaba en unas grotescas, gigantescas puteadas de callejón limeño, Con mentadas de madre y baldes de meados Contra el valiente danés y sus torpes carajos, sus incipientes mierdas, sus amargas derrotas de gringo buenagente contra la horrenda familia de mi abuela, un matriarcado chicha de obreros criollazos y grisetas que comportaba un tira, un par de mechadores famosos una puta solapa y varios palomillas que a veces terminaban en la cana.

O sea que mi madre lo veía muy poco

Pero siempre cargado de regalos, como Santa Claus en su trineo: Muñecas lloronas, ropa importada de Miami, camioncitos a cuerda, Y sus visitas eran más inolvidables cuanto más esporádicas, Y siempre en Navidad Que para los daneses es sagrada Y nunca les falló en eso al menos.

Los tres hermanos competían desleal y arduamente por el breve, pequeñísimo tiempo Que su padre dedicaba a cada uno de ellos:

"Cómo te va En el colegio? Qué quieres estudiar cuando seas grande? (ingeniero) (maestra) (artista de cine) Te enseñan bien inglés en el colegio? Saben, yo viví 20 años en los Estados Unidos, y tengo la nacionalidad americana, que automáticamente se transmite a mis hijos, por ley, a toditos mis hijos, o sea que ustedes también tienen derecho al pasaporte americano, lo sabían?..."

Se les quedaban las palabras de protesta atoradas en la glotis Y preferían tomarle de la mano, cálida y cariñosa

Que darle motivo de vergüenza Con preguntas incómodas. Y cuando el gringo se iba en su Ford polvoriento, sus 3 hijos en unánime paja se largaban al techo, a soñar desaforadamente con los Estados Unidos de América la tierra de las oportunidades Time is Money América tierra del trabajo y del dólar De la democracia Y de la igualdad ante la ley De los hijos bastardos.

Y el culeado danés un día se murió Sin dejarles un cobre.

Pero tanto fue que sus hijos soñaron, que sus sueños se hicieron realidad Al filo de los años.

Mi madre, por ejemplo, encontró a su Príncipe Azul En Octavio, un poeta venido del Callejón de Huaylas

Hijo de un hacendado en bancarrota, Que tenía más o menos la edad de su padre.

Cuarentón, romántico y celoso, Refinado aunque misio, Con la cabeza llena de sueños Pues el también sonaba con triunfar en Hollywood Y acababa de escribir el guión de una película de éxito "El guapo del pueblo" Con Jesús Vásquez y Filomeno Ormeño, Ima Sumac y Moisés Vivanco Y la Cholita linda del Perú, Alicia Lizárraga.

Eran tiempos del cine mexicano Con el charro cantor Jorge Negrete Y aquí surgía un cine nacional a fines de los '30 Con enorme ilusión Por eso comparaban la pareja conformada por ellos con la de María Félix y Agustín Lara, La bella chica y el feo poeta A causa de la diferencia de edad, o con Chaplin Y Paulette Goddard. Era un sueño para ella Estar en ese ambiente

Y no con los zafios de sus primos.

El poeta se casó pues con ella y se la llevó a Huaraz Tierra de sus mayores y Tuvo dos hijos en ella (mi hermana Gloria y yo) Y fuimos felices y comimos perdices desde 1941 hasta el 49 Que todo se rompió, inexplicablemente, Como una muñeca de porcelana china Y ellos se divorciaron.

Pero antes de eso fuimos de verdad felices En esa hermosa casa de la calle San Martín Con su patio y su poyo y su corral de cuyes Y las gotas de lluvia cristalina Que tintineaban sobre los charcos Y el trino del huanchaco pecho colorado Y el trueno batiendo atabales lejanos.

Nunca supimos verdaderamente por qué se separaron Ni tampoco tiene sentido esclarecerlo ahora, después de más de medio siglo. Pero se separaron a capazos neuróticos, luego se divorciaron y cambió nuestra vida,

dio un vuelco espantoso, como un accidente de automóvil y fuimos infelices durante largos años.

Entonces regresamos a Lima, a vivir Con la feroz familia de mi madre En la Unidad Vecinal número 3 Unas viviendas para familias pobres. Mejor no lo recuerdo.

Poeta, narrador, dramaturgo, traductor, periodista, astrólogo, gastrónomo. En 1960 ingresó a la Universidad de San Marcos, para realizar estudios de medicina, que pronto abandonó al descubrir su vocación literaria. En 1962 viaja a Cuba a realizar un post grado. De regreso en el Perú inicia su carrera como periodista. Viaja a Francia donde vive los sucesos de Mayo del 68, iniciando luego una larga odisea alrededor del mundo, durante la cual su producción literaria se vuelve especialmente intensa. En 1991 se establece nuevamente en el Perú. Premio del importante certamen internacional de poesía “Maldoror”, organizado en 1971 por la editorial Barral de España. Primer Premio del concurso internacional de cuento “Juan Rulfo” de París, organizado por Radio Francia Internacional, en 1987. Ha publicado: en poesía: Consejero del Lobo (La Habana, 1965), Contra Natura (Barcelona, 1971), Poemas Reunidos (1986); en novela: Aprendizaje de la Limpieza (Barcelona, 1978), Fata Morgana (1995); en teatro: Apocalipsis de una noche de verano (1987); entre otras obras tiene: El Sistema astrológico (Barcelona, 1973), Guía de México (Paris, 1977), Guía del Perú (París, 1986), Guía de Bolivia (París, 1989).

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Omar Lara, Chile

Gran Himalaya Es un hecho que no subiré jamás a las cumbres del Gran Himalaya; está escrito que los hombres allí se vuelven dioses y el poder temible de la naturaleza disminuye a los seres: sus pasiones, a una blanda indolencia. Pero yo no subiré al Gran Himalaya, tropezaré con las piedras del camino, me embriagaré con deleznables licores, seguiré maldiciéndome con ternura.

Encuentro en Portocaliu En ese tiempo yo corría detrás de una sombra. Desde el décimo piso en el barrio de Drumul Taberei yo miraba a través de una niebla caliente, a través de una humedad humosa, a través de las reverberaciones de agosto una figura venía caminando desde la parada de autobuses. Una figura parecía dirigirse hacia mí, yo la veía perfectamente desde el décimo piso en el barrio de Drumul Taberei: era la odiada figura conocida, su aborrecible rostro estaba ahí y su pelo que el sol no incendiaba y con él todo su cuerpo. Yo miraba petrificado la escena, los indolentes pasos y su entorno: árboles, cosas en movimiento, el asfalto que el sol ondulaba. Yo miraba esa escena con su centro precioso...

En esos tiempos yo escribía un poema titulado "Encuentro en Portocaliu", era necesario encontrarme rápidamente porque -pensaba yo- ¿la poesía para qué puede servir sino para encontrarse? Eso fue después de escribir muchas cartas preguntando ¿dónde estoy? Nadie sabía donde estaba y no podían decírmelo, de modo que empecé a decir a diestra y siniestra protégeme con algo el corazón. Protégeme con algo el corazón seguía repitiendo y como no me entendían empecé a escribir unos poemitas insidiosos relativos al río Dimbovitza, relativos a la columna del infinito, relativos al plan quinquenal. Hasta que un día en Portocaliu. Un día en Portocaliu (en Portocaliu hay un sol amarillo como cáscara de naranja) una tarde en Portocaliu (en Portocaliu hay unos grandes pájaros con dos patas larguísimas y picos en forma de corazón) una noche en Portocaliu (estaba escrito que no te encontraría en Portocaliu pero guardo el recuerdo de esa espera y huellas de picotazos en forma de corazón). Poderío Atravesamos muros y vemos debajo del agua hablamos con seres de otras edades y adivinamos el porvenir encontramos una aguja en un pajar y la perdemos oh dios.

Muerte de un cangrejo joven Toque de queda Quédate

Le dije Y la toqué.

Omar Lara nació en Chile en Junio de 1941. Poeta, traductor, editor y profesor universitario. Graduado en Filología en la Facultad de Lenguas Romances y Clásicas de la Universidad de Bucarest. Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: Argumento del día (1964); Los Enemigos (1967); Serpientes (1974); El viajero imperfecto (1979); Fugar con juego (1984); Jugada Maestra (1998); Vida probable (1999) y Bienvenidas calles del Perú (2001). Ha traducido varios poetas de lengua castellana al idioma rumano, entre ellos Jorge Teillier (con la colaboración de Marin Sorescu) y varios poetas de la lengua rumana al castellano, entre ellos, Marin Sorescu y Mihai Eminescu. Fundó y dirigió el grupo de poesía Trilce (Valdivia, Chile, 1964). Ha ganado, entre otros, los premios Casa de las Américas (Poesía, 1975); y el Premio Internacional Fernando Rielo (Traducción).

"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Waldo Leyva — Cuba, 1943 Asonancia del tiempo

Si ya no estoy cuando resulte todo, cuando el tiempo en que vivo ya no exista, cuando otros se pregunten si la vida es el triunfo del hombre, o es tan solo un perenne comienzo, un grito sordo, un rasguño en la piedra, la porfía inútil del abismo, pues la cima puede llamarse altura porque hay fondo. Cuando todo resulte sólo quiero que alguien recuerde que al fuego puse mi corazón, el único que tuve, que yo también fui un hombre de mi tiempo, que dudé, que confié, que tuve miedo,

y defendí mi sueño como pude.

La eterna disputa He vuelto desde un sitio del que nadie regresa, no sé si fui empujado o decidí esa ruta, probé todas las aguas y deseché la fruta que me ofreció el barquero con tanta gentileza. Cuando emprendí el camino, llevaba en mi cabeza la fiebre inmemorial de la eterna disputa entre el ser cotidiano y esa idea absoluta que asume muchas formas y en ninguna se expresa mejor que en ese viaje hacia un tiempo sin fondo, hacia el silencio puro y el vacío más hondo que pueda imaginar la conciencia del hombre. Yo toqué ese silencio, su densidad, su frío y conocí al barquero y hasta el agua del río, pero soy incapaz de pronunciar su nombre.

Waldo Leyva nació en Santiago de Cuba, en 1943. Es poeta, narrador, cronista, gestor cultural, periodista y académico entre otros oficios. Ha sido presidente, además, de la Asociación Nacional de Escritores de Cuba, fundador del Centro Juan Marinello -destinado a la promoción y estudio de la cultura cubana- y director de varias otras instituciones. Ha publicado De la ciudad y sus héroes (1974), Desde el este de Angola (1976), Con mucha piel de gente (1983), El polvo de los caminos (1984), Diálogo de uno (1990), El rasguño en la piedra (1995), Memorias del porvenir (1999), El dardo y la manzana (2000), La distancia y el tiempo (2002), Perdono al porvenir (2004) y Ocultas claves para la memoria (2005).

"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Eduardo Llanos Melusa

TELEGRAMA A RUBÉN DARIO "Yo panamericanicé con un vago temor y con muy poca fe" Rubén Dario: "Epístola a la Señora de Lugones". El canto errante, 1907. En la laguna de nuestra memoria aparece el cuello interrogante de tu cisne. Y henos aquí, sin saber responder, jugando cada cual a ser un patito feo que chapotea en el barro americano y salpica uno por uno a los vecinos. Perdona, abuelo Rubén, si no hicimos lo que pudimos: aquí y ahora ser poeta es como haber nacido canoso o lisiado y nuestra poesía es apenas un rubor a solas, algo así como lanzar brochazos en la noche para pintar consignas libertarias en el muro del patio de la propia casa, sin contar siquiera con la ayuda de la famosa luna.

DESAPARICIÓN DE RODRIGO LIRA "Algún día se sabrá que hicimos nuestro oficio el más oscuro de todos o que intentamos hacerlo Algunos ejemplares de nuestra especie reducidos a unas cuantas señales de lo que fue la vida en estos tiempos darán que hablar en un lenguaje todavía inmanejable Las profecías me asquean y no puedo decir más." Enrique Lihn: La musiquilla de las pobres esferas, 1969. Para despedirme de ti, Rodrigo, me asomo a esta hoja en blanco en que tu rostro aparece de repente como un expósito tiritando a la intemperie. Qué hemos de hacer sin ti, Rodrigo, sin esas cartas que nadie jamás te respondió,

sin aquella sonrisa desolada que ni diez mil psicoterapias cambiarían. Con qué norte vagar ahora por Santiago, con quién beberemos el café que nos dejaste sin azúcar y helado como este vientecillo con que la noche va tatuándose en nosotros. Que me patee Dios, hermano, si estoy haciendo retórica con tu nombre así como la prensa hizo crónica roja con tus venas cortadas en el baño. Te escribo este adiós con las manos chamuscadas y torcidas. No siento ni mi cuerpo ni mi sangre. Mi cabeza quedó dando tumbos allá en el crematorio. Alguien viene horadando nuestras gargantas hace tiempo. Pero no importa. Nosotros quedaremos en silencio para que tu voz haga vibrar entera esta ciudad. Eduardo Llanos Melussa es psicólogo y poeta, y ejerce la docencia en Psicología de la Comunicación y de la Creatividad en Santiago. Ha publicado Contradiccionario (Santiago, 1983), publicación que consta de tres poemarios: Textos y pretextos, Eros/iones y Pasábamos por aquí. Partes de ese libro habían obtenido el Primer Premio en varios certámenes de poesía: Ariel (1978), Concurso Nacional de Literatura Juvenil (1978), Gabriela Mistral (1979), Juego Florales Semana Valdiviana (1982). Tiene parcialmente publicado Disidencia en la tierra, libro que (en entregas parciales y participando bajo pseudónimo) obtuvo el Premio Iberoamericano “Javiera Carrera” (1984), el Premio Latinoamericano “Rubén Darío” (Nicaragua, 1988) y el Premio Centenario de Gabriela Mistral (1989). Conserva inédito Como un brasero que se extingue en la llovizna (Premio “Pedro de Oña” 1990) y otros poemarios. En 1995 publicó Porque escribí, antología crítica de Enrique Lihn preparada para la Editorial Fondo de Cultura Económica, la cual va ya en su segunda edición. Ha publicado además prólogos y estudios sobre Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, entre otros, y mantiene parcialmente inédito un largo ensayo sobre los poetas suicidas de América Latina

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José Mármol (República Dominicana)

esquicio del vuelo voy a dibujar un pájaro que es su mismo vuelo. y un vuelo que aún no tiene pájaro. vuelo que se crea con su pájaro. pájaro agotado en los tonos de su vuelo. no voy a dibujar un pájaro volando sino al mismo vuelo dibujándose. y en mi turno de sentirme dios. voy a crear un himno para el viento y la memoria.

poema 24 al ozama: acuarela superficie de luces agotadas donde apenas el sonido de la sombra suena. yo te nombro ciudad irreal hundida en la penumbra de un recuerdo invernal. el Ozama que fluye por cada objeto a la deriva es una historia. el Ozama que sube del fondo de la noche hacia mi palabra. un pez flota suspenso entre la imaginación y un escarceo brillante de hojas secas. el Ozama refugio del miedo de la noche y de toda la pobreza de unos hombres. largo testimonio de secretas temporadas de amor y de todo excremento vertedero. yo te nombro ciudad irreal hundida en la penumbra de un recuerdo invernal. cuando en la orgía de las horas oscuras no queda diferencia y el amanecer estalla en su maravilla cotidiana. cuando el silencio penetra el aire ancho y el murmullo de los troncos y las piedras. el río que hay en el Ozama empieza a sudar leche de luna y baba, empieza a mostrar sus ahogados, sus ángeles suicidas. sus dioses imperfectos. sus luases orinados, sus vírgenes violadas por murciélagos y sapos, los lanchones de hueso dejan la superficie cantando su retorno hacia lo profundo, todo mi cuerpo, toda mi memoria contenidos por el río que corre en el Ozama. todo mi ser desgonzado y transido. superficie de luces diluidas donde ya no se oyen las rancias velloneras. yo te nombro ciudad irreal hundida en la penumbra de un recuerdo fatal.

bañarse de símbolos a la playa de las aves. de los peces distantes. de las olas vidriosas y el color de la sal. a la playa de los seres. de los niños. de los perros realengos yo no voy. me quedo en esta playa innombrable del lenguaje. en esta que inmóvil me baña de sonidos. en esta que compone. en esta que ha engendrado razones de color. en la playa de los símbolos me solazo y desgonzo. en la playa que se expande por tu boca cuando me hablas.

Deus ex machina Arroja tú los dados, Señor, te ha llegado el turno y es invierno. Arrinconado está el tridente, una piel de ceniza cubrió las cordilleras. Señor, he aquí el canto de la luz a ti debida, en la quietud del mar y discreción tan pura de la noche infinita. He aquí a tu hijo Elfuego, ardiendo con su tacto la superficie toda y al agua seduciendo con su lengua dorada. Ved aquí, Señor, su hermanastra Elalba, hierofanta líquida, posesa de las formas. Ellos narran en

su tremendo idioma las celebraciones, la obediencia y el pecado. Arrójanos tú esta vez, Señor, la semilla y el varón de la especie más sana. No lo anuncies al azar, porque deviene llanto y se alza con el tibio rumor del pavimento, y otra vez se nos pierde, nos castiga, nos repudia. Que nadie sino tú, oh Señor, esgrima esta vez el cuchillo del jifero; madure un acorde cuando la vida cese y la lluvia limpie, sorpresiva, las caderas uncidas de los copulantes. Arroja tú los dados, Señor, te ha llegado el turno de lo ineluctable. Despídelos sin miedo de tu anchurosa mano, porque a los ocho lados la suerte nada espera, y hacia la muchedumbre y el desastre apunta el cielo. Arrójalos tú, Señor, te ha llegado el turno y es ardiente verano.

Idioma de los dioses De ti, como de un río, adoro cuanto fluye. Volando y danzando como los dioses hablan. Amo tu rápida presencia, única manera de pasar, transfigurando en vuelo la quietud y la espera. Idioma poderoso del mineral y el árbol. Néctar salobre de las venas abiertas y miembros destajados en torno a la deidad. Palabras innúmeras con las que atemorizo y a la vez encanto las huestes de la noche y escuderos del día. Voces muy alzadas en sus puntas de roble, con las que canta el mago, gobierna el azar y predomina un orden geométrico de hielo. Grande la ocasión en que algo se consume y con su muerte alumbra y destapa lo esperado. Ahora canto y bailo y salpico de luz las brechas de la sombra entre las llamas. Volando y danzando, como los dioses hablan. Del aire me sostengo, el universo en mí se apoya, gira espeso. Mi verso ha domado al vellocino de oro y ya diezmó mi brazo a los jinetes bravos, a cuyos restos doy mi canción y mi otra espada. Grande la ocasión en que todos danzamos, como dioses mirando la miseria del reino. Palabras que brindaron alma y cuerpo a las ciudades. Soberano idioma, lenguaje de las piedras, del laurel, del río adormecido en sus meandros; alfabeto de grutas intocadas, de lagos suspendidos y pájaros mudos henchidos de placer. De ti, como de un río, adoro cuanto es y ya no es y se transforma y pasa y queda suspendido. Oh idioma venturoso de los labios y las manos, de las praderas altas, los barcos diminutos, la cruz centuplicada en un mismo sendero. Oh danza de las danzas, con que los dioses cantan y bailan y nos llaman.

Retrato de mujer En tu boca tiembla un pájaro tirado a lo sediento. En tus dedos, templos altos de luz andan despiertos. Habla con tu voz aquel ángel seducido por una magia, un cuerpo, un vocablo insospechado. Nada por tus párpados un pez bello y fugaz, y en la negra chorrera de tu cabello tieso, un celaje de carne con alas suena y brilla. No mis ojos te dibujan, no mi trazo maculado. No mi arte la perfila; es el agua desbordante que me asalta con mirarte, untadas por imanes lascivos ambas manos, y no importa que estés muda porque hablas con tocarme. Hay entre tus pechos matices imposibles, bosques y bahías, cañaverales limpios, mojadas poblaciones, algas finas, robles, yerba. Me asomo al intocable destello de tus manos y temo que mirándome se desnude tu voz, y como San Francisco de Asís hable a las aves, y se descalce y pese mucho menos que el aire. Mujer que lleva entera una bestia por ternura. Mujer que me desalmas con tan sólo nombrarme; mas no importa si estás muda porque

cantas cuando miras. En tu vientre acuna un mar con veleros erguidos, en tu pelo un surtidor de la noche se desgrana, en tu boca de nubes y pájaros me pierdo, y no importa si estás muda porque cantas cuando amas.

José Mármol, nació en Santo Domingo, República Dominicana, en 1960. Estudió filosofía y lingüística aplicada. Profesor y coordinador de la cátedra de filosofía en prestigiosas universidades dominicanas. Fundador y director de la Colección Egro de Poesía Dominicana Contemporánea. Ha publicado los siguientes poemarios: El ojo del arúspice (1984), Encuentro con las mismas otredades I (1985), La invención del día (Premio Nacional de Poesía 1987), Encuentro con las mismas otredades II (1989), Poema 24 al Ozama: acuarela (plaquette con grabados de Rufino de Mingo, Madrid, 1990), Lengua de paraíso (Premio Pedro Henríquez Ureña 1992), Deus ex machina (Premio de Poesía Casa de Teatro 1994 y Accésit al Premio Internacional de Poesía “Eliseo Diego”, Excelsior, México, en ese mismo año), Lengua de paraíso y otros poemas (1997) y Criatura del aire (1999). En prosa ha publicado Monografía sobre Rufino de Mingo (en colaboración con José David Miranda, Madrid, 1991), Ética del poeta, escritos sobre literatura y arte (1997) y Premisas para morir, aforismos y fragmentos (1999).

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VOLVER A NACER A Eleonora, “paloma de mi sangre”. Basta pensar para crear el objeto pensado. La palabra p á j a r o es un pájaro de aire que sus labios lanzan hacia mí y su vuelo cruza mi cabeza y su luz toca mi pensamiento.

ATARDECER Roja luna sola y s a n t a volando sobre ese otro fuego que es el tiempo

UN CABALLERO Tras su escudo un caballero vestido todo de hierro defiende lo invisible

* * * Santiago Mutis Durán nació en Bogotá el 3 de diciembre de 1951. Cursó su escuela primaria en la Ciudad de México. Fue fotógrafo, trabajó con entidades ecológicas, se desempeñó como curador y se hizo editor: director de publicaciones del Instituto Colombiano de Cultura; director de publicaciones de la Universidad Nacional de Colombia; director editorial de las colecciones “Nueva Biblioteca Colombiana de Cultura” (Procultura & Presidencia de la República); “Señal que Cabalgamos” (Universidad Nacional-Clásicos del Humanismo-distribución gratuita)... Fundó y dirigió la revista literaria GRADIVA. Tiene publicados un libro de relatos, RELÁMPAGOS DE LA CIUDAD-14 CONJUROS; un libro de prosas sobre arte (42 pintores, escultores...), EL VISITANTE; tres libros sobre artistas colombianos, EDUARDO RAMÍREZ VILLAMIZAR, SATURNINO RAMÍREZ y GUILLERMO WIEDEMANN; y 5 libros de poesía, el último de ellos DICEN DE TI (“un Réquiem salvaje”, según expresión del poeta español Jorge Riechmann; un largo poema “que no tiene antecedentes en la poesía colombiana”, según el poeta colombiano Juan Manuel Roca). También ha recogida obra de 7 escritores colombianos, entre ellos Aurelio Arturo, José Asunción Silva, Ernesto Volkening y Álvaro Mutis. Hace veinte años publicó un PANORAMA INÉDITO DE LA NUEVA POESÍA EN COLMBIA, 1965-1985.

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Bernard Pozier (Quebec)

ORACION Creo que la mujer creó el mundo creo que la mujer creó la hermosura creo que la mujer creó lo maravilloso creo que la mujer creó la inteligencia creo que la mujer creó la sensibilidad creo que la mujer creó el sentido de la vida Creo que si hay un dios es mujer ¡Oh mujeres orad por los pobres hombres! Amén

(Nueva nieve)

CANTINA EN LA NOCHE En la noche son muchos en la sala para comer beber platicar En una mesa el marido su esposa el amigo y una joven enamorada A la altura de sus manos ensamblan piezas con doble número entre cero y seis que trazan una pequeña ruta como la vida negra y blanca A la altura de sus cabezas se trazan silenciosos juegos pensamientos recuerdos deseos misteriosos caminos interiores e intercambios que existen y que no existen

(Nueva nieve) “””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””"" """"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""

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Cassian Maria Spiridon, Rumania

NO EXISTE no existe algún ser tan mentiroso como el poeta él cuando dice / te quiero/ no lo creas ya en su cabeza sigue otro verso más importante/ puedes estar segura/ que esa declaración solemne [algo rara/ es verdad/ en la boca de un poeta que/ se respeta m á s o menos] nunca hay que creerle no es capaz ni al menos de querer a sí mismo no tiene confianza y esperanzas en sus sueños los degolla/ los engaña los exilia en poemas para que su propia vida se quede más ociosa y adormecida él quiere ser y muchas veces lo es ......un despertador para los demás/ para los que están ......dispuestos a creerle él cuando grita: me duele/ ......mi alma es toda una herida no le creáis/ os ruego/ miente más que la Gaceta/ con pruebas el alma le ha abandonado desde hace mucho tiempo/ su propio yo está pulverizado se confunde con la hierba del campo pero no olvidéis/ él nunca esconde su demencia él entiende y miente

LA LUCHA ENTRE EL ANGEL Y EL SUEÑO El ángel vio que yo tenía que dormir yo reconocí / ¡sí! tengo que dormir

¿qué algo más quieres? / tengo que hacerlo el ángel entonces ¡chas! con su ala me golpeó en el sueño ¡chas! y de nuevo ¡chas! en los ojos / en la boca yo procuraba despertarme / con todas mis fuerzas yo procuraba despertarme pero el ángel gritaba: tienes que dormir no ves / necesitas mi lucha en tu pensamiento

DISPAREN disparen señores / disparen aprieten el gatillo no esperen que yo me vuelva un fantasma una sombra / una mancha en la historia universal disparen mientras estoy vivo y lúcido estimados señores es por eso que existen: armas / el arsenal pedregoso / por eso la salva cumplida / lágrimas y hojas el cuerpo perfecto todos los cartuchos del mundo son disparados atrás sólo quedan palabras *** Una mañana Rumania despertó ..................colindante con China con una población más numerosa ............que la de India con una historia envidiada ............hasta incluso por Francia con hombres políticos ............de quienes ni siquiera Roma pudo disfrutar con poetas superiores ............a los del pérfido Albión con filósofos más profundos ............que los vivientes en las tierras de Alemania y mucho más rica ............que el país del tío Sam todos los terremotos se habían acabado los arroyos y los ríos iban rodando

............tranquilos en sus lechos ya ninguna calamidad ............visitaba los territorios de la patria el orden social era perfecto ............las estaciones maravillosas/ los rumanos felices y todo esto/ ocurría ............una mañana…

EL SUFRIMIENTO DE LA MATERIA sacudo los hombros de nieve y ceniza corto las venas para ver el escurrimiento y el color para ver al hombre sin sentido/ apiñado en los barrancos de la muerte resbaladizo/ sin amor en tiempos en que la naturaleza se está alejando cada vez más --rey depuesto-froto las rodillas de las piedras rojas está vacío el corazón firmemente clavado en las raíces de la vida en la sangre del mar el cuerpo negro de la noche deja todo su peso el silencio devora la carne muda pasional abrazo del fuego con el agua solo y luminoso cumpliendo con los diez mandamientos me conformo con el desierto

Nació en Iasi, el 9 de abril de 1950. La madre: Maria Spiridon, maestra de escuela. Miembro de la Unión de Escritores de Rumania, miembro de la Sociedad de los Periodistas Rumanos y de la Asociación de los Periodistas Rumanos. Miembro del PEN-club europeo. Debut en la prensa literaria en 1970, en las revistas "Amfiteatru" y "Romania literara". Fundador y director de la revista de cultura poética "Poesia"; desde enero de 1995 –

director de la Editorial TIMPUL de Iasi; desde diciembre de 1995 – director de la revista "Convorbiri literare" ("Conversaciones literarias"). 20 libros publicados

"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Milagros Terán, Nicaragua V Premio de Poesía Mariana Sansón 2007 (Nicaragua)

MANDRIL EN LA MEMORIA

La memoria del tiempo es un mandril cruzando la carretera. La cabeza pequeña, hocico largo, pardo en la parte superior. Pardo el color de la memoria como esta tierra que dice que el pasado pasó. Este día nublado con leopardo que atisba carnicero me grita que el presente es perpetuo nos acompaña bebe con nosotros. El presente es el tambor de mi pecho las maracas de mis senos y el vigor de tu amor junto a la extraña calma de mi mar.

El ECO DEL TAMBOR

Hoy voy a abrir mis alas a la hora del eco en la mañana cuando niñas en uniforme a cuadros apresuran sus pasos sobre el camino de tierra, cuando se burla de mí la paloma africana que habita en el jardín

y las roncas voces me recuerdan: no eres de aquí! no eres de aquí!

“””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””” ”””””””””””””””””””””” Stefaan van den Bremt (Bélgica) Traducción del neerlandés por el autor

Revisión: Marco Antonio Campos

Spiegeltekst voor Franz Kafka De man had onbevreesd naar binnen moeten gaan, maar was een plattelander. De wachter hield hem aan het lijntje met een verhaal over nog hogere drempels voor nog imposantere poorten met nog afschrikwekkender wachters. De wachter verzweeg een poort, de eerste en de laatste: het oor. Hier kon niemand binnengelaten worden, want deze ingang was alleen voor jou bestemd, schreeuwde de wachter. Ik ga nu en sluit hem.

Colocado en el abismo

a Franz Kafka Habría debido entrar impávido, mas era un campesino. El portero lo capoteaba con una historia sobre umbrales más altos, con puertas más impresionantes y porteros aún más aterradores. Una puerta callaba el portero, la primera y la última: el oído. Aquí no podía dejar entrar a nadie, pues la entrada sólo era para ti, gritó el portero. Ahora, voy a cerrarla.

De kwijtgescholden tijd voor Ingeborg Bachmann Er komen zachtere dagen. De kwijtgescholden tijd verdwijnt achter de einder. Weldra moet jij uit de dood weerkeren, en al je hersenschimmen doen opstaan uit Hades. De levende toorts zal onder ons blijven, de lijkwade die vuur vatte wordt weer een stel lakens waartussen jij schrijft en meest: Er komen zachtere dagen.

De tijd is ingelost, de schuld vereffend. En jouw minnaars verrijzen uit het drijfzand, vallen je weer in de rede, laten je niet meer gaan. Liefde blijft sterfelijk, jazeker, maar elke geliefde blijft leven in eeuwigheid. Ook jij moet blijven. Maak nu je schoenriem maar los. Je moet nergens meer heen, je bent eindelijk ter bestemming. Wij lezen je levend en schrijven: Er komen zachtere dagen.

El tiempo condonado a Ingeborg Bachmann Vendrán días más tiernos. El tiempo condonado desaparece más allá del horizonte. En breve deberás volver de entre los muertos, librando tus quimeras de Hades. La antorcha viva quedará entre nosotros, la mortaja ardiente volverá a ser un juego de sábanas entre las que estás escribiendo y leyendo: Vendrán días más tiernos. El tiempo se redime, la cuenta está saldada. Mira cómo resucitan tus amantes de las arenas movedizas: ya no te interrumpen, ya no se resignan a que partas. Mortal queda el amor, ¡desde luego!, pero cada amante sigue vivo eternamente.

Quédate tú también. Desata ahora los cordones de tus zapatos, ¿para qué marcharte? Al fin volviste a casa. Al leerte te regresamos a la vida con todas sus letras: Vendrán días más tiernos.

De brug van José Lezama Lima Een brug, een grote brug die je niet ziet, maar waar een hels verkeer van woorden over raast, vrachtwoorden zwaar met denkbeelden geladen, een brug van sporen, onleesbaar is het wegdek van de brug, de grote brug. Een brug, een verre brug die je kan horen als hij met zacht geraas van woorden wordt geslagen, een brug die spraakkunstig wordt opgeblazen, geduldig, het gewriemel moe in de verkeersspits van betekenissen. Een brug, een broze brug die je ontziet, die in de lucht hangt tussen overzijden slechts bestaande bij de gratie van hun overbrugbaarheid, een brug die kortsluit wat hij koppelde, een ezelsbrug. Een brug, een grote loze hangbrug in de lucht, op heterdaad betrapt, hij hapt naar land, het nulde wereldwonder, een brug van aanwaaiende ruis, gedruis over de aarde die de zeeën scheidde. Een brug, een grote brug, en nog te klein, een noodbrug over de oneindigheid besloten in de spanne tussen duim en pink, een dagmars tussen mier en zoete buit,

een brug van louter geuren voor de dove. Een brug, een vlottende ponton van woorden, een wegwerpbrug, denkbeeldig bruggenhoofd, een puur speculatieve brug, antieke zuilen waar Hercules vanouds de brug mee stut die over zee zichzelf opheft.

El puente de José Lezama Lima Un puente, un gran puente que no se le ve, pero en que un tráfico tremendo de palabras pasa zumbando: palabras pesadas, sobrecargadas de sentido, un puente hecho de huellas; ilegibles son los rastros en el puente, el gran puente. Un puente, un puente lejano, que se puede oír cuando se le tiende con alboroto suave de palabras, un puente que se le vuela con paciencia gramatical, harto del hormigueo incesante a la hora punta de la lengua. Un puente, un puente frágil que se ahorra, ya que flota en el aire entre dos orillas que sólo existen por obra y gracia de ser transitivas, un puente que pone en cortocircuito lo que conectaba, pontificando. Un puente, un gran puente colgante en un hueco, cogido en flagrante, mordiendo el aire, la maravilla inicial del mundo, un puente de ruido que arrecia, de estrépito por encima de la tierra que separa los mares. Un puente, puente grande, aún demasiado corto, un puente de emergencia por encima del infinito comprendido en el trecho entre meñique y pulgar, una jornada entre la hormiga y su presa dulce, un puente sólo de olores para el sordo. Un puente de palabras, un pontón flotante, puente desechable, cabeza de puente ficticia, un puente puramente especulativo, las columnas en las que desde siempre va apuntalando Hércules

el puente que se suspende en ultramar.

De weg naar Saint-Cirq-Lapopie voor André Breton Poëzie is een uitstap die de aankomst uitstelt. Zij kiest de route die nog niet is aangelegd. De bekende weg waarnaar gevraagd wordt legt zij om: haar wegen zijn eenmalig. Een oud vehikel maakt zij weer als nieuw. Poëzie is een uitstap die na de aankomst pas begint. Zij meet de dichtheid van het gegeven ogenblik. Zij is een venster met uitzicht op een onderschrift. Zij is het raam waarin de ruimte indikt. Zij heeft al de tijd van de wereld. Poëzie is een pelgrimage naar de laatste woonplaats van het woord. Haar reisdoel is dat onbeschrijfelijke punt waar alle tegenvoeters willen copuleren. Poëzie, zoals de liefde, is de ellende van lijfelijke gelukzaligheid. Ook zij eindigt met de treurnis van elk dier na de coïtus.

El camino de Saint-Cirq-Lapopie a André Breton

La poesía es una excursión que aplaza la llegada. Propone un trayecto que aún no está trazado. Aparta de la ruta que siguen los viajeros: su camino no existe más de una vez. A un viejo vehículo lo vuelve nuevo. La poesía es una excursión que empieza al llegar. Mide la densidad del momento dado. Es una ventana con vista a un subtítulo. Es el marco en que el espacio se adensa. Tiene todo el tiempo del mundo. La poesía es peregrinación al último domicilio de la palabra. Su destino es aquel punto indescriptible donde todos los antípodas quieren cohabitar. La poesía, como el amor, es la miseria de la felicidad del cuerpo. También acaba con una tristeza animal después del coito.

De boom der onwetendheid (Quercy, 1991-2001) 1 We kwamen ogen en oren te kort: voorbij ging wat ons bijbleef. We werden gek van al dat gaan en komen van dingen en dagen. En waar de nacht viel lagen wij

in tweeën, niet te helen, niet na genoeg naast mekaar. En in de tuin begoot de maan, nog heel en niet te breken, de leiboom van het geluk.

2 We kwamen armen en benen te kort om mekaar bijeen te houden. Er kwamen dagen van bars licht; de nacht viel, onder hun last. En waar het daagde gingen wij als twee takken, brekende vol van sappen en vruchten, uiteen. Daar zwol, waar de zon opklom in de boom der onwetendheid, het spinthout van het genot.

El árbol de la ignorancia (Quercy, 1991-2001) 1 Nos faltaban ojos y oídos al recordar lo que nos pasaba. Nos enloquecía todo el ir y venir de días y cosas. Y donde caía la noche, se tendía, partida en dos, incurablemente, una pareja harta de ser dos. Y en el jardín la luna, llena aún, inquebrantable, sustentaba el árbol de la dicha.

2 Nos faltaban brazos y piernas para conservarnos unidos. Llegaban días de luz áspera; la noche caía bajo su carga. Y donde amanecía, íbamos, como dos ramas, reventándonos de jugos y frutas, dispares. Allá crecía, donde sube el sol en el árbol de la ignorancia, la albura de las delicias. Hasta la fecha Stefaan van den Bremt (1941) ha publicado dieciocho libros de poesía. El primero salió en 1968 y fue galardonado con el premio al mejor debut literario en Flandes. El último, titulado A, apareció en 2005. In een mum van taal / Gedichten 1968-2002 («En un puñado de palabras», 2002) recoge la obra poética desde 1968 hasta 2002. Traducida a varios idiomas, entre otros al alemán, inglés y francés, la poesía de Stefaan van den Bremt fue vertida al español en El jardín de los cuatro vientos (Barcelona: Ediciones del Bronce, 1999), Palmo de Tierra (México, D.F.: El Tucán de Virginia, 2005) y Más allá de mis manos / Siete poetas flamencos (México, D.F.: Colibrí, 2006).

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intentas llegar al agua de la vida, alumbrar una membrana mínima, una hoja pequeña. No soñar flores. El aire te sofoca. Sientes la arena reinar en la mañana, morir lo verde, subir árido oro. Pero, aún sin ella saberlo, desde algún borde una voz compadece, te moja breve, dichosamente, como cuando rozas una rama de pino baja ya concluida la lluvia. De "Parvo Reino" 1984

AGOSTO, SANTA ROSA Una lluvia de un día puede no acabar nunca, puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza irnos cambiando el cielo todo, el aire, en torva inundación la luz, triste, en silencio y negra, como un mirlo mojado. Deshecha piel, deshecho cuerpo de agua destrozándose en torre y pararrayos, me sobreviene, se me viene sobre mi altura tantas veces, mojándome, mugiendo, compartiendo mi ropa y mis zapatos, también mi sola lágrima tan salida de madre. Miro la tarde de hora en hora, miro de buscarle la cara con tierna proposición de acento, miro de perderle pavor, pero me da la espalda puesta ya a anochecer. Miro todo tan malo, tan acérrimo y hosco. ¡Qué fácil desalmarse, ser con muy buenos modos de piedra, quedar sola, gritando como un árbol,

por cada rama temporal, muriéndome de agosto!

CULTURA DEL PALIMPSESTO Todo aquí es palimpsesto, pasión del palimpsesto: a la deriva, borrar lo poco hecho, empezar de la nada, afirmar la deriva, mirarse entre la nada acrecentada, velar lo venenoso, matar lo saludable, escribir delirantes historias para náufragos. Cuidado: no se pierde sin castigo el pasado, no se pisa en el aire. De "Nuevas arenas I" 2002

DE UN FULGOR A OTRO Quizás no se deba ir más lejos. Aventurarse quizás apenas sea desventurarse más, alejarse un atroz infinito del sueño al que accedemos para irisar la vida, como el juego de luces que encendía, en la infancia, el prisma de cristal, el lago de tristeza, ciertas islas. Sí, entre biseles citados los colores, un fulgor anidaba sobre otro -seda y deslumbramiento el margen del espejoy aquello también era un espectro, sabido, exacto. Centelleos ajenos en un mundo apagado. Como un canto sin un cuerpo visible,

un reflejo del sol creaba una cascada un río una floresta entre paredes áridas. Sí, no vayamos más lejos, quedemos junto al pájaro humilde que tiene nido entre la buganvilia y de cerca vigila. Más allá sé que empieza lo sórdido, la codicia, el estrago. De "Nuevas arenas II" 2002

ESTAR SOLO Un desventurado estar solo, un venturoso al borde de uno mismo. ¿Qué menos? ¿Qué más sufres? ¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa, sólo tacto sutil, color y rosa, sin ardua espina? De "Palabra dada" 1953

EXILIOS ...tras tanto acá y allá yendo y viniendo. Francisco de Aldana Están aquí y allá: de paso, en ningún lado. Cada horizonte: donde un ascua atrae. Podrían ir hacia cualquier fisura. No hay brújula ni voces. Cruzan desiertos que el bravo sol o que la helada queman y campos infinitos sin el límite que los Vuelve reales, que los haría de solidez y pasto. La mirada se acuesta como un perro, sin siquiera el recurso de mover una cola. La mirada se acuesta o retrocede, se pulveriza por el aire

si nadie la devuelve. No regresa a la sangre ni alcanza a quien debiera. Se disuelve, tan solo. De "De procura de lo imposible" 1998

Poeta y crítica uruguaya nacida en Montevideo en 1924. Estudió Humanidades en su país, siendo profesora de literatura hasta 1973 cuando la dictadura la forzó al exilio. Vivió en México de 1974 a 1984, radicándose definitivamente en Austin, Texas, desde 1989. Su obra lírica, caracterizada por una honda emoción expresada de manera lúcida y privada de patetismos, la convierten en una de las voces principales de la llamada generación del 45, y en la actualidad, en nombre insoslayable del panorama poético hispanoamericano. Además de poeta, es autora de artículos periodísticos y de crítica literaria, así como de numerosas traducciones. Parte de su obra está contenida en los siguientes volúmenes: «La luz de esta memoria» en 1949, «Palabra dada» en 1953, «Cada uno en su noche» en 1960,«Oidor andante» en 1972, «Jardín de sílice» en 1980, «Parvo reino» en 1984, «Sueños de la constancia» en 1988, «Procura de lo imposible» en 1998, «Reducción del infinito» en 2002, «Plantas y animales» en 2003, y «El Abc de Byobu» en 2005.

"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Edwin Yllescas (Nicaragua)

Rey de mi corazón

Si leíste las páginas anteriores o alguien te las refiere simplemente, no me hagás caso en nada ni para nada otra vez no sé lo que estoy diciendo me pierdo entre la soledad y la arrogancia creo que aún no distingo ni controlo los vaivenes de la escritura mucho menos, esas hondonadas que el Cabezón de Pueblo pudo haber llamado los repliegues del alma. Casi siempre te tengo en la memoria

absoluta y precisa en la yema de los días; no te siento, no se trata de fantasmas ni del viento que te llama o cosa parecida te veo en el laberinto de la huella dactilar lista para recibir las famosas páginas que escribiría sólo para vos y de pronto me brota la horqueta chabacana el cerdo negro renegrido fuereño renace en la profundidad de mi ser hocicando en las palideces de tu vida. Y así, mi Gata Loca, me quedo al otro lado del flautista sin ternura, sin magia, sin vos y aturdido confuso confieso en mi verso impera mi bestia mi cerdo, rey de mi corazón.

Enero, 21, 1997.

La Negra Tomasa

Cuando pienso en vos vuelvo a ver para atrás como si fuera ahora mismo veo los lugares donde nosotros sin complicación religiosa o política borrachos, reíamos y bailábamos hasta el amanecer descoyuntados de pie a cabeza tocábamos la caseta del broder y el brodercito en el control de la discoteca otra vez, de nuevo nos ponía la Sopita de Caracol la Negra Tomasa, la Güera Salomé, el Agüita de Coco; en nuestra hora alejada del madrigal y el embeleso nosotros fuimos burbujas de amor y si tus manos coparon el charral del cuerpo fue nuestro moño de pelo quien siempre ganó la batalla del ángel pálido sobre el Mirador Tiscapa; ahora esas cumbias antillanas o colombianas tus hombros, los pasos de la danzan sólo bailan en mi memoria

y me pregunto qué aprendimos en la noche y veo que no hay nada que aprender basta repasar lo que estaba en el cuerpo en los sentidos estaba el aprendizaje son lo que fueron y vividas no tienen moraleja y si la tuvieran nadie volvería a vivir esa noche breve iluminando el corazón de los hombres; cuando pienso en vos, vuelvo a ver para atrás y miro como mueven las caderas vos la Negra Tomasa y la Güera Salomé.

Marzo, 20, 1997. Edwin Yllescas Salinas En el panorama de la literatura nicaragüense actual, que tan valiosas aportaciones ha hecho a las letras contemporáneas de lengua española, Edwin Yllescas Salinas es un destacado representante de la generación de escritores surgida en los años sesenta. Ha publicado Lecturas y otros poemas (1969); Algún lugar en la memoria (1996); La vela de los sueños (1998); Teoría del ángel (1999), Breve antología (1977-2006). Su libro de cuentos Historias urbanas, ganó el Premio Nacional Rubén Darío, 2007.

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